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CITA CUMBRE DEL CLIMA 2021
¿Cambio o fiasco? ¿Qué se esperaba… qué pasó realmente?
Lo paradójico: acuerdos sin saber cómo los países van a cumplir sus metas
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(Parte 2)
La Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP26 que se llevó a cabo del 31 de octubre al 12 de noviembre del 2021 en Glasgow, llegó en el momento más crucial para abordar la lucha contra la crisis climática que afronta el mundo ya que de acuerdo con el informe publicado en agosto por las Naciones Unidas la temperatura mundial está aumentando más rápido de lo que los científicos pensaban. Por lo que es importante reducir las emisiones de los gases que causan el efecto invernadero al menos en la mitad en esta década para así evitar una catástrofe que involucraría al mundo entero. El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Gutiérrez, hizo un llamado urgente a los líderes de las naciones a tomar parte activa en esta lucha.
Por: Lydia Matute. Bióloga y asesora del sector comercial e industrial en el Reino Unido y Latinoamérica @services_links
Se esperaban acuerdos políticos contundentes para ayudar a países emergentes a lidiar con los problemas del calentamiento global como es el caso de las islas Marshall. Los siguientes fueron los puntos que se plantearon para que esta cumbre sea un éxito:
1. Todos los países deberían comprometerse y aprobar planes que conlleven a la reducción significativa de las emisiones al año 2030 para que el nivel máximo sea cero netos en el 2050 y así hacer frente a las amenazas que están ayudando al calentamiento global.
2. Tomar acciones concretas para la reducción del carbón, promover la presencia de vehículos eléctricos, y que todos los autos que se vendan en unos 14 o 19 años sean de cero emisiones.
3. Plantear nuevas acciones para la mejora de los objetivos acordados en la cumbre de Paris.
4. Cumplir con la promesa de luchar contra el cambio climático proveyendo 100.000 millones de dólares anuales.
5. Erradicar la deforestación para el final de la década, ya que los bosques juegan un papel crucial en la eliminación de carbono de la atmósfera.
6. Reducir las emisiones de metano, considerando que este gas es uno de los mayores contribuyentes del efecto invernadero.
¿Dónde se llevó a cabo la COP26?
La ciudad escocesa de Glasgow en el Reino Unido fue la anfitriona de la COP26. Se designaron dos lugares principales para el evento: la Zona Azul y la Zona Verde. En la primera se celebraron las negociaciones oficiales, que reunieron a los delegados y observadores mediante debates, exposiciones y actividades culturales. Este espacio gestionado por la ONU tuvo su sede en el Scottish Event Campus (SEC), en la zona oeste de la ciudad. La Zona Verde en el Centro de Ciencias de Glasgow estuvo gestionada por el Gobierno británico con el fin de brindar una plataforma para el público, artistas, académicos, etc., y fomentar la participación popular como promover conversaciones en torno al cambio climático.
El gobierno británico ha puesto mucho énfasis y ha mostrado su compromiso con esta cumbre mundial, pese a que en la fecha que se celebró la COP26 algunos países podrían estar en la lista roja de acuerdo a las restricciones del Reino Unido en relación con la COVID-19, y se comprometió a pagar la cuarentena en los hoteles asignados para que nadie quede excluido de participar en la cumbre del clima que afecta al mundo entero.
Alok Sharma fue designado el presidente de la COP26, donde asistieron el primer ministro británico Boris Johnson, el ministro de estado Michael Gove, entre otros. Asimismo, se hicieron presente John Kerry, enviado presidencial especial de los Estados Unidos para los asuntos ambientales, y el presidente Joseph Biden. Sin embargo, el primer ministro australiano Scott Morrison fue uno de los ausentes, por estar concentrado en la reapertura de su país después de la pandemia. Al evento también llegaron diversas personalidades como David Attemborough, la reina de Inglaterra Elizabeth II y el Papa Francisco.
En esta cumbre el tema principal fue el de las emisiones netas cero. Pero, ¿qué son las emisiones netas cero y quienes se han involucrado? Cero netos es cuando la cantidad de gases de efecto invernadero que se emiten no es mayor que la cantidad que se elimina de la atmosfera. Muchos países y empresas se han comprometido a esto, pero para lograrlo deberán depender de métodos naturales para eliminar la misma cantidad de carbono que emiten, o utilizar tecnologías conocidas de captura y almacenamiento de carbono, que implica eliminar el carbono de la fuente de emisión. La buena noticia es que de acuerdo al informe de la ONU del pasado mes de agosto, si el mundo llega a cero netos para mediados de siglo el calentamiento global se puede contener en alrededor de 1,5 grados Celsius.
El problema de las emisiones netas cero es más álgido de lo que se pensaba, ya que si bien es cierto en muchos sectores y áreas de las diferentes industrias podemos pensar en el uso de energías renovables e ir dejando de lado las energías fósiles o que causan mayor daño al ambiente, hay lamentablemente algunos sectores como es el caso de la producción de acero donde no existen todavía energías alternativas renovables.
Si bien es cierto los dos grandes países protagonistas en esta crisis mundial son Estados Unidos y China, parecería que llegarán a un acuerdo en lo que respecta a las emisiones netas cero. En este escenario debe considerarse que en el tablero de juego hay otros países que no estarían comprometidos con los acuerdos de esta COP26, como es el caso de Australia quien aún no ha aceptado reducir sus emisiones de carbón.
Análisis de la situación mundial
Cabe destacar que cuando se habla de la emisión de gases de efecto invernadero que causan el cambio climático, los siguientes países y regiones serían los mayores contribuyentes: en primer lugar, está China con 27%, Estados Unidos 11%, India 6,6% y la Unión Europea 6.4% según el informe de la JRC sobre las emisiones de dióxido de carbono fósil y gases de efecto invernadero, 2019. Es importante sin embargo resaltar que el país que históricamente ha contribuido con la mayor emisión acumulada de gases que generan el calentamiento global es Estados Unidos.
Si se habla de resultados de esta cumbre cabe precisar que se han llegado a algunos acuerdos, pero lamentablemente no de una manera uniforme. Cada país ha escogido su propia meta y debe revisar el alza periódicamente. Por un lado, China ha decidido alcanzar su pico de emisiones en el 2030 lo cual es un caso alarmante ya que su producción de gases puede ir en aumento durante los 10 siguientes años. Otro ejemplo es Estados Unidos que se ha comprometido a reducir sus emisiones en un 50 – 55% en el 2030 respecto a los niveles que tenía en el 2005. Lo paradójico de esta cumbre es que a pesar de los acuerdos tomados no ha quedado establecido cómo es que los países van a llegar a cumplir estas metas. No hay planes concretos y los presidentes de países clave en esta lucha contra el calentamiento global no se hicieron presente, como es el caso del presidente de China y el presidente de Rusia.
La COP26 tuvo como tema principal el rol de los combustibles fósiles en el cambio climático mundial y cómo los diferentes países deben comprometerse a reducir la producción de las emisiones de carbono.
Lamentablemente en muchas ocasiones estos debates parecieron no llegar a ningún resultado positivo, lo que se evidenció cuando India con el apoyo de Irán declaró que no daría su visto bueno. Este fue un momento de mucha tensión, ya que para que el acuerdo se lleve a cabo todos los países deben aceptarlo y firmarlo. Felizmente, después de largos debates India aceptó el acuerdo, pero con seis modificaciones, pidiendo que el carbón se reduzca progresivamente y no que se elimine, lo que para algunos analistas significa dejar una puerta abierta para que se siga utilizando el carbón. Hubo diferentes opiniones al respecto. Algunos políticos y representantes de organizaciones que luchan por el medio ambiente estuvieron de acuerdo con las modificaciones, mientras otros por el contrario no creyeron que era lo mejor. En efecto, la ministra Suiza del Medio Ambiente, Simonetta Sommarug expresó: “Esto no nos acercará al 1.5, sino que hará más difícil alcanzarlo”, opinión que tuvo un gran apoyo entre los presentes y recibió un fuerte aplauso. Por otro lado, la directora de Greenpeace International, Jennifer Morgan, vio la inclusión de la modificación como una victoria: “Es manso, es débil y el objetivo de 1.5 C apenas está vivo, pero se ha enviado una señal de que la era del carbón está terminando y eso es lo que importa”.
Por su parte, el ministro del Medio Ambiente de la India, Bhupender Yadav, expresó que para su país es muy difícil acabar con el uso del carbón y las subvenciones a los combustibles fósiles mientras trata de hacer frente a la pobreza. Su pregunta fue: “¿Como se puede esperar que los países en desarrollo hagan promesas sobre la eliminación de las subvenciones al carbón y a los combustibles fósiles? Estas proporcionan una seguridad y un apoyo social muy necesarios” ya que proporciona gas natural licuado a los hogares con bajos ingresos. Sin embargo, los opositores a la medida no solo fueron de la India e Irán, sino también otros países como Arabia Saudita, Australia y Brasil quienes pedían a la ONU que se abandone la idea de dejar los combustibles fósiles como la principal fuente del problema ambiental.
¿Qué se logró con la COP26 después de dos semanas de negociaciones?
Uno de los acuerdos favorables de esta cumbre fue cuando una treintena de países, entre los que figuran el Reino Unido, Estados Unidos y España, acordaron poner fin a la financiación pública de carbón, petróleo y gas en el extranjero para finales de 2022 lo que equivaldría a unos 20,400 millones de euros, dinero que podría utilizarse para el financiamiento de las energías verdes.
De otro lado, más de 100 entidades entre fabricantes de autos se comprometieron a eliminar vehículos que produzcan dióxido de carbono para el 2035. Lamentablemente en la lista de países firmantes de este acuerdo no figuran: Estados Unidos, China, Japón, Alemania, España o Francia, ni tampoco se encuentran los fabricantes Volkswagen, Toyota o Hyundai.
Hace más de diez años se acordó que los países ricos donarían $100.000 millones de dólares al año a los países en desarrollo para ayudarles a transformarse en economías con bajas emisiones de carbono y adaptarse a la crisis climática. Adaptaciones que pueden ir desde la construcción de casas que resistan a los cambios climáticos o construir muros marinos en ciudades costeras para evitar inundaciones. Desafortunadamente esto no se concretó para el 2020, la fecha límite. Por su parte, los países en desarrollo expresan que este monto no es suficiente ya que se debió distribuir 50% para la mitigación, es decir, disminución de las emisiones y 50% para la adaptación, pero se ha dado más énfasis, más dinero a las medidas de reducción de las emisiones que para la adaptación.
Sin embargo, uno de los acuerdos de la COP26 fue duplicar los fondos para la adaptación al 2025 a partir de los niveles del 2019. Algunos analistas y expertos como Ani Dasgupta, presidenta y directora general del Instituto de Recursos Mundiales, se muestran escépticos ante este acuerdo ya que consideran inexplicable el que países ricos no hayan podido cumplir el compromiso asumido, pero sí que hayan invertido miles de millones de dólares en subvenciones para los combustibles fósiles. Otro punto controversial en estas negociaciones es que no se acordó ni se tomó ninguna “responsabilidad “ en crear un fondo para pagar la destrucción creada por la crisis climática. Este fue un punto crucial que muchos países en desarrollo esperaban escuchar y que no se dio en las negociaciones.
Diversos países entre ellos las islas Marshall se ven afectados por los efectos del cambio climático, ya que sufren de inundaciones que destruyen hogares y sus gobiernos no están en condiciones económicas de afrontar debido al deterioro causado por los países ricos. Cabe resaltar que Estados Unidos, la Unión Europea y Australia se opusieron a la creación de este fondo. Otro punto importante de la COP26 fue el relacionado a la creación de mercados de emisiones de carbono conocido como “Articulo 6” el cual era un tema de mucha preocupación en el ambiente climático debido a su complejidad y al lenguaje técnico empleado. Fue exhaustivo y materia de largas conversaciones, pero finalmente se acordó que una forma de compensar los gases de efecto invernadero sería pagar a los países que tienen una gran riqueza forestal como es la amazonia u otras áreas para que no talen sus árboles o para que planten más, ya que los árboles son capaces de absorber y retener grandes cantidades de carbono. Cortarlos o quemarlos libera dióxido de carbono en el aire. Además de eso, se planteó que un país podría pagar a otro para que se construya un parque eólico, en lugar de una planta de carbón.
En este contexto Brasil fue uno de los países que puso mayor presión para que este acuerdo se tomara y así poder incrementar la economía de su país, pero para algunos ambientalistas esto tendría un efecto negativo ya que se podrían abrir puertas a que los países ricos sigan contribuyendo con las altas emisiones de carbono mientras paguen a los países con gran superficie forestal para mantener árboles o construir parques eólicos. Esto podría ser en detrimento de las comunidades nativas que habitan esas áreas y se lleve a una mercantilización masiva. De acuerdo a la ONU estos pueblos indígenas solo representan el 5% de la población mundial, pero protegen el 80% de la biodiversidad forestal.
Diversas fueron las opiniones al final de esta Cumbre del Clima, por ejemplo, Patricia Espinosa, secretaria ejecutiva de la ONU para el Cambio Climático, expresó que “las negociaciones nunca son fáciles y muy pocos regresan satisfechos”. Ella manifestó estar de acuerdo con el llamamiento a duplicar la financiación para la adaptación, pero manifestó su desacuerdo con la incumplida promesa de los 100 mil millones de dólares que aún está pendiente.
En resumen, se puede decir que la cumbre de Glasgow ha permitido considerar la reducción de las emisiones de carbono, pero no la supresión de las mismas. Esto nos deja con expectativas de cómo vamos a alcanzar el 1.5 grados Celsius. De igual manera, queda por implementar el compromiso de los países ricos de otorgar 100,000 millones de dólares por año a los países en desarrollo para mover las economías de los combustibles fósiles. Asimismo, tampoco se planteó la creación de un fondo de ayuda por los daños causados. Finalmente, se acordó empezar con los preparativos para la próxima COP27 en Egipto.