NĂşmero 14 | Abril de 2011
Directorio Marco Tulio Castro marco@diez4.com Director Wilberth Chong Jefe de diseño wilberth@diez4.com Carlos Aguilar Webmarketing carlos@diez4.com Dalia Chávez Editor de foto dalia@diez4.com
Intolerancia
Luis Mario Sarmiento Ilustrador sarmiento@diez4.com VENTAS Karla Romero karla@diez4.com
Entender de tolerancia e intolerancia se ha convertido en un ejercicio de metafísica barata o tonos new age, espolvoreados de paz interior y un frívolo buenondismo. Y comencemos por reconocer que en esta ciudad nadie se reconoce intolerante. Todos los que, al menos, leen esta revista −aquellos que se consideran educados, cultos, viajados y reflexionados− sienten que no son intolerantes, cada vez que se ven al espejo. Y suponen que para estar bien consigo mismo es menester estar bien con todos; la tolerancia se convierte en simulación, y esta, en superficialidad e indiferencia. Probablemente muchos de los que leen esta revista deban compartir la frustración de mantener una postura ecuánime y moderada, de no levantar la voz, de no señalar las estupideces del otro, de no contestar, de no atribular el sinsentido del otro. Deben sortear su hablar, su escribir y sus modos al bagaje insoportable de la etiqueta y la moderación. No hacerlo lo convertiría en hater y en intolerante. Y entonces, cuando te hayas en la disyuntiva de simular o despotricar, descubres que tú, intolerante, eres intolerado por los tolerantes. Y en el absurdo humano y social de la dinámica, lo único que al final importa es el número de personas que encuentres en tu bando, pues todos se han olvidado de lo esencial: la tolerancia, el respeto, la convivencia y el libre albedrío. Todas esas “virtudes” parecen estar diseñadas para generar un silencio que al mantenerlo nos frustra y nos convierte en cómplices; que al romperlo nos excluye, nos lanza al ostracismo, estigmatizándonos para siempre. La tolerancia en esta ciudad es un discurso de padrotes. En esta edición hemos decidido suponer que además de eso, la tolerancia en Tijuana es simulación. Es un gesto beato que simula respeto y convivencia. Es un caramelo que regalas antes de cometer el abuso. En este número decidimos que la solución entre tolerancia e intolerancia es el libre ejercicio de ambas, y en la búsqueda de nuevos paradigmas que enlacen a los seres humanos sin evadir nuestras diferencias más brutales y nuestras confrontaciones más peregrinas y ensalivadas .
Nadia Reynoso nadia@diez4.com Nidia Castro nidia@diez4.com MERCADOTECNIA Ángel Díaz angel@diez4.com Kathia Rosales kathia@diez4.com Yatzavé Reyes Yatzave@diez4.com. CORRECCIÓN DE ESTILO Ivette Selene González COLABORADORES Diana Merchant, Éktor Henrique Martínez Hernández, Iris Nave, Joey Muñoz, Julio César Ortega, Laura Sánchez Ley, Samantha Luna, Tania de la Cruz, Titha Romero e Ivan Vázquez. PORTADA Mario Tapia, ilustración especial para Diez4. CONSEJO EDITORIAL Fausto Ovalle, Juan Pablo Proal, Rafael Fregoso, Ruth Ramírez, Quitzé Fernández.
Diez4 se incubó en: Diez4, año 1, número 14. Abril de 2011. Revista mensual editada y publicada por Editorial Diez4. Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier sistema o método del contenido, incluyendo cualquier medio electrónico o magnético sin previa autorización por escrito del director. Derechos de autor reservados en forma y concepto. El contenido de las imágenes, la publicidad y los artículos incluidos en Diez4 reflejan solamente la opinión de sus autores o anunciantes y no representan el punto de vista de Editorial Diez4. Diez4 es una marca en trámite ante el Instituto Mexicano de la Propiedad y en el Instituto Nacional de Derechos de Autor. Todos los derechos reservados. Diez4 se imprime en Cias. Periodísticas del Sol del Pacífico S.A. de C.V. Dirección: Rufino Tamayo #4 Zona Urbana Río Tijuana.
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Diez4 Realidades y casualidades de la urbe. www.diez4.com. buzon@diez4.com. Sirak Baloyán #1917, interior 210. Zona Centro, Tijuana, Baja California, México. Código postal 22000. Tel: (664) 378-2524
“En un mundo lleno de hipócritas y mentirosos, el decir la verdad parece una locura”. Charlie Sheen
Ilustración: Ivan Vázquez 3
Tan nociva como la intolerancia
LA PARADOJA DE LA TOLERANCIA Manuel Lomelí
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Un gran escritor, cuyo nombre no viene al caso, dijo que la mayor ofensa es la tolerancia y que no era necesario mostrarte intolerante para expresar tu desprecio a alguien o cualquiera. No estoy por completo de acuerdo, pero no importa. En vez de eso sintetizaré lo que luego narra el escritor para ejemplificar su opinión: En 1972, fue invitado a una fiesta por una tertulia cultural, cuyos integrantes lo habían tachado de intolerante, conservador, grosero y retrógrado; entre ellos había hombres habilidosos con una trayectoria impresionante, que se habían enfrentado con nuestro escritor en intensos intercambios de artículos y ensayos liberales llenos de alegorías por la tolerancia y contra la discriminación. El escritor, decía, no era menos racista que cualquier hombre común del país; para situarnos, revelaremos que la fiesta fue en Staten Island, en Nueva York. No conocemos su motivo o inspiración, pero el escritor se puso un buen smoking y se encaminó a la fiesta. Ahí fue recibido por, entre otros, Ayn Rand, Arthur Miller y John Updike. Más tarde llegaría Martín Amis, quien publicaría su primera novela, The Rachel Papers, un año después. Nuestro escritor entró, para su alivio, desapercibido en el ballroom, donde un mesero llegó a ofrecerle un daiquiri; no gracias, le
dijo al sirviente. Un martini entonces, insistió. Y, molesto, tuvo que explicarle que no tomaba alcohol, en absoluto. Traiga algo sin alcohol, pidió. No tenemos nada así. Nada, preguntó. El mesero meneó la cabeza y se retiró, dejándolo con la desazón de una sed incipiente. El ambigú fue un preámbulo sinuoso del desastre: todo lo que no era embutido era lácteo, y su alergia a ciertas harinas le previnieron de comer una galleta siquiera. No había frutas ni preparados de vegetales o verduras. Su desencanto total vino con la cena: lechón, pavo, vísceras, menudencias, pastas, embutidos y quesos. Y lo que creyó una desafortunada coincidencia, fue en realidad una conspiración bien planeada, pues descubrió que todos los presentes, menos él, comían carne, quesos, y en general todo lo que había en la mesa y que él no podía ni mirar. Todos, sin embargo, eran absolutamente amables con él. Cordiales, educados, atentos. Paranoico, quería hallar entre la veintena de invitados a alguien, cualquiera, que fuera ajeno al plan, e intentaba adivinar viendo a los ojos, a las sonrisas, hasta que al final, el anfitrión tintineó su copa y dijo: disfrutemos esta fiesta en honor a nuestro invitado de honor; y le miró y extendió la mano con elegancia enérgica.
El escritor habló un poco sobre sí y luego les agradeció a todos la gran tolerancia que le habían mostrado, después de todo lo que había escrito sobre tantos temas sensibles; sobre los pobres, sobre la homosexualidad, el alcoholismo, el racismo, la doctrina Monroe, la guerra de Vietnam, e incluso su beneplácito al trabajo de Nixon y su reciente visita a China para entrevistarse con Mao Zedong. Les dijo que sus opiniones, aunque conservadoras, eran y seguirían siendo la visión de muchos norteamericanos sobre el curso de la historia y que, si alguna vez los ofendió con su tono, les pedía disculpas infinitas y venideras, pues probablemente continuaría escribiendo artículos y obras que les resultarían irritantes y ofensivas. Inmediatamente después de la cena, donde nadie le preguntó jamás por qué no probó bocado, mientras el tropel pasaba a tomar café a una plácida terraza, el escritor se despidió y se fue a casa a escribir todo lo que había padecido en la fiesta y en cómo la tolerancia y la intolerancia pueden ser actos parecidos. Sin saberlo, su artículo se basó en mucho de lo que Karl Popper llamaba la paradoja de la tolerancia, explicada en su obra de postguerra, La Sociedad Abierta y sus Enemigos; aun cuando en realidad escribió pensando en un libro publicado un 5
año antes, en 1971, de John Rawls, llamado Una Teoría de Justicia, y que se convertiría cinco años después en libro de cabecera de varias materias de la Universidad de Cambridge. La paradoja de la tolerancia estriba en que, para ser tolerante, inevitablemente eres antagonista a la intolerancia. O lo que es lo
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mismo, no toleras la intolerancia o al intolerante. El asunto, aunque simplista, invita a suponer que la tolerancia no es el mecanismo de ensamblaje social por excelencia; y que de todos los discursos sobre el pluralismo y la diversidad, es el más sencillo de simular, la más obtusa y plana de las cualidades humanas. La tolerancia
es tan nociva en tanto exista su contraparte, pues ambas, al hallarse juntos, al convivir, no son otra cosa que intolerancia viva y confusa. Ninguno de ambos bandos puede convivir con el otro. El remedio estriba en que, tolerantes o no, debe existir un proceso de asimilación entre los individuos, una aceptación espontánea de la otredad. El otro existe, es y será aunque me parezca bien o mal, aunque me incomode, aunque lo ame o lo odie. No lo controlo, ni él a mi; y aunque ambos pudiéramos intentar ejercer el control, la dinámica resultaría estéril y, en mayor o menor medida, funcionaría en detrimento de los dos. Aunque suene tentador interpretar con esto la historia universal de la humanidad, en realidad basta convivir con otros para descubrir la amarguísima lucha entre nuestra tolerancia y nuestra intolerancia. El conflicto y su confusión nos vuelve sectarios, y de pronto elitistas, o cínicos. De pronto creemos que es normal esgrimir opiniones y verdades contra esto o aquello, y defender a capa y espada postulados que suponemos sagrados y elementales. Hacemos todo esto sin descubrir la horrorosa contradicción que habitamos. Sin entender que no basta tolerar ni lo contrario para poder cohabitar con el otro, para incluso poder vivir tranquilo con uno mismo.
Mavi Robles-Castillo
Ilustraci贸n: Luis Mario Sarmiento 7
Pensar en la ciudad mientras se camina sobre la Revolución, unas cuantas tiendas de curios que se aferran al pasado, Heath Ledger de guasón, El Arpas (menos cinco pesos de mi capital) y me pitan. Saludo mecánicamente aunque la neta no se quién es, me gritan ¡hola Mavi! sonrío con todo, tropiezo y así, de repente, la calle más en boga del centro, la sexta. Doblar a la derecha y preguntarme ¿Qué voy a hacer al Dandy? Sí yo
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ya había prometido no regresar desde esa vez que con un par de compas llegué sedienta de cheve. Aquella vez yo bebía y ellas se besaban, después de unos 45 minutos la mesera se acerca y nos dice “no hagan esas cosas aquí, es que no está permitido”. Me enciendo y reviro: – ¿Cómo? ¿No está permitido tener otra preferencia? – Es que a la dueña no le gusta eso…
–¿Eh? ¡Es un bar no un pinche kindergarden!, no mamen, vámonos. –Tenemos Tecates todavía Mavi. –Me vale madre, vámonos. (me empino una y nos largamos indignadas). De recordar la escena me vuelvo a encabronar y para cuando reacciono ya estoy atravesando la curiosa puertita de entrada al bar. El Chino y la Chío me esperan, solo por eso voy. El Chino es un
tattoo artist argentino de poca madre, ¡un Che cabrón!, y la Chío, ni que decir, es la Chío, es las rastas más hermosas que he visto y que existen. Me siento y rápidamente ya tengo una cerveza en la boca, la garganta y el estómago. Hablamos, escuchamos música y esperamos a mi novia.
No es cosa de uno, ni de dos Mientras llega consumimos alrededor de dos cubetas, le ponemos entusiasmo al bar y a la rocola. Una viejita taciturna sentada en la barra observa su bar al 20 por ciento de su capacidad. Es lunes. Dan las seis y feriecita, llega ella se sienta junto a mí y pronto nos abrazamos y besamos, siendo sinceros nada exuberante, nada que los pudiera poner cachondos, muestras de cariño y ternura. Seguimos bebiendo, tomadas de la mano, de vez en cuando un beso. Se acerca la mesera y yo pienso, “¿En serio? ¿Otra vez? De aquel primer incidente hacía más de dos años, yo había vuelto y las cosas no habían cambiado”. –Escuchen, les molesta no besarse, es que la dueña está chapada a la antigua y esas “cosas” no le gustan.
–… (Las cosas no cambian por sí solas, ¿para que regresaste?, pensé). – Sí, nos vamos, dijo Chío. No contesté nada porque me sentí culpable por irme a meter ahí a sabiendas de cómo se las gastan. Molesta salí del bar, caminando sobre la sexta pensaba cuanta pose y falsedad hay en esta calle, recordé que yo iba seguido de party cuando recién comenzó el boom y ahora está lleno pousers que se hacen llamar hipsters y pienso en Kerouac y los beatniks revolcándose en sus tumbas. Esta gente ni siquiera sabe de donde viene el término hipster. Mi Tijuana, tan pobrecita, tan putamente anglosajona, tan putamente vacía. Mando un mensaje a Marco, le digo que me discriminaron en el Dandy y que quiero escribir algo. Me dice que no solo ahí, me pasa el contacto de otra persona discriminada en otro bar de la sexta. Y resulta que en ese antrillo que recientemente cobraba reputación, “el Revué”, también discriminan, si por todos lados discriminan; ¡qué pinche ciudad openminded ni que la chingada! En la cloaca esa que toca música electrónica se vale andar bien eléctrico, pelearte, casi coger en público y muchas cosas más por el estilo. Pero no, ¡cómo! ¡cómo vas a andar de homosexual! Y llega el de seguridad a explicarte: “aquí no se pueden besar entre hombres”. Y las personas con orientación distinta al promedio, (que no somos pocos y bastante derrama económica representamos) no podemos demostrarnos amor, pasión, fogosidad, cachondez o lo que sea, punto. Después de una piche semana laboral, hartos de todo, con ganas de divertirse, pagando las bebidas, cover o lo que sea. ¡No nos dejan ser! ¿Qué tiene de curada esta actitud? Por mí que se vayan a la chingada todos los lugares que discriminan, esto nada más prueba la falsedad que nos ronda, pero… 10
La culpa no es del indio Sino de quien lo hace compadre. Recuerdo un sondeo hecho aquí en Tijuana durante la marcha LGBT del 2009, una de las preguntas decía ¿Te han discriminado alguna vez por tu preferencia sexual? Sin sorpresas, un porcentaje mínimo contestó que sí. Yo no lo creí, a mí me han discriminado en bares, en la tiendas, estacionamientos, etc. (¡ja,ja,ja! El Policleto del estacionamiento nos dijo “eso son faltas a la moral”, imaginen a un policía de Tijuana sermoneándolos sobre moral, ¡náuseas!). ¿Pero por qué, siendo esta ciudad supuestamente vanguardista y todos esos clichés que le acompañan, sigue existiendo tanta discriminación? Pues porque seguimos asistiendo a esos lugares, nos callamos y fingimos que no pasa nada. O peor aún, estamos tan acostumbrados a ser discriminados por un chingo de razones, que ya hasta lo sentimos normal. Así que ya saben, si los discriminan en un lugar ¡no vuelvan! y escriban algo en su red virtual favorita, o rayen las paredes del lugar en mención, o ya de pérdida orinen la puerta de entrada, o hagan lo que les dé la gana. Pero, por favor, no nos hagamos pendejos solos, esto es hablar ahora o callar como siempre.
“imagínate, yo era una niña de coro de iglesia, tenía 18 años y un día le digo a mis papás que me quiero meter a la policía”.
Le batallé, yo creo que tres veces más que cualquier hombre, porque aquí le tuve que demostrar a ellos que sí podía hacerlo.
Las mujeres podemos convencer más que el hombre y eso nos sirve mucho para atender a personas heridas en situaciones de alto riesgo.
“Mientras los compañeros hombres se bañan y cambian, nosotras para estar listas debemos además maquillarnos, peinarnos y estar listas en el mismo tiempo”.
MAs allá de la misoginia LA MUJER PELEA POR LO QUE QUIERE Marco Tulio Castro Fotos: Dalia Chávez
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A punto de disparar su G3 Ella es la soldado Juárez, una mujer que quiso ponerse a prueba; es una militar que desde su trinchera cumple su sueño: pelear contra el indomable narcotráfico. Juárez es una de las poquísimas mujeres enfiladas en la Secretaría de la Defensa Nacional que no estudió medicina o enfermería. “Ahorita donde estoy, sólo somos tres mujeres”, dice. Le pregunto cómo la tratan los mandos masculinos. Igualito que al compañero. ¿Y el compañero? Igualito que a los demás de la tropa. Impenetrable (cerca de ella está su capitán), apenas da una opinión: las mujeres tenemos una fuerza muy escondida y nadie nos puede detener. “Mientras los compañeros hombres se bañan y cambian, nosotras para estar listas debemos además maquillarnos, peinarnos y estar listas en el mismo tiempo”. La soldado Juárez sabe que nació para estar en la milicia. Además de su licenciatura en derecho, ya ha comenzado otros estudios para ganarse un ascenso dentro del ejército porque tienen “las mismas oportunidades”. Sólo le aflige un detalle: a las mujeres no se les permite todavía salir a operativos, a pesar de que las escuelas de formación militar les imparten la carrera de armas. “En ese sentido nos cuidan mucho”. ¿Te gustaría la calle? Uy, ¡claro!; me encantaría disparar mi G3.
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El hombre traga groserías Una de las primeras mujeres que se inscriben en la policía municipal de esta jodida ciudad está frente a mi. Es 1992, cuando ella y otra más, deciden unir sus fuerza a La Fuerza… a fuerzas: “imagínate, yo era una niña de coro de iglesia, tenía 18 años y un día le digo a mis papás que me quiero meter a la policía”. Como podemos esperar, su papá responde un “mijita, pues es la policía o la casa” y ella se decide por la policía. Y aquí tenemos a Erika Paz Molina, sola en el mundo a sus 18 años. Con una soledad que le forma temple: entra a la academia de policía en una generación de 40 hombresactitud-de-policías y dos mujeres. Suda el entrenamiento: “¡apúrate cabrona!”, “mamacita, vamos a las literas”, “tú vete a limpiar los baños” la siguen durante su capacitación. Un buen día el papá le dice que vuelva a casa. “Vuelvo, pero como policía”, responde ella. Ya patrulla Tijuana en pleno verano del 93: circula sobre el bulevar Salinas y el chofer –¿necesito decir que su pareja es un hombre y ella va de copiloto?– se detiene frente a la Cueva del Peludo. “Tu no te bajas. Espérame aquí”. El chota está en el lupanar. Lleva ahí un tiempo y Erika se preocupa. “Así que cierro la patrulla y entro a la Cueva ¡nombre!, lo traen como trapo entre varios borrachos”. Ahora Erika tiene a dos ebrios encima. ¡Ah! benditos años 90: la imagen que sigue es una jovencita uniformada con tolete en una mano tumbando borrachos y, con la otra, un radio. Los refuerzos ahora sacan a los borrachos, sometidos. “Pareja, perdóneme todo lo que le he dicho. Retiro y me trago todas las groserías que le hice”. Y así es como Erika se gana el respeto. 14
Nosotras convencemos mejor —¿Cómo te llamas y cuál es tu cargo? —Angélica Durán Guzmán y soy paramédico de la Cruz Roja. —Atiendes a personas heridas en balaceras y accidentados, ¿no? —Así es, nos toca atender de todo y cada servicio que brindamos es muy, muy diferente al anterior. —¿Un trabajo peligroso o para cualquier aventado? —Es un trabajo que es peligroso pero no para cualquier aventado. Yo soy egresada de la escuela de paramédicos de la Cruz Roja y para hacer esto se requiere mucho estudio y claro, tener valor. —¿A qué te refieres por valor? —Pues por un lado hay que atender a personas en circunstancias diferentes, situaciones con riesgo, carros que posiblemente puedan incendiarse, riñas campales, etcétera; y por otro, tienes que dejar muchas cosas para hacer esto. —¿Qué cosas? —Es muy rudo; dejas familia, amistades, sacrificas mucho y, como te digo, expones tu vida para salvar la de otros. —¿Es un trabajo para hombres? —Podría decir que lo es, jeje. —Dime un servicio prehospitalario riesgoso que hayas cubierto con riesgos. —Pues drogadictos me han querido golpear, enfermos mentales, peleas entre vecinos que no quieren que atendamos a algunos heridos y personas armadas me han tocado atender. —¿Te cuidan? —Tengo buenos compañeros que me protegen mucho. —¿Recomiendas a mujeres este trabajo? —Si les llama la atención que se animen. Las mujeres podemos convencer más que el hombre y eso nos sirve mucho para atender a personas heridas en situaciones de alto riesgo. 15
Batallar el triple que ellos Oye, antes de que te vayas, ¿te puedo hacer unas preguntas? Quiero saber sobre el papel de la mujer en trabajos rudos… “¡Ah, claro que sí!, tú nada más dime y yo respondo. Como ya escuchaste yo soy bombero pero pertenezco a la división de rescate acuático, es decir, soy un salvavidas. Mi trabajo es en la playa, es preventivo, pero también es reactivo. Atendemos a personas que se están ahogando, que corren peligro. Lamentablemente muchos son niños, niños que son descuidados por sus papás y que están en riesgo de ahogarse, de que los arrastre la corriente en Playas de Tijuana. El mar es muy inestable, muy difícil conocerlo, y el problema es que muchos bañistas se confían. Creen que saben nadar, pero aquí no es como las albercas. Aquí es mucho más pesado en el nado. Ni nosotros nos confiamos… ¡De hecho! Al principio que entré como voluntaria a la división, tuve que ganarme el respeto de todos mis compañeros que no me creían capaz de hacer lo mismo que ellos. Le batallé, yo creo que tres veces más que cualquier hombre, porque aquí le tuve que demostrar a ellos que sí podía hacerlo. Y creo que ese es el mensaje final: que las mujeres que abren brecha les facilitan las cosas a las que vienen y buscan hacer lo que realmente les gusta. Las que vienen van a tener más facilidades gracias a las que abren camino. Jejeje, creo que ya te dije todo.”
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SÓLO TELEVISA PUEDE BURLARSE
El falso grito en el cielo Tania de la Cruz Ilustración: Wilberth Chong
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El pasado 1 de febrero, las bromas habituales de un programa trasmitido por la BBC de Londres, Top Gear, incendiaron las sensibilísimas fibras de más de un connacional que se sintió ofendido por este programa que desde el 2002 está al aire. Los conductores Richard Hammond, Jeremy Clarkson y James May hicieron alusión a lo que consideraron las características de una nación y el vehículo que desarrolla, en este caso, el Mastretta MXT. De los mexicanos se dijo “son flojos y flatulentos”. Hasta ahí, el chiste hubiera pasado
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sin pena ni gloria, pero como siempre ocurre, a más de uno, la crítica le resultó una hipérbole del mal gusto y tanto en redes sociales como desde el despacho diplomático mexicano en Londres comenzaron a pedir la cabeza de los tres conductores. ¿Fue un acto de intolerancia a la crítica por parte de los mexicanos? ¿O fue intolerancia por parte de los ingleses?. Ni por uno ni por otros puedo responder, eso sería generalizar. Pero siendo cínicos, a qué mexicano no le gusta generalizar, sin que homogeneizar las opiniones de uno u otro grupo
étnico, género, profesión sea en sí un acto de tolerancia. Cuántas veces no hemos contado un chiste de Manolo y Venancio, o el típico “está un negro (mi profesora de primaria muy políticamente correcta me decía, no son negros son africanos), un blanco (ella prefería llamarlos sajones) y un chino (ahí sí todos le parecían iguales)”. La intolerancia a la crítica, no nos hace más tolerantes a las diferencias. Históricamente, nuestro país no se ha librado de las purgas étnicas, religiosas e ideológicas – algunas tan gore que la carnicería
en los Balcanes parece una broma–; si no, hay que recordar la expulsión de los españoles en 1829, de los chinos – pasadita la década de 1921 a 1930 –, la rebelión de los cristeros, de los sinarquistas, de los judíos, de los homosexuales, de los japoneses, de los centroamericanos, de los veganos y, más recientemente, de los sinaloenses. Más de un mexicano, ofendido por el humor (inglés) de los conductores del programa, parece tolerante a otro tipo de programación más ofensiva. Hace falta ver la barra de talk
shows en nuestras flamantes y apendejantes televisoras de habla hispana. En dos de ellos, específicamente, el origen cubano y peruano de las conductoras parece por un momento engañarnos con los resultados de la Encuesta Nacional sobre Discriminación. De acuerdo al documento, el 42 por ciento de los mexicanos no estaría dispuesto a vivir bajo el mismo techo que un extranjero y 45 por ciento de los refugiados en México había sido víctima de discriminación laboral. A pesar de ser elaborada en 2005, el
Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) todavía la toma por válida. Sin embargo, es imposible ser tolerante absoluto. Recuerdo en cierta ocasión, cuando estaba de intercambio en Chile, lo desconcertante que me pareció que en el marco de la “Semana de la tolerancia universal” celebrada en Santiago de Chile, por una parte, se celebraban conferencias de la juventud judía y, a pocas calles de distancia, la conmemoración de una marcha neonazi; apenas unas cuantas cabezas rapadas con rasgos mestizos y piel morena. No hay una moral de lo absoluto. Sigo sin entender cómo tolerar a lo que es diferente a mí; y en el engaño, de las formas amables y civilizadas de pluralismo, se esconde el peligro de aceptar algo dañino. Por ejemplo los grupos extremistas, ya no los que colocan bombas en plenas celebraciones
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del Ramalá, sino a los que los decibeles clínicamente aceptables para el oído humano les parecen una jalada de pelos y hostigan los míos con su “Ando bien pedo, bien loco, lalalala” a todo volumen o “Ahí viene el z… gas, tarararará”, a plenas 6 de la mañana y en sábado. O los policías, a quienes hay que tolerarles, porque son los adalides de la seguridad pública, el hecho de entrar armados, encapuchados y haciendo alarde de lo bien protegidos que están con sus chalecos antibalas, a la misma cafetería que yo para ordenar un double caramel macchiato. Si se desata una pinche balacera la que va a morir por intolerante al plomo voy a ser yo. Hay que ser puercos, pero no trompudos. Desde luego, el episodio de Top Gear no concluyó con una simple llamada de atención diplomática, sino que produjo protestas generalizadas en la red, devotos seguidores del sentimiento patriotero lanzaron comentarios a ingleses, escoceses, irlandeses y otros que, por ignorancia, también cabían 20
en el mapamundi de la discriminación. Puedo contar al menos 15 personas que dijeron que se abstuvieron de hacer comentarios hirientes de los ingleses porque lo mejor que tenía UK era U2 (sí, así como se lee; pero bueno, como tampoco tolero a U2, permití la aberración). Así como a ellos, a muchos tijuanenses las coordenadas les traicionan y llaman Sur a todo lo que sea de Rosarito para abajo, eso sí, con un dejo peyorativo y orgullo de ser una ciudad “cosmopolita”. De la misma forma en que se les inflama el pecho cada vez que el Chicharito anota un gol y asegura la presencia mexicana en la Champions Leage, o aquellos que se emocionaron porque Biutiful -la más reciente película de Iñarritu- fue nominada a un premio de la academia; sí, México ya se merece un Oscar. Irresponsables; si quieren que eso pase métanle más presupuesto al cine nacional, al desarrollo de las artes, de la ciencia, de la tecnología; y entonces sí, en lugar de que califiquen al único auto cien por ciento de ingeniería mexicana, que sean seis, siete, doce. Si fuiste de los que clamaban por las extremidades de los conductores de Top Gear pero sigues haciendo chistes de Kalimba, no te preocupes, siempre habrá más trend topics para expiar nuestra intolerancia de una forma más hipócrita y polite.
Opinión SÁLVESE QUIEN PUEDA Samantha Luna
PLANO Y DETALLE Joey Muñoz
El mundo está loco y no queda más que bailar al son que nos toque. He optado estos últimos días por abstenerme de estar leyendo los periódicos o ver las noticias por la única razón de que me siento atrapada en una película gringa, chafa, sobre el fin del mundo en la que los únicos que sobreviven son ellos, los gringos; catástrofes, revueltas, plantas nucleares, violencia en su máxima expresión y tortuosa trata al medio ambiente. ¡Que alguien me saque de aquí! ¿Qué podemos hacer? La respuesta es nada. No sirve sentarse a llorar y culparse. La aflicción no parará este desastre. Aunque me deprime saber que tal vez en unos cuantos años ya no voy a poder comerme un rico aguachile –porque los camarones serán fosforescentes y con tres ojos–, que la mitad de la población mundial viviremos en pobreza extrema, que la demanda por comida crecerá en un setenta y cinco por ciento, -ah, sí- y que la depresión será la segunda enfermedad más debilitante del planeta; trato de concentrarme en cosas realmente importantes: disfrutar un buen libro, beber buenos alcoholes, deleitar al paladar con sabrosa comida y estar lo más que se pueda con amigos y parentela. Ya qué. Cuestionario, ¿quién le dijo al secretario de educación (¡!), Alonso Lujambio, que las taranovelas educan? ¿Su mamá? ¿El presidente? ¿Teresa? ¿La señora que limpia su casa? ¿Cómo se atreve a decir eso? ¿Qué no ve la porquería que está recomendando? ¿Se crió en cuna de lobos? Todas las respuestas serán recibidas al correo noverlas@teidiotisa.com Siento pena ajena de toda la política y políticos mexicanos (hay mínimas excepciones), sus estúpidas declaraciones, su vulgar desfachatez y cinismo con el que ellos mismos se exponen como unos ignorantes, totalmente desinteresados sobre el país y el futuro de la gente que vivimos en él. Si es en serio, que creen que hay que educar a la gente con telenovelas, que una familia puede vivir con un salario de $ 59.82; que ellos eduquen a su prole con esa porquería, que ellos traten de sobrevivir con esa burla de sueldo. Pero como siempre, son otros los que pagan los platos rotos. Hace dos días llamaron a mi casa aplicando una encuesta sobre estos temas. Al gober Lupito Osuna le preocupa mucho saber si le confiaría mi casa; quiere saber si creo que hay empleo suficiente para todos y sandeces por el estilo. Gober y alcalde: ¿A poco necesitan encuestas para saber lo que la gente opina de ustedes?
La pretensión cinematográfica En Tijuana, cada día somos más los jóvenes que queremos realizar cine, pero muchos todavía lo tratan como novedad. Ejemplo perfecto el año pasado, en Tijuana Innovadora, que a pesar de tener varios páneles interesantes, el día que fue dedicado a cinematografía vio como invitado a Adal Ramones. A lo largo del país hay congresos que buscan llevar de panelistas a Steven Speilberg, James Cameron “y ya muy madreado, a Guillermo del Toro”, dice una persona de Guadalajara que ayuda a organizar uno de estos congresos. Me pregunto, si el cineasta mexicano más exitoso a nivel mundial es considerado muy madreado, ¿con qué seriedad podemos tomar el cine en México? No estoy diciendo que Spielberg y Cameron no sean cineastas serios, por algo están donde están a pesar de cada bodrio que sacan; pero traer a estos magnates del cine a México a darle una plática a jóvenes mexicanos, es como comer una lata de caviar enfrente de niños hambrientos de Somalia; sólo que los niños de Somalia no saldrían de la experiencia aplaudiendo y extasiados porque se dan cuenta de lo irreal que es eso. Criticamos al cine mexicano por ser malo, aburrido, barato y de explotación. De entrada, en México tenemos muchos tipos de cine, desde lo más asquerosamente comercial y banal (Busquen el tráiler de Perras) hasta lo más introspectivo y contemplativo, como el cine de Reygadas. Esta idea de que el cine mexicano vale todo tipo de pito, sólo es reflejo de la americanización de los medios, sobre todo el este. Si nuestro cine no es tan caro, es porque no tenemos el dinero para hacer las grandes producciones con mucha acción y efectos; y si nuestro cine no es tan chistoso, es porque el sentido del humor mexicano es diferente. Estamos muy desconectados de nuestra personalidad como pueblo, y el cine mexicano viene siendo un reflejo o respuesta a esto. En el DF, se sigue diciendo que hay que hacer un cine más para la gente, pero la gente quiere Batman y nosotros con esfuerzo les pudimos dar El Pantera. Entonces, la comunidad cinematográfica le está echando ganas; cada año se hacen muchas películas buenas y muchas malas −como en cualquier parte-, que no salgan es otra cosa; pero eso ya es cuestión de que la gente las pida. Entonces, veamos, ¿con qué seriedad podemos tomar el cine en México? Nosotros que tratamos de vivir del cine, lo hacemos con la seriedad que sentimos que merece; pero gran parte de la oleada de realizadores jóvenes que quieren entrarle al jale, el cine sigue siendo Hollywood, sigue siendo algo fácil y sigue siendo una novedad, a pesar de sus 100 años de antigüedad. Uno se puede dar cuenta cuando, durante los Óscares o Globos de Oro, el facebook se sobresatura de opiniones de gente sobre películas que ni ha visto. Esta pretensión de conocer el cine por haber visto mil veces Pulp Fiction propaga el círculo vicioso del conformismo y costumbre en los espectadores. Tratamos a veces de alejarnos de lo mexicano en el cine nacional y sólo quedamos con una fantasía irreal, una caricatura de la clase alta en México. El cine puede ser también un reflejo de la realidad con miradas interesantes y personajes únicos, ése es el cine que hacemos mejor pero es el que menos vemos. Mi mensaje a todo realizador: ve a tu alrededor o dentro de ti y crea en base a eso, no en base a una movie chida que viste en el Golden.
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Yonke Lourdes Inzunza directora del Immujer
“Es momento de dejar las telenovelas un rato y ya ponerse en acción”.
Carlos Bustamante hacia el gobernador del estado.
“El suyo, ya no es un gobierno hegemónico”.
Gregorio Barreto respecto al transporte nuevo.
“Todo intento de modernización será un terrible fracaso”
Felipe Calderón.
“Si yo no hubiera sido político, a lo mejor me dedico al periodismo”,
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Agenda
Editor: Titha Romero Cineclub ICBC presenta: Ciclo ‘¿Y dónde están los niños? Promesas Martes 19. 7:00 PM Gratis Sala Audiovisual ICBC El Vampirascopio presenta Doble Función: Death wish 3 (1985) y Hobo with a shotgun (2010) Sábado 23. 5:00 PM Gratis La Bodega Aragón ¿Quién dijo sexo? Jueves 28. 7:00 y 9:00 PM 50 pesos Casa de la 9 Ciclo de teatro: Memorama de Daniel Serrano Jueves 28. 8:00 PM 50 pesos Multiforo ICBC
Trueques de libros Todos los miércoles del mes. 11:00 AM Gratis Sala de Usos Múltiples CECUT Juglaría Todos los sábados del mes. 2:00 PM Gratis Diversos espacios del CECUT
III Semana de teatro para niños: La pequeña Mozart (Baja California) Domingo 10. 7:00 PM 50 pesos Multiforo ICBC
III Semana de teatro para niños: Piedra a piedra (España) Viernes 15. 7:00 PM 50 pesos Multiforo ICBC
III Semana de teatro para niños: ¡Oh… Mar! (España) Lunes 11. 7:00 PM 50 pesos Multiforo ICBC
Inauguración exposición de fotografía de Flora Arias Viernes 15. 8:00 PM Gratis Pasillo de fotografía ICBC
Yoga de la Risa Todos los domingos del mes. 4:00 PM Gratis CECUTi
III Semana de teatro para niños: No tocar (Guadalajara) Martes 12. 7:00 PM 50 pesos Multiforo ICBC
El Vampirascopio presenta Doble Función: Scanners (1981) y RUBBER (2010) Sábado 9. 5:00 PM Gratis La Bodega Aragón
III Semana de teatro para niños: Pipí (Guadalajara) Miércoles 13: 7:00 PM 50 pesos Multiforo ICBC
¿Quién dijo sexo? Sábado 9. 7:00 PM 50 pesos Café Baja ICBC
El carbón en la boca de Porcia Miércoles 13. 7:00 PM Preventa: 90 pesos. Día del evento: 120 pesos Sala de Espectáculos CECUT
Los Kung Fu Monkeys Sábado 9. 7:00 PM Gratis Black Box
¿Quién dijo sexo? Jueves 14. 7:00 y 9:00 PM 50 pesos Casa de la 9
Obra de teatro: Reminiscencias del Bicentenario de Daniel Serrano Sábado 9. 8:00 PM Gratis La Casa de la 9
III Semana de teatro para niños: Lágrimas de agua dulce (Michoacán) Jueves 14. 7:00 PM 50 pesos Multiforo ICBC
5to Festival de Jazz Chinto Mendoza Sábado 9. 8:00 PM Gratis Multiforo ICBC
Gran final de guerra de bandas Aurora + Dustbin + Limerance, entre otras. Viernes 15 de Abirl Black Box Entrada libre
Jazz Fest 2011 Domingo 10. 1:00 y 6:00 PM Preventa: 120 pesos. Día del evento: 180 pesos Sala de Espectáculos CECUT
Mesa: La importancia de los cine clubes. Coordina Jesús Urias Viernes 15. 7:00 PM Gratis La Casa de la 9
L.A. invation Pangea + God equal + Genocide +S.P.E.C. + DFMK Sábado 16. 9:00 PM Cover: 30 pesos Segundo piso de La Terreza, calle 6ta. El Vampirascopio presenta Doble Función: Troll (1986) y The troll hunter (2010) Sábado 16. 5:00 PM Gratis La Bodega Aragón Ciclo de rock. Conferencia: Las nuevas rutas del rock local Sábado 16. 6:00 PM Gratis Sala Audiovisual ICBC Ciclo de rock. Concierto: Aurora y Vox vegetal Sábado 16. 8:00 PM 50 pesos Multiforo ICBC
El Vampirascopio presenta permanencia voluntaria de terror Show Especial junto a La morgue radio Viernes 29. 6:00 PM Gratis La Bodega Aragón TJ All Stars/ Leyendas de Tijuana Viernes 29. 7:00 PM 100 pesos Sala de Espectáculos CECUT Festival de Cine Documental Ambulante Del Viernes 29 de abril al 5 de mayo. La Casa de la 9 Cineteca Tijuana presenta: Gira Ambulante 2011 Los recién llegados, Francia 2009 Viernes 29. 8:00 PM Gratis Sala de video CECUT Cineteca Tijuana presenta: Gira Ambulante 2011 La Guerrera, México 2011 Sábado 30. 8:00 PM Gratis Sala de video CECUT Aurora + Silent Lune + Manssion + Los extraños hijos del profe Tj art & rock Cafe Viernes 30. 8:00 PM Evento a beneficiencia de orfanato infantil Entrada: 1 juguete
La Ballena de Jonás + Urban de Falla + Madame Ur y sus Hombres Sábado 16. 8:00 PM 50 pesos Black Box Cineclub Cinefi presenta la película Metropolis Sábado 16. 7:00 PM Gratis La Casa de la 9
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