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PELÉ: MÁS ALLÁ DEL FÚTBOL

Un ícono histórico

Uno de los jugadores de fútbol más destacados del mundo falleció a sus 82 años. En memoria a su trayectoria resumimos sus logros más importantes y las características que lo llevaron a destacar como un ícono histórico en el mundo del deporte y en la sociedad.

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Por: Jhoselyn Pfuño @jhospfuno

El rey u O Rei, seudónimo utilizado por Edson Arantes do Nascimento, jugador de fútbol profesional se ganó esta denominación tras recibir tres Copas Mundiales de Fútbol (1958, 1962 y 1980) siendo descrito por la FIFA como “el más grande de todos”.

Las características más destacadas de Pelé son su liderazgo en la cancha de fútbol y la humildad que ha proyectado en su actuar. “Esta es una gran responsabilidad. Me siento muy cómodo aunque algo que no puedo descifrar es por qué Dios me dio este regalo. Esto ha sido un regalo de Dios, y yo trato de ser la mejor persona posible. Intento ser respetuoso, trato de prepararme y siempre gozar de buena salud. Pero lo más importante es respetar a la gente”, fueron sus palabras durante una entrevista en setiembre del 2011.

Resistió a una infancia precaria, tras crecer en Baurú, Estado de Minas Gerais, uno de los sectores más pobres de Brasil. Inicio su carrera futbolística profesional en el equipo de Santos a los 15 años, su número de camiseta era el 10 y jugó en aquel club desde 1956 a 1974. Con 16 años debutó en la selección de Brasil y a los 17 jugó su primer mundial siendo considerado el “Campeón más joven de un mundial”.

En 1969 se desarrolló un hecho que marcó la vida de Pelé, los dos bandos implicados en la guerra civil de Nigeria piden un alto al fuego para ver a Pelé y al equipo del Santos jugar un partido de exhibición en Lagos. “Uno de mis mayores orgullos fue haber detenido una guerra en Nigeria, en 1969 (…) Comprendí que el fútbol tiene el poder de llevar la paz a las comunidades pobres”, aseguró Pelé en un mensaje en sus redes sociales recordando aquel hecho histórico.

Y otro de los reconocimientos que lo hacen resaltar más allá del fútbol, es el Premio Internacional de la Paz que le fue otorgado en 1978. También fue nombrado “Embajador de las Naciones Unidas” en 1977 y la ONU lo condecoró como “Ciudadano del mundo”. Asimismo, fue incluido en el Comité de Juego Limpio de la FIFA y Embajador de Buena Voluntad de la Unicef.

Pelé fue elegido el “atleta del siglo” según una encuesta organizada por el semanario francés L'Equipe-Magazine entre unos veinte periódicos considerados como los más importantes del mundo en 1980. En 1999, la revista Time lo incluyó en su lista de las “100 personas más importantes del siglo XX”, en la sección HEROES & ICONS.

En el 2006, fue invitado a participar en el Foro Económico Mundial en Davos como “Embajador del Deporte” y durante su intervención señaló que el racismo y la discriminación no han sido erradicados del fútbol. “Cuando yo jugaba no había un sólo jugador de raza negra en equipos diferentes al de Brasil. Era deprimente. En cambio, ahora hay una mezcla absoluta de razas y religiones”, lo cual dejó claro su compromiso por luchar contra cualquier tipo de discriminación en el deporte y en todos los aspectos de la vida.

La “ley Pelé” fue promulgada mientras Edson Arantes se desempeñó como Ministro Extraordinario de Deportes en 1998. La ley pretendía revolucionar la caótica estructura del fútbol brasileño y regulaba los contratos de los futbolistas ya que señalaba que cuando se acabe el contrato de un jugador con su club, este debe ser renovado o el club debe dejarlo en libertad. Además, obliga que los clubes actúen como empresas legítimas, debiendo mostrar sus balances y auditorias anuales.

En síntesis, Pelé no solo fue un gran jugador y destacado deportista sino un hombre ejemplar que deja un legado en el deporte y en la sociedad con la promulgación de leyes a favor de regular el deporte en Brasil y su participación activa en organizaciones mundiales en apoyo a miles de niños en situación de vulnerabilidad como la Fundación Pelé o el programa “¡A ganar!” que entrenó a más 5 mil jóvenes en nueve países de América Latina y el Caribe.

Su muerte, a los 82 años de edad, ha sido una de las más sentidas por el mundo y congregó a más de 230 mil personas en el estadio Vila Belmiro donde se desarrolló el cortejo fúnebre. El último adiós para despedir a un ícono del siglo XX que destacó tanto por su calidad humana como por sus logros dentro y fuera de las canchas de fútbol.

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