Sumario
3 12 17 20 CECH
25 Vida Diocesana 32 Vida de Santos Director: Mons. Juan Ignacio González Consejo de Redacción: Mons. Juan Ignacio González y Pbro. Eric González Publicidad: Luis Orellana E-mail:lorellana@ obispadodesanbernardo.cl Dirección: Freire 508, San Bernardo Casilla: 320 Teléfonos: 8586971 / 8591137 Página Web: www.obispadodesanbernardo.cl Aporte: Cuenta 188-01964-02, Banco de Chile Diseño: Obispado de San BernardoAño: 16 Publica: S.C.D. Eyzaguirre A. Ltda.
Ascensión del Señor
Desde Roma
Sí a la Vida
Editorial
Ante Dios, el país y los hijos
Por Monseñor Juan Ignacio González E.
N
ada de lo humano es ajeno a la fe cristiana. Esto nos lo heredó el Señor Jesús con su vida, su enseñanza, su muerte y resurrección.Todos los procesos humanos, sociales y políticos son posibles de enfocarlos y juzgarlos desde la enseñanza de la fe. La separación entre fe y vida ha sido uno de los errores que más ha dañado la comprensión del Evangelio en la sociedad moderna. Consolidar esa separación es una de las tareas más persistentes del racionalismo moderno y de la secularización del mundo actual. Se sintetiza en la afirmación: las cosas de Dios, solo en la iglesia y en la casa. Se trata de una controversia de larga data y ya arraigada entre nosotros. “La Iglesia, pueblo peregrino, se adentra en el tercer milenio de la era cristiana guiada por Cristo, el «gran Pastor» (Hb 13,20): Él es la Puerta Santa (cf. Jn 10,9) que hemos cruzado durante el Gran Jubileo del año 2000. Jesucristo es el Camino, la Verdad y la Vida (cf.Jn 14,6): contemplando el Rostro del Señor, confirmamos nuestra fe y nuestra esperanza en Él, único Salvador y fin de la historia. (CDSI, 1) Siendo fieles a las enseñanzas del Se-
ñor y de la Iglesia, debemos todos volver siempre la mirada hacia los procesos políticos, sociales, económicos y de cualquier índole, para descubrir su conformidad con el Evangelio. Por eso la fe cristiana es al mismo tiempo un camino personal y social. En tal sentido se equivocan grandemente aquellos que señalan que la Iglesia – todos somos la Iglesia – nada tiene que decir o influir en el actual proceso político que vive Chile. Por el contrario, toda la Iglesia está llamada a un proceso de discernimiento acerca de si las propuestas y reformas que se están planteando para nuestra Patria, conducen hacia el verdadero fin de la sociedad: “La plena realización del bien común requiere que la comunidad política desarrolle, en el ámbito de los derechos humanos, una doble y complementaria acción, de defensa y de promoción: debe «evitar, por un lado, que la preferencia dada a los derechos de algunos particulares o de determinados grupos venga a ser origen de una posición de privilegio en la Nación, y para soslayar, por otro, el peligro de que, por defender los derechos de todos, incurran en la absurda posición de impedir el pleno de-
“La Iglesia, pueblo peregrino, se adentra en el tercer milenio de la era cristiana guiada por Cristo, el «gran Pastor»
Editorial
sarrollo de los derechos de cada uno», enseñó San Juan XXIII en la Pacem in Terris.(275) Todas las afirmaciones del nuevo texto de Constitución Política propuesto – aún en fase de armonización, pero ya fijado en su redacción esencial - deben ser pasadas por el tamiz de la fe cristiana que ha sido el camino de Chile desde su nacimiento. No hay duda de que entre las propuestas hechas no todas tienen el mismo grosor moral. Hay algunos temas que son mas esenciales que otros para la vigencia de una visión cristiana de la persona y la sociedad. Entre ellos la dignidad de la persona humana y sus derechos esenciales e inalienables. Si estos son gravemente conculcados en el ordenamiento institucional de un país, aquel conjunto de normas se convierte en inicuas, es decir llevan a la injusticia y la denigración de la persona humana. Ya los filósofos antiguos descubrieron esta verdad: Cicerón enseñó: «Existe ciertamente una verdadera ley: la recta razón, conforme a la naturaleza, extendida a todos, inmutable, eterna, que llama a cumplir con la propia obligación y aparta del mal que prohíbe. Esta ley no puede ser contradicha, ni derogada en parte, ni del todo» (De república, 3, 22). Bastaría que algunos de esos preceptos esenciales, conformes a la recta razón, sean transgredidos, para hacer que todo un ordenamiento social quede imposibilitado para recibir la aprobación de un cristiano. Desde esta visión, todos aquellos aspectos que tienen que ver con la salvaguarda de la vida humana desde su concepción hasta su muerte natural, es decir el aborto o la llamada interrupción del embarazo, la eutanasia o llamada muerte digna, el derecho al reconocimiento de la familia fundada en la unión de un hombre y una mujer, sin asimilaciones con
otras realidades que no lo son, el derecho de los padres a decidir la educación moral y religiosa de los hijos con plena libertad, la libertad religiosa para vivir y expresar la fe sin cortapisas, el derecho a actuar conforme a la conciencia, incluidos casos limites como el aborto, una justa apreciación del derecho a la propiedad, a una vida digna activa y pasiva y a un salario justo, etc. resultan esenciales para el discernimiento del cristiano. Cada cristiano ha de hacer este ejercicio individualmente o en comunidad, apoyado en una razón recta e informada, pidiendo consejo a los mas sabios, a los pastores de su confesión religiosa, para llegar a conclusiones que son personalísimas, de las cuales responderá primero ante Dios, luego ante la comunidad de que forma parte y también ante sus hijos. En este proceso es necesario excluir que las motivaciones sólo políticas o ideológicas guíen nuestros razonamientos. Estamos delante de una de las decisiones mas trascendentales de nuestra vida como personas y como país. + Juan Ignacio
Ascensión del Señor
Ascensión de Nuestro Señor al Cielo El próximo 26 de mayo celebramos la Fiesta de la Ascensión del Señor y ¡Es el momento en el que Jesús regresó al Cielo con su Padre, después de haber cumplido su misión en la tierra!. Publicamos algunos textos que nos ayudaran a meditar y reflexionar sobre esta significativa fiesta en la vida de todos los cristianos y creyentes.
Jesús ascendió a los Cielos A los cuarenta días después de la Resurrección habiendo instruido a sus Apóstoles sobre la nobilísima misión de establecer el Reino de Dios en el mundo, Jesús iba a subir al cielo, donde le esperaban las glorias celestiales. Bendijo a su querida Madre, a los Apóstoles y discípulos y se despidió de ellos. Una nube lo ocultó de sus miradas. Le acompañaban innumerables espíritus, los
primeros frutos de la redención, que Él había sacado del Limbo. Las jerarquías angélicas salían al encuentro del Salvador del mundo. Al situarse junto al Padre, toda la corte celestial entonó un himno glorioso de alabanza, como el que oyó Juan en sus visiones: "Digno es el Cordero, que ha sido degollado, de recibir el poder y la riqueza, la sabiduría y la fuerza, la honra, la gloria y la alabanza" (Ap 5, 12). Jesús entró en los cielos para tomar posesión de su gloria. Mientras estaba en la tierra,
Ascensión del Señor
gustaba siempre de la visión de Dios; pero únicamente en la Transfiguración se manifestó la gloria de su Humanidad Sacratísima, que, por la Ascensión, se colocó al lado del Padre celestial y quedó ensalzada sobre toda criatura humana. La noche antes de morir oraba Jesús al Padre diciendo: "Te he glorificado en la tierra, cumpliendo la obra que me habías encargado. Ahora tú, Padre, dame junto a ti la misma Gloria que tenía a tu lado desde antes que comenzara el mundo"(Juan 17, 4'’). Por estar unida al Verbo Divino, que es la segunda persona de la Santísima Trinidad, la Humanidad de Jesús disfruta del derecho a la gloria eterna. Comparte con el Padre la infinita felicidad y poder de Dios. Justa recompensa por todo lo que hizo y mereció en la tierra. Humanidad elevada al Cielo por encima de toda criatura, porque en la tierra por debajo de todo se humilló. Cuando acabe la lucha en esta vida, Jesús nos dará la gracia de compartir eternamente el gozo de su victoria. Jesús subió a los cielos para ser nuestro Mediador ante el Padre. Allí está intercediendo por nosotros. Subió para rendir cuentas al Padre celestial de la gran obra que había acabado en la tierra. La Iglesia nació, la gracia brota en abundancia de su Cruz en el Calvario y se distribuye por los Sacramentos, la duda de justicia es pagada, la muerte y el infierno son vencidos, el Cielo es abierto y el hombre es puesto en el camino de salvación. Jesús merecía este glorioso recibimiento, al regresar a su hogar. La Ascensión, además, es garantía de nuestra propia subida al Cielo, después del Juicio de Dios. Fue a prepararnos sitio en su Reino y prometió volver para llevarnos con Él. Vayamos en espíritu con Jesús al Cielo y moremos allí. Sea esta nuestra aspiración ahora en fe, esperanza en caridad. Busquemos solamente los gozos verdaderos.
Lo vieron levantarse (Hc 1, 1-11) En mi primer libro, querido Teófilo, escribí de todo lo que Jesús fue haciendo y enseñando hasta el día en que dio instrucciones a los apóstoles, que había escogido, movido por el Espíritu Santo, y ascendió al cielo. Se les presentó después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo, y, apareciéndoseles durante cuarenta días, les habló del reino de Dios. Una vez que comían juntos, les recomendó: «No os alejéis de Jerusalén; aguardad que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que yo os he hablado. Juan bautizó con agua, dentro de pocos días vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo.» Ellos lo rodearon preguntándole: “Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?» Jesús contestó: «No os toca a vosotros conocer los tiempos y las fechas que el Padre ha establecido con su autoridad. Cuando el Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines del mundo.» Dicho esto, lo vieron levantarse, hasta que una nube se lo quitó de la vista. Mientras miraban fijos al cielo, viéndolo irse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: «Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que os ha dejado para subir al cielo volverá como le habéis visto marcharse.» Palabra de Dios. Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios. (Marco 16, 19) Por eso dice: Subiendo a la altura, llevó cautivos y dio dones a los hombres. (Ef 4,8 y Sal 68, 19)
Ascensión del Señor
Así pues, si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Aspirad a las cosas de arriba, no a las de la tierra. (Col 3, 1-2)
Ascensión del Señor
La Ascensión nos dice que en Cristo nuestra humanidad es llevada a la altura de Dios Cuarenta días después de la Resurrección —según el libro de los Hechos de los Apóstoles—, Jesús sube al cielo, es decir, vuelve al Padre, que lo había enviado al mundo. En muchos países este misterio n0 se celebra el jueves, sino hoy, el domingo siguiente. La Ascensión del Señor marca el cumplimiento de la salvación iniciada con la Encarnación. Después de haber instruido por última vez a sus discípulos, Jesús sube al cielo (cf. Mc 16, 19). Él entretanto «no se separó de nuestra condición» (cf. Prefacio); de hecho, en su humanidad asumió consigo a los hombres en la intimidad del Padre y así reveló el destino final de nuestra peregrinación terrena. Del
mismo modo que por nosotros bajó del cielo y por nosotros sufrió y murió en la cruz, así también por nosotros resucitó y subió a Dios, que por lo tanto ya no está lejano. San León Magno explica que con este misterio «no solamente se proclama la inmortalidad del alma, sino también la de la carne. De hecho, hoy no solamente se nos confirma como poseedores del paraíso, sino que también penetramos en Cristo en las alturas del cielo» (De Ascensione Domini, Tractatus 73, 2.4: ccl 138 a, 451.453). Por esto, los discípulos cuando vieron al Maestro elevarse de la tierra y subir hacia lo alto, no experimentaron desconsuelo, como se podría pensar;
Ascensión del Señor
más aún, sino una gran alegría, y se sintieron impulsados a proclamar la victoria de Cristo sobre la muerte (cf. Mc 16, 20). Y el Señor resucitado obraba con ellos, distribuyendo a cada uno un carisma propio. Lo escribe también san Pablo: «Ha dado dones a los hombres... Ha constituido a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y doctores... para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que lleguemos todos... a la medida de Cristo en su plenitud» (Ef 4, 8.11-13). Queridos amigos, la Ascensión nos dice que en Cristo nuestra humanidad es llevada a la altura de Dios; así, cada vez que rezamos, la tierra se une al cielo. Y como el incienso, al quemarse, hace subir hacia lo alto su humo, así cuando elevamos al Señor nuestra oración confiada en Cristo, esta atraviesa los cielos y llega a Dios mismo, que la escucha y acoge. En la célebre obra de san Juan de la Cruz, Subida del Monte Carmelo, leemos que «para alcanzar las peticiones que tenemos en nuestro corazón, no hay mejor medio que poner la fuerza de nuestra oración en aquella cosa que es más gusto de Dios; porque entonces no sólo dará lo que le pedimos, que es la salvación, sino aun lo que él ve que nos conviene y nos es bueno, aunque no se lo pidamos» (Libro III, cap. 44, 2, Roma 1991, 335). Supliquemos, por último, a la Virgen María para que nos ayude a contemplar los bienes celestiales, que el Señor nos promete, y a ser testigos cada vez más creíbles de su Resurrección, de la verdadera vida.
BENEDICTO XVI REGINA CÆLI, domingo 20 de mayo de 2012
Ascensión del Señor
El cielo es, por excelencia, el signo de la trascendencia divina
El cielo es, por excelencia, el signo de la trascendencia divina
“Así pues, la Ascensión es una epifanía trinitaria, que indica la meta hacia la que se dirige la flecha de la historia personal y universal”, señaló el entonces Papa Juan Pablo II en la Catequesis sobre la Ascensión del Señor y que publicamos a continuación.
La gloria de la Trinidad en la Ascensión 1. El misterio de la Pascua de Cristo envuelve la historia de la humanidad, pero al mismo tiempo la trasciende. Incluso el pensamiento y el lenguaje humano pueden, de alguna manera, aferrar y comunicar este misterio, pero no agotarlo. Por eso, el Nuevo Testamento, aunque habla de «resurrección», como lo atestigua el antiguo Credo que San Pablo
mismo recibió y transmitió en la primera carta a los Corintios (cf. 1 Co 15, 3-5), recurre también a otra formulación para delinear el significado de la Pascua. Sobre todo, en san Juan y en san Pablo se presenta como exaltación o glorificación del Crucificado. Así, para el cuarto evangelista, la cruz de Cristo ya es el trono real, que se apoya en la tierra, pero
Ascensión del Señor
penetra en los cielos. Cristo está sentado en él como Salvador y Señor de la historia. En efecto, Jesús, en el evangelio de San Juan, exclama: «Yo, cuando sea levando de la tierra, atraeré a todos hacia mí» (Jn12, 32; cf. 3, 14; 8, 28). San Pablo, en el himno insertado en la carta a los Filipenses, después de describir la humillación profunda del Hijo de Dios en la muerte en cruz, celebra así la Pascua: «Por lo cual Dios lo exaltó y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre. Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos, y toda lengua confiese que Cristo Jesús es Señor, para gloria de Dios Padre» (Flp 2, 9-11). 2. La Ascensión de Cristo al cielo, narrada por San Lucas como coronamiento de su evangelio y como inicio de su segunda obra, los Hechos de los Apóstoles, se ha de entender bajo esta luz. Se trata de la última aparición de Jesús, que «termina con la entrada irreversible de su humanidad en la gloria divina simbolizada por la nube y por el cielo» (Catecismo de la Iglesia católica, n. 659). El cielo es, por excelencia, el signo de la trascendencia divina. Es la zona cósmica que está sobre el horizonte terrestre, dentro del cual se desarrolla la existencia humana. Cristo, después de recorrer los caminos de la historia y de entrar también en la oscuridad de la muerte, frontera de nuestra finitud y salario del pecado (cf. Rm 6, 23), vuelve a la gloria, que desde la eternidad (cf. Jn 17, 5) comparte con el Padre y con el Espíritu Santo. Y lleva consigo a la humanidad redimida. En efecto, la carta a los Efesios afirma: «Dios, rico en misericordia, por el grande amor con que nos amó, (…) nos vivificó juntamente con Cristo (…) y nos hizo sentar en los cielos con Cristo Jesús» (Ef2, 4-6). Esto vale, ante todo, para la Madre de Jesús,
María, cuya Asunción es primicia de nuestra ascensión a la gloria. 3. Frente al Cristo glorioso de la Ascensión nos detenemos a contemplar la presencia de toda la Trinidad. Es sabido que el arte cristiano, en la así llamada Trinitas in cruce ha representado muchas veces a Cristo crucificado sobre el que se inclina el Padre en una especie de abrazo, mientras entre los dos vuela la paloma, símbolo del Espíritu Santo (así, por ejemplo, Masaccio en la iglesia de Santa María Novella, en Florencia). De ese modo, la cruz es un símbolo unitivo que enlaza la unidad y la divinidad, la muerte y la vida, el sufrimiento y la gloria. De forma análoga, se puede vislumbrar la presencia de las tres personas divinas en la escena de la Ascensión. San Lucas, en la página final del Evangelio, antes de presentar al Resucitado que, como sacerdote de la nueva Alianza, bendice a sus discípulos y se aleja de la tierra para ser llevado a la gloria del cielo (cf. Lc 24, 50-52), recuerda el discurso de despedida dirigido a los Apóstoles. En él aparece, ante todo, el designio de salvación del Padre, que en las Escrituras había anunciado la muerte y la resurrección del Hijo, fuente de perdón y de liberación (cf. Lc 24, 45-47). 4. Pero en esas mismas palabras del Resucitado se entrevé también el Espíritu Santo, cuya presencia será fuente de fuerza y de testimonio apostólico: «Voy a enviar sobre vosotros la Promesa de mi Padre. Por vuestra parte, permaneced en la ciudad hasta que seáis revestidos de poder desde lo alto» (Lc 24, 49). En el evangelio de san Juan el Paráclito es prometido por Cristo, mientras que para san Lucas el don del Espíritu también forma parte de una promesa del Padre mismo. Por eso, la Trinidad entera se halla presente
Ascensión del Señor
en el momento en que comienza el tiempo de la Iglesia. Es lo que reafirma san Lucas también en el segundo relato de la Ascensión de Cristo, el de los Hechos de los Apóstoles. En efecto, Jesús exhorta a los discípulos a «aguardar la Promesa del Padre», es decir, «ser bautizados en el Espíritu Santo», en Pentecostés, ya inminente (cf.Hch 1, 4-5). 5. Así pues, la Ascensión es una epifanía trinitaria, que indica la meta hacia la que se dirige la flecha de la historia personal y universal. Aunque nuestro cuerpo mortal pasa por la disolución en el polvo de la tierra, todo nuestro yo redimido está orientado hacia las alturas y hacia Dios, siguiendo a Cristo como guía. Sostenidos por esta gozosa certeza, nos dirigimos al misterio de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, que se revela en la cruz gloriosa del Resucitado, con la invocación, impregnada de adoración, de la beata Isabel de la Trinidad: «¡Oh Dios mío, Trinidad que adoro, ayúdame a olvidarme completamente de mí para establecerme en ti, inmóvil y quieta, ¡como si mi alma estuviese ya en la eternidad…! Pacifica mi alma. Haz de ella tu cielo, tu morada predilecta y el lugar de tu descanso… ¡Oh mis Tres, mi todo, mi Bienaventuranza, Soledad infinita, Inmensidad en la que me pierdo, yo me abandono a ti…, a la espera de poder contemplar a tu luz el abismo de tu grandeza!» (Elevación a la Santísima Trinidad, 21 de noviembre de 1904). Papa San Juan Pablo II, Catequesis: Audiencia Genera
Fiesta de la divina Misericordia
Desde Roma
«Nos escucha cuando le rezamos, cuando confiamos en él, cuando lo invocamos»
«¿Pienso en Cristo todavía como un Dios distante y lejano o lo conozco como mi buen pastor, que me conoce y me ama?»
racterizan este concepto en que el Maestro dice: «Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen»: «Escuchar, conocer, seguir. Veamos estos tres verbos», dijo Francisco y explicó que, en primer lugar, «la iniciativa viene siempre del Señor; todo parte de su gracia: es Él que nos llama a la comunión con Él. Pero esta comunión nace si nosotros nos abrimos a la escucha».
Durante el Regina Caeli del IV Domingo de Pascua, en que se celebró la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, el Santo Padre comentó el pasaje del evangelio de San Juan nos habla del vínculo que hay entre el Señor y cada uno de nosotros con la imagen Disponibilidad, docilidad y tiempo dedicado al diálogo tierna y hermosa del pastor que está con las Al destacar que «escucha significa disponibiovejas. El Papa se refirió a los tres verbos que ca- lidad, docilidad, tiempo dedicado al diálogo»,
Desde Roma
el Obispo de Roma afirmó: «Hoy estamos abrumados por las palabras y por la prisa de tener que decir o hacer algo siempre. ¡Cuánto cuesta escucharse! ¡En la familia, en la escuela, en el trabajo, incluso en la Iglesia! Pero para el Señor sobre todo es necesario escuchar» Teniendo en cuenta que «Él es la Palabra del Padre y el cristiano es hijo de la escucha, llamado a vivir con la Palabra de Dios y llevada de la mano», el Pontífice invitó a preguntarnos «si somos hijos de la escucha, si encontramos tiempo para la Palabra de Dios, si damos espacio y atención a los hermanos y a las hermanas». «Quien escucha a los otros escucha también al Señor, y viceversa.Y experimenta una cosa muy bonita, es decir que el Señor mismo escucha: nos escucha cuando le rezamos, cuando confiamos en Él, cuando lo invocamos»
añadió que así será «sobre todo en los sufrimientos, en las fatigas, en las crisis»: Y así, precisamente «en las situaciones difíciles, podemos descubrir ser conocidos y amados por el Señor». «Preguntémonos entonces: ¿yo me dejo conocer por el Señor? ¿Le hago espacio en mi vida, le llevo eso que vivo? Y, después de muchas veces en las que he experimentado su cercanía, su compasión, su ternura, ¿qué idea tengo de Él? ¿Pienso en Él todavía como un Dios distante y lejano, indiferente con mis asuntos, o lo conozco como mi buen pastor, que me conoce y me ama?» Después de estas preguntas el Santo Padre se refirió al tercer verbo: las ovejas que escuchan y se descubren conocidas siguen a su pastor.Y quien sigue a Cristo, dijo, «va donde está Él, en el mismo camino, en la misma dirección. Va a buscar a quien está perdido, se interesa por quien está lejos, se toma en seEscuchar a Jesús rio las situaciones de quien sufre, sabe llorar Francisco prosiguió explicando que «escu- con quien llora, tiende la mano al prójimo, se char a Jesús se convierte así en el camino lo carga sobre los hombros». para descubrir que Él nos conoce. Este es el segundo verbo, que se refiere al buen pas- Antes de rezar la plegaria mariana el Papa tor: Él conoce a sus ovejas». «Pero esto no Francisco concluyó diciendo: significa sólo que sabe muchas cosas sobre «¿Y yo? ¿Me dejo sólo amar por Jesús o paso nosotros: conocer en sentido bíblico quiere del amarlo al imitarlo? Que la Virgen Santa decir amar. Quiere decir que el Señor, mien- nos ayude a escuchar a Cristo, a conocerlo tras ‘nos lee dentro’, nos quiere». De ahí que, cada vez más y a seguirlo en el camino del si lo escuchamos, descubrimos que el Señor servicio» nos ama. Entonces la relación con Él ya no será impersonal, fría o de fachada». Fuente: Vatican News «Jesús busca una cálida amistad, una confidencia, una intimidad. Quiere donarnos un conocimiento nuevo y maravilloso: el de sabernos siempre amados por Él y por tanto nunca dejados solos a nosotros mismos» Tras destacar que si estamos con el buen pastor viviremos la experiencia de la que habla el Salmo que dice que él está con nosotros, aunque pasemos por un valle oscuro, por lo que ningún mal temeremos, Francisco
Actualidad
En vez de tratar su depresión, la maquinaria trans separó a la hija de la madre:
El sistema transgénero se llevó a su hija con depresión, la hormonó... y 3 años después se suicidó
P
ara Abby Martínez, salvadoreña residente en California, lo ocurrido el 4 de septiembre de 2019 fue la constatación de una realidad que sacude sin descanso a ya numerosas familias de todo el mundo. Aquella noche fue la última vez que habló con su hija Yaeli. Tras años de profunda depresión, una asociación LGTB incitó a la muchacha a co-
menzar el cambio de género, como si esto fuese a motivar su recuperación. No lo hizo. Poco después de comenzar el tratamiento de género, la joven se quitó la vida. Iba a cumplir 20 años. Abby detalló a Daily Signal que desde el comienzo del día le invadió una profunda tristeza. Había quedado con una amiga a comer, pero casi no tocó el plato. No sabía lo que ocurría, pero estaba profundamente afectada porque su hija Yaeli, de 19 años, hubiese anunciado que comenzaría a vivir como Andrew. Aquel día Abby escribió a su hija para ver cómo estaba, sin obtener respuesta. Al final respondió, y su madre respiró aliviada. "Está bien", pensó. "Me contó cómo le había ido en el trabajo", explicó. Pero dejó de responder. Horas después, el teléfono volvió a sonar: era la policía. "Mi corazón comenzó a latir muy rápido", recuerda. Esa noche, Abby acudió a la casa de su hija, acompañada por la policía. No estaba. Buscó en los hospitales cercanos, y no había ni rastro de su hija. A la mañana siguiente, después de recoger a su hijo del colegio, la preocupada madre recibió una nueva llamada, esta vez de la oficina forense. "¿Dónde está mi hija? Quiero ir a verla", dijo.
Actualidad
"Lo siento mucho, pero no podrá ver a su de eso le hacía feliz". hija", respondieron. Tres años después de comenzar el proceso, lejos de mejorar, Abby recibió la fatídica llaUn cambio de vida al margen de los padres mada que le informó de que su hija se había Desde la adolescencia, Yaeli fue víctima de tirado a las vías del tren. una fuerte depresión, agravada por los problemas que atravesaban sus padres. Un dolor que nunca desaparece: "Os la lleEn la escuela secundaria, una amiga que de- vasteis" cía sentirse chico le sugirió a Yaeli que el mo- "No le deseo a ningún padre que pase por tivo de su depresión podía ser una posible esto, es un dolor que nunca desaparece y disforia de género. Una asociación LGTB la cada vez que respiras puedes sentir el dolor", animó a comenzar la "transición de género", expresó Martínez a The Daily Signal. Acto seguido, acudió al departamento de sin ningún contacto con su familia. Cuando su madre se enteró, ya era dema- Servicios para Niños y Familias. "Os llevassiado tarde. teis a mi hija lejos de mí, me dijisteis que iba "Se supone que la escuela debería habernos a estar mejor y ahora ella se ha ido", repropermitido saber lo que ocurría, pero nun- chó. Una vez más, obtuvo el silencio como ca me enviaron ningún mensaje diciéndome respuesta. que necesitaban hablar sobre mi hija", expre- Abby recuerda haber comentado en repesó Abby. Al parecer, fue la propia escuela la tidas ocasiones la depresión de su hija, pero que convenció a la joven de no hablar del "no les importó". tema con su familia porque no apoyarían la "Ojalá algún día el sistema cambie y ayuden de verdad a los jóvenes. Quiero que investi'transición'. guen lo que está pasando. ¿Por qué los niños Los padres, tratados como un "peligro" para se comportan así? ¿Por qué se sienten de esa forma? Quiero que sean conscientes [de sus hijos Cuando la madre expresó su preocupación la importancia] de la salud mental", expresó, a la escuela, el psicólogo escolar recomendó "pero no hablan de eso: hay muchos niños al joven vivir fuera de la casa familiar. Poco que se están suicidando mientras el sistema después, el departamento de Servicios para les ofrece que les pagarán cualquier cosa, Niños y Familias de Los Ángeles le retiró la desde hormonas hasta cualquier cirugía". "Me gustaría que, en vez de gastar millones custodia de su hija. Durante los siguientes seis meses, la madre de dólares en estos niños, nos permitiese solo pudo verla una hora a la semana. Los volver a ser padres y nos brindase las herraservicios sociales pensaban que "si mante- mientas que necesitamos", pero en lugar de nían a Yaeli fuera de su casa, tendría más pro- ello, "el sistema está destruyendo a nuestras babilidades de sobrevivir", que fuera de casa familias", advierte. Actualmente, Martínez de"no intentaría suicidarse", recuerda ahora la nuncia cómo el movimiento transgénero no solo ha afectado a su familia, sino a muchas madre. otras por todo el mundo. Pasaron tres años separadas. Ese tiempo la joven sometió su cuerpo a hormonas cruFuente: https://www.religionenlibertad.com zadas que lo alteraran y cambió su nombre legal a Andrew. Pero, según su madre, "nada
Sí a la Vida
Tras tres abortos, relata «la muerte en vida» del síndrome posaborto: «La Virgen me ayudó»
D
urante años, "salir de la muerte en vida" fue lo único que buscó la chilena Sonia Bastías. Aquella depresión fue solo una de las múltiples consecuencias que el aborto tuvo en su vida y que hizo que el "hermoso jardín" en el que vivió hasta entonces se transformase en un sepulcro sin luz, vida ni felicidad. Ha contado a Provida Latam su vivencia del síndrome posaborto y como gracias a la Virgen de Lourdes y Proyecto Esperanza, recuperó la felicidad la dignidad para convertirse en lo que es hoy, "Sonia, amiga de Dios". Para Sonia, que siempre fue católica y provida, el primer encuentro que tuvo con el aborto fue para intentar evitarlo. Una amiga embarazada que iba a abortar le entregó una carta dirigida a su madre "por si pasaba algo" y le pidió que le acompañase a la clínica. Sonia acudió con su rosario, rezando por su amiga y su hijo desde fuera de la clínica, pero nunca esperó lo que sucedería a continuación. "¿Tomamos un café?", le dijo su amiga después de abortar. El aborto lo destruyó todo Ver la reacción de su amiga generó la impresión en Sonia de que "igual el aborto no era tan malo" y de que "a lo mejor si era una solución" para ella. Poco después, a los 20 años, Sonia quedó embarazada de mellizos. "Estaba sola, se lo conté a mi amiga y me dijo que me devolvía la mano y me acompañó [a abortar]". Cuenta que de haber sido consciente de lo
que estaba a punto de hacer, "jamás lo habría hecho", pero entonces solo tuvo "ese alguien que te dice que la solución es el aborto". Pero cuando salió, no pidió tomar un café. "Salí con una pena tan grande en el alma que mi vida cambió totalmente. Me encerré en mi misma, estaba triste y no tenía como buscar consuelo. Lo guardé tan dentro de mí que lo olvidé, y desde entonces solo me dediqué a estudiar para entender por qué los seres humanos no somos felices aún teniéndolo todo", relata. Recuerda que siempre fue "la alegría de la fiesta", le encantaba cantar, tocar la guitarra y ver a sus amigos, pero el aborto la devastó. "Se apagó todo. Nunca más canté", menciona. Pastillas y whisky: los primeros síntomas del síndrome Pero Sonia siempre quiso tener hijos. Pronto quedó embarazada, tuvo dos hijos en complicados partos por cesárea que ponían en riesgo su vida y cuando su hija pequeña aún no caminaba, su tercer hijo ya estaba en camino. "¿Cómo eres tan irresponsable? ¿Quieres morirte y dejar a tus hijos abandonados? No puedes tener ese hijo", le dijo el doctor. Explica que, convencida por la cláusula del riesgo de la madre, abortó a su tercer hijo, pero en esta ocasión no pudo enterrar su dolor. "Entré en una depresión terrible durante 20 años y cada día tomaba pastillas, fumaba dos
Sí a la Vida
cajetillas de tabaco, cuando sentía angustia pastillas Madre Santa no tiene sentido. Por comía todo lo que veía y tomaba un whisky favor, ayúdame, esto no es vida y prefiero morir", rogó. por las noches para poder dormir", relata. Entonces oyó cómo un sacerdote le estaba Buscando una tercera hija, quedó nuevamen- ofreciendo la unción de enfermos. "Recibite embarazada y pese al riesgo que corría, mos la unción y sentó un alivio en mí, una decidió "jugársela por la vida" para reparar esperanza, que algo bueno venía", menciona. sus anteriores decisiones: "Yo me puedo mo- Los siguientes acontecimientos se sucedierir, pero mi hija va a nacer. Tengo que vencer ron a un ritmo vertiginoso. Buscando reparar sus errores, Sonia se entregó por completo a la muerte". Tras su aborto, Sonia recuerda la sensación a jóvenes embarazadas para "ayudarlas a ser continua de "vivir en un sepulcro", hasta que madres" cuando le descubrieron un tumor encontró la esperanza. en las costillas. Era un 11 de marzo. "Lo primero que pensé era que no tenía que Lourdes y Fátima, del sepulcro a la esperanza tener miedo porque le acababa de pedir a la Virgen ayuda y ella lo estaba haciendo y Pero la depresión y las secuelas de sus abor- quería lo mejor para mí", explica. tos no remitieron y conforme pasó el tiem- Dos meses después, tras varios retrasos en po comprendió que aquella decisión se lo la operación de urgencia para extirpar el tuhabía quitado todo. "El sentido de la vida, mi mor, el día de la operación coincidió con la dignidad de hija de Dios creada por amor y víspera de la fiesta de la Virgen de Fátima: para amar. Desde entonces no pude amar "Me sacaron un tumor de 5 centímetros en en plenitud, sino con desconfianza y recelo. las costillas, donde se genera la vida y donde Era como vivir en un sepulcro, tomar el sol yo guardé el dolor del primer aborto". Miy volver al sepulcro. El aborto es la muerte lagrosamente, el tumor había quedado endisfrazada de solución", relata. capsulado y no se había extendido. "Yo le Cansada, Sonia acudió a la Virgen de Lour- pedí ayuda a la Virgen, ella me ayudó y todo des pidiendo la sanación. "Vivir tomando terminó".
Sí a la Vida
Sanando las heridas del aborto Meses después, Sonia conoció Proyecto Esperanza al ser invitada a un seminario para capacitación de adolescentes. "Al decir que yo había abortado, dije que creía tener los síntomas del síndrome posaborto. Me hicieron el acompañamiento y pude sanar mis heridas, reencontrarme con mis hijos, recuperé mi capacidad de amar y lo más importante, recuperé mi dignidad y volví a sentirme hija de Dios". Pasados los años, Sonia es muy consciente de que el aborto no solo quita "la dignidad o la capacidad de amar": "Si no fui capaz de amar a mis hijos, ¿cómo voy a poder amar a otras personas? Mi alma se encerró en una penumbra, no tenía sentido ni alegría, porque no fui capaz de amarles ni cuidarles". También menciona las repercusiones que este "asesinato" tiene en la familia. En el caso de su primer aborto, recuerda que "destruyó" su relación porque "robó" su capacidad de amar" y nunca volvió a ver a su novio. En la segunda ocasión, "estuvimos a punto de separarnos, porque le culpé a él diciéndole que no me había cuidado. Cuando lo pudimos hablar fue muchos años después de luchar por nuestro matrimonio, los dos éramos personas de fe y Dios siempre nos acompañó en nuestra lucha con su amor y protección hasta que llegó la luz a mi vida con el Proyecto Esperanza".
aborto deja secuelas". Entre ellas, "fumar, bebér, buscar la promiscuidad y un camino de destrucción" en que la cultura de la muerte "no solo quiere destruir tu cuerpo", sino que también "quiere el alma". "El alma de la mujer es la esencia de la vida, por eso el abrto nos quita la esencia. Por eso es importante saber que Dios es amor y que su hijo Jesús nos enseñó a amar hasta la muerte, porque solo así se logra una vida plena y eterna después de la muerte", añade. A día de hoy, Sonia está "llena de esperanza" en defensa de la vida y espera que "el día que muera pueda vivir en ese jardín hermoso en el que viví antes del aborto". Frente al miedo, la fe: "Yo os acompañaré"
Antes de concluir, se dirige a todas las mujeres que, como ella hace años, piensan en abortar. "Busca y rodéate de gente que te ame, que te dé cariño y compañía y aléjate de los que te den la solución fácil, porque después te abandonan. Dios no nos regala algo de lo que no podamos salir, es el miedo el que nos paraliza y contra el miedo necesitamos fe, compañía, apoyo y esperanza". Actualmente, Sonia está presente en redes sociales e internet ayudando a todas aquellas mujeres que se plantean el aborto como alternativa o que buscan apoyo tras haberlo cometido. Para ello, pone a su disposición su Facebook e Instagram (Sonia Amiga de Dios), así como su correo electrónico, soniaamigaSonia relata que antes de abortar, todo son dedios@gmail.com. "Llámenme, búsquenme, "palabras dulces" y apoyo, hasta que tarde yo os acompañaré para que salgáis adelano temprano llega el síndrome posaborto: te con vuestros hijos porque un hijo cambia "como la muerte en vida, sola y sin alegría" la vida siempre para bien. Soy amiga de mi Padre, y los que son amigos se ayudan y se apoyan", concluye. La muerte quiere tu cuerpo... y tu alma Desde que sanó sus heridas, Sonia ha asumido que su misión es "dar la cara, con nombres y apellidos", para anunciar que "el
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Esperanzas y preocupaciones en un momento crucial de nuestra patria
Mensaje conclusivo de la 125 ª Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Chile 1. Nuestra primera palabra es de alegría y esperanza, porque Cristo vive Resucitado en medio nuestro y la fuerza de su vida nueva no nos abandona. Aún en medio de incertidumbres y dolores, el reino de Dios se hace presente en la historia y se manifiestan entre nosotros múltiples gérmenes de un mundo nuevo. También nos alegra la recuperación creciente de la presencialidad en nuestras actividades y convivencia, lo que nos ha permitido, entre otras cosas, celebrar con gozo nuestra fe en la reciente Semana Santa. Manteniendo el cuidado mutuo y las medidas sanitarias básicas mientras sea necesario, animamos a todos a caminar juntos y fortalecer nuestro compromiso por un mundo mejor. 2. Los motivos de alegría no nos impiden reconocer las grandes preocupaciones que tenemos sobre el acontecer social y político de nuestra patria. Sobre todo, la crisis migratoria, que es reflejo de un drama humano
que nos interpela, y muy especialmente el clima de violencia, que se expresa en la delincuencia, el narcotráfico, la protesta social destructiva, en la convivencia escolar, la situación de la Araucanía, y, en general, en un ambiente político crispado. Más allá del mundo del crimen, lamentablemente la violencia se vuelve un recurso habitual para expresar demandas y reclamos, perdiéndose el sentido de los límites y fracturándose la convivencia democrática. Prima la subjetividad de la propia mirada, con prescindencia del bien común. A los problemas en nuestra convivencia social, se suma como preocupación un escenario económico actual muy vulnerable, que augura un tiempo difícil por delante, especialmente para las personas más pobres. Estas realidades generan un ambiente de pesimismo y desconfianza, que exige de todos crear un clima de diálogo y de acuerdo, para enfrentar con espíritu de colaboración los temas urgentes que el país debe abordar. Nuestra convivencia democrática está seriamente dañada y todos tenemos que contribuir para mejorarla, sobre todo quienes ejercen liderazgos sociales y políticos en los
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más diversos campos. 3. El proceso constituyente vive momentos cruciales y en pocos días más se cerrará la etapa de deliberación y votación de normas, para pasar a la fase de armonización del texto constitucional. El país ha puesto gran esperanza en este proceso, al aprobarlo ampliamente, porque lo ha considerado un camino institucional para superar una situación de crisis. Sin embargo, muchos tienen hoy serias dudas de que esté siendo un punto de encuentro y de acuerdo en torno a un horizonte compartido sobre el país que queremos construir. Hay signos que parecen mostrar el deseo de imponer una refundación social, política e incluso cultural que no ha sido suficientemente dialogada y madurada por la sociedad. Con todo, valoramos que sea la propia ciudadanía la que, en definitiva, juzgue la conveniencia o no de aprobar el texto propuesto, por lo que llamamos a todos a informarse, debatir con altura de miras, y optar por la opción que realmente contribuya a configurar un país más justo y en unidad. Más allá de cualquier otra consideración, lo clave del plebiscito de salida es juzgar la pertinencia o no del texto propuesto, en orden a ofrecer un ordenamiento jurídico, político y social que nos ayude a transitar a esa sociedad más justa y fraterna que todos queremos. Cimientos fundamentales para edificar nuestra sociedad son, entre otros, el respeto de la dignidad humana, el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural, la búsqueda del bien común, la solidaridad y la preocupación por los más pobres y vulnerables. Como pastores de la Iglesia, una vez que sea presentado el texto constitucional, esperamos ofrecer una palabra orientadora, para iluminar desde el Evangelio la decisión que cada católico debe tomar en conciencia.
4. No olvidamos entre nuestras preocupaciones la situación de guerra que vive Ucrania, calificada por el Papa como “inaceptable agresión armada y masacre que debe ser detenida”. Invitamos a los creyentes a seguir orando por la paz y agradecemos el aporte recibido con ocasión de la colecta realizada en las eucaristías el pasado domingo 24, aporte que puede seguir realizándose en las Diócesis y en la cuenta bancaria de Caritas Chile. 5. Como Iglesia católica en Chile, vivimos actualmente un tiempo de diálogo y de encuentro, de la mano del proceso sinodal al que el Papa Francisco ha invitado a la Iglesia universal. Buscamos profundizar en las exigencias de nuestra conversión pastoral, para estar como Iglesia a la altura de la misión que el Señor nos ha encomendado. Llamamos a los católicos a participar de esta búsqueda y a unirse en oración por el buen desarrollo de las asambleas diocesanas, y por la III Asamblea Eclesial Nacional que realizaremos en octubre próximo. 6. El término de nuestra Asamblea Plenaria coincide con el aniversario de los 40 años de la pascua del obispo Enrique Alvear Urrutia, cuyo lema episcopal fue: “El Señor me envió a evangelizar a los pobres”. A estos hermanos, con muchos y nuevos rostros, queremos seguir sirviendo en el Chile actual con la caridad de Cristo. Nos acogemos a la maternal protección de nuestra Madre, la Virgen del Carmen, para que nos acompañe en este caminar como Iglesia y como país, y podamos edificar en todos los niveles una convivencia solidaria y respetuosa de la vida. Santiago, 29 de abril de 2022.
VALORES
CIRUGÍAS PAD ADMISIÓN
NOMBRE CIRUGÍA Manga Gástrica By Pass Gástrico Amigdalectomía Cesárea Colelitiasis Criptorquidia (Ped) Dedo en gatillo Fimosis Hernia abdominal complicada Hernia abdominal simple Hernia Núcleo Pulposo Hidrocele y/o hematocele Hiperplasia de la próstata Histerectomía Litotripsia extracorpórea Menisectomía Parto Prolapso vaginal anterior y/o posterior Ruptura manguito rotador Síndrome del túnel carpiano Tiroidectomía total Varicocele unilateral Vegetaciones adenoides
CÓDIGO 25-01-059 25-01-058
25-01-014 25-01-009 25-01-001 25-01-018 25-01-048 25-01-017 25-01-005 25-01-004 25-01-030 25-01-053 25-01-016 25-01-034 25-01-036 25-01-035 25-01-009 25-01-026 25-01-038 25-01-037 25-01-051 25-02-004 25-01-015
COPAGO PACIENTE $ 2.612.270 $ 2.868.640 $ 300.550
$ 307.870 $ 806.540 $ 419.810 $ 285.790 $ 250.550 $ 529.510 $ 376.870 $ 980.960 $ 311.670 $ 626.730 $ 645.390 $ 657.090 $ 574.710 $ 307.870 $ 565.620 $ 1.606.680 $ 453.030 $ 753.740 $ 351.770 $ 258.200
Vida Diocesana
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Seminaristas participan de Jornada de Prevención de Abusos
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l pasado jueves 12 de mayo, los alumnos del seminario San Pedro Apóstol de la Diócesis de San Bernardo, participaron del programa de formación Básica 1, Cuidado y Esperanza, para la prevención de abusos y protección de menores de edad y la promoción de ambientes sanos y seguros en la Iglesia Católica. Las ponencias estuvieron a cargo de los miembros del Consejo de Prevención de la Diócesis de San Bernardo, integrada por: Mons. Juan Ignacio González, Claudia Hernández, abogada y el Pbro. Eric González, quien abordó la aplicación de las Líneas Guía Cuidado y Esperanza para la Prevención de abusos y los procedimientos claros y coordinados en el manejo de los casos de abuso, tanto para asistir a las víctimas como para hogares y comunidades vinculadas a la Iglesia formar a la comunidad eclesial en la protec- Católica de la Diócesis. ción de los menores de edad. Los alumnos quienes fueron particularmente receptivos de la temática quedan ahora Además, se les explicó en qué consiste la a la espera de la formación Básica 2 que se promoción de las buenas prácticas y am- realizará el segundo semestre. bientes sanos en cada parroquia, colegios,
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26 de junio: Domingo de Oración por la Iglesia Perseguida
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n pleno siglo XXI, hay personas discriminadas e incluso perseguidas por su fe. El 67% de la población mundial vive en países con graves violaciones a la libertad religiosa. En el caso de los cristianos, el 27% vive en países donde la libertad religiosa se ve gravemente atacada. Los cristianos son el grupo religioso más perseguido del mundo. Y aunque cueste creerlo, muchas veces las víctimas son niñas pequeñas, sólo unas adolescentes que están comenzando a vivir. Son en esas niñas en quienes queremos fijar los ojos este Domingo de Oración, porque como nos dijo una de ellas, Maira Shabaz, pakistaní, de sólo 14 años luego de ser secuestrada, violada y obligada a dejar su fe cristiana para convertirse al islam: “Sé que hay muchas otras niñas y mujeres jóvenes, no solo cristianas sino también de otras religiones, que sufren secuestro, violación, conversión forzada y matrimonio, no solo en Pakistán sino en muchos otros países del mundo. ¿Quién nos ayudará? ¿Quién hablará por nosotros? ¿A quién le importa nuestra situación?” Y Maira también nos señala: “Muchas gracias a Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) y a los miles de personas que han hecho todo lo posible para ayudarnos y protegernos. Estoy agradecida por sus oraciones”. Para dar voz a las niñas cristianas víctimas de violencia por su fe, ACN publicó el informe “Escuche sus llantos: el secuestro, la conversión forzada y la victimización sexual de mujeres y niñas cristianas”. Este informe muestra que, en situaciones de
conflicto, como son las insurgencias islamistas en Medio Oriente y partes de África –las mujeres de las minorías sufren más altas tasas de explotación sexual. En Pakistán, la investigación sugiere que las cristianas podrían comprender hasta el 70% de las mujeres y niñas convertidas y casadas a la fuerza. Y en Nigeria este número llegaría al 90%. El problema, sin embargo, es que examinar el tema de la violencia sexual y la persecución de las minorías religiosas está lejos de ser simple. Si bien existe un creciente consenso sobre la necesidad de investigar la naturaleza y la escala de la coerción religiosa y sexual de las mujeres, los desafíos de emprender la tarea se han destacado constantemente en los estudios sobre el tema. Un informe describió el asunto como "complejo, violento y oculto". La presión social, incluido el miedo a avergonzar a la familia y la amenaza de represalias por parte de los secuestradores y sus cómplices, son algunos de los factores que se suelen citar para explicar las dificultades de investigar el tema. Pero más allá de cifras mayores o menores, aquí nos encontramos con el dolor de las niñas y de sus familias. “¿Te imaginas lo que es ser madre y saber que le están haciendo estas cosas terribles a tu hija? Lo que quizás sea aún peor es darse cuenta de que no hay absolutamente nada que puedas hacer al respecto, y todo debido a la fe que profesamos.” Estas son las palabras de una madre cristiana que habla a Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) sobre el secuestro, el matrimonio for-
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zado y la conversión forzada de su hija, una niña que apenas comienza su adolescencia. Profundamente angustiada por la esclavitud sexual a la que fue sometida su hija, la mujer nos rogó que no revelemos sus identidades ni su paradero por temor a represalias por parte de grupos extremistas. Este es solo uno de los muchos testimonios que en ACN recibimos de primera mano. Semana tras semana, se nos informan casos en los que niñas y mujeres jóvenes de familias cristianas son obligadas a la esclavitud sexual y la conversión religiosa, a menudo bajo pena de muerte. “Escuche sus llantos: El secuestro, la conversión forzada y la victimización sexual de mujeres y niñas cristianas” también responde a la creciente conciencia entre los observadores de derechos humanos y las organizaciones de vigilancia de la persecución de que este tema es cada vez más urgente. Durante demasiado tiempo, el mundo ha permanecido en silencio. Este año queremos que tú y muchos más, recen en Chile por ellas el 26 de junio, es el “Domingo de Oración por los Cristianos Perseguidos”. Si quieres saber más del informe entra a nuestra página web www.acn-chile.org
Unos días después, en un video de redes sociales, Ranya, una cristiana devota, apareció con un pañuelo musulmán y dijo que se había convertido al Islam nueve años antes. Señaló que había abandonado su casa por su propia voluntad. Recitó la shahada (profesión de fe islámica) y le pidió a su esposo y a su familia que dejaran de buscarla. La familia estaba extremadamente desconfiada ya que, contrariamente a lo que se decía en el video, no faltaba ninguna de sus joyas. Su hermano, Remon, dijo: "Definitivamente fue secuestrada y obligada a hacer ese video". Agregó que creía que había sido "amenazada y coaccionada”. No se logró ningún progreso en dar con su paradero hasta que la diócesis local, dirigida por el obispo ortodoxo copto Binjiman de Menoufia, se hizo cargo de su caso. El 15 de julio, Ranya finalmente fue liberada. Las fotos de ella en casa con su familia se volvieron virales en las redes sociales, al igual que su declaración de que nunca se había convertido al Islam. Aunque no se hicieron públicos los detalles de su desaparición, AlAzhar, la autoridad islámica que registra las conversiones al Islam, la respaldó diciendo que no se había convertido, ya que en el Islam no puede haber “coacción en la religión”. El obispo Binjiman confirmó más tarde que Ranya había sido secuestrada por dos mujeres que la habían obligado a subir a un auto. Dijo que la policía le había dicho a la familia que no hablara públicamente sobre el caso, y agregó que estaba al tanto de 15 casos similares de secuestros. El obispo dijo que, durante los casi tres meses que estuvo detenida, Ranya había sido abusada sexual y psicológicamente por sus captores.
RANYA ABD AL-MASIH Ranya, de 39 años, desapareció de la aldea de Mina en la gobernación de Menoufia el 22 de abril de 2020. Al día siguiente, la fami- Fuente: Articulo enviado por Ayuda a la Iglelia denunció a la policía la desaparición de la sia que Sufre profesora de inglés y madre de tres hijos.
Vida Diocesana
Con fe se vivió Fiesta de Cuasimodo en la Diócesis
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omo cada en año en la Fiesta de la Divina Misericordia, numerosos cuasimodistas y fieles de todos los rincones de la Diócesis salieron en caballos, carretas y bicicletas para celebrar la tradicional fiesta de Cuasimodo.
Los gritos de “¡Viva Cristo Resucitado!”, escoltaron a los presbíteros que visitaron e impartieron la sagrada comunión a los enfermos, ancianos e inválidos que se encontraban en sus hogares.
Vida Diocesana
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Cuasimodo en la Diócesis
Vida Diocesana
Inscripción Escuela Tomás de Aquino
L
a Escuela Tomás de Aquino es una instancia de formación y reflexión en conjunto, donde por medio de charlas generamos una participación y escucha de los jóvenes, al mismo tiempo tienen un momento de aprendizaje y desarrollo personal para con la Iglesia en talleres que van en ayuda pastoral y comunitaria. La jornada se realizará en Duoc UC: Sede San Bernardo, ubicado en calle Freire #862, el sábado 4 de Junio a las 10 am. La inscripción es completamente gratuita e incluye almuerzo durante la jornada. ¡Recuerda llevar tu cuaderno y lápiz! Programa 9.30 Santa Misa 10.15 Tema 1: ¿Cómo son los jóvenes HOY? Pensando las juventudes 11.15 coffee break 11.30 Tema 2: ¿Cómo puede una pastoral juvenil acompañar a los jóvenes en el discernimiento?
12.45 Tema 3: Cómo puede una pastoral juvenil actuar frente a los abusos en la Iglesia? 13.45 Almuerzo 14.30 Tema 4: ¿Por qué la Iglesia nos pide defender al que está por nacer? 15.30 break 15.45 Taller: Preguntas incómodas de los jóvenes a la Iglesia Formulario de Inscripción https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSexmv3EKdmksQoRi8_p-JTG6gINaQ9j77P_RS37oG-OXbyrkg/closedform
Vida de Santos
29 de abril
Santa Catalina de Siena
S
exta de ocho hijos de Brígida (s. Brígida de Suecia) Virgen y doctora de la Iglesia Nacida en 1347, Catalina (nombre que significa “Pura”) era la menor del prolífico hogar de Diego Benincasa. Allí crecía la niña en entendimiento, virtud y santidad. A la edad de cinco o seis años tuvo la primera visión, que la inclinó definitivamente a la vida virtuosa. Cruzaba una calle con su hermano Esteban, cuando vio al Señor rodeado de ángeles, que le sonreía, impartiéndole la bendición. Su padre, tintorero de pieles, pensó casarla con un hombre rico. La joven manifestó que se había prometido a Dios. Entonces, para hacerla desistir de su propósito, se la sometió a los servicios más humildes de la casa. Pero ella caía frecuentemente en éxtasis y todo le era fácil de sobrellevar. Finalmente, derrotados por su paciencia, cedieron sus padres y se la admitió en la tercera orden de Santo Domingo y siguió, por tanto, siendo laica. Tenía dieciséis años. Sabía ayudar, curar, dar su tiempo y su bondad a los huérfanos, a los menesterosos y a los enfermos a quienes cuidó en las epidemias de la peste. En la terrible peste negra, conocida en la historia con el nombre de “la gran mortandad”, pereció más de la tercera parte de la población de Siena. A su alrededor muchas personas se agrupaban para escucharla. Ya a los veinticinco años de edad comienza su vida pública, como conciliadora de la paz entre los soberanos y aconsejando a los príncipes. Por su influjo, el papa Gregorio XI dejó la sede de Aviñon para retornar a Roma. Este pontífice y Urbano VI se sirvieron de ella como embajadora en cuestiones gravísimas; Catalina supo hacer las cosas con prudencia, inteligencia y eficacia. Aunque analfabeta, como gran parte de las mujeres y muchos hombres de su tiempo, dictó un maravilloso libro titulado Diálogo de la divina providencia, donde recoge las experiencias místicas por ella vividas y donde se enseñan los caminos para hallar la salvación. Sus trescientas setenta y cinco cartas son consideradas una obra clásica, de gran profundidad teológica. Expresa los pensamientos con vigorosas y originales imágenes. Se la considera una de las mu-
jeres más ilustres de la edad media, maestra también en el uso de la lengua Italiana. Santa Catalina de Siena, quien murió a consecuencia de un ataque de apoplejía, a la temprana edad de treinta y tres años, el 29 de abril de 1380, fue la gran mística del siglo XIV. El papa Pío II la canonizó en 1461. Sus restos reposan en la Iglesia de Santa María sopra Minerva en Roma, donde se la venera como patrona de la ciudad; es además, patrona de Italia y protectora del pontificado. El papa Pablo VI, en 1970, la proclamó doctora de la Iglesia. Ella, Santa Teresa de Ávila y Santa Teresita de Lisieux son las tres únicas mujeres que ostentan este título. Fuente: EWTN
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