2 minute read

CONCHA TISFAIER

Next Article
CERVEBEL

CERVEBEL

BOM BOM CHIP

Bom Bom Chip. Esta banda de aparentemente dulces criaturillas de los noventa tiene la culpa de todos los males de la sociedad actual. No tengo pruebas pero tampoco dudas y, además, considero que la verdad es el único dato. Y la verdad se encuentra ahí fuera, en las letras de sus canciones.

Advertisement

Veamos, esta pandemia que nos rodea es, claramente, culpa de Miércoles una niña consentida que “tiene murciélagos en el jardín” y “causa pánico en la vecindad”. Y si eres fan de la conspiranoia, también puedes responsabilizarla, pues “mezcla en el crisol fórmulas mágicas, con litros de alcohol y raros líquidos” dando comienzo ya en aquella década a las vacunas que controlarían nuestra existencia desde la EGB.

El grupo ha contribuido también a la sobremedicación de menores con diagnóstico de TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) ya que promovía el consumo de pastillitas para superar los duros problemas de ir al colegio, dormir en una cama cada noche y hacer entre tres y cinco comidas al día. Sus canciones animaban al uso de “un reconstituyente para aclarar mi mente, es un mensaje urgente, dale vitamina C”. Y todo el mundo sabe que “vitamina C” es el nombre genérico del Ritalín.

Pero el mayor crimen que cometió Bom Bom Chip y que ha provocado los mayores estragos entre quienes eran jóvenes entonces fue la canción “Toma mucha fruta”. Fue a través de los mensajes ocultos en esta canción donde comenzaron a modificarse los cerebros de toda una generación. Solo funcionaba con mentes en crecimiento y por eso generaciones anteriores no han sufrido las consecuencias. Las funestas consecuencias que han desembocado en hordas de vegans, veggies y real fooders. Esas insoportables personas que ponen en duda toda una cultura construida en torno a los saborizantes, conservantes y Yoplaits rosas con sabor a una fresa que ya nunca conoceremos. La formación musical tuvo la desfachatez de promover el disfrute a través de algo que no fuera un trozo de animal muerto sangrante con su taladrante “toma mucha fruta, mucha fruta fresca, tómala y disfruta como te parezca”. Pedro Sánchez ya ha creado una comisión para investigar a César Sala, compositor de la canción que desmonta el discurso político del macho ibérico y su dependencia del chuletón al punto. La canción no solo hace apología del consumo de diversas frutas y su correcto almacenaje (“llena tu nevera con kilos de peras”), además promueve prácticas sexuales alejadas del objetivo procreador, incitando a acabar con la abstinencia, la heteronormatividad y la monogamia:

Toma una banana cada mañana. (...) Rajas de sandía de noche y de día. (...) Puedes compartirla con más de uno.

Y para rematar, las chavalas denunciaron el acoso sufrido en su clase, convirtiendo “Multiplícate por cero” en un himno feminazi. Se atrevieron a decir que no les molaba que les siguieran en el recreo, que les hicieran la pelota y además con referencias al conocimiento matemático, como si alguna vez las chicas hubieran destacado en dicha disciplina.

Desde esta tribuna alzo mi voz por el BOICOT A BOM BOM CHIP. Apóyalo firmando en change.org.

This article is from: