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NO MÁS NIÑAS, NIÑOS Y ADOLESCENTES QUEMADOS
Por: Elizabeth Chong S.
Cada año, en México, los casos por quemaduras en niños aumentan más del 30% en fiestas decembrinas, debido a la quema de cohetes; por ello, el trabajo en materia preventiva es fundamental y las acciones específicas esenciales para salvar, en principio, la vida y la posterior estabilidad emocional de los pequeños.
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No permitir que menores de edad manipulen o tengan acceso a fuegos pirotécnicos.
No guardar artículos de pirotecnia en bolsillos o lugares en los que estén expuestos al calor o rozamiento.
No encender pirotecnia en las manos o en lugares cerrado
No introducir pirotecnia en ningún tipo de recipiente
No arrojar ningún tipo de elemento de pirotecnia a personas, animales, objetos o instalaciones industriales.
No arrojar elementos pirotécnicos de explosión debajo de los vehículos.
TLas recomendaciones varían un poco, pero en general son: erribles experiencias del pasado, han generado que, en México, se desarrollen diversas campañas de difusión para que los padres de familia NO fomenten el uso de fuegos artificiales durante las diversas festividades anuales, poniendo un énfasis especial en los meses de septiembre y diciembre, en los que se festeja la patria y la navidad respectivamente. De igual forma, se promueve la prevención como la herramienta indispensable para evitar accidentes, especialmente quemaduras en menores de edad. Para ello, se hace conciencia del riesgo que implica que niñas, niños y adolescentes tengan en sus manos fuegos pirotécnicos. Se enseña que un mal manejo puede derivar en daños físicos permanentes, es decir, cicatrices que durarán toda su vida y, en casos extremos, perder la vida.
No tocar fuegos artificiales sin explotar.
En caso de haber empleado fuegos artificiales y que la ropa se incendie:
Sofocar el fuego con una manta o hacer rodar por el suelo a la persona afectada; por ningún motivo se debe caminar o correr.
Lavar la zona lesionada con agua potable, disminuye el edema y calma el dolor.
Cubrir la zona afectada con paños limpios, toallas o sábanas.
Acudir al centro de salud más cercano.
La estadística alarmante y pone focos rojos, ya que, cada año en México, los casos por quemaduras en niños aumentan más del 30% en fiestas decembrinas por la quema de cohetes. Ahora bien, 3% de los pacientes quemados que llegan a urgencias, se han lastimado por causa de fuegos artificiales y por incidentes que se registran durante las fiestas religiosas de los pueblos y barrios.
La gama de complejidad de las lesiones es amplia, entre leves y graves; no todas se originan por la detonación de cohetes de fuerte estruendo, también los pequeños ratoncitos, chispitas y cerillitos, causan heridas importantes.
Ahora bien, existe otro peligro latente dentro de cada hogar. La Secretaría de Salud capitalina recomienda no permitir a los menores que se acerquen a la estufa o parrillas cuando se prepara la comida, que no se dejen recipientes con agua caliente en la mesa o en el piso, debido a que las quemaduras más frecuentes, son por líquidos calientes. Los incidentes se presentan, por ejemplo, cuando los menores entran a la cocina, tocan las parrillas, toman las ollas y las vierten sobre ellos.

¿QUÉ PODEMOS HACER?
Las reacciones emocionales de estos niños y adolescentes fueron objeto de investigación en la “Unidad de Niños con Quemaduras” del Hospital Civil Juan I. Menchaca, de Guadalajara, Jalisco, durante el período 2000 al 2008. Este programa, y la Unidad en general, nacieron de una serie de convenios interinstitucionales, entre los cuales, destaca la colaboración con el Hospital Shriners de Galveston, Texas y la Fundación Micho y Mau. Dicha investigación se ha propuesto identificar y conceptualizar las circunstancias y los recursos psíquicos de que disponen los niños ante un accidente por quemaduras, considerando que se trata, en particular, de sujetos en estructuración psíquica.
Objetivos principales de la investigación:
1) Identificar la dinámica propia y los elementos en juego de la conflictiva psicológica que viven los niños con quemaduras, así como su familia;

2) Conceptualizar los efectos que dicho accidente pudiera generar respecto del proceso de constitución psíquica del niño, y, por último;
3) Valorar los efectos terapéuticos de la intervención psicológica y psicoanalítica respecto de la reducción de secuelas de traumas psíquicos en estos niños y sus familias, a partir del accidente.
Trabajar arduamente en la prevención de quemaduras en menores y adoptando importantes medidas de seguridad ante situaciones peligrosas. De tal manera que, a continuación comparto algunas acciones específicas.
Protección contra quemaduras en casa.
Seguridad en caso de quemaduras al aire libre.
Prevención de incendios forestales, en casa, en la escuela.
Enséñales un Plan de emergencia en caso de incendio para evitar lesiones graves.
Instala detectores de humo.
Aprende a usar un extintor de incendios.
Enséñales a los niños a detenerse, tirarse y rodar si su ropa se prende fuego.
Practica un plan de evacuación.
Elabora un plan de evacuación y practícalo cada seis meses.
Determina dos maneras de salir de cada habitación y en dónde reunirse afuera.
No utilices perillas con llave en el dormitorio de un niño.
Enséñales a tus hijos a salir de un área con humo arrastrándose por el piso.