12 I ATRODEN QUIÉNES SOMOS
ENCONTRANOS EN
DIRECTOR RESPONSABLE
Novecento, Hoteles Esplendor, Dadá, Tienda Malba, Olsen, La Olla de Félix, Arevalito, Dandy, Bruni, Hotel Faena, Florería Atlántico, Hotel Madero, Tegui, Camarín de las Musas, Fervor, Spa Markus, Osaka, Roho, Cucina Paradiso, Malvón, Sucre, Proa, Voulez Bar, Aldo’s, Le Blé y Farinelli.
Marco Simeone Ariosa marco@intelectualyfrivola.com
DIRECTOR EDITORIAL Esteban Feune de Colombi esteban@intelectualyfrivola.com
EDICIÓN Delfina Campos Delfina@intelectualyfrivola.com
REDACCIÓN Lucía Colombo lucia@intelectualyfrivola.com
DISEÑO Florencia Martínez diseno@intelectualyfrivola.com
ASISTENTE COMERCIAL Lucrecia Gratas lucrecia@intelectualyfrivola.com
PRENSA Y RELACIONES PÚBLICAS Grupo Mass PR info@masspr.net
IMPRESIÓN
GALERA #72 Onírico • 2015 TIRADA: 10.000 ejemplares OBRA DE TAPA: Larga charla, de Juan Becú (Galería Nora Fisch)
Galt Printing Ayolas 494 (CABA)
DISTRIBUCIÓN Y LOGÍSTICA Promail Condarco 4846 / 4572-0505 Galera Intelectual y Frívola es una publicación de Marco Simeone Ariosa, French 3112 (CABA). Las opiniones de los entrevistados y los artículos no reflejan necesariamente la opinión de quienes hacen Galera Intelectual y Frívola.
intelectualyfrivola.com
Se prohíbe la reproducción parcial o total del contenido publicado en esta edición. Hecho el depósito que marca la ley 11.723.
COLABORAN Hugo Horita (ilustración La Columna), Matías Olivera Avellaneda (ilustración Visionario), Jerónimo Laborde (foto De la galera), Vicky Aguirre (foto Merci Beaucoup), Anita Bugni (fotos Oficios) y Javier Velasco (ilustración Grandes Vestimentas).
MUCHAS GRACIAS Gloria César, Aníbal Jozami, Delia Cancela, Juan Becú, Soledad Álvarez Campos, Julia Converti, Alec Oxenford, Daniel Miranda, Josefina Hassan, Paula Mascías, Sofía Lanusse, Elisa Insua, Larisa Zmud, Natalia Sly, Miguel Mitlag, Rosario Torterola, Juan Pablo Maglier, Julieta Pérez, María Estivariz, Carolina Laschera, Jennifer Lorenzo Bianchi, Gustavo Castagnino, Soledad Carranza, Silvia Di Mario, Marcela Remoli, Marcela Peduto, Romina Fontana, Natalia Antolin, Ever Miguez, Noelia Benvenutto, Carolina D’Elio, Guillermo Cicciari, Mariano Maldonado, Álvaro Rufiner, Diego Romero, Cecilia Cabral, Germán Geller y Lucila Sperber.
14 I LA NUBE
ONÍRICO Alec Oxenford • Delia Cancela Georges Perec • Sigmund Freud
Annemarie Heinrich
Aníbal Jozami • Gloria César
ROGELIO POLESELLO • André Breton Leonora Carrington • Vik Muniz Natalia Sly • Larisa Zmud • Miguel Mitlag Marilyn Monroe • Giorgio de Chirico Martín Kovensky • Elisa Insua
Daniel Miranda • Roberto Bolaño intelectualyfrivola.com @GaleraGalera
16 I EDITORIAL SOÑADO
LA ILUSIÓN Sueño Ella está junto a mí Me digo que estoy soñando Pero la presión de su mano contra mi mano me parece demasiado fuerte Me despierto Está sin lugar a dudas junto a mí Loca felicidad Enciendo La luz brilla una centésima de segundo y después se apaga (una bombilla que estalla) La abrazo (me despierto: estoy solo)*
*Este breve poemita forma parte de la colección de sueños del escritor francés Georges Perec, quien
gozaba de una memoria prodigiosa para recordar sus aventuras oníricas, que quedaron plasmadas en el bellísimo La cámara oscura.
VOLVER I 17
Asociamos, ipso facto, el complejo universo de Oniros con, ¿quién si no?, el grandísimo Sigmund Freud. En las intricadas escaleras-caracol de internet pescamos esta gloriosa imagen de 1920 en la que el austriaco aparece comiendo junto a su hija Anna en las bambalinas del VI Congreso Internacional de Psicoanálisis de La Haya.
Romina Ricci se paseó por el evento de Clara. Espléndida, Bárbara Lombardo pasó por el local de THEM a conocer la nueva colección.
Grace Ratto presentó su muestra fotogáfica Sosiego.
Paula Cahen D’Anvers, María Giménez y Juliana Awada charlaron durante la presentación del libro Azahares.
Eduardo Blaquier y su hijo, Simón, fueron al lanzamiento del libro de fotos de María Giménez.
Claudia Fontán y Mike Amigorena asistieron, sonrientes y con gafas, a la pre-apertura de HSBC en la feria Masticar.
Muy cariñosas, Cecilia Roth y Dolores Fonzi curiosearon las nuevas vestimentas de Clara. Clara Darín, Justina Bustos y Lucía Celasco se encontraron en la presentación de los diseños de UMA.
Marga Macaya, Luis Incera, Teresa Frías, Alec Oxenford, Facundo Gómez Minujín, Felisa Larivière y Alejandro Corres a pura alegría en el lanzamiento de arteBA en el MALBA.
CIENCIAS SOCIALES I 19
Flavia Fernández y Dalila Puzzovio quedaron pasmadas con la súper muestra de Juan Gatti.
Monísima, Flor Fabiano palpitó la entrega de premios de BAIFFF.
Andrea Martínez, Facu Garayalde y Paula Santamariña la pasaron bomba en la presentación de la edición cápsula de Tramando by Sole.
Cristiano Rattazzi se deslumbró con Azahares, el libro de María Giménez.
Victoria Lescano felicitó a Juan Gatti por su increíble expo.
Catu Sanchez Barrenechea y Agustina Basaldúa hicieron buenas migas en el rockero festejo de THEM.
Naomi Preizler se acercó al Museo de Arte Decorativo para descubrir la colección invernal de UMA.
Cristina Pérez visitó la muestra Gatti en el cine en el Teatro Dante.
Violeta Urtizberea pululó por el evento de Estancias.
Bernardita Barreiro no quiso perderse la entrega de los premios BAIFFF, auspiciados por Mercedes-Benz.
En Farinelli, Celeste Cid se maravilló con los diseños de Koxis.
Guillermina Valdés junto con Mercedes y Alejandro Ginevra disfrutaron del fenomenal lanzamiento de Harbour Tower.
20 I EL RELATO
Roberto Bolaño, el escritor latinoamericano más resonante de los últimos tiempos, se consagró como novelista, pero prefería que lo llamaran “poeta”, a secas. En esta edición onírica les traemos Un paseo por la literatura, del libro Tres. Se trata de un largo, imprescindible, espectral poema en prosa en el que Bolaño salda cuentas con un tropel de sus autores admirados.
1 Soñé que Georges Perec tenía tres años y visitaba mi casa. Lo abrazaba, lo besaba, le decía que era un niño precioso. 2 A medio hacer quedamos, padre, ni cocidos ni crudos, perdidos en la grandeza de este basural interminable, errando y equivocándonos, matando y pidiendo perdón, maniacos depresivos en tu sueño, padre, tu sueño que no tenía límites y que hemos desentrañado mil veces y luego mil veces más, como detectives latinoamericanos perdidos en un laberinto de cristal y barro, viajando bajo la lluvia, viendo películas donde aparecían viejos que gritaban ¡tornado! ¡tornado!, mirando las cosas por última vez, pero sin verlas, como espectros, como ranas en el fondo de un pozo, padre, perdidos en la miseria de tu sueño utópico, perdidos en la variedad de tus voces y de tus abismos, maniacos depresivos en la inabarcable sala del Infierno donde se cocina tu Humor.
3 A medio hacer, ni crudos ni cocidos, bipolares capaces de cabalgar el huracán.
un charco de lluvia donde se reflejan nuestros rostros cada diez años. Después llegó el sueño.
4 En estas desolaciones, padre, donde de tu risa sólo quedaban restos arqueológicos. 5 Nosotros, los nec spes nec metus. 6 Y alguien dijo: Hermana de nuestra memoria feroz, sobre el valor es mejor no hablar. Quien pudo vencer el miedo se hizo valiente para siempre. Bailemos, pues, mientras pasa la noche como una gigantesca caja de zapatos por encima del acantilado y la terraza, en un pliegue de la realidad, de lo posible, en donde la amabilidad no es una excepción. Bailemos en el reflejo incierto de los detectives latinoamericanos,
7 Soñé entonces que visitaba la mansión de Alonso de Ercilla. Yo tenía sesenta años y estaba despedazado por la enfermedad (literalmente me caía a pedazos). Ercilla tenía unos noventa y agonizaba en una enorme cama con dosel. El viejo me miraba desdeñoso y después me pedía un vaso de aguardiente. Yo buscaba y rebuscaba el aguardiente, pero sólo encontraba aperos de montar. 8 Soñé que iba caminando por el Paseo Marítimo de Nueva York y veía a lo lejos la figura de Manuel Puig. Llevaba una camisa celeste y unos pantalones de lona ligera azul claro o azul oscuro, depende. 9 Soñé que Macedonio Fernández
aparecía en el cielo de Nueva York en forma de nube: una nube sin nariz ni orejas, pero con ojos y boca. 10 Soñé que estaba en un camino de África que de pronto se transformaba en un camino de México. Sentado en un farellón, Efraín Huerta jugaba a los dados con los poetas mendicantes del DF. 11 Soñé que en un cementerio olvidado de África encontraba la tumba de un amigo cuyo rostro ya no podía recordar. 12 Soñé que una tarde golpeaban la puerta de mi casa. Estaba nevando. Yo no tenía estufa ni dinero. Creo que hasta la luz me iban a cortar. ¿Y quién estaba al otro lado de la puerta? Enrique Lihn con una botella de vino, un paquete de comida y un cheque de la Universidad Desconocida. 13 Soñé que leía a Stendhal en la Estación Nuclear de Civitavecchia: una sombra se deslizaba por la cerámica de los reactores. Es el fantasma de Stendhal decía un joven con botas y desnudo de cintura para arriba. ¿Y tú quién eres?, le pregunté. Soy el yonqui de la cerámica, el húsar de la cerámica y de la mierda, dijo. 14 Soñé que estaba soñando, habíamos perdido la revolución antes de hacerla y decidía volver a casa. Al intentar meterme en la cama encontraba a De Quincey durmiendo. Despierte, don
Tomás, le decía, ya va a amanecer, tiene que irse. (Como si De Quincey fuera un vampiro.) Pero nadie me escuchaba y volvía a salir a las calles oscuras de México DF. 15 Soñé que veía nacer y morir a Aloysius Bertrand el mismo día, casi sin intervalo de tiempo, como si los dos viviéramos dentro de un calendario de piedra perdido en el espacio. 16 Soñé que era un detective viejo y enfermo. Tan enfermo que literalmente me caía a pedazos. Iba tras las huellas de Gui Rosey. Caminaba por los barrios de un puerto que podía ser Marsella o no. Un viejo chino afable me conducía finalmente a un sótano. Esto es lo que queda de Rosey, decía. Un pequeño montón de cenizas. Tal como está, podría ser Li Po, le contestaba. 17 Soñé que era un detective viejo y enfermo y que buscaba gente perdida hace tiempo. A veces me miraba casualmente en un espejo y reconocía a Roberto Bolaño. 18 Soñé que Archibald McLeish lloraba –apenas tres lágrimas– en la terraza de un restaurante de Cape Cod. Era más de medianoche y pese a que yo no sabía cómo volver terminábamos bebiendo y brindando por el Indómito Nuevo Mundo. 19 Soñé con los Fiambres y las Playas Olvidadas.
20 Soñé que el cadáver volvía a la Tierra Prometida montado en una Legión de Toros Mecánicos. 21 Soñé que tenía catorce años y que era el último ser humano del Hemisferio Sur que leía a los hermanos Goncourt. 22 Soñé que encontraba a Gabriela Mistral en una aldea africana. Había adelgazado un poco y adquirido la costumbre de dormir sentada en el suelo con la cabeza sobre las rodillas. Hasta los mosquitos parecían conocerla. 23 Soñé que volvía de África en un autobús lleno de animales muertos. En una frontera cualquiera aparecía un veterinario sin rostro. Su cara era como un gas, pero yo sabía quién era. 24 Soñé que Philip K. Dick paseaba por la Estación Nuclear de Civitavecchia. 25 Soñé que Arquíloco atravesaba un desierto de huesos humanos. Se daba ánimos a sí mismo: “Vamos, Arquíloco, no desfallezcas, adelante, adelante”. 26 Soñé que tenía quince años y que iba a la casa de Nicanor Parra a despedirme. Lo encontraba de pie, apoyado en una pared negra. ¿Adónde vas, Bolaño?, decía. Lejos del Hemisferio Sur, le contestaba. 27 Soñé que tenía quince años y que,
22 I EL RELATO en efecto, me marchaba del Hemisferio Sur. Al meter en mi mochila el único libro que tenía (Trilce, de Vallejo), éste se quemaba. Eran las siete de la tarde y yo arrojaba mi mochila chamuscada por la ventana. 28 Soñé que tenía dieciséis y que Martín Adán me daba clases de piano. Los dedos del viejo, largos como los del Fantástico Hombre de Goma, se hundían en el suelo y tecleaban sobre una cadena de volcanes subterráneos. 29 Soñé que traducía a Virgilio con una piedra. Yo estaba desnudo sobre una gran losa de basalto y el sol, como decían los pilotos de caza, flotaba peligrosamente a las 5. 30 Soñé que estaba muriéndome en un patio africano y que un poeta llamado Paulin Joachim me hablaba en francés (sólo entendía fragmentos como “el consuelo”, “el tiempo”, “los años que vendrán”) mientras un mono ahorcado se balanceaba de la rama de un árbol.
Al destaparlos descubría que estaban muertos y mordiéndome los labios hasta hacerme sangre volvía a los caminos vecinales. 33 Soñé que Anacreonte construía su castillo en la cima de una colina pelada y luego lo destruía. 34 Soñé que era un detective latinoamericano muy viejo. Vivía en Nueva York y Mark Twain me contrataba para salvarle la vida a alguien que no tenía rostro. Va a ser un caso condenadamente difícil, señor Twain, le decía. 35 Soñé que me enamoraba de Alice Sheldon. Ella no me quería. Así que intentaba hacerme matar en tres continentes. Pasaban los años. Por fin, cuando ya era muy viejo, ella aparecía por el otro extremo del Paseo Marítimo de Nueva York y mediante señas (como las que hacían en los portaaviones para que los pilotos aterrizaran) me decía que siempre me había querido. 36 Soñé que hacía un 69 con Anaïs Nin sobre una enorme losa de basalto.
31 Soñé que la tierra se acababa. Y que el único ser humano que contemplaba el final era Franz Kafka. En el cielo los Titanes luchaban a muerte. Desde un asiento de hierro forjado del parque de Nueva York veía arder el mundo.
37 Soñé que follaba con Carson McCullers en una habitación en penumbras en la primavera de 1981. Y los dos nos sentíamos irracionalmente felices.
32 Soñé que estaba soñando y que volvía a mi casa demasiado tarde. En mi cama encontraba a Mario de Sá-Carneiro durmiendo con mi primer amor.
38 Soñé que volvía a mi viejo Liceo y que Alphonse Daudet era mi profesor de francés. Algo imperceptible nos indicaba que estábamos soñando. Daudet miraba
a cada rato por la ventana y fumaba la pipa de Tartarín. 39 Soñé que me quedaba dormido mientras mis compañeros de Liceo intentaban liberar a Robert Desnos del campo de concentración de Terezin. Cuando despertaba una voz me ordenaba que me pusiera en movimiento. Rápido, Bolaño, rápido, no hay tiempo que perder. Al llegar sólo encontraba a un viejo detective escarbando en las ruinas humeantes del asalto. 40 Soñé que una tormenta de números fantasmales era lo único que quedaba de los seres humanos tres mil millones de años después de que la Tierra hubiera dejado de existir. 41 Soñé que estaba soñando y que en los túneles de los sueños encontraba el sueño de Roque Dalton: el sueño de los valientes que murieron por una quimera de mierda. 42 Soñé que tenía dieciocho años y que veía a mi mejor amigo de entonces, que también tenía dieciocho, haciendo el amor con Walt Whitman. Lo hacían en un sillón, contemplando el atardecer borrascoso de Civitavecchia. 43 Soñé que estaba preso y que Boecio era mi compañero de celda. Mira, Bolaño, decía extendiendo la mano y la pluma en la semioscuridad: ¡no tiemblan!, ¡no tiemblan! (Después de un rato, añadía con voz tranquila: pero temblarán
cuando reconozcan al cabrón de Teodorico.) 44 Soñé que traducía al Marqués de Sade a golpes de hacha. Me había vuelto loco y vivía en un bosque. 45 Soñé que Pascal hablaba del miedo con palabras cristalinas en una taberna de Civitavecchia: “Los milagros no sirven para convertir sino para condenar”, decía. 46 Soñé que era un viejo detective latinoamericano y que una Fundación misteriosa me encargaba encontrar las actas de defunción de los Sudacas Voladores. Viajaba por todo el mundo: hospitales, campos de batalla, pulquerías, escuelas abandonadas. 47 Soñé que Baudelaire hacía el amor con una sombra en una habitación donde se había cometido un crimen. Pero a Baudelaire no le importaba. Siempre es lo mismo, decía.
50 Soñé que después de la tormenta un escritor ruso y también sus amigos franceses optaban por la felicidad. Sin preguntar ni pedir nada. Como quien se derrumba sin sentido sobre su alfombra favorita. 51 Soñé que los soñadores habían ido a la guerra florida. Nadie había regresado. En los tablones de cuarteles olvidados en las montañas alcancé a leer algunos nombres. Desde un lugar remoto una voz transmitía una y otra vez las consignas por las que ellos se habían condenado. 52 Soñé que el viento movía el letrero gastado de una taberna. En el interior James Mathew Barrie jugaba a los dados con cinco caballeros amenazantes.
53 Soñé que volvía a los caminos, pero esta vez ya no tenía quince años sino más de cuarenta. Sólo poseía un libro, que llevaba en mi pequeña mochila. De pronto, mientras iba caminando, el libro comenzaba a arder. Amanecía y casi 48 Soñé que una adolescente de dieno pasaban coches. Mientras arrojaba ciséis años entraba en el túnel de los la mochila chamuscada en una acequia sueños y nos despertaba con dos tipos de sentí que la espalda me escocía como si vara. La niña vivía en un manicomio y tuviera alas. poco a poco se iba volviendo más loca. 54 Soñé que los caminos de África esta49 Soñé que en las diligencias que enban llenos de gambusinos, bandeirantes, traban y salían de Civitavecchia veía el sumulistas. rostro de Marcel Schwob. La visión era fugaz. Un rostro casi translúcido, con los 55 Soñé que nadie muere la víspera. ojos cansados, apretado de felicidad y de dolor. 56 Soñé que un hombre volvía la vista
atrás sobre el paisaje anamórfico de los sueños y que su mirada era dura como el acero pero igual se fragmentaba en múltiples miradas cada vez más inocentes, cada vez más desvalidas. 57 Soñé que Georges Perec tenía tres años y lloraba desconsoladamente. Yo intentaba calmarlo. Lo tomaba en brazos, le compraba golosinas, libros para pintar. Luego nos íbamos al Paseo Marítimo de Nueva York y mientras él jugaba en el tobogán yo me decía a mí mismo: no sirvo para nada, pero serviré para cuidarte, nadie te hará daño, nadie intentará matarte. Después se ponía a llover y volvíamos tranquilamente a casa. ¿Pero dónde estaba nuestra casa?
> GIORGIO DE CHIRICO • The two masks (1926)
24 I EL CUADRO
26 I CAPTURAS
NOS CALZAMOS NUESTRO MEJOR TRAJE DE BAÑO Y BOYAMOS POR LOS PESADILLESCOS PASILLOS DE INTERNET, DONDE PESCAMOS ESTAS CAPTURAS -UNA APP, DOS PINTORESCAS PÁGINAS WEB Y UN INSTAGRAMEN MODO “LA VIDA ES SUEÑO”. Dicen que volar es, por excelencia, uno de los sueños más comunes en la población mundial: pues bien, para aquellos que quieran continuar con la agradable sensación de levitar una vez despiertos, recomendamos seguir a Adam Senatori (@adamsenatori) en Instagram. Este piloto gringo se dedica a retratar fabulosos paisajes aéreos desde ángulos loquísimos, generando una fuente inagotable de material para las fantasías de vuelo más descabelladas.
Si las colecciones de los museos no alcanzan a saciar su apetito artístico, la plataforma Artsy.net ofrece una completísima enciclopedia que reúne obras de todos los rincones del mundo: se trata, sin lugar a dudas, de la mayor base de datos en materia de arte contemporáneo. Además, cuenta con una particular y ambiciosa tecnología que permite vincular diferentes piezas según sus características. Cada elemento de este volquete de información cultural puede ser guardado, compartido y, en algunos casos, adquirido.
Bienvenidos a la utópica ciudad del artista Wim Delvoye (wimdelvoye.be), donde cada edificio simboliza una de sus exposiciones. Este excéntrico belga, célebre por su “neoconceptualismo” –fórmula que combina lo grotesco con lo atractivo en idénticas dosis–, protagonizó en los últimos años un sinfín de escándalos, especialmente tras que su proyecto de tatuajes porcinos fuera declarado ilegal, valiéndole un exilio en China.
A grosso modo, se estima que 23 años de nuestra vida transcurren mientras dormimos. Dream:On es una aplicación que propone a las marmotas más empedernidas aprovechar el tiempo entre las sábanas y convertirse en partícipes activos de su vida onírica. ¿Cómo lo hace? En el momento exacto en el que el usuario empieza a cabecear, esta curiosa herramienta reproduce una pieza musical que condiciona el contenido del sueño –ejemplo: si el durmiente eligió una balada, soñará con un romance a la luz de la luna–. Se trata de una poderosa herramienta que anticipa un futuro de sueños on demand.
Cadáver exquisito de André Breton
28 I MANUSCRITO: ANDRÉ BRETON
MERCI BEAUCOUP: ROGELIO POLESELLO I 29
LA COLUMNA I 31
LA CELEBRACIÓN Alec Oxenford, presidente de arteBA, nos cuenta en primera persona los entretelones de la feria que es pura celebración. En su edición número 24, contará con la presencia de 81 galerías de 17 países diferentes. No es un secreto que arteBA se ha establecido, año tras año, como una de las ferias más importantes de la región y una de las tres ferias de arte internacionales más concurridas del mundo. En esta edición proponemos orquestar nuevamente una celebración del arte contemporáneo codo a codo con galeristas, curadores, coleccionistas, artistas, compradores y visitantes –asiduos o debutantes–.
ILUSTRACIÓN: HUGO HORITA
Para nuestra vigésimo cuarta edición, estimamos que más de 100.000 personas disfrutarán de una enorme variedad de obras y artistas expuestos en las galerías que nos acompañan. Además, podemos ostentar un nuevo récord: más de un cuarto de las 81 galerías participantes estarán en la feria por primera vez. Como si eso fuera poco, ¡17! países extranjeros serán representados: Alemania, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, España, Estados Unidos, Francia, Holanda, Italia, México, Perú, Puerto Rico, Portugal, Suiza, Uruguay y Venezuela. Es importante remarcar que todas las galerías de esta edición de arteBA fueron elegidas por los comités de selección o invitadas especialmente por los curadores. Cada una de ellas forma parte de las diferentes secciones según su perfil. Hay una gran variedad de propuestas que van desde la Sección Principal, Special Projects Patio Bullrich y Cabinet, pasando por U- TURN Project Rooms by Mercedes-Benz y Solo Show Zurich, hasta Photobooth CITI y Barrio Joven Chandon.
Desde sus comienzos, la Fundación arteBA ha sido exitosa en su apoyo y difusión de la producción artística argentina y latinoamericana. Tratándose de uno de los principales eventos culturales del país, la feria debe imponerse objetivos cada vez más ambiciosos, como acercarse al público nuevo y a los jóvenes. En nuestro afán por difundir el arte contemporáneo y, a la vez, familiarizar a los espectadores con sus lenguajes, hemos dotado a esta edición con un perfil marcadamente participativo: habrá más performances que nunca, especialmente dentro de Dixit Axion, Isla de Ediciones y en el Open Forum que seguirá siendo como todos los años de entrada libre y gratuita y con acceso independiente al de la feria. En similitud a la consigna “onírica” de este número de Galera, los debates centrales del Open Forum girarán en torno a la herencia del psicoanálisis en el arte gracias al aporte del coordinador de esta edición, el colombiano Inti Guerrero. Tanto a los que ya la conocen como a los nuevos visitantes, a los que buscan hacer adquisiciones o los que van para seguir aprendiendo, arteBA les abre sus puertas con lo más destacado del arte contemporáneo dentro de un espacio de celebración, creación y reflexión que, año tras año, sigue iluminando los pabellones de La Rural y fortaleciendo la escena artística argentina.
32 I ÁRBOL GENEALÓGICO
9 PELÍCULAS ONÍRICAS
LA FRASE: MARILYN MONROE I 33
“OJALÁ QUE LA ESPERA NO DESGASTE MIS SUEÑOS”.
34 I VISIONARIA: LEONORA CARRINGTON
Inglesa de nacimiento, pero mexicana de adopción. Surrealista de la mano del pintor alemán Max Ernst, quien la apellidó “desposada del viento”. Habitué de Les Deux Magots, adonde confraternizó con Miró, Breton, Picasso, Dalí… Dueña de una pluma onírica y de un pincel soñador, ¡cómo escribía, cómo pintaba! Antifascista avant la lettre, denunció a Hitler, Mussolini y Franco. Cuando el régimen de Vichy encarceló a su amor, huyó a España y su desequilibrio psíquico la confinó en un loquero de Santander, experiencia que la marcó a fuego. En 1941, con apenas 24 años, escapó del manicomio hacia Lisboa y se refugió en la Embajada de México. Allí conoció al escritor Renato Leduc, que la ayudó a instalarse en el DF. El divino cocodrilo que ilustra estas páginas es una escultura del Paseo de la Reforma de esa ciudad. “Mala mañana la de ese 26 de mayo de 2011 en la que murió de neumonía en el Hospital Inglés”, escribió su amiga Elena Poniatowska, que la retrató en la insoslayable novela Leonora, que recoge décadas de largas, tenues conversaciones.
LARISA ZMUD MIGUEL MITLAG & NATALIA SLY
DE LA GALERA I 37
¿Cuál es vuestro estado mental más
N: Una forma de mirar y contemplar el
¿Cuál es su pesadilla más recurrente?
frecuente?
mundo, intercambiando experiencias e ideas
L: Creo que no tengo una o al menos tengo la
L: Entusiasta y quizás demasiado obsesiva.
creativas con otras personas. Es enriquecer la
fortuna de no recordarla justo ahora.
M: Apatía.
experiencia de uno a través de la mirada del
M: Andar en moto.
N: El de ensueño.
otro.
N: Perder la memoria y/o no ver.
¿Qué obra de arte robarían?
¿Qué proyecto los tiene entusiasmadísimos?
¿Cómo les gustaría morir?
L: No robaría, pero, si pudiera, compraría
L: ¡Siempre la próxima Composition me tiene
L: Como mi abuelo: amada, sabia y agradecida.
Organ, de Anish Kapoor, The Dessert:
entusiasmadísima!
M: Durmiendo la siesta.
Harmony in Red (The Red Room), de Matisse,
M: Hacer un DJ mix mensual durante 2015.
N: Sin darme cuenta.
y Amor y Venus, de Lucas Cranach.
N: La próxima Composition #23 y arteBA. ¿Cuál es su vestimenta predilecta para
M: Un pebete de la estación de subte. N: Debería decir que no robaría una obra de
¿Cuál es vuestra mayor extravagancia?
dormir?
arte, pero bueno… Los embajadores, de Hans
L: Guardar mi colección de esmaltes de uñas
L: Pijama de hombre en invierno; musculosa
Holbein el Joven.
en un tupper en la heladera.
blanca y bombacha en verano.
M: No tengo.
M: Camiseta, calzoncillo largo y medias.
N: Chuparme el dedo.
N: Alguna remera de Ale.
L: Sonriendo.
¿En qué taller se meterían?
¿Qué los inspira?
M: Irse al desierto.
L: En el que compartieron Paul Gauguin y
L: El mar.
N: Soñando en mi cama, durmiendo con mi
Van Gogh en Arles.
M: El arte.
marido.
M: En Berlín, la ciudad donde vivo, hay
N: Los artistas de SlyZmud.
¿Cuál es el modo más sublime y discreto de esfumarse?
varios artistas trabajando en talleres muy ¿Cómo definirían el arte?
interesantes. Todavía no decidí en cuál
Si fueran magos, ¿qué sacarían de la galera?
L: No creo poder definir de un solo modo el
meterme.
L: ¡Tiempo! Y a mi abuelo, para llevarlo en un
arte ya que considero que se define y redefine
N: En el de Rothko.
viaje en barco por el Mediterráneo.
según su contexto. Si hay algo que me animo
M: Ranas.
a decir es que “el arte” no es algo estable y
N: Metros cuadrados para hacer proyectos
definitivo sino más bien plástico.
ENORMES.
M: Como un laboratorio de pruebas. FONDO: DETALLE DE LLENAR CON ALGO LA LLANURA, DE GABRIEL BAGGIO.
OFICIOS: TASADOR I 39
LA MEJOR OFERTA Los ojos de Daniel Miranda son infalibles. Autodefinido como una mezcla de anticuario, decorador y tasador, este hombre lleva tres décadas examinando, guante en mano, piezas de arte, objetos decorativos y muebles para una clientela de lo más variopinta. Texto: Delfina Campos Fotos: Anita Bugni
¿Cómo se aprende a ser tasador? Más allá de la educación formal que uno pueda recibir, lo más importante es la práctica: hacer, hacer, hacer, viajar, viajar, viajar, museos, museos, museos.
lo suficiente; entonces, todo se realiza con la ayuda de particulares y asociaciones de amigos. El Bellas Artes, por ejemplo, muestra sólo el veinte por ciento de su colección: el resto está en depósito. ¡Debería ser un museo al menos cuatro veces más grande!
Hablando de museos, ¿cuál es tu opinión acerca de los nacionales?
¿Qué determina el valor de las piezas en el mercado?
Tienen una gran dignidad: en Sudamérica no hay como los nuestros. El problema es que tienen muy poco presupuesto porque el Estado no se ocupa
Se trata de una tendencia que surge en Europa y a la que se acopla el resto del mundo. Por eso, intento viajar todos los años para mantenerme
al día con los valores, que suelen oscilar tanto como las modas. ¿Cuál es la situación actual del mercado argentino? Es un “mercadito”. Acá todo llega tarde y se va tarde: por ejemplo, el minimalismo, que tanto se sigue usando acá, en el resto del mundo ya fue. Hay un regreso a una estética cargada con colores vibrantes, pero va a ser difícil que pegue acá porque los argentinos somos bastante pacatos y conservadores.
40 I OFICIOS: TASADOR ¿De dónde provienen las mejores colecciones del país? Entre los años 1880 y 1930, las familias patricias compraban de todo en el viejo continente. Hubo algunos que tuvieron visión y adquirieron cuadros impresionistas a sumas irrisorias: ése fue el caso de la colección Santamarina. De todas formas, en el país no hay colecciones muy espectaculares o antiguas.
Quedan pocos coleccionistas... Cada vez menos. ¡Con un colega estamos preocupados porque los clientes se van muriendo! Casi no existen los coleccionistas jóvenes, porque hubo una tendencia mundial a desacreditar lo antiguo en pos de una estética moderna.
En tu oficio, ¿cuán frecuente es toparse con falsificaciones? Sucede todo el tiempo. Hay algunas que son tan buenas que incluso tienen cierto valor; sin embargo, muchas veces sus dueños no saben que se trata de imitaciones. Una vez, una mujer me llamó para que tasase una colección personal de cuadros supuestamente invaluables. Al llegar, me encontré con un salón enorme con pinturas que no valían nada, falsificaciones de grandes maestros que parecían hechas por una estudiante de bellas artes. La dueña de esta colección resultó ser ciega y, básicamente, la habían estafado durante años. No pude darle la mala noticia. Le dije que no era mi especialización y me fui. También hay personas que guardan un objeto durante
años creyendo que es una reliquia y, cuando deciden venderlo, resulta no valer nada. Me han acusado de estafador en esos casos: creen que les miento para comprárselos a menor precio. Jamás compro lo que taso; de esta manera, evito que los clientes piensen que me estoy aprovechando de ellos.
¿Qué factores definen el valor de una pieza de arte? Hay muchísimos, pero principalmente me concentro en la calidad de la hechura, la antigüedad, la rareza, el prestigio de su autor y la presencia o ausencia de su firma.
¿Cuáles son los objetos más difíciles de tasar? Los tejidos, que se deterioran muy fácilmente, y la pintura muy antigua, como la de los maestros de los siglos XIII, XIV y XV. Me siento cómodo tasando una gran variedad de cosas pero hay algunas excepciones, como los libros y las armas. En esos casos, acudo a un especialista.
Tu trabajo requiere una gran minuciosidad. ¿Reconocés en vos algún rasgo obsesivo? Me volví un obsesivo del orden. Los objetos deben estar limpísimos para ser analizados; de lo contrario, una firma puede pasar desapercibida. Trabajo con guantes y trapos para no ensuciarme. En los grandes museos, a los aprendices primero se los hace limpiar para aprender a fijar la visión y mirar bien el detalle.
42 I VIK MUNIZ EN EL HOTEL DE INMIGRANTES
La Universidad Tres de Febrero revistió los pasillos del Hotel de Inmigrantes con 95 obras del brasileño Vik Muniz. El fantasmagórico edificio, sede del Centro de Arte Contemporáneo de MUNTREF, mantendrá sus puertas abiertas de forma libre y gratuita hasta el cierre de la exposición, el 14 de septiembre. Se trata de la primera muestra retrospectiva del artista en suelo argentino. Al cruzárnoslo en la inauguración nos dijo, sin tupé: “Dicen los que saben que una imagen es algo simple, tienen que venir aquí para confirmar lo contrario”. 1. Nube nube, Manhattan (2002) 2. Atlas Carlão (2008). 3. Mona Lisa doble (1999). 4. Fósil (1998). 5. Che, a la manera de Alberto Korda (2000). 6. Representaciones de la memoria: Beso en Times Square (1988/1995). 7. El jardín de las delicias, a la manera de H. Bosch (2008).
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44 I TOP CINCO RESIDENTE
1 ARTE
2 CINE
3 MODA
Durante esta edición de arteBA, pasen por la sección Barrio Joven Chandon para disfrutar de Time, una instalación multimedia de Martín Sastre los hará reflexionar acerca de nuestra relación con el arte y el tiempo.
En junio, llega a los cines Su realidad, de Mariano Galperín, un largometraje realizado durante la gira de Daniel Melingo por Europa con toques de comedia picaresca y una banda sonora imperdible.
En ocasión del Día del Padre, Topper y Bolivia unieron fuerzas para crear una colección de tamangos que, con sus aliques, parches y escudos, tiene una estética que fusiona lo militar con el lejano oeste.
4 ESPECTÁCULO
5 NOCTURNO
En junio, la principal compañía de artes escénicas chinas, Shen Yun Performing Arts, desembarcará en el Teatro Ópera para presentar El rey mono, un cautivante show que busca revivir la cultura tradicional de ese país.
Pony Line Bar de Four Seasons Hotel incorporó al experimentado sommelier David Sequeira como Headbartender; además, en su renovado menú anticipa las tendencias internacionales en bebidas espirituosas y vinos.
PRODE I 45
ELISA INSUA PRODE GALERA #72 L
E
V
TÉMPERA
ACUARELA
BICICLETA
PATINES
PIJAMA
CAMISÓN
RAVIOLES
ÑOQUIS
MONET
MANET
DUCHA
BAÑADERA
ORIENTE
OCCIDENTE
TACOS
CHATITAS
SUAVE
FUERTE
CHISME
SECRETO
!
46 I PATADAS DE CHANCHO
¡A LA CAMITA! E
n las orillas de La Perla del Atlántico, el MAR (Museo de Arte Contemporáneo de Buenos Aires) continúa sorprendiendo a vecinos y forasteros con El museo de los mundos imaginarios, una exposición que indaga en las utopías, la voluntad de exploración y la aventura de la creación a través de seres fabulosos, espacios imposibles e instalaciones quiméricas. El objetivo: expandir los horizontes mentales de los visitantes mediante estímulos que están a medio camino entre lo onírico y lo real.
L
a Pascua es la festividad más importante en el calendario de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Cuenta la historia que, en ocasión de esa fecha, el zar Alejandro III encargó al joyero Carl Fabergé la manufactura del huevo más fastuoso del imperio para regalar a su mujer, María Fiódorovna. La emperatriz quedó tan fascinada con la maestría del artesano que ordenó la confección de un ejemplar nuevo por año. Fabergé llegó a realizar ¡69! huevos de pascua: todos tenían un diseño único y estaban hechos con una impactante combinación de metales y piedras preciosas. Dicen que, en el interior de cada uno de ellos, había una sorpresa distinta; sin embargo, jamás se supo cuáles eran.
N
os calzamos las calzas metalizadas y rociamos nuestra peluca con spray para escribir en nuestra página de Facebook: “Nada más ochentoso que: ¿...?”. Aquí, algunas de las respuestas: 1) Pantalones nevados; 2) Glam Metal; 3) Flashdance; 4) Hombreras; 5) Joyería 100% de plástico; 6) Cassettes; 7) Emilio Disi; 8) Los raros peinados nuevos; 9) Jopo con una hebilla B+D; 10) Sillón con forro de plástico; 11) Alf; 12) Conjuntito deportivo de Sire; 13) Colores fluorescentes en ropa XS; 14) Volver al futuro; 15) Atari; 16) Las chicas de Olmedo; 17) Un trampolín.
E
n su libro La escritura del desastre, el escritor y crítico Maurice Blanchot declara: “Sin duda, escribir es renunciar a tomarse de la mano o a llamarse por nombres propios y, a la vez, no es renunciar sino anunciar lo ausente acogiéndolo sin reconocerlo –o bien, mediante las palabras en sus ausencias–, estar relacionado con lo no recordable, testigo de lo no probado, respondiendo no sólo al vacío en el sujeto sino al sujeto como vacío, su desaparición en la inminencia de una muerte que ya tuvo lugar fuera de todo lugar”.
DICEN LOS QUE SABEN QUE NO HAY NADA QUE NO MEJORE CON LA PRÁCTICA. DICEN LOS QUE SABEN QUE LO QUE DAS ES TUYO PARA SIEMPRE. DICEN LOS QUE SABEN QUE CUCHARITA CON LLUVIA MATA TODO. DICEN LOS QUE SABEN QUE LO MÁS OBVIO ES LO ÚLTIMO QUE SE ADVIERTE. DICEN LOS QUE SABEN QUE, SI RONCA, NO SUEÑA. DICEN LOS QUE SABEN QUE LA VERDADERA LIBERTAD ES NO TRABAJAR. DICEN LOS QUE SABEN QUE “KILIKILI” SIGNIFICA “AXILA” EN FILIPINO. DICEN LOS QUE SABEN QUE SOÑAR NO CUESTA NADA. DICEN LOS QUE SABEN QUE LAS COSAS SIMPLES COMPLICAN A LOS HOMBRES. DICEN LOS QUE SABEN QUE COMER QUESO PREVIENE LAS PESADILLAS. DICEN LOS QUE SABEN QUE EL VERDADERO NOMBRE DE JOEY RAMONE ES JEFFREY ROSS HYMAN. DICEN LOS QUE SABEN QUE ESTO NO ES UN DICEN LOS QUE SABEN. DICEN LOS QUE SABEN QUE DIMITRI MENDELEYEV INVENTÓ LA TABLA PERIÓDICA DURANTE UN SUEÑO.
MANTÉNGANSE ATENTOS A LO QUE DICEN LOS QUE SABEN.
48 I TRASTIENDA DE TAPA
Siguiendo, obedientes, los dictados de Borges (“soñar es la actividad estética más antigua”), creamos esta colección coral de sueños que nos fueron susurrados, apenas se despertaron, por galeristas, marqueros, artistas, críticos y curadores –entre otros protagonistas del amplísimo universo del arte– y que presentamos bajo el hashtag #AnocheSoñé. Nota bene: pueden leerla escuchando la canción “Ay cosita linda”, en versión del colombiano Pacho Galán.
JULIA CONVERTI
NICOLA COSTANTINO
Después de comer un Palito de la Selva me convertía en El león, de Martinat, y salía al galope por Buenos Aires en dirección a La Rural. En el camino pensaba “¿debería estar con corbata?”. Alguien me prestaba la suya y entraba en arteBA por el pabellón verde, como si viniera por el estacionamiento, y pensaba “pero si no vine en auto”. En un stand, Fernando Brizuela intentaba montarme, pero yo me movía demasiado, por lo que desistía. Entonces, salía por Sarmiento y Colombia, ya siendo Julia, y me iba de visita al zoológico.
Casas, siempre sueño con casas: chicas, grandes, que se derrumban o que las decoro. A veces son sueños lindos, a veces no. Una vez, la calle pasaba por adentro de mi casa, por donde corrían autos a toda velocidad. Tengo sueños recurrentes con casas que se incendian. Anoche soñé con una casa antigua, fue un sueño lindo. Una casa de una planta con piso granítico como el piso de la casa donde yo nací. Estaba con Aquiles, mi hijo, ¡por eso era un sueño lindo!
Gerente general de arteBA
NORA FISCH
Galerista, amante del arte –en especial, del que incomoda un poco–, el humor, la inteligencia y de su hija Lucy Nadaba junto a mi hermano y una amiga por canales de agua oscura: parecía Tigre, pero con agua plateada. El aire era espeso y gris, así como la vegetación, y la luz vespertina estaba apagándose. Era un paisaje monocromático, denso y silencioso. No sabíamos bien adonde íbamos, pero necesitábamos seguir y seguir nadando, la tierra firme no resultaba atractiva ni hospitalaria. En el paisaje plata y gris, el único toque de color eran los tatuajes en el brazo de mi hermano, que destellaban con fotoluminiscencia amarillo-verdosa y naranja, como “glow-in-the-dark”. Él me contaba que habían sido hechos con tintas extraídas de los peces de aguas profundas, aquellos con luminiscencia natural. Deep Fisch, yo pensaba.
NAHUEL VECINO Pintor, filósofo y detective privado Un conjunto de héroes cuidan, hieráticos, un gran portal. Debussy, Belerofonte, Ayax, Atahualpa Yupanqui y Kirchner (Ernst Ludwig). Aparece Francesco portando la bandera del redentor, me entrega un sable decorado con filigrana rusa y me dice que un ejército de creativos publicitarios viene a conquistar la ciudad. Luego me rodea un desfile de Coribante, Bacantes y Ménades llevando antorchas fulgurantes y bailando reggaetón. Unas negras desenfrenadas me obligan a bailar un ritmo nuevo. Muevo mi esqueleto torpemente, intentando que no descubran mi ignorancia en el campo de la danza. De pronto, hay un corte abrupto y aparezco caminando junto a mi hijo Elías. Nos perdemos por las calles misteriosas de Buenos Aires. De fondo suena algo así como “L’uccello magico”, de Nino Rota, o tal vez “Color esperanza”, de Diego Torres: no podría precisarlo.
Artista visual
FIONA WHITE
Directora Ejecutiva de la Asociación de Amigos del MNBA y ¡apasionada por el arte! Anoche soñé que volaba. Muchas veces sueño con volar, mis brazos abiertos o delante de mí, mientras me zambullo, planeo o hasta doy vueltas carnero. Disfruto mucho de la sensación de liviandad, de la libertad y la paz. Veo la ciudad chiquitita. A veces es de día, la mayoría de las veces es de noche; el paisaje lleno de lucecitas, de ventanas con historias. Soy curiosa, pispeo un alguna de las miles de vidas a mi alrededor. Siento el aire que cambia de frío a tibio, la brisa, el suave zumbido en los oídos. A veces, en el sueño me cuestiono y pienso que no puedo volar y debo estar soñando; igualmente, con toda la naturalidad, me pongo en puntas de pie y ahí voy. ¡Arriba, arriba! Cuando me despierto, pienso “¡qué lástima!”. Sin embargo, empiezo un brillante nuevo día, aunque con los pies bien en la tierra.
DOMITILA BEDEL Directora de la galería Machete (México) Anoche soñé que descubría a un enviado de la revista Monocle participando en peleas en el lodo al estilo Imperio Romano. Sumado a esto, competía en un programa de televisión usando un taparrabos de cobre. En los cortes del show salía una especie de títere gigante de Hugo Chávez que hacía una imitación de Hugo Chávez.
DIANA B. WECHSLER
Directora del Departamento de Arte y Cultura de la UNTREF Desde chica, cada vez que tengo fiebre sueño lo mismo. Camino por una calle donde unos rodillos chiquititos, como si fueran carretes de hilo, van rodando detrás de mí. De pronto, crecen y crecen. Cuando parece que los rodillos me van a aplastar, empiezo a correr, cada vez están más cerca y yo sigo escapando. De pronto, ¡puf! Salto al vacío y no hay nada.
IGNACIO LIPRANDI Galerista y músico
En los últimos años, tengo el sueño recurrente de estar andando en bicicleta –uno de mis medios de transporte habituales en Buenos Aires–, pero en este caso se trata de una bici altísima, altísima en serio, de 20 o 30 metros. Ando y ando por la ciudad con cierto vértigo y el constante temor a romperme la cabeza. Lo loco es que siempre desciendo de ella intacto. Espero que algún día alguien me explique su significado.
SOLANA MOLINA VIAMONTE
Curadora y co-directora de Móvil, espacio para experimentación de arte contemporáneo Estoy manejando un auto con un vidrio roto que se convierte repentinamente en una pintura abstracta, con algunas partes opacas y otras traslúcidas. Al rato, aparece otra obra en el lugar que ocupaba otro vidrio, hasta que el parabrisas y todas las ventanas son remplazadas por grandes pinturas en colores ocre, gris, verde y blanco. Algunas líneas tienen menos materia y dejan filtrar una luz tenue, como en hebras, que ilumina diminutas partículas de polvo. No manejo más, paro y me quedo quieta mirando ese paisaje.
DANIEL SBARRA
estaban ahí. Yo había ido especialmente para hacer una performance, pero antes de darme cuenta, había pasado mi turno y no quedaba nadie. Al momento siguiente, estaba en el patio de mi casa en Suárez y alguien había traído desde Australia dos tortugas gigantes. Ellas vivían juntas dentro de un mismo caparazón que tenía la parte superior agujereada y por ahí sacaban las cabezas. Además, el caparazón tenía dos pisos y sus habitantes se movían de arriba para abajo. La mejor parte era que podía ver todo su interior desde los agujeros cuadrangulares.
ORLY BENZACAR Directora de Ruth Benzacar Galería de Arte Debo enunciar que normalmente no recuerdo los sueños al despertarme. Sí, claramente, tengo la sensación de haber soñado, pero sólo me despierto con la certeza de haber tenido un buen o mal sueño. ¡Pero anoche me acordé! Estoy en Venecia con motivo de la Bienal y voy caminando muy concentrada buscando la obra performática de Ernesto Ballesteros. Mi angustia va en aumento porque no la encuentro, me voy preguntando cómo puede ser, si yo la había visto, me resulta inconcebible no poder dar con ella nuevamente. ¡No fue un buen sueño! Por suerte, la presencia no sólo de Ernesto Ballesteros sino también de Eduardo Basualdo y de Ana Gallardo en la Bienal ¡es extraordinaria! Un orgullo por nuestros artistas.
Guitarrista de Virus y marquero
ROBERTO EDUARDO MACCHIAVELLI
Estoy en una especie de desierto, el horizonte es cercano, pero está todo oscuro. Se abre un camino que está delimitado en sus costados por unas plantas todas negras, como si fueran de alquitrán. Al fondo se levanta un paredón alto de ladrillo que arriba de todo tiene la abertura de una ventana. Hay una escalera de cemento que llega hasta esa abertura y luego de un pequeño descanso vuelve a bajar, tal como una pintura surrealista. Mientras paseo por el camino hacia ese paredón, le enseño a las plantas a decir “SI” porque supuestamente algo iba a suceder en esa ventana y las plantas me ayudarían a escapar. “SI” significaba que tenía el camino libre para pasar, pero, por algún motivo, a las plantas no les salía la palabra “SI” y me decían “OKIUISI”. Luego de ver en la ventana una mano que levantaba un cuchillo, emprendí la retirada y todas, a coro, gritaban: “¡OKIUISI, OKIUISI!”.
Restaurador de obras de arte
MERCEDES AZPILICUETA Artista
Este sueño es del 9 de febrero del 2014 –llevo un registro de ellos y quería rescatarlo–. Estaba en la casa de unos artistas cerca de alguna playa argentina. Ana Gallardo, Vivian Ziherl y Fernando Sucari
Caminaba por un lugar lindero a un río, un sitio hermoso donde el pasto era muy verde y espeso. Sentía la brisa del viento, fresca, como acariciándome la cara. Esta rodeado de árboles añosos. En el lugar había mucho movimiento, tanto en el río como en las calles. Gente que caminaba alegremente, paseando, y pequeñas embarcaciones en el agua, cuyos reflejos eran las luces de una ciudad abierta de casas bajas. En el horizonte se podía ver siempre el cielo, mirase donde se mirase. En un momento, me sentaba en una pequeña barranca que era parte de un parque junto al río y en ese instante pasó un avión por encima de mí haciendo mucho ruido. Lo miraba alejarse. No sabía dónde estaba, pero me viene a la mente el placer que sentía al encontrarme ahí. Eran imágenes recurrentes, caminaba siempre por el mismo lugar. Éste es el sueño que más recuerdo puesto que luego de tenerlo me mudé a Tigre. Una tarde en la que disfrutaba, paseando a mis perros en una barranca, del pasto, el aire y el río, pasó un avión por encima de mi cabeza y los pelos se me erizaron. Me dio un escalofrío por todo el cuerpo y me di cuenta, en ese instante, de que me había mudado al mismo lugar del sueño.
52 I TRASTIENDA DE TAPA FABIÁN BURGOS
Artista plástico, pintor Nunca sueño o, si lo hago, cuando despierto no recuerdo nada. Sí me pasa, en ocasiones, que cuando no puedo dormir me hago un puré de valeriana y mi mente va entrando en una zona algodonada que termina siempre en pesadilla. Justamente, fue lo que me pasó anoche, aunque también me ocurrió algo notable: tuve un entrelazamiento de sueños. Siempre el inconsciente piensa en muchas cosas mezcladas; sin embargo, tener dos sueños bien definidos que se van alternando como en una trenza sólo me ha pasado dos veces. Ayer fue una. Mientras leía en la cama, después del puré, empecé a caer en ese abismo negro que provoca la resistencia a dormir porque quería terminar un párrafo; de golpe la oscuridad y, después, no sé cuándo, el sueño. Aparece caminando a lo lejos alguien vestido como corredor de automovilismo. Lo tengo cerca, veo su cara: es Nico Rosberg. Lo amo, es el piloto alemán mas simpático y talentoso de la Fórmula 1. En un correcto español me pide que lo acompañe a caminar por la calle. De a poco vamos entrando en un barrio de artistas plásticos súper modernos, algo indies; todos están trabajando al aire libre, son talentosos y están contentos. A continuación, entramos en un lugar cerrado, pero con el techo destruido como si hubiese pasado un tornado. Empiezo a sentir pánico, lo tironeo del brazo a Nico para que me saque de ahí, pero sólo me mira a los ojos y me dice “esos malditos coches rojos”, mientras me mete en otro sitio donde hay artistas haciendo más performances. Me quiero despertar y no puedo. Más o menos en tres tramos diferentes de este sueño se alternan imágenes de una habitación llena de muñecos con vida, como pequeños zombies que al verme empiezan a perseguirme con armas blancas. Los voy destruyendo con una silla que encuentro en el lugar y, cuando creo que no queda ninguno, abro la puerta y me sorprende una fila de 20 soldaditos de plomo que desde abajo me apuntan con sus pequeños rifles y a la orden de “fuego” me fusilan. Lo curioso es que esa no es la última imagen de la pesadilla. La que me despierta fue la cara rosada y blonda del simpático de Nico diciendo: “esos malditos coches rojos”.
GERMÁN FERRAREIS
Creador y presidente de Neocargo, servicios aduaneros He tenido un sueño recurrente que modificó mis días en alguna medida, como si por las noches procesara mis deseos diurnos. Estoy en una escalera en espiral, cuyo fin o principio no es visible. A su alrededor hay una colección de obras de arte: pinturas, esculturas y todo tipo de maravillas de la contemporaneidad. Noche a noche aparecen personas que admiran estas piezas. Son artistas, jóvenes y niños que, con movimientos sutiles, van construyendo y reconstruyendo el arte que los envuelve como una visión sobre su importancia social.
FRANCISCA MANCINI Asesora de arte y curadora Me encanta soñar, siempre me gustó. A veces siento que la paso tan bien, que no descanso como debería. Siempre fui muy imaginativa. De chica, estaba convencida de que podía elegir mis sueños y decidía antes de ir a dormir con qué iba a soñar esa noche. Una vez me pasó de querer soñar con Mickey Mouse y esa noche soñé con él. Me desperté al día siguiente sintiéndome la más cool del mundo. ¡Podía controlar mis sueños! Años después, en mi terapia freudiana, descubrí que no era así… pero el recuerdo de esa mañana quedó conmigo para siempre. Casi nunca tengo pesadillas. Por lo general, mis sueños son “action-packed”: pasa de todo. Ayer, por ejemplo, Anjelica Huston y yo –vestidas en seda de pies a cabeza– éramos un equipo-comando de elite que teníamos la misión de desenmascarar un complot que nos prohibía ir a la guerra porque querían proteger a un general que era el hijo de un amigo del presidente.
NOELLE DE RIDDER
Restauradora, paisajista, guía turística de Roma y, lo más agotador de todo, ser mujer de y madre Después de un viaje largo y cansador en auto, llego a un pueblo en Italia donde al día siguiente se inaugurará la muestra de Matisse. Yo llevo una “vetrina con una casulla” dibujada por él. Apenas bajo del auto meto los pies en un charco. Enseguida, una anfitriona me presta sus sandalias de taco que tienen una serpiente que sube hasta las rodillas. Qué look nada que ver, pensé. Obligada, llego al portón de entrada cargando la vetrina y tratando de mantener el equilibrio sobre los tacos. Mando a llamar al curador, Arnold. Aparece agitado, con expresión de estar concentrado y enfurruñado, pero al verme queda maravillado. Apoyo la vetrina y él se fija en las sandalias y dice: “¡Belle! ¡Complimenti!”, lo que me sorprende: el alemán tiene una vida oculta. A continuación, me cruzo en las escaleras con Jules, el experto, que tiene puesto un blazer tipo cosaco de barracán, género que reconozco en un segundo y le digo: “¡Bello! ¡Complimenti!”. Me mira sorprendido, con rostro complacido y calculador. Despertador.
PAOLA VEGA Artista
Estoy caminando por una callecita empedrada y muy angosta. Es luminosa, con paredes blancas y tiene algunos balcones con flores y plantas. De pronto, empiezo a correr, pero corro despacio. Siento que estoy en París por sus olores, sus cafés y colores. Sigo corriendo y el paisaje cambia. Si bien continúo dentro de una callecita, ya no es el mismo lugar, pero estoy segura de que es Viena. Me sorprendo de lo feliz que me siento, tengo la sensación de flotar. Vale aclarar que no conozco Viena y jamás vi fotos de ese lugar.
54 I MARIDAJE
LA RUTA DE EL ESTECO En el laberinto gastronómico de Masticar, Agustina de Alba se propuso utilizar toda su sapiencia –que le valió el título de mejor sommelier del país– para guiar a los glotones que saben deleitarse con un buen vino. Fue así como elaboró una propuesta de maridaje con etiquetas de Bodega El Esteco para realzar el placer de degustar cinco platazos.
CEPAS
RESTAURANTES
MARIDAJE
El Esteco Malbec
Tegui
Merluza ahumada con hongos de pino.
Ciclos Sauvignon Blanc
Astor
Jabalí prensado con puré de cabutia, cebolla colorada y chiles.
Serie Fincas Notables Cabernet Sauvignon
Pura Tierra
Esferas fritas de ciervo de Madariaga, hongos de pino y trigo mote braseadas lento, con alioli de ají panka.
El Esteco Malbec
Sucre
Croquetas de morcilla casera con panceta ahumada.
Ciclos Torrontés
La Mar
Cebiche carretillero preparado a base de pesca del día, canchita y leche de tigre blanca.
ARAFUE I 55
MARTÍN KOVENSKY ARTISTA Y HABITANTE DE LA CUMBRE Cuando viajo 800 kilómetros desde mi Buenos Aires natal llego a mi casa, que tiene un entorno urbano semejante a la zona norte del gran BA. Entonces, me pregunto para qué viajé tanto… La respuesta la encuentro al entender algunas cosas: que la escala urbana es pequeña y el paisaje, natural. Otra cuestión es más sutil y tiene que ver con sentir un enorme desplazamiento temporal. Como si de alguna forma volviera al barrio de Olivos, donde a fines de los 60 vivía mi padre. Y, claro, además hay cerros, aire transparente, jardines soñados, calles misteriosas, una arquitectura imponente y armónica, buena gastronomía, arte, bicicletas, parapentes y siestas perfectas. Acá hay una historia sorprendente en un entorno natural muy hermoso. Habita este lugar una comunidad diversa, bastante amable, con aires cosmopolitas y exóticos, con un marcado sello de la cultura británica, pero mezclado con la población local, con su aire de provincia, de tradición serrana y sus toques de campo, de gauchos y caballos. Hace diez años nos vinimos a vivir aquí con Ana Gilligan, criamos a nuestros hijos y desarrollamos nuestra vida de artistas. Tenemos una espacio de arte, Júpiter, y desde esa nave interactuamos con la comunidad y con otras escenas. Estamos muy agradecidos.
FOTO Y ESTILISMO: VICTORIA SÁNCHEZ ASISTENTE DE FOTOGRAFÍA: MILA WETZLER DIRECCIÓN DE ARTE: SEBASTIÁN SABAS PELO: ZACARÍAS PARA ESTUDIO H MAQUILLAJE: SOL CARRERAS
SEÑORAS GALERA: GLORIA CÉSAR I 57
CARNAVALESCA
Con Victoria Sánchez (Malibustylist) detrás de la lente, tomamos el té chez las mujeres más carismáticas de la ciudad y las honramos con esta brutal sección. Bienvenidos al mundo de Gloria César, ambientadora de eventos y médica frustrada que se autodefine como una “vieja copada”. Para la ocasión se emperifolló, desató su melena blanca y, con la jocosidad que la caracteriza, charloteó de todo. Texto: Delfina Campos
LA FIESTA INOLVIDABLE Al estilo de la película de Peter Sellers, me divierten las celebraciones en las que no faltan el disparate, la soltura y el desparpajo. Imagino a todos los invitados haciendo lo que se les antoja, bailando y matándose de risa. Visualizo un carnaval, pero no el sentido obvio del término: me refiero al verdadero carnaval, con gente disfrazada ¡como en las fiestas de Galera! Me gusta que la gente se ponga encima lo que se le dé la gana. Las fiestas que no son así son un cache. En Argentina no existe la cultura de gastar en fiestas; por eso, dejé de soñar con la ambientación ideal. De todas formas, si doy rienda suelta a mi imaginación, veo un bosque silvestre cerca de un río. Los árboles están lleno de lucecitas y velas colgantes y en el piso hay colchones y almohadones. Habría hombres tocando la guitarra y gente vestida en estilo prerrafaelita. No imagino una pista de baile: los que bailan, que bailen. ¡Mucho alcohol y mucha música! Por supuesto, no debería hacer calor o frío excesivos ni tampoco haber humedad. Todo sería muy natural, con algunas fogatas prendidas aquí y allá. En este momento de mi vida, nada de lo pomposo me atrae.
BREBAJES Decidí que el alcohol no me hacía muy bien tras caerme arriba de Ana María Picchio en la fiesta de casamiento de Esmeralda Mitre. Dije “¡bueno, basta!”. Ahora no tomo más, es un opio. Cambié el alcohol por el agua con gas; también era adicta a la Coca-Co-
la hasta hace un mes. No soy gourmet con el alcohol sino glotona: me gustan todas las bebidas alcohólicas menos el whisky. ¡Lo que venga! Eso sí: que lo sirvan con edulcorante.
BELLEZA La palabra “belleza” me parece horrible. Creo que es una construcción subjetiva colectiva, de una época, una clase, una cultura. Sin embargo, hay cánones de belleza, como la armonía, el color, la proporción o el sentido. A mí, la belleza me recuerda a Venecia, los caminitos departamentales de Francia, la Catedral de Chartres, las Cataratas del Iguazú, la selva amazónica, un koala, Río de Janeiro, John Galliano –Dior, mejor dicho–, El nacimiento de Venus y La primavera de Botticcelli, los Hamptons, los Treetops kenianos, los atardeceres patagónicos. Me la paso mirando cosas bellas.
HOGAR No pude armar uno propio, me resulta medio conflictivo. Soy bastante solitaria y, si bien me considero familiera, mantengo mi independencia. Lo más importante para construir algo así es la paciencia, la comprensión y el trabajo permanente. Decidí poner ese esfuerzo en otras áreas de mi vida. Siempre cuidé mucho a mis hijos. Tuvieron una casa y una madre, pero no un hogar en el sentido estricto de la palabra, que implica que la familia se reúna alrededor del fuego. No supe hacerlo, no vino en los genes. Adoro a mi familia, pero me aburre el concepto de hogar.
58 I SEÑORAS GALERA: GLORIA CÉSAR HUMOR ¡Lo más importante de la vida! Hugo Arias, Eduardo Ayerza: ellos tenían un gran sentido del humor, nos hacían reír. El humor y la amistad te salvan del desastre; uno puede incluso reírse de algo trágico. También es verdad que los más graciosos mueren jóvenes porque su dolor pasa por otro lado: Olmedo, Tato Bores, el Gordo Porcel. Los humoristas no suelen llegar a viejos, pero la viven con tutti. Nunca me preocupé por vivir muchos años. Eso sí, sufro cuando se va la gente genial, divertida y ocurrente. Las genialidades fuera de lugar me matan de risa. Me encanta Woody Allen, su cinismo, que se ría de sí. Tengo humor y soy muy sarcástica, aunque no me considero graciosa. Hago chistes que no corresponden y digo la verdad francamente, con gracia y acidez.
BUENOS AIRES Le Corbusier decía que Buenos Aires es una muy linda ciudad para hacer un incendio. Los edificios lindos de acá son imitaciones; sin embargo, me encantan los de Avenida Alvear, como el Palacio Duhau. El Barolo no me gusta, aunque todos digan que es espectacular. El edificio modernísimo de César Pelli en Puerto Madero y los edificios reciclados que está haciendo Alan Faena en el mismo barrio son muy interesantes: valoro mucho la idea de reciclar lo antiguo para crear algo contemporáneo. El Palacio Ivry, una casa privada en Tortuguitas, me fascina, y también el interior de la Embajada de Brasil. De todas formas, las cosas que más aprecio de Buenos Aires son su gente y sus plazas. Ciudades como Manhattan no tienen eso: son puro cemento.
MEDICINA Soy una médica frustrada. Suelo recetar a mis amigas: les pregunto qué les pasa, dónde les duele y sé adónde mandarlas. Vivo pendiente de internet para seguir aprendiendo y observo bastante el cuerpo humano. Se trata de una vocación familiar: todos en mi familia sabemos bastante de medicina. Fui instrumentadora de niños en el hospital de pediatría Pedro Elizalde cuando era joven. Más tarde, estudié Enfermería, pero dejé porque el ambiente era muy difícil: los médicos salían con las enfermeras y las instrumentadoras. Como me asusté, me dediqué a estudiar Historia. No confío mucho en los médicos: soy desconfiada, se equivocan mucho. Estoy muy pendiente de mi salud y de la de los demás. Soy cuidadosa. En calidad de paciente cumplo religiosamente con todo lo que me mandan a hacer.
60 I TOP CINCO VISITANTE
A UN LIBRO DE POEMAS Mis votos van para Veinte poemas de amor y una canción desesperada, de Pablo Neruda: se trata de una oda al erotismo que marcó una época e inspiró varios noviazgos.
ANÍBAL JOZAMI Sáquenle punta al lápiz y tomen nota de las cinco recomendaciones del rector de la Universidad Nacional Tres de Febrero, director del MUNTREF y Personalidad Destacada de la Cultura.
B UN QUESO El Livarot, un queso normando de excelente sabor y consistencia. Me gusta porque no es muy picante, pero tiene buen sabor y tampoco es muy duro ni muy blando.
C UNA ESCULTURA Me quedo con La loca, una pieza muy representativa de la obra de Aurelio Macchi que me recuerda a La Montserrat, de Julio González, una escultura que está en el Museo Reina Sofía.
D
E
UN MUSEO INTERNACIONAL
UNA CIUDAD
Elijo el Reina Sofía, de cuya fundación somos patrones junto con mi esposa. Si bien no es tan grande como el MoMA, el Tate o el Pompidou, es el museo que más se actualiza y realmente vive al compás del tiempo actual.
No podría elegir otro lugar más que Buenos Aires porque es donde nací, donde vivo y donde me desvelo.
62 I VIDRIERA: IMPULSARTE
En esta edición de arteBA
florecerán propuestas artísticas y culturales de talante ecléctico. Entre todas ellas se destaca IMPULSARTE, el programa de La Rural dedicado al estímulo del arte contemporáneo. Su meta es favorecer el crecimiento de creadores emergentes y promover el mercado del arte argentino. ¿Cómo lo hace? Por séptimo año consecutivo, seleccionará y adquirirá obras de las galerías presentes en la feria que se expondrán en la próxima edición y formarán parte de la colección de la compañía, que consta de 37 piezas de 28 artistas. En el espacio de La Rural curado por DArA los visitantes podrán atravesar múltiples sensaciones, todas asociadas a la liviandad y lo efímero. Por último, vale la pena contar que el rol del Comité de Adquisición de esta original iniciativa, liderado por Máximo Jacoby y Victoria Verlichak, radica en descubrir a los flamantes talentos del arte contemporáneo que yacen ocultos en arteBA.
NICOLÁS MASTRACCHIO · ETIQUETA
CAROLINA MAGNIN · Nº 15
AGUSTIN SIRAI · INVENTARIO Nº1
CLAUDIA DEL RÍO · FAMILIA BOLDTEN
EL LIBRO DE UNA AMIGA: DELIA CANCELA I 63
Delia Cancela, artista homenajeada por arteBA y Madero Harbour, nos contó sus impresiones sobre Alicia en el país de las maravillas, el clásico de Lewis Carroll que suele leer antes de irse a dormir: “Es mi libro de cabecera desde que soy chiquita; durante años leí una versión acortada, en castellano, y recién cuando me mudé a Londres accedí al texto original, en inglés. Si bien este ejemplar está todo marcado y roto porque me acompañó durante años, tengo una pequeña colección con distintas ediciones que compro cada vez que me gusta una. La historia del libro es como un juego que, además, consiste en un sueño: literatura surrealista antes del surrealismo”.
64 I DECÍ WHISKY
Annemarie Heinrich Hasta el 6 de julio pueden ir al MALBA y sumergirse en Intenciones secretas, la fabulosa retrospectiva de esta teutona que aprendió todo de fotografía en un cuarto oscuro de las estrellas de cine locales y de los artistas del Teatro Colón, solía decir “la belleza se aprende mirando”.
AUTORRETRATO CON ÚRSULA (1938).
hogareño de Villa Ballester. Retratista
PIRU BULLRICH (1943). SIN TÍTULO (1935).
AMELIA BENCE (1943).
66 I DECÍ WHISKY
VERANEANDO EN LA CIUDAD (1959).
MONA LISA DOBLE. DESNUDO VIII (1946).
SIN TÍTULO (1933).
DECÍ WHISKY I 69
70 I FILANTROPÍA
EL PROYECTO EN CIFRAS: • 40 talleres de artes y oficios semanales. • 400 niños y jóvenes asisten a los talleres en nuestro Centro Cultural de la Cava. • 6 grupos profesionales de danza, música y teatro.
CREAR VALE LA PENA Paula Mascías, directora ejecutiva de Crear Vale la Pena, habla de esta ONG que desde 1997 desarrolla en la Zona Norte del Conurbano Bonaerense un programa de inclusión social para jóvenes que integra la educación en artes, la producción artística y la acción comunitaria. Si querés saber más:
www.crearvalelapena.org.ar
• 10 eventos organizados en lo que va de 2015. • 2 escuelas del barrio reciben nuestros talleres. • 435 jóvenes y adultos finalizaron el secundario con nuestro apoyo. • 16 alumnos del curso de cocina profesional con certificados oficiales. • 8 acciones desarrolladas en conjunto con otras organizaciones.
¿CÓMO DEFINIRÍAS EL VERBO “AYUDAR”? Ayudar es ser parte en procesos colectivos de transformación social que trabajen por la generación de contextos de oportunidad, donde todos podamos desarrollar nuestro potencial individual, comprometiéndonos con procesos genuinos de participación colectiva.
HOTEL ESPLENDOR PLAZA FRANCIA I 71
DESDE LO ALTO Schiaffino entre Libertador y Posadas, justo frente al Palais de Glace. Es el edificio gris granito, el elegante, con el nombre “Esplendor” escrito a mano alzada, con una caligrafía que indica que se ha llegado a casa, pero no a cualquier casa. La vista desde los pisos superiores del Esplendor Hotel Plaza Francia permite un entendimiento único de Buenos Aires: dos postales perfectas, una hacia el este, la otra
hacia el oeste. De un lado, la tradición –tierras transformadas en paraíso–; del otro lado, los misterios –con aguas ingobernables–. Tal es así que, desde la cúspide del edificio, Andrés Calamaro escribió: “En el ropero, dejé la campera de cuero / ahora soy un torero retirado de los ruedos / Mi dinero me lo gasto en elegancia, / esperándote con ansia en Plaza Francia”.
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El Segundo Manifiesto Surrealista se redactó en 1929 para atar los cabos que habían quedado sueltos desde la publicación del primero. En un tono vehemente, André Breton, alma máter de este magnánimo movimiento artístico y autor del documento, critica a colegas abandónicos y resalta la necesidad de sumar fuerzas con el marxismo. Aquí, algunos fragmentos.
EL MANIFIESTO I 73 Si nosotros no encontramos bastantes palabras para denigrar la bajeza del pensamiento occidental, si nosotros no tememos entrar en conflicto con la lógica, si nosotros somos incapaces de jurar que un acto realizado en sueños tiene menos sentido que un acto efectuado en estado de vigilia, si nosotros consideramos incluso posible dar fin al tiempo, esa farsa siniestra, ese tren que se sale constantemente de sus raíles, esa loca pulsación, este inextricable nudo de bestias reventantes y reventadas, ¿cómo puede pretenderse que demos muestras de amor e incluso que seamos tolerantes con respecto a un sistema de conservación social, sea el que sea? Esto es el único extravío delirante que no podemos aceptar. Todo está aún por hacer, todos los medios son buenos para aniquilar las ideas de familia, patria y religión. En este aspecto la postura surrealista es harto conocida, pero también es preciso se sepa que no admite compromisos transaccionales. Cuántos se han impuesto la misión de defender el surrealismo no han dejado ni un instante de propugnar esta negación, de prescindir de todo otro criterio de valoración. Saben gozar plenamente de la desolación, tan bien orquestada, con que el público burgués, siempre innoblemente dispuesto a perdonarles ciertos errores “juveniles”, acoge el deseo permanente de burlarse salvajemente de la bandera francesa, de vomitar de asco ante todos los sacerdotes, y de apuntar hacia todas las monsergas de los “deberes fundamentales” el arma del cinismo sexual de tan largo alcance. Combatimos contra la indiferencia poética, la limitación del arte, la investigación erudita y la especulación pura, bajo todas sus formas, y no queremos tener nada en común con los que pretenden debilitar el espíritu, sean de poca o de mucha importancia. Todas las cobardías, las abdicaciones, las traiciones que quepa imaginar no bastarán para impedirnos que terminemos con semejantes bagatelas. Sin embargo, es notable advertir que los individuos que un día nos impusieron la obligación de tener que prescindir de ellos, una vez solos se quedaron indefensos y tuvieron que recurrir inmediatamente a los más miserables expedientes para congraciarse con los defensores del orden, todos ellos grandes partidarios de conseguir que todos los hombres tengan la misma altura, mediante el procedimiento de cortar la cabeza de los más altos.
La fidelidad inquebrantable a las obligaciones que el surrealismo impone exige un desinterés, un desprecio del riesgo y una voluntad de negarse a la componenda que, a la larga, muy pocos son los hombres capaces de ello. El surrealismo vivirá incluso cuando no quede ni uno solo de aquellos que fueron los primeros en percatarse de las oportunidades de expresión y de hallazgo de verdad que les ofrecía. Es demasiado tarde ya para que la semilla no germine infinitamente en el campo humano, pese al miedo y a las restantes variedades de hierbas de insensatez que aspiran a dominarlo todo. Nuestra adhesión al principio del materialismo histórico… Verdaderamente no se puede jugar con estas palabras. Si dependiera únicamente de nosotros –con eso quiero decir si el comunismo no nos tratara tan sólo como bichos raros destinados a cumplir en sus filas la función de badulaques y provocadores– nos mostraríamos plenamente capaces de cumplir, desde el punto de vista revolucionario, con nuestro deber. Desgraciadamente, en este aspecto imperan unas opiniones muy especiales con respecto a nosotros; por ejemplo, en cuanto a mí concierne, puedo decir que hace dos años no pude, tal como hubiera querido, cruzar libre y anónimamente el umbral de la sede del partido comunista francés, en la que tantos individuos poco recomendables, policías y demás, parecen tener permiso para moverse como don Pedro por su casa. En el curso de tres entrevistas, que duraron varias horas, me vi obligado a defender al surrealismo de la pueril acusación de ser esencialmente un movimiento político de orientación claramente anticomunista y contrarrevolucionaria. Huelga decir que no tenía derecho a esperar que quienes me juzgaban hicieran un análisis fundamental de mis ideas. Aproximadamente en esta época, Michel Marty vociferaba, refiriéndose a uno de los nuestros: “Si es marxista, no tiene ninguna necesidad de ser surrealista”. Ciertamente, en estos casos, no fuimos nosotros quienes alegamos nuestro surrealismo; este calificativo nos había precedido, a nuestro pesar, tal como a los seguidores de Einstein les hubiera precedido el de relativistas, o a los de Freud el de psicoanalistas. ¿Cómo no inquietarse ante el nivel ideológico de un partido que había nacido, tan bien armado, de dos de las más sólidas mentes del siglo XIX? Desgraciadamente, los motivos de inquietud son más que abundantes; lo poco que he podido deducir de mi experiencia personal coincide plenamente con las experiencias ajenas, Me pidieron que presentara a la célula
“del gas” un informe sobre la situación dominante en Italia, y especificaron que únicamente podía basarme en realidades estadísticas –producción de acero, etc.– y que debía evitar ante todo las cuestiones ideológicas. No pude hacerlo. El surrealismo se ocupa y se ocupará constantemente, ante todo, de reproducir artificialmente este momento ideal en que el hombre, presa de una emoción particular, queda súbitamente a la merced de algo “más fuerte que él” que le lanza, pese a las protestas de su realidad física, hacia los ámbitos de lo inmortal. Lúcido y alerta, sale, después, aterrorizado, de este mal paso. Lo más importante radica en que no pueda zafarse de aquella emoción, en que no deje de expresarse en tanto dure el misterioso campanilleo, ya que, efectivamente, al dejar de pertenecerse a sí mismo el hombre comienza a pertenecernos. Estos productos de la actividad psíquica, lo más apartados que sea posible de la voluntad de expresar un significado, lo más ajenos posible a las ideas de responsabilidad siempre propicias a actuar como un freno, tan independientes como quepa de cuanto no sea la vida pasiva de la inteligencia; estos productos que son la escritura automática y los relatos de sueños ofrecen, a un mismo tiempo, la ventaja de ser los únicos que proporcionan elementos de apreciación de alto valor a una crítica que, en el campo de lo artístico, se encuentra extrañamente desarbolada, permitiéndole efectuar una nueva clasificación general de los valores líricos, y ofreciéndole una llave que puede abrir para siempre esta caja de mil fondos llamada hombre, y le disuade de emprender la huida, por razones de simple conservación, cuando, sumida en las tinieblas, se topa con las puertas externamente cerradas M “más allá”, de la realidad, de la razón, M genio y M amor. El día llegará en que la generalidad de los humanos dejará de permitirse el lujo de adoptar una actitud altanera, cual ha hecho, ante estas pruebas palpables de una existencia distinta de aquella que habíamos proyectado vivir. Entonces, se verá con estupor que, pese a haber tenido nosotros la verdad tan al alcance de la mano, hayamos adoptado en general, la precaución de procurarnos una coartada de carácter literario, en vez de adoptar la actitud de, sin saber nadar, tirarnos de cabeza al agua, sin creernos dotados de la virtud del Fénix penetrar en el fuego; a fin de alcanzar aquella verdad.
74 I GRANDES VESTIMENTAS
ROJO A PAS I ONAD O
EL PODER DE LOS COLORES