Revista Exceso edicion nº 61 febrero 1994

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Gaticas por catálogo Pese al exacerbado superávit económico que en la actualidad ostenta su nación como producto del apabullante torbellino de alta tecnología que se ha desatado allá durante las últimas cuatro décadas, es ahora cuando la población solterona japonesa ha podido dar con una solución decorosa a su respectivo problema de soledad. El mercado dio con la clave del asunto y hoy, en la pequeña isla nipona, navega viento en popa el negocio de la venta de esposas por catálogo, mediante los servicios prestados por agencias casamenteras, que importan desde China dóciles jovencitas ilusionadas con encontrar una mejor calidad de vida fuera de sus fronteras (¿quién quita que alguna de ellas conozca al dueño de la Toyota y lo enamore?). Sólo el año pasado ingresaron a Japón unas 4.000 beldades amarillas, todas con visado de esposa, y dispuestas a ser adquiridas por módicos precios que oscilan entre millón y medio y dos millones de bolívares, según sus atributos. Si bien la competencia entre las firmas es feroz, la agencia japonesa Unamos tiernos lazos de amor, acreditada como la empresa líder en el ramo, está convencida de realizar una importante función humanitaria y social al ofrecer a sus clientes —cincuentones, la mayoría— espléndidos folletos con fotografías y datos de más de cien encantada ras veinteañeras, todas entrenadas para cumplir con las obligaciones de rigor: fungir como esclavillas domésticas a su macho. Mas, no todas las futuras cónyuges —provenientes de la región este de la cuna de Mao Tse Tung y también de Filipinas, Australia o Corea—, cuentan con tanta buena suerte: las menos afortunadas, generalmente objetos de traspaso entre acaudalados proxenetas y campesinos arruinados que las venden para compensar sus pérdidas, son condenadas a ejercer sus artes en prostíbulos; lo que ha propiciado quejas de diversas organizaciones humanitarias, inútiles por demás, como lo certifica un satisfecho marido: "Ella sólo quería salir de China y yo era el mecanismo para conseguirlo. Quién sabe, a lo mejor acaba enamorándose de mí".

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El 22 en sus 13 Una metrópolis que vive en recurrente superposición de máscaras una a cual más fantasmagórica que otra, se desvanece minuto a minuto ante los ojos distraídos de la fauna humana, ocupada más bien en los azarientos avatares de su propio destino de país portátil. Tan es así, que los escasos bastiones de resistencia al poderoso cobrador de la muerte —el tiempo— se agazapan en el ruido cotidiano, y su vida —humilde y silenciosa— transcurre excepcionalmente a salvo entre una y otra amenaza de la picota. Salvedad de ese poema de ruinas, en la esquina Puente Brion, a la vera del remodelado Paseo Anauco, cual vestigio que habla de una Caracas ya fenecida, el edificio 22 de Bellas Artes, en plena avenida México, recientemente galardonado con el lujoso título de Joya Arquitectónica de la Ciudad, ostenta un permiso de vida: prohibida su demolición. Locación frecuente de cuñas de televisión y películas de cine —últimamente de Los platos del diablo, de Thaelman Urgelles— es una construcción al estilo abigarrado del improvisado genio catalán, levantada en 1944 por el constructor hispano-venezolano Ricardo Marimón Plana, para deleite de su familia y otras tantas como cabían en los albos espacios de dos pisos, bañados por los chorros de luz que filtra una profusión de ventanas y balcones abalaustrados, dando antesala a serenos ambientes donde antaño hubieron de corretear los hijos de esos inmigrantes que desde allí hicieron la América. Pero no ha sido fácil esa supervivencia. El caserón ha sorteado un devastador terremoto, el avasallante paso del metro y el empuje de la iniciativa privada, que tienta a sus dueños en pendulares ofertas de renovadas ambiciones. Sin embargo, con el estrenado interdicto de baluarte ornamental, el hermoso edificio, rodeado de bancos, elevados rascacielos y vendedores de mil chécheres, permanecerá entonces y por siempre como un raro tulipán extraviado en las fauces del voraz Molocht de ruido y concreto, que no acaba de digerirlo. —

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1 Entre rugidos y cunas "Busca lo más vital, lo que has de precisar no más", cantaba alegre el oso Baloo rascándose la barriga mientras instruía a Mougli, el niño criado por lobos en los parajes selváticos de la India, inmortalizado por Walt Disney en la cinta El libro de la selva. Thai, una tigresa siberiana que ha crecido entre bebés y biberones, no tiene oso que la eduque ni aspira sobrevivir en la selva: para ella, lo más vital son los lloriqueos de los infantes, su jaula de 150 metros cuadrados con piscina, columpio, arena traída directamente de la playa, troncos de árboles y una habitación para dormir; además, claro está, de las dos gallinas y los tres kilos de carne de caballo que se zampa diariamente, excepto los domingos, día de ayuno obligado para evitar que pierda la línea. Tan peculiar gatita habita, domesticada mascota de hermosas rayas, desde los ocho días de nacida, en Madrid, rodeada del amor y los cuidados de su familia adoptiva. Como caída del cielo, llegó en manos de un belga apasionado de los felinos, amigo de Rosa María y Pepe Anastasio Pagnon, padres de la criatura. Mansa y cariñosa, casi inofensiva, olvida su recio linaje, pues en casa se acostumbró a vivir durmiendo a los pies de la cama, aunque, cumplida la mayoría de edad, hubo de mudarse —bajo protesta— a su apartamento de soltera en el amplio patio de la residencia de sus amos. Nada le gusta más que jugar con el agua de la manguera y todas las tardes, cuando cae la noche, ruge sonoramente asustando a algún vecino desprevenido que no concibe ciertos especímenes en casa. Pero ella, como cualquiera. Desde pequeñita no ha tenido más compañía que los cinco nietos de los Pagnon, sus seis perros y un loro indio. Y por ahora se mantiene —o la conservan— virgen y mártir, "ya que los cruces son muy violentos; además, no tiene garras (se las extrajeron a los siete meses, en una delicada operación) y no sabe pelear", explica Rosa María, la madre, orgullosa de la virtud de su chiquita. —FC

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Después de la tempestad...

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El peculado

tiene enemigos En Margarita, el 11 de septiembre de 1533, don Francisco Fajardo, tras haber timado a doña Isabel Charaima, ingresa en los anales de la historia como el primer corrupto sentenciado en el nuevo continente, y de paso estampaba al resto de su descendencia una vergonzosa mancha que habría de perdurar hasta finales del siglo veinte, cuando el redentor de la familia, Miguel Angel Fajardo, decide meterle el pecho al Frente Anticorruptor Patriótico (FAP), organización destinada a erradicar este virus que, a su decir, "todos los venezolanos llevamos en los tejidos musculares y coyunturales". Luchador incansable contra Marcos Pérez Jiménez, el 26 de enero de 1958, Wolfgang Larrazábal lo reclutó como su guardaespaldas. "Así pues me embarqué en esa brava nave, la democracia, capitaneada por el vicealmirante. lbamos viento en popa, prestos a llegar a nuestro destino, pero se embarcó en ella una pila de ratas que la tienen al borde del naufragio. Hay que eliminarlas. Tarea del Frente". Fue el primer valiente, postrimerías de los sesenta, según, en denunciar la cleptocracia imperante y su atrevimiento le valió 21 meses de cárcel. Por ello sembró la semilla de su iniciativa sin fines de lucro, que no un partido político. "Tras 26 primaveras de trabajo, decidí darle personalidad jurídica el año pasado, cuando lo registré". Y ahora, que se preparen todos los deshonestos locales, que aquí viene el FAP, denuncias en mano, dispuesto a sanforizar al país, pero no con vacuos intentos represivos, sino con ejemplos moralizantes, reforzamiento de sentimientos patrióticos y la desintegración de los corruptores, personajes cobardes por naturaleza. "Todos los corruptos pueden terminar en homosexuales, a ambos les encanta la vida fácil". De ahí su emblema, un dedo índice acusatorio, y su slogan: "Si pretendes timarme, extorsionarme o que yo te soborne, te identificas como corruptor y traidor a nuestra democracia y patria. Entre rejas mereces estar a máxima pena de presidio". Ojo, pues.

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A miles c pies de altura, disfrutar del Caviar Beluga es una experiencia que el mismo Zar de Rusia envidiaría. Delicateses acompañadas de Champaña, por supuesto, Dom Perignon. Carta abierta a la mejor cocina. Primera Clase Internacional de United Airlines. La excelencia en cada detalle. Vuele en los cielos amistosos de United. La Línea Aérea que está uniendo al mundo.

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Hotel de muñecas Definitivamente, el mundo agreste, hostil y contaminado no fue diseñado para las frágiles modelos. Centro de atención de todas las miradas —y miríadas de flashes fotográficos en cada esquina—, además de sobrellevar estoicamente el paranoico control que de sus actos ejercen las agencias que las representan —deciden qué producto deben promocionar, a cuál reunión asistir y con quién estrechar lazos amorosos—, deben soportar el ramplón trato brindado a sus cotizadas esbelteces en los hoteles —allí transcurre la mayor parte de su vida, luego de la agencia—, exponiendo sus impolutos pulmones a las bocanadas de humo de pululantes fumadores, ni hablar del peligro latente para sus menudos cuerpos frente a menús delirantes al paladar pero ricos en triglicéridos, sin siquiera un spa en el cual expiar los pecados de la gula. Preocupada porque su inversión ambulante se vaya a menos, en España, Atlantic Models ha acondicionado una barcelonesa casona de 1907 como refugio las maniquíes nacionales y foráneas. Signado bajo el estigma del tormento —primero consulado de la ex potencia roja, colegio privado después—, el novísimo hostal cumple con los requisitos necesarios para la existencia ideal de las profesionales de la apariencia: estudio fotográfico de luz natural y, a pocos pasos, infaltable recinto dotado de sauna, pista de jogging, salón de belleza y una pileta exterior rodeada de jardines en los cuales recrear la vista al compás de la extenuante rutina diaria, más bien eterna. Y la cocina: platillos bajos en calorías y de aceptable sazón, desafiando la mala fama del recetario macrobiótico. El paradisíaco hotel se rige bajo reglas que resultan engorrosas a las muñecas tentadas por las prácticas mundanas. Veda total a nicotínicos efluvios en los predios —mucho menos otras letárgicas sustancias— y paso restringido a acompañantes masculinos; las más nostálgicas deberán conformarse con la presencia de sus colegas para combatir la virtual mecanización de las travesías por el desierto pasarélico.

—Francisco Machalskys 5 14

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Leer y paladear

A finales de los ochenta, San Francisco era epicentro del importantísimo movimiento culinario que comenzó, tal como lo predijo Paul Bocuse, a raíz del establecimiento de buenas vinerías en los privilegiados valles de Napa y Sonoma. Pero el vino no fue la única causa: la inmigración asiática y mexicana, los rebeldes años del electric koll aid y el renacer cultural post Vietnam, también ayudaron. Desde la legendaria Alice Waters hasta el patriótico Bradley Odgen, el área de la bahía estaba trufada de la cocina más sencillamente feliz del planeta. Hoy, cuatro años después, un cierto aire de Hollywood enturbia las cocinas. La búsqueda humilde del mejor ingrediente y la preparación inspirada han sido sustituidas por una lista de souvenirs en el menú:

franelas, gorras, libros, calcomanías. Tampoco se hallará a Jeremiah Tower ni a Cindy Pawlcyn en sus cocinas porque seguramente asistirán a una gala de ayuda al sida o se darán cita en algún popular talk show. Chefs

estrellas contagiados por la industria del éxito. The Helmand, un sensacional restaurante afgano, fue la sorpresa grata del periplo. Además de estupendas alfombras y muebles, suculentos corderos con arroz Basmati en una nube de aromas. De todas maneras, por un ambiente que quita el aliento, ahí va la lista de

los sitios: Stars, Lark Creek Inn, Chez Panisse, Fog City Diner, Campton Place y The Helmand.

Más mantequilla Insistimos, esta vez para anunciar que la deliciosa mantequilla irlandesa Kirby merodea en el mercado, para hacer compañía a la danesa Lurpak y a la neozelandesa Golden Fern. La mantequilla de las islas británicas es de notable fama y Kirby, a pesar de ser un producto masivo, industrial, hace palidecer, por su calidad, a las mantequillas del patio local.

Zapatista y azteca Ir por el desquite mexicano en Bello Campo, horas después de California, me reconfortó enormemente. El Tizón sació con creces nuestra hambre de jet lag. Un plato mixto de botanas aztecas, con el único bemol de la fritura incompleta de las tortillas, enaltece la estimulante sazón charra, traicionada impunemente desde Taco Bell hasta las taquerías familiares. Ambiente limpio con legítimo bar de pisco sour y margaritas. Sótano del Centro comercial Bello Campo. Telfs. 31.6715 y 261.3485.

Para los bibliófilos, ya está circulando el libro del antiguo chef de Le Cirque y ahora del Daniel de New York, el restaurante donde es posible toparse cualquier noche de miércoles con Sonia Braga o Ben Amí Fihman. Otras novedades culinarias presentes en el mercado de Estados Unidos son éstas: Cooking with Master Chefs, de Julia Child y

Alfred Knopf, en donde se presenta el punto de vista de 16 consagrados cocineros americanos. Bread, por Gail Duff MacMillan (panadería global: 150 panes del mundo entero). Y por último, Fog City Dinner Cookbook, de Cindy Pawlcyn, o cafetería americana con todo el sabor de California.

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La sartén

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Un frío reporte foráneo diría que el Avila Tei es un precario sushi bar, con servicio impropio a manos de descuidados e informales mesoneros. Que cocineros inelegantes transforman legendarias preparaciones del muy delicado y preciso arte de la comida japonesa en pesados y maltrechos condumios. Pero usted sabe, tan bien como cualquier gourmet, que la vida de un restaurante no es sólo comida. También hay glamour, belleza, lujuria, voyeurismo, histeria... Pensar en esto le hará entender por qué el Avila Tei, a pesar de su lista de incomodidades que empieza con su temeraria ubicación, está repleto con frecuencia. Definitivamente, esto no se debe a su extenso y complicado menú (algunos platos se muestran en una vitrina a la entrada, a la manera de Tokyo; otros están fotografiados en un cartoncito que adorna las mesas, a la manera de las cafeterías estadounidenses), ni a la opción de comer en tatami, y mucho menos a sus generosas raciones de caviar multicolor. Su éxito es más bien un fenómeno social. Una confluencia de motivaciones que —se me ocurre— puede ir desde el ánimo de repetir el menú cosmopolita del último viaje a Manhattan, la aspiración de impresionar a los amigos o esa interesante dosis de endorfina que sentimos cuando descubrimos que nos gusta algo que los especialistas alaban. Nenas grunge, intelectuales, jóvenes especialistas en finanzas, estudiantes de sociología, se reúnen felizmente en este ambiente relajado. Respiran un poco de aire mundano y comen hasta hartarse (cosa fácil de hacer con arroz y pescado crudo). Después de todo, los restaurantes son como los vinos: se habla de los caros y se beben los baratos. Alejandro Dumas, nieto

Avila Tei

La tradición es nuestra herencia La calidad nuestro ideal

Av.San Felipe, Esq.Calle José Angel Lamas La Castellana Teléfonos:32.2640-31.5422 Fax:263.4236

Calle Guaicaipuro, El Rosal Telf. 952.0030 FEBRERO 1994 EXCESO

La crónica de

Joélibiauchon gras, o salchichitas asadas, tal como lo acon-

La perla de los mares Adorado por los chinos y los romanos, y cultivado por los griegos, este molusco acéfalo y hermafrodita representa por su valor nutritivo y cualidades dietéticas un complemento precioso para el equilibrio alimentario. Tesoro ancestral de bajas calorías, la ostra no hace engordar, es rica en oligoelementos y aconsejable para las dietas. Además, abre el apetito, propicia el sueño y despierta los ardores de Venus

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Se conocen varias especies de ostras: la francesa, chata y redondeada; y la originaria del Pacífico, ahuecada, casi rectangular, que reemplazó a la portuguesa, diezmada por una epidemia. Las chatas comprenden la famosa belon, criada en aguas profundas y depurada en la ribera del río Belon (Breetagne); la bouzigue del estanque de Thau; la gravette de Arcachon y, más escasa, la marennes, proveniente de Bretagne o de Arcachon. Grandes o pequeñas, se aprecian lo mismo si se comen crudas que cocidas. ¿Cómo comprarlas y escogerlas? Mejor vivas, con las conchas cerradas, y de aspecto húmedo. Evite la espera. Pero si debe conservarlas, apílelas acostadas en una bandeja, con la parte abombada hacia arriba. Colóquelas en la parte baja de la nevera, todo envuelto en un pañito mojado, y póngales un peso encima para evitar que se abran —la temperatura óptima es de ocho grados centígrados; congeladas se echan a perder— sólo a última hora despéguelas, sin perforar el lóbulo y retirando bien el velo que puede permanecer pegado a la concha superior. Una vez abierta, verifique la vitalidad de la ostra, pinchando los pelitos y los cilios que deberán contraerse de inmediato. Hay varias maneras de comerlas crudas. Los puristas las prefieren al natural, con un toque de pimienta molida, un chorrito de limón o el infame vinagre. Mis preferencias se orientan al tenue chorrito de limón que las hace más digeribles. También se puede, como en el suoreste de Francia, acompañarlas con toasts con foie

seja Robert Courtine. Y, por supuesto, acompañadas de pan integral en rebanadas finas y de mantequilla con sal. También se pueden sancochar. No se trata de un invento de la nueva cocina. Por el contrario, anteriormente se servían con más frecuencia ostras calientes y cocidas que crudas. Muy carnosas, incluso jugosas, extraigalas y viértalas en la cacerola, añada vino blanco o champagne (en proporción de un tercio del volumen del agua de las ostras) y un poco de chalota gris finamente picada. Agregue pimienta, llévelas al fuego y deje hervir de 2 a 3 minutos. En una bandeja untada con mantequilla, colóquelas sin la concha, vierta encima la mezcla, póngalas a hervir y retírelas a los 30 segundos. En el jugo de cocción, añada de nuevo un tercio de vino blanco o de champagne y un volumen igual de crema fresca. Terminar con mantequilla batida. Tome las ostras y póngalas en las conchas, lavadas y secas, y cúbralas con la salsa. Si desea gratinarlas, añada una cucharada de crema fresca batida y póngalas algunos minutos en el gril. Se puede añadir un acompañamiento de verduras cocidas (hinojo, espinacas, calabacín, champignones, espárragos, ajoporro, endivias), así como también una pizca de curry o de azafrán en la salsa. Otra preparación aun más sencilla y, sin embargo, deliciosa: las ostras simplemente escalfadas en su agua de cocción y rociadas con mantequilla fundida con un toque de limón, y con ciboulette (cebollín de hojas finísimas). De este modo, las ostras pueden ser además rebosadas o fritas y servidas como acompañamiento de pastas, pescados y carnes, como el célebre pato a la manera de la Tour d'Argent, de Claude Terrail. También se pueden servir sin conchas en los platos hondos o como en la receta que propongo esta vez.

Ostras calientes con hinojo y curry

Receta realizada por Marc Provost, chef de "Le Petit Bistrot de Jacques"

W En una olla o una cacerola, poner una chalota finamente picada, el vino blanco y un poco de mantequilla. Pole, 1/3 de cebolla mediana ner a hervir y dejar reducir a la mitad. HP, 1 chalota gris pequeña 1*- 30 gramos de mantequilla W Untar bien con mantequilla una pequeña bandeja resistente al fuego sa, 1 dl. de vino blanco 1s-1/4 de un bulbo pequeño de hinojo y poner allí las ostras sin las conkfi- 1 cucharada de sopa (escasa) chas, una al lado de otra. En una cacerola verter el agua de las ostras de huevos de salmón sobre el vino blanco. Poner a her1‘, 1 cucharada de sopa de crema Ni- 1 pizca de curry vir a fuego mediano y luego vaciar ciboulette, sal y pimienta. sobre las ostras a través del chino. Preparación Poner esta bandeja a fuego mediaW Abrir las ostras por el lado no. A los 30 minutos voltear las ostras una por una. Esperar el pridel músculo if Filtrar el agua que contienen en mer hervor y retirar de inmediato. un chino reforzado con un lienzo W Colocar las ostras sobre un plato hondo. Dejar enfriar un poco y luego humedecido con agua fría. retirar las barbas con unas tijeritas. Ingredientes (para una persona) la, 6 ostras ahuecadas

I' Poner a sofreír lentamente la cebolla y el hinojo en mantequilla durante tres minutos. Añadir el caldo de cocción de las ostras. W Agregar dos cucharadas generosas de crema fresca y una pizca de curry. Poner a hervir y reducir durante cinco o seis minutos. 11 Añadir el resto de la mantequffia, incorporarla al batidor, luego colocar de nuevo las ostras en la salsa algunos segundos para calentarlas. Colocarlas en un plato hondo caliente. Agregar los huevos de salmón a la salsa. ' Mezclar, verter sobre las ostras. Terminar con el ciboulette picado. ©Le journa/ du Dimanche, 1990

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Garantía en oro Sterlin Joyeros, orfebres con 18 años de experiencia en Colombia, y, como handicap, 10 sucursales en aquel país, inauguró sede en Caracas, donde, además de ofrecer artículos de propia fabricación, exhibe cristalería de Baccarat, de Sevres y

Boleros en portugués Simone, considerada una de las voces más atractivas y envolventes de la canción brasileña, embriaga su recién conquistado mercado hispano con un nuevo álbum que demuestra la enorme capacidad que tiene a la hora de traducir senti-

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Lalique, finas vajillas francesas Christian Dior, Bernardau y Rosenthal, cubiertos y objetos para regalos. El lujoso recinto —se accede a través de puertas batientes y se otorga de inmediato atención esmerada— está en la Av. Orinoco de Las Mercedes. Telf. 751.9409.

mientos y sensaciones. La distancia —original de Roberto y Erasmo Carlos— es el tema que da título a esta edición, cuyo eco aún resuena en el recuerdo complacido de la música latina, al ritmo de baladas de amor y boleros que no se olvidan. Sony Music.

Las intimidades de Victoria Para vestir de sofisticación las horas de sueño, o para cubrir delicadamente la desnudez de los territorios más privados del cuerpo, la ropa íntima de F y Z, con las últimas tendencias de la archirreconocida marca estadounidense Victoria's Secret. Batas de casa, pijamas y baby dolls, salpicadas de encajes; perfumes, cremas y jabones. Los precios van desde 3.000 —por la compra de una pieza de ropa interior— hasta 16.500 bolívares —por una bata de baño. Nueva etapa del CCCT, PB. Telfs. 261.5182 y 959.2862.

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Clement decimonónico Hace más de siglo y medio nace una importante empresa de la confección que enriqueció, en París y Londres a la vez, el arte del buen vestir, en razón a la calidad de los tejidos promocionados entonces por los hermanos Dormeuil; a tal punto, que pronto conquistaron el reconocimiento de los grandes creadores de moda del mundo entero. Hoy, esa línea de ropa mascu-

cogidos por aficionados expertos del acid-jazz, ska y tecnoambiental. Pueden adquirirse también por catálogo ejemplares made in Ja pan y ediciones europeas. Desde 2.200, los precios de cada disco compacto. Local 3-30, nivel Cristal, Plaza Las Américas. Telfs. 985.1360 y 985.2169.

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Lo que brilla es plata Cristina y Beatriz Fillol —el apellido nomina su negocio— empezaron haciendo zarcillos diminutos en forma de lacitos que cabían en un dedal. Cinco años después, y luego de que ganaron fama como orfebres —las hermanas tenían en su taller joyas primorosas, amén de piezas de arte que adquirieron el Museo de Arte Contemporáneo o la galería 125—, arman tienda en el Nivel Plata —claro— de Plaza Las Américas donde exhiben lo que diseñan, retuercen, crean. Trabajos en plata —de 80 bolívares en adelante— y en madera fundida con pewter, una aliación de estaño, níquel y plomo, sin el noble defecto del eventual oscurecimiento —en el material, portarretratos de abuelita, desde 2.000—, además de un surtido de obras importadas de México e Italia. Local 241-M. Telf. 985.2946 FEBRERO 1994 EXCESO

Ofrenda a la cotidianidad En las cosas más sencillas se encuentra la esencia de la vida. Así lo entiende José Antonio Dávila en su innovadora obra que, mediante muestra antológica, se expone bajo el nombre de Ofrendas y otros encuentros en la Galería Freitas. Objetos tan banales como una auyama, una caja de cartón o una col trascienden de su estadío simple gracias a un diestro manejo

Pinta de película Casablanca, en Caracas, representa diseñadores y marcas en el ramo del buen vestir del tronío de Adolfo Domínguez, Hugo Boss, Max Mara, Valentino y Giorgio Armani —próximamente. Inspirada en el clásico del celuloide y

de luces, sombras, volumetría y composición que les permite . adquirir personalidad propia. Es la búsqueda intensa de Dávila que, sin poseer educacción artística de academia, ha logrado desechar lo superfluo para encontrar cierto erotismo o posible diálogo íntimo con el espectador al exaltar las maravillas naturales que encierra la rica cotidianidad de la realidad más próxima. Av. Orinoco, Las Mercedes.

siempre dispuesta a conciliar bajo su tutela a los mejores costureros del orbe, continua boceteando modelos con su franco proceso de expansión, ahora, desde su nueva tienda en Margarita. Galerías Fente, Av. 4 de mayo.

El restaurant francés con tradición Salón Privado para Banquetes Bar Restaurant "La Belle Epoque" Maison Fondée en 1957

Calle Leonardo Da Vinci, Edificio Century Telfs: 752-13-42 752-22-02, Caracas

Aventura en natura Sólo se necesita de tres soles y dos lunas en el Centro Ecoturístico Kunabayna para que, en pleno corazón de la Gran Sabana, el viajero disfrute de un superatractivo paquete de descanso, en contacto con la madre natura. Visita a la zona minera de Icabarú, paseo por los bosques vírgenes, ascenso al Woipan Tepuy, caminata al Mirador del Abismo, excursión a las cascadas, atardecer en la montaña sagrada, fogatas, alojamiento, todas las comidas y planes opcionales —quedarse para siempre a ver las estrellas o hacer contactos del tercer tipo. En fin, una variada gama de posibilidades que brinda este centro paradisíaco de nuevo cuño, erigido con materiales nobles y naturales en medio del macizo de mejores energías, al cual se puede acceder por aire, tierra o combinación de ambos elementos. Reservaciones, llamar en Caracas a los teléfonos: 4423749, 5714001 y 716390. Fax: 5760201.

Una intrusa en H?Ilywood Vivi Schael IMartin Scorsese, el archifamosos director de cine, anda flotando en una nube. ¿Razón? Sus dos actores dilectos, Robert De Niro y Jose Pesci, participarán en su próximo proyecto, Casino, retrato de la tnafia en Las Vegas. !Cuando la farándula aburre, terciar hacia la política. Ejemplos sobran y van desde Ronald Reagan hasta Sonny Bono, ex integrante del famoso dúo Sonny y Cher, quien anunció su deseo de optar por la gobernación de California y es ahora el alcalde de la ciudad de Palm Springs, donde también opera su restaurante Bono. /Un estreno que se espera ansiosamente en esta meta es el de Intersection, con Richard Gere y Sharon Stone. Es la primera vez que la diva protagoniza a una mujer víctima del abuso masculino. Hasta ahora ella era la atacante. lElizabeth Taylor no quiere ponerse las pantuflas: está negociando un contrato con la Paramount para protagonizar una serie de televisión exclusivamente concebida para ella. !Este año, el Oscar de los escándalos, definitivamente, se lo gana Michael Jackson. La última humillación la vivió al llegar a su casa y descubrir que la policía y el abogado defensor del joven de 13 años, supuestamente vejado por el artista de color indefinido, se encontraban interrogando a su ama de llaves, Blanca Francia, quien alegó no aprobar la manera como el cantante se relacionaba con los niños. Para empeorar las cosas, dos escritores de música iniciaron un litigio en la Corte de Los Angeles, acusándolo de robarles varias composiciones musicales; entre ellas, la exitosa We are the world. !Carolina Herrera bien puede integrar 28

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la nómina estelar de Hollywood, gracias a sus agujas. Entre las muchas invitadas a la boda de Marla

Gere y Stone: ¿quién mató a quién?

con su exitosa película Schindlers List, dramático filme basado en la vida de Oskar Schindler, un alemán que por negocios salvó a más de un millón de judíos condenados a terminar en Auschwitz. Spielberg donó la taquilla a organizaciones judías. !Se está preparando un meticuloso documental sobre la vida de la inmortal Marlene Dietrich —mundialmente conocida por sus torneadas piernas— cuyo guión mostrará segmentos inéditos de su biografía. Peter Riva, su nieto, participa en el proyecto. >Luego de

Jackson, escandaloso

Maples con Donald terminar en la CorTrump, causó absoluta te, ¡por pegarle a un posensación el sencillo licía en Beverly Hills!, pero elegante traje de la Zsa Zsa Gabor, la conovia realizado por la nocida coleccionista diseñadora venezolana. de maridos y dia!Aunque hasta Aplausos para Herrera mantes, quizás tenga ahora la Academia de Arte Cine- que vender algunos —diamantes— matográfico ha desdeñado a Steven para resarcir a Elke Sommers, su Spielberg, al no concederle o si- colega de marquesinas, quien entaquiera nominarlo al Oscar, este bló una querella en su contra por año el director los tiene en jaque dos millones de dólares, luego de

rig- 911 F47 coM arta os leer en las revistas que la traviesa húngara había estado declarando por ahí acerca de su bancarrota. 1E1 partido Demócrata ha probado ser el favorito en Hollywood: recibió cinco veces más donaciones que los republicanos, jugosos cheques suscritos por Silvester Stallone, Dustin Hoffman, Paul Newman, Jane Fonda y Steven Spielberg. (Jean Claude van Damme, conocido actor holandés especialista en artes marciales, parece calcar su rol de duro en la vida real: ha sido acusado por una joven con quien salió en Ntw Orleans de usar tácticas de seducción "muy fuertes": forzarla a visitar su hotel y a efectuar fellatio bajo amenazas. IMiles de invitados se hicieron presentes en el evento que el excéntrico Mickey Rourke organizó para marcar el comienzo de su carrera como poeta. Desafortunadamente, sus versos sin pies ni cabeza no impresionaron a nadie. 1E1 actor inglés Daniel Day-Lewis, protagonista de The age of innocence, se está preparanDay-Lewis: de La do para volver a las taedad de la inocencia, blas, con Hamlet. Este es a ser o no ser el papel que asumió hace cuatro años con el Teatro Nacional de Londres, pero abandonó después de un colapso nervioso. ILa escritora Anne Rice, autora del famoso libro Entrevista con el vampiro, cuya versión cinematográfica estaría protagonizada por Tom Cruise, no parece satisfecha con la selección del protagonista: "Es como pedirle a Tom Sawyer que interprete el papel".

111/1 olí

Luna Benítez Licenciada en periodismo impreso, maestría en Planificación y Políticas Comunicacionales, se dedica desde ha buen tiempo, con sobresaliente nivel de efectividad, a la promoción cultural en campos como la arquitectura, el teatro, el cine y los libros. Actual presidenta de la Fundación KuaiMare del libro venezolano, sonríe al nominar las cosas que prefiere. El libro. "En palabras fui engendrado y parido, y con palabras me amamantó mi madre", escribe Briceño Guerrero, en el libro que Luna evoca emocionada mientras revisa en su memoria cada título atesorado. El disco. Desde siempre, Blonde on Blonde, de Bob Dylan, poeta del rock and roll,"incomprendido como producto de la industria cultural". El lugar de vacaciones. En el mar se siente como pez en el agua, pero adora Paraguaná, "donde escuché por primera vez el silencio". También, lo árido; "la selva me seduce y me da miedo a la vez". El sitio de reunión. Su propia casa: punto de encuentro y guarida de esta mujer de naturaleza sociable. La suscripción. "Recibo Ke Libros, la revista que publica la Fundación".

FEBRERO 199 ♦

EXCESO

han sudado la gota gorda desde que estalló la debacle financiera del Banco Latino: el duo ex guerrillero, de un tiempo acá vinculado al negocio de la importación de carros Lada, figura en la lista de los miles de cuentahabientes afectados por la crisis. ¿La cifra en peligro? Poco más de 70.000.000 de bolívares. No SÓLO A LOS PRESIDENTES venezolanos les cae la mavita por sus aventurillas de faldas extramatrimonio. En Francia, el gobierno de FranQois Miterrand se halla a merced de la picota por las extrañas vinculaciones que el líder mantuvo con Roger-Patrice Pelat, hombre de negocios ya fallecido y reconocido beneficiario de su primera gestión, y una misteriosa amiga del mandatario cuyo nombre —Laurence Soudet— no ha sido publicado por la prensa gala. Trascendió que 25 años atrás, la dama adquirió un par de casas en la ciudad de Gordes, al sur de la nación, con fondos provenientes de las arcas de Pelat —cheques de 270.000 y 400.000 francos respectivamente, emitidos a nombre de Miterrand y Frainois de Grossouvre, futuro asesor de éste. Desde su compra, ambas chozas han servido de íntimo refugio de fin de semana para el presidente y su segundo frente. ALGUNOS DIJERON QUE FUE REPUDIADO POR EL GOBIERNO FRANCÉS, otros señalaron que dejó su curriculum en su hogar, también se habló de inexperiencia en tales lides. Lo cierto es que, en noviembre pasado, el general José Antonio Olavarría —además de otros cuatro diplomáticos de América Latina— se vio imposibilitado de presentar sus credenciales de embajador al presidente Miterrand. La razón: el primer mandatario no pudo asistir a la ceremonia, aquejado por los quebrantos de su lumbago. TRAS LA CRUENTA INVASIÓN A PANAMÁ en diciembre de 1989 y la posterior sentencia de cadena perpetua al general Manuel Antonio Noriega, muchos de los amigos del militar ex agente de la CIA, decidieron abandonar el istmo a fin de diseminarse a lo largo del planeta —Venezuela incluida. Desde su prisión en Miami, Noriega se comunicó con uno de ellos y le auguró que saldrá en libertad antes de que finalice el año. LUBEN PETKOFF Y GREGORIO LUNAR

Runrún

entumecida del frío y sin Carlos Andrés, Cecilia Matos recibió el año nuevo. Y aunque el hombre de Rubio compartió unos cuantos días con ella, los compromisos familiares le obligaron a regresar a Venezuela la víspera del 24. Así pues, en compañía de unos cuantos amigos de la pareja, Matos celebró la navidad degustando platillos criollos en el Mambo Grill, el famoso restaurante de Irma Correa, ubicado en el elegante Upper East Side de la ciudad. EN LAS FECHAS PREVIAS A LAS ELECCIONES, cuando el conflicto entre Pablo Medina y el ministro de la defensa acaparaba buena parte de las preocupaciones públicas, Andrés Velásquez decidió reunirse con el presidente, a fin de calmar los ánimos. Cuenta un testigo accidental que, en Miraflores, poco antes de ingresar a la oficina de Ramón J. Velásquez, el candidato causaerrista se detuvo frente a un espejo y, creyéndose solo, practicó unas cuantas fintas de boxeo, en el mejor estilo de Ray Sugar Leonard. Por cierto que, para aquel entonces, La Causa R en plena organización de su gabinete, solicitó una y otra vez los servicios de Oscar García Mendoza, presidente del Banco Venezolano de Crédito para que, en caso de ganar, asumiera el cargo de Ministro de Hacienda. LA POLICÍA METROPOLITANA se ha encargado de reivindicar la imagen de Carlos Rodríguez —Matute—, el agente de Radio Rochela eternamente humillado por Emilio Lovera y Nené Quintana en el skecht de los woaperó. En la última recluta, por los lares de la avenida Fuerzas Armadas, los uniformados arremetían contra todos aquellos que tuviesen cabello largo, botas militares y afición por la changa. "No somos comejobos", se defendían. EN NEW YORK,

EXCESO FEBRERO 1994

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CERVECERA NACIONAL

La diferencia está en el buen gesto.

114 de hora Separación mística Nombre del sujeto y tiempo de

Zapato 3, seis años. Perfil aproximado: Agrupación venezolana que hasta ha poco se empeñaba en tocar heavy. Mas, los integrantes cortaron sus greñas y ahora se inclinan por abordar la música con un cierto sentido de trascendencia espiritual. ¿Krishna merodea por ahí?

vida:

registros sonoros, mediante secuencias, ambientaciones, beats. En él, también, reflexiones filosóficas y amorosas. "De ahí el nombre Sepa-

das, ha aumentado. Estrenan baterista y tecladista —Rafael Cadavieco y Jaime Verdaguer—, de notable aporte en este proceso. El resto, como siempre, Carlos y Alvaro Segura, y Fernando Batoni. Nutriente obligado: Cualquier cosa que contenga sonidos fuertes. Otrora abocados a las músicas punk y darle, también se alimentaron del heavy metal. No obstante, en la nueva grabación —vendidas 8.000 respetables copias en menos de un mes—, se hallan claras referencias de lo último de David Bowie, U2, Depeche Mode, Sonic Youth y Radiohead. Musas de rigor: El amor, la pasión.

ración. Cada vez procuramos alejarnos más del rock and roll".

¿Alguna reciente causa de ho-

Excusa para escribir esto: Sepa-

ración, la tercera grabación de la

banda. Casi 400 horas de encierro en un estudio, bajo la asesoría de Durban Laverde, se tradujeron en una decena de temas que marcan el comienzo de posibles experimentaciones musicales en el futuro. O sea: "Es un disco de transición entre lo que fue y lo que, en adelante, será Zapato 3. Más adulto, definitivamente para escucharlo, con un sonido acoplado a lo que son los noventa". En él, búsqueda de nuevos

El rock and rol!, ¿un cadáver?:

"Para allá va". Talla del zapato:

Sin lugar a du-

nor?: "Cantar con el grupo Madera en televisión. También nos enorgullecería hacerlo con Serenata Guayanesa. Definitivamente". —MS

Dúo a la moda El éxito conyugal, según los estudiosos de Eros, depende sobremanera del respeto mutuo y la realización de actividades comunes que mantengan vivo el interés de la pareja. La moda, por ejemplo, funciona a cabalidad como el centro de atracción entre un egresado en Letras de La Sorbona y una diseñadora de la Escuela Parsons de New York: Armando y Tina Graffe, quienes en la ciudad luz —luego de tres traslaciones compartiendo vida marital— decidieron unificar sus mentes para concebir la Colección

Graffe París, primavera-verano 1994, que hoy marca huellas en las principales capitales del planeta. Bajo la influencia de Yves Saint Laurent y Vionnet —diseñadora francesa de los años treinta—, los bocetos, de líneas y proporciones clásicas, son paridos por el binomio en su taller de La Bastilla —donde también se delinean modelos de joyas—, para luego ser reforzados con los mejores materialés e hilos de seda viscosa provenientes de Italia. Obsesos de la calidad, los Graffe prefieren no imaginar féminas fantásticas envueltas en trajes pomposos, así que optaron por creaciones menos suntuosas que no por sobrias dejan de ser "elegantes y originales". Con una tendencia clara hacia

los colores pálidos y pasteles, cada pieza del variado repertorio —que incluye faldas, minifaldas y pantalones— puede ser ubicada en los aparadores de las más prestigiosas casas de moda, referencias obligadas de la haute couture internacional, lija mediante: Valentipo, Lacroix, Saint Laurent. Animada por la crítica especializada, la pareja de artífices —en la búsqueda de financiamiento— sigue viendo con optimismo su futuro dentro del fascinante mundo de las tijeras y trabaja afanosamente para obtener productos más elaborados en su segunda colección. Las ventas tendrán la palabra final. —DR

FEBRERO 1994 EXCESO

1/4 de hora Pintar por amor al arte Torbellino de líneas, vigorosa profusión de colores, intensa representación de emociones y de un creciente sentimiento de seguridad en el dominio de los pinceles; en fin, posesión de su oficio de pintora. Polifacética, Susana Attías ha transitado innumerables veredas hasta llegar al ansiado puerto. Siempre apegada a lo creativo, inició su periplo en Canadá, en el campo del diseño. New York —donde reside— le vio pasar por la arquitectura, buscando la fórmula mágica que le permitiese combinar lo artístico con lo lucrativo, pero su pulso era demasiado enérgico y algún profesor le aconsejó dedicarse a la pintura. Pero todavía dio más rodeos. En Venezuela, habría de incursionar en el cine, en calidad de asistente de dirección de César Cortés y con el celuloide vi-

brando en el cuerpo, París sería su próximo destino. "Esa experiencia cambió mi visión del mundo". Aún digerían los setenta la resaca del Mayo Francés, y Susana no pudo escapar a aquel influjo. "Nunca he militado en ningún partido, pero pienso que la función del artista es sensibilizar al espectador acerca de lo que está pasando". Y fue entonces cuando siguió la vera del arte figurativo, que le brinda —se confiesa tímida y hermética—un medio directo de expresarse. Pero, como nada escapa a su voracidad en lo que a expresión artística se refiere, en su búsqueda constante de nuevos horizontes, dan-

za entre cascabeles y panderetas, al ritmo del baile oriental: caderas, vientre, velos, todo en movimiento. Como su cabeza. Su mayor satisfacción es saberse creativa. "Todos los días le doy gracias a Dios por ello y por poder disfrutar ese vuelo que es la pintura y que tiene sus peligros, porque al iniciarlo no sabes si vas a poder aterrizar bien. Es como si arriesgaras la vida cada vez que te enfrentas a un lienzo en blanco". Amiga de lo extraño, el espacio donde expuso sus trabajos durante diciembre y enero no fue una galería, sino una venta de automóviles. —FC

Humor cinco estrellas No cabe duda que, en plena década noventona, el buen humor se perfila como una alternativa válida para atenuar las tensiones terrenales provocadas por la crisis tercermundista. Siguiendo esta premisa y alejada de cualquier tipo de vulgaridad o chabacanería, Yajaira González —artífice de los contemporáneos woaperósha logrado demostrar, desde la jefatura de libretos de Radio Rochela, que la risa no sólo es un remedio infalible, sino también un efectivo vehículo de expresión. — ¿El humorista nace o se hace? —Hace falta más que capacidades innatas. De pequeña, siempre tuve la inquietud de escribir, pero sabía que debía complementarla con una buena formación. — ¿Una enseñanza profunda?

—Después de un prematuro divor36

EXCESO FEBRERO 1994

cio a los 22 años, y convivir varios meses en las comunidades indígenas del Amazonas, decidí inscribirme en los talleres de lectura y cuentos del Celarg, dictados por Ida Gramcko y Antonia Palacios. Luego, estudié cine con John Petricelli —es directora del cortometraje La puerta, nominado al premio Anac 1993— y realicé talleres de televisión con Jean Claude Cordier —escritor de Buñuel— en San Antonio de los Baños. De vuelta a la patria, junto a Marcelo Romo, presenté un proyecto de comedia en RCTV que no fue aprobado; pero, en su defecto, me ofrecieron un contrato como libretista en la Rochela, hace ya cinco años. — ¿Un quinquenio de altibajos?

—Muchas veces me sentí intimidada por los otros escritores que se sentían superiores a mí. César Miguel

Rondón me dijo que nunca surgiría por ser mujer. y Carlos Cerruti se atribuyó varios de mis éxitos. Pero nunca desmayé. De hecho la Rochela lidera el raiting. —Lilí y Lulú, los Papeados y los Colombianos se agotaron. ¿Pasará igual a los Woaperós? —Con los woaperós se dio una renovación del programa, que antes tuvo su plato fuerte en la política. Pero el día en que el sketch deje de ser original, habrá otros mejores que lo sustituyan. —David Rodríguez

INCLUSO EN [0 VEJOR HAY CLASES

(Very Important Perlar)

Valentina Maru landa Fotos Roberto Csibi

En la mutante Caracas, los comedores públicos no

pezaron a emigrar en busca de mejores ofertas. Los

han escapado a la dialéctica del incesante

pocos chefs que echaron raíces siguen haciendo

devenir: entran y salen de juego, cambian de due-

guardia en los fogones, mientras las semillas dejadas

ño, modifican la oferta, el cocinero, la utilería;

por los que partieron son recogidas por muchachos

cierran sus ventanas y acondicionan el aire; las

jóvenes que han hallado en la restauración un oficio

vuelven a abrir, antes que el desprevenido habi-

y una forma de ganarse la vida.

tué digiera el último yantar. Como si en esta urbe,

Pero, a su vez, con la recesión y la apertura de

diez años de historia significaran para un restau-

las importaciones, los productos gastronómicos

rante lo mismo que un siglo en Roma o París. Los

foráneos, a los cuales sólo se accedía antes por la

que cruzan ese umbral —verdaderos monumen-

aleatoria vía del contrabando, están a pedir de boca.

tos a la perseverancia— se cuentan con los dedos

El caviar de Rusia, el bacalao y el salmón de Norue-

y se erigen como excepciones.

ga, el lenguado del Mar del Norte, el cangrejo de

Sin embargo, de espaldas a la tradición, y lo

Alaska, el cordero y el magret de pato de Francia,

mismo en la opulencia que en la crisis, la metrópo-

las vieiras del Japón, las angulas y el jabugo de Es-

lis siempre brinda fórmulas para comer con algo

paña, las endivias de Bélgica, el kiwi de Nueva

más que decoro. En épocas que no volverán, la Ve-

Zelanda y las castañas de Francia engalanan las

nezuela saudita paladeó el extraordinario auge del

mesas de unos cuantos restaurantes locales. Con

arte culinario protagonizado por maestros traídos de todas partes. Los mismos que después, cuando vinieron las vacas flacas y una empobrecida moneda no fue suficiente para remunerar su trabajo, emGASTRONOMIA ♦ SUPLEMENTO ESPECIAL

Sorbetde frambuesas foráneas sobre águila de hielo esculpida por Reynold Pache El artista y su obra Una entrada: ensalada de vieiras con endivias y vinagreta de azafrán

LOS MODERNOS

LE GOURMET al gusto su autenticidad y alcurnia, estos ingredientes, que

Con una carta ecléctica y amplia, como

hablan por sí mismos y no requieren de grandes

corresponde a un hotel cinco estrellas,

41, se considera "latinizado", tras 18

alquimias culinarias, suplen en alguna medida el

las referencias del más reputado de los

años en el pais, dos hijas venezolanas y

restaurantes del Tamanaco son francesas.

una esposa ecuatoriana. Se formó en

déficit de manos expertas. Eso sí, hay que estar dispuesto a pagarlos: la cocina, como todo en Venezuela, se volvió costosa. Al mismo tiempo que ha garantizado la

Nacido en Suiza francesa, Pache, a los

"Una cocina contemporánea que tiene

Europa y viajando por el mundo, muy

en cuenta el gusto de la clientela", así la

especialmente al frente de los destinos

califica el chef, Reynold Pache. Noisette

gastronómicos de hoteles de lujo.

d'agneau, entrecóte de res, magret de

Aunque las tareas administrativas

sobrevivenci a de algunos reputados establecimientos,

canard, escalopes de ternera, son

propias de su rango actual de chef

la presencia de esas exquisiteces ha propiciado la

productos que tientan la gula de los

ejecutivo lo han alejado de los fogones,

aparición de otros —¿posmodernos?— que con liber-

comensales del local. "Es fabuloso poder

no olvida el oficio. Hay que ver sus

tad y espíritu creativo, y al margen de rótulos, configuran una nueva propuesta: más allá del plato estética-

contar, ahora sin limitaciones, con la

cualidades de escultor, cuando se trata

materia prima importada, aunque los

de tallar un trozo de hielo macizo para

precios se eleven", puntualiza. Si se trata

convertirlo en un águila de depuradas

mente servido para complacer también a los ojos, el

de ternera, por ejemplo, es cierto que en

formas y depositar en ella un sorbet.

restaurante es un espacio para pasarla bien, para ver-

Venezuela también se consigue. Sin

se y dejarse ver. De allí la importancia que se concede

embargo, los ejemplares criollos son

al estilo, a la atmósfera, la música, la decoración.

escasos de carne, y no hay punto de

Con nuevo gobierno a bordo, austeridad se ha dicho. Y para todos. Cabe preguntarse, entonces,

comparación en cuanto a la calidad: muy superior la que procede de Francia. Pero además, éstas y otras piezas importadas

qué depararán las mesas públicas en esta demo-

facilitan la cocina, porque vienen

cracia retocada. ¿Se estará convocando acaso a

limpias, precortadas, con el peso exacto,

los últimos festines?

listas para su preparación.

GASTRONOMIA + SUPLEMENTO ESPECIAL

FEBRERO 1994 EXCESO

LOS MODERNOS

CASA U RRUTIA vasco junior A tono con el ancestro cantábrico, casi

Las Mercedes, habría de aparecer

todo lo que prodiga el mar se cuece en los

como un milagro para colmar las

calderos de este nuevo restaurante,

expectativas de Koldo Urrutia,

inaugurado hace poco más de un año y

ingeniero eléctrico de profesión y

cuya exitosa fórmula reúne en el mismo

erudito del paladar por genética,

plato la vieja cocina vasca y la innova-

cuando sintió llegado el día de hacer

ción. El criollo y noble mero en todas las

algo por sí mismo. Para ello contó

variaciones fue, desde el comienzo, su

con el respaldo de su esposa Coco

punta de lanza. Pero, con la apertura de

—desde la gerencia de relaciones

las importaciones, el salmón, el lenguado,

públicas y la sala de comensales— y

las patas de cangrejo, las vieiras y los

de un calificado chef traído por ellos

chipirones también están a la orden del

mismos desde San Sebastián, quien

día en sus apolíneas recetas y equilibradas

en unos cuantos meses confió los

ensaladas, amén de una carta de postres

secretos de su arte a varios pupilos,

que apunta a lo sublime y reniega del

en cuyas manos dejó la cocina

lugar común. Urrutia, un apellido que huele a

cuando las alzas cotidianas de las divisas hicieron insostenible su

Vascongada, como los vapores que

presencia. El obsesivo patrón monta

por espacio de varias décadas han

guardia, supervisa todo lo que sale a

emanado del inveterado local de la

la mesa y da curso a las sugerencias

avenida Solano, del cual nace Casa

del menú.

Urrutia, en versión de lujo, con bar y salón de banquetes. La bella y amplia casona de la calle Madrid, en 40

EXCESO FEBRERO 1994

GASTRONOMIA

♦ SUPLEMENTO ESPECIAL

Venido de tan lejos, el lenguado al cava con champignones, una exclusividad

Angulas de Aguinaga Buen provecho. El glamour de Coco Urrutia ronda en el comedor

Del sushi al sashimi, una de las fórmulas del éxito. Julio lkeda y Miguel Marcano dan cuenta de las alquimias culinarias peruano-japonesas

LOS MODERNOS

TAMBO posmo y perunés Las exigencias de una carta mestiza y a

Tambo surgió hace dos años, por obra

dúo en la que reinan los sushis, los

y gracia de los hermanos Oscar y

ceviches, los chupes y los carpaccios

Alejandro Sucre. Más que la novedad de

marinos reclaman la presencia de

una oferta gastronómica que tiende redes

productos y aderezos de primera. Y en

entre Perú y Japón, océano Atlántico

Tambo conviven la langosta, los langosti-

mediante —inevitable la referencia a

nos, los camarones, el atún y el mero del

Fujimori, hasta en el talante y el origen

Caribe patrio con las anguilas, las algas,

del chef, Julio Ikeda—, Tambo se

el salmón y sus huevas, el cangrejo y el

consolidó de inmediato entre lo más chic

tausi de procedencias remotas, que ellos

y cosmopolita de la capital. Una

importan directamente para el local de la

decoración entre lo sobrio y lo

Francisco de Miranda y su homólogo de

impactante compite, para no pasar

más reciente data, el Nikei, de Margarita.

inadvertida, con la belleza, juventud y glamour de sus visitantes. Ikeda, nacido en Perú, con raíces en Japón y residente en Venezuela desde hace ocho años, funge de chef ejecutivo, entre Caracas y la isla, mientras el criollo Miguel Marcano es responsable del sushi que se sirve en Tambo.

GASTRONOMIA

♦

SUPLEMENTO ESPECIAL

FEBRERO 1994

EXCESO

LOS MODERNOS

TOPE vi, El motete en la voz de Pavarotti, la

mercado y con el temple zodiacal del

bóveda metálica del techo, los platos de

chef. Perteneciente a las nuevas

vidrio artesanal y las sólidas mesas, libres

camadas de cocineros, Fernández, a los

de manteles, crean una atmósfera casi

26 años y después de pasantías y

mayestática. En predios de la diminuta

andanzas que lo han llevado a varios

cocina se confunden los aromas de

lugares del mundo, se lanza con una

Oriente y Occidente, del Caribe al

propuesta muy suya que, con un pie en

océano Indico: pimientas de Madagascar,

la nueva cocina y otro en la inspiración,

azafrán de Arabia, curry de Madras, soya

ahonda en los sincretismos de una

de la China, cilantro, tamarindo, guayaba

culinaria tropical. El lomo de venado en

y cacao de Venezuela, mostaza de Dijon.

coulis de mora o el cordero en chutney

Como en un laboratorio, salsas, adere-

de mango son alquimias en las que nada,

zos, reducciones y coulis en diferentes

sin embargo, ha sido dejado al azar; ni

colores y recipientes, reposan, al lado del

siquiera las metonímicas composiciones

fuego, ya listos para ser usados, mientras

del plato servido —redondo o cuadrado,

el oficiante, Tomás Fernández, en blanco

azul o verde, según el caso— en una

puro de la cabeza a los pies, espera la

perfecta sintonía entre continente y

llegada de los clientes.

contenido.

Así es el estilo —¿aristocrático?

¿Materias primas importadas? Casi

¿personalizado?— del novísimo local

todo lo que proviene de cacería (liebre,

ubicado en El Hatillo: 26 comensales,

pato, báquiro, venado), amén de las

cuatro manos expertas y una carta

vieiras, las trufas, el arroz salvaje, los

reducida y cantada que puede variar día

fideos chinos y hongos japoneses,

a día de acuerdo con lo que prodigue el

condimentos y especias.

EXCESO

FEBRERO 1994

GASTRONOMIA

♦ SUPLEMENTO ESPECIAL

Pechuga de pollo en salsa de azafrán con arroz salvaje y maíces enanos Del levante al poniente: fi let de mero en salsa de cilantro y curry Paul Capecchi y Tomás Fernández, entre dulce y salado

LOS MODERNOS

EL LAR DEL JABUGO con Angel Efectivamente, uno de los mejores

cias a otras regiones gastronómicas de

lugares para degustar el sublime jamón,

España —"menos la vasca", precisa

al cual debe su nombre el último avatar

Angel. El resto lo pone su propio ingenio

de Angel Lozano. Porque en materia de

adobado con montones de experiencia.

jabugo —proveniente de la serranía de

De 42 años, nació en Albacete y se

Huelva, rica en bellotas que confieren a

crió en Cataluña, en el seno de una

la carne del animalito ese sabor incom-

familia de cocineros. En forma precoz

parable, almendrado y dulzón— también

aprendió a distinguir los sabores y a

cuenta la calificación, entre una y cuatro

evaluar combinaciones. Así, como

estrellas. Y este cocinero, ducho en la

autodidacta, ensayando y repitiendo,

materia, siempre mantiene en la

llegó a dominar las técnicas culinarias.

despensa los mejores ejemplares, para

Quienes crean que es gordo y jovial por

consentir a sus habitués.

glotón, se equivocan. La razón de los

Mas, no se agotan allí las novedades del Lar, en la avenida principal de El

De Huelva al paladar, la cotizada pierna de jabugo, a la sombra del boteriano Angel

kilos de exceso se debe a su pasión por el dulce. Cuando llegó a Venezuela, hace

Bosque. Cómo no mencionar la mojama

18 años, y probó el bienmesabe, se

y las cigalas de España, los caracoles de

volvió loco: "El mejor postre del

Francia, las angular en sus distintas

mundo". Seguido, claro está, por la

variedades, el cangrejo. Acomodados en

crema catalana, que por supuesto es fija

arroces, ensaladas, estofados y prepara-

en el menú de su búnker.

ciones rellenas que Lozano domina, estos productos hacen las delicias de un comedor en donde la sazón catalana tiene su cuota importante, con referenGASTRONOMIA + SUPLEMENTO ESPECIAL

FEBRERO 1994

EXCESO

LOS MODERNOS

OPERA CAFE por lo alto Si bien es cierto que nunca ha dependi-

Blanchard, asociado con Ana Bertorelli,

do de nada, como no sea su talento y

quiso probar suerte y lo está logrando,

honestidad, para ofrecer a su clientela la

en la modalidad del bistrot. Un steak

más noble y refinada cocina, el arte de

au poivre, un cordero con hierbas, un

Pierre Blanchard cobra mayores vuelos

pavo relleno con castañas, una

cuando puede contar, como ahora y sin

charcutería —á la franpaise, como Dios

trabas, con el respaldo de ingredientes,

manda—, unos postres del más inaudito

especias y materia prima de alcurnia,

virtuosismo, bien valen la espera que

vengan de donde vinieren.

siempre se impone. Pierre es poco dado

Es el restaurante de Blanchard. Como lo fueron antes otros, a lo largo de

a delegar y todos los platos pasan por sus manos.

su periplo caraqueño que ya data de largos años. Para regocijo de quienes aprecian su cocina, este chef francés, de lo mejor que ha pisado estas tierras, al parecer, vino para quedarse. Con Opera Café, en un lugar sin mayores pretensiones en el Centro Comercial Plaza Prado ocupado antes por otro negocio,

EXCESO FERRERO 1994

GASTRONOMIA + SUPLEMENTO ESPECIAL

Ni ópera ni café.

EI'más reciente dominio de Pierre Blanchard apunta al bistrot.

LOS CLASICOS

LEE HAMI LTONplacer cama Los foráneos roast prime ribs y short ribs,

conservado el mismo local, confortable y

por su ternura, su sabor y su textura,

espacioso, en La Castellana. Y la misma

resultan un bocado incomparable que no

carta. Sólo que ahora, con la libre

puede competir con lo que prodiga el

importación, se han incorporado al menú

ganado criollo, y no requieren práctica-

algunos cortes de la res que llegan de

mente de cocina alguna: cuanto menos

Estados Unidos.

cocidos y más solitarios en el plato,

Hojas de berro, un buen respaldo para el concupiscente asado de tira, con materia prima venida del Norte José Rodrigues Ferreira, uno de los socios, vela por mantener vivo el espíritu de Lee Hamilton

Gerardo González, venezolano de

¡mejor! Por supuesto, como admite José

origen español, es —desde hace cuatro

*Rodrigues Ferreira, uno de los socios del

años— el jefe de la cocina.

restaurante, los precios se incrementan un poco con respecto al menú habitual. Pero estos platos, de enorme demanda, se han convertido para muchos en una razón para elegir el Lee Hamilton Steack House. Fundado en 1958 por un ciudadano estadounidense cuyo nombre sigue distinguiendo a este refugio de quienes aman los placeres de la carne, por espacio de 35 años, el restaurante ha

GASTRONOMIA + SUPLEMENTO ESPECIAL

FEBRERO 1994

EXCESO

LOS CLASICOS

LA BEL EPOQUE yantares al can-can Si algo lo ha caracterizado en su ya larga historia es la exclusividad de los produc-

La Belle Epoque es uno de los restauran-

tes más viejos de Caracas. Siempre en el

tos. Siempre se las arregló para consentir a

mismo lugar —las Colinas de Bello Monte,

su clientela con los seis caracoles, unas

en donde lo fundó monsieur René

perlitas de caviar o una prueba de foie

Derienic, un año antes de la caída de Pérez

gras venidos de lejos. La diferencia es que

Jiménez— y siempre de gusto francés en su

ahora los tienen a toda hora y en abundan-

menú y en su decoración, a lo gaité

cia. Pero, además, su carta se ha enrique-

parisienne. Temperamental como todo

cido con el lenguado, el pez espada, el

artista que se respete, y aclimatado al

salmón fresco, las vieiras, las angulas, el

trópico con 10 años en Venezuela,

magret de pato, el carré y las chuletas de

Pellenard es oriundo de Lyon, capital

cordero, les marrons glacés. Un maestro,

gastronómica gala. En La Belle Epoque

el chef Michel Pellenard, pone a valer aun

gozan de especial demanda el hojaldre de

más estos productos en el marco de una

espárragos frescos con salmón ahumado, la

línea culinaria que Antonio Hermida, uno

cazuela de hongos y caracoles, el carré

de los socios, define como ortodoxa, con

d'agneau y la chuleta de ternera.

ciertas innovaciones. Pero eso sí, advierte, "sin dejarnos tentar por la nouvelle cuisine. Dentro de lo tradicional, nos hemos ido adaptando a los tiempos, con preparaciones más livianas".

EXCESO FEBRERO 1994

GASTRONOMIA 4. SUPLEMENTO ESPECIAL

Obstinado, el salmón ahumado ha logrado sortear trabas y aranceles. Solitario en el plato, le sobra elocuencia Nacido en las riberas del Ródano, Michel Pellenard lleva la cepa de la cocina en la sangre

LOS CLASICOS

AVENTINO de luxe Pocos negocios culinarios ofrecen tal variedad de preparaciones para los

Clásico entre los clásicos, el Aventino es otro monumento a la continuidad.

caracoles, importados de Francia.

Desde 1965, cuando fue erigido por un

También son exclusividades del lugar el

ilustre conocedor de vinos, don Dino

caviar Beluga, la gallineta al estilo de

Riocci di Stefano —ahora la tutela es

Souvarof, el foie gras de Strasbourg, la

compartida con su hijo Gianni—, casi

cóte de bceuf, la chuleta de ternera y el

nada ha cambiado en este rincón de

carré d'agneau. Este último, una de sus

Francia en Caracas. Ni siquiera el chef,

preparaciones estelares. La materia prima

José García, un español que domina la

viene en buena proporción de fuera.

cocina gala y sobre quien recae, desde

Gianni Riocci celebra el día en que se dio

hace ya 28 años, la responsabilidad

luz verde a las importaciones: "Así hemos

esencial del restaurante. El tradicional

podido ampliar las ofertas al cliente,

caneton a la presse, además de ser una de

desde los quesos, carnes y pescados hasta

las especialidades, ha alimentado a lo

las especias y condimentos". Y confía en

largo de todos estos años la parafernalia

que el próximo gobierno mantenga esta

del local de la avenida San Felipe y el

política, para mayor gloria del paladar.

Gianni Riocci en sus predios, cuyos decorados y gobelinos recrean un ambiente

Ancicn Regime.

orgullo de sus visitantes, como lo atestiguan los libracos de firmas impecablemente empastados y exhibidos a la entrada.

GASTRONOMIA ♦ SUPLEMENTO ESPECIAL

FEBRERO 1994

EXCESO

LOS CLASICOS

BAR BASQUEBlanc. e Cuando en la Caracas del dólar a cuatro

Bacalao a la vizcaína: nadie como Blanca, 111 la vasca.

íntimos

¿Estilo? El que dictan las sabias

treinta, los negocios de fast foodofrecían

manos y el paladar de la matrona. La

"arepas con bacalao", doña Blanca servía

carta del Bar Basque es pequeña pero a

el bacalao a la vizcaína. Luego, el

prueba de calidad total. Ahora no faltan,

cotizado pescado desapareció virtual-

además de las ya mencionadas especiali-

mente del mercado, pero ella se las

dades, los pimientos choriceros y de

ingeniaba para seguir sirviéndolo. Hoy en

piquillo, las chistorras, las angulas.

día, cuando llega por la libre, con mayor

Blanca reconoce que los productos

razón lo mantiene en la carta. Es que el

importados facilitan la labor. Por

bacalao, lo mismo que las cocochas y el

ejemplo, la tinta de calamar ya lista

mero en salsa verde, son los mejores

y empacada, útil para diversas prepara-

trofeos de Blanca Royo, ama, señora y

ciones, ahorra el laborioso trabajo

dueña de este emblemático búnker de la

de extraerla.

gastronomía vasca, ubicado —siempre— en La Candelaria. Jamás una minúscula cocina fue testigo de tantas maravillas que ella misma elabora, prueba y sirve a los pocos comensales que puede alojar, sólo por reservación, en los escasos metros de su comedor. Y así a lo largo de 26 años. Otrora con Juanito; ahora sin él.

4ó

EXCESO FEBRERO 1994

GASTRONOMIA + SUPLEMENTO ESPECIAL

Un paracaidista sobre 1!¡ inflores Rafael Rivero i por una circunstancia supuesta el comandante Hugo Chávez Frías hubiera de combatir, téte a téte, con un Henry López Sisco, téngase por seguro que a los pocos minutos de iniciadas las hipotéticas hostilidades el líder de la asonada del 4 de febrero sería el muerto. Pues no son precisamente probas experiencias de hombre de acción lo que define la vida de quien pudo desencunetar el carro de fuego de la historia reciente del país, propinando de paso un tris de incomodo a la cleptocracia venezolana, pese a su perplejidad a la hora de la toma del poder y el forcejeo con los cuerpos de seguridad leales al Estado. Franqueza y romanticismo, naive pasión historicista y un sentido heroico novelesco —próximo a lo que algunos no dudan en etiquetar con el vistoso neologismo de come-flor—, adjetivan de manera más eficaz una vida en secular entrega a los ritos de la milicia en tiempos de paz: paradas militares, enfrentamientos simulados, trotes al amanecer —arrullados con pueriles consignas: "caza, caza, cazador..."— y simbólicos patrullajes fronterizos tras ubicuos e intangibles focos guerrilleros. Un Plan República por lustro, campañas de vacunación, eventuales asistencias en zonas de desastre y, en el caso de Chávez, la organización, por tres

EXCESO FEBRERO 1994

beatíficos años, de las fiestas patronales de la pacífica población de Elorza. Menesteres parangonables, en todo caso, con los de un Robert boy scouter, antes que con los de un cazador implacable en procura del poder, y acaso el comandante Chávez jamás haya aniquilado una mosca, con su probada sensibilidad humana por delante. También arrojan luces sobre esa presunción de benevolencia una niñez al calor del regazo de una madre amorosa, una adolescencia de buena ley entregada sin rémoras a irreductibles ambiciones estudiantiles y una adultez de cónyuge responsable, sin el aliño de la cana al aire de cualquier folklórica criatura nativa. Límpida foja conyugal, en todo caso, que no deja de extrañar, pues no por nada se es llanero de remota ascendencia, bisnieto de un padrote a tuertas y a locas en todo lo ancho de las barrancas de Apure. Ascendencia que ahonda, por cierto, en recónditos vericuetos de la providencia, y viene a terciar en los cambios de viento del velamen republicano, de tal suerte que el fantasma del general Maisanta, el Americano, el aventurero antigomecista —o, simplemente, el Pedro Pérez del comodín fraseológico—, inocula la tara de la insurrección a su hoy por hoy meritoriamente deificado descendiente. Una dolencia congénita que sintomatiza por la época en

que Chávez cadeteaba el último año de Academia Militar y lo impulsa a la patriótica aventura que le ha valido la celebridad del heroico presidio, desde donde, al parecer, mueve hasta hace poco los hilos invisibles de la máquina confabular, y ha convertido a la nefanda prisión de Yare en lugar de peregrinación de sus fieles devotos. ada presagiaba ese destino, sin embargo. A la tierna edad de 12 años, el comandante en veremos dejaba atrás, junto a sus padres y otros cinco hermanos, la canicular limitación del villorrio de Sabaneta en pos de un título de bachiller en la capital del estado Barinas. En aquella población había nacido en 1954, un 28 de julio, y dado brillantes pasos de traficante de papagayos, vendidos en el mes de agosto a la niñería del pueblo que aprendió pronto a apreciar sus habilidades en el arte de sacar gracias a la verada y el pabilo, cosa que llenaba las arcas y permitía gozar de unas vacaciones más o menos boyantes, tostado al sol de los llanos elevando las susodichas maquinitas de viento. Practicaba por entonces una rectitud y formalidad en el trato y las maneras que le impedían —a decir de un viejo vecino, hoy respetable cuarentón enraizado en las profundidades de las sabanas— participar en

La biografía del comandante que partió la democracia en dos —y la dejó en un resquebradizo por ahora— está cincelada, llano adentro, con pico y pala: rigor en los estudios, en la academia, en el deporte, su sueño inicial. El único desliz —que en todo caso lo encumbró en el liderato nacional— fue aquél de la fallida intentona golpista, que permitió descubrir su estrábica visión quijotesca, el Maisanta que lleva en las venas y su enamoramiento del concepto patria Pedro Pérez Delgado, ergo Malsanta, deidad tutelar de Chávez .-,

impronunciables amores equinos, habituales entre muchachos de provincia como paliativo a las carencias de una edad y una idiosincrasia específicas. Quizás pesaba más la proba formación de unos padres con dotes de educadores —maestros de oficio—, pero no es descartable que sencillamente no gustara de esos amancebamientos; mucho menos próbó la otra barbarie adolescente de la cacería de pájaros y largartijas. Su fábrica de cometas daba dinero suficiente como para comprarse un guante de beisbol, y es así, una cosa lleva a la otra, como ha de conocer la primigenia vocación de su vida: ser un grandeliga. "A Hugo le gustaba mucho el beisbol", dice su madre, a la hora de evocar la mocedad de su famosa criatura. "Era muy aplicado y dibujaba muy lindo... También le gustaba la historia: creció impresionado por la figura de Bolívar y la de su bisabuelo. Llegaba del liceo y se ponía de una vez a hacer la tarea; entonces yo le decía: 'Pero, muchacho, ¡almuerza primero!'. Hasta que empezó a jugar pelota. Pertenecía al equipo del liceo y más tarde jugó para casas comerciales que sabían que era bueno. Nunca dejó de practicar; hasta el 4 de febrero estuvo en el equipo del Ejército". Y es precisamente el deporte lo que desvía la tortuosa culebra de su odisea

existencial: un amigo davía estás a tiempo, si que planeaba ingresar a quieres te vienes para la la Academia Militar le casa conmigo". "No, llevó unos folletos de papá", contestaría el preinscripción, pero el agobiado cadete, dánargumento más convindose de palmadas en los cente fue el enterarse de hombros: "Yo no me que allí estaban los mevoy de aquí sin mis cinjores entrenadores: José tas de oficial". Antonio Casanova y En la Academia, y ya Héctor Benítez Arresuperada la infausta exdondo, a quienes admi- Ak. periencia, siempre ocuraba sobremanera, genpó los primeros lugares Veinte segundos en la cresta de la ola te de la misma carnada como estudiante, y desde otro lanzador idolatrado, el Látigo pués fue un militar de foja impecable, que Chávez, del Magallanes, su equipo incon- jamás malograba un ascenso. "El día del dicional. Por ellos entra en la Academia golpe, el general Carlos Julio Peñaloza Militar. dijo que ellos sabían desde hace tiempo Comienzos de los setenta y en los pri- que él conspiraba", argumenta la madre, meros meses de vida castrense ha de pade- invocando al archienemigo de su hijo, cer arduas torturas: no había aprendido a "pero que tenía que reconocer que era un nadar, cosa que le vale encerronas, pérdi- militar excelente". da de franquicias y castigos crudelísimos Terminado un curso de paracaidista y en los que tragó agua a mares. Un oficial una especialización en blindados, el 5 jutestigo de ese trance comenta que Chávez lio de 1975 se gradúa de oficial del Ejércise faja corno nadie y a fuerza de constan- to, junto con Acosta Larles y Urdaneta cia cumple con las piscinas obligatorias. Hernández .—fichas principales en los alEso ilustra, según aquél, lo que define a bores del Movimiento Bolivariano RevoChávez a la hora de conseguir lo que se lucionario, en siglas, el MBR-200—, pero propone. Su padre y homónimo, Hugo de a finales del año anterior había experilos Reyes Chávez, narra aflicción al verle mentado una revelación trascendental que la angustia en la palidez y la flacura: "To- vira rudamente su vocación —tan así que FEBRERO 1994

EXCESO

la inofensiva pasión beisbolista es puesta de lado—, pues es malherido por el espíritu de la heroicidad y su historia personal ha de entrar a cuchillo en un atajo azariento. Porqué después de leer la biografía de su bisabuelo —Maisanta, el último hombre a caballo, aparecida en agosto de 1974 de la pluma del médico barinés José León Tapia—, al subteniente Chávez vino a secársele el cerebro —cual Quijote— y a

en cuclillas para hacerlos pasar como cerdos, lanzando su grito de guerra: "Maisanta, que son bastantes", y descuartizando todo lo hallado a su paso. Una acción que le daría un comprensible renombre, pues ya en Venezuela triunfaba el músculo sobre la frágil razón. Era una mezcla de aventurero y revolucionario, y enfrentaba a Gómez en parte por fidelidad a una causa difusa, en parte para dar rienda suelta a

cido, Nancy Colmenares— está destacado en Cumaná, y en un acto de ascenso pronuncia un revulsivo discurso de corte protestatario, que sus superiores oyen con la impavidez que se otorga a las malas palabras de un mocoso graciosamente malcriado, desconociendo al genuino revolucionario que el hombre escondía bajo la manga. Pero Chávez comienza a agrupar en torno de sí a algunos compañeros de pro-

Es malherido por el espíritu de la heroicidad y su historia ha de entrar en un tajo azariento querer cupo en la heteróclita y poco selecta orden de los caudillos venezolanos, pero con el aditamento insoslayable de la posmodernidad: el mezclote nacionalfundamentalista que recrudece en Europa, en México o el Islam, como gusanos en el descompuesto cadáver de las utopías, hace tiempo en el más allá. edro Pérez Delgado fue un héroe de la lucha antigomecista", dice el médico y escritor José León Tapia. "Yo escribí su biografía a manera de terapia, pues una hija había muerto trágicamente y yo estuve muy deprimido durante mucho tiempo. Recorrí por entonces las sabanas en una camioneta y encontré que el personaje, a quien mi padre conoció a comienzos de siglo, está en la conciencia colectiva de los llaneros. Ya publicado el libro, recibo una bella tarjeta de navidad de un tal teniente o subteniente Chávez. Me felicita y dice que quiere conocerme, pues estaba muy agradecido de que yo rescatara la memoria de quien él tenía por bandolero y no como una persona que lo había dado todo por la patria, luchando a brazo partido contra la dictadura gomera. Pronto me doy cuenta de que se trata del hijo de una amiga mía, una nieta de Maisanta". En 1914, Pedro Pérez Delgado asaltó Puerto Nutrias a bordo de un pequeño vapor, y allí se encontraba el padre de Tapia, a quien poco le faltó para irse con los rebeldes. Poco más tarde toma el cuartel de Elorza, en una famosa acción conocida como Asalto de los cochinos, pues entra con una treintena de hombres desnudos y

EXCESO FEBRERO 1994

un prurito de liderazgo. Cuando José León Tapia se propone elaborar una somera biografía del caudillo, ha de recorrer los lugares más remotos de los estados Barinas y Apure tras un tenue rasNancy Colmenares, el amor tro, pero al cabo de un Nieta de Maisanta y madre tiempo se hace de una de la criatura, Rosa Elena de Chávez montaña de casetes con información inédita de fuentes directas. moción. En el 78, asciende a teniente. ViaSegún éstas, Pérez Delgado nace en 1875 y ja por toda Venezuela, conoce gente, lee, muere en el castillo Libertador de Puerto hasta que el trabajo paciente inaugura un Cabello en 1929, dejando un reguero de liderazgo entre sus pares y un retintín de hijos y hazañas por toda la llanura. Una reprobación entre la oficialidad de mayor de sus mujeres más conocidas se llamó jerarquía, y su nombre suena en el EjérciPaulina Infante, natural de un pueblo to como el de un subordinado con acciollanero —La Marqueseña—, con quien nes en alza. Al año siguiente de su ascenso tuvo otras tantas hijas. La madre de Hugo a capitán, 1983, da un paseo con Acosta Chávez Frías desciende de una de éstas, y Carles y Urdaneta Hernández, los compapor una casualidad en sintonía con otras ñeros de grado. Allí, en Maracay, fundan que han de alimentar la quimera, el año en el MBR-200. Al principio es una organique el bisnieto de Maisanta se gradúa de zación nebulosa que tiene como primer objetivo formar grupos de estudio de la oficial, se cumplía precisamente el centenario del natalicio de aquél. historia y los problemas sociales de VeneDesde esa fecha, entonces, el subtezuela, con vagas metas de tomar partido niente Chávez inicia una especie de cuando las condiciones lo requieran. Chávez y sus cofrades de aventuras forapostolado, unas prédicas continuas en cuanto acto oficial tiene acceso a la pala- man cuadros entre subordinados. Entre 1983 y 1985, siendo profesor de la Acadebra. Teniente, capitán, mayor: son años de pequeñas experiencias, de viajes por mia Militar, sus clases han de adquirir un América Latina —en el Perú, por ejemplo, sesgo sedicioso y, según testimonios recoconoce al general Velasco Alvarado y no gidos por Angela Zago en su libro La redeja de expresar su simpatía por el ex dicbelión de los ángeles, desayunaba a sus tador peruano—, de largas jornadas de alumnos con trotes al amanecer, gritando estudio, de estimulantes campañas cívico- canciones de la Guerra Federal por los militares. En 1977 —ya casado con su patios de la Academia. Las propuestas de integración al grupo única novia y amor fehacientemente cono-

llegan, en un momento dado, a oídos de coroneles y de allí se cuelan, parece ser, al generalato. Por lo que la cúpula militar le encarga una perdida guarnición en el Apure, y le asigna la tarea de preparar las reputadas fiestas de Elorza, en los tres años subsiguientes: era una reprimenda de solapa. Y es así como, de una manera fortuita, a finales del 85, cuando asume la responsablidad, sufre una última estocada

Arnaldo Rodríguez Ochoa, el valedor. Peñaloza Zambrano, el enemigo, se lo olía

iluminaria, pues de las profundidades de esas sabanas, que fueron el teatro de operaciones de Maisanta, emergerá un límpido espejo en cuyo reflejo Chávez Frías ha de buscar en sus orígenes y hallarse a sí mismo. Como al capitán Marlow tras los pasos del terrible míster Kurt en la intensa novela de Conrad, El corazón en las tinieblas, viaja al fondo de la noche infinita de llanuras, se adentra en los ríos sinuosos de las planicies y perseguirá durante años las huellas del fantasma de su bisabuelo. A veces se pierde con alguna patrulla, por el Arauca y el Meta, sin comunicaciones ni permiso de sus superiores, interno en zonas inexploradas, en convivencia con los aborígenes más lavados de civilización, a quienes proporciona rudimentos de lectoescritura en campañas de alfabetización. Mientras el país está sumido en las miserias del gobierno de Lusinchi, Chávez vive la noche oscura de su alma y emerge transfigurado en un golem sediento de grandezas, tal cual sus venerados personajes históricos. "Indiscutiblemente, enfrentarse con el universo mítico de su antepasado le fue ensanchando la personalidad", conjetura

José León Tapia, arrellanado en su consultorio de la Clínica del Pilar, en Barinas, un testigo excepcional de esa etapa de la vida de Chávez. "No sé hasta dónde puede llegar la influencia de un libro, pero a mí no me cabe duda de que el gran error de sus superiores fue enviarlo al Apure, a confrontar la memoria de su bisabuelo". Una fascinación que comienza a trabajar al grado de mimesis con la personalidad de Maisanta —esa alegría a todo trance, el cultivo minucioso de los gags llaneros, el mismo escapulario que llevaba el otro-- y a rendirle una especie de veneración mística. La gente de Elorza cuenta a cada periodista que va en busca de noticias que en un salto de exhibición a un soldado no le funcionaba su paracaídas; Chávez, quien dirigía el evento, comienza entonces a gesticular frenéticamente y a hacer cruces en el aire, gritando: "Sálvalo, Maisanta; sálvalo, Maisanta", y, mágicamente, el paracaídas abrió al instante. En julio de 1986 asciende a mayor y se propone, entonces, escribir un libro sobre su ilustre pariente como complemento al de Tapia, y por ello se entrega a arduas investigaciones que lo llevarán a los propios archivos de Miraflores. Pero no olvida a sus compañeros de armas y sus reuniones políticas, que invita a su reducto de retiro espiritual. Un 24 de junio comete un exabrupto. Al mando de una patrulla montada y enarbolando la bandera negra con calavera que usaba Páez, cruza los llanos y llega hasta el campo de Carabobo, donde se llevaba a cabo la celebración de la fecha patria, y sorprende a toda la oficialidad y al poder civil presentes, aterrados ante la agorera visión. De esa época escribe al general Rodríguez Ochoa, su secular protector dentro de las FAN: "Esos fueron tiempos mágicos... Fue cuando me conseguí con la esencia de mi propio ser, confundido entre las polvaredas de los caminos, escondido entre los matorrales de aquella sabana indómita... Fue allí donde comen-

zó a soplar la brisa que después se hizo huracán y me lleva implacable a encuentros definitivos". En 1987, el doctor Tapia —quien recibe todos los años la invocativa tarjeta de navidad— es invitado para las fiestas de Elorza y asiste en compañía del poeta hípico Luis Alberto Crespo, dictando una charla acerca de Maisanta, entre cervezas y música llanera, a petición del propio mayor Chávez. Pero al oír el discurso que éste pronuncia a su vez, Tapia siente "un pálpito en el corazón", según propias palabras. Ya de vuelta, en la polvorienta carretera a Barinas, ha de comentar a Crespito: "Chico, a mí se me hace que el día menos pensado este muchacho va a echar una vaina, tiene el heroísmo metido en el alma". —Así parece —coincidió Crespo.

erminados sus tres años de iniciática penitencia en el último confín del universo —merced a las diligencias de su valedor Rodríguez Ochoa—, Chávez está decidido a insurgir y puede decirse que desde esa fecha, mayo de 1988, comienza a preparar las estrategias que se precipitan el mítico 4 de febrero. Es asignado ayudante del general, quien asume la Secretaría permanente del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa, cargo con dependencia directa del presidente de la República. Como secretario ejecutivo de Rodríguez Ochoa, se convierte de algún modo en un espía privilegiado dentro del propio Palacio de Miraflores, y habría de toparse continuamente con Carlos Andrés Pérez. No tiene tropa a su mando,~trabajo es de oficina, y goza de tiempo libre, lo que aprovecha para inscribirse, ese diciembre, en una maestría en Ciencias Políticas en la Universidad Simón Bolívar. Un par de meses después bajan los cerros —el Caracazo— y una lechina providencial contraída el día anterior lo libra de la disyuntiva de dirigir operaciones —en lo que hubiera sido su primer enfrentamiento con el fuego genuino de la calle— o rebelarse ante la orden de masacrar a la turba. En una censurada entrevista, concedida al periodista de un diario capitalino, el = FEBRERO 1994

EXCESO

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comandante Chávez revela: "Llegué a mi casa en San Joaquín de Carabobo y mi vecino, el comandante y piloto de mirage, Castro Soteldo, quien está preso en el Lino de Clemente, me dijo: 'Hugo, cómo pelarnos ese boche para tumbar al gobierno'. Después que pasó el desastre, el 1 de marzo, todavía enfermo, me entero de la muerte de Felipe Acosta Caries, uno de los tres fundadores del MBR-200. Tengo la certeza de que a él lo mandaron a matar y tengo el nombre del comisario israelí que lo hizo. Una vez que estuve restablecido y regresé a Caracas, nos reunimos de inmediato y nos comprometimos a trabajar con mayor esfuerzo para que los tanques y los fusiles que masacraron al pueblo salieran otra vez, pero para acabar con sus enemigos". Seis meses después, Chávez inicia el curso de Estado Mayor, requisito para ascender a teniente coronel. Y así ve finalizar el año; pero antes, estando en Miraflores y según especulaciones de gente que ha oído este relato, entra en unas oficinas vedadas al cargo de secretario que ostentaba enton-

migo, que no me sintiera su prisionero. 'Es más', dijo, 'yo soy conspirador desde antes de nacer, porque cuando mi mamá estaba embarazada, mi papá, Santiago Ochoa Briceño, conspiraba contra el gobierno de López Contreras'. 'Ese será usted, mi general, que es conspirador', le contesté'". Quedará en libertad al tercer día, el 5 de diciembre, cosa rara pues la Policía Militar no ignoraba que tenía en sus manos al jefe de una conspiración de envergadura, con seis años de gestación. Durante los primeros meses del año siguiente sigue su curso de Estado Mayor en la Escuela Superior del Ejército pero, al parecer, órdenes emanadas del olimpo militar le siembran un vía crucis para que no se gradúe, pues ya estaba muy desprestigiado con el generalato. Chávez ha de fajarse como antaño con el nado y, a duras penas, aprueba. El 5 de julio de 1990 recibe su ascenso a teniente coronel. Júbilo general en la familia, fiesta entre compañeros de promoción, Sabaneta lo declara, en feliz cabildeo, hijo

coronel es comandar un batallón. Pero recibí un llamado de Fernando Ochoa Antich, él ya era ministro de la Defensa. Me manda a buscar y me niego, hasta que llega una orden del Ministerio. Entonces sostuvimos una reunión. Me dijo que el nombramiento había sido un error. 'Tú no eres hombre para estar ahí, has sido siempre un soldado con experiencia en tanques y batallones'. Y me envía dos semanas a mi casa. Por suerte, en ese lapso, el comandante de un batallón de paracaidistas pide su baja y él me recomienda para el puesto. Ochoa Antich es hombre de dignidad, pero se deja llevar por ciertas corrientes que son muy poderosas". Es así como lo designan primer comandante del batallón de paracaidistas Antonio Nicolás Briceño, aunque en agosto del año siguiente es cambiado a la plaza de primer comandante del 442, batallón acantonado en el cuartel Páez de Maracay y con el cual, seis meses después, intentará el golpe. Tapia había recibido una última tarjeta de navidad, por demás

"El comandante Castro Soteldo, me dijo: 'Hugo, cómo pelamos ese boche para tumbar el gobierno" ces. Sentado frente a un computador, es sorprendido por el general Carlos Julio Peñaloza y por Heinz Azpurua, quienes precisamente lo buscaban por todo el Palacio pues había sido descubierta una confabulación de mayores —la famosa noche de los mayores— y el nombre de Chávez resonó como siempre. Es trasladado al Fuerte Tiuna y en un interrogatorio —donde es acusado de planear el asesinato de Pérez y de estar vinculado a Pablo Medina y La Causa R—, el general Peñaloza Zambrano pierde el control y desenfunda su arma, invitándolo a un duelo. Chávez es sacado del apuro por Fernando Ochoa Antich, quien pide permiso al ministro de la Defensa para hablar con él. Chávez relata el episodio en la misma entrevista: "No siempre Ochoa Antich ha sido mi adversario. Ese día fue a visitarme y cenamos juntos. Me dijo que sabía de algo que se estaba formando por allí. `Dime quiénes están contigo... ¿Hay generales? '. Me decía que quería conciliar con54

EXCESO FEBRERO 1994

ilustre; pero, aún con los malestares de la resaca del festejo, a Hugo Chávez Frías le cae un baño de agua helada: a todos los integrantes del grupo en ascenso se les asignan batallones de comando, mientras que a él lo envían a la Proveeduría Militar, un En tres y dos, Fernando cargo que podía ejercer un Ochoa Antich cabo con mensajeros y secreManuel Heinz Azpurua, tarias como tropa. otro enemigo "Fue un golpe durísimo para mí cuando, frente a más de 200 copremonitoria: "Comienza la última década mandantes que sabían qué representaba de este siglo viejo, Dr. Tapia, y con ella vieHugo Chávez dentro del Ejército, me asig- nen vientos renovadores... como aquellas nan ese cargo, ocurrencia, seguro, de invictas cargas de caballería que usted resPeñaloza Zambrano. En ese momento cató para siempre del olvido de los homconsideré pedir la baja, incluso pensé bres. Y ahora resulta que vamos con ellas en primera línea, con fusil y machete. Y el ideas locas como asaltar Miraflores con gandolas llenas de plátanos y verduras. tremendo grito que les espeluca el cuerpo Sin embargo, me presento en Proveeduría de gallina a los oligarcas. ¡Maisanta, Dr. y paso allí tres días completamente des- Tapia, que son bastantes!". moralizado: el sueño de cualquier teniente

urante ese último lapso, el teniente coronel y sus correligionarios organizan un mismo levantamiento, aplazado repetidamente, entre los que se conocen con certeza los pautados para el 20 de noviembre y el 17 de diciembre de 1991. Confabulación que cristaliza de forma precipitada con lo que se conoce como Plan Zamora, el 4 de febrero de 1992. Sobre la estrategia seguida ese día surge de inmediato el juicio que habla de un fracaso por torpeza de planificación, con el argumento de que era una estupidez lanzarse a una aventura en la que se sabía de antemano la pérdida del factor sorpresa, pues dos oficiales comprometidos dieron el pitazo a última hora, delatándolos. Sin embargo, se sabe que el proyecto sigue adelante pues echarse para atrás significaba igualmente la ratonera de una corte marcial. Pasado un tiempo, empero —y sobre todo después del golpe del 27 de noviembre siguiente—, los generales reconocen que el Plan Zamora fue en realidad una obra maestra de la estratagema militar, que

A Iván Darío Jiménez le gustó el por ahora

logra controlar al país en pocos minutos y hace preso a un grueso de generales y coroneles del Alto Mando a cambio de casi ninguna baja, y en la praxis —y según los últimos análisis— los rebeldes del 4 de febrero tumbaron a! gobierno. Sólo que el jefe de la operación no se percató nunca de que había triunfado. Madrugada del 4 de febrero de 1992, secuencia rápida: Arias Cárdenas controla

Maracaibo, Urdaneta Hernández la zona central, Acosta Chirinos toma La Carlota y el mayor Pedro Alastre domina Miraflores con sólo cuatro tanquetas, pero después que Pérez pasa por sus narices, escapando. "Maisanta", imagina el doctor Tapia, "hubiera dado desde un principio la orden de disparar. Ellos pudieron haberlo matado, pero ésas no eran las instrucciones, prueba de que Chávez es un hombre con sensibilidad humana, con un alma limpia". Ello no era, sin embargo, leña para el fracaso; sólo que Chávez Frías, quien debía coordinar la movilización sobre los puntos no controlados —Barquisimeto, Oriente y Trujillo—, quedó atrapado en un laberinto de incertidumbres, atacado de parálisis comunicativa en su puesto de comando de La Planicie, y cuando, a eso de la una de la madrugada, ve a Carlos Andrés Pérez en la televisión, cree que todo se ha arruinado. Desde esa hora no hace otra cosa que esperar —y pasa toda la madrugada enfrascado en un confuso estira y encoge con el ministro de la Defensa—, hasta las 10 de la mañana, hora en que empieza a oler el aroma nada grato de la derrota. Ignoraba que quien en realidad hubiera debido sentirse prisionero esa madrugada era Fernando Ochoa Antich. Sólo que éste supo negociar y alargar el tiempo hasta que fue evidente que el líder rebelde no controlaba la situación, con un Pérez dando órdenes desde la tele. Rumor incluso —y que el comandante niega, por supuesto—, que insinúa que le habría ofrecido la dirección del alzamiento al ministro de la Defensa y que éste jugó al qué va a pasar. "Venga usted para acá, yo no le voy a hacer preso", proponía Chávez en su desesperación. Sea como fuere, antes de las 10, los F16 sobrevuelan Caracas y Chávez es amenazado con desaparecer del mapa, junto al museo Histórico-Militar y la parroquia 23 de Enero, tal cual Chorrillos en la bombardeada Panamá de Manuel Antonio Noriega. Entonces pasa dos horas más ajustando los términos de rendición; llama a su casa y le dice a su mamá que está bién. A las 12 es hecho preso y trasladado al Fuerte Tiuna. Antes de llegar, a través de la ventanilla del vehículo, ve el Cemen-

terio donde está enterrado su admirado pelotero, el Látigo Chávez, recuerdo de un destino olvidado. En el Fuerte Tiuna, Chávez es rodeado por alguños generales, inclinados a los interrogatorios, pero escucha que el general Iván Darío Jiménez considera un eventual bombardeo a su compadre Urdaneta Hernández, reacio a la rendición en Maracay. El día anterior, Urdaneta le había jurado a Chávez: "Si fracasamos, yo no me rindo". "Van a bombardear a Urdaneta", dice el conspicuo prisionero a Jiménez Sánchez, "pero esta mañana algunos de ustedes estuvieron presos y los tratamos como generales que son, les respetamos la vida". "Es que no quiere rendirse, responde el general". "Vamos para allá, yo lo convenzo", continúa Chávez. Jiménez responde, que, de acercarse, seguro les derriban el helicóptero. Por eso, Chávez propone enviar un comunicado por alguna emisora de radio. "Chávez, ¿qué es eso de hablar por radio?", increpa Jiménez. "Mejor habla por televisión, pero ya; ahí afuera está la gente". El acepta, y pide tiempo para arreglarse y lavar el tizne con que los paracaidistas se untan el rostro antes de entrar en combate. Se peina, se estira el uniforme con el característico estampado de camuflaje — que después de aquellos acontecimientos cambió de diseño—, se pone la boína, ensaya distintas actitudes ante el espejo y se dice a sí mismo, según una historia inédita confesada al periodista Miguel Salazar: "Chávez, tú no eres Noriega. No puedes salir con las manos en la espalda, va a parecer que estás derrotado. Entonces, me acordé de Maisanta y le pedí ayuda". Sale y pronuncia el lacónico y célebre mensaje. De allí da unos pasos, se derrumba en el primer sillón que halla a tiro y de inmediato lo invade el aturdimiento del cansancio. Unos segundos después, un general miembro del Alto Mando Militar —a quien Chávez no quiere nombrar, pero que bien pudo haber sido el propio Iván Darío Jiménez— lo sacude: "Chávez, Chávez", le espeta. — Sí, mi general —contesta el prisionero. — Chávez, el por ahora te quedó dej carajo. 1.2

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La turbulenta biografía de Manita Lorenz, la reina de las barraganas, nada tiene que envidiarle al mejor guión de suspense y espionaje de Hollywood. Su currículum amatorio incluye un amantazgo de pronóstico reservado con Fidel Castro: se embaraza de él, pero a la hora de concretar —por mandato de la CIA— un intento de asesinato contra el celebérrimo padre de la criatura, no habría reparado en detalles consanguíneos. Fue querida también del dictador venezolano Marcos Pérez Jiménez y, como guinda de su periplo vital, destaca la incursión de su ducha manita en el atentado fatal contra J. F. Kennedy

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uera de su espléndida y voluminosa mata de cabellos negros ala de cuervo, la figura de Manita Lorenz no perfila un rostro bravío. Irritación, que no ira, ante los consecutivos intentos de saber acerca de su vida, es lo que revelan sus redondos ojos oscurísimos, que parecen registrar sólo emociones ligeras. Su delicado semblante es sumamente pálido y luce sospechosamente terso, considerando sus 54 melodramáticos años. En realidad, su porte —y especialmente su voz— conserva mohínes infantiles. Es posible que deje aflorar sus sentimientos mientras conversa acerca de algún tema intrascendente, como cierta calle de Manhattan en la que vivió alguna vez. Sin embargo, al hablar de sus romances con Fidel Castro y con el ex dictador venezolano Marcos Pérez Jiménez, de su reclutamiento por parte de la CIA para asesinar al mítico líder cubano, de su querido hijo con él, de sus negocios con algunos gangsters, de su trabajo como soplona para el FBI o de su vínculo con los asesinos de Kennedy, además de otras peripecias, se torna tan inexpresiva como un niño que repasa su lección en voz alta. ¿Realmente ocurrieron todos esos hechos tragicómicos? Es algo que aún despierta dudas, pues al escarbar en estos acontecimientos, sus detalles permanecen indescifrables; aunque, en grueso, palpiten como creíbles. Lo que la misma Lorenz —escurridiza de oficio— pueda narrar resulta dudoso, sin contar que existen más consumidores ávidos de leyendas de espionaje y operacio-

nes encubiertas, que espías y aparecidos, y la mujer de marras es tanto fragmento de los mitos como enardecida fanática de los mismos. Reporteros y biógrafos han intentado infructuosamente separar la historia de la fantasía. Como resultado, han obtenido versiones contrapuestas: por un lado la de ella, que también entra en contradicción con sus propias declaraciones, y por el otro, las de distintos habitantes de la Tierra de las Sombras, como el renombrado agente de la CIA, Frank Sturgis —participante en el caso Watergate, a raíz del cual Nixon hubo de renunciar a la Presidencia de Estados Unidos—, quienes resultan tan poco confiables como ella misma. Como sea, ahora está disponible la versión final de la impar protagonista, plasmada en un libro llamado a convertirse, de seguro, en una gran película de acción.

acida en el puerto alemán de Bremen en 1939, los padres de Manita fueron Alice Lofland, una antigua actriz y bailarina estadounidense de Broadway, y Heinrich Lorenz, capitán del buque en el cual ésta embarcó para Francia, donde estaba contratada para actuar en una película. Se casaron y Manita, quien tuvo un hermano gemelo que murió al nacer, fue la más pequeña de los cuatro hijos. En su libro, relata cómo fue que su padre se convirtió en capitán de la armada alemana cuando estalló la Segunda Guerra Mundial. Es justo en este momento cuando su narracie,i comienza a debatirse entre la realidad y la fábula.

De acuerdo con su testimonio, el padre no comulgaba con Hitler y, de hecho, en su casa de Bremen se llevaban a cabo reuniones conspirativas contra el régimen nazi, a las cuales acudía gente como uno de los almirantes de Hitler, Canaris, a quien cuenta que conoció cuando "yo era una cosita chiquitica". Al parecer, los personajes históricos se le pegan a Lorenz, quien asegura tener "recuerdos de mi padre llegando acompañado del almirante Doenitz en un largo auto negro". El porqué el entonces jefe de la inteligencia militar habría de visitar a un capitán de rango relativamente bajo no queda esclarecido, mas ella afirma que su padre estuvo a cargo de las estaciones meteorológicas del Báltico, así como de los barcos de suminis-

sus penurias durante esa época: "Mis primeros recuerdos son la vista desde la ventana del sótano, los pelotones de soldados marchando, los bombardeos y los escombros. Las botas chirriantes de los soldados. Mi madre solía poner pan sobre la cerca para los de la clandestinidad, y los vecinos nazis la delataron". Ella ha hablado y escrito mucho, pero de repente se pierde en una historia fresca y pavorosa al mismo tiempo. "Todo lo que conocía era la guerra. Evoco a mi madre transmitiendo informes a la oposición francesa y británica. Son mis primeros recuerdos, junto con los pilotos de la RAF, las tropas estadounidenses, a mi madre llevándolos a casa, disfrazándolos y asegurándose de que lograran salir con bien". El radio transmisor estaba escondido tras la pared, según Castro se apa- cuenta. "Mi madre sacaba la caja. reció en su Yo me encargaba de cerrar las camarote y se cortinas y de que nadie entrara; convirtió en su continuamente, escuchaba la de Londres. Yo estuve con amante. Era BBC ella hasta que se la llevaron". sumamente Alice Lorenz fue enviada a Belsen considerado. y Manita a un hospicio en el norPero, como te de Alemania. Su madre sobrevivió al campo de concentración había poco y la familia se reunió nuevamentiempo,él no te al final de la guerra. En 1950, dejó que ella se todos juntos, se embarcaron desvistiera rumbo a Estados Unidos. Manita y su madre completamente Hasta ahora, la historia de Maaguardando el destino rita tiene un halo de veracidad tro. Añade que "él ayudó a mucha gente a COMO, por ejemplo, la madre escuchando salir ilegalmente de Alemania con rumbo la BBC en un cuarto oscuro; pero hay mua Holanda y Dinamarca". Sin embargo, cho de imaginación. Resulta poco probaen su libro, Lorenz omite este detalle, lo ble que una niña de cinco años recuerde cual hace posible que lo haya recordado tanto acerca del acontecer hogareño, en sólo al momento de esta entrevista. En este caso, del trabajo que su madre realimayo de 1943, la nave de Heinrich zaba para la clandestinidad. Sin embargo, Lorenz fue hundida por los bombarderos la realidad, nueve años después, deviene británicos y él, confinado en Inglaterra. tan extraña como cualquier sueño. "Pien"Realmente lo pasó bien allí", afirma. Es so que todo pasó porque no les hice caso a un comentario tan fuera de lugar que, segu- mis padres", señala Lorenz, con reflexión ramente, refleja algo que su padre —quien conmovedora. "Tenía 19 años. Estaba aparece en las fotografías como un tipo sola en New York y ellos querían que fuefranco, de cejas alborotadas— debe ha- se a la escuela de secretariado. Me rebelé". berle dicho. Manita se reunió con su padre en el MS En cuanto a ellos, en Bremen, no lo es- Berlín, el barco que éste capitaneaba, para taban pasando tan bien como su padre en un crucero de dos meses por el Caribe. La Inglaterra. Lorenz relata minuciosamente tarde del 27 de enero de 1959, estaba an58

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ciado en el puerto de La Habana, en lo que era su última parada. Apenas veintiséis días habían transcurrido desde que Fidel Castro depusiera al dictador Fulgencio Batista y todo lo que Manita sabía de Cuba era que "se había destacado por los crímenes, el vicio y la prostitución". De repente, apareció un bote lleno de individuos barbudos y armados; uno de ellos la sorprendió por su altura poco usual. Era Fidel Castro. En vista de que su padre estaba tomando su siesta de todas las tardes, ella invitó a los hombres a subir a bordo. En su libro, Lorenz relata que la fiesta de abordaje incluía a algunos de los amigos más cercanos de Fidel. Sin embargo, en una entrevista con Vanity Fair, le dio sabor al cuento al añadir al Che Guevara a la lista de invitados y darle un parlamento: "Quiero una cerveza alemana". Es un ramalazo de memoria tan poco probable y desconcertante como el del almirante Doenitz en el "largo auto negro", y que además resulta innecesario pues, de hecho, Castro se apareció en su camarote y se convirtió en su amante. Castro —rememora— era "cálido... sumamente considerado... más bien dulce". Pero, como había poco tiempo, él no dejó que ella se desvistiera completamente. Poco después cenaron en compañía del capitán Lorenz, quien siempre le había advertido de los peligros de un romance de

crucero, pero que, en ese momento —asegura Manita—, no sospechaba nada. Durante la cena, Castro sugirió magistralmente que la joven podría regresar a Cuba como traductora, pero el padre le informó que ella debía seguir sus estudios. A la media noche, el barco soltó amarras con destino a Estados Unidos. Tan sólo unos días después sonó el teléfono en el apartamento de New York. Era Castro. Manita voló a Cuba y pasó siete meses viviendo con el tío de las barbas en sus aposentos, que ocupaban todo un piso del hotel Habana Libre, al cual ella aún denomina Habana Hilton. Mientras estuvo allí, recibió un trato muy amable tanto de Celia Sánchez, la sempiterna compañera de Castro, como de Camilo Cienfuegos, uno de los amigos más cercanos de Fidel, a quien Manita incluye en los agradecimientos del libro, los cuales son, como la obra

Manta, Fidel y el señor Lorenz, casi un suegro

Frank Sturgls: metió su mano en atergate

en general, de una ingenua dulzura un tanto lúgubre. El último de estos agradecimientos está dedicado "A mi asesino: por no haberlo llevado a cabo". Un hecho, real o no, sobre el cual existe, cabe decir, poca evidencia. En abril de 1959, Castro se autoinvitó a Washington, a donde llegó acompañado de Manita. Eisenhower no lo recibió y le echó el fardo a Nixon, frío y desconfiado. Manita afirma que hasta entonces Castro se había resistido a la línea marxista adoptada por su hermano Raúl y por el Che Guevara, pero que a partir de ese momento se resintió con Estados Unidos. Fue en esos días cuando ella descubrió que estaba embarazada, lo cual, según afirma, encantó a Fidel.

En mayo de aquel año, un estadounidense de mandíbulas cuadradas se aproximó a Manita mientras ésta se hallaba en la cafetería del Habana Libre. Le ofreció ayudarla. Se encontró nuevamente con él en el casino del hotel Riviera. En esa ocasión, el hombre vestía un uniforme cubano y estaba junto a Raúl, quien había ordenado requisar todos los aparatos, revisando las mesas de juego y las máquinas tragamonedas. Nuevamente, el estadounidense le preguntó por su salud, pero ella aclara que hubo algo en sus ojos, fríos y crueles, que la incomodó. Los cubanos le dijeron que se trataba de Frank Fiorino, un amigo de la revolución. En 1972, aquel hombre pasaría a ser mejor conocido como Frank Sturgis, uno de los bandidos de Watergate. Para 1952, le vendía armas a Castro al tiempo que trabajaba para la CIA, y halló en Manita una herramienta muy útil. Lo que sigue es algo sumamente difícil de interpretar. Es también, más allá del romance con Castro, el meollo de la grotesca historia de Manita. Ella debía dar a luz en diciembre. Sin embargo, afirma que a mediados de octubre, cuando Castro se hallaba ausente en un recorrido por la isla, la drogaron poniéndole un somnífero en un vaso de leche y le indujeron el parto, lo cual le provocó una hemorragia severa. Le dijeron que su hijo había nacido muerto,

pero ella asegura que oyó su llanto: el niño estaba vivo. No obstante, debido a su estado, era imperativo que fuese a New York para recibir tratamiento médico. Sin embargo, de acuerdo a las informaciones suministradas por un agente del FBI a quien se consultó acerca de la historia, Manita fue internada en el Roosevelt Hospital de New York debido a "un aborto mal realizado". Lorenz rechaza tal comentario con su palabra favorita: desinformación. Cualquiera que sea la verdad de lo sucedido, es obvio que para una joven de apenas 20 años resultó devastador. Marita dice que siempre se ha sentido "dividida entre Alemania y Estados Unidos". Efectivamente, aún hoy, cuando no recuerda una palabra en inglés, utiliza una en alemán. En aquel momento también se sintió dividida... y confundida. No sabía si lo que había pasado era obra de los enemigos de Castro o de él mismo. Fue durante su estadía en el Roosevelt Hospital que la CIA comenzó a "trabajarla" para convertirla en un poderoso instrumento en sus manos. Sus dos tutores fueron Sturgis y Alexander Rorke, quien era otra clase de persona. Fue su madre quien le presentó a Rorke, cuyo padre era uno de los jueces de New York. Según Manita, su madre había trabajado durante una temporada con la primera agencia norteamericana de espionaje, la OSS, y para el momento colaboraba, de alguna forma que no ha sido especificada, con la CIA. Lo que es indiscutible es que estaba involucrada con ese organismo. En mayo de 1960, Confidential, una revista de escándalos que tenía unos 12.000.000 de lectores, publicó un artículo escrito por su madre y por Rorke, con el titular: "La aterradora historia de una madre estadounidense: Castro violó a mi hija adolescente". FEBRERO 1994 EXCESO

En la actualidad, Lorenz califica a este artículo como inexacto. "Fue sumamente embarazoso para Fidel", señala. "El se sintió totalmente avergonzado y humillado frente a su gabinete. Este artículo publicado en Confidential fue el primer sorbo que probó de publicidad negativa, escrito especialmente para hacerlo lucir como un ogro a los ojos del mundo". Sin embargo, en ese momento, Manita estaba en manos tanto de su madre como de Rorke, de quien habla con admiración. "Aún se conservan sus retratos en el colegio Loyola de Park Avenue. El fue una estrella del basquetbol. Era jesuita y se convirtió en agente, fotógrafo y periodista. Era un tipo maravilloso". Razones complejas la llevaron a convenir en ser agente. "Mi madre lo era, y éste era el país que me había dado cobijo. ¿Qué misión más patriótica que trabajar para el gobierno?". Si la historia del aborto, inducido o no, es cierta —existe un informe del FBI que señala que Manita per-

Mónica (arriba), la inocente hija del ex dictador Pérez Jiménez (a la derecha)

de Sturgis y de uno de los grupos de acciones encubiertas antifidelistas financiados por la CIA. A principios de diciembre de 1960, hizo una corta visita a Cuba para asegurarse de que podría ver a Fidel. Unas semanas más tarde regresó, pero esta vez armada con sendas cápsulas transparentes de botulina, una toxina proveniente de los mariscos que, supuestaFidel le pre- mente, mataría a cualquiera en tan guntó si esta- sólo minutos. Rorke fue a despedirla al aeroba trabajando para la CIA y puerto, insistiendo —según Lorenz en su libro— en que con su si había veni- relata misión ella daría fin a una "dictado a matarlo. dura brutal" y en que "no debes Manita admi- hacer que Dios se enfade". Justo tió la segunda antes de abordar el avión, Rorke le "Hazlo por Dios y la patria". parte y no negó dijo: Extrañamente, durante esta entrela primera vista, ella recuerda que las cosas Su vida interesa al sucedieron de forma distinta y que periodismo y al cine las palabras que Rorke le susurró dió a su hijo en Cuba, tras lo cual adoptó a fueron: "No lo hagas". Este parece ser un niño—, puede que el resentimiento haya uno de sus problemas al manejar el afecto sido también una de sus razones. El mentor que siente, en ambos casos distinto, por el de su misión fatal fue Rorke. "Me dijo que ex jesuita y el hombre fuerte de Cuba. matar era pecado, pero que Dios hacía cierDurante esa época, Lorenz había estatas excepciones y me perdonaría". Así que do tomando anfetaminas con regularidad, aceptó su papel crucial en uno de los tin- pero el día del viaje no ingirió ninguna, ya glados más extravagantes de la época. Su que deseaba "tener la cabeza en orden". encargo era asesinar a Fidel Castro. Como consecuencia, se puso sumamente Manita cuenta que fue entrenada "en la nerviosa y estaba convencida de que la Finca", es decir, en el campamento de la someterían a una requisa minuciosa. DuCIA en Lagley, Virginia. También recibió rante el vuelo, de apenas media hora, fue preparación adicional en New York y al baño para buscar dónde esconder las Miami, en donde estuvo bajo el auspicio cápsulas letales. Lo único que se le ocurrió 6O

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fue envolverlas en papel sanitario y enterrarlas en un frasco de crema Pond's. Toda su decisión se desvaneció cuando vio La Habana. Las píldoras de botulina se habían estropeado con la humedad de la crema, así que las tiró por el lavabo. Por otra parte, Castro se mostró sumamente desconfiado al principio, haciéndole muchas preguntas, por lo que ella pensó que era posible que sus agentes en Miami le hubiesen informado que en los últimos tiempos ella había sido vista en compañía de personas poco recomendables. Fidel incluso le preguntó si estaba trabajando para la CIA y si había venido a matarlo. Manita admitió la segunda parte y no negó la primera, pero Castro, aparentemente, se dio cuenta con rapidez de que nada debía temer .cle su joven amante, así que hicieron el amor y luego él la dejó, pues debía dar un discurso que Frank Sturgis y Alexander Rorke esperaban que nunca se llevaría a cabo. Como Castro no le pidió que se quedara, regresó a Miami, donde la aguardaban las represalias. En algunos aspectos, éste parece un complot poco plausible. Además, en el caso de que Manita hubiese cumplido con su misión, ¿cómo esperaba poder salir de Cuba? "Es por eso que escogieron una forma delicada de asesinarlo", explica. "No podía dispararle debido a los barbudos" — es decir, sus guardaespaldas que se hallaban en el pasillo—, "pero el veneno que

debía darle paralizaba las cuerdas vocales, por lo que no podría gritar. Ellos realmente pensaron que yo tenía todo bajo control y que podría dejarlo como si estuviera durmiendo. Sólo tenía que ir hasta el aeropuerto José Martí y tomar el avión. Pero no lo hice, y me alegro". Pareciera que a Manita no se le hubiese ocurrido que a la CIA podía haberle importado poco si ella lograba escapar. El hecho es que no hay duda de que la conjura existió y que fue su fracaso, sumado al de tantas otras confabulaciones dementes, lo que condujo, en 1961, a la invasión de Bahía de Cochinos, respaldada por el gobierno de Kennedy y rápidamente frustrada. El odio que sentían las colonias antifidelistas radicadas en Miami contra Castro se volcó hacia Kennedy. Bueno, en realidad, los odiaban a ambos.

echoncho y medio calvo, el hombre que Marita conoció en junio de 1961 no era precisamente como Fidel Castro. Ella estaba recolectando fondos y había ido a visitarlo por cuenta de los grupos antifidelistas respaldados por la CIA que, aunque molesta por el fracaso del envenenamiento de Fidel, siempre la hallaba útil para tratar con los cubanos. El general Díaz, como se le conocía, vivía en una mansión fuertemente custodiada en Miami Beach. Manita pronto descubrió que el tal general Díaz no era otro que Marcos Pérez Jiménez, el depuesto dictador venezolano, quien vivía de los millones de dólares que se había robado y por los cuales su país buscaba afanosamente la extradición. Tras bambalinas, Pérez Jiménez exudaba poder. Para el momento cuando Marita se convirtió en su amante, había sido aceptada para recibir entrenamiento como aeromoza de Pan Am —la suya es una vida en la cual lo barroco y lo común se acoplan perfectamente—, pero al poco tiempo quedó embarazada y Pérez Jiménez quería tenerla siempre a mano, por lo que abandonó la aerolínea. Por lo visto, el tiempo que estuvieron juntos fue bastante placentero. "Fue bueno y cuidó de mí", señala. "Salíamos a cenar en restaurantes, siempre acompañados de guardaespaldas. Los domingos nos

íbamos a su isla, Cayo Soldado". Sin embargo, también hubo peleas debido a las infidelidades de Pérez Jiménez, incluso una en la cual Marita le disparó un tiro que rebotó e hirió al ex dictador en la rodilla. También a causa de las llamadas telefónicas nocturnas que hacía mientras estaba borracho, tanto a sus sucesores en Venezuela como, por supuesto, a Fidel Castro.

mente a jugar con los niños de la tribu y porque ninguna de ellas lucía demasiado diferente, apenas un poco más pálidas. "Sólo recuerdo que sentí mucho miedo y me aferré a mi madre; además, todo era muy verde", apunta Mónica. De acuerdo con Lorenz, casi ocho meses transcurrieron hasta que las encontraron. Su descripción de la vida con los yanomamis es detallada, e incluso gente como David Mc Michaels, de la Asociación de Alumnos de Seguridad Nacional (Ansa, por sus siglas en inglés) —un grupo antigubernamental de antiguos espías—, quien en general apoya a Lorenz pero se mantiene escéptico acerca de ciertos detalles, piensa que éste es uno de los episodios más creíbles.

a hija de ambos, Mónica, nació en New York en marzo de 1962. Para garantizarle bienestar, su padre arregló un sustancioso fideicomiso. Unos meses después, ese mismo año, fue llevado a una prisión de Florida mientras apelaba a la decisión del gobierno estadounidense de deportarlo a su tierra natal. Marita inició un juicio por paternidad contra Pérez érez Jiménez pasó cuatro años cóJiménez. Al echar por tierra el anonimato modamente recluido en una cárcel del ex hombre fuerte de Venezuela, violó venezolana y luego partió rumbo a España, como invitado del generalílos términos del fideicomiso, el cual quedó anulado. Por su parte, Lorenz afirma que fue su abogado, David Walters, quien, argumentando que de esta manera podría dilatar la extradición de su amante, la indujo a iniciar el pleito legal. Walters niega airadamente tal acusación. Y Pérez Jiménez fue deportado de todas maneras. Al año siguiente, Marita decidió seguirlo, llevándose con ella a Mónica, quien aún no había cumplido los dos Los yanomamis, una relación sin violencia años. Sin embargo, debido a su estatus de ex querida del dictador, reci- simo Francisco Franco. Los intentos de bió una fría acogida por parte del nuevo Lorenz de verlo allí resultaron frustrados. régimen. Según ella, pasó algún tiempo en Para entonces, Marita vivía en el noreste una cárcel, en donde pudo hablar con Pérez de Manhattan y el título que da en su libro Jiménez a través de un ducto, pero no llegó a esta época de su vida es el de Diversión a verlo. Su relato con respecto a esto no re- en New York. Debe aclararse que gran sulta, en realidad, muy convincente. parte de lo que ahí se narra sólo puede ser Una vez puesta en libertad, afirma que considerado como diversión por alguien por curiosidad dejó que unos funcionarios con el mismo gusto especial de Lorenz por de la inteligencia venezolana la llevasen a el mundo de las sombras. Entre sus amiver, desde un avión, la selva brasileña, gos se contaban algunos mafiosos de baja donde —asegura— la abandonaron junto estofa, incluyendo un lavador de dinero a Mónica para dejarlas morir. Allí, un gru- falso para quien ella puso a circular unos po de indios yanomami las encontró y sal- cuantos miles de dólares en un día. Estuvo varon sus vidas gracias a que —según cree casada durante un breve período con un Lorenz— Mónica comenzó inmediata- cubano, quien resultó ser ladrón y

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falsificador. Luego inició un romance con un policía al que llama J.J., quien la acompañó a visitar a su esposo cubano en la cárcel de Sing Sing, cuando le pidió que firmara los papeles de divorcio. Su picaresca vida se estabilizó ligeramente cuando se casó con Louis Yarasits, conserje de un edificio de apartamentos en la zona noreste y quien, según ella, también trabajaba para el FBI vigilando a un gran número de individuos del bloque soviético que vivían tanto en este inmueble como en el vecindario. Manita se les unió entusiasmada: revisaba la basura y en cierta ocasión tuvo la suerte de encontrar algo entre los desperdicios de unos albanos que no habían invertido en comprarse una destructora de papeles. También se metió en un apartamento que sospechaba servía de sitio de tránsito del Black Liberation Army (Ejército Negro de Liberación).

jos, Mónica y el pequeño Mark. Quería ser una buena ciudadana. Lo tenía todo: un marido amoroso, una linda casa. Tenía citaciones de todas las agencias de inteligencia pegadas en las paredes. Entonces pasó lo de Watergate. Yo estaba viendo la televisión y pensé: ¡Dios mío, toda esa gente de mi pasado!". Luego de aquellos sucesos, Sturgis fue llevado a una prisión en Connecticut. Rabioso por lo que él consideraba una traición, contactó a Paul Meskil, un periodista del New York Daily News, quien a su vez la localizó a ella. Meskil tenía las fotos que habían sido tomadas en el barco de su padre, en las que aparecía junto a Castro. Contó todo. Un titular pregonaba: "Las órdenes que le dio la CIA: asesina a Castro". La vida acogedora y normal de Manita se 1)111 011/111 11,3 7:14 Lorenz y un derrumbó. 11111:',10,11,11.9 . holll 0.511V lo Su matrimonio colapsó. grupo de Pronto inició una nueva relación aventureros con uno de los jefes de la Policía de antifidelistas, New York pero, como una ola el farallón, su pasado la golincluyendo a contra peaba una y otra vez, ya que su falSturgis, se sa identidad había sido descubierreunieron en ta. Sin embargo, lo sucedido le Miami para soltó la lengua. Todavía queda una historia, beber café y quizás la más peculiar. Una vez conversar Lorenz escribió más, Manita estaba dividida; pero con lujo de detalles ahora se separaba de la realidad. A "Encontré balas", dice. Luego llamó al mediados de noviembre de 1963, Lorenz y Departamento de Policía de New York, y un grupo de aventureros antifidelistas, inafirma que lograron hacer algunos arres-. cluyendo a Sturgis, se reunieron en Miami para beber café y conversar. Aún estaban tos poco después en California. Puede que todo esto parezca una tonte- iracundos por el fracaso de Bahía de Coría comparado con sus dos dictadores, chinos. Según Lorenz, Sturgis culpaba, lleno pero ella se sentía feliz. A raíz del incidente de odio, al presidente Kennedy; no obsde las balas, la policía la miraba con bue- tante, Sturgis lo niega. Antes de embarnos ojos. "Fui a estudiar al Colegio de Jus- carse en dos automóviles, llevándose a ticia Criminal John Jay. Me encantaba. Manita con ellos, los hombres extendieron Mi esposo y yo nos hicimos policías auxi- sobre la mesa un mapa de la ciudad de liares y yo solía recorrer las calles como Dallas. Ella sostiene que pensó que la utipolicía tanto en invierno como en verano. lizarían para distraer a los guardias duranEra buena, estoy segura". Y añade: te un robo de armas. Entre los miembros "Todo iba bien, pensé que no pasaría del grupo estaban "un tipo raro que no nada más. Durante 15 años, no había dime miraba a los ojos, a quien ellos llamacho nada de mi relación con Castro. ban Ozzie" y otros dos. Ozzie, según dice Nada. Lo había bloqueado. Tenía dos hi- Manita al recordarlo, se parecía muchísih/

fi!

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La hija del dictador Su fuerte y musculoso cuerpo, coronado por un rostro que tiene buenos ángulos, mas no es bello, adorna la portada de revistas de fisioculturismo. De rasgos duros, Mónica Mercedes Pérez (de) Letelier tiene vínculos afectivos en trincheras irreconciliables: no desmiente la estirpe heredada de sus padres, el ex dictador venezolano Marcos Pérez Jiménez y Manita Lorenz, ex agente de la CIA y el FBI, y protagonista de un prontuario amatorio en el que los autócratas son el plato fuerte. Enreda el cuadro de paradojas sentimentales su matrimonio con el hijo de Orlando Letelier, vícti-

a Lee Harvey Oswald —quien, a la postre, fue acusado del magnicidio. Se encontraron con E. Howard Hunt, otro de los bandidos de Watergate, y con Jack Ruby, quien eventualmente asesinaría a Oswald. Al día siguiente, a bordo de un avión, Manita oyó acerca del asesinato del presidente Kennedy y se dio cuenta de que tenía otra cita cercana con la historia. Lorenz atestiguó todo esto ante la comisión de la Cámara de Representantes en 1978, pero no encontraron que su relato fuera convincente. Es como su cuento acerca del Che Guevara. La razón por la cual ella cae en la tentación de adulterar la maravillosa historia de su vida es algo que no se puede determinar, pero en algunas ocasiones la. fantasía ha transformado la realidad de forma inesperada, sobre todo tomando en cuenta cómo terminó la relación que existía entre Manita y Sturgis, el hombre que la reclutó para hacer trabajo de inteligencia y quien —"no lo puedo probar"— fue el verdadero francotirador en el asesinato de J. F. Kennedy. El 31 de octubre de 1977, Mónica, entoncel adolescente, se enteró de que Sturgis había sido liberado y se proponía ir a ver a su madre, y temió que intentase hacerle daño. "Traté de protegerla de la única forma que podía una muchacha de 15 años. Tenía amigos que podían conseguir cosas fácilmente, así que decidí seguir mo

ma del pinochetismo en los predios políticos maternales. Maniquí de profesión, actualmente reside en el sur de California, donde el lúgubre y sangriento pasado de sus progenitores no mancilla su existencia. Incluso, al oír la paiabra Venezuela es capaz de exudar nostalgia de perdidos oropeles que nunca disfrutó y fantasear sobre la importancia del General en el ajedrez político vernáculo. Nacida en New Jersey en 1962 bajo el signo de Piscis, su historia está salpicada de anécdotas aterradoras e inverosímiles, que para muchos no son más que desvaríos maternos, pero que ella refrenda asegurando que conserva recuerdos de todas ellas.

Obviamente, Mónica es un buen tema. Tras conversar con su agente, la cita se fijó para finales de diciembre en New York. El fotógrafo tenía listos todos sus aperos. El periodista, la metralleta de preguntas a flor de labios. Sorpresivamente, faltando unas pocas horas para el momento acordado, la chica de marras decidió aumentar la tarifa convenida para soltar prenda unos cuantos miles de dólares y, de dos mil iniciales, la llevó a veinticinco mil. Quien fungiera de intermediario sólo diría que la madre, desde su intenso currículum, intervino lanzando un respingo: "No quiere que su hija declare a ninguna revista pornográfica". El alto precio de la desinformación.

ese camino porque pensé que había que pelear fuego contra fuego", señala. Mónica obtuvo un arma y se instaló a esperar en la calle, frente a la casa de su madre. De acuerdo con la información de un reportero, alguien llamó a la policía y convencieron a Mónica de que entregara el arma, mientras Sturgis fue detenido al llegar, bajo cargo de acoso. Según la colorida versión de Marita, Mónica le disparó a Sturgis cuando éste se bajaba del taxi, luego corrió. La policía acordonó un área de tres cuadras hasta que la muchacha se rindió. "Todo pasó como en el libro", Marita, un personaje de terror afirma Mónica. Sin embargo, tiempo des- cuerdos de cosas que realmente ocurriepués, Sturgis demandó con éxito al Depar- ron", añade. "No he inventado nada, no tamento de Policía de New York por arres- me gusta fantasear. No soy ese tipo de to injustificado. persona". Actualmente, Mónica vive en CaliforEn 1981, Marita regresó a Cuba. nia —donde trabaja como modelo, espe- Como en sueños relata su encuentro con el cialmente para revistas deportivas— y dictador, ya de pelo ligeramente canoso, y habla con su madre "casi todos los días". la forma como finalmente conoció a un El único recuerdo de su padre, Marcos muchacho de piel clara y cabello rizado, Pérez Jiménez, es una conversación; "pero quien —según afirma— es su hijo Andrés. estoy segura de que he bloqueado muchas El libro finaliza con algunas páginas de cosas ", afirma. Al sugerirle que, en oca- atolondrado diálogo en el cual hace un resiones, los seres humanos inventamos cuento de esta reunión y de cómo Castro nuestras historias, amablemente dice que regresó luego y se fueron a la cama. Dice no está de acuerdo. "Tengo verdaderos re- que juró no tener ninguna intención de lle-

varse a Andrés consigo a Estados Unidos. Según manifestó en esta entrevista, vio a su hijo por última vez en 1988: "Firmé ciertos documentos en los cuales me comprometía a no traérmelo a este país", señala. "No quiero que unos funcionarios le laven el cerebro aquí. No es un político, es un médico". Castro y ella —cuenta— hicieron el amor tiernamente. Fue la despedida. El que haya sido madre de un fruto de ese encuentro es una posibilidad remota, aunque más plausible que el que haya adoptado a un niño. Sin embargo, en Cuba nadie relaciona a Andrés con Castro. John Stockwell, un agente de la CIA, quien entró subrepticiamente en la organización e investigó el caso de Marita, asegura que ella no pudo ver a Castro durante su última visita a Cuba en 1988, y que no la dejaron entrar al país cuando intentó hacerlo al año siguiente. En New York, Lorenz ha tenido una serie de trabajos bastante extraños, durante la última década. "En 1987 fui jefe de personal de un orfanato para muchachas adolescentes con problemas de conducta; luego trabajé como investigadora en casos de mala praxis médica y fraude a aseguradoras, pero tuve que renunciar porque me mencionaron en el libro Asesino de la CIA. La gente es bastante suspicaz". Su "verdadero amor" —afirma— trabajaba para el equivalente estadounidense de la Sociedad Protectora de Animales, pero la dejó para unirse a los ex espías de Ansa y para terminar su libro Manita, cuyos derechos pertenecen a Oliver Stone, director de la película JFK y quien parece ser el más adecuado para llevar adelante el proyecto fílmico. ¿Por qué le han sucedido a Marita tantas cosas? Con la mirada perdida, como una muchacha a quien le han hecho una pregunta que no comprende, responde después de un rato, mientras enciende calmadamente un nuevo cigarrillo: "Es que una cosa llevó a la otra. Viví demasiado rápido".

IV' ucha gente estúpida sintió esas inconfudibles agujetas, las del desde su desventajosa condición. "Acosme recomendó ale- amor a primera vista. túmbrate a esperar que a ellos les dé la jarme de Gastón, naEl flechazo fue tan rotundo que con- gana de hacerlo. Así trabaja la justicia en die podía entender el minó a la Julieta a tomar la determina- Venezuela". Al fin, el 21 de diciembre paque yo mantuviera una relación senti- ción de perder su libertad y canjearla por sado, les dio. mental con un hombre que está preso", su mundo particular. Un mundo de sólo 1 oscuro asunto de Gastón, el marco evoca ella, enamorada, al tiempo que dos habitantes. Romeo, en este caso, ocude este colorido óleo de amor, codesliza una coqueta y aun más evidente pa el balcón. Diariamente, o mejor, menzó a gestarse en noviembre de sonrisa de complicidad. Apenas una mí- religiosamente cada mediodía, Patricia ' 1988, cuando él, a lós 33, emprenPoleo tomaba la vía de El Junquito para nima muestra de la cosecha recogida, tras la siembra de un árbol de amor plantado disfrutar a su novio. La escena, todavía día la ruta que le marcaría su destino. a hurtadillas tres años atrás, cuando se fresca, discurre en su memoria: lo surte Administraba su propia empresa de aviatoparon el uno con el otro, en medio de de comida, ropa, vodka; juntos ven la te- ción, registrada bajo el nombre de Gas levisión y duermen la siesta. Su afán la Air y constituida por tres naves aparla aspereza intimidante del Retén Judicial de El Junquito. El, también enamorado y convierte en una chica popular dentro del cadas todas en Maiquetía, las cuales alen consonancia con su inquieta vocación retén: igual saluda al lánguido cabo que quilaba a viajeros urgidos de llegar con conversadora, se permite la licencia de hace la guardia del mediodía que a prontitud a Margarita, Aruba o cualaderezar tal confesión con un toque de pi- Adolfo Ramírez Torres. Un vía crucis, quier destino cercano; él mismo pilotaba estos taxis del aire, como los llama. Su cante, sazón, por cierto, que de boca suya entonces. A sus mañaneras rutinas de resueño era por demás sencillo, constaba suena más bien como un simpático deseo portera añadía sostenidas visitas a los tribunales con la intención de informarse de de tan sólo cuatro ideas: adquirir otros de revancha: "Pues a mí, otra gente igual me recomendó que dejara a Patricia, que la situación de Gastón, e impepinable- dos aparatos, completar una flotilla de no me convenía, si tomábamos en cuenta la malhadada El celestino angelito tuvo la ocurrencia de subir por la cima hacia el retén de reputación de su padre". Policías, tribunales, cárceles, cual más deprimente de El Junquito y dejó esposados a Gastón Rodríguez, preso por la supuesta colas tres entidades. Esta es una historia de anécdotas de co- nexión con una banda de narcotraficantes —la punta de la madeja llega hasmún desembocadura, urdida con hilos de enfermedades y corrupción; de miseria, encie- ta el mismísimo Larry Tovar Acuña— y Patricia Poleo, periodista. Un romanrro, drogas y mentiras; pero, por encima de todas las co- ce que germinó entre chantajes, prostitución, miseria, policías y jueces. sas, es un relato 'cuyo corolario ha sido tejido con las siempre frágiles hebras del amor. Un buen día, una joven periodista en pleno proceso de divorcio, Patricia, segunda en la descendencia del irreductible editor Rafael Poleo —Zeta, Auténtico y El Nuevo País, los eslabones de su cadena—, visitaba en El Junquito a un mente se decepcionaba. Todos los días se cinco, dirigirla y retirarse a los 40, con mucho dinero en el bolsillo. Un sueño convicto colega suyo, y dio con un no tan repetía la misma cantaleta kafkiana: a peabortado, ideas que empezaron a desjoven ex piloto de aeronaves en pleno sar de contar ya con cinco años en proceso judicial, Gastón, también segun- chirona —y absuelto desde el principio dibujarse con la visita de un grupo de cuatro personajes necesitados do en descendencia, la de Guillermo del proceso—, los jueces Marcos Salas de transporte aéreo a Los RoRodríguez Blanco, mítico pionero de la no terminaban de librarle ques; sería tan sólo un conradio y la televisión locales, conocido en la boleta de excarcelación. "Pero, ¿de qué te preocupas, mija? Vente trato de ocho horas de vuelo. "Los atenel ambiente farandulero como Julián Pacheco. Conversaron largo, él le narró la semana próxima que seguro te sale", le dí muy bien, así que quedaron tan su caso a la fablistana y ella de inmediato decían. "No te engañes", la consolaba él, contentos con mis servicios que prome-

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tieron llamarme nuevamente". Ahora los bién para desechar, de haberla tenido, y miserable que se las arreglaba vendiendo llevaría a Delta Amacuro, pues, según vía retrete, cualquier posible rastro de dro- cigarrillos en prisión para poder manteargumentaban, tenían la intención de in- ga—, y luego de recurrir a los servicios de nerse. Eso es Larry, el gran capo de la vertir en la compra de unas tierras; aterri- un cerrajero, los agentes de la PTJ, acomdroga, un don nadie que agarraron, sezarían luego en Los Pijiguaos, Puerto pañados de los testigos de rigor, arremeten gún el expediente, con sólo 20 kilograAyacucho y Calabozo. con violencia en el recinto. Tras unas cuanmos de cocaína. ¿Dónde están los presos "No conocían Caracas, de modo que tas inspecciones, de un cuarto sale alguno por los 20.000 kilos que enviaron al me ofrecí para ubicarlos en la capital. de ellos con una bolsita del inmaculado Norte, por los 3.000 de Maracaibo, por Los registré en el hotel Tamanaco, e in- polvo blanco; Gastón ha sido sembrado, los 4.000 de Margarita? A los verdadecluso pagué con mi tarjeta de crédito. Si según reza el argot y asegura él mismo. ros narcotraficantes, los poderosos, nayo hubiese sido un tramposo, no habría "Tranquilo, catire", intenta calmarlo uno die los toca", puntualiza enervado procedido de esa manera". Fue la última de los garantes de la ley. "No te van a con- Gastón. vez que los vio, pues sus clientes manifes- denar por esto. Tú sales taron el deseo de rentar un jet turbo- absuelto, eso se cae socommander y poder viajar con mayor co- lito en el juicio; pero no modidad, mas Gastón no tenía un queremos que te vayas artefacto de ese tipo. Casualmente, a los tan rápido". Sí, efectivapocos días, el 16 de noviembre, un mode- mente, la evidencia lo de éstos desapareció del aeropuerto La pronto dejó de importar Carlota. Se supo luego que los mismos en el proceso; sin emsujetos lo habían alquilado y, en pleno bargo, la víspera de las vuelo, obligaron al piloto a desviarse a últimas elecciones, y el Colombia. Coincidió la fechoría con piloto todavía permaneunas vacaciones navideñas que Gastón se cía en prisión, en espera dispensó por Estados Unidos, tras cuyo de la llave que le abriera regreso se halló con una sorpresiva orden la puerta hacia la calle. de captura policial: la ley lo buscaba a exposición atricomo única pista para dar con la aebulada de los aronave sustraída. Un par de disips amigos contecimientos suyos —"ellos sí saben cómo se manejan no es más que las cosas de la justicia local"— le recomendaron esconderGastón y Patricia, amor sin barreras, se por algún tiempo, "A Larry lo conocí en la cárcel, pero él no los escuchó. Ocurrió que por aquel nos hicimos amigos y puedo dar Cometió la suprema etiempo, paralelo con el fe de que no es más que un pobre quivocación que venerobo del jet, el hoy podiablo, que se las arreglaba venzolano alguno puede lémico ex convicto espediendo cigarrillos en prisión" cometer. "Fue la esturaba con ansias el nacipidez más grande del miento de su primer mundo, y éste es el sobrino, único retoño de consejo que les doy a un entrañable hermano, una de las aristas de todos: nunca se atrevan a creer que en este fallecido. La madre del país el que no la debe no la teme. Es un grave esta laberíntica histoniño, una mujer de exria de pasiones. Otra error. No se entreguen hasta tanto no se aclatracción humilde, sobrere la situación". de singular importanvivía a las precariedades Al corto tiempo, la confirmación de cia la engendra nada gracias a la protección aquella advertencia toma forma tangible, más y nada menos que que —en cumplimiento Larry Acuña, compañero de celda de allanamiento. Gastón, en su aparta- Larry Tovar Acuña, el de la promesa hecha al dimento de El Cafetal, en horas del medio- ilustre narcoindultado, el dolor de cabeza funto— Larry le garantizaba. "El la mandía, recibe la visita de unos cuantos poli- de Ramón J. Velásquez, el mejor ejemplo tenía, pero no le permitía mayores libercías. Tocan y tocan el timbre, patean la de la muy escatológica situación judicial tades. Lo cierto es que Tovar Acuña vivió puerta, pero él no se atreve a abrirla. Al venezolana. "A Larry lo conocí en la cár- muchísimo tiempo en Estados Unidos y cabo de cuatro horas —espacio suficiente cel, nos hicimos amigos y puedo dar fe de allá reunió 1.000.000 de dólares con la para prevenir a su familia y amigos, tam- que no es más que un pobre diablo, un intención de hacer operaciones con ellos

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en Venezuela; decidió además esconderlos no tenían idea de quién era yo. Cuando en una pared del apartamento. Y le advir- en Venezuela se habla de bandas apresatió a la mujer que si algo malo le sucedía, das, casi siempre ocurre igual". Trascientomara el dinero y dispusiera de él". de entonces a la opinión pública, según Una hermana de la chica, prostituta añade Gastón—fija mirada azul—, que al colombiana sentimentalmente unida a un gang le habían incautado, además de arPTJ que respondía al remoquete de mas y drogas, un total registrado de Manzanita, se entera de la existencia del 500.000 dólares. ¿Y no era 1.000.000 lo botín. Le transmite la noticia al policía, que escondía Larry? Exactas, las matequien casi de inmediato empieza a salivar máticas elementales revelan un desajuste desesperado ante el estímulo verde. Las de la cifra en cuestión: es sólo la mitad. glándulas de los colegas avisados del "La otra mitad, por supuesto, se la quedó asunto también reaccionaron de la mis- la policía. No hubo problema, ¿quién iba ma forma. "Ahí comienzan a planificarlo a decir que ésa no era la cantidad decotodo", infiere Gastón. "Los policías sa- misada? Se habían robado el dinero imben de la existencia del dinero, lo desean, punemente y, además, eran vitoreados pero no pueden tomarlo sin un argumen- por todos. Pero, como no hay crimen perto veraz. Para hacerlo, fecto —Sherlock Holmes tienen que crear una dixit—, ellos cometiebanda. ¿Cómo? Si bien ron un pequeño error". no saben nada del paraEl patético rompecadero de los ladrones del bezas de Gastón Rodríturbocommander, por guez remite el error a un lado tienen a Gastón, cuatro apellidos: Monquien les alquiló un avión tealegre, fiscal; Morles, y los alojó en un hotel, de la división de drogas, por el otro tienen en la y los menos ilustres mira 1.000.000 de dólaGualdrón y D'Acuotto. res en efectivo. Sin emAl momento de la reparbargo, les falta un tercer tición equitativa del boelemento: la droga". Patín, al último lo dejan ciencia, virtud de sabios. Julián Pacheco, futuro suegro de lado, sin su tajada Sólo era cuestión de re- de Patricia correspondiente. Furiogalarle un poco de tiempo al tiempo: así, so, promete que eso no se va a quedar así: enero acontece sin mayores sucesos, febre- él no va a terminar el mes con las manos ro igual; pero en marzo —¡milagro!—, vacías. ¿Por qué, si también trabajó en el caen en Maiquetía tres sujetos por la tenegocio? Le enfermaba el hecho de que lo nencia de 20 kilogramos de cocaína. "Tres tomaran por bobo, así que resolvió hurmarginales, tres negritos, los típicos presos tar de la división de drogas de la PTJ una por drogas en Venezuela". Luego de la pequeña parte del dinero decomisado, captura del trío vendría una seguidilla de tan sólo 50.000 dólares. Debió pensar el allanamientos y detenciones —20 en to- pobre que nadie lo notaría, pero el dinero tal— y, a principios del mes de abril de había sido contabilizado. Tal fue el pa1989, la PTJ anuncia el desmantelamiento roxismo del escándalo que originó la susde la Conexión Euroamericana de la Drotracción, que hasta el propio Carlos Anga, tarea que había requerido, según ellos, drés Pérez se quejó en cadena nacional y ocho meses de ardua investigación. ordenó la apertura de una investigación "Arman la gran fiesta, llaman a la exhaustiva hasta dar con los responsaprensa, celebran el duro golpe al narco- bles. "Yo los denuncié y así los descutráfico, se convierten en héroes. Pero, es brieron, y fueron botados de la policía y gracioso el que ninguno de los miembros arrestados, por unos cuanto meses nada de la conexión se conocieran: yo nunca más. Lo triste es que van presos por rohabía visto a Larry, él nada sabía de los barse entre ellos". detenidos en Maiquetía y ellos, a su vez, En su honda letanía, ironiza Gastón:

"Si en una ecuación los dos factores son anacronismo de las leyes y corrupción de jueces, el resultado será siempre Venezuela", agrega, al término del proceso tribunalicio que, exceptuando los atenuantes románticos, amargó el último lustro de su vida, y que le escamoteó hasta el final los favores de la buena .fortuna. De entrada, un juez determinó que el caso de los aviones y el de Larry nada tenían en común; así pues, se abrirían dos causas por separado. "Pero un detalle revirtió la situación: un antiguo piloto de mi compañía conocía a Larry, argumento suficiente para que decidieran unirlas; tomar en cuenta que en Venezuela la ley especifica que a una persona no la pueden juzgar en dos tribunales diferentes. Desde ese momento empezamos a rodar, 20 personas, por años". Durante 24 meses intentaron defenderse, saltando de abogado en abogado, ligándola para que el juicio llegara a su fin, pero los recursos terminaron por agotarse y no se vislumbraba resultado alguno: cero culpables, cero inocentes. "Nada nos quedó. La policía se llevó todo de nuestras casas. Recuerda que ellos, prácticamente, tienen licencia para robar y cuando uno reclama, la defensa argüida es la misma de eso dicen todos" . Guillermo Rodríguez Blanco —el padre, es decir, Julián Pacheco— le suplicó a Ramón Escovar Salom que se asegurara de que la desorientada doble decena de procesados fuese a lectura de cargos. Y así se hizo, luego de dos años de trashumancia rutinaria por los tribunales —y por cárceles: desde su detención hasta su reciente libertad, Gastón pernoctó en los catres del Retén de Catia, en los de La Planta, en los de El Junquito y en los de El Rodeo. La primera sentencia incluyó penas preventivas; había que ir a segunda sentencia —en noviembre de 1991— donde se decidiría quiénes iban a su casa y quiénes a la cárcel. "Salgo absuelto, pero el juez descubre entonces en el expediente de uno de los indiciados la existencia de una pistolita —un toque de coca camuflado en un cigarrillo— no declarada. Algo irrelevante, puesto que la pena por ello es de seis meses y el tipo tenía ya dos años de cárcel. Pero el juez Félix Baltazar Rivero, décimosexto penal supeFEBRERO 1994 EXCESO

rior, decidió reponer la causa y comenzar banco ganando intereses. A mayor tiem- lanas. Te aseguro que cualquiera de nodesde el principio. Todo lo que habíamos po, mayores son las ganancias. Lógico, sotros prefiere pasar tres años allá que hecho no valía de nada. Los jueces le dije- ¿no? Pienso, por cierto, que a ellos debe- uno en el llamado pabellón de observaron que no fuese degenerado, pero él ni rían investigarlos por lo del indulto", ción del Retén de Catia". les consideró la palabra". dice ahora el ex prisionero. Un tercer Se tiene por cierto que en las penitenFlash-back: Gastón está en el retén, juez, Luis Manuel Paliz, quien ya antes ciarías locales —sintonía absoluta con las donde comenzó todo, entrevista incluida. había otorgado fianzas a procesados por reglas del mercado— todo se resuelve con Suerte de conde de Montecristo redivivo, drogas, se la negó inexplicablemente —has- dinero. A mayor cantidad de ceros a la se levanta de su silla y propina una cari- ta última hora—, sobre todo tomando en derecha en la cuenta bancaria del reo, ñosa nalgada a Patricia. Ella, acostada, cuenta que la ley le garantizaba ese benefimayor es su seguridad tras las rejas. Y la ve la telenovela sin prestarle mayor aten- cio. Así pues, ya Gastón había enviado al vida cuesta mucho. En las penitenciarías ción; él gira su paso en dirección a la ne- diablo todas sus esperanzas; las diligencias se ha desarrollado lo que Gastón denomivera y regresa con un vaso de jugo en la de Patricia eran infructuosas. "Hasta que na la industria del preso. "El presupuesto mano. Suda mucho, a pesar del clima por fin dimos con el primer juez decente, del sistema carcelario venezolano varía templado que garantiza el aire acondicioLuis Lecuna. Nos brindó un amparo cons- de acuerdo a la población penal. A más nado. Pide al periodista que se calme, que titucional, lo que significa que, a partir de presos, más dinero para distribuir. Signiespere un rato; no le agrada que se fume entonces, los jueces estaban obligados a fica entonces que se debe tener muchos en su habitación. Un guardia toca la cumplir los lapsos procesales. Gracias a presos. Eso ayuda a entender por qué hay puerta de la celda, ofrece disculpas por la él salí libre, aunque todavía estoy espetantos privados de su libertad sin senteninterrupción y anuncia un acuartela- rando sentencia". cia. Hacinados, matándose, descompomiento general. Una vez sentado —el hilo niéndose". Otra interesante alternativa, de su discurso se ha mantenido igual de ichel Foucault ha señalado que, explica Gastón, la constituyen los divitenso fuera y dentro del retén— el entoncon el advenimiento de la mo- dendos que producen los rateros comuces todavía reo se desvía para referirse a dernidad, el suplicio físico de nes, sujetos que, inexplicablemente, tieantaño como sanción de los de- nen un prontuario de 15, 20 o 25 salidas la condición de los jueces en Estados Unidos: personas honorables y estudiadas, litos —la hoguera, el descuartizamiento, y nadie se explica cómo no quedan encede buena familia y reconocidas por la sola horca— ha sido sustituido por una se- rrados de por vida. Entran, pasan cuatro ciedad. "Aquí, en cambio, los eligen por rie de castigos más discretos en el arte días en calabozo, y regresan a la calle. ser compañeritos de partido, por pegar único de hacer sufrir. "Un juego de dolo- "Cuando atrapan a un atracador común, afiches y, tal vez, por tener una buena afi- res más sutiles, más silenciosos y despoja- generalmente sucede que los jueces deshoción a la farra, al dominó. Baltazar Rivero dos de su fasto visible". Y ese juego se nestos —la mayoría, para mí—, en comes un tuerto a quien plicidad con la policía, le sacaron un ojo de se quedan con el botín "Cuando atrapan a un atracador una patada durante robado: dinero, joyas, generalmente los jueces deshotelevisores. Lo inteligenuna pelea de borranestos —la mayoría— se quedan chos en un bar de te es soltarlos: seguro con el botín robado" vuelven a caer, pues a prostitutas. Es un sujeto que odia a todo muchos los tienen locael mundo. Presumo que él tenía algún inte- llama cárcel. Finaliza lizados. Mientras estén rés en retrasar el proceso; al parecer tuvo entonces el espectácudetenidos, no roban y a algo que ver con la pérdida del dinero de lo público para dar aquéllos se les hace duro agarrar flete. AdeLarry. No dictaría sentencia hasta tanto la pie a la condena variamás de que fastidian y gente se olvidara de ese asunto". ble de acuerdo a la false comen la comida. Yo La causa caería en manos de otra ta, y con ello, la puesjueza, Lucy Hernández —esposa de ta en vigencia del no soy industria del Lázaro Ugarte Bresslau, el tristemente cépreso; si salgo, no vuelencierro como método vo a entrar. No les relebre triplecedulado—, primera instan- de adiestramiento. El presento ganancias. Por cia. Se supone que volverían a la lectura encierro lúgubre, malde cargos la semana siguiente a la deci- dito, decadente. Y con Poleo: nl sexo, nl mentiras, nl video eso sigo aquí". sión de Baltazar Rivero, pero el milagro acento en esta tierra de gracia; verbigraDiciembre, 1992. Navidad, bonche, no terminaba de concretarse. "La otra cia la masacre de Sabaneta. "La prisión regalos. A veces las utilidades no son sutesis planteada entonces, con respecto al turca que retrata Alan Parker en Expreso ficientes, se necesita más dinero del que retraso de la sentencia, es que el dinero de medianoche es el Waldorf Astoria de se tiene y hay que rebuscárselo, a cualquier costo. "Hubo un director del penal de Larry, 500.000 dólares, se halla en un New York, al lado de las cárceles venezo-

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de El Junquito, Carlos Wagner, que dor- se estado con otro hombre o con una mumía allí con una inspectora de prisiones, jer! ¡Qué ridiculez!". Raiza Silano. Una linda pareja. Ella hacía Gastón, derretido ante los encantos de favores a los presos a cambio de billetes". Patricia, desliza: "La vida es una balanza. En aquella fecha, la chica se dio una vuel- Los ricos tienen infinitos problemas y de ta por los pasillos del conspicuo pabellón nada les sirven sus propiedades para resolM, punto de encuentro de los presos más verlos, mientras que los pobres son felices aquilatados de la nación —por allí han con una cerveza en las manos. En mi caso, desfilado Claudio Fermín, Carlos Ber- yo he pasado por lo peor, pero aquí me riárdez, Nerio Neri Mago, el chino de encontré con lo mejor: ella, Patricia". La Recadi, Antonio Ríos, el catire Fonseca, susodicha, más dada a hablar de los conNicomedes Zuloaga y Modesto Freites, fusos menesteres del amor que su parte alentre otros—, e hizo el anuncio de un terna —biografía intensa la suya— al próximo traslado al retén de El Rodeo. rememorar los pinitos de este romance, "Pocos tienen idea de lo que eso significa, concluye que no tiene idea clara de cuánes casi la muerte. 'Alégrense, yo los puedo sacar de la lista por apenas 100.000 bolívares', dijo ella. Quienes lean esto que saquen la cuenta". De 18 consultados, 16 firmaron su respectivo cheque, sólo se negaron Gastón y Adolfo Ramírez Torres, y ambos fueron mudados a El Rodeo. "Los denuncié, pero ellos amenazaron con mandarme a apuñalar. Lo hicieron por la espalda y casi me matan". Mas, sigue vivo, y a plenitud. Que lo diga su chica o, quizás, el padre de ella, el duro Rafael Poleo, quien, según cuentan, lloró cuando supo que por las calles rodaba el rumor de un supuesto video, grabado clandestinamente, en el que su hija aparecía consumando el amor con un recluso Dos contra el mundo narcotraficante. "Nunca existió tal vi- do se hicieron novios. "Nos vimos, nos deo", desmiente Patricia, sin mayores asenfermamos y nunca más, en los tres años pavientos. "Ese fue otro invento de Pastor siguientes, nos volvimos a separar". Heydra y Herminio Fuenmayor, con la Rafael Poleo se opuso rotundo al rointención de agredir a mi papá; pero la mance, como era de esperarse. La sorprecosa les salió mal, por dos razones sencisa inicial coroló en una fuerte presión llas: una, él confía en mí como en nadie; psicológica. "Gastón marcó el paso de la me apoyó desde el principio. La otra, por- Patricia niña a la adulta. Hasta ese moque no soy mujer de morirse por ello; al mento, mi papá era el ser omnipotente, el fin y al cabo, Gastón es mi pareja. Cuando que lo decidía todo en mi vida. Mi depenllegó a mis oídos la especie, dije que ojalá dencia afectiva era enorme. Pero Gastón, lo exhibiesen públicamente en la plaza Ve- que es un hombre muy inteligente, de nezuela; no tenía nada de qué avergonzar- gran personalidad, me ayudó a entender que yo tenía que valerme por mí misma. me, estaríamos actuando dentro de la leMe proporcionó una seguridad tan grangalidad: hacíamos uso de la visita conyugal, ambos solteros y sin compromisos. No es- de, como ninguna otra persona podía tábamos dañando a nadie. ¡Ni que hubie- haberlo hecho y mi papá así lo sintió. Su

hija más cercana —en los planos profesional e intelectual— se n utría de otra persona que no era él. Y fue traumático". Patricia se dejó de Edir )os, profesionalmente hablando. "No a bandonaría a Gastón por presiones exte rnas; hacerlo hubiese significado traicicr nar a la relación y a mí". Aquéllos fu, eron los días más duros de su vida, cor ifía. "¿Cómo trabajar en otro periódico, en la competencia o en la sede de sus enemigos?". Algo tenía que hacer y ton ió la decisión de asesorar a políticos. De eso hace un año. Igual tiempo permanel ció sin hablar con su madre, por la misma razón. "¿Por qué reacc :ionaban así, si yo nunca me nnetí en sus vidas privadas? Ni siquiera cuando se divo)rciaron. Un día le dije a mi p apá que estaba enamorada, que pensaba casarme con o s in su aprobación. Con el tierr ipo, lo ha ido aceptando". A t al punto me¡oraron sus relac iones filiales, que regresó a lai cadena editorial de Poleo. Y, para la p eriodista, siguen las buenas nuevas. Con fianza de 90.0( )0 mediante, Gastón desalojó su cuarto en El Junquito. Sin embargo, el karma no conch iye, falta sólo que terminen de cdictarle la sentencia. "Si la cal asa, ahora en tribunal superioi r, cae en manos de un juez ho nesto y trabajador y se cumplen los laps os procesales previstos, es posible que a m ediados de febrero la dicten y se norm dice la situación". Después le tocará el u-no a la justicia. A él. "Se sabrán much: as cosas de la asquerosa realidad del sisterr ia carcelario y judicial venezolano", apunta él. Pero, por el momento, es hora de planif icar el futuro, ahora en común, un matrim onio —quizás en Las Vegas, un deseo— y muchos hijos. Tal vez regrese a la aeronáu tica o se ocupe de unas tierras que posee en Margarita. Pero lo seguro es que Gastón no vc Averá a la cárcel, y Patricia, eso es una pr omesa, estará siempre a su lado, víctim: a del certero flechazo que una tarde de 19 90 burló todas las bardas. u FEBRERO 1994

EXCESO

Fotografias: Roberto Csibi

La distancia no se mide en kilómetros sino en obstáculos de monte, impedimentos de resabios, descarte por olvido. En medio del confín, empero, está el delirio literario hecho realidad tecnológica. Tufillo cercano a soberbio Orinoco se levanta la ciudadela aeroespacial de los franceses, donde Ariane hace su cuenta regresiva desde el corazón de Eldorado y demás leyendas hasta las estrellas Francesca Cordido desde Cayena

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Bajo aguas tranquilas duermen los cocodrilos

Isla del Diablo, paraíso carcelario tropical

Barrotes de acero para los criminales franceses

unca imaginó el visionario Julio Verne que sería en territorio francés, que no tierra gala, donde se acrisolarían su pronóstico astronáutico y su percepción fantástica de aquellos parajes selváticos del macizo guayanés que jamás visitó. La calenturienta imaginación de aquel hombre —referencia literaria obligada de la adolescencia aventurera 7-- apegado a su pluma y sin salir jamás de su país natal pudo prever un futuro tecnológico allende su tiempo; pero se quedó corta y falló en predecir que la Guayana francesa, la otrora colonia de los malditos, el hogar forzado 72

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contemplar los milagros del signo distintivo de este siglo: la tecnología aeroespacial. El calor denso, húmedo y pegajoso hiere la piel y permite adivinar, más allá de las carreteras estrechas pero bien pavimentadas, las inmensas extensiones de selva inexplorada de las cuales habla hasta el cansancio el Almanaque Mundial.

del legendario Papillón, sería el escenario selvático y aún virgen desde donde la France lanzaría sus cohetes espaciales. Mezcla asombrosa de lo primitivo y lo moderno, la única jurisdicción de ultramar francesa en el continente americano corre un tupido velo sobre su tortuoso pasado carcelario y con rápido gesto hace borrón e inicia cuenta nueva: tres, dos, uno, ¡cero! Un aeropuerto del Tercer Mundo —escalerillas a suelo, funcionarios malhumorados que, eso sí, en el idioma de Verlaine, exigen el pasaporte a los recién llegados— recibe a los visitantes. La mayoría de quienes desembarcan en los vuelos de Air France o Aeropostal no son turistas comunes, sino técnicos, ingenieros y curiosos que desde los confines del planeta arriban expectantes y emocionados para

n medio de la nada, su terruño, los indios Cayenas, pertenecientes a la rama de los Arawacos, se dedicaban a la caza de tortugas marinas. No tardarían en llegar los primeros contingentes de barbudos, entre quienes no faltarían fanáticos religiosos y desalmados truhanes azuzados por el deber de convertir a los impíos y hallar el vil metal. Aunque se sabe de expediciones europeas anteriores al siglo diecisiete, no fue sino hasta 1626 cuando se inició la colonización formal de la Guayana francesa, con el arribo de los primeros colonos de la Compañía Comercial Rouen y la construcción de la villa de Sinnamary. Poco después, algunos de los pioneros, junto a otros recién llegados, fundaron lo que sería más adelante la capital de la colonia, Cayena. Pero los representantes de aquella firma que obtuvo la patente de comercio exclusiva para la solitaria región, no fueron los únicos en sufrir la fiebre de Guayana: Pocent, señor de Britigny, fascinado con las historias de los primeros trashumantes que retornaron al viejo continente, pronto sintió el llamado de la selva y deseó, como nada en el mundo, ser el amo de aquellos predios. Alejada en tiempo y distancia de la metrópoli que la hiciera suya, la Guayana francesa cultivó, desde mucho antes de que a Luis Napoleón III se le ocurriese la infeliz idea de hacer de ella una colonia

penal, su imagen dantesca bajo la égida de Pocent. Acompañado de una tropa de soldados y malhechores entusiasmados con los relatos sobre hermosas nativas que paseaban desnudas y ciudades construidas con lingotes de oro, Pocent tocó las costas guayanesas investido con los títulos de gobernador y teniente general del rey, en noviembre de 1643. Fue el comienzo de un rosario de atrocidades sólo concebidas por una mente enferma. Cualquier infracción a la Ley de Pocent, que constaba de 140 artículos, era severamente castigada. La blasfemia se pagaba con la lengua, que era cortada con un cuchillo al rojo vivo. Cada noche, ocho inocentes eran llevados a la cárcel para, al día siguiente, ser interrogados por Pocent acerca de sus sueños. Si éstos no eran del agrado del tirano, marcaba la frente del infeliz con un hierro candente con sus iniciales. La venganza de los indios, quienes recibieron el peor trato durante el mandato del psiCópata, no se hizo esperar. Durante una expedición, jungla adentro, emboscaron y masacraron al señor de Britigny y a los hombres que lo acompañaban. Algunos pudieron escapar y relatar la historia. Los demás, según se cuenta, fueron sabrosamente condimentados con la conocidísima pimienta de Cayena, para luego deleitar los paladares de los nativos, congregados alrededor de la hoguera en la cual fueron asados lentamente los europeos. Mas, la consolidación en el inconsciente colectivo de Francia de la reputación letal de Guayana provino del fracaso de la expedición del duque de Choiseul, en 1763. Luego de haber perdido a manos de los ingleses la mayor parte de sus posesiones americanas, el gobierno galo volvió nuevamente sus ojos hacia aquella pequeña colonia que permanecía olvidada desde el incidente Pocent. Dado que las rebeliones independentistas estaban de moda, se decidió enviar sólo a franceses continentales al lugar escogido para el nuevo asentamiento: Kourou. Desde el primer momento, el infortunio persiguió a los 14

mil colonos. Ignorantes de la inclemencia del ambiente tropical y aterrorizados por la selva, construyeron sus barracas a las orillas del río Kourou. La fiebre amarilla y la malaria no tardaron en mermar la salud de los europeos. Los cadáveres se contaban por miles y pronto el mar sustituyó a la tierra como depósito para los cuerpos yertos. Huyendo de la epidemia, los sobrevivientes se refugiaron en tres pequeñas islas, enclaves de ondulantes palmeras que, no obstante su infernal nombre —Islas del Diablo—, fueron la salvación de los pocos inmigrantes que quedaban. Desde ese momento, 1753, el archipiélago, conformado por las islas Royale, Saint Joseph y del Diablo, fue rebautizado con el apelativo de lles du Salut.

convertida en hotel, donde se dice que en las noches se escuchan los lamentos de los condenados. Gruesos barrotes de hierro colado incrustados en las paredes adornan las ventanas de las habitaciones. Por doquier, edificaciones semiderruidas hablan de un pasado oscuro, sembrado de horribles anécdotas. La iglesia en ruinas, el manicomio, el cementerio donde sólo eran enterrados los niños, hijos de los carceleros. Los adultos recibían sepultura en la vecina Saint Joseph, y los cuerpos de los convictos eran lanzados al mar, para que de ellos no quedase ni rastro. Preñadas de flores multicolores y palmeras, las islas parecen haber olvidado su historial carcelario. Pero no hay nada

n mar verde y calmo engaña al viajero desprevenido que ignora que bajo el acuoso manto transitan numerosos y temibles tiburones. Poco a poco la embarcación, tras una hora de travesía desde el puerto de Kourou, se acerca al muelle de la isla Royale, la más gran-

Realidad latinoamericana, pero en francés

La blasfemia se pagaba con la lengua: era cortada con un cuchillo de de las Iles du Salut. Una caminería conduce a las ruinas de lo que fue la más temida de las cárceles de la colonia penal, diseminada por todo el territorio de la Guayana francesa. Desde uno de los ángulos de Royale se observa, inofensiva e invitadora, la isla del Diablo, que fuera hogar durante cinco años del capitán Alfred Dreyfus, protagonista del célebre affaire que dividió la opinión de Francia y del mundo y revolucionó la historia del periodismo moderno. También fue el escenario desde el cual Henri Charrier, Papillón, llevara a cabo su famosa fuga dentro de una bolsa llena de cocos, antes de radicarse en Venezuela. En lo alto de un promontorio en la isla Royale se levanta la antigua cárcel, ahora

más hermoso que la faz de Lucifer y de entre las piedras caídas, la historia grita a voces la infamia. Idea de Luis Napoleón III, el bagne —colonia carcelaria ultramarina— fue concebido como una fórmula para desembarazarse de los más peligrosos delincuentes, a quienes se condenaba a trabajos forzados que consistían en hacer de aquel lugar uno habitable e incluso agradable, con la promesa de que al finalizar su pena y el llamado doblaje —los convictos a menos de ocho años debían residir en la Guayana francesa por un período de tiempo igual al de su condena y aquéllos con más de ocho años debían hacerlo permanentemente— recibirían un pedazo de tierra para que lo trabajasen por cuenta proFEBRERO 1994 EXCESO

otra cosa que hacer sino observar consecutivamente el amanecer y el atardecer. ourou. En medio de la selva, al final de una estrecha carretera, se alza el Centro Espacial Guayanés, el Cabo Cañaveral europeo en tierra suramericana. Las medidas de seguridad, aunque imperceptibles al ojo desacostumbrado del turista, son extremas. Todos los visitantes reciben su respectivo pase, sin el cual no se puede circular dentro de la base espacial. Un pequeño museo exhibe trajes de astronauta, maquetas de los distintos prototipos del Ariane, la nave europea que Tres, dos, uno, ¡cero!, desde la sala de control coloca en el espacio satélites de observación y telecomunicaciones. El centro, según aseguran sus directivos, no tiene fines militares de ningún tipo, sino estrictamente de observación científica. En derredor, la jungla, siempre presente, hace más profundo y patente el contraste entre lo primitivo y lo ultramoderno. La aventura del Centro Espacial GuaEn medio de la selva, tecnología europea para el espacio Arlane 4 a por los cielos yanés (Centre Spatial pia. Poco duraría aquel ideal de cárcel. ros participasen de los desmanes de sus Guayanais, CSG) comenzó en 1964, lueMás pronto que tarde, la tortura, los gri- señoras; tampoco que éstos terminasen go que la independencia de Argelia diera llos, la guillotina y el ultraje se enseño- con una disputa y una bala entre ceja y al traste con la idea del gobierno francés rearían en el lugar. ceja del convicto, quien era acusado de de ubicar su centro espacial en esa ex coLos bagnards planeaban mil formas de intento de violación. El asunto se olvida- lonia. Actualmente, el CSG cuenta con la escapar. Como no se les permitía tener ba rápidamente y todos contentos. participación de Francia, Alemania, Itadinero, muchos de ellos, confinados a las Tras algunas horas de deambular sin lia, Reino Unido, Bélgica, España, Suiza, minas de diamantes, guardaban en un rumbo por la isla y de ver repetidamente Dinamarca, Suecia, Países Bajos e Irlanplan —supositorio de metal— las piedras las ruinas de la cárcel que fuera da, de los cuales el mayor porcentaje copreciosas que les servirían en su fuga. La clausurada al finalizar la Segunda Guerra rresponde a galos y germanos. El persohomosexualidad era común entre los pri- Mundial, el viajero comienza a sentir un nal de la base —absoluta mayoría mascusioneros, pero aquellos que querían ase- ansia loca de escapar y su mente, casi in- lina— es de 1.350 individuos; de ellos, SS gurarse una vida tranquila, lejos de la conscientemente, a imaginar alguna for- por ciento es europeo y el otro 45 por malaria y los campos de trabajos forza- ma de fuga. Al poco rato, la experiencia ciento, guayanés. dos, aceptaban servir a las esposas de los es completa: desde la contemplación maA lo lejos la plataforma de lanzamienguardias, quienes comúnmente eran anti- ravillada de una vegetación siempre en to, de 100 metros de altura, desde la cual guas prostitutas y los tomaban como flor, hasta la desesperación del convicto será enviado al espacio el Ariane 4. Bajo amantes. No era inusual que los carcele- que ve salir y ponerse el sol, día a día, sin la plataforma, que consta de dos partes, .

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una fija y otra movible, inmensos depósitos donde se acumularán los gases despedidos al momento del lanzamiento, cuando la onda calórica es de unos 3.000 grados centígrados. A sólo cuatro kilómetros, un búnker de control absolutamente blindado, donde, desde 36 horas antes del despegue, se encuentra todo el equipo encargado de supervisar la operación, así como personal médico y paramédico. Un inmenso hangar, donde las medidas antisépticas serían la envidia de cualquier quirófano, aloja a Ariane. Erguido, impoluto, altísimo, imponente en una palabra, el cohete sobrecoge al observador que desde su estatura se siente mínimo, insignificante ante la tecnología. Acto seguido, la sala de control. Una gran pantalla y montones de consolas de control. El reloj, junto a la pantalla, ya lleva la cuenta regresiva, faltan sólo unas horas para que los propulsores se pongan en funcionamiento y todo el espacio alrededor de la plataforma se inunde de colores rojiamarillos. Todo está listo; sólo algún imprevisto, como un cambio repentino de las condiciones climáticas, evitaría el lanzamiento. Diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos, uno, ¡cero! Cada segundo es interminable. Desde la tarima preparada especialmente para los visitantes que llegan, una vez cada mes, a contemplar fascinados el poder de la tecnología aeroespacial, se observa claramente el bullir de los propulsores y poco después, tan sólo segundos, Ariane surca el espacio como una enorme flecha blanca en la oscuridad estrellada del firmamento.

por judíos holandeses. Guacamayas, monos, todo tipo de reptiles, amén de bandas de zancudos que hacen un festín con los miembros desnudos de los extraños, preceden a una copiosa y exquisita comida elaborada con báquiro, arroz, plátano y ensaladas de mango verde y lechosa verde rallada, generosamente regada con vino blanco y petit ponche, preparado con ron blanco y licor de caña de azúcar. Bastan unos tragos para quedar fuera de combate. La tarde se presenta aventurera. La curiara continúa el viaje hacia los pantanos. Altos juncos a ambos lados del río esconden saurios —caimanes— imperceptibles a la vista del viajero que, confiado y siguiendo el ejemplo del Tarzán parisino, se lanza de cabeza a las tranqui-

No olvida la Guayana francesa su pasado de lugar extramuros; tampoco sus naturales quieren hacerlo, e intentan vanamente que el gobierno de la metrópoli, desde la cual llegan todos los productos de consumo, les provea con los recursos necesarios para desarrollar una industria propia. Actualmente, hasta las ronerías han caído en el abandono y la incipiente industria turística vive de quienes vienen a ver los lanzamientos en el CSG, lo cual ocurre mensualmente. La pugna, a flor de labios en los lugareños, se origina en el desconocimiento que tienen los funcionarios franceses —quienes reciben del gobierno metropolitano un subsidio de 40 por ciento sobre su sueldo por residir en el territorio de ultramar— de los proble-

La antigua prefectura no desmiente su origen europeo

Cayena: provinciana

Guacamayas, monos, reptiles y zancudos hacen su festín

na curiara, capitaneada por un bronceado hombre mono de origen francés, atraviesa el río Le Comté, saludando al sol mañanero. Poco a poco se adentra en los manglares, mientras maravillosas mariposas azul índigo revolotean sobre la cabeza de uno. Al terminar la travesía, un pequeño poblado —apenas cinco chozas con bastante distancia entre ellas— donde habitan, perdidos en la selva, los descendientes de antiguos esclavos traídos de Brasil

las aguas. Sólo después, durante la noche, saldrán los verdes animales a hacer su ronda en el río.

equeña y discreta, Cayena, la capital, no tiene pretensiones de gran ciudad. En cualquier caso, de pueblo grande con sus casas de madera de arquitectura europea, sus restaurantes franceses y sus tiendas abarrotadas de productos venidos de la cuna del imperio napoleónico. De vivir tranquilo y dormir tempranero, no posee una agitada vida nocturna; por el contrario, es una ciudad diurna en la cual, a plena luz del sol, desde un carro estacionado, dos hombres ofrecen al viajero esmeraldas y piedras preciosas, presumiblemente de contrabando.

mas y la idiosincrasia propios de los guayaneses. Afirman algunos miembros de la Cámara de Comercio de Guayana que, al ser sede del centro espacial europeo, a Francia no le interesa que la colonia tenga medios propios que le permitan, a posteriori, pensar en independizarse. Dicotómica a morir —selvática y aeroespacial, siniestra y tropical—, la Guayana francesa es santuario de dioses disímiles que aún perduran en los amerindios intocables en su jungla, altar de tecnología aséptica, cuna de leyendas y tumba de convictos. Hogar de saurios y mariposas, permanece inédita para el mundo, viviendo en la calma bochornosa de los pueblos y acostándose con el sol, no por miedo a los vivos sino tal vez a los muertos. FEBRERO 1994

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Proyección: en picada. Tal auspicio no es precisamente un gráfico de perspectivas económicas; tampoco el estudio de suelo de un rancherío levantado junto a una quebrada, tomado como muestra aleatoria en una temporada de lluvias cualquiera —aunque se aproxima más. Sirva uno de los más tradicionales aciertos de la repostelía local, el gelatinoso majarete, para conceptualizar la tembleque consistencia de este valle de lágrimas y escombros, signado por una historia de fatales deslizamientos de los cuales, a estas alturas, no se exceptúan ni cerros ni lomas, verbigracia, Alto Prado, una asignatura (en) pendiente de la permisería local. Un estilo de vida reducido a barro

Armando Coll

ItIMARETE FEBRERO 1994 EXCESO

aracas siempre ha sido una ciudad cuesta arriba. Una fotografía aérea realizada en 1936 la muestra como un apacible valle, circundado de boscosas —y despobladas— montañas; entonces, a nadie le pasaba por la cabeza irse a vivir en una colina. A la capital la rondaban poco más o menos de 300.000 habitantes, acomodados a gusto en las partes llanas. Sólo algún extravagante acaudalado invadiría una de esas pendientes, en un afán anacoreta o, simplemente, para acceder a una vista panorámica. Las primeras urbanizaciones ocuparon las sedimentadas riberas del Guaire y la vida de la ciudad se circunscribía, pies en la tierra, a sus partes planas. Pero la economía signada por la explotación del subsuelo, aunada a los estragos rurales del dengue y el paludismo, pronto cambió los esquemas de ocupación del territorio y la capital se convirtió rápidamente en el principal foco de migraciones campo-ciudad. Ya en 1941, Caracas albergaba unos 350.000 habitantes, cifra que puede parecer una minucia en medio de la condensada megalópolis en donde sobrevive el urbinícola de fin de siglo; mas, la fecha marca el inicio de un crecimiento poblacional del cual una de las primeras consecuencias fue el parcelamiento oblicuo, sobre las pendientes de los alrededores —crecer extramuros y trepar los muros—, en sus dos variantes: urbanismo controlado y no controlado. Ahí está el origen de una historia de incesantes deslizamientos.

a mañana del 29 de septiembre de 1993, los vecinos de la calle El Colegio de Alto Prado debieron sortear una grieta que

pronto, aquellas imágenes se convertían rápidamente en escombros, tierra, polvo. Al anochecer, atrapados en un inusual congestionamiento de tráfico, muchos padres de familia no imaginaban que el motivo de la cola era precisamente que su estatus había cambiado abruptamente: eran damnificados. Algunos se aventuraron más tarde en busca de una maleta de ropa en las deleznables estructuras de lo que fuera hasta esa mañana su hogar. Una señora sólo pudo rescatar de las ruinas los adornos navideños recién adquiridos; todo lo demás debió entregarlo a la vengativa voracidad de una naturaleza desde hacía tiempo vulnerada. En un tris, todo un estilo de vida, ba-

Los escombros sustituyen el jardín y las rosas

Una señora sólo pudo rescatar de las ruinas los adornos navideños bordeaba la acera. Algunos propietarios intuyeron que el terreno estaba cediendo; tal vez, llevaban años esperando ese desenlace. Lo que no pudieron imaginar es que aquella impúdica fisura deviniera, en tan pocas horas, una fatalidad como la que desde hace ya un largo ahora afecta a todos los que viven más allá de la calle Primera de la urbanización. Una nueva montaña se instaló en mitad de la avenida Principal, impidiendo el paso hacia Lomas de Alto Prado y Manzanares; en la cima de ella, las ruinas a la deriva de, al menos, tres quintas se escurren penosamente en medio del alud; otras cuatro haciendo balancín están señaladas con similar destino; mientras las que todavía permanecen en pie, en lo que fuera el borde sur de la calle El Colegio, se debaten entre la demolición o un aparatoso artificio de ingeniería que las salve. Hacia las cuatro de la tarde del fatídico 29, las señoras y los niños que estaban en sus casas apenas tuvieron tiempo de correr y ver desde afuera cómo la impía naturaleza daba cuenta de sus hogares, de sus pertenencias acumuladas durante 20 años, y entrompaba contra la escenografía de infancia de la generación que creció en esos jardines, chapoteando en la piscina o acumulando junto a la parrillera un montón de ratos felices proporcionados por la prosperidad burguesa. De 78

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rranco abajo: muebles, cocina empotrada, electrodomésticos, computador personal, automóvil. Pero la señora cargó con los adornos navideños; es la psicología del choque: aferrarse a lo menudo para escapar de la enorme tragedia que, de súbito, se cierne sobre la existencia. Otra, en cambio, todavía hoy, baja cada día de un apartamento en Manzanares, donde vive arrimada a un pariente, para barrer el recibo de una casa eventualmente destinada a la picota de la demolición. Tiene corazón suficiente para protestar ante los obreros que trabajan en las pantallas atirantadas que intentan parapetar el desliz, porque le ponen la maquinaria frente a su vivienda y le llenan de polvo el porche. A la conmoción siguen la ira y la necesidad de un castigo, un cuerpo para el cadalso. Pero en esta historia no será fácil ponerle nombre y apellido al culpable. Aquí no opera la lógica de una novelita de Agatha Christie. Los escombros de las quintas de clase media alta son emblema del laberinto de pasiones que ahora eclosiona como abrumadora realidad nacional. Todo ha sido construido sobre cimientos ilusorios, aparentes como la planicie de un talud relleno que sirvió para un jardín y una piscina. Un paraíso creado sobre el barro. El problema es que la gente nunca termina de aceptar lo peor, ni aun

después que lo peor ha ocurrido. La catástrofe era inminente y los avisos no fueron pocos. Los deslizamientos de tierra hace tiempo que son parte de la cotidianidad en Alto Prado y una sucesión de titulares de prensa da cuenta de ello desde hace no menos de 14 años. Angel Enrique Zambrano, alcalde de Baruta, pese a tener sólo un año al frente del municipio, no pudo evitar cargar con esa amarga cosecha de los últimos tiempos: "El problema de los derrumbes en la ciudad es que se están combinando con una serie de factores muy complejos. En primer lugar, tiene que ver con un proceso de permisería irregular, donde algunas veces no se tomaron en cuenta criterios técnicos y don-

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amargura otrora varean tropical

de la voracidad mercantil fue más importante que las consideraciones urbanísticas". A esta declaración, más o menos predecible, Zambrano añade una apreciación sobre la conducta política de la dirigencia que signó la era democrática: "Además de estos procesos irregulares de las autorizaciones administrativas, no se le ha dado importancia al mantenimiento de la ciudad. Históricamente, a los institutos destinados a la prestación de los servicios urbanos no se les han asignado recursos para mentenimiento. ¿Por qué? Porque un bote de agua subterráneo no se puede inaugurar; en cambio, una red de cloacas, sí". Pese a ser el blanco de la exasperación de los afectados, el alcalde sigue en sus trece y no teme hacer un diagnóstico objetivo: "En esta combinación mortal y explosiva (permisería irregular y falta de mantenimiento) está la propia irresponsabilidad de los ocupantes de las viviendas, quienes intervienen riesgosamente los terrenos, sin ningún estudio de suelos, cuando colocan, en la zona de taludes, piscinas, pozos sépticos o un sistema de riego automático que, indudablemente, pone muy lindos los jardines de las casas, pero genera desestabilización de los terrenos, derrumbes y deslizamientos". Es lo que el reconocido especialista geotécnico, el ingeniero civil Roberto Centeno, llama el riesgo antrópico no controlado. Es decir, la guinda del explosivo cocktail que mezcla terrenos peligrosos y urbanizaciones con bases insuficientes. Buena parte de los desajustes urbanísticos caraqueños se debe a que el desarrollo de la geotecnia data de apenas diez o 12 años. Cen-

teno relata los prolegómenos: "El problema es que en Caracas existen varias urbanizaciones que tienen más de 20 años. En el caso de Alto Prado, el primer permiso se otorga en el año de 1955, es decir que es una parcelación que va a tener 40, aunque la urbanización en sí, con los movimientos de tierra ejecutados, tiene 34. En aquel entonces, los procedimientos de urbanismo eran muy burdos y sólo se tomaba en cuenta, para verificar la posible peligrosidad de los terrenos, la pendiente de los mismos". Centeno explica que la ciencia a la que se ha consagrado permite que geólogos, sismólogos, expertos en riesgos y en hidráulica, se entiendan en el mismo idioma con los ingenieros

La ciase rneaua ana en su Derramo

civiles. Antes existía una suerte de Torre de Babel, un gran malentendido que vino a parar al pie de muchas pendientes que se han venido abajo. "Los estudios del subsuelo eran sumamente sencillos, muy poco detallados", revela. "Tenían más interés geológico que utilidad para la ingeniería civil". Las urbanizaciones signadas por la Torre de Babel son: Colinas de Bello Monte, Colinas de Santa Mónica, Los Naranjos de El Hatillo, el Alto Hatillo, El Cigarral, Macaracuay y pare usted de contar. Peligros, de todos modos —que no cunda la calma—, existen en casi todos los terrenos de Caracas. Los que no están sujetos a una amenaza gravitacional, como es el caso de las urbanizaciones en las colinas, entrañan un alto riesgo sísmico. Es la situación de las viejas urbanizaciones de la parte llana de la ciudad: La Castellana, Altamira, La Floresta, El Paraíso. "Esas zonas tienen una profundidad de sedimentos muy grande y funcionan como una gran olla de majarete", ironiza. "Los edificios, si no están diseñados para resistir esas fuerzas de inercia, tienden a romperse o caerse". Pero, su visión está lejos de ser apocalíptica; siempre que se hagan los estudios geotécnicos de rigor y puedan calcularse los riesgos para minimizarlos. Incluso, las colinas de Caracas son perfectamente habitables; basta una supervisión geotécnica apropiada, como sucede en buena parte de Colinas de Valle Arriba. La geotecnia permite, además, hacer lo que Centeno llama estudios geotécnicos post mortem o forenses, a partir de los cuales se efectúan correcciones y se evitan males mayores. Es lo= FEBRERO 1994 EXCESO

que debió hacerse, a su debido tiempo, en Alto Prado. Lo más triste de esta historia es que ha podido evitarse.

odo aquel que aspire a ser alcalde de Baruta o El Hatillo tiene que estar preparado para resistir toda la presión urbanística de la ciudad, por ser los únicos municipios del área metropolitana con parcelas vacantes. La insuficiencia de los servicios públicos bien puede dar al traste con la carrera municipal de más de uno (véase el caso de Gloria Capriles). Por otro lado, ningún alcalde puede detener la vertiginosa urbanización de esa zona, frenar lo que se conoce como nuevos desarrollos. Zambrano intenta una posición conciliadora: "Es evidente que la situación actual de colapso de los servicios hace que cualquier nueva ubicación de población afecte inevitablemente los niveles críticos que tenemos. Sin embargo, nosotros no podemos, de un plumazo, desconocer los derechos adquiridos por el propietario sobre un terreno al cual se le asignaron condiciones de desarrollo en un momento determinado, porque, o el municipio mantiene la dirección del proceso, logra modificaciones y consigue que se construyan equipamientos colectivos para esos promotores o, simplemente, pierde la dirección del proceso y lo deja en manos del Poder Judicial, a través de los ya famosos recursos de amparo". De hecho, los famosos recursos de amparo son otro factor de caos en Alto Prado. La concejal

ú le echas una vaina a la naturalezay no te la perdona", sentencia Roberto Centeno. Y la capital no cesa de constatar la máxima del ingeniero. Derrumbes hay a la orden del día y son parte del panorama habitual de la ciudad. El drama que configuran esos deslizamientos cada año en las zonas marginales ya son partes de guerra, como la contabilidad de los muertos, frente a lo cual la opinión pública puede responder sólo racionalmente, porque el impacto emotivo ha sido anulado por la repetición, mass media mediante. Pero el derrumbe de Alto Prado se ha hecho especialmente conspicuo, por sus proporciones y la circunstancia en que se produjo. En un momento de especial susceptibilidad colectiva, se tambalean las construcciones de clase media, se abre el piso bajo una forma de vida que cada día parece más cosa del pasado, de ese mundo que quedó al otro lado de una grieta en medio del asfalto. Ahora —debido al cierre de la avenida Principal— se ve con frecuencia a las bellas muchachas trajeadas de sastre, medias de seda blancas y zapatos de marca, fatigar la ruta marginal que comunica el casco de Baruta con Manzanares, aventurándose en ese reducto de lastre donde nunca hubiesen imaginado que irían a parar sus vidas. Los de Alto Prado son los damnificados de nuevo cuño; los damnificados de la Gran Venezuela; los chivos expiatorios de la ilusión que gravitó sobre la nación durante más de 30 años. Y son tam-

Zarribrano culpa al agua

Una mañana se encontraron con que la casa del otro quedaba más cerca Belkis de Adames mueve su dedo índice en una y otra dirección desde la redoma donde remata la siniestrada calle El Colegio. Desde allí se puede ver buena parte de la urbanización. Lo que la edil quiere señalar es el sinfín de construcciones añadidas a las estructuras originales, muchas de las cuales están sobre taludes, anunciando un desenlace exacto al conocido. La señora Adames, ex vecina de Alto Prado y ex propietaria de una de las quintas afectadas, explica que es muy difícil detener esas construcciones irregulares, porque el propietario, sencillamente, apela a un recurso de amparo, que abre un compás de tiempo durante el cual construye lo que quiera ante la mirada impotente de las autoridades municipales. No hay advertencia que haga ceder al orgullo del propietario, quien se comporta con la testarudez de un fumador: yo

hago con mi cuerpo lo que me dé la gana, yo hago en mi terreno lo que me salga, es mi dinero. Sólo que las consecuencias, en uno y otro caso, suelen afectar a terceros. La misma familia Adames fue víctima de la tozudez de un vecino imprevisivo cuando una mañana se encontraron con que la casa del otro quedaba más cerca a la de ellos. Se había rodado. Prácticamente se les vino encima, y tuvieron que acudir a los tribunales.

EXCESO FEBRERO 1994

bién, estos neodamnificados, una nueva cara del colapso urbanístico. Un problema con precedentes aislados en la Venezuela indolente de los setenta, que sólo ahora adquiere proporciones de tragedia colectiva con escollos de estreno. De entrada, y como cabe suponer, las familias afectadas no aceptan el trato masificante que las autoridades les dan a los damnificados habituales de la pobreza crítica; exigen trato preferencial. Al fin y al cabo, ellos son propietarios (lo son, pese a que no quede sino barro y escombros). Para una solución salomónica, el gobierno no ha encontrado una figura mejor que la expropiación para resarcir las pérdidas —porque la determinación de responsabilidades por la•vía judicial llevará su tiempo— y para ello se han aprobado 200 millones de bolívares. El asunto ahora es cómo repartirlos. Hay quienes consideran que su quinta vale más que la del vecino. Se dio el caso de un afectado que consideró legítimo exigirle al alcalde alojamiento indefinido en un hotel, mientras encontraba un techo definitivo. Por supuesto que ningún municipio tendrá que presupuestar de ahora en adelante una partida para alojamientos cinco estrellas, pero el Ministerio del Desarrollo Urbano sí tendrá que pensar de dónde sacará fondos para las muchas expropiaciones que se avecinan por el este.ig

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lerradef u eg O o lode veneno

a todo el mes

Cómoganar enemigos Pablo Medina

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• ••••••••••

Se busca

TVN-5

Historias de la locura corriente

Vivir en la luna

Topten Manuel Antonio Noriega

Diez mandatarios sin pena

0114tvn5 SE BUSCA

oerradejuegs

Cómo winar

El enemigo 1111111~~» Vladimir Cessen

El episodio

Los detalles

Hipocresía

(Agosto de 1989). La voz gangosa de Pablo Medina se carga de bilis para cuestionar el camaleonismo de Cessen, quien, según el dirigente causaerrista de armas tomar, había permanecido a lo largo de los últimos años en una inocultable alianza con AD en los intríngulis del Congreso, hasta que a última hora se lanza contra las autoridades del CSE, con una meta: erigirse en representante de los partidos minoritarios ante el Consejo, a pesar de estar muy distante de ellos por su abrazo de conchupancia con los adecos,

liberal

enemigos

y conservarlos

La tribu de David

Manos a la obra

(Febrero de 1990.) La revocatoria de los autos de detención a funcionarios del gobierno de Lusinchi inmiscuidos en el caso Recadl insufla veneno al verbo del diputado radical y achaca la decisión a los manejos de David Morales Bello, quien, según él, habría sido electo como presidente del Congreso a cambio de garantizar la impunidad en el esperpéntíco caso. "La mano del jefe de la tribu de David se movió en la dirección de siem • re"

El Congreso de la República en pleno

Una de vaqueros

constitucionales, Medina y sus huestes son agredidos por un poderoso chorro de agua, vomitado por la ballena policial. Acto reflejo, mecanismo de defensa, el empapado político saca una reluciente arma de guerra y al momento es captado por una cámara de televisión, con resultado de una nueva y mayúscula

Pablo Medina:

raya. Una comisión de Diputados se pronuncia: "No tenemos derecho de llevar armas en manifestacione pacíficas"

un chambón

Un rocambolesco esti lo estigmatiza la encrespada órbita existencial del secretario general de la Causa R. Su pasión o su impericia—oambas a lavez— le encasquetan un cu rrícu lu m ahíto de enfrentamientos, chascos y pitorreos, en los que parece disfrutar haciendo las delicias de los periodistas de lafuente política, con sus desmanes ydenu ncias destem p ladas. De ignoto pasado, catadura de compadrito borgiano yadorador de la memoriadesu Pater Nostre Alfredo Maneiro—precursordel movimiento—, es un adversario profesional.

EXCESO FEBRERO 1994

una man estad n en a p aza de Petare en pro de la restitución de las garantías

Henry Hoyos Sosa, piloto

Acusaciones al vuelo

(Marzo de 1993.) Medina denuncia una conspiración llamada Operación Aguila para asesinar a distinguidas personalidades de la vida nacional, él incluido. El capitán Hoyos Sosa figuraría como responsable de la parte logística, según los análisis aportados a la prensa. El piloto denuncia, entonces, daños morales y económicos por 20.000.000 de bolívares pues su empresa aeronáutica, Helicópteros del Caribe, se vio perjudicada con las declaraciones de Medina.

Radamés Muñoz León

¡Suelte el arma!

(Noviembre de 1993.) El enfrentamiento entre la Causa Radical y las FAN —motivado por supuestos vínculos de aquélla con el Comacate, díscolo sector de la institución— culmina con la revelación, aupada por Muñoz León, de que las armas robadas por el perdido y hallado en la playa teniente Alvarez Bracamonte estarían en manos de Medina. Este no resiste la tentación y, en un acto realizado en Miraflores y ante la mirada atónita de los medios de comunicación, enfrenta al ministro de la Defensa, en una metida de pata de antología, con las consecuencias. sabidas: el re •udio de la o • inión pública.

Una frase típica "Quiere convertirse en Tamacún, el vengador errante, pero olvida que usa liquiliquí en lugar de turbante". (PM)

El pronóstico wiew ~1~1IPP Gessen podría regalarle a Medina el libro Proyecto Nueva República de Olavarría para recordarle sus viejas conchupancias

"La sonrisa de Lusinchi tarde o temprano se le mudará en mueca de tragedia". (PM)

Sin curul, Morales Bello podría dedicarse full time a resolver lo de los jeeps y demás enturetos adecos

"Ando armado para defenderme de las bandas adecos". (PM)

Para equipar las acciones, Medina debería comprarse una pistolita de agua

"Jamás he pertenecido a movimiento político alguno". (HHS)

Cualquier cosa, hasta el tren de El Encanto, menos abordar una avioneta, decidirá Medina, por si acaso

"Un mono disfrazado de soldado dando declaraciones". (PM)

Caldera el pacificador, invitará a una función privada de El

separados Bárbara Teyde, madre de una

La Toya Jackson, hermana de un

miss

missing

Felipe Pirela, en un ladrillito, esa aldita pared

...Claudio Fermín, por las aceritas, maldijo esas cuatro parede

Patricia Angulo, célebres portadas ...

...Mayra Alejandra culebras insoportables

Afecto vocero Gilberto Correa,

...Afectada voz, La .0,

último tango en París, a Bracamonte, Muñoz Medina y Puerta, para desarmarlos

al nacer FI RRI RO 1994

EXCESO

te rra dej u eg°

Iroi elle:asoma vas

tvn5 Dios

1.000,000 de frascos de glastora

SE BUSCA

La caja boba, la celestina mecánica, ergo, la televisión, se hizo niñera de la infancia patria, indispensable concepto comunicacional, asunto de vida o muerte, a partir del 22 de noviembre de 1952, fecha en que la Televisora Nacional, léase el canal 5, transmitió por primera vez en estos predios su pionera y accidentada señal. Cerró en los sesenta y en los setenta, hasta que su caput definitivo fue anunciado el 11 de junio de 1991, cuando Venezolana de Televisión, la gemela presupuestaria y bajo cuya ala fue a parar TVN-5, salió con su lápida en la cabeza: no se pueden mantener dos estaciones. Antonio Olivieri, cerebro lúcido, diría entonces que lo más sano hubiera sido cerrar la peor. En vez del 5, cultural, referencial e histórico, el 8, pavoso, armado a punta de loterías y carreras de caballos, y con un rating tan lastimoso que fue capaz de sepultar al mismísimo Renny. Los planes comenzaron a ser anuncios con bombos y platillos: se creará una fundación que le dará oxigeno económico y garantía conceptual a la emisora. Una comisión integrada por notables —Conac, congresistas del área cultural, y los ministerios de Educación, Familia, y Transporte y Comunicaciones— reelaborará la línea y, con independencia, le devolverá el lustre. Esperen. La nueva señal hará on en cosa de 30 días, diría el presidente de VTV, Manuel Felipe Sierra, en junio pasado. Silencio. Oscuridad. Rayas. Ni siquiera transmite en eco el fútbol italiano. El 5 es un numerito más en el control remoto. No se oye. No se ve.

Joaquín Balaguer

Roger

Rafael Caldera

Baygón

Liana Cortijos

Oswaldo Alvarez Paz Por culpa de su dios padre pasó las de Caín

Andrés Velásquez Perdió el efecto cuando perdió la causa

Jose Antonio Abreu Dirigía en ritmo de tres y dos

María Teresa Castillo Ochenta y seis años dándole rosca

José Angel Ciliberto Las rayas quedaron en casa

Carlos Oteyza El rollo se le fue de las manos

EXCESO FEBRERO 1994

,‘1,err adefuego

ac cama r ajan o pa apa La Popal Cola

Luis Alberto Machado

La historia de la Pepsi Cola, insólita en este país —único en el mundo que la prefiere a la CocaCola, la otra negra menos dulce— ha sido, qué duda cabe, feliz. Aunque su trayectoria de éxito incluya anécdotas de fiera competencia, como la que protagonizara en el famoso altercado contra Grapette, botellazos y camioneros interceptados, saboteo y heridos. Salvo esa minucia, el refresco goza de los favores del consumidor, que además aplaude las iniciativas que la transnacional emprende en el showbusiness monitoreando las mitológicas voces del sortario Julio Iglesias o el embarcador Michael Jackson. Es un lujosísimo plan de imagen corporativa que no se gasta nadie en el mundo y que da cuenta de que en su cincuentena, la empresa —ya en términos planetarios— pertenece, emblema incluido, al acervo cultural del siglo veinte.

Los 300.000 puntos de venta diseminados por toda la patria, distinguidos con el logo de la gaseosa en primer plano, sirvieron para que el inquieto bombillo de Luis Alberto Machado se prendiera de zopetón: ¿qué tal si los Cisneros financian mi campaña? En bandeja, la ocurrencia. Desde 1951 había permanecido fiel a la ideología socialcristiana pero, después de haberse lucido con su tesis sobre la inteligencia a domicilio —violines para los pemones, mujeres con batas rosado brillante logrando la estimulación precoz de sus bebitos— y corolar su larga estadía entre los verdes manejando la campaña de Eduardo Fernández, decidió actuar en solitario y hacerse candidato presidencial. Fue cuando tomó para su promoción los colores rojo y azul y dejó colar su eslogan vota Pepsi. Creía que la asociación sería inmediata y permitiría confundir frescura con inteligencia.

istorias de la locura corriente

■Mn11% E NIL.AL Musa de poetas, telón de ósculos, cómplice de encuentros furtivos, arte y parte. La Luna, fiel a este mundo y sus planetarios, doble cara que le es propia, no sólo es inspiración para Mecano, Wilfrido Vargas o Simón Díaz; el girasol de poquita luz es también —y cada vez con más intensidad— recipiente de jurungones sueños exudados por los cerebros más conspicuos de la Tierra que, más que enamorados, quieren poseer al satélite. Verne tiró la primera piedra y su visionario colega Arthur Clarke ha terminado por hacer la idea redonda y posible, luego de que el hombre —el estadounidense— pusiera sus pies en aquellas arenas, hasta el 21 de julio de 1969, ajenas. Desde que se puso fecha tentativa a la mudanza —"Podría habitarse en el 2019"—, ahora se mira a la Luna con los ojos desorbitados de quien busca desesperadamente apartamento. Y los que presiden la cola de viajeros en el andén al cielo son los japoneses.

El arquitecto brasileño Ricardo Hage de Matos ha tomado la palabra de los escritores de ciencia-ficción y ha diseñado, sobre cráteres, una urbe de 12.000 metros cuadrados, a ser ocupada por 3.000 terrícolas hastiados de este apretujado mundo. La ciudadela sería autosuficiente en materia de agua, aire y alimentos, y estaría protegida por dos enormes globos antichoques. Y, para que el nuevo espacio recuerde a casa, en sus mejores tiempos verdes, podría pensarse en un sistema de aprovechamiento de energía solar cosa que las plantas hicieran su fotosíntesis. El proyecto Ciudad lunar 2050, es otro que pondría a los nipones —los más hacinados ozono adentro, descontando Parque Central— de patitas en la Luna, entre rascacielos, suelos artificiales, desiertos con tejados y urbanizaciones subterráneas. ¿Solución? ¿Fantasía? ¿Locura? Lo cierto es que el mide in Japan pica y se extiende.

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Mandaban a cuerpo de rey hasta que una mano peluda —la de ellos mismos— los hizo salir en volandas de donde se movían —entre Alaska y Cabo de Horenos— con el rabo entre las piernas.

1 Alan García. Sus paisanos peruanos, que otrora lo adoraban, lo acusan de arrasar con las arcas patrias. (Corrió a Colombia). Carlos Andrés Pérez. No conformes con un primer escándalo, los venezolanos reincidieron en elegirlo, y él en esculcarlos. (Toques técnicos en New York). Richard Nixon. Espiaba telefonemas durante la guerra fría, horror, y tuvo que renunciar (Se quedó en casa).

FEBRERO 1994

■ XCISO SS

ie rr adeju e g o

S Or as l e a ocura COM' en e EL JUEGO CO IE I— AMO R A propósito de San Valentín, anímese a pegar-

la. Que su corazón le dicte la respuesta. Fernando Collor de Melo. Generación de relevo, copió las mañas omnipotentes (En Brasil, en la mira). Manuel Noriega. Amigo de la CIA y enemigo de la DEA, peligroso cocktail que lo aventó por los aires, después de que el águila del Norte invadiera a Panamá y se lo llevara de trofeo . (Preso en gringolandia). Alfredo Strossner. El consuegro, homólogo de charreteras, le dijo: "Quítate tú para ponerme yo".Los paraguayos, resignados, descubrieron su engaño.

"7 Jaime Lusinchi. Gobernó en amantazgo, manejó jeeps comprados con partidas secretas y, al cabo de varios affaires —Juan Pablo II, Recadi— prometió que nadie lo jodería. (Eterna luna de miel en Costa Rica) Marcos Pérez Jiménez. Fanático del concreto y experto cortador de cintas, detestaba a todo el que se lo opusiera y más al que se lo echara en cara, por lo que al cabo de diez años lo despidieron. (Fascinado en Madrid) Raúl Alfonsín. Aplausos solemnes de bienvenida, rechiflas a la salida, tres meses antes, incluso, por impaciencia argentina. (En su tierra, donde ya no es profeta) Itamar Franco. El sucesor de Collor se bambolea en la silla bresileña: no la hizo ni una pizca mejor que el indiciado y ya es blanco de criticas. Y amenazas. (Está en Brasilia,como mango bajito) 86 EXCESO

FI HM 90 1994

1. Cuando Amanda Gutiérrez interpretaba la exitosa telenovela Paraíso, sobre el jardín de su quinta en Los Chorros cayó una lluvia de rosas rojas, lanzadas desde una avioneta. El romántico gesto fue de: a) Marcos Reyes Andrade h) Jean Carlo Simancas c) Su hermano Renato d) Miguel Angel Contreras ',aguado e) Un fan de la culebra 2. Una tarde, en el Teresa Carreño, Eva Ivanyi fue interceptada por una dama que le da la noticia: "José Ignacio Cabrujas es mío". Era: a) Doris Wclls h) Amaba Pérez Díaz c) Mimí Lazo d) Democracia López e) Constitución Méndez f) Isabel Palacios g) Argelia Laya 3. Entre los siguientes, hay hombres y mujeres apegados idílicamente a su himeneo. Arriesgue nombres. a) Enrique Mendoza h) Helianta Cruz c) José (Pepe) Rodríguez 'turbe d) Edmundo Chirinos e) Juan Barreto f) Raúl, el de Supercrópolis 4. La idea de fundir en el calendario en una sola y sincera celebración las festividades del 14 de febrero y el 30 de septiembre, con menú mixto de bombones y cocktail de camarones, fue ocurrencia de: a) Rafael Alcántara h) Blanca Ibáñez c) Andrés Velásquez d) Lucha Briceño e) Ana I.ucinda García Maldonado f) Teo Camargo g) Armando Scanonne

5. El primer beso entre Blanca y Jaime tuvo lugar en: a) l.a Bodeguita del Medio I)) El salón japonés de Miraflores c) Los pasillos de Pajaritos, cerca del cuarto del aseo, donde ella juró que se haría secretaria d) En la casa de sus amigos los Sierraalta e) En l.a Moncloa, en un descuidito de Felipe González f) En su nueva residencia de Costa Rica g) Todavía no se lo han dado 6. Cuando Alfredo Tarre Murzi deslizó la frase: "Ese será el único presidente que jamás ha tenido amoríos extracurriculares", se refería, sin duda, a: a) Octavio l.epage (durante su mandato de un mes) h) Luis Herrera Campins (sempiterno celoso de Betty) c) Joaquín Crespo (que ubicó a Jacinta a pata de mingo, en la casa de gobierno) d) Raúl Leoni (tenía hambre atroz, pero decía que tenía un hombre atrás) e) Vicente Eniparam (que sí quería, pero no lo dejaron) f) Ninguno de los anteriores. Ni de los que vendrán 7. Caldera ganó con el chiripero mientras a otro candidato le susurraban: "Mamaíta, mamaíta, me pica la cucaracha". El afortunado es: a) Claudio Fermín b) Modesto Rivero c) Andrés Velásquez d) Fernando Blanco e) El brujo 8. Detrás del ministro japonés, resucitado de un patatús gracias a las artes de la respiración artificial —boca a boca— bien practicadas por la canciller colombiana Noemí Sanín, se colocaron en estricta fila de aspirantes a su cuota: a) Carlos Andrés Pérez (hipertenso) h) George Bush (vomitón y cardíaco) c) Ramón J. Velásquez (pulso tembleque) d) Joaquín Balaguer (ciego) e) Walter Márq uez (agnóstico)

Or. Jekyll Me Hyde Radamés Muñoz León "Sus declaraciones me parecen convincentes", según Ramón José Velásquez "Como integrante del gabinete ministerial, es comprensible que se haya convertido en el vocero político de su sector. Sus afirmaciones me parecen convincentes para declarar cerrada la polémica surgida". (Ramón J. Velásquez, El Nacional, 16.11.93). "Merece el respaldo de todos los venezolanos que no creemos en las opciones de izquierda, que creemos en la democracia, y que no deseamos que en nuestras calles impere la ley de los encapuchados, revoltosos y falsos universitarios. Es claro como el agua, directo, sin ambigüedades, un demócrata cabal y a la vez un digno representante de las Fuerzas Armadas Nacionales". (Aníbal Romero, El Universal, 30.9.93). "Nos sentimos muy orgullosos de que mantuviera la compostura que le corresponde como militar; que guardara las formas, la cortesía y el decoro aun a pesar de que fue sometido públicamente a un intento de vejación". (General Pedro Romero Farías, comandante de las Fuerzas Armadas de Cooperación, El Universal, 29.11.93). "Es un hombre con una intachable hoja de servicios a lo largo de su carrera militar, que ha demostrado en todo momento una indiscutible vocación democrática al servicio de los más nobles intereses nacionales. Merece el apoyo de toda la colectividad venezolana, ya que actúa sin mezquindades y sin anteponer, como parecieran haberlo hecho algunos sectores políticos, los intereses personales a los de la patria". (Apolinar Martínez, 2001, 29.09.93). "El Ministro está preocupado por el retraso en la ejecución de la Ley Paraguas: anunció que está convocando a los comandantes de las distintas fuerzas para que presenten sus proyectos y agilicen las acciones en este sentido para mejorar el bienestar y la seguridad social de las FAN". (Yolanda Ojeda Reyes, El Nacional, 03.11.93).

"Es un dicharachero", según Andrés Velásquez "No hay duda alguna de que es un hombre dicharachero, y con la posición que está asumiendo contra la Causa R Ic hace daño al sistema democrático y ayuda a enrarecer el ambiente en el país". (Andrés Velásquez, FI Nacional, 16. 11.93). "Se ha convertido en un foco de perturbación, porque intenta crear las condiciones para un golpe de Estado. Debe estar tocado por el ansia de la publicidad reforzada por sus asesores políticos". (Manuel Quijada, El Nacional, 16.11.93). "Debería revisar su concepto de justicia para poder expresarse más objetivamente, tal como lo exigen su alta investiduta y su posición en las Fuerzas Armadas. Sabe que la gran cantidad de muertos y pérdidas del 27-N tiene que ver más con las fuerzas del gobierno de CAP y de sus seguidores, entre quienes se encuentra el". (Tenientes coroneles Luis Reyes y Wilmar Castro, comandantes del 27-N, El Nacional, 27.08.93). "Se ha convertido en el centro de una polémica entre militares y algunos sectores políticos del país, quienes responsabilizan al titular de la Defensa de la actuación policial y militar que reprimió la marcha de las universidades en donde murió un manifestante". (Apolinar Martínez, 2001, 29.09.93). "Debe iniciarse acciones legales en su contra, ya que irrespetó los derechos y las garantías constitucionales por su abierta y declarada transgresión a la norma constitucional que establece el libre tránsito en el país". (Cámara Municipal de Caracas, El Universal, 29.09.93). "El ministro de la Defensa se proclama institucionalista y respetuoso de las leyes, y sin embargo, olvidó que Carlos Andrés Pérez dejó de ser presidente suspendido para colocarse en la categoría de ex presidente. Aún así lo sigue dotando de Guardia de Honor y de majestad... Lo hace para impulsar la desestabilización política del país". (Pablo Medina; El Nacional, 29.09.93).

Marilyn Monroe y james Dean, Aristóteles Onassis y lackeline Kennedy, Marlene Dietrich y Porfirio Rubirosa se mantienen de primeros en el rating

Con Alexandra Cariani y Ben Amí Fihman

Producción Xariell Sarabia

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del país en que vivíamos (y seguimos viviendo): la autonomía, la renovación, la

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La Central Frank Baiz Quevedo

ay una zona excepcional de esta ciudad que lo ancla a uno en la infrecuente inamovilidad de una referencia; en un tiempo y un espacio que, a diferencia de lo que ocurre con el resto de la faz urbana, mantiene su imagen perseverante. La Universidad Central de Venezuela es un bastión que cobija al caraqueño de esa destrucción que opera día tras día, de los arietes que disponen de la memoria de la ciudad y que arrasan su pasado en infinitas remodelaciones y desmejoras. La Central, en fin, es uno de los pocos retazos del espacio que nos rodea donde lo real y lo recordado felizmente coinciden en una tierra tangible. Esto es lo que sucede con la Universidad Central, colocada sobre una cierta fidelidad a su propia memoria: los mismos pasillos de nuestra adolescencia, los mismos rincones, casi las mismas voces y los mismos rostros moviéndose en los vericuetos de Villanueva. Hay un hilo ininterrumpido que nos hace creernos idénticos a través de los años y es el que se recupera en el aire de la Universidad Central; nos descubre consecuentes con la reconfirmación de su rutina, superdeterminados por una identidad orgullosa y compartida: la del ser universitario. Pero esa misma identidad, hoy, con los años, nos descubre la paradoja que la sustenta: el aliento de una esperanza y la constatación de un engaño hacen malabarismos dentro de uno. Y es que la Universidad Central, también, es ese territorio que una vez erigimos en la adolescencia como materiali• nación de un rechazo de lo aborrecible

democracia paritaria eran nuestras acuñaciones distintivas. Eramos, en la Central, la diferencia. Eramos y somos diferentes en tanto gente de la Universidad Central. Del otro lado estaban los de afuera (los enemigos de la Universidad, como reza todavía el verbo estático de la FCU). Hoy, siguen estando: quienes masivamente embisten contra la Universidad con la ceguera obcecada de aquellos que, sin comunismo en el horizonte, se mantienen precavidamente anticomunistas. De los que, sin reflexionar, solicitan la intervención y el descabezamiento; los generalizadores, los idealizadores de la magia de la privatización y del capital. Pero los años lo hacen a uno mirar también hacia dentro de la Universidad y reconocer en su identidad la petrificación de su entraña; lugar donde perviven los creyentes de los años sesenta, hippies o contestatarios envejecidos que militan todavía en el Mayo Francés, ignorantes o denegadores de la podredumbre —idéntica a la de ese otro país— que maltrata lo universitario (empleados corruptos o reposeros, docentes medianos o resentidos, autoridades blandas o irresponsables, todo exactamente igual como en el tenebroso allá afuera de sus fantasías). En medio de esta polaridad imaginaria (los extremos se tocan en más de un sentido), algunos esperanzados realistas tratan de hacer la diferencia efectivamente: acompañan a los recién ingresados de las últimas generaciones en su pasión por el estudio y el conocimiento, tratan de construir a contracorriente de la costumbre o de la desidia, todavía defienden de la Universidad lo que en ella se conserva susceptible de ser defendido, observan y muchas veces callan. Y, por fortuna, en lo material, la Universidad Central sigue siendo ella misma: promesa excedida por la distorsión que la idealiza. Y, sin embargo, remanso de la ciudad, tierra de sí misma. Lugar donde todavía uno percibe la posibilidad de que alguna vez la esperanza y el acto tengan el mismo nombre. LI FEBRERO 1994 'XVIII*

El proscrito Otrova Gomás

acia el lado izquierdo de mi biblioteca, en el tercer estante, casi, al centro, para ser preciso, se encuentra un libro que jamás ha sido abierto. Lo recibí hace como 30 años de un tío, quien a su vez lo había recibido de mi abuelo, en los días de su juventud. Su título, Luna de agosto, no dice nada, al igual que el nombre de su autor, Mario Useche, de quien nunca oí el más mínimo comentario. Del sello de la vieja editorial Saturnino Calleja, de Madrid, la edición se remonta a la época en que todas las hojas de los libros salían unidas y había que despegarlas una por una con la ayuda de un cortapapel. Basta tomarlo entre las manos para notar que aún sus páginas están vírgenes y sin que le haya transmitido a nadie su mensaje. Lo particular de su condición es que no suelo conservar en mi biblioteca libros que no haya leído. En ese apretado depósito de teoría, belleza y pensamientos, cada ejemplar, por lo menos, ha sido cuidadosamente hojeado, señalando las partes o fijando los aspectos que más adelante leeré; de allí que el caso de Luna de agosto sea único. Pero lo grave de esta situación es que hay algo en él que me impide siquiera abrirlo para revisar el índice o simplemente ver si se trata de una novela o de un libro de poemas. Parte de esta actitud es el respeto a la razón que tuvieron mi tío y mi abuelo para no hacerlo, siendo am-

bos lectores insaciables. Durante cierto tiempo pensé que el impedimento era el título. Para mí, agosto es un mes insulso, tiempo de vacaciones, en el cual no puede pasar nada interesante; pero, al hacer memoria, encuentro que he leído muchas novelas en las que se involucra el título con este mes, y millares de poemas relacionados con la luna. Tampoco se debe a lo anónimo del autor, ya que siempre me agradó descubrir literatos oscuros entre quienes más de una vez encontré extraordinarios escritores. Lo que más me preocupa es que, como tengo la convicción de que un libro es como un ser vivo, imagino la

frustración que debe tener ese pobre ejemplar con más de 30 años de editado sin haber logrado que alguien se entere de lo que dice. Para colmo —y sin duda agravando su sensación de derrota—, al lado tiene tres o cuatro libros de aquellos que suelo releer continuamen-

te, y en el mismo estante se hallan varios de consulta obligatoria. Pienso en la tristeza del pobre Luna de agosto viendo ese trajín de libros que entran y salen, regresando felices a su puesto luego de haber cumplido su misión; y aun más profundamente triste cuando, a cada aproximación mía, creyendo que esa vez le toca a él, 've cómo lo tomo entre mis manos para devolverlo a su sitio apretándolo entre los compañeros de sección. Tal vez por eso, más que por el transcurso del tiempo, su cuerpo se ha debilitado. El lomo ya en un estado lamentable y el papel polvoriento y amarillo muestran sin duda la palidez mortal que anuncia la proximidad al deterioro definitivo. Un deterioro que considero más que nada espiritual, porque un libro que no se lee se vuelve introvertido; en ellos es como perder el habla: eso no sólo frustra, sino que enloquece por el constante girar de las ideas encerradas dentro de sí mismo. Luna de agosto ha sufrido dos o tres mudanzas en la misma biblioteca. En una época pasó un tiempo al lado del Principa Matemática, de Bertrand Russel, pero el uso continuo de aquel texto cuando estudiaba Filosofía me obligó a ponerlo en otras secciones. Actualmente tiene dos vecinos poco amistosos: la biografía de Albert Speer, por un lado, y por otro, la de Enrique VIII. Hace ungs semanas me sentí tentado de abrirlo y ver de una vez por todas de qué se trata; pero, fiel a ese extraño sentimiento de rechazo, lo miré por fuera y volví a guardarlo. Fue entonces cuando pensé que ya jamás lo leeré. Para su desgracia, he tomado una decisión que sé que es terriblemente cruel: lo pondré en un rincón en el último extremo arriba de la biblioteca para que le quede a las generaciones que me sigan, y entonces sí es verdad que el pobre Luna de agosto habrá perdido la esperanza de que algún día alguien llegue a enterarse de su con-

FIRRFRO 1994

EXCITO

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Pablo Antillano'

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El amor —hecho y deshecho, como los que emanan del lado oscuro— es la musa que conmueve la Macintosh del protagonista que, espejo en primera persona, podría ser la máquina del autor del relato, el escritor y periodista —redundante complicidad— Pablo Antillano, currículum que añade gerencia editorial y publicitaria. Esta vez, como siempre que hay noticia, el teclado está saturado de la intención de no guardarse nada, expiar, confesar. Teclado que rocía de verbo certero, sintaxis pulcrísima, metáforas de encanto. Sentimientos, objetividad mediante 92

EXCESO FEBRERO 1994

La primera vez que intenté matar a Eleonora fue hace nueve años, cuando escribió sobre el parabrisas del Peugeot con su carmín de gitana. En esos días también colocó una inmensa pinta en la autopista para que todo el mundo la viera. Me sentí invadido y, sobre todo, asustado. Empecé por prometerme que no volvería a tocarle un dedo, que no la llevaría más al apartamento y que me resistiría a recibir sus incómodos regalos: materos y malabares. Después lo intenté, matarla, unas tres veces, aunque una•de ellas no logré encontrar una justificación suficientemente genuina. Sólo ahora me encuentro tranquilo, si es que así puede llamarse este estado de furia y de culpabilidad que acompaña a la razón. Quiero decir que encontré en mi corazón suficientes razones para asesinarla, y eso me tranquiliza y me llena de desesperación. La conocí en la redacción del periódico, estaba sentada sobre mis papeles, meciendo un par de piernas delgadas que terminaban en mocasines y medias de colegial. Cuando levanté la Ilustración: José Ignacio Herrero,

cabeza de mi máquina me topé con unos descarados lentes oscuros enmarcados en un naranja fosforescente, el pelo negro como sus intenciones y la boca en oferta andaluza. No lo podía creer, dos horas escribiendo un reportaje para el que ahora no conseguiría un final coherente y, además, tendría que alisar las hojas urgentemente antes de entregarlas a la secretaría de redacción. No le parecí tan temible como mis artículos, por lo que se permitió desafiarme invitándome a su sitio preferido. Fue mi encuentro inicial con los malabares, me pareció que el olor provenía de un incensario, de un turíbulo triste y necrológico. Extrañé la fresca presencia de las cayenas y las acacias que habían acompañado nuestro trayecto, sus hojas y flores inclinadas por la llovizna dejaban escapar la brisa perfumada que anuncia el renacimiento. En contraste, los malabares blancos nos introdujeron en el túnel de luz tenue del restaurante, donde su efluvio sería aplacado progresivamente por el tomillo, el cilantro y la nuez moscada. r2 FEBRERO 1994 EXCESO

Su madre había muerto. Como la mía. Sólo que ella había lo- nebra Gordons con aguaquina había hecho estragos en la corgrado conocerla y amarla, y ahora la extrañaba. Su padre, dura de los cinco. Así que, con el nuevo voluntario, arreció la como todos, un poco excéntrico. Y nuestros hermanos, un batalla. Como a la hora se fue el pianista, con un cheque de montón, parecían formar parte de una enciclopedia de rarezas, goma, pidiendo desalojo y profiriendo amenazas. Al rato se y siempre nos proporcionaban materia para uno que otro cuen- fue el periodista, con un tatuaje de ironía en el rostro que no to que nos permitiría saltar con gentileza, entonces y en lo ade- podía ocultar el sufrimiento, el desengaño, los celos. Un ardoroso sentimiento protector y primitivo me asaltó el espíritu, lante, los largos silencios del deseo contrariado. Comprendí el significado de la palabra transcurrir. Durante así que no intenté irme hasta que el argentino no se dio por meses visitamos esos mismos sillones de mimbre, besamos a vencido. Lo despedí en su auto y cuando volví, Eleonora no los singulares anfitriones, bebimos el vino trasatlántico de las estaba en la pequeña sala. La busqué en el dormitorio: estaba alucinaciones, y toleramos a los músicos y aficionados que solían Como la nota nos invitaba a pasar, a beber hacer fiesta los viernes por la noy a esperar, pues pasamos, bebimos y esperamos. che. Ella quería ir a París, obtener El domingo fue escurriéndose recelosamente una beca, estudiar, leer a todos los poetas, escribir sus propios por los laberintos de aquellas cuatro cabezas Estaba llena de deseos. No ferozmente suspicaces. la interrogación general era, quería continuar en los periódipor supuesto, qué significaba cada cos, no quería seguir siendo aplaudida por su candor agresiuno de los otros tres para Eleonora vo, por su singularidad y astucia, por sus desplantes y desafíos. Quería más y hasta creía tener un plan. Renunció a un amante tras otro. Renunció a un periódico tras otro. Cambió de autores agotada, tendida, de espalda, totalmente desnuda. Le eché una preferidos. Llegó a aborrecer a algunos de sus amados poetas sábana encima, busqué la chaqueta y me dirigí a la puerta. "¡No te vayas!", mc ordenó. y cineastas. Su vida estaba copada de anhelos y secretos. Me marché al amanecer con la sensación de que había adUn domingo en la tarde me invitó a su casa. No había malabares en los floreros, miles de ellos estaban sembrados en quirid() un boleto hacia un lugar al que no quería ir. Durante el jardín. La luz del domingo traía en su equipaje la grandeza semanas mantuve en la piel la fragancia de su ardor, y en el del Avila y extensos campos de golf. La madera de su pequeño alma el padecimiento de su ausencia. Cuando ya comenzaba a chalet reía con las caricias de la tarde mientras el piano del sentirme a salvo recibí la primera entrega de malabares. Acucentro de la casa lucía sobrevestido en su frac inoportuno. dí a una segunda cita, a una tercera, y durante meses no pudiEleonora no estaba. Había ido a una parrilla, o una merienda, mos estar el uno sin el otro, como suelen enunciar los grandes o quién sabe a dónde. En su lugar había una nota escrita a má- romances del siglo pasado. Fuimos a París y también a New quina y tres caballeros. Un joven y, posteriormente, famoso York. Fue,. hace diez años; me costará olvidar que, aunque fui muy afortunado, en una de mis vacaciones quedé prácticaescritor argentino; un agresivo y talentoso periodista de los que escriben un solo reportaje a la semana; y un pianista, el mente en la ruina, estuve semanas comiendo sardinas y pan casero, que al parecer estaba impaciente por una larga deuda tostado mientras mc tocaba volver al periódico. de alquiler y quien no ahorraba adjetivos para expresar su Pensé en el veneno a los seis meses de nuestro encuentro. alarma por el solazo que reposaba sobre el piano, su piano. Celebramos en mi casa sus 24 años, con dos docenas de inviComo la nota nos invitaba a pasar, a beber y a esperar, tados, muchas flores y comida. Pero Eleonora no llegó hasta la pues pasamos, bebimos y esperamos. El domingo fue escu- una de la mañana, con un fotógrafo, dos actores y una actriz, rriéndose recelosamente por los laberintos de aquellas cuatro bellos y ebrios. Bailó desaforada y alegremente con cada uno cabezas ferozmente suspicaces. La interrogación general era, de ellos, pero especialmente con un actor quien, ignorante de por supuesto, qué significaba cada uno de los otros tres para los dramas del festín, estaba ansioso de que se fuesen todos, Eleonora. Hasta el pianista era sospechoso de ser su amante, y incluido yo. Al final, derrotado, dejé que se largaran, ella insu mal humor no hacía más que confirmar la malicia de los cluida. No sufrí, como me hubiese gustado. Es decir, sufrí otros. ¿Quién se iría primero? Esa, la otra gran interrogante. mucho pero también sentí un cierto alivio. Si ella se va con En el fondo, sin confesarlo, tres de nosotros reíamos a salvo, este actor, como vino a mí hace unos meses, detendré este camientras otro sufría en la gran paila del infierno. mino hacia el abismo y recuperaré mi libertad. Al otro día recibí unos malabares. Sobre el vidrio del paraCuando la muchacha llegó, las cosas no mejoraron. Habían transcurrido siete horas y ya eran las once de la noche. I,a gi- brisas de mi viejo Peugeot encontré un letrero hecho con lápiz

Colofón

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de labios con color de bandera soviética: "¡Mi vida no tiene remedio! ¡Te amo de todas maneras!". Y en la autopista, en el muro más grande y visible: "¡Eleonora está locamente enamorada de Pablo!". Tuve la comprensión súbita de que estaba perdido. Así nació la idea del asesinato. Prepararé un veneno, una hierba mortal. Estropearé los frenos del automóvil, y lo lanzaré por un precipicio. La invitaré al cine y le haré comer cotufas con cianuro, la descubrirán los acomodadores al otro día. Le haré tomar barbitúricos. Le cortaré las venas en la bañera. Contrataré a un guajiro. Lo haré parecer un suicidio. Nuestros encuentros dejaron de ser los mismos. Los diálogos se hicieron enrevesados y psicológicos. Metonimias, disfraces, juegos de inteligencia y silencios largos sustituyeron a los retozos y ceremonias amorosas. Eventualmente, cuando nos encontrábamos para amarnos, con frecuencia ebrios para exorcizar el miedo, parecíamos niños muertos de risa, alegres y salvajes. Pero la ambivalencia y las paradojas gobernaban nuestro reino. Nos acercamos con sigilo a su segundo cumpleaños, intimidados por el recuerdo del anterior. Pero, para hacer el cuento corto: la catástrofe sobrevino antes de lo esperado. Se quitó toda la ropa ante los invitados, recitó poemas de René Char, se cubrió de malabares y se largó con un diagramador suicida. Volvió a los dos meses, precedida de una semana de regalos: cartas, macetas y flores. Cuando recibí su telegrama anunciando el regreso, estuve a punto de comprar un revólver, o una soga, o un puñal, pero al final decidimos continuar nuestra inquietante travesía de varios años por ese mar brumoso, hasta que desapareció. No la vi más hasta hace unos días. La encontré en un recital de poetas fastidiosos y me contó una historia cándida: había conseguido la beca, se había ido a New York, tenía dos libros, un niño y un marido. Estaba delgada y sus rasgos ahora eran fuertes y precisos: su belleza era extraña y profunda, a la manera de las mil y una noches. Salimos juntos a la oscuridad lluviosa de La Castellana, olorosa a retoños y grama recién cortada. Fuimos al viejo restaurante, ahora solitario y silencioso, ya ni los anfitriones hacen pareja. Hablamos amorosamente y fuimos a mi casa. Reencontramos la misma pasión, con más dulzura y sabiduría. Pero mientras nos reponíamos me dijo que me había amado desde la primera vez y que no había amado verdaderamente a nadie más. Le pedí que no continuara por esa vía pues abriría las huellas de mi demencia. No me hizo caso, rescató del olvido una decena de episodios, para confesar que no habían sido más que desafíos a mi evasiva tranquilidad. Me fui a la cocina y vertí un pote completo de Pol-Vox, un poderoso veneno contra cucarachas, en una magnífica copa de vino tinto. Se lo hice beber sin respirar. La vi vomitar sangre, la vi revolverse de dolor y, finalmente, morir. Ahora no sé qué hacer con este espantoso cadáver. Por eso estoy aquí, sentado en la Macintosh, tranquilo, escribiendo mi confesión.L

rancis Vernon y Adolfo Mendoza ganaron la categoría nacional de la Copa Venezuela. Es un gran triunfo para esta pareja que lleva muchos años de práctica. Faltando cinco match, eran terceros; pero de allí en adelante fueron imbatibles, mientras sus adversarias, Fida Hirschautt e lvi Smith, no lograron mantener el paso de los ganadores y llegaron segundas. Una vez más el torneo resultó ser uno de los favoritos de la afición venezolana, habiendo participado en el mismo 80 jugadores. La otra justa de fin de año que trajo una gran concurrencia fue la tradicional Copa Altamira. Unos 20 equipos se disputaron el título y después de largas horas de juego, el grupo conformado por Alejandro Bianchedi, Claudio Caponi, Steve Hamaoui, Paolo Pasquini, Melvín Davidescu y Ricardo Zuloaga logró hacerse del lugar de honor. Lo importante de este evento fue la brillante ejecución de Melvin y Ricardo. Este último es un jugador que lleva muchos años en el ambiente, y su actuación en las semifinales y finales fue muy buena. La participación de Melvin fue sobresaliente. Puedo afirmar que ha nacido una nueva estrella del bridge venezolano. La pareja Bianchedi-Pasquini ha confirmado ser una garantía para cualquier equipo nacional de primera categoría. Su partnership es cada día mejor y su sistema los ha ayudado a lograr resultados excelentes. Claudio y yo no jugamos juntos, aunque nuestro desempeño fue bueno. Lo que tiene de favorable este equipo es lo estudioso. El bridge no es un juego fácil y por lo tanto es muy importante que la pareja se sepa muy bien el sistema. Eso lleva a un sacrificio de tiempo, pero los resultados después están a la vista. Veamos a Pasquini-Bianchedi en acción: QXXX

AKJ10 O ► A1 0X

KQX

AJXXX

XXXXX

A 1♦

44'5p/inter 4H*Cue-Bid 454•Key Card SW*Pregunta Q4

4+•Cue-Bid 44 5+*0-3 Key Card 6••Tengo la ♦ más KQ de ♦ , porque ya había enseñado el K de •

74 tenemos 13 Bazas.

En la otra mesa, los contrarios jugaron 64. Veamos ahora a Melvin y Alejandro en acción durante el Mundial Juvenil: 4AKQXXXXX go JXX JX

jX AKQX KQX Kl0XX 1S+

4%► • Transfer A* 5 ■ ► •Cue-Bid

4* 5* Sign-Off faltan los 1111 B

de f y + Paso*Confiando en el partner. En la otra sala, el equipo de Estados Unidos jugó 6 S+ 1 Down.

Estas dos manos son la demostración de que un sistema bien estructurado hace más fácil el camino hacia el éxito, así como también la confianza en el partner. Steve Hamaoul M.1.

49 • 114• 41* 114• 4

FERRERO 1994 EXCESO

Los cerebros de Sergio

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EXCESO FEBRERO 1994

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