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Vale Sosa
La cantante y compositora Vale Sosa habló con Revista El Bondi acerca de “Live Sessions”, su nuevo EP de tres canciones grabadas en vivo.
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La literatura es clave para muchos artistas y sobre todo para Vale Sosa. La prosa clásica es imprescindible para la cantautora, que a la hora de escribir canciones navega en escritores que van desde Hemingway hasta Shakespeare, pasando por Alejanda Pizarnik.
Acaba de lanzar Live Sessions, un EP de tres canciones grabadas en vivo en el Estudio Absenta, con Javier Herrlein en la producción y Lisandro Olivera en la dirección. Las tres canciones “Todos Buscamos”, “Solo vos Sabés” y “Estrellas en la Neblina”, son disímiles pero que convergen en una sola personalidad, que se ve reflejada en el disco.
Mientras pasa la cuarentena aislada, Sosa nos cuenta sobre sus inicios en la música, sus influencias literarias, y su nuevo EP.
-Arrancaste tu camino en una banda punk pero ahora tu música parece más reflexiva e introspectiva, ¿cómo se dio ese cambio a lo largo de los años? ¿Por qué se dio?
-Desde siempre mi sueño fue tener una banda o ser parte de una banda y hacer música. La primera banda por la que sentí profundo amor y admiración fueron Los Ramones, y ponerme frente al espejo a tocar air guitar imitando a Johnny con ellos de fondo era uno de mis pasatiempos. En mi primera banda, comencé como violinista, pero en poco tiempo pase a ser la vocalista y empecé a componer, cosa que me salía casi naturalmente. Hasta ese momento la banda hacía covers y las canciones que tenían eran estilo post-punk, y pude aportar algo diferente. Fue divertido y una gran primera experiencia ahora que lo pienso, porque era algo importante para nosotros. Era nuestro. Cuando terminó el proyecto, seguí tocando en otras bandas, también de ese estilo, como violinista. Formé parte de varias orquestas de Buenos Aires y toque durante varios años en el mundo de la música clásica. Pero siempre me faltó algo, había un lugar que necesitaba ocupar, una parte de mi a la que no le estaba dando lugar y hace no mucho comencé a adueñarme de ciertas cualidades que en ese momento no me daba cuenta que tenía. Empecé a escribir mis canciones. Soy de estudiar sonidos, historias, libros, películas, óperas, conciertos... cuando tengo que componer, y se despierta algo en mí, que no sé exactamente que es, pero cuando aparece, lo hago mío.
-Cuando alguien imagina un trío musical, enseguida se viene a la mente bajo-batería-guitarra. Sin embargo, en Live Sessions vemos que se compone de violín-piano-guitarra. ¿Qué sonidos buscaste con esa formación?
-Me gusta la idea de despistar un poco con lo que se supone que debe ser o sonar un grupo musical. En este caso, incorporar el violín y cantar al mismo tiempo, fue un desafío, la guitarra y el teclado, era algo que me pedía la canción y el formato en el que la quería presentar. Me gusta la idea de poder incorporar diferentes instrumentaciones tanto en los vivos como en las grabaciones.
-Entre tus influencias literarias siempre mencionás a Shakespeare y Hemingway, entre otros, ¿cómo impacta la literatura clásica en tus letras?
-La literatura clásica tiene un tinte nostálgico del que siempre me alimenté. No sé por qué, pero me fascina. Tanto la visión como la forma de describir situaciones.
Shakespeare describe la mente y el corazón del ser humano como pocos, y te habla de lo que nadie habla, desdibuja la pintura perfecta, lo que nadie quería ver, pero estaba. La esencia del ser humano. Si bien de una época mucho más cercana a la nuestra, con una poética hermosa, Hemingway tiene la característica de hacerte sentir en el lugar o el sentimiento que describe. De todas maneras, me gustan muchos tipos de poesía, no solo la clásica. Sylvia Plath explaya su propia persona en sus obras, Gioconda Belli denota su lucha feminista en sus letras, Alejandra Pizarnik, Virginia Woolf...
-¿Cómo fue la decisión de grabar el EP en vivo en el estudio y no de forma convencional?
-El EP o “live sesión” fue una decisión en medio de la producción de mi disco, que está en proceso en este momento. Tenía la necesidad de mostrar lo que hago en vivo, y esta fue una de las opciones. Lanzar tres canciones que son disímiles y tiran diferentes mensajes, pero que forman parte de mi personalidad musical. La electrónica, el pop-rock, el indie y variados efectos, son parte de este set de canciones, grabadas en vivo en el estudio.
-¿Qué le aportó Javier Herrlein a tu música desde la producción y lo instrumental?
-Javier me ayudó a ensamblar y dar forma, no solo a las canciones, sino también a ideas que tenía y tengo. Siempre tiene una predisposición de lujo, me escucha un montón, y trabajamos siempre sobre uno o varios conceptos. Hacemos anotaciones y estudiamos estilos. Me da mucha confianza para ser yo misma cuando compongo, y aporta todos sus conocimientos, creatividad y humildad a la música que hago. No sólo produjo, sino también tocó batería y synthes en los singles.
-Contame un poco acerca del videoclip de “Savoir Faire”, ¿cómo surgió la idea del triángulo amoroso?
-La letra cuenta una historia de amor no correspondida. Una de las personas no puede abrirse al amor por miedo a salir lastimado. Y comenzó a tener sentido la idea de incorporar a un tercero en la historia, ya que el no poder abrirse al amor habla de enmascarar sentimientos, de no poder comprometerse a ese sentir, y fascinarse por alguien a quien no conoces alimenta ese comportamiento. Muchas veces me encontré en esa situación, de no saber qué me gustaba de una persona. Por último, nos inspiramos en dos películas francesas, “The Dreamers” y “Bande à Part”, en ambas cuentan la historia de un triángulo amoroso, y las situaciones que devienen de esa relación. Obsesión, inquietud,
celos, confusión...
-Este clima de tener que estar confinados, ¿te ayuda o te bloquea artísticamente? ¿Cómo pasás tu tiempo?
-En este momento, me detengo mucho a pensar, y trato de auto-analizarme, creo que es un buen momento para hacerlo. Veníamos de tiempos muy rápidos, en los que todo estaba un poco borroso. Detenerse para ver la realidad, aceptar la realidad y tratar de ser mi mejor versión, esperando lo mejor para todos, es lo que siento. Estoy pensando mucho en mi música, en lo que quiero transmitir, en como quiero compartirlo. Escribo, hago melodías y las grabo, estoy haciendo el disco, y eso me tiene ocupada y feliz. Pero tengo mis días de bajón en los que solo miro el techo tirada en el sillón. Lo único que sé es que poder quedarme así en silencio sin sentir culpa por no estar siendo “productiva” me ayuda mucho a crear. El silencio también es aire.