Carlos Montemayor
z Christa Cowrie z
LA DANZA: PUNTAL DE HUMANIDAD
“Yo creo que los premios -y siempre lo digo cuan-
de relacionarme con algunos grupos de bailari-
do me ha tocado recibir alguno- sirven para que
nas que estudiaban con Bodyl Genkel, con Anna
la propia sociedad se entere de que algo hay en
Sokolow o con Waldeen. Empezaba a escribir en
ella que no siempre atiende. Los premios son
ese momento poesía, era el despertar de mi
como una llamada de atención para que recor-
vocación literaria. Acudí a varias clases, o sesio-
demos que también somos capaces de cantar,
nes cerradas, de los grupos de danza, porque
de hacer música, de leer, de escribir, de ser feli-
particularmente con Waldeen y con la maestra
ces, de ser grandes, de ser creadores, de ser eter-
Genkel tuve una relación muy estrecha, de ma-
nos. Los premios sirven para que la sociedad despierte a las facultades que tiene”.
nera que para mí se convirtió en una pasión permanente el acto de ver danza, de convivir con
El maestro Carlos Montemayor, cuyo pensamiento –acuñado en las vertientes ensayística, narrativa y poética de la literatura- forma parte
estos conjuntos de bailarinas y pensar en la música para este arte. Desde niño tuve una formación musical, antes, incluso, que la literaria; posterior-
del núcleo de discursos que se hacen indispensa-
mente, en el inicio de mi juventud, los estudios de
bles al momento de situar, en palabras de Ne-
poesía griega -en el terreno clásico-, de poesía,
ruda, la dimensión de la esperanza del Hombre
de música y de danza formaron una sola unidad.
frente a su propio abismo, recuerda con exactitud la iniciativa, visionaria, de fundar un reconocimiento público para la danza nacional.
“Hay una terminología en la poesía para hablar de pies métricos que todavía posee la reminiscencia del tiempo que a un bailarín le tomaba
“Cuando llegué a la ciudad de México a
cambiar de un pie a otro: por esa medida de ori-
realizar mis estudios universitarios, tuve la fortuna
gen corporal el verso se dividía en pies métricos,
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