JAVIER ÁLVARO

Aprovechando que arranca un nuevo curso, hace poco volvimos a hablar con JAVIER ÁLVARO de TEATROLARI, la escuela de artes escénicas de la Calle Nueva.

Te entrevistamos en 2017, desde entonces el equipo de Teatrolari ha crecido mucho, incluso habéis cambiado de espacio, volviendo al Casco Viejo... ¿Cómo se plantea el nuevo curso después de año y medio tan complicado?

Hemos tenido mucha suerte, o bueno, quizás también se ha trabajado bien. En este año y medio hemos crecido mucho y el resultado es abrir una nueva escuela. Ha sido un tiempo complicado en muchos aspectos para todas, pero la gente nos ha dado su confianza y en este tiempo se han lanzado a hacer actividades en nuestra escuela. Ahora seguimos recibiendo esa confianza y el respeto por lo que hacemos. Esperamos que este nuevo curso podamos seguir transmitiendo lo que es nuestra escuela: un espacio donde aprender y pasarlo bien. Tanto para profesionales como para cualquier persona.

¿Qué grados y planes de estudios ofrecéis?

Actualmente tenemos un grado en artes escénicas y esperamos en un futuro ofrecer algún máster. En el grado se imparte una formación multidisciplinar, que queremos que no solo abra las puertas de la interpretación en teatro o cine a las estudiantes, sino que al finalizar ésta, puedan tener más opciones laborales. Está dirigido a personas que quieren profesionalizarse. Son 4 años y 240 créditos, que es lo equivalente a un grado universitario. El plan de estudios está basado en 3 fases: una donde nos introducimos en el mundo de la escena y reconocemos nuestro cuerpo como la herramienta de trabajo. Luego, durante dos años, avanzamos en interpretación e incorporamos asignaturas para tener unas estudiantes multidisciplinares, donde dan entre otras: musical, dirección, maquillaje, doblaje, esgrima, etc... Y se termina la formación haciendo un puente al mundo profesional, con un TFG que implica un lanzamiento a ese mundo, con herramientas que sirvan para comenzar a navegar.

¿Y qué nos cuentas del equipo actual?

Este año vamos a ser un total de 11 profesoras en la escuela y dos personas en trabajos de marketing y administración. Hemos incorporado a nuevas profesionales que cubren campos como circo, o especificaciones en euskera. De este modo, seguimos con la intención de los últimos años, de crear un equipo con nivel. También damos la oportunidad a uno de nuestros alumnos, de comenzar a impartir clases después de 4 años de formación en nuestra escuela. De este modo mezclamos esas dos variantes: la de atraer y tener gente con experiencia y recorrido externo y la promoción interna.

Trabajáis también con personas con Trastorno de Espectro Autista...

Precisamente, la persona que hemos promocionado es quien nos propuso esta idea, ya que en los últimos 4 años, además de formarse en interpretación, se ha graduado en pedagogía realizando un proyecto final ligado a la inclusión del teatro en este campo. Jordi realizó varios talleres y contactos con asociaciones para ver cómo se podía funcionar y si era posible la creación de un grupo de estas características. Nos presentó una propuesta muy bonita que creemos que puede tener un buen recorrido por el formato que ha decidido.

En los últimos meses hemos tenido mucho teatro en la revista (ENT, UPNA, Gayarre)... ¿Cómo veis nuestra ciudad a nivel teatral?

Tenemos la suerte de vivir en una ciudad, y en una comunidad, donde existe mucha demanda de teatro, no solo para ver sino también para practicar. Recordemos la gran cantidad de grupos amateur que hay en Navarra. Esto no es algo nuevo, sino que viene ya de muchos años atrás. Cuanta más demanda, más posibilidad tendrán compañías de mejorar el nivel en escena, pues más producciones de calidad demandará el público. Estamos con ganas de que incluso haya un poco más de programación y que los aforos puedan aumentar pronto.

En aquella entrevista que hicimos hace años hablabas de la importancia de la improvisación frente a la memorización.

Siempre se me entiende mal. (risas) Nuestra idea pedagógica es que una actriz se sienta libre para crear y para ello tiene que sentirse con confianza en escena. Si busca seguridad en qué decir, no es consciente de qué hace y cómo lo hace. Por ello, en formación, una actriz no memoriza el texto al principio, simplemente lo lee en casa una vez al día, y comienza a buscar en el ensayo, en la clase, qué hace el personaje, cómo es físicamente y qué ocurre en la escena. Se trabaja una memoria distinta, llamémosla residual, que hace que el texto aparezca de forma orgánica, pues al final llega de forma completa sobre las acciones que se han fijado. Cuando una actriz está formada, puede trabajar desde el primer día sabiendo el texto, pero con la libertad de crear en escena. La improvisación, que también tenemos clases, es otro cantar. Tienes algunos conceptos distintos y códigos de comunicación y, sí, en ese caso, el texto es inventado.

¿Crees que el teatro es algo olvidado respecto a otras artes como la música, el cine, la pintura o la literatura?

Quizás olvidado por instituciones, pero no tanto por el público, que sigue consumiéndolo. Nos falta tener más presencia, más programación y que se fomente la creación. El teatro depende tanto de la literatura, de la música en escena, de la imagen que muchas veces nos da la pintura, pues una pintora te puede hacer un cartel, o una escenografía y por supuesto, del mundo audiovisual. Estamos ante un arte que puede incluir a casi todos los demás y eso hay que potenciarlo y darle valor. En todas las disciplinas escénicas.

Si queréis añadir algo que se nos escape...

Abrimos una nueva escuela gracias a la confianza que nos ha dado la gente en estos años y sobre todo en este último curso. Ha sido un año difícil, pero las clases se han llenado, las estudiantes se divertían, aprendían y ahora no solo repiten sino que vienen más. Sin esa confianza no estaríamos donde estamos y creo que también habla de que el equipo de profesionales que estamos en la escuela, estamos trabajando en la dirección correcta, por lo que agradecerles también a todas ellas que sigan en el barco y felicitarles por el gran trabajo que hacen las 10.