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REVISTA GUATINí Fundada en Abril de 2007 La Revista Guatiní, ahora con salida mensual es un vehículo de promoción cultural y literaria. Todo el material aquí publicado puede ser copiado sin cambio alguno, mencionando autor y fuente y siempre con intenciones educativas, nunca para menoscabar la razón de la existencia ni la labor literaria de sus colaboradores. Guatiní de manera virtual da a conocer a escritores, hombres y mujeres éditos e inéditos, que publican en la Red de la Internet. Y como algo importante, da a conocer a cubanos y cubanas que residen dentro o fuera de la Isla porque entiende que somos una sola raíz, un solo sueño, una sola Literatura. Es una Revista sin ánimo de lucro, es decir, que la plataforma básica de su contenido nunca se rendirá a los intereses de nadie, solamente al respeto de lo publicado y a sus autores. Busca el nido de Guatiní también en Facebook. www.facebook.com/RevistaGuatini.

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Revista literaria Guatiní Nro. 162 AÑO VIII Fundada el 19 de Abril de 2007 Fundador Editor General Enesto R. del Valle Colaboradores Permanentes: Aurelia Castillo/ R. Dominicana Odalys Leyva/ Cuba Lorenzo Suarez Crespo/ Cuba Gladys Taboro. Argentina Margarita Bokuso Mina. / España Lucio Estévez. Cuba Portada: Juan Ramírez Pellerano Diseño de portada Ernesto R. del Valle Logo: Suanmy Mercedes Larisa. Rep. Dominicana 2|Page Todo material publicado en esta Revista puede ser difundido siempre que se mencione la fuente y el autor y no se tome para ofender o defender intereses particulares. Revista editada sin ánimo de Lucro en soporte virtual. ISSUU http:www.issuu.com/revistaguatini AHORA Búscala en Facebook y comparte https://www.facebook.com/RevistaGu atini?fref=ts

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JUAN RAMÍREZ PELLERANO, EL POETA QUE EDUCÓ POETAS. Por ERNESTO R. DEL VALLE. . La muerte y la vida. Dos componentes con la cual Juan Ramírez Pellerano, especulaba con esa peculiar forma del decir. Cuando la muerte era cierta, cuando tocaba a alguien, decía, con un gesto de los dedos ¡LAGARTO! ¡LAGARTO!. Porque Pellerano, como cariñosamente lo llamábamos, era un individuo sospechosamente dado a lo místico a lo mágico. Los jóvenes que comenzábamos a emborronar cuartillas con poesías, cuentos o relatos, supimos de la cultura raigal de este hombre delgado, de apariencia tímida y endeble. Pusimos en su conocimiento las horrorosas cuartillas que pensábamos únicas y terminadas. A muchos se nos enrojeció el rostro en el Taller Rubén Martínez Villena -del cual fue maestro, asesor y fundador- ante la crítica severa, algunas veces intransigente. Era increíblemente afable en las relaciones personales pero en el Taller, la adustez y la intolerancia predominaban en sus clases de Rima, Métrica, Ortografía e incluso hasta de Lectura. No admitía falta de seriedad ni chistes de mal gusto así como tampoco la crítica, la observación o el comentario fuera de lugar o negativo a las obras que se leían en el Taller. Personalmente Pellerano me salvó de una muerte literaria. Aquellos intentos de poemas, siempre en estructura libre, pasaron poco a poco a sufrir transformaciones, no sólo en la diversidad de temas, sino en su estructura. Recuerdo la atención personal que dedico a mis poemas incluso fuera de las sesiones del Taller. Luego detecté que no era a mí solamente, cualquiera que llegara a él con una duda, estaba dispuesto a aclararla. También supe de no pocos que se alejaron del Taller porque eran reacios a la crítica, no aceptaban tocar una línea de su “grandiosa obra literaria”. Fueron quedando atrás hasta que se marcharon. Pellerano declamaba los versos de una manera admirable. Cuando leíamos nuestros poemas, cerraba los ojos, cuando los abría, ya sabíamos que habíamos cometido una falla. Debíamos ser intensos en algunas frases, en otras, con un tono más leve. Articular las ‘S’ finales era una Regla de Oro en la lectura. Nos aconsejaba leer sobre todo a los clásicos españoles, a los surrealistas franceses, a los decimistas cubanos, Sonetos, Romances, Décimas. Desde Safo, hasta Bequer; desde Vallejo, Neruda, Guillén, hasta los poetas renacentistas Garcilaso de la Vega. Fray Luis de León. San Juan de la Cruz, etc. El colega Eliezer Fernández Diéguez, Profesor de la Universidad agramontina le ha dado el título elogioso de El quijote Literario, yo deseo recordarlo como el Poeta que educó Poetas. Para saber más sobre el Taller Rubén Martínez Villena y conocer sus miembros abre el siguiente vínculo: http://www.archivocubano.org/pdf/diccionario_escritores.pdf ◄Abre

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MARTHA VALIENTE. Argentina BASADO EN HECHOS REALES “Ah, qué buen vasallo, si tuviera buen señor.” Romance del Cid Campeador. Alberto, serio, hierático. En el centro orlado de flores, solemne. Otro. Verlo así de distinto (distante) me devolvió, en cambio, su voz todavía tan cercana, su tono conciliador atemperando la violencia de tantas horas en la oficina. Busqué arroparme con el eco tibio todavía de nuestras conversaciones de ida y vuelta, cada mañana. Una grieta hacia la luz, sí, la voz de Alberto. Aunque también estaban aquellos chistes malos, las puteadas, incluso la velada intención en ese juego a seducirnos que no llegó más que hasta ahí, como una inocentada picante de dos compañeros maduros, separados por la prudencia de una línea telefónica. Él tenía 60 años y yo andaba por ahí nomás cuando ingresé en aquel siniestro “loquero” donde Alberto venía puchereando desde hacía el disparate de un par de décadas. Albertico, le decía yo (solo cuando él no podía escucharme). Se lo ve tan opaco; tan deslucido a pesar de las luces, el traje a rayas, la corbata que quiebra el blanco de las azucenas. Tan amarillo en el reflejo impiadoso de la mañana nublada, fría, indecisa de una primavera que pasará de largo, para nosotros, sin alegría. Para todo lo demás, se repetirá el proceso. Lo acostumbrado: un aviso de empleo, un llamado o dos a las agencias conocidas; una víctima nueva para el maltrato, tal vez hasta seleccionada en el entorno más propicio de sus contactos. Estuvimos frente a frente en una sola ocasión; fue cuando renuncié, hace dos años. (Bah, un eufemismo eso de renunciar; la verdad es que me echaron. Recurrieron al discurso estratégico del “es mejor para vos”, que en realidad responde al “total qué me importa, si sos un numerito intercambiable en este bingo donde siempre ganamos nosotros.”) En todo caso, sarcasmos aparte, nos vimos en esa reunión en el restaurant de Monroe y Triunvirato, que fue a la vez “despedida” y encuentro sindical. Éramos pocos, unos seis o siete en un meeting de contrabando a dos puntas: administración y planta. Cómo gozábamos de saber que “ellos” no sabían del complot aquel, que apenas serviría, sin embargo, para quejarnos en persona de las mismas cosas de las que nos lamentábamos por teléfono o por mail. Apenas para eso sirvió la pizza y la cerveza que los muchachos de planta, caballeros después de todo, no nos dejaron pagar. Y sirvió, también, para que hoy pueda comparar a este Alberto con aquel, que me sorprendió al presentarse con una sonrisa de muchacho en el rostro, donde cantaban dos ojos muy claros bajo un alborotado montón de cabellos grises que, sin embargo, lo hacían mucho más joven que sus años. Lo vi tímido, eso sí. Como yo, en presencia del hombre concreto, con su piel

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llena de peligros; esa amenaza que la cercanía masculina produce en mí, los temblores de vulnerabilidad que aprendí a disimular con aires de mujer inalcanzable. Me acuerdo bien cómo esa tarde la conversación se diluyó en tonteras, quejas y demandas inútiles hacia los “otros”, los “ellos”, los patrones cuya implacable autoridad, más omnipresente que nunca durante esas mínimas horas robadas, coparon nuestra única oportunidad, Alberto, de conocernos mejor. Y no llegué a verte del todo. No pude conocerte y –como todos los demás- te perdiste detrás de la máscara estereotipada, mentirosa, del compañero en desgracia, víctima, engranaje aturdido de la máquina aceitada por la codicia de los que volvieron a encerrarnos aquella noche que debió ser distinta. Será que solo me imagino que huelo aún tu perfume en tu remera azul, tan clara. Será que exagero el latigazo de mi pecho al verte. No te pensaba así de alto, ni tan celeste. Ni tan tímido. ¿Qué habrás pensado vos de mí esa tarde? Ahí nos quedamos, uno al lado del otro, enhebrados en una vana y a la vez insólita –irrepetible, ahora lo sé- comunicación trémula, incapaces ambos de darnos algo más allá de lo chiquito de nuestras ofrendas telefónicas diarias. Tal vez no había más que eso. Me lo digo hoy, viendo a tu mujer llorosa, a tus hijos mayores que la sostienen, a tus camaradas de planta que han llegado, conduciendo sus camiones desde la nada remota de cualquier punto cardinal, porque metieron, de prepo, un hueco en sus recorridos. Para homenajearte. “Ellos” no parecen muy satisfechos de este compañerismo que los sorprende, pero que, sobre todo, los perjudica.

Acaso se trate de tu único logro esta broma última: tu postrer venganza ha sido morirte justo en la época de más trabajo, apenas antes que se concretara tu despido, esa humillación que todos sabíamos que te preparaban; ahora que se agita en el horizonte un desborde sindical que tantas veces atemperaste, aunque sin que jamás se te reconociera mérito por ello.

Tal vez sea esto y nada más lo que nos dejás. Lo que nos une hoy, cada cual con su memoria de vos: encargado, administrativo, chofer, mecánico, de todo un poco y demasiado. Víctima dócil, empleado sumiso, leal hasta lo inconcebible… Se fue Alberto. No encontró otra forma de escapar que muriéndose de un portazo, él, que siempre fue tan medido para todo. Ya era hora.

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TEO REVILLA BRAVO. España LA ETAPA CREATIVA Y SU CIRCUNSTANCIA Las circunstancias de la vida, según Octavio Paz, nos van preparando de algún modo para abrir y cerrar la etapa creativa en la que estemos inmersos. Visto así, podemos decir que toda obra de arte, parte de una circunstancia determinada. En esa primera etapa, llamémosla de inspiración, el poema o la obra no es más que un esbozo, una radiografía, germen, voluntad creadora, o como queramos llamarlo, proveniente de un material temático llegado por algún motivo sorprendente a la mente, y que el poeta o creador, sintiendo la urgencia o la llamada de la emoción, necesita, de algún modo imperioso y constructivo, armonizar y desarrollar. Decía Heinrich Böll, premio nobel del 1972, que “Lo que el arte necesita única y exclusivamente es material temático. No necesita libertad porque él mismo en sí es libertad”. Y en otro momento añadía: “El arte no sólo se limita a aportar, no sólo ofrece, sino que es la única manifestación comprensible de libertad que tenemos en este mundo”. El poeta se relaciona con la circunstancia especial que ofrece esa sensación de libertad, dándole salida mediante la forma con que intenta canalizarlo, que no es más que el del acto de creación estimulado a través de una necesidad de desahogo íntimo. ¿Cómo lo hace? En poesía, intentando codificarlo a través del acto hermoso de la composición de los versos, esas líneas que han de darle forma y contenido al poema, siendo una de las maneras que tiene el poeta -el creador en general- de encontrarse consigo mismo ante la incomprensibilidad y el desconsuelo que provocan muy a menudo en su ánimo el medio en el que vive. El poeta sabe, y esto es lo más tremebundo, que en la desolación de la poesía encontrará, vamos a decir que por suerte, cierto consuelo a sus desazones al entrar en contacto realidad – poeta- y poema –obra empírica-. En este sentido, podríamos decir, que los poemas son escritos a través de una necesidad simultánea a la situación emocional que los provoca, que son urgencia inmediata, necesaria salida a esa agitación interna que el creador siente. En ese primer momento de la creación, hablamos de solturas y de libertades: la obra deviene sin mayores correcciones ni cambios, como si llegara complementada tras una misteriosa visita de lo inefable, llámese inspiración, musa o hado. Pero hay veces, las más, que llega a través de distancias atenuadas o controladas intelectualmente por el creador. Quiero decir con esto, que se produce a través de contextos que se recogen del mismo recuerdo como señales que retuvimos por un motivo emocional u otro, apareciendo en momentos concretos, por una suerte de azar, espoleados por alguna fuerte sensación que nos llegó y quedó grabada. Todo

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esto va condicionando una escritura, una marca de la casa, una forma de hacer poesía o arte proveniente de una fuerza interior íntima y desgarradora, casi siempre elegíaca, producto de torturas internas o externas, de exilios, o de extrañamientos íntimos que produce la propia vida en muchas ocasiones. El exilio es destierro, expulsión, castigo, incomprensión; es la falta de lazos permanentes con que atarse o sumarse a los seres vivos que te rodean sobre todo si es un abandono del lugar por razones políticas. Pero en este caso, en el de la creación, me refiero concretamente a algo más latente que corpóreo. En esa circunstancia de exilio interior, los escritos, las obras de arte, proceden lógicamente de situaciones lacerantes y de grandes soledades: el poeta se ha quedado sin oxígeno casi, está a la desesperada, con voz ahogada acallada por el llanto de lo inefable, situación de la que se quiere salir mediante el consuelo que ofrece el arte y la literatura como amparo y obstinación. Guiños, giros, versos, palabras, paráfrasis, declamación, música, esculturas, poemas etc., nos advierten de que algo serio sin resolver está sucediendo… Pero el poeta –o creador- no debería tener que sentir que es un ser relegado a otros espacios, a otras patrias o lugares fatuos donde también por otros condicionantes sufrirá, y sí sentir que es un ser que intenta levantar la voz de la utopía y de la esperanza, ansiando hallar un universo mejor, donde habitar en unicidad y conformidad con lo que siente. La razón del arte es, ante todo, alcanzar ese mito, esa Arcadia deseable donde todos participen y se beneficien de una satisfactoria convivencia. Nuestras inquietudes artísticas, son un incremento premonitorio de los entusiasmos o desazones que albergamos, llegado como aviso repentino; una luz que ilumina la vida secreta guiándola hacia el nódulo último de la vida. Por ese camino que marcan las inquietudes y señala la luz, es por donde han de perderse los poetas, yendo tras un saber que está más allá del conocimiento conceptual propio. Lo que para los demás mortales resulta inexpresable y apenas conjeturado, para el poeta es evidente, e intentará captarlo para reducirlo a una formulación más o menos concreta que derivará en palabras y éstas en poesía, no sin esfuerzo y lucha, no si agonía muchas veces. La búsqueda del propio mundo poético es, en esencia, la historia y el drama de cada poeta, como la obra es de cada artista, de cada hombre comprometido y emprendedor, círculo que no acaba de cerrarse nuca, es la voz última que se resiste a ser invitada por la indolencia, es la existencia realizándose en sí misma.

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MARIANELA PUEBLA Argentina MÁS FUERTE QUE YO

La desperté temprano. No quería levantarse, pero cedió a mi insistencia, me dijo unas cuantas palabrotas, de esas que usa cuando quiere deshacerse de mí. No le hice caso y continué con mi tarea de desperezarla. Una ducha, le sugerí, un café, algo para comenzar de buenas formas el día. Después de reclamar a voz en cuello, pude lograr mi cometido. Por fin pudimos dejar la casa, teníamos una larga agenda que cumplir, tareas que se fueron acumulando durante la semana y no cumplimos por sus malditos malos hábitos. Todo iba bien en las dos primeras horas de traqueteo, de aquí para allá cumpliendo esos mandados. De pronto sintió que tenía la boca seca, un repentino deseo de algo. Dijo que ya no podía aguantar más que me fuera a la China y otras yerbas, me mentó la madre, el padre y hasta el hijo. Se volvió insoportable, pero yo seguí insistiendo que tuviera fuerza de voluntad. Ya no escuchaba, sus ojos se tornaron impredecibles, un afán de ir contra la corriente. Le rogué que no tomara ese rumbo, sería fatal para ella. No escuchó, había un llamado en su cerebro que me crispaba los oídos, todo lo que le dije fue en vano. Sus pasos atrevidos devoraban la distancia, era el llamado terrible del vicio que la absorbía por completo. Cuando salió del sanatorio le dijeron que estaba limpia y que no debería acercarse a las drogas. Pero ella cambió su postura, se impacientó y aunque le pedí que no fuera a ese lugar tan peligroso, en el que debía mucho dinero y la habían sentenciado, no escuchó. Se introdujo en barrios de mala muerte y por fin halló el rastro del Freddy. Golpeó con insistencia la desvencijada puerta, gritó todo lo que tenía de ácido en su boca. Alguien abrió y de un sopetón la cogió de los cabellos cerrando de un fuerte portazo. Gritos, llanto, improperios y zas, el sonido de las balas. Estoy fuera, huérfana, no tengo a donde ir, no soy nadie, no hay lugar para mí. He perdido todo, no supe persuadirla, fue más fuerte que yo: su conciencia.

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Guatiní DANIEL DE CULLÁ España INO

La estampa que vemos es de poesía pastoril. Un padre, que parece un bucranio, figura decorativa de escultura que representa una cabeza de buey, y sus dos hijos, chico y chica, que han venido ahora en verano donde suelen venir casi siempre a sentarse padre e hijo en un quitamiedos colocado sobre el viejo puente de la antigua carretera que va desde Torregalindo a Moradillo de Roa. El río que pasa bajo el puente es el río Riaza, río truchero de truchas venidas por el monte de Moradillo desde Sacramenia, que no tiene quite y parece librarse de una estocada al viento, recordando aquellos versos de “por el mar corre la liebre, por el monte las sardinas, tra la la”. También, hay matas, y árboles altos. La chica está sentada junto al Asno erecto, Juanelo, que han traído. El sol brilla en los bucles de la chica. Ella le ha colocado en la testera un quitapón, adorno de lana de colores que le hizo su madre para el Burro. La madre se ha quedado en casa, pues tiene que echar a las gallinas y coger los huevos puestos, pues sobre un huevo pone la gallina, así como atender la casa y preparar la comida. Ella no deja de admirar la extremidad movible en que están insertas las plumas de sus sueños, riendo vaginalmente como hacen las mozuelas poniendo la boca con un descompasado reír, con los ojos llenos de esperma que parece que lloran. Ahora ella le está pasando al Asno las hojas del Arte de Amar, de Ovidio, un libro medio comido, mientras se fija en la asnal erección y sueña con poder un día columpiarse en tal badajo y, si se tercia, ordeñarlo, pues su madre ya le había advertido “que las hembras hemos venido al mundo a ordeñar Burros”. Desde lo alto del puente, su hermano la acosa con una lluvia de espigas de trigo cogidas en el campo después de la siega, arrojándoselas con un canuto. Ella no le hace caso. A ella le importa el asnífluo badajo, que ahora le parece un divino badajo bajo la capa del cielo. “Cañamiel, caña dulce palo”, exclama. A los lejos, ella sola, escucha el silbato del capador que pasea los pueblos. También, se fija en un verdugal, monte bajo que después de cortado o quemado se cubre de verdugos o renuevos. El sonido del silbato fue roto cuando el hermano le pregunta al padre: -Padre, ¿por qué Rebuzna el Asno aunque tenga listo el pienso? El padre le contesta: -Hijo, si Rebuzna el Asno es porque tiene ganas de joder, que lo mismo les pasa a los humanos machos.

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Ahora la chica recuerda las palabras que le dijo su abuela un día asando castañas: “Hija mía, sólo son dios, la virgen y los santos los que pueden tocar tal badajo desde el anochecer, a la salutación angélica, hasta el amanecer por igual motivo”. Para la joven, el Asno erecto hablaba como un oráculo, leía indiscutible y con gran autoridad. Su verga era palo precioso de los Trópicos, palo santo, palo campechano, enjaretado, trazo o rasgo erecto de una verga con la i mayúscula y la l que le representa en tal palo, palo de gul en campo de verde oro (el sol tiraba a verde en el color). La Verga palpitante embargaba su atención y excitaba su interés vaginal, pues para ella el Asno erecto leía de carrerilla y escribía con la verga en prosa y verso. Una verga verrionda en celo, lista para hacerse a la mar de amar. Ella se sentía Jumenta atada a la escabrosa tahona. El padre, para atraer la atención del hijo, había traído consigo un libro de leyendas mitológicas griegas y, cuales un versiculario que canta los versículos, el chico fijándose en el río por donde corre o puede correr el agua, comenzó a leerle, diciendo: -Hoy toca hablar sobre Ino. Escucha: -Como sobre un lienzo de Rubens plasmada, suena la música de Telemann en su cantata dramática “Ino” a los cuatro vientos principales : Bóreas, el más poderoso de los vientos, cuya violencia fue evocada por todos los poetas desde Homero, autor de los poemas épicos la Ilíada y la Odisea, hijo de un titán y de la Aurora, que raptó a la hija de Erecteo, Oritía, de la que tuvo varios hijos: Quinione (nieve), Aura (brisa), Zetes y Calais, llamados los Boréadas; Euro, Noto y Céfiro, son los otros tres vientos. Ino, Leucótea después de ser transformada en ninfa, era hija de Cadmo, fundador de la ciudad de Tebas, y Harmonía, hija de Ares y Afrodita, quien celosa, agarrándole del rabo a Atamante, casó con él, queriendo librarse de sus hijastros Frixo y Hele adoptando a Dioniso, fruto de un amor adúltero de Zeus a quien quería educar junto a sus hijos legítimos. Dioniso, semidiós de la exuberancia de la naturaleza, y muy especialmente de la viña, que provoca la embriaguez, la inspiración desenfrenada y el delirio místico, que se encarna en toro, cabra o serpiente y su símbolos vegetales son la hiedra y la viña enroscada en torno a un báculo para formar el tirso, tuvo un nacimiento milagroso: Sémele, instigada por la celosa Hera exigió a Zeus , para ser preñada, que se mostrara a ella en cueros y cagando, apareciendo el trueno y el rayo, cayendo Sémele fulminada, más salvando Zeus al gestante niño, arrancándole de su vientre e

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introduciéndole en su propio muslo donde terminó la gestación, que por eso a Dioniso se le llama el resucitado, “el nacido dos veces”. En el momento del parto, no es Ilitia, divinidad protectora de las mujeres casadas. Cuando, un día, enloquecida, Ino bajo desnuda a la mar para orinar y ahogar a sus propios hijos, las divinidades marinas al recibir esta lluvia de estrellas se apiadaron de ella y la convirtieron en una nereida o divinidad marina, diosa del embruno protectora de los marinos, que cabalga sobre las olas personificando su movimiento rápido y el aspecto risueño del mar. El joven, como salvado por un carnero alado dotado de un vellocino de oro que le corneó y le llevó a no escuchar al padre, le dijo a éste. -Padre, la mitología griega no es más que Jodienda, como la Biblia y todos los textos sagrados, y en la Tierra como en el Cielo se hereda follando.

-Hijo, le respondió el padre. Te salvas porque eres un ganso, que si no te mato aquí mismo con la quijada con la que Caín mató a Abel, la quijada de ese Asno que tanto admira tu hermana.

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NUEVO LIBRO DE JAVIER REBOLLEDO1 DEVELA LA RESPONSABILIDAD DE CIVILES EN CRÍMENES DE LA DICTADURA MARIANELA PUEBLA. Chile. El periodista de investigación Javier Rebolledo lanza su tercer y más reciente libro, ‘A la sombra de los cuervos. Los cómplices civiles de la dictadura’ (Ceibo Ediciones, 2015), este sábado 22 de agosto a las 12:00 horas, en el Club Providencia (Avenida Pocuro 2878, Providencia), en compañía de Verónica de Negri, madre de Rodrigo Rojas; del periodista Jorge ‘Gato’ Escalante, y del abogado y periodista Tomás Mosciatti, quienes compartirán sus impresiones sobre la obra. El libro establece la responsabilidad directa que tuvieron muchos civiles en los crímenes de la dictadura desde sus primeros días, y cómo algunas de las familias más poderosas del país basan el crecimiento de sus fortunas en el aprovechamiento que tuvieron de su relación con el régimen cívico-militar. “En septiembre de 1973, diecinueve ciudadanos de Laja y San Rosendo desaparecieron luego de ser secuestrados por carabineros. Algunos de los prisioneros fueron señalados en su lugar de trabajo a la policía por una autoridad de la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones (CMPC) –propiedad de la familia Matte–, y luego trasladados en vehículos de la empresa para ser asesinados en un fundo explotado para Forestal Mininco, empresa integrante de la CMPC”, versa en uno de sus párrafos este libro. Y se agrega que “apenas ocurrido el Golpe, setenta campesinos de Paine que habían sido beneficiados por la Reforma Agraria, fueron hechos desaparecer. Los

JAVIER REBOLLEDO [Chile, 1976], es periodista y se ha especializado en la investigación y publicación de temas relacionados con violaciones sistemáticas a los derechos humanos en Chile, abusos a menores y denuncias de malas prácticas empresariales y políticas. Su libro “La danza de los cuervos” (Ceibo Ediciones, 2012), que cuenta con una 5ª edición, fue ganador del Premio Municipal de Santiago 2013, constituyéndose en fenómeno editorial y como un referente en su género. Su segunda obra, “El despertar de los cuervos” (Ceibo Ediciones, 2013), que aborda el nacimiento de la DINA y la tortura en el país, reiteró el impacto editorial, convirtiéndose en un nuevo clásico de la investigación periodística. “A la sombra de los cuervos. Los cómplices civiles de la dictadura” (Ceibo Ediciones, 2015) es su tercer libro 1

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terratenientes expropiados, en conjunto con empresarios y pequeños comerciantes de derecha, se unieron a carabineros y militares para protagonizar la venganza”. “El ex oficial nazi, Michael Kast, facilitó alimentos a los comandos de exterminio, además de un camión. Su hijo Christian compartió asados con civiles y uniformados en el mismo lugar donde varios detenidos fueron torturados y, desde ahí, pasaron a formar parte de las listas de detenidos desaparecidos. Más tarde, otro hijo de Michael, Miguel Kast, hombre elevado prácticamente a la categoría de santo por la derecha, colaboró con el departamento económico de la DINA y comandó prácticamente todas las reformas económicas que hoy se encuentran vigentes en Chile”. El libro demuestra, además, que “hasta la fecha, la revisión crítica de la historia reciente del país ha estado colmada de evidencias respecto de la práctica del terrorismo de Estado. Ha sido menos frecuente como se hace en este libro en detalle-, que se tipifiquen de atentados a los derechos fundamentales las reformas laborales, las de salud y educación, las tributarias, las del sistema de pensiones, las privatizaciones del sector productivo y de los recursos naturales, el enriquecimiento ilícito; la prohibición de sindicalizarse, de informarse, de expresarse, de organizarse, de vivir en el país propio. Dichas ‘políticas refundacionales’ habrían sido imposibles de concretar sin la violencia y la práctica del terrorismo de Estado. Aún peor: muchas se encuentran vigentes, pues fueron declaradas intocables en negociaciones entre los gobiernos de la Concertación y la dictadura”. Aquí, los cómplices civiles son nombrados e identificados con el debido respaldo de procesos judiciales en curso, o con condenas establecidas. Varios de ellos participaron directamente en el secuestro, asesinato y ocultamiento de cuerpos. No en términos simbólicos, no por omisión, sino de forma directa. [Párrafo destacado por el Editor]

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BÁRBARA OROZCO BENITEZ Cuba

EN EL VALLE DEL ORO Recordé a Galeano en las Venas Abiertas. México desde arriba se había encallado en un gran hoyo gris, con sus casas amontonadas en colonias. No imaginé sus calles llenas de carteles a lo Coca con Marilyn dándole un beso a todos, ni el humo invisible que envenena el cielo. Pensé en los estereotipos de la música regional mejicana, en los tacos a la barbacoa, y en los picantes. Sin embargo , descubro en cada esquina el sabor del tamal enchilado, en los hombres y sus crías comiendo tortillas de harina con una felicidad sin igual, veo naturaleza asesinada en el interior de las montañas , como en las minas de San Luis Potosí. México es o puede ser cualquiera de las ciudades españolas en su arquitectura, pero le fue robada su riqueza por el maldito oro que guardaba sus tierras. No queda nada , pero en la noche asoma la cabeza por la ventana y sus luces destellan en las montañas , allí donde una vez , la leyenda vio al águila posada en un nopal devorando una serpiente.

No imaginé sus calles llenas de carteles a lo Coca con Marilyn dándole un beso a todos

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IMÁN

Me atraes como un imán Como un planeta a un cometa Como una constelación a un agujero negro Como un agujero negro a un gusano de espacio-tiempo Como a un gusano de espacio-tiempo la tierra Como a la tierra una semilla en su loca huida Como a una semilla la planta de la vida Como a una planta la flor Y el brote Y el resplandor De un sol Alrededor del cual giro Cual satélite lunar.

ENRIQUE MOCHALES España

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STELLA MARIS TABORO Argentina GRANDIOSA HUMILDAD “Era tan valioso y silencioso como el aire puro” A don Lázaro Flury2 Eleazar o Lázaro era una especie de comandante, en su lucha contra el analfabetismo. Había nacido en un pueblo casi desconocido para su país, un lugar bendecido por un contorno fértil, unas veces pintando el lejano paisaje con sus dorados trigales, otras con celestes linares y lejos, del invierno, emanaba la verde pradera donde el ganado pastaba interminablemente. Eleazar era de andamiaje corporal pequeño, de mirada vivaz, imaginación fluida y una energía que iluminaba como el sol. La buena tierra que lo vio nacer le imprimió la simpleza del mburucuyá, la resistencia de las puntudas espinas de un rosal y un corazón de tiza. Despojado de egoísmos, un diluvio de generosidad y humildad regaban su hacer. Como un gladiador inquieto, desde la primera luz del alba, estaba escribiendo, investigando y enseñando. Incansable e imperturbable en sus ideales, siempre estaba junto a los más desposeídos y cerca de los más olvidados. Las noches de luz plateada o no, lo miraban inclinado, alucinado en sus papeles, dibujando coreografías de nuestra música y relatos de nuestro folklore. Quizás, hechizado por esos dioses del bien que incorporó en sus escritos, dejó su pago natal, para establecerse en un pueblo vecino al de su patria chica. Y siguió amasando sueños y, tanto los imaginó, que se cumplieron. Su casita, tan simple como un gorrión, tuvo un corazón de escuela . Eleazar fue una especie de tornero modelando, con ternura y paciencia, a tantos y tantos analfabetos, que tenían la sed de aprender y abrían sus oídos como flor de dama de noche, para escuchar y beber el saber. Su casa se llenó de palabras escritas, deletreadas, primero con dificultad hasta saltar la muralla y comprender lo que leían. Ya no había muros de piedra, no existían los imposibles, la luz penetraba en la oscuridad de la ignorancia y el saber se impregnaba en sus alumnos. Eleazar inquieto, valiente y honesto, recibía en LÁZARO FLURY (San Martín de las Escobas, Sante Fe, Argentina, 27 de enero de 1909, San Jorge, Argentina, 11 de enero de 2002) fue un profesor, investigador, escritor y difusor del folclore argentino. Autor de numerosos libros y profesor por concurso de las cátedras de folclore, Historia de la Música Argentina y Danzas Folclóricas de las Universidades Nacionales del Litoral y de Rosario 2

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su simple mundo a personalidades de las letras, del folklore, de las ciencias. Invitados a su mesa, tan humilde como él, compartían la comida, plena de aromas caseros. Comprometido por lo justo, los injustos le hicieron probar el amargo encierro de una celda pero, al fin en libertad, volvió a esa especie de pasión increíble por entrar a un universo ignorado por todos y negados por muchos: el mundo aborigen. Don Lázaro Flury Eleazar quiso ser uno más de ellos, compartir la cultura, tradiciones, supersticiones y perfumarse con esas pieles de suelo, y el lenguaje nativo, que debía aprender para comprenderlos más. Guardaba en cuencos de barro los escritos, sobre todo ese maravilloso mundo indígena , maravillos paisajes de montes, de árboles, que los alimentaban y curaban. Impregnado por las tradiciones aborígenes que lo atrapaban; por los dioses del bien y el mal, que existían en el silencio del bosque; fue dejando cientos de antorchas en sus libros, luces para abrir los ojos de los que despreciaban a los dueños de estas tierras , a quienes no sabían de sus costumbres, adoradoras del suelo, del río, de los animales y las plantas. No entendía, Eleazar, por qué negaban los derechos a los pueblos originarios de este suelo, pero seguiría trabajando, acaso sin medios económicos y sin ayuda. Hubiese querido que su sensibilidad prendiera en las autoridades. A él, que desgajó todos los pétalos de los mitos aborígenes para relacionarlos con mitologías de otros continentes, que se apasionó por sus artesanías; le resultaba incomprensible la indiferencia de tanta gente. Pero Eleazar, que era pura energía, siguió trabajando en su patria, de norte a sur, de este a oeste, recopilando, divulgando en sus charlas, en sus escritos y en cientos de conferencias. Era la humildad de la grandeza; era él, dejando huellas en tantos libros. Era Eleazar, tan valioso y silencioso como el aire puro... Lázaro, nombre masculino de origen hebreo "Eleazar", compuesto por "Dios" y "Azar" (socorrer); su significado es "aquel al que Dios ayuda" o "aquel al que Dios socorre".

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NUEVA EN GUATINí ORGASMO

Ese abismo de vida, Ese fluir entre suspiros de muerte Un momento sublime , Irrepetible. Cada uno diferente y mágico. Un simple orgasmo, Esa simiente de existencia derramada sobre el lugar menos imaginado o el más probable. Siempre tan desesperado. Tan rotundo. Tan vibrante. ¡tan liberador! Un orgasmo La síntesis existencial como unidad biológica el acople perfecto en el momento del amor La energía primigenia en fusión. Macho y hembra dos que uno son , una sola exquisita unción Hoy te deseo espero Te acecho…

MARIA G. MUÑOZ. Uruguay

Te

-13 de agosto del 2015-08-13

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GLADYS TABORO Argentina DIARIO DE VIAJE [Segunda parte y final

ESTEROS DEL IBERÁ, PROVINCIA DE CORRIENTES, ARGENTINA Navegando por los arroyos Corrientes y el Miriñay pudimos avistar carpinchos junto a sus parejas y sus crías, de yacarés overos y negros, ciervos de los pantanos pastando apaciblemente y cientos de aves atractivas por el color de sus plumajes y por sus trinos. El guía nos informaba que la población de estas especies fueron recuperadas gracias a la creación de la Reserva Natural hace 32 años. Anteriormente la caza indiscriminada de yacarés para la fabricación de zapatos y carteras, como así también la búsqueda de carpinchos por su cuero y su carne, el número de éstos iban disminuyendo de manera abismal. La caza de ciervos tomada como “deporte”, hizo que estos cérvidos estuviesen a punto de extinción. En el presente, por fortuna, estas especies ya no sienten al hombre como una amenaza e increíblemente los visitantes lo comprobamos. Las aves se acercaban a la lancha, los yacarés parecían esperarnos posando apaciblemente bajo el sol invernal .para posibilitar fotografiarlos y filmarlos, sintiendo nuestras pulsaciones generadas por la adrenalina alta. Con el motor detenido, dentro de un silencio interrumpido por algunos chillidos de las garzas moras y blancas, o teros sobrevolando la laguna, o por los gritos de los chajás cuidando a sus crías, o los ladridos de los carpinchos entre juegos sexuales, gozamos de una experiencia decididamente memorable.

[Vea las diapositivas de la autora en el siguiente vídeo]. Imágenes: https://youtu.be/vujqlRRKPRI

FLORA DEL ESTERO DEL IBERÁ

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LA NOCHE Y SUS HERALDOS

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ERNESTO R. DEL VALLE. Cuba-EUA

Y estos heraldos de fin de siglo, qué noche podrán liquidar en su vasto carnaval? El arco lanza la saeta al vacío y las sombras le devuelven su inocencia y su furia; queda tensa la cuerda en la secreta lápida de este corazón. Un fuego pútrido, como de gangrena consume los halagos que resplandecen desde su rabia cotidiana. Y estos Heraldos en este mes desorejado hasta la médula ¿no habíanse marchado ya con sus ropajes? ¿No quedaron prendidos a otras resonancias? Yo continúo tras las huellas de los otros los que dejan las lanzas del odio, los exabruptos de la ira. Atravieso mi alma con esta saeta que la noche envía y sus jugos de angustia humedecen la blanca luz que envuelve mi inocencia; sus barajas duermen sobre mi camisa colgada de la soledad. Del poemario ALABANZAS Y ALUCINACIONES

Y estos Heraldos en este mes desorejado hasta la médula[…]

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ELSA MORALES. Cuba.

RAFAEL

Dedicado a la memoria de Rafael Esteban Peña, gloria casi anónima del Camagüey poético I Cuentan de un Rafael que con pinceles embelleció su tiempo y que en la Historia con manos de Maestro supo esculpir su nombre. Y tú, Rafael, amigo afable, rematas con virtudes el óleo de la vida dejando huellas vivas por los callejones con tu paso tranquilo y mesurado. Los lunes tu figura alcanza nuevos bríos y entre muchachos setenta primaveras reverdecen: enmiendas sus cuartillas, tachas, inviertes tratando de encontrar sonoridades y matices audaces en los límpidos trazos principiantes. Quizás otros te pinten de otra forma, pero por qué no compararte con el Rafael de las Madonnas si tú día tras día recreas lienzos vivos. II Dicen que en la vejez no se es poeta: la vida lo desmiente, y los pasos del viejo Rafael andando calles, metáforas incógnitas y signos ancestrales. Oh viejo Rafael, de hermosos resplandores, de mano tendida al viento, al cosmos infinito, sin otro vestido que la reciedumbre. Andabas paso a paso la ciudad por su filigrana de asfalto que cobijó tu pisada de luz. Te haces visible oh viejo Rafael, estás presente aunque mis ojos no puedan contemplarte.

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ROBERTO MANZANO DIAZ Cuba POESÍA DE RAFAEL ESTEBAN PEÑA Si hay poeta popular, el que ofrecemos hoy a los lectores es un magnífico poeta popular: solo pudo escribir cuando los cambios históricos se lo permitieron, pues su origen humildísimo lo encadenó desde temprano a la obligación y la penuria. Si hay poesía concebida en términos coloquiales que pueda alcanzar una alta realización estética, aquí leerá el lector amigo poesías coloquiales de una expresividad increíble. Algunos de estos textos, como Derecho romano, no podrían faltar jamás en una antología decente del coloquialismo cubano. Ni de ninguna antología, más allá de sus rasgos de estilo. Apenas pudo publicar, pero los pocos textos que de él poseemos sus coterráneos muestran una vocación irreductible y una gracia adusta, aunque trémula desde el punto de vista afectivo, para la expresión de la experiencia, la belleza, la justicia y la esencia humana. Más allá de las palabras empleadas, de la sencilla curva entonacional, de la imaginación sin florituras, lo que el lector captará sin falta es una grandeza de alma envidiable. Se toca su alma leyéndola, y se lee con mucho estremecimiento y respeto, y dan ganas de aplaudirle en el silencio de la lectura esa sobrevivencia que muestran sus sentimientos, escritos con palabra compartida y cristalina. Escribió mucho de los hombres y mujeres muy pobres, de los destinos fracasados, de los obstinados luchadores contra las impertinencias del destino, de la ciudad suya de callejas y campanarios que amó como pocos, de la belleza de la mujer en flor, que le llenaba de versos los ojos, y de su infancia y los niños en sentido general, tanto como del hijo que nunca tuvo. Fui su amigo, y mi familia lo amó como una presencia entrañable. Era una transparencia por donde entraba la luz de la generosidad y el sacrificio por los demás. A su sombra de hombre solo, abandonado de muchos, cercado de multitudes silenciosas que le queríamos sin palabras, escribió sus versos, como quien solo da un sencillo testimonio de haber vivido sin enlodarse y haber crecido continuamente hacia la luz más alta.

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Revista Literaria NOSTALGIA DE LA CIUDAD

RAFAEL ESTEBAN PEÑA3. Cuba

Vértigo de techos rojos y calles empedradas, musgo prendido en los ladrillos donde el tiempo escribe sus memorias. Nombres con sonidos de guitarras y machetes, humo, ruido y agitación, húmedo silencio de las bibliotecas. Caminatas y esperas frente a las tiendas, muchachos que hacen pajaritas con sus voces para golpear los campanarios. Son imágenes de la ciudad pero no son la ciudad. La ciudad es esa punzada que nos hiere.

Vértigo de techos rojos y calles empedradas.

Rafael Esteban Peña (Camagüey, 17 de mayo de 1919-26 de enero de 1997). Comenzó a escribir poesía en la década del sesenta. Obtuvo diversos premios en eventos literarios, entre ellos siete veces el Premio Rubén Martínez Villena. Publicó en revistas y periódicos. En 1984 publicó la plaquette Palabras de cambio, del Sectorial provincial de Cultura de Camagüey; en 1991 publicó el cuaderno poético Naufragios en la Vía Láctea, Colección Arpas Amigas, Editorial Ácana, Camagüey. 3

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LILIANA CELIZ4 Argentina LAS PIEZAS DEL JARDIN… Las piezas del jardín eran manojos de jazmines y yo tatuada en mí tu barco divisé tu barco o elevación de vos o pensamiento en algún punto izado el cielo como matriz inversa ¿gravitarán las olas en tu cuerpo siendo el deseo depresión en el montículo de sombra que da al sexo? ¿o aparición de vela que hace planos como dibujo o abstracción de tu materia un punto? o como esfera o como ojo yo miré o como espacio ¿y eras de piezas de rosal de vela o mástil que hace al viento? entonces lecho o desmesura a un río que se va madera o torva que se va que vuelve el punto a un hecho donde se es y río

Fue entrevistada por el editor de la Revista Guatiní en 2010. LILIANA CELIZ DESDE SU INCONSCIENCIA RENOVADA. ◄Lea. 4

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CONCURSOS LITERARIOS II CONCURSO EL LADO OSCURO (España) 01:09:2015 Género: Relato Premio: Publicación ebook (antología) Abierto a: sin restricciones Entidad convocante: Blog El Lado Oscuro País de la entidad convocante: España Fecha de cierre: 01:09:2015 Bases ◄Entra

II CONCURSO DE RELATOS PLUMA DE CRISTAL (España) 07:09:2015 Género: Relato Premio: 200 € y edición Abierto a: sin restricciones Entidad convocante: Pluma de Cristal País de la entidad convocante: España Fecha de cierre: 07:09:2015 Bases ◄Entra.

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Revista Literaria ANGELA PENAGOS Colombia

Guatiní COMPLÉTAME

Juntemos las piezas del rompecabezas de la piel. basta unir los puntos precisos en la intimidad de lo eterno y guardar el temblor en la cavidad de la noche. No importa si encajo en tu carne o tú en la mía el réptil se arrastra en la crucifixión del deseo. Soy novicia de caricias devota de tu cuerpo bucanera de la entrega anfitriona de cielos en la liturgia promiscua de la alcoba. Existes en la oscuridad de mi luz.

Soy novicia de caricias […]

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ENTRE LA VIDA Y LAS LETRAS – Ernesto R. del Valle Editora Huasteca La metodología del libroPerfecciona el autor un método en un libro de poetisas, convocadas a manifestarse en una entrevista simple, breve, sencilla, con la tecnología actual. Lo siguiente a la publicación, multiplicará las posibilidades de interactuación entre las creadoras y su auditorio. Al parecer, la obra reúne entrevistas de Ernesto R. del Valle, a quince poetisa y escritoras de fuera o dentro de la Isla, son ellas: Aimée González, Brasil; Mariana Pérez, Cuba; Juana Conejero, Cuba; Graciela Guerrero, Cuba; Odalys Leyva, Cuba; Elsa Morales Naranjo, Cuba; Mariela Pérez Castro, Cuba; Mercedes Campanioni, EUA; Alina Galliano, EUA; Yenilén Mola, EUA; Lázara Nancy, EUA; Josefina Ezpeleta, EUA; Yamilka Noa, Costa Rica; Tania Ma. Cabrera P., España y Mercedes Eleine González, EUA. En este, las escritoras hablan del origen, del eterno retorno, de que geografía es destino y de las ventajas de la impresión de las producciones literarias. Las preguntas elaboradas por el autor, revelaron que tienen una frontera lectora, con las mujeres que están a uno o el otro lado de la isla y el continente, desconocen a las otras autoras y los poemas de ellas, por lo que la edición adquiere mayor relevancia. Para leer, ver y saber qué hacen otras contemporáneas en otros lugares, partieron de la misma raíz, afloran los cubanismos en sus poetas. Pronto hallamos los lugares comunes, los mismos fantasmas e ideas. Además de libro de consulta, este es un registro de las creadoras actuales de o en o para Cuba. Saberlo posiblemente dió la idea al escritor para editar y repreguntar a cada una. Oye: “Cuando escuchas “Yagua, ajiaco, yuca, melcocha, porrón, tinaja ¿Que viene a tu mente?” Las respuestas son extraordinarias. Entre la vida y las letras, es una lectura para disfrutar, atesorar, reproducir y compartir. Es el encuentro que la poesía provoca, con algunas anécdotas sobre la forma de vivir de los cubanos del siglo 20 al 21, de las cubanas que se volvieron centinelas de su lengua, costumbres y tradiciones. Posiblemente la primera parte de una edición ampliada por venir, porque el lector conforme avanza se torna exigente. Solicitará más contenidos. Va a querer más información, si bien tendrá noción de cosas y situaciones desconocidas de la literatura y sus teje maneje, tendrá más pistas de los vericuetos por lo que pasaron las autoras entrevistadas. La visión es que, posiblemente sume un diálogo virtual, para continuar, ahora sí en conjunto, definiendo el tema de la entrevista. Y lo mejor de todo, esta vez el libro no es de papel y lo podéis leer AQUí

◄Abre

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DOMINGO 30 DE AGOSTO 2015 A LAS 4:00 pm pg. 30


Revista Literaria TÚ

Guatiní ALINA VELAZCO-RAMOS México

Tú, ficción. Utopía que rompe la miseria del yo y el hastío que más duele: la inexistente sustancia que nos une. Envuelto en la coraza azul, diferente en esa ajena, distante forma de representarte ante la mirada de los demás. Allí siempre. Y diriges nuestros bailes nocturnos, aquellos que Blue Eyes nos canta al oído, y me llenas de la imposibilidad de pensar en algo que no sea amarte de un modo invencible, indecible. Indecente. Entrando en mi psique con ese mirar, que es un enigma. Tus ojos me hacen sentir, el hambre de ser conducida al punto sin retorno, en el que me entregaré a ti sin remedio alguno. Tú. Felino silencioso, licencioso. Al que observo Agazapada en un rincón del libro con la esperanza de ser, en algún momento, alguien en ti, para ti. Pero al final siempre invisible. Aquella a quien nunca has volteado a ver.

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Dos performances de Mercedes Ridocci

Com-pasion ◄Ver vídeo En memoria de Goya.

O las estaciones ◄Ver Vídeo Inspirado en los versos de Antonio Tello NOTA IMPORTANTE. :Por ocupaciones de la artista, precisamente en estos ‘perfomances, la entrevista que debía ser publicada en esta edición será posible para la próxima. Pido disculpas a los lectores por esta omisión

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INDICE DE AUTORES Y CONTENIDO

Objetivo de la Revista Guatiní 2 Machón de la Revista 2 Requisitos para colaborar 3 Ernesto R. del Valle. Poeta que educo Poetas. Artículo 4 Martha Valiente. Basado en hechos reales. Relato. 5 Teo Revilla Bravo. La etapa creativa y su circunstancia. 7 Marianela Puebla. Más fuerte que yo. Relato. 9 Daniel de Cullá. Ino. Relato. 10 Marianela Puebla. Nuevo libro de Javier Rebolledo. Promo. 13 Artistas Premiados Argentinos. [APA] Promo. 15 Bárbara Orozco Benítez. En el valle del oro.. Relato. 16 Enrique Mochales. Imán. Poesía. 17 Stela Maris Taboro. Grandiosa humildad. Relato. 18 María Graciela Muñoz. Orgasmo. Poesía. 20 Gladis Taboro. Diario de viaje. Artículo. 21 Ernesto R. de Valle. La noche y sus heraldos. Poesía. 22 Elsa Morales. Rafael. Poesía. 23 Roberto Manzano Díaz. Poesía de Rafael Esteban Peña. Artículo. 24 Rafael E. Peña. Nostalgia de la ciudad. Poesía. 25 Liliana Celis. Las piezas del jardín. Poesía. 26 CONCURSOS LITERARIOS. 27 Ángela Penagos Londoño. Complétame. Poesía. 28 Editorial Huasteca. Entre la vida y las letras. 29 Antidomingo de Agosto. Promo. 30 Alina Velazco-Ramos. Tu. Poesía. 31 Dos perfomances de Mercedes Ridocci [Vídeos] 32

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GuatinĂ­

Revista Literaria GuatinĂ­

Para acercarte al Arte y la Literatura

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