Icaro Incombustible 5

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Icaro Incombustible Nº5 Todas las obras y opiniones pertenecen a sus autores. Portada Ahmed Maza · flickr.com/photos/mazorcas Diseño y maquetación · muba.tk· Logotipo Vero y Añil Agradecimientos a todos los lectores y colaboradores de la revista. irevistaindependiente@gmail.com

www.revistadearte.blogspot.com


Bajo un otoño sin lluvia, Ícaro Incombustible persiste en su vuelo en esta su quinta edición. Mojémonos con las palabras de nuestros colaboradores, disfrutemos del baño de colores, de texturas de sus imágenes.

El porvenir Ezequiel Isaguirre ezequiel_esc88@hotmail.com 2

No olvides visitar el cuaderno de bitácora de este proyecto, tu proyecto: revistadearte.blogspot.com. Pon en movimiento el viento que hace volar Ícaro, ¡hazlo volar!


El parque Franziska Reinstaedtler Freinst@hotmail.com



EL ARLEQUÍN DEL CARNAVAL

Macarena Llull Molina lioncourt87@gmail.com

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¡Corre, corre, antes de que los efluvios de la noche te atrapen y te obliguen a permanecer junto al musgo de los fríos muros! ¡Salta, danza, mézclate entre la multitud, antes de que la Vida se vaya y venga la Muerte presurosa a llevarse tu humilde pero imponente belleza! Muéstrame tu rostro traspasado por océanos de tiempo, enmohecido por el agua de tus interminables canales. Hermosa, imposible, impenetrable, pero respirable en cada una de tus piedras. Corre el arlequín junto al canal. Ni se molesta en contemplar el suave vaivén de las góndolas; está habituado a sentir lo que no se ve pero se siente. Baila y da vueltas por las calles, tropezándose con la multitud, saboreando el ambiente de Carnaval, sintiendo en su piel la humedad del invierno.


Salta el arlequín por Rialto, saludando a los gondoleros, cantando dulces melodías de antaño, soñando aquellas épocas de tul y terciopelo, de Academia y danzas en la Corte. Él se cree uno de ellos, y juega a que se ha escapado de aquel siglo, embriagando a los actuales habitantes de la Serenísima con sándalo y jazmín, almizcle y romero... Brilla el arlequín en la noche interminable, tomando antorchas de aquí y allá, jugando con fuego, quemándose. Pero qué importa, es de noche, y el dolor se disimula bajo la suave pátina de luz de la luna. El arlequín hace malabares bajo las estrellas, al son de un violín que llora el fin de los festejos. Pero él está contento, y más que lamentarse, sueña en el próximo año. Acaricia el suave violín y seca sus armoniosas notas de tristeza, que se atempera con las cálidas llamas. Brinca el arlequín entre las casas, despertando a los vecinos, ahuyetando a los malos espíritus, creciéndose en cada salto. Los cascabeles de sus pies tintinean con sus pasos, que iluminan la soledad de una noche vacía.

Pero oh, ¡qué ven sus ojos! ¿Es el sol lo que se asoma por aquella ventana?* ¿Es el día lo que despunta en el zaguán? Huye el arlequín apresurado. Intenta esconderse de los rayos del Astro, que avanza peligroso siguiendo su camino. Impotente, el arlequín no halla donde guarecerse y sin pensarlo más tiempo, se lanza a las aguas del canal, perdiéndose en sus lúgubres ondas... ¡Ya no cantará más el dulce arlequín, ya no brillarán sus cascabeles! El agua lo esconde y la ciudad aguarda su regreso llena de dolor. ¡El arlequín del Carnaval se ha ido! ¿Quién dará alma a los festejos de esta ciudad? Dicen los ancianos que cuando vuelvan los fastos, el arlequín saldrá de su lecho y correrá como antes, secando sus ropajes y danzando hasta el final de los días. Venecia sin su Arlequín nunca será Venecia.

* En homenaje a Romeo & Julieta, de W. Shakespeare.

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Paisaje Harun TorĂŠ Harun21@yahoo.es 3


SHALLOT

Es el pulso de mi niĂąez el que me mantiene con vida, El que me aparta de los falsos profetas. Porque en mi alma descansan los sueĂąos del guerrero, Y sin embargo para el que tiene miedo, mi alma es un espejo. Y al mirarme de cerca,los cobardes ven su verdadero rostro. Y salen despavoridos, como si no pudieran soportar la verdad, y mi alma fuera una guerra devastadora. Y yo sĂłlo enhebro las fauces del destino. Pero no puedo romperlas.

Leticia Camacho leticiacamachocalvo@gmail.com 2

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LA VIDA

Embriagada del pasado escĂŠptica del presente, temerosa del futuro. Caminando siempre al frente derribando gruesos muros, reposa el cuerpo cansado pues quien camina es la mente; En un mundo tan oscuro de talento humillado, de necedad indecente y comportamiento inmaduro.

Miren Garcia nerim1977@gmail.com

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Desapareciendo Ezequiel Isaguirre ezequiel_esc88@hotmail.com 2


Leticia Camacho leticiacamachocalvo@gmail.com 2

¿QUIÉN NO HA TENIDO EL CORAZÓN ROJO ALGUNA VEZ?

Ninguno miró el reloj cuando se despidieron No se tomaron el pulso en las muñecas Ni se besaron con inquina, No se mordieron los labios con violencia o fervor. Ni les conmovió el olor de la pared mojada que quedó en la habitación vacía. Pero se aprendieron de memoria los cuentos chinos que la luna les había contado, antes de dormir. Una araña que se balanceada sobre el tejado. Sintió un escalofrío y quiso cantarles una extraña canción, Pero ellos sólo escuchaban el ruido de la tormenta y los puños de la lluvia golpeando en la ventana Así que la araña besó al destino y se bajó en silencio, trepó hasta una ventana pintada de azul, y se quedó allí, mojada y sin moverse, hasta que llegó la primavera. Mientras tantos, ellos intentaron olvidarse de los sueños y guardaron el deseo en una mano, y no volvieron a abrirla hasta bien entrada la noche. Cuando la ciudad era ya un desierto y sus corazones se habían secado del todo. 12


Serafina Ola is fun olaisfun@yahoo.de 2


Me da igual, lo dejo estar. phono phonographie.com 2

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POCAS LÍNEAS Sin metáforas, sin argumentos ni en búsqueda de las palabras correctas, pocas palabras porque no hay vocabulario para expresar correctamente lo que las palabras se comen y persisten en verbos haciéndose presentes en acciones. Sin puntos suspensivos, sin comas o puntos que terminen siendo punto y aparte, sin olvidar las pocas palabras que se dicen para expresar a ciencia cierta lo que el amor se come y persiste en adjetivos haciendo pasadas las acciones. Sin largas cartas que terminen en basura y sin sarro en las uñas que escriben de pluma fuente. Sin tantas líneas que acompañen autocompasiones, sin líneas que poco significado tenga ni tan pocas que dejen corto el mensaje. Tanto escribir a veces deja cansada la voz y la voz que se asilencia termina colmándose de cuentos y narrativas que terminan en archivo muerto. Pocas líneas y la mente en blanco, bien dice el roble que no por palabras se alimenta el amor y no por tanta poesía es puro el sentimiento. Líneas y un poco de esas pizcas que insisten en dar sabor, especias que no eran necesarias. Pocas líneas para resumir la reducción de lo que inspiro. Inspiración que concluye la síntesis que párrafo a párrafo olvidó ser concreta. Conclusión de líneas, horas y tiempo. Tiempo que ha volado, alas que son libres.

Luis Carlos Vega Ruiz lcvr26.blogspot.com 2

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El agua... esa necesidad para todo ser de la tierra, que cae del cielo como un regalo, que limpia y purifica por dentro y por fuera, nos llena de vida, nos refresca, una necesidad irremediable para vivir, agradecidos los que al abrir el grifo la tenemos, algo tan fácil para unos y tan difícil para otros, que mal repartido esta mundo, espero que un día.......

llueva a gusto de todos. Beatriz Sampedro beasm80@gmail.com

Imagen realizada para una campaña, la conservación del agua,con un mensaje claro y sencillo para transmitir una sensación de urgencias y premura de acción.


Investigación

-Es impresionante el ser humano. Tanto tiempo investigándolo y siempre logra sorprenderme. - Dejó de centrarse en ese tema, mientras se preparaba para salir un día mas. - Bueno, otra vez a investigar un poco mas, a ver con que me asombran esta vez.. Él salió de su casa, bajó a la calle, y empezó con su rutina matinal, la cual consistía en decir lo siguiente a toda persona con que se cruzara: - Buenos días. ¿Como está hoy? - Hoy muy bien. ¡Gracias por preguntar!- le respondió sonriente la chica que siempre iba con prisas hacia el instituto.

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Inmediatamente lo apuntó, y ambos siguieron sus caminos, los cuales eran opuestos. El se dirigía a la estación, donde podía encontrar a mucha gente muy distinta entre sí. Además, siempre aprovechaba para comprar en periódico allí, matando dos pájaros de un tiro. Y así siguió con su rutina, acabando con una lista de respuestas de lo mas variopinta, pues además también apuntaba los gestos y el tono con el que lo decían. Por un lado algunas personas le ignoraban, otras simplemente le dedicaban una levesonrisa mientras seguían su camino, e infinidad de minúsculos símbolos mas, y por otro lado había la gente que le saludaba efusivamente y le explicaba detalladamente como se encontraban, todo esto entre risas, pues él ya había ido el día anterior, y el previo a ese, etc.

Una vez acabó su rutina volvió hacia su casa, un pequeño piso de una única habitación, la cual estaba casi vacía. Únicamente había una cama individual con una mesita al lado y un televisior encima de una pequeña cómoda, colocado delante de la cama. Y pese a la austeridad de la sala, a el no le era necesario mas que un enchufe, una toma de teléfono, y el televisor. Él era un robot. Fue diseñado hace muchísimo tiempo para llevar a cabo una investigación sobre la psicología humana. Cada día analizaba las respuestas, aprendía de ellas, y enviaba sus conclusiones al centro donde le crearon...

Roger Llopart Pla Lumbendil@gmail.com

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Ahmed Maza flickr.com/photos/mazorcas



CURVAS Es invierno, bonito, y hace un frío que pela en esta maldita carretera semicongelada; pero aquí estoy yo como una idiota, lejos de mi Más Allá donde me siento caliente y segura, esperándote en camisita. Y todo porque tú no te empanas. Todavía me pregunto por qué diantres me he decidido a ayudarte. Igual es porque en el fondo me das lástima, o porque no quiero verte enseñando tus encantos por los parajes de los que pasaron a mejor vida, o simplemente porque las leyes de los muertos son muy tajantes respecto a este tema. A los espíritus de mi calaña nos enseñan a ser serviciales, a protegeros y ayudaros cual angelitos de la guarda, y nuestro derecho a la libertad de decisión les trae al fresco.

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Y aquí estás, deteniéndote en el arcén para recoger a la pobre viajera desvalida, sin pararte a plantearte que ninguna señorita con un par de dedos de frente haría autoestop en enero, paseándose en blusa y minifalda por un puerto montañoso perdido en la nada. Me miras de arriba abajo y sé lo que estás pensando: ¿qué conductor afortunado con cuatro neuronas en el cerebro rechazaría acoger en su asiento a una desconocida de tan buen ver? Si hubiese sido un banquero, de esos de calva lironda y bigote de morsa ártica, qué diferente habría sido tu reacción... ¡Ya era hora, chiquitín! Por ahí apareces comiéndote el asfalto, con tu reluciente y concienzudamente esmerilado modelito rojo de Mercedes Benz, un humilde regalito de papuchi en compensación por el duro trabajo que te permitió ganarte tus notuchas en la carrera de periodismo. Me pregunto si tu padre realmente te conoce, o si todavía ve en ti a un cándido querubín de ricitos dorados que no rompería un plato ni iría a más de noventa. Si realmente te conoce, algo me dice que te quiere entre los míos..

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Pero sea como sea, ya estoy contigo, amigo, sentada con aire aburrido en el asiento del copiloto. Tu mirada, en vez de en las líneas blancas pintadas en la brea helada, se pierde en mi amplio escote con un descaro insultante; y a mí me da por reír. Crees que estoy buena, ¿no es cierto? También tú a mí me pareces guapo, ¿sabes? Tienes unos ojitos de cielo que ya los quisiera para mí en una de esas frías noches que ando sola en mi pisito de ultratumba; pero no sé, no me malinterpretes... Hay algo que no me gusta. A lo mejor es el exceso de gomina y el polito de Lacoste... —Cuidado ahora, nene —te digo mientras me atuso el cabello con una sonrisa burlesca—. No es por parecer estrecha, pero más me preocuparía yo en mirar a la curva de enfrente. Una vez vine por aquí, con un noviecito nuevo y un coche del que fardar. No es que guarde un recuerdo precioso de aquella noche... Es que era tonta: me quedé sin novio y sin coche, y eso es lo que hay.

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Asustado, preguntándote quizá si te estoy tomando el pelo, decides hacerme caso y pones tu poca prudencia en marcha. Le cuesta arrancar más de la cuenta, porque anda algo entumecida de tanto mandarla a echar siestas para que no te dé tanto la lata en tus noches de jolgorio. Derrapas igual que el bólido de un conductor de fórmula uno y maldices en hebreo a la suspensión de marras, pero quiere un milagro de santo que no te la pegues aún. Has tenido suerte... esta vez.

Y a mí me toca largarme. Me esfumo como se esfuma la niebla con el sol matinal —algo que siempre se me dio bien en mis tratos con pijoteros pesados— y regreso a mi habitación allá por el País de los Caídos. Un difunto galán de Hollywood me aguarda con champagne de lujo; y me pregunta, caballeroso, qué tal me ha ido el trabajo. Me gustaría saber qué estarás pensando en estos momentos. Si hay en tu cabecita más inteligencia de la que aparentas, quizás empieces a prestar más atención a las curvas de duro asfalto ennegrecido y traicionero, y menos a las nacaradas curvas deliciosas de la mujer de al lado. Sólo espero que ahora no te enamores de mí como un imbécil, porque no pienso regresar. Si eres tonto de capirote, cosa que no me atrevería a negar, te limitarás a jurar en malos términos contra todo lo que se te ponga delante... ... porque creías, pequeño inocente, que me tenías en el bote.

Sara Martínes sara.martinezorio@gmail.com 2

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El pozo de AlĂ­. Yemen Ahmed Maza flickr.com/photos/mazorcas


DES CAPRICES DES ENFANTS

Se abrió la puerta blanca y detrás, un jardín en sombras verdosas daba la bienvenida. El rumor del agua acompañaba el viaje sobre reinos extensos y valles, que sobrevolaba la brisa hasta el horizonte. Cielos azules, lugares en continuo crecimiento marcados por el tiempo que se detiene con los suspiros de intensidad emocional, vital. Allí, entre muchos otros, se encontraba un castillo imponente de estilizadas torres. - Los celos, mi pequeña, son sólo caprichos infantiles que tenéis que controlar. La puerta está abierta, no esperéis que salga corriendo detrás vuestra a suplicaros decía un anciano haciendo ademán con la mano. Frente a él, una joven tardaba en decidirse a abandonar la pequeña sala de estar de la torre circular. - Sois un frioembólico* , maese Edmund. El anciano no dejaba traslucir ninguna emoción.

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- Viajad a otra tierra, aún podéis conocer muchas gentes y ser feliz. Buscad algún obediente lacayo que satisfaga vuestras exigencias. La mujer, avergonzada, acabó derrumbándose y comenzó a llorar. - Pero yo esperaba.. -Os pasáis la vida esperando, mi querida Dafne, que las cosas sean como os empecináis en que sean. Y aunque viejo y cadavérico, no me creáis tan aburrido como para tolerar vuestros desplantes. Los criados y las criadas, incluso los más fieles, abandonaron esta casa hace tiempo por vuestros arrebatos. Me habéis ofendido pequeña, y he sido paciente. Pero lo aprendido engrosará los volúmenes de mi biblioteca. -¡ Solo sabéis amaros a vos mismo, maese Edmund !- gritó la mujer antes de dirigirse corriendo a la puerta. - ¡ Esperad ! - rugió el viejo Aún me queda una pregunta que haceros. Ella contuvo las lágrimas y volvió el rostro valientemente , para mirar al anciano a los ojos.

- Decidme, maldito infeliz. - ¿Qué satisfacción creéis que obtendría un ser como yo si os manipulase u os mintiera para así veros humillada y obediente besando mis pies, si no es de forma libre y voluntaria? A toda prisa, el eco del llanto y los pasos de la dama bajaron la empinada escalera de caracol. Entonces, de una puerta secreta del estudio del anciano, salieron al tropel cortesanas y bufones estallando en crueles carcajadas que pretendían reírse de la joven. El anciano la observó marchar por la ventana de la torre durante largo rato, mientras ella cabalgaba veloz rumbo a otros lugares donde seguro la recibirían mejor. - Que seáis muy feliz, mi querida Dafne- susurró con una mirada de infinita ternura. Después, mirando los volúmenes de su solitaria biblioteca con aire abstraído, se decía a si mismo. - ¿Dónde estás, Lotte?

*frioembolia: exceso de El peregrino cadaveres.blogspot.com 6

frivolidad en la sangre

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muba.tk 4



PASSAGE DU SILENCE

Leticia Camacho leticiacamachocalvo@gmail.com 2

No volveré a pisar tu casa. Ensucio demasiado. Revuelvo. Desarmo. Hago ruido. Cosas que nunca han sido ensuciadas, que nunca han sido revueltas, que no han sido desarmadas, las que siempre han estado calladas.

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Primero me prohibieron fumar en el salón y acabé en la ventana,fumándome a la luna. Después me obligaron a devolverles las cabezas a las figuritas que con tanto empeño había decapitado. Luego se bebieron mis sueños en estricto orden cronológico y me obligaron a utilizar posavasos. Me gustaba más tu casa cuando no era tan elegante. Cuando los vendavales podían movernos del todo, mojarnos del todo. Me gustaba porque podía andar de puntillas por el techo del tejado, maullando lo que quisiera. Ahora te molesta el aullido, te molesta la calle. Y todo lo que quieres es esto: ¡Silencio!


AL SORPRENDERME ESCRIBIENDO CON UN DEDO EN EL AIRE

Me juzgas y sopesas mi locura al sorprenderme escribiendo con un dedo en el aire preguntándote recelosa si ocultare aun más rarezas. Para evitar que me mires de la misma manera te confesare que respiro por mis heridas como un reptil de sangre caliente; extravío mi mirada con cada ojo observando en todas direcciones pero clavado en mi interior gatea un pensamiento inconsistente que humedece mi lengua como una sopa de moscas para acometer la masturbación como un espontáneo homenaje imaginando tu cuerpo de una perfección que tú también envidias en las modelos de las revistas. Ya no hablo solo, al menos como solía hacer, ahora me dedico a mejorar la acústica en silencio escuchando los latidos de mi corazón y comprobando como invariablemente mejora su ritmo más saludable cada vez que te evoco.

Oscar Alberdi info@alberdibolaviga.com 3

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Revista de Arte libre e independiente

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