La original. La mejor. En su punto, con sólo el uno-punto-cero de contenido graso.
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Cada día mejor.
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Edición N97 Julio de 1989
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Depósito Legal pp. 89-00-13
Sara Aldrete Villarreal, La Madrina, en prisión (Ciudad de México)
Foto Portada: Juan C. Oropeza
LOS NARCOSATANICOS
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DIRECTOR Ben Amí Fihman
JEFE DE REDACCION Fanor Díaz
REDACCION Ewald Scharfenberg Hugo Prieto Valentina Marulanda Elizabeth Zamora
DIRECTOR DE FOTOGRAFIA Vasco Szinetar
FOTOGRAFIA Juan Carlos Oropeza
DIRECTORA DE ARTE Kataliñ Alava
CORRESPONSALES Matilde Daviu, New York Rosario del Castillo (Camándula), Bogotá Alejandro Reig, Buenos Aires Thicrry de Bechade y Gustavo Morales, Paríí Carol Priinhuber, Madrid
SERVICIOS ESPECIALES EFE, Sygma, Kipa y VU
COLABORADORES Juan Liscano _ José Ignacio Cabrujas Pablo Antillano Rubén Monasterios Margarita Zingg de Blohm Marcelle Jaye Guillermo Pérez Schael Juan Sánchez Peláez Jaime Manrique Rafael Sylva María Sol Pérez Schael Marta Canelón de Henríquez Mara Morillo Marcos Tarre Luis Britto García Jaime Ballestas Isaac Chocrón Frank Baiz
ILUSTRACIONES Marcos Pereira
GERENTE GENERAL María Sol Pérez Schael
PUBLICIDAD Marta Canelón de Henríquez
CORRECCION DE PRUEBAS Malena Sánchez Peláez
MONTAJE ELECTRONICO Consorcio Soluciones C.A.
FOTOLITO E IMPRESION Editorial Primavera
DISTRIBUCION Distribuidora Continental S.A.
EDITORIAL EXCESO Residencias Piñalva, 1 9-15, Avilanes a Mirador, La Candelaria, Caracas. Teléfonos: 574.10.50 y 574.11.50 EXCESO no acepta publicidad redaccional
La magia negra existe. La noticia, ventilada con cierto contenido estupor por,los grandes semanarios internacionales el pasado abril, venía envuelta en las evidencias, entonces todavía oscuras, de un incidente en la fronteriza ciudad mexicana de Matamoros. La hechicería, en este caso y a pesar de haber hollado suelo azteca, siniestra y sangrienta, tenía fondo de vieja guaracha, inequívoco contoneo homosexual y tufo de marihuana. Un brujo de origen cubano, de apenas 26 años, Adolfo Jesús Constanzo, había arrastrado a una banda de traficantes de droga, y, personaje de confusos contornos, a una estudiante universitaria de impecable curriculum, Sara Aldrete Villarreal, a la paroxística trasgresión del sacrificio humano. La captura de los traficantes había llevado a la policía al descubrimiento de su templo clandestino; en plena campiña, del camposanto que lo servía y, a través del epilogar acontecimiento, a asomarse a una inesperada historia. La prensa mexicana no tardó en acuñar el término narcosatánico para definir la fantástica conjugación de santería, tráfico de drogas y pactos de sangre con el demonio. Pero los actores principales, El Padrino y La Madrina, Adolfo y Sara, el brujo y la bruja, estaban todavía sueltos. Habían huído a tiempo. El miedo se apoderó de Matamoros y una misa pública, ante 10 mil asistentes, según se observa en la foto, tuvo lugar en la plaza pública. El desenlace; casi un mes más tarde en Ciudad de México, muerto Adolfo y presa Sara, sacudidos por una inquietante curiosidad, nos empujó a ir a recoger en los escenarios de los hechos y de boca de algunos de sus protagonistas, la narración de una historia de pavor'y desmesura. Un clavado en las aguas del espanto.
Ben Amí Fihman Exces0
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20 Suma codicia Los objetos sobre los cuales se arquea la tentación de un consumidor muy especial.
22 Sudor 18 kilates La fatiga costosa y elegante
ARTICULOS
24 El caldero del diablo Tal vez los ancestrales dioses aztecas reclamaron su cuota de sacrificios humanos ante la intrusión de los ritos afrocubanos oficiados por los narcosatánicos de Matamoros. Muertes, drogas, homosexualismo, farándula y un holocausto de fin de drama, del que pudo escapar la sacerdotisa, hoy tras los barrotes convertida en bruja buena, completan esta ofrenda de espanto.
40 Los 10 mejores "Por la plata baila el mono", es una frase que no funciona para el ballet. Estas talentosas bailarinas, menudas como sus sueldos, viven por amor al arte.
París de los techos rojos Caracas es un sucedáneo tropical de la ciudad luz: una guía para consuelo de los frustrados peregrinos al santuario de la Revolución Francesa.
El nirvana rockero Otro recordatorio de la Revolución Francesa. (pag. 42)
Queda en Barbados, parece un hotel de cadena, pero es la incubadora de los grandes hits.
50 El que siembra, cosecha
NOTAS
En New York, lejos de la imagen bucólica de las cuñas, Irene Sáez hojea su curriculum sentimental, mientras se prepara para un cargo diplomático. Pero en medio de tanto esplendor, la Miss Universo se permite añorar una arepa y un joropo entreveran.
Un osario convertido en próspero negocio pone a temblar a los neoyorkinos. Más apacible y sin las procelas de alta mar, una casa en Maracaibo, obra de un capitán de agua dulce, simula un barco. Detalles más o menos, un argentino se encaramó sobre la Torre Eiffel para sobrevivir en París: la cumpleañera estructura fue su talismán. En el dolce far niente de un spa mayamero los cuentacalorías hallaron su paraíso. La familia no se elige: que lo diga el adusto Fran9oís Mitterand ante el tumbaíto de su sobrino Frédéric.
FOTO: JUAN. C. OROPEZA
4 Excesos
14 Cómo ganar enemigos. Efímeros, intermitentes Y Eternos.
Encefalogramas
Los dardos de la redacción.
17 Sexto sentido El radar de los placeres de la carne y del espíritu. 2
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Julio 1989
Irene Sáez: revelaciones desde New York. (pag. 50)
64 El seductor de Carúpano Artistas y aristócratas han sido los peldaños de Espartaco Santoni para su escalada al jet set internacional. Trabajó en telenovelas y largometrajes de Hollywood, pero el libreto más complejo es el de su propia vida, que ahora condensa en una autobiografía.
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1 NY E NT AR 10
Una campaña para el 8TV Antes fue algo más que un banco, pero ahora, al enfrentar su inminente reactivación, se ventilan en un brain storming ideas para posicionar de nuevo al niño mimado de los sindicalistas financistas, que los hay.
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De violines y violeros Algún Stradivarius se puede esconder en San Agustín del Sur.
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El rally del placer Mecenas y coleccionista de arte, un empresario mata el hastío de la oficina entre las polvaredas de las carreras trascontinentales.
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COLUMNAS
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Eterno femenino Rubén Monasterios
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Impuesto a la eficiencia Igor Markus Tagliaferro
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Enigmas del origen Juan Liscano
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El radical chic y la revolución Rafael Sylva
Espartaco Santoni: la vida es un culebrón (pag. 64)
85 Los afeites creativos Guillermo Pérez Schael
58 Grosellas sin pepas
PORTAFOLIO
Si usted pensaba que la de relojero era una labor meticulosa, espere conocer a las épepineusses del Este de Francia.
60 Turismo y algo menos
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Todas las mujeres son tuyas Pavel Bastidas
Las divisas de la industria sin chimeneas se evaporan en correrías de policías y ladrones
62 Vademecum latonero O inventamos o erramos, decía Simón Rodríguez. Un dermatólogo corrió el riesgo y transformó baratijas en material quirúrgico.
CUENTO
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No le digas nada Marcos Tarre
Exces0 Julio 1989
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HASTA LOS TUETANOS La transcripción a la realidad de la cinematográfica Tiendita rq en la calle 82 con Columbus Avenue de New York. El local se llama Maxilla and Mandible e hu de antílopes, búfalos, murciélagos, ratas, mapaches y de cualquier otro bicho que enc ntre plaza mercado de extravagancias neoyorquino. El escalofriante negocio ha levantado resquemores entre 14:s v inos del lugar, quienes llegaron a asegurar que, de madrugada, los fantasmas de las bestias formabanallí su propia fiesta de día de brujas. Henry Galiano, el tendero, joven sinocubano de formación paleontológica no académica, pero sí lo suficientemente sólida como para haber llegado a asistir al Curador del American Museu of Natural
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Higtory, gO rl de l tieurréneht "Vó me Me en el East Harlem, donde reinan las pandillas, la d breza. Eso sí que daba miedo. Los huesos de los animales no me asustan en lo absoluto". to, artistas y diseñadores siguen siendo los mejores clientes de la boutique ósea, pagando, hasta 1.800 dólares por un cráneo de elefante africano. 4
Exceso)
Julio 1989
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Joqe I V
EL ARTE DEL ESCOGES El proceso de elaboración del whisky, es todo un arte en el cual, cada detalle, cada momento, es importante para producir el verdadero escocés. Este arte se inicia con el filtrado del agua a través de capas de turba, antes de remojar en ella la cebada, que luego se extiende sobre un piso de hormigón para que germine gracias al calor y la humedad. Durante este "malteado", la cebada se disuelve debido a una enzima que ésta segrega, quedando lista para convertirse en azúcar.
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Tres Filos. La fOrma a excPrencia. ft LAS CASAS 0OULTON
Luego de detener esta germinación en un momento determinado, se procede al secado y tostado del producto, en unos hornos especiales alimentados con turba, elemento fundamental para que el whisky adquiera ese especial aroma. Este producto vuelve a humedecerse, convirtiéndose en una pasta que es amasada en grandes cubas, donde el almidón soluble se vuelve un líquido azucarado ("wort"). A éste se le agrega levadura en unos grandes recipientes para estimular la fermentación, llamada finalmente "wash",
una primera fermentación de la malta que resulta un vino de bajo contenido alcohólico. En ese momento se realiza, entonces, la primera destilación en alambiques "discontinuos" de cobre (Pot Stills). Luego, se procede a la segunda destilación y, finalmente, al añejamiento en barriles de roble, de una duración aproximada entre los 4 y 15 años. Hemos obtenido, entonces, el whisky denominado "single" o de malta pura, de un valor algo más elevado que el llamado "Blended" o de mezcla. Pero, ambos,, son el resultante del arte del escocés.
Pee Wee Hermann
arimez Paz (MPA) -
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-, Linda Evans
I tt o gentilicio con predestinación de exilio como el arg tino, s osa harto conocida. Que Buenos Aires es un remecrd de Plril,lambien. Y ni hablar del instinto de supervivena a orillas de la cuenca platense. Ese patrimonio o a Ricardo Mar tinez-Paz, bonaerense, actor de cista, comunicador, en fin, matatigteS, a emiar a Pa 7. La Providencia recién este ano recompeno su aud di a la modista Corine Cobson le obsequió ula de sus s, un prendedor que reproducía la silueta de la Torre Eif el pasaporte al éxito para Martínez-Paz. Cot'unzo a pa alto par isien y allí donde encontrara a una ce lebridad 1e naba una foto con el bendito broche. No hay alarde es lucho menos, en las graficas que, de todas maneras, an ptieSto al toero argentino de moda. Pee Wee
Hermann, Jacques Chirac, Jack Nicholson, Linda Evans, Jeanner motu CU; son algünas tle Lis personalidades que han posaJack Nicholson
do para la serle. Y . oportunidad de M 44■ ximo habría sido m lebro el centenar io d
ha aguzado el sentido de la quien comprende que el año proa su idea: en citas pasados se cenática torre.
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EXCESOS
FOTO: SATU RN IA
EL GIMNASIO DEL CESAR Antes los venezolanos transpiraban persiguiendo por calzadas y malls las gangas de Miami. Unos pocos continúan hoy la sudorosa tradición pero en más confortables circunstancias: Jaime Lusinchi no fue el primero, pero sí el más notable, entre quienes incorporaron los spa de Florida a sus giras de restauración física. Algunos de esos establecimientos han extremado el lujo hasta recrear verdaderas fantasías renacentistas. Por ejemplo, el Doral Saturnia Spa Resort, probablemente el más cotizado de la península; una limusina negra, climatizada y forrada en terciopelo, transporta a los huéspedes-pacientes. En la terapéutica posada se alojan en suites de 200 metros cuadrados, entre pisos de mármol y paredes de coral, matizadas con escenas de Boticelli y otras evocaciones diterráneas. La vida al aire libr rre entre los cientos de acres nesitro p ca pcugzis dos por cascadas, o los p micos campos de golf. La cocina no castiga con un huraño régimen restrictivo, sino que prodiga el digno porte de la alta gastronomía prescindiendo, sin embargo,
de la s31. Los dotares apenas compensan la posibilidad de recobrar la forma sin padecimientos estériles.
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Exceso)
Julio 1989
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La diferencia no está en las tarjetas, está en el Banco.
Banco dE VEnEzuEla es el banco de Venezuela
7-11WITA1~ . Al cumplir 10 años de circulación, Gai Pied, órgano de expresión de la comunidad homosexual francesa, de tirada nacional y continental, organizó una fiesta a todo dar. La velada, ve pronto adquirió rasgos de juerga, se celebró en el Cirque d'Hiver de París, y convocó lo más granado de esa extendida orden. Organizadores y concurrencia hicieron honor a su colectivo mote —gay es una voz inglesa para alegre---: Yvette Horner y su acordeón, Jean-Paul Gauthier y la glamorosa banda travesti Spiritual Sky animaron el espectáculo principal. Pero las charreteras de presentador las llevó Fródéric Mitterand, afectado y reconocido cinófilo, dando un blasón de jerarquía al evento gay mientras su tío Franpois, en la soledad del Eliseo, mal se apanaba con la exigua votación recaudada por las listas socialistas en las eleCI;i9nC5
parlamentarias pa -
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FAces() Julio 1989
trate de escuchar es aviso
do verdad? intonice RO, en al. Donde las voc ateligentes, sensual mosas lo acompaĂą mo de la mejor mĂşsi Con la mejor informad( Tiene sentido escucharnos --
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se siente
COMO GANAR ENEMIGOS Y CONSERVARLOS UN FABULADOR: OSCAR YANES Como caimán en boca de caño, el picapleitos de Copei, gentilmente apodado Chivo negro, espera temeroso y cabalístico el porvenir de la política informativa del gobierno. Una larga carrera en el periodismo sensacionalista y un fervor por los escándalos lo mantiene a la sombra del farragoso caudal de Recadi. Soberbio y universal como para eclipsar de denuncia en denuncia, escoge a sus adversarios con nombres y apellidos. Como para escribir una crónica de suceso, salpicada en sangre.
EL EPIS
EL ENEMIGO Werner von Braun
La travesía del Apolo 1
UNA FRASE TIPICA
LOS DETALLES
EL PRONOSTICO
Jul. 69. Poco antes de que Neil Armstrong dejara su huella sobre el polvo lunar, la televisión norteamericana envió un programa al mundo que bien podría titularse Cómo lo hicimos Yanes y Edgardo de Castro, en un accidentado training televisivo, jamás explicaron los detalles técnicos, ni los alcances del viaje espacial. Bien lejos estaban de comprender lo que pasaba. Sólo cuando von Braun (q.e.p.d.) reveló en pocas palabras la ruta que cumpliría el Apolo 11, Yánes atinó a decir: 'Aja, allí está mi amigo von Braun". Desde entonces, un tuteo incesante -no del todo voluntario-, antecedía cualquier mención al científico alemán
"Yo no invento. Imagino sobre hechos reales". (O.Y.)
Sólo después de una visita dirigida a Cabo Kennedy, podrán detallarse los entretelanes del viaje a la luna
A la redacción de Ultimas Noticias llegó la noticia de que un perro llamado Tarzán, locamente atraído por las mujeres del barrio El Mamón, atacaba sexualmente a sus víctimas. Sin el cintillo "el hampa con el moño suelto", Yanes se cubre de gloria siguiendo las pistas del atribulado can.
"Perro que ladra no muerde"„ Ya se sabe quién es el mejor (Anónimo popular) amigo del hombre
Abr. 83: En la barra de un bar del Este, un hombre regordete y sonrisa de niño, con lentes y mirada bovina, arma un escándalo y violenta el lugar. Los impenetrables recovecos de la noticia desembocan en el despacho del entonces diputado, Oscar Yanes, que de inmediato cumple con el sagrado deber de divulgarla. Un doble, idéntico al para entonces candidato adeco, se mueve por la geografía de Caracas sin dejar rastro. De pronto, a Yánes le avisan que el par de Lusinchi estaba, ora comiendo perros calientes en la Plaza Venezuela, ora echándose una fría en una licorería de Las Mercedes.
"¿Puede un gurrumino aprobar el examen presidencial?"
"Cualquier parecido con la rea :
Mar. 88: Temeroso de que su alter ego y archienemigo adeco, Carlos Croes, lo supere en centimetraje periodístico, Yanes se erige en juez y detalla el sumario de un expediente: mordaza implacable en el caso de la exprimera dama. Gladys de Lusinchi; ley de hielo contra Carlos Andrés Pérez, una paliza al crítico Alfredo Tarre Murzi y pare usted de contar.
"Carlos Croes es un palangrista internacional" (Julio César Moreno).
Siempre que sea posible, lo verán en 1993, como anfitrión de gala en el salón de Los Espejos. De nuevo, Habla el Presidente.
Jul. 88. La infranqueable cruzada antidrogas del presidente Reagan culminó triunfal en los jardines de la Casa Blanca, tras una prueba antidoping. Ese episodio de grandeza, quiso por obra del destino, amante de la repetición, promoverlo Oscar Yanez. Sin placet, a Eduardo Fernández lo pillan fotografiado con el narcotraficante Genaro Scaletta. Pero es en la oficina del celebérrimo Tony Canaves donde Chivo Negro habría de señalar a Homero Parra
"Si Canaves es traficante de drogas, yo sería el primero en apresarlo como tal" (H.P.)
No han cicatrizado las heridadel 4 de diciembre, cuando y. retumban las balas de la próxi ma guerra sucia.
Mar. 89. Agobiados por el desconocimiento de las cartas de cré-
"Voy a solicitar sanciones con-
Si la popularidad del presiden
dito, los costos del papel y la crisis del mercado, los editores de provincia acuden a Miraflores y en las primeras de cambio el gobiemo ofrece una tabla de salvación concertada. Yanes quiere saber los pormenores del acuerdo, pero Pastor Heydra, actual jefe de la OCI, capea el temporal y elude la citación al Congreso "porque se ha fracturado una pierna'.
tra el director de la OCI"
(O.Y.)
te continúa intacta, ,adelant: aunque sea en silla de ruedas
.
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Una violación
me Lusinchi,
arlos Croes
Los Gemelos
Mano a mano por la libertad de expresi
omero Parra
¿Tienes un joy?
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lidaespurcon ".
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astor Heydra
14
Viva la prensa regional
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ETERNOS
1: ItENTES
III
Luis Brito Arocha.
Desde detrás de su abultado liquiliqui, continúa en madrugador horario sabatino su personal campaña en pro del trabajo y del turismo interno. Señores de la OCI: ahí tie-
Gualberto lbarreto. Su carrera en el bolero fue fugaz como la espuma de la cerveza; la combinación de sombrero de cogollo con franelita, perenne; sus cíclicas reapariciones, a lo Lázaro, lo convierten en intermi-
nen
el candidato para una cuña por la restauración de la confianza en el país.
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ko a sus \\ca■ Diego Arria. ,Svc \--0\es\Ó \V\ká■We \(Agsos o\\ \l\CIDS, \ c091\op\.ahov esA s0 desapase66 aseso de\ ta 1\a. \luma de 0\cas Ptola ac;\(1NaSes. isca\de ■ \as \s'NW' ■ de \a e\ecc,\ór 901\eA0 0.12.55o aba Gol\ 10 i a5\e‘'Na e\ G°T
1(„Los TAB4eVT2i LI shr debe continuar.
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ARTtliw us .21R PPI:TV hats dijo uwa Mala palabra.
LA , sour-Div cri)/L Nadie pKyque era, peiwn su nombre to habl"n. Los ENTAcuENTos.
Había uVvez un p inscrito que se voló poeta.,
Las monedas chimbas Se anunció con bos bomy platillos mania. Pero la el arribo del sencillo desde Ale aleación de la se dijo, no primera colada, servía para ninguna máquina morse_ del país. El realero se quedó frío.
AcZi I_
yoksi:k
la ThAstGbailliviera nada ue ver, en los ermerc ádos encontró,,sus Malvinas
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Clitk
MARISELA BERTT
I final estelarizó, como debe ser. RAFAEL CALDERA.
y del Trabajo, que segund nunca son buenas.
Lester Straker. 12 triunfos en la lomita de los Mellizos de Minnesotta bastaron para que probara la gloria de una Serie Mundial. Lo bajaron en el norte, y hasta la gente del Magallanes lo está viendo feo.
criaturas consentdas de Dassault Pa" las Fuer-
Los Mirages. Las Los así como la súbita obre reelan destinadas al desván derocachivaches
de \os Pe, pe Armadas venezolanas Par a ndalo sonal forzó a"repótenciarlos" \os ladridos Z rros de la guerra rompieron la barrera del está de los Frescatar a esos veteranos cazaborribardeos delrasegundo relegados desde la come Plano al que estaban EI calendario
no son en
bancaria
Las misas ya latín dos concilios remozaron la iglesia, los fondos del Vaticano fi anciáron el cros'? del Arribrosiano ro de todas maneras, y aiir, ..pecorrido los maneras deja ra, ncos ven- "que trab ajen ezolano u gua nunca to. Pentecostés a nscensión dar los días de San Jo u de Cris_ c..,
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ENCEFALOGRAMAS JOSE IGNACIO CABRUJAS
Crema Paraíso. Mucho antes de que las transnacionales instalaran sus filiales de comidas rápidas, los camiones Commer de Crema Paraíso --logo amarillo sobre fondo marrón— recorrían la Calle Real de Sabana Grande y el Paseo Los Próceres con su carga de barquillas y perros calientes. suministrando vituallas a las citas de los no vios.
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Exces()
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"En Venezuela ya la corrupción es un estado de ánimo, y no porque se esconda y se tape, sino porque hay un hábito en la conducta cotidiana de nuestra sociedad" (31-7-87)
"Se busca la identidad nacional, viva o muerta; preferiblemente muerta y de pronto nos encontramos empeñados en esa pesquisa". (26-10-79)
"Yo consideraba que el sexo era pecado y casi lamento haberlo dejado de creer. A mí me gusta la gente maligna, enrollada, pecaminosa". (1á.5-77)
"La sociedad se transforma o me aburro". (21-12-80)
"Me fastidia mucho escribir...en realidad no me gusta hacer nada: prefiero acostarme a ver comiquitas". (14-7-81)
SEXTO SENT DO 411
clecficisrric)
Adoctrinamiento, prédica, bonche, música religiosa, ¿todo a la vez? Con auténtica curiosidad se espera la presentación de la cantante Lila Morillo, ahora convertida al redil evangélico y refugiada en Miami. El espectáculo que ofrecerá en Mata de Coco se llama Dinamita, pero lleva un subtítulo como para evitar cualquier equívoco: Evento evangélico, sábado 22 do julio, 8:00 pm. Allí mismo, en Mata de Coco, también soplan vientos renovadores. Ejemplo: la rumba flamenca con la Rumba 3, los días 13, 14 y 15. Avenida Blandín, La Castellana.
TAMBIEN TUVO TIAS
á nimo de ammus Se trata de Animus, una nueva marca de ropa casual y con estilo. Glenda Montezúñiga .410adip ideó los propios trapos para que las mujeres que los usen se sientan definitivamente bien. Y es que Glenda, comunicadora social, graduada en la UCAB, sabe de cine y de glamour. Después del premio que ganó en el Festival Internacional de Super Ocho, decidió dedicarse al diseño de ropa y dar una tregua al modelado en plastilina para el cine. Lo cierto es que su imaginación vuela y sus diseños se venden como pan caliente en las mejores boutiques. Animus SRL, tel. : 33.21.41.
¿Cómo era el ciudadano John Lennon, aquel que alguna vez con desparpajo comentó que los Beatles eran más populares que Cristo? A diferencia de otras biografías previamente filmadas, "Imagine, John Lennon" es enteramente narrada por él. La vida del chico de Liverpool reconstruida en detalle, a partir de más de 200 horas de filmación, que muestran al personaje público en la intimidad de la cocina, la alcoba, como marido, como padre y como sobrino de su tía Mimi a cuyo lado creció. Material en buena parte inédito, celosamente conservado como cine underground por su viuda Yoko Ono, ahora decidida, con pasión algo necrofílica, a contarlo todo. Y la magia de sus 40 canciones confirmando que la nostalgia ya no es lo que era. En las salas de cine.
SON DE TROMPETA
Son de trompeta Invade las novedades en disco laser de Discompact. Diez títulos con un célebre virtuoso, aunque poco menos que desconocido en estas geografías: el alemán Ludwig Guttler, grabados para el sello Capriccio con una agrupación de cámara de Viena, y música del barroco. Por cierto, el del compacto parece ser un sector inmune a los desajustes de la economía. Fue así como tras una ligera depresión en marzo, se restablecieron las ventas como si nada. Exces0
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OTRA REVOILUCION Una revolución -ahora no con ideas sino con datos- es la que nos implantaron los franceses en este bicentenario de la toma de la Bastilla. En el marco de proyectos de cooperación entre los dos países, la Embajada de Francia acaba de abrir en Caracas el Centro de Información y Documentación Científico y Técnico, el más completo y moderno en el país. Dispone hasta el momento de ocho millones de referencias documentales y bibliográficas y es una especie de satélite de ese monstruo del trabajo científico que es el CNRS (Centro Nacional de Investigación Científica de Francia), con sólo dos filiales en el ámbito lationamericano: México y Brasil. Se nata, pues, de una vasta red de documentación a la cual está integrado el Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y que cuenta, por una parte, con la base de datós Pascal, con siete millones de referencias, enriquecidas anualmente en 400.000, y por otraparte, con el Francis, para los campos de las ciencias humanas, sociales y económicas, con un millón de referencias. Dicho en otras palabras, es un servicio que mediante los índices disponibles para consulta sur place y gracias al más refinado sistema computarizado PC y Minitel, en combinación con la red telefónica normal, permite al investigador tener en sus manos la información del mundo, sin salir de Las Delicias. El Centro opera por suscripciones anuales con tarifas accesibles. Fue inaugurado en enero y ya cuenta con 60 usuarios suscritos, que trabajan especialmente en las áreas de medicina, biología y agronomía. Avenida Francisco Solano con 3ra. Avenida de Las Delicias, en el mismo edificio de la Alianza Francesa, primer piso. Tel. 71.15.81/71.17.73 y 72.64.85
• EL BURGUES GENTILHOMBRE. Continúa en escena la deliciosa comedia de Moliére, por la Compañía Nacional, con versión y di-
En 10$ tablas
rección de José Ignacio Cabrujas. Una puesta en escena como le gustaba al veleidoso Luis XIV para sus diversiones palaciegas: con los episodios de música y ballet que hicieron de estas crea-
• CHAMPAGNE. Aquí la invitación no es a reír sino a refle-
ciones un género nuevo y propio
xionar sobre lo que sería una sociedad sin sentimientos. En la
de la corte francesa, el teatro-
pieza Champagne, escrita y dirigida por Gregorio Scala, la
ballet o comedia-ballet. Género
experiencia sólo llega hasta un centro de rehabilitación en el
al cual contribuyó en la parte
cual, mediante la ingestión de fármacos, se somete a las per-
musical el no menos célebre J.B.
sonas a un proceso de automatización y deshumanización
Lully. Selección musical de Isabel
para mejor adaptarse a la sociedad. Grupo Arte Atid. Sala
Palacios y coreografía de Angé-
Horacio Peterson. Ateneo de Caracas. Estreno: 7 de julio.
lica Escalona. Teatro Nacional.
SOBRE ANTIGÜEDADES Qué es una antigüedad y cómo reconocerla, en este maremagnum de negocios que ofrecen gato por liebre; cómo cuidarla; cómo saber si una pieza menta restauración o no, y quién puede hacerlo. Todo esto será tratado, observado y practicado directamente sobre los objetos con los coleccionistas que asistan a los cursos que se acaban de iniciar, a
cargo de expertos conservadores y res. tauradores y bajo la autorizada dirección de Marcelle Jayé. Mayores informes por el teléfono 256.56.76
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A DOMICILIO No existe en español una palabra equivalente a la francesa traiteur, referente a los expendios de comidas listas para llevar a la casa. Hay traiteurs famosos cuyas preparaciones alcanzan altos niveles de refinamiento. La expresión delicatesses sustituye entre nosotros, sólo parcialmente, al traiteur. Estos servicios los ofrece La Confiture de Altamira, a una clientela fija que agota su producción. "Como la clientela es cautiva, no hemos tenido nunca que recurrir a la publicidad", supone su dueña, Pilar Leonardi. Buena parte de lo que allí se ofrece es de tradición y gustos franceses: los muy típicos CroqueMonsieur y Quiche Lorraine (de alcachofa, espinaca, ajoporro). Las crepes en varios sabores. Otro de sus logros está en la elaboración de las pastas y en sus diferentes preparaciones. Entre los más acreditados y requeridos platos se cuenta el pasticho de fondos de alcachofa fresca, y entre los postres la mousse con los imperativos de la mejor tradición gala, pródiga en chocolate, con cuerpo y deliciosa textura: un balance perfecto entre lo comercial y lo casero. Servicio a domicilio. Avenida Luis Roche, Quinta Peregrina, Altamira. Tel.: 284.28.08.
• icuidado se cae! Dedicarse al comercio de antigüedades requiere un soporte económico importante. Francisco Aloa y Sergio Vilaseca lo tienen, además del buen sentido para las finanzas (nada despreciable en estos tiempos), pues son graduados en Administración y Contaduría Pública. Juntaron su pasión por las antigüedades para dedicarse, desde hace más de un ario, a seleccionar y recoger los más hermosos especímenes. Y, claro, los más costosos. Pero a ellos no se les agua el ojo y proclaman: "todo con estilo", y por eso la tienda constituye un receptáculo del refinamiento. Sirvió —dicho sea de paso-- de marco para una telenovela interpretada por Jean Carlo Simancas. Otra pista: está ubicada en la avenida Los Mangos, La Florida. Eljarrón de Sevres, finales del siglo XVIII, de 45 centímetros de estatura, cuesta 500.000 bolívares. Tel.: 74.43.65.
LENTES QUE PAGAN En estos días soleados y calurosos de julio, nada mejor para proteger esas delicadas áreas de los ojos, especialmente si va al volante de un Sierra o conduciendo una BMW, que unos buenos lentes de sol, materia en la cual el sello Vuarnet —el mismo de las calcomanías— está marcando la pauta. En esto de lentes deportivos nadie ha logrado superar a los franceses. Y los Vuarnet ofrecen una excelente visibilidad, adecuada a diferentes intensidades luminosas y protegen totalmente contra los rayos ultravioletas que, como bien se sabe, son los verdugos de la piel. Perfectos para deportes y actividades al aire libre. Inútil buscarlos por menos de 3.000 bolívares. Según el modelo se elevan hasta los 5.000.
LAS ARAÑAS DE EL HATILLO
Retirados del mundo, aunque a sólo 10 minutos de Caracas, se enclaustran a tejer los hermanos Edith, Luz, Lucía y Vianey León, a los que se suma Antonio, un hermano postizo. Para ellos ningún material es desdeñable cuando se trata de una industria casera, cuya técnica, además de los telares de madera, heredaron de una familia colombiana. Lana, seda, retazos de trajes y medias viejas, mimbre, algodóni combindOSGOn audacia y tejidos con gracia, logran extraños y artísticos tapices que más se demoran en salir del
telar que en ser adquiridos. Una idea en cuanto a precios: un tapiz de 1,80 por 1,20 cuesta 15.000 bolívares. También producen alfombras que facturan por metro cuadrado. Calle 2 de mayo, NP2, El Hatillo. Tel.: 963.56.53. 20
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SUMA CODICIA En cosa de 50 años de migraciones —desde Prusia hasta Wetzlar, de allí a las filiales de Canadá y Japón— la cámara alemana Leica se ha erigido como pionera y modelo del formato pequeño, revolucionando el concepto de fotografía. Por su precisión, manejo sencillo y rapidez, la Leica continúa siendo la cámara perfecta para reporteros gráficos, aunque desde luego, también se ajusta a las necesidades de artistas de la fotografía y aficionados que desean efectuar sus tomas sin problemas técnicos. La Leica R5 Mot se promueve como la cámara reflex de la cuarta generación, la más universal y al mismo tiempo más sencilla en su manejo de cuantas ha fab, izado Leitz. El modelo tiene un precio de 142.590 bolívares en Foto Profesional, Sabana Grande, al lado del Gran Café.
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L OS .J1 IE Ft ." IFt IX IL C) JUEG A,N Poco tiempo habrán dejado los acontecimientos de los últimos días al dirigente chino Deng Xiao Ping para jugar al bridge. Porque precisamente uno de los cargos que se le hicieron para defenestrarlo durante la revolución cultural, fue su entrega a este deporte, en el cual es un reputado maestro. El bridge es uno de los juegos más universales y extendidos. Practicado por 90 millones de personas en todo el planeta, la World Bridge Federation agrupa a 83 países que compiten en torneos internacionales. Venezuela ostentó por espacio de cuatro años seguidos el título de campeón centroamericano y del Caribe, laurel que en reciente justa en Bogotá le acaba de arrebatar Colombia. La Federación local agrupa a 400 socios, aunque se calcula que hay unas 5.000 personas aficionadas a esta disciplina intelectual. "Cuando la gente me ve nadando", observa el líder chino, "se da cuenta de que estoy en buen estado físico, pero cuando me ven jugando bridge comprenden que estoy mentalmente bien". Un detalle que los chicos de la plaza Tian An Men pasaron por alto.
A palos Cuando el tricampeón panamericano Jorge Tanuscio llegó hace dos años, contratado como entrenador por la Federación Venezolana de Hockey, sólo 40 personas practicaban este deporte en el país. Hoy, gracias en buena parte a la tarea multiplicadora que él ha desplegado, llegan a 200, tanto muchachos como muchachas que, distribuidos en ocho equipos, participaron en el último torneo del Caracas Sport Club. Esta cancha es en el país la más ajustada, por no decir única, a los requerimientos internacionales de la modalidad de hockey sobre grama. Originario de Inglaterra (como todo lo que tenga grama), de donde fue legado a las colonias, el juego llegó a ser un deporte masivo en la India y Pakistán, países que mantienen el monopolio de los sticks o palos, fabricados con sandal (madera distinta al sándalo), insustituible y que sólo ellos producen. Se consiguen en el Caracas Sport Club y cuestan 1.000 bolívares. Cuatro establecimientos educativos tienen sus equipos y reciben entrenamiento en este mismo club: el Colegio Los Arcos, Institutos Educacionales Asociados (El Peñón), el Colegio Británico y el Colegio Internacional. Con todo, estamos apenas en pañales, si se tiene en cuenta que en el país de Juan Domingo Perón, desde donde vino Tanuscio, pasan de 60.000 los jugadores de hockey.
EN EL AIRE
Jimmy Marull no concibe la vida sino dentro del sentido que le otorga eso que los otros llaman la aventura. Para él, la gran aventura y el más temerario de los riesgos comienza al desembarcar en el mundo: "Caminar por la ciudad es infinitamente más peligroso que volar en ícaro o en ultraliviano". Este veterano piloto ha experimentado en realidad todos los vuelos: altos y bajos, pesados y ligeros, largos y cortos, desde el parsimonioso ultraliviano hasta un jet a Mach 2, velocidad que duplica la del sonido. "Ojalá pudiera estar en el aire las 24 horas del día", desea este decepcionado terráqueo. Pero desde hace 11 años, cuando trajo el primer ultraliviano a Venezuela, se empató con este avioncito, en el cual, además de recorrer el país palmo a palmo, realizó la más escalofriante de las maniobras: atravesar una cueva legendaria en la cumbre del Autana, en el Amazonas. Marull, que además ha incursionado en el periodismo y es un fotógrafo respetado, explica que la aviación ligera, tal como él la entiende y la practica, no se limita al interés deportivo sino que su explotación puede prestar útiles servicios de salvamento y vigilancia en costas y concentraciones públicas, en siembra y fumigación, y en campañas publicitarias. Las ventajas del ultraliviano son grandes: se nutre de gasolina de automóvil y con sus dos tanques llenos garantiza dos horas y media de vuelo. La visibilidad es total y como además se desplaza tan lentamente, permite cubrir un área extensa Sin per-
der un solo detalle. Aterriza en 20 metros y-si es anfibio en cualquier laguna que tenga más de cinco centímetros de profundidad. El costo no es alentador: un biplaza comprado en el exterior está por los 10.000 dólares. No obstante, hay 40 pilotos inscritos en la Asociación de Vuelo Experimental de Venezuela. 22
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110111111.ATIS LA FAMILIA DEL SWING Estos sauces no lloran. Más bien les sobran razones para ser felices. En la singular familia, la de los Sauce, unida, además de los lazos de la sangre, por el fervor golfístico. Thaís de Sauce es una de las mujeres más activas y militantes de la cofradía. Acaba de participar en el campeonato nacional de damas en el Caracas Country Club, lleva las riendas de la casa situada en La Lagunita y organiza la agenda de compromisos de su marido y sus seis hijos, todos golfistas. Oswaldo Sauce, jefe del equipo familiar, es un prestigioso cirujano plástico. Sus hijos Morgan, Arnold, Federico, Jonathan, Anthony y Christian, en edades comprendidas entre los 13 y los 21 años, ostentan una escala de handicap que va del O en Federico al 15 en Arnold. Jonathan, con handicap de 4, es récord suramericano y mundial en su categoría. Federico se prepara para viajar a Estados Unidos en donde estudiará Administración. Y por supuesto, llevará en su equipaje los palos de golf y su handicap.
Por primera vez se realizará en Venezuela un campeonato profesional de surfing Hasta el momento de este deporte, cada vez más popular, sólo se habían organizado torneos a nivel amateur. 'Muchos de los surfistas venezolanos poseen una dilatada trayec-
toda en el exterior pero no habían podido competir profesionalmente en el país. Entre los nombres de quienes competirán los días 22, 23 y 24 de julio, figuran Alberto Machado, Gilberto Martins, Ar Aljah, Orlando Guerra e Igor Hernández.
MIGLIETTI & ASOCIADOS ABOGADOS LUIGI MIGLIETTI CARLOS GUILLERMO AROCHA BRUNO CIUFFETELLI GENTILE CARLOS SEQUERA AÑEZ Av. Urdaneta. Centro Financiero Latino Piso Ofc. 9. Caracas 1011. Teléfonos: 563 26 89 - 26 84 73 96 - 74 16 - 74 67 - 74 87 Telex 28292 CODER VC, Fax 563 7925
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Amí Fihman, desde México : Juan Oropeza , Exceso, yo, Matamoros, y La Pren
UMANOS EN MEXICO
RO DEL DIA El inocente viaje del joven norteamericano Mark Kilroy a la ciudad de Matamoros, México,
.sabemos que debió hasta veintiuna muertes —"sin contar mejicanos".
El asesino desinteresado Bill Harrigan. Jorge Luis Borges.
desembocaría, a través de los designios insondables de un culto: el Palo Mayombe, en el suplicio, la olla ritual y la fosa común. Esta vez la muerte no guardó silencio y la de Kilroy habló por la de otros 14 hombres que en ejecuciones sumarias o misas negras había sacrificado Adolfo Jesús Constanzo,
El
Padrino . El bautizo de sus ahíjados en las pilas de la homosexualidad y el tráfico de drogas, legitimado por la bella Sara Aldrete, La Madrina, acrisoló una secta que había ganado adeptos entre las filas de la policía y en los estudios de Televisa.
Una foto de Constanzo, el jefe de los santeros asesinos, apare. cada en el apartamento del holocausto
a quema de dólares, un inusitado ritual fuera de los hornos de la Secretaría del Tesoro de los Estados Unidos, a la inevitable hora de la decrepitud, y de las aduanas norteamericanas cuando tropiezan con un alijo de apócrifos impresos en Colombia, carece, al sur del Río Bravo, de fieles adeptos. El sacrilegio figura, sin embargo, entre los desmanes menos ofensivos que se le imputan a Adolfo Jesús Constanzo, El Padrino y, por inmóvil contigüidad, a Sara Aldrete Villarreal, La Madrina. El crepitante agravio tuvo lugar, según testimonios de las autoridades y de los
sobrevivientes del grupo de iniciados que lo acompañaban el 6 de mayo, cuando El Padrino, metralleta en mano y encaramado en el cuarto piso de un macilento edificio de la calle Río Sena de Ciudad de México, libraba una postrera batalla contra la policía y escenificaba los últimos versos del siniestro poema de su vida. Los agentes, bajo las órdenes de Supermán, el licenciado Rodrigo Martínez Ramírez, subdirector operativo de la Policía Judicial en el sector Poniente, atraídos por sospechas, informantes, y una denuncia —la de un Lincoln gris abandonado en los parajes desde hacía casi una semana—, habían cercado el edificio a la 1:30 pm, bajo un sol de
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primavera que por el telón abierto de la contaminación sabatina lamía las calles de la ciudad, y se habían enfrentado, con incredulidad, refuerzos y armamento, a una lluvia de dólares, balas y centenarios de oro. El licenciado Rodrigo Martínez, a quien se le había trabado el arma de repetición, creyó reconocer a Alvaro de León Valdéz en el recuadro de una ventana. Quince cadáveres trepanados, mutilados y con el pecho abierto, exhumados en Matamoros —estado de Tamaulipas— el 11 de abril a raíz de la confesión de Elio Hernández, un joven narcotraficante de la frontera, lo reclamaban. Habían sido sacrificados, por órdenes de El Padrino, en ritos de santería y en aras a una ansiada protección comercial suscrita por el brujo con Elio Hernández y su grupo. El licenciado, así como los hombres de la Policía Federal, sorprendidos por palos, velones, santos vendados, cabezas de animaes, túnicas negras y espadas flamígeras que delataban la premura de la fuga en las casas allanadas durante la investigación, estaban sobre la pista de Constanzo desde hacía varias semanas. Cuatro pisos más arriba, El Padrino, que había venido eludiendo el testarudo rastreo de los sabuesos, mientras disparaba contra la policía plomo e insultos, ordenó que se invocara la eternidad del fuego en la cocina del apartamento con una simple vuelta de manija. Una maleta de dólares,último testimonio de sus andanzas de magia, ultraje y muerte, sería condenada a la hoguera. La divisa, debió recordar de buena fuente, no circula en el infierno. a pálida lucidez de la derrota había invadido a El Padrino desde que se percatara de la llegada de la husmeante jauría. La había precipitado delatándose con la elocuencia de la ametrelladora y descubriendo, en el gesto de arrojar el dinero a la calle, la cola de un intermitente botín producto de sus trashumantes y sangrientos negocios: limpias, rayados y tráfico de drogas. La muerte, conjurada y prodigada con liberalidad, arma y aliado, había sido complaciente y generosa en dinero y amor. El Padrino no estaba solo. Le obedecían turnándose con el arma en la ventana y quemando los billetes, Martín Quintana »1».26 Exces0 Julio 1989
l.
Los restos del templo, destruido por recomendaciรณn de un exp,erto en santra.
,
Rodríguez, Alvaro Darío de León Valdéz y Omar Orea Ochoa, que en un irresistible cocktail de sexo, miedo y brujería, arrastrados y arrinconados, ayudaban a la histérica ejecución del trágico final de juego. Sara Aldrete Villarreal, La Madrina, que los sedantes golpes y patadas de Constanzo silenciaran, se había refugiado bajo una cama en el cuarto vecino. Duplicándola, Omar, primer y longevo amor mexicano de El Padrino, pasó a hacerle compañía. La refriega se había prolongado cerca de una hora. La policía había tomado la azotea y Supermán, adosado a la pared, abreviaba las escaleras del inmueble. El pelo en oxigenado molde punk —reciente desmentido táctico de su doble origen cubano y mediterráneo—, El Padrino ordenaba, en virtud del pacto suicida acordado con anterioridad por el pequeño círculo de acólitos, el simulacro de su verídica muerte, pues se consideraba inmortal, y la de sus compañeros. Adolfo Jesús Constanzo pronunció la imperiosa sentencia. Alvaro de León Valdéz, El Duby, gatillo experimentado en duelos de botiquín y ajuste de cuentas, debía apurar el tránsito con la tartamuda certeza de la metralla y con onanista fatalidad, cumplido el compromiso, suicidarse. La minada convicción de Omar, arrobado en sollozos, descalabró el perfecto broche de sangre. No quería morir. El Padrino, comprensivo e indulgente, aceptó la flaqueza de su militancia. "Está bien", admitió. Las lágrimas de quien años atrás le inspirara un amoroso bolero, lo empujaron a ceder con tierno desprecio. Martín, el otro amante y perro de presa, su incuestionable sombra en los últimos tiempos, lo acompañaría. Después, le tocaba a El Duby terminar, por cuenta y gusto propios, la tarea. Entregó el arma y abrazado a Martín entró al closet. Sara y Omar, gimoteando en la humareda, se abismaban en la insoportable contemplación. El terror debilitaba el veterano instinto homicida de El Duby. No se atrevía a disparar contra El Padrino. El jefe, el hechicero, el omnipotente protector. "Mátalos y déjate de chingadas", gritó Sara. Omar, en tenue réplica, asintió: "Ya, ya...". Pero le toca a El Padrino, imponi¿ndose como de costumbre con un argumento trascendental, desenredar los desobedientes músculos de El Duby. " ¡Te irá peor en el infierno si no lo haces!", amenazó. PAG. 30 Bse.
sIMIIII1911M" Oh,
Sara Aldrete Villarreal
11111111 El rashomon de esta historia, muerto El Padrino, ha otorgado a Sara Aldrete Villarreal un indiscutible papel estelar. La alumna destacada del Southmost College de Brownsville, que soñaba con ser famosa algún día, no era ajena, en el ámbito estudiantil, a la pasarela de la notoriedad. Premios a nivel nacional en educación física, altas calificaciones y el sufragio de sus condiscípulos en la presidencia de clubes deportivos, redondeaban la imagen ejemplar de la mente sana de un cuerpo saludable. La insospechada otra vida de Sara, que afloró con los cadáveres de Matamoros, la declaración de una banda de narcotraficantes y la misteriosa huída en compañía de Adolfo Jesús Constanzo, desubican, para siempre, el impecable curriculum. Los relatos divergentes de protagonistas, testigos, investigadores —y el de las sucesivas confesiones de Sara—, le asignan rostros tan variados, contradictorios y asimétricos que un intransitable enigma se ha levantado a su alrededor. Sara, que en el prisma de la intriga se descompone en inocente víctima arrastrada por la curiosidad, portentosa amante capaz de complacer con diestra sutileza a muchos hombres a la vez, hábil intermediaria en el negocio de la droga, cabal madrina depositaria de los ídolos supremos de una clandestina secta religiosa y aventajada actriz capaz de asumir las máscaras de la circunstancia, en este caso las de su defensa en la cárcel, ha lucido, durante la investigación, un juego de tres alternas personalidades. Inteligente, seductora y perversa en alto grado, en palabras de las autoridades, sabe endulzar en el caramelo de sus ojos, la inquina sospechosa de los múltiples interlocutores que la acosan ahora cuando se ha hecho definitivamente famosa. Sara Aldrete Villarreal, en la historia de sí misma que cuenta tras las rejas de la cárcel, es tan ingenua como la Caperucita Roja evocando el horror de la abuela devorada por el lobo. El pelo recogido, una abierta sonrisa, que busca seducir mansamente más acá del sexo, recorre su rostro desteñido por las lágrimas de la prisión. Sara tiene 24 años. La voz cristalina, las risas y el llanto contenido, turnándose, barnizan las peripecias del espanto, contadas con elocuencia e ingenuidad de niña sonámbula perdida en un juego de adultos. La Sara Aldrete que se desdobla, manejando como hábil marionetera a la otra, cándida y enternecedora, repite la travesía de un Averno sangriento y sombrío, incapaz de leer los signos de la tragedia. Las contradicciones, las incoherencias y la mirada inquisidora del interlocutor no resquebrajan lafirmeza de la actuación. Sara se asoma, por encima de la desgracia,para disfrutar, sin timidez alguna, la luz de los seguidores y la atención del público, desde una celda del Reclusorio Oriente de Ciudad de México. <
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dades? —Nunca. No. —¿Fuiste religiosa en tu infancia? —Sí, era religiosa. Siempre he estado en movimientos del Espíritu Santo, de evangelismo, de todas las iglesias de renovación espiritual y todo eso. —¿Es cierto que en estos momentos estás leyendo la Biblia? —Sí, es la mía, la que siempre tengo. a bruja, de las aulas del College a los barrotes de la cárcel. Cuando tengo algún problema cierro la BiSARA EN EL ESPEJO blia y donde abra es corno si fuera un consejo para lo que —Yo llevé una infancia me está pasando. muy normal, como cualquier —¿ Y qué estás leyendo niño, muy feliz. Nunca me falahora, dónde ha caído? tó el calor del hogar, el res—Estoy empezándola despaldo de los padres. Yo nunca tuve una discusión con de el Génesis hasta que termina el Apocalipsis. Complenadie, nunca tuve enemigos, ta. Voy apenas por donde se no me considero una persoestá terminando la creación. na agresiva, al contrario, me considero muy sociable. TenEL ROSTRO DE EL go muchos amigos. Mi meta PADRINO fue siempre llegar muy arriba en mis estudios, no tan sólo —¿En qué año conociste para mi satisfacción, sino paa Constanzo? ra la de mis padres, que era —En el 87, a finales de julo que más me importaba. lio o principios de agosto. Todo lo que yo me esmeré y Fuimos novios un mes, en todos los premios que tengo, septiembre. todo lo hice por ellos. —¿Era seductor? —¿Eras la primera de la —Sí. Tenía algo. Era clase? atractivo, llamaba la atención. —Casi siempre sí, y cuanEl me fue buscando (desdo no, me esmeraba por llepués del primer encuentro), gar. pero yo ya no quería salir con —¿ Y no suscitabas rivali-
él. Empecé a verle unos collares, muchos collares de colores, de cuentltas de vidrio, chiquiticas. Me llamaban mucho la atención. Yo le preguntaba y él se reía. Quería que me dijera cómo un hombre, por qué un hombre con collares. Se me hacía muy raro. Me fue diciendo con el tiempo que era su religión, que era santería cubana. —Si en septiembre se ennoviaron, quiere decir que Constanzo se había quedado en Matamoros, ¿no? —Sí, estaba en Matamoros. Me fue diciendo la razón por la que estaba en Matamoros. Estaba ayudando a un comandante de la Federal. El decía que era su padrino (del comandante), porque los que estaban en esa religión eran sus ahijados. —¿Tenía algo de afectado? —Nada, nada... No podía yo decir que fuera gay, no se veía. El caso es que me dijo que tenía que decirme algo. No sabía cómo y le daba vueltas y vueltas al asunto. Hasta que le dije, acláramelo. Y me dijo que tenía dos amantes. "¿Estás casado?", le pregunté. Y dijo que no, que tenía dos amantes, pero que no eran mujeres. (Yo me quedé un poquito fría). "Sí, y uno de esos tú lo conoces, es Martín". Otra sorpresa, nunca me lo hubiera imaginado. Le dije que lo nuestro ya no podía ser, que yo me había criado
en costumbres muy diferentes y que no me iba a sentir a gusto. Me dijo que él me entendía, pero que no me podía dejar. "Cumples años el mismo día y a la misma hora que mi mamá, el 6 de septiembre", me dijo. Fue cuando le dije que podía confiar en mí, que podía ser su amiga y se enojó mucho. Me dijo que si tenía amigos o pretendientes que me olvidara. Un tiempo no me buscó. Y después empezó a buscarme y a averiguar sobre mi vida sentimental. Ya no se me acercaba nadie. No sabía si era cuestión sicológica o si él estaba haciendo algo, ¿verdad? —¿ Y eso a ti no te indignaba? —Sí. Se lo dije. El me contestaba que hasta que yo no le pidiera lo que él quería que yo le pidiera, no me iba a dejar. Hasta que no estuviera con él. Y no salía, me quedaba en casa y mis padres se preguntaban por qué. Me dediqué más a la escuela. Si llamaba alguien por teléfono, yo le decía que estaba intervenido. —Pero sí recibías las llamadas de Adolfo. PAG.30
Días felices: Constanzo, / Sara, Martín y Omar con Santa Claus.
Cuarenta balas cosieron entonces los cuerpos de los amantes entrelazados. llicenciado Rodrigo Ramírez Martínez estaba a tres metros de la puerta, cuando habiéndose apagado el tiroteo, envuelta en humo, la alta y delgada figura de Sara Aldrete Villarreal, La Madrina, atravesó el umbral del apartamento. "No disparen, ya se mataron", suplicó. La esbelta silueta encajaba mal en el personaje que había anticipado Supermán leyendo las declaraciones de Elio Hernández, preso en Matamoros. La piel blanca, las manos fuertes, el metro 86 de estatura y el bonito y largo rostro empañado por el llanto de sus ojos claros, cabían en el brillante curriculum de Sara Aldrete Villarreal, la estudiante de educación física del Southmost College de Brownsville. Desmentían, sin embargo, a la impávida Madrina que en Matamoros, en una casita cercana al Rancho Santa Elena, propiedad de Elio Hernández, refrendaba con una silenciosa presencia de iniciada y depositaria de la fe mayombera, la ceremonia de los sacrificios. La voz cristalina, dul: ce y segura —la buena alumna que responde con\aplomo a las preguntas de un examen oral— no se había enturbiado con las gárgaras de sangre humana en la marmita ritual, la nganga de Santa Elena. La Madrina, entre Omar y Alvaro, desentonaba en la comparsa. El Duby, desarticulada en la ejecución de El Padrino la ferocidad sin alma —empeñada al rayarse unos meses antes—, se había rendido sin cumplir a cabalidad el letal compromiso. La Madrina, por boca de Sara, alcanzó a amenazar en los primeros momentos de cautiverio: "¡Soy hechicera! ¡Los voy a embrujar!". Adolfo reencarnaría en un recién nacido, vaticinó Sara en el primer interrogatorio. Convenía precaverse con una limpia. Un trabajo, en términos criollos. Un ensalmo. La reedición de El Padrino, aunque improbable, habría merecido estrictas precauciones. La persecución policial, facilitada por
xual y un enjambre de creyentes bajo el confeso influjo de Constanzo—, no había vacilado en echar mano a las armas del mismo cuño. El cruzado azar de una requisición de droga en la frontera y la intensa búsqueda del estudiante Mark Kilroy, desaparecido en Matamoros a mediados de marzo, había revelado el templo sacrificial, signado por los restos ceremoniales del Palo Mayombe, y su adyacente camposanto, en las cercanías del Rancho Santa Elena. El comandante Juan Benítez Ayala, por recomendación de Rafael Rodríguez, experto en religiones afrocubanas y traído desde Miami, había mandado a quemar la anodina casucha roja, el 23 de abril, para vulnerar a Constanzo durante la huída. Muerto, para Sara no se suspendí-
una ristra de huellas —pasajes de avión, irresueltos homicidios facsimilares en la Zona Rosa de Ciudad de México, casas exhaustivamente apertrechadas de pacotilla santera, el vasto eco disperso de la pasión homose-
a la función. Adolfo esperaría a la vuelta de una nueva existencia. La secta, por lo demás, se ramificaba en otras ciudades del país. Recibía, incluso, el calor de las candilejas, aseguraba Omar. Las estrellas de la PAG. 32 all■
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La utileria de los brujos y los dólares de la verdad.
Sí, eso sí, él me hablaba y me preguntaba cómo estaba y cuándo me veía, si no me faltaba nada. Estaba atento a que no me faltara nada. Me decía cuando me enfermaba: "ve al médico". Y si me negaba, me empujaba. Nunca me imaginé que fuera a hacer algo así. Le contaba mis cosas y me daba consejos. El y Martín, sobre todo Martín, se preocupaban por mí. —¿Por qué necesitaba Adolfo cometer los excesos que llevó a cabo? —Decía que lo había hecho por protección a los de Matamoros. Nunca me dio una explicación y a mí me daba asco, me repugnaba, por
la saña con que lo hizo. —¿Consideras que tenía algunos poderes, algún magnetismo? —Magnetismo tal vez. Me asombraba la obediencia que le tenían los de Matamoros.
EL LABERINTO DE LA SANTERIA —¿Practicaste lo que los cubanos llaman santería desde 1987? —No digo que la practiqué... Adolfo nunca consideró que pudiera llegar a hacer algo en esa religión. El decía que yo tenía muy fuerte mi catolicismo, que tenía que dejarlo y yo le dije que no lo
iba a dejar. Lo único que me dio fueron unos santicos y me dijo nada más que les pidiera, humildemente, siendo muy devota. El me dijo cómo pedirles y que les pusiera unas manzanas y cada vez que me cumplieran algo, que les cambiara las manzanas. Pero nunca practicarla. Tal vez si no hubiese pasado nada de esto, si yo no me hubiera enterado, él hubiese tratado de enseñarme. Me dio nada más la receta de una limpia, pero esa se la dirá a todo el mundo. Era que en una cubeta de agua se pusieran diferentes flores y limones y, bañándose con eso, se hacía la limpia. Fue lo único que me dijo. —¿ Cómo entra Elio en la santería? —Adolfo me dijo que quería relacionarse con gente de Matamoros, que yo tenía muchos amigos, que por qué no se los presentaba. Yo me reí "¿y para qué los quieres conocer?". Dijo que eran cuestiones de la policía, que si yo no sabía quiénes andaban en lo del narcotráfico. Le dije que no, pero que había tenido un novio que se llamaba Elio y que el hermano había muerto en esas cuestiones, balaceado fuera de un bar. Me dijo que se lo presentara. Y le dije, "pues, cómo te lo voy a presentar". "Pues dile que soy brujo. Nada más dile que yo lo puedo ayudar en todo lo que él necesite". Elio a veces me veía por la calle, me paraba y yo no podía decirle. Luego Adolfo se vino para México, sin despedirse por que estaba enojado por eso. Por enero me empezó a llamar, que qué pasaba. Fue
cuando encontré a Elio y me comentó que lo andaban siguiendo unas enemistades de su hermano. Le hablé de Adolfo y le di el número y empezaron las llamadas entre los dos. Hasta que Adolfo me llamó y me dijo: "dile que si para el Viernes Santo no se decide, no lo voy a ayudar". Total, sí hubo acuerdo entre ellos. Me vine a México antes que Elio. Entonces Adolfo me dijo: "Mira flaca, Elio va a entrar a una religión que no es la tuya. No es santería cristiana. Es santería cubana. Para eso necesito una mujer, tiene que estar presente,. como si lo fuese a amadrinar". El tenía un cuarto donde no dejaba que yo me acercara. Yo quería saber qué había dentro del cuarto. Entonces le pregunté, "¿es que voy a entrar al cuarto?". Me dijo: "Sí, nada más te voy a hacer dos crucecitas", era como una limpia, para que no me pasara nada cuando yo presenciara la ceremonia de Elio. Una cosa me dijo: "a todos los demás que vas a conocer les voy a decir que estás rayada." ¿Rayada ? "Es lo que le voy a hacer a Elio en los brazos". Me metió y me empezó a limpiar con un gallo, sentí en la espalda dos picaditas y luego mató el gallo. Me tenía con los ojos vendados. Olía mucho a humo y alcohol. Estaba asustada, pero quería saber. Olía a animal muerto. Esto que me hizo a mí fue un miér-
coles. A Elio, que había llegado, lo iban a rayar el Viernes Santo y lo pusieron en penitencia. Cuando lo tenían en el cuarto especial, empecé a oir maraquitas y a Adolfo hablando en patois. Y al ratito me dice: "Ya entra, pero espérate", y me tapó los ojos. iHíjole, es que no voy a ver nada! Me hincó y oí unos gallos y un chivo que estaban matando. Me destapó los ojos al final y me dijo que no volteara a ningún lado, que nada más mirara a Elio. Había mucho humo, pero alcancé • a ver una olla grandota con una cosa negra como encajada. Me dijo que golpeara a Elio y lo golpée, le destapó los ojos y le dijo: "Desde ahora esta es tu familia, estos son tus hermanos, yo soy tu padrino, ellos tus mayordomos —Martín y Omar—, y ella es tu madrina, la vas a respetar, vas a ver para que nunca le falte nada y siempre esté bien". Cuando bajé la vista, vi a Elio ensangrentado, chorros y PAG. 33
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sas negras. Una secta de ahijados, ala que se incorporan Salvador Vidal García, agente antinarcóticos de la Policía Federal, y los tres espíritus que lo habitan, toma cuerpo y cobra vigencia. Sara Aldrete Villareal, Elio Hernández y Salvador Vidal llevaron en Matamoros vidas divergentes hasta 1987. La llegada de Constanzo ataría sus destinos. Matamoros, que las guías turísticas tasan de insignificante, comparte con la texana población de Brownsville la última compuerta fronteriza del río Bravo. Las maquiladoras, la agricultura y el tráfico de drogas le han ganado el indulto, bajo desteñidos cielos, de una liviana y a menudo violenta prosperidad. Un par de puentes —uno ferroviario, el otro automotor— la unen a su vecina septentrional en siamesa relación. Trampolín al norte, muchos de sus desarraigados pobladores, venidos de otras partes tras el paso fácil, la padecen como purgatorio de un abortado tránsito al paraíso americano. Medio millón de habitantes la pueblan, se calcula, y un flotante de otros 100.000 enrarece sus calles, a donde llegan y desaparecen difuminando precisiones. Sara estudiaba con ambiciosa aplicación en el Southmost College de Brownsville, pero acataba el cobijo que sus padres le brindaban en la ciudad natal. Tenía 22 años, había estado casada, al otro lado, paa34
La actriz Lucía Méndez, bruja en televisión, Omar dixit, se encomendaba al Padrino.
chorros de sangre. Yo pensaba que la marca se pintaba.... Cuando salimos Adolfo se dio cuenta de que yo había visto. Me dijo que si hubiese volteado la cabeza, un
espíritu me hubiese tomado. A mí se me hacía muy excitante. ¡Ay, que me hubiera agarrado el espíritu! —¿Estuviste alguna vez en Santa Elena?
—Cuando rayaron a Alvaro, a Sergio y a Manlio. Adolfo me dijo que para eso no se necesitaba mujer pero que me iba a llevar para que ellos vieran que había alguien. Fue la primera vez que fui al rancho. Me llevaron a la casita roja. Estaba toda cerrada. Las ventanas las tenía todas tabladas, como cuando va a venir un huracán. Adolfo me dice: "Yo les voy a decir que hay un espíritu y si hay una mujer, no baja". Ellos lo creyeron y me dejaron afuera. Fue en mayo del 88, eran Manlio, Sergio, Alvaro, y Carlos García que después lo mataron. Salieron muy felices.
AMORES QUE MATAN —Las primeras veces que empecé a encontrarme con
Gilberto (Garza Sosa), cuan- Una de las caras do yo venía del College, nos de Sara Aldrete poníamos a platicar. El me Villarreal, decía que desde hacía tiem- La Madrina. po quería acercarse a mí, pero conocía a un familiar mío, que le advertía :"No, con mi prima no te metas". Empezábamos a hablar por teléfono y una vez nada más fuimos a comer y muy bien...Hasta que uno de ellos se dió cuenta, David. Yo le dije: "¡No hombre! se ve muy buena aente". Sí, dice David, "¿pero qué intenciones trae? Pues mira, Sara, es narcotraficante". Le digo: "¡Ay, por favor!". "Sí", dice, "es narcotraficante y además está muy grande para ti". Y ya no me volvieron a decir nada. Hasta que un día„ cuando regreso a la casa, estaban David y los demás. "Es que venimos a anunciarte que mañana llega El Padrino". Dije que no iba. PAG.34 000►
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Elio Hernández, el aprendiz de brujo.
El Duby, por esta vez, titubeó antes de apretar el gatillo.
por escasos cinco meses, y disfrutaba de la reconquistada soltería en medio de una bien merecida popularidad estudiantil. Elio Hernández, antiguo novio de Sara, se empeñaba en asegurar la sucesión de su hermano mayor al frente de una floreciente organización familiar dedicada al comercio de marihuana y cocaína, después de que éste hubiera sido asesinado en una balacera, a la salida del restaurante Piedras Negras, en el centro de Matamoros. Unico forastero de los tres, Salvador Vidal, el agente federal ahijado de Constanzo, ejercía funciones de comisionado en la Campaña Permanente Contra el Narcotráfico. El Padrino apareció en Matamoros, al menos a ojos de Sara, promediando el año. El encuentro de carro a carro, nada inusual en la localidad, se produjo en la tabernaria avenida Alvaro Obregón, de festivo tráfico nocturno los fines de semana. El Padrino, acompañado de Martín, había venido a ver a su ahijado y socio Salvador Vidal. Próximos jugosos negocios, como el reciente robo de dos kilos de cocaína en Guadalajara, con la participación del policía, se dibujaban en el horizonte. Para Sara, no obstante, Constan34
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zo vistió esa noche una ficticia toga de abogado mayamero que unos collares de cuentas habrían sabido desmentir. Un amorío fugaz en septiembre, disuelto cuando la joven entendió el íntimo rol de Martín, un curso acelerado en santería, y el deseo expreso de El Padrino —el convincente brujo bajo el efímero disfraz judicial— de que Sara lo introdujera a gente necesitada de protección antes de proseguir rumbo a Ciudad de México, cerraron el inédito otoño de la estudiante feliz. Los vaticinios de Constanzo, descifrados en las cartas —premios, becas, altas calificaciones— vencieron las primeras reticencias. Elio Hernández, temeroso de un final que lo homologara a Saúl, el primogénito, se perfilaba como candidato idóneo para los buenos oficios de El Padrino. Satisfecha, pudo hacérselo saber en una de las asiduas llamadas que el brujo le dispensaba desde la capital. Sara, de igual modo que había recibido en custodia varios santos de Constanzo —la Caridad del Cobre, San Francisco de Asís, Santa Bárbara, la Virgen de Regla— y un coco —elegua o Santo Niño de Atoche—, accedía a actuar de enlace entre el ávido brujo y el desamparado traficante. PAG 36 10111•-
Omar no quiso morir, Constanzo lo absolvió.
"¡Híjole! ¿Por qué?", preguntan. "Porque mañana voy a salir con Gilberto". Entonces llega Elio. "Ve por El Padrino al aeropuerto". "No, yo no voy a ir". "Ya es la hora y tú todavía no estás y se va a enojar". Por fin cedí. Y me dió las llaves de un Marquis blanco. Y Gilberto nunca llegó. Y yo empecé a llamarlo y no me contestaba. Hasta que me respondió la operadora que el número estaba fuera de servicio.
LOS ULTIMOS DIAS DE ESPANTO —Un domingo recibo la llamada de Adolfo, bueno era Martín, estaba llamando del carro: "Dice Adolfo que te vengas, que detuvieron a Elio". Pues ni modo —pensando yo en la brujería—, ya sabrá Adolfo cómo lo ayu-
da. Me fui para Brownsville. "Vámonos a México", me dijo "No, yo no me voy, para qué". "Los han visto fuera de tu casa platicando. No quiero que vayas a tener algún problema. Nada más son unos días, después nos vamos a Acapulco". Tenía que sacar la visa porque era residente de Estados Unidos y le dije: "Por qué no se van ustedes y yo me voy mañana". Traían el carro blanco de Elio, y yo pensando en el pobre Elio les dije: "Yo voy y los dejo en el aeropuerto y me regreso con el carro". El lunes en la mañana los llevé y saqué la visa y en la noche me vine a México. Adolfo estaba muy nervioso. Se le trincaba la quijada. Llegando la tarde (del día siguiente) me dijo que íbamos a ir a un departamento de Salvador (el comandante de la policía). Llamó a su mamá para que lo ayudara, creo que ella le dijo cosas muy feas. Nunca deshice mis maletas esperando que nos fuéramos para Acapulco. "No hagas ni una sola llamada telefónica", me dijo. Pero yo llamé a mi casa, normalmente, todavía no sabía nada. Colgué rápido porque oí las voces. "Usaste el teléfono", me dijo, y me agarró por el hombro, me llevó a la recámara, me aventó a la cama y me encerró. A mí todo se me hacía muy feo. Prendo la televisión. Empieza el programa de Eco, ya en la madrugada. Lo primero que dicen, una noticia horrenda, que se habían descubierto, creo que eran ocho, llevaban ocho cadáveres. Yo me quedé: "¡Ay, tantos muertos!". Se me hacía conocida la casita. Y cuando dijeron el Rancho Santa
Elena en Matamoros, ya venían todos. Alvaro, Adolfo, Martín y Omar. Me le quedé viendo a Adolfo y se rió: "ay, flaca —me dijo— yo no fuí, fueron los de Matamoros". Yo veía pero no captaba. Entonces cuando dijeron que asesinaban en ritos vudú, sacrificados, yo sentí que se me doblaban las piernas. El me dijo: "Mira flaca, no es la primera vez que pasa. Sí, fui yo, y todavía falta, son 15". Yo lo veía y me daba miedo, asco, repugnancia. Y le dije: "¿Por qué me trajiste?". "Es muy fácil, si te quedas en Matamoros vas y avisas a la policía", dijo. —¿Sentiste que tu vida corrió peligro? —Sí. Empecé a llorar mucho, no comía, vomitaba sangre. Veía mi fotografía en televisión, a su lado, y me sentía asqueada. Adolfo decía, "Te quiero mucho pero así no puedes seguir conmigo. Si tú no aguantas esto, no aguantas nada". Martín decía: "No, déjala ya. Si no, qué hacemos con el cuerpo". O sea, ya pensaba él en acabarme. —En aquellos momentos, ¿no practicaban ninguno de los ritos? —No. Adolfo no traía nada con él. Nada más consultaba sus barajas. Me había separado en las cabañas (de un hotel cercano a la capital) porque me decía que le estaba dando muy mala suerte. Cuando venía al cuarto, me pateaba, me golpeaba, le metía las balas a la mey decía: tralleta "¡Uno, dos, pum!", me ponía la ametralladora
en el pecho
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y me la iba subiendo hasta el cuello, hasta la barbilla, hasta la boca y me preguntaba si ya me había decidido a pedirle lo que estaba esperando. —¿Es decir? —Intimidad. Yo le decía que no con la cabeza. Nos fuimos a Huastepec y de Huastepec a Cuatla y de Cuatla a Huastepec otra vez. Y allí llamó al comandante y el comandante le dijo que se entregara, que no había poder humano que lo pudiese ayudar. Entonces se enojó y dijo: "Vámonos a México". Estuvimos en casa de Karla (una adepta de vieja data), hasta que consiguió el departamento de Río Sena. Y nada que la policía daba con nosotros. Adolfo disfrutaba contándome de los muertos, que habían sido 11 por venganza y narcotráfico, pero que los demás habían sido sacrificados, entre ellos el americano, Mark Kilroy. Me lo decía y gozaba. —¿Qué te decía del americano? -Que lo habían levantado por azar y que se lo habían llevado al rancho y que allí lo habían matado. A los del narcotráfico los torturaban, después de sacarles lo que le querían sacar, los mataban y los echaban en la misma fo-
sa. A los otros los agarraban pidiendo aventón o diciendo que eran judiciales. Adolfo se metía al cuarto con ellos y empezaba el rito, luego entraban los demás y les abrían la yugular, dejaban que en vida se desangraran y después les abrían todo: el tórax, los trepanaban y todo lo echaban en esa olla que tenían. —¿ Te dijeron si Elio y los muchachos participaron en el sacrificio de Mark Kilroy? —Sí, dijeron que lo habían llevado, pero él es el que mataba, Adolfo era el que mataba. Que Elio había matado a dos a balazos, nada más. Por lo del narcotráfico. —Durante esos años, ¿no sentiste amor por Adobo? —No, cariño sí, pero nunca llegué a sentir amor. (Fragmentos de una entrevista con Sara Aldrete Villarreal, La Madrina en el Juzgado 58 Penal, Reclusorio Oriente, Ciudad de México. Estuvo presente, junto a los enviados de EXCESO, Edgardo Montiel, director del diario El Bravo, de Matamoros). (4J
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La iniciación de Elio —el definitivo rayado— se llevó a cabo en Semana Santa. I as versiones, la de Sara, madrina del nuevo creyente, y la del joven narcotraficante, difieren en términos de geografía. Elio —vendado, desnudo y acostado boca abajo en el piso, arrullado por un cascabel de maracas y el olor a humo de tabaco, herido en los brazos,
el pecho y la espalda , sitúa la escena en la —
pequeña casa de madera de Santa Elena. Sara, más cosmopolita, evoca un apartamento capitalino, propiedad de Constanzo, donde ella había ingresado a la religión el miércoles de ceniza. Gallos y chivos fueron degollados. Un agrio bebedizo humedeció el gaznote del neófito. Sara, también vendada, vivió tan sólo de oídas el ceremonial. Una intrepidez, sin embargo, le permitió entrever un caldero sembrado de palos. El pacto previo obligaba a Elio, después de ingresar en la secta, a repartir el 50 por ciento de sus ganancias con El Padrino. Estrenando seguro, el joven businessman regresó optimista a Matamoros. Invulnerable podría enfrentar los golpes de la policía y las emboscadas de la competencia. El entusiasmo de Elio desbordó sobre su gente. El mes de mayo, a solicitud del jefe de la banda, El Padrino oficiaba una iniciación colectiva en el modesto templo ranchero. Sara, La Madrina, es convidada por primera vez a Santa Elena. Los muchachos de Elio, incluido Alvaro de León Valdez, son rayados a la caída de la tarde. Las ventanas condenadas excluyen, en esa ocasión, a La Madrina. Ella espera, mientras anochece, entre bucólicas espigas de alfalfa. El Padrino, antes de su regreso, recluta a El Duby que acaba de matar a dós hombres en la discoteca Los Sombreros. os ritos en la casita de Santa Elena, que un sendero de tierra uníaa las instalaciones del rancho, tomaron poco después un tenebroso giro. El Padrino, que empezó a frecuentar Matamoros, va a optar por un más atrevido tipo de sacrificios. Un hombre, esta vez, reemplazaría a chivos y gallos. Adolfo Jesús Constanzo, que acababa de asesinar y destazar en 21 cortes a un travesti de la Zona Rosa, se propone refinar el gusto de los provincianos miembros de la secta. Una copia en video del filme de 36
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La hamaca donde el muchach(
John Schlessinger The believers, que narra la historia de un cenáculo de millonarios neoyorkinos enriquecidos con el soporte de sacrificios humanos, sirve de libro de catequismo y manual de instrucciones. Un indio anónimo, menos respetable que una simple bestia, los ayudará a superar el prejuicio. El Duby y Manlio Ponce, otro de los muchachos de Elio, proveen la víctima propiciatoria. El propio Padrino y Martín Quintana se arrogan, sin debate alguno, el derecho al holocausto. La tentación de la omnipotencia endulza, no obstante, el paladar de los asistentes. La sangre compartida, el sabor de las entrañas del prójimo, y, sobre todo, la posibilidad al alcance de la mano, autorizada por los dioses del monte, de corregir las injusticias de la libre empresa eliminando competidores engorrosos, seducen a la banda de Matamoros. Constanzo cuelga del techo, todavía vivos y la yugular abierta para recoger la sangre en la gnanga, a los auténticos sacri-
ficados. Como el sobrino de Elio, inmolado por error. El resto, resultado de expeditas ejecuciones, no vale para la religión. El corral vecino adopta funciones de cementerio. Adolfo, entretanto,, no olvidaba a Sara, invitándola a cenar, de compras o de paseo, en la inevitable compañía de Martín y Omar. Una foto de fecha imprecisa muestra al grupo, dichoso, alrededor de un Santa Claus publicitario. Sara, por otra parte, se había vuelto repitiente turista de la Ciudad de México. Invitada, por supuesto, del próspero Padrino. Elio, a su vez, en ausencia de éste, cuidaba de que La Madrina estuviera provista de cuanto pudiera faltarle en Matamoros. Sara empezaba a tomar con naturalidad los derechos de su jerarquía dentro de la secta. La única restricción, la asistencia a los sacrificios rituales, derivaba de su condición de mujer. La Madrina, impuesta de la autoridad que el título le confería, no vaciló entonces en desembarazarse de un obstinado y molesto pretendiente, Gilberto Garza Sosa, exigiéndoles a los muchachos una profana so-
y noche hasta la madrugada. Este año la luna creciente añadió una pizca adicional de desvarío al jolgorio. Mark Kilroy, estudiante de medicina en Austin, uno entre tantos vacacionistas, se había hospedado junto a un condiscípulo, Bill Huddleston, en el Holliday Inn de Brownsville. La noche del lunes 13 de marzo, movilizándose a pie, se sumaron a la delirante muchedumbre de Matamoros. El Padrino, quien por casualidad había establecido cuarteles en el mismo hotel, sobrepasándose, había dejado a entender a los muchachos de Elio que para la fecha se proponía un sacrificio mayor. Iba a requerir, para el oficio, de un anglosajón. La noche había sido larga y bien regada para Bill Huddleston y Mark Kilroy. Achispados, divisaban el arco de entrada al Puente Nuevo, a la altura del nericano, a la sombra de los mezquites, se resignó, tal vez, a a suerte. Cano's, el último bar antes de la lución. El Duby y Manlio, en extremo com- frontera. Bill, bajo los efectos diuréticos de prensivos, en la casa roja de Santa Elena, de la cerveza, hizo un alto en la marcha indecisa. Girando para orinar en paz, alcanzó a obun tubazo en la cabeza y una complementaria estrangulación, complacieron, en su preservar que Mark Kilroy dialogaba con un sencia, a La Madrina. Alumna sobresalien- hombre moreno, de baja estatura y marcado por una cicatriz en la mejilla izquierda. Alite, Sara no había cejado en sus estudios, y, aislado, tan sólo un desliz, cuya lectura reviado y dispuesto a seguir adelante, extrañando un instante la ausencia de Mark, suputrospectiva la delataría, hubiera podido alterar la perfecta imagen. El cuarto de Sara, so que había seguido de largo y continuó sodonde reposaban los santos y el eleggua, fue lo hasta el Holiday Inn. decretado, para familiares y extraños, y baA Mark lo descargaron en el rancho, atado de pies y de manos, y lo sentaron en una jo implícita amenaza de muerte, inaccesible. hamaca a la sombra de unos mezquites, con ada primavera, durante el breve el sol en la mitad del cielo. El silencio de los receso oficial entre los dos secampos de sorgo, apenas interrumpido por el mestres del año universitario, baviento, el balido de las cabras y el vuelo de jan hasta Matamoros miles de esalguna urraca, agigantaba el paisaje. El tetudiantes texanos. Atravesando cho veloz de los carros, en la inalcanzable carretera, destellaba como un minutero en el la frontera, pasando el Puente Nuevo, en la Avenida Alvaro horizonte. La bodega cerrada, la muda maObregón, la cerveza corre, trabas quinaria agrícola y la inmóvil casa del ranpuritanas de lado, entre mayores cho, donde el vigilante Domingo Reyes Busy menores de edad y las discotetamante estudiaba la escena, obligaban a la resignación. Mark Kilroy, cabizbajo, aceptó cas, tabernas y bares, toleran duel trozo de pan y el poco de agua que al rarante una semana la competencia de improto le presentó el obrero. Trató, infructuosavisados tarantines. La fiesta se prolonga día-
c
GLOSARIO SANTERO
EL MONTE SAGRADO. El monte es el engendrador de la vida y todos son hijos del monte, según el credo santero. Los Santos allí nacieron, los difuntos lo habitan, torvos espíritus maléficos también lo pueblan. Así como la Iglesia para el blanco, el negro acude al monte a pagar su tributo correspondiente. La recompensa no es poca: el monte resguarda todo lo que se necesita para sobrevivir. LA SANTERIA. Transplantadas a América, las religiones africanas perviven amparadas por un peculiar sincretismo con el cristianismo. Nominalmente, los Santos son los mismos, aunque los del monte "comen mucho y tienen que bailar, a diferencia de los cristianos que "se conforman con incienso, aceite y no bailan". Santero es el oficiante y el medium, el que posee los secretos de las yerbas y de los palos. Son dos los ritos que aún se practican, y que corresponden al legado cultural de los dos grupos étnicos africanos que predominaron en Cuba —el yoruba y el bantú—: la Regla de Ocha o Lucumi, y la Regla Mayombe o Conga o Palo Monte, respectivamente. REGLA MAYOMBE. El poder de los Congos se basa sobre la virtud de los palos del monte, de los animales y de los muertos. El espíritu del muerto rige a los demás. Y el conjunto de fuerzas actúa bajo las órdenes de un brujo, tanto para hacer el bien como para el mal. LA NGANGA. Las ngangas son los espíritus, los muertos. De Angola procede la pícara pretención de apoderarse de un difunto y convertirlo en socio. La nganga cierra un pacto con el vivo para que un hombre pueda acceder al grado de brujo o Padrino. Por asociación, se llama nganga al recipiente en que se guardan las fuerzas naturales concentradas en huesos, troncos, plantas, animales; allí reside el muerto. El brujo se apodera del espíritu de un muerto haciéndose de sus huesos. Basta con poseer un fragmento del esqueleto para entraban relación con el difunto. Pero el trofeo más apreciado es el cráneo, la kiyumba, donde se halla la esencia espiritual del muerto; la kiyumba de un mundele, esto es, el cráneo de un blanco, es el mejor seso. El mayombero om Padrino asiste al cementerio con el ahijado en cuestión y deberá requisar de una sepultura la cabeza con cerebro del cadáver, los dedos de los pies, las costillas y "las canillas para que corra". En su casa, junto a los restos, con 4 velas encendidas, invoca al espíritu, al que da de beber: con una navaja o cuchillo de cabo blanco se hace una incisión en el brazo y deja caer unas gotas de sangre sobre el caldero. LOS SANTOS. Todo iniciado (rayado)) es hijo de un Santo. Los Santos viven en el monte; de allí que palos y yerbas cumplan las funciones de los Santos. La madrina, es la dueña del santo que va a recibir al ahijado en la iniciación. EL COCO O ELEGGUA. Eleggua es un niño, por eso suele representarse con el Santo Niño de Atocha. Es el más temible de los orisha —Santos—, tiene la llave del destino. En algunas historias se le asocia con Oshum y Yemayá —la Virgen —laVirgend laCrida elCobre— de Regla—. Oshum, conocida también corno Mama Caché cuando está de buenas migas, es la dueña del oro y de las barrigas. La versión diabólica de Eleggua se llama Eshu, el maligno, equivalente a Satanás. Es un Eleggua siniestro, dispuesto a hacer daño; su lugarteniente, Oggun, el machete, trabaja para él procurándole comida, es decir. matando.
EL ENTERRADOR DE KILROY FUE OBLIGADO A EXHUMARL0, AL APARECER UNA PIERNA DIJO A LA POLICÍA: "AQUÍ TIENEN UNA BOTANA (PASAPAL0)".
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mente, de hacerse entender en inglés. Elio, al percatarse de la presencia del inoportuno testigo, ordenó que desalojara la finca. Roja, la otra casa, tras la ondulación de un maizal, se disolvía bajo la pálida luz del cielo. Hacia las tres de la tarde llegaron El Padrino, Martín y El Duby. El grupo, encaramando a Mark Kilroy en uno de los carros, se trasladó hasta el templo. A Mark lo acostaron boca abajo en el suelo. El Padrino blandió el malhete y de un duro golpe, más arriba de la nuca, abrió en dos el estuche de la ofrenda. La nganga, adornada de palos, recibió el palpitante obsequio, y luego el corazón y los testículos. El Duby y Manlio, con la ayuda de un alambre, extrajeron intacta la columna vertebral, para un futuro collar talismánico. El enterrador, viendo que el cadáver no entraba en la improvisada sepultura, le cortó ambas piernas con una segueta. La recompensa, 15.000 dólares reunidos por los padres de Mark Kilroy y los comerciantes de Brownsville, alborotó el hormiguero en Matamoros y sus alrededores. El Padrino, rehén de su propio juego, había errado el tiro. Un norteamericano, en casi cualquier parte, se cotiza muy por encima de un indio. La búsqueda de Mark Kilroy, al otro lado de la frontera, se inflamó hasta los límites de la confusión colectiva. El escurridizo fantasma del estudiante gringo, rubio y maltrecho, rubio y sonriente, rubio y borracho, asomaba en todas partes, en las calles de Matamoros, en las carreteras de acceso a la Laguna Madre y, tatuados los dólares en el pecho, hasta en los sueños de pescadores, policías y pateros (los especialistas en el contrabando de ilegales). La tranquilidad de Elio, y copia conforme: sus muchachos, que seguían en sus negocios como de costumbre, reflejaba el sereno desempeño, todavía en Brownsville, de El Padrino. Protegidos, más que nunca y a pesar de que año y
medio atrás Salvador Vidal hubiera sido trasladado a México, se movían por todo el territorio, invisibles a los uniformados e inmunes al plomo
de las balas. El desencanto, el 9 de abril — cuando ufanos y transparentes, por ignorar el paso de una alcabala, los detuvo la policía, las evidencias de un cargamento de marihuana y 100 gramos de cocaína a cuestas—, no alcanzó a desarmarlos. Ovidio Hernández, hermano de Elio, prosaico y enigmático, decidió alertar a El Padrino.
un vuelo nocturno desde el aeropuerto de McAllen. La madriguera donde pernoctaban ocultos, lo mismo que la ametralladora a cuyo poder Constanzo se habría de aferrar en adelante, pertenecían a Salvador Vidal. El Padrino, invencible, se disponía a pelear. Sara, la ambiciosa y triunfal alumna, frente al aplastante compromiso de una gloria atroz y, desprovista de fe, desmoronándose, ldescubrimiento, a 26 kilómetros se largó a llorar. Los gemidos de La Madrina y los arrande Matamoros, de los cadáveres de Santa Elena, el 11 de abril, y ques de furia de Constanzo, del centro de la ciudad a los suburbios, de la ciudad a un ballas fotos de Adolfo y Sara, invaneario del estado de Morelos, en casas, bundieron desde el receptor de TV, el apartamento en Ciudad de Méxigalows y apartamentos, entretejidos como co donde se ocultaban El Padrino en una maltrecha banda sonora, firmaron la y La Madrina, Martín, Omar y El caótica fuga por más de tres semanas. Los Duby. La policía después de inadeptos, en devota complicidad, habían tervenir la bodega donde la ban- aportado un invalorable apoyo logístico cida almacenaba la ilícita mercancía, había frado en dólares, ayuda médica —cuando el descubierto foto en mano y por boca del ceorganismo de Sara cedió a una fulminante lador, Domingo Reyes Bustamante, que el colitis—, un peluquero para alterar con tinjoven Mark Kilroy había aguardado el destes y cortes las identidades de los perseguitino, rendido y cabeza gacha, ahí, en la hados, y, por fin, el alquiler de un apartamento en la calle Sena. Los dioses del monte, sin maca colgada bajo la sombra de los mezquites. Elio y los muchachos, inclinándose con embargo, habían abandonado al Padrino. santera prepotencia y ligeros de culpa, habíUnas indiscretas compras en el supermercaan conducido al comandante Juan Benítez do de la esquina, un lujoso Lincoln al gareAyala a la casucha y su camposanto. El Pa- te y una banal delación habían echado por drino, Martín y El Duby, habían volado en la tierra el poder del taumaturgo. Una ametramañana del día 10 a Ciudad de México. lladora, un puñado de dólares y el intransfeUna dócil Sara, después de sacar visa mexirible amor de dos hombres era todo cuanto le cana, pues era residente de los Estados Uni- 'quedaba para defenderse. El Padrino, izandos, se había do el cuerpo sobre una postrera reserva de embarcaodio, optó por mostrarse al enemigo y encima y frente a Supermán —quien cuatro pisos más abajo lo reconocía y aquilataba en un pálpito de veterano cazador— lanzó una mano de billetes y apretó el gatillo infernal. • CifiE)
E
Los enigmas La verdad, en el caso que la prensa mexicana ha bautizado de narcosatánico, anda coja de importantes evidencias y en su reconstrucción abundan las lagunas. •La ametralladora del comandante Salvador Vidal García, usada en la balacera final de la calle Río Sena, desapareció. -Una nota de Sara pidiendo auxilio y dos tarros de espuma anticonceptiva encontrados en el apartamento de Río Sena subrayan la ambiguedad del personaje. 'Varios artistas de la televisión mexicana, desde las primeras declaraciones de los sobrevivientes de la secta, fueron implicados en sus actividades y no ha habido una aclaración convincente hasta la fecha. Según confesiones la secta tiene adeptos y ramificaciones activas en otras ciudades de México. •No se sabe, por fin, cómo ni porqué se subió Mark Kilroy al vehículo de sus verdugos, ni qué hicieron con él desde que lo secuestraron, a las 2 a.m, hasta el mediodía, hora en que llegaron al rancho Santa Elena.
El infeliz final del americano.
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1. ZHANDRA RODRIGUEZ.
Pisciana, de 42 años, nacida en Caracas. Mide 1,58 y pesa 41 kilos. No tiene más hijos que sus proyectos. Estudió en la Academia Interamericana de Ballet, en el Ballet Nacional, en el American Ballet Theater de New York, en Viena y Berlín. Llegó, muy pequeña, al mundo de la danza, por decisión de sus padres. Son sus secretos de salud y belleza: 45 minutos de jacuzzi; 20 de trote; media hora de estiramiento y una hora diaria de clases. Gana 22.000 bolívares. (Ballet Nuevo Mundo).
BAILARINAS de la danza y hoy constituye su vida. Tiene un hijo y practica seis horas diarias. Su dieta, balanceada, no excluye nada. Fuma y toma cerveza. Gana 10.000 bolívares. (Taller de Danza de Caracas) 3. YOLANDA MORENO.
Con 28 años, es caraqueña y de signo Aries. Sus señas corporales son 1,61 por 50 kilos de peso. Realizó estudios en el Taller de Danza de Caracas y luego en New York. Una dolorosa circuns tancia la aproximó al mundo de la danza, como una de las tera-
Nació en Caracas; su signo es Leo. Son sus coordenadas corporales 1,59 de estatura y 51 kilos de peso. Tiene dos hijos y una nieta. Estudió danza en el Retablo de Maravillas. "Yo estaba predestinada para el arte y se me dio la oportunidad de desarrollar la danza", dice. Tranquilidad interior, vida sana, ausencia de
pias a que tuvo que someterse a raíz de un accidente, en la infancia, que la dejó inválida por es pacio de tres años: parálisis del tendón de Aquiles y tres fracturas del fémur izquierdo. Se enamoró
rencores y envidias, son sus secretos para estar bien. Practica seis horas diarias de danza. Cuando tiene que salir ante el público invoca a la Santísima Trinidad y a la Virgen de la Caridad. Gana
2. MACARENA SOLORZANO.
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7.000 bolívares mensuales. (Danzas Venezuela). 4. EVA MIIIAN.
Acuariana, nacida en Caracas. Jamás revela la edad y asegura que ni su madre la sabe. Pequeña y ligera de peso. Mide 1,52 y pesa 40 kilos. Estudió en la Interamericana de Ballet en Caracas y luego en París y Montecarlo. También llegó al ballet por iniciativa de su madre, que ella acogió con beneplácito. No tiene hijos por ahora. ¿Su secreto? Trabajar en serio. Lleva siempre un coral con ella. Practica el ballet de siete a ocho horas diarias. No
invoca a Nicle en particular cuando sale a escena. Gana bien, pero prefiere abstenerse de dar la cifra. (Ballet Nuevo Mundo). 5. MARIA ALEJANDRA TOSTA.
Otra acuariana, nacida en Caracas hace 22 años. Mide 1,68 y
pesa 49 kilos. Llegó a la danza por inclinación espontánea y contó con el apoyo de sus padres. Hizo sus estudios en la Escuela de Ballet Gustavo Franklin. No hace dietas ni tiene secretos especiales fuera de vivir en paz. Aún no ha sido madre y practica ocho diarias de danza. Invoca a Dios cuando sale a escena y piensa dedicarse a la pedagogía y la coreografía cuando ya no pueda bailar. Gana 12.000 bolívares. (Ballet Teresa Carreño). 6. HERCILIA LOPEZ.
Caraqueña de 42 años, navega entre Acuario y Piscis. Mide 1,53 y
pesa 47 kilos. Estudios de ballet clásico (Academia Interamericana de Danza de Caracas, Ballet Theater y Harry Asmos en New York); danza contemporánea en New York con Cunningham, Graham y Bausch; expresión corpo-
LAS 10 MEJORES Maracaibo, desde muy pequeña y por iniciativa de sus padres. No tiene hijos, no fuma ni bebe. Vida sana y muy natural es su secreto. Practica la danza entre seis y ocho horas. Gana 16.000 bolívares. (Ballet Nuevo Mundo).
Fotos: Vasco Szinetar
9. ANDREINA WOMUTT.
Caraqueña, 31 años, signo Géminis. Mide 1,63 y pesa 49 kilos. Estudió ballet clásico en la Academia de Lidja Franklin y posteriormente danza moderna en el Taller de Danza de Caracas y en Estados Unidos. Sobre las razones que tuvo para elegir el oficio dice que la danza, con la ayuda de su mamá, la escogió a ella. Es licenciada en Artes de la UCV, y ha ejercido la docencia allí mismo. Tiene una hija. Ejercicio diario y una sonrisa perpetua son sus secretos de salud y belleza. Invo-
ca, cuando sale a escena, a sus seres queridos, a Isadora Duncan, a María Monza y a la Virgen de la Soledad. Gana 12.000 bolívares. (Danza hoy). 10. MARCELA FIGUEROA. 7. ADRIANA Y LUZ URDANETA.
ral (técnicas de Grotowski, Eugenio Barba y Buto-Sha). Considera que el acto de entrar a escena es siempre una locura que la lleva a preguntarse todas las veces "quién me mandó a meterme en esto".Gana tan poco que le da vergüenza decir la cifra. (Grupo Experimental Contradanza).
Dos planetas en órbitas paralelas, a cuatro años de distancia. Nacieron en Maracaibo. Adriana, 34 años, signo Acuario, mide 1,57 y pesa 47 kilos. Luz es de Aries, tiene 30 años, mide 1,65 y pesa 49 kilos en condiciones normales; ahora está embarazada de su primer hijo, mientras que su hermana ya tiene una hija. Estudiaron en la Academia Interamericana de Danza y luego se especializaron en Danza Moderna en Londres. Una y otra hallan el secreto para mantenerse en
forma dentro de sí mismas, tratando de estar en paz. En el momento de irrumpir a escena Adriana invoca las energías del universo y a María Lionza. Luz, por su parte, piensa en las fuerzas divinas y en los creadores de la danza. Los ingresos de Adriana son de 15.000 bolívares y los de Luz de 10.000. (Danzahoy). 8. LUANA HIDALGO.
Acuariana, nacida en Maracaibo hace 29 años. Mide 1,65 y pesa 48 kilos. Estudió en el Instituto de Arte de Maracaibo, con la señora Lewandowski y en el Ballet
Nació en Santiago de Chile, hace 19 años, de los cuales ha vivido 16 en Venezuela. Su signo es Géminis. Jamás se ha medido y pesa 51 kilos. Estudió en la Academia de Gustavo Franklin, perfeccionándose en el Teresa Carreño, Llegó al ballet de la mano de su madre, profesional de las tablas que quería también una carrera artística para su hija. Aún le quedan muchos años de vida activa en la danza, pero cuando ya no pueda ejercerla se dedicará a la enseñanza. Gana 12.000 bolívares. (Ballet Teresa Carreño). <MED
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PARIS DE LOS TECHOS ROJOS La vieja Lutecia este mes se convierte en el Ilegadero de todo el mundo. Los festejos del bicentenario de la Revolución Francesa han convocado a cientos de miles de turistas — entre ellos, casi medio centenar de Jefes de Estado, CAP incluido— que no pueden pasar por alto el evento del año. Quienes desde Venezuela deseen integrarse al jubileo enfrentarán, sin embargo, el desaliento: no hay ni una habitación libre en París, y ni siquiera resta una plaza aérea disponible en la ruta Maiquetía-Charles De Gaulle. Para esos rezagados queda una alternativa: un tour por Caracas. La prolongada afinidad de la cumpleañera Santiago de León con París, apenas maltrecha por las disimilitudes económicas, arranca con el afrancesamiento que barnizaba a los caudillos de la Independencia, exacerbado hasta la galofilia galopante de Guzmán Blanco. Gemelas en sus monumentos, su amor por la libertad, su vida nocturna y su cultura, las historias paralelas de las dos ciudades no admiten espacio para la chapucería. Por eso, de la mano de EXCESO, recorra sin complejos el facsimilar legado parisino que adorna las calles caraqueñas. ¿Quién dijo que las comparaciones son odiosas? Suba esos ánimos, y si no puede asistir a la fiesta del 14 de julio en la metrópolis francesa, derroche su fervor republicano en el desfile militar del 5 de julio en el Paseo Los Próceres.
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"Todavía recuerdo las últimas palabras de mi padre: «frene, cree en el amor; cree en el matrimonio ". Cultural del Consulado de Venezuela en Nueva York, cargo que se había procurado —según sus allegados— durante los últimos tres años. Pero una campaña de prensa revocó, o más exactamente de acuerdo a la interesada, pospuso, su incorporación al servicio exterior. —Mi nombramiento no se ha dado todavía porque hubo una serie de comentarios, pero eso no importa porque mi cargo va. Algunos periodistas lo han tergiversado todo diciendo que yo le estoy quitando el puesto a quienes han hecho carrera diplomática. Pero eso no es así. Este cargo lo ocupa usualmente una persona como yo, que he representado a Venezuela en el Miss Universo y quiero hacer algo por mi país. A muchos le dan estos cargos y no los utilizan. En cambio, mi propósito es estar en los eventos de Asia, Africa, en representación de Venezuela, de sus mujeres, de sus niños, de sus hombres, dando una imagen del país, y vinculándome más con la UNICEF para ayudar a los niños del mundo. Este fue mi planteamiento que escuchó el presidente Carlos Andrés Pérez y le pareció una maravilla. Esa es la intención de mi nombramiento, y pase lo que pase el cargo va. Mientras tanto, Irene lleva adelante su propia versión del exilio, lo suficientemente plácida como para que nadie pueda decir, en rigor, que ella es una esclava de Nueva York. —¿Cómo ocupas tus días? —Ahora estoy haciendo unos cursos de pintura impresionista por las tardes, estudio también inglés, estudio flamenco en
—¿Por qué? Debe ser muy caro. En esta zona de Manhattan sólo viven los pocos que pueden pagarlo. —Bueno, sí, es un poco costoso, pero tengo el Camcgie Hall al lado, estoy cerca del Banco, estoy muy céntrica y además me gusta este sector. Me siento muy bien aquí. Sentirse bien no ha de ser un problema para Irene en ningún sitio. De hecho, desde los tres años de edad, cuando su madre Ligia Conde murió, ella ha vivido en hogares de emergencia. Don Carlos, su padre, suplió a duras penas a la ausente, pero al sucumbir ante el cáncer, los cinco hermanos de Irene, todos mayores que ella, debieron hacer las veces de tutores. Fundamentalmente Ligia Sáez, antes de Mateos, la primogénita, es considerada la madre de todos. Esto hizo del hogar de los Sáez, en San Bernardino, una comunidad peculiar. Sin stajanovismos impostados, todas las labores eran compartidas; apenas cierta indulgencia hacia la menor salvaba a Irene, la muñeca, de algunas tareas. Irremediablemente, sin embargo, la solvencia económica de la familia fue erosionada por las circunstancias. Tanto, que cuando Irene gana el certamen de Miss Venezuela, el clan Sáez descendía por los renglones de la clase media en franca barrena. La protección fraterna trasvasó seguri dad ala joven Irene. En los salones de la bucólica casona del Instituto de Educación Integral, en la calle Juan Germán Roscio, donde cursó primaria, ella era siempre la primera voluntaria para, en las ausencias de
a los 14 años, es elegida Reina del Club.
nroadway y en las mañanas hago gimnasia. Estoy fascinada haciendo ejercicios. —¿Cuánto pagas aquí? —No puedo decírtelo.
las maestras, apuntar con tiza en el pizarrón los nombres de quienes osaban comportarse mal. Su liderazgo conservó, contra cualquier sospecha de adulancia, su prestigio; y
"Todos los fines de semana le brindaban los toros coleados", recuerda un cortijero, encandilado observador de su belleza desde la talanquera del club. "Las otras niñas de
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en el campo de kicking ball, benevolente disciplina física propia de los institutos de señoritas, se destacó. Poco a poco, la porcelana de Irene Sáez se fue fraguando. El Club Campestre Los Cortijos, bioma forestal agazapado entre usinas y comedores obreros, fue el escenario de los primeros triunfos de una chica que se acostumbraría, desde entonces, a ser complacida por la fortuna. Siendo adolescente,
Rubia de New York: estudia inglés en la mañana, baila flamenco en la tarde. Y lo demás es aparente formalidad.
Los Cortijos protestaban porque Irene no dejaba para más nadie". —Fue una verdadera dictadára— relata, risueña, en Nueva York—. Nadie podía quitarme de reina. Me dejaron reinar por seis años, luego fui al Miss Venezuela, al Miss Sudamérica, y al Miss Universo, y todos los gané. En esa escalada, siempre tuvo un promotor en Abelardo Raidi, quien desde su columna cíclicamente la postulaba para el Miss Venezuela. Advertido, el inefable Osmel Sousa intentaba reclutar a la resistente beldad. Por fin, en 1981, Irene cedió: según la versión oficial, por vivir la experiencia;
según sus cercanos, para obtener fondos que costearan la progresiva enfermedad de don Carlos Sáez. Lo verificable en el video de su coronación, en mayo de 1981, es el gélido aplomo con que recibió el triunfo; mutismo que conservaría dos meses después, cuando triunfó, apropiándose de un término hípico, de punta a punta el Miss Universo. "Es que ella actuaba", elucubra una frecuente jurado de los certámenes de Miss Venezuela, "con la convicción de una persona desesperada porque no tiene dinero para curar a su papá". La inexorable sentencia se tardó: hace pocos meses falleció su padre, a quien le tocó asistir en agonía:
—Todavía recuerdo sus últimas palabras: "Irene cree en el amor, cree en el matrimonio". as brisas del Hudson soplaron un golpe de timón en la vida de Irene. Una corona de diamantes, 500.000 bolívares en su cuenta personal —remember 4,30—, un guardarropa donado por Sasson, las órdenes "Cecilio Acosta" y "Diego de Losada" en primera clase. Pero el cambio fue más allá: "la ambición se despertó en Irene después del Miss Universo", lo detecta una contemporánea, circunstancial testi-
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go de sus andanzas. "Después del Miss Venezuela siguió igualita, siendo una excelente persona; claro, para ella eso era un concurso de locas. Pero al venir de Nueva York estaba cambiadísima. La recuerdo gráficamente un día, con el pulgar levantado, diciéndonos: «voy hacia arriba». También la recuerdo jurando: «nunca me verán desfilando en una pasarela. Y cuando me vean desfilando será con un Valentino encima»". Para Humberto Ramírez también sonó el clarín de los cambios. Al día siguiente del
"Sólo me he enamorado dos veces en la vida: una fue con Alejandro Sosa. Al otro no quiero ni nombrarlo ► .
nadero. Mientras Irene cumplía el itinerario trotamundo que le imponía su título de belleza, Quintero viajaba de plaza en plaza para encontrarse con ella. El asedio dio resultados. "Pero", reedita un amigo de Quintero, "no podían funcionar como pareja. Mientras ella era una sifrina recatada, Luis Fernando es un loco que te puede andar en un Mercedes Benz oyendo un cassette de música llanera". Este trance, sin embargo, Irene parece colocarlo, deliberadamente, en una zona de nadie.
—¿Quién fue tu primer amor? —He tenido muchos amigos y dos novios que realmente lo fueron. He tenido muchas conquistas, muchos admiradores, pero en realidad novios formales, sólo Altri Templ, con el poder financiero y la politica: Gustavo Cisneros y "Pepi" Montes de Oca. Reina de los últimos ecos del sauditismo. dos. De esos dos novios, con uno mantuve una relación Miss Universo, Irene declaraba en Nueva de cuatro años, y con el otro he pensado haNueva York a aupar a la muchacha. York: "no tengo novio, pero me gustan los cer familia pero, bueno, las circunstancias La declaración de no compromiso pohombres con personalidad". Humberto, al de la vida me han hecho ver que ese no era día lucir como una fórmula conveniente paigual que Ibelice, su mejor amiga, y el resel camino y sencillamente...bueno, de esa ra capear el estricto celibato que exige la to del círculo de amistades de Irene, era un parte no me gusta hablar. corporación del Miss Universo a sus pupiasiduo del Club Los Cortijos. Pero también, —Cuando estabas en el Miss Venezuelas. Además, cualquier vestigio de culpa lo tácitamente, era su pareja. Humberto había la, ¿ya tenías novio? retribuyó casi un año después, cuando hecho pocos meses antes una cuña televiHumberto abrió al público su propia disco—No, no...eso fue después, cuando Alesiva de Cert's junto a su novia, con la que jandro...o sea, he tenido amigos con quienes teca: la presencia de Irene Sáez fue la atracrompió para atender las embestidas de Ireme han unido, pero es que yo tengo el proción principalísima de la inauguración. Las ne, la inaccesible y turgente reina del Club. blema de que cuando salgo con una persona grietas del inminente fin eran otras y tenían Un grupo de amigos debió completar una entonces lo catalogan como novio e invenque ver con el cortejo que le hacía Luis Fercolecta para que Humberto viajara hasta tan que me caso. Yo me entero de mis manando Quintero, un joven y acaudalado ga54
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trimonios cuando salen en el periódico, y me da risa. Creo que en Venezuela soy la persona a la que la gente más desea ver casada. Esos dos amores, ¿quiénes son? —El (se ríe pícaramente)...y Alejandro Sosa. ¿El otro es Luis Fernando Quintero? —No. No quiero ni nombrarlo. Siempre hemos mantenido como una amistad y siempre ha sido como una atracción. En la medida en que yo me retiro porque considero que eso no va a ser la felicidad de ambos, se pone peor la situación, es decir, hay más deseos de unión cuando yo me voy. El tifón de la nueva Irene arrasó también con su incipiente carrera académica. Siempre había sido una estudiante aplicada, pero simplemente no daba pie con bola en las aulas de ingeniería de la Universidad Metro-
politana. Su repentina prominencia, probablemente, inspiró su deserción para aterrizar en la Escuela de Estudios Políticos de la UCV: debía prepararse para la conducción del país. Heroica decisión, toda vez que, a pesar de su celebridad, los resabios ultrosos de la Central podían cerrarle el paso. —Ya terminé mis estudios en la Universidad. Lo que pasa es que con todos esos disturbios no me pude graduar. Mi acto debía celebrarse el 28 de febrero. Tendré que graduarme por Secretaría. Uno de sus profesores la recuerda como "una estudiante promedio. Pero promedio del bueno. Si tuviera que calificarla como alumna le pondría un 14. Faltaba a clases con cierta frecuencia; pero cuando asistía se mostraba muy atenta. No participaba mucho con preguntas, pero era cumplida con sus trabajos y tenía, tú sabes, cierta coquetería, un algo de admiración por el profesor". Un compañero la conceptúa como "un bebé grandote. A pesar de sus esfuerzos Por no llamar la atención, no pasaba desapercibida en la Esctiela: imagínate, con esa cabellera y ese tamaflote. Aunque en clase, creo que nunca oí nada original de ella". Si concluyó el pensum correspondiente se puede achacar a su tesón, algunas veces catalizado por apoyos logísticos de excepción: —Se dice que Blanca Ibáñez te ayudó durante tus estudios universitarios. —Ella no es mi amiga, aunque sí la conozco. Me ayudó, sí, en una oportunidad. En una materia nos habían encargado un trabajo de análisis de la gestión gubernamenJunto a otro poder, aunque ahora venido un poco a menos: el presidente tal de Jaime Lusinchi de Fedecámaras, Hugo Fonseca Viso y necesitaba docuD! —
—
"fosé Alvarez Stelling ha sido un ejemplo para mí . Es un señor muy correcto, sumamente inteligente ".
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mentación. Entonces me comuniqué directamente con la Secretaría Privada de la Presidencia. La señora Ibáñez me contactó con Carlos Croes e inmediatamente me puso los libros del Presidente Lusinchi a la orden, y de todas las memorias del Congreso que no se conseguían fácilmente, que estaban agotadas, ella me prestó personalmente los ejemplares del Presidente. Fue muy amable, pude hacer mi trabajo y después le devolví sus libros.
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1 de 1983 fue un gran año pa-
ra Irene. Franco Rubartelli, y hasta Paramount Pictures, le ofrecen roles cinematográficos que, no obstante, rechazó. El bunker socialcristiano de COPAN la nom-
eso ya pasó, la gente sabe cómo es la cosa y ya no me interesa hablar de eso. —Pero sigues siendo el símbolo del banco... —Sí, trabajo como su embajadora. Soy su imagen, o sea, la gente me ve y sabe que se trata del Banco Consolidado. — ¿Ha influido Alvarez Stelling en ti? —Yo pienso que sí, por ser un ejemplo. Es un señor que se esfuerza mucho, es muy correcto, sumamente inteligente, y creo que en ese sentido sí hubo gran influencia de él. Las postrimerías de esa relación se filtran entre las primeras de cambio de un vínculo que durante año y medio uniría a Irene con
Andrés Caldera, hijo de el expresidente de la República, fue la rada donde a continuación recaló. La versión, mil veces desmentida por sus familiares, de un matrimonio de Irene tras bastidores en Miami involucra a Andrés. Pero todo entra dentro de lo factible en esta historia de fascinaciones masculinas, tan delirantes como la de Hernán Carpio, un peruano de 32 años que la abordó en el aeropuerto de Arequipa con piropos y remilgos. Irene no le hizo caso, mas
" Cuando la gente me conoce, bueno, yo no sé qué les pasa pero se quedan ahí pegaítos... ja, ja, ja... ► bra Reina de los Juegos Panamericanos de Caracas, lo que no le impidió, con un gran tino que no desdice de sus estudios políticos, visitar al candidato Jaime Lusinchi a su cuartel de La Ermita. Pero, sobre todo, es cuando se ata a la imagen corporativa del Banco Consolidado, hito del largo e intermitente lapso de José Alvarez Stelling, su presidente. El pacto dosifica las apariciones de Irene en público, y desde entonces, la permeable Miss se torna inaccesible: una agencia especializada procesa y supervisa las solicitudes periodísticas para entrevistarla. — En la fusión de tu imagen con una entidad bancaria, ¿tuvo que ver tu relación
AlVaYe —De eso hace como seis años y ya ni me acuerdo. Hubo una serie de comentarios. Fue en un principio cuando yo entré a trabajar que la gente me vio como...pero 56
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Alejandro Sosa. La reina de belleza navegó por todo el Atlántico durante tres meses en el yate de Sosa, multimillonario heredero. Una conseja, aparentemente infundada, habla de un detective contratado por el lugarteniente de Alvarez Stelling que, como un Poirot de poca monta, siguió los pasos de la pareja en la Florida. En todo caso, Sosa es el propietario Uno de sus gestos abiertos, espontáneos: coronando al Puma y colocándose unos centímetros más abajo, por gentileza. de la mansión en el Country Club que el rumor asegura "montó" para su en el intervalo su maleta desapareció. La povenerada Irene; la verdad, aclara un interlicía recobró el equipaje en la casa de Carmediario de esa negociación inmobiliaria, pio, quien lo robó para apaciguar los impules que "a Sosa le ofrecieron esa mansión, de sos de su pasión fetichista. Años más tarde, 3.400 metros cuadrados, por 18 millones de en ruta hacia Miami, su maleta nuevamente se extravió. "Tenía mi ropa" aún se labolivares. ¿Dónde tú consigues una casa menta, "pero lo que más me importó fue mi así por ese precio?".
estuche de cosméticos, que estaba acostumtrata de un matrimonio y vas a pasar 50 ó 60 brada a dejarlo en la maleta"; la reparación años al lado del mismo hombre, debe ser inde la línea aérea venezolana Avensa fue sussoportable y más si es un hombre de cultutancial: 10.000 dólares como satisfacción. ra distinta. Pero, a pesar de eso, no sé qué pa— ¿Te has sentido alguna vez como obsa, ¡tengo una atracción para la gente extranjera que es impresionante! Fui a una jeto de placer en tus relaciones con los hombres? —En una época lo sentí, especialmente cuando fui Miss Universo. Sentí entonces que para la organización yo no valía como persona sino por lo que yo podía producirles. Lo que sí he notado es que en la medida en la gente me conoce, bueno, yo no sé qué les pasa pero se quedan ahí pegaítos...ja, ja, ja...así he hecho muchos admiradores. Eso sí, soy muy selectiva; puedo estar en una fiesta y haber muchos hombres, y yo ni siquiera los veo, puedo observarlos con una mirada, pero no soy de las que estoy pendiente de ver a éste o aquel. —¿Estás dispuesta a casarte? Alvarez Stelling quiso a Irene como el slogan de su banco: siempre a su lado. —Me encanta la idea, pero yo no me dejo manejar por la gente. Uno se da cuenta que, por ejemplo, en fiesta hace poco doneste país (U.S.A.) casarse antes de los 30 de había muchos áaños es un crimen. Yo tengo 27, y quiero rabes, bueno, eso era aún tener más tiempo para vivir la maraviasí (y forma un mullosa experiencia que estoy viviendo ahoñuño uniendo las yera, viajar sobre todo, que es para lo que tramas de sus dedos), bajo, porque mi trabajo en Venezuela conpero ese no es el tipo tinúa, por ejemplo, en julio tengo una serie de hombre que a mí de eventos, de inauguraciones allá. Por eso me llama la atención. no me quiero casar todavía. Tampoco los grin— ¿Cuáles el tipo de hombre que más te gos, que son puro neatrae? gocio, pura produc—Quisiera que el hombre que fuera mi ción, no tienen eduesposo fuera venezolano. Que le guste cocación, en su mayomer arepas, la música venezolana, tocar ría no les importa si Alquiler de Automóviles sin chofer cuatro. O sea, que tenga las mismas costumeres dama o caballeNOS ESTAMOS ESFORZANDO bres que yo. Yo soy criolla al máximo, me MAS QUE NUNCA ro pero te quitan el gusta estar en una hacienda, en un monte, taxi que estás .espemontando caballo, ordeñando vacas, con rando en la esquina. cuatro, arpa y maracas. Por eso es que yo de- En cambio, los veneMás rutas, seo que mi hombre fuera venezolano (junta zolanos tienen más Centro de Reservaciones las manos en actitud de ruego) ...¡ Dios mío, riqueza espiritual, mejores caminos, Nácionales por favor mándamelo venezolano! Es que somos tan mezcla e Internacionales excelente servicio... considero que llevar una relación con alque eso nos hace es(02)261.20.77 guien es sumamente difícil, y más cuando se peciales. CEE) siempre A VIS! Fax: 2621182
"Fui a una fiesta de árabes, pero no son mis hombres ".
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GROSELLAS LAS DE LA MELANCOLIA El de las épepineuses de Bar-Le-Duc, al este de Francia, es un trabajo paciente, solitario e insólito: con plumas de ganso, a modo de escalpelo, extraen cinco diminutas semillas de cada fruto, pero el resultado de ese arduo esfuerzo con tradición de siglos es el dulce más selecto que se conoce. Irania Neri, desde París' • Fotos: Sucesión Dutriez
Bar Le Duc conserva sus viejos edificios y su estampa Medieval, como otras pequeñas ciudades del área de Meuse.
1 de épepineuse es un oficio secular, respetable y respetado en el este de Francia, en Bar-Le-Duc, precisamente, cuna del dulce de
grosella, el caviar de la confitare. ,
El equivalente de épepineuse sería"quita pepas o quita semillas", lo cual remite, en estas latitudes, a un trabajo primitivo y subalterno. 58
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El pequeño frasco de la famosa confitura sin semilla se encuentra en los estantes de Fauchon y Hediard de Paris, en Z Bars y Dean & De Luca, en Nueva York, y como una curiosidad, hasta no hace mucho, por lo menos, en una tienda de delicatesses del Centro Comercial Tamanaco. Es carísimo. La primera vez que vi la confitura de grosella blanca, debido al alto precio que
ostentaba el envase, pensé que podría ser un confite de huevos de rana. Un poco disparatado, pero esa es su apariencia: unas peloticas transparentes y gelatinosas, con un puntico negro y, aunque unidas, definidas; tal como en los ríos cuando las ranas están en período de apareo. En la mermelada de grosella roja no se pueden ver las cabecitas negras debido al color oscuro; como tam-
Venezuela, un país para querer
VENGA Y NO VUELVA Por turnos, las autoridades y los rateros administran una alcabala para turistas. Robos y empujones forman parte de la bienvenida. i a Caracas le quitaran el pellizco neoyorkino que alumbra su arquitectura y el embotellamiento de sus calles, las frías estadísticas que arrojaron el año pasado un tránsito de 700.000 turistas, podrían endulzar los episodios del comic Dick Tracy. En las guaridas de los rateros y en los módulos de la policía se los reconoce de inmediato y hasta se les brinda un trato dispendioso, digno de unos anfitriones que conocen su trabajo. Mas los scooters del turismo criollo y sus invitados de Vancouver, San Juan de Puerto Rico y algunas ciudades de Italia y otras tantas de la península ibérica, suelen pasar inadvertidos en las mecánicas aglomeraciones del Metro, y uno que otro happy tour por el boulevard de Sabana Grande o el hemiciclo del Congreso. Todo puede comenzar en la Jefatura El Recreo, donde una geóloga fue violada por la dotación policial. O a las puertas del terminal aéreo de Maiquetía; allí los taxistas suelen exigir hasta 500 dólares por un traslado a Caracas. O quizás en la propia recepción del hotel, donde las reservaciones se tarifaron al precio de 800 bolívares la habitación, y al momento de confirmarla suben a 1.200. Por no mencionar un timo de poca monta en el restaurante,
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Lo unieo que tuvieron a la mano Rita Arnold y Roberto ISIzama para capear el temporal del 27 de febrero fue la televisión
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un arrebatón en plena calle o el eventual sobreprecio de una compra desprevenida. Cierto que hasta el 27 de febrero, el país figuró en los folletos como un destino regalado. Expedicionarios de toda laya recalaron en estas costas, imantando las calles de creole y negritud. A no pocos se les vio en el lobby del Anauco Hilton, comiendo pan con pepsi cola. Por fortuna, el cambio flotante restituyó las barreras a otros niveles del consumo. Pero nada de esto es lo que ofrecen los agentes de recepción en las capitales europeas; allí los aburridos ciudadanos imaginan capítulos del realismo mágico e inagotables aventuras, atraídos tal vez por las imágenes de Aguirre o la ira de Dial, de Werner Herzog. En la Gran Sabana y otros puntos del Amazonas venezolano, promisorios empresarios manejan la cales aptos para alojar hasta 30 viajeros. Esta carnada mantiene el mismo cardumen de turistas, con un reflejo sobre la caja registradora al momento de facturar. Con todo, Venezuela está muy por debajo de República Dominicana y Cuba, como anclaje turístico. Aunque pasan desapercibidos los planos subyacentes, donde emerge con toda fuerza la venta tropical de un paraíso perdido en los viajes coloniales.
"El color de la luz, la fuerza espontánea de la gente arriesgada y una vitalidad que carcome el paso del tiempo, son un lugar en Venezuela", le dijo Roberto Bizama, un prófugo de la dictadura militar argentina, a su novia Rita Arnold, en una oscura habitación de Zurich. En los vuelos charter que conectan el bullicio latinoamericano con las esperanzas europeas, Bizama y Arnold -en ruta desde Buenos Aires- aterrizan en Puerto Plata (Santo Domingo). El toque obligado en Mai-
buena dosis de mate y artesanía de la pampa. Besos y fotografías, cenas y picnics, renovaron el fuero sureño. El viaje de vuelta prometía una tibia temperatura en las playas margariteñas, pero antes, la pareja convino en sumergirse en las apuradas calles de Caracas. El solo ascenso al hotel Plaza de Sabana Grande dejaría en el lobby el primer extravío: un gaucho tallado en madera. Subieron a la habitación, invadidos por esa mezcla de despojo y robo que
ás pausado fue el trance de Bernadette S iavy. En sus intermitentes visitas a Caracas, conoció a Oscar García y como ella misma reconoce, "obedeciendo señas predestinadas", fue presa de un hechizo. Bemadette tramita su visa de transeúnte para acomodar su nido de amor, previene a la Siex (Superintendencia de Inversiones Extranjeras), afirmando que trabaja en la casa de su hermana como mucama, pero reconoce que no le limpia la casa a cualquiera. García, un colombianocon10 años de residencia en el país, regenta un pequeño negocio turístico en las islas Chimanas, semiexplorado paraíso tropical frente a las costas de Puerto La Cruz.Los A las puertas del hotel El Conde, Bernadette Siavv y Oscar García en esnera de los fiscales del Minisyates abunterio Público. dan en temquetía, los precios por el piso pilla a cualquier turista. Se aporadas altas y muchos orientade las tiendas que bordean el costaron y poco después del les acomodados descubrieron pasillo de "tránsito" y un sopor- desayuno comenzó el escozor que podían hacerse de unos cote estable del régimen, surten de la revuelta urbana: por más bres alquilando lanchas totalel encanto como para hacer de tres días no encontraron un mente equipadas que tarifan efectivo el visado obtenido en carro, un restaurante abierto, un por 200.dólares la jornada. CaSuiza. Pero antes, Buenos Aires teléfono; lo presenciaron todo nadienses de la policía montada rindió honores: los mausoleos desde la habitación fría y desoy otros turistas que rayan ese altos y de vitrales en La Reco- lada. En Margarita perdie- estatus en el priiner mundo sueleta, confirmaron el sesgo de la ron el equipaje de mano y len ser los visitantes del kiosko metrópolis. Rita se paseó por el las maletas, durante un paseo de García, en el que vende barrio San Telmo, tras la huella por la zaha comercial. Más tarpescado, cerveza y se alquilan de Borges, enterrado en Bruse- de supieron que sus pertenentoldos contra el despiadado sol las, al tiempo que Bizama se cias fueron rematadas al mejor que azota esas costas. aprovisionaba en Ezeiza de una postor. Invitada por su novio, Ber-
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nadeue iba una que otra vez a disfrutar del encanto de esas aguas. Sin duda, nueve meses consumieron buena parte de sus remesas enviadas desde Francia, por eso Bemadette y su hijo Tom, mueren en la tortuosa ruta autobusera que co-, necta el Nuevo Circo con Puerto La Cruz. Surge el infortunado encuentro con un distinguido de la Metropolitana, que no sale de su asombro al recopilar entre manos pasaportes de Canadá, Francia y Colombia. En el módulo tropieza con dos monitos titi que García escondía en su gorro. Y la emprende contra el colombiano: "Si te encuentro polvos te vas a podrir en la cárcel". A Tom le cepillaron el ano con un limpiador de poceras. Fue el fiscal 33 del Ministerio Público el que solicitó un examen médico para los turistas y el colombiano. Bemadette pensó que 17 días después, cualquier huella de la vejación había desaparecido. Se negó por considerar que otra revisión equivalía a una humillación doble: "Yo nunca declaré que fui golpeada o violada" dijo. El médico insiste, pero ella lo refuta: "Mire, por qué no revisa a mi hijo Tom". "Bueno, pero los tres estuvieron involucrados en el hecho", insiste el galeno. Sin perder la compostura ensaya: "¿Eso quiere decir que si usted va caminando con dos colegas y uno se cae y se rompe una costilla, a los tres hay que hacerles una radiografía?". El fiscal Herrando Cuenca desestimó el examen médico, pero ella no sale de su asombro: "Querían una consulta en el siquiátrico, sospechando quizás que nos encontrábamos en estado de shock. Aunque al policía, sin embargo, nunca lo examinaron".
H.P. Fotos: V.S. (1211) Exces0 Julio 1989
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Llamado el niĂąo prodigio de la dermatologĂa, es un adelantado de la sustituciĂłn de importaciones.
ito Abrusci, 33 años de edad, podría pasar por un chico IESA. Su despacho, en San Bernardino, enseña en el decorado el sanforizado lustre de un negocio de éxito. Además, es uno de los escasos venezolanos que puede certificar haberse adelantado a las nuevas realidades comerciales y arancelarias: desde hace tiempo no sólo sustituye importaciones, sino que también se orienta a expatriar Know-how propio. No es economista ni párvulo de alguna escuela de administración de empresas, sin embargo. Su profesión es la medicina, especializado en cirugía dermatológica. Pero su gloria es, ni más ni menos, la latonería: por un talento probablemente heredado de su padre italiano, latonero industrial, Abrusci es capaz de transformar un mercado de los corotos en instrumental quirúrgico. Considerado el niño prodigio de la dermatología venezolana, presentado como tal en diversos programas de TV, los malabares tecnológicos de Abrusci no obstan para soslayar sus laureles académicos: cursó la especialidad en el Instituto de Biomedicina del Hospital Vargas, donde lo retienen como profesor de cirugía dermatológica y jefe de la consulta de Criocirugía (tratamiento de lesiones por medio del frío). S iendo estudiante de tercer año en el posgrado respectivo, ganó el Premio Nacional de dermatología, haciéndose de la posibilidad de una beca para completar su formación en los Estados Unidos. En el quinto piso del HOspital de Clínicas Caracas, donde atiende, pocos pacientes sospechan que las habilidades casi circenses de Abrusci revierten en beneficio de ellos: ahorro de dinero y de tiempo. La cirugía dermatológica, explica, es bastante complicada, en tanto comprende el criterio oncológico (tratamiento de tumores) como el criterio plástico (reconstrucción posterior a la extirpación del tumor). Por lo demás, y en contraste con la medicina comparti mentada de estos albores del siglo XXI, Abrusci procura una atención integral del paciente, digamos, latonería y pintura completa: resuelve desde el diagnóstico inicial hasta la reconstrucción de la piel, pasando por las tomas de muestras, terapias, transplantes y cirugías.
LA ir CINIERIA
Y PINTURA
RECIFE E\ PLENO PA MAZO Un dermatólogo hace patria convirtiendo baratijas de buhonería en instrumental quirúrgico. Valentina Marulanda Fotos: Vasco Szinetar El panorama de la especialidad, curiosamente poco extendida en Venezuela, se enturbia en estas costas: el instrumental específico, que no se produce en el país, tiene costos elevadís irnos y se gasta rápidamente. ara salvar ese tropiezo, en la mejor tradición del do it yourself de Mecánica Popular, Abrusci imaginó que la buhonería podía ser fuente de alta tecnología. Apelando a su habilidad, hasta ahora ha elaborado diez herramientas básicas de su especialidad a partir de antenas de carros, agujas de tejer, alicates de relojero y ganchos de ropa. Pero no se trata de simples remedos; de hecho, ha perfeccionado el diseño de ese instrumental, tanto, que su experiencia pronto será divulgada en un serial por entregas en una revista médica estadounidense. El bisturí circular o sacabocados, con el que se toman muestras destinadas a biop-
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sias, es uno de los instrumentos más utilizados en dermatología. Pierde, sin embargo, el filo fácilmente, y hay que reemplazarlo con frecuencia. Por lo demás, se requieren varios de medidas diversas. Abrusci halló una alternativa que reduce los 3.000 bolívares que cuesta cada pieza importada hasta un décimo de ese valor: por sólo 300 bolívares, de una antena obtiene hasta ocho bisturíes de excelente rendimiento. La antena, suerte de cuerno de la abundancia, también es la matriz de las agujas de electrocoagulación. Y con el extremo distal de la misma antena, finamente limado y afilado, obtuvo el gancho de piel, otro instrumento de uso diario, escaso y caro (Bs. 1.200 c/u). Y subraya con satisfacción: "mis ganchos maltratan menos la piel del paciente que los comerciales". Mucho más baratas aún resultaron las mismas agujas de electrocoagulación fabricadas con ganchos de ropa, esos que en abundancia proveen las tintorerías. Como además se hacen en cuestión de cinco minutos, pueden desecharse después de cada intervención, una garantía contra los riesgos de contaminación por enfermedades infecciosas. Un destornillador de relojero, rematado por una aguja de inyectar de ancho calibre, es el esqueleto del m in i-injertador para transplantes de piel ideado por Abrusci, con óptimos resultados. Algo más compleja es la probeta para tratamiento por c rioci rugía que diseñó valiéndose de dos tubos de antena, un anillo extraído de un tubo de cortina de baño y dos varitas de bronce de las usadas en latonería. Aquí, refiere Abrusci, tuvo que buscar la asesoría de su padre, y sin modestia, asegura que no cambia su probeta por ninguna de las industriales. La suya, gracias a unos punzones que le añadió, permite penetrar estratos más profundos de la piel para destruir, con frío, células lesionadas. Un electrocoagulador importado roza los 50.000 bolívares. En este caso, Abrusci prefirió no hacer una versión del aparato, sino buscar un reemplazo algo más prosaico pero tanto o más eficaz. Un soldador convenientemente adaptado a las correspondientes agujas, hace el rol de electrocoagulador. A diferencia de este, el soldador trabaja a base de calor y a la temperatura de 800 2C aniquila los virus, inclusive el del Sida.~
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FRAUDES Y MUJERES FAMOSAS
ACOSAN A EspAII
Desde la actual esposa del barón von Thyssen hasta Naty de Las Casas sucumbieron ante el más famoso y perseguido playboy venezolano. Actor, productor de un film de Orson Welies, y dueño de una cadena de discotecas en Estados Unidos, pasa de una aventura a otra siempre con su esposa de repuesto.
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Ewald Scharfenberg • Fotos: Vasco Szinetar y EFE
ualquier semejanza con el Tirabesitos —vaporoso pañuelo anudado al cuello, solapas puntiagudas, flor en el ojal— que augurara su vitalicio título de playboy la desmiente hoy Espartaco Santoni, 52 años después de su nacimiento en Carúpano, con una facha de donaire posmo. La barba calculadamente hirsuta, el aro prendido a la oreja, los largos cabellos torneados por el gel y después enlazados en una cola, certifican la maleabilidad de un venezolano que no ha hecho sino sobrevivir a los tiempos y sus modas, incluidos cinco divorcios, dos prisiones, 68 rodajes cinematográficos y una sola moraleja: "En la vida hay que arriesgar", glosa Santoni, "porque inclusive perdiendo se adquiere la experiencia para luego triunfar". Tres días que pasó en el hotel Tamanaco ("mi casa en Caracas, desde cuando cobraba 40 bolívares por día hasta ahora que cuesta 5.000") no marcaron un hiato en la redacción de su autobiografía: un saldo vital que quizás escriba con el lápiz rojo del escándalo. "Mis editores en España pronostican que será todo un bestseller. Aquí en Venezuela
estoy negociando su publicación con Carlos Capriles. Creo que su lanzamiento se efectuará el próximo mes de septiembre". Producir en 1965 la celebrada Falstaffde Orson Welles, o hacer alarde de su éxito empresarial en la competida escena nocturna de eley (la ciudad de Los Angeles, para los legos, actual residencia de Santoni), serían apenas
ES UN VERDADERO EXPERTO EN SOBREVIVENCIA EN 52 AÑOS SUPERO DOS PRISIONES, CINCO DIVORCIOS Y 68 FILMACIONES. un par de items curriculares que podrían dar legítimo lustre a esas páginas. Pero el señuelo editorial es otro: su lúdica pasantía por la farándula europea, de la que da cuenta su extenso listado de travesuras, amoríos y, como penúltima consecuencia, matrimonios, que comprende desde la bailaora Marujita Díaz hasta la actual baronesa von
Thyssen-Bornemisza, pasando por fugaces interludios como Massiel o Melissa Mell. Como nadie, Espartaco Borga Santoni tiene clara la importancia que el puntal femenino adquiere en la vida de cualquiera. Pero no sólo lo admite. Lo proclama. En la esquela de presentación que distribuye entre los productores hollywoodenses, junto a su esbozo anatómico ("altura: 5'9", peso: 170 libras, cabello: sal y pimienta, ojos: pardiverdes, talla: 42 reg."), el resumen biográfico resalta: "Known internationally for his playboy lifestyle, Espartaco has been marriedfive times to some of the richest and most famous women in the world" . —Todas las historias que se cuentan sobre tu vida tienen como referencia las mujeres con quienes has estado. Puede dar la impresión de que esas mujeres han sido ni más ni menos tus muletas.
Sin lugar a dudas! Josefina fue la muleta de Napoleón Bonaparte. Todo hombre que ha hecho cosas importantes siempre ha tenido una mujer a su lado. Siempre hace falta el apoyo de la mujer. Si este apoyo es efectivo, en el sentido de que pueda abrirte caminos, pues qué mejor que 1:2111 ■ Exces0
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una mujer enamorada le abra los caminos al hombre que ama para que él pueda desarrollar lo que quiere hacer. Muchas de las mujeres que he tenido en mi vida me han ayudado enormemente. Gracias a ellas he podido realizar lo que he logrado. extilero, actor, productor cinematográfico, empresario de la noche, picaflor, las hazañas de Espartaco Santoni se apilan entre los polvorientos recuerdos de un pretéritojet set y apenas se airean en las galeras de las revistas del corazón, sobre todo la naftalínie,a Hola. Si los años 60 y la primera mitad de la década siguiente señalaron la edad dorada del connotado carupanero, para ilustrar en estas postrimerías de los 80 el protagonismo de Santoni habría que imaginarlo hoy liado con Isabel Preysler, verbigracia, y asociado con Spielberg o los hermanos Globus en la
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"CON SOLO VER A UNA MUJER SABIA SI SU TALLA ERA 34C O 36A. TODAS LAS SEÑORAS DE MARACAY DESFILABAN ANTE MI PARA QUE LESIDIJERA QUE DEBIÁN USAR". producción de aventuras fílmicas. Las consolas de una network hispana son el invernadero donde Espartaco oxigena sus laureles: allí edita su programa de TV ¡Hola, América!, que define como una versión para el mercado de habla castellana de la serie norteamericana Estilos de vida de los ricos y famosos. De resto, se mantiene ocupado en el manejo de su cadena de discorestaurantes que ya serpentea por toda la costa oeste de Estados Unidos, la California meridional y Texas. Pero son opacas cotidianidades para un guerrero de su talante: dos décadas atrás le arrebataba a un millonario norteamericano el amor de una Miss Espolia, viuda, literalmente, de Tartán. Una gesta, también literalmente, impulsada por la pasión. —Yo quiero llevar al cine la vida de Francisco de Miranda, una vida de mundo, 66
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de un hombre que vivió muchos amores y Unidos, fue un industrial muy reconocido que fue condenado a muerte muchas veces, del ramo de la ropa interior para damas, y pero que a base de su gran labia supo salvar- además, un filósofo notable en lo que respecta a la doctrina masónica, llegando a ser se. Es un tema que a mí me apasiona. grado 33 Gran Maestro de la masonería —Quizás porque te ves reflejado en él. —Sí. Su aventura humana yo la com- venezolana. El tuvo que enfrentar muchas paro mucho con mi propia aventura hu- dificultades. Cuando yo tenía tres años los mana. Un venezolano como él, que llegó a negocios le fueron mal y mi padre se arruinó la corte rusa y fue admitido por la aristocracia europea, aparte de ser un prócer de la Independencia; esa historia va un poco con mi estilo de vida, que me ha llevado de ser un muchacho desconocido en mi país a ser un personaje muy conocido y aceptado por la sociedad europea. La calma y cordura de Eleazar López Contreras imperaba en el país cuando en Carúpano nace Espartaco Borga Santoni. Su padre, un inmigrante napolitano, había conocido allí a una casamentera criolla, retoño del reducto corso que era ese Cervera, la flamante Miss España 1961,celebra con su madre. "Doña puerto sucrense, Tita Carmen siempre ha intervenido en los asuntos de Tita", se lamenta Santoni. cuyo abolengo se entroncaba además con la casta de Juan en Carúpano. Nos vinimos entonces a CaraRuperto Gómez, prócer oriental de las cas, y aquí cuando los negocios marchaban huestes de Bermúdez, Mariño y compañía. bien lo robaron sus socios. Eso fue cuando Ciertas penurias prologaron el definitivo yo tenía ya cinco años, y nos tuvimos que asentamiento de la familia Borga Santoni, mudar a Maracay. En Maracay estuvimos siempre a merced de los desencantos coviviendo por un tiempo bastante largo, como merciales .del jefe del clan. hasta que tuve 14 ó 15 años. —Una vez escribieron acá en Vena—Muchos tienen por cierto que tú eres Ziki2 que mi padre había sido zapatero en de Maracay. Catia. Yo no tengo nada contra los zapateros, —Hasta en mis papeles de identidad pero esa versión no se corresponde en absoaparece como si yo fuera aragüeño. Pero eso luto con la realidad. Mi padre, que todavía se debe a que cuando yo fui a sacar mi carnet vive y que se encuentra en los Estados de conducir tenía sólo 16 años. Para obtener
esos papeles no sólo tuve que falsificar mi edad, sino también mi lugar de nacimiento. Dije que había nacido en Turmero. —¿Ya entonces tenías conquistas? —Yo siempre he usado todo tipo de coartada para seducir mujeres, menos el engaño. En ese entonces mi padre tenía una fábrica de brassieres y ropa interior para damas de las marcas Lady Marlene y Warner. Yo era el vendedor estrella de la fábrica de papá. Era experto en sostenes, con sólo ver a las señoras sabía si usaban 34A ó 36C. Y teníamos también en Maracay un negocio llamado Almacenes Para Ti. Por allí desfilaban todas las señoras maracayeras para que yo les dijera qué debían usar.
para ingresar a la Academia Militar necesitaba contar por lo menos con 17 años de edad. Entonces, mi única posibilidad era la de estudiar afuera. Mi padre me dio a elegir entre varias opciones: un instituto militar en Estados Unidos, el liceo San Martín en Argentina, ola Academia Militar de Ramírez en Bogotá. No recuerdo por qué, pero me decidí por Bogotá. Allá estuve dos años. —¿Cómo se extinguió tu vocación militar? —Pasó que me enamoré locamente de una muchacha de muy buena familia de Cali, Olga Liscano, y aunque yo tenía 16 años y ella 17, yo quería casarme con ella. Por supuesto, mi padre no lo consentía. Pero
cierta propensión de Espartaco al devaneo extraconyugal y su casi obsesiva pasión cinematográfica. —El cine siempre me cautivó. Ya en Maracay sentía que podía actuar, pero nunca pensé en hacer realidad mi sueño, porque entonces en Venezuela ¿cómo podías pensar en llegar a ser un actor de cine internacional? Pero cuando tenía 19 años, Marujita Díaz me dio la gran oportunidad de entrar al cine. —¿Cómo la conociste? Ella vino a trabajar a un night club muy en boga entonces, El Patio Andaluz. La propietaria de ese local era una ilustre dama de la sociedad caraqueña, Maribel Llorens. Yo era el mejor, el más asiduo cliente de El Patio Andaluz, y era seguidor de Maribel. Estaba loco por ella. Pero no me paró bolas, aunque nos quisimos mucho, formamos una gran amistad, su mamá me quería mucho,
"LA QUE ME GUSTABA ERA SU HERMANA, PERO LA MISMA NOCHE QUE CONOCI A TERE VELASQUEZ LE PROPUSE MATRIMONIO".
Buena mano la de Espartaco: después del divorcio, la Cervera atrapó al archimillonario harén Hana Heinrich von Thyssen.
Las turbulencias seductoras del adolescente pronto se podían potenciar, le pareció, con un atinado talante castrense. Su afiebrada deducción le llevaría por primera vez fuera de las estrechas (para él) fronteras venezolanas: la sabana bogotana sabría de sus fogosidades. —Estaba estudiando aquí en Caracas, en el Instituto San Pablo, cuando me entró la vocación por las armas. Bueno, en realidad me atraía la idea de usar uniforme, porque sabía que a las muchachas les encantaba un uniforme. Pero apenas tenía 14 ó 15 años, y
entonces me dijo: "Mira, si quieres casarte vente a Venezuela a trabajar conmigo, y después de que hayas trabajado y tengas para fundar un hogar, te puedes casar". Estuve de acuerdo, hablé con mi novia, pero aquí en Venezuela resulta que se me pasó el amor y me olvidé de la caleña. En Maracay me encontré con una muchacha que me volvió loco. La insania llegó hasta la jefatura civil. Era la primera vez de una ceremonia que se tornaría en costumbre: la del matrimonio. Pero la unión arrastraba dos taras natas:
pero a ella nada más le interesaba su carrera artística. De todas maneras, fue a través de esa amistad que conocí a Marujita. —¿No estabas casado en ese momento? -Sí. Pero estaba mal con mi mujer, lo que era normal, porque habiéndome casado a los 17 años, a los 19 años tienes que estar mal con tu mujer. A esa edad, ¿qué idea puedes tener de lo que es el matrimonio, de lo que es la responsabilidad de una vida común? Entonces me enamoré de Marujita, una gran bailaora, que al terminar su temporada se regresó a España. A los cinco o seis meses me fui allá a buscarla. Y me quedé 25 años viviendo en España. ---Cuando fuiste hasta España y encontraste a Maruja, ¿cómo la convenciste, la lograste seducir, para que te atendiera? Quizás para ella su relación contigo sólo había sido una aventura en Caracas y nada más. Pero terminaron casándose. --Yo estaba saliendo con una muchacha 121 1». Exces0 Julio 1989 67
contraería matrimonio con Santoni.
La noche que conoció a Tere Velásquez se fue de boca: le propuso matrimonio.
RUMBA VIP
La Morocota, El Corral de la Morería, el MauMau y el Chuky-Lucky son cotas de la rumba caraqueña que Santoni ha ideado en las dos últimas décadas. Su suerte variable, en todo caso, no lo ha disuadido de dejar el ramo. Luego del divorcio con Naty de Las Casas, en Beverly Hills crea el Spartacus Night Scene, que al hacer
dólares en el bolsillo". Sus lances con Massiel y otras figuras de la farándula hispana serían relatados en estas costas con envidioso regodeo. Como su ilustre homónimo y predecesor, Espartaco se imponía a la esclavitud del tercermundismo. La gloria era para él. Simultáneamente,Carmen Tita Cervera, ex Miss España y Miss Europa, viuda reciente del Lex Barker, el famoso Tarzán de
agua da paso a otra aventura empresarial: una boite en Rodeo Drive, "la calle donde están los lugares más caros del mundo. Ahora Michael Douglas y su esposa son unos de los habitués de mi local. También Larry Hagman, Raquel Welch, Bárbara Carrera. Es el sitio donde bailan salsa los famosos". El éxito gerencia!, que hasta ahora le había sido elusivo, por fin tocó a su puerta: el local angelino se convirtió en la matriz de sucursales en Santa Bárbara, California, y Dallas, Texas.
las películas, buscaba infructuoso consuelo en Kirk Kerkorian, principal accionista de Metro Goldwyn Mayer. En una fiesta, a través de Paula Pettier, una amiga mutua, conoce a Espartaco Santoni. A los tres días, implacable e intempestivamente, la Cervera —hoy baronesa von Thyssen, cabeza visible de una de las mayores fortunas europeas— telefonea a Kerkorian para congelarlo con una nueva: una semana más tarde,
lrito se celebró una templada tarde de febrero de 1975 en New York. El germen de la controversia se implantaría desde ese mismo día, cuando la prensa española alegó que la ceremonia era nula en tanto Santoni aún no había disuelto su anterior matrimonio. —Esa versión aún se mantiene hoy. —¡Se han dicho tantas cosas! Pero si tú lees las últimas declaraciones de Tita en la revista Lecturas, donde ella está haciendo una especie de recuento de su vida, ella habla de nuestro matrimonio, totalmente válido, efectuado ante uno de los jueces más importantes de New York, Sandy Falco. Tan bueno fue mi matrimonio como lo fue mi divorcio, que completé en Santo Domingo. Estando aún casado con Tita, me comprometí con Naty de Las Casas, así que tuve que divorciarme. Para hacerlo a la mayor brevedad, tuve que irme a la República Dominicana para aprovechar las leyes de ese país. Pero por cierto, me parece que esa autobiografía que está haciendo Tita, que ahora es baronesa, es como de mal gusto. No sé, me parece que alguien que una vez al mes está cenando al lado del rey Juan Carlos no puede estar diciendo esas cosas. —Veo que le sigues mucho la pista. —Lo que pasa es que en el 90 por ciento de sus declaraciones me nombra. Y es que con Carmen tuve una relación tan fuerte y tan fatal, pero a la vez hermosa, que fue como un huracán, con muchos truenos y tempestades, pero con muchas calmas también. Fue la época más turbulenta de mi vida. Y el personaje central del libro que ahora escribo es Carmen. —Se asegura que Carmen Cervera es una de las mujeres que tú has arruinado. —Yo te puedo mostrar el Cambio 16 donde ella dice que "Espartaco nunca usó dinero mío porque nunca lo tuve". Y eso es verdad. Cuando nos casamos ella lo que tenía eran deudas. Cuando la dejó viuda Lex Barker lo que recibió como herencia fue una casa en la Costa Brava, maravillosa por cierto, de la que ella no podía pagar los impuestos. Y por eso lo primero que hice al casarme con Tita fue darle dinero a doña Carmen, su mamá, para que pusiera al día Exces0 Julio 1989 69
las cuentas de la casa, que ellas se habían empeñado en conservar a toda costa. —Doña Carmen tuvo mucha injerencia en la relación de ustedes. —Sí. Ese es un binomio en el que yo realmente no sé si Doña Carmen obedece a Tita, Tita obedece a su madre, o si las dos están de acuerdo para joderse mutuamente. Pero la madre de Tita siempre ha tenido suprema intervención en su vida. Tita es una mujer que ha sufrido mucho en su vida
matrimonio porque no soportaba a doña Carmen. Y Tita se enteró de su muerte, estando en Roma y a punto de reunirse con Lex, porque doña Carmen la llamó y le dijo: "Al fin se murió el hijo de puta". La corcoveante relación alcanzó la cornisa final en 1978. Un entrevero mercantil, sobre una presuntamente fraudulenta venta de los derechos de distribución de tres de sus películas por parte de Santoni a dos empresas, arrojó sus huesos a los calabozos
Aunque esa primera vez en la cárcel no la pasé tan mal. Fueron 30 días. Lo tomé como una aventura más, un tiempo de reflexión, en el que por lo demás me trataron muy bien. Me pasaron a la enfermería y los guardianes me hacían grandes deferencias, me reconocían y querían congraciarse conmigo. Pero por motivo de unas declaraciones que di cuando salí de la cárcel, la segunda vez que estuve en Carabanchel, unos 25 días más, no tuve esos privilegios. Me pasaron directamente a una prisión de castigo, una especie de bóveda subterránea a la que no llegaba casi luz. La escena me recordaba la película de Papillón. Había un excusado lleno de mierda que hacía mil años no lavaban, y de noche aparecían unas ratas gigantescas. —¿Qué declaraciones te valieron semejante castigo?
"YO NO ARRUINE A NATY DE LAS CASAS. ELLA PERDIÓ MUCHO DINERO CONMIGO, PERO UN TABLAO FLAMENCO NO MANDA A LA QUIEBRA A UNA FAMILIA COMO ESA".
Pasa de los 50 pero se siente un pavito. En octubre se casa con una Miss Colombia de 23 años.
desde muy pequeña, cuando vivió experiencias tormentosas que no quisiera contar. Y
además éS dirigidA por su madre, una mujer muy dura también, de muy malos instintos. Esa combinación ha hecho mucho daño a muchas personas. Por ejemplo, al bueno de Lex Barker. El adoró a Tita, pero terminó su 70
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de Carabanchel, la tétrica prisión hispana. Un parpadeo judicial le permitió, dos meses después, huir a Venezuela. —Precisamente el relato de mi libro lo comienzo en Carabanchel 1978, una de las peores experiencias de mi vida. Recuerdo que era diciembre y hacía mucho frío.
—Dije que me habían tratado muy bien en la cárcel, que Carabanchel había sido para mí como un hotel. La verdad, pues. Pero eso disgustó al director de prisiones. Y también indignó a muchos presos que estaban allí, que llevaban muchos años en prisión y sus expedientes estaban perdidos o simplemente no les formulaban cargos.Y trataron de matarme. Llegó un grupito de cuatro personas armadas con cuchillos, pero afortunadamente había otras personas que eran amigas mías desde la primera vez, y que también eran unos capos, que me defendieron. Pero si esa noche mi abogado no hace que me cambiaran de sección, seguro que me habrían matado. Ocho años más tarde, después de que el juzgado hubiera destruido mi vida, mi hogar, mi matrimonio, recibí de ese mismo juzgado un pliego en el que me comunicaba que mi caso no revestía nada de criminalidad, que era una cuestión puramente comercial. Pero, enton-
ces, ¿eso borró todo el daño que me hicieron?
s
i el dinero envilece lo quetoca es una lección que Espartaco Santoni aún ignora (¿o conoce muy bien, acaso?). En 1980, completando el segundo año de su último, por ahora, exilio venezolano, conoce a Naty de Las Casas, prima y hermana de reinas de belleza. Hasta hacía muy poco, el actor trocado en empresario había mantenido un compromiso con Graciela Zarikian, cofinancista del Mau-Mau, la boite de Santoni en la Torre Central de Altamira. Simultáneamente con el naufragio del negocio, la palabra nupcial empeñada se resquebraja: otro crash mercantil que le lleva a morder el polvo pasional. La relación con Naty, en principio y en cambio, no se traspapela con los negocios. Poco después de conocerse, se casan. La pareja se muda a Los Angeles. Allí, cabeza de playa de la penetración hispana en la costa occidental de los Estados Unidos, no es mucho lo que Santoni debe esforzarse para persuadir a su flamante esposa, otra amante del arte andaluz, para que preste capital a una de sus exuberantes fantasías: Spartacus Fiesta. —También embaucaste a Naty de Las Casas.
—No creo que Naty haya dicho eso. Es absolutamente cierto que gracias a Naty, y a sus padres, don Julio y doña Naty, a quienes aprecio mucho, pudimos lograr en Los Angeles el sueño de Spartacus Fiesta. Una gran empresa en la cual, también es cierto, se perdió mucho dinero. En los negocios o se gana o se pierde. Y en esta ocasión nos tocó perder mucho dinero. Pero eso no quiere decir que yo haya arruinado a Naty de Las Casas, porque Naty, o su padre, no son personas que se arruinen por montar un tablao flamenco. Las suyas son fortunas muy sólidas. —¿Por qué fracasó tan estruendosamente ese negocio?
—Spartacus Fiesta era un sueño mutuo: de Naty, porque le permitía expresar su arte de bailar, y mío, de dirigir un negocio próspero y único en su estilo. Era un palacio mediterráneo construido íntegramente por no-
sotros, en el centro de Hollywood. A través de arcadas pasabas de un ambiente a otro: en un ambiente había un cuadro flamenco, en el otro había una orquesta latina, en otro un restaurante. Pero era una operación muy grande, para la que no encontré el personal idóneo que se encargara. Por eso, aparte de administrador, muchas veces yo tenía que hacer las veces de bailarín de flamenco, o de cocinero. Tuvimos que venderlo, y a partir de eso hubo una desunión entre mi esposa y yo, y luego el divorcio. El divorcio siempre es el preámbulo de la reincidencia, y el próximo octubre, en Los Angeles, debe perpretarse el sexto intento de Espartaco Santoni: se casa entonces con Medka Kerselic, 23 años de edad, una ex Miss Colombia de ascendencia yugoslava. —Es que yo siempre he adorado el glamour. Sobre todo en la mujer. Me encanta la mujer con clase, elegante, famosa y con dinero. Me gusta, ¿y a quién no le va a gustar?
CIED
Su matrimonio con Naty de Las Casas fue un verdadero lamento gitano.
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Blanca Tiene Voluntad -
UNA CAMPANA PARA EL BTV Ante la apertura inminente del Banco de los Trabajadores, la agencia cautiva de la institución, Densos Creativos Advertising, propuso un plan de relanzamiento. Densos Creativos Advertising es una agencia de publicidad con la mejor proyección en el mercado. Desde el comienzo de nuestras actividades nos propusimos el manejo de productos líderes y vaya, no podemos quejarnos: 38 de 40 clientes ocupan el primer puesto en el ranking de ventas. Dos semanas han bastado para adueñarnos del marketing. Pero este no es un mero golpe de suerte, cada Denso está listo para cumplir su tarea. Nos gusta el reto. Jamás le hemos dicho "no" a una misión imposible. Cuando el presidente Carlos Andrés Pérez anunció el 1 4 de Mayo que el Banco de los Trabajadores le sería devuelto a los obreros del país, nos invadió esa rara combinación de entusiasmo y miedo que impone nuestra filosofía de trabajo. De inmediato decidimos capturar la cuenta y bueno, aquí estamos frente a Juan José Delpino. Después de realizar 500 encuestas para ubicar la posición del Banco de los Trabajadores en el universo de los ahorristas, encontramos que:
1 9 La gente cree que Eleazar Pinto era un jugador de los Leones del Caracas que le hacía publicidad al banco y que Antonio Armas era su presidente. 22 El 80 por ciento de los encuestados no sabe si el viejo slogan "algo más que un banco" corresponde a Cambios La Guaira, al BTV o a la oficina de Tony Canaves. 39 El logo de la institución fue confundido con un graffiti pintado en las paredes de Caracas, al que todos asocian esta frase: "Blanca Tiene Voluntad".
Audio: Voz de Johnny Cecotto: "Quiero llegar pronto a la meta"
El carro sigue su marcha y de pronto, aparece el freno de paracaídas. Se ve la huella del frenazo sobre la carretera. El carro se detiene y se devuelve en retroceso hasta otra agencia del BTV que pasó inadvertida en el recorrido. Audio: Voz de Ceccoto: "Olvidé actualizar mis intereses"
En la taquilla, una vez resuelta la operación, aparece Johnny Cecotto frente a la pantalla, con un guiño de ojo y la libreta en alto: "Hay que jugarle limpio a Venezuela". En off: " BTV y apuéstale a Venezuela".
AVISO EN PRENSA En esta fase de relanzamiento proponemos una campaña de intriga en medios impresos. El spotman sería Andrés Velásquez. Su foto a cuerpo entero aparecería en avisos de una página, con un cartel colgado al pecho y una cifra: 12 por ciento. El ceño fruncido y los ojos preocupados del trabajador simularían desde un llamado a huelga general hasta un aumento de salarios por esa magnitud. Pero, ¡No!. Se trata de las tasas activas que ofrecerá el BTV a sus clientes que califiquen para los créditos de la institución. En un segundo aviso, Velásquez agarra el cartón con las dos manos, lo coloca ante los lectores y deja ver su mejor sonrisa, la misma que dejó ver cuando ganó las elecciones de Suttis. Abajo, aparece el lema de nuestra campaña: "Juégale limpio al BTV"
CUÑA TELEVISIVA Simultáneamente, aparecería en televisión una cuña de 30 segundos, cuyo story board sería el siguiente:
Escena 1 Johnny Cecotto aparece en pantalla cambiándole el caucho a uno de sus bólidos frente a una de las agencias del Banco de los Trabajadores. De pronto se voltea y con cierto desgano,
audio: "Hay que arreglar los huecos de este país".
Cecotto se voltea y atornilla el caucho de recambio. Aparece en escena una carretera devorada por un carro. 72
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SPOT RADIAL Densos Creativos estima que esta cuña puede funcionar en radio, enmarcando el recorrido del corredor de carreras con sonidos de ambiente, siempre y cuando un locutor de planta anuncie el patrocinio exclusivo de un programa en específico. No puede ser cualquiera, así que proponemos un avance noticioso o un micro de 3 minutos.
PROMOCION Dos venezolanos ilustres -Carlos Andrés Pérez y Rafael Caldera- se harán merecedores de las dos primeras cuentas de ahorros otorgadas por el BTV. Entre los demás asistentes al acto inaugural se sortearán ocho libretas, cuyos beneficiarios podrán disfrutar de dos semanas sin costo alguno en la ciudad vacacional de Los Caracas.
PERSPECTIVAS Densos Advertising asegura que una campaña de este tipo colocará de nuevo al BTV en el primer lugar del ranking bancario. Ahora los invitamos a un refrigerio y a que presencien el reel de nuestras cuñas en el sector financiero, donde destacan las del Banco de Comercio y el Nacional de Descuento, instituciones que no hace mucho ocuparon puestos de vanguardia en el mercado financiero. cjeiD
IF0 AS I C.) N ARTESANAL
D E V I OLINES TRAS LAS HUELLAS DE LOS ANTIGUOS VIOLEROS DE CREMONA, EN UN TALLER DE SAN AGUSTIN DEL SUR PRODUCEN LOS INSTRUMENTOS PARA LA ORQUESTA NACIONAL JUVENIL Y FORMAN A LOS APRENDICES DE UNA DE LAS MAS DIFICILES , REFINADAS Y SUTILES TECNICAS.
n violines, lo mismo que en los vinos, no existe la idea de progreso; la tecnología no los contamina y lo que cuenta es la tradición. Por eso el violín que hoy conocemos es el mismo que se creó en Italia en las primeras décadas del siglo XVI, con cambios insignificantes en el modelo y el refinanmiento del sonido. Cada violín es único e irrepetible. Un instrumento construido por las mismas manos, con la misma madera e idéntica técnica en el mismo clima y circunstancia, nunca es igual a otro. Tiene su propio carácter, su propio "color", que en buena medida determina lo que se llama el "sonido" peculiar de cada intérprete, aquello que distingue a un Ricci de un Menuhin y a un Kremer de un Perlman.
Definir el carácter de un violín resulta tan difícil como abstraer la personalidad de un vino. En ambos casos uno se encuentra ante intangibles: un sabor, un sonido, un color, una textura, y siempre hay que hacer un rodeo por el lenguaje figurado para encontrar los adjetivos adecuados. Se habla de un vino seco, aterciopelado, redondo, femenino, profundo, sedoso, límpido, mientras que, a la vez, un violín puede ser profundo, brillante, opaco, dulce, seco, abierto, pastoso, aterciopelado. Técnica o arte (ambos a la vez), construir un buen violín es casi tan exigente como tocarlo. Es creencia generalizada que los instrumentos que se fabricaron en Cremona entre los siglos XVI y XVIII por las familias Amati, Guarnieri y Stradivari, muchos de ellos todavía en manos de los
grandes virtuosos que andan por el mundo, son ejemplares no igualados después por ningún otro. Aunque Kasimierz Burek, violista y violero polaco, establecido en Venezuela, se atreve a disentir y considera que Stradivari no se llevó el secreto a la tumba y que si alguien se empellara en superarlo, podría llegar a hacerlo. La razón de esa calidad de sonido de los violines de Cremona sigue siendo pues un misterio que, como tal, no vale la pena buscar ni en la humedad de los bosques italianos, ni en las condiciones socio-económicas de aquellas familias, ni en muchos otros factores que sin lugar a dudas contribuyeron, pero no constituyen una explicación. En Caracas, además de varios violeros que construyen instrumentos por encargo, como son el mencionado Burek y Matías Herrera, quien por cierto estudió en Cremona, junto con su esposa, hay un taller situado en el sector de San Agustín del Sur. El maestro Rómulo Alaluna, su director, explica que prefiere hablar de violería. Luthería, como se ha llamado tradicionalmente en Europa a la construcción de instrumentos, resulta inadecuado, porque viene de la palabra francesa luth, que quiere decir laud.
Cámara de la Colonia Tovar.
RAL LY D EL PLACE R
Aunque vende Puerto La Cruz como meca turística —y empresarial—, es entre París y Dakkar o en las arenas de la pampa que el mecenas francés traga polvo al volante de un rústico, buscando ganar algún trofeo que combine con sus obras de arte. na agreste escena ribereña firmada por S isley en 1876 monta guardia junto al templex que tapona el acceso a la oficina de Bernard Cave en Los Palos Grandes. Acaso se trate
manera es un montaje que el propio Cave desmantela con modestia: "No es una tela auténtica. Es una reproducción, de gran calidad por cierto, que hace algunos años, con otras copias más, compré aquí mismo en Caracas. Me pareció más simpático que poner afiches".
dquna triquiñuela que
La galería apócrifa que enmarca los
persiga contrastar los fulgores del puntillismo con la austeridad fabril que una decoración posmo imprime al local. Pero de cualquier
negocios inmobiliarios de Cave —promotor de ingentes desarrollos turísticos en Puerto La Cruz, como Aguamarina y Terraza Mar— resguarda, además, el perfil
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llano que hasta la fecha, y con celo empresarial, ha querido conservar este tolosano de 45 años desde que en 1977 se radicó en Venezuela. Las precauciones del incógnito, sin embargo, han sido rebasadas por sus propios devaneos de promotor artístico. "Soy como muchos otros que aman el arte", protesta la atención periodística, quizás sin reparar, por ejemplo, en el genuino lienzo renacentista que domina el salón principal de su residencia, adyacente a la casona nodriza de aires coloniales de un
lización de Amérika, Terra Incógnita de Diego Rísquez, uno de sus amigos, al que otorgó —persuadido, además, por otra amiga, Andrea Radonsky, y por el "enfoque plástico" propuesto para el rodaje— la buena pro desdoblándose como coproductor ejecutivo de la cinta. Y otra —la más reciente— de las hazañas de Bernard Cave bajo el pendón del mecenazgo fue su patrocinio, a cuatro manos con la Alliance Franlaise , de la presentación en la Iglesia de Prados del Este de un grupo galo de cantos gregorianos."Debía ser un concierto gratuito. Se trata de una música sagrada interpretada en un templo. Era una ocasión para el espíritu, nada mercantil".
importante banquero, en las estribaciones de la urbanización El Placer. El cuadro, un anónimo florentino del siglo XVI, es apenas un brochazo en el collage de inversiones pictóricas que, como confiesa Cave, ha adelantado esencialmente en Europa sin eximirlo de adquirir piezas latinoamericanas, obras de ingenuos haitianos y hasta de algún aerolito de la plástica venezolana (Sosa, Pisani), incluyendo miembros de su muy cernida peña de amistades: Luis Enrique El Gordo Carbonell venció la bicentenaria decrepitud de un gobelino de D'Abuisson que Cave trajo de Europa, pintando sobre el venerable tejido las coloridas estampas de un pavo real y un felino mayor; la renovada alfombra, pendiente de una pared, preside ahora el comedor del francés. Para burlar las constricciones del coleccionismo, Cave, empedernido fumador de los Montecristo cubanos, usurpa desde su base empresarial otro rol: el de mecenas. Genio y figura, que dicen. De su cartera provino una buena parte de los 8 millones de bolívares que consumió la rea-
n mohín entre evasivo y desinteresado cubre siempre las referencias de Cave a su rol paracultural. La parquedad derrapa, sin embargo, cuando este singular mecenas repasa las anécdotas de su otra pasión, la automotriz, de la que dan cuenta su Porsche 911 Carrera y los trofeos, nunca tan ostentosos como sus obras de arte pero capturados más arduamente, que ocupan los anaqueles de la morada en El Placer. Un año atrás, en mayo de 1988, Cave volvía a Caracas junto al mecánico de Maripérez y compañero de ruta por 22 días, Víctor Pérez, luego de cubrir al volante de un Landcruiser Toyota ensamblado en Cumaná los 14.000 kilómetros que distancian a Bogotá de Buenos Aires y convertirse así en el primer ganador del boicoteado Rally Transamazónico, béte noire de los ecologistas venezolanos. Aunque no vio ni un dime del millón de dólares en premios prometido por los organizadores del extenuante evento, el triunfo arrojó azogue sobre una herida que Cave no finalizaba en restañar: sus dos frustrantes incursiones anteriores en el-Rally París-Dakkar, tenido como el más díficil del calendario internacional. En un par de ocasiones Cave había naufragado en el atolladero del Sahel; en la última, su vehículo 4x4 lo abandonó en el inhóspito corazón del desierto en Níger. Por eso, tras el éxito sudamericano, se
preparó para arañar lo que consideraría una conquista personal completar el recorrido. Un laurel de ninguna forma desdeñable, pues según sentencian las estadísticas, de cada 20 automóviles que parten del hito número O en París, apenas uno arriba a la capital senegalesa. "Se pasan 14 días mordisqueando galletas, con una temperatura abrasadora bajo el sol y fríos extremos en las noches. Pero es irrelevante preguntar qué tipo de problemas enfrenta uno en el rally. Simplemente, si llegas a la meta significa que resolviste todos los problemas", ensaya sintetizar la filosofía de la aventura transafricana, una de esas experiencias que contrasta a los bravos entre los pusilánimes: "El rally comienza el 25 de diciembre. La fecha es escogida a propósito, para evitar que participen tipos sensibleros, a los que afecta pasar la Navidad fuera de casa, y que sin duda no resistirían la prueba. En cambio, a mí me sirve la fecha, porque no puedo dejar mis negocios por tanto tiempo a la deriva, pero como en esa época la actividad es poca, puedo abandonar la oficina". Las asertividades de Cave tuvieron ahora el respaldo de sus amigos industriales, que le facilitaron las 50 llantas especiales de recambio exigidas por el trayecto, y de Tocars, que dotaron los 3 vehículos todoterreno, modificados en Francia, que se cubrieron de polvo y gloria en los médanos de Africa Occidental. El trío de carros venezolanos llegó a Dakkar, con Cave, por supuesto, a bordo de sus cabinas, a mediados de enero pasado. Peugeot, la marca ganadora, fue el único otro team que alcanzó completo y casi intacto la cuna de la negritud. Los souvenirs fundamentales de la gesta, para la nostálgica contrariedad de Cave, han quedado congelados en un limbo burocrático: los Toyotas cumaneses, técnicamente destinados a la exportación —tras la cancelación de los impuestos respectivos y el diferencial que compensaba los subsidios— no pueden ser repatriados; y habilitados por una licencia provisional —ya caduca— para el rally, no pueden circular en Francia. "Están guardados desde hace meses en un taller en París", se queja Bernard Cave, malamente despojado de sus caras montas del Beau Geste automotor. E.S. Fotos: V.S. Exces0 Julio 1989 77
Z 01111 01 TOLERANCIA
RUBEN MONASTERIOS
EL ETERNO FEMENINO ue Goethe quien acuñó esa expresión feliz, el Eterno Femenino, para aludir a un núcleo de características de la personalidad esencial de la hembra de nuestra especie, que permanece invariable en ella, independientemente del tiempo y del espacio; subyacen tales características en otras aportadas por la cultura a la personalidad femenina y en las peculiaridades individuales de cada mujer. No olvidó el bardo alemán incluir entre ellas la singular capacidad de simulación de la hembra humana, destreza esta que se pone de manifiesto con superlativo énfasis en la manipulación impartida a su apariencia física. Lo cierto es que a lo largo de toda la historia las mujeres han seducido a los hombres mediante engañosós artificios embellecedores de toda índole; llegaron a ser tan exageradas en ciertas épocas que el problema de los hombres burlados se convirtió en un asunto de Estado, determinando intervención correctora de los poderes públicos; así ocurrió en la segunda mitad del siglo XVIII en Inglaterra: en justa respuesta al clamor de millares de hombres vilmente engañados por las mujeres que en ese entonces llegaron al colmo
del abuso de tales artificios, el Parlamento británico, en 1770, sancionó una ley cuyo edicto reza: "Todas las mujeres...sean vírgenes, solteras o viudas, que desde la promulgación de esta ley arrastren, seduzcan o induzcan al matrimonio a cualquier súbdito varón de Su Majestad, mediante el empleo de perfumes, pinturas, cosméticos, dientes artificiales, pelo postizo, lana española, ballenas de hierro, armadores, zapatos de tacón alto, etc., incurrirán en la pena de la ley que ahora se promulga contra la brujería y malas artes parecidas, y tal matrimonio, una vez probados los hechos, será declarado nulo e írrito".
a Revolución Francesa trajo consigo —entre otros saludables efectos socioculturales y psicológicos— el revival del estilo sencillo y austero que se suponía propio de los republicanos romanos de la antigüedad. Por contraste con la del Viejo Régimen, la moda de vestir femenina de la transición entre los siglos XVIII y XIX se hizo ligera; la ropa interior casi se descartó y la exterior debía caer con naturalidad, formando pliegues, modelando suavemente el cuerpo de la portadora. El escote se hizo profundo y las más audaces de las damas que usaron la moda hoy conocida como Imperio lo llevaron hasta más abajo de los pechos, exhibiéndose topless en los salones napoleónicos. Poco duró tanta espontaneidad y frescura: la era victoriana vol-
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vió a cubrir a la mujer con centenares de yardas de encajes, crinolinas, tules y terciopelos, y con esta moda llena de encendidos pudores volvió a propiciarse el engaño; de hecho, ningún varón podía saber con certidumbre lo que había debajo de esas capas de telas vesturales, hasta llegar al tálamo nupcial; y aún estando en él la pareja, una mujer decorosa podía entregarse a la lascivia viril envuelta en una batola que la cubría desde el cuello hasta los tobillos, provista de un agujero a la altura adecuada para posibilitar la satisfacción masculina. Es verídico que en esa época muchísimos hombres jamás llegaron a ver íntegramente desnudas a sus es-
posas a todo lo largo de sus vidas conyugales; a sus amantes y compañeras ocasionales de aventuras putañescas, sí, por supuesto, en cuanto una norma pivotal de esa sociedad imponía practicar la moralidad en público y en ámbito familiar, y la depravación en secreto. endríamos que esperar más de un siglo para que, al recobrar la mujer la libertad de exhibirse, se redujera la probablidad de engaño al varón. La proposición en cuanto al vestir femenino contemporáneo ha llegado a ser el "casi nada", o el "ponte encima lo menos posible"; las mejor dotadas por la Madre Natura no vacilan en ceñirse a ese precepto, lo que les permite ---¡ gracias a Dios!— resolver sin conflicto sus compulsiones exhibicionistas, deparándole al varón de libido correctamente orientada el deleite de ver esas divinas criaturas bien diseñadas y flexibles, de grácil caminar y desenfadadas maneras, andando por ahí vestidas —es un decir— con trajes que parecen hechos de materiales hádicos, traslúcidos, descotados por arriba, breves por debajo, sin más ropa interior que una pantaletica que se insinúa en la ligera tela. Pero la moda actual pese a su simplificación, ni por asomo ha descartado los artificios: los cosméticos existen en cantidad y variedad mayores que antes, y los atuendos disimuladores de imperfecciones compiten con las ropas livianas; la moda pone a eamm.
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GRAN SAQUEO PROS; clauti 1 LLEGO III 110111 EXCESO Prometió sortear en esta primera semana de Julio dos relojes Omega entre sus viejos y nuevos suscriptores. Bien, a partir de este lunes 3 comienza la cuenta regresiva de la semana. Hemos convenido con Maricarmen Sobrino y Enrique Castillo, conductores del programa "Nuestra tarde", que se emite diariamente, a las 3 p.m. por la emisora RO. 910, que ellos practiquen el sorteo y anuncien los nombres de las personas ganadoras. De todos modos, EXCESO informará sobre los ganadores en su edición de Agosto.
Sólo faltan horas. Usted puede hacer lo mismo que con las planillas del impuesto: apúntese de apuro (hasta por teléfono) con Bs. 650; tenga EXCESO en casa todos los meses y gánese un Omega. Costo anual: Bs. 650 en el área metropolitana y Bs. 700 en el interior.
Revista EXCESO: Residencias Piñalva. Piso 1-15. Avilanes a Mirador, La Candelaria. Caracas 1010. Telf: 574.11.50- 574.10.50.
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disposición de las mujeres chaquetones con hombreras descomunales, vestidos y pantalones abolsados y batas extravagantes que tanto, ¡o quizás más!, que las sayas victorianas ocultan condiciones anatómicas indeseables; hay además, prendas íntimas destinadas a reprimir inadecuados abultamientos, pantaletas y sostenes que crean apetitosas redondeces donde en realidad no existen y que equilibran desarmonías corpóreas. n nuestra época, tanto como en el pasado, también abundan las engañadoras; de aquí que sea cosa de varón sensato no creer en mujer envuelta en trapos, ni sentada. La diferencia respecto al ayer radica en que hoy en día, en honor a la verdad, sólo un hombre notoriamente pendejo caería en la trampa femenina de la belleza simulada mediante cosméticos y postizos. En efecto, es rara la pareja que establece un compromiso estable sin antes haber tenido sus buenos encuentros en el lecho; no obstante la penumbra de la alcoba, la emoción de la situación y la euforia origihada por los poco menos que inevitables tragos preliminares, propician el engaño de parte de la mujer, u obnubilan los sentidos del hombre; es preferible, en consecuencia, seguir el procedimiento de invitarla a la playa para someterla a una observación al natural in situ, a plena luz del día, encontrándose los sentidos varoniles libres de interferencias perceptuales, estando la mujer reducida en cuanto a vestimenta al traje de baño, mejor si se
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trata de uno del tipo tanga, y después de uno de esos soberanos chapuzones de olas marinas tropicales que lavan afeites y deshacen elaborados rizos
IGOR MARKUS TAGLIAFERRO
IMPUESTO A LA EFICIENCIA
in duda que una de las instituciones más arcaicas e injustas que padece el hombre de trabajo de nuestro tiempo es la del Impuesto sobre la Renta. La manera como está concebida esta plaga devastadora por los llamados "técnicos" de la materia, en lugar de favorecer el crecimiento de una nación la empobrecen y llevan a sus empresarios a la frustración, sumiéndolos en una amarga desesperanza sin salida. Año tras año ese maldito flagelo quita de manera inmisericorde una enorme tajada del ingreso de millares y millares de personas que en el transcurso de su ejercicio económico se han destacado por su capacidad, su tesón, su previsión y el trabajo
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MON DE 111 DERECHA consecuente, castigándolos por el delito de haber producido riqueza y creando una de las más abominables distorsiones sociales que se hayan conocido en la historia del hombre moderno. En irónica paradoja parece que su lema fuera: "Entrega, por productivo", ya que a mayor éxito, es decir, a mayor ingreso, mayor es el golpe. El origen de este asalto legal no es un invento de alquimistas de nuevo cuño; al contrario, nace de tiempos inmemoriales, en los momentos más oscuros de la humanidad, cuando los reyes y los príncipes, apoyados por la fuerza de las armas robaban a los pobres campesinos, exigiéndoles pesados tributos por su trabajo y sus cosechas que iban a engrosar las arcas de sus palacios. Luego de varias formas, cada una más injusta que la otra, con el nacimiento del Estado moderno el robo se legaliza y se perpetúa, siendo esta vez destinado al financiamiento de las necesidades y el lujoso tren de vida de los políticos de turno, quienes a la hora de distribuirlo se cogeh más de tres cuartas partes y lanzan un diezmo para las llamadas necesidades colectivas. Pero en el desarrollo de la institución, uno de los más lamentables criterios en que se ha apoyado este atraco oficial es el de la famosa función social de la riqueza, aberración de la ideología comunista que rige en casi todos los países y que se puede sintetizar en una sola idea: con el pago de los ricos se debe financiar el fracaso y la incapacidad
de los pobres y los tarados. nte esta injusticia uno se pregunta: ¿por qué en lugar de pechar las ganancias no se grava la flojera, la ineptitud,la desidia, y la imprevisión que son los cuatro modernos jinetes del apocalipsis? ¿No sería justo que las personas incursas en estos terribles vicios paguen a la sociedad por su pecado, sea con dinero, trabajo o cárcel? Estoy seguro de que en caso positivo es mucho el flojo que estaría produciendo y mucho sinvergüenza e irresponsable que lo pensaría dos
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veces antes de hacer una de las suyas. Quienes se han cogido el país y la función legislativa como un coto de caza propio, deberían meditar un poco sobre la urgente necesidad de revisar sus criterios trogloditas del impuesto, y pensar que de implantarse un "impuesto sobre la Pobreza y sobre la Pérdida" sin duda sacarían más dinero para sus orgías y de paso en algo mejoraría la condición del país y su economía. El criterio de que el pobre no tiene con qué pagar no lo cree ni el más tonto de la partida. Esos llamados "pobres" en lugar de estar bebiéndose lo poco que I.
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MIGUELACHO A TRACABORDO N2. 98 TELF.: 575.31 42 ( MASTER ) TELEX 28063 ESPRO V C
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ganan deberían pagarlo al Estado, y si no tienen dinero que paguen en horas de trabajo público, lo cual es plenamente valedero, y en el peor de los casos que vayan a la cárcel. iempre se ha dicho que la principal base de la justicia social es la igualdad entre los hombres, entonces, ¿por qué hemos de pagar más los que más ganamos por haber sido organizados y previsivos? ¿Por qué se le va a favorecer con más descargas impositivas al que de manera irresponsable tiene más hijos en perjuicio del que razonablemente no los tiene o se limita a uno que es lo más sensato cuando no se puede alimentar y educar una docena? Por desgracia ya está en marcha la nueva ley que golpea más y más a los que con ahorro y diligencia acumularon más y han hecho un mayor esfuerzo por superar su nivel de vida. El paso de la raclieta por los artículos de lujo habrá de empobrecernos para financiar a los corruptos, a los burócratas, a los indigentes de toda América Latina hacinados en los cerros, a los flojos del país y al incontrolable calor uterino de esas "abnegadas" madres de los ranchos con más de diez muchachos per cápita.
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a otra gran paradoja de toda esta filosofía fiscal es que sólo pecha el trabajo, porque si usted gana intereses por capitales ociosos en los bancos eso está libre de impuestos. ¡Señores! ¿A dónde vamos? Uno se pregunta: "¿Para qué voy a tra-
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JUAN LISCANO
ENIGMAS DEL ORIGEN uien haya visitado las grutas de Lescaux, o en libros y reproducciones haya , visto las pinturas rupestres hechas hace 12.000 ó 20.000 años A. de C., se habrá maravillado de la soltura, la invención lineal y el dibujo de esas representaciones de animales, seres humanos y chamanes en acción ritual. Parecería que desde el inicio se alcanzó el dominio esencial plástico de la representacida. Por otra parte, los estudiosos de la plástica saben cuánto influyeron esas formas y dibujos suscintos en la invención del arte moderno, de las escuelas llamadas de vanguardia. El pasado está lleno del eco de preguntas sin respuesta. Quienes, como yo, se interesan apasionadamente por el origen de la cultura, de las obras de arte, de los símbolos y mitos, de la inquietante aventura humana, no acabamos de asombrarnos ante conocimientos y representacio-
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bajarl ¡ira pagar más impues- no milenarias sin aparente extos?". La única respuesta que les puedo dar es: váyanse al demonio, porque lo que es yo me voy de rumba. c:33E) 82
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plicación.
Por ejemplo, ¿cómo los asirios representaron al dios Nisroch con un anillo y lo asimilaron con el planeta Saturno,
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cuando carecían de telescopio? Los caldeos, carentes de instrumentos ópticos según quienes los estudiaron, calcularon el diámetro aparente de la luna con tanta precisión como nuestros astrónomos. ¿Cómo fue esto posible? Más corriente es preguntarse por las técnicas e instrumentos usados por los egipcios para la construcción de las pirámides que aún hoy se pueden admirar cerca de El Cairo. Se han dado muchas respuestas pero aún maravilla cómo lograron tallar bloques de piedra de 10 metros de largo y juntarlos sin mezcla, de
tal manera que parecen soldados, sin juntura ni intersticio. Presentan superficies pulidas cuando no existían pulidoras. Los ancestros de los tibetanos distinguían un octavo planeta, Rahu, y los tahitianos ubicaban a Urano antes de que lo descubrieran los telescopios. ¿Cómo lograron los antiguos egipcios, sin las ciencias biológicas y químicas, conservar los tejidos del cuerpo en sus momificaciones y el color de los papiros delicados? En el Chu-King se dice que cuando Chun accedió al trono de sus ancestros, en la sala del acto ceremonial se miraba un instrumento exornado con piedras preciosas que representaban los astros de la esfera celeste y el tubo móvil con el que se observaba a aquella, esto 2255 años antes de Cristo. A esto se añade que 400 años antes de la era cristiana, se conocía en China la naturaleza de la pólvora y el empleo de bocas de fuego y granadas. Se podría citar muchos otros enigmas como la talla en relieve maya donde figuran astronautas
en el cohete. Existen libros sobre estos asuntos y de allí proceden el mito de los extraterrestres
o la creencia en civilizaciones avanzadas que desaparecieron en continentes sepultados —la Atlántida en el Atlántico, Má o Lemuria en el Pacífico— legando fragmentos de sus conocimientos a la civilización actual. Ya en otro orden, cabe señalar que las técnicas tradicionales de trabajo, control y desarrollo de la mente, de la energía y del cuerpo, en la India, en el Tibet, en Japón y China, logran mediante el obrar de la persona sobre sí misma, lo que las terapias occidentales confían a máquinas y a píldoras. Ningún ser humano sabe hacer menos sobre sí mismo que el occidental. CGD
ME 011 RAFAEL SYLVA
EL RADICAL CHIC Y LA REVOLUCION
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n reciente artículo para el New York Times un comentarista afirmaba que ningún término se aplica con mayor justeza al beau monde parisino de finales del siglo XVIII que el inventado 200 años después de la Revolución Francesa por el mordaz escritor norteamericano Tom Wolfe. Este, refiriéndose a los adinerados "progresistas" de Park Avenue, tipificados por Leonard Bernstein, Jane Fonda o Vanessa Redgrave (durante los años 60 ellos consideraban de rigor invitar a sus palaciegas mansiones a los intransigentes revolucionarios del movimiento "Panteras Negras" y a otros contestatarios antisistema) los calificó de "Radicales Chic". Consideraban lo último en originalidad tener como invitados en sus reuniones sociales del upper crust neoyorquino a declarados enemigos del sistema como el fanático líder negro "Malcolm X", Abbie Hoffman, Eldridge Cleaver y Jerry Rubin, H. Rap Brown y Stokeley Carmichael, promotores del maoísmo, stalinismo e incluso anarquismo. Para los an-
fitriones, así como para sus aristocráticos y adinerados amigos, el mayor thrill era codearse, en sus elegantes penthouses, con los más intransigentes personeros del Black Power y el radilismo anti establishment para ser amonestados, sermoneados y hasta amenazados. Cuando ello ocurría el anfitrión consideraba un éxito su reunión, cocktail y dinner party. Por su parte, los invitados y miembros del sistema, especialmente sus mujeres, veían aquello como un estímulo casi orgásmico al tiempo que les impartía —al relatarlo a sus amistades de los altos círculos sociales de la ciudad— un aura de estar en algo; de ser gente progresista, audaz y, por supuesto, de mente liberal (aún cuando ello no fuese más que una pose gestual, ya que seguían siendo en el fondo tan racistas y excluyentes como siempre).
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n su artículo para el New York Times el co-
mentarista afirmaba que los aristócratas del faubourg Saint Germain y del Saint Honoré en el París prerrevolucionario eran aún más aficionados a practicar el "radical chic" y en mucho mayor escala que sus congéneres neoyorkinos. Nunca existió una época en que los críticos y enemigos declarados del orden establecido fuesen tan solicitados y agasajados por sus eventuales víctimas como durante los reinados de Luis XV y Luis XVI. Aquellos radicales a quienes la nobleza y aristocracia cultivaban en forma
tan masoquista, jamás ocultaron el desprecio que sentían por slis anfitriones y mentores. Por el contrario, al tiempo que disfrutaban de los halagos, prebendas y hasta favores sexuales de aquellos "parásitos de sangre azul", en cuyos salones tenían puerta franca, proclamaban abiertamente su resentimiento y amenaza contra ellos. Fue durante esa época de casi absoluta ceguera por parte de los cultores del "radical chic" cuando tuvo lugar un insólito episodio precognitivo. Tan escalofriante en su acertada precisión que, de no existir pruebas que lo avalen, cabría creer que en verdad no ocurrió. Jacques Cazzotte era un oscuro poeta francés de carácter ácido y opiniones intransigentes en contra de la realeza y los privilegios de la aristocracia parejos con su desaliñada apariencia y peores modales. Características que inevitablemente le ganaban entrada a los más exclusivos salones y soirées de la nobleza parisina.Podría decirse que era el niño mimado , la "estimulan-
te atracción" que no podía faltar en los salones de la Duquesa de Gramont, asidua practicante del "radical chic". La presencia de Cazzotte era el "toque peculiar" que daba sabor y originalidad a las reuniones frecuentadas por duques, príncipes e incluso ministros de la corona, como el Conde de Malesherbes, que ejercía funciones de principal censor del régimen. Fue precisamente en uno de aquellos encuentros literarios ofrecidos por la duquesa, cierta tarde de verano de 1788, cuando ocurrió el insólito episodio. Cazzotte lucía más taciturno y desaliñado que nunca y se había negado de manera brusca y grosera a recitar sus mediocres versos o a polemizar con los presentes acerca de lo que él llamaba "la podredumbre del privilegio royalista". Se comportó, según lo definió uno de los presentes "como una isla de solemnidad en aquel océano de risueña elegancia que lo rodeaba". adie supo jamás qué desencadenó el desplante, pero lo cierto es que el hombrecillo a quien nadie prestaba mayor atención súbitamente provocó asombro al lanzar con voz airada una serie de insólitos aunque precisos vaticinios acerca del sombrío futuro que aguardaba a todos los presentes en aquella fiesta. Quizás lo que pudo desencadenar la inesperada clarividencia de Cazzotte fue un brindis hecho por el Conde de Malesherbes, en el más puro estilo "radical chic": " por ese lejano día en que la razón reine triunfante para bien de todos, nobles y plebeyos" y añadió irónico: "aún cuando yo mismo dudo que viva lo suficiente para ser testigo de tal utopía". Las risas y comentarios que provocó el brin- Leam..
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dis fueron interrumpidas por el poeta Cazzotte, que enfrentándose a Malesherbes le increpó: "Os equivocais: sí viviréis para presenciar ese día, pues llegará en sólo cinco años. Y cuando tenga lugar tanto vos, como vuestra esposa e hija, seréis ajusticiados".
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na bomba que hubiera estallado en el recinto no habría provocado mayor estupor. Cazzotte era un don nadie, un plebeyo y Malesherbes representaba todo el poder de la corona. Pero Cazzotte como un Savonarola redivivo aún no terminaba y dirigiéndose al Marqués de Condorcet, le anunciaría: "Vos arrebataréis vuestra vida al verdugo de la guillotina tomando un veneno". De inmediato y girando hacia Chamfort, otro favorito del rey, le espetó otra profecía: "Y vos, Chamfort, corta-
réis vuestras venas unas veinte veces en intentos suicidas para burlar la vindicta popular. Pero fracasaréis y por suerte vuestra vida será larga". Encarándose de inmediato á Monsieur de Bailly, famoso astrónomo de la corte, le anunció: "Monsieur Bailly, a pesar de vuestra ciencia y buenas acciones, el futuro os depara una muerte cruel e injusta a manos del pueblo". Aquella asombrosa catarata de predicciones, dichas con pasmosa convicción y firmeza, provocó una reacción negativa que ensombreció el ambiente. Ante los disparates del poeta la anfitriona, Duquesa de Gramont, en un intento por devolver su aspecto frívolo a la fiesta, reclamaría en tono de niña malcriada a Cazzotte que su bola de cristal parecía no tomar en cuenta a las damas presentes. Ante aquello el poeta respondió con tajante acidez: "pero no es así, mi bella a-
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miga. En 1793 vos y también algunas de las aquí presentes (igual que la reina y el propio rey), seréis trasladados al lugar de la ejecución en una carreta de leñador". Aquel irrespeto para con las augustas personas de María Antonieta y Luis XVI fue demasiado para Jean La Harpe, un miembro de la nobleza y furibundo ateo que de paso detestaba a Cazzotte, por lo que reclamó indignado: "en vista de que os atrevéis al irrespeto de predecir el destino de nuestra realeza, ¿tendrías acaso el valor de vaticinar el mío? Me ofende el que yo no figure en vuestro absurdo futuro, despreciando mi cuello, al tiempo que enviáis a mis amigos a la guillotina. Por eso os exijo que yo también sea incluido en esa vindicta popular, ya que prefiero la muerte a estar vivo para contemplar a esa mugrosa población que según vos, tomará el poder en Francia". Aquella arremetida de Le Harpe contra Cazzotte tuvo la virtud de romper la tensión y muchos estallaron en carcajadas pues sabían de su desprecio por el poeta. Pero Cazzotte cortó en seco el breve jolgorio al responder con agria ferocidad: "Vos sabéis, La Harpe, que nada me complacería más que veros ajusticiado. Pero el destino no os considera digno de morir con la nobleza y os tiene reservado algo más apropiado. Vos no sólo viviréis para renegar de vuestros amigos ante los tribunales de la revolución, sino que además os convertiréis en un devoto cristiano". Mientras La Harpe palidecía ante aquel insulto, los demás que ya comenzaban a impacientarse con aquello de "la revolución del populacho', guillotina para la nobleza; ajusticiamiento de monarcas" y, lo más disparatado de todo, el que un furibundo ateo y enemigo de la
religión como La Harpe se convirtiera en beato y creyente, manifestaron su disgusto a la duquesa y a ésta no le quedó más remedio que pedir a Cazzotte que se retirara, por su propio bien. Al rato ya todos habían olvidado aquellas profecías, menos La Harpe. Destilando rencor y deseos de venganza se ocupó de anotar en su diario, y palabra por palabra, cada profecía hecha por el poeta. Posteriormente elaboró un documento que haría firmar por muchos de los presentes aquella tarde con el fin de apoyar la denuncia que intentaría contra Cazzotte.
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ólo un año después el pueblo en armas tomaba La Bastilla, desencadenando la Revolución durante la cual se confirmaría, hasta en el último detalle, cada uno de los vaticinios de Cazzotte en la fiesta de la duquesa de Gramont. Ello se pudo comprobar gracias a la detallada relación de La Harpe. El, tal como lo vaticinó Cazzotte, lograría salvarse de la guillotina renegando de sus antiguos lazos con la nobleza y, más asombroso aún, adoptó la fe cristiana ingresando a un monasterio católico. Su diario, en el cual había anotado meticulosamente cada una de las predicciones, así como las fechas en que se cumplirían, fue la prueba más contundente de que "aquel insignificante poeta de segunda llamado Cazzotte habría podido, de manera inexplicable, ver algo que aún estaba en el futuro". Así vaticinó con asombrosa certeza el sangriento destino que esperaba a tantos miembros de la nobleza durante
aquella revolución popular que al ajusticiar al rey y a la reina de Francia, cambiaría para siempre el destino del país y de Europa entera. CABE)
GUILLERMO PEREZ SCHAEL
LOS AFEITES CREATIVOS
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rear es producir algo que no existía, pero creativo publicitario es aquel que logra realizar lo inédito: presentar al público algo no publicado. Por alguna razón que desconozco, tradicionalmente se ha calificado al profesional publicitario como "creativo" cuando en realidad su tarea está más asociada con la transmutación que con la génesis de algo. Fundamentalmente lo que hace es efectuar un cambio o conversión de una cosa en otra, en términos de forma; no de contenido.
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l conjunto de hechos que concurren en la formación de una cosa, la génesis de un negocio o producto, se realiza fundamentalmente en el laboratorio mental del gerente operativo de las empresas. Son estos los creadores de las nuevas ideas, de los nuevos contenidos. Sus invenciones primigenias además de ser originales, son también rústicas y primitivas en su forma; pero llenas de un concepto básico medular que propende con seguridad a la solución de un problema o una necesidad. Este concepto central -el beneficio diferencial que da originalidad a la idea- generalmente se encuentra "escondido" entre una maraña de otras cualidades de la idea y no puede ser apreciado a simple vista. Requiere muchas veces del observador una atención perceptual exacerbada para lograr ver ese beneficio único. El despertar de esa pa-
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sión en el observador para lograr a primera vista descubrir las nuevas benevolencias de la idea es específicamente el pivote alrededor del cual gira la acción de transmutación que debe realizar el publicista. Hoy más que nunca las ideas originales parecen estar en el mundo de la percepción subliminal al considerar que la tecnología moderna las ha convertido en una suerte de "degeneración o autogeneración a partir de una idea original". Suele ser sencillo apreciar la "idea original" como tal. Muchas parecen ser algo muy similar a otra cosa que ya existía, una versión sofisticada de otro contenido. El publicista convierte lo que parece un sofisma, o mejor dicho paragolismo, en su realidad intrínseca, pero que no era evidente. Utiliza la maestría del simbolismo, el lenguaje y las imágenes para estimular la perceptividad del observador de u-
na forma tal que lo no evidente sea patente. Transmuta lo dudable en axiomátiCo.
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s posible que ostenten el calificativo de creativos debido a la tendencia natural de algunos en convertir una transmutación que debe ser meramente en términos factuales -aún cuando esté la "nueva forma" rodeada de simbolismos atencionalesen una pieza de arte. Un master, piece publicitario que transforma el contenido en búsqueda de "forma original" para la recreación individual del publicista. Pero definitivamente existe una diferencia entre el "transmutador publicitario" y el "creativo publicitario". El primero cambia la forma, mantiene el contenido; y vende. El segundo, cambia la forma, el contenido y expone sus creaciones en galerías publicitarias para la interpretación artística de los observadores.(1E)
32' aniversario SALON PRIVADO PARA BANQUETES
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BASTIDAS
La temática y la composición de las fotografías de Pavel Bastidas tienen una constante: los cuerpos, desde un primer plano, trascienden a objetos y circunstancias distintas de modo que el argumento parece rondar en los elementos del contexto ( el muñeco sobre la cama, un abanico o la estructura metálica y de cemento de la ciudad). Bastidas es también dibujante; nació en 1949. Se desempeña como jefe del laboratorio fotográfico de Prensa de la UCV y ha expuesto en la Fototeca (1978) y en las galerías Aquiles Nazoa y Fantoches, en 1984.
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Ilustración: Marcos Pereira
ERA UN REVÓLVER VIEJO, OXidAdO y USAdO. LA MANO QUE lo EMPUÑABA ERA MORENA y
TumblAbA. El hombRE A SU LACIO TENÍA [ENTES OSCUROS, bARbA dE dOS O TRES díAS
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levaba dos días levantándose antes de que sonara el despertador. Prendió la lamparita de la mesa de noche para ver la hora. l" -2s cuatro y veinte. El bombillo de 40 vatios le daba un matiz dorado a la pequeña habitación. El "ü mueble del televisor se entreveía en las sombras. La cortina que separaba del cuarto de los niños ondeó suavemente. Las paredes de bloques de la habitación se sentían oscuras, húmedas. A su lado Melania giró dormida. La luz le daba un color bronce a la suave redondez de su hombro. Dormía con una ancha franela sin mangas que dejaba a la vista su cuerpo. Una ¡; :
gota de sudor se había deslizado por la curva del pecho, casi llegaba al borde de la tela y ahora reflejaba con un minúsculo destello la luz del bombillo. Era un detalle hermoso. La habitación en penumbra, la piel canela de Melania y ese punto de luz, brillante sobre su pecho. Le provocó tocarla, acariciarla. Tenía unos seis meses con ella y todavía se maravillaba de su cuerpo joven. Detuvo la mano a pocos centímetros del pecho. Prefirió acercar la cara fascinado por el punto de luz que seguía destellando, apenas movido por el ritmo de la respiración. La gota iluminada era como un diminuto espejo, en
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muy joven, casi una adolescente, de rasgos bonitos y suaves, algo morena, muy criolla. Emanaba dulzura y firmeza. Algo de desafío, por la barriga, por su edad, una gran ternura por el diminuto ser que era parte de ella, y algo de dureza, como dando a entender que estaba dispuesta a cualquier cosa para proteger a su bebé. Había algo universal, eterno, parte y esencia de la vida misma, el instinto maternal y el instinto de la vida, algo bello y humano. La muchacha se lo quedó viendo con la mano extendida para pagarle. Sonrió. —Va a ser varón. Lo sé. Lo presiento... „3 1 sonrió también, sin decir nada, agarró las youlli • monedas y las pegó al imán circular en el tablero. Esperó hasta que la muchacha estuviera instalada para circular. Subió un poco el volumen del reproductor. No le digas 1/.1fiso nada amor, no sigas el juego, no le prestes atención,no le digas nada amor, que eso es un secreto, un secreto entre tú y yo... No habían recorrido cuatro cuadras cuando la oyó toser. Por el espejo retrovisor vio que estaba pálida, echada hacia atrás, respirando fuertemente y con la mano sobre la boca. Dijo "señor, por favor". El frenó. Ella se levantó, agarrándose de los asientos, tuvo una horcajada, trató de taparse la boca con la mano y vomitó. Se sentó en un asiento, lívida, con un hilo de bilis corriéndole por el mentón. Miró el piso y la tapicería salpicada. Dijo "¡Ay! qué pena, señor, discúlpeme, es que..." La ayudó a salirse de la furgoneta, la sentó en un banco en la Plaza Candelaria y se dirigió a la cercana bomba de gasolina. A manguerazos lavó el interior de la cabina. Sonrió pensando en la que se hubiera armado con más pasajeros adentro. Miró el reloj. Las ocho y diez. Demasiado tiempo perdido. Encendió el reproductor y aceleró. Durante las tres horas siguientes hizo su trabajo, por su ruta, deteniéndose, subiendo y bajando pasajeros, atento a las señas de la gente en las paradas, atento al tráfico y a los sonidos irregulares que de vez en cuando se escapaban del motor. A su modo se divertía tratando de adivinar qué hacían sus pasajeros, qué profesión tenían, adónde iban, en qué sitio se iban a bajar o qué les obligaba a trasladarse a esa hora de la mañana, por qué estaban tristes o alegres. Por qué unos se entretenían con la Gaceta Hípica o leyendo Ultimas Noticias mientras que otros hacían el trayecto con la mirada en el vacío o dormían o cerraban los ojos o miraban distraídamente por las ventanillas. Con el tiempo había logrado establecer una tipología; a ciertas horas correspondían algunas personas, fáciles de adivinar, empleados de bancos, amas de casa, liceístas, funcionarios de tribunales, pero había casos que salían de las reglas y estos eran los más interesantes. A los más difíciles, a los que no lograba ubicar o acertar hubiera querido poder interrogarles... A
veces algún pasajero le preguntaba, curioso o molesto, por qué repetía una y otra vez la misma canción del cassette. Entonces apagaba el aparato o ponía Radio Sensación para variar un rato. Hasta ahora nadie se había quejado y la salsa sonaba alegremente por encima de los ruidos de la calle y de la furgoneta. No le digas nada amor, que a veces ser discretos es hacerse un favor, no le digas nada amor, después se confunde y todo se hunde entre tú y yo. De un gesto brusco el hombre apagó el reproductor y le clavó el cañón del revólver entre las costillas. Era un revólver viejo, oxidado y usado. La mano que lo empuñaba era morena y temblaba. El hombre a su lado tenía lentes oscuros, barba de dos o tres días y mucho miedo. —¡Párate ahí! Dócilmente deslizó la furgoneta hacia uno de los estacionamientos laterales de la trinchera de la avenida Libertador. Otro hombre, al fondo, se medio incorporó dentro de la estrecha cabina, enseñando una navaja. —¡Esto es un atraco! ¡Al primero que grite lo bajo! Lo habían sorprendido por completo. Los dos sujetos ni siquiera se habían. subido al mismo tiempo. Hasta había pensado que el del fondo era un policía de civil o un agente de la prefectura. Entre los pasajeros hubo zozobra. Algunos lo miraron esperando que él hiciera algo o dijera algo. Una señora mayor murmuraba "desgraciados, sinvergüenzas, si yo fuera hombre..." El atracador la encañonó. —¡Cállate vieja! Vayan sacándose todo de los bolsillos y las carteras. Los relojes, zarcillos, pulseras, todo. ¡Y rapidito! Sin decir nada le pasó el fajo arrugado de pequeños billetes y monedas que había ganado en la mañana. A regañadientes los otros pasajeros siguieron su ejemplo. El nerviosismo y la tensión de los asaltantes llenó la cabina. Durante los pocos segundos que duró el atraco se palpó un regreso brutal a los instintos más primarios, agresión, miedo, violencia, rabia, odio, muerte. De cada pasajero emergió brutalmente su respuesta a la agresión, una respuesta latente, una respuesta genética, heredada 1»►
UN PASAJERO REÍA, OTRO MAldECÍA, COMPARABAN lo QUE 1-1ANAN pERdido o LO QUE 1-1ANAN logRAdO ESCONdER; UNO pREqUNTÓ "¿,SE SABEN EL dEl lAdRÓN QUE «ECHA Al CÍELO y SAN PEdRO LO PONE EN LiSTA CAE ESpERAT.
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y transmitida a través de los siglos, de generación en generación. Una respuesta pasiva y silenciosa, en que sólo la forma de sacarse el reloj ola expresión de la cara al entregar el portamonedas denotaba miedo o rabia, desprecio o sumisión. Un cocktail de reacciones palpables, densas, casi sofocantes, concentrado dentro de la pequeña cabina. Resultaba fascinante palpar, sentir todas estas respuestas, observar cómo de un instante a otro se había pasado del monótono ambiente cotidiano a esta situación. Todo causado por un viejo revólver 38 y una afilada navaja en manos de hombres desesperados, acorralados o drogados. Una situación explosiva en que un gesto inoportuno de un pasajero o la reacción alocada de un atracador podían ocasionar una tragedia. Afuera, por la avenida los carros, motorizados y autobusetes circulaban, como si nada, totalmente ajenos a lo que sucedía. El hombre de la navaja se deslizó por la puerta lateral mientras su cómplice lo cubría. Un segundo después los dos corrían escaleras arriba, fuera de la trinchera. Dentro de la furgoneta nadie reaccionó. Hubo una especie de suspiro colectivo de alivio. Pero nadie salió a perseguirlos, nadie gritó. ubo como un entendimiento tácito de que ya nada se podía hacer, de que ni siquiera valía la pena notificar a la policía. Pasó el contacto sin darse cuenta que el motor había permanecido todo el tiempo prendido. El encendido chilló como una máquina herida. Metió primera y arrancó sin decir nada. Estallaron los comentarios. Un pasajero se reía, otro maldecía, comparaban lo que habían perdido o lo que habían logrado esconder; uno preguntó: "¿se saben el del ladrón que llega al cielo y San Pedro lo pone en lista de espera?", otro le echó la culpa al gobierno. A lo largo de su vía los fue dejando uno a uno y fueron subiendo nuevos pasajeros que nada sabían de lo sucedido. Al término de su ruta ya el ambiente de la cabina se había renovado por completo, sólo él recordaba el susto como una molestia en los músculos del estómago, como una breve y fugaz pesadilla de la que ya había despertado, como un mal recuerdo. Dos robos en un día. ¡Pero! Se dio cuenta que el reproductor había estado en silencio desde que el atracador lo apagó. Buscó el botón y lo giró prendiéndolo y dándole volumen. No le digas nada amor, no le digas nada, quédate callada, no le digas nada amor, que eso es cosa nuestra, secreto entre tú y yo... Siguió su trabajo abriéndose paso lentamente por la avenida Urdaneta, entre el denso tráfico del mediodía, los peatones que se atravesaban, los motorizados que se cruzaban, los cornetazos, el rugido de motores y los pitazos de los fiscales. Un loquito en harapos se jurungaba los pies sentado en la isla. El calor era intenso, un autobus azul y blanco Bluebird expulsó por su alto tubo
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de escape una humareda que envolvió la furgoneta. Los pasajeros se quejaron, tapándose la nariz o tosiendo. 1 apenas contuvo la respiración unos segundos. Esto no le molestaba. Era parte de su trabajo diario, de su rutina. Estaba ahí, en primera línea, en el medio de la acción, día a día, con la espalda sudada pegada del asiento, logrando adelantar la furgoneta metro a metro, llevando a estas personas que ni siquiera conocía, que apenas medio veía por el espejo retrovisor y que seguramente más nunca en su vida volvería a ver. Esto tenía su encanto, tenía su fascinación. Sonrió. Ya iba siendo hora de almorzar. Dudaba entre el restaurancito con menú fijo de tres platos por veinticinco bolívares detrás del Centro Financiero Latino o si llegarle de regreso a la taguara de la italiana en Chacao. A las cuatro y veinte lo agarró otra tranca al final de la Libertador, frente a la CANTV. Fiscales agitados, con sus chalecos anaranjados fosforescentes desviaban el tráfico hacia la avenida México. No hay paso. Hay disturbios. Tomó el puente de desviación hacia los museos, pero frente al Hilton el tráfico se detuvo de nuevo. Agentes de tránsito y policías metropolitanos de la brigada antimotines paraban el tráfico. No se puede pasar. Los estudiantes del Andrés Bello están manifestando. Tomaron la calle. Hay que esperar. Apagó el motor. Algunos pasajeros optaron por bajarse ahí. A lo lejos en la avenida se veían piedras, vidrios rotos y una hilera de cauchos ardiendo. Los policías, con sus grandes escudos plásticos y las largas peinillas colgadas en la cintura formaban una hilera, esperando órdenes. Un helicóptero blanco con líneas amarillas y el escudo de la metropolitana volaba en amplios círculos sobre la zona. Al cabo de media hora un oficial de uniforme gris se acercó corriendo. ¡Ya pueden pasar! Despacio, por un solo canal. Los carros arrancaron. Iba detrás de un Conquistador azul, con placas oficiales y antenas de radio sobre la maleta Pasaron la hilera de metropolitanos. En la avenida, un caucho todavía ardía despidiendo un espeso humo negro. Las otras gomas estaban medio calcinadas, cubiertas de manchas blancas y grises de los extinguidores. Un grupo de liceístas contemplaba los vehículos con hostilidad, gritando consignas. Dos o tres tenían las caras cubiertas con pañuelos. Cuando el Conquistador se acercaba, un muchacho con el torso desnudo y la camisa tapándole la cara se le atravesó, impidiéndole el paso. Otros dos encapuchados salieron gritando, tratando de atraer al grupo de liceístas. Una piedra rebotó con un ruido seco en el guardafango del Conquistador. Asustado el chofer aceleró, rozando al muchacho sin camisa. Cuando cayó, todos los liceístas corrieron enardecidos. Unos le tiraban piedras inútilmente al carro que escapaba, otros paraban al joven del piso, todos trancaban por
completo la avenida impidiendo el paso. Detuvo la furgoneta, esperando que se calmaran los ánimos. Pero uno de los encapuchados se acercó. Con una corta cabilla destrozó la ventanilla lateral izquierda, gritando. — Este desgraciado no se nos escapa! ¡Fuego con él! El grupo se acercó. Comenzaron a levantar y sacudir a la camioneta por un lado, tratando de voltearla, mientras otros gritaban, bailaban y saltaban delante del parabrisas y el encapuchado rompía otra ventana con su cabilla. Se aferró al volante, sin poder decir o hacer nada, sujetándose al vaivén de las sacudid2s. Un cocktail Molotov apareció en unas manos. Un liceísta, con un pote de spray pintaba alegremente la carrocería. —¡Saquen al chofer! —¡Quemen esa vaina! —¡Ese no respeta el medio pasaje! La hilera de uniformados, a cierta distancia, observaba indiferente. Con un yesquero trataban de encender la mecha de la botella llena de gasolina. Un estudiante, más alto y de melena, se abrió paso entre la multitud. Tenía un collar de piedras y una chaqueta tipo militar. Pareció calmar a sus compañeros. Los encapuchados se le enfrentaron. Se enfrascaron en una discusión. Inmediatamente varios liceístas se pusieron de su lado, apoyándolo. Los encapuchados gesticulaban, gritaban señalando la furgoneta, pero parecían perder apoyo. Unos minutos más tarde, de mala gana, los encapuchados se apartaron. El muchacho del collar se acercó. Miró como diciendo "lamento los destrozos, los vidrios rotos y las pintas con spray". —Panita, tuviste suerte...Esos güiros te hubieran podido incendiar tu nave...Regálame un cigarrito y vete rapidito... in decir nada le ofreció un Belmont de su cajetilla. Le prendió el cigarrillo y se alejó, todavía con un incontrolable temblor nervioso. Durante el tiempo que duró el incidente se había quedado en neutro, sin reaccionar, sin pensar, sólo un leve temblor que le empezó por la mejilla y se propagó hasta las piernas. Había asistido a todo como si no hubiese estado ahí, como un simple espectador viendo el suceso desde segunda fila. Presenció la impotencia de una persona sola frente a un grupo enardecido y cómo dentro de esa multitud cada uno perdía su individualidad, su personalidad, para actuar grupalmente, brutalmente, cobijándose y dándose valor unos a otros, haciendo cosas que solos nunca se . hubierantvdonselhubiraocd.Cmprendió o creyó entender aspectos muy profundos de la naturaleza humana, pensó que si él hubiera estado del lado de los estudiantes seguramente habría actuado igual, excusó mucho de lo que sucedía como una descarga de la
vitalidad e insatisfacción de los jóvenes, mezclada con desafío a la autoridad y a la sociedad, y por encima de todo como una sana diversión, como si estuvieran gozando un puyero por hacer lo que sabían que no debía hacerse. Entendió el poder del grupo, la fuerza que adquiría un grupo, el esfuerzo y la energía que se gastaba, que alegre y gratuitamente despilfarraban esos muchachos. Había percibido todo esto mientras lo sacudían, gritaban y amenazaban, analizando fríamente, desde la silla del conductor en donde no estaba sentado. Casi pudo ver la expresión de miedo de la cara del conductor, una cara muy parecida a la suya, y el temblor incontrolable que le sacudía las piernas. Ya más lejos tomó conciencia de que todo le había sucedido a él, que había estado a un paso de que le incendiaran la camioneta, quizás con él adentro, y que un liceísta con un collar de cuentas lo había salvado. Mientras respiraba LA MALETA dEi SIERRA hondo para controlar la respiración y el temblor en el SE cuerpo que sí era su cuerpo EN y no el de otro se decía que dentro de lo ocurrido sin duda había magia. A él le había tocado venir justo detrás del conquistador azul que h abía desencadenado CARROCERÍA ROJA los incidentes...¿Por qué él? ¿Cómo era posible que le SE viniera a pasar esto a él que RETORCÍ() ARRUgAdA, tantas cosas le habían pasado ya en el día? Mano, esto no ARRO jANdO puede ser el azar o el destino. Es magia. ¡A bañarse con El cariaquito morado! Dándole vueltas a esas ideas en la pARACI-10QUES cabeza siguió su trabajo. En segundo plano la salsa seguía fibRA SE dESpRENdb. sonando. Si compartes tus secretos los alteran y hacen un rollo de eso, si les explicas los detalles te complican y todo el mundo lo sabe...El atardecer fue majestuoso, con el sol metiéndose entre las torres de Parque Central, llenando el oeste de naranja, amarillo y rojo, volviéndose lentamente púrpura y azul. Se paró a tomar un negrito en la avenida Miranda, estiró las piernas, se fumó un cigarrillo, trató de ver lo fantástico de la puesta del sol entre los altos edificios, apurado, porque tenía la furgoneta llena de pasajeros esperando. Después de las siete y media el tráfico era más suave. Ya lo peor había pasado. Otro día estaba por terminar. Un día en que se había ganado todos los premios de la lotería. Pero ahora estaba tranquilo. ¿Qué más le podía pasar? Iba hacia el Este, por la Rómulo Gallegos. Frente a la Pepsicola las obras
AbRió SOLO, El. vidRio ESTALLÓ miNúsculos fRAqMENTOS, LA y bRill.ANTE
dEsTEllo y chispAs, dE
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CU ENTO
del Metro estrechaban el paso. Cuando le tocó avanzar unas luces lo encandilaron. Un carro venía frente a él, por su vía, en contra del sentido, a gran velocidad, comiéndose la flecha y la cola, con las luces altas encendidas. Redujo la velocidad pero no se desvió. Iba por su canal, por su vía. El otro era un abusador. No se iba a apartar. Puso sus luces altas y tocó corneta. Con un gran frenazo el carro se detuvo a centímetros de su parachoque. Delante de él, enfrente de él. Un Sierra XR4i rojo. El conductor se asomó por la ventana. Un catire alto, fuerte, bronceado, con una gruesa cadena de oro y unos lentes ahumados como olvidados sobre el pelo castaño. —¡Hermano, tú estás loco! ¡Por poco nos estrellamos! ¿No viste que yo venía? No contestó nada. Al Sierra le tocaba apartarse. No iba a mover su furgoneta. Iba por su vía. Un grupito de peatones se había formado, observando. Algunas cornetas de carros detenidos sonaban. El catire se asomó de nuevo. —¡Mano, hazme el favor, mueve esa carcacha! No respondió. El hombre del Sierra se acomodó en su asiento y apagó el motor así como diciendo vamos a ver quién aguanta más, quién cede primero. El apagó la furgoneta. Pasaron dos minutos. El catire se estaba poniendo nervioso. Los pasajeros se bajaron, esperando que se solucionara el asunto. Las cornetas de los carros inmovilizados era incesante. Pasaron seis minutos más. inalmente el catire se decidió. Abrió la puerta y se bajó. En la cintura, ostensiblemente, asomaba la culata de goma negra y la parte superior de una pistola cromada de alta potencia. Se quedó parado frente a él, desafiante, arrogante. El mismo se sorprendió de lo que sentía. Se sorprendió de lo que iba a hacer. Nunca había sentido algo así. Rabia ciega y fría. Estaba ahí. No era como con los liceístas que se había sentido ajeno a todo. No. Esta vez estaba totalmente consciente de su decisión, consciente de la adrenalina que circulaba vertiginosamente, de su corazón bombeando fuertemente, de su mano izquierda aferrada, apretando duro el volante, de su mano derecha pasando el suiche del motor. No dijo nada. En silencio movió la palanca de velocidades y retrocedió unos metros. Triunfante el catire se metió en su Sierra. Puso primera y subió al máximo el volumen del reproductor. Qué le pasa al tipo ése, si pregunta, que conteste, qué es lo que quiere saber, si es curioso, que nos cuente algo de él...Aceleró a fondo. La camioneta tembló y adquirió
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la parte posterior. Los spoilers traseros volaron por el aire. Toda la parte trasera se levantó. La maleta del Sierra se abrió sola, el vidrio estalló en minúsculos fragmentos, la carrocería roja y brillante se retorció arrugada, arrojando destello y chispas, el parachoques de fibra se desprendió. Una vez pasado el estruendo inicial los carros quedaron incrustados, la furgoneta, resentida, jadeaba. El catire, proyectado hacia el otro asiento trataba de incorporarse empuñando la pistola cromada. Retrocedió. Sintió resistencia. Los vehículos estaban enganchados. Aceleró a fondo. Con un crujido de metal contra metal la furgoneta lentamente se despegó. Perdió el guardafango delantero pero se liberó. El catire había logrado salir del Sierra y gesticulaba con su pistola, sin saber muy bien qué hacer. Aceleró de nuevo, golpeó otra vez el carro, terminando de destrozar el chasis, abollando el techo y apartándolo hacia un lado. Pasó. Por el espejo retrovisor pudo ver al catire amartillando el arma y alzarla para hacer dos disparos al aire. Aceleró, alejándose. El hombre bajó la pistola, con las dos manos lo apuntaba. Sintió los impactos, los golpes en la hojalata de la furgoneta, el estampido de las detonaciones. Giró, siguiendo la avenida y poniéndose fuera de tiro. Entonces disminuyó la velocidad y soltó una carcajada. Risa nerviosa de tensión, rabia y miedo contenidos. Risa de alegría por la cara del catire cuando le bombeó el Sierra, risa extraña que no se conocía como tampoco se creía capaz de hacer algo como lo que acababa de hacer. Volteó hacia atrás. En la puerta del fondo había dos troneras producidas por las balas. Se imaginó la trayectoria y se consiguió con dos anchos silos abiertos en el techo. Soltó otra carcajada. Sorprendido y contento con la locura que había sido capaz de hacer. las diez y media llegó al estadionamiento del Gallego. Sacó el cassette del reproductor, lo guardó en su cajita yen la guantera; desconectó el aparato y lo escondió debajo del asiento. Se bajó de la furgoneta. Uno de los choferes nuevos se le acercó. Intrigado revisó el vehículo. Contempló las ventanillas rotas, las inscripciones en spray, toda el ala delantera faltante, el parachoques retorcido, la trompa abollada, los orificios de bala. Silbó admirativamente. Llamó a otro compañero para que viera. Se le acercó. —Mano, parece que vinieras de la gueffa...¿Como que tuviste un día duro hoy? No dijo nada. Alzó los hombros, como diciendo no, fue un día como cualquier otro. Se alejó en silencio. El
velocidad. Dentro del Sierra el catire levantó las manos
chofer
para protegerse. Se desvió en el último instante para no chocar de frente. Se llevó por delante la puerta del carro deportivo. El parachoque delantero se incrustó contra el lateral, hizo girar el carro y chocó violentamente contra
compañero. —¿Y a ese tipo qué le pasa? —¿Cómo coño quieres que te conteste, si ese carajo es mudo de nacimiento? CMED
Exces0 Julio 1989
nuevo, extrañado, miró interrogativo a su
ÑO GRAFI CO E ILUSTRACION: JORGE BLAN CO
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