Revista exceso edicion nº 1 enero 1989

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EL 1 DE ENERO DE 1959

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Revista mensual N9 1 Caracas, enero de 1989 DIRECTOR Ben Amí Fihman JEFE DE REDACCION Fanor Díaz REDACCION Ewald Scharfenberg Hugo Prieto Valentina Marulanda Elizabeth Zamora DIRECTOR DE FOTOGRAF1A Vasco Szinetar FOTOGRAFOS Juan Carlos Oropeza DIBUJANTES Gisclla Romero Giovanna Rodríguez Marcos Pereira CORRESPONSALES Matilde Daviu, New York Rosario del Castillo (Camándula), Bogotá Alejandro Reig, Buenos Aires Thierry de Bechade y Gustavo Morales, París COLABORADORES Juan Liscano José Ignacio Cabrujas Pablo Antillano Rubén Monasterios Margarita Zingg de Blohm Marcela Jaye Guillermo Pérez Schael Rafael Sylva Juan Sánchez Peláez Jaime Ballestas Margarita Scannone Jaime Manrique Juan Sará María Sol Pérez Schael Alberto Ferrara José Pulido Marta Canelón de Ilenriquez Marcos Tarre CORRECCION DE PRUEBAS Malena Sánchez Peláez GERENTE GENERAL María Sol Pérez Schael PUBLICIDAD Rafael Vilorta Celso Manzanero Marta Canelón de Henriquez DIAGRAMACION Y MONTAJE AzulSiam Publicidad y Diseño Gráfico C.A. FOTOLITO E IMPRESION Editorial Primavera DISTRIBUCION Distribuidora Continental. S.A. EDITORIAL EXCESO Residencias Piñalva, 1 9-15, Avilanes a Mirador, La Candelaria, Caracas, Teléfonos: 574.10.50 y 574.11.50 EXCESO no acepta publicidad redaccional

Portada : cantante del hotel Capri, La Habana 1989.

El 1 de enero de 1959, en términos de imágenes, el pueblo cubano barajó el danzante destino que lo identificaba hasta entonces en la desatenta mirada del mundo con las cartas (trucadas, para muchos) de una Revolución. La Habana y su noche encarnaban la fiesta (compartida por más de un venezolano alegre) que llegaba a su fin. Por espacio de una escasa velada el rebelde cantó victoria entre los cuerpos de las bailarinas, como lo testimonia esta foto de la famosa revista Show, dirigida por el senador Carlos Palma, que los enviados de EXCESO, Hugo Prieto y Vasco Szinetar -cuya cámara enmudeció por compasión-, descubrieron explorando la actual noche habanera. El gobierno cubano habla ahora de recuperar el turismo perdido ¿Sacrificará su puritanismo restaurando el desorden nocturno de antaño? Treinta años después, cabe una mínima sospecha. Ben Amí Fihman.


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MILAGROS MALDONADO: ESPLENDORES Y MISERIAS

OLA NOCHE DE LA HABANA

REMEDIOS DE DERECHA REQUIEM POR UN ESPIA


NOTAS 0/0 EXCESOS Esta vez reune a la Corín Tellado británica, a un enfermizo coleccionista de la vieja Caracas, al más imperial de los negocios del Grupo Cisneros, a una mujer de goma y a la corista de lo que "no fue" en el famoso week end de Dan Quayle. SUMA CODICIA Los objetos sobre los cuales se arquea la tentación de un consumidor muy especial. SEXTO SENTIDO El radar de los placeres de la carne y del espíritu. 0 SUDOR 18 KILATES La fatiga costosa y elegante EFIMEROS, INTERMITENTES Y ETERNOS. COMO GANAR ENEMIGOS. EPITAFIOS. ENCEFALOGRAMAS Los dardos de la redacción O LOS 10 MEJORES Los cocineros en la parrilla

ARTICULOS

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CARACAS CINCUNCISA Una espectacular mezquita detrás de la sinagoga de Maripérez. RUSS MEYER: UN INMENSO BUSTO Las películas del cineasta americano que conmovieron al mundo hace 21 años, hoy parecen cuentos de hadas.

0 MILAGROS MALDONADO: ESPLENDORES Y MISERIAS Una diva que nunca se ha subido a los escenarios, pero ha hecho de la vida un teatro, se desborda en un diálogo inédito con Ewald Scharfenberg. Sus confesiones la revelan turbulenta, inconforme, apasionada y en íntima relación con grandes de aquí y de afuera: J. J. González - Gorrondona, Domingo Mariani, Glauber Rocha, Gabriel Garcia Márquez... CD EL CEPO DEL AMOR La Edad Media en Macondo O REMEDIOS DE DERECHA En el Olimpo del geriatra Félix Díaz Ortega los dioses son Le Pen, Hitler y Mussolini. Imagina redadas en los restaurantes de Las Mercedes y el IV Reich en Venezuela. REQUIEM POR UN ESPIA El hombre que salvó a Europa del nazismo, vivió más de 40 años en el país y aquí murió, en el anonimato. Espía de dos bandos Juan Pujol fue un timador genial y un magnífico ingenuo. EXCESO exhuma la historia y logra documentos inéditos y exclusivos. 0 LA NOCHE DE LA HABANA Al cumplirse 30 años de la revolución cubana, que significó el fin de una manera de vivir (la noche) y la instauración de un régimen puritano, el castrismo, a la búsqueda del maná turístico, ofrece los vestigios de un pasado abolido.

O EXQUISITA IRREVERENCIA Un fenómeno periodístico, la revista americana SPY, en boca de sus editores. •

VIRUS DEL ORO El eterno retorno de El Dorado

COLUMNAS O LA UNICA SALIDA, Torcuato Montero de la Sota 0 MALDITO CARRO ROJO, Rafael Sylva CD EL PASO DE LOS HEKURA, Juan Liscano •

LOCOS POR EL TRASERO, Rubén Monasterios

O ADELANTOS DE OTOÑO, Margarita Zingg de Blohm POPEA, EL BAÑO Y EL JABON, Guillermo Pérez Schael

DOSSIER TODAS LAS MUJERES SON TUYAS

CUENTO TARDE DE ENERO, Marcos Tare


EXCES BARBARA CARTLAND: LA NOVELA ROSA SI PAGA

Ni hard-core ni soft-core. La veta que exitosamente explota Barbara Cartland (87) es la novela rosa. Su esquema tiene dos avenidas: pasión y pureza. La pasión es de los hombres y la pureza de las mujeres. Los amantes llegan sólo al borde de la cama. No hay escenas de alcoba. Sus libros se han traducido a todos los idiomas, menos al chino. Ella vive en una hermosa casa de campo estilo victoriano, a 30 kilómetros de Londres, pero ha montado un imperio comercial de la novela rosa en Estados Unidos. La revista mensual Barbara Cartland World of Romance (100.000 ejemplares) publica un libro suyo, además de poemas, oraciones y recetas para enamorados. Un Comic de la Cartland circula en 54 periódicos. A los 77 años grabó un disco de canciones de amor con la Royal Philarmonic Orchestra.

4 Exces0 Enero 1989

Foto Kipa


EL ARTE DE VOLAR por Jesús Soto

Air France ha confiado a un grupo de artistas la interpretación de su nueva imagen: El Arte de Volar Esta composición titulada: • Movimiento Lineal», fué creación del artista venezolano Jesús Soto quien está representado en los más importantes museos del mundo. Desde 1950, su inquietud creativa se plasma en el tema del espacio y su relación con el tiempo.

No busque más la excelencia.

EL ARTE VOLAR


J1C ES EL ESCARNIO DE ALEJANDRO DUMAS Una discreta calle colateral en las postrimerías de la avenida Fuerzas Armadas, donde dos hileras de casas pintadas sobreviven a la amenaza de los bulldozer ministeriales, esconde un doble depósito de heteróclitos tesoros. Infimas, derruidas, un deslavado malva que tira hoy a tierra de Siena sobre las carrasposas fachadas, dos pequeñas quintas dan la pista con la integrante enseña de sus exóticos nombres: Louvre y Versalles. Puertas adentro vive José A. González y una numerosa prole infantil, la última promoción de este octogenario, ávido y prolífico, que además de haber practicado el oficio de empresario teatral y cinematográfico, acumuló, a lo largo de una entretenida vida, indiscriminadas colecciones de todo tipo. "Me gusta coleccionar, poco importa el motivo", confiesa sin pudor. El polvo y un denso olor a naftalina invaden libros, películas, cuadros, secadores y tantos otros coleccionables, que tapizan y llenan las calurosas y desporilladas habitaciones de lo que son un par de casas prácticamente en ruinas. El señor González fue propietario del Teatro Caracas, en los días de esplendor del burlesque caraqueño, y ganaba, neto, según afirma, alrededor de quinientos mil bolívares mensuales de los de antaño. La bonanza, además de permitirle filmar los atractivos de las vedettes que se presentaban en el teatro— cortos que conserva en varios miles de copias—, le dio la oportunidad de saciar a sus anchas unas enormes ansias de coleccionistas. Reverón, Luis Ordaz, Poleo, Derderián y muchos otros adquiridos en Venezuela y —aunque de indecisa autenticidad— Rembrandt, Delacroix, Toulouse Lautrec comprados en lentos viajes a Europa — de donde llegó a regresar hasta con 6 Excel) Enero 1989

veinte repletos baúles de indiscriminadas compras— figuran o han figurado —lleva varios años vendiendo la colección— en las paredes marchitas del segundo piso del siamés LouvreVersalles. Pero también un ejemplar de El Diario de Barcelona de 1972, acciones del tranvía -de caballito- de La Victoria (anterior al de Caracas), diapositivas pornográficas, revistas de variedades (francesas de los años 30, americanas de los años 50), antiguas fotos de vidrio y libros viejos y modernos. Sesenta bibliotecas en total, llegó a contar con cuatro casas llenas de libros, entre los cuales una completísima colección —que incluye primeras ediciones— de las obras de los dos Dumas, padre e hijo. Un volumen, entre todos, llama la atención del bibliófilo. Pechés de jeunesse publicado en 1847 por el autor de La Dama de las Camelias. Se trata de una edición de autor de un primer libro de poemas del cual sólo se vendieron catorce ejemplares. Alejandro Dumas hijo logró, avergonzado, recoger y destruir la casi totalidad de la infortunada impresión. Durante más de ciento cincuenta años se consideró que había enmendado exitosamente su prestigio anulando el recurso de este verdadero pecado literario de juventud. La obra no figura ni siquiera en el catálogo de la enciclopédica Bibliotheque Nationale de París. La acuciosidad de este enjuto coleccionista tropical, que adquirió el ejemplar único en Suecia, debe estar haciendo revolcar en la tumba al hijo del padre de Los Tres Mosqueteros.


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EXCESOS )0.

El Grupo Cisneros, poderosa trasnacional venezolana, cruzó el Canal de la Mancha y conmovió con el más desmesurado de sus negocio3 a la realeza británica y al propio heredero de la Corona. El Grupo, bajo el comando de Gustavo Cisneros, compró el complejo de modernos edificios de oficinas en Paternoster Square, con el fondo de la St. Paul's Cathedral. El Príncipe Carlos, para quien el sitio siempre fue el oratorio de las tradiciones imperiales, dijo que los arquitectos hicieron más daño a Paternoster, con sus adefesios, que los bombardeos de la Luftwaffe durante la segunda guerra. El Grupo, invirtió 200 millones de libras (300 millones de dólares) para compartir con la firma inmobiliaria Mounleigh la propiedad de los siete acres del complejo. Mounleigh pagó con la entrada de Cisneros una deuda de 80 millones de libras de su participación en las supertiendas Preciados, de Madrid, adquiridas hace tiempo por los venezolanos. Cisneros promete calmar las inquietudes reales con la licitación de nuevos proyectos. Hay tiempo, porque al revés del gobierno que vende a futuro, Cisneros compra "a pasado".

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EXCESOS ANGELA, LA CONTORSIONISTA

Una plácida sonrisa endulza la dramática impresión que Angela Laurier provoca en los espectadores del triunfante Cirque du Soleil de Montreal. La elasticidad vertiginosa de sus miembros la ha convertido a los 26 años de edad en estrella internacional. Capaz de anillarse como una serpiente, Angela posee en escena la levedad de los ángeles. Empezó su carrera en las calles de Montreal, actuó luego en Europa con el prestigioso Cirque du Trottoir de Bruselas y figura hoy entre las actracciones más aplaudidas del Cirque du Soleil. El excéntrico oficio de contorsionista asegura, en esta virtuosa, su llegada al siglo XXI.

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Hotel Tamanaco Inter-Continental Prestigio por Excelencia

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• Situado en Caracas, en una ubicación privilegiada, rodeado de áreas verdes con vista panorámica de la ciudad. En un ambiente tropical con extensas zonas para deportes y descanso, además de una magnífica piscina. Restaurantes y bares, 600 habitaciones y suites; todo en un ambiente lujoso y confortable con atención y servicio cinco estrellas al estilo I nter-Continental

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kinson (en un Rortid" PI 01111 de cisne, río.apto para alérgicos) ganó fama tras corifesar que haCe ocho años pasó un fin de semana on una mansion de Florida con Dan Quayle y otros dos ,congresístas de aquella época (Tom Rallstiách Illornas Emans),../Por, murha menos, quc pro~uidad sexual el derY1t5-. crata Gary Hart, a quien se le descubrieron amores con la dl:ispampanante Donna Rice, tuvo que abandonar su candldaiura. Hart es casado, igual que Quayle (41 años), pero el millonario bobo de la política norteamericana aventó las plumas del escándalo con la disculpa de que en ese escabroso week-ond, sólo se dedicó a jugar golf. Le creyeron. Quayle fue elegido vicepresidente de Estados Unidos.

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VENTANA A LA PAZ Las ventanas Tecsalum protegen al indefenso habitante de la ciudad de tres de sus principales enemigos: el ruido, el calor y los ladrones. En Caracas, los niveles de ruido alcanzan umbrales peligrosos para la salud, (lo dice la página de terrorismo médico de El Universal: el ruido causa impotencia, la cerveza provoca cáncer y hasta el pétalo de una rosa desencadena alergias). Con las ventanas aislantes Tecsalum se logra transformar el ruido infernal de la autopista y de los aviones en proximidades de La Carlota en el dulce susurro de una conversación de novios. Pero como si esto fuera poco, reducen el calor, conservan la temperatura del ambiente y protegen la propiedad. Las hay de cuatro tipos, para

SOMBREROS Y CHUCHERIAS

ajustarse al gusto y a las necesidades de cada cliente: pivotantes, corredoras,

SI,en Raro, la tienda de Meme, en la calle Madrid, Jardin des Crópes

ventana de uno por uno, y así progresivamente. Calle La Colina, Edificio Tulimieri,

de Las Mercedes, aunque uno no compre nada, pasa un rato de-

Los Chaguaramos. Telf: 661-16-26.

batientes y proyectantes. Sólo 5.000 bolívares cuesta la instalación de una

licioso con Meme Añez y su socia, Janet Cavichioni. Mientras se prueba la colección de sombreros, le ofrecen un negrito, le reparan el broche del collar y le dan consejos para convivir con las ¿A CUANTO MAS LA BOTELLA? Ser rico en bolívares se ha puesto tan pobre que en Aventino, el

hemorroides. Raro no tiene más de tres metros cuadrados en la parte de exhibición al público, y otro tanto el taller. Allí restauran

Otra linea en la cual se han venido especializando es la de tocados

restaurante caraqueño, una botella de 75 cc de Chateau Lafite de 1952, vale 36.000, lo mismo que la

y bouquets para novias, que incluyen diseño del peinado. Desa-

de Chateau Margaux de 1956. Las

sombreros antiguos y fabrican modernos que venden y alquilan.

gangas, un Latache de 1970 a 22.000, un Romanée Conti de 1974 a 23.000 o un Cheval Blanc 1970 a 28.000 ponen a mover la cola de contento al neo-pobre. Tanto que un cliente agotó la totalidad de Chateau Pétrus 1961 en existencia

fortunadamente aquí no pueden echar a volar su creatividad y audacia porque novia es novia. Casi todas se casan en la iglesia y sueñan con la tradicional y virginal imagen de muchos metros de velo y un recargado bouquetde magnolias blancas. Sin contar con que vienen con la mamá a elegir el arreglo.

a 35.000 la unidad, en octubre pa-

Otros aspectos de la tienda son sus joyas y variados prendedores,

sado.

enteramente artesanales, hechos a mano por ellas mismas y con VALERII•

la garantía de que ni se ponen negros, ni pesan, ni se les desprenden los ganchos. Los materiales que emplean van desde metales,

M..A DUCTOR yMr" . ' PACTORVMQ,-

aleaciones y piedras, hasta plástico, alambre y materiales de

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desecho que ellas transforman hasta hacerlos irreconocibles. Unos cocuyos de carro y unas mini-raquetas de plástico encontradas en una piñata, son ahora unos llamativos zarcillos.

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SOTANO SOBERBIO No son muchos los ca-

VZILIBOILTai•

Chucherías antiguas, pero no envejecidas por el uso, pues mu-

raqueños en condición

chas conservan hasta sus empaques originales: objetos utilita-

de leer un libro de

rios como batidores de cocina obsoletos, objetos inútiles, yes-

memorias, escrito en latín, en el siglo XVII. Se

queros, cintillos para el pelo, correas de reloj, pinzas, zapatos, corbatines y carritos de lata del tiempo del ruido. Ellas han

Veálnik afea Laido sir.

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trata de Dietorum Factorum Memorabilium,

explorado por todas partes, en tiendas de pueblo de la Venezuela

cuyo autor es Valeri Maximi, editado en Venecia

profunda, para hacerse de estos objetos que ahora venden a

por Lucios Spinedum en 1620. Lo que sí no

precios diversos: a partir de un bolívar. Y además prestan un importante servicio a esta sociedad del consumo y bote: reparan

habrá de faltar es el bibliófilo que lo adquiera, pues su precio es racional: 3.000 bolívares. En el sótano de Soberbia, esa curiosa librería de

carteras, zarcillos, lentes, cinturones, sombreros. Su horario es

las hermanas Pardo, en la calle Pedroza, La

corrido, lunes a viernes de 10 a 7 pm. y sábados de 10:30 a 12.

Florida.

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Exces0 Enero 1989


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SUMA CODICIA

MANIQUÍES VIVIENTES David y Adriana,

POST-MODERNOS Un estilizado banco con soportes en

en carne y hueso,

hierro evoca las figuras esqueléticas de un Giacometti, y una mesa remite

son los maniquíes

a la imagen de seres salidos de la imaginación de Miró. Para elegir en los diseños post-modernos de Caleidos , la referencia al arte del siglo XX resulta inevitable. Gusto por la línea, el triángulo, la esfera, con privilegio de la madera coloreada,

contratados con

el cristal, el mármol y el hierro. Caleidos presenta los signos inequívocos de que hay un arquitecto detrás de las salas de exhibición. Em-

mercial por 100%

buen criterio co-

Cuero

pezando por el logotipo mismo. Las dueñas y diseñadoras de esta

para mos-

trar la mercancía, desde la

tienda de muebles y decoración situada en la Calle París, deLas Mercedes, son arquitectos: Sete Bentata, Irma González y Amaba Borra-

vitrina y en toda su realidad:

jo. Sus clientes son gente joven, moderna, actual, progre.

esta tienda,

inaugurada

EXTRAVAGARIO

hace apenas unos meses en

Roger Torres estudió arte en Venezuela y diseño en Holanda. Fue en la década del sesenta cuando empezó a interesarse por los objetos que, víctimas de la moda, la gente desechaba como inservibles. Ese hobby, sin darse cuenta, llegó a convertirse en sui generis colección de cosas raras. Los objetos pasados de moda, en especial de los años 20, 30 y 40, lo motivan y acaparan. En el año de 1970 abre un "sitio" donde los exhibe al público de curiosos y connais,seurs que, más que a comprar, vienen a visitarlo. Más vigente que nunca, Roger Torres sabe fascinar a la clientela de habitués con las perplejas historias de sus tesoros. Colección de botones y hebillas. Extraídos de viejos trajes que provienen de Checoslovaquia, llegaron a Venezuela entre 1930 y 1940. Diseño y materiales —vidrio, celulosa, celuloide, coco, nácar, metal, hueso, carey y madera- hacen que brillen con luz propia. Lámpara-escultura opalescente de Sevin para Etling (fabrican. te de objetos decorativos durante el siglo pasado y hasta 1930). Pertenece a una serie graficada. Tiene 35 cm. de alto. Las buenas ediciones de la época poseían una base de iluminación interior para hacer resaltar la belleza del curioso cristal; 20.000 bolívares. La cartera de Marilyn. Descubierta en San Francisco, canjeada a un coleccionista de allá por un radio de espejos azul y blanco, años 40. Blanca y negra, de plástico, tipo sobre y pinta de damero.

el CCCT, es un minúsculo lu-

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EL BUEN SOL Era hora de aprovechar el sol, el recurso natural más espléndido y barato en Venezuela. Con los interruptores solares Magic Light«, las luces de la casa o de la oficina se encienden y se apagan como por arte de magia, gracias a la acción de una célula fotoeléctrica. Con un sólo Interruptor, cuyo costo es de 250 bolívares para mayoristas y de 350 para el consumidor, se ejerce control sobre 10 bombillos y también sobre las cuentas del capitán de la Electricidad. de Caracas. Fabricados en Venezuela por Representaciones El Hangar, Calle Capitán de Navío Felipe Estévez, El Cementerio. Tel. 61-75-77.

gar, ingeniosamente decorado por Carlos Pulido. su dueño. Carolina Domínguez. diseñadora, hace adaptaciones libres de modelos europeos de diseñadores famosos, con logros sorprenc entes: cortes impecables. costuras y detalles bien realizados, y además. cueros de la mejor calidad, traídos desde Italia e Inglaterra. Los precios resultan un 30 % inferiores a los de tiendas equivalentes. Exces0 Enero 1989 15


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SUMA CODICIA EL DALI FALTANTE Un español con más de 40 años en Venezuela, Antonio Aguilar, en una época chófer del ex presidente Isaías Medina Angarita y hoy conserje de un edificio de apartamentos en San Roman, causó revuelo en medios artísticos y puso a correr a uno que otro marchand. Aguilar ofrecía un Salvador Dalí autenticado por la bagatela de 25.000 bolívares. Y dijo que lo estaba regalando, ya que necesitaba los reales para la cuota de un apartamento. La oferta correspondía a un grabado de plata de La Fecundidad, de Dalí, firmado por el artista, pero era una de tantas copias, vendidas por Italcambio, en Caracas, hace ya unos años.

CANTATA INFERNAL El problema no es qué marca de carro comprar sino qué sistema de protección elegir para desafiar la astucia renovada de los ladrones, de un profesionalismo exasperante. El más sofisticado de los sistemas de alarmas es Gemir)! Mach, de control remoto, electrónico y ultrasensible. Las alarmas reaccionan ante rayos y truenos, con repercusiones obvias sobre el sistema nervioso del vecino. El Gemini tiene un costo de 8.500 bolívares. Se puede combinar con Multi-Lock (3.500 bolívares) o con seguro de capot (1.200 bolívares) para lograr la excelencia. En Auto Radio Mono Chic, Francisco Lazo Martí, Santa Mónica. Telf: 661-93-59.

NAVEGACIONES Lanchas para todos los gustos y necesidades: de turismo, de deporte, para pasear con la secretaria o con la familia. Sin embargo, no vale la pena escogerla con cheque en mano porque todas están vendidas. La Iplare de 28 pies es la más ostentosa por su tamaño y su precio. Para cruceros familiares, tiene cocina, fregadero, dos camarotes y un costo aproximado de un millón de bolívares. Pero eso de cargar en alta mar con la cotidianeidad doméstica tal vez no sea exactamente lo que la gente desea. Por eso una lancha deportiva, la Velocity de 21, 5 pies, puede resultar más excitante. Su tamaño es ideal, sirve para ski y cuesta solamente medio millón. Uno de los modelos más requeridos por los venezolanos. Todo en Acuamarine, en la esquina de la Avenida Principal de Las Mercedes con calle Jalisco. 16 Exces0 Enero 1989

BAILA CENICIENTA En Maud Friz' on (Nivel 1, C.C.C.T.), la especialidad son los zapatos, cinturones, bolsos y accesorios que van de lo atrevido a lo extravagante. La primera impresión es la de haber entrado a un lugar equivocado y de que allí lo que ofrecen es como para Carnaval. En estos diseños nada está vedado a un par de zapatos: ni los puntos, ni los cuadros, ni las rayas, ni el príncipe de Gales, ni la espina de pescado. Audaces correas, insólitos amarrados, colores inusitados. Los bolsos y cinturones, con la profusión de adornos en metales, pedrería, combinaciones de cueros, no podrían ser más esplendorosos.


Cocina de autor

CLUB PRIVADO

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ORNIESCULTOR Una curiosa obsesión por los pájaros ha acompañado siempre a Elio Nacarella, un dibujante, escultor, orientador de talleres, nacido hace 50 años en Italia y residente en Venezuela desde hace treinta y cuatro. Su mismo rostro de contornos angulosos parece evocar la imagen de algún pájaro bondadoso. Un psicoanalista rastrearía en los orígenes familiares del artista, en su vida prenatal, en su comportamiento libidinal, para explicar el por qué de esta tendencia compulsiva a recrear el pájaro a través de diferentes medios expresivos. El nido del callejón es el lugar más anticultural de Caracas (California Norte, al final del pasaje Yáñez). Allí tiene Nacarella su galería en donde muestra la obra de jóvenes y no oficiales artistas, y su propio taller en el que acumula todo tipo de desechos domésticos e industriales que, después de ensamblados, pegados, soldados, pintados, amasados, verán surgir sus esculturas de pájaros candorosos y pájaros siniestros; pájaros del día y pájaros de la noche; legítimos pájaros y pájaros bastardos. Aquí un injerto de pato y pavo real, como emergiendo de lo que fuera una poceta; allá un enigmático pájaro asentado en los restos de un aristocrático florero de porcelana. Las aves de Nacarella quizás no estén cotizadas en los mercados internacionales. El produce, simplemente, por amor a los pájaros.

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Director: Gabriel Axel. Adaptación de un cuento de 'sal( Dinesen. El festín de Babette es la deliciosa y provinciana historia del desconcierto producido por los placeres de la carne— en este caso del estómago— cuando dos hermanas solteras, hijas de un pastor luterano, permiten que su cocinera, Babette (Stephan Audran), prepare la cena para festejar el centenario del nacimiento de su padre. Curioso festejo cuando la simplicidad habitual de la mesa y del aposento, estalla ante manjares y bebidas tan exquisitos como exóticos; codornices en sarcophage, blinis de caviar, grandes vinos y una burbujeante champaña. Los asiduos asistentes al servicio religioso, ahora invitados a un ritual conmemorativo, deciden no hablar del goce y los placeres mientras disfrutan. El silencio no impide que se cree una equívoca situación cuando la cena transcurre bajo el involuntario imperio del placer. Irónico y a la vez ingenuo, en este hermoso film del realizador franco-danés Axel, el sombrío y helado viento del norte se ve acariciado por el calor de la creación artística y de los sentidos: una cena, como las que se daban en el Café Des Anglais. Después de presenciar este relato de 'sal( Dinesen, cargado de sutilezas y dulzura, se podrá afirmar: ni el corazón ni el sexo; el estómago es el órgano más inmoral del cuerpo.


EXCE5Itia SEXTO SENTIDO SE CANTA EL AVE MARIA Un estudiante de música de la Escuela Lino Gallardo de Caracas, Gerardo Sanz, de 30 años de edad, ofrece sus nobles servicios como barítono. A gusto de los clientes casamenteros o moribundos, ofrece por lo menos dos Ave Marías: la inmarcesible de Shubert y la de Gounod, además de otras arias y motetes de los siglos XVII y XVIII. Se le consigue en el teléfono: 561-62-40. • s

HORNADA DE LUJO Entre los títulos que exhibe la Librería Ludens, en la Plaza Venezuela, están las ediciones de José J. Olañeta, Palma de Mallorca, limitadas a no más de 2.000 ejemplares, en exquisito papel y con soberbias ilustraciones y viñetas. Son libros para contemplar, acariciar y tentar a los bibliófilos, esa especie en extinción. Uno de ellos es "El libro del amante del pan". De Lionel Poiláne, un apellido lleno de evocaciones porque se trata del miembro de la dinastía de fabricantes del pan más famoso de Francia y quizá del mundo: el Poiláne tiene adictos en París y en todas partes, a tal punto que diariamente se transporta a Manhattan y Tokio en vuelos comerciales. El Poiláne se elabora a base de levain y sal marina y se cuece en hornos de leña, fabricados artesanalmente. Todo sigue una técnica tradicional que consiste, grosso modo, en hacer levantar el pan con los restos de masa de la hornad•anterior. Lo que comenzó como una pequeña panadería de familia llegó a convertirse en una industria del pan artesanal. Con todo, el Poiláne está lejos de ser perfecto, pero justamente allí, en la imperfección, como admite el autor del libro, está su mérito, que no es poco: el Poiláne se vende en más de 600 panaderías y 300 restaurantes de París.

TERESA VA Y VIENE En 1988 fue redescubierta Teresa Carreño, pianista y compositora caraqueña. El Teatro Teresa Carreño no tenía piano, pero unacampaña logró recolectar dinero para comprar un Steinway. A la vez, quedó habilitado un museo, homenaje permanente a la artista. Y en medio de tantas evocaciones la nota discordante la da el Ballet Teresa Carreño. En sus presentaciones en Europa cambia de denominación: Ballet Nacional de Caracas. Exces0 Enero 1989 19


JCI;I SIJ5

SEXTO SENTIDO PARADE Mejor que las esposas sustitutas OC narcos lo han reportado ya), parece ser el dispositivo inventado por los japoneses, a la venta en Caracas, por un precio de 2.900 bolívares. ¿Su forma? No podía ser otra que la de un tubo cilíndrico transparente ¿Tamaño? El adecuado: 20 centímetros largo por seis centímetros de diámetro. Allí se introduce el fatigado fallus y mediant una perilla se succiona aire. La ventaja que el usuario no debe recurrir al dispositivo adicional en el momento de, sino que se trata de una práctica fortalecedora de 10 minutos todos los días. En venta en el Centro Comercial Cedíaz, Torre Este, Avenida Casanova, Sabana Grande.

GORDOS A DOMICILIO Lo que no se encuentra en La Candelaria no existe. Es de los pocos sectores de la ciudad incólumes a las acechanzas del progreso. Con su plaza poblada, en las tardes, de pensionados que salen a hacer su tertulia, con sus bodeguitas de pueblo atendidas por la dueña, con sus negocios donde se forran hebillas, se hacen ojales y se zurcen medias, La Candelaria es uno de los rincones más personales de Caracas. Y allí, en el ojo de la tempestad, de Avilanes a Mirador, el señor Otoniel Martínez viste a los gordos de Venezuela y también de Cuba y otros países del Caribe. Especializado en línea másculina, de la talla 44 a la 80, se traslada desde su domicilio a cualquier lugar de Caracas o del país para atender a los clientes. Con sucursal en Maracaibo, el negocio tiene clientes notables como Peter Taffin, presidente de la Cámara de Radio de Venezuela; el diputado adeco Nelson Gómez Crespo; Andrés Pardo, Presidente de la Asociación de Criadores de Cerdos de Venezuela; Francisco Chacín, Encargado de Negocios de Venezuela en Cuba y el ex-embajador de Ecuador en Venezuela, Antonio Parra.

PIES DESCALZOS Quitarse los zapatos es el primer ritual de purificación que permite el acceso a esos amplios, asépticos y carismáticos salones. Una sensación de paz y de bienestar, además de un grato olor a eucaliptus, se respira desde la entrada al Alternative Ilealth Center, instituto fundado hace cuatro años por Lourdes Fontanals (Quinta Felicita de la Avenida Principal de Chuao). Aquí el primer asunto es la salud, no la belleza, pero la salud integral y preventiva, llamada holística en la jerga de los iniciados. Se logra con prácticas curadoras y desintoxicadoras como las del Yoga, el Tai-chi, la meditación, el Aikido, el Chikung, terapias a base de agua y arcilla y una alimentación macrobiótica y vegetariana. Una buena forma de escapar a las tentaciones de la carne es ir a almorzar allí. Aunque Fontanals ha vendido el negocio, los nuevos dueños se han comprometido a mantener los mismos servicios para los feligreses (una clientela nada desdeñable: 100 comensales diarios, y los precios) El costo del almuerzo es casi el de un peaje popular en el Nirvana: 62 bolívares.

20 Exces0 Enero 1989

LAS ALAS DEL PALADAR. Hoteles y restaurantes de Caracas abren, en este año que se asoma y con cosmogónico rigor, la boca al mundo. La Rotisserie del Hilton espera abril para apropiarse, como Byron, del espíritu de Grecia. Majesty se pone en los palitos en enero, por espacio de un par de semanas, con la cocina de Szechuán. The Polo Pub se despereza en febrero con un inusual toque de barroco venezolano para el carnaval y motivos sentimentales en una comida ligera el día de los enamorados. Le Gourmet del Tamanaco, primer camaleón culinario de este valle, enfundará sin aparentes conflictos de identidad las personalidades de Grecia, Indonesia, Argentina, Sevilla, México y Francia.


Su espectáculo preferido, cara a cara en La Guacharaca

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Con Cayito Aponte y un grupo de talento al aire.

• BOITE • BAR • RESTAURANT Torre Central / Altamira / Caracas Telfs.: 261.57 M1 261.46.77 - 261.77.49 -

Celebraciones especiales, flemas privadas, a "puerta cerrada", .11 mediodía.


CABALGATA SANGRE AZUL Entre oxers, rías y demás obstáculos se construyó la clandestinidad amorosa en la que el capitán Mark Philips y la Princesa Ana, conocieron de amapuches y, finalmente, de la incorporación de un nuevo retoño al árbol genealógico de los Windsor. Quizás se trate de una prolongada remembranza de esa matrimonial ocasión; pero desde entonces la presencia de Ana en el ecuestre competitivo se ha tornado contingente y entusiasta: en 1976 hizo el grado en el equipo británico que asistió a los Juegos Olímpicos de Montreal. Y ahora, en 1989, como directora de la federación Internacional de Deportes Ecuestres (FIDE), se apresta a pisar canchas venezolanas para dar su aval al Campeonato Mundial de la categoría infantil, un renglón creado en el país. La visita de la Princesa, una de las tantas testas coronadas del tren ejecutivo de FIDE, fue ganada a pulso en el último congreso federativo en París por Leopoldo Palacios, ex-Presidente de la federación venezolana.

CITA CON LA NIEVE Los venezolanos gustan de los deportes de invierno. Tal vez los prefieran. Hay un no sé qué... Se respira un aire tan puro en las montañas nevadas... Para no hablar de la posibilidad de tener en téte á téte a Carolina de Mónaco y a la catira Sara Fergusson, en el único lugar y circunstancia en que se mezclan con el pueblo. No son pocos (de 2.500 a 4.000) los venezolanos que anualmente, en diciembre y en los primeros meses del año, van a buscar la nieve del otro lado del Atlántico y aprovechar , al mismo tiempo, para hacer unas compritas y algo de turismo cultural.

EN ESTAS PLAYAS La secta local de la equitación ha cosechado de entre la plutocracia criolla campeones como Alberto Carmona— vástago de los propietarios del Diario El Impulso—, Alberto Pérez (Toto), Presidente de Cambio Caracas e hijo del Presidente del Izcaragua Country Club, Flor ¡saya, Alberto Ettedgui, el empresario Hans Neumann y Douglas Arroyo, entre muchos otros de una extendida nómina que luce inmune a los primeros embates de plebeya realidad: los animales, que antes eran importados de Argentina, Chile, Estados Unidos o Europa, ahora son reclutados en las chiveras del Hipódromo "la Rinconada", mientras que en centros como el Club "Hiperión", de El Hatillo, ya no hay pudor en practicar la fórmula del alquiler de caballos. 22 Exces0 Enero 1989

MENUDO PEZ GORDO En la pesca de altura lo único que hace honor al nombre son los altísimos costos de la lancha, el mantenimiento, las cañas y los honorarios que hay que pagar al capitán y al marinero. La tri-campeona mundial Sheila Brito no excede los 1.55 cros de estatura, 45 kilos de peso y 19 años de edad, pero tiene la mala maña y la fuerza suficientes para atrapar los peces más gordos (hasta 300 kilos). Y desde luego, los medios para afrontar las exigencias de la pesca de altura. Es una de las pocas mujeres que practican el deporte en Venezuela y ostenta tres títulos mundiales: Venezuela 85; Acapulco 86 y Santo Domingo 87. En junio participará en el Internacional de Costa Rica.


EXC E SOS SUDOR 18 KILATES

HOYO BAJO TECHO Holanda y Escocia son las cunas decimonónicas del golf. Y el golf, cuna de buenos negocios. Las carreras de Rico MacPato, Lorenzo Parachoques y Darrin Stevens han pasado por diversos links de utilería. Fusiones corporativas, concesiones de cuentas publicitarias y, ciertamente, decisiones editoriales, se han regado con los chapuzones de la pelotica en rías y trampas de arena. Y, en Venezuela, a veces resulta menos tortuoso lograr el quorum empresarial ala vera de un campo de golf, que en la propia sede. Jim Rue y Francisco Alvarado no pudieron, sin embargo, comprender eso. Creyeron que se trataba de un deporte, y no de una coartada para las juntas pospuestas. Quisieron montar una academia. Pero como para los fundamentos técnicos no hace falta esa cadena de colinas y tropiezos que caracterizan a las canchas de golf, simplemente echaron mano a un espacio menor: la azotea del Centro Comercial Beco, en Chacaíto. Es una solución común en países en los que, como el Japón, la fiebre del golf se combina con los altos precios de bienes raíces: aquí, en coordenadas más tercermundistas, Rue y Alvarado acondicionaron la sala, la dotaron de cesped artificial y se prepararon para impartir lecciones para todos aquellos que pudieran pagar los 700 dólares del juego de hierros (y 350 bolívares de la hora de instrucción). El resultado es científicamente corroborable: Julio Nutt, el reciente campeón sudamericano juvenil, es un producto de la Academia. Pero, obviando la competitividad de sus pupilos, ¿a quién atrae pasear en un área techada de 150 m2?

El Ski Turven Club, en Chacaito, es una de las agencias que organizan estas excursiones deportivas. Las pistas francesas tienen particular demanda entre los esquiadores venezolanos, especialmente la de Courchevel, para la cual se ofrecen planes desde 31.000 bolívares de cuota inicial, más de 6.290 bolívares mensuales durante dos años. No faltan a la cita con el deporte de las alturas Guillermo Villegas, Presidente de Bolívar Films, Carlos Castillo, Presidente de Maraven, con su familia, Los Velutini y la familia Ulive, de Cines Unidos.

LA CAIMANERA AL PODER

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La mañana de un domingo cualquiera, entre los espacios del rectángulo (250x180 metros) demarcado en la explanada del Club de Campo, cerca de San Antonio de lo Altos, se representa una escena que bien pudiera forzar a Jerzy Kosinsky a reescribir su Juego de la Pasión. Se celebra, como en la trampa original, un partido de polo. Pero las carencias caucásicas de los protagonistas se restañan con la más seductora y tropical presencia del poder vestido depaisano. En ocasión de un torneo de importancia, algunos prefieren salvar las sinuosidades de la Carretera Panamericana confiándose al helicóptero. Otros (los más) arriban abordo de sus sedán europeos o rústicos con chuto hípico. Así asisten para ver, por ejemplo, a Víctor Vargas, ex presidente del Grupo Financiero Cordillera y Vicepresidente del Banco Barinas, abandonando la protocolar escrupulosidad de su despacho en La Castellana para forcejear con su monta en una aparatosa meleé, y ratificar, de paso, sus credenciales' , ,,,

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puede ser Jorge Dólano, el presidente de Vencerámica. O Eugenio Antonio Mendoza, aún exaltado por sus fervorosas declaraciones en tomo a la supresión del dólar preferencial, persiguiendo la bocha sobre un ejemplar argentino que costó entre los 3 mil y los 5 mil dólares. Aquí, un swing errado, un brace defectuoso, puede detonar un crack en la Bolsa de Caracas. El pofo ha sido conceptuado como el deporte más riesgoso, quizás sólo tras el automovilismo. La bocha tritura los huesos y un choque entre caballos equivale a una colisión de gandolas. Pero tranquilos, señores corredores de bolsa: los jugadores protegen sus gerenciales humanidades con un kit de casco, copa y rodilleras. Y además aseguran sus animales (6 por partido, todos mimados con un menú balanceado de alfalfa, avena y dosis de vitaminas y minerales) con pólizas especiales. Total: una inversión próxima a los 50 mil dólares per cápita para organizar un evento que mucho no dista de una caimanera entre amigos.

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Maizina Americana. Complemento indispensable en la comida del nuevo continente como aglutinante de salsas y cremas, especialmente la tradicional crema inglesa que los buenos cocineros franceses logran sin aditivo alguno, con el solo savoir faire. Desconocido en Europa. Eternos

El arreglo del golfo. El territorio de nuestras entrañas fronterizas, dividiendo al país en entreguistas y mastines, brota como sarampión electoral cada cinco años. Visiones geográficas asaltan a los defensores de la patria. El pueblo alelado se despierta dueño de inasibles islas, mogotes, lagunas...que encorsetan la costa seca, la tesis del Condominio, la hipótesis de Caraballeda y cien quimeras más. Esta vez le costó varios puntos en las encuestas a Carlos Andrés Pérez y le dio un soplo momentáneo a la desfalleciente candidatura de El Tigre. Intendentes

Tampax. El más antiguo de todos, no superado por ninguno. Víctima de calumnias y vituperios por parte de otros productos que han pretendido conquistar los mercados. Desaparece por épocas, entonces hay que encargarlos a Margarita o Miami. Intermitentes

COMO GANAR ENEMIGOS Y CONSERVARLOS. UN COLECCIONISTA: EDUARDO FERNANDEZ. \ ° "I

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La beatitud militante era lo que encarnaba Eduardo Fernández a lo largo de su ascenso desde el vivero socialcristiano del Colegio San Ignacio hasta las más inaccesibles instancias dirigentes de Copei. Nada alevoso se podía esperar de él. El leve enrolecimiento de su nariz activaba suspicacias sobre una posible y soterrada afición; pero el aval de su tutor, Rafael Caldera, disipaba esos infundios. Y si se quería detectar algún indicio de ensañamiento y maluqueza en la maniobra con la que desalojó de la Secretaría General a Pedro Pablo Aguilar, no se podía olvidar que todo se fraguó en una logia en la que anécdotas como la del maletinazo del Radio City abundan.

EL ENEMIGO

EL EPISODIO

LOS DETALLES

UNA FRASE TIPICA

EL PRONOSTICO

Rafael Caldera

De delfín a tigre.

Nov. 87: Convención presidencial socialcristiana. Instigado por un asesor alemán, el hasta entonces deferente discípulo Eduardo Fernández impide que su protector Rafael Caldera se convierta en candidato vitalicio.

"Desde hoy paso a la reserva". R. C.

Enemistad eterna. Caldera todavía no perdona al que le recomendó las camisas a cuadros en la campaña de 1983.

Leopoldo Díaz Bruzual, (a) "El Búfalo"

La solidaridad

Sept. 88: Fernández alega haber pedido la renun

"Es más: yo pedí la

Un caso freudiano. No deja de

inteligente.

cia de Bruzual a la Presidencia del BCV en 1983, a pocos días del viernes negro, en plena administración copeyana. El Búfalo, ahora candidato rival, lo desmiente y dice que fue Caldera quien pidió que se fuera. De todas maneras, se pone bravo.

devaluación en 1978 ¿y qué?" L.D. B.

ser significativo que el doctor Bruzual tenga el apoyo de la

Oct. 88: Ya durante su presidencia, Herrera notaba que el compañero Fernández forzaba la risa para celebrarle los refranes. Pero aún así se sorprende cuando ve en TV un spot ¡del comando de campaña copeyano! que dice que la gestión de

"Esto es una estupidez". L. H. C.

Luis Herrera Campins

El cuñazo.

-

Nueva Alternativa. ¿Un pacto subliminal?

l____ '

— Un enemigo a conservar. Con su zamarrería llanera, Herrera sabe esperar "en la bajaíta".

CAP fue tan mala como la suya. Herrera olvida por un instante la tensión del cierre de la revista Voz y Caminos y saca una contracuña en la que hace lo que no ha hecho El Tigre : ataca al gobierno de Lusinchi.

Jeddu Mascoretto

Cesantía estratégica.

"OK, pifié, pero,

Jul. 88: Mascoretto diseña para Fernández una campaña de corte populista. "Ese es mi Tigre", es el slogan del asesor cubano que ni el propio candidato ni el eminente Machadito comprenden.Tras tres meses de campaña, el bueno de Jeddu se queda sin trabajo.

¿y si proponemos un debate?" J. M.

Fernández, al fin y al cabo, resulta generoso con los cubanos. sino, que le pregunten a Carlos Pérez en Miami.

José Luis Rodríguez, (a) El Puma.

Pelea de gatos.

Oct. 88: E/ Tigre asegura haber encontrado inspiración para su campaña en los versos de Rodriguéz: "Atrévete/Crucemos el Jordán". Pocas semanas después, El Puma le agradece cuadrandose con Carlos Andrés. Fernández fue el peor postor.

"CAP está llamado a escribir la historia". J. L. R.

Conflicto que tiende a revertirse. En el 93 Ferrández liderará la coalición de apoyo a la candidatura de El Puma.

Los motorizados

El otro cenen.

Jun. 88: El candidato copeyano se muestra en TV

"Que raya, chamo!" anónimo.

Ni que Carlos Lavado le prometa su voto vuelve Eduardo a conducir motocicleta.

Cisma en la Nueva República.

Sept. 88: Fernández intenta organizar un Frente anti-CAP al que sólo logra plegar al MIN. Hace algunas negociaciones con el Sec. Gral. del minúsculo partido Nueva República, Alexis Ortiz, sin la aprobación del candidato de esa agrupación, Olavarría. Este, se enfrenta a Ortiz y divide al partido en dos microscópicas facciones, un pleito que arriba hasta el CSE y la Corte Suprema, que termina en fallo adverso a Ortiz.

"La Corte me devolverá lo mío. J. O.

¿Y de quién no ha sido enemigo -y amigo- Olavarría?

Jorge Oleverrle

manejando una 125 rodeado por una escolta de motorizados. Desde entonces, todo el que anda en moto ha agregado a su inminente prontuario la sospecha, por parte de las autoridades, de proselitismo no oficialista.

—1--


Alfredo Sadel. Ayer en el Teatro Nacional, hoy en el TTC (Teatro Teresa Carreño), entre los boleros y la lírica, de Venezuela al viejo mundo, el apuesto venezolano, hoy bastante pasado de kilos, aparece y desaparece. Y aunque su voz ya no es la maravilla de hace 30 años, sigue congregando auditores y arrancando sollozos. intermitentes

l-senault 30. La desesperanza fue para muchos de sus compradores el corolario del entusiasmo inicial que les provocó este automovilístico amor a primera vista. Se fabricó en Venezuela de 1980 a 1982. Está descontinuado. Automático o sincrónico, de seis cilindros, 4 puertas, tapicería de cuero y techo corredizo, su sistema eléctrico se convirtió en rápida pesadilla para sus propietarios, 3.000 en total, en la Venezuela saudita.

EPITAFIOS

Efímeros

La tierra y su gente. Dramático e inusualmente intenso programa de televisión concebido y animado (y cómo) por Aurora Martínez. Contorsionista de la palabra visual (televisión, se entiende), lo ha mantenido 19 años en el aire. Se transmite los miércoles a las once de la noche por el Canal 5. Eternos

Renny Ottolina. Vivió para el más perecedero de los medios, la televisión, y persiste, como lo prueba la campaña que acaba de terminar, con la tenacidad de los dio ses. Puede todavía hoy, desde ultratumba, llevar a sus elegidos a l Congreso. Eternos

EFIMEROS

INTERMITENTES

ETERNOS

VII CHAEL DUKA

Soñó una musaka en la Casa Blanca. MARIO NARGAs LLosA

Su alma reposa en una caja fuerte. 9-1EN9Zy LÓPEZ S ISCO

Cachicamo trabajando pa'lapa. El oro del Banco Central. Pasó de eterno a efímero, convirtiéndose en plomo a mediados de octubre de 1988.

MEMY1 ST10E I'

¡Lloré por ti, Argentina! CALLOS CR.' IZ DIEZ

No alcanzó a pintar, se ignora la razón, los pipotes del Aseo Urbano.

ENCEFALOGRAMAS

ISLA DE MARGAXPIA •

"Podríamos declarar al país entero, balo Juicio para que ea restablezca la paz:,'-123-3-1988).

"Después de cada elección quedamos endeudados. Por cierto, Piñerua me debe no sé cuánto... (22-2-1988, al desmentir versiones de que la campaña adeca costaría 1500

"

A falta de dólares, buena es el agua.

"Desde luego que el costo de la vida es fuerte" (5-9-1988).

"Carlos Andrés Pérez también tiene su torre de Pisa" (3-10-1988).

milites).

"Alguna gentecita quiere perjudicar a la democracia" (15-11-1988).

"El periodismo venezolano está hecho en base a invenciones" (3-10-1988).

1'

"Me considero parte de la democracia vieja, casi anciana, pero tengo alguna desconfianza de las pretensiones de la democracia infantil" (1-2-1988, a propósito de la consigna de COPEI sobre la democracia "vieja").

Como es obvio los muei no pudieron votar (El mundo 7.12- 88)


He tomado una de las mejores decisiones de mi vida: hacerme cliente del Banco Unión

Mis actividades me dejan poco tiempo libre. Por eso, necesitaba un banco grande, eficiente y moderno, al que confiar mi tiempo y mi dinero. Así fue como llegué al Banco Unión: la Red Bancaria más grande del país. • Más de doscientos puntos de servicio en toda Venezuela. • La más extensa red nacional de cajeros electrónicos que puedo usar con la exclusiva tarjeta Multiunión. Además, con Multiunión, puedo realizar distintas operaciones financieras, desde cualquier parte del país, sin molestias ni pérdida de tiempo: • Retirar y depositar fondos. • Consultar saldos en ahorros y cuentas corrientes. • Pagar mi tarjeta BancUnión VISA y los servicios públicos. • Pagar sin efectivo, con cargo instantáneo a mi cuenta, en todos los establecimientos afiliados. Abra usted también su cuenta de ahorros o su cuenta corriente en el Banco Unión y tendrá a su servicio toda la fuerza y el poder financiero del Grupo Unión.

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EXC ES LOS 10 MEJORES PATRICK DWYER

BLANCA ROYO PATRICK Británico de 36 años, casado, sin hijos, vive en Venezuela desde 1977 y se moviliza desde su domicilio en Chulavista en un Jeep Cherokee. Dwyer aprendió el oficio en hoteles de Sudáfrica, Alemania y Holanda. Gana 100.000 bolívares, pero es socio del Patrick. Cree que el de chef es trabajo duro para una mujer.

BAR BASQUE A los 59 años, reinvindica la cocina de su mamá, quien le enseñó el oficio. Desde hace 38 años reside en Venezuela. Está casada y tiene una hija. Su esposo es dueño del restaurante y asegura que no sabe exactamente cuánto gana. El trayecto desde La Candelaria, donde vive, hasta el restaurante, lo recorre en un Malibú,

MARCO PROVOST

MICHEL PELLENARD EL GAZEBO Tiene 27 años, francés, casado con dos hijos, residente en Venezuela desde 1980. Gana 15.000 bolívares más porcentaje sobre las ventas y es propietario de 50% del negocio. Marco aprendió a cocinar en Francia. Vive en Caracas en El Marqués y tiene un Toyota Corolla. En Europa hay muchas mujeres chefs y les concede cierta intuición pero, por otro lado, la considera una profesión dura para ellas.

LA BELLE EPOQUE Aprendió a cocinar en Francia, su país, en el restaurante de Paul Bocuse de Lyon, donde trabajó durante cinco años. Tiene 40 años y seis de residencia en Venezuela; casado, un hijo. Vive en La Carlota y no ha cambiado de carro; lo suyo es un Ford Del Rey. No está asociado en el restaurante: gana 30.000 bolívares. En cuanto a las chefs, lo de siempre: es un oficio muy duro para mujeres.

PATRICK COUTHERUT

ENZO ESPOSITO

PETIT BISTROT DE JACQUES No está asociado en el restaurante: gana 45.000 bolívares. Utiliza una Samurai y un Fiat Uno. Es francés (aprendió a cocinar en el hotel Trianon, en la parte este de su país), tiene 30 años (seis en Venezuela), casado, sin hijos. En cuanto a las mujeres cocineras, son "excelentes", pero es un oficio muy duro para ellas.

VISCONTI Tiene 41 ños y aprendió a cocinar en Italia, en una escuela de Salerno. Nació en Italia (27 años en Venezuela) y vive en Los Ruices. Se moviliza en un Fiat y gana 50.000 bolívares. Está asociado en el restaurante. Entiende que el oficio de cocinar es demasiado duro para las mujeres. ?

PIERRE BLANCHARD

ANGEL LOZANO MAJESTY Dueño del restaurante, se asigna un sueldo de entre 20.000 y 25.000 bolívares. Es francés, tiene 32 años (siete en Venezuela), casado, sin hijos y maneja un Ford Sierra. Vive en Caracas en la urbanización Santa Fe. Y no tiene dudas: las mujeres son tan capaces como los hombres para la buena cocina. Un juicio que una feminista no aceptaría: los hombres son el patrón de la excelencia.

EL POR RON DEL ANGEL Español de 38 años, divorciado con cuatro hijos. Vive en Venezuela desde 1976 y reside en Sebucán; le basta para movilizarse un Renault 5. Lozano es codueño del restaurante con una asignación de 30.000 bolívares mensuales. Los hombres hacen todo lo posible para que aquello que cocinan les salga bien; compran lo mejor sin reparar en gastos. "La mujer no es capaz de hacer este tipo de cosas", sentencia.

REYNOLD PACHE

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FRANK MÜLLER CARACAS HILTON Nacido en Suiza, tiene 36 años (ocho en Venezuela), está casado y es padre de tres hijas. Aprendió a cocinar en Suiza y en otros países europeos. Vive en Sebucán y se moviliza en un Renault 18 Breack. No está asociado en el restaurante; gana 80.000 bolívares. Para Pache el toque femenino es muy interesante en la cocina, pero es oficio de hombres: hay que levantar ollas de 80 litros.

POLO PUB Alemán de 43 años, casado sin hijos. Vive en Venezuela desde hace 16 años y eligió para su residencia Colinas de Bello Monte, donde consigue estacionar sus tres automóviles: un Corvet, un Century y un Renault Fuego. Está asociado en el Polo Pub y no sabe, por ahora, cuánto va a ganar. ¿Mujeres chefs? No, es una profesión muy dura, sólo para hombres.

Exces0 Enero 1989 27


Tres millones de dรณlares derramaran las alforjas sauditas para que en Quebrada Honda se construya la primera mezquita de Venezuela. Sus promotores esperan convertirla en un pumto de convergencia para los musulmanes del Caribe. Pero entretanto definirรก,junto a la vecina sinagoga, el corredor semita de la ciudad.

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mpujado al exilio por el encono de sus

compatriotas de La Meca, Mujamad ben Abdallah, el Mahoma de la nomenclatura castellana, quiso dejar en manos de Alá la elección de su emplazamiento en Medina, la septentrional ciudad de la Península Arábiga. Hizo soltar las riendas de la camella que montaba: allí donde se detuviese, sería construida la nueva morada del Profeta en la era de la Hégira. El animal, relata la tradición, llevó sus jorobas hasta un terreno baldío, propiedad de dos huérfanos. La tierra así escogida fue comprada por la hasta entonces trashumante y minoritaria comunidad musulmana y en la parcela, tras varias jornadas de trabajo colectivo, se levantó una pared de ladrillos, sobre base de piedras, que cercaba un patio rectangular y un par de cabañas que sirvieron de albergue al Anunciador y sus allegados. Se trataba del primer santuario islámico. Masyid, lo llamaron, apelando a un término heredado del siriaco y del nabateo que nombraba al sitio de culto y de actividad comunitaria; convertida en masguid por la pronunciación, la palabra se incorporó al español como mezquita . Casi mil 400 años después, la primera mezquita caraqueña está a punto de ser edificada. Su ubicación, quizás, no obedezca a un método tan aleatorio como el confiado por el gran mequí a su montura y, de hecho, está reglamentada por un comodato suscrito entre el Ejecutivo Nacional y un comité ad hoc que cuenta entre sus más notables miembros con el Gobierno árabe saudí. Pero sus coordenadas definitivas parecieran, de cualquier modo, consumar un designio, si no divino, semítico al menos. El Centro Islámico de Caracas (que, además de la Mezquita con capacidad de 500 personas, comprende también una sala multipropósito, un auditorio y un plantel educativo) mantendrá una poco auspiciosa vecindad con el principal templo judío de Caracas, la Sinagoga de Quebrada Honda. A pocos metros de la Casa de Jehová en este valle del Guaire, sobre un lote que linda sobre la Avenida Libertador, en las adyacencias de la Estación Colegio de Ingenieros, los petrodólares de la dinastía AlSaudn y los churupos, menos cuantiosos pero idénticamente bituminosos (por su origen), de la colonia árabe residenciada en Venezuela permitirán erigir, desde el próximo febrero de 1989, lo que se estima será un lugar de peregrinación para los musulmanes de toda el área del Caribe.

El arquitecto venezolano Oscar Bracho y sus asistentes recibieron el visto bueno del Príncipe Zuhair Fayez, creador del proyecto.

I

nmediatamente al lado se encontrará la

Casa del Artista, tan cara a Amador Bendayán y ya en sus fases finales de construcción. En la misma cuadra, la nueva sede de la Academia de Ciencias y Artes del cine y la TV, con el anexo correspondiente al Museo Audiovisual. Algo más al sur, estará el Museo Capriles con la colección de arte latinoamericano que, entre campaña y campaña, ha logrado reunir el editor. Y como vínculo integrador, corriendó desde la Plaza de la Paz (un híbrido ensamblado en las cercanías de la CTV con símbolos como una Estrella de David y un cedro del Líbano) al oeste, hasta las estribaciones del Paseo Colón, al este, el Boulevard Miranda, una calzada que habrá de convertirse en virtual zona muerta durante las fechas del Yom Kippur y del Ramadán. En principio, se había cedido un lote algo más amplio y regular en su topografía, próximo a la Corte Suprema de Justicia y la Biblioteca Nacional, en el Foro Libertador de la Avenida Panteón. Pero más tarde se optó por la actual ubicación, sopesando la posibilidad de incorporarse al distrito cultural circundante aún en ciernes y, sobre todo, la facilidad de acceso mediante el Metro. Arabia Saudita no sólo participa con dinero en esta empresa litúrgico-urbanística; también aporta el know-how . La oficina arquitectónica Fayez & Associates de Riyad, dirigida por

el Príncipe Zuhair Fayez (en una circunstancia nepóticamente frecuente en Arabia, sobrino del Ministro de Petróleo de ese país) elaboró el proyecto original y ahora, con la mudanza a Quebrada Honda, sigue supervisando a la oficina del arquitecto Oscar Bracho, en Caracas, a la que en definitiva se ha asignado el diseño de la obra. Previsivos por idiosincracia, los patrocinadores han comprado su seguro ante probables boutades tropicales en los bocetos de esta mezquita sudamericana: contrataron la asesoría de una Doctora en Artes Islámicas de la Universidad de El Cairo becada por el Aga Khan. Hasta ahora condenados a improvisar sus rituales coránicos en rincones semiclandestinos de la urbanización El Paraíso, en Caracas, o en Valencia, los árabes locales hallarán por fin sosiego al ver los minaretes de concreto desde el Parque Los Caobos. Mas no faltarán dificultades antes de contemplar la edificación votiva: la Linealdel Metro cruza diagonalmente el terreno de marras. Como solución para salvar tal cortapisa, los diseñadores están trabajando sobre la idea de una plataforma elevada que definiría el salón multipurpose , y encima de la cual se construiría la mezquita. Concluida la obra, las salmodias musulmanas podrán retumbar en la cercana sinagoga como malsonantes signos de perturbación. Pero ¿acaso no son quince los siglos de quisquillosa convivencia? Exces0 Enero 1989 29


EL INMENSO BUSTO DE RUSS MEYER BEN AMI FIHMAN ILUSTRACION GIOVANNA RODRIGUEZ

Hace veintiún años el Rey de los Nudies se convertía en el Emperador del Soft-Core 30 Exces0 Enero 1989

El adulto necesita la pornografía, como los niños los cuentos de hadas. Henri Poincaré, citado por Alain RobbeGrillet, y por Keneth Turan y Stephen F. Zito 1 año de 1968, heroico, dramático y trágico -en la versión oficial de la historia- se estrena en los Estados Unidos, hecho para los aficionados del género sin duda de mayor importancia que la toma del Teatro del Odeón en París durante la Revolución de Mayo, la ofensiva de Tet donde el Viet-cong demostró estar mucho más lejos de la derrota de lo que había dejado suponer el establishement militar norteamericano o la publicación en Buenos Aires de una exótica novela situada en el trópico del desconocido escritor colombiano Gabriel García Márquez, la película de una celebridad de segundo orden, en lo que a jerarquía social se refiere-el director y productor cinematográfico Russ Meyer- : Vixen.


se año que selló definitivamente, y por segunda vez con la rúbrica de una bala mortal, el destino político de la familia Kennedy, cuando Robert es asesinado en un hotel de Los Angeles, ese año -el de la Gran Ofensivaque abolió para siempre el comercio y hasta el pequeño comercio en La Habana y en el resto de Cuba, por voluntad y decisión del Comandante Fidel Castro, consagró el turning point de la carrera, iniciada unos nueve años antes, igual que la Revolución Cubana -gran enemiga de la pornografía- con un modesto film, The Inmoral Mr. Teas, la inédita carrera del Rey de los Nudies, el inimitable cineasta Russ Meyer, con lo que los devotos del soft-core consideraron desde el estreno mismo aquel inolvidable año de 1968, su obra maestra. La posteridad ha probado que aquel público, oscuro y anónimo, que aplaudía y reía en los socavones cinematográficos de la calle 42 de New York, ¿n los ruinosos teatros a la italiana de la fastuosa Era del Jazz, de ofendida mampostería barroca, mientras afuera una lluvia sucia daba a la ciudad un merecido perfil de sumidero, o al otro extremo de los Estados Unidos, en el Broadway topless de San Francisco, que muchos años después se convertiría en la capital gay del planeta, ese público que exultaba y estallaba de regocijo ante las ampulosidades mamarias y violenta voluptuosidad de Vixen, tenía razón. Russ Meyer, y sus películas, han pasado la prueba del tiempo con menos deterioro que una cantidad considerable de obras de arte y figuras consagradas por la crítica de entonces y hoy en el olvido.

y

Russel Albion Meyer, así registrado a la hora de nacer el 21 de marzo de 1922 en San Leandro, suburbio de Oakland, California, hijo de un policía que abandonó el hogar sin dejar rastros en la biografía del futuro cineasta, iba a lograr con Vixen, escrita, fotografiada y producida por él mismo, un hito en la historia moral y económica del cine norteamericano. Un extenso recorrido lo había llevado desde sus inicios en la 166 Signal Company, a cuyo servicio y en tanto cameraman filmaría la entrada de la II División Blindada del General Leclerc en París durante la Segunda Guerra Mundial, hasta la original posición de cineasta independiente de dudosa reputaciótHabía entrado en el cine, por el cual sintiera desde la infancia una definida inclinación -su madre Lucía Luc inda Hank Howe empeñó el anillo de matrimonio para comprarle una cámara a los

catorce años- gracias a los programas de enrolamiento del ejército norteamericano durante la guerra. El sexo, también, había formado parte de su iniciación bélica en Francia, y gracias a las recomendaciones de un famoso novelista, Ernest Hemmingway. Un día, en Rambouillet, cerca de París, el autor de The Sun Also Rises, quien se encontraba allí con las fuerzas de la Resistencia, habiendo entablado conversación con él y otros colegas a la espera del resto de su División, los guió hasta un burdel. Russ Meyer conocería a un mismo tiempo el amor y la guerra. Una fácil explicación para los futuros comentaristas de los films de su época dorada donde la violencia y el erotismo harán una buena pareja. Sería bueno saber, porque Russ Meyer no lo ha contado, si la cortesana de marras -bajo la férula de una matrona digna de Maupassant- estaba dotada de una anatomía y, sobre todo, de un busto de la talla sobrenatural que distinguirá a las futuras protagonistas de sus películas. Técnicamente Russ Meyer, de regreso al país natal y viéndose rechazado por H oll y wood, donde se favorecía a los veteranos sindicalizados, terminaría de formarse realizando cortometrajes industriales y, poco después, fotografías eróticas para Playboy y otras revistas del ramo. Fue en 1959, habiendo adquirido ya las bases de un oficio que domina a la perfección y el entrenamiento con el motivo, el cuerpo de la mujer, que definiría su arte cinematográfico, cuando presionado por Pete de Cenzie, un viejo amigo dueño de un teatro burlesque en Oakland, Russ Meyer se lanza a la filmación de una película que lo convierte en director de éxito: The Inmoral Mr. Teas. La película, inspirada extrañamente por Les Vacanees de Monsieur Hulot del francés Jacques Tati, cuenta la historia de un personaje, Mr. Teas, regordete y condimentado por una barbita canosa, que sometido al asedio de persistentes alucinaciones eróticas, decide, por consejo de una también inquietante siquiatra, tomar unas sedantes vacaciones. La playa, y la perversa mente del voyeur manqué, víctima de su propia exacerbable fantasía, son la perfecta excusa para el desfile de una galería de bien dotadas hembras-Marilyn Westly, Ann Peters, Michele Roberts y Dawn Denelle-, las primeras de toda una serie de opulentas estrellas que poblarán las películas de Russ Meyer de ahí en adelante, para regocijo de un público que lo consagrara líder del género y máximo representante de la bustomanía. El humor paródico,

que se convertirá en farsesco estilo en la década subsiguiente, hace su aparición en el contraste entre las eróticas y elocuentes imágenes en celuloide y los desatinados y pedagógicos comentarios del narrador en off. La pacata sociedad norteamericana se estremece hasta sus cimientos con esas majestuosas tetas que se bambolean ante los atormentados ojos de un perverso Monsieur Hulot. Se han abierto de golpe -como titula en su portada Time a propósito de The Inmoral Mr. Teas- las compuertas de la permissive society. a batalla entre la censura y Mr. Teas, ganada por Russ Meyer, significará para éste, fama, dinero y una larga carrera en puertas, y para la sociedad norteamericana la instalación de una nueva libertad, caldo de cultivo para el ruido y la furia, con la que Russ Meyer no se identifica en absoluto, que estallará en 1968, a lo largo y ancho del país, en el momento en que se estrena Vixen. Vixen, cuyo argumento gira en torno a una mujer de voraz apetito sexual, encarnada en una monumental actriz -Erica Gavin, una verdadera fuerza de la naturaleza- había sido realizada por 61.000 dólares, pero el fulgurante triunfo que le depara el público (no la crítica ni la censura que la atacará con todas sus armas en Contra la censura, el público premió

a Russ Meyer. ....

__.

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Exces0 Enero 1989 31


dot, Tura Santana, Lorna Maitland, June Mack, Francesca "Kitten" Natividad. El mundo parece frotarse los ojos contra el apocalipsis en 1968, cuando aparece a contracorriente y revolucionaria en un sentido muy distinto al de las barricadas y los hippies, de los rockeros y los ecologistas, Vixen, irrumpiendo con una historia donde la libidinosa voracidad femenina adopta las causas de1 adulterio, el lesbianismo y el incesto, frente a las débiles banderas de la política, que dentro del argumento del film no vuela más alto que un abortado secuestro aéreo a Cuba. La ciudad de Chicago, que sería escenario de la más convulsionada Convención Demócrata, tomada por asalto por los yippies de Jerry Rubin y el resto de la América revolucionaria, dio una fenomenal acogida de 52 semanas a Vixen. 1 film, contra todos los obstáculos de la censura, se regará como la pólvora por los Estados Unidos, atrayendo a nada menos que un millón doscientas mil mujeres a los cines donde se proyecta, desde inocuos drive-in hasta los teatros de la cadena Loew's de California. Russ Meyer dejaba de ser el ídolo de la calle 42 en Nueva York y sus equivalentes en las grandes ciudades de Norteamérica, para convertirse en el libertador sexual de la clase media americana. La fornicación abierta y desenfrenada, arbitrio de la mujer, plasmada en la pantalla con un humor narrativo inusual, mediante personajes de fácil identidad, suerte de tira cómica en carne y hueso, abría paso al softcore, haciendo de Russ Meyer un hombre rico y un cineasta de porvenir. Ese porvenir se concretaría en un contrato con Twentieth Century Fox para realizar Beyond The Valley of the Dolls. Ese porvenir se organizaría en otros siete largometrajes hasta llegar al paroxismo de la bustomanía y la parodia, con un erotómano sosías de Adolf Hitler y cantidad de canibalescas amazonas en acción, en Beneath the Valley of the Ultravixens el año de 1979. Ese porvenir lo llevaría hasta el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el British Film Institute y la Cinematheque Francaise. Ese porvenir lo hace merecer, hasta el día de hoy, la curiosa y mimada atención de las más exquisitas publicaciones . La posteridad ha probado que, a fin de cuentas, aquel público de habitués que lo exaltaba y aplaudía en los cenicientos socavones de la calle 42, hez y escoria de la sociedad, tenía razón.

El

varios estados de la Unión), termina recabando al año siguiente 7.500.000 dólares. Quince largometrajes le han servido hasta entonces a Russ Meyer para desarrollar un estilo, una sintaxis, un obsesivo perfil donde la absurda anécdota —a tracción de brutales personajes— pone de relieve las dotes mamarias de una selección de inverosímiles mujeres que promedian 105-60-90. Eve and the Handdyman, Erótica, The Inmoral West, Europe in the Raw, Heavenly Bodies, Lorna, Fanny Hill, Mudhoney, Motor Psycho —falsos documentales,

Si. Cliicks sceirch oi Chick! ...and so liilatiotislN irt

32 Exces0 Enero 1989

cómicos westerns, epopeyas malditas— revelan las turgentes formas, entre ellas las de alguna esposa del director, de una pléyade de hembras que, como lo declara Russ Meyer hasta el día de hoy, son no mujeres sino arquetipos, personajes que están más allá de la mujer: Eve Meyer, Julie Williams, Dawn Danielli, Babette Bar-


- Creyรณ que lo estaban embarcando...

EXCESO

La revista mensual 96 pรกginas de distracciรณn


MILAGROS MALDONADO

ESPLENDORES Y MISERIAS El último amor de Domingo Mariani estalla en una confesión soberbia y desafiante frente a las murmuraciones sobre su relación con el ex-presidente de Cadafe, y haciendo flamear su exquisito cosmopolitismo en medio de los forcejeos testamentarios, utiliza su mejor arma: los secretos que ella conoce de la Venezuela saudita.

EWALD SCHARFENBERG FOTOS VASCO SZINETAR Y JUAN ORCPEZA

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ilagros de las Mercedes es mi nombre —dice la más galleguiana (por reiterados antecedentes) de los venezolanos , rezagada romántica (fin de siécle) o, quizás y por paradoja , precursora de una consistente y desprejuiciada mujer del futuro—. Hace poco me enteré de que la Virgen de las Mercedes es la protectora de los presos y de quienes sufren injusticias. —¿Te incluyes en alguna de esas dos categorías? —Sí. Yo creo que he sufrido grandes injusticias. Siempre reacia a refractar sus nada mediatínticas peripecias en eufemismos y demás orlas del verbo, con la misma tozuda determinación con que en 1561 su antepasado, Don Juan de Maldonado, salvó páramos hasta dar 34 Exces0 Enero 1989

con la templada garganta en la que fundaría la ciudad de San Cristóbal, Milagros de las Mercedes Maldonado Blaubach se ha empeñado, en todos y cada uno de los episodios que relatan sus 44 años de existencia, en asegurarse un nicho permanente en la cotidiana letanía de chismes y rumores que entretienen a cierta high vernácula. La recompensa a su tesón ha sido excesiva. Desde los trasfondos donde gesticulan los personajillos de la murmuración pequeña, Milagros Maldonado se coló por los recovecos del poder para adquirir una jerarquía protagónica en la historia secreta (la importante) de la patria. Su Diario de Apuntes haría de Milagros la Gil Fortoul de, por lo menos, los últimos 15 años venezolanos. —Mi forma de ser es algo espontánea. Y ese algo espontáneo puede repercutir de alguna

manera. Creo que los personajes como yo, un poco polémicos, un poco osados, siempre tienen una cierta repercusión, porque hay una dinámica dentro del personaje mismo. No todo el mundo tiene esa dinámica en su vida. De esa forma, yo puedo convertirme en una referencia para otras personas. Y ser un personaje querido, u odiado. La espontaneidad, sin embargo y aún en el caso de Milagros Maldonado, se atasca en interdictos. La entrevista, su primera exposición tras casi una década de turbulencias, transcurre en el ambiente de provisionalidad de su apartamento en Las Palmas (utensilios a medio embalar, lienzos aún enrollados y un amontonamiento general que delata sus cinco mudanzas en menos de 24 meses) y bajo la intimidación de una advertencia previa: "Ahora estoy en un momento en el que prefiero resaltar


lo bueno y olvidar lo malo". Esa asertividad resulta oportuna: bajo el cobijo institucional de Seguros La Previsora (una empresa familiar) Milagros hipoteca sus energías en la organización, para conmemorar los 75 años de la compañía, de la muestra de tres cuartos de siglo de pintura latinoamericana, que deberá alojar el Museo de Bellas Artes en 1989. Una efemérides, en todo caso, poco propicia para confidencias y rebullicios. A pesar de esa cautela, antípoda de su propia naturaleza, Milagros accedió a ventilar su crónica, ya añeja por la reserva, del borrascoso y trunco rodaje, hace dos años y medio, de una nueva versión cinematográfica de Doña Bárbara: siendo ella la actriz principal, su afán de marquesina cayó acribillado por los disparos que cruzaron el aire en una afiebrada discusión entre el productor del film, Toco Gó-

mez, y el Santos Luzardo de ocasión, Jean Carlo S imancas. e cualquier manera , los items de la tácita agenda paralela que tanto entrevistada como entrevistador evitaban nominalmente, pero a los que aludían con fórmulas más o menos oblicuas, afloraron sin ambajes. Sus aventuras y desventuras con Domingo Mariani, quizás el más ilustre y legendario pillo (o prohombre, según la perspectiva) de la administración socialcristiana de Luis Herrera Campíns; el destino de esa descomunal, y probablemente dolosa fortuna; su participación, basculante entre las coordenadas del señuelo a las del chivo expiatorio, en el caso de la intervención del Banco Nacional de Descuento; su relación con Carlos Andrés Pérez... Pero a Milagros Maldonado, en definitiva,

poco le inquietan esos hitos que tanto la acercan a la condición de patrimonio histórico nacional. Sus intereses rozan cotas más místicas. —Tú sabes que a mí me encanta el arte, la pintura. Algunas veces considero que a mí lo que me ha salvado es la pintura. —Salvado, ¿de qué? —Me ha salvado de la desesperación, de perderme en un territorio sin sublimación, sin ideales. —Entonces, con ese apasionamiento, desmedido quizás, por la pintura, estás sublimando otras cosas. — Podría decirse, sí. Si eso no lo sublimo a través del arte, ¿cómo hago? Así trato la mediocridad humana, la envidia, la rabia. Mucha gente ha sido sumamente agresiva conmigo en cosas difíciles. Y creo que yo podría recordar todos los momentos de mi vida por los cuadros que tengo. Exces0 Enero 1989 35


-¿Rehuyes la frivolidad?

—Sí. No hago tratos con la frivolidad. Soy una persona arriesgada y me interesa ir al fondo de las personas. No me interesan las relaciones superficiales. -Cuentan, sin embargo, que en los años 70 te tomabas las fiestas para ti. Que eras el alma de las fiestas bien. ¿No hay allí una contradicción? —No. Que no me guste la frivolidad no quiere decir que no me gusten las fiestas. Lo que pasa es que si me ponen un tambor, yo bailo tambor; si tocan flamenco, yo bailo flamenco. Creo simplemente que soy una persona alegre, a pesar de que tengo mi cuota de melancolía como todo el mundo. Me cuesta más ponerme triste que ponerme contenta. Claro, por esa misma actitud un poco osada, echadora de vaina, de jaleo, me gusta compartir mi alegría con los demás; eso sé que molesta a cierta gente.

"Soy arriesgada y me interesa ir al fondo de las personas. No me interesan las relaciones superficiales".

- ¿ Resulta riesgoso para tu status social?

— Todo lo que yo he hecho es arriesgado. Me divorcié a los 24 años y me fui a estudiar Bellas Artes a Roma con un hijo de cuatro años y otro de dos años a cuestas; eso fue arriesgado. Y lo de Doña Bárbara, también. Terrateniente por heráldica, Milagros asume con un mohín de travesura la enumeración de las posesiones familiares: —Hemos tenido varios hatos, porque generalmente cada gobierno nos expropia uno, y entonces con la plata de la expropiación volve-

mos a comprar otras tierras... ja, ja, ja... Ahora tenemos alrededor de nueve hatos. No todos son hatos propiamente; algunos son fincas, y otros potreros de engorde. n el fragor de esta candelita con la reforma agraria oficial, una propiedad ha permanecido intacta en el inventario del clan: el Hato El Frío en el Estado Apure. Teatro de la batalla de Las Queseras del Medio, alguna vez fue el trofeo más conspicuo del botín de guerra del General José Antonio Páez. El caudillo llanero, testaferro mediante, traspasó el hato a su amante, Barbarita Nieves. Y de esa manera encendió un carrousel de negociaciones que concluirían este siglo cuando El Frío terminó incorporándose como el emblema-raíz del patrimonio de los Maldonado tachirenses. En julio de 1986, Milagros Maldonadd cedió El Frío para que hiciera las veces de sitio de filmación en todas las escenas de la segun-

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"No sé por qué, pero en este país siempre que hablan de Doña Bárbara terminan llamándome".

Mlla gros sobre las ruedas... de un Cadillac de los 60 36 Exces0 Enero 1989

da versión de Doña Bárbara, de Rómulo Gallegos, algunos lustros después de la cinta original mexicana. De acuerdo a las previsiones de los productores ejecutivos, Sonia Braga sería quien hiciera la posta a María Félix en el rol principal. Pero hubo algún cambio de planes. —Realmente, hice algunas presiones para quedarme con el papel. Hablé con una gente importante que estaba involucrada en la producción, y lo conseguí. --¿ Cómo entraste originalmente en el proyecto? —No sé por qué, pero en este país siempre que hablan de Doña Bárbara, terminan llamándome.Era una idea que venían manejando desde hace unos trece años. El primer proyecto fue con Amable Espina, él era el productor, pero finalmente se cayó. Después vino Toco Gómez con el proyecto. —¿Figurabas también como productora? —No, solamente, como actriz. Pero claro, contribuía con la cesión del Hato El Frío, y su amplia capacidad para hospedar a toda una


trouppe de filmación de setenta personas.

Setenta personas que no supieron convivir... —Es que la gran problemática se plantea por el clima. Y por la indecisión de la gente que tenía la autoridad en sus manos. Nos tardamos mucho tiempo en empezar a filmar, y entonces nos agarró el invierno.Todo el mundo estaba como preso en el hato, sin poder filmar. Y toda esa presión se fue concentrando en cada uno de los protagonistas. Jean Carlo Simancas, que hacía el papel de Santos Luzardo, tenía un mes en El Frío, habíamos filmado poquísimo y Toco, el productor, estaba preocupado porque Jean Carlo tenía un compromiso con una televisora. No quería que se fuera. Se pusieron a pelear. ¿Qué pasó entonces? -Quizás habría sido una pelea normal y corriente. Sin embargo, Jean Carlo siempre andaba armado. No sé...él pensó que allí eso era necesario. Pero era mentira, porque ese es un hato donde no se caza, porque es un santuario de fauna. No se escuchan tiros porque cuidamos de que reine el silencio necesario para preservar la fauna. Y varias veces se le llamó la atención a Jean Carlo porque estaba haciendo tiro al blanco. ¿Simancas le disparó a Toco Gómez? —Cuando tuvieron esa discusión yo no estaba allí, en la casa del hato;estaba en la filmación, en la escena de la quema de la Casa de los Mondragones. Pero mi cuñada sí estaba allí. En el momento en que estaban peleando, que si me voy o no me voy, si me pagas o no me pagas, Jean Carlo sacó la pistola y le pegó varios tiros a Toco; no sé por qué extraño milagro no lo mató, pues tenía la camisa agujereada por tres balas. Ese episodio acabó con la película. A raíz de los tiros, el director y el productor se fueron en avión, y me dejaron a mí con setenta personas sin comida, sin transporte, sin dinero, sin ninguna posibilidad de evacuarlos. —

Afortunadamente, una gente vino en mi auxilio. Se les mandó a hacer unas costillas, un hervido, y así más o menos se resolvió. Pero fue difícil. Algunos costados de la indulgente balacera fueron conocidos a través de la prensa, por una parte, y por la denuncia judicial que hiciera el agraviado y sobreviviente por prodigio, Toco Gómez. Pero Milagros calló. —Me ha tomado mucho tiempo procesar esa experiencia para que se convirtiera en una experiencia positiva. Fíjate que no he querido hablar sobre Doña Bárbara hasta ahora, y eso

LA CASA EN SUS ZAPATOS. Milagros Maldonado nació en el epicentro de la godería criolla, la ciudad de Valencia, Estado Carabobo, en 1944. Unica hembra entre cuatro hermanos, vivía en una inmensa casona, a la vera de la avenida Bolívar, que alguna vez fue propiedad del alemán Frei, el iniciador de esa institución criolla que es el Jabón Las Llaves: "Era una casa maravillosa, muy interesante, con una entrada flanqueada por chaguaramos, y una mezcla de estilo colonial con Art-Deco. La mansión era, sin embargo apenas, una estancia para Milagros y sus hermanos. "lbamos siguiendo los pasos de mi papá, quien se iba, hacía las cuentas en un hato, terminaba, regresábamos a Valencia y entonces volvíamos a otro hato. Las Navidades generalmente las pasábamos en El Frío; era la época más hermosa, la de la salida de aguas, cuando la sabana empieza a drenarse, el monte está verde y el ganado gordo. En total, debo haber pasado casi tres años de mi infancia en los hatos de la familia. Y también

periódicamente veníamos a Caracas a visitar a mi abuela". Pero la estirpe tachirense Maldonado, amén de los latifundios, le legó también cierta vocación aventurera que la propia Milagros detecta en su abuelo. "En verdad, yo nunca lo conocí. Pero mi abuelo ha sido una persona fundamental en mi vida. Fue escritor, médico, Ministro de Cultura e instrucción en la época de Juan Vicente Gómez, fundador del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, y aventurero empedernido. Era un tipo mágico; fue el conquistador del Pico Espejo, y se pasaba de repente metido tres meses en el Amazonas haciendo un invenrio de las matas de balatá, y se aparecía de pronto con tres indios, unas pepitas de oro, unas cuantas plumas y unos colmillos. El dejó una biblioteca sensacional, que se fue quedando, quedando, hasta terminar en el garage de mi casa. Allí la descubrí un día, cuando aprendí a leer. Y para mí fue un descubrimiento".


fue hace casi tres años. Eso para mí, fue realmente doloroso. Fue un fracaso. Pero el fracaso enseña. - ¿Se te quitaron las ganas de hacer cine?

- Sentí que toda esa ilusión y todo ese esfuerzo que yo estaba poniendo no tenía sentido. Vi a un equipo quedarse completamente abandonado por la gente que lo contrató. Sentí como si me hubieran dejado sola, como si toda la responsabilidad me la hubieran echado encima. Y eso me dejó muy mal sabor. De todas maneras, cuando Toco Gómez perdió los derechos de la historia, yo traté de que me los dieran. Pero los ganó Radio Caracas Televisión, que aún los conserva. El otro día me encontré con Marcel Granier y me dijo que Doña Bárbara estaba a la orden, y yo le respondí que esa película era pavona, sobre todo para quien se pusiera a especular. Es una producción sumamente compleja, muy exigente, que necesita de un equipo de gente seria. - Por tu forma de ser, por tu historia, pareciera que hacer Doña Bárbara fuera tu destino.

-Tengo completamente analizado todo el conflicto de Doña Bárbara. Doña Bárbara se convierte en Doña Bárbara por una cuestión de reacción y de búsqueda de un respeto hacia ella. La tragedia de Doña Bárbara comienza con una violación. ¿Qué puede surgir de un ser humano cuyos primeros pasos en la vida son de violencia y estupor? -Entonces, ¿desde qué punto de vista vienes a ser nuestra Doña Bárbara de fines de siglo?

- Yo creo que hay momentos en los que cualquier mujer se siente como Doña Bárbara. -Pero eludes la pregunta.

- Yo me siento como Doña Bárbara a veces. Claro, creo que soy un poco más civilizada. Quién sabe si Doña Bárbara hubiera tenido algún encuentro con algo tan sublime como el arte y la pintura, que nunca lo tuvo, hubiera canalizado toda esa arrechera de otra manera. Pero todo eso se le va concentrando y ella lo cristaliza en el amor a su hija y a un hombre ideal. Y termina haciendo un gesto de amor cediendo sus posesiones a su hija, que es la vida nueva que está surgiendo. - ¿Has sentido que no consigues a ese hombre ideal?

-No creo que yo ande buscando a un hombre que satisfaga todas mis expectativas. No creo que ningún hombre sea merecedor de tan ardua tarea. Puedo vincularme de una manera positiva, creativa, constructiva, con un hombre, pero nunca he pensado que nadie me 38 Exces0 Enero 1989

pueda abrir la puertecita exacta por donde voy a canalizar todas mis ilusiones y mis frustaciones. Cualquier persona que se me pueda acercar es ajena al problema que yo tengo que resolver en mi vida.

"No creo que ande buscando a un hombre que satisfaga todas mis expectativas. Ningún hombre es merecedor

el divorcio y hacerse de la tutoría de sus hijos. Pero encontró una renovada resistencia por parte de su familia. - Mi papá, mi mamá, hasta mi ex marido se habían enamorado de mis hijos. No me los querían devolver. Recuerdo que yo había llegado con una gripe horrenda que llamaban La Espacial, cuando me encontré con eso. Mi papá se sentaba a decirme que "a tu mamá nunca nadie la había señalado , y ahora llaman a las tres de la mañana para decir que su hija es una puta". Total, que al tercer día empeoré.

de tan ardua tarea".

El plató de filmación, sin embargo, no ha sido, como podría sugerir el acto fallido de El Frío,un reducto de frustaciones para Milagros Maldonado. En 1987 actuó como La Malinche, la tránsfuga princesa azteca, en Amerika, Terra Incógnita, de Diego Rísquez. Y algunas lunas antes, de un modo más tangente pero perdurable, un capo de la cinematografía latinoamericana había enderezado el rumbo vital (quizás, para desgracia) de Milagros. 1 encuentro se gesta en 1968, año de la convulsión global. Mientras la Sorbona está sitiada por las barricadas, y en Tlatelolco los soldados hacen fatal diana entre los adolescentes revoltosos, y hasta en Caracas el Poder Joven se promete en ciernes, en la apacible Valencia, Milagros, de 24 años, se ha vuelto loca. O, al menos, eso ha decidido su familia. Despues de soportar cuatro años en un college estadounidense, la original rebeldía de Milagritos no parece extinguirse. Luego, otros cuatro años, pero de matrimonio, y dos de partos, tampoco apaciguan a la muchacha. Finalmente, el más agudo síntoma de insanía: Milagros quiere divorciarse de Ricardo Degwitz, el mejor partido del Estado Carabobo, y hoy próspero empresario. ¿La causal? Simple: quería irse a Roma a estudiar Bellas Artes. -Me enviaron a Roma. Pero al psiquiatra. Un hermano de papá era psiquiatra, y me puso en contacto con una eminencia italiana del psicoanálisis. Me hicieron todos los tests posibles. Incluso, se pensó que podría tener un tumor en el cerebro que suscitaba modificaciones en mi conducta. Y todo porque me quería separar. Descartada la hipótesis de la psicopatía, Milagros regresó a Venezuela para consumar

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Por la manera de fumar y tomar el cigarillo es una mujer de poder.

Me dio una fiebre altísima que me inflamó la membrana del cerebro. Meningitis. Y en aquel delirio, hice que todos me juraran dejarme llevar a mis hijos para vivir conmigo, porque, coño, yo los parí. Y así fue que me pude ir a Roma de nuevo, a estudiar. Pero tuve que llegar a ese punto. La loba romana atragantó a la recién llegada. - Después de haber vivido tal experiencia, yo quedé como quemada afectivamente con respecto a mi país. Entonces me deslatinoa-


mericanicé. Me convertí en una italiana perfecta. Me vestía como una italiana. Hablaba como una romana. Sabía todo lo que pasaba en Roma. En ese entonces, hizo el grado como compañera del dueño de una de las más importantes galerías de la capital italiana, L'Atico, una suerte de templo del, para el momento, flamante arte no objetual: Philip Glass, Trisha Brown, algún flautista hindú o un cantante paquistaní, todos departían en L'Atico con esa tan cordial anfitriona italiana que no era italia-

mos me activó toda una necesidad de vincularme de nuevo con mi país. Por eso es que regreso a Venezuela. - ¿Esa relación con Rocha derivó de lo psicoanalítico a lo afectivo? - Bueno, sí, mi relación con el italiano de L'Atico se rompió, tuve una relación con Glauber... y seguí viviendo. -

¿Fue tu mejor época, la de más brillo?

- Roma fue definitivamente muy importante en mi crecimiento intelectual. Allí fue donde tuve contacto con la filosofía, con los conceptos. Allí fue donde conocí a Gabriel García Márqtliez. Era la época del Tribunal Russell. Recuerdo que él me llamó por teléfono y me preguntó si yo me llamaba Milagros de las Mercedes Maldonado, y yo le respondí sí, ¿cómo te llamas tú? . Y él dijo: "Gabriel García Márquez. Yo te inventé a ti " ¡Imagínate! - ¿Te llamaba para decirte eso? -Es que Glauber le había dicho que yo era la latinoamericana más interesante que vivía en Roma. Me quería citar para una fiesta en casa del director Francesco Rossi. Entonces, claro, me bañé y me vestí y estaba como un clavel en la puerta del edificio de Francesco Rossi a la hora que había propuesto García Márquez. Y cuando subimos al apartamento y entramos, estaban Fellini, Bertolucci, La Cavani, Liliana Wertmüller, Luchino Visconti. - ¿Cuál fue el veredicto de García Márquez?. ¿eras en efecto la latinoamericana más interesante de Roma? - Quizás en ese momento sí lo era. Algunas veces me da tristeza que me haya enamorado tanto de París que ya casi no vuelvo a Roma. Pero es que cuando voy a París no quiero visitar ni las afueras. Quiero que la ciudad me trague.

na, sino suramericana. Pero, sobre todo, allí Milagros conoció a Glauber Rocha, el taumaturgo del cinema novo brasileño. -Empecé una relación con Glauber que fue como una relación psicoanalítica; yo iba todas las tardes, me sentaba a hablar con Glauber y él me analizaba. Me decía que yo tenía que analizarme cronológicamente, que en cada período debía determinar qué exactamente había hecho y qué exactamente quería hacer. Empezamos a hablar de América Latina; él era un apasionado de las cosas de Brasil, su país, y según habla-

T

ras siete años de exilio romano, el reencuentro con el Tercer Mundo puede hacerse rudo. En especial para la desprevenida Milagros , que en Italia había convivido con la esencia de la cultura clásica latina y las insurgentes modalidades contemporáneas, se había codeado con la vanguardia artística continental y hasta había aniquilado algún tigre en desfiles de pasarela para una princesa rusa metida a modista. - Me empecé a desesperar. Pero entonces gracias a un amigo mío, Luis Alberto Pocaterra, que conocía mucho a Jorge Daher, entonces director general del CONAC (Consejo Nacional de la Cultura), pude conectarme con ese núcleo del organismo cultural que se estaba

UN TRIANGULO BENEDISTINTO La discrecionalidad en el ejercicio del poder, aún cuando fuera a control remoto, quizás comprenda la clave de las desventuras de Milagros Maldonado. "Mis contactos con el poder han sido circunstanciales. Es una cosa que ha venido por lo que escojo pero no es lo que escojo. Y por eso siempre estoy en la disyuntiva de si usar o no ese poder". Sus flirtscon el mando incluirían, según las consejas, un vínculo por lo menos ambiguo con Carlos Andrés Pérez durante su primera Presidencia (1974-79). Un nexo que habría precipitado, supuestamente, los acontecimientos que llevaron a la intervención del Banco Nacional de Descuento, blasón financiero de los González Gorrondona. -Siempre dijeron que yo era la amante de Carlos Andrés. Pero la historia no es así. Yo nunca he tenido nada con Carlos Andrés Pérez. Inclusive, hemos peleado en algunas circunstancias. -¿En cúales? -Recuerdo una, en noviembre de 1987, en el restaurante Espadon del Hotel Ritz de París. Esa noche peleó con los Cisneros por Cuba, y después peleó conmigo por una cuestión de una finca que nos expropiaron para hacer la represa de Cachinche, cerca de Valencia. - Se dice que CAP intervino el BND para darle un parao al junior González Gorrondona, que te estaba acosando. -¡Que cosa tan increíble! ¡La gente cree que tengo tanto poder que hasta puedo quebrar un banco! Pero eso no tiene nada de cierto ¡Que manera tan bonita de salirse de un peo tan grande! ¿verdad?. Decir que es por culpa de una mujer. Y con la pinta que tengo, me echan esa vaina encima y todos lo creen. - ¿Por qué esa historia, entonces? -Para que no se divulgue la verdad. Para que no se supiera que a ellos le habían intervenido el banco porque estaban haciendo los negocios que les daba la gana con los fondos del público. Los González Gorrondona son los únicos beneficiarios de ese rumor. Yo no. -¿Pero González Gorrondona estaba tras de tí? -Sí. -¿Y tú no le paraste? -(Largo silencio) Un poquito.

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creando. Pude entrar, y yo fascinada, porque fue como encontrar en Caracas lo que yo había dejado en Roma: de nuevo mis vínculos con el mundo del intelecto, con los artistas. En ocho años, Milagros pergeñó una verdadera maravilla de concertación: sobrevivió a las razzias que cada tanto, y con el relevo partidista en Miraflores, estremecen la administración pública. Su gestión como asistente de Luis García Morales, en el CONAC, y de Gonzalo Castellanos, en el Museo de Bellas Artes, conforma su curriculum como funcionario de carrera. El sino burocrático de Milagros Maldonado se sellaría, sin embargo, en 1980 cuando conoce a un sobresaliente técnico del ala araguata de COPEI, Presidente de Cadafe bajo la administración Herrera Campíns: el ingeniero Domingo Mariani.

"Yo pensaba que mi relación con Domingo era contra viento y marea".

—¿Qué te sedujo de él? —Domingo era un tipo super-simpático. Carismático. No hay mucha gente carismática en este país. Era un tipo divertido; creo que nadie me ha vuelto a contar un chiste mejor que los que él echaba. Era un hombre muy criollo. como muy auténiico, y muy protector. —La corte de Mariani la conformaban poetas y escritores. ¿Ese gusto por el arte los unía a ustedes? —Sí. Domingo creó la Fundación Cadafe para la Difusión de la Cultura. Y allí estaban

todos los escritores. E incluso después, siempre que íbamos a Madrid, nos veíamos con Salvador Garmendia. —¿Pensabas que por fin habías logrado una estabilidad?. —Yo pasé con Domingo el tiempo más largo que en mi vida he pasado con una persona. Creía que mi relación era contra viento y marea. Con Mariani aún en la Presidencia de Cadafe, la pareja confirió visos de formalidad a su vínculo: se mudaron juntos a la Quinta Tico-Tico de Altamira Norte. Al terminar su gestión, se retiraron a París. Entre tanto, los rumores que ya se habían asomado en las postrimerías del gobierno copeyano, se consolidaron al retornar Acción Democrática, con Jaime Lusinchi, al poder: desde su despacho ejecutivo en El Marqués, Mariani habría recabado con maña una fortuna que escalaba hasta los 100 millones de dólares. El Catire, como lo nombraban sus allegados, se asimilaba así al selecto club del escarnio administrativo democristiano, que completaban ante la opinión pública Vinicio Carrera, Rodolfo José Cárdenas, Rosario Serrano y otros exiliados de la cosa pública. —¿No te despertaba sospechas el estilo de vida de Mariani? ¿No era un estilo desproporcionado? — No era desproporcionado. Vivíamos en un apartamento muy bien ubicado, sí, en el mismo edificio del Museo Delacroix. Pero era un apartamento en el que había que subir a pie tres pisos para llegar. Se ve que en la época original cuando fue construido, esa parte del edificio correspondía al servicio. Pero como estaba tan bien situado, toda esa sección se convirtió en apartamentos también. Un apartamento de 140 metros, exquisito, en un edificio del siglo XVII, pero no era lujoso. Cuando la gente nos veía subir los tres pisos, nos pregun-

taban cómo era que no estabámos viviendo en Versalles, en un apartamento más caro. Pero tenía un encanto particular: sólo había que asomarse por la ventana para verlos jardines de Delacroix y la cúpula de la Iglesia de SaintGermain-des-Prés. — ¿Qué venezolanos los iban a visitar? —Marcial Pérez Chiriboga, Egas Fuentes... —Se dice que Fuentes se habría quedado con una porción de los dineros de Mariani. —Egas Fuentes se quedó con un poco de cosas. Cuando Domingo murió, Egas me dijo que Domingo había dejado 800 mil dólares en una cuenta suiza. Pero yo nunca vi esos reales. No sé qué se hicieron. Mariani tenía fama de espléndido, generoso. —Hay un cuento delicioso de él: cuando era chiquito, en Cumaná, mandó a cerrar una bodega y compartió todos los caramelos con sus amigos. La verdad, así debió ser Domingo cuando niño. —Años después mandó a cerrar el exclusivo restaurante La Tour D' Argent, en París. — Eso nunca fue verdad. Creo que siempre estaba rodeado de fiestas, de champaña, y que cualquier episodio pudo, desencadenar ese rumor. —¿No te inquietaban las imputaciones que se le hacían? —Me preocupaban muchísimo. Por eso creo que yo traté de canalizar esa situación hacia un proyecto, la creación de un Centro Cultural Latinoamericano en un espacio de dos pisos en el 59 de la Rue de Seine. Incluía una especie de bar-restaurante que se llamaría Vereda Tropical, salas de exhibición, una sala de video y una librería. Pasamos cuatro años adelantando el proyecto. Pero no se dio. Creando ese Centro yo sentía un poco justificada la situación de Domingo, porque en tal caso todo ese patrimonio iba a regresar a una fundación cultural. Además, ¡tú sabes cómo es cuando uno se enamora! Yo había tomado mi decisión y estaba dispuesta a echar pa' lante con mi hombre, saliera sapo o saliera rana. —¿Nunca intentó justificarse ante ti? ¿Decirte: 'Milagros, yo no robé esa plata"? —Nunca tocábamos ese tema escabroso. Y al mismo tiempo yo sentía que no podía dejarlo en medio de semejante peo. "¿Qué? ¿Estoy contigo cuando estás de pinga y ahora que estás jodido yo también te voy a dar la espalda?". No. Ese no es mi estilo. Yo me sentía comprometida. Comprometida hasta cierto punto. Porque había una parte de su karma que era su karma, —


La conservacionista no era mi karma, ¿entiendes? Yo tengo afecto hacia el personaje pero yo no comparto karma con él porque yo tengo el mío. Y de esa manera me sentía en el momento en que estaba con él y salían todas esas críticas y esas imputaciones. Eso era responsabilidad de él, no mía. Pero quiero conservar un buen recuerdo de él, y por ese respeto hasta ahora yo no he tomado una actitud más agresiva. ¿En qué sentido? —En exponer una serie de situaciones de las cuales estoy al tanto. -Muchos dan por cierta la versión de que Maria-

"Nunca hablábamos del origen de su fortuna. Y al mismo tiempo, yo sentía que no podía abandonar al Catire en medio de ese peo".

ni no murió, sino que cambió de rostro en una operación en las Baleares.

—Yo creo que la gente, desgraciadamente, siempre tiende a creer más en el cuento que en la realidad. Una alternativa fantasiosa, como esa versión, es como más escandilante, más llamativa, que la realidad misma. —¿Estabas con él cuando murió? —Sí. Eso fue en una clínica, mejor dicho, en un spa al sur de España. Murió de infarto. Aunque, en realidad, yo nunca lo vi muerto. El se murió en un momento en que yo salí. En quince minutos. Yo no lo quise ver muerto. Pero mi hijo sí lo vio. Y en eso tengo confianza total y absoluta en mi hijo. Exces0 Enero 1989 41


CHAMPAÑAZO Dice Milagros Maldonado: "El cuento que más recuerdo con la vi de Domingo Mariani fue una noche París. Hablamos Ido a una gran fles ofrecida por el Barón von Thyssen, después varios hicimos un grupo y n fuimos al Regine's. Estando allí, de pente veo algo asi como una guerrill no sé, una mujer tan extraña que se lanza encima...Era la ex-mujer de Domi go. Vino y agarró una botella de cha paña que había sobre la mesa y me echó encima. La vació sobre mi vesti de Ungaro que yo cargaba puesto, vestido espectacular de diva, y ¡bueno!, lo tuve que tomar como algo de bue suerte porque me hablan bañado c champaña".

-¿Mariani sufría de alguna enfermedad? - El estaba siempre enfermo. Tenía una cuestión genética extraña. Su padre murió en unas circunstancias más o menos parecidas, y él sabía que se iba a morir de un momento a otro. Lo que pasaba es que yo no me quería dar cuenta. -Tras la muerte de Mariani, su viuda te habría botado del apartamento en París . - No. Mi único encuentro con esa señora fue en otras circunstancias , aún en vida de Domingo. Pero a mí sí me botaron de todas las casas, hasta que por fin me acogió este apartamentico. -¿Cómo te pudieron sacar? - En realidad, no me botaron. Simplemente no me dejaron entrar. Al menos, aquí en Caracas. Y en París no me hicieron lo mismo porque Tiki Atencio, la Fontanals de Cisneros y otra amiga milanesa, en lo que se murió Domingo, me mandaron un jet a buscarme en Málaga, y fueron a recibirme a Le Bourget con dos Mercedes Benz. En uno me metí yo con Diego y Tiki, y en el otro se metieron mis dos hijos. Cuando llegamos a la casa, estaba la hija de Domingo, con Calula Neri, un camión de mudanzas y un cerrajero. Y con cinco matones 42 Exces0 Enero 1989

"Mariani murió en quince minutos, de un infarto. En realidad, yo nunca lo vi muerto".

corsos. ¿Qué había pasado? Que la hija de Domingo se presentó al apartamento con el título de propiedad, que estaba mitad a su nombre y mitad a nombre de Domingo. Pero cuando llega, se encuentra con un guardia que una amiga me había hecho el favor de poner en la puerta, que no la deja entrar. Y si el cerrajero intentaba algo, el guardia llamaba inmediatamente a la policía por walkie-talkie. Entonces ellos, viendo que no podían hacer nada, bajaron y fue cuando nos encontramos. Gracias a eso es que yo tengo casi todos los papeles de Domingo.Yo no sé cómo no me tienen más miedo. Pero algo vamos a hacer pronto con eso. -Parece que el albacea de Mariani era su sobrino, ¿no?

-No. Su hija. El sobrino era el testaferro. Tiene todo a nombre de él. Incluso las casas de Altamira. Entonces, cuando tengo el peo en París, me vengo para Caracas, y la Cisneros me manda a buscar al aeropuerto con un tipo de la DISIP y un Mercedes. Pero cuando trato de entrar a mi casa, no me dejan. Busco juez, y gracias a un interdicto de amparo logro entrar y me devuelven la posesión de la casa. Pero ya me habían robado todo: mis cuadros, mi ropa, habían reventado la caja fuerte. - ¿Mariani no dejó nada escrito? - Sí, él dejó un testamento, pero ellos lo desaparecieron. Un testamento donde me dejaba plata a mí, a su chofer de toda la vida, a su secretaria de toda la vida. Todo el mundo sabía que existía ese testamento. -¿A cuánto montaba su fortuna?. Se habla de 100 millones de dólares. - No tanto. Pero sí es una cantidad consistente. - Pero debe haber una cifra establecida. Un avalúo. -(Pausa). Yo creo que él dejó 20 millones de dólares.


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POR CAMÁNDULA FOTOS ALFONSO DURIER

El más talentoso, divertido y enamorado .,

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de los hijos de Tolú padece el tormento desde hace 26 años y hasta su dramático delirio es inocente.

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lnorte de Colombia, en Tolú, pueblo costeño con olor a pescado y ritmo de vallenato, donde las olas del Mar Caribe anegaron la playa, en plena calle principal a orillas del Golfo de Morrosquillo hay un rancho de caña brava, techo de paja y suelo de tierra pisada. A simple vista parece un rancho como cualquier otro. Sin embargo, adentro, Antonio Altamira Sotomayor cumplió en 1988, 26 años pegado a un cepo purgando un pecado de amor. Confundido, indefenso, manso, doblegado a su destino, canoso descolorido, maloliente y sin asomo de odio ni rencor, si alguna vez fue cuerdo, andariego, cantante, poeta enamorado y compositor, hace un año todavía conservaba destellos del brillo de otros tiempos. Con voz cascada y lenta, sobrevivía sumergido en un mágico monólogo inconexo y conmovedor, entre números, cifras, cancioneros, demandas, calles del amor, sueños de matrimonio y "el paso de las irresistibles horas". Veintiséis años atrás, al terminar quinto de bachillerato era el mejor peluquero del pueblo. Joven, alegre, ocurrente, divertido, hablaba inglés, componía y tocaba guitarra, pero al enamorarse de la mujer ajena y no poder verla, perdió el sosiego, la calma, el sentido. Sin más ni más, permanecía horas enteras mar adentro y no salía si no iban en un bote a sacarlo. Hablaba solo, decía disparates, lloraba, cantaba a gritos en la playa hasta el amanecer, se iba a pie hasta Sincelejo, se emborrachaba. Entonces, su padre, "para protegerlo", le encargó un cepo al carpintero Carrillo y no volvió a soltarlo. Al morir el viejo, siguió prisionero del clan familiar, en poder de sus hermanos: Conce, Alipio o "Caregallo", Andrés, Aura María, Bolivia, Concha y Armida. Según algunos paisanos, el aberrante sacrificio impuesto a Antonio es fruto de la envidia, celos de su vida, por haber sido el único talentoso de los hijos de Concepción y Georgina. Lo cierto es que si la muerte aún no lo ha liberado, Antonio pasará el cuarto de siglo masajeándose las piernas secas, frotando con sus pálidas manos de uñas rapaces el cepo de madera lisa, brillante y manida, que él llama

Los recuerdos de Tolú están pegados también al cepo de leyendas fantásticas

"la máquina". Haciendo sus necesidades en el

suelo. "Disloquiando" con mirada ausente, enterrado en esa cueva oscura, desnuda y pestilente, con la única ventana sellada, a pocos pasos del mar. Debe tener 46 años, o 48, no se sabe a ciencia cierta porque su acta de nacimiento se 46 Exces0 Enero 1989

En la comarca de García Márquez queda todavía mucho Macondo por contar

la comió la polilla. Antonio, Toño , puede contar su vida. Habla con una voz languideciente; es locuaz y sus ojos asumen, en lo que parece un diálogo líneal, monocorde, destellos de lucidez. Apenas sonríe y en esos momentos las palabras agonizan pero es entonces cuando el cuento se transforma en pura ficción, hasta que el interlocutor mira el cepo, ese horror primitivo, la impudicia miserable del rancho y simplemente, vuelve a la realidad. "Hoy sólo me visitó el descanso", dice Antonio. Podía haber dicho "la soledad". Y era lo mismo: el visitante de siempre. Pero ese sustantivo resultaba todavía mucho más dramático, porque está postrado y la condena al descanso es implacable. El tiempo del prisionero, curiosamente, se


basa en un sólo número que podría resumir toda la magia del siete de los órficos. Es el 12. "Recuerdo los 12 números de la música, los 12 del trabajo, las 12 canciones del cancionero para salir a cobrar la plata. Ya están contando los días", balbucea Antonio. Pero no es el mero delirio porque hay una lógica extraña subyacente en el relato. Así ante la pregunta sobre quién lo puso en el cepo, responde : "¿En la máquina? Un hermano mío, por un sueldo de treinta pesos. El día número 11 me pusieron, del año mil novecientos número cinco.". La persona que más lo quiso, dice, fue María Augusta González. "Ella tuvo la atención de asistirme los 11 días en el tiempo del trabajo: bañarme, cambiarme los uniformes, pagarme". En la cronología de Antonio, el día 12 coincide de algún modo con la actividad alegre, el trabajo, la música y las canciones. Y hay más en la versión aritmética de Tofo. Cuando lo pusieron en el cepo, la mamá le dijo que "tenía 5 lágrimas para llorarme . Se le salieron las 5 lágrimas y con eso me pagó". Si el mundo puede ser una historia narrada por un idiota, como imaginaba S hakespeare, la de los padecimientos de Antonio no tiene nada

de sound and fury Asoma siempre algo de resignación en el personaje, hasta cuando dice, sencillamente, que su padre trabajaba "en la encarcelación del hijo". Eso sí, todos coinciden en que Concepción, el padre, encargó el cepo a un carpintero del pueblo y decidió el cautiverio, pero el consejo lo dio el médico Manuel del Cristo González, ya muerto. "Cuando Toño se desmentizó, mandó a enceparlo para que se cure", dijo Andrés, un tosco pescador, hermano de Antonio. Los motivos de la locura se pierden en la bruma de Tolú, quizá. "El estaba enamorado de una niña de Sincelejo y de otra de Coraza'. Cuando perdió el sentido se iba a pie porque venían en un carro a matarlo. Después que lo traen aquí, se tiraba al mar y tenía uno que echar un bote para ir a sacarlo", cuenta Andrés. La versión de Manuel de la Rosa, quien fue su mejor amigo, supone que el pecado de Antonio "era una mujer casada, de lo mejor del pueblo". El hombre dice que la historia se llegó a conocer y a ella "la sacaron de aquí y haciéndole falta la visita de ella de ahí le provino el desvarío de los sentidos; creo se ocuparon de algún malestar o maleficio y re.

sultó fue disloquiando; quería proceder y hacer cosas indebidas". De la Rosa describe al cautivo cuando tenía unos 20 años: "su música era todo su encanto y la peluquería, porque era el mejor peluquero". Extrañamente Antonio vestía sólo de blanco. "Los domingos -describe el viejo amigo- daba gusto verlo; se ponía su corbata, llevaba su guitarra y a gozar con él. Todos cuatros amigos lo seguíamos y pasábamos una vida linda. ¡De ahí provino el celo y el abismo en que lo tienen!". Las leyendas del enamorado, cantor y poeta, deben tentar todavía a las mujeres. No hace mucho, cuenta su hermano Andrés, lo visitó una prima que se sentó junto a él, en el cepo. La prima le dijo: "Tofo, ¿por qué no me tientas, por qué no me abrazas y me besas?". Alguien como Antonio, pegado al cepo, no Puede recobrar el sentido, pero quizá los cuerdos de Tolú, enredados en cautiverio de historias y leyendas en las que ellos han participado, también deliren. Las fronteras son apenas visibles, pero así es Tolú, un pueblo cercano a Aracata, donde nació Gabriel García Márquez. Otro Macondo, pero se le escapó al autor de Cien años de soledad.

Club Privado "La nueva forma de vivir la noche"

Solicitudes de Admisión, CCCT, Nivel C-1, entrada este, telfs.: 92.39.60 - 91.78.71 - 92.79.91 Exces0 Enero 1989 47


REMEDIOS DEI) RECHA El líder del NO!? admira a Hitler Mussolini y Le Pen. Sueña con una redada en los restaurantes de Las Mercedes y con echar a millones de colombianos.

In

tirante las últimas elecciones al Parla-

mento, en Francia, surgió' como un hechizo la incómoda pero radiante figura de Jean Marie Le Pen. La tarde estival de aquel domingo de mayo fue gloriosa para los acorralados hombres de la derecha. Tras conocerse los resultados (un inesperado 15 por ciento de los votos), invadieron los bares y todo el crujiente champagne no fue suficiente para celebrar la victoria. En Marsella, bastión del racismo galo, un alcalde comunista reconocía la derrota con la solemnidad humillante de los que se saben perdidos. Aquí en Caracas, hubo júbilo en un apartamento de Chacao. Su dueño, Felix Díaz Ortega, 51 años, "el señor de la derecha", una identificación que él mismo se acuñó y como le gusta que lo llamen cariñosamente sus amigos, corrió a las oficinas de correos que dan sobre la avenida Miranda y envió con urgencia este telegrama: "sugerimos apoyo a Mitterrand en segunda vuelta (punto). Disminuirá su causa (coma) pero Francia lo ganará todo." Una solitaria voz al aliento desde Venezuela, a Le 48 Exces0 Enero 1989

Pen. Con la ñapa de un consejo estratégico. Semejante acto de desprendimiento supera las agrias contradicciones de la política. No se trataba de una novatada y menos aún de una reprochable ingenuidad. Sencillamente, era otro tributo al oropel de la derecha. "Por sobre todo, la patria", apunta con la reverencia del caso y desde la cúpula partidaria de NOR (Nuevo Orden), el líder Díaz Ortega. Sus palabras no seducen a los feligreses que rinden pleitesía a símbolos que ondean al viento bajo emblemas de estricto cuño militar, como la cruz gamada de Hitler. Aunque su libro (Mi Lucha), lo ha leído unas 50 veces, en diferentes idiomas. Los atribulados discursos de Le Pen insuflaron los ánimos de los resentidos obreros en paro y de los pequeños empresarios, desplazados por la competencia de sus pares europeos, mejor preparados y más eficientes. "Francia primero", era poco menos la consigna de esta arenga cuyas primeras voces se escuchaban como inquietos aullidos sobre las casuchas de inmigrantes árabes y africanos. Le Pen, a la cabeza de los chauvinistas, proponiendo una

jauría para echarlos fuera. Tanta perorata terminó por aburrir a su mujer que lo abandonó para posar desnuda en la revista Play -boy . "Lo admiro por su enajenación patriótica, esa es la pura verdad", admite Díaz Ortega. Y si bien su cónyuge permanece fiel, a su lado, no le inquieta la eventualidad de confrontar el escándalo. "Yo no haría nada. Quizás me divorciaría y reclamaría ante los tribunales el 50 por ciento de aquellos ingresos habidos en el matrimonio. La ley me ampara", confesó "Que se cumpla la ley", agregó. Pero será bajo los emblemas del tridente, utilizados por NOR en una versión estilizada de la svástica, que se agrupen las tropas que le devuelvan a la República las fronteras de 1811. Los linderos de una cartografía colonial, desdibujados, imprecisos en el continuado despojo. Si los aledaños territorios se siembran de cenizas, no será una afrenta, una acción irreparable. "Es simple", dice Díaz Ortega, "vamos por lo nuestro". Sin ánimo revanchista, porque este episodio abre otro capítulo en las relaciones de vecindad que siguen a su récipe: "Venezuela está invadida


por tres millones de marginales que en términos biológicos envilecen a la población. Han recrudecido la sífilis y el paludismo. En salud pública hemos retrocedido 15 años. Todo eso hay que extirpado". Es la voz del médico, especialista en geriatría. Surge la paradoja, porque el líder de derecha acepta que sin la fuerza laboral que aportan los indocumentados (un eufemismo: colombianos), se paralizaría el aparato productivo. No hay brazos para recoger las cosechas y sectores estratégicos de la manufactura y los servicios podrían colapsar. "Me duele y sufro cuando veo al venezolano convertido en un parásito, en un reposero, por culpa de los mediocres que nos han gobernado. ¡ Ya basta!", exclama y su grito parece un juramento. Mussolini, el Duce, Díaz Ortega le reserva un trato más respetuoso: Don Benito (le coloca un pausado Don cada vez que lo menciona). "Fue él y no Garibaldi el artífice del Estado italiano", advierte. Pero su gobierno estuvo lleno de luz y sombras: "Yo jamás confinaría en una isla a los homosexuales, como hizo Don Benito; por no mencionar a Hitler que cometió el error de eliminarlos. Que trabajen junto a las mujeres. Ese es su lugar". En esta revisión de la historia también se salvan las prostitutas. "Control sanitario, ¿qué puedo decir? Hasta las mejores casas tienen un albañal". Lo que hace falta es un suplemento de ética al régimen. Igualdad de oportunidades para que surja lo más granado del talento criollo. En fin, el gobierno de la auténtica aristocracia, el de los más capaces y preparados. "De una buena vez se tiene que operar la selección natural", reclama Díaz Ortega. Una fervorosa adhesión al darwinismo, riesgosa en el caso de un geriatra. La tarea impostergable es borrar del mapa a los enemigos que medran en las propias barbas del Estado, a los políticos "puntofijistas" (las líneas directivas de Acción Democrática, Copei y de Unión Republicana Democrática). La orden pareciera, "a ellos con mastines".

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ntre ritos, la derecha avanza hacia la reconstrucción del IV Reich en Venezuela. Sin desmerecer las orlas del pasado, conmemora aquella noche en que se apagaron sus llamas, cuando un infarto sorprendió al general Jesús María Castro León en su solitaria celda del

cuartel San Carlos. Desapareció el líder, pero la solemnidad de su entierro reunió a los más nostálgicos seguidores, entre quienes estaba Mario Matute Bravo, director de Ceremonial y Acervo Histórico en los climáticos años de la era perezjimenista.El prestigio del general brillaba como las primeras luces del alba sobre los ventanales de la Escuela de Cadetes del Fuerte Tiuna. Pero los estandartes del movimiento fueron quebrados por Rómulo Betancourt, sin que Díaz Ortega, uno de sus más fervientes seguidores, los izara para avivar la causa. Resurgían los demonios, aunque la danza de sus pasos nunca inquietó el embelesado sueño de los venezolanos. Sumergidos como estaban tras la embriagadora gesta libertaria del 23 de Enero, no podían escuchar el canto de un puñado de inmigrantes, apostados en las tascas y zapaterías de Chacao o de La Candelaria. Cara al Sol, a todo grito, como recordando el putsch de Munich. "Como Hitler, lo hicimos. Jamás he sentido el más mínimo arrepentimiento", aseveró Díaz Ortega. Como otros políticos, también recorrió el vía crucis de la cárcel y del destierro. En fin, meros gajes

~a.

del oficio. Ahora que absorbió el castigo, asegura que un pasado entre rejas no convierte a nadie en mártir. A otros con ese cuento. unque sus seguidores no visten camisas negras, sueñan con presenciar la organización y los actos de una expedición punitiva. A la memoria llegan las columnas de Mussolini, preparadas a partir de lo que hoy se recuerda como la Marcha a Roma o la sangrienta purga que los leales a Hitler emprendieron aquella noche de los cuchillos largos.

.11.

"El día en que la gente de los cerros baje a La Lagunita y apalee a un concejal corrupto, no me voy a oponer. Eso sería un grandioso acto de soberanía y participación popular; un derecho que consagra la ley", enfatiza el líder de NOR, en una calenturienta versión tropical de la matanza nazi. Quizá como sucede en la plazoleta de los barrios, a la hora del crepúsculo de cualquier domingo de Resurrección, cuando el Judas en llamas atrapa la inocente mirada de los curiosos.

Díaz Ortega con su esposa Zaida Salazar y sus

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A ese bautismo seguiría la solución de derecha, el reino de la autoridad. Lo primero consiste, curiosamente, en emprender el retorno a los clásicos helénicos. Platón, un magnifico idealista, tiene que estar en el pedestal, para erradicar de una buena vez la peligrosa disfunción del Estado. Sin duda, saldrá el sol una mañana apacible; entonces sonarán las trompetas imperiales, haciendo honor a la verdad universal. "Existe la cabeza y existen los pies", alerta Díaz Ortega, "las extremidades obedecen y punto". Ras con ras, gobernantes y gobernados; siempre ha sido así. No hay espacio para eludir el reto. Por eso el apego a la voluntad rigurosa, ala inquebrantable disciplina. Ya habrá tiempo para restituir el orden y erradicar el cáncer de los corporativismos aberrantes y de las alianzas contra natura: "Así llegó Alemania a la República de Weimar, un invento de Rosa Luxemburgo". De algún modo, las minorías y los débiles de carácter se asocian para aceptar lo inaceptable. En su momento, esto fue el Tratado de Versalles y las costosísimas reparaciones de guerra, que abonarían el armamentismo alemán, pronto a la venganza. Más tarde vino la conjura. "Si se quiere comprensible", ataja el líder. Por eso, profilaxia y de raíz. "Yo no voy a organizar redadas en los barrios, sino en los restaurantes de Las Mercedes", pontifica Díaz Ortega. "El que no pueda demostrar de dónde saca el dinero para comer como un rey todos los días, ala cárcel. Seguro, es un reposero ladrón". Pocos los reconocen a una milla de distancia, pero Díaz Ortega se CEE> ufana de ser uno de esos pocos.

VOCES DEL CORO El espejismo más sórdido del realismo mágico (marco universal de las fantasías latinoamericanas), es esa tierra de nadie, eselunto negro de las eternas contradicciones. Aquel desfase entre las realidades étnicas y sociales, por una parte, y las instituciones republicanas que se han querido imponer a través de la historia. Hay que llevar luz y soberanía: derecha. Desde la misma hora del descubrimiento se anidaron en estas costas los mediocres, los vagos y rufianes que prosperan en los desequilibrios, en el trágico cisma del continente. "Bolívar fué un hombre de derecha", afirma sin asomo de dudas Aníbal Romero, geopolítico y escritor. El equilibrio y la ponderación de su conducta reflejan el brillo de una naturaleza conversadora. Siempre apegado al realismo, "todavía eso molesta, pero a las repúblicas aéreas que soñaban Germán Róelo y Francisco Antonio Zas, opuso la única opción viable del momento: centralismo". Más tarde, sus sueños de grandeza confunden, agreden, fuera del entorno de los intereses nacionales. "Es más,Bolívar defendió a la iglesia y a

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los obispos y las rancias instituciones", certificó Pedro José Lara Peña, uitranacionalista. Los jefes de la Republica se asimilan a las clases pudientes. Y las armas que una vez liberaron, defendieron toda clase de prerrogativas y privilegios. Achicharraba el sol en los llanos de Barinas, hasta que el pueblo escuchó la diana del pulpero Ezequiel Zamora. Sus tropas completaron el infortunio que sufrió la oligarquía en las guerras de independencia. Y con cada avance, vertieron la pestilencia del mestizaje en la sangre azul de los rubios blancos. En la cama y a la fuerza se resolvió el conflicto racial. Como lo dijo en una fiesta José Giacopini Zárraga: "desde entonces, nadie osa llamarse de derecha o conservador en el territorio patrio". Pero la retirada de la derecha a sus cuarteles de invierno sobrevino con la llegada de Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez. El último caudillo al servicio de la oligarquía central y de los capitales extranjeros, Manuel Antonio Matos, fue barrido por la alianza andina que no tenía por condimento ideológico otra cosa que la boca de un Mauser. Las clases producto-

ras se dedicaron a los negocios, a agrandar sus fortunas y desde entonces se impuso aquella expresión entre la gente respetable:"Mire joven, a mí no me hable de política, que yo soy un hombre de trabajo". Esos años decretaron una especie de moratoria política. La derecha hibernó en las confiterías de Caracas, comentando entre bizcochos y café negro las dcurrencias de Gil Fortoul, Urdaneta Amaya, ValieniIla Lanz y otros intelectuales apegados al régimen. Fue un largo marasmo que impidió la renovación de la élite, aún después de las aperturas sincronizadas de Eleazar López Contreras. En las arenas estériles de la política se sigue reflejando el cruel espejismo de los desequilibrios históricos. Brotes de derecha han germinado en los intersticios que quedan del catolicismo dogmático que profesan, desde tiempo inmemorial, reducidos sectores inspirados en las homilías de Rodrigo de Bastidas, obispo de Coro en el siglo XVII. Germán Borregales fue el último que subió al púlpito y se apartó de Cope' porque supuso que Rafael Caldera era comunista.


La cita de Juan Pujol García con su última muerte fue, exactamente, el 10 de octubre pasado. Una muerte rotunda, sin ningún timo de por medio salvo, quizás, algún mensaje codificado en tinta invisible que esta vez el "espía del siglo", por una cruel ironía, no pudo descifrar. Solía decir que a sus años (76), un hombre se esmera por reacomodar las piezas sueltas del pasado, mientras el futuro importa poco o nada. Juan Pujo!, en el Café G Fotos de Choroní, de

de La Castellana, en Madrid, 1984.

JUAN OROPEZA , restantes, de la Sucesión Pujol. Derechos adquiridos.

Muchas piezas sueltas quedaron en poder de los servicios británicos de inteli-

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gencia durante la segu documentos incin Abwehr, cuartel bajo el comando del legenda Canaris. Pero también, en el co tenso misterio que supo cultivar P mientras vivió en Venezuela, desde 19 fin de la contienda. Este catalán alegre, calvo, e no de 1.60 de estatura, asumió la nacio dad venezolana (pasaporte mime 948.162, el más legítimo e inocente de tantos que pasaron por sus manos) y casó con Carmen Cilia Alvarez a quien conoció cuando tenía 16 años y anclaba en Caracas, desde Choroní. Comenzaba el trayecto de una nueva vida (tres hijos y otros tantos nietos) mientras el pasado omnipresente rodeaba al viejo espía con una alambrada de recuerdos y pesadillas. Fue Garbo para los ingleses y Arabel para los alemanes; o "el heroe del día D", como lo descubrió The Mail on Sunday ;o "el hombre que salvó a Europa del nazismo", como lo definió en 1984 la prensa mundial. Garbo, con su fábula de espías imaginarios, engañó a los alemanes qute desguarnecieron las play de Normandía e hicieron posible, así, invasión de los aliados. Luego, desvió las , teriblsomaV-1y2cnlsifor

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mes falsos de Arabel para salvara Londres de una devastación W párable. En fin, Pujol era un venezolano que pasó a la historia sin que aquí doblaran las campanas del periodismo, de la televisión o de algún acto oficial. Su réquiem fue un inmerecido y ominoso silencio.

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Garbo había comprado hace tiempo 12 parcelas en el camposanto, después de comprometer a la familia para que su tumba estuviera junto a la de su hija María Elena, fallecida en 1975, a los 22 años. Ella se había casado hacía cinco meses y murió en la mesa de operaciones, de parto prematuro, en una clínica de Maracaibo, la noche del 31 de diciembre. na lápida recuerda a la muchacha en la parte más cuidada, donde asoman sepulturas de 1915, de víctimas de la gripe española y hasta algunos apellidos franceses: Chesneau o Mu reau. El camino de menos de un kilómetro hasta el cementerio parece el del Tabaco, de Erskine Caldwell: surcado de grietas y pozos, pobre. Como el hoyo en que fue depositado el muerto, con un par de coronas sobre la tierra recién removida. "Iba con frecuencia a Choroní y se quedaba dos o tres semanas solo, en la casa que tenemos. Leía libros de guerra y escribía", dice la viuda, Carmen Cilia Alvarez. No tan solo, en verdad, porque tenía amigos en el pueblo, que con escasos 1.500 habitantes y casas coloniales parece haberse dete: nido en el siglo XVII, cuando las naos se amarraban en la costa de mar abierto para comerciar con café y cacao. Sus vecinos y contertulios eran Julio César Rojas, un anciano que fue tipógrafo de Ultimas Noticias; el canario Adriano Afonso Pérez, dueño de la principal bodega, a quien llaman España, y

¡Pobre Juan!. La última muerte en el hoyo del cementerio

Dámaso Rodríguez, un jorobado casi enano que vende helados de cola, conos de papelón y guarapo templón. "Si se despierta y ve dónde está enterrado, sale corriendo", dice España. Y cuenta que hubo que abrir el ataúd para comprobar si lo iban a colocar "derecho" (la cabeza orientada en la misma dirección que la de los otros muertos) y para ponerle una cachucha, como la que siempre usaba. Triste condecoración para el espía que recibió la Orden del Imperio Británico, un galardón sólo reservado a los súbditos de la Corona (se la entregaron en Londres, en noviembre de

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Baja el telón, en Choroní,sobre el último acto del fabulador de Normandía. DRES Y i-LERMANOS'

El cortejo fúnebre atravesó la bruma espesa del parque Henry Pittier para inhumar los restos de Juan Pujol en el cementerio de Choroní. 52 Exces0 Enero 1989

"La muerte de nuestra hila lo trastornó", dice la viuda. Los restos descansan en Choronf. jimmial

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horoní,

1944, en un agasajo ofrecido por sus camaradas del servicio secreto). O lo más curioso: la Cruz de Hierro de Hitler, exclusiva para miembros de las fuerzas armadas alemanas, aunque quedaría bajo custodia de los ingleses. Es que no hay noticias en la historia de los agentes dobles de condecoración simultánea por los bandos en pugna. Siempre los traicio nados se las arreglan para eliminar al espía. Afonso Pérez dice que últimamente Pujol "estaba harto de Choroní". Llegaba al pueblo en uno de los famélicos autobuses que salen desde Maracay y se encontraba con cortes de luz y sin agua. Una vez el vendedor de helados vio que cargaba dos tobos desde la casa de un vecino y oyó sus quejas. "¡Pobre Juan, quien lo vieran canturreaba, resignado. remenda sorpresa se hubiera llevado el duque de Edimburgo, que lo recibió en el Palacio de Buckingham en audiencia privada de una hora, días antes de la ceremonia de los 40 años del D-Day , cuando fuerzas combinadas de británicos, norteamericanos y canadienses desembarcaron en Normandía para avanzar hasta la caída de Berlín. Ese memorable 6 de junio de 1984 congregó en la evocación a las reinas Isabel de Inglaterra y Beatriz de Holanda; a los reyes Balduino de Bélgica y Olaf de Noruega; al gran duque Jean, de Luxemburgo; al entonces premier de Canadá, Pierre Truddeau; a Franlois Mitterrand y Ronald Reagan. También a Garbo, a quien se creía muerto en Angola, en 1959, derrumbado por la malaria.

El recibimiento en Londres fue apoteósico. Pujol no era, en realidad, "el espía que viene de la muerte", como titulaba The Mail, parafraseando a John Le Carré, sino desde Caracas, después de casi 40 años en Venezuela, de obstinado silencio. "Nunca se lo dijo a nadie y cuando una vez me preguntó qué pensaría yo si me enteraba que había sido un espía famoso, no le creí y me eché a reir", confesó la viuda. Ella misma se acostumbró a la fragmentación que impuso Pujol y a su soliloquio con el pasado. Inclusive hubo una primera esposa, Araceli, de la cual se separó en 1949. Vivieron en Cascais, Portugal, y tuvieron un hijo, Juan. Los británicos, seguramente para evitar infidencias, trasladaron a la familia a Londres. Es otra pieza suelta: un segundo hijo de Pujol y Araceli nació en Londres (Jorge) y una niña, María Eugenia, en Caracas. Tras el divorcio, Araceli se instaló en Madrid donde se casó con Eduardo Kreisler, dueño de una galería de arte. "Nos casamos en 1950 y prefiero no hablar de eso; no, no tuvo tantos hijos, uno sólo era de él y a ella no la quería la familia. Y no sé más nada. El borró también ese pasado", dijo Carmen.

'La casa de los Pujol en Choroní. Allí el ex-espía se ;encerraba a leer. J

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!vecino de Pujol, ex tipógrafo de Ultimas Noticias, Julio César Rojas y Adriano Afonso Pérez, dueño de la bodega principal de Choroní. Exces0 Enero 1989 53


Tras 40 años en Venezuela resucita el hombre que salvó a Europa del nazismo. En mayo de 1984, en medio de los preparativos para la conmemoración del D-Day, el escritor e historiador militar británico Nigel West (Sir Rupert W. Simon, miembro de los Comunes), descubrió al verdadero Garbo después de una búsqueda de 12 años. La consecuencia fue el libro revelador Garbo, el espía del siglo, que editó en 1985, en Londres, Weindelfeld & Nicolson, y en 1986, Planeta, de España. Varios capítulos fueron escritos por Pujol, a modo de memorias, pero en ellas omite cualquier referencia a Araceli, a los hijos de su primer matrimonio y a la vida en común en Londres. West, a través de The Mail hizo un adelanto de su descubrimiento y el gobierno británico se convirtió en anfitrión de Pujol y de su esposa Carmen. Ambos recorrerían España y asombrarían a los familiares de Barcelona con la exhumación de la historia del espía famoso; hasta entonces, para ellos, Pujol vivía en Venezuela y nada que les fuera desconocido pasaba por su existencia. Interviú y un canal catalán adquirieron los derechos de difusión con mil y una entrevistas, y las agencias de noticias celebraron el retorno del espía. Pero a lo sumo era el español que residía en un país sudamericano; nunca un venezolano apostado en la encrucijada de la fama. Tampoco en Caracas la prensa y la televisión hicieron sonar sus trompetas. El Universal , más explícito, le dedicó dos columnas adicionadas con la versión de Julio Navarro, director de Gaceta Económica , que reivindicaba haber descubierto a Pujol, en 1971. Una fantasía, por cierto, aunque la crónica daba algunos tumbos cercanos a la verdad: había un espía español llamado Cato, que supo introducirse en el ejército alemán. El trabajo de West, en cambio, fue arduo y sistemático. Había otros que mencionaban las hazañas de Garbo, pero no identificaban a Pujol: The Counterfeit Spy (1973), del periodista Sefton Delmer o The Double Cross System in the War of 1939-1945, de Sir John 54 Exces0 Enero 1989

Masterman, uno de los jefes del MI5 (servicio secreto británico al que perteneció Garbo). El mismo West, en una obra anterior (MI5), supuso que Garbo había muerto en Angola, en 1959, derrumbado por la malaria, versión que daba Delmer. Eso era lo que el servicio de inteligencia británico quiso que se creyera para preservar a Pujol de cualquier venganza después de la guerra. El fin de Garbo fue acordado por Pujol y su gran amigo el espíapintor, Thomas Harris, que era también su jefe inmediato en el MI5. West, tal como él mismo relata, indagó hasta saber que el espía era catalán y se llamaba Juan Pujol García. No dice quiénes eran los contactos de que se valió para localizarlo. Fueron dos: primero, un catalán busca-personas, José Escoriza (recorrió a todos los Pujol de la guía de teléfonos de Barcelona hasta encontrar a un sobrino); segundo, César Díaz, de Radio Caracas Televisión. Díaz descubrió al hijo mayor del espía, Carlos, un ingeniero hoy de 35 años y a partir de allí West y su presa se encontraron en Nueva Orleans, donde acordaron la rentrée de Pujol en el mundo de los vivos y escribir el libro juntos. El libro Garbo...11ega a Caracas en 1986 y pronto se coloca en cuarto lugar entre los más vendidos, después de Los Conjurados, de Jorge Luis Borges;La novela de Perón de Tomás Eloy Martínez y El amor en los tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez. Pero aún así fue necesario que la editorial Planeta lanzara una campaña de promoción y convenciese a los canales para que Pujol apareciera por televisión. Y se sucedieron entrevistas de Eva Gutiérrez, Miguel Schapira, Nelson Bocaranda y Gilberto Correa. l fin de los lamparazos Garbo regresaba a Choroní para hundirse en sus lecturas, en las visitas matutinas a la tumba de su hija, en las caminatas hasta la playa (su short floreado, las medias oscuras y los zapatos, además de la cachucha, lo hacían inconfundible) y en las bromas de sus amigos y vecinos. "Algo importante hizo durante la guerra", filosofa el tipógrafo Rojas. En el pueblo decían que si había estado en dos bandos no era de fiar como amigo. Garbo reía con ganas, aunque una vez confesó que tenía miedo de venganzas. En su última visita a Barcelona sintió pánico al leer en los periódicos que grupos de jóvenes neo-nazis estaban en plena actividad.

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Magnífico timador de una historia que se escribió con tinta invisible.

En el fondo, quizá, el espía de dos bandos fue bromista, un alegre imaginero incapaz de medir los riesgos, un simpático busca vidas, un formidable ingenuo. Así pasó este muchacho de familia adinerada ("en la casa un mucamo servía la comida en vajilla de plata y sus padres vivían en una residencia lujosa en Barcelona", dice Carmen, mientras recorre viejas fotos) por la guerra civil española sin un rasguño. Se enroló en las brigadas republicanas y luego se pasó al bando franquista. Eso sí, los cuentos de Pujol son los del Lazarillo. Para cruzar las líneas de fuego aprovechó las griterías de republicanos y nacionales que se provocaban de una trinchera a la otra, algo que sucedía todas las noches. "Eh, rojos ¿hasta cuándo van a comer lentejas?", gritaban los franquistas a los republicanos casi muertos de hambre. De la otra línea se oía una retahíla de insultos, pero en medio de la vocinglería Pujol aprovechaba para desertar. 1 fin de la guerra, con un millón de muertos, no había disparado un solo tiro.Transitaba por oficinas —comenzó como telegrafista sin saber nada del código Morse— y al final llegó a capitán. Una muchacha del Socorro Blanco lo protegía y una gitana lo pondría al frente de su hotel, el Majestic, tras el triunfo del franquismo. Entre esas y otras andanzas —como la de convertirse en cicerone de unas marquesas españolas para ayudarlas a cruzar la frontera y comprar whisky en Portugal, cuando comenzaba la segunda guerra— se le ocurrió a Pujol que podía ser un buen espía. En septiembre de 1939 los hitleristas habían aplastado la resistencia polaca y Gran Bretaña entraba en la guerra. Madrid y Lisboa, capitales de países neutrales, eran el paraiso de los espías (la Abwehr tenía 400 agentes y los británicos, que montaban sus engranajes secretos bajo las sombrillas de las embajadas, un centenar). Pero los británicos de la embajada en Madrid trataron muy mala Pujo4cuando llegó con su oferta. "Un imbécil de esos que nunca

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faltan lo rechazó", dijo años después a Cambio 16 Sir Ewen Montagu, jefe del servicio secreto naval durante la guerra. El imbécil no era otro que el legendario Sir Samuel Hoare. Despechado, el hombre consiguió que en la embajada alemana lo tuvieran en cuenta. Le pusieron un partenaire, Federico, con quien se reunía a diario en cafés de Madrid. "Nunca tomé tantos cafés en mi vida", dice Pujol en el libro Garbo...Con todo, no había nada concreto hasta que se radicó en Portugal e hizo creer a los nazis que tenía visado para viajar a Londres (llegó a falsificar papeles), lo cual hizo que Federico le entregara 3.000 dólares, un frasco de tinta invisible para los mensajes,

56 Exces0 Enero 1989 En Cambrldge, junto a una V • 1 de museo

códigos secretos, y lo bautizara con el nombre en clave de Arabel. Y es entonces cuando Pujol se consagra como un timador espléndido. Escondido en Cascaes compra una guía turística Baedeker, un horario de trenes y un gran mapa del Reino Unido: inventa un primer cómplice (piloto de KLM que trae sus mensajes a Lisboa y los deposita en la caja de seguridad de un banco, a la cual tiene acceso, con el duplicado de la llave, un secuaz de Federico ), y por lo menos 10 agentes más. Entre ellos, extrañamenteBe,nedict y Moonbeam , supuestos estudiantes venezolanos. Mientras en ese tinglado de la fantasía Pujol movía tropas como un general loco, ya jubilado, los servicios secretos británicos, que decodificaban los mensajes alemanes, se alar-


maron porque tenían en la propia casa al espía Arabel. Y lo buscaban desesperadamente, aunque Pujol había golpeado a las puertas de la embajada en Lisboa para conseguir un segundo rechazo. Tenía miedo: ¿hasta cuándo iba a poder sostener el cuento? En ese cándido i y venir del espía bisoño se produjo un contacto con un oficial de inteligencia de la embajada de Estados Unidos en Lisboa.Pujol se confesó y el espía norteamericano se puso al habla con sus pares de Gran Bretaña. Conclusión: lo trasladaron a Londres, le enseñaron a hablar inglés y como lo creyeron un excelente actor, lo bautizaron Garbo. El gran mérito de Pujol fue haber arribado al cuartel del espionaje británico con un aparato armado de agentes imaginarios en los que confiaban los nazis. Era una época en que los ingleses estaban experimentando con espías dobles. Y se le siguió la corriente a la Abwehr intoxicándola con mensajes ad usum delphini que tenían algo de verosímiles. Hubo dos cartas de triunfo históricas: los nazis creyeron que la invasión aliada se iba a producir por el paso de Calais y no por Normandía (nunca culparon a Arabel; más bien supusieron que la morosidad de las transmisiones les había jugado una mala pasada). Segundo: Garbo dio pistas falsas que desviaron las terribles bombas V-1 y V-2 de objetivos vulnerables.

Al fin de la guerra Pujol y su familia europea llegaron a La Guaira (al espía le aterrorizaban los aviones). Garbo trae 15.000 libras en el bolsillo, recompensa de los británicos, quienes, sin embargo, no le concedieron la jubilación por ser extranjero. "Decidió quedarse aquí porque era un país democrático bajo el gobierno de Medina Angarita (Isaías) y porque le dieron pasaporte, la nacionalidad venezolana y licencia para manejar en cuestión de unos días", cuenta su hijo Carlos. Algo más: quiso sobornar a un empleado para que le extendieran la licencia cuánto antes y el hombre se ofendió. Pujol se terminó de convencer.

Con todo, lo más raro, como quien vuelve al lugar del crimen, Garbo-Arabel se hizo una escapada a España y logró ubicar a Federico (Gustav Knittel), escondido en las montañas, convertido en un animal acorralado, pero el agente lo abrazó y le entregó unos cuantos miles de pesetas como ayuda. Lo que no cuenta Garbo es que quizá quiso reclutara exespías alemanes como agentes de Estados Unidos para infiltrarse en la Alemania comunista (antes había tenido reuniones en Washington con los entonces jefes del FBI y de la CIA, Edgar Hoover y Allen Dulles).

Durante la guerra civil

Thomas Harris y su esposa Matilde

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Enero 1989 57


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¿Garbo-Arabel? Lo abrumaban los espectros del pasado.

El día de la muerte de Pujol su hijo Carlos llamó a la embajada de Gran Bretaña en Caracas para que dieran la infausta noticia al Foreign Office. Pero atendió el teléfono un empleado que se olvidó de pasar el informe. Los diarios locales mandaron los despachos de prensa de las agencias internacionales a los rincones de "breves", pese a que en los encabezados se mencionaba que "el espía del siglo", había vivido más de 40 anos en Venezuela.

De espía a tendero en Maracaibo, hacia 1950

Pero al apartado de correos de Pujol —una precaución que siempre mantuvo— llegaron decenas de cartas desde el exterior. Su camarada del MI5, Thomas Wetters, se condolía: "His narre and great work is pan of our history and I will neverforget Juan Pujol García (Garbo)". Y otras tantas, también de lectores de historias de espionaje que admiraban a Garbo. Carlos recibía una invitación para presentarse en la televisión española para hablar de su padre, en un programa sobre 40 espías de la península que estuvieron involucrados en los bandos de la Segunda Guerra Mundial. Irá al aire en el mes proximo.

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Con Carmen Cilla, su esposa

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Pujol y el beisbolista Carrasquel en Maracaibo

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a viuda recuerda que para los negocios Pujol "era malo y medio". Cuando llegó a Venezuela tenía 500.000 bolívares de aquella época, un dineral. Importaba libros con dos amigos españoles y uno de ellos lo estafó. Después adquirió por 100.000 bolívares unas tierras en Valencia para siembra, y tuvo que venderlas al año por 25.000. En Puerto Colombia, cercano a Choroní, tuvo la opción de compra de un hotel y un cine; al hotel (Marisel) le invirtió una fortuna en mejoras y después el dueño no quiso venderlo. "Dejó pasar oportunidades como la de comprar terrenos a real el metro en Chacaíto, donde está Beco", se lamenta Carmen. 0100—


Durante cerca de 30 años el matrimonio vivó en Maracaibo, Lagunillas y en el campamanto de la Shell en Bachaquero. Pujol enseñaba español y francés a los ingleses y norteamericanos que trabajaban en las compañías petroleras. Nadie se enteró nunca de la historia de Garbo, por lo menos hasta 1984. Yen Choroní no pasaba de ser una anécdota comprendida a medias por los vecinos, que se fastidiaban porque no podían encasillarlo en un partido político. La familia dice que Pujol tuvo admiración por Rafael Caldera y punto. La gente de Choroní lo suponía simpatizante de Carlos Andrés Pérez, porque una vez Rojas comenzó a elogiar a El Tigre y Pujol le hizo un castizo corte de manga. Conservaba dos miedos: a bañarse en el río ("puede empujarme la corriente y golpearme la cabeza", decía, pensando quizá que era un hombre con cuatro by pass) y a morir en un atentado. Pero llevaba sus temores al extremo: el día que una niñita de Choroní creyó ver un fantasma deambulando entre las casas coloniales, el pueblo se conmocionó. Pero Pujol armó rápidamente su maleta y partió. Nunca más volvió a Choroní, salvo en el último viaje, muerto. cuE>

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Los fantasmas

Cuando Pujol hurgaba en su pasado se le ponían los pelos de punta. Prefería callar ante familia, la de España (Mercedes García, su dre, que lo visitó cuando vivía en Maracaibo; us hermanas Buenaventura y Elena) y la de Venezuela. Había acuñado una frase: "La única manera de contemplar mi pasado con serenidad es pensar que soy como una letra de cambio a 45 años vista". "Tenía miedo de un atentado o de que alguno de nosotros fuésemos víctimas", dice Carmen Cilia Alvarez, su viuda. Pujol se tomó tiempo para que los viejos nazis que podían conocer su historia estuvieran muertos. "Eso le preocupaba mucho, tanto que al dueño del Hotel Alemania, de Choroní, nunca lo quiso conocer", ríe Carmen. Sin embargo, esa vida con el secreto a cuestas durante unos 40 años no debió ser fácil. Como profesor de inglés y francés en los tiempos de la Shell tenía tratos con muchos extranjeros. La familia se ayudaba con un negocio en el Zulia: La Casa de los Regalos y una librería, con venta de libros y periódicos de Europa y Estados Unidos. Era obvio que Pujol seguía la pista de los espías que salían a la superficie. Por

ejemplo, todo el escándalo de los 60, cuando fue descubierta en Londres la red de Cambrldge que trabajaba para los soviéticos, debió conmoverlo. Kim Philby, en 1963, fugado a la Unión Soviética, era distinguido con la Orden Bandera Roja. Philby había sido corresponsal del Times de Londres en Madrid, durante la guerra española, y hasta condecorado por Franco, pero Pujol lo frecuentó en el servicio secreto británico. La traición de Anthony Blunt, asesor artístico de la reina Isabel 11, otro de los viejos camaradas, comprometido con Philby, le habrá resultado inaudita, sin duda. Pero más dolorosa, todavía, era la sospecha de que su íntimo, Thomas Harris (murió en Palma de Mallorca en 1964, en un extraño accidente automovilístico), fue el enlace de la gente de Cambridge con Moscú. El espía pintor, hijo de un anticuario y de una española, era el mayor experto en Goya conocido alguna vez. "No, por Dios, yo no creo que Tommy estuviera en algo así", le dijo mucho después Pujol a su esposa. "Conocía Venezuela como la palma de la mano; le gustaba manejar y viajábamos a todas partes", cuenta Carmen. También, quizá, era una manera de evadirse del pasado.

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DEL DERRAPE BATISTIANO AL CABARET DEL PUDOR

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Los exhuberantes 50 la convirtieron

ENVIADOS HUGO PRIETO - VASCO SZINETAR

en la capital de la decadencia. Tres décadas después la Revolución le ha impuesto

una virginidad postiza. orno una vieja puta, La Habana espera sobre el malecón el guiño de Fidel. Altiva y coqueta soporta el desprecio, pero el brillo de sus ojos da cuenta de un encuentro inevitable. La letanía de su música se pierde en una confusa oscuridad, del mismo modo en que desaparece la señal de una emisora de radio. Lo cierto es que lo más sonoro de la noche cubana impregna el salitre que carcome sus edificios. Todo el sur, núcleo de los míseros prostíbulos de otros años, se apaga en cenizas. Algo muy distinto sucede con el promontorio donde prosperó la más rutilante industria del divertimiento. Su seducción atrajo a los desaforados caballeros de los míticos años 50. 60 Exces0 Enero 1989

Ahora, Fidel los quiere de regreso, pero La Habana, su novia, ha perdido más de un encan-

to con la revolución. La noche en Cuba muere a las 2:30 a.m. y está congelada en el tiempo. Eso para los cabarets de los grandes hoteles, porque en los domicilios de la gente y en algunos bares de capa caída y cuestionados locales de tercera, el rumbo de la madrugada tiene otro destino. Por las calles se respira cierto aire de revancha, el rock y la música de Peter Tosh bajan de las ventanas con tanta fuerza que sugiere el recinto alterno donde se desflora a una mujer y en el que finalmente muere gran parte del puritanismo revolucionario. En rigor se trata de una movida zanahoria en la que sobra el ron y a veces se consigue un cachito de marihuana.

Son de los chamos: Las Vegas


Aquí hay un dicho: "las mujeres tienen fuego en la cintura y más abajo queman". Todas o casi todas quieren probar el mantecado, aunque el precio sea el altar del Palacio de los Matrimonios, donde se finiquitan enlaces tan compulsivos, como precipitados, de 17 y hasta de 15 años. El resultado es una elevadísima tasa de divorcios, récord en América Latina. Numerosas brigadas juveniles se agolpan en los locales donde se les permite entrar por la elevada suma de 10 pesos. Aún así, Las Vegas y el clausurado Johnny se abarrotan hasta el último resquicio. Hay venta clandestina de licor para menores de edad y la yerba circula por canales muy cerrados, totalmente imperceptibles. La noche, invariablemente, culmina en trifulcas, pero antes los chicos bailan a un ritmo de vértigo ejecutado por orquestas de primerísimo nivel. Y si la juventud explota de alegría en dos locales, se debe a que Fidel prefiere alargar la jornada de trabajo con un complemento de estudio. En La Habana proliferan las exposiciones artísticas de todo tipo. La plástica tiene un aluvión de seguidores, ávidos de leer las claves por donde se mueve un cuestionamiento vigoroso. Para alojar a tanta gente, muchos locales de la noche sufren la metamorfosis que los adapta a otros usos. De cualquier manera, la juventud cubana se avejenta muy rápido en sus gustos, en el ocio, en sus vestimentas (forzosamente malas). A los 24 se opta por un cabaret

como el Salón Rojo o El Parisien (Hotel Nacional) y si hay suerte, por un restaurante de entrada restringida. Sobre estos cálculos, no hay mucha variedad. Lo que se está viviendo en Cuba es un verdadero cisma gerieracional. Los chicos de la revolución, deslustrados del puritanismo de los primeros añoS, de la macro utopía inalcanzable del Che Guevara, rechazan los penosos

sacrificios a los que rutinariamente se les invita. En una átmosfera silenciosa de rebeldía, exigen una gran explosión del consumo, que dudosamente el Estado puede satisfacer. Los que fracasan en los canales regulares de la movilidad social ( los estudios y el deporte) se refugian ert las esquinas más céntricas para ocupar las plazas de un mercado negro temerario. Exces0 Enero 1989 61


La compra-venta de divisas se ha convertido en un negocio muy lucrativo que abre las puertas de las tiendas Intur, donde se venden los productos de importación, a los que el cubano normal no tiene acceso. La oferta no se reduce únicamente a moneda nacional; abarca tabacos de calidad y chicas. Es poca cosa, pero esta floreciente industria es manejada por talentosos comerciantes que siempre encuentran el momento para regatear con entusiasmo. Te ven en la calle y sueltan: "¿Ah, Venezuela? ¿Quieres chicas?... Oyeme, vas a tener problemas en el hotel". La revolución ha sofisticado al delincuente de tal forma, que deja ver la chica y comprobar que su dinero es bueno. Después de una represión inútil, en la que

no se eximían las sutilezas, Fidel ha terminado por tolerar la homosexualidad y en cierta medida la prostitución. "Eso es universal", dicen en los bares, como para poner los pies sobre la tierra. Y la verdad es que la mujer cubana sigue tan insinuante, tan cálidamente deseosa, que al paso por los boulevares de La Habana, guiñan el ojo y se mueven como pez en el arte del firteo. La tasa por una noche en buena compañía•es de 25 dólares, con el incentivo de que el hotel, un cuartucho, se paga en pesos. Desde el púlpito de la moralina, las ya no, tan jóvenes que se criaron en la escuela dibujando la figura de Fidel, el Che y Camilo, se agarran la cabeza, se lamentan, poco les falta para autoflagelarse; cuando aceptan que la

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Templos de la cocina nocturna

Slopy Joe' s : enclavado entre los hoteles Inglaterra y Plaza , fue el núcleo de reunión de los miles de turistas norteamericanos que huían de la mordaza y los frenos de la negra era macarthista. Allí se comía el mejor sandwich cubano. Toda esa zona perdió interés, aunque el Inglaterra será restaurado por una compañía turística española.

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El Floridita : la cuna del daiquirí. Exigió reparaciones de altura, luego de las profundas grietas que recorrían su techo peligrosamente. Su valor histórico lo mantendrá en pie.

Angel Fernández, cantinero de El Gato Tuerto , tiene entre manos las llaves del local; sin saber cuándo ocupará de nuevo su sitio detrás de la caja registradora, tras año y medio haciendo de sereno.


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Cuando Miami era un pueblo miserable, Cubana de Aviación hacía vuelos expresos a Tropicana , a eso de las 10 de la noche. En la cabina de la aeronave dos figuras del cuerpo de baile brindaban el abreboca del mejor cabaret del mundo. Eran 90 millas de rumba. Vedettes como Leonela González y Maricusa Cabrera son hoy verdaderos mitos. Tesoros bajo el agua. Figuras como Rita Montaner y Bola de Nieve han resultado insustituibles sobre la pista de Tropicana. Al celebrarse este mes su 50 aniversario, sigue siendo el mejgr cabaret, pero de Cuba. Sus 75 integrantes están hundidos en el anonimato socialista. Con sus 300 piezas de vestuarios se han presentado en España y Estados Unidos.

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venta de las carnes ya no se hace por hambre, como forma de escapar a la miseria, sino como alternativa para llegar a las tiendas Intur. Un espejo para verse más bonitas, mejor arregladas. Hace poco el gobierno cubano inauguró la Casa de Hernán Cortés un reducto fiscal para canjear oro y valores por bienes de consumo y todo tipo de electrodomésticos. A las arcas llegan las menguadas riquezas particulares y los que se oponen al saqueo oficial alegan que en el trueque muchos están desdibujando su pasado, desperdiciando herencias. Los chicos ven a sus abuelos como Chaplin miraba a su compañero de infortunio en La Quimera del Oro ("¿te convertirás en una suculenta pierna de pollo?"). Piensan que con las alhajas que atesoran los viejos pueden costear el festín de una última cena. Lo único que buscan, a como dé lugar, es lucir ropa de marca y zapatos de exclusiva. Buenas pintas para ir al Salón Rojo (Hotel Capri), la sala más espaciosa donde se baila hasta bien entrada la noche. De alguna forma se reconocen en mayor sintonía con la apreciación que tienen de las cosas. En fin, para algo debe servir la educación.

Todas y cada una de las bailarinas que se convierten en solistas han pasado irremediablemente ante la mirada escrutadora y decisoria de Rafael Hernández, quien preside el Tribunal Supremo de Evaluación. Poco entusiasmo o un desagrado bastan para que una chica pierda el puesto. En Cuba las bailarinas eclipsan a los 30. Como Osm el Souza, Hernández las elige agraciadas, imponentes y talentosas. Un sinfín de escuelas de arte y la Academia Superior de Danza, le sirven de cantera. Su revista (1223, nombre de una famosa esquina en la Habana) a la que también rinde tributo Irakere, con una canción incluida en los 30 núrrieres del espectáculo, cae en un imperdonable romanticismo adicionado por Silvio Rodríguez y Pablo Milanés. Hernández se ha entregado al cabaret ; a los 17 fue bailarín del Tropicana. Ahora dirige El Parisien (Hotel Nacional). Sus 40 bailarines y las 6 parejas principales ensayan un promedio de 6 horas diarias, cada vez que renuevan el repertorio.

La efervescencia revolucionaria de los años 60 tuvo su clímax en el 68, a propósito de un desastroso y muy publicitado experimento que mereció el nombre de la ofensiva. Otra vuelta de tuerca para desmantelar los últimos reductos de la actividad privada. Desde entonces, no hay en La Habana un lugar donde se pueda comer bien. Toda la gastronomía de Cuba se diluyó en manos de administradores incapaces de dar el salto adelante en materia culinaria. Sus pares cantineros tuvieron mejor suerte. Lo cierto es que no hay un solo restaurante que sirva spaguettis largos; mucho menos los hay especializados. Quien desprecie La Bodeguita, La Cecilia o Marina Hemingway es candidato a toda suerte de percances estomacales. O bien, es hombre estreñido. Lugares tan freCuentados como El Gato Dierto, duermen hoy el sueño de los justos. Sustraída la araña de bronce que alumbraba la escalera, lo mismo que sus equipos de refrigeración; y desmantelada la cocina, aparece como un lugar en restauración en los manuales de turismo. ¿Cuál será la calle Arbat de La Habana? ¿O es en los baños públicos donde la gente discute la Perestroika? El testimonio del graffiti, cruelmente desconchado, ahoga los aires de renovación CM>

Entre San Juan y Nueva York, una escala técnica en La Habana. José Ramírez, integrante de la orquesta de Eddie Palmieri, el que lleva el sombrero panamá, vino a escuchar los últimos ritmos de la salsa. "En Cuba hay una gran renovación experimental", dijo en una breve pausa que le permitió la orquesta. Exces0 Enero 1989


EL TAMANO DEL MIEDO Durante ocho años (1954-62) Show fue la revista de espectácidos más importante y codiciada del Caribe. Sus páginas eran más que un aperitivo en la cabina de los aviones. La Habana paradisíaca en 90 páginas. Carlos Palma fue su precursor y único periodista. Antes de ocupar su puesto, el novio de la ciudad fue electo tres veces senador. Abogado litigante, criminalista eximio, defendió siempre a las mujeres. Nunca le dijo no a una causa noble. Su archivo, una auténtica pieza de museo, contiene las mil y una fotos de la palpitante noche cubana. Desde las páginas de Show , Palma decidió inexorablemente la suerte de las bailarinas en la jerarquía de los cabarets . Su credo: "Las drogas y el alcohol matan la virilidad del hombre". Su programa en Unión Radio, Audiencia Popular resultó el trampolín de Celia Cruz. "Por esos años, los negros no gustaban", pero esa inagotable voz deslumbró a los mantuanos de La Habana en el cabaret de Miguel Muró (el Sans Souci ). Antes del destierro, Celia cobró en 1962 diez mil dólares por una presentación de dos semanas en Caracas. Con una portada en papel cromo y hojas satinadas, Show deslumbró al mundo editorial. Tiraba 90.000 ejemplares y colocaba 10.000 en Venezuela. Aeropostal y Malta Caracas anunciaron en sus páginas (100 dólares por aviso). Arquímedes Rivero, Gilda Magdalena y Roberto Hernández fueron sus corresponsales aquí. Palma vive sus 85 años en La Habana, encerrado en su apartamento, revoloteando sobre sus fotos, recordando el brillo de su juventud. El destino le fue fiel en su sempiterna soltería. Sus tres matrimonios naufragaron. Hace poco supo de Merci Hernández, una de sus ex, residenciada en Caracas. "Un hombre sin dinero es como un arco sin flecha", se lamenta. "No hablen de mí, ni me mencionen, porque si esto no gusta me quitan el archivo, me retiran la pensión y eso sería como la muerte, porque en Cuba a un mendigo no le dan monedas" cm>

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LA BODEGUITA

BURLESQUE EN QUIEBRA Esto es lo que queda del antiguo Teatro Shangai (Zanja, muy cerca de la estación principal de policía). En pie quedaron los extramuros de un burdel de mala muerte, donde alquilaban las habitaciones a ratos por 25 centavos. En una de ellas vive Fernando y su familia. Como en Seúl, no hay ranchos en La Habana, pero la marginalidad se esconde entre frisos y corredores. Las tablas y las butacas del Shangai fueron arrancadas de cuajo por la revolución. Siempre se le consideró un maldito prostíbulo, pero los que fueron allí, entre otros Nicolás Guillén, se marcharon con la impresión de que en escena sólo había un sainete vernáculo, subido de tono, a ratos vulgar. Mucho antes, el Shangai fue la sede de la Opera China, tantas veces de visita en La Habana. Muy distinto era el set de Blackaman. También Hércules, un fornido mulato poseedor de un miembro kilométrico, en una especie de anticipo de La Bella y La Bestia (muy de moda en el puerto alemán de Hamburgo), fornicaba una y otra vez con una débil muchacha entregada al suplicio. Su espectáculo gustaba mucho entre los turistas norteamericanos que asistían acompañados de sus pequeños hijos. Por eso se le conoció también con un apelativo adicional: El Pedagogo. cm®

La Cabaña domina el puerto de La Habana. Su vista es imponente desde el malecón. Allí el Che Guevara pasó por las armas a los últimos reductos que defendían a Batista. La lengua del mar que recorren los buques soviéticos y de Europa del Este besa finalmente los muelles, donde antes la vida comenzaba a las 12 de la noche. La abstinencia de los viajes y el crudo calor de agosto se alojaban en las edificaciones vecinas. "En las piernas de unas putas del carajo", desliza César Novoa, cantinero de la Bodegulta del Medio. El piloto, uno de los personajes de la noche cubana, tenía por misión llevar al cliente hasta el lugar donde ocurría el desahogo, bien podría ser un picadero de lesbianas o de gays. Sin ser chulo vivía de una comisión que dejaban caer en sus bolsillos las madamas del prostíbulo: un peso de cuatro, en los lugares de lujo. De

allí a los muelles, una y otra vez en los carros del piloto, entre viajes de marihuana y cocaína. "Al bar que yo atendía en esos años llegaban muchos venezolanos de ( la petrolera) Menegrande", recuerda Novoa. Hoy Colón y La Victoria son barrios derruidos, donde la gente bebe un poco de aguardiente para matar la noche. Hay que ampliar el puerto. Lo que viene es demolición. cm>


A las 8 de la noche, comienza el movimiento en los camerinos del Tropicana.

Desde el mismo momento en que el sol se hunde en el Caribe, la penumbra se apodera de La Habana. Cae un verdadero apagón sobre la noche. Salvo la hilera de postes luminosos sobre el malecón y la avenida de Los Presidentes, la capital cubana semeja una ciudad en ejercicios para repeler un ataque áereo. Con todo, la ironía encuentra su espacio en el Hotel Packard (esq. Capdevila, Prado), cerrado y con un aviso luminoso encendido (Carnavales La Habana).


Como un monumento a lo irracional, este ciudadano del mundo le rinde tributo a la noche en solitario y en horas vespertinas. La incongruencia lo ha convertido en el único loco suelto en La Habana. Un bongosero que se acompaña de armónica para deleitar, merodear, suspirar en los alrededores de La Bodeguita del Medio. A decir por el interés que despierta, es otro de los atractivos turísticos de Cuba. Los hilos del tatuaje recorren su piel, hasta el mismísimo lóbulo de la oreja. Sopla y resopla, palmea como metralla. Es un relámpago musical. Entre manoseos, risas y miradas perdidas, suelta cuando le requieren el nombre: "aquí hay mucha envidia". Una, dos y tres veces. Siguiendo el paso que lo lleva por las callejuelas de La Habana Vieja. Exces0 Enero 1989 69


EXQUISITA IRREVERENCIA Los baby-boomers de SPY se burlan de prestigios que consideran usurpados, demuelen los favoritismos del New York Times, desacralizan al escritor Korzin.ski y al millonario Trump, a mujeres bellas y restaurantes famosos. Son tan pocos convencionales que hicieron una encuesta de los antipáticos de Los Angeles.

MATILDE DAVIU, DESDE NEW YORK

alloween. 10:00 a.m. Hablo por teléfmo con el encargado de promoción de la revista SPY . Finalmente me concede una entrevista de 10 minutos con el director Kurt Andersen, para las 2: 00 de la tarde. En la calle, la temperatura es de 40 grados Farenheit. Me he vestido de negro, no porque sea Halloween sino porque el color negro es el uniforme de New York. La única manera de contrarrestar la contaminación y la mugre de afuera. Me encuentro con alguna gente disfrazada. Esta ciudad es un circo permanente. Consulto mi reloj. Es la 1:57 p.m. y entro al Puck Building en la esquina de Lafayette con Houston. Tomo el ascensor hasta el piso 9 y sigo la flecha que me llevará por un laberinto de pasillos al cuartel general de SPY. Empujo la Y y entro. Mónica, una joven pelirroja, bonita, me recibe con una sonrisa detrás del pequeño bunker de la recepción. Le digo que tengo una cita con Kurt. Mónica llama por el intercomunicador al jefe de promoción Adam Dolgins. Adam aparece sonriendo detrás de/sus anteojos. Me extiende la mano £aludándome y me ruega que tome asiento mientras me ofrece un número de 70 Exces0 Enero 1989

SPY, porque Kurt no ha llegado todavía. Espero. Leo el artículo titulado "Your Money' s No Good Here.Neither Are You", una historia de horror protagonizada por un comerciante venezolano que quiso comprarse un apartamento de una habitación en el V illage y el comité de selección del edificio se negó a aceptarlo como inquilino, porque viniendo de Suramérica (pensaban) su dinero podría provenir del tráfico de cocaína. El comité de selección estaba constituido por gays y el venezolano fue discriminado porque si se le llegaba a aceptar, sería el único heterosexual en todo el edificio. La discriminación sexual fue encubierta por una excesiva investigación sobre el actual estado financiero del venezolano y allí comenzó la historia de horror de mi compatriota. A las 2:30 p.m. Mónica me ofrece un café y lo acepto. La recepción no constituye un obstáculo para espiar el interior de la revista pues es un apéndice más de las oficinas. Hombres y mujeres jóvenes trafican por allí, yendo y viniendo; parecen estudiantes venezolanos de la Universidad Metropolitana, ¿o los estudiantes de la Metropolitana se parecen a ellos?

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las 3:00 p.m. Adam se enfrenta a mí

algo turbado porque Kurt no aparece,y me ruega que lo acompañe para que entreviste al editor Thomas L. Philips Jr., un joven de Boston, alto, delgado, bien parecido, pelo oscuro y ojos claros y algo tímido, quien me esperaba sentado detrás de su escritorio libre de objetos y papeles, sellos o carpetas: nada. Se ve que él sólo está para firmar. Me presento y le pregunto de inmediato, "¿quién es el brain child de la revista?" —Somos tres. Kurt Andersen (34 años), Graydon Carter (39) y yo (35). Kurt y yo fuimos a la universidad juntos, a Harvard. Yo vengo de Boston y Graydon del Canadá. SPY no es un cerebro al estilo de Misión Imposible, esa mini-computadora, grabadora, fax machine que después de darle al jefe del super-team una brevísima descripción del personaje que han de eliminar, se autodestruye para no dejar rastros de su diabólico poder. SPY no es una sofisticada computadora inventada en el Dome del MIT, de esas que miden al derecho y al revés, que calculan lo incalculable y proyectan lo invisible en la quinta dimensión, ni tampoco es el puente de comando de una


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trevista con Thomas quedó interrumpida, para su tranquilidad. Kurt Andersen, el otro cerebro de SPY, es un hombre de pelo castaño, alto y fuerte, usa lentes y sus movimientos son rápidos, seguros. Su escritorio es lo opuesto al de Thomas. Papeles, carpetas, libretas, y al lado, una computadora. Sabía que me iba a responder con un no a las drogas, al alcohol, a la libertad sexual, a los mitos de los años 60 y por eso le pedí que me hablara de SPY y me la describiera como si estuviera dictando una clase de anatomía.

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nave espacial que espera participar en la guerra de otros mundos. SPY es la puesta en escena de tres cerebros humanos vivientes que responden a los nombres de Kurt, Graydon y Thomas. —¿A qué se debe el éxito de la revista? SPY no es tan exitosa; todavía falta mu— cho para que lo sea. Hemos crecido rápido, es verdad, pero queda mucho trecho todavía. —¿Han sido ustedes malos desde chiquitos? Thomas pareció recogerse detrás de su escritorio, miró a un lado y bajando la voz, me respondió titubeando. —¿Malos...? No. Nosotros nunca hemos sido malos. Nadie nos considera malos, tampoco. Nunca fuimos traviesos ni eso que llaman enfant terrible. Nosotros no somos malos; tal vez seamos rebeldes... sí, más bien rebeldes, pero malos, no. —Pero en Venezuela algunos creen que ustedes son malucos—, recalqué. —No. No lo somos. Me olvidé que estaba entrevistando a un egresado de Harvard y no al jefe de "la pandillita", a un bostoniano de buena familia, a un joven educado, a un babyboomer, a un representante de la nueva generación de americanos. Me sentí ridícula y me sentí estúpida tratando

a estructura de SPY camina desde hace dos años. Su mayor dificultad en un comienzo fue conseguir el dinero. Tuvieron suerte -después de mucho trabajo- y la crearon. Kurt y Graydon trabajaron juntos por un par de años en Time Magazine. Vienen de allá. Quisieron crear una revista que fuese humorística, que fuese atrevida, que fuese moderna, ligera y sobre todo que satirizara y martirizara a los personajes públicos, a las celebridades de la televisión y del jet-set, a personajes importanes en la vida política, social y econólnica de las grandes urbes de Estados Unidos, qüe fuese un plato divino para los hambrientos lectores que gozan con la sensible destrucción de los persode ignorar mis siete años de vida en New York, najes que esperan en los peldaños de la notoriecomo si yo no supiera que a estos hijos de papá dad y de la fama, donde muy pocos pueden y mamá no se les puede clasificar como perte- mantenerse sin caer, a menos que los respalden necientes al sub-mundo-urbano, pues el desamiles de millones de dólares y sigan practicanrrollo de sus conductas estuvo controlado desdo una conducta lo suficientemente alterable de chiquitos por el corrientazo de la psicología para sorprendernos con excentricidades, como behavorista. Me sentí incómoda y todo por satisfacer la curiosidad de un amigo en Caracas, que sueña con saber si un babyboomer puede matar a un gato por maldad o si se atreve a ¿Se logrará que los neoyorquinos cortarle las trenzas a una compañerita de clases olviden la parafernalia en la primaria.

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—¿De qué manera son rebeldes, entonces?, insistí, desesperada, tratando de encontrarle algún lado oscuro a la causa. —Hum m... bueno, tú sabes...somos rebeldes en nuestra manera de ser, producto de la media de nuestra generación. Leíamos Mad Magazine cuando teníamos 10 años de edad y oíamos a los Rolling Stones cuando teníamos 15... Nosotros pertenecemos a la Baby Boom Generation. , y la revista está dirigida a nuestra generación...por eso la hicimos. -

En ese preciso momento Andersen se hizo presente disculpándose por haber llegado tarde. Me pidió que lo acompañase a su oficina y la en-

del modelo Gran Gatsby?

la benevolencia de Donald Trump tratando de salvara New York de la bancarrota, comprando lo viejo del Plaza y de toda esa desteñida cuadra de la 59 a lo largo del Central Park, destruyendo o remodelando lo que tanto defiende Woody Allen de Manhattan: sus fachadas. ¿Logrará que los neoyorquinos se olviden poco a poco de toda esa parafernalia al estilo del Gran Gatsby que llevó a millones de turistas a comer al son de las melodías que escanciaban los violines en el Palm Court? Exces0 Enero 1989 71


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. Bit everyone complaining about the meager restrooms at the Javits Center, Glenn Bernbaum has decided to rent Mortimer's out for trade events. When Wanamaker heiress Fernanda Niven launched her coliection of familia r-look i ng chintzes (iriso), Glenn let her turn his restaurant finto a ladies' houdoir. Nancy Kissinger found somebody her own sise to peck on—she and Jamie Niven (below right) pillow-talked.in the shadow of a grane (Write>, canopy hed. The next week, the Dallas Apparel Mart unhitched at Mortimer's to hand out ira much-coveted Femme Awards. Donna Milis (caught off guard by our photographer, helow left) got one and commented, without warning, "Fashion and television are rwo of the most important industries in America —both of them have such a tremendous impact on our lives."

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—Bueno, lo hacemos así por una serie de raKurt enfatiza con su acento bostoniano que chos por las agencias de publicidad. En algula revista es divertida e inescrupulosa, moderna nos casos los anunciantes se acoplan al espíri- zones. Algunas veces para mantener cierta nota de misterio, otras para que el autor del artículo en su diagramación, posmo (postmodernista) tu de la revista y yo creo que eso está muy bien. en su tipografía, única en su género, distinta al —¿Consideran a The New Yorker como no se meta en problemas y otras veces porque soy yo el que decide lo que ha d r, escribirse. ¿Y The New Yorker, una de las consentidas de la una revista caduca y antigua en su estilo? intelligentzia neoyorquina y cuyos editores —Sí, no es como SPY. The New Yorker otras? Bueno, tú sabes, porque alguien que todavía se refugian por las tardes en el salón .era irreverente cuando comenzó, pero actual- escribe para el New York Times quiere también escribir para nosotros y no debe... tú del Algoquin Hotel en la calle 44, mientras que mente es más para la gente madura, gris. SPY sabes. Steven Rubell ha diseñado un hotel, el Royales para la gente de hoy, de nuestra generación —Cómo se mantiene la revista ¿por anunton, para la nueva generación y justamente y aunque nosotros también envejecemos pocios o por ventas? enfrente. Atravesar la calle de una acera a otra dríamos decir que somos parte de esa heren—Nosotros empezamos con 25.000 ejemes como atravesar dos épocas, lo pasado y lo de cia. ahora, las limousines y los taxis, los periodis—He oído decir que SPY es una mezcla del plares y ahora tenemos un tiraje de 130.000, en sólo dos años. Hemos crecido aceleradamente. tas de antes y los periodistas de hoy. Village Voice y de Vanity Fair. ¿Están de Fuimos los primeros en sorprendernos de la —¿Creen ustedes que con SPY se ha creado acuerdo con esa definición? una nueva escuela de periodismo? —Bueno...sí, esa descripción de SPY es lo venta. En este momento, la publicidad es nuestra mayor fuente de ingresos, digamos que dos —Sería pretencioso y arrogante decir que sí. que se rumorea, no es tan mala... Hemos tratatercios por anuncios y un tercio por circulación. Pero sí,de alguna manera lo estamos haciendo, do de hacer una revista única y su originalidad El crecimiento ha sido excesivo:Tenemos que en cuanto a regresar a lo que antiguamente se no permitiría que se la describiera como una mudarnos de aquí. Por ahora somos 40 persohabía considerado como periodismo; en todo combinación de otras revistas. Es como decir nas trabajando full-time y unos 7 part-time. lo relacionado con ciertos perfiles, utilizando que The National Enquirer se parece a The Nos vamos en febrero para Union Square, en la las relaciones públicas, la forma como se acor- New York Review of Books, lo cual es una daban o se organizaban los encuentros; en extraña combinación. Lo que podríamos decir calle 14, aun espacio tres veces mayor que este. es que SPY se parece a una revista de los años Esperamos llegara un tiraje de 300.00 ejemplacierto modo es una manera nueva de hacer periodismo. Un nuevo aliento con una sensibili20 30 como lo fue The American Mercury o res y entonces sí podremos decir que SPY es dad cómica a través de reportajes inescrupulo- una combinación de las revistas inglesas Cata- una revista muy exitosa. Y le oí pronunciar por primera vez el very, log y Private Eye. Yo creo que eso estaría más sos... es la nueva tendencia. tan poco usado en inglés y tan común en —¿Hacen ustedes mismos los anuncios pu- cerca de la verdad. blicitarios? — ¿Por qué la mayoría de los artículos no nuestro excesivo vocabulario español. El muy —Algunos han sido creados por nuestro detienen firma y cuando la tienen está escondida me hizo sonreírle. Había empezado a hablar partamento de arte, pero la mayoría están hecomo uno de nosotros. al final de alguna columna? <MB> -

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EL VIRUS DEL ORO El salario, el carro, la tarjeta de crédito, las noticias -salvo la cotización de Nueva York no cuentan. La vida de hombres y mujeres se mide en gramos y la nueva fiebre del cochano los consume.

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as exactas proporciones de agua, cebada y lúpulo acuciaron previsiblemente las pulsiones urinarias de Carlos Rafael Ferrara hasta llevarlo al encuentro de su tragicómico, y fugamente dorado destino. Ferrara, un lugareño de diluída ascendencia corsa, conocido por los lados de Caratal como El Pelusa, matizaba esa tórrida tarde de finales de 1987 las azarosas intermitencias del oficio (o, mejor dicho, de la aventura) de minero, dando buena cuenta del stock cervecero de Machuca, un tabernero de El Callao. Presintiendo el desbordamiento inminente, Ferrara buscó dar alivio a su vejiga en el traspatio del botiquín, en una micción que por meses recordarían él y las veinte mil almas del Municipio Foráneo de El Callao.

Improvisó un excusado al pie del Cerro El Calvario, un montículo que desde comienzos del siglo albergaba los festejos parroquiales de la Cruz de Mayo, y casi desde entonces, objeto de estériles prospecciones mineras de franceses, ingleses y norteamericanos. El Pelusa tuvo mejor suerte que los europeos: el arco que recorría su orín concluía justo sobre un canto de vaga tonalidad amarillenta, coloración que se iba extendiendo según el líquido precipitado despejaba el área. Al terminar, Ferrara comprendió que involuntariamente había descubierto un cochano (una pepita de oro superficial, según el argot local) de dimensiones relevantes. Lo tomó y lo llevó, a unos pocos metros de allí, hasta la precaria barra de Machuca quien, como todo detallista de respeto en la zona del río Yuruari, tenía al alcance de la mano 13100-


s


una balanza minera. El resultado de la medición convocó al asombro, incluso entre el sopor sembrado por las binas escanciadas: la piedra pesaba un kilo de 200 gramos de oro puro, el mayor cochano encontrado en el área de El Callao durante el último medio siglo. El episodio de inmediato detonó una bulla, la marabunda de mineros que invade inclemente las parcelas donde se ha detectado algún rastro de oro. El tropel apenas pudo extraer otras 600 gramas (así, con el género femenino, como gustan referirse los mineros a las porciones con las que se topan) de las exhaustas faldas de El Calvario; pero aún hoy los callaenses, así como sus vecinos de Guasipati y Tumeremo, sitúa en el hallazgo de Pelusa el inicio del nuevo boom de la explotación del oro en esa comarca, cuya historia muestra tantos declives y renaceres que no le calza mejor ningún diagnóstico diferente a la catalepsia.

camino de Guasipati al volante de su preciado camión. Entre los oscuros parajes de la carretera, creyó distinguir el faro de una motocicleta que se aproximaba en sentido contrario. Con lo que en verdad no contaba era que esa luz correspondía al único faro en funcionamiento de un desvalijado jeep; cuando por fin pudo distinguirlo, era muy tarde para eludir la colisión. En el accidente, aseguran ahora tas consejas populares, se habría consumado un pacto conformado meses antes en los alrededores del Cerro El Calvario: el choque costó la vida al conductor del jeep, un tío del propio Pelusa, con lo que se saldaba el precio exigido por Satanás para pagar el descubrimiento de tan extraordinario cochano. Como su célebre predecesor Barrabás (quien hallara hace tres décadas el diamante Libertador, el más grande jamás encontrado en

Las motobombas cincelan la selva. "Los mineros somos como Olivos", se ufanan en la zona Fiel a esa misma historia, Ferrara, (a) Pelusa, agotó las desmesuras de una bonanza repentina hasta de nuevo hundirse en la rutinaria mengua de todos los días. Vendió su cochano por un monto cercano a los 300 mil bolívares. En unas pocas semanas, salpicó los bares de la región (la única de todo el país donde todavía el escocés de 12 años de añejamiento puntea en el ranking de consumo licorero) con una llovizna de billetes que rápidamente mermó su recién engordada cartera. Aconsejado por sus amigos, acordó invertir con juicio la fracción que restaba de su agonizante fortuna: adquirió un camión Ford para acarrear materiales. La transacción, sin embargo, pronto revelaría sus costados a lo Fausto. Una noche de alcoholizado esparcimiento, Pelusa tomó el 76 Exces0 Enero 1989

Venezuela, y ahora abruma con su reiterada conversación a los esporádicos viajeros de la Gran Sabana que se detienen en su negocio en Tumeremo), Ferrara languidece hoy en las barracas de Caratal, de nuevo aguardando un golpe de suerte que ilumine su batea, una intervención aleatoria que prácticamente ha fraguado la existencia misma de El Callao. esde la bulla de Pelusa, la fiebre del oro se ha apoderado de El Callao y su entorno, en un radio de unos 100 kilómetros. Es como California de mediados del siglo XIX, o el propio Callao de cien años atrás, cuando la selvática zona fuera conceptuada por expertos europeos como la mayor cuenca aurífera del

mundo. De todas partes acuden, teniéndose cada quien a sí mismo como el ungido por la fortuna para tropezar con la veta prodigiosa, con el cochano gigantesco. Al principio, fueron corsos, que llenaron la región de apellidos, hoy de solera guayanesa, como Liccioni, Cerani, Abatti, Cagninacci, Antoni, Orsini, Ferricelli allia. Luego, en una oleada que la incorporación de capital británico supo fomentar, llegaron los peones de las Antillas inglesas, con algunos aventureros de la Europa Central intercalados. Hoy, el nuevo boom nutre el aluvión con otro material. Colombianos y dominicanos predominan, con algunos intersticios brasileños y guyaneses. Un dueño de molino, un boliviano que concurrió hace dos años con la pobreza pintada en sus maneras, ahora es señalado como titular, en el único banco del pueblo, de una cuenta de 20 millones de bolívares. Pudiera ser el líder del renglón, si no fuera por los hermanos Peraza, suerte de próceres locales, que adaptaron exitosamente una técnica norteamericana de molienda a las rudimentarias condiciones de El Callao, logrando un rendimiento óptimo en el procesamiento del material que los mineros de toda la zona les llevan. La banca electrónica y los cheques son eufemismos en El Callao. A pesar (o precisamente por ello) de las fuertes sumas que se movilizan, todo es cash. Hasta el banco tiene en taquillas balanzas mineras. En barberías y ventas de pollo, en bares y ferreterías, lo que se acepta es oro, dólares o bolívares. En cada local se anuncia: Compro oro. Y junto a las listas de precios al detal, siempre está un cartel que anuncia la cotización del metal, el día anterior, en la Bolsa de Nueva York. Quizás ya no sean los tiempos en los que, como reportara el viajero francés Lucien Morisse en 1902, los superintendentes de las minas se bañaban con agua de Vichy-Celestins cuando encontraban algo turbias las del vecino río Yuruari; o en los que el consumo de champaña Veuve Clicquot era tan frecuente que, bromeaba el galo, "si se hubiesen utilizado para estrellar el cuarzo todas las botellas que se bebieron aquí, habrían tenido el mismo efecto que una cantidad igual de dinamita". Pero aún perduran (y con el auge, se repiten con mayor asiduidad) manifestaciones de deslumbrante derroche que lucen inéditas para muchas otras zonas del país y del continente. "Aquí cualquier niño te anda con tres o


LOS AÑOS DORADOS cuatro mil bolívares en el bolsillo", desliza sin asombrarse Pedro Cuningham, un patriarca del pueblo, y uno de los pocos nativos de segunda generación. Cuningham, hijo de inglés y criolla, lleva varios lustros en la compra y venta de oro, al igual que Cecil Lazar, Carlos Small o Rafael Pizani; la cotidianeidad del negocio ha extinguid) el pasmo ante cantidades considerables de dinero. Hace poco, Don Pedro (apelativo que utiliza el pueblo entero) pagó, billete sobre billete, más de 600 mil bolívares a un minero que le vendió 2 kilos y medio de oro. Afuera, esperaban ansiosos al vendedor sus socios y empleados para la sumaria distribución de dividendos. Entre tanto, en el local, el mercante se apresta a llamar a su particular correo del oro, un empleado de los socios metropolitanos, encargado del traslado de la riesgosa carga. Son, en realidad, esos socios de la capital quienes presupuestan las compras de oro en el sitio de acopio. En el caso de Cuningham, los aportes escalan al millón de bolívares semanales. Son esos manejos los qué llevan a Cuningham a sentenciar: "los mineros no corren peligro. Somos los comerciantes los que estamos expuestos a robos millonarios, como en efecto ha sucedido". Y por ello confía su jornada laboral a la vigilia de cuatro espalderas que lo acompañan.

Un comprador de oro se mueve a la sombra de cuatro guardaespaldas

Sin embargo, y aunque guarecidos por una tácita alianza gremial contra furtivos asaltos, los mineros desatan con el reparto de ganancias un ciclo quizás tan violento y letal como el del crimen explícito. Dejando atrás unas condiciones de trabajo de extrema precariedad, se encuentran de pronto con las alforjas pletóricas del salvoconducto inapelable a todos los excesos: el dinero. La más desproporcionada de las ostentaciones parece la única contrapartida suficiente para las penalidades previas en busca del oro.

Entre las casa con techos de zinc de El Callao luce difícil conseguir trazas de aquel legendario hipódromo en el que la champaña encharcaba la pista, o ecos del primer partido de fútbol que se disputara en Venezuela, hacia 1876, en una explanada cercana al filón Colombia. Más el esplendor de El Callao ya se vislumbraba en el siglo XVIII, cuando misioneros españoles daban cuenta de los guijarros dorados que dejaba el río Yuruari a sus orillas. No sería, sin embargo, el oro aluvional el que fundara la celebridad casi universal de El Callao. Atraído por algunas muestras exhibidas en Ciudad Bolívar por aventureros brasileños, Don Antonio Liccioni, un colono corso, se propuso invertir en la búsqueda y explotación del oro. A mediados del siglo pasado, un apasionado de la todavía robusta revolución tecno-industrial europea, Liccioni, constituyó una compañía por suscripciones (que eventualmente llegarían a ser mercadeadas en la Bolsa de Londres) para sufragar las prospecciones entre las vetas de cuarzo de la comarca. Continuos fracasos pudieron desalentar a los buscadores, expuestos a los rigores de la selva aún virgen; pero no a Liccioni, un bastión de terquedad que finalmente halló recompensa: el descubrimiento de la chimenea de El Callao, una de las más espléndidas vetas jamás detectadas. El hallazgo convocó de inmediato a empresas de capital foráneo, esencialmente inglés y francés, así como a técnicos especializados. Se localizaron otros filones: Remington, Co-

u A comienzos del siglo pasado.

Y no hay muchos cambios

lombia, El Perú. Se calculaba que esas minas, desde 1870 a 1887, permitieron distribuir como dividendos unos 49 millones de francos antiguos, reproducidos a partir de una inversión original de 240 mil francos. En 1887, repentinamente, se esfumó el filón principal; hasta entonces, venia produciendo oro a razón de hasta 60 gramos por tonelada de cuarzo, mientras que (en comparación) al tenor del oro de las minas del Transvaal surafricano apenas circundaba los 15 gramos por tonelada. Esos delirantes patrones de producción habían acondicionado perniciosamente a los mineros calladenses: a pesar de que los yacimientos restantes podían arrojar unos 20 gramos por tonelada de mineral, los costos de operación establecidos y los suntuosos gastos que lastraban las utilidades auríferas, inhibieron cualquier actividad razonablemente lucrativa. El fasto de El Callao se desplomó. Obviando cierto repunte durante el gobierno gomecista, la producción de oro en la zona rozó cotas de mendicidad hasta que, en la década de los 50, las minas fueron cerradas.

n El Parador Minero, el único restaurante del pueblo con aire acondicionado permanente y ambiente musical selecto, es de rigor ver los días viernes a algún minero buscando encandilar a una prostituta reclutada en uno de los bares coreanos: piden mariscos (una rareza en esas coordenadas) y vino espumante hasta acumular cuentas por 20 mil bolívares. No obstante, la advertencia que domina el salón central del Parador, una valla que en letras rojas aclara que "este local es estrictamente

u

familiar", inhibe ciertas efusividades que mejor se trasladan a espacios callejeros, en los templetes de calypso y cumbia que todos los fines de semana brotan en El Callao. El lugar predilecto para esas celebraciones es la Placita de los Borrachos, un triángulo arbolado, dos cuadras al oeste de la Plaza Bolívar, bordeado por una cuneta perennemente inundada por latas de cerveza y carteritas de ron. A mediados de setiembre esa plazoleta fue el epicentro de los festejos aniversarios de The Same People, una corporación sociocultural ComExces0 Enero 1989 77


que vindica el rescate del peculiar perfil folkló- tria de los espacios selváticos usurpados por la rico de El Callao; fue uno de los más delirantes entonces recién emancipada Guayana Inglesa; eventos presenciados en el pueblo. Y como es ahora, es una suerte de paradigma dorado, la tradición, concluyó con un epílogo sangriento. concreción de las riquezas metálicas perseguiAlguna bala perdida, una cuchilla mal intencio- das en esas mismas latitudes, aunque tres sinada, obligaron a declarar emergencia en el glos antes, por Sir Walter Raleigh. puesto de socorro del cercano Guasipati. Para los mineros de nuevo cuño, lampen y En una localidad que se precia de ser la desempleados de los Andes y de Oriente, de única plaza en Venezuela en la que los parroColombia y República Dominicana, Bochinquianos pueden transitar blandiendo groseras cadenas de oro sin que el temor al arrebatón en- che es la escala de más renovado atractivo. sombrezca su andar, las riñas rara vez suceden Apuntalan su entusiasmo refrendando rumores a intentos de robo. Como en el far west esta- que hablan, verbigracia, de un excepcional dounidense (y no es caprichosa evocación la de yacimiento identificado en la zona por un satélos operarios de Cine Landia, la principal sala lite espacial; también se refieren a una mistecinematográfica de El Callao, al anunciar el co- riosa empresa norteamericana que habría ofremienzo de la cinta con una tonada vaquera) una cido al gobierno de Georgetown la construcpalabra de sospechosa resonancia, un gesto de ción de una carretera hasta los límites con más, puede obtener una respuesta exaltada. Venezuela, sólo para lograr acceso al fabuloso "Pero", recuerda siempre la gente de El Callao, oro de Bochinche. Pero esas versiones cuasi le"en el kilómetro 88 la cosa es peor". El área del gendarias se apoyan con datos más tangibles: kilómetro 88 - San Isidro, justo en el umbral de por una parte, los publicitados anuncios de la la Gran Sabana, junto a la de Bochinche, en los compañía estatal Minerven, de incluir entre aledaños fronterizos del Territorio Esequibo, sus futuras zonas productivas la de Bochinche. conforma los cotos de mayor actividad de hua- Y por otra parte, las cantidades de mineral que queros y mineros independientes. Están aleja- fluyen desde allí a los circuitos marginales, y dos de los centros mineros tradicionales, como más o menos clandestinos, de comercializaEl Callao o Tumeremo, a los que de todas ma- ción. Estas carnadas se han mostrado irresistineras usan los explotadores como bases urba- bles a los tentadores de fortuna; como una generación de hongos, han poblado la cuenca nas de aprovisionamiento y distracción. En alguna ocasión, durante la administra- del Río Botanamo con aldeas pioneras que ción Leoni, Bochinche denominó el emplaza- datan, las más antiguas, de 1987. A pesar de ese guiño dorado, y de las miento de una anécdota diplomática que casi adquiere visos de definitiva reivindicación pa- promesas lúdicas de su nombre, llegar y tra-

minero trabaja con la atención de un médico auscultando a un enfermo

bajar en Bochinche es una empresa por demás dificultosa lo suficiente como para amedrentar al común. Primero, hay que cruzar unos 80 kilómetros de selva cerrada, por un camino de penetración escabroso por momentos, dejando atrás el Fuerte Caribay del ejército, el puesto El Corumo de la Guardia Nacional, algunas reservaciones guayaos, y el campamento de Intecmaca, una suerte de exilio interno de una colonia de ingenieros forestales andinos que regentan, para una compañía maderera, un vivero para reposición de caobos y jobos. Luego, el hito de Bochinche está marcado por dos terrazas que se elevan por sobre la selva, y que sirven de puerto a los helicópteros que desde allí operan. Para el minero, el helicóptero es su taxi. Pero, como todo el transporte de la región, es un taxi muy costoso. El pasaje por persona hasta uno de los yacimientos cercanos, en un viaje que a los Bell les toma unos 10 ó 15 minutos, vale 500 bolívares. Otros destinos exigen un regateo previo. Los comerciantes que alquilan un aparato para llevar su mercancía cancelan 3 mil bolívares. Estimando que cada nave practica un promedio de 15 despegues diarios, se calcula que recaudan, por unidad, unos 100 mil bolívares por jornada. Claro, esos números alimentan las finanzas empresariales (dos compañías, Aerotécnica y Servicios Ranger monopolizan este apartado mercado). Pero a los empleados salpican también las migajas del festín. Los ayudantes de pilotos, cuyo sueldo nominal ronda los 4 mil 500 bolívares mensuales, redondean sus sobres con el producto de la reventa de bienes esenciales: gasoil, azogue, agua. Y los propios pilotos, que en remuneración quintuplican el salario de los auxiliares, se han habituado a recibir, como recompensa por un desvío no contemplado en el itinerario, o simple agradecimiento de un minero aterrado por el vuelo, algunas cuantas gramas.

Desde el helipuerto de Bochinche se sirven las diferentes colonias de mineros desperdigadas hacia el norte (Bochí, El Planazo, San Rafael de Imataca, Kananga) y el sur (La Tigra, La Introducción, El Río, Las Pulgas, Las Cayenas). En desmedro de la cauta confidencialidad con la que cada minero intenta proteger la ubicación de su mina particular, se

han impuesto los instintos gregarios. Espontáneamente se asentaron poblaciones que explotan los yacimientos inmediatos. Esas fundaciones se reconocen desde el aire por las descampadas cicatrices que corroen la casi uni for-


me superficie selvática. "Vea Usted, los minernc

crnne rnmn lnc rhivnc"

centenria Anael

Reyes, un caleño residente desde hace una década en Venezuela, "por donde pasamos no dejamos nada". Hasta doce meses atrás, Angel era un obrero del cinturón industrial de Maracay-Valencia; pero cuando finalmente lo envolvió la ola del desempleo no tardó en recordar a un paisano que, apenas días antes, había vuelto del sur con 50 mil bolívares en los bolsillos. Así, la fiebre del oro lo captó. Los mineros van royendo el suelo con una motobomba de 6 cilindros: el agua a presión es el incisivo que corta la tierra hasta profundidades de 20 metros. Otra motobomba succiona el material que se va desprendiendo. De esa manera, el oficio que en otras partes pervive en los artesanales ámbitos de la batea, la pala y el pico, aquí se fracciona según una división del trabajo que sigue ala escalada tecnológica. La especialización define el segmento accionario que a cada quien corresponde en la sociedad minera: el pistolero aplica el chorro a presión; el maraquero escruta entre el material en suspensión para aspirar lo que pudiera contener oro; en torno a esos personajes también basculan los encargados del tamiz y los meros auxiliares. Por supuesto, la parte del león en toda compañía es la del dueño de máquinas; generalmente se hace del 50 por ciento del producto de cada resumen, como llaman el proceso de obtención de oro a partir del limo original. Y la feracidad y vigor de cada mina se evalúa por el número de bombas en funcionamiento. El Río es la colonia más importante de la zona. Cuando se extingue el bullicio de los helicópteros, se asoma el ronroneo de las decenas de motores que hieren la tierra de los alrededores. La aldea, que no es más que una caprichosa salpicadura de ranchos (cuatro palos como columnas, cubiertos por un hule negro) cerca de un brazo del río Botanamo, congrega a un millar de personas. Pero, a pesar de tal precariedad, los habitantes no han descuidado la crónica factual de esa encomienda siglo XX. De hecho, tienen precisamente determinada la fecha de fundación de El Río: 26 de setiembre de 1988. Y un responsable: Calixto Farías, el cacique local. Aunque El Río debe su corta historia al oro, Farías, el principal del poblado, ha descubierto nuevos fulgores en otras actividades. Es el vituallero oficial. Semanalmente, viaja a Tumeremo donde compra, a un proveedor fijo, unos 100 mil bolívares en abarrotes, en espe-

cial, sardinas, conservas, salchichas, jugos, refrescos y cerveza. La travesía no deja de ser productiva, pues en esos rincones la inflación es un fenómeno endémico: una lata de Pepsi llega a El Río costando 20 bolívares; una Polar escala hasta los 30 bolívares; un kilo de carne vale 175; una lata de mantequilla, 45 bolívares. Calixto Farías, con el espaldarazo de su éxito mercantil, habilitó un bohío para que hiciera las veces de cinema; un betamax de diseño trasnochado proyecta imágenes "de censura para arriba" sobre una pantalla de cartulina.

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astros de diversificación económica son también los brindados por Avelino Bahamonde, un gallego que viene " haciendo América" desde Montevideo, pasando por Brasil, y que finalmente halló alguna suerte en El Río, donde recaló encargándose de soldaduras y reparaciones menores de las bombas; o por las chicas, verdaderas trabajadoras sociales, que de cuando en cuando se aproximan para ofertar compañía a cambio de unos 2.000 bolívares la velada. Una prestación fundamental, sobre todo anotando lo que Rosalinda, una mulata dominicana, se empeña en enfatizar ante los periodistas: "afuera todos piensan que las mujeres que estamos aquí somos putas. Pero a mí, en el año que llevo en El Río, no se me conoce hombre con el que haya dormido". Desgraciadamente, no todas las visitas son tan agradables. Aunque sí, igualmente excitante. En una región en la que, como la del sur del Orinoco, no existen ejidos municipales porque las tierras le han sido asignadas a la omnipresente Corporación Venezolana de Guayana (CVG, matriz de Minerven), la incursión de mineros independientes en baldíos potencialmente auríferos representa una afrenta a regañadientes soportada por las autoridades. Cada tanto, la Guardia Nacional ensaya raids contra estos asentamientos. Por lo general, se contienen tras algunos alardes de rigor militar. Pero ahora se habla de un reciente decomiso en una colonia de 400 gramos. Esos supuestos escamoteos son relatados sin excesiva pasión por los mineros, quienes en tales episodios encuentran un peaje insalvable, casi natural. Pero, por contraste, en El Río se enardecen al reseñar la negativa de la comandancia respectiva a conceder permiso para poner una mesa de pool. ciaz2. Enviados a El Callao E. S. y V. S.

Abajo en los pozos de la muerte, aguarda el filón de la riqueza repentina

sigue rumbo a los goces de la cita

lustrando la pesada rutina e

u eres del pueblo


LA Ú NI C A SAL IDA

TORCUATO MONTERO DE LA SOTA

la luz de una concepción seria y responsable de la historia venezolana, sin duda que la principal causa de la actual crisis económica que padecemos fue la liberación de los esclavos en el nefasto año de 1854. El decreto monaguista, que abrió las puertas a la anarquía en el país bajo los ideales de una falsa libertad, igualdad y fraternidad, al mismo tiempo vino a corroer las bases del sagrado derecho de la propiedad sumiéndonos en un paulatino encadenaIniento de bastardías y torpezas. A pesar de las opiniones de quienes lo ensalzan, este acto político irresponsable fue la castración de nuestro perfil ecónomico y la aniquilación de un sistema del cual toda la población sólo recibió beneficios; por un lado los tenedores de propiedad humana, que con los partos de las esclavas vieron crecer con optimismo y confianza sus fortunas, y por el estro los ilotas, que al ser abandonados a su propio destino en tan nefasta fecha, lejos de quedar redimidos se enfrentaron a la dura y amarga realidad de tener que resolver sus problemas alimenticios y buscar techo y trabajo sin el calor de un amo que velara por ellos. Después habría de venir el inicio de esa monstruosa decadencia moral y productiva que hoy padecemos y el desorden que se palpa por todas partes entre los mulatos, los zambos, los cuarterones y los salto atrás, descendientes de una u otra manera de los esclavos de la colonia. Porque digan lo que digan, es de estos esclavos liberados y de su descendencia que heredamos esa masa inadaptada, rebelde y rencorosa de seres que vagan sin ejercer oficio útil, y que organiza80 Exces0 Enero 1989

dos en pandillas asaltan viandantes, apedrean y violan casas, ultrajan mujeres, irrespetan ancianos y se burlan de la iglesia y de las instituciones. Este cuadro lamentable ya lo veían venir hombres con una extraordinaria visión histórica de la talla de Vicente Amengual, hábil político de larga carrera que ejercía la presidencia del Congreso de 1854, quien con un gran sentido premonitorio se opuso ala liberación de los esclavos en defensa de la propiedad privada. Igualmente lo preconizaron individuos como el Maestro Rafael Acevedo, que en una extensa y concienzuda carta le escribió a José Tadeo Monagas, para que le dijera a su hermano que la libertad pura y simple de los esclavos podía arruinar las bases de la sana economía del café y del cacao, como en efecto habría de ocurrir. Lamentablemente José Gregorio Monagas al dejarse llevar por la insanía y siguiendo los pasos de Colombia, con su plumazo de liberación de más de 40.000 esclavos, confiscó toda una fortuna para la época, que multiplicada con el paso de los años sería una riqueza de valor incalculable a los actuales precios del mercado de trabajo. Nuestra concepción esclavista no es algo original. Desde tiempos inmemoriales ha sido la principal causa de la grandeza de pueblos y naciones. Casos como el de Roma, Grecia, Egipto, China, S uráfrica, Estados Unidos y los grandes imperios europeos sólo fueron posibles gracias al trabajo esclavo y al poder absoluto de un amo educado, sobre la plebe. Esta por sí sola, carente de capacidad natural y con su tendencia ancestral al desorden, no puede rendir su fruto ni cumplir su misión histó-

rica. Tal fue la idea de pensadores como Aristóteles, Santo Tomás y muchos otros, que consagraron en sus obras las virtudes de tan noble institución. o obstante, creemos que por los grandes problemas que tiene el país, este no es el mejor momento para el pajareo filosófico o el inocuo lamento ante la mala hora. Al contrario, es el tiempo para subsanar errores. Alertar para que este país recapacite y regrese al sistema esclavista que no debió abandonar jamás. Ese paso trascendental nos enrumbaría de una vez por todas por el camino del avance y del progreso. Al volver a instaurar tan legítimo medio de propiedad, muy pronto veríamos el milagro de la multiplicación de los panes y le daríamos el impulso que necesita a nnestra golpeada economía. El esclavo criollo no es malo. No lo fue en la época de la colonia. Según datos de Gil Fortoul, un negro bien alimentado rendía trescientas fanegas de café, y era capaz hasta de tres tareas diarias en el corte de la caña de azucar. Con látigo y el avance tecnológico, actualmente podrían sacársele hasta cuatro tareas y cuidado si no un poco más. No somos pesimistas. A diferencia de los premonitores del holocausto, estamos convencidos de que los actuales descendientes de los esclavos de la colonia, incluyendo los pardos y mestizos que no tienen medios ecónomicos, si son bien manejados y orientados a la obediencia a base de palo y mazmorra, ayudarían a la república a salir adelante. Muy pronto volveríamos a tomar el lugar que tuvimos como exportadores de


café, cacao, añil y sarrapia, y en ese instante se acabaría para siempre con el libertinaje degradante que causó la proliferación de los ranchos y las vagamundcrías de los partidos políticos, que son la base del ocio y la delincuencia. i los líderes de la Venezuela pensante y la clase gerencial emergente tuvieran el coraje de produ cir ahora este importante cambio socio-económico, todo el país podría esperar confiado en una reactivación del comercio y la Bolsa de Valores. Se movilizaría el dinero ocioso, incitando al pudiente criollo a invertir en el país en vientres altamente reproductivos. Con el neo-esclavismo los hogares se beneficiarían al acabarse el eterno problema del servicio que hoy está en manos de extranjeros indeseables, y sin duda que tomarían auge industrias tradicionales ya olvidadas como las de fabricación de látigos, grillos, cadenas y barrotes de calabozo. Un estado moderno debe ajustarse al sistema que más le convenga a sus necesidades. De esta toma de conciencia y de una pronta legislación que establezca las formas adecuadas para regular la tenencia humana destinada al trabajo, depende que avancemos o nos estanquemos. Si para el año de la disolución de la Gran Colombia Venezuela tenía unos 40.000 esclavos, con una población de 500.000 almas, considerando la gran capacidad reproductiva que tienen los vientres negros y mestizos, hoy, con más de 17 millones de personas tendríamos por lo menos 15 millones de cabezas de ilotas listos para entrar en el proceso de la reactivación que necesita nuestra enferma econocut> mía post-petrolera.

El autor es poeta y banquero, secretario del Consejo Bancario Interamericano, y presidente del Banco Hipotecario de la Vivienda de Lujo. Es vice-presidente de la Fundación de Protección a los Niños Sedientos y director de empresas del grupo familiar. Reside en el país. Ha sido impulsor del proyecto de Ley de Aumento de Intereses y Alquileres. Se ha orientado hacia la poesía dodecafónica y al verso de tres sílabas y ha escrito dos obras de historia de gran impacto académico por lo crudo de sus concepciones.

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MALDITO CARRO ROJO RAFAEL SYLVA

n la madrugada del 28 de junio de 1914, el arzobispo Joséf de Lany se dirigió a la biblioteca de su casa en Grosswarden, Austria, con el fin de seleccionar alguna lectura que le ayudase a conciliar el sueño. Un extraño desasosiego se había manifestado desde la caída de la tarde y le impedía dormir. Sin titubeos se dirigió a uno de los estantes donde siempre guardaba su ejemplar de la Biblia y fue al abrirla, cuando algo cayó al piso. Se trataba de una esquela personal, con una franja negra a su alrededor que indicaba luto. Al leerla el religioso sintió que un estremecimiento le recorría el cuerpo. Estaba escrita de puño y letra y ostentaba el escudo del joven archiduque Franz Ferdinand, quien había sido su alumno. Lo curioso era que el arzobispo no recordaba haber recibido aquella nota y menos haberla leído o colocado entre las páginas de su Biblia. Pero lo más impresionante, sin embargo, era el contenido: breve, sombrío y totalmente inexplicable. Decía : "Su eminencia. Hoy, mi esposa Sofía y yo fuímos víctimas de un mortal atentado político. Nos encomendamos a vuestras oraciones. Su alumno y amigo: Archiduque Fernando". El escrito llevaba además la hora, fecha y lugar donde había sido redactado: Sarajevo, 28 de junio de 1914, 4 p.m. Aquella increíble comunicación notificaba al arzobispo de un asesinato que tendría lugar 14 horas después. En otras palabras, el Archiduque Fernando informaba al religioso (y antes de que ello ocurriera) que él y 82

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su esposa morirían abatidos por balas asesinas. El hecho, rigurosamente verificado, planteaba una interrogante: ¿cómo pudo llegar aquella nota a la Biblia del religioso 14 horas antes de que el Archiduque Franz Ferdinand,quien la escribió, informando que había muerto, fuese asesinado? Aquel magnicidio estuvo rodeado de todo tipo de presagios y factores paranormales, antes y después de que ocurriese. En los meses previos al asesinato, Bismarck, el Canciller de Hierro, había profetizado: "Algún estúpido incidente en los Balcanes desatará la proxima guerra". La muerte del Archiduque Franz Ferdinand fue precisamente la chispa que detonó la Primera Guerra Mundial en la que perdieron la vida más de 20 millones de personas. Tragedia tan inmensa que relegó a un segundo plano el destino del potente vehículo donde viajaban el Archiduque y su esposa por las calles de Sarajevo, cuando Gavrilo Princip y otros conjurados les dispararon. Aquel reluciente automóvil de color rojo había sido construido especialmente para el servicio de la pareja real durante su visita a Sarajevo. Posteriormente se supo que una semana después de iniciadas las hostilidades, el General Potioref,comandante del Quinto Ejercito austríaco, al posesionarse de la mansión del Gobernador de Sarajevo, también se apropió del automóvil rojo. Y 31 días más tarde sufrió una aplastante derrota en Valievo, tras la cual fue degradado. Aquello le hizo perder la razón y terminó sus días completamente loco en un asilo para

pobres de Viena. El auto pasó a ser propiedad de uno de sus ex-oficiales. Cierto día, cuando marchaba a toda velocidad por un camino vecinal perdió el control del vehículo y atropelló a dos campesinos croatas quienes murieron de inmediato. El auto rojo, al salirse de la vía, chocó contra un árbol. Los daños a su carrocería no fueron mayores, pero el oficial quedaría gravemente herido: murió horas más tarde. Finalizada la guerra, el recién nombrado Gobernador General de Yugoeslavia tomó posesión del automóvil ordenando su reacondi cionamiento. Gracias a sus hermosas lí neas y solidez estructural quedaría como nuevo; pero no ocurrió así con el Gobernador, que sufrió cuatro accidentes en otros tantos meses perdiendo un brazo en el último de ellos. Convencido al fin que la fama del trágico vehículo ( y a la cual se había negado a dar crédito) estaba justificada, decidió que fuese desmantelado. Al enterarse de aquello, cierto Dr. Kostas Sirkis, aficionado a los autos con pedigree, se las ingenió para explicar al Gobernador que todos aquellos eventos negativos nada tenían que ver con el vehículo y eran sólo coincidencias, ridículas supersticiones urdidas por mentalidades ignorantes. Seis meses después de haber adquirido el flamante automóvil rojo se le halló al borde de una carretera. Había volcado aparatosamente y aun cuando el auto no sufrió daños mayores, el Dr. Sirkis moriría en el accidente. La inconsolable viuda Sirkis


vende entonces el auto por una suma irrisoria a un acomodado joyero húngaro, quien se suicidó. El siguiente propietario fue otro profesional de la medicina que, a partir de la adquisición del Faetón Rojo, sufrió una inexplicable racha de reveses profesionales al punto que perdió a todos sus pacientes; debió vender su consultorio y hasta su propia esposa lo abandonó. Antes que el fatídico efluvio del auto terminara aniquilándolo, el médico lo vendió a un piloto de carreras. Este, impresionado por su potencia, lo acondicionó para inscribirlo en una carrera transalpina. Perdería la vida al chocar el auto contra una pared de piedra. dquirido por un próspero granjero,el vehículo fue nuevamente reacondicionado, y quedó como nuevo.Cierta mañana, durante un paseo por una vía campestre, el motor se detuvo inesperadamente. Como le era imposible encenderlo de nuevo, el terrateniente convenció a un campesino para que remolcase el vehículo con su carreta. Apenas habían rodado unos cien metros cuando el potente motor inexplicablemente cobró vida. Fue tal la sorpresa del terrateniente que, azorado, puso el auto en primera. Al soltar el embrague el Faetón saltó como un bólido llevándose por delante a la carreta, al campesino y a los bueyes hasta chocar más adelante. En el accidente fallecieron el campesino y el dueño del auto. El ya notorio Faetón Rojo fue adquirido posteriormente por Tibor Hirschfeld, un experto mecánico, quien tras repararlo lo hizo pintar de azul a fin de poder venderlo. Fue inútil, ya que nadie quería saber nada de tan fatídico vehículo, así que Tibor decidió conservarlo para sí. Cierto día y mientras asistía a una boda con varios amigos intentó pasar a otro vehículo para demostrar la potencia de su auto. En forma inexplicable ocurrió un volcamiento donde murieron, conductor y pasajeros, en forma instantánea. Confiscado por el gobierno austríaco y debidamente reparado, aquel Auto Rojo de Sarajevo fue a parar a un museo de Viena. Allí, el vehículo, que indirectamente había ayudado a iniciar una guerra, encontraría su fin en otra. Quedó destruido durante un bombardeo aliado en la Segunda Guerra CM> Mundial.

EL PASO E LOS HEKURA JUAN LISCANO

a acción chamánica es fundamentalmente individual. Los poderes pro ceden de afuera pero el chamán los usa y proyecta. Es un mediador y un intermediario. Tiene trato con lo natural y lo sobrenatural. Probablemente el chamán existió desde los inicios de la aventura humana. Se puede imaginar a aquellas sociedades de cazadores y recolectores, estudiando grupos primitivos actuales. En Venezuela, el antropólógo francés Jacques Lizot convivió (a lo mejor convive aún) con los yanomami, ubicados hacia las fuentes del Orinoco y las fronteras con Brasil. Su libro El círculo de los fuegos (1976, Monte Avila) refiere su trato con los chamanes. El psiquismo de estos es intensísimo. Median entre los hekura energías esenciales que animan a seres, animales, cosas, vegetales, minerales, y los indios. Ellos mismos se vuelven hekura cuando ofician. El chamanismo es un oficio a veces con carácter hereditario, si algún descendiente está dotado. Las ceremonias son públicas y están centradas en el actor principal que es el piache, el chamán. De modo que sin acudir a la intervención de una divinidad, transita el camino de lo sobrenatural. Para determinadas prácticas mayores, se abstienen de contactos sexuales. Esa abstención es natural y espontánea y nada debe a la influencia evangélica o cristiana. Seguramente la abstención se debe al rango discriminatorio en que se tiene a la mujer y a la noción del desgaste orgásmico. Hay que reservar todas las energías para la ceremonia de comunicación con los hekura. El piache y su magia prefiguran al técnico y a la tecnología. Chamán y técnico

persiguen penetrar los secretos de la naturaleza, para dominarla y plegarla a su servicio. Entre la aplicación de tela de araña y hongos en la herida o el mascar hojas de coca para euforizarse, hasta la elaboración mediante procedimientos químicos de la penicilina y de la cocaína, transcurrió la aventura humana. De la magia a la tecnociencia y a la tecnología. La diferencia estriba en el muy escaso poder destructivo de la magia primitiva del chamán en comparación con el poder desintegrador, satánico, metafórica y simbólicamente, de nuestra técnica y ciencia actuales, manipuladoras de virus para guerras de exterminio y de genes para imponer pronto la civilización esclavizante de robots y cyborg. La contemplación maravillada de la creación, del curso del sol por las estaciones, los solsticios y equinoccios, el imaginario zodíaco; del renuevo de la naturaleza y la fecundidad de la floresta y de la fémina; de la impenetrable bóveda celeste con sus luminarias en movimiento; los fenómenos telúricos, la agitación del mar en relación con las fases de la luna, despertaron el sentir religioso. El término "religión" procede probablemente del latín religare , ligar de nuevo. Los magos y la magia de las primeras civilizaciones derivaron hacia lo religioso, lo sacerdotal, el logos origen de la escritura. Con el correr del tiempo se separaron y opusieron, hasta alcanzar, en nuestra época, era de la muerte de Dios y del imperio avasallante de la tecnología, el vacío metafísico absoluto, la sumisión a los hechos, tan efímeros como clamorosos. Para el chamán yanomami, los hombres vulgares no son capaces de advertir el viento que levantan a su paso los hekura. cm> Exces0 Enero 1989 83


LOCOS POR EL TRASERO

RUBEN MONASTERIOS

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os observadores críticos de la publicidad televisada en Venezuela cuestionan lo que desde su punto de vista es un exceso de erotismo según algunos de ellos, quienes recurren al sexo en publicidad carecen de imaginación. Quizá tengan su parte de razón los críticos, pero lo cierto es que en nuestro ambiente el sexo vende, y que las cuñas de TV, con su insistente erotismo y excelente producción en la generalidad de los casos, aportan un factor de deleite sensorial casi siempre ausente en nuestras telenovelas, casi siempre de acabado mediocre en su producción e incomprensiblemente pacatas en su contenido; digo incomprensible tanto moralismo, porque en los enlatados provenientes de EUA pasa casi cualquier cosa, en tanto que en las realizaciones nacionales unos discretísimos besos administrados en la pierna de una niña bonita se consideran una audacia fuera de lo común; de hecho, de no ser por las cuñas, no habría erotismo estéticamente presentado en nuestra TV. En el arco de posibilidades que nuestros publicistas tienen a su disposición para construir el discurso erótico, se hace evidente una cierta obsesión por el trasero femenino, notable en los creadores de las cuñas de pantalones. " ¡Pompis, pompis y más pompis!" podríamos decir, parodiando el simpático jingle de una de ellas; una serie de cuñas en las que se destacaba la resistencia de esas prendas de vestir, en vez de su cualidad modeladora del pompi, fue poco menos que una excepción en nuestro ambiente. Se comprende la insistencia, en cuanto el trasero es una de las regiones de la anatomía femenina con más definida y potente carga erótica en nuestra cultura; al mismo tiempo llama la atención su pudor en mostrar el trasero masculino, que resulta sexualmente atractivo a muchas mujeres, así 84 ExcesO Enero 1989

como el no menos estimulante —para ellas— bulto genital varonil, cosa que en la vida real tantos ostentan, precisamente mediante el uso de los ajustados pantalones publicitados por las cuñas. Tratándose de hombres, los creativos explotan el erotismo del musculado torso puesto al descubierto. Degas, gran observador de culos, tanto como notable pintor de ballerinas se habría sentido complacido viendo la TV venezolana de nuestros días. Viene a lugar recordar el sistema clasificatorio de los traseros femeninos creados por él, que los ordena, atendiendo a su forma, en tres categorías analógicas de ciertas especies frutales: en forma de manzana, en forma de pera y aquellos que tienen la forma propia de estas, o de cualquier otra fruta, pero aplastadas por la rueda de una carreta. Los en forma de manzana son grupas airosas, nerviosas, agresivas, enérgicas; el altivo abultamiento de las nalgas se inicia desde el propio término de la espalda; los exhiben las negras, principalmente, y aquellas mujeres en cuyo coctel genético la sangre de esa raza juega un papel importante. Hasta cierto límite, en el que se conserva la adecuada proporción con el resto de la anatomía de la mujer, estos culos son realmente apetitosos; traspuesto el mismo se configura el fenómeno que los antropólogos físicos llaman esteatopigia, el cual aparece muy destacado en algunas etnias negras africanas, como la bantú y la hotentote. Infortunadamente,estos buenos y grandes culos amanzanados sólo mantienen su atractivo durante la juventud de la mujer; con su envejecimiento tienden a relajarse, dominadas las fibras musculares por las generosas capas de grasa que les confieren su bella forma, convirtiéndose,á la larga, en repugnantes masas amorfas; es anticipación que debe tomar muy en cuenta el hombre dispuesto a casarse con alguna jovencita, conquistado por la excepcional dotación que ese momento de su vida exhiba en tal

parte de su anatomía. Los traseros en forma de pera, en sus manifestaciones más hermosas y delicadas, declinan armoniosamente a partir del final de la espalda; la línea corporal posterior de la mujer se resuelve sin solución de continuidad; su componente graso es menor y predomina en ellos la fibra muscular, en razón de lo cual tienden a mantenerse firmes con el correr del tiempo. Estos culos son más apacibles y en algunas mujeres resultan un tanto lánguidos.

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pelando a ese sistema clasificatorio debido a Degas, y a partir de la muestra que deparan las cuñas de pantalones, yo diría que en ellas predominan los culos en forma de manzana; y con sobrada razón, añadiría, en cuanto tales traseros hacen lucir muy bien los pantalones de cualquier tipo y marca. Creo, además, que tal muestra es representiva de la configuración del culo de la mujer venezolana moderna. En ese contexto encuentro una sola excepción: una nena rubia, capullo, botón de rosa, angélico ser, primorosa muchacha: lo más excitante que ha figurado en la televisión venezolana desde la época en la que aquella sifrina nos volvió locos a todos los erotómanos, erotófilos y erotólogos con su manera de comer helado. En la cuña del caso, la embelesadora criatura habla por teléfono desde una caseta pública; cada uno de sus gestos y mohines, plenos de una coquetería natural de muchacha que se sabe hermosa, pulsan inefables e inquietantes armonías en las cuerdas del alma; en cierto momento se voltea, porque supuestamente algo ha llamado su atención, y al darle la espalda a la cámara fija deja ver un modesto pero divinamente modelado derriére en forma de pera, capaz de competir con cualquier culo manzano a la hora de exhibir pantalones. cara>


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ADELANTOS DE OTONO

MARGARITA ZINGG DE BLOHM

legar a París no deja de emocionarme, no deja de sorprenderme nunca. La naturaleza parecía, en esta oportunidad, querer competir con la Ciudad Luz. El otoño, en efecto, con su espectacular colorido y un sol radiante fantaseaban una inusitada combinación. La semana de la moda coincidió con la huelga del transporte, haciéndonos caminar, a nosostros sus trabajadores (de la moda, quiero decir) a paso acelerado de uno a otro desfile. Terminamos agotados, pero felices. El espectáculo de las pasarelas dominadas por el torrente de imaginación y creatividad de los zares de la moda era, para usar un understatement, un conmovedor espectáculo. Las fabulosas mannequins , este año por cierto más reales, o como dijera Valentino más polposas , o sea con una incidencia mayor de curvas, sobre todo a nivel de grandes /o/os, encantaron a la concurrencia masculina. El otoño, según su costumbre, pues, asomó a la vista de los profesionales las tendencias de la próxima temporada primavera-verano. El fenómeno Chanel continúa, influyente, marcando las colecciones del 89. El vestido negro bañado en cataratas de perlas y cadenas, trade mark de Mademoiselle, ofició en Saint Laurent. Su vuelta al clasicismo lo convierte en noticia. El cuerpo de la mujer inspira la silueta, todo voluptuosidad, efectos de constraste de volúmenes, pantalones fluídos, drapeados al cuerpo y en más de una ocasión de ímpúdicas transparencias. La noche motivará sensualidad y sencillez, en dos palabras. El pantalón se convertirá en la vedette de Karl Lagerfeld, Montana y Chanel. Las largas faldas tipo sarong harán lo propio para Dior. El azul marino suplanta al negro para la noche. El Bicentenario de la Revolución tiñe de los patrióticos azul, rojo y blanco de -

la bandera francesa casi todas las colecciones. Abundan, también, el marrón y el bei-

ge, amén de una ocasional paleta de colores ácidos. Predominan los materiales ligeros y transparentes, en especial muselina, gorgette, crepe, organdi, gasa y por supuesto, algodón y lino. En conclusión, la moda francesa 89 nos propone una mujer casual, liviana y relax, femenina pero sin ningún frou-frou. Estupenda con una camisa de lino o seda, un pantalón fluído a punto de flotar o una falda a mitad de pierna o sobre la rodilla y un cardigan, lucirá joven y fresca. Milán, después de París me esperaba con la benevolencia de los diseñadores italianos traducida en faldas de largos variados, desde la rodilla hasta el tobillo. Me llamó la atención una impecable chaqueta corta donde Arman i, base de su colección y das?. La pregunta, a esa hora y día, después de París y la totalidad de las muestras de Milán, no dejaba de sonar con auténtica pertinencia.

marca de la moda transalpina. Versace estuvo entre las mejores colecciones con elegantes combinaciones de gamuza sobre suaves pantalones crema y, como siempre, con fabulosos vestidos metálicos. Franco Moscchino, el terrible, abundó en chistes durante su show . Al levantarse-la cortina las modelos se paseaban por la pasarela, bien en atuendos del siglo XVIII, a lo Marie Antoinette, bien en vestidos courreges de la década del sesenta. Los disparates se sucedieron uno tras otro hasta que el travieso diseñador saltó rodeado de sus modelos a la tarima mientras los proyectores preguntaban: ¿Quién necesita otro desfile de mo-

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0N GUILLERMO PEREZ SCHAEL

iariamente millones de personas se preparan para una de las actividades más cotidianas: el baño. Según las posibilidades, algunos se dan el lujo de bañarse todos los días, otros unas veces por semanas y algunos deben ejercitar las piernas para llegar al río, laguna o charco donde puedan limpiar el cuerpo de tantas impurezas. Esta actividad higienizante forma parte ten integral de lo cotidiano que parece ser uh simple hecho sin trascendencia; pero el baño es algo más que el sencillo hecho de lavarse. Durante esos minutos nos "encontramos solos", y mientras nos lavamos nuestra mente queda libre para recorrer los "más profundos intersticios de nuestra imaginación". Esa suerte de tiempo de meditación trascendental; o intrascendente cuando sólo nos dedicamos a examinamos el cuerpo. Muchas veces es sólo tiempo para soñar. Algunos cantamos- o desentonamosmientras el agua corre sobre nuestro cuerpo y nos damos realmente cuenta de los hijos que tenemos al encontrar la bañera llena de todo tipo de juguete flotador; o recordamos la playa cuando haciendo gala de equilibrio evitamos la mortal caída al resbalar en el piso impregnado de aceite bronceador, o nos "enconchamos" para olvidamos del déficit presupuestario o de los gritos de los niños. Tenemos la sensación de "lavar nuestras preocupaciones". Nos convertimos en niños y jugamos con el agua, con el jabón y hasta con los juguetes olvidados por nuestros hijos.

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Cuando salimos del baño nos sentimos renovados, "limpios de culpa", livianos y preparados para casi cualquier cosa. Pero, ¡ Ay si no encontramos jabón cuando decidimos damos el tan ansiado baño! Esta pequeña pastilla elaborada a partir de grasaas animales o vegetales, con formas fálicas normalmente, es el elemento más importante -junto al agua- del ritual del baño. Según la publicidad de nuestros días el jabón es gran responsable de los éxitos que logramos, de los amigos que tenemos, de nuestro romance y aventuras. Esta insignificante pastilla resbaladiza se convierte en el baño en un artículo valiosísimo. Y se venden millones de toneladas mensualmente. El jabón se vende como un importante medio para satisfacer nuestras necesidades de belleza y felicidad. Si no tienes un jabón, no tienes casi nada. A todos se nos recuerda que podemos conquistar al contrario si eliminamos el sucio y nuestros olores corporales. Ese antiguo, pero hoy desconocido olor, se ha convertido en una pestilencia que nos impide lograr la conquista del sexo opuesto. Es un pecado que hay que lavar. Esa pecaminosidad de nuestro olor real es nueva. En Pompeya, ciudad italiana de la provincia de Nápoles y Santuario de Nuestra Señora del Rosario, la aristocracia ya utilizaba el jabón y se han encontrado vestigios de fábricas bien instaladas y equipadas; en lo que dejó la erupción del Vesubio, que también sepultó en sus cenizas a Herculano. Quizás la primera victima del exce-

sivo uso del jabón fue Popea, muerta por su esposo Nerón en el año 65, de un puntapié. Los historiadores no dicen si fue por el olor, o porque era inodora. Hoy lo utilizamos por las mismas razones que lo hizo la gente de la edad antigua y hasta algunos han muerto también de una patada, pero dada sin querer y por imprudencia, a una simple pastilla de jabón. No lo utilizamos verdaderamente para limpiarnos. En realidad lo usamos porque es agradable al tacto. Podríamos limpiamos con otra cosa, pero lo que escogimos fue el jabón. Cuando encontramos una pastilla nueva estamos seguros de que tendremos un placentero baño y deseamos saber cómo se sentirá en contacto con nuestra piel. Sabemos que no hay experiencia igual a la de un baño con un jabón nuevo. Nos encanta su suavidad cuando está mojado. Nos desagrada encontrar partículas extrañas que desvirtuan la finura de su superficie y lo examinamos con un ojo galeno cuando lo vamos a utilizar. Somos adictos a lo suave y por ello nos gusta tocarlo, acariciarlo, sentirlo entre nuestras manos. El jabón también nos genera sentimientos de culpa y muchos nos preocupamos al ver una pastilla disolverse en el agua. Nos desagrada verlo olvidado en el agua. E inconscientemente tendemos a economizarlo. Siendo cierto sólo el cincuenta por ciento de lo expuesto, justifica con creces el exceso del jabón desde todo punto de vista: el de Popea, el de los pompeyanos, el de los publicistas y el de los bañistas.


TODAS LAS MUJERES SON TUYAS

FRANCISCO

EllUF1111111 La monstruosa luz del trópico ha fraguado un exceso de pudor en los cuerpos de estas latitudes. Los hombres, —y las mujeres—, sin embargo, igual que en el restó del planeta, en la soledad de su fuero interior, sueñan la violenta gramática de la intimidad del otro. Todas las mujeres son tuyas, reza en silencio el hombre de las multitudes, feroz y dramático como un lobo estepario. Un grupo de fotógrafos valientes y compasivos se han dedicado a alimentar ese clamor contra todos los obstáculos de la hipocresía y la vergüenza. Poner, a través de la imagen, una cura y un excitante a nuestros huérfanos sentidos, es un acto de suprema caridad. Exceso da voz, en estas páginas, a la luz de los mejores fotógrafos y sus modelos. Esta vez ha sido Francisco Beaufrand, un joven artista de 28 años, nacido en Maracaibo. Las curvas de la mujer, la sensualidad más que la contundencia animal de su sexo,.aparecen una y otra vez en los encuadres que le inspiran viejas fotografías del siglo XIX y pinturas del Renacimiento volcadas en cuerpos al alcance de la mano en los salones caraqueños. Pero esas fotografías y esos cuadros hablan de santos, vírgenes y dioses de la mitología clásica y es ahí donde un temblor malsano cuaja, en secreto, en las dulces composiciones. Francisco Beaufrand se ha familiarizado con los cuerpos de las más elegantes mujeres de Caracas trabajando para las nuevas figuras de la alta costura y la vanguardia estilística en Venezuela: Angel Sánchez y Amador- Piquer. Sólo el mágico triángulo lo intimida, lo sigue intimidando...

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EL ARTE DEL ESCOGES El proceso de elaboración del whisky, es todo un arte en el cual, cada detalle, cada momento, es importante para producir el verdadero escocés. Este arte se inicia con el filtrado del agua a través de capas de turba, antes de remojar en ella la cebada, que luego se extiende sobre un piso de hormigón para que germine gracias al calor y la humedad. Durante este "malteado", la cebada se disuelve debido a una enzima que ésta segrega, quedando lista para convertirse en azúcar.

Luego de detener esta germinación en un momento determinado, se procede al secado y tostado del producto, en unos hornos especiales alimentados con turba, elemento fundamental para que el whisky adquiera ese especial aroma. Este producto vuelve a humedecerse, convirtiéndose en una pasta que es amasada en grandes cubas, donde el almidón soluble se vuelve un líquido azucarado ("wort"). A éste se le agrega levadura en unos grandes recipientes para estimular la fermentación, llamada filialmente "wash",

una primera fermentación de la malta que resulta un vino de bajo contenido alcohólico. En ese momento se realiza, entonces, la primera destilación en alambiques "discontinuos" de cobre (Pot Stills). Luego, se procede a la segunda destilación y, finalmente, al añejamiento en barriles de roble, de una duración aproximada entre los 4 y 15 años. Hemos obtenido, entonces, el whisky denominado "single" o de malta pura, de un valor algo más elevado que el llamado "Blended" o de mezcla. Pero, ambos, : son el resultante del arte del escocés.

LAS CA,A5 f, ri 1 'r-

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TARDE DE ENERO MARCOS TARRE

1 autobús azul y blanco Blue Bird de la ruta 34 Kennedy-Parque Central le tapó la vista. La cola de carros se trancó. Abajo, en la avenida, sonaron cornetas. Miró a una catirita en un Fiat Spazio gris. Una calcomanía redonda de Epcott Center en el vidrio trasero. Un spoiler de plástico sobre la maleta. Mechitas marrones, muy maquillada, piel suave, hombros descubiertos pecosos. Buen lejos. Buena fachada. Parece apta para el consumo. La muchacha sintió la mirada y volteó. Sus ojos se encontraron. Inmediatamente la catira giró la cara hacia adelante. ¿ Qué te fricqueó, ricura ? ¿ No te gustó lo que viste ? Deja que te agarre para que me veas de cerca y completico... Los carros se movieron. Una oleada de motorizados se deslizó entre los vehículos. Una furgoneta por puesto se cruzó bruscamente de un canal a otro. El autobús de la ruta 34, lleno de gente, arrancó soltando una nube de humo oscuro. La sucursal del banco quedó de nuevo a la vista. Miró una vez más las letras azules sobre fondo blanco. Banco Consolidado. El afiche de Acude en la puerta Templex. El letrerito de Abierto con el símbolo de American Express. Las señales de No Pare Seguridad Bancaria en la acera, el muro de cerámica azul de la fachada. Era un banco pequeño, en donde termina la avenida Méjico y comienza la avenida Universidad. En el edificio Tequendema, al lado de una especie de bar-fuente de soda-venta de jugos-ambiente familiar y del Ipasme. Una pequeña agencia. Piso de granito y muebles gastados de fórmica. ¿Por qué ese banco? ¿Y por qué no? Ese u otro ... ¿Qué diferencia podía haber? Fue el primero que con92 Exces0 Enero 1989

siguió al bajarse del Metro en Parque Carabobo... Tiene la ventaja de que la Estación me queda al lado ... Me lanzo escaleras abajo y me piro, me esfumo, me desaparezco y en cinco minutos estoy lejos de esta vaina. Sí, pero la Central de la Petejota la tienes a dos cuadras... La mayor concentración de tombos por metro cuadrado... ¿ Y qué ? Ellos están allá y yo aquí... Mosca, hermano. Movimiento en la vía. Una mujer vestida de enfermera salió de la agencia. No. No sirve. Esta gorda vino a depositar. Lo mío es uno que venga a sacar. Que salga lleno de billetes. Miró su Seiko. Las cuatro y cinco. ¡ Mierda ! ¿Pero es que no entra nadie a esa agencia? Lunes en la tarde. Debería moverse más, más actividad, más gente... No tiene vida, pana, no tiene vida... Ya es muy tarde para cambiar de banco. Aquí sigo estacionado. Alguien tiene que salir premiado hoy. Sacarse la lotería. Sacarse mi número... Se secó unas gotas de sudor de la frente. Se limpió la mano en el blue jean. Se jurungó la nariz y se quedó mirándose los dedos. La cola de carros se había trancado de nuevo. Miró el largo letrero de Radio Continente, más allá la mole vecina en obras. Aquí se construye la nueva sede del

"Como que voy a tener que quedarme aquí hasta que terminen ese banco. De repente me va mejor".

Banco La Guaira Internacional. Como que voy a tener que quedarme aquí hasta que terminen ese banco. De repente me va mejor... Sonrió. Se pasó la lengua por el vacío del colmillo superior. Escupió en el sucio piso de ladrillos cuadrados. Miró hacia el otro lado. Al fondo de la avenida, detrás de los árboles del Parque Los Caobos, sobresalía el reloj de La Previsora. Las enormes estructuras de Parque Central. Los edificios en construcción con las grúas de pluma adosadas. La torre de oficinas con varios vidrios rotos. El Chino y que cada vez que pasa por la autopista le suelta un plomazo a los vidrios. Gran carajo... Algún día lo van a marinear por pendejo... La larga perspectiva de la avenida Méjico. Al fondo el Hotel Hilton. El viejo más bajo y la torre maciza nueva. Algo había atrás, en el Teresa Carreño. Se veía gente. Allá como que es la movida. La gente en vez de venir al banco se fue ahí. ¿ Qué pasará? Estaba demasiado lejos para distinguir algo... ¿Qué será? Mano, tú tranquilo. Tú tienes tu oficio aquí. Aquí es tu chompa...Deja la curiosidad. Un hombre entró a la agencia. Lo miró fijamente hasta que desapareció por la puerta. Guillo, éste parece. Puede ser... Tiene pinta de constructor italiano que viene a recoger la muna para sus obreros... ¿Un lunes? No seas bolsa... Eso es los viernes... Repasó una vez más con la vista la fábrica confección de ropa, la entrada del estacionamiento garaje, lavado engrase y cambio de aceite, las puertas de hierro trabajado del edificio Tequendema, el pasaje del Ipasme, las dos casitas antiguas de arcos, iguales. Se alquila habitación a caballero de orden. Se sabía de memoria el letrero. Los colores fuertes del callejón Los Lechozos


CUENTO del Paseo Anauco. El chichero. El kiosco de levaba rato observándolo, ahí, ocho periódicos de El Universal. Las fotos tridimenpisos más abajo, sentado tranquilasionales del Papa. Misión Nacional. El Papa mente en su banco de concreto en quiere ser tu amigo. Búscalo y encuéntrate. Un obra limpia. Algo en el individuo grupo de liceístas se acercó. Tres muchachas no le gustaba. Cuando el hombre se de uniforme. Imperceptiblemente, quizás haspuso los lentes oscuros y escupió, ta inconcientemente desviaron la ruta para ale- ya tenía el transmisor pegado de la boca. jarse del banco de concreto en obra limpia en Oprimió el botón para hablar. donde estaba sentado. No se dio cuenta de eso. —Móvil uno a Móvil cinco, ¿me copias? Sólo le prestaba atención a la muchacha del Repito, Móvil uno a Móvil cinco... medio. Era la más alta. Pelo negro rizado, corto —Te recibo Móvil uno... y húmedo, a lo Michael Jackson. Labios grue—Fermín, tengo un posible Turco en frente sos y sensuales. Un pequeño lunar sobre la de mí... mejilla. Cuerpo delgado y sinuoso. Pechos —Copiado. ¿Cúal es tu posición, Móvil uno? pequeños pero firmes marcando la franela del —Radio Continente. En la azotea... ¿Me uniforme. Piel color canela. Piernas largas. recibes ? Medias tobilleras. Balanceaba provocativa—Perfectamente, Móvil uno. Dame la desmente las caderas al caminar. Burda de buena. cripción del Turco. Se la quedó mirando de arriba a abajo, con la boca entrebierta. Cuando estuvo a su altura se llevó la mano derecha a la entrepierna y murmuró mi amor, todo esto es para ti... Las muchachas fingieron no haber visto ni oído Fermín se sentó nada. Mirando hacia el frente apuraron el paso. en otro banco de concreto, Qué cosa más grande, se dijo para sí mismo. Qué cosa más buena, repitió en voz alta, pero a diez metros del elemento, ya las liceístas estaban lejos, a la altura de la medio escondido por estatua de Benito Juárez. Se sonrió. Sonrió con una expresión fea, enseñando el hueco negro una jardinera. del colmillo. Jevas... Todas las hembras, todas... Me las voy a pagar a todas. Tengo con qué... Ahorita no... Pero en cuanto... Coño, voy a tener que darle al primero que salga... Ya van —El sospechoso está sentado en un banco, a trancar el banco, y yo aquí achantado. Al próximo que salga le doy, le caigo . Espero que casi enfrente de la salida del Liceo Andrés se aleje un pelo, me le pego atrás y le pongo el Bello. Hombre. De veinte a veinte y cinco hierro en el lomo. Así, suave, suave... Se llevó años. Pelo negro. Medio mulato. Viste blue la mano a la espalda y palpó por debajo de la jean y una chaqueta Members Only beige sin chaqueta la cacha del revólver. Astra calibre nada abajo. Zapatos de goma. Tiene lentes 38. Un buen hierro. Seis tiros. Cañón cuatro oscuros metálicos. Lleva rato ahí. Quiero que pulgadas. Fabricación española. Eso le había lo verifiques... No quiero tener un Turco aquí dicho Norman. La tenía desde hace poco. en mi zona... Fuera. —Correcto, Móvil uno. Tengo situado al Desde el sábado. Tres de los grandes. Norman se la había vendido. Mano, es un buen hierro y sospechoso. Procedo a verificar. Estamos en está limpia como el agua. Se la palearon a un contacto. Fuera. Con los binoculares había podido detallar interventor de aduanas. Limpia y pura como una jevita de catorce primaveras del Country bien al elemento. A Fermín le llevará unos Club... Y hoy es el bautizo. Sintió nacer la minutos acercarse discretamente... ¿ Qué caratensión y el miedo. Corrió la adrenalina por su jo hace ese hombre sentado ahí? Qué cuerpo. Antes nunca había usado un revólver. espera ? ¿A que pase el cortejo? Hay más

L

Es fácil, es un juego, es poder, le dijo Norman. Sin un hierro no eres nada, no eres nadie, le dijo El Chino. Se colocó los lentes oscuros sobre la nariz. Respiró fuerte. Absorbió humo y monóxido. Tosió y escupió con rabia.

personas allá abajo en el paseo, sentadas en los bancos. Un grupo de liceístas, un viejito agarrando un poco de sol, una parejita de enamorados dándose latá; el vendedor del carrito de helados, un mendigo borrachito echado en la

grama... Todos podrían ser Turcos... ¿Turco? ¿Quién sería el genio que puso ese código? ¿Será por el atentado del Vaticano? Seguro que éste resulta un pobre hombre, un desempleado, un colombiano indocumentado, un tipo que se peleó con la mujer, o que sencillamente le provocó sentarse ahí ... Quién sabe, cualquier pendejada de esas... Pero no se podía correr ningún riesgo. Había que chequear, comprobar, verificar, una vez, diez, cien, mil veces, así era esta profesión, y de repente, cuando menos te lo imaginas das con algo...Tomó de nuevo los pequeños binoculares Leupold 9 x 35 y examinó al sujeto largamente. Lo vio rascarse la cabeza, bostezar enseñando el hueco negro de un colmillo superior; parecía esperar algo, con los ojos fijos hacia adelante. ¿ Qué estará viendo? Dejó los binoculares y se inclinó. No tenía suficiente ángulo para divisar qué pasaba debajo, qué observada el sospechoso... Levantó un poco la vista. Fermín venía caminando tranquilamente desde el Parque Carabobo, iba directamente hacia el Turco. Fermín era un poco volado, impulsivo. Era capaz de negarte al tipo y pedirle la cédula o de encañonarlo, recostarlo contra una pared con los brazos en alto y las piernas bien abiertas y registrarlo. Un procedimiento de estos nunca debía hacerlo un funcionario solo. Y desde esta azotea difícilmente podría ayudar en caso de necesidad. Pero afortunadamente Fermín actuó de acuerdo a las normas. Primero verificar antes de cualquier acción. Fermín se sentó en otro banco de concreto, a diez metros del eletnento, medio escondido por una jardinera. Se llevó una mano al bolsillo y sacó un ejemplar de Gaceta Hípica. Bajó la cabeza como si estuviera absorto estudiando los datos de la revista. Allá abajo la situación parecía bajo control. Suspiró aliviado. En pocos minutos sabría a qué atenerse con ese Turco. Lejos en los techos de las azoteas vecinas sobresalían las siluetas de otros integrantes del operativo. Menos mal que esto ya estaba por terminar porque habían sido cuatro días agotadores, trabajando a doble turno, sin descanso... El pitido del transmisor lo sobresaltó. Agarró rápidamente el pequeño transmisor y oprimió el botón para recibir. —Móvil uno. Mó ■iil uno. —Adelante, Móvil cinco. Te recibo. Adelante, Fermín. — Jefe, el elemento está armado. Repito. Tenemos un Turco armado. —¿Estás seguro, Fermín? nomExces0 Enero 1989 93


CUENTO -Cien por ciento, Jefe. El sujeto se agachó para... ¿Me copias, Móvil uno? - Coño, te estoy oyendo perfectamente, Fermín . ¡Sigue! -Repito, Jefe, el sujeto se agachó, se inclinó para recoger algo del piso, se le levantó la chaqueta en la espalda y pude verle la cacha de un revólver. Está armado, Jefe, me le voy a acercar y ... -Negativo, Móvil cinco. Negativo. -Pero, Jefe... -Negativo, Móvil Cinco. Es una orden. Quédate ahí. Tranquilo, Fermín, tranquilo. Repito. Quédate ahí hasta nuevas instrucciones. Fuera.

"Que cada uno mantenga su sitio, ocultos. Quiero saber qué se propone El Turco".

intió acelerársele el pulso y los latidos del corazón. Se inclinó para ver de nuevo al sospechoso con los binoculares. Seguía sentado ahí tranquilamente. ¡Está armado! Turco armado. Esto según el código del día era un Turco Rojo. Sospechoso armado en el área de paso de la comitiva. Tenía que... ya va, tranquilo tú también... Puede ser un simple ciudadano armado... Pero los portes están suspendidos desde el viernes. ¿Y si no lo sabe? Si no lo sabe, mala suerte. Le sale detención. ¿Y si es un funcionario? Guillo, no vayas a meter la pata. Tengo tiempo todavía para comprobaciones. A la comitiva le falta tiempo para pasar por aquí. Puede ser un funcionario. Un Metropolitano en civil, un fiscal de tránsito, un agente nuestro, o de inteligencia de la prefectura... Calma, hay tiempo para verificar. Primer paso. Se agachó y encendió el otro transmisor, más grande y más potente. Conectó la frecuencia y tomó el micrófono. -Bravo Doce a Centro Sol. Bravo Doce a Centro Sol. - Adelante, Bravo Doce. - Centro Sol. Quiero sabersi aparte de mi gente hay otros funcionarios asignados a mi área. 94 Exces0 Enero 1989

abajo, en la placita. Tomen sus posiciones y - ¿Cuál es su posición, Bravo Doce ? - Sector Cu raya seis. Avenida Méjico. esperen instrucciones. ¿Copiado? Móvil cinco, repito, Móvil cinco. Mantén tu sitio. No Entre Sur 15 y Sur 19. Sector Cu raya seis. - Copiado, Bravo Doce. Espera, que vamos hagas nada, sólo observa al elemento. Fermín, Móvil dos y tres van a estar contigo en la calle. a chequear. Dejó el micrófono en su soporte. Abajo Ubica a tus compañeros. No quiero errores en todo seguía igual. El sospechoso en su banco caso de tiroteo. ¿ Está claro? Okey. Fuera. y Fermín un poco más lejos, sentado también. Móvil uno a todos los móviles del Sector Cu Le provocó prender un cigarrillo pero no le raya Seis. Tenemos un posible Turco Rojo en dio tiempo. Sonó el zumbido del transmisor. la zona. Móvil dos, tres y cinco están - Bravo Doce, habla el Comisario Sando- vigilando al sujeto. Abran bien los ojos por val. En tu sector no hay otros funcionarios. Tus si ven algo sospechoso en su zona. Es posible órdenes fueron claras. Tu grupo tiene asigna- que el elemento no esté solo. En unos minutos da la seguridad de ese sector. Sólo tu grupo. tendremos unidades de apoyo. Hasta que lleRepito. No hay otros funcionarios. ¿ Qué pasa? guen que cada uno se mantenga en su sitio y -Tengo un posible Turco Rojo. atento. Mantengan abiertos los transmisores. -¿ Turco Rojo ? ¿Está confirmado? ¿Copiado? Okay. Fuera. Y ahora el tercer paso. - Positivo, Centro Sol, mandé un agente a Esperar. Otra de las cosas para las que un vigilarlo de cerca. El elemento está armado. policía debe estar preparado. Tener paciencia y esperar. Y esperó, revisando la calle, las - ¿Arma larga ? -No, comisario. Arma corta. Le localiza- azoteas, en contacto permanente con sus hommos un revólver. Pero puede tener más arma- bres y con la central Centro Sol. Esperó, mento oculto. El sospechoso viste una chaque- sudando bajo el sol de la tarde. A las cuatro y ta amplia en donde podría llevar hasta grana- media hubo un momento de tensión mayor. das. Centro Sol , ¿cuál es la posición de Angel Todavía no llegaba el apoyo. El Turco se Blanco? levantó repentinamente. Dio unos pasos. -Todavía no sale del Teresa Carreño. Pareció como confundido, indeciso, se quedó Tenemos tiempo. Bravo Doce, mantenga la parado unos segundos y regresó a su sitio, a su vigilancia cercana. Le mando dos unidades de banco. Desde la azotea había seguido cada comandos de apoyo. movimiento del hombre, dándole indicaciones -Comisario, yo podría bajar y ... a su grupo por el transmisor. Al sentarse el -Negativo, Bravo Doce. Mantenga su ubi- Turco cada uno volvió a su posición. Aquí no cación. No podemos dejar descubierta su posi- ha pasado nada. Esperen instrucciones. Cinco ción. Hoy no hay casi tráfico. En menos de diez minutos después Centro Sol le avisó que tenía minutos estarán ahí las unidades de apoyo. las unidades de apoyo. Que estableciera con¿ Copiado ? tacto con ellos por la frecuencia doce uno. - Copiado, Centro Sol. Fuera. Hizo contacto con los comandos. Las unidades se estacionaron en la avenida Este 2. Desplegairó el reloj. Las cuatro y veinte. Se ron los comandos en dos grupos. El primero se asomó. El Turco abajo también acercó por la Sur 15, más al Este del sospechoveía su reloj. ¿Qué está esperando so. El segundo grupo bajó por la Sur 17, más al ese hombre? Alzó los hombros. Ya Oeste, rodeando por completo el área. Los la maquinaria estaba en marcha. comandos estaban al mando del Comisario Dentro de un rato el tipo iba a estar Pastor. Por radio coordinaron las posiciones rodeado, registrado, desarmado, golpeado si se con Móvil uno y su gente y con la Central resistía y esposado dentro de una patrulla. Centro Sol. Se situaron fuera de la vista del Segundo paso. Acercó el pequeño walkie- Turco y esperaron instrucciones. A los pocos talkie. Les dio instrucciones a otros de sus minutos llegaron. Centro Sol a todos los funagentes que se acercaran y coparan las posibles cionarios del operativo Cu raya Seis. Habla el vías de escape del sospechoso. Móvil dos. comisario Sandoval. Que cada uno mantenga Sitúate discretamente, justo en la esquina de su sitio, ocultos. Quiero saber qué se propone Pele el Ojo. Vas a tener a tu izquierda, sentado el Turco. Vamos a dejar que él actúe primero. en un banco, a Fermín. El sospechoso está un Tenemos un margen de tiempo a nuestro favor. poco más adelante. Móvil tres. ¿Escuchaste? Déjenle la iniciativa al Turco. Repito. QuereTú te vas a ubicar al lado de la estatua, más mos saber qué se propone. Queremos saber si


CUENTO hay otros implicados en esto. Vamos a esperar media hora. ¿Copiado? Media hora más de espera ... El hombre seguía ahí abajo, ajeno a todo lo que se estaba preparando a su alrededor, sentado en su banco de concreto en obra limpia. Dejó el transmisor en el borde de la azotea. Ahora con las unidades de apoyo en posición se sentía más tranquilo. La responsabildad ya no era de él solo. Se permitió dejar su vigilancia unos segundos. Recorrió los extremos de la azotea. Hacia el lado norte localizó las patrullas amarillas de los Comandos de la Disip estacionadas en la avenida Este Dos. Un funcionario de uniforme negro y boína amarilla estaba parado al lado de la puerta del conductor con el micrófono de la radio en la mano. Los otros comandos estaban fuera de su vista, pero estaban ahí. Tenían que estar ahí. Volvió a su sitio, del lado sur de la azotea. Ahora sí podía fumar. Sacó una arrugada cajetilla de Belmont, prendió el cigarrillo y aspiró con fuerza el humo. Estaba bañado en sudor. La camisa pegada a la espalda. Se sentó detrás del letrero de Radio Continente, oculto por las enormes letras verticales, pero con una perfecta vista sobre la avenida. Esperó. La media hora transcurrió lentamente. Los mensajes por radio entre los Comandos, Centro Sol y Móvil uno eran constantes. La tensión crecía. Angel Blanco seguía en el Teresa Carreño, pero se acercaba la hora de su traslado. Y se acercaba también el momento en que tendrían que actuar. No podían permitir bajo ningún concepto un Turco Rojo en la vía de paso de Angel Blanco. A las cinco en punto Centro Sol dio nuevas instrucciones. Ajusten sus relojes. Son las diez y siete cero cero. No podemos seguir esperando indefinidamente. Dentro de exactamente diez minutos los Comandos avanzarán. Solamente pónganse a la vista del Turco. No se acerquen. Repito. Sólo pónganse a la vista. Dos por el Este y dos por el Oeste. Sólo pónganse a la vista. Vamos a ver cómo reacciona. Fuera Centro Sol. Desde la azotea vio claramente cómo en el cruce de la avenida Méjico con la Sur 17 salían caminando despacio dos funcionarios, con las boínas amarillas, las botas negras, los uniformes negros, los chalecos antibalas casi negros, la correa con la cartuchera de cuero negro, los rifles automáticos AR-15 color negro mate y los lentes rayban sobre los ojos. Se pararon uno de cada lado de la calle, pausadamente, con el arma agarrada con las dos manos, atentos. Volteó la cara. Hacia atrás los dos comandos habían hecho lo mismo.

No había tiempo ni posibilidad de frenar la carrera. No oyó los disparos. Algo lo jaló hacia atrás.

Cada uno parado de un lado de la avenida. Pensó que en ese sitio ya la avenida Méjico se llamaba avenida Urdaneta. Ahí estaban, preparados, en la avenida Urdaneta. Bien a la vista. Uno llevaba un rifle automático de asalto y el otro una escopeta Mossberg calibre 12. En ese momento el sospechoso se quitó los lentes oscuros, los guardó en un bolsillo de la chaqueta y se levantó de su banco. urante los últimos cuarenta minutos había estado dándose furiosamente con la lengua en el vacío del colmillo superior. Rabiosamente. Tenía el borde de la lengua irritada. Y seguía dándole. Había visto entrar y salir a varias personas de la agencia bancaria. Cada vez estuvo a punto de pegársele atrás. Y cada vez se había quedado en su banco, sentado, como clavado al concreto. Poco a poco frie cayendo en cuenta de que no se movía sencillamente porque no se atrevía. Una cosa era arrebatarle una cartera a una viejita o robarse un carro en un estacionamiento vacío o armar un escándalo y caerse a piñas en un bar con un pasón de bazooco encima. Pero esto era otra cosa. Esto era hierro en mano. ¿Y si el tipo se resistía? ¿Y si estaba armado? ¿Y si andaba algún tombo por ahí ? No, mano, no. Si El Chino y Norman se enteran me... Pero no tienen porqué saber nada... No me atreví, ¿y qué? No... Les digo que no vi clientela, y basta... Tres mil bolívares di por el hierro ... qué vaina... Mañana, mañana puedo intentarlo otra vez... A las cuatro y media, cuando el vigilante del Banco Consolidado cerró la puerta de vidrio, se levantó de un salto del banco. Dio dos pasos hasta el borde de la acera. Ya está. Trancaron. Se acabó. Dudó unos segundos qué hacer y resolvió sentarse de nuevo en su sitio. Definitivamente esto no es para mí. No. No me atreví hoy. Tampoco me voy a atrever mañana. Es fácil, es un juego, le había dicho Norman. Sin un hierro no eres

nada, le había dicho El Chino. Pero también les había oído los cuentos de los atracos, las redadas, los enfrentamientos, las carreras por los cerros, las detenciones, las palizas, el retén de Catia... Nunca dejes que los timbos te agarren, había dicho Norman. Primero muerto, había agregado El Chino. Y ahora, sentado en su banco, creía, estaba cayendo en cuenta que todo eso era pura habladera de paja de los dos. Esos son de los que hablan y no hacen nada. Eso sí es fácil. Caerse a cobas con veinte botellas vacías de Polar sobre la mesa de un barcito de Plan de Manzano. Mañana le devolvía el hierro a Norman. O lo guardaba para intentar otra cosa. Pero mañana. No hoy. Mañana... Ahora lo que iba a hacer era tomarse una fría en la fuente de soda enfrente. Miró el S eiko. Las cinco y cuarto. Había perdido toda la tarde sentado en ese banco... Se quitó los lentes negros, los guardó en un bolsillo de la chaqueta. Se levantó. Antes de cruzar la calle miró a su derecha, y entonces los vio. Dos Disips. Parados uno de cada lado, viendo hacia acá. Se extrañó. ¿ Qué estarán haciendo esos tombos ahí? Mejor me olvido de la cervecita y me piro veloz. Volteó. Del otro lado estaban otros dos policías. Mierda... Tenía la seguridad de que eso no era con él. No podía ser contra él. ¿ Cómo iban a saber? Si además no he hecho nada. Pero sintió miedo. Alejarse de aquí rapidamente. Por detrás. Hacia la Plaza Carabobo. Hacia el Metro. Lentamente giró el cuerpo. Oyó un grito. Alto. Policía. Buscó quien gritaba. Un hombre, a cinco metros, medio inclinado, con las dos manos extendidas lo apuntaba. Directamente a él. ¡Quieto, policía! Entonces todo fue muy rápido. Al mismo tiempo que pensó que ese policía no le podía disparar porque había otras personas pasando, saltó hacia la calle. Buscó el revólver en la espalda. Corrió por la calle, entre loscarros que frenaban, oyó que gritaban ¡párate o disparo! ¡Policía ! Agarró la cacha del arma, introdujo el índice en la cubierta del gatillo, jaló para sacar el revólver y botarlo lejos, para que no le consiguieran ese hierro encima. Pero el martillo se le engarzó en la correa. Hizo fuerza mientras corría. Tropezó con el guardafangos de un chevette. Vio al conductor esconderse asustado. Percibió de reojo a los funcionarios de negro moviéndose en su dirección. Logró desenganchar el revólver. Pero con la fuerza que hizo, con el índice en el gatillo, en el momento en que sacaba el arma se le fue el tiro. La explosión retumbó a sus espaldas. Pensó Exces0 Enero 1989 95

DIBB-


CUENTO que le estaban disparando. Ya no había oportunidad de botar el arma. Pudo atravesar la calle. Se lanzó avenida abajo. La gente corría en todas direcciones. Entre una señora que gritaba con un bebé en brazos y el vendedor de chicha que miraba a su alrededor sin entender qué pasaba, cerrándole el paso estaba un agente de la Disip apuntándolo con un rifle de asalto, parapeteado detrás de un Malibú verde claro.

izquierda la amartilló. El sujeto se puso justo frente a él. Situó el blanco. Le gritó algo. No hizo caso. El hombre trató de esquivarlo, blandiendo un revólver. Retuvo la respiración, apretó suavemente el gatillo. El arma saltó en sus manos. No supo si había hecho blanco. Quizás sí. Pero el tipo no se detuvo. Sólo pareció tropezar y girar el torso en su dirección.

Giró violentamente, golpeando contra un kiosco, llevándose por delante los exhibidores

metálicos y esparciendo periódicos y revistas. Trató de alcanzar el callejón. Una figura negra se le interpuso. Apuntándolo con las dos manos con un revólver plateado. Trató de rodearlo. Oyó el grito de ¡párate, coño! Vio la expresión de miedo en la cara del policía, con la boca apretada y las fosas nasales dilatadas. Su propia imagen reflejada en sus lentes negros. No había tiempo ni posibilidad de frenar la carrera. No oyó los disparos. Algo lo jaló hacia atrás, haciéndole perder el equilibrio. Creyó que había fallado el paso. Y de inmediato sintió una presión brutal en el pecho que lo lanzó contra el piso de cemento. Se golpeó la cabeza. Pensó qué mala pata, venir a resbalar y caerme en este momento. Pero era extraño, la caída no cesaba, la cuneta en donde estaba cayendo parecía no tener fondo, no terminar nunca. Trató de soltar los dedos aferrados a la cacha del revólver, pero su mano parecía estar allá, lejos, distante, ajena a su caída. Sonrió extrañado. uando el Turco Rojo se levantó de su banco lo estaba viendo desde su posición en el Callejón Los Lechozos, con el transmisor pegado de la oreja. Cuando Móvil tres le dio la voz de alto pensó que ahí terminaba el operativo. Pero no fue así. El hombre corrió. Y enseguida sonó un disparo. Oyó frenéticos mensajes por el transmisor. ¡Está disparando! Atención todos. ¡Está disparando! ¡Deténganlo! ¡Tumben a ese carajo! Móvil tres, síguelo. Atención comandos. Va hacia ustedes. Deténganlo. Cuidado con los civiles. Disparen sobre seguro. Aquí Centro Sol ¿ Qué sucede ? Repito, ¿ qué pasa ? Cardier, mosca, va directo hacia ti... Lo vio venir. Dejó el transmisor. Soltó la cincha de la cartuchera y extrajo el pesado Smith & Wesson 357 magnum de acero inoxidable con cachas Paichmar de goma. Agarró el arma con las dos manos, como en las prácticas. Con el pulgar de la mano 96 Exces0 Enero 1989

"Aquí está la cédula. No parece un terrorista. Más bien parece un marginal. A lo mejor es un malandro".

De inmediato hizo el segundo disparo en doble acción. Vio perfectamente el impacto en el pecho. La expresión de sorpresa en la cara. La sangre que salpicaba por el orificio de salida del poderoso proyectil. Al elemento le fallaron las piernas, saltó hacia atrás y cayó desparramado en la cuneta. Respiró el olor a pólvora, percibió las cornetas en la avenida, los gritos, el zumbido producido por los disparos en los oídos. Se irguió con el revólver en las dos manos. Se acercó lentamente. Se quedó parado, mirándolo. Era un hombre joven. Tirado en el piso. Un hilo de sangre corría hacia una alcantarilla. Era un hombre muy joven. Le faltaba un colmillo a un lado de los dientes blancos. Parecía tener como una sonrisa en la boca. Lentamente enfundó el arma. Lo único que le pareció indicado fue quitarse la boína amarilla, apretarla contra su pecho, duro, sobre las trabillas de lona del chaleco antibalas, y quedarse ahí, mirándolo fijamente. Nunca antes había matado. Había participado en enfrentamientos, pero nunca había matado. Tenía la boca seca. Un nudo en la garganta. Ganas de vomitar. Vio sin ver cómo acudían funcionarios de todas partes. Un comando pisó la mano aferrada al revólver del hombre, mientras lo encañonada con su AR-15. Otro se inclinaba con precaución, ponía dos dedos en el cuello del elemento y negaba con la cabeza diciendo está quemado.

andaba en plan de atraco. ¿ Cómo se le ocurrió a este pobre diablo querer atracar a alguien hoy? ¿Y en esta zona? Qué mala leche. Corrió como un conejo.Y lo tumbaron como a una liebre. Oye, Cardier se quedó petrificado... El camisario Pastor llegó, contempló la escena, se le acercó, le dijo Cardier, hiciste lo correcto. Eras tú o él ... Oía y veía todo, captaba todo, pero no le prestaba atención a nada. Seguía de pie, mirando al muerto. Preguntaron ¿ qué le pasa a Cardier ? Pastor dijo déjenlo quieto. Ya se le quitará. Guzmán le palmeó la espalda, le dijo tenías que hacerlo, vale. Otro lo felicitó. Dos disparos, dos impactos. Buena puntería, mano. Más allá tres o cuatro funcionarios hablaban, bromeaban y reían, descargando la tensión y los nervios. El comisario Pastor hablaba largamente por el transmisor. Cu raya seis a Centro Sol. Sector bajo control. El Turco parece que estaba solo. Despues dio órdenes. Angel Blanco está saliendo del Teresa Carreño. Atención. Móviles de Cu raya seis. Tomen sus posiciones. Los comandos, aquí conmigo. Hagan un cerco. No dejen que los civiles se acerquen al occiso. Gabriel, llama al forense. Una mosca revoloteó sobre el cadáver y se posó al lado de una gota de sangre. Un agente recogió periódicos del piso y le tapó la cara y el torso. Leyó los titulares. Uno era El Nacional. La última página. Asesinado de 2 balazos hijo del gerente de la Polar. El otro era el 2001. Leyó las grandes letras rojas. Ríos de enorme fe hechos muchedumbre escucharon la palabra de Su Santidad. Nunca. Nunca antes había matado. La comitiva de Angel Blanco se acercó despacio por la avenida Méjico. La gente colmaba las aceras a ambos lados de la calle. Dos motorizados de la Metropolitana abrían la marcha. Los agentes de seguridad corrían al lado del Papamóvil. Otros, de flux azul, sobre los guardafangos, rodeaban y protegían al Papa. Karol Wojtyla, sentado, cansado, saludaba y bendecía amablemente. Distinguió un claro en la multitud en donde hombres armados y uniformados vigilaban y lo miraban, sonrientes, algunos saludando. Pensó en el trabajo que le daban sus visitas a estos hombres. En los

enormes y costosos despliegues de seguridad

Revisaron el cuerpo tirado en el cemento. Los que tenían que hacer en todos los países que agentes actuaban rápida y eficazmente. Ha- visitaba. Le llamó la atención uno de ellos. blando y comentando. No tiene más armas. Con la boína amarilla apretada sobre el pecho Aquí está la cédula. No parece un terrorista. miraba fijamente hacia el piso. Le admiró tanta Más bien parece un marginal. A lo mejor era demostración de fe y humildad en un policía. un simple delincuente. Un malandro. Seguro Lo bendijo con un gesto lento. clic>


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