12 minute read

"EL TEMA DE LAS PERSONAS LO ES TODO"

Textil del Valle, una empresa con propósito

Entrevista a Juan José Córdova

Advertisement

El propósito corporativo es el motor capaz de cambiar el día a día en la organización, potencia el compromiso, guía y conecta todo con todo para agregar valor al negocio a largo plazo. La compañía peruana Textil del Valle es un ejemplo de empresa con propósito cuyo ADN es una cultura sostenible que considera en cada decisión el impacto que puede generar a sus grupos de interés. Conversamos con Juan José Córdova, gerente general de la firma, quien ha puesto a las personas en el centro de su actuación.

Por: Lillian Zapata @LillianZapata

Textil del Valle es una empresa peruana considerada un ejemplo de sostenibilidad a nivel mundial, ¿cuál es ese propósito que guía su gestión?

Nuestro propósito es vestir al mundo con calidad y sostenibilidad.

¿Cómo definieron el propósito?

Desde el punto de vista de la calidad en la producción de prendas de vestir, hay que empezar hace 5,000 años cuando el hombre de Caral ya trabajaba el algodón, de ahí vienen los Paracas, los Nazcas y llegamos a una realidad donde el Perú es reconocido a nivel mundial por la calidad de prendas de vestir que fabrica no solamente por la materia prima principal que es el algodón sino también por las manos de los artesanos peruanos que hacen estas prendas.

Ante eso nos encontramos con una realidad de parte de los consumidores que ya no estaban buscando una marca o un logo detrás de una prenda sino una historia que los acercase a ser parte responsable de la fabricación. Los nuevos consumidores que son los millenials y la generación Z, que viene en camino, pone a la sostenibilidad como su máxima prioridad. Estos nuevos consumidores buscan también trazabilidad en cuanto a las prendas de vestir que compran o que utilizan. La trazabilidad empieza desde el origen del material y la fabricación que está detrás de esa prenda.

¿Qué pasos dieron para la definición del propósito?

Hicimos un estudio de mercado, escuchamos a los consumidores de San Francisco como ciudad y muestra representativa.

El estudio les marcó el camino a seguir para la definición del propósito.

Correcto, para tener una ventaja competitiva o una ventaja diferencial que nos ayude a darle sostenibilidad económica al negocio. Ahí tomamos una decisión, conociendo que el sector textil es el más contaminante del mundo, emite el 10% del CO2, consume el 12% del agua, bota el 5% de los residuos al mundo, decidimos volvernos la fábrica textil más sostenible a nivel mundial.

¿Qué implicó?

Tener dos cosas: las certificaciones y en nuestro ADN una cultura sostenible donde nuestras decisiones pasen a formar parte del impacto en toda la organización; tanto en medio ambiente, comunidad, colaboradores, proveedores, consumidores y también ser explícitos en la transformación que íbamos a dar a la fábrica.

¿Qué frentes tuvieron que abordar?

Había que abordar el frente de las certificaciones y el otro el interno de la organización. Nos enfocamos en cinco pilares: energía, agua, circularidad, emisiones y nuestra gente. En energía, empezamos a trabajar el proyecto primero con la empresa Enel, luego con Atria quien nos dijo: “yo te pongo todos los paneles solares sin que tú desembolses un sol”. Con el agua, dijimos tenemos que tratar de reducir el consumo en la fábrica desde nuestra naciente que es el pozo de agua. Nosotros consumimos 1200 metros cúbicos de agua al día y nos propusimos reducir el consumo a 800, por ende teníamos que reciclar 400 metros cúbicos. Lo que hicimos fue poner una planta de microfiltración de ósmosis inversa que nos ayudó a reciclar el 33% del agua, que la reutilizamos el día de hoy. La inversión fue a través de un crédito green, un año de gracia, 5 años para pagarlo y una tasa de 1% o sea nada. De ahí entramos al tema de la circularidad, nosotros votamos como mermas textiles una tonelada al día. Nos preguntamos qué vamos a hacer con esa merma porque al final termina en los botaderos, no es biodegradable, es una desgracia que todo el mundo bota. Bueno, nos propusimos reciclar el 100% de esa merma textil, el 90% va para la fabricación de frazadas y hacemos 20, 000 frazadas al año para la gente del sur del Perú y con eso estamos reduciendo 10 muertes al año de las 300 que se producen.

Los nuevos consumidores que son los millenials y la generación Z, que viene en camino, pone a la sostenibilidad como su máxima prioridad. Estos nuevos consumidores buscan también trazabilidad en cuanto a las prendas de vestir que compran o que utilizan. La trazabilidad empieza desde el origen del material y la fabricación que está detrás de esa prenda

Un enfoque de negocio que conecta con la realidad social.

En este caso se trata de una donación con impacto directo en reducción de muertes. El otro 10% de las mermas textiles, que son 100% algodón, lo utilizamos para la fabricación de prendas recicladas que normalmente la mezclamos con algodón orgánico o con poliester reciclado que viene de botellas recicladas.

Planta de tratamiento de aguas residuales en Chincha

Tener dos cosas: las certificaciones y en nuestro ADN una cultura sostenible donde nuestras decisiones pasen a formar parte del impacto en toda la organización; tanto en medio ambiente, comunidad, colaboradores, proveedores, consumidores y también ser explícitos en la transformación que íbamos a dar a la fábrica. La decisión la tomamos en noviembre del 2018

¿Cuentas con una planta de reciclaje?

Sí, tengo una unidad de reciclaje textil dentro de la fábrica.

¿El reciclaje de poliester procede de esa planta?

No, el poliester lo compramos, lo importamos de Estados Unidos y es un poliester al 100% reciclado de botellas. Dios mediante en un par de años vamos a poner una planta de reciclaje de botellas para terminar en la fabricación de poliéster reciclado.

¿Qué hicieron para disminuir las emisiones?

Lo que hicimos con el equipo de acarreo; fábrica, montacargas y grúas es pasarla a eléctrica. Por otro lado, entramos a un proyecto que se llama bicicleteando donde 1,000 de los trabajadores tienen bicicletas nuestras. Abordamos tres puntos: primero, hacen deporte al ir al trabajo con su bicicleta. Segundo, reducen las emisiones de CO2 porque ya no usan el microbus o sus carros, y tercero, se protegen del COVID.

¿Cuándo emprenden el proyecto de las bicicletas?

En noviembre del año pasado, y le damos un bono verde de 4 soles ($1.10) al día por ir en bicicleta. Antes a nuestros colaboradores le poníamos buses y le costaba a la empresa 10 soles ($2.74).

El quinto pilar: la gente, ¿cómo se ha vivido la transformación? ¿Qué ha implicado?

Con la gente es el día a día, el poder darles la oportunidad de tener un entorno mucho más agradable desde todo punto de vista. Te voy a dar un ejemplo, todos los trabajadores de Textil del Valle tienen una clase de yoga de 30 minutos a la semana en el horario de trabajo. Durante el COVID-19 todos los empleados han seguido ganando sus ingresos por más que estén en su casa, no hubo recorte de personal, pero en general lo que estamos tratando de desarrollar es ser mejores personas inculcando valores, sobre todo valores de comunidad para tener un país mejor y estamos sensibilizando mucho al mostrar que cuidarse es ser solidario con el resto.

Todos somos importantes en nuestra empresa, nuestra familia, nuestro país y esa importancia tenemos que reconocerla, valorarla desde el señor que barre y está ayudando a que la vereda esté limpia hasta el gerente general que tenga la oportunidad de poder estar presente en todo instante, y en los momentos más difíciles con cada uno de ellos.

¿Cuál es la cercanía con la gente?

Tenemos 3,000 trabajadores y yo estoy ahí con cada empleado que tiene COVID, llamándolo y preguntándole cómo sigue. Hemos cambiado todos los baños públicos o sea mi baño es el baño de todos y el baño de todos es mi baño. Entonces, no se puedo discriminar y eso nos ayuda a sensibilizar mucho a la gente.

¿Cómo se está avanzando en la igualdad de oportunidades?

El tema de igualdad hoy en la empresa es el siguiente: el 51% son mujeres y el 49% son hombres. Igual sucede con los supervisores, jefaturas y gerencias. Yo siempre digo: "hay trabajos que lo pueden hacer mejor las mujeres que los hombres y otros mejor los hombres que las mujeres, pero hay trabajos que los dos tienen las capacidades para hacerlo y es ahí donde tenemos que buscar el talento y el talento no tiene sexo, no tiene color".

Todos somos importantes en nuestra empresa, nuestra familia, nuestro país y esa importancia tenemos que reconocerla, valorarla desde el señor que barre y está ayudando a que la vereda esté limpia hasta el gerente general que tenga la oportunidad de poder estar presente en todo instante, y en los momentos más difíciles con cada uno de ellos

¿Cómo han seguido operando en medio de la pandemia?

No operamos desde el 16 de marzo hasta el 11 de mayo cuando el Gobierno decreta el estado de emergencia. Nosotros ese lunes 16 nos pusimos a disposición del Estado peruano para la fabricación de indumentaria médica gratuita. Voluntariamente preguntamos a nuestros colaboradores quiénes podían ir a trabajar a partir del 23 de marzo, y en un día se ofrecieron 700. Desde su casa o en la fábrica empezamos a elaborar indumentaria médica. Hemos donado más de un millón de piezas de uniformes médicos al Estado. Cuando me acuerdo me afecta mucho ese momento en donde la mercadería se iba a CENARES (Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud), la gente era muy emotiva, estaban muy emocionados.

¿Qué importancia tiene la ética y la transparencia en la compañía?

Nosotros estamos justo viendo todo el tema de certificar, hay una ONG que se llama Peruanos contra la corrupción, tenemos un código de ética, contamos con una auditoría interna potente y para nosotros es parte de nuestro ADN de cumplimiento, una manera de enseñar también a hacer patria.

En este cambio que vive la empresa, ¿cómo se viene dando la transformación cultural?

Nosotros tuvimos que hacer una transformación cultural en la organización donde buscamos puntos de encuentro de lo que se tenía en ese momento como Textil del Valle y lo que queríamos que sea y hacia ese camino vamos. Tú sabes que una transformación cultural no se hace de la noche a la mañana, es un proceso que dura y nosotros justamente estamos en esa ola de poder sensibilizar a nuestro equipo en general, transmitir una nueva manera de hacer las cosas.

¿Cuál es el papel de la comunicación en esta transformación cultural?

El papel de la comunicación es fundamental, yo creo que la comunicación que tenemos funciona muy bien. Contamos con un buen equipo de comunicación interna.

Hemos hecho encuestas, creo que la última fue en octubre del año pasado para ver si verdaderamente la gente en toda la pirámide está escuchando el mismo mensaje que queremos que escuche y se está dando cuenta de que la compañía tiene un propósito mucho más potente que el de rentabilizar. En nuestro caso estamos viviendo una cultura en donde el dinero es una consecuencia de nuestros actos, no es un fin, y eso siempre lo subrayó.

Nosotros tuvimos que hacer una transformación cultural en la organización donde buscamos puntos de encuentro de lo que se tenía en ese momento como Textil del Valle y lo que queríamos que sea y hacia ese camino vamos

¿Cómo se vive el propósito desde el liderazgo?

En los focus group que venimos haciendo con los diferentes equipos estamos encontrando que ellos están sintiendo y viendo un liderazgo mucho más cercano, una política de puertas abiertas que les lleva a confiar y algo muy importante, lo pongo en negrita, cursiva y fosforescente que es ser empático. Creo que la empatía es la llave del éxito para el mundo, al ser empático, al entenderte y al hacerme entender, al comprender cómo eres y que me comprendas cómo soy. El poder tratar de hacerte feliz en lo que pueda, dándote algo económico, alegría, contándote un chiste o haciéndote sentir bien, preocupándome por ti.

Si sé que ha nacido la hija de una costurera dentro de las 1,200 que laboran en la organización, a mí me avisan y pido el teléfono de ella o del esposo para poder felicitarlo y decirle que estamos contentísimos de que haya llegado un nuevo angelito y ojalá que en 18 años tenga la oportunidad de venir a trabajar con nosotros que lo estamos esperando.

¿Cómo ha repercutido esta forma de actuar en la reputación de la compañía?

Nuestro clientes actuales se sienten muy orgullosos de tener empresas como la nuestra como parte de sus proveedores, y los nuevos clientes quieren trabajar con empresas como Textil del Valle. Entonces, por donde lo mires es un ganar ganar y lo que buscamos es generar más puestos de trabajo. Somos una empresa carbono neutral que está impulsando proyectos en la selva. El 98% de los bonos de compensación que vende Perú son extranjeros y de ese 2% nosotros compramos el 1%. El conocimiento de compensación es muy bajo, muy limitado. Imagínate que utilicemos toda la selva, todas las reservas naturales del país que sirvan como compensación para las empresas peruanas, entonces las organizaciones van a tener un plus en cuanto a su ventaja competitiva al ser hacia el mundo empresas carbono neutral, empresas compensadas.

El Estado va a recibir un ingreso por eso y con ese ingreso se puede mejorar las reservas que tenemos y el desarrollo de las comunidades andinas. Acá ganamos todos, la comunidad, el Estado, la empresa y le da mayor competitividad al país. Estamos sobre una mina de oro, pero no sabemos cómo sacar el oro de la mina. Entonces, voy a trabajar con mi equipo para generar más puestos de trabajo, el resto ya serán consecuencias.

Poner a las personas en el centro de lo que hacemos, ¿qué relevancia tiene para la empresa?

El tema de las personas lo es todo. Mis clientes son personas, sí yo tengo un cliente contento, unos colaboradores alineados que disfrutan, y todos mis stakeholders están satisfechos con lo que estamos desarrollando de manera general, la consecuencia es la que tenemos hoy una fábrica sobrevendida, vamos a crecer 40% este 2021, año difícil y seguimos en esa línea de crecimiento. Es bonito ver que la sostenibilidad trae rentabilidad, a la vez es bonito ver que cuando uno hace las cosas con la razón, pero tambien con emoción, funciona.

El tema de las personas lo es todo. Mis clientes son personas, sí yo tengo un cliente contento, unos colaboradores alineados que disfrutan, y todos mis stakeholders están satisfechos con lo que estamos desarrollando de manera general, la consecuencia es la que tenemos hoy una fábrica sobrevendida, vamos a crecer 40% este 2021, año difícil y seguimos en esa línea de crecimiento

This article is from: