1 minute read

Poemas

Next Article
Amamantar

Amamantar

Santurce abajo

Te regalo la luz flourescente

De una letra be

La esquina de un cartelón: “Mariachis para fiestas” “Hay aguacates” “Gane $$$ desde su hogar” Te regalo un nocturno de brea Un cielo inverso Bifurcado por líneas blancas Que vuelan Parpadean Se fugan Hacia el más adelante Te regalo la cruz de malta Que besa de rojo los cementos Y el cinc que conversa con el sol Te regalo las grietas de las aceras Hogar de colillas Chicle Y de la esperanza De las plantas más bravas Envuelvo para ti, en un cruzacalle, Lo que nadie regala ni ve Cuelgo serpentinas de cielo (Los trozos que quedan Desprendidos del tendido eléctrico) Porque se hace lo mejor que se puede Con una lata de pintura Siete sillas rescatadas Una araña de tornillo y cable

Te regalo el guiño de un ABIERTO El olor a café, aceite, goma La banda sonora de política y merengue Y los colores chillones De los sueños

Esponjas

Tere Dávila

La esponja de mar más pequeña Mide menos de una pulgada de largo (O ancho. Con las esponjas no se sabe Les da lo mismo para abajo que para arriba)

La esponja tiene coraza de caracol Perforada por miles de pequeños rotos Que infiltran los recesos más suaves Y llegan hasta su corazón

Si penetras las profundidades de la esponja Descubrirás que ella, en su intimidad, Está muy confundida A veces se sueña animal A veces baila con plantas Comoquiera, no toma posiciones políticas Excepto cuando la confunden con un coral Eso es lo que más le molesta

Las esponjas y los corales se odian Pero nosotros no nos enteramos de sus rencillas

Las esponjas no tienen cerebro Ni tracto digestivo Ni sistema circulatorio Ni sexo Pero se regeneran Brotan con solo un fragmento de la original Se aferran a un pedacito de esperanza A una pelusa de historia A un cuento Con casi nada Viven Con poco más que la idea de ser esponjas

This article is from: