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NORMATIVIDAD
CER TEZ A, SEGURIDAD Y EFICIENCIA
POR: JOSÉ LUIS DE LEÓN
ELa validación y certidumbre de funcionalidad en cada componente de cualquier sistema contra incendio, debe ser dada por una tercería de parte, esto implica conceptos como listado y aprobado de los que echará mano este ente verificador.
En ocasiones, cuesta entender que un sistema instalado para proteger la vida de las personas y asegurar la continuidad operativa de los negocios, quede como un simple adorno de tubos que no salvaguarda lo que debiera al momento de un siniestro. Y la realidad es que el sistema funciona, pero quizá alguno de sus elementos no contaba con las características necesarias para ser parte del mismo. Y es ahí, donde se vuelve fundamental el tema de la calidad de sus componentes.
En el sector de la protección pasiva, detección, alarma, combate y supresión de incendios el tema es de suma importancia, como lo es en otros sectores de productos y servicios con los que convivimos diariamente. De la misma manera que esperamos que un medicamento, un automóvil o un electrodoméstico cumplan su función con seguridad y eficiencia, así también los equipos que tienen el propósito de proteger la integridad de las personas en medio de situaciones de riesgo, en este caso incendios, deben ser seguros, confiables y cumplir adecuadamente la función para la que fueron diseñados, fabricados e instalados.
Cada producto utilizado en el sector tiene como propósito proteger la vida en caso de incendio, en esa lógica, debe estar bien ensamblado y construido con materiales de buena calidad; adicionalmente, existe el tema de aprobaciones y listados que va más allá de esto. Es
decir, cada componente de un sistema contra incendio es parte de un sistema más complejo formado por equipos interrelacionados, de diferentes características, funciones, marcas y fabricantes. Ante tal complejidad y a fin de asegurar que los componentes se encuentran diseñados y construidos para un uso efectivo, y que se desempeñan como deben hacerlo, es necesario involucrar a un tercero de parte. Dicha figura debe tener la capacidad de evaluar la ingeniería del componente, producto o material, así como definir y realizar pruebas críticas de los mismos, llevar a cabo inspecciones periódicas a los procesos de su fabricación y certificar el apego de estos a una serie específica de requerimientos. Ante esta necesidad, nacen los conceptos de listados y aprobaciones.
Acercándonos a la literatura y a los referentes, la NFPA 13 define el término “listado” como todos aquellos equipos, materiales o servicios que se encuentran incluidos en una lista publicada por una organización. Dicha organización, según la NFPA, debe tener tres características.
Primero, ser aceptable para la Autoridad
con Jurisdicción, o AHJ por sus siglas en inglés, involucrada en el proyecto.
Segundo,debe mantener inspecciones
periódicas de la fabricación del equipo,
de materiales listados, o una evaluación periódica de los servicios ofrecidos, a fin de certificar que tales equipos, materiales o servicios cumplen con los estándares designados y satisfacen pruebas específicas efectuadas para asegurar que se desempeña el propósito esperado.
Tercero, debe ser un tercero de parte,
es decir, sin relación con el fabricante, el usuario o con el diseñador/instalador. Si bien algunos estándares como la NFPA 13, no son explícitos en este punto, otros como la NFPA 1, 20 y 72 sí manifiestan en los anexos y comentarios que el marcado de productos o el listado de materiales y componentes debe conducirse por una agencia de certificación externa o tercera. También varias publicaciones dentro del sitio de NFPA hablan del valor de la certificación de productos por terceros refiriéndose específicamente al listado de materiales y componentes.
Como la organización encargada del listado debe ser aceptable para la AHJ es necesario definir también lo que es una AHJ, pues esta no se refiere a cualquier individuo. NFPA la define como una organización o individuo responsable de hacer cumplir los requerimientos de un código normativo o un estándar de referencia. Esta figura puede ser una compañía aseguradora, un oficial o inspector de alguna agencia federal, estatal o municipal encargada de la seguridad del centro de trabajo.
La mayoría de los componentes de un sistema contra incendio que son críticos para su correcto desempeño, deben ser listados según NFPA. Esto incluye cierta tubería, ciertas conexiones, algunas válvulas específicas como las de alarma o medidores de agua, algunos aditamentos como los medidores de flujo, los componentes de soportería que tienen contacto directo con la tubería o con la estructura, rociadores, equipos de bombeo, y dispositivos de alarma, entre otros.
Por otra parte, la misma NFPA define el término “aprobado” simplemente como algo aceptable para la AHJ. Es decir, para NFPA no es necesario que un producto aprobado sea parte de una lista donde una organización lleva a cabo auditorías constantes sobre el diseño, fabricación y desempeño de tal producto. En este punto, es importante notar que por estos mismos estándares un componente aprobado no es un sustituto de un producto listado. Los componentes que no afectan de manera adversa el funcionamiento de un sistema contra incendio no requieren ser listados por NFPA, pero generalmente requieren ser aprobados.
Algunos ejemplos de componentes que la NFPA requiere aprobados son: la toma siamesa para uso de bomberos, filtros para líneas de succión de bombas que se abastecen de lagos o fuentes expuestas y también algunos componentes de los sistemas de rociadores como manómetros, válvulas de dren y válvulas de prueba.
También es importante saber que la NFPA no aprueba, inspecciona o certifica ningún material, instalación, procedimiento o equipo y tampoco aprueba o evalúa a los laboratorios que se dedican al listado de productos y componentes a través de pruebas periódicas. Esto para evitar cualquier tipo de mal entendido o situación de engaño ante reconocimientos sin valor.
A la par, existe otra definición de aprobado fuera de los estándares NFPA que debemos también conocer. La compañía aseguradora FM Global define el término aprobado como un producto o servicio que ha cumplido los requerimientos de aprobación de esta misma organización. Tal producto o servicio se considera entonces “aprobado FM” (FM Approved).
Ingeniero industrial en sistemas, con una Maestría en ciencias y sistemas de manufactura por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. NICET nivel IV.
Estrictamente hablando la aprobación FM de un producto o servicio es equivalente a lo que NFPA considera como “listado” pues todo producto o servicio que es aprobado FM aparece en una lista llamada Guía de Aprobación (Approval Guide) donde el mismo FM Global funge como el tercero de parte encargado de la evaluación y pruebas periódicas de los mismos.
Dependiendo del estándar bajo el cual se realice el diseño y la instalación de un sistema contra incendio (NFPA o FM) se conocerán las características del equipo o material que es requerido usar. Por ejemplo, NFPA pide que un manómetro sea aprobado, es decir aceptable para la AHJ, pero por su parte FM pedirá que un manómetro sea aprobado FM, es decir que se encuentre listado dentro de su Guía de Aprobación. Otro ejemplo lo vemos con las tuberías para sistemas de rociadores, las cuales por NFPA deben cumplir con ciertos estándares de fabricación o ser listados, pero que por FM deben ser aprobadas FM. Con esto, es importante saber que independientemente del listado de un producto, dicho listado no garantizará que tal producto se desempeñe como es requerido cuando se encuentra diseñado o instalado fuera de su listado. Por ejemplo, un rociador montante no está listado ni aprobado FM para ser instalado de manera colgante, así que en esa posición no funcionará como es requerido y esperado.
Para dejarlo claro, es importante identificar que los términos “aprobado” y “aprobado FM”, son pues, términos muy diferentes. El término “aprobado” por NFPA no implica ninguna lista y por tanto ninguna evaluación periódica hecha por un tercero. Un producto “aprobado FM” es evaluado periódicamente para asegurar conformidad con ciertos requerimientos de diseño, fabricación o desempeño y aparece dentro de una lista que así lo demuestra.
Ahora bien, FM Global y UL (Underwriters Laboratories) son dos de los organismos más grandes del mundo que se dedican a probar, evaluar y certificar productos de uso contra incendio, con más de 100 años haciéndolo. Ambos organismos listan también otros componentes no relacionados directamente con los sistemas contra incendio, pero sí relacionados con la seguridad del centro de trabajo, tales como elementos constructivos del edificio, recubrimientos, aislamientos, así como algunos equipos específicos a fin de minimizar el riesgo de daño en caso de incendio. Estos dos listados, UL y FM, son los más comunes para el sector de incendio en Estados Unidos. En México, lo son para proyectos que se diseñan bajo los estándares de NFPA o de FM Global.
Pero existen otros organismos que se dedican al listado de productos de uso contra incendio como VdS para ciertas partes de la Unión Europea o CCC en China. En México, la organización UL cuenta con un acuerdo de reconocimiento mutuo para la aceptación de resultados de la evaluación de la conformidad con base en las Normas Oficiales Mexicanas, aunque por el momento, no en productos relacionados con sistemas contra incendio, solo para ciertos artículos eléctricos y electrodomésticos.
Cada día se vuelve más común en nuestro país el diseño e instalación de productos para uso contra incendio listados UL o aprobados FM, e incluso muchos esos productos cumplen con ambas credenciales. Estos, generalmente llevan una marca física en su exterior para demostrarlo. Sin embargo, debido a la creciente falsificación de este tipo de marcados físicos es importante confirmar que los productos efectivamente han cumplido los requerimientos de su listado o aprobación acudiendo directamente a las respectivas listas públicas.
Resumiendo, la habilidad de un sistema de protección pasiva, detección, combate o supresión de incendios, para funcionar como se espera depende de varios factores incluyendo un buen diseño, una buena instalación y un buen mantenimiento. Pero también requiere del uso de componentes eficientes y confiables, como algo fundamental para su desempeño. Para tal fin, es necesario requerir y utilizar productos que cuentan con una evaluación de conformidad que representa una serie de requerimientos preestablecidos y probados por décadas, llevada a cabo de una manera constante y periódica por un laboratorio especializado sin relación alguna con distribuidores, fabricantes, diseñadores o instaladores de estos sistemas o componentes. Esta es la gran importancia del listado de productos de uso contra incendio.
¿Qué es lo que sigue para México? En nuestro contexto, el foco indica lo siguiente, primero, contar con normas y estándares que garanticen un diseño y una instalación de sistemas contra incendio más robustos y que ofrezcan una mejor protección que la ofrecida por los sistemas de operación manual o aquellos que no se diseñaron o instalaron bajo los estándares internacionales con eficiencia comprobada por más de un siglo. Los avances en el desarrollo de normas mexicanas han sido muy importantes en los últimos 5 años y traerán un enorme beneficio para la seguridad contra incendio:
a) NMX-S-066-SCFI-2015 - Seguridad - Equipo De Protección Contra Incendio – Sistemas Fijos – Sistemas de Rociadores Auto máticos – Diseño e Instalación, actualmente vigente. b) PROY-NMX-S-069-SCFI-2019 - Seguridad- Sistemas de Alarmas de Incendio y Señalización- Aplicación, Instalación, Inspección, Pruebas y Mantenimiento. Actualmente en proceso de consulta pública. c) PROY-NMX-S-XXX-SCFI-2019 – Seguridad – Bombas Esta cionarias Contra Incendios – Diseño e Instalación. Próxima a publicarse en el Diario Oficial de la Federación.
Segundo, contar con productos y componentes de sistemas contra incendio de mayor y comprobada confiabilidad, es decir, productos diseñados, fabricados y evaluados bajo el escrutinio constante de un tercero calificado, con la experiencia e infraestructura para llevar a cabo todas las pruebas e inspecciones necesarias de manera imparcial. Cualquiera de estos dos grandes pasos no tiene sentido sin el otro, pues ambos son indispensables.