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LA TERCERA ES LA VENCIDA 'BORREGO' GÁNDARA...

Las condiciones políticas para que Ernesto Gándara Camou sea el candidato del PRI al gobierno de Sonora en el proceso electoral del 2021, parecen desvanecerse al cobrar forma una tercera reedición de los escenarios previos del 2009 y 2015, donde poderes fácticos en las cúpulas tricolores, impidieron que El Borrego arribara a la candidatura priísta; de nueva cuenta, las señales de un clima adverso en este partido se ciernen sobre las aspiraciones del hermosillense, aún cuando las encuestas lo ubican como el único contendiente que puede dar la pelea al virtual abanderado de Morena, Alfonso Durazo Montaño. En la víspera de la justa electoral del 2009, Ernesto Gándara sucumbió ante la aplanadora oficial en el proceso interno del PRI, con la voluntad en contra del entonces gobernador Eduardo Bours Castelo, la cargada y los recursos del gobierno estatal ungieron candidato a Alfonso Elías Serrano, quien fue arrasado en las urnas por el panista Guillermo Padrés; en 2015, al Borrego se le atravesó Beltrones y la candidata fue Claudia Pavlovich Arellano, la actual gobernadora de un régimen que ostenta sin rubor el sello bel- nista. Esta vez Gándara Camou tomó la iniciativa de lanzar su proyecto a la gubernatura con anticipación, solo con el respaldo de su equipo y sin el aval del PRI estatal, pero con un amplio apoyo de la militancia tricolor, en respuesta, el ex director del Isssteson Pedro Ángel Contreras, de filiación beltronista, salta a la palestra buscando también la candidatura; a estas alturas, El Borrego difícilmente caerá en la estratagema de una interna con los dados cargados, antes bien, renunciará al PRI del que ya tiene un pie afuera, solo falta que se anuncie el nuevo esquema partidista, en el marco de una alianza electoral, que lo postularía como su virtual candidato al gobierno de Sonora. Con este movimiento, quedaría desarticulado el plan diseñado para descarrilar, por una tercera ocasión, la intención de que Ernesto “El Borrego” Gándara accediera a la candidatura por el tricolor, así como también el presunto acuerdo para entregar, en charola de plata, el Ejecutivo Estatal a Morena con un candidato a modo; además, es un hecho que Manlio Fabio Beltrones no soltará el control del PRI en el estado y en este contexto Gándara Camou, así como cualquier otro proyecto fuera del círculo beltronista, simplemente no tienen cabida.

Ahora bien, si en efecto las proyecciones políticas se confirman, no es descabellada la coalición electoral entre los partidos citados, en la coyuntura de que el partido a vencer es Morena, una candidatura común lo suficientemente sólida como la que plantea la figura de Ernesto Gándara puede unificar criterios partidistas, aun cuando no lo postule el PRI, un gran porcentaje de la militancia priísta votaría por el Borrego y en el PAN se da por sentado el apoyo de Javier Gándara Magaña a favor de la eventual nominación borreguista; en el proceso electivo del 2015, Javier como candidato panista obtuvo más de 400 mil votos y es todavía referente en las filas del albiazul, promoviendo el voto hacia el Borrego, es factible hacer la diferencia.

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Los que saben, dicen que la virtual candidatura de Ernesto Gándara por la ruta de la coalición, tiene el aval del dirigente nacional priísta Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas, con quien colaboró el hermosillense en el CEN del PRI, obteniendo de primera mano el rumbo de las posibles alianzas y coaliciones partidistas, lo que le ha permitido tomar decisiones correctas, primero dejando su cartera en el comité ejecutivo nacional y la que estaría por tomar renunciando al tricolor para encabezar la coalición en Sonora.

En cierta ocasión el Borrego Gándara expresó que la tercera vez era la vencida, en relación a los dos anteriores intentos fallidos, con el PRI o sin el PRI, dejando entrever una posible ruptura si las circunstancias le cerraban las puertas, ahora esas condiciones parecen cumplirse y pronto se verá si el capitalino tiene las agallas para romper con el PRI y construir un esquema distinto de participación electoral, después de todo, no hay ya más alternativas y políticamente no tiene mucho que perder pero sí mucho que ganar.

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