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Plagas
COMO SUPRIMIR PLAGAS
APROVECHANDO ABONOS VERDES
La contaminación del ambiente por plaguicidas ocurre a través de aplicaciones directas a los cultivos agrícolas, derrames accidentales, lavado inadecuado de tanques contenedores, filtraciones en los depósitos de almacenamiento y residuos descargados y dispuestos en el suelo.
Los restos de los plaguicidas se dispersan en el ambiente y se convierten en contaminantes para los sistemas bióticos, animales y plantas principalmente y abióticos: suelo, aire y agua, amenazando su estabilidad y representando un peligro de salud pública. En este sentido, los abonos verdes son básicamente conocidos por su capacidad para mejorar la fertilidad del suelo y por controlar ciertas enfermedades.
La incorporación de residuos vegetales incrementa el número de nematodos de vida libre, pero los aumentos en ciertos géneros de nematodos pueden ser afectados por el tipo de residuo, ya que cada tipo de residuo puede afectar organismos antagonistas, tales como nematodos parasíticos de huevos Rotylenchulus reniformis en forma más eficiente que otras especies vegetales como Brassica napus y Tagetes erecta.
Se han observado incrementos en el número de nematodos depredadores después de aplicar abonos orgánicos, probablemente como resultado de la proliferación de nematodos de vida libre como presas. Otro estudio mostró que la incorporación de C. juncrea incrementó el número de nematodos depredadores, bacteriófagos y omnívoros; sin embargo, el incremento en la abundancia de nematodos omnívoros y depredadores no fue suficiente para controlar Meloidogynes incognita. La incorporación de abono verde también puede cambiar las poblaciones de bacterias en la rizósfera. Un estudio indicó que las rizobacterias antagonistas a nematodos provenientes de raíces de plantas como mucuna (Mucuna pruniens), higuerilla (Ricinus Communis) y algunas gramíneas fueron básicamente de géneros gran-negativas, mientras que aquellas provenientes de raíces de soya ( Glicine max) fueron básicamente de Bacillus spp. Las bacterias gran-negativas redujeron el daño a soya realizado por Heterodera glycines y M. incognita.
El comportamiento de hongos nematófagos y su eficiencia para controlar nematodos después de la incorporación de un abono verde, depende en mayor medida de las especies fúngicas que habitan en el suelo, y en menor grado de la especie que es incorporada como abono. En el mismo sentido, la abundancia de microorganismos en el suelo aumenta conforme se incrementa el contenido de residuos vegetales, la diversidad permanece por décadas, independientemente del contenido de dicha materia orgánica, de lo anterior se puede deducir que en muchas ocasiones la función del abono verde es solo como catalizador para el control de nematodos o de otras plagas mediante la actividad de los microorganismos ya presentes en el suelo.
Asimismo, se ha señalado que los abonos verdes son benéficos para interrumpir el ciclo de vida de insectos, fitopátogenos y maleza, por lo que su uso de igual forma disminuye la necesidad de utilizar plaguicidas. Básicamente los abonos verdes vivos pueden suprimir el crecimiento de la maleza a través de la competencia vigorosa por recursos físicos, y los residuos de los abonos verdes pueden continuar supri-
miendo el desarrollo de maleza a través de interacciones físicas, bióticas y alelopáticas.
ESTRATEGIAS PARA IMPEDIR DAÑOS A LA ECOLOGÍA Y LA SALUD HUMANA
A nivel mundial se utilizan grandes cantidades de plaguicidas para eliminar o controlar las plagas y enfermedades que atacan a los cultivos, y lograr con ello garantizar una mayor producción del campo y obtener mejores beneficios económicos. Las pérdidas que ocasionan las plagas pueden llegar hasta un 40% de la producción total con lo que el empleo de plaguicidas para proteger la producción agrícola y mejorar la calidad de las cosechas es de gran importancia, siempre que no se siga la aplicación de técnicas operativas equivocadas tales como recolectar los frutos recién fumigados, uso de plaguicidas de manera inadecuada o usar plaguicidas cuyo uso está prohibido por producir daños a la salud humana y al ambiente; lo cual trae como consecuencia que los residuos de ellos se acumulen tanto en los alimentos como en el agua a unos niveles superiores de los límites permitidos (0.5 mg/L en la Unión Europea), convirtiéndose en un problema de salud pública por la contaminación debido al uso cotidiano de los mismos.
Los ecosistemas naturales son complejos y están relacionados entre sí, por lo que cualquier daño que se produzca en algunos de los organismos de un ecosistema va a tener repercusiones en toda la cadena ecológica. Por ejemplo, si un plaguicida afecta a cierto tipo de plantas que sirven de alimentos a determinados insectos, al desaparecer este tipo de vegetación dichos insectos tienen que desplazarse a otros medios en busca de su alimento preferido y a su vez estos insectos en la cadena del ecosistema pueden ser la fuente de alimentación de algunas especies específicas de aves en una fase de su desarrollo, y cuando son adultas se alimentan de otra serie de insectos que pueden ser plagas, si los insectos que mencioné primero desparecen del medio ambiente, traerá como consecuencia también la desaparición de las aves y por lo tanto as plagas aumentarán debido a la disminución o desaparición de los depredadores. Esto refleja la interconexión y como opera la cadena ecológica, demostrando los posibles y complejos efectos de los plaguicidas en el medio ambiente.
Los plaguicidas son compuestos micro contaminantes que pueden potencialmente ocasionar daños graves a la ecología y lógicamente tener repercusiones en los organismos vivos. El elemento natural que se contamina más fácilmente es el agua, al ser vertidos en ella los excedentes de tales compuestos en el mar, ríos y pozos, dañando la pureza de líquido y haciéndola tóxica. Este efecto tóxico puede ocurrir por dos mecanismos: bioconcentración y la bioampliación.
BIOCONCENTRACIÓN
Se trata de la penetración de un producto químico desde el medio circundante hasta el inferior de un organismo. El principal factor de absorción de algunos plaguicidas es el tejido graso (lípidos). El DDT es un plaguicida lipofílico, lo que quiere decir que es soluble y se acumula en el tejido graso: como el tejido comestible de los peces y el tejido graso humano. Otro plaguicida, como el glifosato, se metaboliza y elimina a través de las excreciones.
BIOAMPLIACIÓN
Ocurre cuando la concentración de un producto químico aumenta a medida que la energía alimentaria se transforma en la cadena trófica. Cuando los organismos pequeños son devorados por los mayores, la concentración de plaguicidas y otros productos químicos aumenta de forma considerable en el tejido y en otros órganos. Pueden observarse concentraciones muy elevadas en los depredadores que se encuentran en el ápice de esa cadena, incluido el ser humano. Los efectos ecológicos de los plaguicidas y otros contaminantes orgánicos son muy variados y están frecuentemente interrelacionados. Los principales efectos son los que enumeran a continuación y varían según el tipo de plaguicida y el organismo sobre el cual actúan.