Revista Exceso edición nº 169 noviembre 2003

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La telenovela criolla y su envés La verdad es más una corriente que parte de lo que se nos dice y que uno capta, aunque sea invisible, que la cosa que se nos dijo.

Marcel Proust Edición N. 100 Noviembre 2003

Depósito Legal pp. 198902DF343 ISSN: 1315-5849 Miembro del Bloque de Prensa Venezolano y de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) DIRECTOR

Ben Amf Fihman baf-exceso@cantv.net JEFE DE REDACCIÓN

Armando Coll redaccion_exceso@cantv.net ASISTENTE DE EDICIÓN

Andrés Cardinale REDACCIÓN

Eurídice I édezma, Marsolaire Quintana, Carlos Flores DIRECTORA DE ARTE

Niriusky Espinoza diseno2_exceso@cantv.net FOTOGRAFÍA

Pedro Baute ARCHIVO

Carolina Peñaloza INVESTIGACIÓN

Andrea Daza Tapia SERVICIOS ESPECIALES

El Nacional, Reporteros Sin Fronteras, Revista Zeta GERENTE DE VENTAS

Carolina Pérez Schael VENTAS PUBLICITARIAS

Aura Trejo M. Máximo Rondón A. COORDINACIÓN PUBLICITARIA

Yamely Sandoval ventas_exceso@cantv.net SUSCRIPCIONES

Betsy Rivas Inés Alvarez suscripcion_exceso@cantv.net EDITOR RESPONSABLE

Luis José Carota PREPRENSA, FOTOLITO ELECTRÓNICO E IMPRESIÓN

Grupo Soluciones Gráficas - Editorial Arte DISTRIBUCIÓN

Distribuidora Continental S.A. EDITORIAL CACOFONÍA

Avenida Urdaneta, de lban-as a Pelota, edificio Karam, piso 5, oficina 503 Telfs. 564.1702, 564.4272. Fax 564.6760. e-mail Exceso@cantv.net Exceso On Cine: www.exceso.net EXCESO NO HACE PUBLICIDAD REDACCIONAL Todos los derechos reservados.

Ninguna parte de asta publicación puede ser reproducida, archivada en sistemas de clasificación o reproducción de datos, retransmitida en modo alguno, electrónico, eléctrico, químico, mecánico, óptico, fotográfico o cualquier otro, sin el permiso previo por escrito de los editores

2

EXCESO NOVIEMBRE 2003

Norkis Batista es, a su manera, protagonista de su propia soap opera. Nacida en el seno de eso que antes llamaban una familia "pobre pero honrada" —el barrio El Ciprés, cercano a Las Adjuntas, la vería desfilar en traje de colegio—, alcanzó, Miss Venezuela mediante —y sin operaciones quirúrgicas que ajustaran sus ya espectaculares medidas a las que Osmel Sousa considera apropiadas para una reina de belleza—, el sueño del modelaje y la actuación en telenovelas, con amor incluido, cómo no. Leonardo Luttinger, de clase burguesa, dentista de profesión pero modelo de vocación, ataría con ella el lazo nupcial y se convertiría, de paso, en su manager, sin los malditos celos que suelen acompañar a los maridos de las mujeres hermosas —de hecho, sería el primero en apoyarla cuando la preciosa joven decidiera —sin pacatería alguna— sacar para el año que viene un calendario que la muestra en todo su esplendor —topless, por más señas.

Pero ese país en el que la muchacha de escasos recursos logra sus metas con curvas naturales tiene su envés, su lado oscuro, retratado, para este número de la revista, por Eurídice Ledezma, en un reportaje sobre la sala show La Goajira, que hace casi un año ardiera causando la muerte a 56 personas sin que hasta ahora se hayan determinado ni las causas ni los causantes del siniestro. Alcohol y anonimato, complicidades entre barmen y parroquianos, prostitución —femenina y masculina, que para todo hay mercado en cualquier ciudad que se precie—, espectáculos explícitamente sexuales, con enanos incluidos, el ambiente de La Goajira —antes del incendio, se entiende— desnuda a esa otra Caracas, que sobrevive menos gracias a sueños de grandeza que a la pura, simple y natural perversión, al deseo de lo prohibido, que toda urbe con algo de pasado oculta.

El lector seguramente se percatará, también, de la ausencia de Manuel Vázquez Montalbán en las páginas de Exceso. Amigo y colaborador desde hace varios años, su temprano fallecimiento en un aeropuerto tailandés será seguramente lamentado no sólo por los seguidores de su columna y los amantes del género policial en el que descollara por su desenfado, sino entre las filas de los gastrónomos, entre las cuales marchara junto a Pepe Carvalho, su inmortal alter ego.

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Inventario

A IRT I LJ CP S

Norkis Batista

113

Norkis y Leonardo acaramelados

y Leonard Lutting

Norkis Batista lograría coronar —sin ayuda del bisturí, como repite y reafirma— la aspiración de casi todas las adolescentes venezolanas: participar en el Miss Venezuela. De allí saltaría a una carrera como actriz y hallaría a Leonardo Luttinger, el amor de su vida y su representante

de cuerpo entero a.*

26 Las armas de Alejandro

w N OTAS

Dimes y diretes Derecho a pataleo

II Salón Internacional de Gastronomía Muchos gustos

1_0 Materia prima De rápida ingestión

Alejandro Armas llegaría, de la mano de Luis Miquilena, a esa entelequia que en Venezuela mientan "el proceso", y muy pronto —exactamente, cuando el Presidente lo corriera a gritos de Miraflores— se desencantaría. De allí en adelante, enjuto y enfermo, pero fortalecido por su voluntad, cerraría filas con la oposición 32 El Rodeo está de moda

Directamente desde territorio tejano nada menos que a lares llaneros, el Rodeo, ese deporte que tiene parentesco con el más tradicional Coleo que siempre se ha practicado en estas tierras, gana cada vez más adeptos, incluso en tierras barinesas

14

Sexto sentido El radar de los placeres de la carne y el espíritu

La Goajira infernal

16

Enclavada en el centro de Caracas, en plena avenida Baralt, esta sala show funcionaría por larguísimos años para complacer los gustos —sexuales, eróticos, perversos— de sus muchos parroquianos, hasta que hace casi uñ año un incendio acabara con todo, incluida la vida de 56 hombres y mujeres que en el local se hallaban

Bernard Henri Levy Un francés en el Ground Zero

24 En la mira Carlos Coste burda de profundo

44 Historia de la locura corriente Lo que representa Esteban Trapiello

1-4.

En la mira Daniela Bascopé aprende checo

46 Felipe Larrazábal sumergido

Humanista del siglo XIX —músico, periodista, político, escritor, historiador, investigador— se enfrentaría, plpma en mano, a los Guzmán, padre e hijo, lo que le valdría un doloroso exilio en Curazao.,Un golpe de suerte pondría en sus manos el dinero para viajar a París, pero su nave naufragaría en el Atlántico

1-I LO NI 40>Ft

62 Deseo en Caracas La piel de Vivian Jiménez

64 Los cerebros de Sergio Sergio

4

Ruiz y su trazo a torcer

EXCESO

NOVIEMBRE 2003

52 Acuérdate de abril

Los hechos del 2002 todavía están confusos en la bruma del pasado reciente —por más que el video propagandístico La revolución no será transmitida haya pretendido explicarlos de una vez y para siempre.

Sandra La Fuente y Alfredo Meza ensayan ahora su versión, en un libro titulado El acertijo de abril, que acaba de aparecer

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1111RETES

UNA TRIBUNA ABIERTA Caracas, 2 de agosto de 2003 Sr. Ben Amí Fihman y Lic. Armando Coll Director y jefe de Redacción Revista Exceso Por medio de la presente, me dirijo a ustedes con el fin de hacer de su conocimiento mi sorpresa y profundo malestar ante el reportaje publicado en la edición 167 del pasado mes de septiembre, en la página 36 y siguientes, bajo la firma de la periodista Eurídice Ledezma, donde se hacen afirmaciones totalmente reñidas con la verdad, y que además, me difaman como profesional y como venezolano.

En dicho reportaje se afirma, y cito de manera textual: "...aparentemente sí había un golpe montado, que sería puesto al descubierto, no por el rabino sino por Franklin Benshimol, hermano del actual presidente del Colegio Nacional de Periodistas. Al menos así lo aseguran algunas fuentes de más alto nivel que coinciden con la propaganda negra que circula en Internet".

En primer lugar quiero dejar muy claro que ni estuve ni estoy ni estaré vinculado a golpe de Estado alguno. Mis convicciones democráticas y mi formación como ciudadano venezolano y como profesional me han enseñado a disfrutar y a defender las bondades y los beneficios de un régimen democrático. Nunca en mi vida he traicionado las causas en las que me involucrado.

Por otra parte, no mantengo ni he mantenido ni mantendré ningún vínculo con las personas del actual régimen. Tampoco conozco ni de vista ni de trato ni de comunicación al embajador de los Estados Unidos de América, Charles Shapiro, como tampoco tengo relación de ningún tipo con algún funcionario de la embajada de ese país en Venezuela.

De igual manera, no conozco al general de Brigada (Ej.) Carlos Rodríguez Craus ni al señor Daniel Brener, con quien tratan de vincularme. La única relación, y ésta ha sido estrictamente social, es con el rabino Pinchas Brener con quien he conversado en dos ocasiones.

Tomando en cuenta el estilo de su publicación, creo que sería conveniente que demostraran qué sentido tiene el traer a colación mi nombre en un trabajo reporteril como el publicado en su revista, en el que se mencionan "altas fuentes" vinculándome con hechos que desconozco, además de endilgarme un rol protagónico que no tengo.

Este reportaje queda entonces como una reproducción de chismes, que su misma reportera califica en el trabajo que firma como "propaganda negra que aparece en Internet".

Siempre he creído en el reporterismo "serio y constructivo", el de los hechos reales, que no se apoya en los cuentos de "la

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EXCESO

NOVIEMBRE 2003

propaganda negra que se consigue en Internet".

En razón de su prestigio como editor, confío plenamente en que dará cabida en la revista Exceso a la publicación de mi aclaratoria.

Atentamente Franklin Benshimol C. I. V -3.725.741 Caracas, 26 de septiembre de 2003 Señores: Revista Exceso

Ciudad-.

Atn: Lic. Armando Coll Estimado señor Coll: Ante todo mis respetos. Me complace saludarle y a la vez felicitarle con admiración, ya que aunque en épocas pasadas he sido lector acucioso de tan representativo y original medio impreso, reconozco no haber centrado mi atención antes en el estilo, hilvanación progresiva, orden narrativo y sutil pero contundente lenguaje propio con el que configura sus piezas periodistas (artículos o entrevistas), lo que me lleva antes que nada a expresarlo con la honesta gratitud del lector complacido.

El motivo de estas líneas nace del importante análisis, interpretación, coincidencias y diferencias que lograron causarme en mi espíritu ciudadano, pero sobre todo profesional, las aseveraciones y disertaciones emitidas por su entrevistado Juan José Rendón.

Un Saludo y agradecido de antemano por su atención, se despide Jorge Alí Casanova S. Presidente Image Group Mercadeo & Publicidad

N. de la R. La carta del señor Casanova, con un sesudo

análisis de algunas de las declaraciones de J. J. Rendón, no puede ser publicada en su totalidad dada su extensión. Está disponible en la redacción de la revista para cualquier persona interesada.

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os deseos serán concedidos y superados por decisión del genio. A partir del 19 de noviembre, Caracas será tomada, como el año pasado en las mismas fechas, por el más importante acontecimiento gastronómico de la temporada. Satisfechos quedaron todos los que pudieron disfrutar de la primera edición. Ahora serán sorprendidos porque el Segundo Salón Internacional de Gastronomía, que organizan las revistas Exceso y Cocina y Vino, se diversifica y expande por todo el Este de la ciudad capitalina.

Como antesala, la semana empezará en el Hotel Tamanaco Intercontinental con el Primer Concurso Mundial de Destilados Alambique de Oro. Será la primera vez que el certamen se lleva a cabo en el país. La embriaguez del lunes y del martes tendrá su merecida continuidad con el cocktail inaugural en la terraza Aragua del Hotel Tamanaco. Después no habrá quien detenga al salón. Inquieto, caleidoscópico, se desplegará por la ciudad.

Muchos desearán que la donación venga empaquetada y esté disponible en la farmacia de la esquina más cercana. El jueves será

día de decisiones. No faltará el ritual más animado del mundo del vino: la fiesta del Beaujolais Nouveau de Duboeuf 2003, importado por Alnova, y que tendrá lugar en el restaurante Cassandra.

Lo ideal sería desintegrarse y teletransportarse al Café Atlantique para degustar una cena y disfrutar de una carrera de mesoneros con

esparcimiento

Esperado el Beaujolais Nouveau de Patriarche 2003, que trae Casa Oliveira. El mismo caldo se encargará de reinaugurar los fogones de Le Gourmet con el mejor de los talantes. El bar El Punto será otro sitio de concentración de goumets, gourmands y otros bon vivants. Yuman Ley pro-

mete dim sum y vinos desde ese día hasta el cierre del salón.

Luego de abrir sus puertas, Le Gourmet será el lugar para encontrarse con Armando Scannone y degustar un menú que sin duda saldrá de Mi Cocina y elplacerdecomer.com . Para el cierre del evento habrá otra posibilidad de compartir con Scannone un almuerzo de cocina venezolana "a la manera de Caracas".

El chef Thierry Breton llegará a Caracas

de bombonería y, para no alterar la digestión, habrá una muestra de café con algunos productores venezolanos. Quesos nacionales, cata de vino de la casa Concha y Toro, degustación de whisky Chivas Regal, vodka Wiborowa y el espumoso bordelés Café de París no faltarán a la convocatoria. La programación es lo suficientemente variada como para atraer a todo el mundo, razón por la cual se recomienda estar atento a la programación. Armando Scannone, por cierto, presentará su tercer recetario, de color amarillo para completar el tricolor patrio, y los ° Guía Exceso anquelsráovdcna de Vinos y Destilados 2004.

desde el restaurante parisino Chez Michel junto a Carlos Parra Pérez para ofrecer una cena sabatina de la Cofradía de La Liévre a la Royale en el Café Atlantique.

El fin de semana será de subastas. A cargo de Odalys Sánchez habrá una puja de grandes maestros, y luego, presidida por María Isabel Mijares, destacada enóloga española, se realizará la III Subasta de Grandes Vinos.

Cinco días dedicado a los sibaritas, viaje placentero aderezado cón foros, talleres, degustaciones, conferencias y catas.

La Asociación Venezolana de Sommeliers regresa encabeza por Leo d'Adazzio para disfrutar de una degustación de los mejores vinos chilenos de mantel largo. A su vez, Pernod Ricard traerá de la Argentina a un enólogo sureño para presentar una conferencia y degustación sobre los vinos de la región. Venezuela no se quedará atrás. José Gregorio Cortez tendrá a su cargo una conferencia y cata sobre el vino tropical y la experiencia de Bodegas Pomar en Altagracia. El mejor cacao venezolano hará gala de sus delicias bajo la responsabilidad de Jorge Redmond y Chocolates El Rey. La pastelería St. Honoré impartirá un taller

En conjunto con el Instituto Italiano para el Comercio Exterior y la casa di Masi el Vino Novello 2003 pondrá pie en tierra para desplegar sus bondades. De Italia habrá una conferencia y degustación a cargo del enólogo Ettore Perin, que a su vez se encargará de brindar un taller sobre la trufa blanca, prodigio del Piemonte. Pedro di Dio se encargará de instruir sobre el vinagre balsámico y, para cerrar con Europa, Ben Amí Fihman dictará un taller sobre la ruta del vino francés.

Los principiantes o aquellos con deseos de iniciarse en el arte de la restauración tendrán oportunidad de llevarse los secretos de Yuman Ley, Andrés Rodríguez, Leopoldo López Gil, Willy del Nogal, Gianni Riocci y Harold Kohn a través del foro Cómo fundar un restaurante, hacerlo exitoso y no morir en el intento. Sumito Estévez hará también de pedagogo ofreciendo un taller para aprender a cocinar en un día para el resto de la semana. Otra conferencia que se perfila con gran interés es la que dictará el biólogo Ramiro Ruyero sobre biodiversidad, biopiratería y productos alimenticios del Amazonas venezolano.

Será un descanso y una liberación para la mente, y, en especial, para los paladares. Siete escuelas de cocina de la ciudad de Caracas también dirán presente. Como el año pasado, el Salón Internacional de Gastronomía será el lugar de encuentro con lo mejor que se puede comer y beber en Venezuela.

NOVIEMBRE 2003

EXCESO

9

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tira

Renovada

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Los puesticos pasan, la belleza queda. Por supuesto que no es una definición de Ca-

El Nuevo Herald a página completa.

Luce sentada con la pierna recogida y

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racas, la horrible. La referencia apunta a la ex alcaldesa de Chacao, ex gobernadora

mirando con coquetería para ilustrar un aviso de ofertas de un concesionario de carros. No dice que le roncan los motores; dice: "Irene Sáez, Miss

de Nueva Esparta y ex candidata presidencial de Venezuela. Irene Sáez, que fuera

de Vados Abre lunes de t0a.m.

Universo". Lo que es. Luego de tanto

coronada Miss Universo en 1982, a los 18

trasiego, incluso después de aquella

ó acaso 20, 21 años después todavía tiene

relación consolidada —gananciosa

con qué y a eso apela. Bella aún —con algún retoque sutil a manos del experto Pedro Gómez Castro— y tras emprender las de vi-

aunque el galán no abdicó por

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or,

Iladiego, o sea, desembarcar en Miami, como todo nativo en la otrora sede del tabara-

PE'd.9e Sm.el de $2,»

198 .J23§4 dramb.

afortunada en el amor, según, los hombres se aprovechan de su nobleza— y enclavada en Key Biscaine la rubia cobra por posar en

Sólo para

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03 Miau —ii- 3,

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amor— cuentan que le quedó una suculenta tajada, pero nunca está de más un sencillito en el bolsillo para

'EQUIPADO EQUIPADO 03P,5 'menas &Si.»

tismo, comienza de cero, que en su caso es

cotizarse como modelo. Divorciada —no es

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gastos menores, aunque quienes la han visto hace poco frecuentando Azul, el lujoso restaurante de la ve-

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cindad, en grata compañía, pensa-

sodormoki,„: "Ine ,

El Mejor Dealer Mazda de los Estados Unidos 54rnmE van-sorelsreiree!LN.sv. 1 2r. '

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Bitor en

rán que al menos por estos días no paga la cuenta.

gotas

El vacilante diputado Luigi d'Angelo tendría más poder del que Altos funcionarios del Centro Carter, además de selectos grupos de visitantes de la Organización de las Naciones Uni-

su bajo perfil deja sospechar. Su hermano, Enzio d'Angelo, un destacado ingeniero que sería el cerebro de Bitor en Italia, es una pieza clave no sólo en materia de orimulsión. Ambos parecen operar una suerte de lobby que podría o no favorecer al ré-

das, se relajan de sus ajetreados itinerarios en el íntimo comfort que les proporciona una lujosa Quinta ubicada en las

gimen. Mientras tanto, el tema de la orimulsión sigue causando escozor, sobre todo al otro lado del Atlántico, dado que Italia ha hecho importantes inversiones para adaptar su industria energética al combustible de venezolana invención. Allá también hay

faldas del Avila, en la Octava Transver-

un grupo opuesto al uso de este derivado por razones, en apa-

sal de Los Palos Grandes, donde, bajo

riencia, ambientales, que entrañan costos políticos, pero el' mayor escollo para la continuación del negocio es la falta de know

una esmerada atención personalizada, y arrullados por el caer de las aguas de un manantial natural, se escapan, al menos

how, que se esfumara con los despidos masivos motivados por el paro petrolero y que no puede ser suplido por mercenarios de allende fronteras por tratarse de una tecnología 100 por ciento venezolana. Se comenta que podría abrirse una nueva empresa

por momentos, del estridente panorama nacional.

1 U EXC'ESO NOVIEMBRE 2003

con inversión privada, para atraer el talento en estampida, y que José Vicente Rangel se mostraría muy diligente.

111Late r Egipto en el fondo de

Vargas

Aunque algunas de las pirámides —una cuarta parte de ellas— hayan sido arrastradas por el caudal del río San Julián, podría decirse que una porción del milenario Egipto —con todo y

IF/r j'ya

venezolano Mientras el resolver las tres comidas diarias en Venezuela se convierte cada vez más en un drama de agárrate y no te menees, algunas plazas del extranjero comienzan a mostrar interés por el pabel-

esfinges— yace hundida en alguna parte de Caraballeda. No se trata del descubrimiento de una puerta dimensional, un nuevo triángulo de las Bermudas o la reencarnación de un faraón deseoso de pasar el resto de la eternidad sumergiVen ,,,

do en las costas venezolanas, por el contrario, el hecho es tan real como sorprendente. Desde

JJ.

OuNs..1.21 .11

ttmwan

1994 hasta 1999, Epsilon, empresa pionera en

144.n., el V.. me ,a

As.** A•ffirea

Venezuela de la realización de arrefices artificiales, creó —sin ningún tipo de ayuda gubernamental— una serie de arrecifes en el área de

lón con baranda. No otro es el caso de Seúl, en donde, durante el

Caraballeda. Los directivos de Epsilon —cuya

mes que acaba de pasar, el profesor Rafael Carthay dictó una con-

actividad primordial es dictar cursos de buceo—

ferencia sobre la yuca antes de seguir hacia Tokio a hablar de pro-

han formado una ONG llamada Asociación por el rescate del litoral marino, presidida por Fer-

ductos alimenticios exportables. En el Grand Hyatt de la capital de Corea del Sur, entre el 16 y el 22 de octubre, se llevó a cabo un festival de cocina venezolana —puesta al día, se entiende— oficiado

nando Guerrero, que se encarga de buscar los

por Francisco Abenante.

fondos para cada uno de sus proyectos, como el de Higuerote, donde hundieron un avión con el fin de convertirlo en un arrecife. Después de la tragedia de Vargas, se pensó que la mayoría de los arrecifes artificiales habían desaparecido, pero el domingo 5 de octubre, tras dos horas de búsqueda, descubrieron que la Ciudad Egipcia aún permanecía ahí y en ella se divierte una extensa fauna marina que poco tiene que ver con Cleopatra y Tutankhamón.

El pibe

Hugo

La Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires está forrada de afiches y slogans de planchas estudiantiles. Obviamente se encuentran en período electoral. "Estudiantes que hacen política y no politiqueros que hacen de estudiantes", se lee en un escalón de la facultad. Una gran foto del presidente Kirchner adorna uno de los afiches: "Política solidaria y de excelencia. La Universidad que viene". Nada demasiado sorprendente hasta que apareció un gran pendón con el trío presidencial de bula, Castro y Chávez. "Este año la alternativa es la izquierda" —que en el caso del venezolano alude quizás a que es zurdo. Tal vez está durando más de la cuenta el encanto que dejó el presidente bolivariano a su paso por la Argentina porque a todas estas, ¿qué tendrá que ver Chávez con los estudiantes?

NOVIEMBRE 2003 EXCESO

11

Carlos Tinoco y Manrique Mujica

inalmente, el Primer Mes de la Fotografía auspiciado por la embajada de Francia —y que se realiza en varias capitales del mundo, civilizado, naturalmente — sería inaugurado en el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía Imber, pese al enredo armado por la curaduría de la muestra, que se vería empañada por un episodio de supuesta censura. El embajador Pierre Jean Vandoorne una vez más se las vio con la diatriba que enerva al país y parece dividirlo en dos partes, y contra todo pronóstico, dio inicio a una actividad artística que copó casi todos los espacios museísticos de la ciudad con la participación, salvo contadas excepciones, de todos los fotógrafos seleccionados.

La misma noche, otro embajador, el siempre risueño Charles Shapiro, representante del Tío Sam en la cuna de Simón Bolívar, abrió de par en par las puertas de su residencia en las faldas del Avila para agasajar a los invitados por la organización Junior Achievement, dedicada a proveer a los jóvenes de las herramientas necesarias para una exitosa inserción en la sociedad y el mundo productivo, que celebraba sus 11 años de gestión en Venezuela. Esa noche desfilaron por la casa de los embajadores norteamericanos, entre otros, el director de Junior Achievement en Venezuela, José Luis González, Enrique Alvarado, prominente representante de l'anclen régime, el doctor Aníbal Latuff, director del diario El Globo, Gilberto Maldona-

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•■••V

-

.410, Griselda Montilla, Stéphane Pompougnac, Brigitte Achram y Thamara Sarmiento

Julian Baluk, Daniela Kozán y Ramón Mirt

Simón Najmi de la Revue Noir de París con el embajador Vaandorne

do, director y vice presidente de Kraft y el siempre efusivo Carlos Tinoco, que serían re-

cibidos por la pareja anfitriona, la nueva agregada de prensa Victoria Alvarado, y demás Carlos Urdaneta, Karen Bitton, Nelson Bustamante y Alejandro Ruiz personal adscrito a la misión.

La dorada fauna que suele pastar en el restaurante Malabar sería presa en días pasados del hechizo sonoro del célebre Stéphan Pompougnac, el dj estrella de la cadena francesa Hotel Costes que visitaría por vez primera este valle de lágrimas para irradiarlo durante un par de noches con su inconfundible sonido lounge. Sería la ocasión para que el melómano propietario, Jean Jacques Jessier, se luciese una vez más con la cofradía de habitués que engalana su local cada noche.

Paco Roncero, el espléndido chef de la Terraza del Casino de Madrid, considerado el más aventajado epígono del vanguardista Ferran Adriá, ofrecería un irresistible muestrario de la avanzada culinaria que seduce paladares en el mundo entero y ahora viene a hacerse de su provisión de adeptos en el trópico, gracias al invitación que le hiciera a su Bar Sí el inquieto Willy del Nogal.

En la onda de las últimas tendencias alimenticias, debutaría en sociedad el nuevo producto de Clight, una gelatina libre de caloVerónica Romero, Karen Applewhite y Jennifer Ochoa rías, muy a tono con la esbeltez lucida por el género femenino — del que destacaba ¡y como no! Daniela Kozán—entregado al solaz del noctámbulo Loft del Centro San Ignacio.

Fabiola Colmenares, Jennifer Suárez y Yaris González

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EXCESO

NOVIEMBRE 2003

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NOVIEMBRE 2003 EXCESO 1

Los cuadernos de Bernard-Henri Levy os viajes de ocho días a New York por la salida del libro.

Veo periodistas, intelectuales, políticos a montón, amigos.

Ahora bien, la primera cosa que me impresiona es que nadie, digo bien nadie, me habla del 11 de septiembre. Ground Zero es todavía esa herida abierta en la parte baja de la ciudad, pero han pasado dos años y todo transcurre como si aquel traumatismo enorme, que habría precipitado a Estados unidos en una nueva era, fuera parte de la Historia. ¿Entonces qué? ¿Represión? ¿Ocultamiento? ¿El dinamismo legendario que hace que los neoyorkinos, como de costumbre, salgan siempre adelante, vuelvan la página? ¿Amnesia? ¿Transferencia casi freudiana en dirección del escenario iraquí?

Chirac está en la ciudad. Los periodistas sólo me hablan de eso. ¿Qué quiere realmente Francia? ¿Ha pasado a ser de socio a enemigo? ¿Cuál es el secreto de Villepin, ese personaje que no deja de intrigarlos?

Al final del día, en Fox News, el canal de Rupert Murdoch, donde me preguntan por la enésima vez, en el mismo tono del coronel de Full Metal Jacquet, si Francia es "un elemento de la solución o del problema", no puedo dejar de soltar: "Acabo de oír, desde la cabina de maquillaje, la descarga inusitada de violencia del senador Ted Kennedy contra el gobierno; ¿están ustedes seguros, de verdad, que Bush no tenga peor enemigo que el presidente francés?".

Pues ¿por qué semejante fijación con Francia? ¿Por qué no con Alemania, por ejemplo, de la que Estados Unidos podría legítimamente estimar que después de haberla cargado durante cuarenta años en los brazos, cuya "traición" debería serle, por ese solo hecho, más chocante todavía y que no se toca jamás? Me di-

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rijo a Cristopher Hitchens, intelectual liberal, incluso izquierdista, convertido en neoconservador y autor de algunos artículos sobre Francia convertida en "proxeneta abyecto de Saddam". Me doy cuenta, al escucharlo, de que la clave es, como siempre, el rendez-vous fallido, la decepción, la proximidad paradójica, la decepción amorosa: los intelectuales americanos no esperan, en el fondo, nada de Alemania, mientras Francia es, digan lo que digan, uno de los pocos países del mundo de los que esperan todavía algo —odio amoroso de Estados Unidos por Francia y, por supuesto, viceversa.

Encuentro con George Will, comentarista estelar de ABC, cronista del Washington Post así como de un "sindicato" de un buen centenar de periódicos de todo el país, conferencista, ensayista de éxito, y pare usted de contar: este tenor de la intelligentsia neoconservadora está a la cabeza, me han dicho, de una pequeña a mediana empresa ideológica: tendría un ejército de "negros" encargados de prepararle discursos, borradores de artículos, fórmulas, tiene una agenda tan repleta como la de un ministro, un batallón de secretarias digno de Kissinger, es el arquetipo, en pocas palabras, de esos periodistas institucionales —William Safire, Charles Krauthammer— de los que no tenemos, en realidad, equivalente en Europa. Físicamente, unos aires de gran puritanismo, con arremetidas contra la depravación de la época Clinton.

Políticamente, el odio, una vez más, de Francia, donde hacen desfiles contra George Bush con zapatos Nike y franelas made in USA. John MacArthur, director de Harper's Magazine, la revista intelectualoide de New York, pertenece al otro bando. Habla francés. Piensa como un europeo. Se siente orgulloso de

publicar textos de Baudrillard, Debray o Sloterdijk. "No se equivoque", me dice. "La rabia en contra de Bush está en alza. No con respecto a la guerra en sí, no. No con respecto al nuevo Vietnam, los boys muertos todos los días, etcétera. Pero sí contra la mentira. Tan sólo la mentira. No se olvide que mentir es, en este país, uno de los crímenes políticos más imperdonables. Clinton estuvo a punto de ser destituido porque mintió sobre una miserable aventura sexual: es difícil imaginar que su sucesor pueda salirse con la suyas por haber mentido sobre las armas de destrucción masiva de Saddam". ¿Una campaña de impeachment contra Bush? Habrá que esperar el próximo núniero de Harper's.

Porque es otra ilusión óptica europea. Lo que los liberales americanos le reprochan al gobierno no es la guerra en sí. Ninguno de los que me crucé —en desorden: los escritores Doctorow o Aafran Foer, las grandes sacerdotisas del mundo neoyorkino, Diane von Furstenberg y Tina Brown, el columnista del New Yorker Adam Gopnik...— me sacó a colación los tópicos del rapaz imperialismo americano y demás. Ninguno cae en las trampas y el cliché del altermundialismo europeo. No. El problema, desde su punto de vista, serían los riesgos de regresión social, las amenazas sobre la salud, la educación, el Welfare State, la escalada del neo fundamentalismo cristiano.

Para ellos, los cargos han sido formulados: Bush, antes de ser un peligro para el mundo, es un peligro para su propio país.

Ultimo paseo por Manhattan.

"La extraña suavidad fatigada que toman los rostros, en New York, cuando las primeras luces se encienden en Broadway". Sartre, Situations

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Norkis Batista y Leonard Lutting de cuerpo entero L

a flecha que Cupido iba a lanzarles nueve años atrás sólo iba a atinar ahora que sus vidas, antes definitivamente enrumbadas por caminos opuestos, se encuentran en la misma parada: precisamente bajo el foco más solicitado del cenital. Ella actriz, uno de los rostros más buscados —en honor a la verdad, habría que decir uno de los cuerpos más codiciados, dada su escasa experiencia en el plató y su alta exposición en lingerie— de la pantalla chica; y él odontólogo, de apellido rumano, devenido modelo por casualidad y manager de su esposa escultural.

Y es que finalmente, luego de casi una década de encuentros y desencuentros, Norkis Batista y Leonardo Luttinger se han decidido a emular lo que en otros rincones del mapa es casi un clisé: los matrimonios entre artista y manager, como el de Liza Minnelli y David Gest. O el de Thalía y Tony Mottola. Tal cual.

Cuando Leonardo supo que su Norkis de hacía años —durante meses y meses fue, pues, sólo un esporádico espectro que lo traía de cabeza cada vez que se le ocurría hacer acto de aparición— estaba separándose de su novio, es decir, que estaban coincidencialmente, por fin, formalmente libres ambos —un amigo y casamentero'de nombre Freddy Mendoza, a quien se acababa de encontrar en la agencia de modelos, le hizo la confidencia— ni siquiera se dio tiempo para un pestañeo. Emocionadísimo, se hizo de su número telefónico y se arriesgó sin respingos.

"Hola, Norkis, es Leonardo Luttinger, ¿sabes quién te habla?", recuerda él muy bien el episodio. "En realidad me costó un poco repicarle. Freddy me dio el número de Norkis un juevps y la llamé el viernes, pero no estaba en su casa. Me dijeron que había salido a grabar un comercial para televisión. El luf

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nes siguiente era día de los enamorados y no la quise molestar porque hubiera sido como muy obvio todo, ¿no? El miércoles sí nos vimos: por casualidad teníamos que hacer un casting juntos. Hola, Norkis, es Leonardo Luttinger, ¿sabes quién te habla?".

Palabras más palabras menos, con un tanto de ronroneo gatuno, quedó en pasarla buscando a su casa. "¡Tuve que esperar dos horas! Dos horas sin exageración, porque la niña no estaba lista. Tenía que secarse el cabello, maquillarse, vestirse... Pero valió la pena la espera. Después del casting aceptó ir a cenar. Recuerdo que me dijo que tenía una entrevista en una estación de radio, la llevé y luego fui a buscarla para rumbear en una discoteca. Desde ese .día no nos hemos separado. Vamos para cuatro años juntos".

Ella da fe de la historia desde la introducción hasta el epílogo, a no ser por un pequeño detalle. "La primera vez que me llamó simplemente me negué. Inventé una excusa, esa de que estaba grabando una cuña para televisión, porque no quería decirle que sí de buenas a primeras.

Todo lo demás pasó igualito, tal cual: me encontró con el cabello mojado, sin maquillaje, sin vestirme... y lo dejé esperando. Hasta el sol de hoy no nos hemos separado".

El sueño de coincidir había quedado suspen-

Si no están hechos el uno para el otro lo que sí es seguro es que ambos fueron moldeados con la misma materia: esa que se cultiva en los gimnasios, se curte en interminables audiciones y no se resiste a los flashes y la espuma de la fama_ Vistos así, marido y mujer, con todo y las murmuraciones que su súbita celebridad suscita —ella presta su cuerpo a una popular marca de cerveza y se muestra cual Eva en los doce pliegos de un calendario de 2004—, parecen como sacados de un spot publicitario de ese producto inalcanzable llamado felicidad

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dido para él en 1994, cuando contaba maduros 28 años y ella tempranos 19. "Los dos trabajábamos para la agencia Unique, una agencia de modelos que ya no existe, y no nos conocíamos. Ahí fue donde comenzó todo; la vi en una oficina y me llamó muchísimo la atención. ¡Guau! ¡Qué muchacha tan bonita! Me acuerdo que, siendo un chamo, cada vez que veía un hombre de treinta y pico de años con una mujer espectacular, pensaba los mismo: `¿Será que algún día tendré una novia así?'. Hoy sé que sí. Lo que pasa es que en esa época yo estaba casado y Norkis tenía novio", relata su parte Leonardo. "Yo estaba leyendo una revista y entonces lo vi. Este es el hombre de mi vida, de mis sueños, fue lo que pensé. Es que era mi prototipo. Me encantan los hombres con lentes porque les da cierto aire de intelectuales, y él estaba ahí con su paltó y su corbata. Además siempre me gustaron los hombres mayores y profesionales. Lo vi por fracciones de segundo y se fue. Mi amigo Freddy se dio cuenta y me advirtió: `Pero está casado, Norkis'. ¡Zaperoco! Listo, lo borré de mi mente, porque era un imposible. Creo que a él le pasó exactamente lo mismo que a mí".

Dos años después se iban a topar de nuevo y por casualidad en una discoteca del Centro Ciudad Comercial Tamanaco: "Ella me saludó, pero como estaba muy oscuro no la reconocí. Al rato me di cuenta de que era Norkis y me dio pena sacarla a bailar", relata Leonardo la fugacidad del nuevo tropezón. Hasta un día de noviembre de 1999, en simple • aritmética cinco años de por medio, en el Poliedro de Caracas. Ya divorciado, él estaba sentado junto a un amigo disfrutando en vivo de la elección de Miss Venezuela, y ella desfilaba sobre el escenario primero un minúsculo traje de baño, luego un vestido larguísimo de Angel Sánchez, y horas más tarde respondía la pregunta impertinente que se le había ocurrido al jurado.

"Es que desde chiquita soñé con encontrarme a Osmel Sousa y que me invitara a participar en el concurso, y efectivarriente así fue. Fui dos años seguidos y nunca me prestó atención, así que me di por vencida, pero estando en un desfile de modas, 20

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con rollos en la cabeza y unas cholitas en los pies, se me acercó y me dijo: 'Quiero que te inscribas en el Miss Venezuela, tienes que bajar dos o tres kilos'. Eso fue todo, pero que me lo haya pedido él mismo, figúrate, era tal cual lo que yo había deseado. Se estaba cumpliendo mi sueño.

Por eso yo siempre le aconsejo a la gente que no deje de soñar".

Sousa, jura ella con los dedos, no iba .a pronunciar más palabra. Nada. Ni siquiera iba mandarla al cirujano para que le pusieran silicona aquí o la recortaran más allá. "Quizás no hizo comentarios porque sólo faltaban dos meses para el certamen y el resto de las muchachas ya tenía tiempo preparándose, es decir, ya casi todas estaban operadas. Yo bajé mis kilos, no porque dejara de comer sino porque el trote que uno lleva ahí dentro es demasiado fuerte, y me pusieron la banda de Miss Nueva Esparta. Y aunque yo no tengo nada que ver con ese estado, a no ser que adoro Margarita, lo representé con muchísimo orgullo. Pero lo más importante es que no me operé nada", machaca ella por si queda en el aire alguna duda, por pequeña que sea.

Con o sin operaciones, su Leonardo quedó boquiabierto... otra vez. "Me pareció que estaba bellísima, pero yo todavía pensaba que tenía novio. Bellísima. Tan bella que quedó de primera finalista", espeta emocionadísimo él, que a los pocos días se enteró de que estaba equivocado: no había fiancé ni anillo en el anular. Sin embargo tuvo que aguardar aún meses a que Norkis conquistara las cuatro coronas internacionales que Osmel Sousa le había, encomendado traer a Venezuela: Miss Atlántico, Miss Mesoamérica, Miss Latina y el Reinado Internacional del Café. Cumplió los tres primeros encargos, aunque del último se traería al menos el título del Rostro más Lindo y la Mejor Preparación del Café. "Ahora sí estaba decidido a conocerla. Apenas llegue, Norkis creo que le dije a mi amigo Freddy Mendoza: de calendario `Tienes que avisarme para invitarlos a comer los tres'. Esperé y esperé con paciencia".

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Ni soñar entonces con sincronizar un encuentro, eso sí, de los que traza eso que los escritores de telenovela llaman "el insalvable destino". Y es que no solamente los separaba la vasta grieta natural de la edad —"Yo le llevo nueve años a Norkis y ahorita no se nota tanto la diferencia, pero cuando tenía veinte y estaba en la universidad, ella apenas estaba saliendo de primaria"—, que los ubicó antes y los ubicará siempre en generaciones distintas, también los apartaba el status social. Lo de ellos fue tal como quedara sellado en el pentagrama del bacha-

tero Juan Luis Guerra, aunque a la inversa: fue ella quien nació en un barrio pobre del centro de la ciudad y él era de clase alta, pá decir verdad...

"Yo nací en un barrio llamado El Ciprés que queda en Las Adjuntas, yendo hacia Caricuao. Ahí nací, ahí me crié y ahí crecí hasta los 18 años. A mí me tocó caminar todos los días desde la estación del metro Las Adjuntas hasta el colegio. Gracias a dios siempre estudié primaria, secundaria y bachillerato por ahí cerca, en el colegio Claudio Feliciano, en el Juan Love-

"Yo nací en un barrio llamado El Ciprés que queda en Las Adjuntas, yendo hacia Caricuao. Ahí nací, ahí me crié. Agarraba mi carrito o me montaba en mi jeep, iba a clases, y a las ocho salía corriendo derechito a la casa, con mis tacones y mis mini faldas, porque si llegaba tarde la paliza que mi mamá me daba era tremenda. Ella se llama Migdalis de Batista, y sí, era la que llevaba los pantalones, pero yo se lo

agradezco hoy porque sin esos correazos no sé qué hubiera sido de mí"

ra y en el Francisco Fajardo, todo en la zona de Caricuao-Macarao. Agarraba mi carrito o me montaba en mi jeep, iba a clases, y a las ocho de la noche salía corriendo derechito•a la casa, con mis tacones y mis mini faldas, porque si llegaba cinco minutos tarde la paliza que mi mamá me daba era tremenda. Ella se llama Migdalis de Batista, y sí, era muy mano suelta y la que llevaba los pantalones, pero yo se lo agradezco hoy porque quizás sin esos correazos no sé qué hubiera sido de mí. ¿Si me dieron muchos? Ufff, y a veces sin necesidad. Para que tengas una idea de cómo era, mi primer novio lo tuve a los dieciocho años y no podía salir ni a la esquina si no llevaba a mi hermanita como chaperona, y a los veintiuno fue que visité una discoteca, porque a mi mamá no le gustaba eso. Mi papá no, él es un hombre que ni grita ni es agresivo, pero si te dice tres palabras te puede hacer llorar. Luis Oswaldo Batista, ese es su nombre. El asunto es que cuando comencé la universidad sí tenía que agarrar un taxi, porque salía a las diez de la noche", cuenta ella, que es una virgo del 30 de agosto.

"A diferencia del caso de Norkis, en mi casa el estricto era mi papá. Leonardo Luttiger, como yo.

De entrada, con él todo era siempre un no rotundo. Aunque ahora lo entiendo, sé q -ue es una persona nerviosa, sobreprotectora, y tal vez le daba miedo que yo estuviera en la calle hasta altas horas. Mi mamá no, ella se llama Lilia de Luttinger, es profesora y nos alcahueteaba. Pero no te creas, yo nunca fui rumbero. De mi grupo de amigos siempre fui el más sometido. Yo nací en Caracas y viví en la avenida México los primeros cuatro años de mi vida, pero después nos mudamos a Macaracuay y pasé ahí prácticamente toda mi infancia y mi adolescencia. Como mi mamá era maestra del colegio Experimental Venezuela, allí cursé hasta primer= NOVIEMBRE 2003 EXCESO

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"Bueno, al final lo hice porque quise, porque me provocó desnudarme. Sólo tuve que rebajar tres kilos.

Ahí salgo completamente natural, tal como soy, porque estas /olas si son naturales. Las de Internet son un montaje. Un clon que me salió"

grado. Después consiguió trabajo en el Instituto Experimental de Formación Docente, que quedaba en la avenida Rómulo Gallegos, y mis hermanos y yo también nos fuimos con ella hasta quinto año. Siempre quise estudiar ingeniería porque me atraían los números, la física y la química, pero hice un semestre en la Universidad Central y eso fue para locos, así que me cambié para odontología, que me gustó muchísimo. Claro, tuve la facilidad de que como mi papá era profesor universitario me consiguió el cupo... y me gradué en 1993", cuenta él, que es un piscis del 5 de marzo de 1968.

Ella era del barrio Ciprés. El era de Macaracuay.

Ella vino a tener carro porque se lo ganó en el Miss Venezuela. Y a él se lo regaló papá. Pero aún sin conocerse, Norkis y Leonardo coincidirían, sí, en un punto. Los dos iban a quedar encandiladísimos por las luces de neón del showbusiness criollo. Ella le haría ascos a la administración para dedicarse al modelaje y a la televisión, realmente lo suyo. "¿Sabes qué pasa?, que yo siempre fui la princesita de la casa, la niña bonita. Nosotras éramos cinco hembras, pero yo fui la reina del colegio, la del equipo de softbol, del bachillerato, la reina de Caracas, la de la Academia Militar... Llegué a tener cincuenta bandas de reina y hasta estuve a punto de perder el quinto año por eso. Era excelente alumna, pero con tantos ensayos y cursos de maquillaje, de peinado, de modelaje, me terminaron raspando cinco materias: física, química, matemáticas, castellano y geografía. Recuerdo que una de mis profesoras le decía a todos: ¿Norkis? Ella es puro físico, esa no va a pasar las materias, pero fíjate que me fajé y las saqué con notas altísimas. Y estudié administración de empresas porque mi mamá y mi papá querían un título. Hice dos semestres y después me salió trabajo haciendo comerciales: un gran amigo me encontró en el metro y me dijo: 1Que bella eres! ¿No quieres ir a un casting mañana ?'. Bueno, resulta que Dos para lo que salga quedé para hacer una cuña de Sony con Guillermo Péroce diario y los consejos recibidos de sus compañeros, actores rez, el actor. Tuve como competencia a un bojote de mujeres esde renombre casi todos, no detenta a decir verdad la actriz de pectaculares y me escogieron a mí. Me pagaron 600 mil bolívarostro y talle escultural otro curriculum —si terminar el segunres, un dineral para mí, que estaba feliz porque entonces podía do semestre fue una quimera, la posibilidad de incursionar en comprarme los zapaticos, la faldita... Yo nunca he vivido de la Hollywood es una idea que no se le ha cruzado todavía por la moda, eso sí, pero por supuesto que a partir de ahí mejoré mi cabeza— que una centena de comerciales y dos telenovelas, y manera de vestir, mi forma de maquillarme, aunque tampoco me sin embargo ni mella que le hace: ella esa hojilla. "Yo lo que ha gustado nunca el pegoste de maquillaje... y después surgió la quería era ser animadora de televisión y cuando salí del Miss pósibilidad de hacer telenovelas".

Venezuela ese era mi gran plan. Tenía un contrato con VeneviHablando en términos estrictamente académicos, salvo el 22

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Sión por dos años, de hecho, hice algunas cositas como La guerra de los sexos, pero a Arquímedes Rivero se le metió en la cabeza que yo tenía que ser actriz y me ofreció llevarme a Miami para protagonizar una novela llamada Secreto de amor, que al final hizo Gaby Espino. ¿Actriz yo? ¿Quién dijo? Me llamaron después para hacer de contrafigura de Gaby en Guerra de Mujeres y terminé aceptando, pero esta vez no me contrataron, así que Rctv se enteró de que estaba libre de compromisos y me ofreció hacer un casting. Pensé otra vez que podía ser para animar un programa y tampoco. Resulta que me dieron un libreto dramático, tuve que improvisar, dije cualquier cosa, y a las dos semanas me propusieron interpretar un personaje en Juana la virgen. Y aquí estoy".

A Leonardo hijo, que entonces se ocupaba de molares y premolares, lo sedujeron con igual carnada. "Una persona se me acercó en una farmacia, me preguntó si yo nunca había hecho un casting, me entregó una tarjeta y me dijo que lo buscara. Fui y quedé seleccionado para hacer el comercial. Creo que al principio era muy tímido, parecía una máscara de piedra, y no me podía ni reír, pero luego me fui soltando. Y la verdad es que ahora pienso que desde chiquito me gusta esto, porque siempre estuve metido en todos los actos de fin de curso. El primer año como modelo grabé más de veinte cuñas y al mismo tiempo atendía también mi consultorio. La odontología me gusta, pero llega un momento en que no puedo estar todo el día encerrado entre cuatro paredes y viendo una boca... ¡Es un campo tan limitado! Ultimamente es que me ha dado flojera ir para los castings por la situación económica del país; los clientes quieren pagar menos que hace tres años, cuando no se tardan en pagarte. Eso me ha desmotivado un poquito, así que me inscribí en la academia de actuación de Rctv, hice dos niveles, y ahora estoy manejando a Norkis —como su manager, se entiende—, revisando sus contratos, encargándome de sus proyectos".

Fue él, por ejemplo, quien la convenció de darle el sí definitivo al personaje de contrafigura de Daniela Alvarado en Juana la virgen. "Leonardo me decía que aceptara y yo le respondía que no, que no y que no. Hasta que decidí aceptar. Complacientes, así somos nosotros siempre: discutimos las cosas, tratamos de buscarle una justificación al proyecto que vaya a enfrentar, y entonces lo aprobamos y lo hacemos. En nuestra relación lo más importante es que ninguno le va a imponer al otro lo que no quiere hacer. O que no haga lo que quiera hacer. Nuestra regla mutua es no permitir que el carácter del otro te limite. La idea es que el día de mañana ninguno pueda decir que no cumplió una meta porque el otro no quiso. Así hemos sido en todo, y ahora que lo pienso, aceptar ese papel fue la mejor experiencia de mi vida". Y fue él también —gigantesca

paradoja, para los más mojigatos— quien la convenció para que incendiara las doce páginas de su calendario con atrevidas imágenes y en alevoso topless.

"Bueno, al final lo hice porque quise, porque me provocó desnudarme. Sólo tuve que rebajar tres kilos y lo logré en menos de quince días. Ahí salgo completamente natural, tal como soy, porque estas lolas sí son naturales. Las de Internet son un montaje. Un clon que me salió por ahí, porque esta es la primera vez que me desnudo", le pone ella punto final al único cabo suelto que parece tener a la vista su carrera: el asuntillo de las

fotos en completo desnudo que andan corriendo de computadora en computadora.

Pero Norkis ni chista. "¿Qué puedo decir? He quemado todas las etapas: viví en un barrio, me monté en jeep, anduve en metro, estudié en la universidad, trabajé como modelo, soy actriz, y ahora tengo mi propio calendario. Y eso sin contar", salpica ella el final amelcochadísima en el pecho descubierto de su Leonardo, "con que he encontrado el amor de mi vida". IA NOVIEMBRE 2003

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Coste A cualquier mortal le parecería ex-

Vivir en es

traño ver en el medio del mar varias embarcaciones llenas de personas que, mientras tratan de luchar contra el inclemente sol y calor, no paran de ver nerviosamente hacia el fondo. Igual de extravagante sería el momento en que un hombre disfrazado con traje de buzo y lentes sale de repente a la superficie y los presentes sueltan un suspiro de alivio.

Para ciertas personas podría sonar extraño este ritual, pero para otras, como Carlos Coste, es una experiencia normal.

Para los que aún no han escuchado de él, Carlos Coste es un destacado deportista cuyo amor por el mar lo llevó a practicar apnea: inmersión a pulmón. En esta disciplina ha logrado romper con varias marcas mundiales entre las que se encuentra la última, descender 101 metros bajo el agua en inmersión libre, guiándose con una cuerda y contando solamente con unos buenos pulmones y una excelente condición física.

La pasión que siente Carlos por el océano es profunda y antigua: "Desde pequeño sentí una gran atracción hacia el mar.

Cuando mis padres me llevaban a la playa siempre me quedaba viendo las olas. En ese momento quizás no sabía todavía que quería estar debajo del mar, pero me gustaba". A pesar de esa inquietud, varios años tuvieron que pasar para que Carlos le diese la oportunidad a la apnea. Sólo Luc Besson en su película Azul profundo y un compañero de clase de la Universidad Central de Venezuela le dieron ánimos para probar el submarinismo. Poco tiempo pasó para que descubriera sus capacidades en esta disciplina subacuática, organizara la selección nacional y empezara a competir.

Resulta difícil entender como un hombre siente placer aguantando el aire a grandes profundidades con altos niveles de presión y bajas temperaturas, pero Carlos no le ve de esa manera. "El fondo es una belleza. Cuando estás entrenado para eso lo que sientes es placer, no miedo. El cambio del color del agua al azul intenso es bellísimo. Es una nota porque estás muy concentrado en lo que haces, tanto que llegas a un estado de trance. Es algo que no se puede explicar. Es como si estuvieras en el espacio. Imagínate un cuerda de aquí a la Luna y que tú empezaras a subir. Llega un momento en que te encuentras como en la nada, ves para arriba y está la Luna, para abajo está la Tierra y tú en el medio. Es algo filosófico, muy espiritual.

Puedes compararlo con estar en el medio de tu alma. Es algo así. Sientes la soledad, estás sin gravedad, en silencio, es como

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el espacio. Además, cuando estás haciéndolo por diversión es aún mejor. Te metes al mar sin equipo, ves los corales y los peces se acercan más a ti porque no haces ruido. Puedes disfrutar .9 deformaásíntilquemar".

A pesar de que, como cualquier atleta, disfruta participar en competencias internacionales. y alcanzar excelentes posiciones, Carlos Coste empezó a cristalizar la idea del "reto en el abismo", un increíble evento en el que gracias al apoyo de un gran equipo tiene la oportunidad de batir records mundiales.

"Cuando quieres romper un record, tú mismo tienes que organizar el evento. Se puede intentar romper un record mundial en competencia pero estás limitado por la modalidad. La manera más sencilla es organizar un evento para romper ese record; además, a eso le puedes sacar provecho a nivel turístico, deportivo. Es una ventaja porque lo haces en tu país, en el agua que te gusta y conoces, con la gente que te quiere. No es lo mismo hacerlo afuera".

Para Carlos Coste, la apnea no es sólo una manera de destacar y llevarse premios y gloria; su conexión con el océano llega más allá —lo que se aprecia sólo con mirarlo mientras recuerda las inmersiones. "Lo que quiero es aprovechar al máximo las capacidades .que tengo y hacer de Venezuela un país elite en este deporte, quiero que todo el mundo conozca la apnea y que más gente lo practique. Me preocupa que tengamos kilómetros de costas y el mercado de buceo sea tan pequeño. Los deportes acuáticos ayudan mucho al país, le podría dar muchos beneficios a nivel turístico y de conservación de las costas". También tiene algo de conservacionista.

"Quiero inculcar la visión a las personas de cuidar el mar.

Muchos creen que el mar es el basurero infinito. Pienso que puedo ayudar en eso, no es solo hacer records mundiales, es hacer entender a la gente que el mar tiene que cuidarse, que es un mundo diferente. Es bellísimo".

—Irene García NOVIEMBRE 2003

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Alejandro Armas se le hace difícl tragar. Es víctima de

una dolencia que afecta seriamente el tracto digestivo. Pese a que ante los extraños guarda la etiqueta y se hace traer una copa de agua por su esposa Mildred, a la primera distracción se rocía la garganta con uno de esos aerosoles Evian.

Pero aún si no padeciese este cuadro clínico que lo provee de esa estampa ghandiana a la que le ha sacado no poca ventaja, hay algo que sin duda se resistiría a tragar por la sola convicción: no otra cosa que ese mazacote que ha devenido el chavismo y hoy se le antoja un plato indigesto.

Obviamente, la dieta de Armas estará reducida a la mínima provisión de calorías, por lo que su figura, en contraste con el espíritu y carácter que ha exhibido en las jornadas recientes de la política venezolana, hace honor al adjetivo con el que un gran amigo suyo, Luis Miquilena, descalificara al amplio sector del que ahora ambos forman parte, luego de ser actores principalísimos del chavismo. Sí, Alejandro Armas es literalmente escuálido. Pero, ¡ojo!, sólo en lo que a piel y huesos corresponde, porque, cabe insistir, como todo el país ha presenciado, el hombre ha demostrado tener el temple que reclaman las horas difíciles por las que atraviesa la nación. Y, al decir de sus colegas, no le falta la maña que en la política es tan oportuna, sobre todo, cuando toca maniobrar en medio de las aguas turbulentas de la crisis —"terminal", la ha calificado él en más de una ocasión— y en una barcaza endeble como lo pa) rece el todavía incipiente movimiento Solidaridad, que fundara junto a otros disidentes.

Alejandro Armas, con su talante escaldado, encarna como

nadie la expiación de los que se equivocaron al irse "detrás de un hombre a caballo", el mismo que se alzara el 4 de febrero de 1992, y algo tarde, por decir lo menos, se dieron cuenta del despropósito en el que habían embarcado a sus compatriotas.

"Es que nosotros le echamos una gran vaina a este país", admite off the record un compañero de partido y de cuitas. Armas, sin embargo, no se deja ganar por sentimientos de culpa y tajante alza el índice en dirección opuesta a su pecho: "No cometí ningún error. Si alguien se equivocó no fuimos nosotros. Se equivocaron quienes creyeron que podían plantearle al país una oferta fraudulenta que no iban a poder cumplir". Y cuando dice "nosotros" cabe suponer que no sólo recurre a esa fórmula que simula modestia al disolver el yo, sino al grupo un tanto difuso que responde a la nomenclatura del miquilenismo con nombres conocidos como el del ex ministro Ignacio Arcaya y el ex embajador Hiram Gaviria, entre otros arrepentidos.

Es decir, Miquilena y todos los que pudo convencer para que sumaran sus ambiciones a la de él y a la del animoso ex golpista que se perfilaba como candidato presidencial por allá a principios de 1998. Alejandro Armas, un conspicuo aragüeño siempre vinculado a las corrientes progresistas, hombre culto como los hay muy pocos en el campo político, y promotor de las bellas artes, atendería el llamado confiado en su gran amis- o tad con el patriarca falconiano, pese a que en su momento publicara en el diario maracayero El siglo un encendido artículo que condenaba la asonada que aparentemente lideró Hugo Chávez. No quiso perderse dé la gran oportunidad para el advenimiento de un nuevo poder con las subsecuentes transfor-=

Un complicado cuadro clínico hizo crisis justo en el momento en que fuese reclamado por la historia. Las sondas de la terapia intensiva lo inmovilizaron durante los días en que el país se enrumbaba hacia el aciago abril del año pasado que casi marcó el fin del régimen al que se adhirió para su pesar. La ascética figura que ahora exhibe aparece en el escenario político como el símbolo de esa oposición penitente que es el chavismo arrepentido

Armando Lob

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maciones. Pero no fue como lo esperaban él y Miquilena: "Nomo se avenía este hombre conocido por su bien articulado castesotros ofrecimos lo que creíamos que íbamos a poder cumplir. llano y la corrección del discurso, por ser el parlamentario del Y trabajamos intensamente para que se lograra esa oferta", gobierno que siempre supo enfrentar a la oposición con composcontinúa el diputado Armas. "No se logró porque hubo factores tura, con el mal educado Presidente? que gravitaron con mucho más peso que nosotros, y por eso nos "El no cuadraba en el formato chavista", lo dice crasamendistanciamos. Si alguien se equivocó no fuimos nosotros. Y, pa- te el diputado Carlos Tablante, que cuando fuera gobernador ra usar el viejo refrán de 'mal de muchos consuelo de tontos', hadel estado Aragua tendría a Armas de segundo al mando, en bría que sacar la cuenta de que en febrero del 99, cuando el prefunciones de secretario de gobierno. "Nunca cedió a la figura sidente Chávez asumió su mandato, más del 90 por ciento de los del caudillo", concluye al recordarlo cuando todavía era miemvenezolanos por lo menos simpatizaban con sus posibilidades de bro del Movimiento Quinta República y presidía la Comisión sacar al país adelante". Al final del argude Finanzas de la Asamblea Nacional: El arrepentido ma yor mento, sin embargo, se cuela la contrición: "Cuando actuaba como vocero del MVR "Usted podría decir que yo formo parte de era siempre respetuoso de la oposición. Teese 60 por ciento que confió en Chávez y se nía un lenguaje totalmente distinto al del desencantó. Con un agravante para mí: soy Presidente de la República y los otros paruno de los que no sólo creímos en Chávez lamentarios del MVR". sino que hicimos que la gente confiara en ¿Cuándo le caería la locha realmente y él, y hoy tenemos una responsabilidad maseguiría, pese a ello, fiel al gobierno? Otro yor porque si alguien está obligado a hacer conspicuo opositor, Leopoldo Martínez, lo el máximo esfuerzo porque el país rectifipondera: "Te confieso que nunca sentí que que ese error que cometió al llevar a CháAlejandro Armas, a pesar de que ejercía su vez a la Presidencia somos nosotros". oficio de jefe parlamentario del gobierno en Y en eso se le han ido los días desde la Comisión de Finanzas, fuera un hombre aquél en que Hugo Chávez, en uno de sus que en privado estuviera cerrado a escuchar cada vez más frecuentes arrebatos de ino incluso aceptar las cosas que nosotros estábamos proponiendo". ¿Muy en el fondo pensaba como ellos, como los de oposición? "Creo que era una situación de carácter estratégico la que lo obligaba a mantenerse en la defensa del gobierno en ese frente para ganar legitimidad dentro del seno del partido", continúa Martínez. "Parecía una relación típica de gobierno-oposición en un parlamento normal", refiere nostálgico el diputado de Construyendo un país, apartado de las filas de Primero Justicia en el tumultuoso abril del 2002.

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Rangel y Arcaya, dios los cría y Chávez los junta

temperancia, lo echara del palacio de gobierno. A él, Alejandro Armas, un señor de paltó y corbata que no luce muy dado al fácil tuteo del mandamás. ¿Cuántas majaderías no habrá soportado este caballero por mantenerse en el poder que tanto había bregado, aún a despecho de su recelo hacia los militares antojados de ser gobernantes? ¿Cuántos "mira, chico", "no, vale", "oye, tú", se habrá tragado cuando podía el doctor Armas? ¿Có18

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l 5 de enero de 2001 no fue un buen día para los diputados Ernesto Alvarenga y José Luis Farías. Ese día se iba a elegir la nueva directiva de la Asamblea Nacional y sus cabezas calzaban el sambenito de la disidencia o, peor, de lo que la turba chavista no podía interpretar sino como una traición. Fuera del Palacio Lagislativo se arremolinaba la gavilla violenta promovida por el gobierno. Ese día Alvarenga recibi -ría la primera andanada de insultos y pedradas de una serie que lo convertiría, según documento presentado por Hermann Escarrá ante organismos internacionales, en el parlamentario más agredido de Venezuela. Se habían preparado para lo peor, pero al escarnio callejero y a la derrota en el hemiciclo se sumaría una infausta noticia proveniente de la Clínica Avila. Dejaron la cámara como una exhalación con el mal sabor de lo irremediable, pero al llegar a la clínica pudieron respirar más despacio, al enterarse del malentendido: Alejandro Armas seguía en estado crítico en terapia intensiva.

La gravedad del diputado había aumentado con los afanes del

Movimiento Quinta República por nombrar su suplente a toda iba a destituir, si yo lo había nombrado. Desde ese día no concosta y sin el consentimiento del enfermo. "Si Alejandro hubiese verso con el ciudadano Presidente de la República, a pesar de salido de terapia intensiva y visto esas imágenes de la sesión, que en varias ocasiones ha solicitado conversaciones. Inmediaestoy segura de que le habría dado un infarto", declaraba Miltamente después de los sucesos de abril pidió una conversación dred de Armas, indignada ante la frialdad con que los otrora a la que asistió sólo Alejandro". compañeros de bancada daban por vacante la curul de su esAl caudillo lo veían venir por sus fueros los diputados Arposo. Lejos de lamentar la condición del parlamentario, se mas, Alvarenga y Farías, pero no sólo ellos. También lo viemostraban triunfantes ante el hecho de que estuviera fuera de ron otros como Alberto Jordán Hernández —que formó el juego el que habría podido encabezar una nueva directiva que grupo disidente Transparencia Revolucionaria— y el que fuecambiaría la correlación de fuerzas de la Asamblea Nacional se para el momento Ministro de Relaciones Interiores, Luis con evidente desventaja para el MVR: "La enfermedad hizo Miquilena e, incluso, el que todavía permanece en la Fiscalía que los eventos en el parlamento fueran más difíciles para el General y el otro que ocupa la Vicepresidencia. país", aventura Leopoldo Martínez. "Creo que Chávez estaría "En agosto hubo una reunión en Carmelitas, donde para enviviendo ahora otra realidad y habría una mayoría de la opotonces quedaba el Ministerio de Interior y Justicia, en la que yo sición o se habría construido con muadvierto que en los sectores anti democha más credibilidad".

"Habíamos luchado contra cráticos del chavismo se decía que la reLa salud de Alejandro Armas parece volución estaba llegando a su fin", cuenla corrupción toda la vida, haber mimetizado el cuadro clínico de la ta Alvarenga y lo apostilla en tercera perla habíamos cuestionado nación. Su organismo colapsó al mismo sona Farías: "De esa reunión, a la que en todas las formas.

Como tiempo que se disparaba la crisis que haasistió Ernesto —no sé si Alejandro— saría un nudo trágico en abril de 2002. Anle el compromiso de que los sectores raejemplo están los artículos de tes, enero sería el mes de la primera fracdicalizados, de derecha o izquierda no José Vicente Rangel. Cuánta tura importante del partido de gobierno, tuvieran el control del gobierno y que o denuncia se planteó ahí. como consecuencia de un clima en el que cuando esa situación se presentara todos Armas, Alvarenga y Farías se antojaban ¿Y para qué sirvió? Para que el se iban. Ahí estaban José Vicente Rangel cada vez más incómodos a los ojos de los e Isaías. Rodríguez". doctor Rangel esté sirviendo incondicionales de Hugo Chávez.

Pero cuando Armas cumplió con su hoy de tinterillo de la "En julio, cuando Alejandro tiene la parte y fue defenestrado, los amigos cacorrupción. Un tristísimo papel primera recaída", cuenta Ernesto Alvallaron. La decepción era como para caer renga, "entregamos un documento de enfermo, pero el diputado ironiza sobre que lamentamos los que unas 16 cuartillas que comenzaba con la versión que prácticamente lo lleva de alguna vez lo admiramos un epígrafe de León Blum que dice que su última discusión con Chávez directo y estamos convencidos de que en política los aciertos no siempre se coa terapia intensiva, aunque torna nuevabran pero los errores se pagan dobleel personaje real no fue el mente grave cuando de fraternidades mente. Ahí advertíamos sobre el sesgo traicionadas se trata. Si bien Isaías Roque nosotros conocimos" autoritario y clientelar del gobierno". dríguez también es de Aragua y lo "Cuando comenzó el ruido con la ley habilitante y las llaacompañó entre otras jornadas memorables en la campaña a madas 49 leyes", da su versión José Luis Farías, "nosotros inifavor de Chávez, Armas parece más adolorido por el costado ciamos conversaciones internas en las que coincidíamos mucho que concierne a José Vicente Rangel: "Habíamos luchado conlos tres, Alvarenga, Armas y yo, en llevar a discusión esas le- tra la corrupción toda la vida, la habíamos cuestionado en toyes. Pensamos que teníamos capacidad política suficiente para das las formas. Como ejemplo están los artículos de prensa de darnos un debate en el que íbamos a ganar políticamente por- José Vicente Rangel durante los años en los queescribía sus coque íbamos a dar una demostración de ejercicio democrático". lumnas en los diarios nacionales. Cuánta denuncia, cuánto Pero tan buenas intenciones sólo sirvieron para quedar fue- cuestionamiento se planteó ahí. ¿Y para qué sirvió? Para que el ra del gobierno a partir del día en que Chávez pidiera a Armas doctor Rangel esté sirviendo hoy de tinterillo de la corrupción. que renunciara a la comisión especial que, por iniciativa de AlUn tristísmo papel que lamentamos sobre todo los que alguna varenga, se había nombrado para discutir las leyes de la habi- vez lo respetamos y admiramos y estamos convencidos de que litante, y el parlamentario rebelde pidiera ser destituido. Fue la el personaje real no fue el que nosotros conocimos". vez que el Presidente lo echó de la casa de Misia Jacinta como Si el Alejandro Armas que arrastraba una afección pulmosi fuera la suya propia y el talante autocrático se dejara de innar no se agrava, ¿qué habría sido de Venezuela? ¿O de Chásinuaciones para mostrarse sin pudores. A Alvarenga, como je- vez? ¿Hubiese presidido tal vez la Asamblea Nacional para el fe de fracción, le tocaría el mal trago de destituir al parlamen11 de abril? tario desobediente, pero optó por deslindarse también: "CuanPara el ex compañero de la comisión de finanzas Leopoldo do Alejandro me dijo que procediera, yo le dije que cómo lo Martínez, de haber estado Armas al frente de la asamblea, la= NOVIEMBRE 2003

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salida del Presidente se habría dado con una base parlamentaria: "La transición se hubiese montado porque uno de los elementos que siempre complicaban las cosas era la poca confianza que generaba el cuadro parlamentario en esos días. El control del gobierno sobre el parlamento era férreo", comenta el que habría sido Ministro de Finanzas del gobierno interino de Pedro Carmona.

Un amigo informa que Armas pesaba algo más de 30 kilos cuando se libró finalmente de los cuidados intensivos de la Clínica Avila. Apenas un mes y medio después se lo veía al lado de Luis Miquilena en la rueda de prensa que dieran en Venevisión con motivo de los sucesos del 11 de abril de 2002. Alejandro Armas renacía para mostrar la garra de un liderazgo largamente rumiado. "Alejandro Armas era el que reunía las condiciones para construir un nuevo liderazgo", apunta Farías, que no anda con rodeos si se trata de hablar de la vocación de poder de su organización. ¿Y qué mejor oportunidad que la transición?

Los de Solidaridad tienen razones para pensar que Armas es un hombre que, cuando toca, se levanta y anda.

dad en la Coordinadora Democrática maniobraron para que un partido minoritario como el de ellos fuese favorecido. ¿Cómo? Argumentaron que resultaría cuesta arriba estructurar una mesa en la que estuviese representado cada uno de los partidos, y sólo debía haber un miembro en representación de todos, lo que a la hora de evitar choques descartaba a las organizaciones más grandes y dejaba el camino libre al diputado del pequeño Solidaridad. "Eramos los más inofensivos", parece ironizar José Luis Farías.

El 20 de agosto, el día en que se entregaron las firmas para la solicitud del referendum revocatorio, Alejandro Armas una vez más hizo gala de sigilo político a la hora de colar su figura hacia una posición de liderazgo y capitalizó uno de los momentos estelares de un movimiento de masas que casi igualó a los de diciembre pasado. Mientras otros dirigentes prefirieron esperar la llegada de la marcha en la tarima de la Plaza Venezuela, él se adentró en el territorio minado por la gavilla chavista y apareció frente al Consejo Nacional Electoral justo en el momento en que se encendían todas las cámaras para cubrir la entrega de las rúbricas y le tocó urante la llamada "marleer un documento en nombre cha de los medios" que se realide la oposición. zara a principios de año, la voz Esa capacidad para copar la cascada de Alejandro Armas escena con su estampa valetudilogró acallar el tono farandulenaria jugaría a su favor a la horo que como nunca antes se ra de la elección de una candiapoderó de la protesta ciudadadatura unitaria para la transina. Esa mezcla de fragilidad fíción con el acuerdo de los partisica con firmeza de ánimo le dos grandes y de los candidatos confirió al diputado la ascenque aspiren al disfrute del poder dencia moral de la que ha dispor algo más que una odiosa frutado en la opinión pública transición. Inscrito o no en la como vocero de la oposición y carrera presidencial, por algo en el aforo de la Coordinadora Alvarenga y Farías solidarios, por ahora será un denodado defensor de la Democrática, donde no tardaría en alborotar las ambiciones a candidatura única: "En la hipótesis de que alguien por alguna favor o en contra. El niega de plano estar inscrito en la carrerazón inconveniente resuelva quedarse por fuera de ese acuerdo, ra presidencial, pero hubo quien lo vio como el "hombre del se convertirá en una candidatura marginal sin ninguna relevanmomento", vale decir, "el de la transición". A su favor surge la cia. Si no logramos una candidatura única, cosa que me parece premisa de que el presidente de un gobierno de transición ha relativamente difícil, vamos a lograr una candidatura unitaria de ser un hombre que conozca bien los dos bandos que dividen que va a marginar a aquellos que obsesivamente pretendan mana Venezuela, condición que pocos, aparte de él, podrían anotar tener sus aspiraciones por encima del interés nacional". en su curriculum: "Viví en el chavismo prácticamente cinco La tesis del outsider que también abonaría su candidatura años. Conozco hasta donde es posible las virtudes y los defec- tiene un biorritmo bastante irregular en medio de la vorágine tos de ese proceso político". Alejandro Armas ha hecho de sus de ambiciones que anida en la coordinadora, pero aún así su puntos flacos una fortaleza y se mueve cómodo en las situacionombre habría de enfrentar el recelo que deja a su paso el llanes en que ser menos vale más. Ejemplo: cuando tocaba elegir mado miquilenismo, un importante factor de poder en la pria' los representantes de la mesa de negociaciones en la que Ar- mera fase del gobierno. El lo sabe y responde: "Mi relación con mas tuvo un desempeño destacado, los operadores de Solidari- Miquilena es blindada. Mucho más allá de la política, yo soy

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disparates que habrá oído cual amigo de Miquilena desde hace santa palabra en la intimidad del más de 30 años. Llegué al chachavismo. ¿Qué más sabe Alejanvismo de la mano de Miquiledro Armas?: "El Presidente piensa na. Si Miquilena no hubiese teun día una cosa y mañana otra; nido la presencia que tenía en el hoy piensa en Mao Tse Tung y chavismo, muy probablemente mañana en Lenin y pasado en Royo no hubiera tomado la decisa de Luxemburgo. Uno de los sión de incorporarme. Hay un grandes problemas del presidente mito alrededor del poder de Chávez es su ignorancia de la hisMiquilena, tal vez porque ha sitoria, incluyendo la historia de do siempre, y va a seguir siendo por mucho tiempo, dios menuestro país, su conocimiento es apenas el de Venezuela heroica de diante, un operador político siEduardo Blanco, más riada". Esa lencioso. No es una figura memiseria intelectual con la que hudiática. Siempre ha sido una fibo de tratar en persona sin duda gura de bajo perfil: El se mueve que habrá dejado sus secuelas en muy eficientemente trabajando el espíritu de quien fuera el primer en los escenarios en los que él presidente del Conac del chavissabe. Pero de ahí a concederle a Miquilena ese poder omnímomo: "Fue un cargo que busqué con vehemencia", confiesa quien, do, esa capacidad maquiavélica suerte de mecenas, en su momende mover los hilos de la sociedad venezolana a su voluntad, to logró el favor del capital arahay un abismo". Si se le recuergüeño para el fometito de las artes da lo útil que al menos Luis Mien la región. Vuelve la tos cuando comenta la visión menesterosa quilena fue en la Constituyente que "la revolución" tiene de la y en el llamado Congresillo que cultura. Se horroriza al ver a Hunombró los poderes transitogo Chávez recitando unos versos rios que aún mantienen en vilo mal aprendidos en un acto en el al país con decisiones que sueTeatro Teresa Carreño en honor a len complacer al gobernante, El Carrao de Palmarito. "¡Esa es Armas sigue en sus trece: "Si el la cultura según Chávez!". Razón miquilenismo realmente tuviera peso en el Tribunal Supremo tiene Tablante: no cuadraba en el de Justicia, la realidad sería Los Armas en paz formato del chavismo. Pero ¡vaya muy diferente. Cómo se expliaguante el del hombre!

"La ideología de este gobierno es la Será el mismo aguante que ca que el miquilenismo tenga el ahora le permite vérselas con los chatarra mental que está en la cabeza del peso que la gente dice y se hapadecimientos de su cuerpo y los ya constituido un Consejo Napresidente Chávez. La cabeza de Chávez es del cuerpo social venezolano. La cional Electoral como el que se una chivera. Piensa un día una cosa y ha constituido. Esa es una simhazaña que dibuja en el panoramañana otra; hoy piensa en Mao Tse Tung ple señal", despeja con el tono ma político a v:ces se antoja difícil de creer en medio de la cultura que, a pesar de la voz quebray mañana en Lenin. Uno de los grandes diza, revela la costumbre de política vernácula, caracterizada problemas del presidente es su ignorancia ejercer la autoridad. En Arapor la alienación pragmática: "Si de la historia, su conocimiento es apenas gua no sólo fue secretario de hubiera habido intereses distintos gobierno, sino también preside los valores éticos que nos moel de Venezuela heroica, más nada" vieron, todavía estaríamos con el dente de Maracay Entidad de gobierno como factores determinantes. Nadie podía impedirnos Ahorro y Préstamo y del Insituto de la Vivienda. mantenernos en los niveles más altos y de más influencia en el a tos subraya la indignación cuando repara en el credo gobierno de Chávez. Nuestra separación no la buscó nadie sino baldío que alguna vez abrazara: "La ideología de este gobiernosotros mismos", habla nuevamente en nombre de un grupo que confió demasiado en Luis Miquilena y sigue confiando, vano es la chatarra mental que está en la cabeza del presidente Chávez. La cabeza de Chávez es una chivera", se cobra así los ya usted a saber por qué. L

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e cuello arqueado, con orejas pequeñas, la crin

larga y la cola cubierta de pelos. Es la descrip-, ción de un caballo, animal que se domestica fá- ,

cilmentyqu,dspoinmerals,h sido de gran utilidad para el hombre. En el ajedrez es una pieza fundamental que se mueve en forma de ele y que puede saltar sobre las demás, en las cartas —españolas— es un naipe que viene acompañado del jinete. Además, es animal salvaje de las llanuras y símbolo nacional. "Un caballo desbocado galopa en los cuarteles del escudo y en la mente de todo venezolano", escribía en 1986 una pluma hoy alineada con el gobierno de la discordia, que por cierto ha puesto al albo corcel a cabalgar fuera del escudo —digitalmente. Lo cierto es que el caballo siempre ha sido el protagonista de deportes vinculados a la ganadería. El coleo, el rodeo y el toreo: legados seculares que llegaron a estas tierras tal como fueran practicados por los moros en el Sur de España durante setecientos cincuenta años, cuando ejercieron su dominio en la península Ibérica.

"Podría decirse, y ya muchos lo han dicho, que las corridas de toros son nocivas para la moral pública, y que por lo tanto, 32

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debería prohibirse su celebración. Este es, sin embargo, un argumento demasiado simplista, o tal vez mejor, un razonamiento superficial, a flor de piel. Las corridas de toros son parte, y no pequeña, por cierto, de la herencia cultural que España legó a sus colonias de América". Con estas palabras, Pedro Beroes introduce La Fiesta Brava en Caracas y sus cuatro siglos de historia. De las tres, el toreo sigue teniendo quien le de rabo y oreja, el coleo cuenta con arraigo indiscutible en eso que llaman la identidad nacional y el rodeo está siendo reinventado y redefinido... a la gringa.

n la entrada los carros formaban una discreta cola, las camionetas cuatro por cuatro venían acompañadas de sus respectivos trailers y en ellas, el caballo. Un par de jóvenes con sifones a cuestas se encargaban de fumigar los cauchos de cada vehículo y al bajar, tanto conductores como acompañan-17j

El mito del centauro se repite en el imaginario venezolano, desde la saga independentista ganada a lomo de caballo, hasta la faena del cabestrero.

Expansivo como es, el gentilicio ahora asimila el rodeo, esa serie de proezas que unen hombre y equino, allรก en el lejano oeste de los cowboys y en estas tierras causa tanto furor como -

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el vernรกculo coleo

Andrea Daza Tapia desde Aragua

tes debían pisar una alfombra de cal para neutralizar cualquier rrecta medida de los postes y auxiliando sobre cualquier pergermen que trajeran del camino. "Son precauciones por los procance que se pueda dar en la pista: "Infantil va de doce para blemas de fiebre aftosa", advierte la veterinaria Marisol Castillo, abajo, juvenil hasta los dieciocho años, adulto de diecinueve a que forma parte del equipo del Servicio Autónomo de Sanidad cuarenta y nueve, y la senior, que es de cuarenta y nueve en Agropecuaria. Los espectadores estacionaban en un lado y los adelante". Es decir, no hay quien quede por fuera. "Luego", competidores en otro, ya que debían mostrar sus certificados pacontinua Boldrín, "tienes una categoría que es candela porque ra dar cuenta de que sus animales estuvieran vacunados contra compiten todos contra todos". la encefalitis equina y la rabia. Luego, recibirían una guía de moAsí pasaría la tarde, de categoría en categoría. Luego de la cavilización de retorno para asegurar el Patricia en Bandole ro rrera de postes vino la de barriles, otra bienestar de sus corceles. competencia de velocidad que consiste En el pase de entrada se lee: "El en realizar un recorrido siguiendo un Country Club de Maracay se viste de patrón resuelto por tres barriles. gala presentando el deporte nacional y Sentados en la sombra, la voz del alla VII válida nacional de Asowest". toparlante se empezaría a confundir Durante el fin de semana hubo encierre con otra: la manga de coleo iniciaba de ganado, competencias de poste, baactividades. "Atención coleadores", se rriles, lazo, toros coleados, parrilla, escucharía en esta oportunidad. "Se vicerveza y música criolla. no el toro, se vino el toro", con gran De un extremo de la cancha salió el entusiasmo sale un grupo de cinco jinejinete a toda velocidad para realizar un Coleo clásico recorrido determinado por seis postes entre los que debía zigzaguear en el menor tiempo posible. Jerónimo José Simonovis se persigna y arranca a todo galope montado en Petunia. Un par de postes caídos no detienen al dúo. La voz del altoparlante pide un aplauso mientras Jerónimo pisa la línea de llegada. Probablemente hubo una mirada de desaprobación porque el jinete, de once años, se encogió de hombros para decir: "¡Ay, lo hice bien!". "Qué bien lo vas a hacer si tienes la yegua frenada", le replicaba el entrenador o el exigente padre. "Debe estar prevenida Patricia Díaz", anunciaba la voz desde la mesa técnica. Y arranca Patricia montada en Bandolero. La amazona en miniatura logra un excelente tiempo y contenta regresa a la talanquera. De doce abriles y directo desde Barquisimeto, habla con seriedad del deporte: "A mí siempre me han gustado los caballos, empecé a competir desde los cinco años; es algo muy bonito porque puedes compartirlo con toda la familia y hay varias categorías". Tiene caballo propio, pero entrena en la finca de una amiga: "Mi caballo se llama Bandolero, tengo una yegua de barriles que se llama Lace y otra que se llama Quelalune". En esta categoría es común ver que los jinetes vayan pegados a una plantilla de cierre mágico para evitar que algún crío salga disparado en pleno performance.

"Esto va por edades", explica Vittorio Boldrín, un competidor que colabora como técnico de cancha supervisando la co-

"Es que el rodeo y el coleo tienen públicos diferentes", comentó un caraqueño mientras ponía cara larga. "El rodeo es mucho más elegante, más tranquilo. El coleo es una gritería, una bulla, no entiendes lo que está pasando. Hacer los dos eventos simultáneos es un desastre" 34

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tes pegadós a la manga, mientras los asomados toman distancia para ver al toro desde la barrera.

La presencia de los toros coleados, al menos en esta válida, es una particularidad exclusiva de los eventos que se realizan en Maracay. "Sin embargo, yo creo que van a ser las últimas porque hemos tenido reclamos y nosotros debemos velar por nuestra gente". La afirmación es de Leo Couttenye presidente de Asowest, Asociación de Eventos Western de Venezuela.

Las quejas fueron manifiestas cuando desde la tribuna más de uno empezó a lamentarse. "Es que el rodeo y el coleo tienen públicos diferentes", comentó un caraqueño mientras ponía cara larga. "El rodeo es mucho más elegante, más tranquilo. El coleo es una gritería, una bulla, no entiendes lo que está pasando. Hacer los dos eventos simultáneos es un desastre". Asowest es una organización que nació en 1997 luego de la unión de esfuerzos y de intereses de ganaderos por la práctica de una misma disciplina. De acuerdo a su presidente, la asociación no se dedica a montar eventos: ellos funcionan como ente regulador, lo que explicaría las variaciones de programa entre una válida y otra.

El encuentro de los dos deportes se convirtió en ventaja al permitir la comparación y poder ubicar los puntos de encuentro y las diferencias de ambas prácticas. "El coleo es algo extraordinario que tenemos en el país", comenta David Taurel, vicepresidente de Asowest. "Todos nosotros empezamos por los toros coleados, eso era mi vida.

Poco a poco fui cambiando. Viví un tiempo es Estados Unidos y me gustó bastante el rodeo". Como muchos, Taurel salió de la manga de coleo para animarse con la práctica norteña. "La diferencia que hay en este evento es que las evaluaciones son individuales, entonces un caballo no tiene que entrar en contacto con otro. No hay golpe, no hay fricción, los caballos se maltratan menos". De acuerdo con Taurel y con muchos otros seguidores de los deportes western, la ventaja

viene representada en la disminución de los niveles de riesgo para los animales.

"Las tardes de toros coleados", recuerda Luis Manuel Rivas, sociólogo barinés que se mantiene al margen de la práctica pero que conoce bien el medio, "se realizaban siempre en época de fiestas patronales en honor a nuestra Señora del Pilar. Había por supuesto, mucha cerveza, brandy y whisky entre coleadores y público para avivar los bríos y animar el espectáculo que por lo general, se hacía intermitente; siempre se salía un toro, saltando la talanquera y la gente huía despavorida mientras algunos lo correteaban por las calles aledañas a la manga y otros trataban de recomponer los daños de la endeble estructura".

El coleo se presenta como una fiesta popular que con el paso de los años ha generado su propia épica; baste recor 9

darlseynquhtjidosbre los protagonistas del coleo reflejadas en letras de pasajes y joropos llaneros. '"El famoso Carrao de Palmarito", recuerda Rivas, "se dio a conocer nacionalmente cantando un corrío compuesto a un caballo legendario que se llamaba Furia y que murió en trágicas circunstancias. El rodeo americano tiene en Venezuela su versión criolla" —que incluso ha contagiado a la linda Barinas— "y que constituye un fenómeno cultural alternativo al coleo, que por demás no tiene nada desdeñable".

Y es que en ningún momento una disciplina se presenta como oposición a la otra. "Ambas han crecido por caminos distintos", reflexiona Taurel, "otra cosa es que el nivel de entrada Taurel y la razón equina para un nuevo competidor es más fácil en el rodeo porque una persona que salga a correr barriles los puede correr más rápido o más lento, pero los corre. No todo el mundo puede colear un toro".

Apartando la carrera hípica, toda actividad que involucre caballos será del interés de John García y del equipo de Meridiano TV que, desde marzo de este año, dan cobertura a estos eventos a través del programa semanal Rienda & galope. "El rodeo crece pero es imposible que sea mayor que el coleo", comenta el periodista: "La Federación de Coleo tiene aproximadamente veinte mil afiliados entre coleadores activos y federados. La diferencia importante es que el coleo, a pesar de tener una categoría pa-E NOVIEMBRE 2003

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ra mujeres, se mantiene como un deporte de hombres y el rodeo es una opción donde cabe toda la familia. Lo importante es que se ha ido creando una fusión entre ambas", concluye García.

"Los deportes western", explica Couttenye, "existen en Venezuela desde hace más de veinte años, lo

nella Salazar en la tarde—, "gane el que gane estamos contentos, porque los que compiten son nuestros hermanos".

Ya recordaba Couttenye que la afición al rodeo se mantiene como pasatiempo en paralelo con otras responsabilidades laborales: "Todos los de la junta directiva somos profesionales y ninguno cobra salario por formar parte de ella". El grupo es bien variado. Couttenye es comerciante y tiene una empresa de corretaje de fletes terrestres en Puerto Cabello, David Taurel se dedica a los caballos y a la industria textil, otro de ellos tiene un restaurante, hay un abogado... lo que La tropicalización del Texas cowboyen tienen en común es el amor por los aniVenezuela trae la misma adrenalina pero males y el instinto ganadero.

El caso de Falkenhagen sorprende enunos cuantos grados menos de peligro. tre otras cosas porque, además de todos sus quehaceres, se dedica a la cría de caLas actividades de alto riesgo como ballos Apaloosa y desde 1999 se mantiela monta de caballos salvajes y los ne invicto como mejor criador de la raza. payasos suicidas escasean en el Una de las peores lesiones la tuvo hace tres años, en la misma cancha del territorio nacional. "En Estados Country Club de Maracay: "Yo venía Unidos", recapitula Taurel, "hay más para un encierre de ganado y estaba estrenando yegua. Se puso nerviosa, se fue de sesenta disciplinas distintas; para atrás y me cayó encima". El resultanosotros escogimos las más prestas a

adaptarse. Nuestra meta era poner a la gente a montar caballo"

que pasa es que estaba disperso y se hacían esfuerzos individuales".

Comparativamente, el número de afiliados de Asowest es menor, sin embargo va en aumento y la sensación de diversión entre la parentela dota de encanto a la disciplina.

"Somos una familia de mil miembros. Esto es el drenaje. Aquí la gente se olvida de la problemática del país". Carlos Falkenhagen, dueño del circuito radial triple F —que suma veinticinco emisoras— es un fiel seguidor de la disciplina, amante de los caballos y directivo de Asowest. "Le damos un gran descanso a la mente" —seguro es que lo necesita, ya qúe entre las atracciones de su radio están el gobiernero Ernesto Villegas en la mañana y la furibunda opositora Maria36

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do fue una fractura de clavícula y la inserción de un clavo. "Si me hubiera pisado el cuello o la traquea, me mata". Este ha sido quizás el único accidente grave. Las fracturas son comunes, pero nunca ha pasado nada verdaderamente lamentable. "Normalmente la cancha tiene unos veinte centímetros de arena que está floja y las caídas no son tan fuertes". La tropicalización del Texan cowboy en Venezuela trae la misma adrenalina pero unos

Falkenhagen junto a su Semi&

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Couttenye sin montura

cuantos grados menos de peligro. Las actividades de alto riesgo del rodeo norteamericano como la monta de caballos salvajes y los payasos suicidas escasean en el territorio nacional. "En Estados Unidos", recapitula Taurel, "hay más de sesenta disciplinas distintas; nosotros escogimos las más prestas a adaptarse. Ellos tienen algunos deportes de muchísima exigencia que la gente no podría empezar a hacerlos de inmediato. Nuestra meta era poner a la gente a montar caballo".

El próximo gran evento de Asowest es la Feria de Valencia, organizada por la Asociación de Ganaderos de Carabobo, que se realizará del tres al siete de diciembre y que espera ser western por todo lo alto. Es probable que en Valencia, aparte de las competencias clásicas, se pueda disfrutar de la monta de broncos y de toros salvajes. Otra demostración muy divertida es la prueba del rescate del "indio": En una salida está el jinete en el caballo mientras que en la otra, se encuentra una persona que hace el papel de "indio". El caballo cruza el barril y el "indio" tiene que montarse en la silla junto al jinete. El que lo haga más rápido será el ganador. Según Falkenhagen es una carrera que gusta mucho al público.

Dos de las competencias que no hubo en Maracay pero que harán gala en la Feria de Valencia son Corte y aparte y Fenotipo. En ambas el principal competidor es el caballo. De acuerdo con las normas de Asowest, Corte y aparte consiste en separar una res de un lote de ganado y mantenerla apartada disponiendo de dos minutos y medio para hacerlo. Es una faena vaquera y cada intervención es evaluada por un juez calificado de acuerdo a la destreza demostrada. La más exigente y donde el jinete brilla por su ausencia es la prueba del Fenotipo. Es el Miss —o el Mister— Venezuela de los caballos: "Permite mantener los patrones ideales de cada una de las razas. En esta competencia un juez calificado determina cuáles son los

ejemplares que más se aproximan a la apariencia ideal que debe tener cada raza, tanto en hembras como en machos. Como siempre se ha dicho, esta disciplina funciona como la caja de ahorros de cada raza, ya que los criadores se esmeran de esta forma en mantener sus ejemplares puros y en las mejores condiciones físicas y estéticas posibles".

Este tipo de competencias son las que resaltan los altos costos de inversión que demanda este deporte. "Ahí vas a ver los caballos de belleza", explica Falkenhagen, "caballos muy costosos, de medio millón de dólares o más". Ciertamente no es barato, estas especialidades nunca lo han sido.

En la edición aniversaria de la revista Western Point —empresa privada que se nutre de las actividades de la asociación y que deo ja registro para la fanaticada— se pueden ver los resultados de la competencia de Fenotipo de la Feria Internacional de Barquisimeto: Cuarto de milla, Palomino, Pinto y Apaloosa como las grandes categorías, y nombres como The Crimson Kid y Doble Sioux como campeones machos. Pero también figuran nombres como Doña Bárbara y La Melocotona que responden a apelativos mucho menos cowboyescos, a decir lo menos. Queda la sensación de que no se trata de un deporte de élites, como siempre lo fue el mundo de la equitación. "En Asowest", recuerda su presidente, "hay médicos, abogados, estudiantes, niños, choferes de vehículos, peones... todos competimos por igual. Lo que hicimos fue convertir en deporte el trabajo de una finca ganadera".

Caía la tarde en Maracay, la plaza de toros permanecía intacta, como recién pintada, mientras en las cercanías del Country Club seguía la fiesta ecuestre, de un lado los western y del otro la manga de coleo, ambas conviviendo como expresiones culturales paralelas que comparten una misma admiración por caballos y toros expresada con sistemas diferentes, pero que al menos se mantienen vivas en medio de un país de secuestros e inseguridad que parece atentar contra cualquier deseo de bienestar y de buen recreo.

Hay quien lo critica como una parodia del llanero, como la exaltación de prácticas ajenas a las costumbres locales —y estadounidenses, para mayor escándalo—: lo cierto es que alrededor del caballo se congregan diversos grupos para celebrar su presencia. Lorenzo Barquero, inolvidable personaje de Gallegos, preconizaba la muerte del centauro que todo venezolano lleva adentro, pero sería incapaz de tomar parte en la centauromaquia. Los jinetes de Asowest y los de los toros coleados, por el contrario, celebran su híbrido ser, mitad hombre, mitad caballo, cada uno a su manera.

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llamado El rótulo que pesaba sobre su entrada no podía ser más admonitorio: La Goajira, ese territorio fronterizo en el que el forastero fácilmente puede extraviarse. Una noche, el coreógrafo Alfredo García cruzaría ese umbral que conducía a un mundo en el que las pasiones no tenían límite y no regresó, al igual que 55 personas más. Pero no se trata de una leyenda ultramundana, sino de un trágico episodio que, a un año de ocurrido, aún demanda culpables

.ice Ledezma

ran corno las dos de la mañana y yo estaba con un chongo en El Calvario. Primero no habíamos cuadrado y él me dijo: `¿Qué, pendiente de qué?'. Y yo le dije: 1Pendiente de que te bajes los pantalones!'. `¿Y cuánto hay pa' eso? ¿Cuánta fuerza hay?'. 'Diez mil, chamo'. 1Date, pues!'. No nos dio chance de llegar al hotel y empezamos, tú sabes, en pleno Calvario, pero yo no sé qué le pasó al tipo que empezó a ahorcarme, quería asaltarme y yo de verdad que me estaba asfixiando, y saqué el paralizer y se lo eché en la cara. Con los pantalones abajo y muerto del susto, claro, me lancé escaleras abajo corriendo".

Ahora se ríe, pero esa noche pensó que era la última noche de rumba salvaje y desenfrenada. Eso de caminar —bueno, no exactamente— por el lado salvaje de la ciudad podía haberle costado la vida aquella madrugada. Sin embargo, no fue así. Y la adicción al peligro, a las emociones fuertes, al "chongueo" —acto de seducir papachongos— se impuso. Suerte de felino noctámbulo, sigue degustando los placeres más extremos entre el bar Las Palmas y otros salas show del centro de Caracas. La noche del incendio escapó por el boquete que abrieron en la cocina en lo que era su bar favorito: La Goajira, una suerte que no acompañó a las 56 personas que esa noche murieron, en su mayoría, asfixiadas.

Casi un año después, todo lo que se sabe acerca de las causas del incendio son leyendas, versiones, toda una mitología que ha ido creciendo y propagándose como las historias acerca de lo 38

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que pasaba en aquel mundo subterráneo, cuya extraña mezcla de gente y sórdida atmósfera dejaba espacio para cualquier experiencia por cruda que pareciese en la imaginación más perversa o libre. El Guardia Nacional que, despechado y rechazado por una de las chicas, habría regresado con un pote de gasolina y el encargado del local que habría cerrado la puerta en medio del incendio para que la gente no saliese sin pagar y que habría sido hallado con una herida de bala en el pechoson personajes reales de un drama que no ha sido aclarado. Por supuesto, no hacía falta que La Goajira se quemase para olvidarla: 30 años estuvo allí y 30 fueron los años de indiferencia, de pacatería, de negación. Militares, policías, políticos, funcionarios públicos y hasta representantes del clero descendieron por esas escaleras y se encontraron con aquella alfombra rojo sangre que cubría paredes y cobijaba identidades inconvenientes en el submundo. Incluso se asegura que el hoy Presidente de la Republica habría paseado su uniforme militar por la Goajirita...

Lo que en los setenta se iniciaría como uno más de los tantos prostíbulos sala show de un pequeño grupo de portugueses, terminaría convirtiéndose en un universo de la más profunda y diversa interacción sexual, donde el género, la edad y hasta las limitaciones físicas no eran problema, siempre y cuando hubiese dinero para solventar la transacción. Una de las variedades más exóticas, según cuentan algunos testigos, fue la de un grupo de liliputienses individuos que se dedicaban a hacer un performance sexual de lo más peculiar. Suerte de gnomos porno, mostraban sus destrezas eróticas ante una audiencia no muy asombrada pero igualmente estimulada. Asomarse a aquella orgía digna del Satiricón de Petronio es algo que sólo los más osados del Este de Caracas lograron hacer. Alfredo García, bailarín y repertorista del Teatro Teresa Carreño, fue uno de ellos.

Alfredo García Gallegos es un nombre que dice muy poco al gran público. De hecho, quizás no diga nada en absoluto. Y ese, quizás, sea precisamente uno de los aspectos que más quiso cultivar a lo largo de su existencia: el anonimato, la pérdida de identidad, la escisión de su personalidad para ade-

cuarla a dos mundos irreconciliables entre sí. El mundo del ballet, de lo sublime, de la belleza del espíritu y del esfuerzo técnico transfigurado en gracia, y el otro, el inframundo, suerte de preludio al infierno que terminaría consumiendo su vida el 30 de noviembre del 2002 cuando, entre fuego y humo, se asfixió en el bar La Goaj ira.

La pregunta obligada que su hermano menor, Wilfredo García, se cansó de responder fue: "¿Qué hacía él allí?". ¿Qué rayos estaba haciendo en una sala show de la Avenida Baralt alguien que se había convertido en pieza indispensable para los montajes de Vicente Nebrada y que había trabajado para el Ballet de Concordanse en París? Incómoda la pregunta, sencilla la respuesta: imposible evitar una cierta adicción a lo crudo, a lo auténtico, a las cosas desnudas de todo adorno superfluo. "En esos lugares si quieres irte con alguien no tienes que preguntarle por su signo zodiacal, ni a que se dedica, ni dónde trabaja.

Si te quieres ir, vas y resuelves tu rollo a las once y media de la noche", solía comentar.

Como si se tratase de aquel mitológico acto de amor de los hermanos Pollux y Cástor —el primero cedió parte de su vida eterna púa evitar la muerte absoluta del segundo— García Gallegos renunció a la inmortalidad por algunos espacios de amor furtivo y en extremo peligroso, pero que fuera del Hades pare-a cía estarle vedado por alguna injusticia genética que la cirugía plástica no pudo realmente remediar. Al menos, eso pensaba él, convencido de no ser suficientemente bello en un ambiente donde la hermosura y el deliiio esteticista se convierten casi en un látigo lacerante y cruel cuando se pasa frente al espejo. Perfeccionista extremo y atento al detalle, se rechazó a sí mismo por imperfecto. La pulcritud, que podía controlar, a diferencia de la belleza física, se convirtió en una suerte de obsesión ritual. Su fascinación por lo "cutre", lo kitsch y lo crudo lo llevaba a su particular inframundo las noches de los viernes y sábados. Antes, se tomaba cuatro horas exactas para someter cualquier rebeldía capilar, cualquier desobediencia estética.

Veinte cartuchos de hilo dental en una bolsa, hallados tras su desaparición física, serían fiel testimonio de su esmerada higiene dental. Sonrisa fantástica, mirada inquietante.

Alfredito, como lo llamaban en casa, creció rodeado de primores, de cuidados. Cada cumpleaños había torta, piñata, traje nuevo. Era hijo de un inmigrante español y una criolla emparentada con el escritor Rómulo Gallegos. La combinación fue explosiva y amorosa. Ella tenía 16 y el 26; se enamoraron y se casaron tan pronto como pudieron. Los primeros años, él, que a los 15 se había embarcado como pinche de cocina y recorrido el mundo, se convirtió en el pionero de las cadenas de automercados La Hacienda (cuatro en La Guaira y tres en Caracas). Los efectos de las penurias vividas en la posguerra española se hicieron sentir y llagaría una tardía adolescencia con abundancia de dinero. El cocktail lo afectaría y sus infidelidades se harían legendarias. Dos semanas en el Tamanaco Intercontinental con gastos a su cuenta de 15 personas con las cuales estaba viviendo la vida loca son suficiente testimonio de aquella demencia temporal a lo Rockefeller. Ella, hipercrítica,2 NOVIEMBRE 2003

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irónica, pero suave y dulce, peleó para mantener a flote la fadescubrió el poder de deslumbrar en los bajos fondos. Tras una milia. La mala cabeza de él aceleraría la llegada de los tiempos profunda decepción amorosa que se combinó con la frustración difíciles; vendría la violencia doméstica, las salidas en patrulla, profesional de no poder convertirse en estrella de la danza en Euel abandono de la quinta en Lomas de Vista Alegre por el apar- ropa, regresó a Caracas para sumergirse en La Goajira en una tamentico de dos habitaciones. La edad dorada, que viviría plebúsqueda, quizás de dios, quizás de la muerte, pero sobre todo namente Alfredito, había llegado a su fin. Wilfredo y Aldoris, siempre en un desafío insolente y constante al peligro y a las norsus hermanos, habían llegado tarde al festín. mas. Los demonios internos bailaban en la pista de baile tras el Infructuosos intentos de levantar cabeza se tradujeron en una show de las strippers que, aceleradamente, se trasladaban de una textilera, una importadora de cauchos y una de productos cárnisala show a otra completando una rutina agotadora pero que cos. Nada prosperó y los tiempos duros se hicieron sentir en ocaaquella noche, sin duda, les salvaría la vida. La Caponela, la Basiones importantes. Chaquetas prestadas, zapatos ajenos que tidora Humana, la Señorita Puerto Rico coexistían entre el huaprietan y nevera vacía fue, en muchos casos, la realidad cotidiamo y los chongos con la Morales, la más vieja, desgastada en el na. Sin embargo, suerte de mago oficio y rechazada decenas de veces amoroso, Alfredo García padre se cada noche. La estética setentosa, él sacó del sombrero cual final de últiexcesivo maquillaje y aquel cuerpo mo minuto la solución a los probleno demasiado agraciado acusaban mas prácticos en las graduaciones el paso del tiempo, casi tanto como de bachiller o los 24 de diciembre. el local, donde la decoración desExtremista también, entonces llegavencijada y descolorida hacía juego ba con un árbol de Navidad de dos con las prácticamente inexistentes metros al cual había que cortarle la medidas de seguridad. punta y la base para que cupiese en El talentoso repertorista usualla casa e hiciese juego con una fulmente se quedaba cerca de la barra gurante mesa llena de uvas, castao salía a tomar algo de aire. Mienñas, mazapanes, bombones y toda tras tanto, el show elevaba seriasuerte de confites. Siempre al bormente la temperatura del local y las La mirada de García Gallegos de, siempre en crisis, la familia urgencias de la carne se satisfacían Las tarifas de prostitutas y chongos —pieza García Gallegos sobrevivió disfunmanualmente, a la vista del público. cional, como cualquier otra, y Los más viriles caballeros de uniforformal del engranaje las primeras, free lancers cuando, tras diez años de manejar me, hipermusculados, ejemplares los segundos— son casi idénticas: entre 10 una camioneta por puesto, el cándiversos de la masculinidad criolla y 20 mil por sexo oral y cincuenta mil por cer se lleva al padre, los hijos desque asistían a ver el espectáculo de penetración. Claro que con los independientes cubrirían que su madre, Doris Gaunas soberbias féminas, escasamenllegos, lo había amado profundate mayores de edad, despojándose se puede regatear. Incluso, en algunos casos, el mente hasta el último minuto. Se de la ropa cadenciosamente, no placer aturde tanto que a las primeras de cambio lanzaría sobre él gritándole a aquel siempre terminaban satisfaciendo se les olvida cobrar. Eso puede sucederle a los cuerpo que apenas pesaba 35 kilos: su apetito sexual en los cubículos o chongos, pero a las chicas, jamás "Gracias mi amor, gracias por la reservados. La potente urgencia vida, gracias por los hijos que me diste, gracias". Aquel hombre que diariamente vestía trajes de Clement en La Guaira y que había conocido el abismo de la pobreza diluida en alcohol había marcado a su familia, para bien y para mal.

Alfredito, indudablemente, bebió de aquella fuente y la misma sensibiiidad exacerbada que lo elevó hasta los más sublimes placeres del arte y lo conmovió a extremos inconfesados coexistiría con su afición por el desenfreno y el peligro. Harto del zodiaco, las poses y la competencia Muestras del albura familiar esteticista que no creía poder ganar, 40 EXCESO NOVIEMBRE 2003

inocultable ya en el pantalón muchas veces encontraba un atajo cómodo, no necesariamente heterosexual. Aquella fantasía fetichista del uniforme y de conquistar a "un hombre de verdad" se hacía realidad por unos minutos y quizás por unas horas en cualquier hotel cercano. Los recepcionistas nocturnos, mal pagados y trasnochados, respondiendo a un código tácito de supervivencia y apoyo mutuo, cuidarían los bolsos y billeteras de los asiduos y hasta harían una que otra seña para delatar a aquel acompañante peligroso o con antecedentes penales que requería un tanto más de precaución a la hora del intercambio íntimo en la habitación. Cerrar la puerta y abandonar la difusa frontera entre la homosexualidad y la heterosexualidad era un mismo movimiento. En casa la mujer esperaría, seguramente molesta, por el marido parrandero. Un habitué explica: "En un territorio donde todas las mujeres tienen de todo y la imagen femenina es la cuaima, lograr que un chongo te pare es una proeza. Yo creo que aquí las mujeres más bien nos ayudan porque son tantas que es exagerado. Los hombres necesitan algún tipo de escape y...".

Del otro lado, frente a la barra y más allá de la pista de baile, era territorio femenino. Botella en mano, las chicas cobrarían diferentes montos por diferentes servicios. Pasión tarifada que duraba lo que durase el contenido de la botella. Y saborear un cuerpo que no te importa se convierte en un oficio rentable para comprarle los útiles a los niños y no tener que calarte a un marido que te pega. La escasa ropa dejaba algún espacio, además, para guardar las bolsas de cocaína y alguna que otra píldora de diseño, mucho menos usual por esos predios. Acostumbradas a la procaz morbosidad del hombre criollo, se hicieron inmunes a la invasión. Eso sí, la ley sigue amparando al hombre y, si una de ellas es violada, su agresor gozará de beneficios penales y reducción de la pena. Por eso es tan importante la red, suerte de sistema de lealtades que opera a base de dinero y cariño, muy difícil de comprender desde afuera. El proxeneta, el taxista, el que se encarga de golpear al cliente si no quiere pagar, todos cobran. Es, sin duda, un estilo de vida.

Curiosa y sorprendentemente, las tarifas de prostitutas y chongos —pieza formal del engranaje las primeras, free lancers, agentes libres de la noche, los segundos— son casi idénticas: en-

tre 10 y 20 mil por sexo oral y cincuenta mil por penetración.

Claro que con los independientes se puede negociar y regatear.

Incluso, en algunos casos, el placer aturde tanto que a las primeras de cambio se les olvida cobrar. Eso puede sucederle a los chongos, pero a las chicas, suerte de subgerentes de una microempresa bastante estructurada, jamás. Lo de ellas hace tiempo dejó de ser placer: es el oficio, la supervivencia.

Pero el encuentro afectivo, el verdadero drama pasional, la ranchera, no necesariamente se vivía con el cliente. Más de un incauto se encontró camino al baño una escena apasionada de reconciliación forzosa donde el género no era demasiado importante. Los baños, capítulo aparte. Sin duda, eran zona de guerra y estaban altamente custodiados a la hora de entrar con algún chongo. La primera vez, vale, se trata de una urgencia que ciega y que en medio del desenfreno cualquiera podría resolver. La segunda y la tercera ya parece más dudoso que sólo se trate de la urgencia. "El que lleva la parte activa supuestamente es el que domina, pero resulta que él se doblega en lo que casualmente debe ser irrevocable, que es su sexualidad, lo que lo hace poderoso, señor, amo de la situación... porque ser hombre es ser macho. Pero`no se dan cuenta de que al tener una relación homosexual dejan de ser machos. Doblegan lo que supuestamente era intocable... Cuando un gay le paga a un macho para tener sexo° ¿no es acaso tratarlo como prostituta? Son objetos"; racionaliza un miembro de la comunida gay local.

Sin embargo, el chongo —palabra que designa a hombres criollos usualmente muy orguilosos de su hombría y musculatura—, el verdadero chongo, siempre encontrará una justificación.

No tiene dinero, "no me dejes morir", te dice y entonces, estará dispuesto a acompañarte. El rol dominante lo protege de cualquier autocuestionamiento. ¿Acaso darle palo a todo mogote no es la esencia de ser macho macho? ¿Prostitución? No, qué va.

Simple y práctica supervivencia.

En un ambiente donde los límites eran absolutamente franqueables y las fronteras difusas coexistían toda clase de personas. El lugar era una suerte de fetiche, con todos aquellos uniformes hipermusculados y morenos criollos cargados —expresión que designa a aquellos afortunados a los cuales la naturaleza ha dotado generosamente—, exuberantes mujeres criollas e importadas, sobre todo de República Dominicana y las Antillas y, desde luego, una variopinta representación de la comunidad gay ávida de algún chongo resbaladizo: "Es que allí había hombres para escoger, mi amor". También, como no, había algún que otro heterosexual en busca de experiencias memorables. Un mundo subterráneo, como subterráneas son las pasiones e impulsos más primitivos y primarios que caracterizan la verdadera sexualidad del venezolano.

Alfredo se hizo asiduo del lugar, tanto, que terminó celebrando algún 24 de diciembre con la Morales, quien le regaló una camisa en un gesto casi maternal. Amigo de asaltantes y hasta asesinos que lo protegían de enfrentamientos entre bandas cuando salía del bar, se lanzó a vivir su propia historia. Dejó de leer, dejó de ir al cine. Alguna vez le dijo a su hermano entre risas: "Me parece mucho más interesante la historia que me estoy= NOVIEMBRE 2003

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yo lo recriminaba. Una noche, como tres semanas antes de su muerte, llegó a la casa ebrio como a las dos de la mañana y peleamos. Esa noche me dijo que me iba a sacar el corazón y que me iba a echar candela". Su rostro se tensa en un gesto amargo como el de alguien que lo ha visto todo y, resignado, continúa: "Su mamá lo llevó a donde María Lionza, lo habíamos internado en Sebucán hacía tiempo, una bruja nos dijo que lo que pasó es que había agarrado un trabajo que una mujer me había montado a mí. Como él tenía mi mismo nombre...". Definitivamente, no se necesita de una noche en Bangkok pa-

Lo que quedó de La Goajira

¿Qué pasó aquella noche realmente? Aún no se sabe. Las autoridades siguen argumentando que las experticias no están completas. Se sabe que de los nueve extinguidores que había en el local ninguno funcionó. Tampoco las puertas de emergencia estaban habilitadas

contando a mí mismo". Ojos verdes y sonrisa flamante no eran suficiente en el mundo de lo perfecto para un perfeccionista hipercrítico, pero entre las columnas de la Plaza del Venezolano era suficiente para hacerlo notorio, algunas veces demasiado.

Para el descenso al inframundo se despojaba de todo: del lujo, del celular, casi hasta de su identidad, ya que iba sin cédula, sin tarjetas de crédito, sin afeites. Bajaba con lo mínimo: dinero y paralizer, porque nunca se sabe. Suerte de Innanna en busca de Ereshkigal, llegaba desnudo al infierno. "No vuelvo a ir a una discoteca del Este, no me interesa, me parece que la clase media es aburrida, insincera. Horas de tragar humo para que al final te vayas solo a tu casa. Aquí no. Aquí nos miramos, nos entendemos y resuelvo mi rollo a las 11 y media de la noche. No tengo que esperar hasta las cuatro de la mañana", solía decir el repertorista a sus amigos.

Una noche cualquiera Wilfredo se atrevió a acompañar a su hermano, suerte de iniciación, de sesión de entrenamiento, pase de testigo, en cuanto a la movida underground se refiere. Entre todas las parejas que bailaban en la pista de baile una de esas salsas bravas, una, en particular captó la atención del publicista: ella, mujer pública, llevaba unos shorts y un top, él era un cliente habitual. Bailaban apretados, cachete con cachete, estaban realmente gozando. Alfredo lo notó y le dijo: "Por eso es que yo vengo acá, porque ella es una mesonera y, seguramente, lo que quiere es sacarle los reales al tipo, pero, en este momento, el idilio que ellos están viviendo es auténtico, es real. Eso es lo que me hace volver una y otra vez a estos lugares". Había que bajar sin cédula y no revelar la verdadera identidad, pero esa es otra historia, porque, a fin de cuentas, qué puede definir más a alguien que sus necesidades más primarias.

La magia negra, la brujería y el espiritismo coexistían con el universo de pasiones y necesidades humanas que conformaban la densa atmósfera del emblemático bar. Juvenal Duque Hernández, protagonizó una de las profecías más terribles. Padecía de esquizofrenia desde los 15 años. "A él le daban sus crisis", cuenta su padre "le duraban más o menos tres meses. Se enfurecía y 42 EXCESO

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ra sentir que el diablo camina junto a ti. Lo reconocieron por las botas y el tatuaje de Batman en el brazo.

Asiduo del bar y del hotel también era Ronal Elbis Salas, vigilante de seguridad interna de la Universidad Simón Bolívar, quien esa noche se hallaba en el lugar con unos compañeros de trabajo y su compadre César Olívares. Ambos murieron. Dóris Velázquez, su viuda, se pregunta: "¿Cómo se lo voy a decir a mis hijos? ¿Cómo les digo que su papá murió en un lugar así?

El era una persona decente, sólo estaba ahí para distraerse. Sí.

Murió en uno de los reservados". Sus tres hijos, cuyos regalos del Niño Jesús no alcanzó a comprarles aquel diciembre, ahora tienen una pensión de la Universidad Simón Bolívar: 37 por ciento del sueldo de su padre. Serio contraste con las supuestas indemnizaciones de 10 millones de bolívares que los dueños del local habrían pagado a los familiares de dos funcionarios adscritos a la Vicepresidencia de la República que, teóricamente, murieron aquel 30 de noviembre. Doris Velázquez tiene sus dudas: "Si ellos quisieran responder ya habrían dado la cara, ya uno sabría dónde localizarlos". ¿Qué pasó aquella noche realmente? Aún no se sabe. Las autoridades siguen argumentando que las experticias no están completas. Se sabe que de los nueve extinguidores que había en el local ninguno funcionó. Tampoco las puertas de emergencia estaban habilitadas. De hecho, algunos de los afortunados sobrevivientes lograron escapar de la tragedia al toparse con una reja en la puerta de emergencia al lado de los baños de la sala de la izquierda del local y escapar saltando por los techos de zinc e invadir un apartamento del segundo piso de un edificio Contiguo. Mientras ellos escalaban rejas, techos y paredes, en la otra sala la alfombra roja que cubría piso y paredes, el corcho aislante y los espejos estallaban al calor del fuego, pero quienes estaban en ella tardaron en percatarse del incendio y el humo denso se llevó el escaso oxígeno que podía quedar en aquel espacio antes tan vital. Los gritos no los escucharon sino quienes lograron salir. Oscar Rondón, otro sobreviviente que visitó La Goajira durante quince años, admite con franqueza:

"En ese momento no piensas en navalores, la mojigatería y la doble da. Sólo piensas en huir. Huir de allí. moral entran en juego. Total: eran No piensas en los que quedan, no pobres, eran prostitutas, eran hopiensas en nadie. Sólo oyes la gritamosexuales y un montón de perdera, el pánico". vertidos. ¿Qué se perdió? Después De los cinco testigos clave, entre,. de todo: ¿quién los mandó a estar los cuales se encuentra el Maracu-1 en ese bar? ¿Qué hacían ellos allí? cho, perrocalentero de la zona que Esos valores, innegablemente, proconocía toda la movida, tres se nietegen a los culpables de un incidengan a hablar abiertamente por temor te en el que murieron tres veces a represalias. Después de todo, más personas que el 11 de abril que apuntan, los dueños de La Goajira ha marcado la historia reciente del son dueños de media Baralt: la cerpaís. Es más valioso morir pidienvecería El Centro, la sala show Las do democracia y con una bandera Palmas, la cervecería Manaure y el política que morir rumbeando, eso hotel Palace, entre otros, perteneceparece ser un hecho. rían al mismo grupo de socios. Aún en shock, la hermana de una de las ilfredo solía despertarse sobailarinas aseguró: "Un hombre que bresaltado en la madrugada. Comdecía ser Guardia Nacional llevaba Alfredo en su lugar de trabajo pañero de cuarto de Alfredo, sabía varios días acosándola, la bañó con gasolina y de repente code su ansiosa búsqueda de emociones fuertes y de su necesimenzó el incendio. Ella murió quemada". Otros aseguran que dad de vivir al límite, franqueando toda frontera. Ese sábados fue un cortocircuito e incluso se habla del "ajusticiamiento de cuandoreióshmantreloódcávun man que se había obsesionado con una de las jevas" y al res tirados en el suelo de la morgue de Bello Monte, su cuerque habrían asesinado a tiros en el baño. po lloró, el llanto incontrolable subía desde el estómago y estremecía cada uno de sus músculos. Alfredo, con el número frén Galarraga, técnico neonatal y miembro del Cuerpo 28 escrito en marcador rojo en la pierna, yacía impecable, code Bomberos del Estado Miranda, fue sorprendido al bajarse mo siempre: sólo presentaba dos pequeñísimas quemaduras. del carrito por puesto con el incendio del bar. Sin pensarlo deHabía muerto, como la mayoría, por inhalación de gases tómasiado se lanzó a auxiliar a la gente que, desesperada, trataxicos. En medio de las interminables preguntas sobre caracteba de huir del infierno en el que se había convertido La Goajirísticas dentales y encontrándose por primera vez con el incóra. Murió asfixiado luego de que el encargado cerrase la puer- modo cuestionamiento de qué hacía él allí, su hermano meta del local. Su madre, alta, morena, no esconde su dolor, su ra- nor pensó: !Pudo ser peor! bia, su impotencia. Es alta y delgada, viste camisa a cuadros Al velorio del bailarín que alguna vez representase a la mablancos y negros y lleva el luto en la mirada. Asegura: "Mi hidrastra en Cenicienta y a una geisha en Van Gogh, entre un jo era un amor, una bendición. El salvó a más de quince perso- repertorio extensísimo, asistieron personalidades de todos los nas esa noche. Yo necesito hablar con alguna de esas personas estratos sociales. Incluso uno que otro ilustre, como Eduardo para tener las evidencias en mi mano, porque yo no sé que va Fernández y Eduardo Roche Lander, ex procurador general a pasar conmigo, pero yo no tengo miedo: no voy a descansar de la República. Mikel de Viana, amigo de la familia, conmohasta que aquí se haga justicia". vería a los asistentes al señalar : "Y ahora rogamos porque Alfredo en este momento participe de la más hermosa coreousticia. Hemosa palabra. Theresly Malavé de la Fiscalía grafía, que es la coreografía del reino de dios". Milka ChuliQuinta se encargaría del caso expuesto en el Expediente Gna lloraba amargamente en uno de los bancos de la capilla.

136-400/01F5-497-02, pero al parecer la sobrecarga de traMás tarde, un hombre moreno de anchas espaldas, totalmenbajo le ha impedido avanzar demasiado. Su agenda estaba dete criollo, se encargaría de cavar la fosa y de derramar su sumasiado ocupada con el caso de Joao de Gouveia y eso le imdor mezclado con tierra sobre una sencilla y sobria urna donpidió durante mucho tiempo atender a los familiares de las de reposaban sus restos, previamente acicalados al extremo víctimas de La Goajira. Al parecer, si los medios de comuni- por sus también perfeccionistas hermanos. Todo muy parecicación social nacional guardaron un silencio casi ominoso do a él: sin adornos, sin mentiras. Quizás su rol dentro de la con respecto a la tragedia a causa del paro general que manfamilia pueda extenderse un poco más y Alfredo termine tuvo al país en un extraño sopor lleno de marchas por dos abriendo trocha y contribuya, en alguna medida, a desnudar meses, la justicia se ha declarado en huelga indefinida: un año un poco algunas verdades que Venezuela prefiere esconder después, ni uno solo de los responsables de la muerte de 56 debajo de una alfombra tan vieja, tan roja y tan gruesa como personas ha sido imputado o apresado. De nuevo los pacatos la de La Goajira. 1-g

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H ay dos cosas de las cuales se enorgullece Esteban Trapiello, el manager de artistas que, a principios de los años ochenta fuera conocido como el anticristo de la farándula. La primera tiene que ver con su carrera: "Yo me jacto de haber cambiado el destino artístico y económico de la mayoría del talento nacional". Y la segunda, haber sido amante de la variedad más exclusiva de hombres y mujeres existentes en este país, quizás es una consecuencia de la primera. "Me he acostado con muchísima gente", sonríe, rememorando quizás alguna que otra brutal jornada de unión carnal, antes de decir: "Y me he levantado con otra. Tengo una colección de videos mucho mejores que los que han salido por ahí".

Este mes, el hombre que se jacta de eso, y posiblemente de mucho más —en junio de 1982 declaró a la revista Venezuela Farándula: "El único hombre con plumas que ha tenido éxito en este país soy yo, porque soy un gallo de pelea"—, celebra tres décadas dedicado a la organización de espectáculos, además de su conocida representación de famosos. "Todo empezó cuando yo tenía 15 años. Mi papá era dueño de la discoteca La Zebra en la Castellana y del Bowling del Este. En el bowling se juntaba le tout Caracas y en la discoteca el jet-set de la capital. Ahí fui haciendo contacto con mucha gente. En particular, el mundo de la música me llamaba la atención. Y ocurrió que conocí a un bachaco llamado Jesús Hernán González, alias Pecos Kanvas. La verdad no sé cómo nos juntamos. El había grabado una canción, una versión de Rick Wakeman, pero aquello sonaba horrendo. Por supuesto ese tema nunca salió a la calle. Después de Pecos, vino Santy. Pecos y Santy eran grandes éxitos. La gente se preguntaba qué tenía yo. Y les decía que suerte, la suerte de trabajar en algo que me gustaba, que me pagaran, no tenía a nadie que me mandara, lo que yo decía salía en algún lado publicado; la gente se lo creía aunque fuera mentira". Pero algo que resultó muy verídico y doloroso fue lo ocurrido en un viaje a Colombia con Pecos: "Estando en un hotel, nos pegaron ladillas.

Nosotros con aquella picazón y no sabíamos qué era. Y ninguno de los dos se atrevía a contarle al otro lo que le estaba pasando... Por fin nos atrevimos a ir a una farmacia y nos mandaron a echarnos limón", se ríe.

Tirapiello el hoillbre de las 1110 CHES 44

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Un personaje clave en la vida de Trapiello fue no otra sino María Conchita Alonso. "Ruddy la Escala fue el primero en conocer a María Conchita, pero la conoció como un levante.

El me dijo: 'Acabo de conocer a una cubana de espanto y brinco que está fenomenal. Incluso, la voy a poner en la portada de mi disco, y el disco lo voy a titular Ambar nada más para ponerla a ella ahí, pero sólo de silueta para que nadie la conozca'. Mi mamá me molestaba tanto diciéndome que por qué no representaba a esa 'gordita' que me fui el 17 de agosto del 79 para Rctv y me le presenté. Le dije: 'Hola, mucho gusto, me llamo Esteban Trapiello, tenemos un espectáculo para ti que se llama Ambar es María Conchita, el ensayo es tal día y el debut es el 3 de diciembre. Al día siguiente ella estaba en el ensayo. ¿Cómo supe que estaba en presencia de algo realmente importante? Cuando al segundo día de presentaciones, en el teatro La Campiña, se me acercaron por la puerta trasera a pedirme acceso Lila Morillo, Mirla Castellanos, Mirna Ríos y varias otras estrellas del momento. Desde ese día, hasta el 19 de abril de 1980, nos ganamos 3 millones de dólares".

Luego, cuando se transmite la telenovela Topacio, Trapiello se hace muy amigo de Víctor Cámara: "Le metí en el cerebro que tenía que irse a México. Hice la conexión con Televisa y nos fuimos a México. Eso me costó una gran pelea con Rctv; ellos intentaron demandarnos y todo eso. Televisa tuvo que pagar 80 mil dólares para quedarse con Víctor, con la desgracia de que en esa novela, donde casualmente debutó Thalía haciendo de la hija de Víctor, él engordó y esto ocasionó que Televisa lo sacara".

Estando en México, Trapiello aprovecha para introducir a otros de sus representados, Los Chamos, "que tampoco cantaban nada. La voz era de Raquelita Castaños. Pero vendimos 8 millones de discos en México y la Unión Americana del LP Canta Chamos".

Fueron tiempos de locura, de grandes celebraciones y dinero por doquier. Una Navidad, estando en New York, asistió a la que considera la fiesta más loca de toda su vida. "Fue en The Saint. Yo no sabía que para entrar tenías que quitarte la ropa.

Cuando llegué a la entrada vi el letrero y bueno, ya estaba ahí, no me quedó otra que quitarme la ropa. Por esos días yo había traído a Venezuela al indio de Village People, y nada, entré a la disco. Todo el mundo desnudo. Era imposible aguantar una erección dentro de aquel sitio. Eso fue un 24 de diciembre. Yo llegué al hotel donde me quedaba, el Waldorf Astoria, a las 3 de la tarde del 25 de diciembre".

Otro artista que salta de la memoria de Trapiello es Franco de Vita. La primera aparición del cantautor en la pantalla chica "fue gracias a una trampa que me dejó hacer Hugo Carregal en Rctv. Y es por eso Franco está cantando hoy en día, porque en ese entonces nadie lo quería. Hugo me prestó un salón, que era el salón de Popi, y ensayábamos después de las ocho de

la noche para que Popi no se enterara. Yo le enseñaba a Franco cómo utilizar las cámaras. Todo eso fue para la presentación del primer Chica 2001, que se realizó en el Círculo Militar; ese día también se presentó el grupo Chévere, de donde salió Divine. Yo conocí a Jesus Enrique, Divine, en una discoteca gay, El Crazy, que fue la misma disco donde María Conchita conoció a Bertín Osborne. Siempre me llamó mucho la atención Jesús Enrique, porque yo me decía: 'Este como que parece loca pero no lo es. Pero si se parte tanto, y bota las plumas...'", aunque luego dice haber entendido que, tras la aparente fachada alegre, Divine llevaría a la cama a más de una chica linda "En serio, me consta. ¡Impresionante!"

Con los años, y una serie de decepciones, decide dejar a un lado la representación de actores y actrices para enfocarse en lo que le mueve el piso: los nuevos talentos musicales. "Ahorita, entre varios grupos, manejo a Mata Rica y lo hago luego de la frus-0 tración de haber manejado a A.5, porque el no poder conseguir que esos muchachos cantaran en vivo, que siempre hubiera que doblar... Estoy cansado de hacer trampas. Haber presentado a María Conchita y que no hubiese sido ella la que cantase, haber hecho que Franco de Vita fuese una estrella mundial... y más desafinado que él no hay nadie. Yo estoy cansado de eso".

También está cansado del absoluto desconocimiento que tienen los venezolanos de la fama de sus artistas en el extranjero.

"Yo he estado en Asia, con Astrid Carolina Herrera, donde nos recibieron doce Mercedes Benz rosados, y yo le decía: `¿Será que se me notarán mucho las plumas?'. Pero se me había olvidado que, a manera de broma, yo les había colocado que los carros debían ser rosados. Fuimos a Indonesia, a un estadio con 80 mil personas, esto en los tiempos de la novela Morena clara, y toda esa gente cantaba la canción de Karina, que era el tema de la telenovela".

Y un nombre que tampoco le gusta escuchar es el de Luis Chataing, a quien considera "lo peor que ha habido en la televisión de Venezuela. Chataing no tiene con qué ser irreverente.

Para ser culto e irreverente no hay que tener un apellido francés, sino dejar de ser marginal en el cerebro".

Pero algo, luego de estas tres décadas, le queda más que claro: "Yo soy el papá de los managers, los demás me tienen que bailar pegadito". Y toda la historia se remonta a un simple comentario de su padre, que, sin duda, marcaría el resto de su colorida existencia. Según su progenitor, el mundo de la farándula era el reino de las mujeres ligeras de cascos, de los hombres con rimmel, de los cornudos y de las alcahuetas. "Ese día yo supe que ahí debía estar. Imagínate, mejor imposible".

—C. F.

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El naufragio de

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Sus cont mporáneos lo ad (--rnira n poiIiiia 2rIfaa de t a.; que abarcaba, por su

Wad, por su esyiero -M'rec— oger y ordenar más de tres mil cartas

de Si on Bolívar, al que admiraba profundamente Perseguido por los G

n, un boleto de lotería premiado le permitiría embarcárse nimbo a París, pero el hado ya lo había marcado.

El barco naufragó, y se lo llevó a él y a sus pertenencias Faitha Nahmens

L

a gran intensidad que caldea su vida —amén de romántico, como lo impone su tiempo, y de viajero incesante y políglota, es político, jurista, historiador, periodista, escritor, músico— cobra una fuerza inusitada los días que anteceden a su trágico final. Como si de la trama de una ópera se tratara —y la música estará incluida de principio a fin—, el drama irá in crescendo hasta la hora y fecha en que, cual Orinoco de bruces al delta, de manera estrepitosa y conmovedora, caiga el telón a las dos de la madrugada del 22 de noviembre de 1873, y con él sus afanes. Felipe Larrazábal creía que por fin estaría a salvo —sus enemigos políticos se la tenían jurada—, cuando el Ville du Havre, el barco que lo depositaría en París, zozobra, tras recibir del lado de estribor el impacto certero que le propina un acelerado barco inglés cuyas luces harán las señales de rigor apenas a tiempo para iluminar el estropicio. El horror llevaba prisa. El Loch Earn iba a 20 nudos por hora; el Ville du Havre, por su parte, no tardaría más de quince minutos en irse a pique. De los 313 pasajeros sobrevivieron sólo 87 para contarlo.

Felipe Larrazábal, en la macabra lista de los que alcanza la fatalidad, amenizaba la aciaga noche de los insomnes que no conseguían sosiego en alta mar —el capitán, en cambio, dormía tras el agotador desvelo de cinco noches continuas de una agorera tormenta que los acompaña casi desde el momento mismo de zarpar—, interpretando al piano, según testimonios recogidos en medio mundo, a Karl Maria von Weber; alcanzaría a terminar su ejecución cuando el brusco golpe partió en dos el casco de acero de la nave. Un sobrecogedor crujido ahogaría los ayes de los que pasaron del sueño a la pesadilla y silenciaría el clamor de auxilio de quienes

en la desesperación quedaron fuera del azaroso grupo de vivos que a empujones conseguirían hacerse un resquicio en los botes salvavidas —los mecates que los ataban, coquetamente pintados, estaban pegados y resecos, y hubo que cortarlos a navajazos—, como ocurriría 39 años después en el Titanic. También se engulliría el océano las más de tres mil cartas de Simón Bolívar que, pese a todos los tropie-

ferior a seis maletas— se hundirían entonces y para siempre en el fondo del mar. O quizás no, acaso podrían salir a flote mañana mismo de producirse un fantástico rescate.

Era aquello, las valijas de sus ilusiones, todo lo que le quedaba, nada más, luego que su dinero, depositado en la Casa Blohm de Puerto Cabello, lo interceptara meses antes, por castigo y por que sí, el mandamás de entonces; arruinado y sin esperanza alguna de recuperar nada, tras granjearse con creces el estigma de archienemigo del familiar régimen guzmancista que, por cierto, él mismo, de alguna forma, prohijara —Felipe Larrazábal fue fundador del partido liberal—, no consigue otra salida que la de trasladarse a las volandas a Cu- 9 razo,lMimdentces, con la familia y sus escasos bártulos. Lo tenían en la mira, padre e hijo. Antonio Guzmán Blanco —el heredero que arrea con el poder y de paso, sus enemigos— había confiado en él para que lo ayudara a deshacerse de su primer vicepresidente, el general Matías Salazar, pero Felipe Larrazábal acomete la empresa opuesta, es decir, apoya a quien encara al presidente otrora afín, al presidente que habría traicionado los preceptos políticos abolicionistas eigualitaristas por los que cierran filas, ahora juntos, Salazar y Larrazábal. O sea, cava su tumba, o termina de cavarla. Desde las páginas de El Venezolano, o El Patriota —el periódico que funda para defender los preceptos liberales—, se declara abiertamente en contra de las personalidades que "sólo provocan la náusea y el hastío". Decía en sus editoriales que "la probidad política repugna tanto el vandalaje como la oligarquía y el despotismo". Antonio Leocadio Guzmán, ,

zos imaginables —entre ellos, la incomodidad de ejercer de opositor, o mejor dicho, vivir como perseguido—, Felipe Larrazábal había clasificado primorosamente y quería estampar en Francia para su difusión, al igual que la biografía del Mariscal Antonio José de Sucre, de su puño y letra, y por añadidura, un mar de composiciones de su autoría. El y su valioso equipaje —se da por cierto que no era in-

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el padre, engolosinado con el poder y sus prebendas, aturdido con el descubrimiento de la atmósfera parisina en cuyo esplendor bebe y se embebe, y distraído de los objetivos originales de su gestión, también había sido objeto de las más airadas críticas de su antiguo compañero de partido. Felipe Larrazábal, también conocedor de los deleites de la vida civilizada y sus circunstancias pero sobre todo comprometido con los principios ideales de la revolución francesa —para muestra un botón: fue el redactor del decreto sobre la emancipación de los esclavos a petición de José Gregorio Monagas el 10 de marzo de 1854—, se confiesa decepcionado del padre y del hijo, y luego de ser echado a un lado por Antonio Leocadio —el gobierno lo ubica en la dirección de un conservatorio, luego de haber sido gobernador de Caracas—, hace pues causa común con Salazar y escribe con pasión de los males nacionales y sus culpables. A Salazar, con quien intenta una expedición que debería liberar a Cuba de España, lo fusilan sin más en 1872. Larrazábal consigue, en la raya, pocos meses después, dejar Caracas, "la ciudad donde primero se lanzó el grito formidable de la independencia y en la que no pueden adoptarse principios ni sostenerse doctrinas que maten la libertad". Caracas, la ciudad donde había nacido el 31 de julio en 1816 y de la que tan-

tas veces había salido para poder proleguir difundiendo sus ideas, aquellas que le habían valido la cárcel en México, la ruina en su país, el exilio ahora.

Santos Larrazábal compraría el billete de lotería que supuestamente sacaría a la familia de apuros. Feliz por su buena fortuna, entrega el número ganador a su padre para que emprenda el proyecto anhelado de imprimir sus trabajos en la forzada oportunidad del exilio. Es así como Felipe Larrazábal se traslada entusiasmado a New York —donde había impreso en 1865 su celebérrima Vida de Bolívar simultáneamente en castellano e inglés— con sus libros en ciernes a cuestas, presto a embarcarse hacia su nuevo destino, París. Sale el 15 de noviembre de 1873 en el lujoso barco Ville du Havre. La suerte estaba echada, sí. La mala suerte.

C

on febril obsesión, noche y día sueña Héctor Pérez Marchelli que llega al punto exacto del naufragio y que da con los tesoros que su imaginación conserva intactos, prolijos, valiosos; la sola posibilidad de acariciar el material que cree está a buen resguardo 48

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a más de 14 mil pies de profundidad le produce una excitación inocultable. "Del Titanic se rescataron no sólo vajillas, ropajes hermosos y prendas, también cartas, agendas, libros. El papel, ha sido harto demostrado, puede preservarse bajo el agua. Por otró lado, el cuero escapa a la temible acción de unos microorganismos llamados rusticles, y se da por cierto que Felipe Larrazábal no transportaba cajas de madera o baúles metálicos. O sea, hay razones para esperar lo mejor".

"Expertos en expediciones de similar envergadura, y no son pocos los que he contactado, me han dicho que bastaría un millón de dólares, no los cinco que se invirtieron en la odisea que dio con el Titanic, para iniciar la aventura en un punto preciso del Atlántico. Claro... igual es mucho dinero. No dispongo de una cifra tal, ni siquiera parecida, y tampoco he conseguido que ninguna institución, has. ta ahora, se entusiasme con el proyecto...

Pero hay que insistir, vale la pena. Es lo que yo digo: este es el Titanic venezolano. Y da para todo. Una película. Un libro. Todo. Este sería un hallazgo memorable", se le hace agua la boca al escritor que desde ya sabe qué tiene entre manos.

Enganchado con la historia de Felipe Larrazábal —"sin duda, el pasajero cuya apasionante trayectoria y el calibre de sus posesiones me inquieta y atrae más"—, Pérez Marchelli consigue con-

partir en el barco de marras donara a la universidad de Wisconsin 20 mil dólares de los de antes. Sabido el desenlace, los fondos que había otorgado el rico ex alumno se invertirían en un teatro que aun lleva su nombre. Sin embargo, no siempre fue así. El espacio de arte que rendía homenaje a su patrocinante fue refaccionado y el nombre de Hamilton borrado bajo el friso.

Comenzaría casi simultáneamente a fallar la luz sin explicación aparente y el público, entonces, tomaría por costumbre deletrear en coro el apellido del difunto.

"EXPERTOS EN EXPEDICIONES DE SIMILAR ENVERGADURA, Y NO SON POCOS

LOS QUE HE CONTACTADO, ME Pérez Marchelli quiere su tesoro

mover con la trama de la dama que sobrevivió pero perdió a sus cuatro hijos y cuyo esposo, en similar orfandad, le dedica un poema a su regreso que, luego de ser musicalizado, se convertiría en popular himno en Estados Unidos: It's Well with my Soul. "Diana Duque conoce la música. Sería maravilloso hacer una misa, por ejemplo, y que ella interpretara esta canción en alguna iglesia. A lo mejor sería esa una vía para recoger fondos a favor de la causa. Como también que se editara un compacto con la música vinculada al naufragio: esta pieza, la que interpretaba Larrazábal minutos antes de que ocurriera la desgracia, la que especialmente compuso Richard Wallis, llamada Fantasy on Ville du Havre...".

Consigue Pérez Marchelli producir con su relato ganas de reír a la vez que escalofríos, cuando desliza muy en serio la anécdota del caballero que antes de

HAN DICHO QUE BASTARÍA UN MILLÓN DE DÓLARES, NO LOS CINCO QUE SE INVIRTIERON EN LA ODISEA QUE DIO CON EL TITANIC, PARA INICIAR LA AVENTURA EN UN PUNTO PRECISO DEL ATLÁNTICO. CLARO... IGUAL ES MUCHO DINERO. PERO HAY QUE INSISTIR, VALE LA PENA. ES LO QUE YO DIGO: ESTE ES EL TITANIC VENEZOLANO.

Y DA PARA TODO. UNA PELÍCULA. UN LIBRO. TODO. ESTE SERÍA UN HALLAZGO MEMORABLE"

Al llegar a la ene, da la casualidad de que la luz volvía. El ejercicio de hacer contacto con el más allá a oscuras duró hasta que volvieron a descubrir el apellido en la pared. Hamilton no volvió a bromear con ningún otro apagón inexplicable después que quedara honrado el ingrato desaire.

"Esta es la lista", manosea una ristra de nombres sajones, franceses, belgas, Pérez Marchelli. "Yo creo que cada una de estas personas merece el esfuerzo de la empresa, aunque podría bastar con el empeño de los venezolanos que bien podríamos capitanear el proyecto. Tenemos mucho que ganar. Podríamos conocer los manuscritos inéditos de buena parte de nuestra historia que se sabe están ahí, sin que nadie pueda leerlos, disfrutarlos, discutirlos. También la música de Larrazábal tendría que ser un motivo.

No en balde se dice que fue él el mejor músico de su tiempo; bueno, lo decía Jo- 0 sé Antonio Calcaño, una vaca sagrada en la materia, en La ciudad y su música: `Es don Felipe Larrazábal el más ilustre, el más sabio y el más talentoso de nuestros compositores del siglos dicienueve". Sería, pues, cosa de conseguir mecenas, llegar al sitio exacto del hundimiento en el trayecto entre New York y Le Havre, contar con que las corrientes marinas hayan rodado el reguero de sorpresas hasta quizás un kilómetro más allá —o más acá— y zambullirse hasta lo más profundo en los alrededores del trecho que marcaría la brújula del Ville du Havre: 46 grados de latitud norte y 35 grados oeste. Una vez hecho el rescate, los expertos extraerían la salinidad de los objetos hallados mediante uso de diosdos, evaporarían el agua en cámaras de frío y luego se alistaría a la separación del material rescatado para su limpieza y preservación. "Los buscadores de tesoros profesionales que he conocido coinciden en una cosa: el fondo del mar está minado de maravillas y esta es una de ellas. Conocí, por ejemplo, a quien tuvo el acierto de participar en la ubicación de la nave General Abatoucci, al norte de Córcega, y él como todos están dispuestos a lanzarse al agua. Lástima que el país esté varado, acaso también a punto E: NOVIEMBRE 2003

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de zozobrar. Yo he viajado a Londres, a Glasgow, a New York, a París, todo por mi cuenta y empujado por la curiosidad.

He hecho en tierra todo cuanto creo había que hacer, todo cuanto ha sido necesario por recabar información. Quisiera ahora que se hiciera en el océano lo deseado. Los Larrazábal son una familia añosa, asentada en el país desde hace más de tres siglos y, estudiando el árbol genealógico, encuentro lazos con apellidos linajudos. Tengo una lista de direcciones y teléfonos. Si es cierto lo que decía Wolfgang, el ex presidente, entonces debería contar, de entrada, con todos los que llevan el apellido de Felipe, que no son pocos", suspira y entrecierra sus ojilbs azules como si los contara. "Wolfgang decía, haciendo alusión a los tantos y tantos Larrazábal marinos, que la explicación de semejante vocación radicaba en que cada uno creía íntimamente que debía encontrar el barco, y claro, rendirle un merecido homenaje al honorable antepasado. Bueno, es hora".

po político vigente, convulso y anarquizado: investigar, estudiar, conocer, podría ser ilustrativo y útil", atiza. "Felipe Larrazábal era un hombre avanzado, progresista, interesantísimo. Sería un de-

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leite dar con sus famosas y desconocidas recopilaciones bolivarianas". Los autores que retratan al personaje decimonónico —y por todero, igualmente renancentista— de ojos enormes y boca ínfima, talante altivo e ideales románticos, lo empacan en laureles, lo tienen por un intelectual ineludible; las páginas que lo

e entusiasma Ramón J. Velázquez, a quien nada de la historia del país le es ajeno, con la sola mención del titánico proyecto. "Claro que estaría justificada una campaña semejante, y sin más largas, no sólo por el tiempo real del naufragio, que no es poco, sino por el tiem50

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mencionan exudan olor a santidad, son per se apologías. Rufino Blanco Fombona lo ensalza sin pudor ni miramientos, y Pedro Grases, en el epílogo que antecede una recopilación de sus ensayos y cartas, editado en 1963 bajo el título de Ideario político, cree que el "estadista" que se desempeñara como senador de provincia, diputado al congreso y ministro de la Alta Corte Federal "no es un escritor improvisado que desciende a la arena del combate político desprovisto de argumentos; al contrario, funda sus opiniones en sólida maduración de estudios y meditaciones. En ellos se desprende un amplia base de cultura, pues cita con perfecto dominio un buen repertorio de autores tanto griegos como latinos como de clásicos de la economía política".

En realidad, Felipe Larrazábal escribió poco menos que de todo, y al parecer, con conocimiento de causa. Tanto de fundamentos técnicos —y hasta filosóficos— de agricultura como de los malvados prestamistas, la parranda de usureros que descaradamente retenían el añorado capital y lo esponjaban para sí. Lo hacía maravillado ante los grandes inventos de su época tales como la máquina de vapor, el telégrafo, la electricidad, los ferrocarriles, el gas, los sistemas hidráulicos o las máquinas de fabricación del papel, adelantos tecnológicos que, según deducía entusiasmado, en conjunción con los dones de la naturaleza —el aire, el agua, el hierro-

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Vg P/1999M. Milodie expressive.

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"podrán trabajar sin descanso veinticuatro horas al día sin el temor bien fundado de que se nos acuse de cometer barbarie, y gracias a los cuales ya no se conmoverá uno con el espectáculo horrible del hombre convertido en bestia ni con el de la bestia misma amarrada a un palo, expirando desmayada bajo el fuete del jornalero". Pontificaba sobre leyes —las que también redactaba— y economía, y hacía asociaciones entre és-

con que Guzmán se alzó contra Monagas hijo, y Monagas padre contra Falcón, y Falcón contra Castro, y Castro contra Monagas Tadeo: con el derecho de la fuerza más o menos asistida por cierta dosis de opinión. En un país en donde la violencia ha venido a ser de mucho tiempo atrás la fuente única del poder, y en muy raros casos la de la autoridad ¿como atreverse a inquirir por el derecho moral con que éstos o aqué-

ni agotar las fuentes de la riqueza pública". Remata con puntilla: "El ideal de Guzmán como caudillo victorioso fue el terror. Cual acontece en todo déspota vulgar, olvidó que el verdadero genio político consiste no en emplear a todas manos la arbitrariedad y sus violencias, sino abstenerse de ellas, y él hizo todo lo contrario. Mitad por la bajeza de sus pasiones, entre las que figura en primer término la de una ciega venganza, mi-

"SI ES CIERTO LO QUE DECÍA WOLFGANG, EL EX PRESIDENTE, ENTONCES DEBERÍA CONTAR, DE ENTRADA, CON TODOS LOS QUE LLEVAN EL APELLIDO DE FELIPE, QUE NO SON POCOS. WOLFGANG DECÍA, HACIENDO ALUSIÓN A LOS TANTOS Y TANTOS LARRAZÁBAL MARINOS, QUE LA EXPLICACIÓN DE SEMEJANTE VOCACIÓN RADICABA EN QUE CADA UNO CREÍA ÍNTIMAMENTE QUE DEBÍA ENCONTRAR EL BARCO, Y CLARO, RENDIRLE UN MERECIDO HOMENAJE AL HONORABLE ANTEPASADO. BUENO, ES HORA"

tas y los evangelios, porque lo soportaban. Creía a pies juntillas que el hombre del siglo diecinueve era, ni más ni menos, que el rey de la creación y que Simón Bolívar, en particular, "el mayor genio que el mundo ha conocido".

Tenía el don la palabra, un estilo agudo y apasionado, febril, plagado de la jotas de la ortografía de entonces y de ideas que plasmaba con descarnada franqueza. Erudito, avezado lector, y amigo de Manuel Antonio Carreño, el padre de Teresa, sufrió como él las desdichas de la patria enferma, crónicamente en trance, los traumas del exilio. ¿Con qué derecho se alzó Salazar contra Guzmán?" —es&be en una carta publicada en un folleto con el siguiente pie de página: "Impreso en donde no manda Guzmán", o sea, Curazao— "extraña pregunta esta en boca de un venezolano. Pues Salazar se alzó contra Guzmán con el mismo derecho

tad por la debilidad de su intelecto. La guerra" se hizo entonces inevitable y Guzmán pudo desplegar durante ella todas aquellas habilidades que en nuestro país de apasionada demagogia y de juicio tan superficial como voltario se consideran propias de hombres de estado".

Leyendo líneas y entrelíneas, documentos y ensayos, cartas y artículos, podría conjeturarse que tenía Felipe Larrazábal una cualidad más, una aún no mencionada: la de ser visionario. Ni Nostradamus hubiera pintado tan precisamente el panorama decimonónico enseñoreado con absoluta vigencia en el veintiuno. Por su tabla rasa, pluma mortal, podrían pasar todos los guzmanes sucesivos desde el que fuera su amigo y hasta los del sol —u ocaso— de hoy, comparaciones odiosas mediante.

Cuando el Ville du Havre salga a flote acaso se encuentre un sueño, o una caja de Pandora.

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líos empuñan las armas? ¿Pues no es cierto que todos nuestros gobiernos han sido la víspera facciones y al día siguiente tiranías, más o menos embozadas?". Y añade: "El verdadero hombre de Estado es aquel que en tiempos de turbación sabe, sin lastimar a los bien dispuestos, contener a los turbulentos, sin oprimirlos; el que apremiado por la necesidad de recursos pecuniarios, acierta a satisfacerla, sin talar la propiedad privada

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Abril ugo Chávez pensó que sería derrocado hacia las 3:30 de la tarde del 11 de abril de 2002. Recién había ordenado la transmisión de una cadena nacional de radio y televisión desde el Salón Ayacucho para refutar los rumores sobre su dimisión, que ya recorrían el país como un escalofrío.

Que si el presidente está detenido, que está a punto de viajar hacia Cuba con toda su familia, que sólo falta un empujón... Lo que más le importaba entonces no era la repetición sistemática de esa versión, sino la certeza de que su derrocamiento era una profecía autocumplida. Había templado, sin embargo, una voluntad de acero a lo largo de poco más de 10 años de vida pública, desde la asonada militar que encabezó el 4 de febrero de 1992, que le permitió convertir lo que parecía el fin de sus días en una arenga arrogante.

Lucía afable, seguro de sí mismo en la alocución televisada, pese a que ya sabía que algunos componentes militares habían desconocido su autoridad. Sólo sus ojos, más achinados que de costumbre, eran el único indicio de que las tempestades políticas no lo habían dejado en paz en los últimos días.

Invocó la palabra de dios para que lo acompañara en las horas que estaban por venir. Pero muy pronto entendió que sus adversarios seguían ganando terreno. Uno de sus colaboradores le indicó que el audio estaba siendo interferido y que los canales de televisión habían deci-

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en rol Un sesgo perverso parece oscurecer más cada día que pasa la realidad de aquella jornada sangrienta del cuarto mes de 2002 que diera al traste por unas horas con el régimen de Hugo Chávez. El acertijo de abril, libro firmado por Sandra La Fuente y Alfredo Meza, intenta dar una mirada más desprejuiciada en favor de una acercamiento a la verdad de aquel episodio que dejó una herida abierta en la historia reciente del país. A continuación se presenta, corno adelanto, uno de los capítulos de este título que forma parte de la Colección Actualidad, recién lanzada en Venezuela por la editorial Debate Sandra La Fuente y Alfredo Meza

EL ACERTIJO

DE ABRIL Relato periodístico de la breve caída de Hugo Chávez SANDRA LA FUENTE-ALFREDO MEZA "Esta crónica periodística es una amenaza para la precoz impunidad que se ha posado sobre los hechos de esa jornada" —Gerardo Reyes Colección Actualidad

DEBATE

dido compartir la emisión del mensaje presidencial con sus propias señales. Al lado izquierdo de la imagen, Hugo Chávez; al lado derecho, los violentos disturbios entre chavistas y antichavistas en las adyacencias del palacio de gobierno. No fue una estrategia que lo tomó por sorpresa. El miércoles 10 de abril los dueños de los medios audiovisuales le habían comunicado al vicepresidente Diosdado Cabello —los cargos de los funcionarios de gobierno, policías y militares que aparecen reseñados son los que estaban vigentes al 11 de abril de 2002y al ministro de la Defensa José Vicente Rangel que mantendrían su decisión hasta que el Presidente asumiera la investidura de un estadista. Pero aun cuando Cabello y Rangel' no amenazaron con retirarles la concesión a los empresarios, Hugo. Chávez impartió la orden de interrumpir la emisión de las señales de Radio Caracas Televisión, Venevisión, Televen y Globovisión para hacer valer su autoridad. Ya no tenía la menor duda: la huelga general convocada por la Confederación de Trabajadores de Venezuela y respaldada por Fedecámaras, el gremio de los patronos, buscaba expulsarlo del poder y él no estaba dispuesto a resignarlo.

El Presidente hizo un paréntesis en su disertación, que discurría acerca del éxito de la convocatoria del paro y proclamaba el carácter insurreccional de la marcha de la oposición, para explicar las razones legales que le asistían para tomar esa decisión. "No sé hasta cuándo estarán cerrados. Cómo aguantamos. ¿Saben lo que me decía la mayoría de la gente? El pueblo me lo pedía, `Chávez, ciérralos'". Aún no había recuperado el hilo de ese histrionismo sub-

yugante que le permitía hablar, como el primer Fidel Castro, durante cinco horas seguidas, cuando apareció sobre la mesa una hoja con un título que lo volvió a sacar de concentración: "Lista de muertos". Pero Hugo Chávez prosiguió su discurso y ninguna de las personas presentes en el improvisado estudio de televisión pudo saber si el jefe del Estado tenía la convicción de que se había producido un enfrentamiento fatal entre sus seguidores y sus detractores.

Cuando culminó la cadena presidencial, salió del salón Ayacucho por un pasadizo secreto hacia su despacho. Sus edecanes le habían advertido que proseguían los disparos en los alrededores de Miraflores.

Tras los morros del cerro Avila desaparecieron los últimos vestigios de una tarde de luz diáfana y sopló una brisa fresca sobre el valle de Caracas, donde todavía se enfrentaban, armados, los partidarios del chavismo y cuerpos de seguridad del Estado. Previendo un ataque al palacio, Hugo Chávez decidió cambiarse de ropa. Se puso un traje de campaña, tomó una pistola y un fusil y marcó el número del palacio de Planalto, en Brasilia. Allí pidió que lo comunicaran con el presidente Fernando Henrique Cardoso y le reportó lo que sucedía en Venezuela.

Chávez tenía sobradas razones para sospechar que la Fuerza Armada Nacional se había sublevado.

Hubo muchos rumores de descontento desde el mismo día que llegó al poder, pero ninguno tenía la fuerza bíblica de los presagios de esa tarde. Cuando al mediodía del 11 de abril recibió la noticia de que la marcha, que en principio cubriría el trazado entre el Parque del Este y la sede de Petróleos de Venezuela en Chuao había desviado su trayecto y se dirigía hacia el centro de Caracas, ordenó la salida del ejército a la calle. Nunca pudo ubicar, no obstante, al militar responsable de la ejecución de la orden. El general de división Manuel Rosendo, jefe del Comando Unificado de la Fuerza Armada Nacional (Cufan), había apagado su teléfono móvil. Fue una decisión inesperada, porque a Rosendo se le tenía como un oficial sumiso a la voluntad de Chávez. Pero esa tarde comenzó a revelarse como un hombre recio y apegado a los dictados de su conciencia. "Mi posición siempre fue la misma: nuestras tropas eran nuevas, carecen de equipos antimotines y disponen de armas de guerra.

No debemos utilizarlas. Además, no están dadas las condiciones para la aplicación del Plan Ávila", explicó.

El presidente Chávez vadeó las contrariedades y estableció contacto con el general de división Jorge Luis García Carneiro, comandante de la III División y jefe del Estado Mayor de la Guarnición de Caracas, a través de las ondas de la radio. Quería pulsar si estaba dispuesto a enviar las tropas a la calle. "¿Con cuántas tropas cuentas?", preguntó Chávez. "Con todas las de la Fuerza de Tarea Conjunta", respondió García Carneiro. "¿Y los tanques del Batallón Ayala?". "Están en la reserva, a

sus órdenes".

Hubo una pausa larga. El jefe del Estado impartió otras instrucciones y luego restableció la comunicación con García Carneiro: "Active el Plan Avila", ordenó.

Jorge García Carneiro dispuso la formación de los tanques del Batallón Ayala en una explanada del Fuerte Tiuna y se colocó un chaleco antibalas. Le encomendó al general de brigada Wilfredo Silva el cumplimiento de la operación. Un compañero de la promoción Simón Bolívar, el general de brigada Andrés Eloy González Cárdenas, se acercó al lugar para satisfacer su curiosidad —Jorge Luis García Carneiro, Hugo Chávez y Andrés González Cárdenas egresaron de la Academia Militar en julio de 1975; su promoción fue bautizada como Simón Bolívar. Había salido de su oficina, en el Comando de las Escuelas del Ejército, poco antes, alarmado por el paso de vehículos de guerra frente a la ventana y pensó que podía ocurrir lo peor. Ale NOVIEMBRE 2003

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interrogarlo, Jorge Luis García Carneiro le explicó a su colega las razones por las que ordenó a los artilleros que se alistaran. "¿Tú crees que yo voy a permitir que los adecos vuelvan al poder. ¿Estás o no con la revolución bolivariana?". Sus palabras demostraron que tenía una convicción profunda en el alcance del proceso bolivariano. Andrés González Cárdenas dio media vuelta, subió a su vehículo y enfiló hacia el edificio de la Comandancia General del Ejército para notificar a sus superiores lo que acababa de escuchar. El tráfico dentro del Fuerte Tiuna había aumentado de volumen, y aunque advirtió que los automóviles formaban tres hileras e imposibilitaban cualquier maniobra de las unidades militares, prosiguió en sus cavilaciones. No podía olvidar lo que había escuchado porque la frase circulaba a contravía del pensamiento de Simón Bolívar que le gusta invocar a Hugo Chávez: "Maldito el soldado que vuelva las armas contra el pueblo". ¿O sería que las candilejas del poder habían convertido al Presidente en un reflejo mustio de su voluntad? Todavía con esa idea en la cabeza, subió al ascensor y se bajó en el quinto piso. Caminó hacia el despacho del comandante general y comunicó las novedades.

El segundo en la línea de mando del Ejército, general de división José Félix Ruiz Guzmán, escuchó su relato y decidió llamar al máximo jefe militar venezolano, el inspector general de la Fuerza Armada, general en jefe Lucas Enrique Rincón Romero. "El me aseguró que los , tanques no irían a la calle", recordó González Cárdenas. Pero cuando decidió regresar a la oficina su sorpresa fue mayúscula: las tauquetas que estaban formadas en la explanada del Batallón Bolívar ya habían superado los obstáculos en las alcabalas y enfilaban hacia el palacio de Miraflores.

Fue una imagen perturbadora.

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Juan Barreto en posición ofensiva

Los malos presagios se anidaron en la mente de algunos oficiales que no guardaban buenos recuerdos de las faenas para controlar el orden público. Era una labor para la que no se sentían preparados, porque en las artes de la guerra aprendieron a acabar con los enemigos.

Siempre que el Ejército debía salir a sofocar disturbios civiles se producían muchas bajas. ¿Y quien era el invasor que estaban enfrentando ahora? ¿Un grupo de venezolanos que se oponían a un estilo populista y autoritario en el ejercicio del poder? La opinión pública, pensó Andrés González Cárdenas, no les perdonaría a los militares una nueva acción represiva como la del 27 de febrero, así que si se volvían a repetir las órdenes de ese lunes oscuro de 1989 prefería pedir la baja.

Esa reflexión le dio el ánimo necesario para instar a sus compañeros de armas a detener la marcha de los blindados hacia Miraflores. Cuando llegó a su oficina lo esperaba el general de brigada Néstor González González, a quien le contó todo lo que ya sabían sus superiores.

Sólo faltaba ubicar al comandante del Ejército, general de división Efraín Vásquez Velazco, para notificarle la situación. Apenas le avisaron, Vásquez Velazco, que

también pensaba poner el cargo a la orden del presidente se dirigiera a la sede del comando de las Escuelas del Ejército.

"Todavía Vásquez pensaba renunciar a su cargo y encontró en Chávez, decidió trasladarse hasta el Comando de las Escuelas el vicealmirante Berna bé Carrero Cubero el apoyo para ir a para tomar una decisión sobre su futuro. Posteriormente se unió al grupo el general José Félix Ruiz Guzmán y la oficina Miraflores", evocó González Cárdenas. Justo cuando sopesaban en la balanza las próximas decisiones, el grupo de oficiase convirtió en el centro de operaciones más importante de la les escuchó la voz de Hugo Chávez a través del radio que llecrisis militar del 11 de abril. vaba Carrero Cubero. "Tiburón uno a tiburón seis... tiburón Cuando le comunicaron la novedad, Chávez le pidió a Garuno a tiburón seis". Las sospechas de la plana mayor del Ejércía Carneiro que detuviera a los oficiales reunidos en el Cocito se confirmaron después de esas palabras: el jefe del Estado mando de las Escuelas, pero se paralizó cuando supo que los sí había dado la orden de sacar las tropas a la calle. alumnos de las escuelas perecerían en el fuego cruzado entre las La indignación de los oficiales aumentó luego que la televiunidades. Prefirió encargar a García Carneiro y al coronel Granadillo Perozo la vigilancia de la oficina de González Cárde- sión revelara el parte parcial del enfrentamiento en el centro de Caracas. Las imágenes que se transmitían, que sólo podían ser nas, pero fue inútil. Mientras caía la tarde los militares comenobservadas a través de los servicios de cable, eran ciertamente zaron a quitarle el respaldo al gobierno. perturbadoras. Un grupo de pistoleros adeptos al oficialismo La decisión de poner el cargo a la orden rondaba los pensaque estaban apostados en Puente Llaguno disparaba hacia el mientos de Vásquez Velazco desde tempranas horas de la tarde. lado derecho del encuadre, donde se suponía que estaban los Había estado presente junto con el alto mando en una alocumanifestantes opositores. El repudio de los militares fue unánición que encabezó Lucas Rincón Romero poco después de las 2 me y tomaron la decisión de desconocer cualquier orden imde la tarde para desmentir la supuesta detención del presidente partida por Hugo Chávez. El general Efraín Vásquez Velazco Chávez. Pero ya pensaba en dar el paso. Poco antes de recibir la recordó entonces que el 12 de marllamada de González González estazo de 2002 había transmitido un ba pasando revista a los batallones Las imágenes que se transmitían, que radiograma a los comandantes de acantonados en Fuerte Tiuna porsólo podían ser observadas a través unidades en el que notificaba que que había rumores de sublevación. de los servicios de cable, eran las órdenes de movilización de troLe había llamado la atención que pas debían ser participadas por esciertamente perturbadoras. Un grupo los oficiales que integraban los bacrito ante su despacho. "No quería tallones Bolívar, Ribas y Ayala estude pistoleros adeptos al oficialismo órdenes verbales porque tenía covieran alineados en correcta formaque estaban apostados en Puente nocimiento de que habían tratado ción, pero Vásquez Velazco lucía Llaguno disparaba hacia el lado de emitir disposiciones a mi nomalejado de este mundo. Llamó a su bre", recordó. esposa Gladys Marina para adverderecho del encuadre, donde Llamó por teléfono a todas las tirle que renunciaría a su cargo en se suponía que estaban los guarniciones del país y dejó instrucel palacio de Miraflores. Más allá manifestantes opositores. El repudio ciones claras: todas las unidades= del aliento de su compañera, buscade los militares fue unánime ba alguna pista que le permitiera descifrar el nudo gordiano del tráfico hacia el centro de Caracas. Sería el fin de casi cuatro meses de sobresaltos y angustias en la institución, de notables alteraciones en la rutina de vida. Las responsabilidades y la antojadiza personalidad de Hugo Chávez no le daban cuartel.

Pero ahora que consideraba que el Presidente no había manejado con tino los hilos de la crisis política estaba dispuesto a dejarlo todo. Se sentía feliz. La llamada de González González, sin embargo, lo devolvió a las preocupaciones habituales.

Le ordenó al chofer, que estaba buscando la manera de salir del Fuerte Tiuna hacia Miraflores, que NOVIEMBRE 2003

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ro le encargaron la misión de hacerlo preso, pero antes se tomaron algunas precauciones. Había la presunción de que García Carneiro podía usar su arma en cualquier momento para cumplir la orden presidencial. Frente a esa posibilidad, Néstor González González encargó a un sargento la custodia de Carrero Cubero. La pregunta que le hizo, más que una formalidad para despejar cualquier atisbo de miedo y azuzar el coraje, se convirtió en una advertencia que nadie de los que estuvieron presentes esa noche en el comando de las Escuelas del Ejército pudo olvidar. "¿Usted está dispuesto a accionar el arma contra quien sea?". El sargento se volteó hacia el general Efraín Vásquez Velazco. "¿Y qué hago, mi general?", preguntó, confundido. "Cumpla la orden de González González como si yo mismo se la hubiera impartido", respondió Vásquez Velazco.

Sólo en caso de que García Carneiro usara su arma el oficial debía repeler el ataque. Bernabé Carrero Cubero salió de la oficina del comando de las Escuelas del Ejército y abordó su vehículo acompañado del improvisado escolta. Andrés González Cárdenas decidió seguir-

tk debían permanecer acuarteladas. El general Andrés González Cárdenas se encargó de transmitir el mensaje y cada llamada que recibía reportaba la total adhesión al liderazgo de Vásquez. Sólo el general Raúl Isaías Baduel, comandante de la 42 Brigada de Paracaidistas y uno de los cinco oficiales fundadores del MBR200, que participó en la intentona golpista de febrero de 1992, preguntó por la suerte del Presidente. Al final decidió acatar las disposiciones.

Quedaba, sin embargo, una tarea por resolver: capturar al general Jorge Luis García Carneiro. Al vicealmirante Bernabé Carrero CubeExclso

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caras largas de los diputados de la plataforma oficialista lo decían todo. Pensaron que estaba en marcha un golpe militar.

El general Manuel Rosendo salió de Fuerte Tiuna con la determinación de poner su cargo a la orden.

Nada lo agobiaba. Se sentía, sí, presionado por las circunstancias aunque feliz, porque no se habría perdonado un instante de debilidad frente a la petición de Hugo Chávez.

Rosendo conocía en detalle los planes del jefe del Estado no sólo porque conversaban a diario, sino porque sostuvo cuatro largas conversaciones con el Presidente acerca de la crisis política. Como jefe del Comando Unificado de la Fuerza Armada Nacional le había recomendado, poco antes del paro del 10 de diciembre de 2001, que tratara de negociar con los empresarios. Porque o

El general Rosendo solicitó una los a una distancia prudencial, como un refuerzo de última hora. Enaudiencia con Chávez. Después de contraron a García Carneiro en la la conversación, el Primer Mandatario sede del Batallón Bolívar. Fue una nacional revirtió la orden de reprimir tarea más fácil de lo previsto convencerlo de que subiera al vehículo la concentración. Pero antes que de Carrero Cubero. González CárRosendo regresara a su comando reveló denas, no obstante, siguió alerta, sibenhaírcodumin un plan que le causó sorpresa: porque todavía era factible que se sin obstáculos hasta esa fecha, razoprodujera un altercado sangriento.

"Si tenemos que aplicar el Plan Avila nó, la oposición había logrado agluManejaron en dirección al edificio nosotros mismos dirigiremos la tinarse en torno a la CTV y Fedecásede de la inspectoría general de la maras. "Pensaba que Chávez no saoperación.Yo tengo listo mi uniforme Fuerza Armada Nacional y subiebría cómo manejar la situación desy mi fusil para echarle plomo a todo ron hasta la oficina del general en pués de esa fecha", dijo.

Jefe Lucas Rincón Romero. aquel que quiera quitarme esta Todas sus especulaciones se cumSi había alguna certeza de que el plieron en los meses siguientes. Sórevolución", afirmó gobierno estaba en problemas, polo entendió, sin embargo, que el día notarse en la cara del ministro de Presidente estaba realmente desesla Defensa José Vicente Rangel, quien acompañaba a Lucas Rinperado cuando el 10 de abril supo que un piquete de la Guarcón. El veterano periodista y político había perdido su habitual dia Nacional, al mando del general Eugenio Gutiérrez Ramos, parsimonia. Lucas Rincón, mientras tanto, llamó al general Matenía previsto tomar a sangre y fuego la sede de Pdvsa en nuel Rosendo y le ordenó que se presentara en la inspectoría. PaChuao, que se había convertido en una suerte de territorio lira evaluar las distintas salidas a la crisis, el alto mando decidió berado de la oposición. El general Rosendo decidió entonces presentarse en el palacio de Miraflores. El único integrante de la trasladarse al palacio de Miraflores y solicitó una audiencia cúpula castrense que se había quedado rezagado era el general con el presidente Chávez. Después de la conversación, el PriEfraín Vásquez Velazco. Pero ya poco importaba su presencia. A mer Mandatario nacional revirtió la orden de reprimir la coneso de las 8:00 de la noche se trasladó al regimiento Codazzi, centración antichavista. Pero antes de que Rosendo regresara a convocó a los medios de comunicación y pronunció una frase su comando reveló un plan que le causó sorpresa: "Si tenemos que sumiría en una breve penumbra al gobierno Hugo Chávez: que aplicar el Plan Avila nosotros mismos dirigiremos la ope"Hasta hoy le fui fiel, Presidente". ración. Yo tengo listo mi uniforme y mi fusil para echarle plomo a todo aquel que quiera quitarme esta revolución", afirmó. l salir de la oficin2 del general en jefe Lucas Rincón los Cuando el alto mando pasó al despacho presidencial, Rosenintegrantes del alto mando militar, a excepción del genedo comprendió que el presidente Chávez no había bromeado. ral Efraín Vásquez Velazco, subieron a un helicóptero de Estaba listo para combatir, la pistola anudada al muslo. Con el la Fuerza Armada y a las 6:30 p.m. aterrizaron en el hepaso de los minutos, sin embargo, comenzó a pensar que no valipuerto del palacio de Miraflores. Los tanques ya rodeaban la lía la pena resistir sólo con el escudo de cientos de civiles leales sede del gobierno, pero se retiraron nuevamente a Fuerte Tiuy la guardia de honor. El almirante Carrero Cubero puso el carna tras una contraorden de las fuerzas subordinadas al cogo a la orden. Rosendo, a su vez, repitió que renunciaba al alto mandante general del Ejército. En los jardines interiores las mando. "La vaina está jodida entonces", afirmó Chávez.

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stá estrenando los pantalones nuevos de su mamá. Sus muslos se ajustan a esa tela negra con trazos blancos con la misma facilidad que, de seguro, se ajustará a la piel de su —no tan joven— propietaria original.

Tiene más look de rockerita, de fan enamorada, que de actriz de telenovelas, mucho menos de directora de cortometrajes —que todo eso es. Daniela Bascopé está montada en el tren de la farándula desde los quince, cuando, tras realizar un casting para Venevisión, entró en la olvidada telenovela Samantha.

Hoy, años más tarde, se encuentra sentada en un sofá dentro de esa misma empresa televisiva, da caladas a un cigarrillo que fuma con brusquedad y devuelve la ropa, el camerino; "todo lo que te dan, te lo quitan", dice Daniela. Eso ocurre en casos como este, cuando ya ha finalizado una novela —Engañada se tituló el insólito dramón que dejó a más de uno boquiabierto en medio de una serie de plots con poco o ningún sentido— y los actores deben buscar la próxima chamba. Por los momentos, Daniela no tiene ningún apuro. ¿Daniela Bascopé? Una muchacha bonita, cachetona, un tanto rellenita, que rompe con la falta de marcadas curvas que caracteriza a las actuales jóvenes divas de la tele, cuyos cuerpos parecen ser succionados por algún ente maligno al que le han vendido, más que el alma, la carne.

"Soy complicada", se queja Danielita: • "Vivo como en un eterno conflicto existencial. Me la paso cuestionando cosas.

Siento que vivo desencajada del sistema todo el tiempo", comenta apesadumbrada la chica que —muy a pesar del terrible sistema— gana más que cualquiera de sus compañeros de estudios en la Escuela de Arte de la UCV. "Yo me he es-

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tado cuestionando eso últimamente y la verdad es que no sé si vale la pena vivir toda la vida luchando contra el sistema.

Es un monstruo demasiado grande".

Además de luchar contra lo que sea que luche, la señorita Bascopé se declara distraída, reflexiva y muy impaciente.

"La verdad no soy muy sociable. Más bien un poco antipática. No tengo tantos amigos, solamente tres. Soy totalmente sentimentaloide, en exceso. La última vez que lloré fue hace cuatro días. Lloro muchísimo. Además, si paso una semana sin llorar siento como que me atapuzo.

Llorar para mí es como una terapia, una de las experiencias más deliciosas. Y luego quedas como en un estado de humildad, pero humildad de verdad. Eso te dura como diez minutos y claro, luego te regresas a lo de siempre".

La sorpresa asalta al periodista cuando, al comparar a Daniela Bascopé con aquella complicada, peligrosa, joven y seductora cración de Vladimir Nabakov, la figura juvenil de Venevisión arremete: "¡Esa es mi película favorita, Lolita! Pero no la de Kubrick, que me parece un horror, sino la última". Se refiere a la de 1997, dirigida por Adrian Lyne y con la púber Dominque Swain en el inflamable papel de Dolores Lolita Haze. "Hay otra película que vi recientemente y me encantó, se llama Waking Life. Es como si filmaras normal, pero la metes en un programa que te la pone como animada.

Es todo el rollo existencial vertido en una sola película. Es brutal. Claro, después tuve como quinientas pesadillas, diciendo qué carrizo hago en el universo.

Yo no tengo ni idea de qué hago en el universo, pero hay que tripeárselo". Y Daniela lo está haciendo con gusto y pasión. No está dejando nada para mañana: se come los días y las noches con la ansiedad juvenil que la inunda. "He hecho tres películas y ninguna ha salido, pero, supuestamente, a finales de este año se estrena una de ellas, Punto y raya. Hice un cortometraje, La carta, que trata sobre la vida de un hombre a través de los pisos de un edificio. Cada etapa es

un piso. Tiene todo un conflicto, una historia de amor odio entre el protagonista y su papá. Lo estrené en la Cinemateca y ahorita lo estoy subtitulando. También preparo un segundo corto que será sobre un hombre que se debate entre la locura y la cordura dentro de un determinado sistema social. Se cuestiona quién está loco y quién no, dentro de la sociedad".

De manera que no es sorpresa que Daniela escucharla decir: "Quiero dirigir un largometraje, escribirlo, que me den los reales para dirigirlo en Checoslovaquia y lograr compactar en dos horas todo lo que siempre, desde chiquita, quise decir. Esa es mi mega-ultra-meta. Lo que hago con los cortos es un ensayo-error. Y de repente no llego a esa meta, pero me lo estoy trapeando muchísimo todos estos intentos". Pero tampoco es que se olvidará de la actuación. "Si la actuación es de verdad y te metes con los cinco sentidos, es brutal. No descarto la actuación, pero descubrí algo que me permitió ver cosas que tenía por dentro. Y es como si de alguna manera hubiera encontrado la forma de comunicarme con yo no sé quién. Me voy a pasar una semana en Mérida, porque me quiero desenchufar, y apenas regrese me voy a dedicar al próximo corto".

Daniela, esta Lolita criolla, asegura que hacer una telenovela es algo que gasta energéticamente. "Depende mucho del proyecto. Hay algunos de los cuales te enamoras más que de otros". Y uno queda con la impresión de que es una adicta al trabajo, ya que dice salir poco. "Hace tiempo que no salgo un viernes por la noche. La otra vez estaba en mi casa encerrada y me di cuenta de que era viernes y que ya llevaba muchos viernes por la noche sin salir. Soy muy casera. Obviamente voy a reuniones pero son más en casa de mis panas. Casi no salgo", y cuando lo hace es de la mano de su novio —que no es otro actorcito. "No es que no disfrute salir, sino que uno pasa por etapas", alega la madura Daniela. "Pero sí me gusta mucho bailar salsa, pero me encanta... y de paso, me voy a los lugares donde van a bailar

los negros más faramalleros". Pero sobre esos sitios es mejor ni siquiera preguntar.

También escribió y dirigió una obra de teatro: "La presenté en la Doris Wells, pero eso sí como que fue ese día y nada más. Porque, bueno, no pude con tanta cosa". Teatro a un lado, prefiere enfocarse en la lectura: "Aunque mucha gente lo cuestione por ser muy comercial, me gusta Paolo Coelho. A mí me da rabia porque generalmente la gente critica mucho y cuestiona al éxito en general. El último libro que leí de él es el que ha estado más cerca de la idea que yo tengo sobre todo el rollo de la sexualidad. Me pareció que da en el punto". ¿El punto?

"Es acerca de la vida de una prostituta.

El maneja un poco las enseñanzas trascendentales y eso lo implementa en la sexualidad y comienza a desmitificar una cantidad de cosas que hay alrededor de 0 nosotros que no nos permiten ser de verdad. Y ahorita estoy leyendo un libro titulado El mundo en un click de James Shapiro, que es sobre el impacto de la Internet en la cultura contemporánea. Yo no me conecto ni chateo, aunque sí tengo correo electrónico. Compré el libro por eso, porque estoy desconectada de todo ese mundo. El libro es una fritura, un descontrol. Y yo también pasé por una etapa en la que pensaba que nada que ver con la globalización, que uno tenía que ser autóctono, pero es imposible.

Si no te montas en el tren, te atropella".

Y otra de sus etapas, fue, claro, la de superstar. "Sí, yo tuve mi etapa de estrellato, sobre todo a los quince años, cuando uno entra por primera vez y comienzas a ganar dinero, cosa que ninguno de tus amigos hace. Esa etapa es válida, pero cuando caes te das cuenta de muchas otras cosas. ¿Casarme, muchachitos? No creo en el matrimonio. Creo que solamente sirve por cuestiones legales. Ahorita plantearme la idea de vivir con alguien me parece interesante. Pero si me lo hubieras preguntado hace dos años te hubiese respondido que ni loca". ¿Loca?

No vale, muérete que para nada.

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U Establecimiento cuyas virtudes específicas más sobresalientes lo han elevado a través del tiempo a un lugar de particular consideración 151 Establecimiento reciente, o más o menos reciente. cuyas virtudes universales o específicas, individualmente o en conjunto, sedujeron desde el primer momento

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sabel me invitó a bailar.

Nos montamos en un taxi, y, después de rodar por la ciu-

dad buscando un lugar donde quedarnos, terminamos por Bello Monte.

El hombre que estaba en la puerta, un moreno con el cabello hasta los hombros hecho crinejas, recibió a Isabel como si la conociera. En su imaginación había desplegado una alfombra roja hasta los pies de mi amiga para que ella pasara intacta. Yo nunca existí para él, aunque hubiese llegado sin zapatos.

Después de estar unas horas bebiendo cerveza, envuelta entre el humo y la música, me levanté de la mesa en la que Isabel me había dejado para fundirse en ese mundo. Encontrarla no iba a ser sencillo, porque la mayoría de la gente que bailaba en el insuficiente pasillo que atraviesa el lugar formaba un compacto calidoscopio.

Mientras la buscaba, un joven me puso un sombrero de Arlequín. No sin asombro me miré en el espejo que estaba en la pared y, aunque no quería llamar la atención, esto lo podía usar para que mi amiga me encontrara fácilmente.

"Si quieres te lo puedes tripear hasta que te vayas". Fue de las pocas personas que se me acercaron en toda la noche. Di varias vueltas por el lugar, pasé por la esquina donde dos hombres jugaban ajedrez, y escuché el jaque mate mezclado con Pink Floyd cerca de mi pierna derecha. Llegué al frente de unas cortinas rojas que servían de puerta de entrada hacia otro salón del lugar. Lo atravesé.

El espacio era aún más oscuro, y me vi al lado de una gran pantalla de vídeo donde estaban pasando un juego de basquet.

Todas las miradas de los que estaban allí se posaron sobre mí o sobre mi sombrero. Era lo mismo, pues me sentía el bufón que hizo su tímida entrada al público detrás de los telones del teatro. Tuve ganas de llorar, pero me contuve porque la luz de la pantalla me mostraba completamente. En ese momento tomé conciencia de la ropa que llevaba puesta, y me aterroricé cuando vi que

mis tetas estaban más fuera del sostén que dentro. Son las típicas sugerencias de Isabel, a las que accedo y después quedo desamparada ante las consecuencias que no sé manejar.

En un rincón más al fondo pude reconocer a

Den eseo

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NOVIEMBRE 2003

Caracas

Isabel, acostada sobre un sofá, con un hombre muy cerca de ella. Ya nadie me veía, ni siquiera ella, pues tenía los ojos cerrados. Era el tipo que nos recibió en la entrada; estaba prendido a su teta chupando como un jodido abusador. Sentí que no tenía ningún derecho a hacerlo. Debía rescatar a Isabel de sus propios deseos.

"Déjala".

Me quité el sombrero y le di por la cabeza, al tiempo que sonaron los cascabeles del sombrero de Arlequín e Isabel abrió los ojos. El tipo dejó el pezón, expulsando de su boca el zumo de mi amiga. "Sofía: ¿qué te pasa?", me miró con la cara más tierna de estos últimos días. "Vámonos de aquí".

Me temblaban los pies porque no quería que Isabel se molestara conmigo. "¿Por qué? Ven". Tomó mi mano izquierda y la puso sobre la aureola oscura que mostraba su pecho: "Yo te cuido".

Sentí vergüenza de mí, pero al tocar la piel de Isabel quedé atrapada. El tipo me puso el sombrero de arlequín, y ayudó a acomodarme al lado de Isabel. Ella recostó su cabeza sobre mis piernas, y de cerca, muy de cerca, pude sentir en su cuerpo el recorrido más profundo que los labios de un hombre le han hecho a una mujer. Lo que antes era sólo odio, se convertía en una gran ternura. Fijé la mano izquierda en su pecho, y la derecha, a pesar del nerviosismo terminó enredada entre las crinejas.

Era algo que no podía aguantar por mucho más tiempo, le temía a lo que pasa-

ra. Después de un rato, el suficiente para que él tuviera ensalivado el manjar de su noche, cargó a Isabel y se la llevó para un tercer salón, que me separaba de ellos por cortinas rojas.

Quedé temblando en el sofá. La fuerza de los latidos que tenía en mi sexo creaba imágenes en mi cabeza que no podía controlar. Me entraron ganas de dar patadas y gritar, no sabía qué hacer con esa energía que se acumulaba dentro de mí. Me sentía una imbécil al no poder expresar a alguien lo que estaba pasando dentro de esta mujer a quien la cobardía no dejaba mostrarse al mundo.

En ese momento se acercó una muchacha, de cabellos largos hasta las nalgas que casi se salían de su falda. Me preguntó si podía sentarse conmigo, y el estómago se me revolvió. Una parte de mi mente quería, pero la otra le dijo que no, que ya me iba.

Me levanté volando, y caí en el salón principal donde los músicos tocaban. Mi espalda se lanzó contra la pared más cercana, y aprovec!iando que estaba cerca del baño, hice la cola. Compré otra cerveza; tres o cuatro canciones después, apareció Isabel nuevamente en el mundo. Pedí una cerveza para ella, que bailó unas piezas más.

Entre hombres y mujeres no importaba el sexo para expresarse. Cada uno se transformaba sobre el deseo de sí mismo. Isabel tenía el jeans por sus caderas, y un top casi transparente que parecía tener autonomía sobre su piel. Sus cabellos parecían tentáculos esparcidos por todo el espacio.

Quería bailar, sentir los cuerpos sudados encima de mí, pero nadie se me acercaba.

La jovialidad de la expresión que veía en esos movimientos me ubicaba como una torpe y aburrida mujer.

Faltando poco para amanecer nos fuimos otra vez en un taxi que ya tenía listo el hombre de las crinejas hasta los hombros. Desde entonces mi mente intranquila no deja de recordar a la joven que se me acercó esa noche, y todos los días me obliga a dejar el teclado para revisar con mis dedos en qué parte de mi cuerpo siento el suyo.

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