Revista Iglesia en San Bernardo Marzo - Abril 2020

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Marzo - Abril 2020

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Sumario

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Vida Diocesana

Vocaciones

Cuaresma

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Aniversario 199 Comuna de San Bernardo

Aniversario 199 Comuna de San Bernardo

Director: Mons. Juan Ignacio González Consejo de Redacción: Mons. Juan Ignacio González y Pbro. Eric González Editora General: Carolina Echeverría Editora de Crónica: Ámbar Álvarez Publicidad: Luis Orellana E-mail:lorellana@obispadodesanbernardo.cl Nº de Ejemplares: 15.000 ejemplares Dirección: Freire 508, San Bernardo Casilla: 320 Teléfonos: 8586971 / 8591137 Página Web: obispadodesanbernardo.cl Aporte: Cuenta 188-01964-02, Banco de Chile Diseño: Obispado de San Bernardo Impresión: A Impresores S.A. Año: 14 Publica: S.C.D. Eyzaguirre A. Ltda.


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Con esperanza mirando al cielo

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os encontramos en un momento único de la vida personal y comunitaria. Algo impensado ha llegado, y de un día para otro todas las diferencias, opiniones, discusiones e ideologías han quedado silenciadas. Experimentamos que todos somos iguales. Pero también casi todos, con más o menos fuerza, en silencio o públicamente, volvemos la mirada a Dios. Es contrario a su Bondad, pensar que es un castigo divino, pero sí se puede decir que el Señor de la Historia, puede permitir males para de ellos sacar bienes. “La fe en Dios Padre Todopoderoso puede ser puesta a prueba por la experiencia del mal y del sufrimiento. A veces Dios puede parecer ausente e incapaz de impedir el mal. Ahora bien, Dios Padre ha revelado su omnipotencia de la manera más misteriosa en el anonadamiento voluntario y en la Resurrección de su Hijo, por los cuales ha vencido el mal. Así, Cristo crucificado es "poder de Dios y sabiduría de Dios.” (CEC 272). “La permisión divina del mal físico y del mal moral es misterio que Dios esclarece por su Hijo, Jesucristo, muerto y resucitado para vencer el mal. La fe nos da la certeza de que Dios no permitiría el mal si no hiciera salir el bien del mal mismo, por caminos que nosotros sólo conoceremos plenamente en la vida eterna” (CEC 324). Muchas personas, quizá con una fe débil y algunas veces una mirada demasiado apegada a esta tierra, se preguntan cómo es posible que Dios permita el mal. “Pero ¿por qué Dios no creó un mundo tan perfecto que en él no pudiera existir ningún mal? En su poder Infinito, Dios podría siempre crear algo mejor. Sin embargo, en su sabiduría y bondad Infinita, Dios quiso libremente crear un mundo ``en estado de vía" hacia su perfección última. Este devenir trae consigo en el designio de Dios, junto con la aparición de ciertos seres, la desaparición de otros; junto con lo más perfecto lo menos perfecto; junto con las construcciones de la naturaleza también las destrucciones. Por tanto, con el bien físico existe también el mal físico, mientras la creación no haya alcanzado

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su perfección. (CEC 310) Todo el mensaje cristiano es una respuesta de Dios a nuestra pregunta sobre el porqué de la existencia del mal: “la bondad de la creación, el drama del pecado, el amor paciente de Dios que sale al encuentro del hombre con sus Alianzas, con la Encarnación redentora de su Hijo, con el don del Espíritu, con la congregación de la Iglesia, con la fuerza de los sacramentos, con la llamada a una vida bienaventurada que las criaturas son invitadas a aceptar libremente, pero a la cual, también libremente, por un misterio terrible, pueden negarse o rechazar. No hay un rasgo del mensaje cristiano que no sea en parte una respuesta a la cuestión del mal” (CEC 309). Para quien ha puesto su esperanza en Cristo y vive de ella hay siempre un gozo que prepara el cielo y es fuente de alegría y permite soportar con paciencia los sufrimientos (Col 1, 11-24); Hoy el Señor nos pide poner nuestra confianza en Él; soportar con alegría las dificultades, ser pacientes en la tentación, las tribulaciones y el dolor; trabajar esforzadamente por el reino de Dios, y emplear nuestras fuerzas para lograr la vida eterna. La esperanza nos lleva al abandono en Dios, pues sabe el cristiano que Él cuenta con todas las situaciones por las que ha de pasar nuestra vida: edad, enfermedad, etc., y otorga las ayudas necesarias para salir adelante. En estos tiempos hemos de renovar la fe, la esperanza y el amor a Dios y al prójimo. Volvamos con humildad los ojos al Señor y oremos constantemente, descubramos el sentido profundo de todo lo que ocurre, también de este tiempo de tragedia, del cual surgirá la luz verdadera. Volvamos nuestra vida al Señor, regresemos como el hijo pródigo a pedir perdón a Dios y a los hermanos, sigamos el camino cuaresmal hasta la Resurrección del Señor, sabiendo que siempre nos acompaña la Madre de Dios, atenta a los dolores y angustias de su hijo. ´ + Juan Ignacio

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Domingo de Ramos

Domingo de Ramos 5 de abril:

¡Bendito el Rey que viene! N

os acercarnos a la catástrofe de la tragedia divina. Preparemos la mente y el corazón para los acontecimientos que se avecinan. La Humanidad sólo una vez los ha contemplado. Por un día siquiera, Jesús se va a presentar como el gran Rey, esperado por los israelitas piadosos que acuden al Templo todas las tardes a la hora del sacrificio. El mismo toma la iniciativa en la preparación del homenaje. Sale de Betania al amanecer, llega al monte de los Olivos y envía por delante dos de sus discípulos, mandándoles traer un asno en el cual ningún hombre ha cabalgado todavía. No eran aquellos asnos de Palestina como estos sus descendientes de hoy, venidos a menos, los pacientes burros de carga, huesos cansados en una piel rugosa. En la juventud de los tiempos y de la fuerza, el asno era animal guerrero, cabalgadura de Reyes y Profetas, gallardo y fuerte como el caballo. El Nazareno ha pedido expresamente un asno sin domar, imagen del mundo pagano, sin yugo, sin ley, sin Dios, atado con las cuerdas de la idolatría. Cristo lo desatará por medio de sus enviados y lo introducirá en la ciudad de Dios y de las promesas, mientras los hijos de la ciudad se harán dignos de ser arrojados fuera. Los discípulos traen el animal. Y cuando ven que Jesús hace ademán de cabalgar, se entusias-

man; y quitándose sus mantos de fiesta, los ponen sobre la grupa del asno, y le ayudan a sentarse encima. Avanzan jubilosos hacia Jerusalén. Muchísima gente hace el mismo camino en aquella espléndida mañana primaveral, de luz y alegría en el cielo intenso, de flores y de aromas en el campo, de amor ardiente en las miradas de los amigos. Y cuando conocieron que el que venía a caballo era el gran Maestro Jesús de Nazaret, el que por todas partes había pasado haciendo bien, muchísima gente tendía por el camino sus vestidos de colores vivos para que sirvieran de alfombra al Rey que venía, en señal de vasallaje y gratitud. Otros cortaban ramos de los árboles y los esparcían por el camino. Y cuando se acercaban a la bajada del monte de los Olivos (punto desde el que se domina plenamente la ciudad en un grandioso golpe de vista), toda la muchedumbre de discípulos, llenos de gozo, comenzaron a alabar a Dios en alta voz, por todas las maravillas que habían visto. Y la muchedumbre que iba delante y la que iba detrás gritaba diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el Rey que viene en nombre del Señor! ¡Paz en los cielos! ¡Hosanna y gloria en las alturas! Era un espectáculo regio, un camino triunfal, donde el vencedor homenajeado no ciñe espada ensangrentada ni arrastra prisioneros de guerra, sino que anuncia la paz del Reino mesiánico, dis-


Domingo de Ramos

tinto de los reinos de este mundo, como anunció el Profeta y evocan los evangelistas al referir esta historia del Domingo de Ramos: No temas, ciudad de Sión: Mira a tu rey que viene montado en un asno. Cuando la procesión se acerca a Jerusalén, muchísimos judíos que habían venido a la fiesta de Pascua, oyendo que llegaba Jesús, tomaron ramos de palmas y le salieron al encuentro, clamando: ¡Bendito el que viene como Rey, en nombre del Señor! Paz en la tierra y gloria en lo alto. Y la multitud que había estado con él cuando llamó a Lázaro del sepulcro y le resucitó de entre los muertos, daba testimonio de ello. Y por eso vino a su encuentro la muchedumbre, porque había oído que había hecho este milagro. A la ciudad enemiga llegaban los clamores triunfales: ¡Bendito el Rey que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en los cielos! ¡Dios salve al Rey! ¡Viva nuestro Rey! Y los fariseos y los escribas y los ancianos se abrasan de rabia, de envidia y de rencor ante esta victoria de Jesús Nazareno, que se les mete por los ojos. Y ellos habían decretado que quien supiera dónde estuviese escondido, le delatase en seguida! ¡Y habían excomulgado a quien se hiciese su discípulo...! Devoran su derrota comentando unos con otros: ¿No veis que nada conseguimos, ¡Todo el mundo se va tras él! Algunos de ellos, más audaces o más impacientes, serios y fríos entre un pueblo entusiasmado, se acercan a Jesús y le dicen: ¡Maestro, reprende a tus discípulos! ¿No ves cómo se atreven a tributarle los honores que son exclusivos del Mesías que ha de venir? Jesús, sin detenerse, responde: Yo os digo que si estos callan, las piedras darán voces. Es el día destinado por Dios al triunfo de su Hijo, y nadie lo podrá impedir. Pero la ceguedad y obstinación de aquellos hombres atraviesa como una espada de hielo el Corazón amante de Jesús. Y cuando tiene delante la ciudad, donde viene a dejarse matar por ellos, permite que se descubra por fuera el dolor irremediable que le tortura. Y rompe a llorar por Jerusalén. «Lloró con altos gemidos», dice el evangelista. Y habló a la facebook.com/obispado.sanbernardo

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ciudad: ¡Si tú comprendieras, a lo menos en este día, lo que puede traerte la paz! Pero no: está escondido a tus ojos. Llegará un día en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretaran el cerco, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra. Porque no reconociste el momento de mi venida. Estas palabras de amargura infinita, pronunciadas en medio del triunfo, compendian la gran tragedia de Jesús. Jerusalén no se ha querido aprovechar del tiempo de su visitación. Toda la vida de Jesús, especialmente los tres años de su ministerio público y especialísimamente este día en que se presenta como el Mesías prometido, han sido la visitación de Dios a la capital de Israel. ¿No lo está proclamando el pueblo sencillo y creyente? ¿No lo están anunciando todas sus voces? ¡Ya viene el Hijo de David, el Salvador de Israel! ¡Ya viene el Rey que nos prometió el Señor! ¡Bendito sea! ¡Paz al hombre, gloria a Dios! Pero a los jefes del pueblo estas voces suenan a blasfemias... Jesús ha cumplido su deber de mostrarse públicamente como el Mesías, el Ungido de Dios, ya que las circunstancias de su entrada han sido mesiánicas, cumpliendo en ellas una de las profecías que más claramente se refieren al Mesías: «Decid a Jerusalén: No temas, Jerusalén; mira a tu Rey que viene a ti, manso y montado en un jumento...» Los fariseos, los sabios, los príncipes del judaísmo, no podrán decir que Jesús nunca se ha presentado como el Cristo del Señor. Ya lo ha hecho; pero ellos no le quieren conocer; Jesús llora por ellos. Ellos arrastrarán pronto a ese pueblo hoy entusiasmado, y le impondrán su misma incredulidad y odio contra Jesús dentro de cinco días, el Viernes Santo: Jesús llora por el pueblo. El pecado de los habitantes será castigado en ellos y en Jerusalén dentro de algunos años por la espada y el fuego de los romanos: Jesús llora por Jerusalén.. Llora con gemidos vehementes. Pobre Jerusalén, la Ciudad de Dios. ¡Oh, si hubieras conocido tu día!...

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Jueves Santo

Jueves Santo 9 de Abril:

"Tomad y Comed"

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n cuanto Jesús se vio libre de la presencia del traidor, parece que no quiso disimular el descanso que sentía: Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él... Lavose las manos, manos honradas de carpintero, manos limpias de sacerdote, manos que bendecían... Tomó una copa de vino ligeramente aguado y la bendijo: Bendito seas, Señor, Dios nuestro, que has creado el fruto de la vid —recitaba pausadamente, según los ritos de la cena pascual. Bebió un poco, y ofreció la copa a Pedro para que circulara por todos, diciéndoles: Tomad esto, repartidlo entre vosotros; porque os digo que no beberé desde ahora del fruto de la vid hasta que venga el Reino de Dios. Se colocó el cordero. Venia extendido en dos palos sujetos en forma de cruz. Jesús sabía quién iba a ser mañana el verdadero Cordero sacrificado por los pecados del mundo. Lo despedazó con delicadeza, lo bendijo y lo distribuyó entre sus discípulos. Levantó en alto la llamada Copa de bendición

que pasó por los labios de todos. Entonces, Jesús, sabiendo que en estos momentos está cerrando la Alianza Antigua pactada entre Dios y los hombres, entona con majestad el Hallel, canto de acción de gracias: ¡Aleluya! Alabad al Señor porque es bueno. porque su misericordia es para siempre. Mejor es confiar en el Señor que confiar en los hombres. El Señor es mi fortaleza y mi gloria: el Señor me ha salvado. Una voz de alabanza y de salvación se oye en la morada de los justos. Alabad al Señor porque es bueno, porque su misericordia es para siempre... Llegó entonces el momento cumbre de los siglos. El momento que jamás se hubieran atrevido a imaginar ni los Santos ni los Ángeles. El momento de la infinita generosidad de Dios. Tomó Jesús un pedazo de pan de los que quedaban sobre la mesa, levantó los ojos a su Padre, le dio gracias, partió el pan, lo bendijo y lo dio a sus discípulos, diciendo: Tomad y comed: Esto es mi Cuerpo, entregado por vosotros.


Jueves Santo

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Del mismo modo tomó el cáliz, dio gracias y se lo entregó, diciendo: Bebed de él todos. Porque esta es mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza, que por vosotros y por muchos será derramada para remisión de los pecados. Haced esto para acordaros de mí. Este es mi Cuerpo... Esta es mi Sangre... Palabras sencillas y terminantes, que tienen un único sentido: aquello que parece pan, es el Cuerpo de Jesús; aquello que parece vino, es la Sangre de Jesús. Él lo puede todo porque es Dios. Dijo al ciego de nacimiento: Ve; y el ciego vio. Dijo al leproso: Queda limpio; y el leproso quedó limpio. Dijo a la tempestad: Calla; y le tempestad se calló. Dijo a Lázaro, muerto de cuatro días: Levántate; y el muerto resucitó. Ahora dice ante el pan: Esto es mi Cuerpo, y el pan se convierte en el Cuerpo de Jesús. Queda el gusto de pan, queda el color, queda el peso: pero ya no es pan. Es el Cuerpo de Jesucristo, el mismo Cuerpo que está sentado a la mesa. Y con el Cuerpo están la Sangre, el Alma y la Divinidad. Dice después ante el vino: Esta es mi Sangre. Y el vino se convierte en la Sangre de Jesús. Queda el color y el gusto del vino; pero ya no es vino. Es

la Sangre del Hijo de Dios. Y con la Sangre están el Cuerpo, el Alma y la Divinidad. En esta primera consagración —y en las consagraciones que se sucederán por los siglos de los siglos— Jesús realiza un prodigio, mejor dicho, una serie de prodigios, que sólo Dios puede realizar. Y los Once creen sin dudar ni un momento. Ellos, hace un año, le habían oído decir «Os daré a comer mi cuerpo, os daré a beber mi sangre.» Creyeron que Jesús cumpliría esta promesa, pero no sabían de qué manera. Y hoy ven que la manera consiste en dar el cuerpo bajo apariencias de pan y dar la sangre bajo apariencias de vino. Así acaban de anunciárselo unas palabras de Jesús, tan sencillas, tan transparentes, que ellos las admiten en seguida. A lo largo de tres años han experimentado la potencia absoluta de las palabras de Jesús. No pueden dudar de que también ahora Jesús realiza lo que dice; y agradecidos y amantes, comen y beben, sabiendo que reciben el Cuerpo y le Sangre de su amado Señor... ¡Qué Primera Comunión del Primer Jueves Santo!

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Viernes Santo

10 de abril Viernes Santos:

Padre, Perdónales

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ronto terminará el último acto de la tragedia divina. Llega el cortejo al Calvario, pequeño montecillo a las afueras de Jerusalén. Se echan los patíbulos en el suelo. El rostro de Jesús esta húmedo de frío sudor. Los golpes de los maderos al caer, los gritos de la gente, los mandatos del Centurión parecen martillearle las sienes. El sol, que tanto le agradaba, imagen del Padre, justo aun con los injustos, ahora le deslumbra y le quema los párpados. Siente por todo su cuerpo una languidez, un temblor, un deseo de descanso al que toda su alma se resiste —¿no ha prometido padecer hasta lo último, cuanto sea necesario?—, y al mismo tiempo le parece amar con más desgarradora ternura a los que deja, incluso a los que trabajaron por su muerte. En esto, unas mujeres de Jerusalén, que solían hacer esta gracia a los reos, se adelantan y le ofrecen una bebida con el fin de aletargar los sentidos y aliviar los dolores de la cruz. Jesús toma el vaso y lo gusta un poquito, para mostrar su gratitud; pero no lo quiere beber. Padece y muere con todo su conocimiento y reflexión. Sería indigno del Hijo de Dios tomar be-

bidas que adormezcan los sentidos. Le mandan que se desnude, y él obedece. Dolor imponderable para una naturaleza tan idealmente pura como aquélla. Los soldados, cuando crucificaron a Jesús, cogieron su ropa, haciendo cuatro partes, una para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin costura, tejida toda de una pieza de arriba abajo. Y se dijeron: No la rasguemos, sino echemos a suertes a ver a quién le toca. Así se cumplió la Escritura: «Se repartieron mis ropas y echaron a suerte mi túnica.» Esto hicieron los soldados. Le mandan que se tienda en el patíbulo, pues desde que han suprimido el sedil, los crucifican echados en tierra, y él obedece. Le cogen la mano derecha, y él no la retira, y extiende también la izquierda. Las manos que curaron a los leprosos y acariciaron los cabellos de los niños están ahora bajo la punta de un clavo largo de ancha cabeza. Un verdugo fuerte lo sostiene con la izquierda, mientras enarbola un pesado martillo con la derecha. Da un golpe y la carne queda atravesada; luego otro y otro. El clavo va desapareciendo en la mano y en la ma-


Viernes Santo

dera. Y Jesús sabe que su madre, que ha subido al monte con el discípulo Juan y otras piadosas mujeres, está oyendo aquellos martillazos... Con el mismo rito escalofriante le clavan la mano izquierda. Después, mediante cuerdas y escaleras, sujetan el patíbulo, con el cuerpo pendiente, a la parte alta del mástil, y clavan los pies en la parte baja. Es dolor atrocísimo, un dolor de tendones y nervios que se rompen, que se encogen, que se agarrotan. La muchedumbre calla con la esperanza de oír los alaridos de los ajusticiados... Crucificaron con él a dos bandidos, uno a la derecha y otro a la izquierda. Los que pasaban, lo injuriaban meneando la cabeza y diciendo: Tú que destruías el templo y lo reconstruías en tres días, sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, baja de la cruz. Lo mismo los sumos sacerdotes con los letrados y los notables se burlaban diciendo: A otros ha salvado y a sí mismo no se puede salvar. Es rey de Israel: que baje ahora de la cruz y le creeremos. Ha confiado en Dios: que Dios lo libre ahora si tanto lo quiere, ya que ha dicho que es Hijo de Dios. Incluso los bandidos que estaban crucificados con él lo insultaban, diciendo: ¿No eres tú el Cristo? Sálvate a ti mismo y a nosotros. Todo lo oye Jesús Nazareno, y sus ojos se levantan y del fondo de su alma inocente, como canto de victoria sobre la carne dolorida, brotan facebook.com/obispado.sanbernardo

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las palabras que jamás olvidaremos: ¡Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen! Ninguna plegaria más divina que ésta se elevó a los cielos desde que hay hombres y oran. Pide perdón para los que le matan; y los excusa: No saben lo que hacen. Saben que matan a un inocente; no saben que este inocente es Dios. Y aunque no lo saben por culpa propia, por ceguera voluntaria, Jesús ruega por ellos, cumpliendo lo que enseñó: Haced bien a los que os hacen mal. Ha sido la primera palabra de Jesús agonizante. Pronunciará otras seis, marcadas todas con una elevación y una dulzura infinitas. Estas siete palabras terminan la vida mortal de Jesús, como las ocho bienaventuranzas la habían comenzado con la revelación de una grandeza que no es de la tierra. Las siete palabras son la traducción sangrienta de las ocho bienaventuranzas. Jesús había comenzado por enseñarlas al mundo; muere practicándolas. Para levantar nuestras almas hasta esa altura, sube él primero. Pone sus labios en este cáliz de dolor y de amor; apura su amargo encanto hasta las heces. Tras él vendrán los enloquecidos con la misma divina locura, los Santos, que le dirán: ¡O padecer o morir! ¡Morir, no; padecer!

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Resurrección del Señor

Domingo de Resurrección:

¡No Temáis!




Resurrección del Señor

E

l alma de Jesús, llegada la mañana del domingo, penetra en el sepulcro, se une de nuevo con su cuerpo, lo reanima en un instante y lo reviste de gloria y hermosura ¡Aleluya! Como si fuese de luz sale Jesucristo a través de la roca, se lanza triunfalmente a campo abierto, resucitado y glorioso para nunca más morir. Se aparece, ante todo, a su Santísima Madre, inundando de gozo aquel corazón maternal, que había sido atravesado por espada de dolor. ¡Día feliz! Ha terminado el duelo admirable con que pelearon la vida y la muerte. «El Rey de la vida, después de muerto, reina vivo.» Reina desde que ha muerto, y reina sobre todos los muertos y sobre la misma muerte. El mismo había dicho: «Yo doy mi vida para tomarla otra vez. Ninguno me la quita, sino que yo la doy por mí mismo, tengo poder para darla y poder para volver a tomarla" Entretanto, un grupo de mujeres fieles camina hacia el sepulcro. Llevan vasos llenos de aromas, y se preguntan con inquietud quién les quitará la piedra que cierra la entrada. El sol ha salido ya. Lo primero que les sorprende al llegar es ver que la piedra está corrida a un lado. Miran adentro: el sepulcro está vacío. Siéntense sobrecogidas. Entonces una de ellas, María Magdalena, más vehemente, más amante, corre a la ciudad y busca a los discípulos, acudiendo tal vez al Cenáculo, donde piensa que la Virgen María habrá ido llamando y recogiendo a los apóstoles huidos y también a Pedro, el apóstol cobarde y arrepentido Las otras mujeres perseveran ante el sepulcro. Y estando así consternadas, he aquí que se les aparece un joven vestido con una túnica blanca. Deslumbradas y llenas de espanto, inclinan la frente y no se atreven a mirar aquel maravilloso espectáculo. Más el ángel, el mismo que había aterrado a los guardias, les dice: No temáis vosotras. Porque ya sé que buscáis a Jesús Nazareno, el que fue crucificado. ¿Por qué buscáis al vivo entre los muertos? No está aquí; ha resucitado, como él dijo. Venid y ved el sitio en que pusieron al Señor. Acordaos de lo que os habló cuando estaba aún en Galilea, diciendo: facebook.com/obispado.sanbernardo

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Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de los pecadores y crucificado y que al tercer día resucite. Id presto y decid a sus discípulos y a Pedro que ha resucitado, y que irá delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, como él os lo dijo. Al oír estas palabras, se acordaron las mujeres de las predicaciones de Jesús, que antes no entendían o no creían. Y al punto salieron del monumento llenas de veneración y de alegría grande. Volvían presurosas a la ciudad. De pronto Jesús se presentó a ellas y les dijo: Yo os saludo. En seguida ellas se postraron a sus pies y abrazándoselos, le adoran. Entonces Jesús les dice: No temáis; id y decid a mis hermanos que vayan a Galilea, y allí me verán. Y desaparece dejándolas colmadas de gozo. Entretanto, María Magdalena llega adonde están Simón Pedro y el otro discípulo a quien quería Jesús, y les dice: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde lo han puesto. Así les comunica la tremenda pena que ella ha sentido al ver vacío el sepulcro. La oye Pedro, y se lanza a la calle. Le sigue el discípulo amado. Su emoción es intensa. Se la siente palpitar en el relato del Evangelio, escrito por el mismo San Juan. Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó primero al sepulcro, y, asomándose, vio los lienzos aplanados, pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro; y ve los lienzos aplanados, y el pañolón que le habían puesto en la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en su sitio. Pedro no sabe qué pensar ante aquel sepulcro vacío y aquellas telas dejadas en el mismo sitio en que habían cubierto el cuerpo de Jesús recién sepultado. Para entender este asombro, es preciso ponernos en su caso y considerar el estupor que suceso tan prodigioso hubiera infundido en nuestros ánimos, si agitados por el amor, la esperanza y el temor nos hubiéramos hallado ante lo sublime y misterioso de aquella resurrección, cuyas únicas @diocesis_sb

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12 Resurrección del Señor

crituras, era necesario que el Cristo resucitase de entre los muertos. Creyó cuando Pedro no sabía qué pensar. Creyó cuando Magdalena no creía aún. ¡Bienaventurados los corazones puros, porque verán a Dios! Jesús tiene mayor ternura para Magdalena; para San Juan tiene mayores dones. La primera besa sus pies, el segundo descansa sobre su pecho. No tardará en aparecerse a la una; no necesita aparecerse al otro. El corazón puro tiene intuiciones más penetrantes que el corazón arrepentido.

huellas son este sepulcro vacío y estos lienzos cuidadosamente abandonados. San Juan dice de sí mismo que entonces vio y creyó. Vio aplanados, vacíos, sobre la lápida sepulcral, aquellos lienzos que el Viernes Santo había visto abultados, conteniendo el cuerpo de Jesús muerto, sobre la misma lápida, y creyó que su amado Maestro había salido de esos lienzos porque ya no le hacían falta: había resucitado. Creyó San Juan, cuando los demás discípulos, como él mismo escribe, aún no sabían que, según las Es-

Y cuando San Juan creyó, no podía imaginar que en aquellos mismos lienzos aplanados Jesús había dejado, momentos antes, estampada toda la figura de su sagrado cuerpo con las marcas de la pasión redentora, para que los cristianos podamos más fácilmente meditarla y agradecerla, como ante un segundo evangelio, especialmente después de descubierta la potencia de las radiaciones lumínicas y calóricas de un cuerpo para dejar estampada su figura en otro. Nuestra fe en Jesús muerto y resucitado se funda en la palabra de Dios contenida en el Evangelio. Pero este lienzo, que hoy se conserva en Turín, presenta una imagen causada tal vez por una radiación potentísima proveniente del cuerpo de Jesús en el momento mismo en que dejaba


Resurrección del Señor

de ser muerto para ser resucitado, por habérsele juntado el alma. Pedro y Juan que, dejando el sepulcro vacío y con el alma llena de recuerdos y de emociones, regresan a la casa en que se hallaban cuando los llamó María Magdalena. Ésta ha vuelto al jardín de José de Arimatea. No acierta a separarse de lugar tan amado. ¿Qué va a suceder? Oigamos a San Juan, especialista en describir escenas tan humanas y tan divinas como ésta: Estaba María junto al sepulcro, fuera, llorando. Mientras lloraba se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies donde había estado el cuerpo de Jesús. Ellos le preguntan: —Mujer, ¿por qué lloras? Ella les contesta: —Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde lo han puesto. Dicho esto, da media vuelta y ve a Jesús de pie, pero no sabía que era Jesús. Jesús le dice: —Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas? Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta: Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo recogeré. Jesús le dice: ¡María! Ella se vuelve y le dice: ¡Rabboni! (que significa Maestro mío).

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14 Solemnidad de San José

19 de Marzo

San José, esposo de la Virgen María, vela siempre por la Iglesia y protégela en todo momento

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l 19 de marzo la Iglesia celebra la fiesta de San José, quien tuvo el privilegio de ser esposo de María, de criar al Hijo de Dios y de ser la cabeza de la Sagrada Familia. "José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, pues lo que en ella ha sido concebido es obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados" (Mt. 1, 20-21), le dijo el ángel en sueños al “justo” San José.


Solemnidad de San José 15

“José fue elegido por Dios para ser el padre putativo de Jesús y el esposo de María” Señaló el Santo Padre Francisco el pasado 16 de enero del año 2015 cuando se encontraba en Manila, Filipinas. En aquella oportunidad –en la que en el ámbito de su Viaje Apostólico se había encontrado en el Palacio de Deportes de Manila con las familias– les hizo una confidencia al referirse a San José, Patrono de la Iglesia Universal. En su mensaje el Pontífice enfatizó que “Las Escrituras rara vez hablan de San José, pero cuando lo hacen, a menudo lo encuentran descansando, mientras un ángel le revela la voluntad de Dios en sueños. En el pasaje del Evangelio que acabamos de escuchar, nos encontramos con José que descansa no una vez sino dos veces. Esta noche me gustaría descansar en el Señor con todos vosotros. Tengo necesidad de descansar en el Señor con las familias, y recordar mi familia: mi padre, mi madre, mi abuelo, mi abuela… Hoy descanso con vosotros y quisiera reflexionar con vosotros sobre el don de la familia”… “A José le fue revelada la voluntad de Dios durante el descanso. En este momento de descanso en el Señor, cuando nos detenemos de nuestras muchas obligaciones y actividades diarias, Dios también nos habla. Él nos habla en la lectura que acabamos de escuchar, en nuestra oración y testimonio, y en el silencio de nuestro corazón. Reflexionemos sobre lo que el Señor nos quiere decir, especialmente en el Evangelio de esta tarde. Hay tres aspectos de este pasaje que me gustaría que considerásemos. Primero: descansar en el Señor. Segundo: levantarse con Jesús y María. Tercero: ser una voz profética”. …“José fue elegido por Dios para ser el padre putativo de Jesús y el esposo de María. Como cristianos, también vosotros estáis llamados, al igual que José, a construir un hogar para Jesús. Preparar una casa para Jesús. Le preparáis un hogar en vuestros corazones, vuestras familias, vuestras parroquias y comunidades”. El Papa Francisco señaló a los presentes… “Yo quisiera decirles también una cosa personal. Yo quiero mucho a San José, porque es un hombre facebook.com/obispado.sanbernardo

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fuerte y de silencio y en mi escritorio tengo una imagen de San José durmiendo y durmiendo cuida a la Iglesia. Sí, puede hacerlo, lo sabemos. Y cuando tengo un problema, una dificultad, yo escribo un papelito y lo pongo debajo de San José, para que lo sueñe. Esto significa para que rece por ese problema”. …“Del mismo modo que el don de la Sagrada Familia fue confiado a San José, así a nosotros se nos ha confiado el don de la familia y su lugar en el plan de Dios. Lo mismo que con San José. A san José el regalo de la Sagrada Familia le fue encomendado para que lo llevara adelante, a cada uno de ustedes y de nosotros –porque yo también soy hijo de una familia– nos entregaron el plan de Dios para llevarlo adelante. El ángel del Señor le reveló a José los peligros que amenazaban a Jesús y María, obligándolos a huir a Egipto y luego a instalarse en Nazaret. Así también, en nuestro tiempo, Dios nos llama a reconocer los peligros que amenazan a nuestras familias para protegerlas de cualquier daño”. …“Con María, José sirvió de modelo para el niño Jesús, mientras crecía en sabiduría, edad y gracia (cf. Lc 2,52). Cuando las familias tienen hijos, los forman en la fe y en sanos valores, y les enseñan a colaborar en la sociedad, se convierten en una bendición para nuestro mundo. Las familias pueden llegar a ser una bendición para el mundo. El amor de Dios se hace presente y operante a través de nuestro amor y de las buenas obras que hacemos. Extendemos así el reino de Cristo en este mundo. Y al hacer esto, somos fieles a la misión profética que hemos recibido en el bautismo”. …“No olvidéis a Jesús que duerme. No olvidéis a San José que duerme. Jesús ha dormido con la protección de José. No lo olvidéis: el descanso de la familia es la oración. No olvidéis de rezar por la familia. No dejéis de rezar a menudo y que vuestra oración dé frutos en todo el mundo, de modo que todos conozcan a Jesucristo y su amor misericordioso…” @diocesis_sb

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Decreto de la Penitenciaría Apostólica relativo a la concesión de indulgencias especiales a los fieles en la actual situación de pandemia

PENITENCIARÍA APOSTÓLICA DECRETO Se concede el don de Indulgencias especiales a los fieles que sufren la enfermedad de Covid-19, comúnmente conocida como Coronavirus, así como a los trabajadores de la salud, a los familiares y a todos aquellos que, en cualquier calidad, los cuidan. “Con la alegría de la esperanza; constantes en la tribulación; perseverantes en la oración”(Rom 12:12). Las palabras escritas por San Pablo a la Iglesia de Roma resuenan a lo largo de toda la historia de la Iglesia y orientan el juicio de los fieles ante cada sufrimiento, enfermedad y calamidad. El momento actual que atraviesa la humanidad entera, amenazada por una enfermedad invisible e insidiosa, que desde hace tiempo ha entrado con prepotencia a formar parte de la vida de todos, está jalonado día tras día por angustiosos temores, nuevas incertidumbres y, sobre todo, por un sufrimiento físico y moral generalizado.

los enfermos. Como indicaba San Juan Pablo II, el valor del sufrimiento humano es doble: " Sobrenatural y a la vez humano. Es sobrenatural, porque se arraiga en el misterio divino de la redención del mundo, y es también profundamente humano, porque en él el hombre se encuentra a sí mismo, su propia humanidad, su propia dignidad y su propia misión." (Carta Apostólica Salvifici Doloris, 31). También el Papa Francisco, en estos últimos días, ha manifestado su cercanía paternal y ha renovado su invitación a rezar incesantemente por los enfermos de Coronavirus. Para que todos los que sufren a causa del Covid-19, precisamente en el misterio de este padecer, puedan redescubrir "el mismo sufrimiento redentor de Cristo" (ibíd., 30), esta Penitenciaría Apostólica, ex auctoritate Summi Pontificis, confiando en la palabra de Cristo Señor y considerando con espíritu de fe la epidemia actualmente en curso, para vivirla con espíritu de conversión personal, concede el don de las Indulgencias de acuerdo con la siguiente disposición.

Se concede la Indulgencia plenaria a los fieLa Iglesia, siguiendo el ejemplo de su Divino les enfermos de Coronavirus, sujetos a cuarenMaestro, siempre se ha preocupado de cuidar a tena por orden de la autoridad sanitaria en los


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hospitales o en sus propias casas si, con espíritu desprendido de cualquier pecado, se unen espiritualmente a través de los medios de comunicación a la celebración de la Santa Misa, al rezo del Santo Rosario, a la práctica piadosa del Vía Crucis u otras formas de devoción, o si al menos rezan el Credo, el Padrenuestro y una piadosa invocación a la Santísima Virgen María, ofreciendo esta prueba con espíritu de fe en Dios y de caridad hacia los hermanos, con la voluntad de cumplir las condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración según las intenciones del Santo Padre), apenas les sea posible.

nes habituales requeridas). Para obtener esta indulgencia se recomienda el uso del crucifijo o de la cruz (cf. Enchiridion indulgentiarum, n.12).

Los agentes sanitarios, los familiares y todos aquellos que, siguiendo el ejemplo del Buen Samaritano, exponiéndose al riesgo de contagio, cuidan de los enfermos de Coronavirus según las palabras del divino Redentor: "Nadie tiene mayor amor que éste: dar la vida por sus amigos" (Jn 15,13), obtendrán el mismo don de la Indulgencia Plenaria en las mismas condiciones.

Dado en Roma, desde la sede de la Penitenciaría Apostólica, el 19 de marzo de 2020.

Que la Santísima Virgen María, Madre de Dios y de la Iglesia, Salud de los Enfermos y Auxilio de los Cristianos, Abogada nuestra, socorra a la humanidad doliente, ahuyentando de nosotros el mal de esta pandemia y obteniendo todo bien necesario para nuestra salvación y santificación. El presente decreto es válido independientemente de cualquier disposición en contrario.

Mauro. Card. Piacenza Penitenciario Mayor

Esta Penitenciaría Apostólica, además, concede de buen grado, en las mismas condiciones, la Indulgencia Plenaria con ocasión de la actual epidemia mundial, también a aquellos fieles que ofrezcan la visita al Santísimo Sacramento, o la Adoración Eucarística, o la lectura de la Sagrada Escritura durante al menos media hora, o el rezo del Santo Rosario, o el ejercicio piadoso del Vía Crucis, o el rezo de la corona de la Divina Misericordia, para implorar a Dios Todopoderoso el fin de la epidemia, el alivio de los afligidos y la salvación eterna de los que el Señor ha llamado a sí. La Iglesia reza por los que estén imposibilitado de recibir el sacramento de la Unción de los enfermos y el Viático, encomendando a todos y cada uno de ellos a la Divina Misericordia en virtud de la comunión de los santos y concede a los fieles la Indulgencia plenaria en punto de muerte siempre que estén debidamente dispuestos y hayan rezado durante su vida algunas oraciones (en este caso la Iglesia suple a las tres condiciofacebook.com/obispado.sanbernardo

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20 Covid-19

NUESTRA ESPERANZA FIRME EN EL SEÑOR

Prot. CECh 42 / 2020

“Mantengamos firmes la confesión de nuestra esperanza, pues quien hizo la promesa es fiel. Ayudémonos los unos a los otros, para alentarnos en el amor y las buenas obras” (Heb 10, 23-24)

1. Invitamos a las familias y comunidades a colaborar con esperanza y responsabilidad en la puesta en práctica de las disposiciones que el Gobierno y las autoridades sanitarias están adoptando para enfrentar la pandemia del Covid-19. Es momento de actuar unidos, acoger las indicaciones de la autoridad, cuidarnos nosotros y cuidar a los demás, especialmente a los grupos de mayor riesgo. 2. Agradecemos la comprensión y adhesión a las medidas litúrgicas y pastorales que se han adoptado en las distintas diócesis para no exponer a las personas al riesgo del contagio. Sin perjuicio de estos cambios, lo importante es que la Iglesia permanece unida y orante, pidiendo la protección del Señor y la salud. 3. En efecto, para quienes creemos en Dios esta también es la hora de dar testimonio de nuestra fe. Hacia el Señor dirigen su mirada millones de creyentes en Chile y en el mundo. Especialmente en este tiempo de Cuaresma, encontrémonos con Él a través de la oración personal y en familia. También podremos unirnos a la celebración de la Eucaristía a través de internet, radio y televisión. 4. En nuestros hogares, la bendición de la mesa puede ser una oportunidad de agradecer a Dios por la vida y al mismo tiempo pedir por todos quienes sufren por esta emergencia mundial. También serán fuentes de paz en momentos de incertidumbre el rezo del Santo Rosario, la oración del papa Francisco, así como tantas otras plegarias tradicionales en nuestro pueblo. En cualquiera de sus formas, orar al Padre y pedir su gracia nos dará fuerzas para vivir el amor y la solidaridad con todos. 5. Además de ser tiempo de oración, Cuaresma también es tiempo de penitencia. Que estas circunstancias complejas que vivimos nos ayuden a tomar conciencia de nuestra pequeñez. Con la humildad de hijos e hijas muy amados por Dios, unamos nuestro sacrificio al de Cristo en la Cruz (Col 1,24) y confiémonos a su misericordia. 6. En la certeza de Jesús Resucitado, seamos portadores de esperanza en palabras, actitudes y gestos. Seamos promotores de esta convicción: siempre y a pesar de las dificultades, el amor de Dios puede más, nos anima y nos levanta. Contamos con María, madre de la esperanza y consuelo de los afligidos, que al igual que otros momentos difíciles de nuestra historia, es intercesora de la misericordia de Dios con nosotros.

EL COMITÉ PERMANENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE CHILE En la solemnidad de san José, 19 de marzo de 2020.


Cuaresma 21

El Papa:

"Cuaresma, tiempo para desconectar el celular y conectarse al Evangelio"

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n medio del rumor de la mundanidad “nos cuesta escuchar la voz del Señor”, pero en cambio “necesitamos” hablar con Dios “como el pan, más que el pan”. Por eso en la catequesis del miércoles 26 de febrero el Papa exhorta a entrar en el desierto con el Señor y dejar que transforme nuestros corazones para redescubrir lo que verdaderamente importa y reencontrar los rostros de los que están a nuestro lado. Porque la Cuaresma, además, es un viaje de caridad. Vivimos en un tiempo “contaminado” por demasiada violencia verbal, por palabras ofensivas y dañinas, “inundados de palabras vacías”, y en medio de este rumor “nos cuesta escuchar la voz del Señor”. La Cuaresma, en cambio, “es tiempo para apagar la televisión”, para “desconectarnos del celular y conectarnos al Evangelio”, es tiempo para entrar en el desierto con Jesús, porque “dialogar en silencio con el Señor nos devuelve la vida”. Hacer lugar a la Palabra de Dios En un mundo contaminado por palabras ofensivas que “la red amplifica”, el Papa Francisco invita en esta Cuaresma a hacer “silencio en el corazón”, porque "solamente en el silencio" se puede escuchar la voz de Dios. En medio del rumor de la mundanidad, el Santo Padre constata la dificultad de escuchar la voz del Señor cuando, en cambio, necesitamos hablar con Dios “como el pan, más que el pan", porque “sólo ante Él salen a la luz las inclinaciones del corazón y caen los dobleces del alma”. El camino a través del desierto cuaresmal es un tiempo propicio en nuestra vida para apagar la televisión y abrir la Biblia; para desconectarnos del celular y conectarnos al Evangelio; para renunciar a tantas palabras y críticas inútiles para estar más tiempo con el Señor, y dejar que transforme nuestro corazón.

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Ir a lo esencial La reflexión del Papa se detiene en las muchas cosas inútiles que rodean nuestras vidas, y en la carrera en la búsqueda de cosas que “parecen necesarias pero en realidad no lo son”. En su lugar, observa cuánto bien nos haría "deshacernos de tantas realidades superfluas, para redescubrir lo que importa, para reencontrar los rostros de los que están a nuestro lado”. Y el ejemplo de esto, señala, "nos lo da Jesús al ayunar": Ayunar es saber renunciar a las cosas vanas, a lo superfluo, para ir a lo esencial. Ayunar no es solamente para adelgazar, ayunar es ir precisamente a lo esencial, es buscar la belleza de una vida más simple. Caridad hacia los más débiles El desierto, “lugar de soledad”, explica el Pontífice, nos conduce también a encontrar muchos otros “desiertos”: son las personas solas y abandonadas, los pobres y los ancianos que están a nuestro lado y que viven en el silencio, "marginalizados y descartados". El desierto cuaresmal, afirma el Papa, “es un viaje de caridad hacia los más débiles”. Oración, ayuno, obras de misericordia En el inicio del tiempo de Cuaresma, el Papa Francisco hace presente que “en el desierto se abre el camino que nos lleva de la muerte a la vida”. Y es por eso que invita a entrar en el desierto "con coraje", porque saldremos de Él "saboreando la Pascua, la potencia del amor de Dios que renueva la vida": Que el Señor nos ayude a entrar en el desierto cuaresmal, que lo sepamos recorrer a través de la oración, el ayuno y las obras de misericordia, para que podamos gustar la Pascua, la fuerza del amor de Dios que hace florecer los desiertos de nuestra vida.

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22 Sí a la Vida

Sara Winter en México: El feminismo utiliza a la mujer como masa

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ara Sara Winter, que cofundó la rama brasileña de las feministas radicales Femen, no hay duda alguna: “El feminismo utiliza a la mujer como masa, como marioneta política”. Sara llegó a México el 11 de marzo para realizar una gira por diversas ciudades, exponiendo las mentiras del feminismo y de la ideología de género. Su llegada al país fue accidentada. Las autoridades migratorias mexicanas en Cancún evitaron su ingreso por varias horas y amenazaron con deportarla, en los mismos días en los que en el Estado mexicano de Quintana Roo se pone nuevamente en debate la legalización del aborto. Sin embargo, Sara Winter logró finalmente ingresar al país y desarrollará su gira con normalidad. En diálogo con ACI Prensa, Sara, cuyo camino

después de dejar el feminismo la llevó a la Iglesia Católica, destacó que mientras “el feminismo grita, la Iglesia reza; el feminismo destruye, la Iglesia construye; el feminismo hace escándalo, la Iglesia hace caridad”. Mientras “el feminismo utiliza a la mujer como masa, como marioneta política”, señaló, “la Iglesia la trata como un ser humano dotado de virtudes, respeto y dignidad”. Femen, el grupo que cofundó Sara Winter en Brasil, es conocido por sus protestas en diversos lugares del mundo, con mujeres que desnudan su torso, exponiendo mensajes a favor del aborto y contra la Iglesia Católica. “Por cinco años, yo viví en lo más íntimo del movimiento feminista”, recordó Sara. “A las feministas no les importa de ninguna manera ayudar a mujeres en situación de violencia. Lo que les importa a las feministas es utilizar el trauma,


Sí a la Vida

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dolor y sufrimiento de estas chicas y convertirlos en un tipo de lucha, odio, venganza de hombres y crear una sociedad dividida entre clases: la clase de la mujer oprimida y los hombres, la clase opresora”. Las feministas, continuó, quieren “utilizar el trauma sufrido por una niña, por una mujer, para convertirlo en arma, una herramienta contra los hombres”. Para Sara, es clave que los provida alcancen a estas mujeres con traumas “antes que las feministas”. “Yo creo que las feministas deberían informarse mejor respecto a su doctrina, porque es una doctrina débil, es una doctrina que solo utiliza a la mujer a su favor para después descartarla como basura. Y me gustaría que el movimiento provida fuese más activo, principalmente en instituciones de caridad”. Sara Winter aseguró que las organizaciones feministas “son todas financiadas por fundaciones internacionales. Aquí en México se quiere hacer injerencia, cambiar las leyes para introducir el servicio privado de abortos, para ganar dinero explotando el cuerpo de la mujer”. “Las feministas aquí no luchan por otra cosa sino por la nueva y moderna explotación del cuerpo de la mujer, que es el aborto. (Buscan) convencer a una mujer que para ser verdaderamente libres hay que matar a sus hijos aun dentro de tu vientre, y además pagar para que alguien lo haga”, dijo. La ex Femen indicó además que “en el movimiento feminista no podemos encontrar ninguna coherencia”, pues “dice luchar por los derechos de la mujer, pero es el primero en poner la seguridad y los derechos de la mujer en riesgo, en apoyar baños trans, que los transexuales puedan competir con las mujeres en los deportes, o facebook.com/obispado.sanbernardo

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tengan políticas de cuotas”. Para Sara Winter, sin embargo, México es un país que está despertando frente al feminismo y a la ideología de género. México, dijo, “es un pueblo al que ya una vez le quitaron la posibilidad de practicar su fe y necesitó salir en armas para recuperar su derecho de ponerse de rodillas y adorar a Dios”. “Es un pueblo que estaba dormido pero está despertando, para entender que México pertenece a los mexicanos, no a las ONG feministas, tampoco a los ideólogos de género, tampoco a la ONU, tampoco a Estados Unidos”. Sara también reflexionó sobre el cambio radical en su vida que fue entrar en la Iglesia Católica. “Yo encontré la felicidad plena, la verdadera felicidad, que no camina de mano de los vicios y adicciones, sino con virtudes. Soy feliz, no hay fiesta, borracha, teniendo relaciones sexuales con un montón de gente”. “Soy feliz con mi hijo, ejerciendo la maternidad, frente al Santísimo, cada vez que me confieso y voy a comulgar. Soy feliz rezando, formándome en la historia de la Iglesia, y en todas partes puedo ir a la Misa es igual, es la misma Misa y eso me encanta”, destacó. La gente en la Iglesia Católica, indicó, “es muy diferente: no me ofrecen drogas, me ofrecen oraciones”. “En la Iglesia Católica yo descubrí cómo ayudar a la mujer en vulnerabilidad social, en situación de violencia. Eso busqué yo en el feminismo. Cinco años tiré a la basura, porque en cinco años no ayudé a nadie. Y en un año en la Iglesia Católica yo ya había salvado la vida de 300 bebitos del aborto y de sus mamás también. No hay comparación”, expresó. Fuente: Aciprensa @diocesis_sb

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24 Actualidad

La aportación católica a los debates bioéticos

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l investigador de Oxford Michael Wee acaba de ser nombrado “miembro joven” (menor de 35 años) de la Academia Pontificia para la Vida. Nacido en Singapur, se formó en Reino Unido, y actualmente trabaja en dos instituciones vinculadas a la universidad de Oxford: el Anscombe Bioethics Centre y el Aquinas Institute of Blackfriars Hall. Según comenta Wee en una reciente entrevista para Crux, esta categoría de miembros jóvenes, creada por el Papa Francisco con la reforma de la institución en 2016, es un signo muy positivo. Muchos, dice, para que los jóvenes se impliquen más en la Iglesia, evitan lo que parece “serio”. “Pero también los jóvenes se sienten atraídos por los tesoros intelectuales de la Iglesia”. Uno de esos tesoros del magisterio católico es su “fe en la razón”; es decir, la convicción de que ambas instancias son complementarias, y no mutuamente excluyentes. “En un lugar como

Gran Bretaña –anota–, donde la mayoría no se considera cristiana, los instrumentos de la filosofía –o sea, la razón natural– son especialmente valiosos para ayudar a la gente a entender la enseñanza moral católica. Antes de hablar de la teología del cuerpo, hay que hablar de la teleología del cuerpo”. Wee, que se ha formado desde pequeño con los dominicos, pone como ejemplo la filosofía de Tomás de Aquino, que conoce bien. Para él, el pensamiento de Santo Tomás resulta particularmente valioso porque muestra que “la razón natural puede llevarnos a los preámbulos de la fe”. Su trabajo en el Anscombe Bioethics Centre, al que acuden en busca de asesoramiento profesionales sanitarios y otras personas que atienden a enfermos, le ha permitido comprobar que “la doctrina de la Iglesia puede ser hondamente liberadora, precisamente porque es razón en armonía con la fe”. Este atractivo se percibe incluso


Actualidad 25

desde fuera de la Iglesia. Prueba de ello es la invitación que recibió recientemente de una institución no católica para participar en un proyecto de investigación en torno al papel de las virtudes en las enfermedades mentales. “La bioética católica –dice Wee– ha sido especialmente buena en señalar absolutos morales. Pero no hemos sido tan buenos al tratar cuestiones en las que no hay una línea roja clara y en las que para decidir qué proceder es correcto hace falta un ejercicio riguroso de la virtud de la prudencia”. Así, la bioética católica no se reduce a condenas morales. Hay que tener en cuenta, por ejemplo, las posibles consecuencias sociales de una práctica como los úteros artificiales. Eso no significa, advierte Wee, que el juicio moral deba convertirse en un puro contrapesar efectos de las acciones: “¡No somos utilitaristas o proporcionalistas!”. La bioética verdaderamente prudente también es capaz, por ejemplo, de discernir “la lógica interna de una determinada tecnología” para saber si su uso es moral e inmoral. Pues es un “mito moderno” creer que “la tecnología es ‘moralmente neutra’, que no hace más que proporcionar una alternativa a los medios naturales, pero rara vez es así”. En realidad, “la tecnología siempre tiene una predisposición a unos valores más que a otros en virtud del modo en que opera o de las cosas que mide”. Wee pone énfasis en la tecnología porque con-

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sidera que esta es inseparable de los principales dilemas éticos presentes y futuros. El que considera más acuciante es la manipulación genética. De momento, dice, no hay indicios de que la manipulación genética sea intrínsecamente inmoral, y aún falta una profundización magisterial en este tema. Pero alaba el enfoque de la instrucción Dignitas personae (2008), de la Congregación para la Doctrina de la Fe, como modelo de ese análisis típicamente católico: atento a lo concreto –unas determinadas tecnologías– y a la vez sabiendo encontrar su lógica interna, y siempre basándose en el fundamento de la dignidad de la persona como imagen de Dios. Por otra parte, señala Wee, la Iglesia debe seguir recordando la doctrina católica tradicional sobre temas como el aborto, la eutanasia o los anticonceptivos. “Si los fieles no entendemos por qué la dignidad de la vida o del matrimonio es tal que excluye siempre determinadas acciones, ¿cómo vamos a desarrollar una perspectiva auténticamente católica en temas más complicados como la inteligencia artificial?”. Fuente: Aceprensa

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Vocaciones

¡Devuelta al seminario!

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fines de febrero, luego de sus vacaciones en familia, los seminaristas regresaron a casa. Siempre volver al Seminario es una gran alegría para el seminarista, pues es regresar a la casa donde el Señor le ha llamado para estar con Él, profundizando en su discernimiento y maduración vocacional al sacerdocio. Volver a ver, los hermanos seminaristas que siguen el mismo camino, y en la persona de los formadores, dejarse acompañar y guiar por la Iglesia. Junto con ir preparando todo lo necesario para el funcionamiento de la casa y vida del Seminario, los 29 seminaristas junto al Rector y formadores realizaron varias peregrinaciones para pedir todas las gracias necesarias al cielo, por medio de María Santísima, necesarias para este nuevo año de formación. Los lugares visitados fueron: Gruta de Lourdes (Quinta Normal), el Santuario de Santa Teresa de Los Andes y el del Santo Cristo (Rinconada de Silva), donde se rezó el Vía Crucis. Momento importante para retomar el camino formativo es el retiro espiritual de completo silencio durante una semana llevado a cabo en la casa de retiro de la Diócesis “Villa Jacinta”, en El Quisco. El retiro es un tiempo fuerte de oración para, en la presencia de Dios, poder escuchar la llamada de Jesús “Ven y sígueme” y responder con sinceridad a la pregunta ¿por qué o por quién vuelvo al Seminario? ¿Cómo quiero vivir este año? La jornada fue predicada por Monseñor Juan Ignacio González, quien los animó fuertemente a ser y vivir ahora en el Seminario como “Otro Cristo”, viviendo con la ayuda de su gracia, su vida y sus virtudes. Además, el seminarista de Calama Sebastián Araya recibió de su Obispo el ministerio de acolitado, capacitándolo para servir más cerca del altar. Ya el 9 de marzo se reinician las clases en el Seminario y el horario normal, confiando en que

Dios siga mostrando su santa voluntad en esta casa tan importante no sólo para el seminarista, sino para toda la Diócesis, pues bien enseñan los documentos de la Iglesia, “el Seminario es el corazón de la Diócesis”. De aquí saldrán los futuros pastores del Pueblo de Dios, que en tiempos tan difíciles como los que vivimos, nos lleven a Cristo, nos hablen de Cristo y nos alimenten de Cristo El Señor.

¿Y si Cristo te llama a seguirle? Jornadas en el Seminario a) Adolescentes: 4 de abril b) Jóvenes mayores de 17 años: 24-25 de abril Contáctanos: pvocacionalseminario@gmail.com +569 54168726 Facebook Seminario San Pedro Apóstol Mateo de Toro y Zambrano 112, San Bernardo.




Jóvenes

Campamento juvenil

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el 20 al 24 de enero, en la localidad de Rangue, se llevó a cabo el campamento juvenil que reunió cerca de una treintena de jóvenes de diversas parroquias que componen la Diócesis. Este encuentro tuvo como finalidad compartir la fe común y de vigorizarla a través de distintas instancias, como la oración, la adoración al Santísimo, la Santa Misa, el rezo de la Liturgia de las horas y la formación respecto a temas de actualidad y de vida interior. Además fue un momento propicio para forjar la sana amistad y la unión fraternal, con una competencia por equipos, los cuales escogieron su santo patrono, armaron su bandera, establecieron su lema y gritos, jugaron, realizaron sketchs, bailes y cantos folclóricos, y no sólo eso, pues también el campamento se convirtió en una verdadera escuela de virtudes, en que no estuvo exento de algunos sacrificios como el salir de la comodidad de la casa y el cansancio. Se contó con la presencia y ayuda de jóvenes de Argentina de la Diócesis de San Luis, de los sacerdotes de la diócesis de San Bernardo Pbro. Juan Burgos y Pbro. Oscar Herrera y las hermanas del instituto Mater Dei, que articularon e hicieron posible esta instancia.

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30 Vicaría para la Educación

El inicio de Clases está sujeto a la actual situación del país. En relación al curso que se desarrollará en Buin también se dará aviso en forma oportuna.


VicarĂ­a para la Familia 31

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32 Vida Diocesana

Mons. Juan Ignacio González asume, además, como administrador apostólico sede vacante de Rancagua

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l Obispo de San Bernardo sucederá en este servicio al recién asumido arzobispo de Puerto Montt, Mons. Fernando

Ramos. La Nunciatura Apostólica en Chile comunicó el pasado 2 de marzo que el Papa Francisco ha nombrado Administrador Apostólico “sede vacante” de Rancagua a Mons. Juan Ignacio González Errázuriz, obispo de la diócesis de San Bernardo. Anteriormente había ejercido como administrador apostólico “sede vacante” de Rancagua Mons. Fernando Ramos Pérez, quien el sábado 29 de febrero inició su servicio como Arzobispo de Puerto Montt. Mons. González continúa ejerciendo como obispo de San Bernardo, además de las nuevas tareas que le han sido confiadas. Mons. Juan Ignacio González Errázuriz Nació el 5 de julio de 1956, en Santiago de Chile. Estudió en el Colegio de los Sagrados Corazones de la Alameda. En 1974 ingresó a la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Recibió su título de Licenciado en Ciencias Jurídicas en 1979, y un año después recibió su título de abogado. Incardinado en la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei, de la que es miembro desde 1971, sus estudios de Filosofía y Teología los realizó en el Studium Generale de la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei. Es Licenciado y Doctor en Derecho Canónico en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz. Aprobó su tesis doctoral con “Summa cum laude”. Fue ordenado diácono el 31 de enero de 1993 en Roma, de manos de Mons. Álvaro del Portillo,

Obispo Prelado del Opus Dei. El mismo Obispo Prelado lo ordenó presbítero el 13 de junio de 1993. Ha sido capellán general y profesor de la cátedra de Derecho Canónico y de los ramos de Teología Fundamental, Teología Sacramentaria y Teología Moral, en la Universidad de los Andes. Desde 1998 forma parte del Equipo Jurídico Asesor de la Conferencia Episcopal de Chile en materias jurídicas y canónicas. El 10 de octubre de 2003 el Santo Padre Juan Pablo II lo eligió Obispo de San Bernardo, sucediendo a Mons. Orozimbo Fuenzalida Fuenzalida. Fue presidente del Área Pastoral de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Chile. Desde 2011 y hasta la fecha integra el Consejo Nacional de Prevención de Abusos y Acompañamiento a Víctimas, de la Conferencia Episcopal de Chile. Actualmente es miembro del Comité Permanente de la CECh para el periodo 2016-2020. El 2 de marzo de 2020 el Papa Francisco lo nombró administrador apostólico sede vacante de Rancagua, manteniendo su servicio como obispo de San Bernardo. Fuente: Nunciatura Apostólica en Chile


Vida Diocesana 33

Formación docentes de religión de la Diócesis

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on la asistencia de cerca de 140 profesores de Religión, se desarrolló entre el 8 y 10 de enero el curso de perfeccionamiento llamado “Educación para la Civilización del Amor”. En él se abordó desde la espiritualidad del profesor de Religión y desde la Pedagogía, la compleja realidad de la sociedad de hoy a nivel nacional e internacional. Cada jornada comenzó con la celebración de la Eucaristía, además de las charlas en relación con los temas, impartidas por el Vicario para la Educ.,Padre Rodrigo Bulboa y Alejandra Barahona, Directora de Educación; los profesores realizaron un gran trabajo colaborativo, lo que derivó en una amplia base de materiales para el trabajo en sala de clases. También se tomaron acuerdos para seguir trabajando en conjunto, en pos de la misión a la cual hemos sido llamados: “Educar para la Civilización del Amor

Importante

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34 Vida Diocesana

Ganadores concurso audiovisual “Mi parroquia, mi historia”

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gradecemos a todos los participantes de esta primera instancia organizada por la Diócesis de San Bernardo, y que tuvo por finalidad contar, a través de un video, su historia y pertenencia a la parroquia en la cual participa. Además, agradecemos la convocatoria y la disponibilidad de todos aquellos que quisieron mostrarnos a través de sus ojos la vida y comunidad parroquial, de las más de 40 Iglesias que componen la Diócesis. La premiación se realizó el pasado 28 de diciembre en la Iglesia Catedral de San Bernardo, lugar en el cual Monseñor Juan Ignacio González galardonó los primeros lugares de este concurso. 1º lugar: Ángela Herrera González -Capilla Santa Helena, Parroquia San Víctor 2º lugar: Millaray Pérez Riquelme, Parroquia Ntra. Sra. de los Dolores

Aniversario 199 de la comuna de San Bernardo El día 9 de febrero se llevó a cabo en la Catedral de San Bernardo la Misa de Acción de gracias por un nuevo aniversario comunal. A la ceremonia, presidida por Mon. Juan Ignacio González , asistieron autoridades comunales y de la sociedad civil.


Vida de Santos 35

31 de marzo:

SAN BENJAMÍN MÁRTIR

E

l rey Yezdigerd, hijo de Sapor II, puso fin a la cruel persecución de los cristianos que había sido llevada a cabo en Persia durante el reinado de su padre. Sin embargo, el obispo Abdas, con un celo mal entendido, incendió el Pireo o templo del fuego, principal objeto del culto de los persas. El rey amenazó con destruir todas las iglesias de los cristianos, a menos que el obispo reconstruyera el templo, pero éste se rehusó a hacerlo; el rey lo mandó a matar e inició una persecución general que duró 40 años. Uno de los primeros mártires fue Benjamín, diácono. Después de que fuera golpeado, estuvo encarcelado durante un año, pero obtuvo su libertad gracias al embajador de Constantinopla ya que prometió bajo su responsabilidad que el santo se abstendría de hablar acerca de su religión. Sin embargo, Benjamín declaró que él no podía cumplir tal condición y no perdió la oportunidad de predicar el Evangelio. Fue de nuevo aprehendido y llevado ante el rey, quien lo sometió a crueles torturas, siendo luego decapitado.

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MUND

INF NTIL

Semana Santa

S

e da inicio con el Domingo de Ramos y finaliza con la celebración del Domingo de Resurrección. La fecha de la celebración es variable (entre marzo y abril según el año) ya que depende del calendario lunar. La Semana Santa va precedida por la Cuaresma, que finaliza en la Semana de Pasión, donde se celebra la eucaristía en el Jueves Santo, se conmemora la Crucifixión de Jesús el Viernes Santo y la Resurrección en la Vigilia Pascual durante la noche del Sábado Santo al Domingo de Resurrección.

Sopa de Letras

La Sem ana San ta es una fec ha impo rtante. N o s o t ro s celebr amos el gran amor de Jesús por nos o t ro s .




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