Revista Hamartia #6

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Editorial Entrevista Mariana Moyano La Pilastra de Arturro Jon Anderson Microartículo de Capellano Cuentos con historia Entrevista al embajador de Cuba Carlín histórico Entevista a Capusotto Entrevista a Emilio Pérsico A 30 años del festival de solidaridad latinoamericana Eh? Entrevista a Luis D´Elía Fin del mundo en Parque Centenario Entrevista a Científicos del Palo Entrevista Jorge Abot


Director: Damián Cots Editora responsable: Natalia Morandeira Colaboró: Eugenia Mastropablo Consejo directivo: Damián Cots, Julián Saúd, Santiago Mouradián, Natalia Morandeira Diseño gráfico: Martín Bianchi Ilustración: Véronique Pestoni, Leandro Gillig, Marcelo Mosqueira, Néstor Cortázar, Juan Cuello, Jorge Abot, Federico Rombolá Fotografía: Ernesto González, Véronique Pestoni, Nicolás Borojovich, Carolina Kalivar, Gisela Mouradián Fotografía de tapa: Ernesto González Diseño de tapa: Véronique Pestoni Consejo de redacción: Damián Cots, Julián Saud, Santiago Mourandián, Natalia Morandeira, Ignacio Ibáñez, Silvana Jáuregui, Santiago Gómez, Gabriel Cócaro, Jimena Riveros, Pablo Román Malizzia, Ricardo Capellano, Diego Cots, María Eugenia Mastropablo Colaboradores: Arturro Puig Carlín: Escribe: Diego Cots Diseña: Federico Rombolá

¡ caliente Editorial

Ay que

tenés

!

lacacerola

Producción: Gisela Mourandian, Nicolás Capusotto, Nicolás Blanco, Elena Hernández Administración: Matías Sbora Diseño Publicidades: Luciano Galasso Imprenta: Editorial Acercándonos Cultura Cochabamba 894, CABA

Contacto: Info@hamartia.com.ar Teléfonos: 4958-1957/ 1532392542

Mejor amigo de Facebook: Federico Larumbe

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Detrás de la fachada del periodismo independiente, se esconde el grupo económico más poderoso de la Argentina. Con la capacidad de instalar su discurso a través de los 250 medios que les pertenecen. Controlan todas las asociaciones empresarias ligadas a los medios de comunicación. Presiden ADEPA, la Asociación de Entidades Periodísticas de Argentina que agrupa a los diarios de papel; ATA, la Asociación de Teledifusoras Argentinas que reúne a los canales de TV de aire; ATVC, la Asociación de Televisión por Cable; ARPA, la Asociación de Radios Privadas de Argentina; AFCP Asociación de Fabricantes de Celulosa y Papel. Su influencia es tan importante que hasta no hace mucho tiempo se arrogaban la capacidad de voltear a un gobierno con tres tapas.

Juegan al débil con la estructura de un gigante. Su alianza con la dictadura militar les permitió tener Papel Prensa y, junto a La Nación, hicieron un negocio para pocos. El proceso de descomposición del aparato productivo, y la consiguiente destrucción de la economía argentina, fueron para Clarín, así lo trasmitían sus páginas, un fabuloso clima de negocios. Luego, el menemismo les dio Canal 13, la primera privatización importante de los noventa. Gracias a una sociedad con la empresa norteamericana Goldman Sachs consiguió créditos millonarios dos años antes del default argentino. Standards & Poors, propiedad de Goldman Sachs, calificó a Clarín con altos stándares imposibles de obtener en esa época. A cambio, compró el 18 por ciento de las acciones del Grupo. Este dineral le posibilitó la adquisición de la mayoría de las empresas de cable del interior del país, hasta que en el 2005, compró, primero una parte y después el resto, de su competidora, Multicanal. Al contrario de lo que se dice, este gobierno le dijo dos veces que no. Primero fue el ex Comfer que en la resolución 577 dijo que era inviable la compra por tener múltiples licencias. Y después, fue Defensa de la Competencia quien autorizó la fusión pero condicionada al estricto acatamiento de varias disposiciones que no fueron cumplidas, por lo que dicha autorización quedó sin efecto. El costo para un gobierno que se enfrenta a un monopolio puede ser la destitución. Esa es la historia de nuestro continente, donde los grupos concentrados derrocan a los gobiernos que no los favorecen. Lo hicieron con Allende en Chile, lo hicieron con Perón en el 55, lo hicieron con Zelaya en Honduras y lo acaban de hacer con Lugo en el Paraguay. Lo probaron con Chávez y con Correa y no pudieron. En todos estos casos, los medios de comunicación cumplieron un rol fundamental. Desde la llegada del kirchenerismo al Gobierno no hubo tema que no se pusiera en discusión. No es sólo mérito del gobierno, son debates que están incrustados en la piel de los latinoamericanos. Son las razones de nuestra dependencia, de la desigualdad, de la entrega permanente, de la pobreza. El mérito de este gobierno reside en poder dirigir los debates, en cambiar las reglas de juego, hacer que la cancha se incline para un lado. Puede llevar meses, años o décadas, pero hoy podemos decir que el cerco informativo de Clarín tiene fecha de vencimiento y que América Latina está pendiente de cómo se resuelva esta contienda: Si a favor de las corporaciones o a favor de la democracia. El grupo Clarín tiene tanto poder que hasta puso en duda si el gobierno puede o no hacerle cumplir la Ley. Las distintas maniobras que dilataron el proceso, y que ya llevan cumplidos tres años desde la aprobación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, hacen pensar que es casi imposible marcarles la cancha. ¿Puede el Gobierno Nacional exigirle al grupo más poderoso de la Argentina que desinvierta? La designación de Martin Sabbatella para dirigir el AFSCA parece ser una respuesta contundente: “La Ley se va a cumplir sin ningún privilegio y sin ninguna excepción”. Varias voces del grupo aseguraron que no van a presentar el plan de desinversión y que no piensan ceder a las presiones del gobierno. El 7 de diciembre se vence la cautelar que permite a Clarín evadir la ley. Esos días será el pueblo en la calle quien le conteste a Magnetto que la Ley es para todos, que se acabaron los privilegios, que en estas tierras no se vive sólo una época de cambios sino un cambio de época. Ese es el plan de adecuación que nos cabe a todos.

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le p la d ued “El 7 e e D torc mocr a la acia er e s co l bra rpor zo acio nes ” Escribe María Eugenia Mastropablo

Dicen que lo importante no es saber, sino tener el teléfono del que sabe. Hamartia entrevistó a Mariana Moyano, licenciada en Comunicación Social, periodista y actual panelista de Visión 7 y 6,7,8 para entender un poco mejor cuál es el estado de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, qué va a suceder el 7D y analizar las coberturas que los medios hicieron de los hechos más relevantes de los últimos meses. También cuenta cómo vivió la cobertura del robo a su casa en septiembre.

¿Cuál es el estado de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual? La ley está en pleno funcionamiento. Salvo el artículo 161, que es el famoso artículo de la adecuación de las licencias permitidas por la Ley para un Grupo, que es el Grupo Clarín. Dicho así uno pensaría pero por qué tanto escándalo, si solamente no se aplica un artículo y para un solo Grupo. El tema es que justo es el artículo que implica que un monopolio deje de serlo. Otro problema que trae es que cuando vos tenés al Grupo más poderoso sin adecuarse, desde el Estado falta espalda para ir a poner orden en los otros grupos que son mucho más chicos. Es decir, vos tenés un Grupo que se excede en dos licencias y le caés con todo el peso de la Ley, no es ridículo que te miren con mala cara o que pataleen cuando vos tenés a uno que se excede en 200 y pico, que no cumple la ley, ni presenta su proyecto de adecuación. En resumen, la ley está en plena aplicación, salvo ese artículo para ese Grupo.

¿Qué es lo que va a pasar el 7D? En teoría el 7 de diciembre se aplicaría el artículo 161 y todos van a tener que estar adecuados. Parece que Clarín no quiere presentar su proyecto de adecuación, en-

tonces el Estado tendrá la potestad, según la Ley, de poner a consideración pública las licencias que el Grupo no presentó como para adecuarse. El tema acá es que si el Grupo presenta un proyecto, después del 7 de diciembre, se abre una instancia de negociación, siempre cumpliendo con la Ley pero en un marco de conversación, de charla. Pero al no presentar nada, directamente el Estado lo que tiene que hacer es ir y decir: “Bueno se saca esto, el Grupo se queda con esto y se acabó”. Y todo lo otro se pone a consideración de los nuevos oferentes que tengan ganas de acceder a esas licencias que al Grupo le sobran. Qué va a pasar de acá al 7, no lo sé; y qué va a pasar después del 7, tampoco. Me parece que hay que leer qué significa ese día. Creo, en esto hay diferencias con otros compañeros que tienen una idea de que el 7 es un día clave, que es una cosa del día a día. De hecho hoy estamos discutiendo la reglamentación, estamos discutiendo lo que la comisión de disciplina del Consejo de la Magistratura le dijo a la Cámara de que no podía nombrar jueces de la manera en que lo venían haciendo. Hay muchos pasos que se van dando momento a momento. El cambio de nombres de los representantes del radicalismo, en lugar de Silvana Giudici es para mí un dato muy relevante y no se

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le ha dado la importancia que tiene. Yo lo que interpreto es que en lugar de poner a Giudici, que era la vocera del Grupo Clarín dentro del Partido Radical, el radicalismo entendió que la Ley se va a cumplir, que ya no hay vuelta atrás. Muchos sectores de la política están entendiendo que la ley no tiene vuelta atrás. Y si el Grupo Clarín también entiende que no tiene vuelta atrás, no se va a quedar cruzado de brazos. Y de hecho no se está quedando cruzado de brazos. Hay que ir viendo paso a paso lo que pasa con la vista puesta en el 7 de diciembre, que es el día formal, digamos el 10 en realidad, como explicó la presidenta. Es el día en que formalmente, yo no quiero exagerar, pero es el día en el que la democracia le puede torcer el brazo a las corporaciones.

¿Qué rol ocupa para vos 6, 7, 8? ¿Cambió a lo largo del tiempo? Es difícil, pero lo primero que diría es que 6,7, 8 es sólo un programa de televisión. Digo esto porque hay una sobrecarga, para bien y para mal, y se pierde de vista que es un programa de televisión. Se convirtió, por supuesto, en una trinchera, se transformó en un lugar donde quienes no tenían forma de conectarse con otra información pudieron acceder. Fue una puerta

que se abrió a un nuevo modo de pensar los medios de comunicación. Es un espacio donde se pueden debatir cosas que en otros lugares no están, que generó mucha mística y una cosa muy épica en la sociedad. Todo eso es real pero siempre en el contexto de que es un programa de televisión. Quiero decir que si afuera del programa no ocurren las cosas, el programa no sirve para nada. Yo creo que 6,7,8 es efectivo, que lo fue y lo sigue siendo, que cumple una función política muy importante, pero así como digo esto, digo que si la política no hubiera hecho lo que hizo, el programa no sería absolutamente nada más que un lugar donde se habla de cosas que no estarían ocurriendo. No basta con cubrir la marcha del 24 de marzo para que la marcha tenga un efecto, la marcha tiene que ser masiva para que tenga efecto. Entonces me parece que hay que tener en cuenta que hay un espacio muy eficaz, muy relevante, una ventana, pero que las cosas importantes no ocurren en ningún set de televisión, ni en TN ni en la Televisión Pública, sino en la calle.

¿Te parece que es un programa periodístico? Tengo una mirada del periodismo bastante distinta de lo que suele entenderse por periodismo. La verdad nunca me creí esa

cosa de que el periodista está para buscar la verdad. Para mí, el periodista es aquel que es como un juglar, que va y mira, que tiene la posibilidad de mirar cosas que otros no tienen posibilidad de ver en vivo y en directo y es el que le cuenta a la sociedad en la que vive, a su comunidad, eso que vio. La comunidad le da el permiso de que sea los ojos de eso a lo que la comunidad entera no puede acceder. Por lo tanto, hay tantos modos de hacer periodismo como periodistas

supuestamente aséptica que no existe, no trae más que problemas y confusión.

En septiembre asaltaron tu casa, ¿cómo viviste la cobertura de ese “hecho de inseguridad” por parte de los medios en el que estuviste involucrada?

La cobertura del robo a mi casa fue una canallada. Los medios habilitaron la salvajada, a los odiadores profesionales y a todas las barbaridades que dijeron. existen. No me gusta el encasillamiento. Pienso que el que me dice que hace periodismo sin política es un mentiroso o es excesivamente ignorante. No existe hacer el periodismo sin hacer política. Lo que tiene de ruptura 6,7,8 respecto de lo que se entendía como periodismo tradicional es que es un programa que explicita abiertamente su postura política, el desde dónde habla. Estaría buenísimo que todos los programas hicieran lo mismo. Esta cosa

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La cobertura fue asquerosa, canalla, malintencionada, lamentable, miserable, y todo lo que se te ocurra. Básicamente porque a propósito pusieron la dirección de mi casa. Poquitos días después hubo unos asaltos también a otros productores y en ningún caso pusieron la dirección. Me parece que eso explica algo. Eso es una canallada, no se hace y habilitaron a la salvajada, habilitaron a los odiadores profesionales y a todas las barbaridades


que dijeron. Un columnista de La Nación, sacó una nota, tan miserable como lo que él demostró ser, diciendo que a las nacionales y populares también les roban. A mí me hicieron quedar como que yo en algún momento había dicho que los delincuentes no tenían que ir presos. Yo jamás dije eso. Lo único que dije fue lo mismo que digo ahora, que el delito existe pero así como existen los delitos, también existe la paranoia que crean los medios de comunicación. La prueba de que lo que digo no es ningún error conceptual es la propia cobertura de lo que hicieron conmigo. Hubo mucha saña y magnificación, fui objeto de lo que siempre dije que pasaba con los medios de comunicación. Lo que viví fue espantoso y lo que supuse es que una vez que terminaba un episodio tan desagradable, las personas de bien estaban ahí para acompañar a un ser humano que había atravesado una situación traumática; y me encontré con que pasada la situación provocada por los delincuentes había canallas esperando y deseándome cosas más terribles de las que me pasaron. Yo no me

silencio. Supongo que hicieron dos tapas al mismo tiempo. La tapa del del goce y la tapa en blanco. Dijeron, “Bueno, nos van a censurar y podemos salir como victimizándonos”. Me parece que les salió mal. Lo que realmente creo es que pasa eso porque tienen una incapacidad absoluta para leer el proceso que se está viviendo. A mí no me parece mal que critiquen a la presidenta, pero que la critiquen por un montón de cosas que hay para criticarla. Si quieren los ayudo, colaboro, con la cantidad de cosas que podría decir que faltan, que no se hacen bien, que habría que hacer, que cuestionar o que discutir. Lo que yo pienso son dos cosas. Una es que son vagos, que no se toman el trabajo de ver cómo rebatir argumentos, parece como que tuvieran fiaca. Y la otra es que hay un profundo desconocimiento, realmente, después de todos estos años de gobierno kirchnerista quién puede pensar que la presidenta va a secuestrar una edición de noticias o censurar, ¿no la conocen? No se dieron cuenta de que te guste o no ella deja hacer y luego contesta públicamente.

El que me dice que hace periodismo sin política es un mentiroso o es excesivamente ignorante. No existe hacer el periodismo sin política. voy a olvidar, que habilitados por algunos medios de comunicación tan republicanos, a mí me desearon que me violen, que me maten y que maten a mi hija.

¿Qué opinás sobre la tapa de la revista Noticias con la cara de la presidenta y el título “El goce de Cristina” y sobre la posterior tapa en blanco? ¿Cómo debería haberse manejado ese episodio? Como se manejó. Yo creo que ellos esperaban que el oficialismo tuviera una actitud de censura con respecto a la tapa. Por ejemplo, que secuestraran todos los números para que no estén en los kioskos, o que hubiera una declaración pública de la presidenta inmediatamente diciendo alguna cosa de la tapa de la revista, pero hubo

Nunca ha habido un caso de censura.

Durante los reclamos de Prefectura y Gendarmería hubo casos en que las coberturas minimizaron las movilizaciones y otros que las magnificaron hasta que parecía que iba a haber un golpe de Estado, ¿cómo viste el manejo de la información? Me llamó la atención una cosa… Las mismas notas que se burlaban o minimizaban algunos planteos de algunas personas y de algunos sectores que mostraban su preocupación por la posibilidad de que esto se convirtiera en alguna situación de intento de quiebre institucional, esas mismas notas, después de mostrar esta postura burlona o de minimización, decían li-

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teralmente que había habido un quiebre en el liderazgo, que se había roto la cadena de mando, que había habido un quiebre en la estructura institucional. O sea, marcaban lo que estaba pasando, pero al mismo tiempo es como que intentaban quitarle importancia pero sin negarlo. Subieron el umbral de tolerancia de la Argentina respecto de los movimientos destituyentes o desestabilizadores, como marcando que eso estaba permitido. Como una apertura a permitir que esas cosas pasen sin que uno lo vea mal, sin que aparezca como una alerta.

Hay personajes, como el caso de Hugo Moyano, a los que los medios de comunicación, tanto oficialistas como opositores, les dan entidad o los defenestran según la situación. ¿Dónde está el límite entre informar y hacer operaciones políticas? Me parece muy mal. Me acuerdo cuando recién arrancó el conflicto con Moyano, lo planteé en 6,7,8 porque me parecía que era injusta esa mirada. Porque es verdad, en este caso, ponele Moyano, decidió pasarse claramente a la oposición, pero también es cierto que hizo lo que hizo antes. O sea, yo creo que hay que tomar las dos cosas y, en todo caso, cuestionar si uno quiere que Moyano se pase a la oposición (o celebrarlo en TN), pero no hacer de cuenta como que lo otro no pasó. No hay enemigos públicos número uno individuales. Héctor Magnetto en sí no es el problema, el problema es un modo de operación de un grupo económico que ha venido sistemáticamente pegándole en los tobillos a la democracia. También es parte del show para hacerlo más atractivo en términos televisivos, pero creo que termina banalizando el problema, porque se generan enconos individuales. Los problemas nunca son de individuos, si no sería como decir que la dictadura es un problema de Videla. Es un problema de cómo funcionan determinadas lógicas del poder.

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LA

PILASTRA DE

ARTURRO

Debutar a los Escribe Arturro Puig

En la pasada edición de esta revista, he cedido mi espacio a uno de mis tocayos preferidos, el Sr. Arturro Jauretche. Por supuesto, que se trató de un hecho responsable y no un fortuito accidente. Más bien, en homenaje a mi lujoso remplazante, diría que tuve la viveza de un gil que extravió la inocencia hace rato. Los viejos como yo sabemos que la casualidad, es un derecho que se pierde al adquirir la mayoría de edad. No es necesariamente algo negativo perder el encanto metafísico por aquellos fenómenos que no tienen una explicación uniforme. A cambio, lo que se obtiene es una gran responsabilidad, aptitud fundamental si es que se pretende ser libre. Cualquier gurí entendería esto, pues a los 16 años, probablemente ya se haya enfrentado a las contradicciones pinchilares o vaginudales, propias de la vida. Les puedo asegurar que el exceso de hormonas es preferible a la falta de ellas. Decía Jauretche, en la pilastra anterior: “No es posible quedarse a contemplar el ombligo de ayer y no ver el cordón umbilical que aparece a medida que todos los días nace una nueva Argentina a través de los jóvenes. No se lamenten los viejos de que los recién venidos ocupen los primeros puestos de la fila; porque siempre es así: Se gana con los nuevos” Todavía recuerdo el día en que cumplí 16 años. Lo festejé en la casa de la abuela Pirula, con todos mis amigos. Éramos quince en un PH de dos ambientes, pero estábamos chochos porque

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la abuela además de amasar unas pizzas gordas y altas, se había tomado el laburo de comprar dos cajones de birra. Y nos decía “No crean todas las pelotudeces que decimos los grandes, ustedes tienen derecho a hacer lo que se les cante las pelotas, eso sí, si se la quieren poner contra un camión de frente, piénsenlo dos veces antes de pedir la licencia” Un año antes, mi viejo me había llevado a mojar la chaucha por primera vez a un piringundín de Congreso. A los 15, entregué mi pinchila a una trabajadora del sexo, a los 16, me regalaron una pelota y una camiseta de Boca firmada por Rattín. Los adolescentes éramos chicos para ser adultos pero grandes para ser chicos. Hoy, las cosas cambiaron, los adolescentes se arreglan entre ellos para debutar y los pantalones largos son para los infelices, no necesariamente para los adultos. Hola, mi nombre es Arturro Puig y a mis 58 años, me calza más un corto que uno pinzado a rayas. Aunque hay algo que sigue siendo igual en todas las épocas: El atuendo más utilizado por los hombres maduros, es la pollera y esto ha sido así antes y después de la implementación del voto femenino. Lo que me dejaba los huevos colgando era tener 17 pirulos, los genitales llenos de pelos y sin embargo usar esos pantaloncitos cortos como si fuera un bebote. Una pelotudez, pero en esa época estaban también los que se horrorizaban de que un muchachito se calzara los largos. Por suerte, tuvimos a la abuela Pirula, o a Jauretche

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y pudimos superar el trauma de aquél abuelo que vivía solari en los alpes suizos y le decían ermitaño porque se la pasaba esquilando ovejas. Ya saben como sigue la historia, después apareció Heidi y el viejo resultó ser más bueno que el pan aunque un poco le quería enterrar la batata a la nieta. Ojo, esa es mi opinión personal. Algunos piensan que si los pibes votan a los 16, deberían poder ir en cana a los 14 “Si son adultos para entrar al cuarto oscuro, que también sean adultos para vivir detrás de las rejas” le decía un manatí a otro en la cola del pago fácil. Cómo si la edad fuera una garantía para votar correctamente. La gente que pedía a gritos la baja de la imputabilidad a los 16 años es la que ahora se espanta con la idea de que una persona de esa edad pueda ejercer el sufragio. Cuando las chancles eran purretas (Flor, Angie y Nancy), ya se estaba discutiendo el voto a los 18, incluso antes de que por ley se asegure que es a los 18 cuando se obtiene la mayoría de edad. Hasta no hace mucho, convertirse en adulto era una facultad según la ley que se adquiría recién a los 21 años. En esa época, también salieron las diputadas de pollera hasta los tobillos y los senadores de barba con polvo a hablar de que los pibes no podían decidir nada. Esos mismos son los que quieren bajar la imputabilidad a los 14 años. Si los pibes toman los colegios debe ser porque se comprometen con la educación. Tienen en claro que son ellos

los que deben defender lo suyo. Estoy un poco preocupado porque el tío Teo me invitó a comer un asado a la casa. Un poco que no iría un carajo, pero tengo ganas de ver a mis sobrinos. Ya conozco el cuento, va a salir el tema en la sobremesa, y va a decirme que es una barbaridad, que a los 16 años no saben ni hacerse la paja todavía. Lo cual no es para nada cierto ya que sus hijos tienen justamente 16 años y la ponen más seguido que él. Son mis únicos sobrinos, son mellizos y conformaron una banda musical llamada “Los Wachi-arturros”. Yo ya me equivoqué muchas veces, lo voté a Luder, a Menem, a De La Rúa y en blanco. A lo mejor ellos la pegan, o se la pegan eso seguro, no sé, por eso el voto sería optativo a esta edad y no obligatorio. Puedo dar el ejemplo del viejo Puig (mi padre) que con sus 86 años sigue yendo a votar aunque ya haga 16 que no tiene la obligación de hacerlo. Por eso, cuando les pregunté a los arturritos si no eran demasiado pendex para votar me respondieron con otras preguntas. Por ejemplo ¿Qué pasaba en mi época? Me preguntaron si los pibes no eran muy pibes en el 82 para morirse en Mal-

vinas, o por qué no se respetaron los derechos del niño la noche de los lápices. Hay que reconocer que no todos los pendejos se quedan pegados al jabón, hay quienes no tienen miedo y se tiran un paso hacia el voto. Jauretche decía que cuando uno no sabe que posición tomar, es bueno mirar al enemigo y orientarse. Y yo miro a los que quieren bajar la ley de imputabilidad a los 14… Porque un voto optativo no te quita ningún brazo pero un brazo quitado tampoco te da derecho a encarcelar a un adolescente y someterlo a esos métodos crueles y degenerativos. La verdad que mis sobrinos no tienen nada del padre, el tío Teo es un fósil, desde los 16 años que es un viejo de mierda. La edad no es un patrón estático para dividir aguas. Qué mejor ejemplo que el de la abuela pirula que murió a los 75 años de sobredosis de heroína. Con

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todos los manos de yeso (y alguna de madera) que hemos cosechado en los gobiernos desde la Revolución de Mayo hasta aquí. Por qué no pasarles un micrófono a los arturritos de 16 para que nos caguen a sopapos permanentemente, nos mantengan a raya, y como los hijos, nos recuerden todo el tiempo la distancia que existe entre nuestro discurso y la vida cotidiana. Dejémonos de joder y pongamos las cosas en su lugar. Si ellos usan los pantalones largos nosotros tendremos que salir en bermudas y tirarnos un paso. Como diría la abuela pirula “Fui una pelotuda, dejé el bandoneón porque mi viejo creía que eso era de atorranta, y el atorrante era tu abuelo que volvía a las cuatro de la mañana y me traía helado. Si hoy tuviera 16 no dejo títere con cabeza querido” Eso es lo que aprendo todo el tiempo de mis sobrinos, al fin y al cabo, el camino más sano es el de no resignar los ideales que uno tiene. Mi nombre es Arturro Puig y cada vez estoy más convencido de que las generaciones venideras defenderán la democracia mucho mejor que nosotros.


Jon Anderson Escribe Gabriel Cócaro

El mítico cantante de Yes estuvo en la Argentina para brindar una serie de shows acústicos en Buenos Aires y ciudades del interior. En una entrevista telefónica exclusiva, el compositor recorrió parte de su historia y la de su legendario grupo.

Jon Roy Anderson nació el 25 de octubre de 1944 en la ciudad de Accrington, Lancashire, Inglaterra. Como muchos adolescentes de su época, sucumbió ante el skiffle, música folk influenciada por el jazz que se tocaba con guitarra acústica, banjo e instrumentos caseros. De hecho, inició su carrera haciendo percusión con una tabla de lavar en el Little John’s Skiffle Group, que interpretaba canciones del Lonnie Donegan, maestro del género. A los quince años abandonó los estudios y trabajó de granjero, camionero y lechero. Hasta intentó ser futbolista en el club de su pueblo pero fue rechazado por su esmirriado físico. En 1962 ingresó como vocalista a The Warriors, grupo beat donde estaba su hermano mayor. Al tiempo, Anderson asistió a un concierto de Los Beatles. “Sonaron con mucha fuerza y cohesión. La gente escuchaba fascinada y en silencio. No había gritos ni histeria, como después empezó a suceder en sus shows”, recuerda el cantante. Ver a los genios de Liverpool fue una experiencia transformadora. “Cuando terminó el recital, y mientras volvía a casa, pensé: ‘quiero ser un Beatle’”, señala. En agosto de 1967 The Warriors se separó y al año siguiente Anderson, bajo el seudónimo de Hans Christian, grabó dos simples. “En esa época, armaba mis shows

cantando los temas de moda porque era la manera más segura de conseguir presentaciones”, confiesa. En marzo de 1968, tuvo un encuentro determinante. “Yo trabajaba en el Marquee Club, en Londres, y mientras tanto buscaba una banda donde poder cantar. Una noche, el dueño del lugar me señaló a un chico que era bajista y siempre iba al bar. Entonces, entablé una conversación con él y descubrí que a ambos nos gustaba Paul Simon, Frank Zappa y Buffalo Springfield”, rememora. Y agrega: “Nos entendimos rápidamente y luego de unos tragos fuimos a su departamento donde compusimos “Sweetness”, del primer disco de Yes”. El muchacho era Chris Squire, quien se convertiría en su compañero de aventuras musicales por décadas. Squire sumó a Anderson a Mabel Greer’s Toyshop, que incluía al guitarrista Peter Banks. Después, entraron el baterista Bill Bruford y el tecladista Tony Kaye y así nació Yes, nuevo y definitivo nombre del combo. En julio de 1969 el grupo editó su disco debut, un compendio de bonitas melodías y cuidados arreglos. Luego fue el turno de “Time and word”, que subía la apuesta al utilizar una orquesta de veinte músicos en varias piezas. Por desacuerdos artísticos, Banks dejó el conjunto y su lugar fue ocupado por Steve Howe. Las

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ideas insinuadas en los volúmenes anteriores maduraron en “The Yes Album”. “Yours is no disgrace”, “Starship trooper” y “I’ve seen all good people”, creaciones inspiradas y elaboradas, se transformaron en clásicos instantáneos. Sin embargo, diferencias internas provocaron la partida Kaye y su reemplazo por Rick Wakeman, pianista prestigioso y de raíces clásicas. El siguiente paso fue “Fragile” donde se encontraban perlas como “Long distance runaround” y “Roundabout”. La música de Yes crecía en experimentación y complejidad. Anderson era fundamental en el proceso creativo tanto por sus aportes melódicos como líricos. El cantante estaba inmerso en una búsqueda espiritual que se reflejaba en las composiciones. “Close to the edge”, del disco homónimo de 1972, estaba inspirada en la lectura de “Siddhartha”, libro de Hermann Hesse. El vinilo doble “Tales from topographic oceans” era su interpretación de “Autobiography of a Yogi”, del gurú hindú Paramahansa Yogananda. El trabajo (con Alan White suplantando a Bruford) logró gran suceso comercial, pero la prensa lo tildó de pretencioso por su formato (tenía cuatro temas con una duración promedio de veinte minutos cada uno) y de hermético por el misticismo de sus letras. Esto generó tensiones en el seno de la ban-


da que culminaron con el alejamiento de Wakeman y la llegada de Patrick Moraz con quien lanzaron el notable “Relayer”. Más allá de las críticas, el vocalista continuó –y sigue hasta el día de hoy– su camino de exploración interior. El mismo le hace afirmar: “Las religiones le prometen al hombre una vida mejor mientras, le infunden temor. ¡Y algunas hasta le sacan dinero! Todo eso es un gran negocio. Dios es gratis, no hay que pagar para ir al cielo”. En 1977, tras tres años de silencio discográfico, el grupo presentó “Going for the one”. El opus marcó el regreso de Wakeman, tras la partida de Moraz, y la vuelta a canciones menos pretenciosas y más efectivas. Así lo entendió el público que llevó a éstos paladines del rock progresivo, en plena efervescencia punk, a la cima de los charts en Inglaterra. Al año siguiente, “Tormato” no tuvo la misma recepción. Diferencias estilísticas, mas cierto deterioro en las relaciones con sus colegas, provocaron la partida de Anderson. Al tiempo, Wakeman siguió sus pasos. A pesar de semejantes bajas Squire, Howe y White continuaron. Incorporaron al tecladista Geoff Downes y al cantante Trevor Horn con los que publicaron “Drama”. El álbum contenía una música aguerrida pero Yes, sin Anderson, no era Yes. En marzo de 1981, tras shows en Estados Unidos y el Reino Unido, el conjunto dejó de existir. En 1982, Squire y White se unieron con el guitarrista Trevor Rabin en un proyecto llamado Cinema. Luego se sumó Tony Kaye, primer tecladista de Yes, y empezaron a trabajar algunas piezas. Al tiempo Anderson se incorporó, reescribió letras y aportó sus inconfundibles armonías. El 14 de noviembre de 1983, bajo la denominación de Yes en lugar de Cinema, vio la luz “90125”. La placa era un compendio de pop-rock moderno, con claras influencias de The Police y Duran Duran. “Hold on” e “It can happen” eran temas poderosos, que atrapaban a la primera escucha. Pero la punta de lanza fue “Owner of a lonely heart”, un hit mundial que acercó el grupo a los jóvenes. El disco vendió más de seis millones de copias y se convirtió en el mayor suceso en la historia de la banda. Cuatro años después, “Big Generator” continuó la senda del álbum anterior pero sin su brillantez. Aunque disfrutó del éxito comercial y el reconocimiento popular, el cantante quiso cambiar el rumbo y volver

al sonido característico del conjunto. El “nuevo Yes” funcionaba en el mercado, pero Anderson no iba a renunciar a sus convicciones artísticas para tener una canción sonando en las radios de moda. Sus compañeros pensaban distinto. Por eso, a finales de 1988, el compositor se alejó nuevamente de ellos. “Si hacés música con el único objetivo de ser famoso y obtener dinero, los resultados serán mediocres. Ahora, si entregás tu corazón a la música quizá pase algo grandioso y también te conviertas en una figura, pero lo habrás hecho yendo por el camino correcto”, sostiene con sabiduría. Después de su partida, el cantante formó un cuarteto con antiguos miembros de la agrupación. Anderson - Bruford - Wakeman - Howe fue el nombre del combo y del disco de 1989. En tanto, Squire (junto a Rabin, Kaye y White) trataba de revivir al “Yes popero”. Finalmente, ambos bandos conciliaron diferencias y en abril de 1991 salió “Union”. El trabajo fue recibido tibiamente pero la gira correspondiente fue todo un éxito. Tras ella, Bruford, Wakeman y Howe abandonaron el proyecto y Yes volvió a la formación de comienzos de los ’80. La saga continuó, en marzo de 1994, con “Talk”. Luego, Rabin y Kaye dejaron el conjunto y reaparecieron Wakeman y Howe. La banda ofreció, en marzo de 1996, tres shows en California que terminaron siendo registrados en dos cds dobles. En noviembre de 1997 apareció “Open your eyes” (sin Wakeman y con Billy Sherwood) que pretendió capturar el espíritu de “90125”, pero los tiempos habían cambiado y pasó desapercibido. Tres años más tarde, sumaron al tecladista Igor Khoroshev para “The Ladder”, que volvía a cierta sonoridad setentista. No fue un suceso pero logró dibujar una sonrisa en los viejos fans.

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Tras las desvinculaciones de Sherwood y Khoroshev, Yes quedó reducido a cuarteto. En vez de incorporar otro tecladista, el grupo decidió grabar junto una orquesta sinfónica. El resultado se plasmó en “Magnification”, de mínima repercusión y escasas ventas. En abril de 2002, Wakeman regresó y la banda estuvo tocando en vivo los siguientes dos años. Luego de casi un lustro de silencio, una nueva encarnación del conjunto (Anderson, Squire, Howe, White y Oliver Wakeman, el hijo de Rick) anunció un tour para el 2008 pero el vocalista sufrió un severo problema respiratorio que lo obligó a cancelar todas sus actividades. A solo seis meses del forzoso retiro, sus compañeros –en un gesto despreciable– reclutaron un nuevo cantante, salieron de gira y grabaron un CD. Mientras tanto, lentamente, Anderson fue recuperando su salud. En 2009 volvió a los escenarios para ofrecer shows intimistas. Empuñando una guitarra acústica, un ukelele o frente al piano, desgranaba lo mejor del repertorio de Yes y de su carrera solista en versiones despojadas y conmovedoras. El marco sonoro ideal para que su voz de contratenor, límpida y celestial, siguiera conmoviendo. Con cinco décadas de trayectoria, millones de álbumes vendidos y varias canciones antológicas, Anderson se detiene un instante para observar el camino recorrido. “La música me dio alegría, luz y felicidad. También pasé momentos duros, pero a todos les sucede”, reflexiona. Y cierra la charla con un consejo: “La vida es una película si no te gusta lo que estás viendo en ese film, tenés la opción de cambiar la cinta”. Palabra de una leyenda.

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Cuentos con historia

Micro artículo Escribe Ricardo Capellano Ilustra Véronique Pestoni

Muchas veces, entre los jóvenes músicos, deambula una noción espontaneísta de la composición, como una ilusoria combinación de magia, azar y don, que tiene sus raíces en el mito social de la inspiración. Así, las ganas desplazan a la voluntad, la sensorialidad reemplaza a la sensibilidad, la intuición obstruye a la imaginación y lo furtivo fractura a lo continuo. Entonces la idea de parir música se impone a la idea de crear, gestar, criar música. Esta superficialidad suele extremarse en ciertas tendencias a la desventura, sobre todo amorosa, como melancólica convocatoria a la “inspiración”. Pero, casi siempre, acuden a esa convocatoria sólo estereotipos y convencionalidades propias de las livianas prácticas operativas del lenguaje musical. Autodisciplina, trabajo creativo y metodología son la tríada básica de la búsqueda estética, y las relaciones subjetivas con esta tríada generan perfiles y conductas que inciden en la profundidad de esa búsqueda. Claro que en la continuidad del proceso compositivo existen momentos de especial claridad que ayudan a cohesionar lo acumulado y desarrollar sentido expresivo. Estos momentos, que atraviesan a los estados de la conciencia (metáforas, vislumbramientos, realizaciones) se confunden con

Ojos

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“inspiración”, pero no son fortuitos sino emergentes del trabajo creativo (exploración, imaginación, invención, reflexión y organización expresivadiscursiva del lenguaje). Esa continuidad del trabajo creativo transforma progresivamente a la autodisciplina en ceremonia interior, es decir que una obligación se va convirtiendo en necesidad. Construir territorio compositivo exige una permanencia de la pasión, con sus altos y bajos (menos angustia y diversión, todo lo del medio), para la búsqueda de una profundidad que suene. Pero la composición es, además, un trabajo excepcional porque no es mercantil; la libertad y soberanía artísticas implican, justamente, la ausencia de remuneración (salvo la composición incidental y los peligrosísimos encargos y adelantos de regalías). No se trata de trabajo gratuito sino que la creación artística no es mercancía (las realizaciones comunicativas sobre lo producido sí son comercializables y remunerativas). Quizá por esa excepcionalidad, el trabajo compositivo es pospuesto ó desechado ó minimizado por jóvenes músicos con vocación creativa. Creyendo que cortan el hilo por lo más delgado fisuran la arteria que los une con el sueño que soñaron.

Lo decidido por el Congreso Confederal de esa misma tarde había sido un balde de agua fría para la inmensa mayoría. La CGT había decidido no adelantar la huelga, manteniéndola recién para el día 18. Desilusionados, muchos grupos de militantes estaban seguros de que iba a ser demasiado tarde. Entre ellos, Alfredo y sus compañeros de la Unión Nacionalista de Estudiantes Secundarios. Por eso es que se habían reunido en la casa de Bengoechea, casi en la esquina de Independencia y Jujuy. Los padres del vasco eran dos gallegos anarquistas, y no tuvieron problema con que los pibes del Mariano Moreno y de otros colegios se quedaran allí esa noche. - Mañana es tu cumpleaños, ¿no? - Sí. - ¿Cuántos cumplís? - Quince -mintió. -¿Y estás en primero? -Repetí sexto grado.

El otro asintió satisfecho. Alfredo miraba el fierro en sus manos. Era un 32 que le había conseguido el propio Bidegain y que le regaló después de una práctica de tiro. Esta vez no era como lo de siempre, como cuando la semana anterior los habían ido a cagar a trompadas a “los pitucos de la FUBA”. Acá podía haber quilombo en serio y varios estaban calzados. Esa tarde, Alfredo había escapado de su casa sin avisar a dónde iba. Sabía que si su mamá se llegaba a enterar de sus planes, lo habría encerrado en el cuarto con tal que no saliera. Y si su papá se enteraba que otra vez le había afanado un par de pantalones largos, encima lo fajaban. Es que él estaba por cumplir trece años, y además tenía una revolución que protagonizar: no podía ir de pantalones cortos, por más que el viejo dijera que todavía era muy chico. Alguien le pasó la botella de caña. -Compañeros: esta noche nos tenemos que

cuidar, no podemos terminar todos mamados…

Los otros seis asintieron con responsabilidad como quien asume un compromiso, mientras Alfredo los escrutaba de a uno. Luego, el propio Alfredo refrendó el acuerdo con un trago, y dejó la botella en el piso. Como si estuvieran en asamblea, Darwin Passaponti se puso de pie con gran solemnidad y pidió la palabra. Darwin era un pibe de Caballito, y era uno de los mayores del grupo, con 17 años. Pidió recitar una poesía que él mismo había escrito, y que le habían publicado poco antes en el periódico “Amanecer”. Alguien se mofó de la solicitud, a lo que Darwin respondió mansamente que una revolución sin poesía no es nada. Estas palabras marcaron el alma del joven Alfredo, quien en ese mismo momento supo que también él sería poeta. Boxeador y poeta, pensó; y militante. - ”Quise cruzar la vida con la luz del rayo / que el espacio alumbra / seguro de no vivir más que un instante / seguro de no morir debilitado. / Así como el rayo / corto, breve y soberano...” -arengó Passaponti marcando el compás de los versos con el dedo al cielo. Los aplausos de sus compañeros no supieron, en ese momento, reconocer el presagio. Fue entonces el momento ideal para que el vasco Bengoechea, dueño de casa, propusiese a todos apagar las luces y dormir, puesto que a la mañana siguiente habrían de empezar muy temprano. Las luces se apagaron; la oscuridad y el silencio redoblaron la ansiedad, los nervios y el pulso de Alfredo, y sus ojos de color verde transparente tardaron varias horas en dormir. La mañana de ese miércoles 17 de octubre prometía un día de sol. Alfredo se despertó

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Escribe Román Malizzia muy temprano, rodeado por los otros compañeros que todavía dormían repartidos en las camas de los hermanitos del vasco. Todos menos uno: Darwin Passaponti estaba fumando un Saratoga al lado de la ventana. Tenía el pucho en una mano mientras que con la otra sostenía la cortina y miraba al cielo. Alfredo se sentó en el borde de la cama y Passaponti lo miró por un instante y volvió a la única nube que cruzaba el azul profundo. -Hoy es un día hermoso -dijo Darwin. -Hoy puede ser el día de Perón -respondió Alfredo. -Sí señor. Un día de sol. Lo que se dice un verdadero “día peronista” -acuñó el joven poeta-. Ah, cierto… Feliz cumpleaños -agregó. -Gracias. -Vos no cumplís quince, ¿no? -No, trece. -Me pareció. Pocos meses antes, justo para el 25 de mayo, Alfredo había usado pantalones largos por primera vez. En aquella oportunidad se los había quitado a su padre sin avisarle, porque había quedado en verse con una chica que le gustaba y quería aparentar más edad. Esta vez había sido la segunda. Darwin inspiró y resopló largamente. -Bueno, ya es hora que vayamos por nuestro destino -sentenció, y juntos despertaron al resto. El plan para esa mañana arrancaba bien temprano, así que no había tiempo que perder. Unos compañeros amigos del vasco que eran delegados en una metalúrgica de Avellaneda les habían comentado que Eva Duarte, la actriz de la radio, había estado recorriendo las fábricas los últimos días agitando a los trabajadores para que se movilicen a la Plaza de Mayo ese 17, y les dijo


Ojos

Verdes que Perón en persona les pedía que corrieran la voz. Parece que la Duarte andaba medio noviando con el Coronel, y que no se podía esperar al 18 porque había rumores de que a Perón lo iban a querer matar. Por eso, los militantes de la Unión Nacionalista de Estudiantes Secundarios y de la Alianza libertadora Nacionalista habían decidido en asamblea conjunta que se iban a constituir en grupos pequeños repartidos por zonas para recorrer las fábricas y talleres, convocando a la marcha. A ellos les había tocado una zona bastante grande de Balvanera, por lo que decidieron saltear el desayuno. -Ma… ¿Dicen algo en la radio? -No, nada -aseguró doña Laura. -Y, claro, lo están tapando… ¡Si las radios las manejan todas ellos! -explicó Darwin. La madre del vasco despidió a cada uno de los adolescentes con un agur y una caricia en el rostro, como si todos ellos fueran hijos suyos. Comenzaron así el recorrido que tenían programado por las fábricas y talleres del barrio para instar a los trabajadores a sumarse a la cruzada por la libertad del Coronel preso. Darwin, por ser el mayor y el de más labia, era quien encabezaba la comitiva y arengaba a los operarios. Su verba militante y encendida lograba reunir casi inmediatamente a todo el personal en torno a sí. -¡Compañeros! ¡Dejen las herramientas y las máquinas! ¡Hay que rescatar a Perón! ¡Queremos a Perón! ¡Queremos a Perón! -arengaba el joven poeta con el puño en alto. -¡Queremos a Perón! ¡Queremos a Perón! -coreaban los obreros, y abandonaban sus puestos de trabajo desoyendo las amenazas del patrón. No mucho después ya eran un grupo bastante numeroso, que se engrosaba con cada parada programada y con quienes se sumaban espontáneamente al paso de la

caravana. Uno tras otro pasaban los tranvías cargados con personas hasta el techo. Y en cada esquina se agregaban las columnas que llegaban por alguna transversal, confluyendo. -¡Sin galera y sin bastón, los muchachos de Perón! -ni siquiera el calor les quitaba la alegría.

La columna dobló por Entre Ríos hasta el Congreso, y de allí por Avenida de Mayo. Desde el Bajo, por uno y otro lado; por Corrientes; por Belgrano; desde ambas diagonales: las arterias de la ciudad se hicieron venas. El latido de la Plaza fue un llamado irrefrenable; y marcó el pulso de un pueblo, que cantó con una voz. -¡Queremos a Perón! ¡Queremos a Perón! Operarios de overoles engrasados, empleadas de comercio, matarifes de delantales sanguinolentos, estudiantes, curtidores, bancarios en sombrero y camiseta. Todos se mezclaban acercándose hacia el nuevo corazón. Alfredo documentaba todo en la retina de sus ojos de color verde transparente. Quería apropiarse en la memoria de cada rostro, de cada detalle, de cada sensación. La historia le militaba en el pecho, y cantaba de alegría. Llegaron a la Plaza con el sol del mediodía cayendo a plomo. Pudieron avanzar por el lado izquierdo de la pirámide, y se ubicaron cerca de la fuente. “Levantaron los puentes de la Boca”, comentaba alguien, “pero la gente se tiró al Riachuelo, y cruzó nadando”, respondía otro; “hay que ir al Hospital Militar”, vociferaba uno, “hay que quedarnos en la Plaza”, sostenía alguien más. El calor seguía aumentando, al igual que la incertidumbre. Pasadas las dos de la tarde ingresaron las columnas que llegaban des-

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de el sur con sus largas caminatas. Hombres y mujeres de Avellaneda, Berisso, Lanús y Lomas de Zamora se sentaron en el borde, y las patas inflamadas refrescaron en la fuente. Alfredo se los quedó mirando, extrañado y algo sorprendido. Passaponti lo notó, y le palmeó el hombro llamando su atención. -No te confundas, Alfredito: una Revolución es, ante todo, una falta de respeto.

La tarde fue transcurriendo casi sin noticias, o con información contradictoria. Alguien afirmaba haber escuchado que lo habían devuelto a Martín García, y otro lo desmentía diciendo que seguía en el Hospital Militar. De vez en cuando alguien se asomaba al balcón de la Casa Rosada, e intentaba decir algo que los altoparlantes no sabían traducir y que al Pueblo no le importaba escuchar. -¡Queremos a Perón! ¡Otro no! -respondía la Plaza. Ni las largas horas de ayuno, ni la sed, ni la falta de baños, ni el cansancio acumulado de toda la jornada, pudieron conseguir que de allí se moviese un alma. La noche trajo miles de antorchas que alumbraron la vigilia, esperando la promesa del arribo del Coronel. Pasadas las once de la noche una ovación despertó a Alfredo, que estaba cabeceando de sueño en el borde de la fuente. Se paró de un salto, ayudándose con en el hombro de Darwin. Finalmente, el balcón se abrió y apareció Farrel. Y detrás surgió Perón, y saludó con sus dos brazos en alto. El Coronel Perón estaba vivo. El Coronel Perón estaba libre. Su pueblo lo había rescatado. “Trabajadores: hace casi dos años, desde es-

tos mismos balcones, dije que tenía tres honras en mi vida. La de ser soldado, la de ser un patriota y la de ser el primer trabajador argentino (…)” Los ojos color verde transparente de Alfredo titilaron con las antorchas de la Plaza y las palabras del caudillo se grabaron en su memoria para siempre. Mientras tanto, los cabellos de sus cejas se hicieron gruesos, y largos y blancos. El color verde de los iris se hizo menos cristalino, y las pupilas se mancharon de nubes blancas.

Alfredo se dio vuelta. Junto a él, un grupito de unos cinco o seis pibes y pibas de secundaria lo miraban tímidamente. -Disculpe, Maestro… ¿Usted es Carlino? -Sí, querido: Alfredo Carlino, mucho gusto compañero. -¿Es verdad que usted trabajó con Perón y Evita? -¡Pero claro, querida, yo laburé en la Secretaría de Prensa de Perón!

Aquél día en el que cumpliera 13 años no tenía forma de imaginar que terminaría trabajando junto a Perón y a Evita. Tampoco tenía manera de saber que llegarían los bombardeos, la resistencia, la proscripción ni el regreso. Mucho menos las desapariciones, el remate del Estado ni el helicópero. Seguramente en aquel entonces no habría entendido nada si alguien le hablaba de “Pingüinos”, ni de las exequias del Flaco. Una vez finalizado el discurso, Alfredo y Darwin emprendieron el retorno hacia sus casas, comentando satisfechos la revolución naciente, cuando súbitamente Darwin cayó al piso, acribillado por una ráfaga de ametralladora que provenía de las ventanas del diario “Crítica”. Segundos después murió en brazos de Alfredo, tendido en el pavimento de la Avenida de Mayo, el 17 de octubre de 1945, a los diecisiete años de edad. Hoy, a los ochenta años, Alfredo volvía a estar allí. Siempre el mismo balcón, la misma Plaza. -”Así como el rayo: corto, breve y soberano...” -musitó el anciano, recordando a Darwin Passaponti. -Perdón, compañero…

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-¿Le molestaría si nos sacamos una foto? El viejo militante aceptó gustoso. La Plaza de Mayo otra vez estaba llena. Y otra vez la juventud era protagonista. Ese 7 de diciembre de 2012, el pueblo celebraba el final de los monopolios en los medios audiovisuales y la democratización de la palabra. Y, como siempre, Alfredo y Darwin estuvieron presentes.


Entrevista a Lamadrid Mascaró, embajador de Cuba en Argentina

“Fue en

Argentina donde

se enterró

al ALCA” Fotos Nicolás Borojovich Ilustra Néstor Cortázar

Jorge Néstor Lamadrid Mascaró, licenciado en Relaciones Internacionales con 35 años de experiencia, es el embajador en nuestro país por la República de Cuba desde octubre de 2010. Este destino es el primero en Latinoamérica donde le toca ejercer funciones dado que anteriormente cumplió misiones en Afganistán, Canadá, Estados Unidos y Noruega. Asegura que estar acá “es una especie de reivindicación” porque se siente reconocido, compensado y privilegiado. Es difícil no perder de vista que es un diplomático cubano el que habla porque Lamadrid Mascaró es un hombre simpático, abierto y dispuesto a responder cualquier pregunta. Con voz serena pero enérgica expuso su mirada sobre diversos temas con una coherencia admirable. Durante más de una hora conversamos sobre cómo se vive en Buenos Aires; la lucha permanente con los medios de comunicación que esconden la realidad cubana y la deforman; el cambio significativo que representó la llegada de Néstor Kirchner a la presidencia.

¿Cómo fue llegar a la Argentina? Fue poder experimentar una verdadera sensación latinoamericana, de estar en un país referente en esta querida y sufrida región. Me surgieron sentimientos entrañables, de reconocimiento, de empatía. Te podría decir que entre argentinos y cubanos en particular existen afinidades notables. Argentina, y Buenos Aires en concreto, ha sido un referente histórica y culturalmente hablando. Para citar sólo un caso, Cuba ha sido el tercer país en la región que recibió la televisión y por esa vía nos llegaron desde muy temprano los materiales fílmicos argentinos que conservamos en nuestra memoria y que contribuyeron efectivamente a conocer que existía un cine argentino, destacadísimo con actores y actrices de primer línea, que no tenían nada que envidiarle a nadie, ni siquiera a los europeos. Esa fue una primera sensación. Mi colega argentina en La Habana, durante nuestra primera charla me comentó que estaba “en la quietud de La

Habana”. Ese fue uno de sus comentarios iniciales y yo me pregunté: ¿es una queja o es una observación? Y quedé sin respuesta porque lógicamente no se lo pregunté. Sin embargo una vez en Buenos Aires me di cuenta de qué estaba hablando. Esta ciudad tiene un ritmo muy peculiar e intenso que la caracteriza. Y esto se incluye en las agendas, que literalmente te aplastan. Es una ciudad tan vívida, tan exuberante, tan llena de sentimientos y sensaciones que realmente te ponen a reflexionar y a pensar y al mismo tiempo te retan, en el sentido de cómo enfrentar, asimilar ese enorme caudal de actividades y de iniciativas culturales, políticas, académicas, artísticas que la hacen para mí la capital cultural del hemisferio.

¿Qué destaca usted de este país en términos políticos? Los contenidos latinoamericanistas de las autoridades argentinas, sin duda. Ese enfoque latinoamericanista y de genuina preocupación y actuación por lo que ver-

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daderamente nos interesa a nuestros pueblos es algo distintivo.

necesidades del pueblo y la participación activa en la resolución de conflictos.

¿Cómo vivió la muerte de Néstor Kirchner? Con reconocimiento, primero a una gestión pública que por responder al genuino interés local, de tu gente, de tu pueblo, despertaba reconocimiento y admiración. Nuestra historia siempre ha sido inversa, la del predominio de intereses ajenos y precisamente por eso estamos como estamos. Es lamentable que así sea pero hay que reconocerlo y actuar sobre ese reconocimiento de que nuestra región sigue siendo desigual, en cuanto a la distribución de la riqueza. Junto con la conmoción que causó en Argentina la muerte de Néstor, en Cuba la conmoción fue muy sentida también, muy alta sobre la base de estas comprensiones y de la importancia de sus aportes. No podemos olvidarnos nunca que fue en Mar del Plata, en territorio argentino, donde se enterró el ALCA que era en última instancia el proyecto colonizador de nueva data que ensayó Estados Unidos aplicar en la región sin otro objetivo que enseñorearse una vez más con nuestro destino y volver a ratificar su histórica condición de usurpador, intervencionista y neo-colonialista. Fue en esta querida tierra donde se enterró ese proyecto. Eso marcó un hito. Sin la Mar del Plata del 5 de noviembre de 2005, la región no estaría ahora donde está.

¿Desde cuándo cree que es así?

LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Veo esto en la última década, cuando Argentina salía de su peor crisis económica en el 2000/2001 y le dijo NO a las exigencias del Fondo Monetario Internacional. Y le dijo que no porque eso respondía a los mejores intereses del pueblo argentino, que es en definitiva lo que debe priorizar cualquier gestión pública de gobierno. Eso fue algo distintivo, que se reconoció. Inmediatamente después, vino esa vocación latinoamericanista, muy comprometida, de las autoridades de Argentina en aquellas cuestiones relacionadas con estos procesos que caracterizan a la etapa actual y que son algo inédito porque no tienen precedentes realmente y me remito a UNASUR. Destaco la gestión de Néstor Kirchner como presidente de la Argentina y después como Secretario General de la UNASUR, su capacidad e interés por las

¿Qué rol cumplen los medios masivos de comunicación respecto a Cuba? De las herramientas que ha ensayado y aplicado nuestro vecino norteño con las sucesivas administraciones norteamericanas que se han empeñado en destruir la revolución cubana, la del descrédito, la mentira y la campaña mediática persistente ha sido sino la más destacada a lo del tiempo. También hubo agresiones militares y el brutal bloqueo que aún está vigente, pero nada tan importante como la campaña de descrédito, de calumnias y mentiras con los medios masivos de comunicación. Esos medios masivos de comunicación pertenecen a personeros instrumentales que son parte de ese propio andamiaje de comunicación que se concentró en los Estados Unidos. Ellos

controlan con todo el poder que tienen en Internet, con los nuevos mecanismos de comunicación como las redes sociales... Facebook, por ejemplo, se considera que es un archivo gigante a disposición de la CIA para que reciba toda la información que millones de usuarios cuelgan en esa red. Bajo esa premisa, de que es una de las herramientas más asidua y que más se ha utilizado para tratar de destruir a la revolución cubana, en esa misma medida ese campo ha sido el de un enfrentamiento constante y permanente y en el que a partir de esa dominación de esos medios han logrado resultados.

¿Por ejemplo? Han logrado instalar cierta imagen que como marionetas muchos medios colaterales dan por cierta. En el caso de Argentina, la inefable INFOBAE que sin duda es un claro reflejo de lo que digo. Para ponerte un ejemplo de puro sarcasmo te digo: en Cuba acaba de terminar un censo nacional de población y vivienda. Bueno INFOBAE, ni corto ni perezoso, publicó

ese periódico y tuvimos una conclusión no amistosa, porque no puede haber ese tipo de relación con un antecedente como ese, pero sí de respeto porque fui a hablarle no de temas ideológicos, que estaban claros y definidos de ambas partes. Fui a hablarle de respeto, elemental respeto por el oficio del periodismo. Le llevé al señor Mitre un libro con entrevistas que le hizo Ignacio Ramonet a Fidel Castro para que viera la verdadera estampa que estaban denigrando en la editorial de su diario y le llevé también un compendio de las contribuciones que José Martí, el apóstol de la independencia cubana, había hecho durante 10 años como corresponsal de La Nación en los Estados Unidos, de cuando podría decirse que La Nación era un diario. Es un diario que ha llegado a estos extremos y me detengo en ellos porque esa ofensa fue realmente injuriosa, malintencionada, insidiosa y por ende inaceptable.

¿Y fuera de estos dos medios? El tratamiento mediático en este país a

Los medios son instrumentales a los intereses de dominación. Tienen una enorme capacidad de mentir, de manipular, no les importa repetir mentiras. respecto al censo que había despertado críticas porque tenía supuestamente preguntas suspicaces, o sea, es la desidia a partir del hecho informativo, porque lo que hacen es desinformar. En cambio, son instrumentales a los intereses de dominación, esa enorme capacidad de mentir, de manipular, de tergiversar y no importa que se repitan las mentiras. De todas formas mi mirada en este país es muy positiva a pesar de que exista un portal de noticias tan desacreditado como ese. O que exista un periódico como La Nación, que recién llegado yo acá (y lo repito no para serle eco a esa infamia que publicó sino para graficar hasta donde pueden llegar en su delirio ideológico que los lleva a decir barbaridades y ofensas tan cáusticas), en septiembre de 2010 en su editorial decía que Fidel Castro, igual que Hitler era un excelente manipulador de masas. Y yo me pregunté, ¿a dónde he llegado, en qué país estoy? ¿Cómo un periódico como La Nación, que se supone que sea un informador, que tenga al menos un apego mínimo a la ética, a la verdad, publica una ofensa como esa? Entonces me fui a ver a Bartolomé Mitre, al mismísimo descendiente del fundador de

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pesar de lo que dije es positivo y refleja el enorme espacio que se han abierto en los medios alternativos y la forma en que abordan de una manera objetiva estas realidades. No hablo sólo de la cubana sino de los distintos países de nuestra región. Hay medios comprometidos en un proceso de unificación que se abre paso a pesar de estas enormes dificultades que este control mediático entraña en términos de campaña difamatoria persistente y constante.

¿En qué otros casos observa el mal tratamiento que se hace en términos informativos respecto a Cuba? Con Cuba es increíble lo que hacen sin ningún tipo de rigor, sin reparar en lo que se dice. Se han instalado por ejemplo las huelgas de hambre. Había un ciudadano cubano, que lamentablemente ha fallecido, que fue el último caso en el que se nos acusó de que las autoridades cubanas habían dejado morir a esa persona en huelga de hambre. Respecto a esto debo decir primero que este hombre nunca estuvo en huelga de hambre pero publican


una falsedad y la instalan. Tampoco era un preso político como se dijo, sí estuvo cuatro años preso pero por golpear a su esposa en un gran escándalo público donde la propia suegra llamó a la policía. Otro caso más reciente: otra mercenaria, Beatriz Roque, hizo una “huelga de hambre” y la televisión cubana difundió lo que había detrás de esa huelga de hambre. Beatriz es una persona diabética: ¿a quién se le ocurre que una persona diabética va a poder estar ocho días sin ingerir alimentos? ¡Es imposible! Esta persona y un vecino como un eufenismo utilizaban la ventana del fondo, a través de la cual le pasaban vegetales y frutas que son las que ingería.

En este caso por suerte está todo filmado. Y casualmente Beatriz cinco días antes de comenzar con su “huelga” se reunió con jefe de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana. Estas son las famosas noticias que se difunden vinculadas a Cuba.

¿Hay planes cubanos que se aplican en nuestro país? En Argentina desde hace nueve años funcionan los programas sociales “Yo, sí puedo” de alfabetización y “Operación Milagros” para cirugías de cataratas. Es algo que hacemos sin interés de publicidad, lo hacemos con una satisfacción enorme aunque no aparezcamos en ninguna estadística del Ministerio de Educación argentino. El aporte está materializado en las 22.000 personas argentinas que se han alfabetizado con ese programa, o en los casi 33.000 que se han operado de cata-

ratas y pterigium.

Entonces, ¿qué herramientas tiene Cuba para informar al mundo sus noticias? Debo destacar al sitio CubaDebate que ya es un sitio referencial porque ellos tienen un patrón informativo de alto nivel y por supuesto con total apego a la verdad. Significa una fuente de información muy importante, pero por supuesto con enormes limitaciones porque ahí también nos ponen el pie por la imposición del bloqueo. Por ejemplo, el hotel Sheraton de Buenos Aires tiene más ancho de banda en su conexión a Internet que Cuba entera.

Es irracional pero es así y Cuba está rodeada de cables ópticos, de conectividad que no podemos utilizar porque son norteamericanos. Entonces nuestra conexión a Internet es satelital que la encarece y la hace mucho más lenta. Son realidades que tenemos de las que no se habla, en su lugar lo que dice es que en Cuba no hay acceso a Internet. Dicen que no permitimos el acceso a Internet pero con lo que tenemos creamos los “Jóvenes club” que son locales que se desarrollan por barrios en los que se instalan máquinas porque no tenemos recursos para darles máquinas a todo el mundo ni para venderlas a precios subsidiados pero Cuba si te fijas tiene más internautas que cualquier país africano y nadie repara en eso. Es una herramienta que utilizamos y tenemos incluso sitios enciclopédicos como Ecured al que uno accede y le da información sobre cualquier cosa y por supuesto a la redes

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sociales a las que nos hemos incorporado porque tenemos que competir, esas son las reglas.

¿A qué le adjudica el alto interés de los argentinos por ir a Cuba? Hay factores culturales presentes que nos acercan. Durante el 2011 fueron más de 75.000 argentinos, este año estaremos cerca de los 90.000. Los propios sentimientos que experimenté yo cuando llegué a este país son válidos para ustedes allá. Ustedes, los argentinos, son muy bien recibidos en Cuba porque hay gran empatía, afinidad que es real en términos

de caracteres, de personalidad, idiosincrasia, etc. También está, y no lo puedo omitir, el factor de la curiosidad: visitar la exótica Cuba porque lo que sí es cierto es que no pasamos inadvertidos ante nadie. Para algunos somos un ejemplo desde la resistencia e incluso pueden pensar que un mundo mejor es posible, para otros el atractivo del trópico con un agua que nunca, aún en el peor invierno, baja más de los 20 grados. Y también está lo que tiene que ver con nuestra gente. El pueblo cubano es muy amistoso, muy extrovertido, muy tratable y con ingredientes elementales: la preparación, educación, cultura que 50 años de revolución nos han traído. Estamos más preparados para una conversación de cualquier tipo sobre cualquier tema con cualquier visitante y eso también influye. Todo esto teniendo en cuenta que aún Aerolíneas Argentinas no viaja a Cuba. ¡Imagínate cuando eso suceda!


Los

ENTREVISTA A DIEGO CAPUSOTTO

hijos de puta no van a

desaparecer Fotos Ernesto González

Cuando Diego Capusotto está en proceso de grabación, no le gusta dar muchas notas. Finalmente nos dio un rato el pasado 17 de octubre. Ustedes dirán: “Les dio la nota el día de Perón”. Sí, es cierto. Como también lo es el hecho de que Diego es un actor de teatro y de televisión pero no un actor político. Sin embargo, es muy común escuchar a sus espectadores tratando de explicar lo que significa tal o cual personaje. Es tal el nivel de fantasía que se deposita en el fenómeno Capusotto, que cada uno escucha lo que quiere escuchar. Lo que convence a la audiencia es el contenido, hay un código que se genera ahí que efectivamente es difícil de definir. Pero hay algo de lo que no quedan dudas: en la forma está el sentido. En la narrativa, en la manera de contar la realidad sin tangas, ni chimentos, ni noticias. Con una propuesta musical alternativa, pero a la vez universal. Todos tenemos estereotipos, y es ahí donde Saborido y Capusotto pelan el bisturí. El lenguaje es la herramienta. Días peronistas si los hay, que cada uno saque sus propias conclusiones. Capusotto no tiene por qué responder a las necesidades de nuestro pueblo, ni nosotros esperar de un simple programa de televisión una plataforma política o un “Qué hacer” que nos guíe en la construcción de nuestras convicciones. Pero hay cosas que son como son: cuando se le pidió una foto sosteniendo una cacerola, Diego volvió con un muñeco de Hugo Chávez y se puso a golpear frenéticamente. Hay que decirlo (por qué negarlo), Capusotto es peronista de Perón del 45. Como muchos de nosotros, sabe que el kirchnerismo sin masa crítica no sirve y que las críticas hay que hacérselas al kirchnerismo, porque se discute con los que hacen, no con los que dicen lo que hay que hacer.


¿Qué personajes de Peter Capusotto y sus videos ubicarías en la cima y cuáles mandarías al descenso? No sé. Los personajes se van solos a la “B”. Uno no sabe si es uno el que decide no hacerlos más o si son ellos mismos los que se van.

Una vez nos contaste de un personaje que hiciste en Todo x 2 pesos. Era una especie de Tarzán que armaron a las apuradas y que te dio mucha vergüenza. En esa época sí. Cuando de terminé de hacerlo, dije: “¡Qué porquería!”. Pero fue sólo esa vez. Probablemente sienta más personal este programa que Todo x 2 pesos. Está más cerrado entre Pedro (Saborido) y yo. Mientras que Todo x 2 pesos era una suma de voluntades mucho mayor, ahora hay personajes

Hay una cosa que suele pasar con el programa que es un poco lo de siempre, aunque no me deja de sorprender. Cuando está al aire, pareciera que hay algunos que están esperando que haya algo más de lo que finalmente se hace. Y cuando el programa no está en el aire, es reivindicado siempre. Ya pasó también con Todo x 2 pesos, el segundo año ya era como una repetición de una fórmula. Si nosotros hiciéramos algo distinto deberíamos hacer algo como Graduados, por ejemplo, que no es lo que hacemos, no porque Graduados esté bien o mal sino porque con Pedro no hacemos ese tipo de comedia. Si hacemos lo que hacemos es porque hay como una línea casi unidireccional y lo que nacen son personajes, personajes recientes que han aparecido para formar parte del ciclo. Eso en definitiva para nosotros es lo más rescatable y es lo que hace que continuemos con la historia: el hecho de

Yo estoy un poco misántropo, no estoy creyendo mucho en la evolución humana. que decidimos no hacer más porque no tenían nada más para contar o al menos, eso pensábamos. Suele pasar, ahí viene el misterio, que ese personaje que vos pensabas que no tenía nada para contar sí tiene. Si vuelve a aparecer es porque tiene algo que decir. Por eso hacemos poca cantidad, para que no aparezca esa idea de que tiene que entrar sí o sí porque estamos sin material. Eso te pasa cuando hacés 30 programas en vez de 10. Todo x 2 Pesos y Cha Cha Cha, estaban todo el año y tenían ese desgaste típico en donde nadie tiene un equipo de 20 guionistas. Entonces, además de poner el cuerpo había que organizarse para que aparezca un personaje que tuviera algo para contar, lo cual es más complejo.

¿Con qué críticas o reacciones se encontraron este año después de los primeros programas?

que irrumpan personajes nuevos, y no volver a hacer lo ya que conocemos.

En “La Nación” se publicó una nota de Marcelo Stiletano de título “Eternas variaciones sobre el mismo tema” y que hace referencia al programa, asegurando que ya cumplió un ciclo. Algo así como que Peter Capusotto ya fue, salvo para los ultra Ca-pusotto. ¿Qué te pareció? Sí, ultra K. A mí me pareció que hizo una relación entre el kirchnerista y el que no lo es, y el que no es kirchnerista como que está más relajado. Hay algo que no le cierra y, por lo tanto, es como una especie de personaje más racional. No me parece seria una crítica de un primer programa porque habría que preguntarle qué piensa ahora. Stiletano habla en términos de “fanáticos del programa”. Cuando se

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habla del público hay una generalidad un poco obscena. Como si los fanáticos no aceptaran que alguien diga que no le causa gracia. Si ese es el espectador del programa, estamos en problemas. A mí no me parece que el espectador sea un tipo que llegue al extremo de no soportar que alguien no se ría con el programa. Da la sensación de que por hacer un programa en el canal público, se considera que los que ven el programa somos casi como los K y los que no lo ven, claramente no. De todas maneras le di una importancia mínima porque ya sea una crítica excelsa o no, esto es un circuito cerrado donde Marcelo Stiletano no entra. No trabajamos para él. Soy bastante permeable a lo que se dice sobre lo que hacemos, porque lo que hacemos es posible que tenga vida en la medida que circule y exista una lectura personal del otro. El problema es cuando generalizan respecto del público que ve el programa y el que no. Pareciera que quien no ve el programa es más racional porque piensa algo así como: “Yo entiendo el código del rock pero me parece que estos tipos en vez de contar algo, están provocando”. Nosotros, simplemente, hacemos lo que se nos canta las bolas, no lo que le importe a Stiletano.

En la nota él se refiere a Jorge Meconio, uno de los personajes. Lo que pasa es que concentra mucha densidad en un sólo personaje, que según él: “Más que provocar risas, provoca una densidad que es difícil de sostener para el espectador”. Bueno, yo no me hago cargo de los espectadores. El programa parte de un circuito cerrado, que es una reunión entre dos voluntades que hacen algo que necesitan expresar y luego tiene una circulación. A su vez, eso tiene una lectura disímil para quien lo ve. Obviamente, para mí un problema sería que Béccar Varela vea el programa y le guste. Si no le gusta, significa que estamos por buen camino. Lo de Jorge Meconio es una discusión estéril, porque el mundo se comunica a través de equívocos y de opiniones dispares a las cuales no hay que prestarle mucha

atención, no más que dos o tres minutos que es la atención que yo le dedico a una crítica. Hago una evaluación de eso y esa crítica que yo escucho me puede servir, porque es la mirada del otro que puede descubrir cosas que vos no. Nosotros estamos haciendo un programa loco, sale un programa y hay una opinión de quien sea y yo no me detengo en ninguna opinión externa, son opiniones que me pueden acompañar, las puedo descartar o agarrar algo de todo eso, pero lo cierto es que al otro día me junto con Pedro a hacer el programa, no a debatir lo que dice un periodista.

Hablando de periodismo, ¿Qué pensás que puede pasar de acá al 7 de diciembre? De acá al 7 de diciembre creo que se va a presentar un escenario de disputa, en donde algunos van a querer instalar la idea de que la Ley de Medios está puesta para que quien la lleve a cabo coopte y consiga hacer lo mismo que critica. Es la posición de Clarín cuando habla de su periodismo independiente, la libertad de expresión y ese tipo de cosas. Lo más probable es que se intente un desgaste para que la ley no se aplique. En esa disputa habrá, como siempre, obscenidades, relatos ficcionales, en vez de discutir seriamente lo que pasa con el kirchnerismo. Hay una idea de que estamos en una especie de dictadura cuando, en realidad, acá sí hubo una verdadera dictadura. Y hay que decir que en esa época todos estos comunicados no se decían y nadie hablaba de libertad de prensa; menos Clarín, obviamente. Entonces estoy atento aunque tampoco quiero que eso ocupe la

mayor parte de mi vida. Mientras tanto, hago otras cosas que también me resultan interesantes e intensas, como prestar atención a lo que pasa con los signos de la realidad.

¿Cómo pensás que los medios hegemónicos influyen en el sentido común de la gente y qué repercusión tuvo eso en el último cacerolazo? Hoy los medios de comunicación son la fuerza más contundente. La voz de la oposición son los propios medios. De hecho, el último cacerolazo no tuvo un referente político. Supongamos que el referente político más cercano que existe para disputarle territorialidad al kirchnerismo pueda ser alguien como

está discutido el kirchnerismo pero no Macri. Macri se discutirá después si es candidato a presidente, mientras tanto sólo se discute al kirchnerismo. ¿Lanata dice algo de Macri? No, no dice nada, o por lo menos yo no lo escuché.

Las consignas que se escucharon en el cacerolazo no fueron muy consistentes. Sí, es que se diluyó en sí mismo porque fue un cacerolazo que tuvo un peso de gente importante, no es que salieron sólo quince personas. Primero habrá que ver cuántos de los que salieron o se hincharon las bolas, votaron realmente a Cristina, porque ahí hay una primera lectura. Después, está la lectura del tilingo de Barrio Norte que pone un cartel que dice: “En Barrio norte

Lanata era el vocero de la progresía y hoy es vocero de la tilinguería de la calle Arroyo. Macri o Binner. Yo, sinceramente, no lo veo a Binner como alguien que apoya al gobierno con cierta distancia. Esa puede ser la posición de Binner, pero yo no lo veo así. Capaz que Binner es un cuadro opositor más, que va a disputar territorialmente con otros sectores de la oposición, como puede ser Macri. El radicalismo está deshilachado, Alfonsín se junta con De Narváez y desde el propio partido dicen: “¿Cómo nos vamos a juntar con De Narváez?”. Y después, no hay otras estructuras que vayan a erigirse como posibles candidatos para el 2015. Si no es Macri, ¿quién va ser? Pregunto, no sé. De hecho, desde los propios medios

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también hay hambre”. Imagínense eso traspolado a Villa Lugano donde hay un tipo mirando la tele y diciendo: “Mirá, en Barrio norte están igual que nosotros”. Eso es como una ficción, casi como un sketch periodístico. Nadie puede creerse que en Barrio Norte hay hambre, en todo caso puede ir a robar alguien que tiene hambre porque en ese lugar circula la mosca en serio. A su vez, hay que esperar un mes para la otra marcha, para ver qué pasa con el gobierno y qué pasa con ese proceso de deshilachamiento de la oposición. El 8 de noviembre yo no sé quién organiza la cacerola. Si la organiza Béccar Varela, que es de Tradición, Familia y Propiedad, no hay alternativa de ningún peligro. No es lo


Supuestamente fue cacerolazo espontáneo.

un

Espontáneo, ¡las pelotas! Los medios de comunicación, obviamente, influyen. Hoy en día sin un medio de comunicación no hay posibilidad de manifestación. Yo no me acuerdo cómo estaban posicionados los medios en la época de la Alianza, pero en esa época hubo una cosa de impulso, de posicionarse en contra de lo que estaba sucediendo que tuvo más contundencia. De hecho, terminó con 39 muertos, no hay mucha vuelta. Pero lo que pasa hoy es que tiene que haber como una voz motora, que son los medios, que representan lo más accesible que tiene la gente y lo que más supuesta autoridad tiene, es como un analista de la realidad con autoridad necesaria para poder decir cómo es el estado de las cosas. Así funciona cualquier medio que quiera parcializar la realidad o darle un único sentido. Siempre se trata de un poder económico, en base a eso es que se arma una puesta en escena y de ahí se desprenden los opinólogos, los que parece que son de centro izquierda pero que también forman parte del Grupo, y reitero, hoy la discusión está con el kirchnerismo, no con Macri. Si Macri gana en el 2015, después la discusión estará con Macri, esos sectores siempre terminan bien parados. Yo estoy un poco misántropo, no estoy creyendo mucho en la evolución humana. Creo que los hijos de putas no van a desaparecer y que hay ciertos muchachos que siempre terminan bien parados. Estamos en un estado de cosas un poco exacerbado, a punto tal que si mañana aparece un grupo del ERP que quiere rescatar el cadáver de Santucho y, a su vez, hacer una crítica contundente contra el gobierno, le darían lugar en ciertos sectores de los medios. Pero en cuatro años ganando Macri, a ese grupo del ERP le mandarían a la Policía. A veces pienso en e s o s

términos. Todas las estructuras políticas hacen lo mismo, el kirchnerismo también lo hace. Es como Marcelo Araujo que antes era menemista y hoy parece que no. Yo prefiero discutir al kirchnerismo y no lo que hay dando vueltas, que me parece muy pobre.

En nuestra entrevista anterior habías dicho respecto de Luis Majul (que se sentía perseguido) que había que pegarle un bife y explicarle que acá hubo 30 mil desaparecidos. ¿Qué pensás acerca de la permanente persecución que sufre el periodista Jorge Lanata? Lanata era el vocero de la progresía y hoy es vocero de la tilinguería de la calle Arroyo. Ahora cómo y a dónde llegó Lanata, no lo sé, no lo conozco. Tampoco me importa. No sé si es alguien que estuvo en relación con el gobierno y hubo algo que se quebró. A veces me parece que es alguien que está primero él y después la realidad. Tampoco sé cuál es su enojo, si él está creído que esto es la verdadera farsa y no lo que se dice periodismo independiente. No sé, a lo mejor la verdadera esencia de Lanata salió ahora. No es el idiota que dice que en Barrio Norte hay hambre, está claro. Tampoco sé qué le pasa siendo el vocero del tilingo de Barrio Norte que dice: “Andate montonera”. Y hace el gestito de Lanata (“fuck you”), que es la contraposición a los dedos en V. Si esto es la kermesse nacional y popular, yo te hago esto (“fuck you”), “no me la creo”. Ahora, después del “fuck you”, del “no me la creo” se va a Venezuela para apoyar a Capriles… Yo prefiero más anarcos, quiero más anarcos en la Argentina. Eso no da plata, está claro, pero que tenga su profundización de por qué se caga en una cosa y en la otra. Ya esto de “No me creo la kermesse nacional y popular pero estoy al lado del peor” me tiene la pija infladísima. Entre paréntesis, tengo que ver a un urólogo por el tema de la pija.

Como dijiste hace dos años, ¿son todos impresentables? Es que respetable Hay una hacen las confusas.

es difícil encontrar algo del lado de la oposición. multiplicidad de voces que cosas más complejas, más En Venezuela, Capriles hizo

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ong

mismo que el 2001 que se confluyeron un montón de voluntades para luchar contra lo que estaba establecido.

Ping

que se junten los opositores, acá no se si Macri y Binner se pueden juntar. Esas mescolanzas, en definitiva, son parte del devenir político. También, la política está llena de estrategias, de tácticas, de cosas que hoy suceden que no te cierran pero tienen que suceder porque, para esa estructura, eso que sucede es una manera de sumar y de generar eco. Qué se yo, es como los sectores de izquierda que están con Moyano, y la burocracia sindical, que siempre van a confrontar, pero hay que juntarse de alguna manera. El tema de sumar voluntades para tener una presencia en la pelea tiene también este entuerto. Yo igual no puedo admitir a Biolcati con grupos de izquierda juntos en la calle. Ahí hay algo que no me cierra. Yo no creo que Michelli piense que Moyano

¿Cuál de estos libros leerías? a) “Retórica y Linguística” de Marcelo Bonelli b) “Dios no ha muerto” de Santos Biasatti c) “Tengo un nudo en la garganta” de Héctor Magnetto. Dios no ha muerto de Santo Biasatti. Primero, porque me parece un título mas reafirmativo de alguna manera. Si no ha muerto, él tiene que justificar que está vivo, con lo cual, ya sería más interesante para leer. Yo le seguí siempre la carrera a Santo Biasatti porque el primer libro de él es “Dios ha muerto”, el segundo “Me parece que no” y el tercero es “No ha muerto”. Lo cual me parece más interesante que lo del nudo en la garganta, que de alguna manera todos tenemos y que con un golpe en la espalda, por ahí ese nudo se puede sacar. “Retorica y Lingüística”, es un libro a lo Groucho Marx, sobre todo por el tema de la linguística. Ahora te planteo un escenario para 2015. Hay determinadas formulas presidenciales, una de éstas va a ganar. A esa altura ya estoy en el Tigre. Vengo a grabar y me vuelvo a ir... Digo: “Ah, mirá. ¿Sigue 6,7,8? ¿TN sigue siendo independiente?

¿Racing campeón de la Libertadores o la revolución socialista? Es más factible Racing campeón de la Libertadores.

mañana le va a dar autonomía a ATE o que van a estar como culo y calzón.

¡Qué bueno!”

Analogías futboleras

Fórmulas y slogans 1.Daniel Scioli-Gabriela Michetti. “Hacenos la gamba, danos una mano” 2.Pino Solanas-Elisa Carrió.”Corré la bola” 3.Mauricio Macri-Sergio Schoklender. “Dale que ganamos por afano” 4. Hermes Binner-Tusam. “Por un socialismo más duro duro, aunque puede fallar” Ese último, porque puede fallar y lo más factible es que falle.

Siempre arranca la jugada por izquierda y la termina por derecha: “Perón del 72 al 74 [Risas]. Y, no sé… Miguel Del Sel. Mete caño aunque vaya ganando por goleada: Vaca Narvaja, pero el Vasco. El Vasco metía caño y se la re aguantaba. Te cabecea todos los centros: La obviedad sería Duhalde, ¿no? Siempre va al banco de suplentes: Boudou En los partidos chivos se come los mocos: Elisa Carrió. Llega hasta el fondo por izquierda pero nunca te saca un centro: El Partido Socialista de la Argentina.

Entonces decís que el candidato opositor va a ser Macri. A Macri le gusta el rock, es amigo de la alcurnia. Muchachos, no van a pretender que Macri se ponga en contra de la alcurnia y de los sectores más conservadores de la Argentina, si son amigos de todos los comisarios y les gusta Charly García, ese es el PRO. Todos los elementos más nefastos o que estuvieron más relacionados a la dictadura hoy tienen lugar ahí. El PRO debe tener dos o tres intelectuales. Esos tipos con problemas con el peronismo pero que han tenido su lugar en el kirchnerismo, como Julio Bárbaro que ahora dice que Macri es humanista. También está el tipo al que le arreglan la vereda y entonces va y lo vota. Hay un discurso de Macri en el que hay que fijarse, que de alguna manera es su estímulo para ser político. Macri cuando ganó (eso se dice siempre después de ganar) dijo: “Nosotros estamos aprendiendo en política, nos podemos equivocar pero escuchamos a todos”. Eso da la idea de un muchacho que estudió, que se recibió de ingeniero y que le está diciendo a la población que se puede equivocar pero que es buena leche. Y, además, está confrontando ahí al viejo cuadro político, que el ciudadano común piensa que es un chorro y que entra como cuadro político y después hace negocios. Hay algo de ese discurso de Macri que está claramente expuesto. Y una boga de

la espiritualidad de la que el PRO de alguna manera se alimenta porque tiene que ver con el discurso de “Hay que escuchar a todos, no hay que ser soberbio”. Todo esto dicho desde la oposición porque, obviamente, cuando sos poder dejás de escuchar a todos porque tenés que actuar y tenés que efectivizar cosas; y hay un montón que van a quedar afuera y para ese montón tendrán a los policías para pegarle palos. Me parece, yo no estoy diciendo certezas, digo lo que pienso, no soy ni un cuadro político ni un militante de ninguna estructura. No estoy embebido en el kirchenrismo como si fuera lo mejor que nos pasó, porque en cualquier territorio cuando hay gente que la pasa mal y se está cagando de hambre, no termina de cerrar nada… Este es un discurso que también se dice desde el propio gobierno: “Sabemos que nos falta, sabemos que hay gente que la está pasando mal”. Está bien, pero mientras no se efectivicen las soluciones siempre hay una pata que está mal pegada, algo que no te cierra y eso también me resulta preocupante. Ahora,

También el socialismo tiene esa cosa de Tusam, que puede hacer creer que eso pasó y no pasó. Eso es típico del socialismo. ¿El Rabino Bergman o el Padre Grassi? Como hombre me gusta más el Padre Grassi, me da más grassi. Al Rabino Bergman yo lo cagaría a patadas en el culo. Aunque hizo buenas películas. ¿Aníbal Fernández o Mingo y Aníbal? Los tres. Los junto a los tres y me como un asado ¿Caruso Lombardi o Eduardo Feinmann? Son lo mismo. ¿Caruso Lombardi no dijo que en el equipo de él, Messi era suplente? Igual le mando un saludo porque nos sacó de la promoción.

desde ya, yo no puedo pensar que eso va a ser solucionado desde la estructura macrista. Por eso si tengo que discutir algo se lo discuto al kirchenrismo, como lugar que efectivizó políticas interesantes y que, desde la estructura democrática hasta ahora, es lo que dejó un signo para discutir. También es preocupante que no haya una estructura opositora que apoye algunas cuestiones efectivizadas y que critique otras porque entonces es el kirchnerismo contra todo. De todas maneras, ya te digo, yo estoy a punto de irme a una isla en el Tigre y olvidarme de todo. Eso a mis 51 años es lo mejor que me puede pasar. Igual si hay quilombo, me gusta. Si hay piedrazos me tomo una lancha colectivo y me vuelvo a venir… Depende de cómo me agarrés.

Esta diez días, se cumplen dos años del fallecimiento de Néstor Kirchner, ¿significa algo para vos? Fue parte de un proceso donde se efectivizaron políticas en las que, de

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alguna manera, yo estuve presente. Estuve presente en aceptarlas y formar parte de ellas desde mi voluntad. Me pareció una figura bastante relevante políticamente. Y esto es independiente de lo que puedas discutir o no, es para cualquiera. Fue una figura muy relevante desde el 2003 hasta su fallecimiento. Un tipo para discutir. Para mí, un tipo para discutir es sumamente respetable. Me refiero a discutir para profundizar en política. Me parece probablemente la figura más trascendente desde la apertura democrática.

Y de Racing. Eso al margen. Igual eso hace que le tenga más simpatía, sin duda. Pero también puede discutirse porque Neustadt también era de Racing. Viste que el fútbol abarca varias voluntades.

Como el rock. Claro. El rock también, ¿qué son Velvet Underground y Bon Jovi? Capaz que el rock es todo eso junto. Sólo que vos decís “No, yo escucho esto y esto no”.


¿Qué cosas del aprendizaje del movimiento piquetero ves hoy en el Movimiento Evita?

Entrevista al Secretario General

“La Justicia social no v a a c del cielo, hay que gana aer rla” del Movimiento Evita.

Fotos Carolina Kalivar

Cuando viene Menem, lo primero que armamos fue el “Peronismo que Resiste”. Hacemos un primer acto en la Federación de Box. Después de once pequeños grupos, formamos parte de lo que fue Quebracho. Luego de ahí salió parte de la coordinadora Aníbal Verón de desocupados. La primera definición era que había cambiado la situación en el mundo, el capitalismo se había transformado y había que generar nuevas formas de resistencia. La huelga, como herramienta principal de los trabajadores en resistencia, no tenía efecto porque la hacías y te despedían o perdías derechos. Había que buscar otras formas, esa fue la primera discusión. Ahí aparece empiezan a tener protagonismo el escrache, la movilización y el corte de ruta. La otra discusión fue en dónde aparecía el nuevo sujeto social: en la marginación. Trabajar desde los desocupados dándole categoría de trabajador, eso unificaba al compañero y, después, por la inclusión. Era el trabajo territorial de ese momento, ahí aparece la tarea de los comedores. Al principio los comedores eran en una plaza y después fue más estable, en la casa de algún compañero. La verdad era una maravilla lo que hacían las gordas nuestras de los barrios para cocinar. Uno de los orgullos más grandes, que le decía a Néstor, es que en mi casa, que hubo un comedor, hoy hay un FINES (Plan de Finalización de Estudios Primarios y Secundarios). Cambiaron totalmente las reivindicaciones, pero sigue siendo el mismo compromiso.

Lo nombrás a Néstor, ¿cuándo lo conociste?

Emilio Pérsico es Subsecretario de Agricultura Familiar del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. También es Secretario General del Movimiento Evita, una de las patas de Unidos y Organizados. Empezó a militar en la Unión de Estudiantes Secundarios de La Plata, luego, se incorporó a Montoneros. En el `78, sale del país y vuelve en el `79. En el `80 se exilió otra vez y regresó el mismo año a hacer política en la zona norte. Lo demás te lo cuenta él.

No lo voté. Hice campaña con un afiche, que después se lo llevé, con una bandera de Estados Unidos y cada estrella era un candidato y el primero era él. Muchos compañeros me hablaban bien de él, entre ellos el viejito Cepernic [Jorge, electo gobernador de Santa Cruz en el 73, destituido el 7 de octubre de 1974 por Isabel Perón, que lo metió preso por cinco años]. Cada vez que Cepernic venía a Buenos Aires se quedaba en casa y me decía que Néstor era mejor que él. Yo le decía que era imposible, porque a él lo habían echado por expropiar tierras, pero él insistía. El otro fue el Flaco Kunkel. Yo tenía un puesto en el mercado en esa época, al lado de la

casa de él en Varela, y cuando terminaba de trabajar nos íbamos a desayunar y me decía que Néstor era un compañero, que teníamos una oportunidad, que me sumara, pero veníamos de un espacio muy contradictorio. La primera reunión a la que voy, él ya era presidente. Primero hago un par de reuniones con él y después vamos con un grupo de organizaciones, de las cuales todas menos una se sumaron al kirchnerismo, algunas hoy son parte del Movimiento Evita, otras no. En realidad, la primera reunión fue el día de la primera movilización de Kosteki y Santillán, la que más tiempo estuve con él. Nos juntamos, había cincuenta mil personas en la Plaza y me dice que le daba vergüenza cómo había caído de bajo el movimiento popular, que estábamos en la Plaza pidiéndole planes sociales y comida, que antes luchábamos por la liberación, el socialismo, por banderas históricas del movimiento popular. “Remontar esto nos va a costar mucho, necesito la ayuda de todos ustedes”, me dijo.

¿Cómo ves el accionar de las corporaciones mediáticas en América Latina? Los gobiernos populares en América Latina tienen como adversarios a las corporaciones, a sectores que no logran constituirse como alternativa política. Lo peligroso de Clarín, de algunos mov-

tenemos problema con que se movilicen, como lo hacen algunos sectores medios. El problema es cuando no se transforma la movilización en una alternativa política, eso desestabiliza la democracia. No tendría ningún problema con que Magnetto se presente a candidato a presidente y Lanata a diputado, estaría claro cuál es la disputa política. Tenemos un cincuenta y pico por ciento consolidado los gobiernos populares en América Latina, se tendrían que juntar todos para construir alternativas. Lo que pasa es que es juntar el agua y el aceite, sobretodo en Argentina donde es muy difícil juntar todo el espacio opositor. Por eso tenemos proceso nacional y popular por mucho tiempo. No soy pesimista, soy un optimista, en ese sentido.

¿Cómo pensás la estructura social argentina? ¿Cómo con esa misma estructura consolidar a los que no están convencidos? Perón después de ganar las elecciones en el ‘73 dijo que habíamos ganado por el 80% de los votos y, es cierto, que al otro día, el 80% de los sectores políticos votó la amnistía y la libertad de los combatientes, es parte de la historia. El movimiento popular tuvo el 80% de los votos en el ‘73. Tuvimos más que el 54% del movimiento popular. Muchos de los votos que fueron al progresismo es porque no se bancan

A este proceso le falta mayor participación de los trabajadores y los humildes porque lo peor que les han robado no es el trabajo sino la política como medio de transformación que terminó siendo una herramienta de la burguesía. imientos policiales o militares en América Latina, es que nosotros hemos logrado meternos muchos más fuerte dentro del proceso democrático y construir alternativas dentro de ese proceso, y ellos no lo hacen. Lo concreto es que muchas corporaciones trabajan el desgaste de los gobiernos populares en Latinoamérica pero no construyen alternativas políticas y eso termina siendo una política desestabilizante del proceso democrático, no del gobierno. No tengo ningún problema con que nos critiquen, lo han hecho toda la vida, y no tenemos por qué estar todos de acuerdo, podemos tener discusiones. Tampoco

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el cambio desde el peronismo, del protagonismo popular, de los negros. Creen que los cambios los tienen que hacer los blancos, que los negros no tienen derecho a hacer su propia política. Estoy seguro que en las cuestiones de fondo estamos de acuerdo. La derecha ha quedado muy disminuida, o los sectores que quieren volver al pasado porque no han resuelto los problemas. No hubo un proyecto de la burguesía en la Argentina, como en otros países, capaz de consolidarse, sino como un proyecto de la oligarquía terrateniente en algún momento, después financiera, después financiera-productiva-


terrateniente y militar, ese proyecto no era para crear una burguesía nacional, y los trabajadores lograron generarla cada vez que estuvieron en el gobierno y hoy, otra vez, lo estamos haciendo. Eso debilita a la derecha y la aísla mucho. Es muy retrógrado, volver para atrás, destruir el aparato productivo, marginar a los compañeros. Es inviable socialmente.

¿Cómo explicás la división de la CGT, considerando que la conducción anterior, la de Hugo Moyano, se opuso en los ‘90 a la división que generó la CTA porque debilitaba el movimiento obrero? Creo que los trabajadores se dividen por la política. La división política del sindicalismo, que es lo que estamos viviendo, que se vive en el mundo, no es buena para los trabajadores. Es una derrota del movimiento popular que no tengamos en una central la unidad de los sectores sindicales. Derrota que llega tarde en el tiempo, que se venía generando dentro del movimiento obrero, no es producto de este gobierno. La figura de Moyano logró aglutinar un pedazo grande de todo ese proceso, por eso no se abría la diáspora. No sé cuántas centrales tenés, pero eso no es bueno para los trabajadores. Siem-

un problema reivindicativo pero no por un cargo. El sindicalismo quiso participar en política de un modo así, no construyendo una herramienta política como hizo Lula o el Barba Gutiérrez, que salió a ganarse la sociedad. Lo que es cierto, es que a este proceso le falta mayor protagonismo de los trabajadores y de los humildes en la política, porque si hay algo que le han robado, lo peor que le robaron no ha sido el trabajo sino la política como herramienta de transformación, que terminó siendo una herramienta de la burguesía nada más. El peronismo era revolucionario porque le daba poder a los que no lo tenían. Ese es un proceso que tiene que venir, el camino no es el corporativismo, es poner a esos sectores en valor político. Poner a la Negra Milagros en valor político, no de decir la Negra juntó 50 mil y quiere ser gobernadora, sino: “Negra ahora tenés que ganarte a la sociedad para ser gobernadora”. Que es más que mover cincuenta mil personas.

Dijiste que el kirchnerismo se opone al corporativismo. ¿Unidos y Organizados debe devenir en herramienta electoral? Si tengo una herramienta electoral que me permitió ganar todas las elecciones como

Los gobiernos populares de América Latina tienen como adversarios a las corporaciones, a sectores que no logran constituirse como alternativa política. pre es mejor la unidad y para eso tendrían que haber mantenido el proceso sindical al margen del proceso electoral. Esto no quiere decir que los trabajadores no tengan que participar en política, lo tienen que hacer. Lo discutí mucho con Néstor cuando hicimos una marcha con Moyano. El día antes lo fui a ver, estábamos con la marcha en la calle y él tenía que venir a hablar, y me dio un levante bárbaro sobre lo que significaba el corporativismo, yo no entendía mucho lo que me estaba diciendo, quería saber si venía o no venía, eso me preocupaba. Luego, reconstruyendo lo que me planteó sobre el corporativismo, tenía razón, eso era lo que estaba destruyendo al movimiento obrero, es como si de lo sindical te digo dame un cargo a diputado o te corto la ruta. Te corto la ruta por

el FPV, por qué cambiar a una más chiquita. Mi herramienta electoral es el FPV, UyO es un espacio que cataliza lo mejor de la militancia que se enfrentó a las corporaciones, una militancia nueva, genuina, que nació en medio de este proceso y que me llena de orgullo. Es esa expresión que tomó ideales, que recuperó ideales de democracia y que creció enfrentando las corporaciones. Mi herramienta electoral es el FPV que viene siendo ganadora, que expresa eso y mucho más. UyO no es prenderse de la pollera de Cristina y decir “nosotros somos Cristina”, Cristina es mucho más que nosotros, conduce este proceso porque expresa muchos más sectores de los que podemos expresar nosotros. UyO expresa lo mejor de la militancia, de este proceso, porque es la que está dispuesta

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a comprometerse no por un cargo sino porque está dando una batalla histórica para cambiar la Argentina. Es un valor que se incorpora al FPV y que le da más fuerza de penetración en muchos sectores.

Tenés 40 años de militancia, conducís un Movimiento, y reconociste que con Néstor aprendiste. ¿Qué le recomendarías a los que recién empiezan para no cometer los mismos errores? No lo van a hacer porque el proceso es otro, la historia avanzó. Muchas veces me pregunté para qué quedamos vivos pero cuando lo conocí dije: “Para conocer a Néstor”. Este proceso es totalmente diferente a los anteriores, generó otra militancia que no se tiene que atar a lo nuestro, sino al revés. Por eso trato de tener en el Movimiento un perfil limitado porque mi generación tuvo una segunda oportunidad, pero no me engaño, esa oportunidad está enterrada en Santa Cruz con el bastón de Néstor. Lo que tenemos que construir es ese puente de plata del que hablaba Evita y habla Cristina hacia lo nuevo. Los puentes se construyen de los dos lados, con un pedazo de la historia pero con otro que van ganando las nuevas generaciones. La historia está ahí, ya lo que hicimos, el que lo quiere ver, estudiar, ahí está, algo va a servir porque siempre estuvimos de este lado. El mayor consejo es que este proceso tiene que tener protagonistas de este proceso, no hay que atarlo a muchas cosas que pensamos, que hicimos, es mucho más pesada nuestra historia que la de las generaciones actuales. No perder de perspectiva que las verdaderas transformaciones están siempre al lado de los que más sufren, eso te da lo que te falta. Néstor decía que los días felices son los que están por venir. Hay que estar muy metido con los pies en el barro, con la cabeza clara, metido en las contradicciones sociales para poder encontrar el camino de salida y darle fuerza a tus propias convicciones, que no están en las ideas sino en tu compromiso con el último de la fila.

Critican al kirchnerismo por falta de autocrítica, pero al Movimiento Evita, especialmente al Chino Navarro, le reconocen esa capacidad. ¿En qué creés que se equivo-

ca el kirchnerismo? No es verdad que no seamos críticos. No conozco tipos más abiertos que Néstor y Cristina. Lo que sí cuando estás en un determinado lugar tenés que tomar decisiones y no siempre tomás las que pensaste. Tienen una forma de conducción que tiene contacto con la realidad, escuchan a todo el mundo, y después de que se tomó la decisión vamos todos detrás, esa es la mejor forma de conducir el Estado. Respecto al Evita, no somos el Chino o yo, vas a encontrar que los pibes te dicen lo mismo que decía Néstor “Está todo bien, pero...”. Fomentamos que tenemos que ser críticos permanentemente, estar siempre disconformes con la realidad, porque sino habríamos resuelto los problemas y no es así, no estamos conformes. Estamos orgullosos, que es otra cosa. La justicia social no puede caer como manada del cielo, se la tiene que ganar el compañero. Todavía nos falta mucho.

¿La posibilidad de proponer una reforma electoral tiene que ver con el resultado de las elecciones del 2013? No es sólo eso lo que definiría una reforma ni creo que sea el problema central para darle continuidad a este proceso. No sé

si tenemos problemas electorales. Es la primera vez en la historia del movimiento popular en la Argentina que tenemos la posibilidad de dar una trascendencia histórica y dar vuelta el país definitivamente, para que ese proceso siga para adelante. No pudimos con Perón, no pudimos en el 73, siempre teníamos fecha de vencimiento. Este proyecto no la tiene y creo en lo que dice Cristina, la manera de institucionalizarlo es hacer conciencia en las banderas de nuestro pueblo, las ideas que dieron origen a este proceso y hacerlas organización, esa es la manera de darle continuidad. Esa conciencia que se generó en nuestro pueblo es el elemento central por la que creo que este proceso no va ir para atrás. Del otro lado, no veo el fantasma, como teníamos siempre, de los golpes militares o de alguna salida así. La caja cuadrada hace propaganda todos los días adentro de mi casa, eso sí está. Cristina tuvo momentos muy difíciles en el gobierno, de los que salió dándole máquina para adelante desde el Estado resolviéndole problemas a la gente. Néstor me dijo: “Mirá no sé si vinimos acá para quedarnos seis meses, un año, cinco o cambiamos la historia, lo que me queda claro es que el camino es sostener esto en una determinada dirección y hagamos lo que tenemos

que hacer aunque sea seis meses”. Así llevamos once años, porque el kirchnerismo ha avanzado en algunas posiciones filosóficas de la política muy importantes y una es esta: “La mejor manera en democracia de resolver los problemas políticos es resolverle los problemas al pueblo y ellos te van a agradecer después”. Ese es nuestro desafío. Cómo va a ser la continuidad es lo de menos, lo importante es lo que hemos logrado en la conciencia de grandes sectores de la sociedad que apoyan, con contradicciones, por supuesto. La caja cuadrada está haciendo todos los días propaganda también adentro de nosotros. El mantenerte de una vereda de la historia, como decía un compañero, es una lucha ideológica que tiene que dar el compañero solo todos los días. Esto no es la toma de la Bastilla, del palacio de invierno, la bajada de la Sierra Maestra, es un proceso de transformación donde todos los días se tiene que colocar un ladrillo. Hay montones de cosas que se han incorporado al manual de política argentina que las van a sintetizar los politicólogos después de que nos vayamos, porque ahora lo que escriben son giladas, pero la historia se escribe así, primero se hacen las cosas. Tenés que gobernar para todos, pero defendiendo los intereses de los humildes.


A 30 AÑOS DEL

Festival de la

Solidaridad Latinoamericana

Escribe Gabriel Cócaro

A comienzos de 1982, la dictadura militar estaba en decadencia. El descontento popular aumentaba día a día debido a una política económica que producía inflación, recesión, caída de la actividad industrial y aumento de la pobreza. En ese contexto, el gobierno encabezado por el Teniente General Leopoldo Fortunato Galtieri decidió ocupar las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur. Con esa jugada los uniformados pretendían desviar la atención sobre la acuciante coyuntura y recuperar el poder erosionado impulsando una causa que apuntó derecho al sentimiento nacional. A partir del 2 de abril, fecha del desembarco de las Fuerzas Armadas en el archipiélago, un inusitado fervor patriótico se apoderó de gran parte de la sociedad. Para las tropas argentinas, conformadas mayormente por “colimbas” de escasa instrucción y armamento

obsoleto, enfrentarse a un ejército de elite como el inglés era una tarea ciclópea. Conmovidos por los acontecimientos, diversos sectores de la población comenzaron a organizar eventos con el fin de juntar dinero, comida y abrigo para ser enviado a los soldados. El rock vernáculo dijo presente con el “Festival de la Solidaridad Latinoamericana”. La iniciativa corrió por cuenta de los productores Alberto Ohanian, Pity Yñurigarro y Daniel Grinbank quienes reunieron un seleccionado de artistas. Pappo, Pedro y Pablo, Rubén Rada, Litto Nebbia, León Gieco, Luis Alberto Spinetta, Charly García, David Lebón, Nito Mestre y Raúl Porchetto, entre otros, participaron de aquella jornada. La cita se concretó el 16 de mayo de 1982 en las canchas de rugby del club Obras Sanitarias. A la convocatoria respondieron 60.000 personas. Las entradas fueron adquiridas

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a cambio de ropa, cigarrillos y alimentos no perecederos. Cuatro días antes, en una reunión con los organizadores, las autoridades se comprometieron a prestar todo tipo de ayuda. Sin embargo, llegado el momento, la Policía Federal envió dieciocho hombres en lugar de los 250 solicitados y dentro del predio no había ambulancias ni bomberos. Las radios Del Plata y Rivadavia y el Canal 9 transmitieron en directo el show generando así una difusión inédita para un género históricamente marginado por los grandes medios. Durante el concierto, sólo Cantilo y Spinetta tomaron la palabra y lo hicieron para abogar por el reestablecimiento de la paz. El baterista Rodolfo García, concurrente como parte del trío Tantor, recuerda: “Los militares esperaban que el mensaje bajado desde el escenario fuera ‘¡Argentinos, a vencer!’, pues

ese era el tono de las publicidades oficiales emitidas por radio y televisión. La comunicación del gobierno era belicista y triunfalista, pero en el festival sucedió todo lo contrario”. El recital duró cuatro horas y transcurrió en un clima de gran sensibilidad. Pedro y Pablo cantando “La gente del futuro” y Gieco con su “Sólo le pido a Dios” fueron momentos muy emotivos. El final resultó conmovedor: Porchetto, secundado por Charly, Lebón y Mestre, ofrendó “Algo de paz” y luego, todos juntos entregaron “Rasguña las piedras”. Antes de subir a las tablas, para entonar su plegaria pacifista, el cantautor recibió una sugerencia. “Se me acercó un coronel con su revólver calibre 45 en la mano y empezó a jugar con él alrededor de mi cabeza mientras me decía que no era el momento para hacer esa canción. La situación fue difícil, pero

decidí ser coherente con lo que quería transmitir. Entonces, salí al escenario y la canté”. Cincuenta camiones del ejército se necesitaron para recolectar las donaciones acercadas por la gente. Pero, como después se supo, nada llegó a los combatientes. “Al tiempo –afirma García– cuando aparecieron en kioscos del interior del país chocolates adosados con cartas dedicadas a los soldados quedó en evidencia un tremendo acto de corrupción”. Cantilo, en su libro “¡Qué circo! - Memoria y presente de medio siglo de rock argentino”, reflexionó: “La ingenuidad de quienes participamos no tomó en cuenta las sofisticadas formas de traición de la estructura militar y sus cómplices”. Veintinueve días después del recital, tras la rendición incondicional de las

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tropas argentinas, la guerra llegó a su fin y la dictadura empezó a pasar a retiro. Ya en democracia, algunas voces tildaron de colaboracionistas a los músicos presentes en el festival. “¡Eso es absurdo!”, brama Porchetto. Y completa: “Todos los que estuvimos ahí lo hicimos para apoyar a los chicos, no para convalidar la acción bélica”. “Me pareció valioso colaborar con un emprendimiento que juntaba elementos para los conscriptos en el frente. Por eso participé y no me arrepiento”, sostiene García. En aquellas horas, una revista especializada en música se preguntó: “¿Nos están usando para apoyar al gobierno y a la guerra o los estamos usando nosotros a ellos para difundir la actitud del rock a través de los medios que siempre nos estuvieron prohibidos?”. A treinta años de los hechos, el interrogante sigue sin respuesta.


LUIS D’ELÍA

Fotos Gisela Mourandian

VOCERO NO OFICIAL DE NÉSTOR KIRCHNER

Jorge Lanata echa humo, pero no de cigarrillo. El domingo 21 de octubre dedicó su programa a mostrar a Luis D’Elía como un chorro que le roba la plata a los más necesitados. Al mismo tiempo que en la pantalla de PPT ponían testimonios de un tal Jorge Nuñez diciendo que D’Elía los había estafado en la construcción de viviendas del barrio San Javier, en las redes sociales ya circulaba la otra cara de este personaje, un puntero de De Narváez que instigó el robo de un jardín de infantes en el barrio y que tiene tomada la sala de salud a punta de pistola. Es decir: lindos nenes los testigos de Lanata. Al siguiente domingo, Lanata rectificó sus acusaciones y le negó el derecho a réplica a D’Elía, pese a las contundentes pruebas que Luis presentó a su favor en otros medios televisivos y radiales. Conociendo a D’Elía desde hace tiempo y sabiendo de la campaña difamatoria, no dudamos en acercarnos a tomar un café con Luis en un bar cercano a la radio cooperativa, donde junto a Leonardo Cofré conduce “Siete Punto Cero” en la primera mañana en la AM770, para entender por qué Lanata tiene tanta saña con un negro del conurbano.

¿Cómo viviste la operación que montó Lanata sobre vos? Él sabía que era un operativo que en ninguno de los ítems planteados tenía ningún piso de veracidad. El programa de viviendas San Javier lo escrituramos en dos millones de pesos cuando la mitad de la gente no pudo pagar, lo que te habla de una administración honrada y eficaz. Mi casa, que ellos llaman “casa quinta” y tiene 20 por 50 se hizo con un crédito del Banco Credicoop, que creyó que los ingresos míos y de mi familia calificaban para tener un crédito hipotecario, de hecho mostré en público la hipoteca. Me acusó de antisemita, de nazi, de negar el holocausto y no hay un sólo video donde yo diga semejante pelotudez,

sino lo hubiesen usado. Me editó repitiendo un cuento sobre la comunidad boliviana donde yo en realidad estaba haciendo una denuncia contra los tipos que estaban diciendo ese cuento. Bueno, ayer me pidió disculpas por radio, un poco tarde, y sólo por el asunto del cuento, por las otras infamias no. Realmente es un tipo lamentable. Hizo un operativo para intentar decir que yo era un negro ladrón, que le robaba a los pobres para hacerme una casa en Cañuelas. Pero no pudo sostener nada. Lo peor de todo es pedí derecho a réplica por carta documento y me contestaron con otra carta documento negándomelo. Siempre hablan de la libertad de expresión, de la libertad de prensa y qué se yo cuantas co-

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sas más y te niegan el derecho a réplica. Y que se entienda bien, el derecho a réplica no es mandarme a Nicolás Wiñazki para grabar algo que después te editan, el derecho a réplica es que vos hagas tu show, tu programa y luego yo tenga derecho a responderte, a contestarte lo que a mí me parece.

Recibiste mucho apoyo, recién caminando dos cuadras desde la radio se acercó bastante gente a darte fuerzas. Sí, mucha gente de todos los sectores. Compañeros periodistas, me llamó Barragán, Tognetti, Mariana Moyano. Todos los compañeros, los de la juventud, no hubo un sector de la juventud que no haya


sido solidario. Mucho apoyo y mucho acompañamiento en un momento muy difícil, porque el problema con Lanata es soportar las primeras 24hs. Después tenés la posibilidad de mostrar que todo es un mamarracho.

decía: “Este tipo está completamente en pedo”. El teléfono me lo había pasado Edgardo Depetri, que era amigo de él y yo le devuelvo el teléfono a Edgardo y le digo: “Che, Edgardo, tu amigo dice que va a ser presidente”. “Bueno, pará”, me dice

El problema de Lanata es soportar las primeras 24 hs. Después tenes la posibilidad de mostrar que todo es un mamarracho. Parece que te tiene entre ceja y ceja, ¿por qué te odia tanto? Porque soy el que organizó el contraALCA, el que cuestionó a Mr. Tompkins, el que se enfrentó a Duhalde por el narcotráfico, el que le hizo la contramarcha a Blumberg, hay mil razones. Puse sobre el tapete a Hernán Arbizu, aquel que se autodenunció e involucra a Clarín en el robo de 500 millones de pesos de los jubilados argentinos mediante el tráfico de acciones. Yo también descubrí el monotributo de Lanata, que hasta enero de este año pagaba 78 pesos, como un desocupado. Y cuando volvió de Venezuela dije por radio que era un chanta, que no fue secuestrado ni le velaron ningún material ni nada, todo autobombo, fue e hizo esa truchada siete días después, es un mamarracho. Además, de qué se queja, de que te revisen la valija en un aeropuerto, pasa en todos los aeropuertos del mundo. Una vez, estando yo en Teherán, a un compañero y a mí nos sacaron el pasaporte y nos metieron en una oficina una hora. A la hora me devolvieron el pasaporte, me dieron la mano y seguí mi camino. Eso qué es, ¿un secuestro? No. Es una facultad migratoria de la policía holandesa en todo caso, cuidan su país. Yo creo que esas son las razones, a mí me acusa de nazi por defender a los palestinos, a Irán, por bancar a Chávez, por hacer todas estas cosas.

¿Y cómo empezó todo esto, cómo es que te acercaste al gobierno de Kirchner y terminaste siendo parte? Yo conozco a Kirchner en Octubre del 2000, durante el Matanzazo. Él me llama por teléfono al piquete de La Matanza y me dice: “Yo todas estas realidades las voy a cambiar, voy a ser presidente de la República”. Yo le digo, “¿ah sí?, ¿vas a ser presidente? Bueno, bueno”, esto en octubre del 2000. Yo lo escuchaba y me

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Edgardo riéndose. Yo no sabía ni siquiera que había un dirigente que se llamaba Néstor Kirchner, te lo digo francamente, así empezó la relación con él y fue creciendo cuando lo apoyé como candidato a presidente. Fiscalizamos en el distrito de Merlo, donde ganamos y finalmente se vino el kirchnerismo, huye Menem y asume Kirchner. Y el primer día de gobierno, cuando lo veo pasar a retiro 54 oficiales superiores de las FF.AA. por comulgar con el consenso de Washington, dije: “¡Guau!” Y ahí te voy a confesar un sentimiento erótico. [D’Elía incorpora todo su cuerpo y lo pone sobre la mesa, se acerca como para hablar más bajito, en secreto y pone los ojos en posición de contar una picardía]. Me enamoré perdidamente de Néstor Kirchner, dije este es el tipo, porque el que hace esto el primer día ya te está diciendo que no vino a durar ni a perder el tiempo, vino a gobernar la Argentina. Y bueno, durante 2 años y medio, hasta el asesinato del Oso Cisneros verdaderamente fui su vocero oficioso, me llamaba todas las mañana y me daba el tema, yo lo ponía en la prensa y así funcionábamos, en una enorme soledad pero conducido por un tipo que tenía dos pelotas más grandes que las del caballo de Garibaldi. Entonces yo iba atrás y decía: “Sí, jefe” todos los días, era una satisfacción. Una linda misión, algún día, cuando pase todo voy a escribir un libro de aquellas cosas de cada mañana donde me llamaba y me decía: “Negro, ¿podés decir tal cosa?, ¿podés plantear tal tema?”

¿Te acordás de alguna cosa que te pidió que dijeras que te haya hecho agarrar la cabeza? Sí, cómo no, la de Lavagna. Te la cuento así queda registrada. Un día me llama el pingüino furioso y me dice: “¡Echalo, echalo a ese hijo de mil puta, matalo, matalo!”. Yo le pregunto a quién. “Al pá-

lido. ¡Echalo, no me lo banco más, no lo aguanto más!”. “¿Pero quién es el pálido, Néstor?” “¡Lavagna, echalo!”. Entonces le digo: “¿Pero qué quiere decir ‘echalo’ Néstor?” y del otro lado el teléfono bramó “¡¡Que lo eches, pelotudo!!” Y me corta. Me senté, respiré profundo y me empecé a preguntar qué querrá decir: “Echalo”. Entonces me puse a escribir un comunicado que decía más o menos así: “La Federación de Tierra, Vivienda y Hábitat ve con mucho agrado que el Presidente de la Nación Dr. Néstor Carlos Kirchner le haya aceptado la renuncia al Ministro de Economía Dr. Roberto Lavagna”. Hice el cable y lo llamé al pelado Sena, de Télam, y le dije: “Pelado, esto es orden del Jefe”. Pusimos el cable al aire y así fue como “renunció” Lavagna ¿Te gustó? [A medida que cuenta la anécdota la va viviendo de nuevo, le brillan los ojos y se le dibuja una sonrisa en la jeta].

Pero después vino el tiempo de la salida, decidiste renunciar por el caso AMIA, ¿qué pasó ahí? Pasó que decidí jugar duro cuando vi que Alberto Fernández operaba para romper las relaciones del gobierno argentino con América Latina y llevarnos a un enfrentamiento con Irán y, por ende, separarnos de Venezuela, de Bolivia y de Ecuador. Yo soy un duro en política también, entonces no sólo renuncié sino que además, hablé con el embajador que me recibió y me fui a Irán. Yo volví convencido junto a Luis Farinello y Mario Cafiero de que Irán no había tenido nada que ver con el atentado a la AMIA y escuché toda la versión iraní en profundidad, pude hablar con cada uno de los imputados y la verdad el tiempo me fue dando la razón. Hoy Argentina está dialogando con Irán, que es algo que yo propuse cuando me fui, Alberto Fernández ya no está, ya no es parte del gobierno, que es otro gran logro porque ya es de público conocimiento de qué jugaba. Así que fue un momento muy difícil pero también muy bueno, porque nunca a pesar de las diferencias y de haber renunciado a ser Subsecretario de Tierra y Vivienda, he dejado de apoyar al gobierno. Tal es así que dos años y medio después nos estábamos agarrando a las piñas en el obelisco para impedir un golpe contra Cristina. Claramente en esto estamos por convicción y no por conveniencia.

Hubo cosas que en su momento me dieron una punta para pensar que era todo un armado. El atentado a la AMIA tiene 8 imputados, uno solo fue juzgado en Londres, Hadi Soleimanpur, ex Embajador iraní en Argentina. Londres es la capital de una potencia que es aliada de Israel y de EE.UU., nadie puede decir que es pro iraní. En Londres, Soleimanpur fue sobreseído con el expediente del fiscal Nisman e indemnizado en 500.000 libras, lo que me confirmó a que era todo absolutamente trucho. Después cuando empecé a hablar con los imputados uno por uno, me enteré de que los países que más ayudaron a Irán en su guerra contra Irak fueron Argentina e Israel, con otra administración. Empezaron a no cerrarme un montón de cosas hasta darme cuenta que era todo una gran operación de inteligencia de los norteamericanos, que habrá que dilucidar porque las víctimas se merecen memoria, verdad y justicia.

Por esa defensa de Irán, Lanata te acusa de antisemita... Bueno, él escribió un libro con Joe Goldman donde también dice que no fue Irán. Él cree que fue Siria. Yo no creo que hayan sido los árabes, es mi teoría. Pero bueno, tendrá que verse.

¿El 7D se terminan las operaciones mediáticas o sigue todo como antes? El 7 de diciembre es Democracia o Corporaciones y el 10D, el primer día hábil después del 7D, vamos a tener que ser centenares de miles en la calle bancando la democracia en contra de las corporaciones. El 10D es el día de los Derechos Humanos y de la democracia. Así que hay que estar atentos porque ellos van a seguir teniendo mucho poder aunque claro, van a ser una voz más, no la única como son hoy. Ya están empezando a dejar de ser la única voz, yo a veces con ellos me siento como David enfrentando a Goliat, me digo a mí mismo: “¿Cómo puede ser que nosotros con la Radio Cooperativa le estemos generando tanto quilombo a estos tipos?” Conste que en la radio yo no soy ni siquiera parte del Consejo de Administración, que lo preside el compañero Adrián Amodio. Pero si yo hablo en Cooperativa y ellos me contestan en Telenoche es que algo está cambiando en la Argentina.

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Escribe Ignacio Ibáñez. Ilustra Juan Cuello (www.juancuelloobras.blogspot.com.ar) Trans.Entorno www.transentorno.com.ar

E

l 8 de noviembre caminando por el parque Centenario ha obtenido la confirmación de que el fin del mundo sería el mes siguiente. Las rejas del parque están cubiertas de carteles con consignas como: “No a la rejas en Parque Centenario” “No queremos que enrejen el parque” “Asamblea el sábado a las 15:00 hs”. Pero sólo uno llama su atención: “Rezamos por una lluvia ácida”. Pensó en la necesidad de la gente de expresarse (particularmente la de los hippies del Segundo Advenimiento del Ácido), de no ser encerrada, de defender su libertad y que había probabilidades de que una lluvia ácida, que se prolongue una semana, quizá un mes, desintegrase las rejas del parque pero seguro no había probabilidades de una lluvia ácida que durase tanto, y menos de que llegue a través del rezo y la oración. Como siempre, supo desconfiar de la fe de las personas y, entretanto, decidió estar preparado. La tarde del 10 de noviembre ha tirado su colección de películas de Woody Allen en DVD. El martes 13, por la dudas, ha abandonado a su novia frente al altar que con cara de lunes a la mañana se puso a llorar frente a una multitud confundida y reticente a perderse la comida de copetín, con quejas y gritos que hacían parecer que el mundo se iba a acabar. El viernes 16 las dudas y el fatalismo hacen que renuncie a su puesto en la fábrica de cadenas. Al día siguiente se ha afeitado las dudas porque ya le estaban generando muchos problemas. En fin, ha llevado a cabo los preparativos pertinentes para la ocasión, sin embargo pasan dos semanas y el mundo sigue de pie, también las rejas del parque Centenario. La tele y los diarios dicen

que no pasa nada, que nada va pasar y llaman a la calma del público. Las rejas siguen de pie, las lluvias acidas no existen, sólo las cadenas, digo, las rejas. Sintió una gran tristeza, un gran hoyo negro (forma de decir agujero, cavidad de fondo dudoso y precipitada en general). Una caída inevitable ¿Cuántas formas puede tener ese precipicio? Claro, también tiene forma de precipicio. Pero lo inevitable a veces viene de afuera, con forma de lluvia ácida. Es bueno tener esperanza, el fin del mundo debería suceder de un momento a otro, llegando a diciembre. Debe haber sido una noche, o dos, frente a lo inminente el tiempo se vuelve superlativo y la contradicción borra la posibilidad de medirlo. En fin, una noche paseando por el parque, ha tenido una epifanía. En sus ojos se estampa una nube, que en el iris café y el fondo negro de su pupila aparece como un vitraux de bordes gordos y esponjosos. La nube se desliza lento en su mirada y más lento en el cielo oscuro, en algún momento llegó a la luna, fue espuma bajo su luz, se hizo efímera hasta lo invisible y al final desapareció. Antes de desaparecer dejó en el aire sus últimas palabras, éstas fueron: “Tenés que encadenarte al filtro de basura”. Dudó de si el mensaje era para él o no, pero enseguida chequeó que las dudas afeitadas no hubieran vuelto a crecer, además del epitafio de la nube grabado en la luna decía: “Sí, vos Raúl, ¡encadenate!” y viéndose el único Raúl alrededor se hizo cargo y se encadenó a las rejas.

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Entonces contó las noches, pero bien contadas, eh. Fue durante la primera noche, después del ajetreo de ir de acá para allá con las cadenas, buscando un lugar donde no estar a la intemperie y concluyendo que era una tarea un poco imposible, que no pasó nada. Sólo algunos atletas que entrenaban dando vueltas al parque disminuían el trote para ver si realmente estaba encadenado o no. La segunda semana tampoco pasó mucho, los hippies del Advenimiento, enterados de su causa se acercaron a servirle un plato de sopa pero no lo aceptó confundido entre si la oferta claudicaba o no con su causa. La tercera noche pensó en su causa… ¿Qué estaba reclamando? ¿Reclamaba por la rejas?, ¿o por las nubes? ¿Reclamaba por estar encadenado?,¿el reclamo era una huelga de hambre?, ¿no sería mejor esperar el fin del mundo en su casa?, ¿había cerrado la llave de paso del gas? La cuarta noche aceptó la sopa y pidió un celular prestado para llamar a su madre. Que estaba bien, menos encadenado que de costumbre, que esta por llegar el fin del mundo, preparate y esperá lo peor mama, sí yo también creo que estás loca, bueno, un beso. ¡Ah! Fijate si podes ir a casa y cerrar la llave del gas, por favor, gracias. Quiso devolver el teléfono pero ya no había nadie allí. La quinta noche después de estar jugando todo el día al truco con Guido, un remisero amigo, y a punto de cantarle la falta, se dio cuenta de que el otro también estaba encadenado. –Che, Guido, vos también estás encadenado a las rejas. –¿Eh? ¡Uuuuh! No te puedo creer, ¡otra vez! La

Fin del mundo en Parque Centenario

Silvia me mata, me mata, ¿qué le digo ahora? –Nah, son cosas que pasan viejo, qué le vas a hacer. –¡Viste! Yo te dije que ibas a quedar encadenado –dijo Oscar, el de la academia de manejo, que estaba encadenado detrás de Guido. –Callate vos, yeta. Deja de mirarme las cartas. –Dale, ¿me dejan jugar? –se quejó Oscar. La sexta noche después de mucha parla, Raúl y Guido convencieron a Silvia de que el encadenamiento de su marido no había sido a propósito y a uno de los hippies para que haga equipo con Oscar y así poder jugar de a cuatro, que si no era un embole. El hippie no tuvo problema. Sólo que él no se encadenaba, dijo, soldado que huye sirve para otra guerra. Las guerras no existen, dijo Guido, sólo las rejas, jugó el ancho de espadas y ganó el retruco. Fue la séptima noche que, como quien no quiere la cosa, empezó a llover. No empezó a la noche, empezó antes, la lluvia que llegaba cantando en garúa y los pájaros callaban su canto, la lluvia enfriando la piel y aumentando la presión, según el segundo párrafo del Advenimiento original. La lluvia es consecuencia de la primera lluvia, que la naturaleza sigue un curso inexpugnable a la historia del hombre, y que esa lluvia y todos los otros tormentos eran la armas que usaba la Pacha para erradicar al hombre, para eliminarlo como el parásito que estaba siendo desde el momento en que empezó a ser hombre, y por primera vez pensó, tuvo una idea, imaginó, y cedió el poder a la razón y si ésta le dictaminase odiar debería odiar. A pesar de la no existencia

del odio razonable. All you need is love. –All you need is love –repetían los hippies a coro. Y llovió toda la noche. Y al día siguiente seguía lloviendo. Luego de ser abandonado por Guido, Oscar y los hippies, y a pesar de que ya nadie pasaba por el parque, decidió continuar su protesta arriba de un árbol, aunque dejó las cadenas abajo ya que bastante confinado quedaba, rodeado por las masas de agua que empezaban a acumularse. Fue la primera noche de Diciembre, cuando ya estaba todo inundado, que encontró su verdadera causa. Era así desde siempre, sería así siempre, el agua corriendo por su sien en gotas eternas que corrieron por todas las sienes, por animales salvajes de la prehistoria. Los cielos de la historia siendo el mismo cielo visto por tantos hombres. El hombre había nacido pernicioso y así moriría, en su tecnología, en su razón, sin amor, sin hambre, sin cielo. El problema era lo tapados que estaban los desagües, la basura, el odio de las personas por la Tierra, o algo así, pensó. Se había equivocado de causa, el mundo llegaba a su fin porque él había malinterpretado los mensajes del cielo, que “filtros de basura”, no eran las rejas sino los desagües. Al principio le ganó la desesperación. Después volvió sobre sus pensamientos, sobre la repetición eterna que hacia la naturaleza con las especies, el tiempo con el hombre, el agua en su ciclo de vida y muerte. Los días y las noches pasando de igual manera absurda… Sí, absurda, mamá. No te das cuenta, la ciudad está inundada, estoy

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arriba de un árbol en el Parque Centenario y el fin del mundo no llega nunca. ¿No podés venir a buscarme? ¿Cómo? Se ha enterado que en Japón ha llegado el fin del mundo mientras hablaba con su madre. Luego ha telefoneado a la Policía local, al Ministerio del Interior y a Oscar. La respuesta fue unánime: que no se preocupe, que cosas así demoraban, con mayor esperanza de parte del Ministro que le recomendó que si tenía películas de Woody Allen que las tirase, que ya lo había hecho, entonces que felicitaciones, que él era un gran ciudadano. Los japoneses porque tienen tsunamis, pero calculando más o menos 24 horas de diferencia no debería faltar mucho. Está por llegar la medianoche y en algún lado las pizzerías siguen de pie, también el mal gusto en el horario nocturno de la televisión y la señora que la prende a todo volumen para que la vecina se entere que ella mira tal programa y que no tiene miedo de mirarlo, ni tiene miedo a las lluvias ácidas. Su madre lo llama y le dice que en la Argentina el fin del mundo va a llegar más tarde, que siempre fuimos un país poco serio. Indignado ha decidido abandonar el árbol e irse al Perú. El ministro trata de convencerlo de que no lo haga porque no quiere perder a tan buen ciudadano. Pero él ya no atiende el teléfono. Los intentos han sido en vano, el celular quedó flotando, atrapado entre las rejas, sonando y sonando. El fin del mundo llegó antes al Parque Centenario así que ya nada se sabe de él.


la

histeria argentina

lavarropas, no le produce absolutamente nada. La enseñanza está en cómo tocan, hay fuerza ahí, la música no existe sólo por el hecho de triunfar. Con nosotros pasa lo mismo. Hay quienes piensan que somos el peor grupo del mundo y hay otros que se emocionan. Lo que vimos de ellos es esa cosa del respeto. Cuando íbamos a grabar La Histeria Argentina, le mandé un mensaje para manguearle un pedal, y cuando lo fui a buscar me dijo: “Yo te acompaño, quiero ver”. Es raro hablar con un ícono del rock nacional, yo lo puteo o le hago hablar de política, cosa que él no suele hacer en los medios.

No es un tipo muy mediático. PEPO: Claro. Qué sé yo, el día que estaba votando en la presidenciales de 2011, le mandé un mensaje: “Votá a Cristina, hijo de puta” y me respondió: “Estoy en Colombia, pero tranquilo que gana seguro”.

Escribe Damián Cots Fotos Ernesto González

Por Científicos del Palo

Científicos del Palo es un trío de Rock que editó su primer disco hace 8 años y ahora está en camino de presentar su cuarto trabajo. El cantante y autor de las letras de la banda, Pepo, se llama José San Martín y nació un 17 de agosto, el día de la muerte del general. Quién más indicado para realizar el primer disco de rock sobre la historia argentina: “La histeria argentina” que conocerá la luz en marzo del año próximo. En formato casi escolar, como un pequeño manual de historia, y con una línea de tiempo donde se ubican cada uno de los quince temas y sus reseñas históricas. El rigor de esta información, tiene la firma de Felipe Pigna quién se prestó a supervisar los datos duros de la historia que se relata en los temas. Historia que abarca, desde las invasiones inglesas, la revolución de Mayo, la campaña del desierto de Roca, Rosas, Perón, Evita, la dictadura, la “Corporatocracia” del 89 al 2003, hasta encontrarnos con una última canción que se llama “Aquí y ahora” que habla del kirchnerismo. Eso no es todo, sigamos hilando con las coincidencias. El 17 de agosto también nació Ricardo Mollo, uno de los padrinos de la banda. Desde acercarle un demo a Divididos, y luego salir de gira con ellos en una época en la que comían pasto y arena, invitarlo a grabar y a tocar en un tema, y hasta incluso llamarlo Roberto ante un Obras atónito con el hecho, llegaron a que el propio Mollo los asista en los últimos discos. Hoy, podemos considerar que Científicos del Palo fue la banda telonera de Divididos más significativa y es, en cierta manera, la continuidad de la misma. Aunque, como lo indica este nuevo disco y la impronta de su mensaje, no hace falta aclarar que se trata de una banda con identidad propia.

¿Por qué se llaman Científicos del Palo? PEPO: Hay una canción de Divididos que se llama “Salir a asustar”. A ellos los vi por primera vez en Mar del Plata en el año 92. Había como mucho 200 personas, yo recién empezaba a tocar la guitarra, y cuando los vi en vivo, me traumaticé mucho. Me compré una revista medio under que tenía una nota a Divididos. En esa nota había una foto del manuscrito de ese tema. Al año y medio, cuando salió el disco y vi que la letra no tenía ese verso que decía: “Científicos del palo, papagayo fue”, en una especie de homenaje y

teniendo en cuenta que esa información casi que no estaba en ningún lado, pensé que era excelente para bufarreárselo. Y así fue.

Además del nombre, me dijeron que también le bufarrearon equipos a Mollo y que, de hecho, lo anduvieron muleando... PEPO: El tipo siempre está monitoreando lo que hacemos y es muy respetuoso. Él y Arnedo y Catriel, por supuesto, que es como un adjunto que entró hace poco, están muy pendientes de lo que

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hacemos y de cómo lo hacemos. Creo que ellos ven en nosotros algo así como una continuidad. En realidad, no sé si me animaría a decirlo en esos términos, pero sí que ven que tenemos las mismas inquietudes y que lo que nos sorprende no es el éxito sino la música en sí misma. Creo que eso es lo más importante. Después, si somos buenos o malos, es opinable o subjetivo. Pero lo que no es subjetivo es el compromiso. Yo lo que aprendí de verlos a ellos, es que los tipos tocan bien, después si te gustan, no sé. Vos le ponés un tema de Divididos a mi jermu, y es lo mismo que prendas el

A ustedes los ha invitado a tocar varias veces… PEPO: Ricardo colabora a su manera para que nos conozca más gente. Y la verdad que tocar con ellos es siempre emotivo, lo que pasa es que también tenés que saber usarlo y no convertirte en una molestia para la gente que los va a ver. Tenés que tocar lo menos posible y aceptar lo que te dan. En una época nos confundimos un poco y andábamos diciendo por ahí que nosotros conocíamos a “los muchachos”, al pedo. No sirve de nada eso.

¿Tienen algún referente musical actual, además de Divididos? ¿Alguna banda con la que se identifiquen o a la que le hayan robado de lo lindo? POPETE: Qué se yo, este hijo de puta nos hizo escuchar a Muse, The Raconteurs, cosas que nos podían llegar a servir o sonidos muy particulares que, inclusive, aprovechamos para la grabación del disco. No sé si como influencia, pero sí como para tratar de ubicar la canción en un determinado sonido y para hacer una variante de lo que eran los discos anteriores. Pepo, por ejemplo se fabricó un pedal, que no sé ni cómo se llama el efecto, es una deformidad el sonido. Se puso a soldar cables y emuló un pedal de Jack White. Así logro ese sonido que

es increíble. O sea, mirá el grado de enfermedad que tiene este hijo de puta [Risas]. PEPO: Sí, es lo que dice él. A veces robamos descaradamente. Las letras de los Red Hot Chili Peppers en el 97% de los casos no sé qué dicen, pero me parece que es la banda que más me gusta. A nivel ideológico no sólo no me representan sino que trato de no leerlas porque me parecen una poronga, pero a nivel musical me siguen conmoviendo. Y después me gusta mezclar eso con Peteco Carabajal, folklore, que es algo de lo que le debo a Divididos. Yo pensaba que la música era Led Zeppelin y, después, cuando empezás a escuchar folklore, se te frunce el asterisco. Hay muchas bandas que tocan bien, qué se yo, Eruca Sativa que son dos minitas y Gabriel Pedernera, que grabó los primeros temas del disco, que las letras son una verga pero los ves tocar y decís: “Uy, creo que tendría que ensayar un poco más”. Hay muchas bandas que tocan bien. Y a veces por ahí no ves lo

pueda escuchar el disco y decir: “Ah, mirá, todo esto pasó acá”. Corroboré varias sospechas y lo que más me traumaba era no saber quién era contemporáneo de quién. Para mí, desde 1850 a 1950 era, no sé, un solo chabón, no entendía nada. Entonces, antes de boquear, me puse a leer. Ahí empecé a entender que la historia se repite. Qué sé yo, desde las invasiones inglesas hasta el pueblo tirando agua hirviendo y la oligarquía albergando militares ingleses en sus casas. Si ya arrancó así, ¿qué vas a pretender? ¿Qué el campo se ponga de tu lado?

¿Y el título del disco? PEPO: Había pensado varios títulos, que sé yo: “La histeria oficial”, “La histeria nacional”. Esa cosa de los gobernantes y de la clase dirigente de pretender ser otra cosa, querer ser europeos, como Sarmiento, Mitre, Avellaneda, cuando, en realidad, nos ha ido mejor cuando pretendimos ser lo que realmente somos. De hecho, hay un tema que se

Ahora veo que un adolescente está mucho más informado. Yo era un idiota nato. No me importaba nada, escuchaba Nirvana y estaban vendiendo el país. que vos hacés. Por ejemplo, nosotros pensábamos que los Eruca nos habían desgarrado el orto, o no lo pensábamos, lo hicieron. Pero después ellos vinieron y nos dijeron “Che, las melodías que hacen ustedes esto, o las letras aquello”. Y yo pensaba “¡¿Cómo esta mina viene a decir esto si nos acaban de desgarrar el orto?!” [Risas].

Somos el enemigo… “La histeria Argentina”, el nuevo disco, va a tener cierta estructura gráfica. POPETE: Va a ser una estructura típica de manual. Con dibujos e ilustraciones, una línea de tiempo, cada letra va a estar explicada con un glosario. Determinadas partes, dichos y eventos que pasaron van a estar abajo, subrayados y explicados de alguna forma.

Tiene mucho de científico ponerse a investigar. ¿Cuánto tiempo estuviste, Pepo, tragándote los libros de historia? PEPO: Sentarme en serio, unos dos años. La idea es que un imbécil como yo

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llama “Corporatocracia”, que refiere a la época de la democracia del ‘83 al 2001. Nosotros éramos adolescentes, ahora veo que un adolescente hoy está mucho más informado. Yo era un idiota nato. Pienso en el año 93, 94, no me importaba nada, escuchaba Nirvana y estaban vendiendo el país. La cuestión era disfrutar del 1 a 1 y no importaba bien qué pasaba con la política. La política era para los políticos. A lo sumo lo que había era una idea de corrupción. Me acuerdo que esa era la máxima crítica que había en ese momento. La corrupción es inherente a la raza humana. Pasa en un almacén o en una familia. Como dice el subnormal de Caparrós: el “honestismo”. Podés ser honesto y ser una mierda, una de las pocas teorías exitosas de ese mormón. Pero el tema en los 90 era que estaban rifando el patrimonio a pasos agigantados y a nadie le importaba. Sobre todo la clase media que siempre estuvo feliz cuando tuvo para comer y después salía a cacerolear porque le secuestraban los ahorros y no porque estaban vendiendo todo. De hecho, el neoliberalismo ganó muy pocas elecciones por la vía legal. De hecho, 29 años de democracia consecutiva, no es


parte, ¿cuándo te suena esa melodía de dignidad?

algo muy normal en nuestro país.

¿Se animaron también hablar del kirchnerismo?

a

PEPO: El último tema se llama “Acá y ahora”. Y sí, habla del kirchnerismo. En la banda tenemos de todo. Hay muchos antis, que nos critican por ser tan K. No somos tan K, somos peronistas. Viste que está esa dicotomía de que el que es kirchnerista es porque ha sido “abducido”, no, eso es algo que impusieron los medios. Después, hay un par de boquetes, que en teoría son más zurdos que nosotros, y es medio inocua la discusión. Yo entiendo que la política es una actividad para lobos, no es que estés hablando con terneritos, obviamente que los sindicalistas son delincuentes, el PJ es una mafia, pero cómo haces para gobernar y transformarte en una persona que sea pura al 100%. Yo creo que la señora esta (Cristina), como estadista, es más eficiente que otros que hablan por Facebook. Con los elementos que hay, ser más digno siempre va a ser más caro. Ojalá el Estado no subsidiara empresas multinacionales, pero creo que las presiones que imponen esas empresas son más fuertes que 27 militantes del Partido Obrero. Habría que salir a romper todo. Imaginate los problemas que vas a tener si querés generar algún tipo de iniciativa de ese estilo, fijate lo que pasó cuando le quisieron sacar el 3% al campo. Para mí, tener que votar a Scioli fue similar a que me mandaran medio tronco por el… También estaba Sabbatella. Pero qué se yo, temí que si votaba a Scioli, no sé, podía ganar el colombiano vende paco. Y vos decís, “Ya fue” me inmolo y sé que es una verga, pero… Tener que fumarse esas cosas es horrible, pero es como es. Y si querés algo más extremista o más digno tenés que laburar, tenés que convencer a alguien, mientras no puedas convencer a nadie no vas a poder cambiar nada. Son complicadas esas alianzas. Que haya estado Cobos en el gobierno, ¿viste?, son cosas infumables.

Menos mal que nuestro vice era demasiado gil. PEPO: Yo la verdad que agradezco. No sé si es intencional, pero escucho a la oposición y me llama la atención que no puedan conseguir a un tipo lúcido.

Por ejemplo, del 2003 a esta

PEPO: En el 2003 era bastante subnormal. Viví en España exiliado. Lo que primero me llamó la atención fue verlo a Néstor con el bastón, me pareció psicodélico, la cosa anti-protocolar me emocionó y lo de bajar los cuadros fue algo inédito. La madre de mi hijo quedó embarazada en el 2001. Yo me levantaba y veía que estaban bombardeando las torres gemelas y decía: “Mirá, ¿cómo traje al pibe en este momento?”. Cuando asumió Néstor, estaba todo dinamitado, con el 22 por ciento, no tenía nada, tuvo que empezar a construir con toda esa mierda, con el aparato del Conurbano. Transó con gente indeseable y después los acostó, ese es el mérito. Por eso en los temas nombramos a gente que la hizo como el Che, Ho Chi Min, Fidel y San Martín. Obvio, que no tenés que ser el Che Guevara para ser un revolucionario, sino habría sólo cinco, los de los pósters.

El tercer disco de la banda, salió en el 2009 y está un poco relacionado con el tema del campo. Contame, ¿cómo surgió Gorilophrenia? PEPO: En Mar Del Plata, iba a buscar a mi hijo y me encontraba con 200 caceroleros que apoyaban al campo, o eso que llamaban el campo porque representaban a la patronal y no al peón. No lo podía creer y eso me generaba mucha violencia y entonces hacía canciones. Creo que de esa bronca salió la energía para hacer el disco.

Volviendo al tema de la Histeria argentina, ¿no hay antecedentes de algún proyecto así en una banda de rock? POPETE: De la historia argentina no, por lo menos no ha llegado a mi única oreja información alguna. PEPO: Lo que más me emociona del proyecto es que asumimos un riesgo. Yo leo las letras y no entiendo cómo alguien va a querer escuchar eso, realmente me parece insoportable. Que sé yo. De hecho es el disco más complejo que hicimos, con respecto a la música. Ni siquiera fue que lo quisimos disfrazar de nada. Si vamos a molestar a alguien, está bien. Incluso a los que nos vienen a ver. Tirarles otra verdura

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a ver cómo reaccionan, no operar desde lo que te piden. Yo creo que es un suicidio, es un disco muy espeso. Hay que estar muy convencido para escucharlo. SEBA: Sí, coincido con Pepo. Creo que al encarar el mensaje desde un lugar más musical permite más el debate porque si no seríamos unos kirchneristas haciendo cumbia de la marcha peronista y por ahí eso nos limitaría bastante. PEPO: Tratamos que los temas sean diferentes a lo que veníamos haciendo. Hay muy pocas canciones que te puedan entrar así de una. A veces digo: “Somos unos subnormales, ¿cómo hicimos esto?”. Está grabado en un estudio mucho más groso de lo que veníamos usando o podíamos pagar. Y lo único que es cierto es que este disco abrió un montón de nuevas posibilidades. Medios que jamás nos habían dado bola, de repente les interesa venir a hacer un informe sobre lo que hacemos porque no hay tanto antecedente de esto.

Mucha gente se va a interesar en conocer más de historia. PEPO: Sí, y a lo sumo en lo que no se va a coincidir es desde dónde se lo mira. El disco empieza aclarando que es muy subjetivo. Lo que sí no es subjetivo son los hechos que ocurrieron, que a lo sumo, el análisis será opinable, pero no que no sucedieron. De hecho, al ser un disco conceptual, hay una melodía que aparece en cada periodo que nosotros consideramos digno y que se repite 6, 7 veces en todo el disco. Por ejemplo, con Belgrano, San Martin y Rosas. Luego hay 100 años de maltrato al Estado donde la melodía no está. Y después vuelve con Perón y lógicamente con Evita.

O sea, la reforma universitaria de Yrigoyen pasó de largo, por ejemplo. PEPO: [Risas] Sí, pasó de largo. De hecho a los radicales los traté con un poco más de amor de lo que hubiese querido. Pero hay menciones, lógicamente. Lo que puede ser subjetivo es el grado de amor que uno le otorga pero no es que haya sido omitido. Que sé yo, que se expropie YPF, más allá de lo que se pueda opinar, es un hecho increíble. Yrigoyen también lo hizo, por ejemplo, y empezás a entender por qué.


ciones. Ahora, algunos de nosotros entendíamos que Urruchúa se pasó la vida haciendo monocopias sobre la guerra civil española, la batalla de Argelia, etc. Lo hacía maravillosamente, pero él no podía salir de eso y algunos de nosotros por más que coincidiéramos o teníamos una posición cercana, no estábamos muy de acuerdo con la necesidad del mensaje que tenga sentido. Claro que el tema estaba dividido, tenías la calle Florida con el Di Tella fundamentalmente y después estaban Berni, Castagnino, Alonso, Urruchúa entre otros, que estaban en otra. Nosotros no compartíamos ciertas cosas que pasaban en el Di Tella pero recuerdo haber visto allí la primera exposición donde descubro a Antoni Tàpies por ejemplo o a Alberto Burri. El arte era lo mío, hacía lo que se me cantaba. Yo era libre acá o trataba de serlo, a pesar de que tenía un montón de inquietudes. Yo decía “No puedo, no puedo hacer un mensaje político, no me interesa” Lo que tenía claro es que si yo tenía una idea y si quería participar políticamente lo que tenía que poner era el cuerpo.

Entrevista a Jorge Abot

“El mercado del arte

se ha apropiado del arte” Escribe Silvana Jáuregui

En el taller del artista plástico Jorbe Abot conviven e interactúan los silencios, el color y el movimiento sutil de sus obras. Abot nació en Buenos Aires en 1941, se licenció en Sociología en la Universidad de Buenos Aires y fue docente en varias universidades del país. Al mismo tiempo, estudió dibujo y pintura con Demetrio Urruchúa. Vivió 13 años en Madrid, donde se especializó en Diseño y Comunicación Visual y alternó la pintura con el dictado de cursos sobre “Creatividad y Expresión”. Junto a él, tuvimos la oportunidad de reflexionar sobre cuestiones del arte, desde el momento de producción y creación hasta la necesidad de una integración latinoamericana para contrarrestrar al mercado que dicta qué es arte y qué no lo es, quién puede ser artista y quién no. Lejos del sensacionalismo de las obras que el mercado pone de moda buscando impacto, Jorge Abot trabaja sus obras como si fueran haikus: breves poemas, casi un diálogo entre el autor y el lector, en la esfera de la sensación y las vivencias.

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¿Qué te dejó el maestro Demetrio Urruchúa cuando pasaste por su taller, en aquellos tiempos de la década del 60? Había un debate muy grande que tenía que ver principalmente con el debate político. Anteriormente era Florida-Boedo, aquí estaban los artistas que creían que el arte tenía que tener un mensaje político y los que se planteaban otra cosa. Si aparecías con algo abstracto, ahí el maestro era muy

duro. Él te daba un enorme conocimiento en cuanto al oficio. Te obligaba a ir a estudiar dibujo a Estímulo de Bellas Artes para la práctica del modelo vivo o que se armaran talleres entre nosotros. Esto era una exigencia. Lo que el maestro nos dio fundamentalmente era una ética para la vida. Pero el gran tema de discusión era el mensaje a transmitir a partir de la obra. Vos podías compartir la idea política o la posición frente a un montón de situa-

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Contanos de tu experiencia en España. En la primavera de 1976, Madrid era una ciudad abierta, una ciudad donde todo estaba bien, todo era posible porque venía el cambio. Fue un tiempo fabuloso. Recuerdo que el primer día fui con mi amigo Ignacio Colombres a una exposición de Oskar Kokoschka. ¡Me quería morir! Yo que todo lo había visto en reproducciones... Así como llegábamos nosotros, llegaba mucha gente, volvían los exiliados españoles. No sólo estaba lleno de latinoamericanos. Se veía el cambio. Todos veníamos de dictaduras. Ese momento se tradujo en mil cosas y sobre todo en la parte cultural, porque ahí volvían todos. Estando ahí vi la primera muestra de Picasso en Madrid, ¡que no había expuesto nunca! ¡Vi la primera de Tàpies! Además cuando llego a España, Franco hacía menos de un año que había muerto. Eso fue formidable, la euforia ganaba las calles. Me quedé hasta el 90. Me costó mucho volver, voy a ser sincero. Porque pasé a formar parte de una generación, me incorporaron junto con los jóvenes que surgían. ¿Cuál es tu mirada acerca de la construcción de un arte


con identidad propiamente latinoamericana? Nos cuesta construir el arte latinoamericano porque no hay política de integración. Recién ahora se visualiza con esta creación del UNASUR, pero es una construcción necesaria y política de estructuras de arriba. El tema es que la integración cultural es lo que falta y no es una tontera. Porque esa integración que todos aspiramos sólo se va a dar si hay un intercambio cultural, si intercambiamos las figuritas. ¿Vos sabés lo que se hace en Venezuela en pintura? Ni idea..., ni ellos de nosotros. ¿Sabés hoy lo que pasa en Ecuador? No se sabe. Es distinto si tenés la posibilidad de que haya una exposición latinoamericana en nuestros países. Acá se ponen contentos algunos porque en EE.UU. se creó el museo latinoamericano, es sólo una colección, como el MALBA en Buenos Aires. Nosotros con algunos amigos hemos propuesto la creación de la Bienal de la UNASUR y por ahora no hay nada.

¿Ves que hay una mercantilización del arte? El “mercado del arte” se ha apropiado del arte. En nuestros países el Estado estuvo mucho tiempo ausente y eso se paga. Ni hablar en una profesión como esta, en este oficio, en el que es muy difícil ganarse la vida con el producto de nuestro trabajo. Antes de los 80, ¿quién definía si esto era arte? [Señala su obra y prosigue].

tienen una causa loable pero terminan arrasando con todo– se armó una enorme confusión que dejó el terreno para algo que sucede hoy en día, que incluso establecen filósofos como Anthur Danto [Autor de “Después del fin del arte”]. Por ejemplo, que hoy la belleza ya no es condición necesaria en el arte y que hoy lo que importa más es el significado. Le venden al resto que cualquiera puede ser artista, cualquiera puede hacer arte. Es como si yo te dijera que todos podemos ser médicos, pero vos no te vas a operar con cualquiera, vas a preguntar quién estudió. Y como la pintura no mata, como supuestamente no hace daño... Como artista, lo que importa desde los 80 en adelante, es tu capacidad de vender. Y ahí aparece el mecanismo del marketing. Nos empezaron a hablar de la necesidad y las bondades de saber venderse y presentarse. ¿Dónde están las autoridades que legitimaron esto? Fueron cómplices los directores de Museos, los críticos y demás, porque el dinero estaba en otro lado. Bonito Oliva en los 80, el crítico fundador de la transvanguardia, decía en su manifiesto “por fin se acabó la dictadura de los artistas”, lo decía clarísimo. En las ferias a veces se presentan grandes estupideces. La obra de Damien Hirst, por ejemplo, el tiburón dentro de una pecera, se vendió por 12 millones de dólares a un millonario estadounidense y después se pudrió. El comprador protestó porque lo habían estafado y ¿qué contesta Damien Hirst? “Yo no tengo nada que ver, fueron

Como artista, lo que importa desde los 80 en adelante, es tu capacidad de vender. Y ahí aparece el mecanismo del marketing. Nos empezaron a hablar de la necesidad y las bondades de saber venderse y presentarse. Los artistas o las autoridades. Después eso se diluye y ¿porqué se diluye? Porque aparece el mercado con una fuerza terrible. Entonces es arte si esto [vuelve a señalar su obra] vale mucho. Y ahí estamos hablando de otra cosa, quién impone, con qué criterio. Andy Warhol, por ejemplo, era un tipo absolutamente sin ideas. La única idea que tenía en la cabeza era ser famoso para hacer dinero y punto. Eso prendió muchísimo, vos fijate que en EE.UU. el expresionismo abstracto fue reemplazado por el Pop porque a raíz de muchas situaciones que se habían dado en Europa, con distintos movimientos –que muchas veces

mis ayudantes”. Él pone las ideas, él tiene las ideas. Igual que Warhol, él tampoco hacía nada.

Tu obra tiene un diálogo interno, un tenue movimiento y un tiempo. ¿Cómo contarías ese momento en que estás frente a la tela? No es mucho lo que sabés, lo que sí sabes es que apenas tocás la tela con una mancha ahí tiene que empezar a funcionar lo que has aprendido para componer, porque no se puede poner en cualquier lado cualquier cosa. Hay una relación entre lo

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que sabés y lo que va apareciendo, lo que va surgiendo, lo que nunca has hecho. Ahí va todo lo que te sucede, lo que te pasó, lo que sentís, lo que vivís en cada momento. Yo creo que tiene mucho que ver con los haikus. Yo adopto ese modo en el trabajo. Voy a hacer poesía, eso es lo que quiero para mi pintura. A veces hay trabajos que los resolvés en tiempos cortos y otros que te llevan mucho tiempo y en general trabajo acá. Cuando digo esto está terminado o supuestamente terminado, después lo tomo y lo llevo al otro ámbito del taller, lo hago compartir con las otras obras del taller, lo tengo ahí colgado, lo miro, lo dejo el tiempo necesario mientras hago otras cosas y sigo mirando aquello. Después puedo retocarlo. Si alguna obra no me convence, la traigo nuevamente al taller, empiezo a intervenirla y desaparece lo que estaba abajo. Me interesan los trabajos que resisten el paso del tiempo, en el sentido de que si hago una muestra yo mezclo, no es sólo lo último.

Alguna vez dijiste que el camino es mejor que la posada. ¿Cómo es ese camino? Algunas veces pequeños bocetos dieron origen a trabajos mucho más grandes. Ahora eso sí, yo no me ajusto. Cada tamaño, cada gesto que vos hacés va exigiendo otros, es como cuando componés en música. Cuando uso recortes de periódicos no me fijo en la noticia, no tienen intencionalidad, pero van surgiendo cosas, algunas alucinantes que aparecen por azar, por casualidad, noticias que tienen una actualidad posterior a la obra terminada. Te cuento, el día que murió Tapies ahí sí fue con intención, corté una parte de la noticia y lo sumé a un recorte que yo ya tenía de Borges y entonces ahí los uní a los dos y dije: esta obra se llama “Borges conoce a Tapies”. Pero no es mi costumbre, mi costumbre es más con el azar que con lo planificado. Con el color, dejo que vaya surgiendo y después la vida te va cambiando. Hay razones que llevan por ahí a hacer alguna obra, hay caminos que transitar, que impulsan a un momento determinado, después te asombrás porque encontrás obras que decís “¡Qué bárbara!” y a esa otra no la soportás. Hay razones.

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