#84 路 BODAS DE PLATA
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ATRODEN QUIÉNES SOMOS DIRECTOR RESPONSABLE Marco Simeone Ariosa marco@intelectualyfrivola.com
DIRECTOR EDITORIAL Esteban Feune de Colombi esteban@intelectualyfrivola.com
EDICIÓN Lucía Colombo lucia@intelectualyfrivola.com
DISEÑO Florencia Martínez diseno@intelectualyfrivola.com
ASISTENTE COMERCIAL Lucrecia Gratas lucrecia@intelectualyfrivola.com
PRENSA Y RELACIONES PÚBLICAS Grupo Mass PR info@grupomass.net
IMPRESIÓN Galt Printing Ayolas 494 (CABA)
DISTRIBUCIÓN Y LOGÍSTICA Promail Condarco 4846 / 4572-0505
GALERA #84 BODAS de PLATA • 2016 TIRADA: 10.000 ejemplares OBRA DE TAPA: Pibes y coqueterías, de Alberto Passolini (Miau Miau Estudio).
intelectualyfrivola.com
GALERA INTELECTUAL Y FRÍVOLA es una publicación de Marco Simeone Ariosa, French 3112 (CABA). Las opiniones de los entrevistados y los artículos no reflejan necesariamente la opinión de quienes hacen Galera Intelectual y Frívola. Se prohíbe la reproducción parcial o total del contenido publicado en esta edición. Hecho el depósito que marca la ley 11.723
ENCONTRANOS EN Mercedes Haus, Hotel Pulitzer, Dadá, Tienda Malba, Olsen, Ocampo Wellness, La Olla de Felix, Cerini, Dandy, Bruni, Hotel Faena, Florería Atlántico, Dashi Sushi, Hotel Madero, Tegui, Camarín de las Musas, Fervor, Osaka, Roho, Cucina Paradiso, Felix, Pony Line, Sucre, Proa, Voulez Bar, Aldo’s, Le Blé y Farinelli.
COLABORAN Pablo Elías (ilustración Visionario), Lucas Gallo (fotos y videos De la galera y Oficios), Hugo Horita (ilustración La columna), Antolín Olgiatti (ilustración Top 5 visitante) y Javier Velasco (ilustración Curiosidades).
MUCHAS GRACIAS Nicole Hervás, Lucía Balboni, Lucía Ledesma, Julia Converti, Laura Ocampo, Zelmira Frers, Mercedes Casanegra, Federico Pontura, Vicente Grondona, Julieta López Acosta, Ángel Pacheco, Catalina Urtubey, Franco Vico, Nora Fisch, Sebastián Vidal Mackinson, Lara Marmor, Orly Benzacar, Mora Bacal, Ignacio Liprandi, Mercedes Azpilicueta, Jacopo Crivelli Visconti, Amalia Curutchet, Elisa Ibáñez, Mercedes Corte, Cecilia Glik, Gustavo Castagnino, María Clara Lindström, Soledad Carranza, Marcela Remoli, Marcela Peduto, Guillermo Cicciari, Mariano Maldonado, Paula López, Nicolás Sarabia, Julio Scaramella, Josefina Hassan, Jennifer Lorenzo Bianchi, Guillermo Noriega, Lucila Sperber, Germán Geller, Juan Pablo Maglier, Julieta Pérez y Diego Romero.
12 LA NUBE #FIESTAARTÍSTICA
Federico Peralta Ramos
Leonora Carrington
Sebastián Vidal Mackinson Nora Fisch JACOPO CRIVELLI VISCONTI
MERCEDES AZPILICUETA
Federico Pontura Luis Felipe Noé
Ernesto Deira Ignacio Liprandi
FRANCO VICO
Mercedes Casanegra
Lara Marmor
VICENTE GRONDONA & JULIETA LÓPEZ ACOSTA Osvaldo Giesso Rómulo Macció Sylvia Hoeks
Cecilia Glik
Miguel Ocampo
Mercedes Corte
Orly Benzacar Ángel Pacheco
Soy un pedazo de atmósfera [ruido raspado de respiración de oso] A veces he creído ser un oso Hay gente que no son seres humanos Ella es una mariposa Él es un camión Pero yo soy un pedazo TAMAÑO de atmósfera. Soy un pedazo de atmósfera Ando a una distancia más o menos del suelo No tengo velocidad Soy amigo del viento y de los semáforos Pero lo mejor de mi estado es que Envolví al planeta tierra Y se movió a un costado. Soy un pedazo de atmósfera [ruido rasposo de oso goloso] ¡Oí una cosa che! Yo no soy un robot
Soy un pedazo de atmósfera [ruidillos] Voy para cualquier lado No tengo velocidad Me meto con facilidad entre los sólidos Y los envuelvo Soy un pedazo de atmósfera No se a qué me dedico Me basta ser en el mundo Soy un pedazo de atmósfera [ruidos] Mozo por favor un sifón Tráigame un vaso con hielo Y una rodaja de limón. Manda chico Soy un pedazo de atmósfera [ruidos] Seguirán pasando cosas Y yo seguiré siendo Un PEDAZO TAMAÑO DE ATMÓSFERA Hasta luego.
ralta Ramos, reconocido por una genialidad que plasmó en obras dadaístas y en los principios de una religión que llamó Gánica. Esta canción existencialista la dedicó a todos los habitantes del sistema solar y formó parte de un álbum que contó con 1.333 copias distribuidas en disquerías y farmacias.
Soy un pedazo de atmósfera [ruiditos] Me quiero ir cada vez más al sur No le tengo miedo a la policía Porque soy un pedazo de atmósfera
*El autor de este temazo es Federico Manuel Pe-
¡ESCANEÁ LA PÁGINA Y ESCUCHÁ A PERALTA RAMOS!
#GÁNICO
Soy un pedazo de atmósfera*
14 EDITORIAL ATMOSFÉRICO
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Nadie mejor para protagonizar esta sección que el ilustre pintor, arquitecto y diplomático Miguel Ocampo. Tras inspeccionar cientos de álbumes familiares, nos hicimos con esta fotaza que no estamos muy seguros si fue tomada en los 60 o 70. Lo que sí sabemos es que los empilchados personajes de la placa son Miguel y su hija Laura rumbo a una fiesta. ¡ESCANEÁ LA PÁGINA Y DESCUBRÍ MÁS FOTOS DE MIGUEL OCAMPO!
Calu Rivero estuvo en la apertura del local en Palermo de Nous Étudions.
Gino Bogani vio a Michel Legrand en el Teatro Colón. Violeta Urtizberea pispeó el nuevo local de Nous Étudions en Palermo.
Juliana Awada y Facu Garayalde muy sonrientes en el evento de El Sótano.
Lupita-Nyong’o fue la bomba en la Met Gala de Nueva York.
Ana María Batistozzi y Yuyo Noé recorrieron el evento de arteBA en Malba.
María Kodama embelesada por la música de Michel Legrand en el Colón.
Inés Estevez y Javier Malosetti disfrutaron del recital de Michel Legrand en el BAFICI.
Jazmín Chebar y Sylvita Pereyra Iraola a los abrazos en El Sótano.
Naomi Preizler cantó en el cierre del BAIFFF.
Gustavo Castagnino en el evento de arteBA.
Florencia Raggi y Renata Repetto asistieron al cocktail de Clara en Patio Bullrich.
CIENCIAS SOCIALES 17
Diego Leuco pasó por la Copa de las Naciones invitado por ALPI.
Thibault de Montaigu y Sofía Achával escucharon a Michel Legrand en el Colón.
Carla Rebecchi encantada con el desayuno de Neutrogena en Farinelli.
Natalie Sielecki y Catalina Swinburn se encontraron en El Sótano.
Cynthia y Cindy Cohen aplaudieron en el cierre del BAIFFF.
Trinidad Galito, Ámbar Mallmann y Luna Álvarez Castillo pasearon por El Sótano.
Julia Converti y Alec Oxenford la pasaron joya en el lanzamiento de arteBA en el Malba.
Espléndida, Cindy Crawford en la Met Gala.
Sofía Zamolo anduvo por el cierre del BAIFFF.
Bárbara Lombardo tarareó al ritmo de Michel Legrand en el BAFICI. Flor Torrente se vistió en Velvet Underground by Casa Almacén en Espacio Pilar.
Roma Renom, Julieta Spina y Julieta Kemble charlotearon en el evento de arteBA.
18 EL RELATO #ANTROPOMORFO
Sea a través de obras plásticas o literarias, Leonora Carrington demostró que, en cuanto al surrealismo, ella es la emperatriz. De sus peculiares relatos, escogimos dos protagonizados por animales humanoides que exploran escalofriantes dimensiones oníricas pero, a su vez, resultan extrañamente reconfortantes y familiares.
La dama oval Una dama muy alta y muy delgada se hallaba de pie delante de su ventana. La ventana era también muy alta y muy delgada. El rostro de aquella dama era pálido y triste. Permanecía inmóvil y nada se movía cerca de la ventana, excepto una pluma de faisán que llevaba prendida en sus cabellos. Aquella temblorosa pluma atraía mi mirada. ¡Se remecía tanto en aquella ventana donde nada se movía! Era la séptima vez que yo pasaba por delante de la mencionada ventana. La dama triste no se había movido y, a pesar del frío que hacia aquella tarde, me detuve. Tal vez los muebles eran tan altos y delgados como ella junto a su ventana, y tal vez el gato (si es que había uno) respondía también a tales elegantes proporciones. Yo deseaba saber, era presa de curiosidad y de un irresistible deseo de entrar en la casa simplemente para cerciorarme. Antes de caer en la cuenta de lo que hacía, me hallaba en la entrada. La puerta se cerró sin ruido detrás de mi, y por primera vez en mi vida me hallé en una verdadera mansión aristocrática. Era sobrecogedor. Primero, el silencio era tan distinguido que apenas me atrevía a respirar; luego, los muebles y los objetos de adorno eran de una
elegancia suma. Cada silla era por lo menos dos veces más alta que las sillas corrientes y mucho más angosta. Para aquellos aristócratas, hasta los platos eran ovales y no redondos como los que usa todo el mundo. En el salón donde se hallaba la Dama Triste el fuego brillaba en la chimenea y había una mesa llena de tazas y pastelillos. Cerca de las llamas, una tetera esperaba tranquilamente que su contenido fuese bebido. Vista de espaldas, la Dama parecía aún más alta: tenía, a lo menos, tres metros de altura. El problema era éste: ¿cómo dirigirle la palabra? ¿Decirle que hacia un tiempo de perros? Demasiado trivial. ¿Hablar de poesía? ¿De qué poesía? –Señora, ¿le gusta a usted la poesía? –No. Detesto la poesía –me contestó con una voz de fastidio, sin volverse hacia mí–. –Beba una taza de té; esto la tranquilizará. –No bebo, no como. Lo hago para protestar contra mi padre, ese cochino. Tras un cuarto de hora de silencio, ella se volvió y quedé sorprendida al advertir su juventud. Debía tener unos dieciséis años. –Es usted muy alta para su edad, señorita.
Cuando yo tenía dieciséis años, mi estatura era la mitad de la suya. –¡Me importa un cuerno! De todos modos, sírvame un poco de té, pero no lo diga a nadie. Tal vez tome uno de esos pastelillos, pero recuerde sobre todo que no debe decir nada. Comió con un voraz apetito. Antes de engullir el vigésimo pastelillo, me dijo: –Aunque me muera de hambre, él no ganará nunca. Desde aquí veo el cortejo fúnebre con sus cuatro gordos y relucientes caballos..., marchando lentamente, y mi pequeño ataúd blanco en medio de una nieve de rosas rojas. Y la gente llorando, llorando... Tras una corta pausa, continuó, sollozando: –¡Aquí está el pequeño cadáver de la bella Lucrecia! Y, una vez muerta, ¿sabe usted?, no hay nada que hacer. Tengo deseos de matarme de hambre, sólo para jeringarlo. ¡Qué cerdo! Dichas las anteriores palabras, salió lentamente de la estancia. La seguí.
Al llegar al tercer piso, entramos en una inmensa habitación destinada a los niños, donde, esparcidos por todas partes, se veían centenares de juguetes descompuestos y rotos. Lucrecia se acercó a un caballo de madera inmovilizado en actitud de galope, a pesar de su edad, que debía frisar en los cien años. –Tártaro es mi preferido –dijo ella, acariciando el belfo del caballo–. Detesta a mi padre. Tártaro se meció graciosamente sobre su balancín mientras yo me preguntaba cómo podía moverse solo. Lucrecia lo contempló, pensativa y unidas las manos. –Irá muy lejos de esta manera –dijo–. Y cuando regrese, me contará algo interesante.
bién eres un caballo. –¡Caballo! ¡Caballo! ¡Caballo! –graznó Mathilde, bailando histéricamente sobre la cabeza de Tártaro–.
–¡Deténgase, Lucrecia!
Lucrecia se arrojó a la nieve, que ya tenía mucho espesor, y se enroscó dentro de ella, gritando:
–Bueno –dijo la vieja–. ¿No me obedece usted, señorita? Bueno. Entonces, lo lamentará. Voy a conducirla ante su padre.
–¡Todos somos caballos!
Tenía una mano oculta detrás de su espalda, pero con una rapidez insólita en una persona tan anciana, saltó sobre Lucrecia y le puso el freno en la boca. Lucrecia se lanzó al aire, relinchando de rabia, pero la vieja no se apeó. Seguidamente, nos agarró a mi por los cabellos y a Mathilde por la cabeza, y los cuatro nos vimos lanzados a una furiosa danza. En el corredor, Lucrecia empezó a cocear y rompió cuadros, sillas y jarrones de porcelana. La vieja estaba pegada a la espalda de Lucrecia como un molusco a la roca. Yo estaba llena de heridas; creí muerta a Mathilde: colgaba lamentablemente de la mano de la vieja como un trapo.
Cuando se levantó el efecto era extraordinario. Si yo no hubiese sabido que era Lucrecia, hubiera jurado que se trataba de un verdadero caballo. Era tan bello, de una blancura tan cegadora, con sus cuatro finos remos como agujas y una crin que caía en torno a su larga cara como si fuese agua.
Al mirar hacia fuera, advertí que nevaba. Hacia mucho frío pero Lucrecia no se daba cuenta de ello. Un ruidito en la ventana llamó su atención.
Reía, alegre, bailando locamente en la nieve.
–Es Mathilde –dijo–. Hubiera tenido que dejar abierta la ventana. Por otra parte, una se ahoga aquí.
Tártaro no cambiaba de velocidad, pero sus ojos centelleaban. Sólo se veían sus ojos, porque estaba cubierto de nieve. Mathilde chillaba y se golpeaba la cabeza contra los muros. Yo bailaba una especie de polka para que el frío no se apoderase de mi cuerpo.
Tras eso, rompió los cristales y la nieve entró junto con una urraca que, volando, dio tres vueltas por la habitación. –Mathilde habla como nosotros; hace diez años le partí la lengua en dos. ¡Qué hermosa criatura! –¡Hermosa criatura! –graznó Mathilde, con voz de bruja–. ¡Hermooosa crrrriaturrrrra! Mathilde se posó en la cabeza de Tártaro, que continuaba balanceándose dulcemente, cubierto de nieve. –¿Has venido para jugar con nosotros? –preguntó Lucrecia–. Estoy contenta, porque me aburro mucho aquí. ¿Y si imagináramos que todos nos hemos convertido en caballos? Yo voy a transformarme en caballo con nieve; esto será más verosímil. Tú, Mathilde, tam-
–¡Galopa, galopa, Tártaro! Pero yo seré más veloz que tú.
De pronto, advertí que la puerta estaba abierta y que en el umbral se encontraba una vieja. Estaba allí seguramente desde hacia mucho rato, sin que yo hubiese reparado en ella. La vieja miraba a Lucrecia con ojos fijos y perversos. De repente, temblando de furor, gritó:
La voz de Lucrecia era cada vez más aguda, se desternillaba de risa.
En medio de una verdadera orgía de ruidos, llegamos al comedor. Sentado al extremo de una larga mesa, un anciano caballero, más semejante a una forma geométrica que a otra cosa, terminaba de comer. Bruscamente, una calma absoluta se estableció en la habitación. Lucrecia miró a su padre con los ojos hinchados.
–¡Deteneos! ¿Qué es eso? ¡Vaya, señoritas! Lucrecia, ¿no sabe usted que este juego está estrictamente prohibido por su padre? ¡Ridículo juego! Ya no es usted una chiquilla.
–Entonces, ¿vuelves a las andadas? –dijo el viejo, cascando una nuez–. La señorita de la Rochefroide ha hecho bien en traerte aquí. Hace exactamente tres años y tres días que te prohibí jugar a los caballos. Es la séptima vez que te amonesto, y seguramente estás enterada de que el número siete es el ultimo en nuestra familia. Me veo obligado, mi querida Lucrecia, a castigarte muy severamente.
Lucrecia bailaba moviendo peligrosamente sus cuatro piernas cerca de la vieja, al tiempo que lanzaba penetrantes carcajadas.
La muchacha, bajo su forma de caballo, no se movió, pero las ventanas de su nariz palpitaron.
20 EL RELATO –Lo que voy a hacer es sólo por tu bien, pequeña –dijo el anciano, en voz muy baja. Y continuó–: Eres demasiado grande para jugar con Tártaro. Tártaro es para los niños. Por lo tanto, voy a quemarlo yo mismo hasta que no quede nada de él. Lucrecia lanzó un grito terrible y cayó de rodillas. –¡Eso no! ¡Papá, eso no! El anciano sonrió con gran dulzura y cascó otra nuez. –Es la séptima vez, pequeña. Lágrimas manaron de los grandes ojos de caballo de Lucrecia y cruzaron como dos riachuelos sus mejillas de nieve. La muchacha iba cobrando una blancura tan resplandeciente que era luz. –¡Piedad, papá, piedad! ¡No quemes a Tártaro! Su voz aguda se hacia cada vez más delgada. Lucrecia estuvo pronto arrodillada en un lago de agua. Yo era presa de un miedo terrible de verla fundirse. –Señorita de la Rochefroide, haga salir a la señorita Lucrecia –dijo el padre–; y la vieja sacó de allí a la pobre criatura, mudada en un ser flaco y tembloroso. Creo que él no había advertido mi presencia. Me oculté detrás de la puerta y oí al viejo subir a la habitación de los niños. A poco, me tapaba los oídos con las manos: unos espantosos relinchos se oían arriba, como si una bestia sufriese inauditas torturas...
Conejos blancos Ha llegado el momento de contar los sucesos que comenzaron en el número 40 de Pest
Street. Parecía como si las casas, de color negro rojizo, hubiesen surgido misteriosamente del incendio de Londres. El edificio que había frente a mi ventana, con unas cuantas volutas de enredadera, tenía el aspecto negro y vacío de una morada azotada por la peste y lamida por las llamas y el humo. No era así como yo me había imaginado Nueva York. Hacía tanto calor que me dieron palpitaciones cuando me atreví a dar una vuelta por las calles; así que me estuve sentada contemplando la casa de enfrente, mojándome de cuando en cuando la cara empapada con sudor. La luz nunca era muy fuerte en Pest Pret. Había siempre una reminiscencia de humo que volvía turbia y neblinosa la visibilidad; sin embargo, era posible examinar la casa de enfrente con detalle, incluso con precisión. Además, yo siempre he tenido una vista excelente. Me pasé varios días intentando descubrir enfrente alguna clase de movimiento; pero no percibí ninguno, y finalmente adopté la costumbre de desvestirme con total despreocupación delante de mi ventana abierta y hacer optimistas ejercicios respiratorios en el aire denso de Pest Street. Esto debió de dejarme los pulmones tan negros como las casas. Una tarde me lavé el pelo y me senté afuera, en el diminuto arco de piedra que hacía de balcón, para que se me secara. Apoyé la cabeza entre las rodillas, y me puse a observar una moscarda que chupaba el cadáver de una araña, a mis pies. Alcé los ojos, miré a través de mis cabellos largos, y vi algo negro en el cielo, inquietantemente silencioso para que fuera un aeroplano. Me separé el pelo a tiempo de ver bajar un gran cuervo al balcón de la casa de enfrente. Se posó en la balaustrada y miró por la ventana vacía. Luego metió la cabeza debajo de un ala, buscándose piojos al parecer. Unos minutos después, no me sorprendió demasiado ver abrirse las dobles puertas y asomarse al balcón una mujer.
Llevaba un gran plato de huesos que vació en el suelo. Con un breve graznido de agradecimiento, el cuervo saltó abajo y se puso a hurgar en su comida repugnante. La mujer, que tenía un pelo negro larguísimo, lo utilizó para limpiar el plato. Luego me miró directamente y sonrió de manera amistosa. Yo le sonreí a mi vez y agité una toalla. Esto la animó, porque echó la cabeza para atrás con coquetería y me dedicó un elegante saludo a la manera de una reina. –¿Tiene un poco de carne pasada que no necesite? –me gritó. –¿Un poco de qué? –grité yo, preguntándome si me habría engañado el oído. –De carne en mal estado. Carne en descomposición. –En este momento, no –contesté, preguntándome si no estaría bromeando. –¿Y tendrá para el fin de semana? Si fuera así, le agradecería inmensamente que me la trajera. A continuación volvió a meterse en el balcón vacío, y desapareció. El cuervo alzó el vuelo. Mi curiosidad por la casa y su ocupante me impulsó a comprar un gran trozo de carne a la mañana siguiente. Lo puse en mi balcón sobre un periódico y esperé. En un tiempo relativamente corto, el olor se volvió tan fuerte que me vi obligada a realizar mis tareas diarias con una pinza fuertemente apretada en la punta de la nariz. De cuando en cuando bajaba a la calle a respirar. Hacia la noche del jueves, noté que la carne estaba cambiando de color; así que, apartando una nube de rencorosas moscardas, la eché en mi bolsa de malla y me dirigí a la casa de enfrente. Cuando bajaba la escalera, observé que la casera parecía evitarme. Tardé un rato en encontrar el portal de la
casa. Resultó que estaba oculto bajo una cascada de algo, y daba la impresión de que nadie había salido ni entrado por él desde hacía años. La campanilla era de ésas antiguas de las que hay que tirar; y al hacerlo, algo más fuerte de lo que era mi intención, me quedé con el tirador en la mano. Di unos golpes irritados en la puerta y se hundió, dejando salir un olor espantoso a carne podrida. El recibimiento, que estaba casi a oscuras, parecía de madera tallada.
Con profunda repugnancia, me aparté a un rincón; y la vi arrojar la carroña a los conejos, que se pelearon como lobos por la carne.
Los susodichos conejos despedazaban la carne con sus afilados dientes de macho cabrío.
–Quiere quedarse entre nosotros; ¿a que sí? –de repente me entró miedo y sentí ganas de salir, de huir de estas personas terribles y plateadas y de sus conejos blancos carnívoros–. Creo que me voy a marchar; es hora de cenar.
La mujer misma bajó, susurrante, con una antorcha en la mano.
–Por supuesto, nosotros nos comemos alguno de cuando en cuando. Mi marido hace con ellos un estofado sabrosísimo, los sábados por la noche.
El hombre de la silla profirió una carcajada estridente, aterrando al conejo que tenía sobre la rodilla, el cual saltó al suelo y desapareció.
Seguidamente, un movimiento en uno de los rincones atrajo mi atención; entonces me di cuenta de que había una tercera persona en la habitación. Al llegarle a la cara la luz de la antorcha, vi que tenía la tez igual de brillante que ella; como oropel en un árbol de Navidad. Era un hombre y estaba vestido con una bata roja, sentado muy tieso, y de perfil a nosotros. No parecía haberse enterado de nuestra presencia, ni del gran conejo macho cabrío que tenía sentado sobre su rodilla, donde masticaba un trozo de carne.
La mujer acercó tanto su cara a la mía que creí que su aliento nauseabundo iba a anestesiarme.
–¿Cómo está usted? ¿Cómo está usted? –murmuró ceremoniosamente–; y me sorprendió observar que llevaba un precioso y antiguo vestido de seda verde. Pero al acercarse, vi que tenía la tez completamente blanca y que brillaba como si la tuviese salpicada de mil estrellitas diminutas. –Es usted muy amable –prosiguió–, tomándome del brazo con su mano reluciente. No sabe lo que se van a alegrar mis pobres conejitos. Subimos; mi compañera andaba con gran cuidado, como si tuviese miedo. El último tramo de escalones daba a un “boudoir” decorado con oscuros muebles barrocos tapizados de rojo. El suelo estaba sembrado de huesos roídos y cráneos de animales.
–Una acaba encariñándose con ellos –prosiguió la mujer–. ¡Cada uno tiene sus pequeñas costumbres! Le sorprendería lo individualistas que son los conejos.
La mujer siguió mi mirada y rió entre dientes. –Ése es mi marido. Los chicos solían llamarlo Lázaro.
–Tenemos visita muy pocas veces –sonrió la mujer–. Así que han corrido todos a esconderse en sus pequeños rincones.
Al sonido de este nombre, familiar, el hombre volvió la cara hacia nosotras; y vi que tenía una venda en los ojos.
Dio un silbido bajo, suave y, paralizada, vi salir cautelosamente un centenar de conejos blancos de todos los agujeros, con sus grandes ojos rosas fijamente clavados en ella.
–¿Ethel? –preguntó con voz bastante débil–. No quiero que entren visitas aquí. Sabes de sobra que lo tengo rigurosamente prohibido.
–¡Vengan, bonitos! ¡Vengan, bonitos! –canturreó–, metiendo la mano en mi bolsa de malla y sacando un trozo de carne podrida.
–Vamos, Laz; no empecemos –su voz era quejumbrosa–. No me puedes escatimar un poquitín de compañía. Hace veinte años y pico que no veía una cara nueva. Además ha
traído carne para los conejos. La mujer se volvió y me hizo seña de que fuera a su lado.
–¿No quiere quedarse, y ser como nosotros? En siete años su piel se volverá como las estrellas; siete años tan sólo, y tendrá la enfermedad sagrada de la Biblia: ¡la lepra! Eché a correr a trompicones, ahogada de horror; una curiosidad malsana me hizo mirar por encima del hombro al llegar a la puerta de la casa, y vi que la mujer, en la balaustrada, alzaba una mano a modo de saludo. Y al agitarla, se le desprendieron los dedos y cayeron al suelo como estrellas fugaces.
22 ÁRBOL GENEALÓGICO VERDE
No es azar que los dólares sean verdolagas. En 1850 se descubrió que se resistía a los disolventes y era el más difícil de falsificar.
BLANCO
Las rayas blanquecinas de las cebras surgen donde la pigmentación oscura está deficiente, por eso ninguna es igual a la otra.
AMARILLO
Este tono nos da más hambre y de ahí que algunos vivarachos lo usan en sus logos para despertar nuestro instinto voraz. ¡Ah!
ROJO
Una vez, la Plaza Roja fue bautizada “Plaza Bella”. La variación proviene de la similitud entre los términos rusos de esos epítetos.
NARANJA
La famosa caja negra de los aviones no es de color negro sino que, aunque ustedes no lo crean, ¡es naranja!
MARRÓN
Ustedes pueden crear un espectro infinito de tonalidades marrones al mezclar los colores primarios... en distinto orden.
AZUL
Desde tiempos prehistóricos, para conseguir este tinte se utilizaron piedras como lapislázuli o azurita y plantas como glasto o índigo.
NEGRO
9 COLORES
El impresionismo no lo reconoció como parte de la paleta. Su lema era: “representar pictóricamente el efecto del color”.
ROSA
Según el Feng Shui, este tono tiene un poderoso efecto relajante. Así que, si tuvieron un día estresante, píntense de rosa.
24 AFICHISTAS HISTÓRICOS #PIONEROSGRÁFICOS
Alexander Rodchenko
Alfons Mucha
Cassandre
Katsushika Hokusai
Shigeo Fukuda
Peter Behrens
Jules ChĂŠret
Georgi y Vladimir Stenberg
Josef MĂźller-Brockmann
Herbert Matter
Henri de Toulouse-Lautrec
Saul Bass
#ALARTEVAMOS LA COLUMNA
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ALQUIMIA Erudita del arte, Mercedes Casanegra relata su incursión en este maravilloso universo y lo analiza de pé a pá. En esta edición de arteBA ostenta el título de miembro del comité de selección de galerías, en la sección Principal, y del comité consultor de Cabinet. De golpe hago un alto y cuento casi cuatro décadas de mi vida ligada a las artes visuales. Recuerdo que en el verano, después de haber terminado la secundaria –un bachillerato orientado hacia las humanidades con enseñanza de latín y griego–, estaba escuchando un concierto de música brasileña cuando resolví mi disyuntiva entre la carrera de Historia del Arte o Letras. Por alguna razón ganó la primera y la música había acompañado la elección de mi destino. En la Universidad de Buenos Aires me esperaban excelentes profesores en artes, historia, literatura, estética, música y cuando egresé tuve la oportunidad de estar cerca de ellos en otro plano, como colegas mayores.
ILUSTRACIÓN: HUGO HORITA
De manera paralela, en los primeros años estudiaba jazz moderno con Noemí Coelho, que tenía un estudio repleto de profesionales y aficionados. Ella insistía en mis condiciones para la danza, pero ganó el arte. El momento decisivo que me puso en el camino que todavía transito fue una beca de trabajo auspiciada por la marca Benson&Hedges, en la orientación de arte argentino; me colocó en la pista central para entrar en el mundo del arte. Eran los años del retorno a la democracia y el medio cultural se rearmaba entero: varios volvían del exilio y reinaba una efervescencia renovadora. Los artistas de la Nueva Figuración regresaban al país, Ruth Benzacar abría su galería de Florida y toda esa calle volvía a multiplicar exposiciones. Jorge Glusberg y el grupo del CAyC, con Clorindo Testa, Luis Benedit, Víctor Grippo y Jacques Bedel, exhibían sus obras en el Centro Cultural Recoleta, que recién abría sus puertas. Jorge Helft y Marion Eppinger con la Fundación San Telmo y Marcos Curi con su Museo de Arte fundaban el coleccionismo de arte contemporáneo. En aquellos años se plantaban los cimientos del arte del que hoy formamos parte. Creció y evolucionó de manera exponencial, pero no podría haberlo hecho sin aquella efervescencia de diciembre de 1983. En 1991 se hizo la primera edición de arteBA en Recoleta, dirigida y llevada a cabo con enorme entusiasmo por Fito Fiterman. Sin embargo, lo que más me seducía de todo aquello era el contacto cercano con los artistas, ya que eran la fuente de la creación. Sus obras
y sus ideas en vivo y en directo. Noé y la reedición de su Antiestética junto con el grupo la Nueva Imagen –Alfredo Prior, Juan José Cambre, Marcia Schwartz, Duilio Pierri y otros– y entre medio surgía el joven Guillermo Kuitca. Luego, el Grupo de la X: Jorge Macchi, Pablo Siquier, Ernesto Ballesteros y tantos... Kenneth Kemble daba clases de pintura en Martínez y esperaba inquieto la llegada del lugar que hoy ocupa en la historia del arte argentino. Emilio Renart y Nicolás García Uriburu se preparaban para que Pierre Restany escribiera el libro que se remontaba a su juventud. ¡Y así tantos otros! Entretanto, de la mano de Miguel Briante, empecé a escribir en el diario Tiempo Argentino. Mi entrevista a Pierre Alechinsky realizada en París causó sensación en el ambiente. También escribía para la revista Artinf, de Silvia Ambrosini. Sumado a esto, Kemble me recomendaba que intentara conversar con Grippo y en su casa lo entrevisté para el diario. Fue entonces cuando divisé una concepción del arte que fue una de las que más me interesó hasta el día de hoy: la aproximación desde la mirada de la alquimia, una premisa central en la obra de Grippo. La comprensión del arte desde la alquimia fue la revelación que me acompaña hasta hoy y que confirmé años más tarde al conocer a Bernardo Nante, filósofo y destacado especialista en la obra de Carl G. Jung. Terminé de entender que esa disciplina de paciente introspección personal estaba no sólo en la estrategia intrínseca y secreta del arte sino que era parte constitutiva de la plataforma que nos permite a los seres humanos ir descubriendo el profundo sentido de nuestras vidas, cualquiera sea nuestra profesión. En un instante privilegiado pude ver cómo los senderos que recorría desde siempre estaban unidos por un lazo invisible. Finalmente vislumbré que hay un sueño que subyace en nuestra cultura –en nuestro caso, en Occidente– y es necesario comprender. Entendí que la amplitud de horizontes, el trabajo con la materia, el intelecto y el espíritu –incluido nuestro propio físico– es tarea de los artistas y de todos. Además, es lo más interesante que hay en un mundo tan complejo como el que nos ha tocado.
28 VIDRIERA
@MUNTREF
La Universidad Nacional Tres de Febrero albergará dos muestras simultáneas hasta el 18 de septiembre. El artista español Bernardí Roig expondrá más de 100 obras y, al mismo tiempo, Leandro Erlich exhibirá su instalación Puerto de memorias. La entrada es gratis, todos los días menos los lunes, de 12 a 20 horas.
OSVALDO
ยก
GRACIAS, ยก
MERCI BEAUCOUP: OSVALDO GIESSO 29
30 VISIONARIO: RÓMULO MACCIÓ
¡ESCANEÁ LA PÁGINA Y PINTÁ CON MACCIÓ!
Harto del arte moderno y de las obras tradicionales, el iluminado Rómulo Macció formó en 1961, junto a Deira, Noé y De la Vega, el grupo Otra Figuración. Oponiéndose a lo que calificaba como pintura “rosa bombón”, trabajó la figura humana desde una perspectiva innovadora con total libertad y evadiendo directivas académicas; instauró, así, una nueva era en el arte argentino. Eligió el paisaje de La Boca para vivir y plasmar su obra, muchas veces relacionada con el mundo de los inmigrantes, el Río de la Plata y su barrio. Este autodidacta que se formó en agencias publicitarias desde los 14 años nunca fue partidario de explicar sus creaciones y solía comentar: “La pintura no se dice, se muestra”. Acérrimo bostero, en 1997 decoró la Bombonera con gigantescos murales sobre planchas de metal en los que expresó su interpretación artística de la historia xeneixe. Galardonado en todo el globo, sus creaciones habitan importantes museos como el Guggenheim o el Museo de Arte Moderno de París. Con 84 pirulos en las alforjas, Macció murió el 11 de marzo. Entre el caudal de sus geniales pensamientos, hay uno digno de epitafio: “mientras haya un hombre, éste se expresará con sus manos, pintando donde fuere”.
32 TOP CINCO VISITANTE
@MECHICORTE
UN FILÓSOFO Me quedo con Immanuel Kant, que dijo “la belleza artística no consiste en representar una cosa bella sino en la bella representación de una cosa”. Esta síntesis es acertadísima en la escena del arte contemporáneo.
MERCEDES CORTE Saquen punta a sus lápices para anotar las acertadas opiniones y recomendaciones de la gerente ejecutiva de arteBA.
UN FOTÓGRAFO Elijo a Annemarie Heinrich porque me encanta que su obra represente a la mujer como sensual, libre y desprejuiciada. Fue una pionera porque, además del retrato, durante toda su carrera desarrolló el arte del desnudo. Según ella, “la belleza se aprende mirando”.
UNA GOLOSINA Sin lugar a dudas, el Mogul, pero sólo los verdes y rosas. Siempre me quedo un rato en el kiosco mirando en qué paquetes hay más de estos dos colores porque últimamente son todos naranjas y amarillos.
UN CANTANTE LATINOAMERICANO
UNA VANGUARDIA
Me encanta la música brasileña: tiene una cadencia especial y los cariocas son pura energía positiva. Marisa Monte es la reina de las reinas y con Julieta Venegas forman un dúo dinámico.
Me fascina el Dadaísmo ya que fue contundente y provocador. Su objetivo principal era cuestionar los criterios artísticos más afianzados en la época, ridiculizando la veneración pasiva y la falta de crítica del público. En definitiva, gracias a este movimiento surgieron otros modos de expresión como el arte conceptual, que adoro.
ANTENNAORG
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34 DOBLE VIDRIERA
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#TRAICIONERA STILL LIFE 35
Sylvia Hoeks en La mejor oferta (2013).
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VICENTE.MARTINGRONDONA
@THISISJLA DE LA GALERA 37
Julieta López Acosta Vicente Grondona ¿Cuál es su estado mental más frecuente? J: Alpha. V: Bipolar. ¿Qué programas pispean cuando hacen zapping? J: Los prgramas Intratables, Citas fatales y El show de Johnny Allon y los canales Baby TV y Crónica. V: Economía política, Citas fatales e Intratables. ¿Cómo definirían el arte? J: El arte es generar risa, conmoción y pensamiento en la gente. V: Como dijo Pablo Picasso, “si lo supiese, no lo diría”. ¿Cuál es vuestro juego de mesa predilecto? J: Cadáver exquisito, de dibujos o poesía. V: El truco. ¿Cuál es vuestro refrán de cabecera? J: “Comen pan y eructan pollo”. V: “Que te garúe finito”.
¿Con qué artista les gustaría tomarse una copa de ajenjo? J: Con Vicente. V: Con cualquiera de los parroquianos de la querida librería La Internacional Argentina. ¿Qué película los hace llorar como bebés? J: Dumbo. V: Les parapluies de Cherbourg. ¿Cómo se llamó su primera mascota? J: Noventa y nueve. V: Pancho. ¿Qué los inspira? J: La realidad. V: Conducir en la ruta. Si fueran magos, ¿qué sacarían de la galera? J: Un clon. V: Dos niñeras.
38 PERIPLO BIRRERO
@CERVEZAPATAGONIA
En los últimos tiempos, el beer truck de Patagonia recorrió varios puntos del país. Su parada más reciente fue la Feria Masticar, donde desembarcó con un trailer y un bar container desde el que desplegó un gigantesco patio cervecero. La gran noticia es el estreno de una variedad pensada para la Feria y un mapa de maridajes llamado Ruta Patagonia, ideal para guiar a los comensales por los tantísimos puestos en tres rutas posibles: Exploradora, Tradicional y Veggie.
ROSARIO El trailer de Patagonia festejó San Patricio en el fascinante Rosario Beer Festival. Allí, hizo su debut con la cerveza tirada.
CAPITAL FEDERAL
COSTA ATLÁNTICA En el verano, el genial vehículo anduvo yirando por Pinamar, Cariló y Mar de las Pampas: ofrecían variadas birras y recitales.
LA PLATA Infaltable la parada en Picurba, la feria gastronómica que toma su nombre de las palabras picnic y urbano.
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FERIA MASTICAR
AMBER LAGER La primera variedad creada por Patagonia que mezcló cuatro tipos de malta y, entre ellas, incluyó unos tintes dulces de las maltas caramelo.
BOHEMIAN PILSENER Esta variedad es oriunda de Bohemia, en República Checa. Por eso, su ingrediente no tan secreto es el lúpulo Saaz, importado de su pueblo natal.
WEISSE La más etérea de todas. Realizada con trigo malteado, tiene un característico tono opalescente que conjuga perfecto con su aroma cítrico y especiado.
KÜNÉ Es la niña mimada, también conocida como Patagonia Pale Ale. Dicen los que saben que ofrece una combineta de lúpulos locales deliciosos: Victoria y Mapuche.
] PIPA
Sus siglas significan Patagonia India Pale Ale y son sinónimo de fuerte amargor. No teman, tiene un gustito maltoso que armoniza de lujo con su intensidad.
DARK BARLEY WINE Una edición especial elaborada para Masticar. En el paladar se asemeja a un buen vino y, si bien es amarga, tiene un dejo dulce ¡que la vuelve adictiva!
LABERINTO DE TALENTO ArteBA celebra sus 25 años con un festín artístico que honra lo mejorcito de este último cuarto de siglo. Cientos de pinturas, esculturas, performances y fotografías convertirán un pabellón de La Rural en un auténtico laberinto de talento. Por eso, con el visto bueno de la Fundación arteBA, les traemos 12 joyitas para que iluminen vuestro recorrido ferial. Como si fuera poco, convocamos a los protagonistas –artistas, galeristas y curadores– para que nos dieran su opinión sobre cada obra. Recomendamos fervientemente recorrer las galerías que conjugan esta practiquísima guía de bolsillo mientras escuchan la Sonata a Kreutzer, de Beethoven.
¡ESCANEÁ LA PÁGINA Y GEOLOCALIZÁ LAS OBRAS EN ARTEBA!
#JOYITASARTEBA TRASTIENDA DE TAPA 41
La huida, de Alfredo Prior Galería Vasari - Sección Principal “El arte es lo más cercano a un estado natural de las cosas. Cuando pierde esa naturalidad para volverse ‘profesional’, no hay arte. En último caso, prefiero ser un francotirador que un ‘profesional’”. Por Alfredo Prior en una entrevista de 2007.
Sin título, serie “Estudio para la construcción de un paisaje. La Laguna de Zempoala”, de Ana Gallardo (2015) Ignacio Liprandi Arte Contemporáneo - Sección Principal “Ana Gallardo es profunda, sensible y poética. Este proyecto es uno de los más bellos que se han llevado a cabo en las artes plásticas de nuestro país en los últimos años; un dibujo con exquisita sensibilidad”. Por Ignacio Liprandi, galerista.
Un mundo raro, de Mercedes Azpilicueta (2015) Galería Mirta Demara- Sección Solo Show Zurich “Es un trabajo que toma su nombre de una canción de Chavela Vargas en la que pareciera preguntarnos “¿qué es lo que nos hace humanos?”. Otro punto de partida es la frase “nadie sabe lo que es capaz un cuerpo”, de Spinoza. En estos tiempos en que se ha hecho un culto de la imagen del cuerpo; las emociones o afecciones parecen ser, todavía, una posibilidad para romper con ese fetiche. Para arteBA se presenta una adaptación del video en que se hace zoom sobre partes del cuerpo, abstrayendo la idea de un ser unificado y único. Hay una delgada línea entre lo provocativo y lo triste e incómodo. Este ser humanoanimal vestido con una armadura de Adidas parece confundido, triste, alegre, miedoso, atrapado, demente. Esta lucha, fuerza irrefrenable, es una cuestión de sobre-vivencia”. Por Mercedes Azpilicueta, artista.
Sin título (compacto), de Ángel Pacheco (2015) El Gran Vidrio - Sección Barrio Joven Chandon “La obra es un fardo de 13 pinturas comprimidas; me gusta experimentar la materialidad y sus límites. Por eso, al iniciar una pieza dispongo de todos los materiales y empiezo a separarlos y reagruparlos –según criterios diversos y azarosos–, siempre atento a la relación entre los objetos y su entorno. Mis producciones más recientes se materializan en diversos soportes como objetos, instalaciones o fotografías transpictóricas que inician siempre desde la pintura”. Por Ángel Pacheco, artista.
Serie Cometer C Y C, de Claudia del Río (2003-2010) Galería Nora Fisch - Sección DIXIT “Son unos trabajos lúdicos, agudos y poéticos que Claudia realizó a lo largo de varios años interviniendo páginas de revistas vintage con tintas y recortes de latas de aluminio de Coca-Cola. Con esta intervención, los avisos publicitarios de otra época se transforman en escenarios donde suceden eventos en un clima surreal: se arman mini-narrativas detenidas en el tiempo, casi como un ‘still’ de una película animada delirante. Esta rosarina es una artista intrigante y de culto, adorada por otros artistas. Me encanta su mezcla de subjetividad y sensibilidad algo hermética, su preocupación por lo social e intelectualidad cultivada”.
Por Nora Fisch, galerista.
Autorretrato 22, de Francisco Toledo (1995) Galería Juan Martín / Galería Quetzalli - Sección Photobooth Citi “Mi arte es una mezcla de lo que he visto y de otras cosas que no sé de dónde vienen. Me ha influido el arte primitivo, pero también los locos, los enfermos mentales y, sobre todo, Rufino Tamayo”. Por Francisco Toledo en entrevista de 2015.
Una fiesta en el Kavanagh, de Daniel Santoro (2013) Galería Palatina - Sección DIXIT “La obra muestra dos espacios bien diferenciados: un adentro y un afuera, una civilización y una barbarie. Ambos espacios están habitados por grupos de personas aunque, si es posible distinguir algunos rasgos faciales de los bailarines del Kavanagh, es imposible hacerlo con los jinetes pampeanos ya que son representados prácticamente como sombras. Un cuerpo femenino marfil contrasta en este aquelarre: es una cautiva llevada en brazos por un hombre a caballo. Ninguno de los personajes de los grupos cruzan mirada: son dos escenas dentro de un mismo espacio pictórico que no entablan relación. Santoro trabaja con un imaginario histórico nacional enmarcado en la dicotomía “civilización o barbarie”, un proyecto de país que buscó extender sus fronteras nacionales y cristianizar o eliminar a sus pobladores originarios porque no eran funcionales a este programa. Una fiesta en el Kavanagh logra condensar visualmente varias de estas problemáticas”. Por Sebastián Vidal Mackinson, curador de DIXIT.
Mercado, de Cristina Schiavi (2008) Galería Miranda Bosch - Sección DIXIT “Para llevar a cabo esta potente obra, Cristina se inspiró en los mercados centroamericanos, por eso los colores y las formas transmiten el clima y el estado de ánimo de estos lugares. Originalmente, fue realizada en colaboración con otros artistas. Tenía que estar en DIXIT porque es un mercado dentro de un mercado. La idea es traer un calador de frutas para que talle distintas obras tal como sucedió en MALBA”. Por Lara Marmor, curadora DIXIT.
TRASTIENDA DE TAPA 45
Vidrio, de Jorge Macchi (2015) Galería Ruth Benzacar - Sección Principal “Macchi es un artista que trabaja con nosotros desde hace casi 30 años y, al ser su ‘galería madre’, nos pareció importante tenerlo presente en nuestro stand también. Debo admitir que en general no me parece muy interesante describir una obra; pero puedo decir que las pinturas de Jorge Macchi son producto de imágenes tomadas de la realidad que incluyen un elemento perturbador. Capta momentos, instantes extraños. Probablemente esta obra sea producto de un hallazgo en la calle mientras caminaba: se encontró con un vidrio roto reparado con cinta de embalar”. Por Orly Benzacar, galerista.
The Hippie Avenger, de Franco Vico (2016) Galería El Mirador Espacio - Sección Barrio Joven Chandon “Se trata de una pintura de la serie ‘Truth Is Gore’ que recrea los títulos de apertura de películas Exploitation y el cine clase B para adultos de las décadas del 60 y 70. Desde el punto de vista de estos géneros, los títulos aluden a películas ficticias que remiten siempre a algún tipo de problemática social o política. Cuando empecé a interiorizarme en la historia de los movimientos contraculturales, se me ocurrió dedicar una pintura al asesinato de un joven fan de los Rolling Stones por parte de los Ángeles del Infierno –el grupo de motociclistas que la banda paradójicamente contrató como seguridad de su show en Altamont, en 1969–. Via análisis de la simbología esotérica presente en el show, algunas versiones apuntan a un sacrificio ritual escenificado para poner coto al ‘Verano del amor’ y a la generación del Flower Power”. Por Franco Vico, artista.
46 TRASTIENDA DE TAPA
@MERCEDESBENZARG
U - T U R N · Project Rooms La sección de Mercedes-Benz en arteBA.
Sesc Pompeia, Facade (2016) Las obras “Esta es una serie de fotografías de Veronika Kellendorfe pertenecientes a la galería Christopher Grimes. La artista yuxtapone imágenes de plantas y obras arquitectónicas célebres, entre ellas, la casa de vidrio Lina Bo Bardi de São Paulo, en la que Veronika expuso el año pasado. La obra fotográfica de esta artista parte casi siempre de la arquitectura, y esta serie es una salvedad en su trabajo porque pasa a incorporar la naturaleza no más como parte la arquitectura –una planta doméstica– sino en sí misma”.
La sección “En la edición de este año busqué hacer un conjunto de pequeñas exposiciones; o sea, en cada stand hay una razón o tema que me llevó a definir los artistas. En este caso, la obra de Veronika dialoga con el trabajo de Lucia Koch y Carlos Bunga y, de esa aproximación, emerge una reflexión común sobre la relación entre naturaleza y arquitectura”.
Sesc Pompeia, Ramps (2016) Por Jacopo Crivelli Visconti, curador de la sección.
8.818
23
artistas formaron parte de arteBA.
países demostraron su valía artística.
2.254
132
galerías colgaron sus cuadros en la feria.
3.102
museos y empresas adquirieron una obra.
invitados internacionales pulularon por La Rural.
76
artistas fueron homenajeados a toda pompa.
4.488
invitados dijeron chin-chin en el brindis de apertura.
A lo largo de su historia, la feria creció 15.000 metros cuadrados.
37
artistas fueron galardonados en arteBA.
@ARTEBAFUNDACION CIFRAS ARTEBA EN 25 AÑOS 49
12.340
estudiantes de arte tuvieron un rapto de inspiración en La Rural.
22.506
7
artistas fueron becados para disfrutar una residencia internacional.
posteos instagrameros tienen el #arteBA.
8%
de los concurrentes leyeron mal el mapa y se perdieron entre los paneles.
56.798
personas se compraron un librazo artístico en la feria.
95
concurrentes se sacaron una selfie con Marta Minujín.
Un visitante promedio recorre la feria en su totalidad en 3 horas y 16 minutos.
10.539
personas trabajaron en el detrás de escena para montar esta gigantesca feria.
1.801.921 visitantes se empacharon de arte.
35
workshops y actividades fueron dirigidas por coleccionistas y galeristas.
50 CAPTURAS
NOS PUSIMOS NUESTROS ANTEOJOS MÁS ARTY PARA HUSMEAR EN LAS CAUTIVANTES GALERÍAS DE LA WEB EN BUSCA DE ESTAS PINTORESCAS CAPTURAS.
Existen muchísimos proyectos multidisciplinarios que recaen bajo el manto protector de Google. Entre ellos, resalta este impecable paseo multimedial por las obras de arte callejero de todo el globo. En este sitio podrán acceder a una visita guiada por los grafittis de varios países junto con una audio-guía que les contará la historia detrás de cada mural. Sólo en Argentina hay 471 obras callejeras, la mayor cantidad de Latinoamérica.
El arte es reciclado, plagiado y reinterpretado incontables veces, pero esta cuenta logró intervenir reconocidísimas pinturas clásicas sin dar ni una pincelada. Este Instagram reformuló el concepto de cientos de cuadros mediante, nada más y nada menos, que una selfie. Recorran un museo colaborativo de pics tomadas por cualquier usuario que usa el hashtag de la cuenta y sabe cómo sacarle una autofoto a una pintura o escultura desprevenida.
Con poco texto, pero superabundancia de imágenes, este Tumblr tiene lo último de lo último del mundillo artístico. La página aloja una colección curada por la galería neoyorkina Pace, que también tiene sede en Londres y Pekín. Además, postean data inédita de happenings que la rompen tanto en Occidente como en Oriente y, por supuesto, difunden las novedades de los museos más grosos.
“El texto es de mal gusto. El llamado es incómodo. El mail es viejo”. Ése era el slogan de esta App bizarra creada por la artista y escritora Miranda July. El concepto se basaba en la comunicación indirecta: el emisor enviaba un mensaje a otra persona, usando como intermediario a un desconocido elegido aleatoriamente por la app quien recibía, además, indicaciones verbales como “gritar” o “besar”. Así, el destinatario original recibía el comunicado mediante una interpretación ao vivo de un extraño. Por más raro que parezca, uno de cuatro mensajes llegaron a destino. El 31 de octubre de 2015 la plataforma murió, pero quedan videos de este happening virtual.
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MARCOSLUMEN OFICIOS: MARQUERO 53
DETRÁS DEL ARTE Desde un taller escondido en Vicente López, Federico Pontura dirige Marcos Lumen, el lugar en que el arte cobra su formato final. Este humilde artesano resalta la grandeza de las pinturas que pasaron por sus manos y asegura que detrás de toda obra, hay un marco que sostiene su grandeza. Texto: Lucía Colombo Fotos: Lucas Gallo
¿Cómo arrancaste a ser marquero?
A los 17 años aprendí el oficio con mi padrastro, Jorge, en un taller de la calle Tres Sargentos. Era un lugar muy bohemio, él trabajaba solo y yo le daba una mano. Cuando falleció, en el 97, decidí continuar con su legado, pero quería darle una vuelta de tuerca. Mientras estudiaba Administración arranqué con el oficio. Le pedí a mi mamá que me prestara el garage de su casa en Vicente López y ese fue mi primer taller propio. Creció tanto, que terminó ocupando media casa, hasta que nos echaron.
¿Qué te atrajo de la labor?
En el taller de Jorge encontré la magia del oficio porque estaba orientado al mundo del arte. Ahí le agarré el gustito, sin saber que se iba a convertir en mi trabajo y sustento. Por eso, siempre tuve claro que nuestro lineamiento sería puramente artístico.
¿Por qué “Lumen”?
Mi padrastro se llamaba Jorge Lumi y, casualmente, el taller funcionaba sobre la vidriería Lumi. Cuando estaba pensando un nombre que simbolizara todo, pensé en él y en que “lumen” significa luz en latín. Un amigo artista me ayudó a decidirlo, pero nos parecía un nombre muy simbólico y, a su vez, una especie de homenaje a Jorge.
¿Cómo crean los diseños de cada marco?
La primera etapa, y la mejor, es diseñar los marcos junto a los galeristas y artistas. Por un lado, es importante asesorarlos desde nuestro conocimiento del oficio y, por otro, es necesario entender qué es lo que buscan. Muchas veces los artistas vienen con una idea que no es recomendable para cierto tipo de obras. Desde nuestro conocimiento y sensibilidad, buscamos resolver cuestiones de diseño y conservación. Es un trabajo en conjunto para llegar a una solución posible y adecuada.
¿Y cómo continúan el trabajo?
Una vez definido el diseño, arranca el proceso productivo. Hay una parte administrativa muy importante que trata del seguimiento de cada obra: cómo se archiva, guarda y rotula con las fechas de los plazos de trabajo. Esa instancia es primordial porque no hacemos dos marcos iguales: todos tienen diferentes particularidades y cada proyecto es único.
¿De qué manera organizan el trabajo?
Lo dividimos en dos partes: primero el montaje y después, la confección del marco en sí. En la planta del taller hacemos los enmarcados y tenemos un cuartito aparte donde hacemos la parte más sucia del oficio, que es pulir y cortar. En el segundo piso realizamos el montaje de las obras y tenemos una cabina de pintura para el laqueado de los marcos. Por último, está el depósito para guardar las obras a enmarcar hasta que están listas para montar. Todo el proceso es muy artesanal.
¿Tenés aprendices?
Tuve en mis inicios, pero hace años el taller lo nutrimos con marqueros que tienen oficio; en general, nadie viene a aprender de cero. Cuando ingresan, empiezan a trabajar en el taller y automáticamente los sumamos al proceso. Ellos aprenden de nuestras formas y, además, traen su bagaje y nos nutren a todos.
¿Qué tipo de marcos hacen?
De todo tipo, según la obra. Pueden ser elaborados, como los museológicos, o más simples. Trabajamos con varios materiales, como madera, aluminio o cúpulas de acrílico.
¿Qué es un marco museológico?
Son marcos que tienen que cubrir ciertos estándares extra de calidad en conservación
y llevan materiales mucho más caros, por eso no los usamos en todos los cuadros que hacemos. Igualmente, hasta el más básico de nuestros cuadros se arma con los mejores materiales y está preparado para durar muchísimo.
¿Qué materiales usan?
Trabajamos con elementos neutros, como paspartús, y, para sellar los marcos, usamos bisagras de papel Japón y cintas de aluminio. Todo depende del papel y cómo reacciona con los diversos materiales que construyen el enmarcado. Por eso existen marcos visualmente iguales, pero estructuralmente diferentes.
¿Cuántas obras tienen dando vueltas en el taller?
Por suerte, tenemos trabajo estable todo el año, una situación que en nuestro oficio es bastante compleja de alcanzar. Nueve personas trabajan en el taller, así que lo que necesitamos es un volumen importante de producción para mantenernos funcionando. ArteBA implica un pico de trabajo, es un sacudón en el mercado artístico. Todos los artistas presentan algo y todas las galerías necesitan cosas; si bien todo el año tenemos muchas obras en producción, ¡en arteBA son mucho más que muchas!
¿Cómo afecta la feria su rutina?
La realidad es que estamos muy organizados y nos preparamos con tiempo. Además, se produce una comunión con nuestros clientes que también se ponen las pilas, así es como hemos recibido trabajos desde enero. Igualmente, 300 cuadros para una muestra no es lo mismo que hacer 300 cuadros para arteBA: todos tienen distintas medidas, distintas técnicas y, por supuesto, todo para el mismo día.
¿Cuánto tardan en terminar un trabajo? Alrededor de 30 días.
OFICIOS: MARQUERO 55
Hoy hay una apuesta muy fuerte al arte contemporáneo y mucha pasión en cada proyecto.
¿Cómo se diferencian de sus competidores?
Le ponemos mucho cariño a lo que hacemos, creo que trabajamos de una manera muy cuidadosa y profesional. Por eso, tenemos bastante trabajo y una buena relación con el ambiente del arte: conocemos a los artistas, nos involucramos y tratamos de ir a las muestras para apoyarlos. Sumado a eso, fuimos puliendo el oficio ya que se aprende mucho con los artistas y con los problemas que nos plantean.
¿Cuál es la importancia de enmarcar una obra?
Sobre todo, su conservación, ya que hay que enmarcarlas para que se mantengan. Además, el marco debe presentar la obra de forma correcta así puede visualizarse bien; es decir, no debe haber mucha interferencia entre la obra y el espectador, salvo que sea un requerimiento. Por ejemplo, con Alejandro Kuropatwa armamos una serie muy kitsch con marcos de terciopelo. En esos casos, el marco y la obra son una sola pieza.
¿Cuál fue la obra más extraña que enmarcaron?
Hemos enmarcado de todo, desde cuadros ovalados, hasta zapatos de baile, pasando por las pinturas de Max Gómez Canle, en las que la pintura se escurre para un lado y el marco tiene que seguirla, o las cajas con luz de Fabio Kacero, que fueron todo un desafío.
¿Tuviste algún episodio insólito?
Una vez vino un arquitecto que quería enmarcar de manera muy sencilla unos grabados antiguos que, en ese momento, tenían unos marquitos horribles. Los cinco grabados me parecieron re lindos, entonces llamé a una restauradora para que los viera. Después de investigarlos un poco, resultaron ser de Rembrandt. Al parecer, el abuelo
del dueño de estas obras era un restaurador europeo. Finalmente, terminaron con unos divinos marcos museológicos.
¿Cómo definirías la escena de arte local?
El arte argentino está por todos lados porque es súper prolífico, hay grandes artistas y la producción es buenísima. Hay muchos artistas jóvenes con gran trascendencia internacional, como Adrián Villar Rojas, a quien le hicimos los marcos para su primera muestra. Más allá de que las galerías no venden tanto como quisieran, siempre hay nuevas propuestas. Hay un montón de galerías abriendo nuevos espacios que apuestan al arte contemporáneo. Las galerías solían tener un perfil más clásico y un pequeño espacio reservado para lo nuevo y hoy hay una apuesta muy fuerte al arte contemporáneo y mucha pasión en cada proyecto.
¿Qué te apasiona de tu trabajo?
Me gusta mucho el oficio, así que mi satisfacción viene por la sensación de que estamos haciendo algo por el arte. Lo que más me gusta es enmarcar obras que se exponen y llegan a ser importantes. Y, por supuesto, la satisfacción del artista por nuestro trabajo. Cuando salen notas de las muestras y se ven los marcos, las recorto y las guardo. Si bien somos muy “anónimos”, la satisfacción es personal.
¿Alguna muestra que recuerdes con cariño?
Me dedico a esto hace años y hay dando vueltas una enorme cantidad de artistas que están trabajando hace bastante, así que nos conocemos desde chicos. Por eso, verlos crecer me genera una emoción enorme, como la muestra de Jorge Macchi en el Malba: un artista con quien trabajo desde hace años. Uno no cobra dimensión de los artistas que acompaña hasta que los ve en una exposición de ese porte.
58 PATADAS DE CHANCHO
¡UNA PINTURITA! E
n 1956, el brillante William Faulkner fue entrevistado por la escritora Jean Stein y, de ese intercambio, rescatamos la siguiente idea: “Un artista es una criatura impulsada por demonios. No sabe por qué ellos lo escogen y generalmente está demasiado ocupado para preguntárselo... Su única responsabilidad es con su arte. No deberá tener ningún escrúpulo y, de ser necesario, arrojará todo por la borda: honor, orgullo, decencia, seguridad, felicidad y, si tiene que robar a su madre, no dudará en hacerlo”.
S
hunga significa “imágenes de primavera” en japonés y es un género de producción visual nipón en el que reinaban las gráficas sexuales. El primero de su especie data de 1660 y es considerado el tatarabuelo del animé. Si bien sus creadores eran acorralados por las prohibiciones y regulaciones del gobierno, estas obras fueron muy populares ya que ilustraban con lujo de detalle amoríos muy escandalosos: sus protagonistas iban desde samuráis hasta comerciantes, pasando por geishas, animales y seres mitológicos. Este curioso arte llegó a su fin en 1867 por motivos que desconocemos.
P
reguntamos en nuestro Facebook “¿qué obra de arte robarían?”. Nuestros seguidores respondieron: 1) La receta de la pizza de Uggi’s; 2) Todo Caravaggio; 3) La Estatua de la Libertad o la Torre Eiffel para exhibirlas en un descampado de Lugano y cobrar $2 la entrada; 4) La piedad; 5) Un colchón de Minujín; 6) El jardín de las delicias, de El Bosco; 7) La capilla Sixtina; 8) Algún Rothko; 9) La más cara; 10) Las manos de Perón; 11) Juanito dormido de Berni; 12) Christina’s World de Wyeth.
S
in duda, la crucifixión es una de las escenas bíblicas más veces pintada en la historia pictórica. Por eso, el excéntrico artista Sebastian Horsley quiso alejarse de las representaciones mundanas y ascender hasta una vivencia personal que le permitiera plasmar su sufrimiento y –el de Jesus Christ Superstar– de forma exacta. Con esta desquiciada idea en mente, viajó a Filipinas y pagó 2.000 libras para que lo clavaran a una cruz de madera. El británico resumió la experiencia como un dolor indescriptible con intensas alucinaciones que lo acompañaron durante la media hora que llevó su crucifixión. Para los morbosos y curiosos, el video de esta performance se encuentra googleando su nombre.
DICEN LOS QUE SABEN QUE EL LÁPIZ FUE INVENTADO EN INGLATERRA EN 1565. DICEN LOS QUE SABEN QUE BASTA DE SOMMELIERS DE TODO. DICEN LOS QUE SABEN QUE EL PAPÁ DE MONET QUERÍA QUE SU HIJO FUERA VERDULERO. DICEN LOS QUE SABEN QUE LOS PROBLEMAS NO SE SOLUCIONAN EVADIÉNDOLOS. DICEN LOS QUE SABEN QUE DURA LO QUE DURA DURA. DICEN LOS QUE SABEN QUE NOS MENTIMOS MÁS A NOSOTROS QUE A LOS OTROS. DICEN LOS QUE SABEN QUE EXISTE UN MUSEO DEL MAL ARTE. DICEN LOS QUE SABEN QUE PABLO PICASSO FUE UNO DE LOS SOSPECHOSOS EN EL ROBO DE LA MONA LISA EN 1911. DICEN LOS QUE SABEN QUE EL ARTE NUNCA SE AGOTA. DICEN LOS QUE SABEN QUE LAS ESTATUAS ROMANAS TENÍAN CABEZAS REMOVIBLES. DICEN LOS QUE SABEN QUE ANDY WARHOL SE LLAMABA, EN REALIDAD, ANDREW WARHOLA. DICEN LOS QUE SABEN QUE HACEN FALTA MÁS HAPPENINGS. DICEN LOS QUE SABEN QUE NO ES LINDO LO QUE ES LINDO, ES LINDO LO QUE GUSTA. DICEN LOS QUE SABEN QUE MUSEO MATA CINE.
MANTÉNGANSE ATENTOS A LO QUE DICEN LOS QUE SABEN.
Este escritor y artista que recibió el mote de “príncipe frívolo” documentó con palabras y dibujos su recuperación del opio. Este relato fue publicado en 1930 junto con una serie de lisérgicas ilustraciones bajo el nombre de Opio: diario de una desintoxicación. A continuación, sus adictivos retratos.
60 DOBLE MANUSCRITO: JEAN COCTEAU #DROGAVINTAGE
62 DECÍ WHISKY
@MACHETEART
Cecilia Glik Esta fotógrafa logró capturar los entornos más pintorescos –literalmente– tras husmear en los talleres de 25 artistas contemporáneos argentos. Vale aclarar que las siguientes instantáneas formaron parte de un proyecto para Machete, una publicación que funciona como un
DIEGO GRAVINESE.
directorio del panorama artístico local.
MÓNICA MILLÁN.
FABIÁN BURGOS.
ROSARIO ZORRAQUÍN.
NAHUEL VECINO.
MÁXIMO PEDRAZA.
NICOLA COSTANTINI.
PABLO SIQUIER.
DIEGO BIANCHI.
DECÍ WHISKY 67
AMAYA BOUQUET.
68 DECÍ WHISKY
ADRIANA BUSTOS.
ERNESTO BALLESTEROS.
70 TOP CINCO RESIDENTE
1 COCIENDO DRAMAS
2 DE CULTO
3 FOTOGÉNICA
Vayan a ver el musical Nada del amor me produce envidia en Timbre 4. Esta obra dirigida por Santiago Loza gira en torno a una costurera estresada porque Libertad Lamarque y Eva Perón le encargan el mismo vestido.
Sonic Youth lanza Spinhead Sessions, una rareza de siete temas instrumentales que verá la luz el 17 de junio. Las canciones fueron compuestas para Made in the U.S.A, de Ken Friedman, pero por algún motivo no fueron parte de la peli.
Catalina Swinburn, artista visual chilena, presenta sus alucinantes fotografías en el Centro Cultural Matta en la Embajada de Chile en Argentina. La exposición tendrá sus puertas abiertas hasta el 30 de junio con entrada gratuita.
4 TROMPETEANDO
5 INVASIÓN MEXICA
Los últimos dos sábados de mayo, Gillespi se presenta en el Bebop Club para deleitarnos con su nuevo disco, Desayuno en Ganimides. El jazzista promete espectáculos para todos los gustos y radicalmente diferentes entre sí.
En el MNBA podrán deslumbrarse con la muestra de tres excepcionales muralistas mexicanos: Orozco, Rivera y Siqueiros. Sus revolucionarias obras pisan nuestro país por primera vez y estarán aquí hasta el 7 de agosto.
LA FRASE: LUIS FELIPE NOÉ 71
¡ESCANEÁ LA PÁGINA Y ESCUCHÁ A FELIPE!
“EL CONCEPTO DE
ORDEN NO SIRVE PORQUE ES ESTÁTICO Y PARCIAL”.
A fines de los 50, una tropilla de artistas capitaneados con vehemencia por Rafael Squirru –entonces director del MAMBA– reivindicó el arte nacional y combatió el colonialismo cultural. Inspirados en la coalición obrera alemana llamada Liga Espartaquista, se bautizaron como Grupo Espartaco. A continuación, unos subversivos fragmentos de su manifiesto publicado en la revista Política en 1959.
#ARTATTACK EL MANIFIESTO 73 Es evidente que en nuestro país, a excepción de algunos valores aislados, no ha surgido hasta el momento una expresión plástica trascendente, definitoria de nuestra personalidad como pueblo. Los artistas no podemos permanecer indiferentes ante este hecho, y se nos presenta con carácter imperativo la necesidad de llevar adelante un profundo estudio del origen de esta frustración. Si analizamos la obra de la mayor parte de los pintores argentinos, especialmente de aquellos que la crítica ha llevado a un primer plano, observaremos como característica común el total divorcio con nuestro medio, el plagio sistematizado, la repetición constante de viejas y nuevas fórmulas, que si en su versión original constituyeron auténticos hallazgos artísticos, al ser copiados sin un sentido creativo se convierten en huecos balbuceos de impotentes. Las causas determinantes de esta situación están en la base misma de nuestra vida económica y política, de la cual la cultura es su resultado y complemento. Una economía enajenada al capital imperialista extranjero no puede originar otra cosa que el coloniaje cultural y artístico que padecemos. La oligarquía, agente y aliada del imperialismo, controla directa o indirectamente los principales resortes de nuestra cultura, y, a través de ellos, enaltece o sume en el olvido a los artistas seleccionando únicamente a aquellos que la sirven. Constituye, además, por ser la clase más pudiente, el principal mercado comprador de obras artísticas. En virtud de los intereses que representa se caracteriza en el plano cultural por una mentalidad extranjerizante, despreciativa de todo lo genuinamente nacional y por lo tanto popular. El resultado de todo esto es que el artista no tiene otro camino para triunfar que el de la renuncia a la libertad creadora, acomodando su producción a los gustos y exigencias
de aquella clase, lo que implica su divorcio de las mayorías populares que constituyen el elemento fundamental de nuestra realidad nacional. Es así como, al dar la espalda a las necesidades y luchas del hombre latinoamericano, vacía de contenido su obra, castrándola de toda significación, pues ya no tiene nada trascendente que decir. Se limita entonces a un mero juego con los elementos plásticos, virtuosismo inexpresivo, en algunos casos de excelente técnica, pero de ninguna manera arte, ya que éste sólo es posible cuando se produce una total identificación del artista con la realidad de su medio. No se piense que esta última sea una afirmación arbitraria: constituye un problema que hace a la esencia misma del arte. En efecto, un arte nacional es la única posibilidad que existe de hacer arte. A través de las mejores obras de los más grandes artistas de la historia, percibimos ante todo, el espíritu de la sociedad que las engendró. No puede ser de otra manera, ya que el artista es un hombre y todo hombre se conforma fundamentalmente según los elementos sociales que gravitan sobre él: productor de la sociedad, al expresarse artísticamente, si lo hacen en un sentido profundo y con sinceridad, dará expresión, de un modo inevitable, al medio que lo rodea. El ritmo del crecimiento histórico es variable para cada sociedad y esa variación es el principal elemento incidente en el origen de las nacionalidades. En consecuencia toda obra artística, por el hecho de ser una expresión social, necesariamente ha de ser también una expresión nacional. Generalizando, podría decirse que el arte surge como el resultado de una necesidad de expresión individual, que al concretarse será una expresión nacional, pues el individuo fundamentalmente es producto de la nación, y culminará finalmente, en expresión universal, ya que los problemas trascendentes del hombre son universales.
El problema del surgimiento de un arte nacional en nuestro país, determina el verdadero alcance que debe tener para nosotros el término “nacional”. Unidad geográfica, idiomática y racial; historia común, problemas comunes y una solución de esos problemas que sólo será factible mediante una acción conjunta, hacen de Latinoamérica una unidad nacional perfectamente definida. La gran Nación Latinoamericana ya ha tenido en Orozco, Rivera, Tamayo, Guayasamín, Portinari, etc., fieles intérpretes que partiendo de las raíces mismas de su realidad han engendrado un arte de trascendencia universal. Este fenómeno no se ha dado en nuestro país salvo aisladas excepciones. El arte latinoamericano, considerando las características sociales y políticas de nuestro continente, ha de estar necesariamente imbuido de un contenido revolucionario, que será dado por el libre juego de los elementos plásticos en sí, prescindiendo de la anécdota desarrollada, si es que la hay. Estos objetivos se cumplirán mediante una doble acción: el arte, no puede ni debe estar desligado de la acción política y de la difusión militante y educadora de las obras en realización. El arte revolucionario latinoamericano debe surgir, en síntesis, como expresión monumental y pública. El pueblo que lo nutre deberá verlo en su vida cotidiana. De la pintura de caballete, como lujoso vicio solitario hay que pasar resueltamente al arte de masas, es decir, al arte.
74 CURIOSIDADES
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