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Hidrógeno blanco

Esperanza en la lucha contra el calentamiento global

Colombia acaba de entrar en la lista de países potencialmente ricos en yacimientos naturales de hidrógeno blanco. La encargada de dar la buena noticia fue la científica e investigadora francesa Isabelle Moretti, quien visitó recientemente el país.

El hidrogeno blanco, llamado el combustible limpio, cobra cada vez más importancia dentro de la transición energética mundial que busca reemplazar combustibles fósiles altamente contaminantes, como el carbón y el petróleo, por fuentes naturales y ambientalmente sostenibles como la energía solar y la eólica.

Esta clase de hidrógeno se forma de manera natural dentro de las capas de la corteza terrestre y oceánica, principalmente por la interacción del agua con las rocas. Su mayor bondad es que no genera emisiones de dióxido de carbono -CO2- principal causante del efecto invernadero en el planeta.

La científica francesa Isabelle Moretti, investigadora y profesora de la Universidad de La Sorbona de París afirmó que “es muy probable que Colombia cuente con yacimientos de hidrógeno natural, ya que la cantidad de kilómetros cuadrados de las montañas colombianas donde hay rocas que pueden generar este combustible es bastante alta”. El anuncio lo hizo durante un taller organizado en Bogotá por el Servicio Geológico Colombiano sobre el estado actual y las posibilidades que tiene nuestro país de explotar esta clase de combustible. El informe de Moretti, se basa en estudios concretos y recientes de los que ella hizo parte: “En un proyecto de investigación de la Universidad Nacional fui con un estudiante a una zona entre Cali y Medellín con un detector y encontramos hidrógeno en el subsuelo. Hay mucha roca oceánica en las Cordilleras Central y Oriental que, con el agua de lluvia, seguramente está produciendo hidrógeno natural. También hay minas de carbón, níquel y hierro, minerales que intervienen en su producción”.

Otra de las grandes ventajas del hidrógeno blanco es que como se produce naturalmente, los costos de producción son bastante económicos, pues no requiere ningún tipo de proceso industrial más allá de las perforaciones que hay que hacer para extraerlo.

El inicio: un hallazgo sorpresivo

El uso de este combustible limpio comenzó por azar hace 30 años en Mali, un estado de bajos recursos económicos de la parte central de África Occidental. Ante la escasez de agua la gente cavó un pozo a 100 metros del suelo

buscando corrientes subterráneas y lo que hallaron fue hidrógeno natural. Desde hace 10 años les es fuente constante de electricidad, lo que permite creer que esta clase de energía es renovable y sostenible. Este es hasta ahora, el único país con un yacimiento confirmado oficialmente.

Los beneficios ambientales del hidrógeno blanco han despertado gran esperanza en la comunidad internacional que ve una oportunidad real de sustentar a su población y detener el avance del calentamiento global por medio de la implementación y desarrollo de esta tecnología. Además de Malí, Estados Unidos y Australia son los estados con mayores avances. Los países interesados crecen año tras año: Francia, Brasil, Rusia, Sudáfrica, Namibia, Marruecos y España, principalmente. A esta reducida lista se suma ahora Colombia.

Hidrógeno multicolor

Isabelle Moretti asegura que “aún no sabemos si hay un yacimiento en Colombia, pero sí sabemos que tienen las rocas que pueden generar hidrógeno. El Llano es otra zona del país que, según entiendo, Ecopetrol está estudiando. Lo que falta son datos, ahora hay que seguir investigando para contar con suficiente evidencia que anime a los inversionistas y trabajar en el tema de la ley”.

Aunque es un gas incoloro, dependiendo de su uso y origen, el hidrógeno abarca una amplia gama de colores. Los más oscuros como negro, marrón y gris son derivados de hidrocarburos, el azul proviene del gas natural, la energía nuclear produce hidrógeno rosa y el amarillo se obtiene de la energía solar. Mediante el proceso de electrólisis (aplicación de electricidad al agua) se produce hidrógeno verde, el más utilizado hasta ahora.

Hace dos años el Gobierno Nacional estableció cinco metas para los próximos 30 años:

El hidrógeno como pieza clave para alcanzar la carbono-neutralidad de Colombia.

El desarrollo de la cadena de valor del hidrógeno como vía hacia una economía de exportación de bajas emisiones.

El hidrógeno como habilitador de una transición energética justa.

El Gobierno Nacional comprometido con el despliegue del hidrógeno de bajas emisiones.

El hidrógeno como vía de integración del territorio y herramienta de desarrollo inclusivo.

Actualmente 30 países han desarrollado sus propias hojas de ruta o planes energéticos en los cuales el hidrógeno es clave en sus estrategias de reducción de emisiones de gases contaminantes.

¿Y qué de nuestra responsabilidad personal?

El cambio climático es uno de los mayores desafíos históricos que enfrentamos como humanidad. Si bien, la mayoría de países han adoptado medidas para reducir la emisión de gases efecto invernadero, debemos recordar que es también responsabilidad individual proteger los recursos naturales y conservar el medio ambiente.

Cuando Dios terminó de crear los cielos y la tierra, confió en nosotros para ser administradores sabios de su obra cuando dijo: Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y sométanla. Génesis 1:28b. Siglos más tarde el rey David reconoció: Tuyoestodocuantohayenelcielo yenlatierra. 1ª. Crónicas 29:11.

Todo nos fue dado, pero nada nos pertenece. La Creación de Dios debe ser bendición para nosotros y las generaciones futuras. El estado actual del planeta nos demuestra que hemos fallado ante ese compromiso.

Que Colombia pueda ser potencialmente un yacimiento de hidrógeno blanco, trae esperanza para que nuestro país pueda contribuir eficazmente a contrarrestar los efectos del cambio climático.

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