El Concurso Solitario Gustavo Emilio Rosales El Premio INBA-UAM puede llegar más lejos o ir
comprende entonces de inmediato la urgencia
más bajo. Lo segundo es lo fácil, lo que se en-
de razones que justifiquen en la práctica su forta-
cuentra a mano. Sólo hay que dejarlo ser. Así, tal
lecimiento.
como ha sido en la reciente edad de su amplia historia: jurados que esgrimen criterios relativos, falta de proyección social, preselección irregular, ausencia de discursos paralelos –foros, cursos, charlas; en fin, activa reflexión-, carencia de un registro capaz de fundar una memoria.
No se piense que los festivales podrían sustituir la función de fundar zonas de diálogo, de encuentro y de confrontación: se sabe que hoy no son más que un cúmulo de programaciones que favorecen el aislamiento. San Luis, quizá, se salva un poco aún de dicha condición, pero ésta exis-
Lo primero es difícil, pero se antoja necesario. Se marca en esta era que los haceres de la danza tendrán una nueva definición: la noción de procesos está casi abolida, así como también caduca resulta la aspiración a cohesionar colectivos estables, el rigor parece ser tan sólo una palabra que comienza y concluye con r y las de-
te para él como horizonte en tanto el Festival no se decida a definir su nuevo rumbo histórico. Sí, el Premio INBA-UAM es un núcleo posible de cohesión para la danza. Su fortalecimiento no puede ser instantáneo, pero debe ser cuidadoso, y tal término se encuentra ligado con perfiles de precisión, sencillez, continuidad.
mandas económicas establecen acotaciones insalvables para procedimientos de montaje. Hay,
La precisión comienza al decidir la perspec-
por tanto, que plegarse a las becas, a las cham-
tiva de fortalecimiento para el Premio. ¿Cuáles
bas y a la ilusoria aspiración de agradar a los
son los puntos más precisos para fundar las posi-
ocasionales fantasmas de la idea espectador.
bilidades de un nuevo desarrollo? A mi entender son 1)revisar las bases para establecer reglas muy claras de participación en las que el horizonte
fuerte núcleo posible de cohesión colectiva. Se
principal sea la convivencia y las posibilidades de
z Ricardo Ramirez Arriola z
En este escenario el Premio INBA-UAM es un
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que las obras destacadas tengan una vida públi-
movimiento, ser en el tiempo, manejo del peso, el
ca más prolongada que sus minutos sobre el fo-
equilibrio y la energía, contacto con el otro y con
ro; 2)extender el carácter y las implicaciones del
lo otro, dramaturgia y estructura: naturaleza y
programa a nivel público en diversos perfiles: a]
manejo del discurso coreográfico. Asimismo po-
la ciudadanía en general, b] los ámbitos artístico
dría ayudar la fundación de espacios de encuen-
e intelectual, c]las escuelas de arte y d] dimensio-
tro para que los coreógrafos seleccionados que
nes universitarias; y 3) multiplicar los aspectos cla-
así lo desearan se reunieran y platicaran libre-
ves del Premio en actividades que tengan lugar a
mente acerca de los procesos de creación de las
lo largo del año.
obras que habrán de concursar, orientados por moderadores especializados en la materia.
Los puntos que se agregarían a la convocatoria están directamente relacionados con los programas que habría que instituir a la brevedad. Recordemos que en el origen de la necesidad de que existan dichos programas se encuentra la urgencia de que el Premio INBA-UAM se fortalezca con actividades que le devuelvan un carácter de experiencia de creación artística (encuentro interdisciplinario, reflexión colectiva, aprendizaje), más allá del mero estímulo económico.
Es menester implementar otros programas. A saber, ciclos antológicos y funciones a posteriori, donde coreografías no ganadoras, pero importantes –de acuerdo con la apreciación de un comité específico- tuvieran la oportunidad de presentarse, conjuntamente, en temporada. Reitero. El Premio INBA-UAM es significativo porque hoy por hoy es el único espacio de cohesión colectiva para la danza escénica. Sin em-
Entonces, se invitaría a los coreógrafos inscritos –independientemente de que sean o no elegidos- a participar en cursos, talleres y actividades (conferencias, presentaciones comentadas de videos, charlas, exposiciones) estrechamente relacionados con los puntos principales del premio. Se sugieren los temas de procesos y procedi-
bargo, en su singularidad se encuentra su vulnerabilidad: está muy solo. Tal soledad se agrava porque a él asisten únicamente coreógrafos y bailarines: un cónclave que se consume a sí mismo debido, precisamente, a la falta de comunicación trascendente con otras áreas de arte y cultura. Por tanto, sólo se fortalecerá decididamen-
neo, música para la escena, teatralidad para la
te en tanto se multipliquen espacios de vocación
danza, el espacio de la escena, el bios escénico:
análoga, que dialoguen con él, completándolo.
z Ricardo Ramirez Arriola z
mientos del discurso coreográfico contemporá-
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Un festival capitalino, donde los participantes reciban cursos, talleres, clínicas, asistan a funciones de calidad y convivan con artistas y maestros destacados, nacionales y extranjeros, especialistas en diversos campos del conocimiento escénico, sería lo ideal. También sería significativo implementar otros premios en colaboración con la UNAM y con acaudalados organismos de la iniciativa privada. Se trata de objetivos a mediano plazo, pero su cumplimiento se antoja insoslayable. Mientras tanto, es urgente trabajar con decisión en la difusión del Premio. Que se hable nuevamente de él en los medios de comunicación z Ricardo Ramirez Arriola z
–antes, durante y después de su realización- a nivel nacional. Hay que volver a hacer campañas fuertes y bien pensadas de difusión. Se ganará mucho cuando, a través de este concurso, se formen nuevos públicos para la danza. A la par habría que llevar programas académicos adecuados –charlas, conferencias, presentación de videos- a las escuelas de arte y universidades con especialización en humanidades, con el fin de sensibilizar a los jóvenes hacia el conocimiento y goce del arte coreográfico.
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