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Buscan integrar a Uruguay en negociaciones
En 6.000 años de evolución del comercio no fuimos capaces de crear ninguna innovación desde el punto de vista de la canalidad. Pero con la llegada de las tecnologías fuimos avanzando hasta llegar a la omnicanalidad, clave para ofrecer una experiencia diferencial a nuestros clientes, que se colocan en el centro.
Canalidad única: Los clientes debían acercarse a una tienda o a un artesano y entre las diferentes opciones, seleccionaban una.
Multi-canalidad: Cuando llegó el siglo XX aparecieron múltiples tecnologías que nos permitieron conectarnos con nuestros clientes. Diferentes canales, pero con realidades, objetivos y equipos distintos. No se comunican entre sí, lo que causa ineficiencia.
Canales cruzados: Al comenzar el siglo XXI se observa que estos canales siguen teniendo objetivos diferentes, pero empezaron a tener cierta conexión. Comparten datos para saber qué le ocurre a un cliente en un canal y qué le ocurre en el otro, mejorando el servicio.
Omnicanalidad: Es recién aquí donde el cliente pasa a estar en el centro. Los canales se ubican alrededor del cliente colaborando entre sí. Se ayudan para prestar un mejor servicio dónde, cuándo y de la forma en que este lo necesite. Esto fue posible gracias a las nuevas tecnologías que nacieron a finales del siglo XX y se siguen desarrollando hasta el día de hoy.
En los años 70 aparecieron los primeros ordenadores, tiempo después llega un ordenador personal de uso e interacción fácil para el ser humano. Pasando de ordenadores muy grandes a una nueva tecnología más personalizada y óptima.
Unos 20 años después logramos estar interconectados en todo el mundo y a finales de los años 2000 los ordenadores pasaron a estar en nuestros bolsillos.
Hoy está surgiendo un gran cambio en las tecnologías habilitadoras para la omnicanalidad que es básicamente la voz. El día en que las máquinas logren comprender nuestra voz, qué queremos, y resolver nuestras necesidades, nos habremos acercado a la integración perfecta entre clientes y empresas.
Estos grandes cambios han creado transformaciones fundamentales y profundas en cómo los clientes se comportan, llegando al Homo Digitalis donde las personas cada vez pasan más tiempo conectadas en las redes y haciendo diferentes interacciones con las empresas, generando profundos cambios en las formas de consumir.
Gracias a estos cambios y el avance de las nuevas tecnologías podemos llegar a nuestros clientes más rápido y de formas distintas, acelerando los negocios.
En ese sentido la omnicanalidad se hace imprescindible en nuestros negocios, donde diferentes canales tecnológicos y físicos rodean al cliente y colaboran entre sí para ofrecer una experiencia diferencial. Esa es la clave de la omnicanalidad.
Desde el año 1995 se negoció dentro de la Agencia de la Unión Aduanera un acuerdo en el que se decidió la libre circulación de todos los productos entre los países del Mercosur, exceptuando solo a dos sectores, el azucarero y el automotor.
En ese entonces a Paraguay no le molestaban esas excepciones, y ya en esa época los países miembros se habían comprometido en realizar un proceso de negociación para que las naciones participantes definieran el listado común de bienes que tiene el mercado automotor, y así llegar a un pacto, pero pasaron los años y la política automotriz común que debía realizarse, nunca se concretó de común acuerdo.
A mediados del 2011, nuestro país empezó a exportar autopartes, con el desembarco de la primera fábrica automotriz y recién ahí se hizo sentir la necesidad de tener un acuerdo con los demás países del Mercosur. Pero entre Argentina y Brasil ya existía un acuerdo bilateral, al igual que entre Uruguay y Brasil. Es así que solo a Paraguay le faltaba ser parte, para dejar de pagar aranceles. Por ello, en el 2019 Paraguay realizó su primer acuerdo con Argentina y sentó las bases de un primer paso sobre una política automotriz común, ofreciendo una cobertura legal y un libre comercio al sector, al que se le llamó Acuerdo de Complementación Económica N° 13, de la ALADI. Luego en el mismo año, Brasil y Paraguay iniciaron la misma negociación y en marzo del 2020 se concretó el Acuerdo de Complementación Económica N° 74, de la ALADI. Ambos acuerdos son muy similares, una vez que se pusieron en vigencia ambos documentos, marchó el comercio con arancel cero.
Proyecciones. El siguiente país con el que Paraguay buscará tener un acuerdo similar será con Uruguay y de hecho ya ha establecido conversaciones. Al respecto, el viceministro de Industria y Comercio, Francisco Ruiz Díaz, señaló que tener un acuerdo con Uruguay sería muy beneficioso ya que podrían abrirse oportunidades de inversión para ambos países.
“Estos acuerdos nos sirven para abrir nuestros mercados, con Brasil logramos que habilite su mercado para el Paraguay con unos USD 350 millones de cupo, donde si se producía eso en autopartes, se podría enviar todo con arancel cero. Nuestro margen como país igualmente no llega a ese tope aún, llegamos solo a USD 303 millones el año pasado. Cabe resaltar que este monto de cupo es gradual y va incrementándose por año. El acuerdo llega hasta el 2027, cuando se podrá enviar hasta USD 750 millones”, explicó. Sin embargo, con Argentina el monto es menor, en el 2022 fue de USD 45 millones de tope para el arancel cero, pero también es un monto gradual por año, hasta su vencimiento en el 2026.
Reglamentaciones. Este Acuerdo de Complementación Automotriz con Argentina y Brasil establece a su vez que cada país se encargará de adecuar los reglamentos según sus normativas de seguridad y políticas relacionadas al medio ambiente. En este caso intervendrá también el Mades.