galera I N T E L EC T UA L y F R Í VO L A
#52 08.2013
ESTE MES: TATUAJES
L AC OST E
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12 I ATRODEN
GALERA #52
Quiénes Somos
Encontranos en
Director comercial Marco Simeone marco@intelectualyfrivola.com
Novecento, Hotel Faena, Dadá, Tienda Malba, Ruth Benzacar, Aldo’s, Ginebra, Le Pain Quotidien, Bruni, Florería Atlántico, Olivetti, Bartola, Foster Catena, Osaka, Roho, Cucina Paradiso, Malvón, Sucre, Proa, Le Blé, y Farinelli.
Director editorial Esteban Feune de Colombi esteban@intelectualyfrivola.com Director de arte Juan Moreno juan@intelectualyfrivola.com Producción Rosario Bibiloni rosario@intelectualyfrivola.com Prensa y relaciones públicas Grupo Mass PR info@masspr.net Impresión Akian Gráfica Editora Clay 2992 / 4773-6245 Distribución y logística Intersexion SRL inter-sexion.com.ar
Galera Intelectual y Frívola
es una publicación de Marco Simeone French 3112 (Ciudad de Buenos Aires).
TATUAJES · agosto 2013 Tirada: 10.000 ejemplares Fotografía de tapa: Urko Suaya Estilismo: Valeria Polnoroff Maquillaje: Verónica Momenti Peinado: Lucas Barbolla, estudio H Retoque digital: Diego Speroni Modelo: Agustina Montiel Moreno para SOF Collar y anillos: Cabinet Óseo Intervención de tatuajes: Fernando Colombo
Las opiniones de los entrevistados y los artículos no reflejan necesariamente la opinión de quienes hacen Galera Intelectual y Frívola. Se prohíbe la reproducción parcial o total del contenido publicado en esta edición. Hecho el depósito que marca la ley 11.723.
Colaboran Wally Diamante, Facu Garayalde, Janina Miculitzki, Coni Dietrich (foto De la galera), Nicolás Castro (ilustración Visionario), Urko Suaya (fotos Decí whisky), Diego Roa (ilustración Prendé la mecha), Javier Velasco (Grandes vestimentas).
Muchas gracias Martín Arozarena, Lolo Fuentes, Calu Rivero, Jowi Campobassi, Manuel Lozano, Sebastián Ortega, Fernando Colombo, Charly Braun, Matías Carbone, Claudio Larrea, Eloisa Ballivian, Pato Battellini, Diego Radivoy, Ary Matteazzi, Diego Romero, Noel Romero, Verónica Gómez Salazar, Jazmín Chebar, Lupe Villar, Martín Egozcue, Federico Ares, Rafael Scarinci, Diego Bentivegna, Natalia Antolin, Ever Miguez, Tomás Donlon, Marina Bissone, Francisco Castagno, Josefina Hassan, Eduardo Lizaso, Juan Ignacio Pereyra, Lucila Sperber, Germán Geller, Claudio Drescher, Flavia Cecilia Sole, Eugenia Fontana, Soledad Carranza, Gustavo Castagnino, Fernando Farré, Ramiro Lucero Marín, Marcela Rémoli, Claudia Akian, Aníbal Onahian y Matías Garda.
14 I La nube
Cesare Pavese Los Fabulosos Cadillacs Santiago Sierra - EL PAPA FRANCISCO Fantasy Island - Patadas de chancho Jowi Campobassi - Lolo Fuentes Marcel Proust - Charly Braun SEBASTIÁN ORTEGA - Manuel Lozano Escrito en el cuerpo - Johnny Depp Urko Suaya - Sergei Polunin - Matías Carbone THE ROLLING STONES - Fernando Colombo Norman Rockwell - Thomas Edison CLAUDIO LARREA - Wisconsin Tatuajes tumberos
intelectualyfrivola.com GaleraGalera
P R O M O C I Ó N VÁ L I D A D E S D E 2 9 / 0 6 / 2 0 1 3 H A S TA 3 0 / 0 9 / 2 0 1 3 . B E N E F I C I O E X C L U S I V O A B O N A N D O E L M E N Ú H S B C P R E M I E R C O N TA R J E TA D E C R É D I T O M A S T E R C A R D P R E M I E R Y / O TA R J E TA V I S A D É B I T O P R E M I E R , E M I T I D A S P O R H S B C B A N K A R G E N T I N A S . A . V E R R E S T A N T E S T É R M I N O S Y C O N D I C I O N E S Y R E S T A U R A N T E S A D H E R I D O S E N W W W . H S B C P R E M I E R . C O M . A R . L E Y 2 5 . 7 3 8 ( A R T. 1 ) : H S B C B A N K A R G E N T I N A S . A . E S U N A S O C I E D A D A N Ó N I M A C O N S T I T U I D A B A J O L A S L E Y E S D E L A R E P Ú B L I C A A R G E N T I N A . S U S O P E R A C I O N E S S O N I N D E P E N D I E N T E S D E O T R A S C O M PA Ñ Í A S D E L G R U P O H S B C . L O S A C C I O N I S TA S L I M I TA N S U R E S P O N S A B I L I D A D A L C A P I TA L A P O R TA D O .
16 I editorial tatuado
C es a r e P a ves e - a media voz -
Desde la mañana al ocaso, yo veía el tatuaje en su pecho sedoso: una mujer rojiza incrustada, como en un prado, entre el pelo. Allí debajo brama a veces un tumulto que sobresalta a la mujer. Transcurría el día entre blasfemias y silencios. Si la mujer no fuese un tatuaje y estuviese viva y aferrada a su pecho peludo, ese hombre bramaría aun fuerte en su pequeña celda. Callaba, tendido en el lecho,con los ojos abiertos. Un profundo hálito de mar ascendía de su cuerpo de huesos grandes y recios: estaba tendido al igual que en cubierta. Pesaba sobre el lecho como quien ha despertado y podría saltar de él. Su cuerpo, salado por la espuma, chorreaba un sudor solar. La pequeña celda era insuficiente para el alcance de una mirada suya. Al verle las manos, se pensaba en la mujer.
volver I 17
de no Después de varios años Aires, tocar juntos en Buenos cs vuelven Los Fabulosos Cadilla l. El a presentarse como ta cabo el concierto se llevará a gueroa 21 de septiembre en Fi marco del Alcorta y Pampa, en el y nosotros Movistar Free Music, con esta celebramos el retorno . histórica foto de 1987
Los diseñadores Rubén Troilo y Cuti Von Niederhausern, de Garza Lobos, junto a la modelo Magda Laguingue en BAF.
Martín Arozarena y Julieta Spina en el cocktail de Saráchaga Lavinia.
Moria Casán estuvo presente en el desfile de Ay Not Dead en BAF.
DJ Stuart sorprendió con su set en el Movistar Point.
Cher verano 14, durante su reapertura en Alcorta.
Alejandro Allende, presidente de ALPI, acompañó a María Eugenia Vidal, vicejefa de Gobierno de CABA, en el recorrido por el centro de rehabilitación.
Nacha Guevara visitó el VIP de Alcorta en BAF. Sofía Achaval vio el desfile de Ay Not Dead en primera fila. La diseñadora Bianca Siconolfi y Claudia Fontán en el estreno de colección de Blackmamba en BAF.
Ana Paula Dutil en Blackmamba. Sofia Fanego visitó el espacio de Norton Cosecha Tardía en el BAF.
Cande Vetrano en De La Ostia, en el marco de BAF. Invitada por HSBC Premier, Mirtha Legrand asistió a la muestra De Gino Bogani al diseño de autor.
Dolores Mitre y Amalita Amoedo, invitadas por HSBC Premier, acompañaron a Garza Lobos en el lanzamiento de Amplificador, su nuevo perfume.
Charly Braun y Willem Dafoe en New York, en el Tango House.
Celeste Cid en Allô Martínez.
ciencias sociales I 19
Alberto Rodríguez Sáa y Delfina Frers saludaron a Delfina Helguera, directora de Lavinia.
Juan Sorini y Jorgelina Airaldi, invitados por HSBC Premier, estuvieron en la presentación del flamante perfume de Garza Lobos.
Agustina Córdova pasó por el desfile de Ay Not Dead.
Gino Bogani, acompañado por HSBC Premier, presentó su muestra en el Centro Cultural Recoleta.
Mónica Antonópulos, María Cher y Pampita Ardohain en la reapertura de Cher en Alcorta.
Florencia Torrente fue al desfile de Mishka en BAF. Florencia Bas y su hija, Clara Darín, vieron el desfile de De La Ostia en BAF.
Gaba Esquivel y Natalia Giannangeli, de Josephine B., en su desfile de BAF. Emiliano Mocchiutti y Lorena Ceriscioli en el desfile de Garza Lobos.
Nico Francella fue invitado por Cunnington a patinar sobre hielo.
El DJ Panchi Grimaldi le impuso su estilo al Movistar Point en Las Leñas.
20 I VISIONARIO: santiago sierra
Pariente del “activismo” artístico que practican el chino Ai Weiwei, el belga Francis Alÿs o el inglés Tino Sehgal, el madrileño Santiago Sierra es un experto de la provocación. Nacido en 1966, se licenció en Bellas Artes, curtió el under de su ciudad y a los 30 años aterrizó en México, país en el que desarrolló prácticamente toda su carrera. Luego partió a Italia y hace muy poco volvió a sus orígenes, tentado por la crisis. Cargado de reivindicaciones sociales y políticas, el arte de Sierra se propone visibilizar la perversidad de las tramas de poder que fomentan la alienación y explotación de los trabajadores, la injusticia de las relaciones laborales, el desigual reparto de la riqueza que produce el sistema capitalista y las discriminaciones raciales. En ese sentido, una de sus obras cruciales es Línea de 250 centímetros tatuada sobre 6 personas remuneradas, llevada a cabo en Cuba. Expuso en importantes museos, centros de arte y galerías de todo el mundo.
22 I FRENESÍ PAPAL
24 I FiestÓn
DICEN LOS QUE SABEN QUE JAZMÍN HIZO MAGIA:
-BAILÓ SIN PARAR TODA LA NOCHE
-TRANSFORMÓ ALCORTA EN UN LUGAR ÚNICO
-CREÓ UN CLIMA INCREÍBLE RODEADA DE AMIGOS
-ABRIÓ EL BAF CON
#FANTASY ISLAND, UNA SÚPER FIESTA QUE FUE TRENDING TOPIC EN TWITTER
26 I El relato
Basta: ahora publicaremos, en todos los números, un cuento, el que se nos antoje. En este caso, les traemos “Esbjerg en la costa”, del uruguayo Juan Carlos Onetti, maestro del género y fanático del whisky, del cigarrillo, de las camas y de la poetisa Idea Vilariño. Menos mal que la tarde se ha hecho menos fría y a veces el sol, aguado, ilumina las calles y las paredes; porque a esta hora deben estar caminando en Puerto Nuevo, junto al barco o haciendo tiempo de un muelle a otro, del quiosco de la Prefectura al quiosco de los “sándwiches”. Kirsten, corpulenta, sin tacos, un sombrero aplastado en su pelo amarillo; y él, Montes, bajo, aburrido y nervioso, espiando la cara de la mujer, aprendiendo sin saberlo nombres de barcos, siguiendo distraído las maniobras con los cabos. Me lo imagino pasándose los dientes por el bigote mientras pesa sus ganas de empujar el cuerpo campesino de la mujer, engordando en la ciudad y el ocio, y hacerlo caer en esa faja de agua, entre la piedra mojada y el hierro negro de los buques donde hay ruido de hervor
y escasea el espacio para que uno pueda sostenerse a flote. Sé que están allí porque Kirsten vino hoy a mediodía a buscar a Montes a la oficina y los vi irse caminando hacia Retiro, y porque ella vino con su cara de lluvia; una cara de estatua de invierno, cara de alguien que se quedó dormido y no cerró los ojos bajo la lluvia. Kirsten es gruesa, pecosa, endurecida; tal vez tenga ya olor a bodega, a red de pescadores; tal vez llegará a tener el olor inmóvil de establo y de crema que imagino deber haber en su país. Pero otras veces tienen que ir al muelle a medianoche o al amanecer, y pienso que cuando las bocinas de los barcos le permiten a Montes oír cómo avanza ella en las piedras, arrastrando sus zapatos de varón, el pobre diablo debe sentir que se va metiendo en la noche del brazo de la desgracia. Aquí en el diario
están los anuncios de las salidas de los barcos en este mes, y juraría que puedo verlo a Montes soportando la inmovilidad desde que el buque da el bocinazo y empieza a moverse hasta que está tan chico que no vale la pena seguir mirando; moviendo a veces los ojos –para preguntar y preguntar, sin entender nunca, sin que le contesten– hacia la cara carnosa de la mujer que habrá de estar aquietándose, contraída durante pedazos de hora, triste y fría como si lloviese en el sueño y hubiese olvidado cerrar los ojos, muy grandes, casi lindos, teñidos con el color que tiene el agua del río en los días en que el barro no está revuelto. Conocí la historia, sin entenderla bien, la misma mañana en que Montes vino a contarme que había tratado de robarme, que me había escondido muchas jugadas del sábado y del domingo para bancarlas
él, y que ahora no podía pagar lo que le habían ganado. No me importaba saber por qué lo había hecho, pero él estaba enfurecido por la necesidad de decirlo, y tuve que escucharlo mientras pensaba en la suerte, tan amiga de sus amigos, y solo de ellos, y sobre todo para no enojarme, que, a fin de cuentas si aquel imbécil no hubiese tratado de robarme, los tres mil pesos tendrían que salir de mi bolsillo. Lo insulté hasta que no pude encontrar nuevas palabras y usé todas las maneras de humillarlo que se me ocurrieron hasta que quedó indudable que él era un pobre hombre, un sucio amigo, un canalla y un ladrón; y también resultó indudable que él estaba de acuerdo, que no tenía inconvenientes en reconocerlo delante de cualquiera si alguna vez yo tenía el capricho de ordenarle hacerlo. Y también desde aquel lunes quedó establecido que cada vez que yo insinuara que él era un canalla, indirectamente, mezclando la ilusión en cualquier charla, estando nosotros en cualquier circunstancia, él habría de comprender al instante el sentido de mis palabras y hacerme saber con una sonrisa corta, moviendo apenas hacia un lado el bigote, que me había entendido y que yo tenía razón. No lo convinimos con palabras, pero así sucede desde entonces. Pagué los tres mil pesos sin decirle nada, y lo tuve unas semanas sin saber si me resolvería a ayudarlo o a perseguirlo; después lo llamé y le dije que sí, que aceptaba la propuesta y que podía empezar a trabajar en mi oficina por doscientos pesos mensuales que no cobraría Y en poco más de un año, menos de un año y medio, habría pagado lo que debía y estaría libre para irse a buscar una cuerda para colgarse. Claro que no trabaja para mí; yo no podía
usar a Montes para nada desde que era imposible que siguiese atendiendo las jugadas de carreras. Tengo esta oficina de remates y comisiones para estar más tranquilo, poder recibir gente y usar los teléfonos. Así que él empezó a trabajar para Serrano, que es mi socio en algunas cosas y tiene el escritorio junto al mío. Serrano le paga el sueldo, o me lo paga a mí y lo tiene todo el día de la aduana a los depósitos, de una punta a otra de la ciudad. A mí no me convenía que nadie supiese que un empleado mío no era tan seguro como una ventanilla del hipódromo; así que nadie lo sabe. Creo que me contó la historia, o casi toda, el primer día, el lunes, cuando vino a verme encogido como un perro, con la cara verde y un brillo de sudor enfriado, repugnante, en la frente y a los lados de la nariz. Me debe haber contado el resto de las cosas después, en las pocas veces que hablamos. Empezó junto con el invierno, con esos primeros fríos secos que nos hacen pensar a todos, sin darnos cuenta de lo que estamos pensando, que el aire fresco y limpio es un aire de buenos negocios, de escapadas con los amigos, de proyectos enérgicos; un aire lujoso, tal vez sea esto. Él, Montes, volvió a su casa en un anochecer de esos, y encontró a la mujer sentada al lado de la cocina de hierro y mirando el fuego que ardía adentro. No veo la importancia de esto; pero él lo contó así y lo estuvo repitiendo. Ella estaba triste y no quiso decir por qué, y siguió triste, sin ganas de hablar, aquella noche y durante una semana más. Kirsten es gorda, pesada y debe tener una piel muy hermosa. Estaba triste y no quería decirle qué le pasaba. “No
tengo nada”, decía como dicen todas las mujeres en todos los países. Después se dedicó a llenar la casa con fotografías de Dinamarca, del rey, los ministros, los países con vacas y montañas o como sean. Seguía diciendo que no le pasaba nada, y el imbécil de Montes imaginaba una cosa y otra sin acertar nunca. Después empezaron a llegar cartas de Dinamarca; él no entendía una palabra y ella le explicó que había escrito a unos parientes lejanos y ahora llegaban las respuestas, aunque las noticias no eran muy buenas. Él dijo en broma que ella quería irse, y Kirsten lo negó. Y aquella noche o en otra muy próxima le tocó el hombro cuando él empezaba a dormirse y estuvo insistiendo en que no quería irse; él se puso a fumar y le dio la razón en todo mientras ella hablaba, como si estuviese diciendo palabras de memoria, de Dinamarca, la bandera con una cruz y un camino en el monte por donde se iba a la iglesia rumbo al último cielo azul. Todo y de esta manera para convencerlo de que era enteramente feliz con América y con él, hasta que Montes se durmió en paz. Por un tiempo siguieron llegando y saliendo cartas, y de repente una noche ella apagó la luz cuando estaban en la cama y dijo: “Si me dejas, te voy a contar una cosa, y tenés que oírla sin decir nada”. Él dijo que sí, y se mantuvo estirado, inmóvil al lado de ella, dejando caer ceniza de cigarrillo en el doblez de la sábana con la atención pronta, como un dedo en un gatillo, esperando que apareciera un hombre en lo que iba contando la mujer. Pero ella no habló de ningún hombre, y con la voz ronca y blanda, como si acabara de llorar, le dijo que podían dejarse las bicicletas en
la calle, o los negocios abiertos cuando uno va a la iglesia o a cualquier lado, porque en Dinamarca no hay ladrones; le dijo que los árboles eran más grandes y más viejos que los de cualquier lugar del mundo, y que tenían olor, cada árbol un olor que no podía ser confundido, que se conservaba único mezclado con los otros olores de los bosques; dijo que al amanecer uno se despertaba cuando empezaban a chillar los pájaros del mar y se oía el ruido de las escopetas de los cazadores; y allí la primavera está creciendo escondida bajo la nieve hasta que salta de golpe y lo invade todo como una inundación y la gente hace comentarios sobre el deshielo. Ese es el tiempo, en Dinamarca, en que hay más movimiento en los pueblos de pescadores. También ella repetía: “Esbjerg er naerved kystten”, y esto era lo que más impresionaba a Montes, aunque no lo entendía: dice él que esto le contagiaba las ganas de llorar que había en la voz de su mujer cuando ella le estaba contando todo eso, en voz baja, con esa música que sin querer usa la gente cuando está rezando. Una y otra vez. Eso que no entendía lo ablandaba, lo llenaba de lástima por la mujer –más pesada que él, más fuerte–, y quería protegerla como a una nena perdida. Debe ser, creo, porque la frase que él no podía comprender era lo más lejano, lo más extranjero, lo que salía de la parte desconocida de ella. Desde aquella noche empezó a sentir piedad que crecía y crecía, como si ella estuviese enferma, cada día más grave, sin posibilidad de curarse. Así fue como llegó a pensar que podría hacer una cosa grande, una cosa que le haría bien a él mismo, que lo ayudaría a
vivir y serviría para consolarlo durante años. Se le ocurrió conseguir el dinero para pagarle el viaje a Kirsten hasta Dinamarca. Anduvo preguntando cuando aún no pensaba realmente en hacerlo, y supo que hasta con dos mil pesos alcanzaba. Después no se dio cuenta de que tenía adentro la necesidad de conseguir los dos mil pesos. Debe haber sido así, sin saber que le estaba pasando. Conseguir los dos mil pesos y decírselo a ella una noche de sábado, de sobremesa en un restaurante caro, mientras tomaban la última copa de buen vino. Decirlo y ver en la cara de ella un poco enrojecida por la comida y el vino, que Kirsten no le creía; que pensaba que él mentía, durante un rato, para pasar después, despacio, al entusiasmo y a la alegría, después a las lágrimas y a la decisión de no aceptar. “Ya se me va a pasar”, diría ella; y Montes insistiría hasta convencerla, y convencerla, y además de que no buscaba separarse de ella y que acá estaría esperándola el tiempo necesario. Algunas noches, cuando pensaba en la oscuridad en los dos mil pesos, en la manera de conseguirlos y en la escena en que estarían sentados en un reservado del Scopelli, un sábado, y con la cara seria, con un poco de alegría en los ojos empezaba a decírselo, empezaba por preguntarle qué día quería embarcarse; algunas noches en que él soñaba en el sueño de ella, esperando dormirse, Kirsten volvió a hablarle de Dinamarca. En realidad no era Dinamarca; sólo una parte del país, un pedazo muy chico de tierra donde ella había nacido, había aprendido un lenguaje, donde había estado bailando por primera vez con un hombre y había visto morir a alguien que quería. Era un lugar que ella había
perdido como se pierde una cosa, y sin poder olvidarlo. Le contaba otras historias, aunque casi siempre repetía las mismas, y Montes se creía que estaba viendo en el dormitorio los caminos por donde ella había caminado, los árboles, la gente y los animales. Muy corpulenta, disputándole la cama sin saberlo, la mujer estaba cara al techo, hablando; y él siempre estaba seguro de saber cómo se le arqueaba la nariz sobre la boca, cómo se entornaban un poco los ojos en medio de las arrugas delgadas y cómo se sacudía apenas el mentón de Kirsten al pronunciar las frases con voz entrecortada, hecha con la profundidad de la garganta, un poco fatigosa para estarla oyendo. Entonces Montes pensó en créditos en los bancos, en prestamistas y hasta pensó que yo podría darle dinero. Algún sábado o un domingo se encontró pensando en el viaje de Kirsten mientras estaba con Jacinto en mi oficina atendiendo los teléfonos y tomando jugadas para Palermo o La Plata. Hay días flojos, de apenas mil pesos de apuestas; pero a veces aparece alguno de los puntos fuertes y el dinero llega y también pasa de los cinco mil. Él tenía que llamarme por teléfono, antes de cada carrera, y decirme el estado de las jugadas; si había mucho peligro –a veces se siente–, yo trataba de cubrirme pasando jugadas a Vélez, a Martín o al Vasco. Se le ocurrió que podía no avisarme, que podía esconderme tres o cuatro jugadas más fuertes, hacer frente, él solo, a un millar de boletos, y jugarse, si tenía coraje, el viaje de su mujer contra un tiro en la cabeza. Podía hacerlo si se animaba; Jacinto no tenía cómo enterarse de cuántos boletos juga-
ban en cada llamada de teléfono. Montes me dijo que lo estuvo pensando cerca de un mes; parece razonable, parece que un tipo como él tiene que haber dudado y padecido mucho antes de ponerse a sudar de nerviosidad entre los timbrazos de los teléfonos. Pero yo apostaría mucha plata a que en eso miente; jugaría a que lo hizo en un momento cualquiera, que se decidió de golpe, tuvo un ataque de confianza y empezó a robarme tranquilamente al lado del bestia de Jacinto, que no sospechó nada, que solo comentó después: “Ya decía yo que eran pocos boletos para una tarde así”. Estoy seguro de que Montes tuvo una corazonada y que sintió que iba a ganar y que no lo había planeado. Así fue cómo empezó a tragarse jugadas que se convirtieron en tres mil pesos y se puso a pasearse sudando y desesperado por la oficina, mirando las planillas, mirando el cuerpo gorila con camisa de seda cruda de Jacinto, mirando por la ventana la Diagonal que empezaba a llenarse de autos en el atardecer. Así fue, cuando comenzó a enterarse de que perdía y que los dividendos iban creciendo, cientos de pesos a cada golpe de teléfono, como estuvo sudando ese sudor especial de los cobardes, grasoso, un poco verde, helado, que trajo en la cara cuando en el mediodía del lunes tuvo al fin en las piernas la fuerza para volver a la oficina y hablar conmigo. Se lo dijo a ella antes de tratar de robarme; le habló de que iba a suceder algo muy importante y muy bueno; que habría para ella un regalo que no podía ser comparado ni era una cosa concreta que pudiese tocar. De manera que después se sintió obligado a hablar con ella
y contarle la desgracia; y no fue en el reservado del Scopelli, ni tomando un Chianti importado, sino en la cocina de su casa, chupando la bombilla del mate mientras la cara redonda de ella, de perfil y colorada por el reflejo, miraba al fuego saltar adentro de la cocina de hierro. No sé cuánto habrán llorado; después de eso él arregló pagarme con el empleo y ella consiguió un trabajo. La otra parte de la historia empezó cuando ella, un tiempo después, se acostumbró a estar fuera de su casa durante horas que nada tenían que ver con su trabajo; llegaba tarde cuando se citaban, y a veces se levantaba muy tarde por la noche, se vestía y se iba afuera sin una palabra. Él no se animaba a decir nada, no se animaba a decir mucho y atacar de frente, porque están viviendo de lo que ella gana y de su trabajo con Serrano no sale más que alguna copa que le pago de vez en cuando. Así que se calló la boca y aceptó su turno de molestarla a ella con su mal humor, un mal humor distinto y que se agrega al que se les vino encima desde la tarde en que Montes trató de robarme y que pienso no los abandonará hasta que se mueran. Desconfió y se estuvo llenando de ideas estúpidas hasta que un día la siguió y la vio ir al puerto y arrastrar los zapatos por las piedras, sola, y quedarse mucho tiempo endurecida mirando para el lado del agua, cerca, pero aparte de las gentes que van a despedir a los viajeros. Como en los cuentos que ella le había contado, no había ningún hombre. Esa vez hablaron, y ella le explicó; Montes también insiste en otra cosa que no tiene importancia: porfía, como si yo no pudiera creérselo, que ella se lo explicó con voz natural y que no estaba triste ni con odio ni
confundida. Le dijo que iba siempre al puerto, a cualquier hora, a mirar los barcos que salen para Europa. Él tuvo miedo por ella y quiso luchar contra esto, quiso convencerla de que lo que estaba haciendo era peor que quedarse en casa; pero Kirsten siguió hablando con voz natural, y dijo que le hacía bien hacerlo y que tendría que seguir yendo al puerto a mirar cómo se van lo barcos, hacer algún saludo o simplemente mirar hasta cansarse los ojos, cuantas veces pudiera hacerlo. Y él terminó por convencerse de que tiene el deber de acompañarla, que así paga en cuotas la deuda que tiene con ella, como está pagando la que tiene conmigo; y ahora, en esta tarde de sábado, como en tantas noches y mediodías, con buen tiempo, a veces con una lluvia que se agrega a la que siempre le está regando la cara a ella, se van juntos más allá de Retiro, caminan por el muelle hasta que el barco se va, se mezclan un poco con gentes con abrigos, valijas, flores y pañuelos, y cuando el barco empieza a moverse, después del bocinazo, se ponen duros y miran, miran hasta que no pueden más, cada uno pensando en cosas distintas y escondidas, pero de acuerdo, sin saberlo, en la desesperanza y en la sensación de que cada uno está solo, que siempre resulta asombrosa cuando nos ponemos a pensar.
30 I TOP CINCO VISITANTE
A
Un accesorio Elijo un anillo que compré en Nueva México. Se trata de un lugar muy raro para conocer, con toda la mística del lejano Oeste americano y con muchos indígenas que se dedican a la joyería y hacen objetos increíbles en piedra o plata.
A
B
Jowi Campobassi Saquen la libreta de apuntes, éste es el quinteto de consejos de la tatuadísima Jowi Campobassi, ex protagonista de Gran Hermano y actual columnista de espectáculos del noticiero de Telefe.
Una cantante Justine Frischmann: su voz, su guitarra y Elastica, su banda, me parecían lo mejor de los 90. Además, ella tenía toda la onda.
C
Un objeto Me quedo con una cigarrera que conseguí en Los Angeles por 1 dólar y que quiero mucho. La verdad, fue un hallazgo. Me gustan las cigarreras y ésta, con forma de cassette, la quería para mí.
D
Una película Mis votos van para Lords of Dogtown, dirigida por Catherine Hardwicke en 2005. Me parece que tiene la historia más canchera del mundo.
E
Un animal Me fascina el águila, rey absoluto de las alturas, un animal demasiado fuerte que representa mucho y que todo lo ve.
C
B
D E
32 I SANTIAMÉN
Solución del enigma anterior: Fargo.
ADIVINA adivinador I 33
E Estos bellos tatuajes pertenecen a una joven actriz llamada Carla – aunque se la conoce por su apodo–, novia de un chino. Pocos saben, quizás, que nació en un pueblito catamarqueño del que es ciudadana ilustre. ¿De quién se trata?
34 I paTADAS DE CHANCHO
¡VAMO’ ARRIBA! E
T
omado de la cada vez más infinita Wikipedia: “En botánica, una drupa es un fruto monospermo de mesocarpio carnoso, coriáceo o fibroso que rodea un endocarpio leñoso (carozo) con una sola semilla en su interior. Estas frutas se desarrollan de un único carpelo y en su mayoría de flores con ovarios superiores. Algunos de los frutos que se consideran drupas son aceituna, azufaifo, mango, almendro, damasco, cereza, durazno, nuez, ciruela y lichi”.
scribió el notable novelista estadounidense Cormac McCarthy en Suttree: “En la última carta de mi padre, él dijo que el mundo está manejado por los que aceptan la responsabilidad de manejarlo. Si es la vida que sientes que te estás perdiendo, yo te puedo decir donde la encontrarás. En las cortes de la ley, en el mundo de los negocios, en el gobierno. No hay nada pasando en las calles. Nada más que una pantomima compuesta por los desamparados y los impotentes”.
E
n los comienzos de la cultura griega y romana, el tatuaje era una práctica asociada con los pueblos “bárbaros”. Los griegos aprendieron las técnicas de tatuaje de los persas y las empleaban para marcar a esclavos y criminales (que, así, podían ser fácilmente identificados si intentaban escapar). Más tarde, los romanos adoptaron esa práctica, dado que sus ejércitos estaban formados por un importante número de mercenarios que eran tatuados para poder identificar a los desertores del ejército.
A
nte la pregunta “¿Starbucks o viejo cafecito de barrio?”, formulada en nuestra página en Facebook, nos contestaron, entre otras cosas, lo siguiente: 1) “¡Cafecito a morir!”; 2) “Mejor, café de barrio: hay que conocerlos y defenderlos porque están en extinción”; 3) “Depende del día y del tiempo disponible”; 4) “Fuera, gringos”; 5) “Cada café es único y Starbucks, idéntico adonde sea que esté”; 6) “Starbucks es agua coloreada”; 7) “Al cafecito, a laburar; a Starbucks, a levantar”; 8) “Té”; 9) “A Starbucks van minitas con babuchas, me da impresión”; 10) “Café de rrioba forever”; 11) “Vaaaaamos, no se hagan los barriales”; 12) “Muy tilingo el Starbucks, prefiero las medialunas en la campana de acrílico”; 13) “Estación de servicio, a la madrugada”.
×Dicen los que saben que ya extrañamos a León Ferrari. ×Dicen los que saben que muéstrense frágiles. ×Dicen los que saben que el récord de piercings lo tiene una mujer que se hizo ¡6.000! ×Dicen los que saben que lo mejor del budismo es el despojo. ×Dicen los que saben que Kat Von D (estrella de la serie Miami Ink) tatuó a 400 personas en un día. ×Dicen los que saben que ante la duda, todo. ×Dicen los que saben que extiendan el lenguaje, no lo achiquen. ×Dicen los que saben que escuchen a Sixto Rodríguez. ×Dicen los que saben que si es a pie, mejor. ×Dicen los que saben que usen forro. ×Dicen los que saben que vemos a las mejores mentes de nuestra generación destruidas por la falta de locura. ×Dicen los que saben que entre nosotros y la moda se interponen los harapos. ×Dicen los que saben que el organismo más grande del mundo es un hongo que mide 965 hectáreas. ×Dicen los que saben que lo cursi es “lo fallidamente bello”, según Monsiváis. ×Dicen los que saben que, cuando entendía lo que estaba pasando, ya había pasado lo que estaba entendiendo.
Manténganse atentos a lo que dicen los que saben.
36 I prode
el prode de galera concurso nº 52 del mes de agosto 2013
lolo fuentes
Nombre y apellido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . LOCAL EMPATE VISITANTE
L botas
E zapatos
V
L sombrero
E gorra
V
L moto
E auto
V
L eléctrico
E acústico
V
L facebook
E instagram
V
L aire
E cable
V
L punta
E mardel
V
L grasa
E manteca
V
L birra
E vino
V
L homeopatía
E alopatía v
EL MANUSCRITO: marcel Proust I 37
de la galera I 39
¿Cuál es su estado mental más frecuente? S: La búsqueda de la coherencia y el equilibrio. F: El de estar relajado, pero atento a la vez. ¿Qué fue exactamente lo último que se tatuaron? S: Una calavera con auriculares. F: Un fénix en mi brazo izquierdo al que todavía le faltan varias sesiones. ¿Con qué actrices harían un ménage-à-trois infernal? S: No tendría relaciones con nadie más que con mi novia Ivana. F: Con Los Ángeles de Charlie, en cualquiera de sus dos versiones. ¿Cuál es vuestra mayor extravagancia? S: Manejar autos antiguos. F: Supongo que trasladarme en skateboard eléctrico por cualquier parte de la ciudad. ¿Qué les hubiese gustado inventar? S: El rock. F: Un reloj con Skype. Jamás me tatuaría: S: El escudo de un club de fútbol. F: Un escudo de fútbol.
¿Cuál es vuestro animal preferido? S: El búho. F: El perro. ¿Adónde les gustaría morir? S: En mis sueños. F: Navegando, bien de viejo, durmiendo una siesta después de tomar un Bloody Mary. ¿Qué serie de TV les vuela el coco? S: Breaking Bad. F: Recién terminé Orange Is The New Black y ya quiero ver la segunda temporada. ¿En qué proyecto están trabajando actualmente? S: En una tira para el primetime de Telefe para 2014. Es un unitario sobre la vida de un barrabrava que llega a la presidencia de su club. F: Diseñando encargos de clientes para próximos tattoos y dibujando para un gran abanico de planes que pasan por la gráfica y la moda. Si fueran magos, ¿qué harían salir de la galera? S: La respuesta a una gran pregunta: ¿qué viene después de la muerte? F: Nieve, mucha nieve en polvo.
40 I ÁRBOL GENEALÓGICO BRANDON BOND Archipremiado, este “workaholic” estadounidense se destaca por diseños hiperrealistas y muy plásticos (tanto es así, que dan ganas de tocarlos).
9 GRANDES TATUADORES YANQUIS
BOB TYRRELL Tiene 51 años, nació en Detroit, apareció en London Ink, sus laburos son loquísimos y se hizo famoso por haberle tatuado la espalda a Kid Rock. JESSE SMITH Considerado un “ink master”, su refinado dominio consiste en realizar “cover ups”; es decir, corrige, borra o mejora cualquier esperpento. MIKE DEVRIES Este joven californiano ha adaptado todo tipo de bosquejos espeluznantes –sobre todo, de dibujos animados– a pieles arrugadas o tirantes. CARSON HILL Capo absoluto del tatuaje biomecánico, el señor Colina está obsesionado con la tridimensionalidad y con los juegos de luces y sombras. RYAN DEARRINGER Elogiado por sus compañeros, se trata de un tremendo tatuador de tatuadores que se dedica a crear mundos paralelos debajo de la piel. NICK BAXTER Treintañero oriundo de Connectitut, su intrincada y enigmática obra puede visitarse en el libro Sharp-Focus Realism In Oil, publicado en 2010. PAUL BOOTH Trabajó para bandas como Sepultura, Pantera y Slayer, cuyos integrantes lo llevan marcado para siempre en diseños trastornados, casi enfermizos. AARON CAIN Este artista tiene su propio estilo y una técnica de tatuar que hace de sus trabajos –de líneas gruesas y vívidas– algo muy reconocible.
arafue I 41
CHARLY BRAUN CINEASTA Y HABITANTE DE SÃO PAULO Caetano, siempre Caetano, canta en la emblemática “Sampa”: “Cuando llegué por aquí, nada entendí / de la dura poesía concreta de tus esquinas / de la deselegancia discreta de tus chicas / de la fuerza del dinero, que levanta y destruye cosas bellas / del feo humo que sube apagando las estrellas / yo veo surgir tus poetas de campos y espacios”. La canción destaca algunas de las contradicciones de esta gran ciudad que en las últimas décadas se ha convertido, indiscutiblemente, en la capital económica y cultural de Sudamérica. Hace poco, un amigo argentino vino de visita y todo lo sorprendía y fascinaba: de la variedad de comidas en el mega súper abierto las 24 horas, hasta la variedad de plantas tropicales del parque Ibirapuera. São Paulo es la fuerza. Del dinero, del poder, del consumo, pero también de la creatividad, de la libertad, de la diversidad de su gente, de sus gustos y de sus costumbres. Cada vez más poblada por extranjeros de todo tipo y región del planeta, la ciudad se transformó también en un verdadero “melting pot”, aumentando aun más los fascinantes contrastes que alberga.
42 I el filántropo
10 cifras que definan
tu proyecto: • 2.000 voluntarios.
• 23 sedes en el interior del país. • 1 universidad para las comunidades coyas en Abra Pampa, Jujuy. • 16 jóvenes que viven en la residencia universitaria de Santiago del Estero.
Para el estreno de esta sección, entrevistamos a Manuel Lozano, joven, pero experimentado filántropo y líder de la Fundación Sí, en la que muchísimos voluntarios trabajan con el objetivo de promover la inclusión social de los sectores más vulnerables de Argentina.
Si querés saber más:
www.fundacionsi.org.ar
• 143 camiones de ayuda se enviaron a las zonas afectadas por la última inundación. • A 680 familias se les entregaron sus herramientas de trabajo tras las inundaciones. • 230 son los centros comunitarios con los que trabaja la Fundación. • 1.400 personas son asistidas en las recorridas por el frío. • 70.000 sopas se distribuyeron el año pasado en las recorridas. • 20 centros comunitarios desarrollan el programa de inclusión Sí Pueden.
¿Cómo definirías el verbo “ayudar”? Se trata de levantar la mirada, de estar atentos, de reconocernos como iguales y trabajar juntos para construir otra realidad. Es acercarse, ver qué se necesita y pensar desde el lugar que uno ocupa cómo puede brindar una mano. Es contener, escuchar, brindar oportunidades.
trastienda de tapa I 45
En esta edición dedicada por completo al inquietante, estético, impulsivo y secreto universo de los tatuajes, les pedimos a trece amigos muy galerescos que respondan a estas tres preguntas: 1) ¿Por qué te tatuás? 2) ¿Cuántos tatuajes tenés y dónde? 3) ¿Qué anécdota protagonizada por alguno de tus tatuajes recordás? Les pedimos, además, un autorretrato que incluya a sus más preciados dibujos, que podrán ver al final de esta heteróclita trastienda.
46 I TRASTIENDA DE TAPA
FERNANDO TROCCA
AILIN BISI
1) Tengo un tattoo en mi brazo que me hice hace más de 20 años. Es un unicornio. La verdad, nunca pensé que me lo haría. Acompañé a una amiga y me terminé haciendo uno sin pensarlo, eligiéndolo de un catálogo. En aquella época, tatuarse no era lo mismo que hoy, no estaba del todo bien visto. La segunda etapa de mi tattoo fue en Nueva York. Cuando vivía allá, decidí agregarle a mi unicornio una luna y unas nubes. Luego, sumé un pescado japonés, un cuchillo, un tenedor y muchas olas. En la cuarta instancia se acopló un chancho (me encanta ese animal: comerlo, mirarlo… de hecho, me encantaría tener uno en el jardín de mi casa).
1) Es un souvenir de mis propios viajes mentales.
2) Todos están en mi brazo derecho. Me gusta que se vayan sumando en el mismo lugar. Nunca tapé ninguno porque creo que cada cual tiene un momento y una pequeña historia detrás. Son todos en blanco y negro, creo que así se mantienen mejor y no tengo mucho colorinche en la piel.
Cada tatuaje me lleva a un momento y a un lugar. Me genera muchísima adrenalina marcarme la piel para toda la vida, darle pasión a algo que siento y arriesgarme imprimiéndotelo en el cuerpo para siempre.
2) Tengo 2 (por ahora) en los brazos. Me estoy conteniendo porque me haría varios por año.
3) ¡Ojo con hacerse tatuajes en caliente de un día para el
otro! Casi cometo un delito grave… Ley número uno: no se tatúen a sus novios. Ley número dos: eviten el tattoo de moda: ya vi muchos delfines, haditas y duendes fumando porro en cuerpos bastante adultos.
3) Me gustan los tattoos: son otra forma de arte,
EZEQUIEL “POCHO” LAVEZZI
ANITA NOSEDA
1) En primer lugar, porque siempre me gustaron los tatuajes. Después, creo que en parte muchos de los tatuajes que tengo tienen que ver con cosas significativas de mi vida.
1) Por estética y/o para plasmar algún momento de mi vida. 2) 5 tatuajes en los brazos… y contando. 3) Cuando fui a hacerme mi primer tatuaje, noté que el
2) En este momento, no sé con precisión cuántos tengo. Jeje. Llevé la cuenta hasta que tuve 19, pero después me hice varios más.
¡nada más que para siempre!
tatuador estaba bastante nervioso. No entendí el motivo hasta que después de unos cuantos trazos mal ejecutados pregunté qué pasaba y confesó que se trataba de su primer tatuaje como profesional. Ya era tarde para escaparme y con mucho dolor esperé a que lo termine. Pese a unos cuantos detalles, el tatuaje tiene un buen lejos…
3) La anécdota que tengo fue del primer tatuaje que
me hice (el dibujo de un indio) porque era muy chico. Tenía 12 años y obviamente no tenía el permiso de mamá. Resolví hacérmelo de todas formas, así que cuando llegué a casa moría por mostrarlo. Estuve como una semana escondiéndolo, hasta que un día lo vio… ¡pero ya era tarde! Hoy en día, ese tatuaje no lo tengo más, fue tapado con otro.
ARIEL NASO ARCE
ALEXIA MALLMANN
1) Porque me gusta, porque me duele, porque queda brutal. 1) Me tatúo por una cuestión estética y para marcar un momento. 2) 17 tatuajes en brazos, pecho y garganta. 2) 11: en los tobillos, los brazos y la espalda. 3) No tengo anécdotas de los tatuajes en sí, pero, como tengo cada vez más, ¡en todas las fiestas me saco la remera! 3) Salía desde hace unas semanas con un chico nuevo.
INÉS AZUMENDI 1) Registro momentos de mi vida 2) Tengo 2: uno en el antebrazo y otro en la nuca. 3) El tatuaje del antebrazo fue en honor a mi viejo, que
me dejó el año pasado: “La vida es linda, ¡Ine!”, me decía siempre. Y lo quise sellar.
Decidí hacerme un tatuaje marinero old school, una cruz con un corazón que lleva una banda como para escribir algo. Cuando el tatuador terminó su trabajo, me preguntó si quería agregar algo en la banda. Le dije que no, pero se me ocurrió hacer un buen chiste. Entonces, le pedí que escriba con marcador indeleble el nombre de este chico. Llegué a su casa y le dije: “tengo una sorpresa”. Me miró cuasi blanco cuando vio su nombre en mi muñeca. Al día siguiente, le conté que era un chiste, pero parecía acostumbrado y creo que se entristeció un poco.
ILEANA GONZÁLEZ
ROY GARCÍA
1) Me tatúo cada vez que quiero “imprimirme” algún recordatorio.
1) Dibujo desde chico. Entonces, me pareció genial tener
2 en los brazos.
uno de mis diseños encima. Me tatúo cada vez que algo que se me ocurre, me parece súper y quiero conservarlo. Soy una especie de anotador. Eso sí, sólo me tatúo cuando estoy de muy buen humor.
2) 18: brazos y pecho. 3) Pasó cuando estudiaba en Estados Unidos. Estaba
parado en una esquina, esperando para cruzar la calle, cuando un loco me ve uno de los tatuajes y flashea que somos del mismo gang.
2) Tengo 7: 4 en la espalda, 1 en la entrepierna y 3) El tatuaje que reza “Mi Juan Cruz” no es pura
posesividad. El “mi” pretende que yo mire mi espalda en un espejo y recuerde lo que Juan Cruz significa para mí en el momento en el que me tatué (entonces, buscábamos un hijo); me remite a mi percepción interna y única de él, al amor que le tengo.
48 I TRASTIENDA DE TAPA
MARÍA CAMPOS
ABRIL ALONSO
1) Siempre por diferentes motivos que olvidé por completo.
1) Después de pensarlo mucho (el tatuaje y la respuesta…), me tatué para no olvidarme de quien soy.
2) 10. Everywhere. 3) Hay días en que me los sacaría todos, días en
2) Uno solo, en la nuca. 3) Casi siempre que alguien descubre mi tatuaje, me
que los olvido y muy pocos días en que los quiero.
OSCAR “ROHO” FERNÁNDEZ 1) Me tatúo porque soy un decorador de exteriores
frustrado.
pregunta qué es. En general, lo suelen confundir con una suerte de demonio o algo así, como si yo fuera la mismísima hija del diablo. Jeje. Entonces, contesto lo mismo –¡pero acá les dejo la versión acortada!–: “es el logo de Black Sabbath, una especie de ángel/demonio que representa muchas cosas para mí”.
CAMILA GASSIEBAYLE
2) Tengo 5: 1 en la mano, 2 en el brazo, 1 en el antebrazo
1) Me tatúo como forma de marcar en mi cuerpo las experiencias vividas y como forma de recordar. Al tatuarme, reafirmo en mi cuerpo eventos de mi historia personal.
3) El último de mis tatuajes –“mañana es mejor”– tiene
2) 3: uno en la nuca y dos en mi pie derecho. 3) Mi amiga, Paula Selby Avellaneda, en tercer año de la
y 1 en el cuello.
un sentido esperanzador y es parte de la poesía de Artaud, álbum de Luis Alberto Spinetta que se editó en 1972, año en que nací. Y ese lema lo retomó Gustavo Cerati en el último concierto de Soda Stereo, en 1997, antes de cantar la canción “Paseando por Roma”. En síntesis: se trata de un homenaje a Luis Alberto y a Gustavo.
Royal Academie of Antwerp, diseñó un traje haute couture basada en uno de mis tatuajes.
50 I TOP CINCO residente
1 Con el subtítulo “A Secret History of Women and Tattoo”, el libro Bodies of Subversion, de Margot Mifflin, representa una fascinante excursión a la subcultura de los tatuajes desde el siglo 19.
2 El 23 de septiembre se llevará a cabo en el hotel Sheraton el 5to Encuentro María Cher. Mujeres que inspiran, una propuesta gratuita que requiere inscripción a través de www.mujeresqueinspiran.com.ar.
3 Agárrense de las manos y celebren exaltadamente: el 15 de octubre toca The XX en The Mandarine Club (en Punta Carrasco) y tan sólo seis días después Tame Impala enciende el teatro Vorterix….
4
5
En octubre inaugura el Museo Provincial de Arte Contemporáneo de Mar del Plata. Se trata de un imponente predio de 7 mil m2 frente al mar, en el ingreso costero a la ciudad, diseñado por el estudio Monoblock.
Para los adictos a las cámaras de fotos, chequeen la nueva Hasselblad Stellar, disponible en siete versiones y con una extravagante empuñadura de madera que la diferencia de cualquier otra.
52 I el afiche
54 I arquitectura
“Después de 11 años de historia, la tienda de Gurruchaga pedía un cambio: el concepto ‘ladrillo picado y muebles del mercado de pulgas’ quedó atrás”, cuenta Martín Egozcue, el entusiástico mandamás creativo de Felix, que mudó su local insignia a Honduras 4916. Y agrega: “Convocamos a la arquitecta Anita Rascovsky con la idea de ir para otro lado, casi en dirección opuesta: un espacio limpio en el que la ropa y sus colores sean lo más relevante”. Y lo lograron: simpleza, líneas rectas, pulcritud y un blanco inmaculado se lucen en un marco radiante sin fotos ni adornos. Cierra Martín: “Una nueva etapa para una compañía que punteó un camino en hacer ropa de hombre, así que ¡más no podemos pedir!”.
La frase: JOHNNY DEPP I 55
56 I DECÍ WHISKY
RETRATOS DE MODA por Urko Suaya
Agustina
Body: Bonbons. Anillos: Cabinet Óseo.
Cynthia
58 I DECÍ WHISKY
Sol
Body: Armani. Anillos: Cabinet Óseo.
Araceli
Vestido: Fauna por Panorama.
60 I DECĂ? WHISKY
Florencia.
Vestido: Roma Renom.
Carla
Esternón: Cabinet Óseo.
RETRATOS DE MODA por Urko Suaya Estilismo: Valeria Polnoroff. Maquillaje: Verónica Momenti. Peinado: Lucas Barbolla y Facundo Díaz para Estudio H. Retoque digital: Diego Speroni.
62 I EL CUADRO
Tattoo Artist
Norman Rockwell (1944)
La bitácora I 65
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A orillas del lago Michigan, en un área en la que habitaban las tribus indias de los fox, mascouten, potawatomi y winnebago, se encuentra la ciudad de Milwaukee, la más grande del estado de Wisconsin y llamada originalmente “millioke”, palabra que significa, en dialecto indio, “la buena tierra”. Fundada por misioneros franceses a principios del siglo 19, esta metrópolis es cuna, por ejemplo, de las motos Harley Davidson, de cientos de famosas destilerías, de la grandísima pintora Georgia O’Keeffe –gracias a la cual Kusama viajó a Estados Unidos– y del Summerfest, el festival de música más grande del mundo (dicho por el libro Guinness de los récords, no por nosotros).
66 I EL MANIFIESTO
Desde tiempos inmemoriales y en distintas culturas, el tatuaje ha tenido significados diversos, pasando por el código de identificación al mero ornamento, la contraseña grabada en el cuerpo para seguridad de los conjurados hasta una expresión artística que exige talento. Fieles a nuestro proceder curioso y fisgón, buscamos denodadamente algún manifiesto dedicado al tatuaje, pero no encontramos nada. Ni lerdos ni perezosos, inventamos uno, que presentamos aquí, en exclusiva, con bombos y platillos. 1. Cada cual puede hacer de su cuerpo un maxikiosco. 2. Tatuate lo que quieras, cuando quieras, pero hacelo siempre con alguien de confianza y que trabaje muy profesionalmente. 3. La cantidad de tatuajes que tenés debería ser impar. ¿Por qué? No sabemos, pero hacenos caso. 4. No arruines en color lo que se banca muy bien en blanco y negro. 5. Olvidate de las modas y pensá realmente en qué querrías imprimirte en la piel. Es decir, tomate tu tiempo antes de dejarte tatuar. 6. Los impulsos son jóvenes, pero envejecen mal. 7. Dejá los cachetes de la cola en paz. 8. Nada de epigramas japoneses que supuestamente quieren decir “amor” o “paciencia” cuando en realidad significan otra cosa (quizá, algo terrible). 9.Si te tatuaste el nombre de tu novio, te separaste hace años y estás harta de vértelo todos los días en el espejo, tatuate encima algo creativo. 10. Tratá de ser original. 11. No te esfuerces en mostrar los tatuajes. Es
insoportable. Se verán cuando se tengan que ver. Y punto. 12. Si duele, es bueno. 13. ¿Primer tatuaje? Tal vez algo no demasiado grande estaría bien para empezar… 14. Dato: los tatuajes entre los dedos son complicados porque se trata de una zona con mucho desgaste, así que deberás retocarlo a menudo para que mantenga su color y no se borre. 15. Desaconsejamos los tatuajes que nacen de promesas. En realidad, no: hagan lo que quieran. 16. Una vez consumado el hecho, la mejor crema para que todo esté bien es la Dr. Selby. Posta. 17. Recién hecho, el tatuaje pica. No seas aparato y vayas a rascarte, ¿no? 18. Vean, para desasnarse, alguna de las series LA Ink, London Ink o Madrid Ink. 19. ¿Sabían que un alemán se ganó un Mini Cooper tatuándose el nombre de la marca automotriz en el pene? 20. Groucho Marx: “No te tatúes con una Bic en el brazo. Eso es de groncho”.
68 I Doble vidriera
E El ucraniano Sergei Polunin pasó de ser el niño mimado del Royal Ballet británico a convertirse en la oveja negra de esa mítica institución, pero fue esa metamorfosis inmediata la que lo ungió como el bailarín que osó pegar un portazo, cuestionando los métodos de trabajo de las grandes compañías mundiales. Lleno de tatuajes, protagonista de la campaña de Dior Homme, hedonista y contradictorio, Polunin exhibirá sus proezas en nuestra ciudad, en el marco de la Gala de Ballet de Buenos Aires, que auspicia Rochas y adonde también se presentarán las máximas figuras internacionales de la danza clásica y contemporánea. La imperdible cita es el 29 y 30 de agosto en el Teatro Coliseo.
70 I prendé la mecha Protagonista de varios capítulos de Los Simpson, Thomas Alva Edison patentó, a lo largo de 84 años de vida, la friolera de más de ¡mil inventos! Contribuyó a darle, tanto a Estados Unidos como a Europa, los perfiles tecnológicos del mundo contemporáneo: las industrias eléctricas, un sistema telefónico viable, las películas y el fonógrafo, que nos atañe aquí. El señor trabajaba en la compañía telegráfica Western Union cuando se independizó y, en 1877, creó el dispositivo que durante una década sirvió para reproducir sonidos y que fue estrenado con la canción “Mary had a little lamb”.
Por esa época, pero un poco después –precisamente, en 1886–, Carl Benz prendía la mecha del universo de los automóviles al patentar en Alemania, su país natal, el primer coche considerado como tal (“vehículo propulsado por motor de gas”, decía la descripción).
casas porte単as I 71
C L A U D I O L A R R E A
72 I DETRÁS DE TAPA
Publicado en 1981 y con una enorme respuesta del público, el disco Tattoo You es el decimosexto en Inglaterra y el decimoctavo en Estados Unidos de los Rolling Stones. Fue producido por Chris Kimsey junto a Mick y Keith, que firmaron como The Glimmer Twins. Los estilos musicales del álbum difieren de las técnicas usadas en sus dos predecesores, Some Girls y Emotional Rescue, con influencias disco, punk, reggae y blues y éxitos de la talla del inolvidable “Start Me Up” y “Hang Fire”. La premiada tapa de esta joya es obra del artista neoyorquino Peter Corriston, que también diseñó portadas de Billy Idol, Toma Waits y Led Zeppelin.
LA CASA DE UN AMIGO: ELOISA BALLIVIAN Y PATO BATTELLINI I 73
casa es ra t es u n “ s: o eñ du s lo Dicen rquitecto. a n si s o im ic h la ’, de a m ‘home tidiano co s o ca de o ci pa es n u de Se trata rnos ra t n ce n co de s o m a t ra t y laboral: carreras s la y s o cl ci ri t s lo s ra t mien sa es de ca La . n a de ro s o n s a t le de bicic ”. todos, ése es su espíritu
74 I GRANDES VESTIMENTAS