Revista San Andrés N°4 Octubre 2018

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Nuestra identidad presbiteriana REVISTA DE LA IGLESIA PRESBITERIANA SAN ANDRÉS

Escrito por el Rev. Ernesto Hernández

Edición Nº 4, Vol. 139, Octubre 2018. Director: Martin Scharenberg mscharenberg@gmail.com. Propietario: Iglesia Presbiteriana San Andrés Asociación Civil. Perú 352 (1067) C.A.B.A., Tel. 011-4331-0308. Registro nacional de cultos N° 160. Registro nacional de la propiedad intelectual N° 5353383. Diseño y diagramación: Adrián Romano aromanocorreo@gmail.com. Impresión: Fernando Javier Ibarra CUIT 20-21492880-4 Esquiú 35 (1833) Turdera, Bs. As.

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l Presbiterianismo es un sistema representativo de gobierno basado en la Palabra de Dios que define nuestra estructura eclesiástica. Siguiendo el modelo bíblico de elegir a sus dirigentes de entre sus propios miembros (Ex. 18:2; 24:1; Hch. 14:23; 1 Tim. 4:14), las iglesias presbiterianas eligen Presbíteros (ancianos) de entre los miembros de la congregación para que dirijan y gobiernen la iglesia. En la estructura Presbiteriana se reconoce que solamente Jesucristo es la cabeza y autoridad suprema de la iglesia (Efe. 4:15; Col. 1:18). Por esta razón, uno de los grandes principios históricos que se enfatiza en nuestras congregaciones dice que solamente Dios es el Señor de la conciencia y la ha dejado libre de doctrinas y mandamientos de los hombres que son de alguna manera contrarios a su Palabra o extraños a ella en materia de fe y adoración.


La Iglesia Presbiteriana entiende que su propósito y su misión en la tierra son la proclamación del evangelio para la salvación del hombre, el amparo, la educación, y la confraternidad espiritual de los hijos de Dios. La proclamación de este ­evangelio toma en cuenta la tradición histórica Reformada, tal como ha sido expresada en la Palabra de Dios y expresada en las Confesiones que la iglesia ha formulado a través de la historia. El grupo de creencias que data de 1647 llamado "Confesión de Fe de Westminster" constituye el fundamento de nuestra fe y el vínculo que nos une bajo un común denominador. Entre las creencias mas prominentes se encuentran las siguientes: Creemos que la Biblia es la Palabra de Dios (2 Tes. 2:13; 2 Tim. 3:15, 16) escrita bajo la inspiración del Espíritu Santo y única regla de fe y práctica para los cristianos. En su soberanía Dios nos elige y se relaciona con nosotros por medio de pactos. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento Dios los estableció con la toda la humanidad a fin de expresar su amor y su misericordia en términos que fueran entendidos por todos. Estos pactos son expresiones del pacto eterno (Jer. 32:40) que fue ratificado por la sangre de Cristo (Heb. 13:20). En este pacto Dios se compromete con la iglesia, la cual es su cuerpo, a perdonarla y nunca más acordarse de sus pecados. Nuestra respuesta a la gracia de Dios es expresada por medio de la fidelidad y el servicio a Jesucristo (Heb. 10:16 23). El eterno compromiso que Dios ha hecho con nosotros es evidente en el hecho que Dios nos escogió desde "antes de la fundación del mundo" para que fuésemos salvos en Cristo (Efe. 1:4,5; 2 Tes. 2:13). Lo que motivó a Dios a hacer esto no fue ninguna ac-

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ción de parte nuestra, "nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia... por su gracia" (Tito 3:5-7). Este acto de elegirnos fue hecho "según el puro afecto de su voluntad" (Efe. 1:5). No hay nada que podamos hacer para ganar o merecer la salvación que Cristo logró en lugar nuestro. Una persona que fue escogida y llamada por Dios, no puede perder su salvación, "porque los dones y el llamamiento de Dios son irrevocables" (Rom. 11:29). Esto es Gracia, el favor inmerecido de Dios. Dios es el que ha tomado la iniciativa en nuestra salvación, por eso envió a Jesucristo a "buscar y salvar lo que se había perdido" (Lucas 19:10) y en su Gracia nos renueva por medio de los Sacramentos. El bautismo es la señal de la gracia y del pacto divino, por medio de él damos testimonio a la verdad de que en su gracia de Dios nos llama, a nosotros y a nuestros hijos, a formar parte de la familia del pacto. La Cena del Señor es el sello que nos confirma y nos renueva. Así como los hijos de Israel al comer el maná "comieron... alimento espiritual", nosotros también somos alimentados espiritualmente por medio de la comunión. Dios nos invita a formar parte de su Iglesia, la cual está compuesta de todo creyente que ha profesado su fe en Jesucristo. ¿Por qué pues, somos Presbiterianos? Somos Presbiterianos porque confiamos en un Dios que nos ha escogido en Jesucristo para salvación y nos adoptado para formar parte de la familia del pacto. Por esta razón nosotros le servimos a través de una Iglesia que reconoce una estructura eclesiástica donde todos tenemos los mismos derechos y podemos responder en libertad al compromiso de servir a Jesucristo.


Las iglesias presbiterianas en Argentina: El primer siglo Por Martin Scharenberg

La goleta "Symmetry" trajo a 220 colonos escoceses.

El Señor dirige los caminos del hombre cuando se complace en su modo de vida. Si el hombre cae, no se queda en el suelo porque el Señor lo sostiene de la mano. Salmo 37.23-24

Tiempos iniciales: el pionero Theophilus Parvin La Revolución de Mayo de 1810 marcó el inicio de un período en que las libertades individuales, y especialmente las religiosas, comenzaron a afirmarse entre la sociedad argentina. Sin embargo, unos pocos años antes, durantes las invasiones inglesas (1806-1807), es que se comenzaron a distribuir Biblias y tratados, primero entre los residentes extranjeros, y luego entre la población criolla, contando siempre con los auspicios de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera. De esta forma las comunidades extranjeras que vivían en la ciudad de Buenos Aires, comenzaron poco a poco a hacer visibles sus creencias particulares, a través de sus cultos privados y otras expresiones religiosas. Estas comunidades extranjeras estaban compuestas mayormente por in-

gleses, escoceses, alemanes, estadounidenses, y franceses. El conocido educador y misionero Diego Thompson, desde 1821 había logrado reunir a los creyentes de todas esas comunidades en reuniones hogareñas, siendo estas las primeras reuniones registradas de protestantes en el Río de la Plata. Poco después de que Thompson decidiera proseguir su viaje a Chile, es que verdaderamente comenzó oficialmente la actividad de presbiterianos en nuestro país. En 1823 arribó a Buenos Aires el presbiteriano estadounidense Theophilus Parvin III quien junto con el joven John Clark Brigham fue encomendado por la Junta Americana de Comisionados para las Misiones al Extranjero1 para explorar y evaluar el estado religioso y moral de varios países de América Latina, en consideración de un futuro trabajo misionero en la región. Si bien Brigham continuó su viaje a Chile, Parvin se radicó en Buenos Aires y comenzó a colaborar con los servicios de aquel pequeño grupo de creyentes extranjeros formado por Thompson. Parvin colaboró también como agente de la Sociedad Bíblica Americana y de la Sociedad Americana de Tratados2. Apoyó la obra de la Sociedad 1 En inglés American Board of Commisioners for Foreign Missions (ABCFM). 2 En inglés American Bible Society y American Tract Society respectivamente. REVISTA SAN ANDRÉS 5


L­ ancasteriana de Buenos Aires3, creo dos escuelas dominicales, una academia secular, y llegó a ser el primer catedrático de griego en la recientemente fundada Universidad de Buenos Aires.

Tiempos difíciles: estadounidenses y escoceses La tranquilidad de la ciudad se vio conmocionada cuando el 11 de agosto de 1825 arribó al puerto de Buenos Aires la goleta Symmetry, que traía un grupo de casi 220 colonos escoceses, como parte de un plan preparado por los hermanos William y John Parish Robertson para establecer una colonia agrícola en Monte Grande, a unos 26 kilómetros de Buenos Aires. Este plan fue fruto del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación firmado el 2 de febrero de ese año entre Gran Bretaña y el gobierno de Buenos Aires. Con respecto a los recién llegados, Parvin comentaba lo siguiente: “Lamento decir que, a pesar de lo brillante que parecen sus perspectivas de orden mundano, sus perspectivas religiosas son, sin embargo, por el momento, oscuras. No tienen ministro y hasta donde puedo ver hay solo un hombre piadoso entre ellos, y no es seguro que quede con ellos.”4 Habiéndose establecido en la colonia agrícola, pronto solicitaron a la Iglesia de Escocia el envío de un pastor, por lo que en 1826 arribó a la colonia el Rev. William Brown, desapareciendo así las dudas iniciales del joven misionero estadounidense. Mientras tanto, en la ciudad, Parvin continuaba sus actividades. Habiendo renunciado a la Junta Americana de Comisionados para las Misiones al Extranjero, continuó su trabajo bajo los auspicios del Presbiterio de Filadelfia de la Iglesia Presbite3 El objetivo de la Sociedad Lancasteriana de Buenos Aires era establecer escuelas en la ciudad y algunas zonas rurales, todas bajo el sistema de enseñanza mutua Bell-Lancaster. Este era un sistema educativo ideado por el Dr. Andrew Bell, que luego fue perfeccionado por Joseph Lancaster y difundido en toda América Latina por iniciativa de James Thompson. Esta sociedad local había sido creada el 23 de junio de 1823, y entre sus directivos figuraba el comerciante escocés William Parish Robertson. 4 Carta de Parvin al Missionary Herald fechada en Buenos Aires el 15 de junio de 1825. Traducción de A. Canclini en La correspondencia de Teófilo Parvin...

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riana de los Estados Unidos. Su comunidad continuó creciendo, y varias escuelas dominicales y bibliotecas fueron inauguradas en distintos lugares de la ciudad. Debido al crecimiento evidenciado, en enero de 1827 se incorporó a la obra un segundo misionero presbiteriano, el Rev. William Torrey. Eran tiempos muy propicios para la obra presbiteriana y en una carta a su Presbiterio en Filadelfia del 17 de abril de 1827, Parvin comentaba lo siguiente: “Como conclusión, estoy feliz de poder decir que en mis labores académicas y ministeriales, he sido bendecido por el servicio del Rev. William Torrey en estas seis últimas semanas. En vista de su arribo y del establecimiento del Rev. Sr. Brown de Escocia, en una aldea de inmigrantes escoceses a unas 12 millas de la ciudad, posiblemente encontremos conveniente, ni bien recibamos las dimisiones de nuestros respectivos presbiterios, el formar un Presbiterio en Buenos Aires. Por lo tanto, debo solicitarles mi dimisión a vuestro cuerpo, con el fin de conectarme con un Presbiterio a ser organizado aquí.”5 Muy pronto, y a causa de la inestabilidad política y la guerra con el Brasil, todos estos planes se derrumbaron. La colonia resultó ser un fracaso económico y eso condujo a la dispersión de sus colonos tanto a otras zonas rurales, como a la ciudad de Buenos Aires. Es así que para 1828 el Rev. William Brown ya se había trasladado a Buenos Aires y junto a distinguidos comerciantes escoceses y colonos decidió formar una iglesia presbiteriana adoptando la doctrina y disciplina de la Iglesia Establecida de Escocia. Brown se había comprometido también a continuar su asistencia pastoral a los que habían optado por quedarse en las zonas rurales. El 15 de marzo de 1829 se fundó formalmente la Iglesia Presbiteriana Escocesa San Andrés, siempre dependiendo de la Iglesia de Escocia. Se la llamó inicialmente “Capilla Presbiteriana ­Escocesa”6, que se reunía en diversos salones del centro de la ciudad. Fue en este período que la 5 Green, Ashbel. A Historical Sketch or Compendious View of Domestic and Foreign Missions in the Presbyterian Church of the United States of America. Filadelfia: W. S. Martien, 1838, p. 91. 6 En inglés: Scotch Presbyterian Chapel


iglesia comenzó a funcionar como “iglesia de capellanía” en virtud de una reglamentación pasada por el gobierno británico (Acta de capellanía). El 25 de abril de 1835 se inauguró su primer edificio propio en la calle Piedras 55 (esto es a una cuadra de la conocida Plaza de Mayo). Años más tarde, en 1838, la iglesia fundó su escuela, que se reunía en ese mismo lugar, y que se llamó “Escuela Escocesa San Andrés”.7

puedan comprobar su naturaleza; y juzgarán si resulta conveniente, en el presente, para las iglesias de este país, el establecer una misión entre ellos y en cualquier lugar de la Patagonia. En el caso de que consideren la misión como viable, deberán ustedes proveer al Comité toda información detallada que ellos requieran para organizar y comenzar la misión bajo las más favorables circunstancias.”8 Arribaron a la zona de bahía San Gregorio, sobre el estrecho de Magallanes, el 14 de noviembre de 1833, y luego de concluir sus travesías por el sur de la provincia de Santa Cruz, que incluyeron también las Islas Malvinas, regresaron a los Estados Unidos el 7 de mayo de 1844. La tarea fue cumplida a la perfección, y sus investigaciones fueron incluidas en sus informes a la Junta y en sus diarios personales publicados con posterioridad, pero lamentablemente todo este esfuerzo no se tradujo en obra misionera alguna en la región.9

Templo original edificado en la calle Piedras 55 en 1835 En cuanto a la obra estadounidense, la situación política de la guerra con el Brasil la afectó grandemente, y por esta y otras razones, Parvin regresó a los Estados Unidos en 1829 mientras que Torrey logró continuar hasta 1836, año en que entregó el remanente de su pequeña comunidad al cuidado de la Iglesia Metodista. No cabe duda que también la llegada de los presbiterianos escoceses, con su pastor y templo, hizo de su trabajo pastoral algo redundante.

Tiempos de aventureros: William Arms y Titus Coan Mientras tanto, en 1833 la Junta Americana de Comisionados para las Misiones al Extranjero encomendó a dos jóvenes seminaristas presbiterianos, William Arms y Titus Coan a iniciar un viaje misionero de exploración a la Patagonia austral, con independencia de lo que estaba ocurriendo en Buenos Aires. La encomienda decía: “Estudiarán ustedes sus pueblos y aldeas; sus instituciones, costumbres, maneras, y sus sentimientos religiosos, en la medida en que 7 En inglés: St. Andrew’s Scotch School, que continúa abierto hasta el día de hoy.

Tiempos de expansión: un hugonote y el Padre Smith El país estaba concluyendo un período triste de su historia, el tiempo de Rosas (1829-1852), en los que la intolerancia y la violencia signaron la vida cotidiana de toda la sociedad, especialmente en la que los cultos no-católicos encontraron limitaciones en el ejercicio de sus ministerios. En 1853 fue finalmente derrotado Rosas y el país comenzó un proceso de organización institucional con la firma de la Constitución Argentina, de corte liberal y que propiciaba la inmigración y el respeto a los cultos no-católicos. Este nuevo escenario propició el envío de un misionero por parte de la Junta de Misiones al Extranjero de la Iglesia Presbiteriana de los Estados Unidos. Un hugonote francés, Thomas L’Hombral, residente en los Estados Unidos, se ofreció para iniciar una labor evangelizadora entre la población franco parlante de origen vasco en Buenos Aires y sus zonas aledañas. Arribó el 10 de abril de 1854 y trabajó hasta su retiro a mediados de 8 Carta redactada en Boston el 27 de julio de 1833 por los miembros del Prudential Committee: B. B. Wisner, Rufus Anderson, David Greene. Original: Titus Coan Family papers, Library of Congress, Washington DC. [Consultado el 15 de noviembre de 2015 en www.patlibros. org]. 9 Arms fue luego destinado a Borneo mientras que Coan fue enviado a evangelizar las islas Hawaii. REVISTA SAN ANDRÉS 7


1858. ­Durante su ministerio, asistió a la comunidad francesa de Buenos Aires y a los inmigrantes vascos que se dedicaban a las tareas rurales. Los cultos los realizaba en el templo de la Iglesia Metodista de Buenos Aires. Por otro lado, y ya consolidada la presencia de los presbiterianos escoceses en el Río de la Plata, la tarea pastoral requirió de mayores recursos ministeriales, por lo que en 1849 arribo a Buenos Aires el Rev. James Smith, para hacerse cargo inicialmente de la dirección de la escuela. A fines de ese año, el Rev. James Brown viajó a Escocia, para nunca más volver. La confirmación constitucional de la libertad de cultos tanto para argentinos como extranjeros dio pie a muchos cambios, especialmente en el ámbito religioso, al extenderse los límites posibles de la obra protestante. En 1854 unos residentes presbiterianos de la zona de Florencio Varela (antes Quilmes), alentados por Smith, construyeron una pequeña iglesia de barro y paja, en medio del campo argentino, que se conoció como el “Rancho Kirk”10. Este pequeño lugar de reunión fue luego reemplazado por un moderno edificio que fue inaugurado al año siguiente con el nombre de “St. John’s Church”. A los pocos años, en 1857, llegó el Rev. Francis Gebbie quien se hizo cargo de la congregación que a partir de ese momento comenzó a funcionar en forma independiente de Buenos Aires. Su segundo pastor, el Rev. Lachlan McNeil fue un dedicado pastor que predicó en esa iglesia hasta que renunció en 1910. A partir de allí los cultos fueron esporádicos y conducidos por algún pastor venido de Buenos Aires.11 Por ese mismo tiempo, en Chascomús, un grupo de escoceses también construyó una pequeña iglesia rancho o “Rancho Kirk”, que en principios estuvo al cuidado del Rev. James Smith, para pasar luego a ser una congregación independiente de Buenos Aires en 1863. A los pocos años, en 1872 el pequeño rancho fue reemplazado por una imponente construcción estilo clásico griego. En el mismo terreno se construyó el cementerio protestante de Chascomús. Hacia 1860, en el pueblo sureño de Jeppener (partido de Brandsen), 10 En español, “Iglesia Rancho”. Kirk significa iglesia en el idiomá gaélico de Escocia. 11 En 1953 esta obra fue cerrada por falta de membresía y apoyo pastoral desde Buenos Aires.

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Templo de 1896 sobre Av. Belgrano se abrió una pequeña obra presbiteriana que no perduró. En 1874 el gobierno británico canceló el subsidió como capellanía, por lo que esto “provocó alguna crisis de identidad a la iglesia del momento, pues ya no era oficialmente una iglesia representativa del estado británico, pero tampoco era una iglesia con vocación misionera. No obstante, la imagen de capellanía estaba grabada en la institución y en la comunidad.”12 Como vemos, ya la obra presbiteriana se había extendido hacia el sur, más allá de la ciudad de Buenos Aires. Además de esto, muchos colonos escoceses se habían establecido en el litoral del Río Uruguay, tanto del lado argentino, como uruguayo, por lo que los pastores de Buenos Aires comenzaron sus visitas. Hacia allí envió la Iglesia Escocesa al Reverendo Lachlan McNeill en el año 1866, para ministrar a las familias escocesas de la región. Su ministerio se extendió sobre el Río Uruguay, desde las ciudades de Salto hasta Colonia, unos 300 kilómetros de costas a ambas orillas del 12 Tomado del artículo escrito por Julio C. López “hace ya varios años”.


río Uruguay. En aquellas épocas se ­ organizaron c­ entros de reunión en Federación, Concordia, Nueva Escocia, Puerto Yeruá, Paysandú, Carmelo, y Colonia, en donde realizaban reuniones mensuales. El mismo McNeill comenta que se le hacía dificultoso el trasladarse a causa de la inseguridad en los ríos y caminos. Los robos eran cosa común, muchas veces perpetrados por soldados con quienes se cruzaban y quienes les robaban sus caballos. Las revueltas políticas eran incesantes, ya que en sus once años de ministerio, no hubo cese de hostilidades que durase más de seis meses. En medio del caos político, McNeill demostró su fuerza y vocación pastoral para no bajar los brazos. Comprobamos su valentía al acompañar a las comunidades de la región tras la aparición de la epidemia de fiebre amarilla de 1867-68 que afectó especialmente las zonas pantanosas de la costa del río Uruguay. Por su compromiso con su comunidad de presbiterianos y su servicio pastoral visitando sin pausa las diferentes estancias, se ha dicho de él que “McNeill vivía sobre su caballo”. En 1886 terminó su ministerio en el río Uruguay y le fue encomendado hacerse cargo de la Iglesia San Juan de Quilmes hasta su retiro en 1910. Falleció en Inglaterra en 1917. La iglesia también incluyó en sus recorridos pastorales visitas a la provincia de Mendoza y a las estancias de propietarios escoceses en la Patagonia. Esta carga pastoral adicional fue en parte cubierta con la llegada en 1879 del Rev. James Fleming como pastor asistente del reverendo Smith. En 1880 se editó el primer número de la Revista San Andrés, que en los primeros tiempos fue publicado como suplemento de la revista “Life and Work” de la Iglesia de Escocia. Esta revista sigue publicándose actualmente. En 1883 el Rev. James Smith, renunció a su cargo, pero luego de un viaje de estudios por Escocia, continuo como pastor itinerante, hasta que en 1901 regresó finalmente a Escocia para morir cinco años más tarde. Por esta razón Fleming ya había quedado en 1883 a cargo de la congregación en Buenos Aires.

Tiempos de esperanza: Dr. Fleming y Rev. Felices

terreno, y la iglesia católica había perdido su hegemonía. Esto había sido fruto de la confluencia de ideas liberales, protestantes, y de grupos de librepensadores. Con la llegada de las leyes civiles, en 1886 la Iglesia Presbiteriana Escocesa San Andrés obtuvo su personería jurídica ante las autoridades del Estado Nacional. La tarea primordial del Rev. Fleming fue asistir al creciente número de inmigrantes escoceses que se habían radicado en Buenos Aires y sus suburbios a donde muchos habían escapado a causa de la epidemia de cólera. La mayoría habían llegado a la Argentina para dedicarse al comercio y como técnicos e ingenieros de las empresas británicas ferrocarrileras, portuarias y frigoríficas que se habían establecido en la zona. La interacción e influencia de estos hombres entre la población local, haría necesaria, con el transcurso del tiempo, el desarrollo de una obra evangelizadora en idioma español. Con este sentido, en 1888 se inauguró una nueva iglesia en el barrio obrero de Barracas (zona sur de la ciudad de Buenos Aires y donde estaban radicados los talleres ingleses del ferrocarril).13 A partir de 1890, y hasta 1958, la iglesia pasó a organizarse con un pastor principal y una serie de pastores asistentes para colaborar con la creciente obra en los suburbios y el interior. En el año 1893 fue demolido el primer edificio de la Iglesia San Andrés de la calle Piedras, por lo que recién el 10 de abril de 1896 se inauguró el nuevo templo de la calle Belgrano 579 (casi esquina Perú). En 1895 la Escuela Escocesa San Andrés se mudó del Centro al barrio de Constitución (muy cerca de la imponente terminal de ferrocarril), para permitir el fácil acceso de los estudiantes que provenían de toda la provincia de Buenos Aires. Al finalizar el siglo XIX, solo había 2 iglesias: Centro y Barracas. El 22 de noviembre de 1908 se inauguró el Salón “Dr. Smith Memorial” en el barrio de Belgrano. Eventualmente sería consagrado como iglesia el 14 de noviembre de 1926. A esto le siguió la inauguración en 1911 de la Iglesia de Bahía Blanca.

La Argentina había logrado afianzarse como un estado moderno. Las ideas liberales habían ganado

13 Esta iglesia se vendió en la década de 1940 a la Iglesia Metodista. REVISTA SAN ANDRÉS 9


En 1912 llegó a Buenos Aires el pastor José Felices, quien enviado por la Iglesia de Escocia, vino a apoyar al pastor Fleming en el desarrollo del potencial de la obra en español.14 A partir de ese momento, se comenzó a vivir un periodo de expansión: se inauguró la Iglesia de Temperley en 1912, la Iglesia de Remedios de Escalada en los terrenos de los talleres de reparación del Ferrocarril Sud en 1913 (y cerrada en 1952) y la Iglesia de Quilmes en 1924, en uno de los terrenos pertenecientes a la “Asociación Protestante de Quilmes”. El 7 de febrero de 1920 se fundó la Sociedad Misionera de la Iglesia Presbiteriana en la República Argentina para atender las necesidades de la comunidad hispano parlante. Se iniciaron obras y escuelitas dominicales en la ciudad y los suburbios. En la década de 1920 hubo más alumnos inscriptos en las escuelas dominicales de habla española que en las de habla inglesa. Estos grupos estaban constituidos por argentinos, españoles, griegos, italianos, holandeses, polacos y otros, además de escoceses de primer y segunda generación. Los grupos estaban distribuidos en lugares como Barracas, Belgrano, Remedios de Escalada, Temperley, Bernal y Villa Calzada. En la década de 1930, los niños asistentes a la obra en español duplicaron a los de las iglesias de habla inglesa (casi 800 niños). En 1924 se cambió el nombre de “Saint Andrew’s Scotch Presbyterian Church” a “Saint Andrew’s Scots Presbyterian Church”, debido a que el uso del término Scotch estaba cayendo en desuso frente al término “Scots” referido a las personas de origen escocés. En español, esto no implicó que el nombre sufriera cambios, por lo que quedó como “Iglesia Presbiteriana Escocesa de San Andrés”. Mientras tanto, el Rev. Felices continuaba la obra visitando a las comunidades dispersas en Entre Ríos, Corrientes y otras provincias. Fue un predicador asiduo en las iglesias de Mandisoví (Entre Ríos) y Chascomús. En 1925 falleció el Rev. Dr. James Fleming, y con su muerte comenzaría una nueva etapa en la historia de las iglesias presbiterianas en Argentina. 14 José Felices nació en España el día 5/06/1881. Estudió en el Christ’s College de la Universidad de Aberdeen, Escocia.

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Bibliografía de referencia Canclini, Arnoldo. 400 años de protestantismo argentino: historia de la presencia evangélica en la Argentina. Buenos Aires: Facultad Internacional de Educación Teológica, 2004. Dodds, James. Records of the Scottish Settlers in the River Plate and Their Churches. Buenos Aires: Grant and Sylvester, 1897. Grant, William D. El Reverendo José Felices: su obra misionera en castellano (4 páginas). Material no publicado. Grant, William D. Registros de la Vida y Obra de la Iglesia Presbiteriana (Escocesa) San Andrés en la Argentina. Material no publicado. Iglesia Presbiteriana San Andrés (Buenos Aires, Argentina). Iglesia Presbiteriana San Andrés: revista. Buenos Aires: Iglesia Presbiteriana San Andrés, 1880-2017. Iglesia Presbiteriana San Andrés del Centro. Buenos Aires, Argentina. Actas y documentos de la Sesión de Ancianos. López, Julio C. Historia de los presbiterianos en Argentina (5 páginas). Material no publicado. Monteith Drysdale, J. A Hundred Years in Buenos Aires: 1829-1929. Buenos Aires, Argentina: The English Printery, 1929. Morrice, Charles S. Reflections on the Church in Argentina (3 páginas). Material no publicado. Presbiterio San Andrés. Buenos Aires, Argentina. Actas y documentos del Presbiterio San Andrés. Scharenberg, Martin. Historia de los presbiterianos coreanos en Argentina (6 páginas). Material no publicado. Scharenberg, Martin. Pioneros Presbiterianos - Una historia de las primeras misiones estadounidenses enviadas a Argentina: 1818-1858. Buenos Aires, Argentina: Rama de Almendro, 2017.

Sobre el autor: Martin Scharenberg es Licenciado en Teología por el Instituto Bíblico Buenos Aires. Bachiller Superior en Teología con mención en Estudios Reformados (IBBA). Candidato a la Maestría en Teología en FIET. Profesor de “Historia del Cristianismo” e “Historia de la Iglesia en América Latina” en el Instituto Bíblico Buenos Aires y el Seminario Bíblico Presbiteriano de Sudamérica. Miembro del Instituto Teológico San Andrés. Director de la revista San Andrés. Miembro de la World Reformed Fellowship. Miembro de la Fraternidad Teológica Latinoamericana. Presbítero Gobernante de la Iglesia Presbiteriana San Andrés. Publicaciones: El principio regulador del culto cristiano (2010) y Pioneros presbiterianos: historia de las primeras misiones norteamericanas enviadas a la Argentina 1818-1858 (2017).


4 preguntas

4 respuestas ¿Qué es la iglesia presbiteriana? La iglesia es el cuerpo y Cristo es la cabeza de su Iglesia. La palabra ¨presbiteriano¨ deriva de la palabra griega “presbuterous” que aparece en las Santas Escrituras, y que traducida significa “anciano”. En la iglesia primitiva, los ancianos eran elegidos para confiarles la supervisión espiritual de las congregaciones. Nuestra iglesia, por su organización y forma de gobierno es ¨presbiteriana¨ y por su fe, es ¨reformada¨. ¿Por qué somos presbiterianos? Según lo dicho más arriba, somos presbiterianos en lo referido a nuestra organización y forma de gobierno eclesiásticos. Nuestra iglesia está gobernada por Presbíteros, tanto Gobernantes como Maestros, que se reúnen en 3 cortes de instancias sucesivas, que son las siguientes: Sesión Local: compuesta por los presbíteros maestros (ministros y pastores) y por todos los presbíteros gobernantes de una iglesia en particular. Presbiterio: Está integrado por todos los Presbíteros Maestros de la jurisdicción del Presbiterio, y dos Presbíteros Gobernantes por cada Presbítero Maestro de cada iglesia en particular.

Asamblea General: La corte más alta de la estructura, está conformada por representantes con una base representativa similar a la del Presbiterio. (Nótese que las Sesiones Locales pueden o no crear una Junta de Diáconos, pero estos no conforman una Corte de la iglesia y están bajo la supervisión y control directo de dicha Sesión Local). Nos regimos por el Libro de Orden, que consta del Libro de Gobierno, el Libro de Disciplina y el Libro de Adoración. ¿Por qué somos reformados? Somos Reformados por nuestra fe, por lo que creemos. Básicamente creemos que la Sagrada Escritura (La Biblia) es la Palabra de Dios, divinamente inspirada por el Espíritu Santo a través de santos hombres de Dios, infalible y suprema en los temas de fe y conducta. (SOLA SCRIPTURA) También porque creemos en el llamado eficaz de Dios, para salvar al pecador, solo en virtud del amor y libre gracia divinos, y para justificar gratuitamente a aquél que tiene fe en Jesucristo y su sangre derramada en la cruz. (SOLA GRATIA - SOLA FIDE). ¿Cuáles son nuestras doctrinas básicas? En este punto, conviene transcribir el Credo de los Apóstoles (un conjunto de afirmaciones que expresan en forma resumida nuestra creencia y que tiene su origen en la iglesia cristiana primitiva): “Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor. Fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo y nació de la Virgen María. Padeció bajo el poder de Poncio Pilato. Fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos. Al tercer día resucitó de entre los muertos. Subió a los cielos, y está sentado a la diestra de Dios Padre. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos, y la vida eterna.” Adicionalmente, nos guiamos por las enseñanzas contenidas en la Confesión de Fe de Westminster.

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PRESBITERIO SAN ANDRÉS DOMICILIO LEGAL: Perú 352 (1067), Cdad. Aut. de Bs. As. Tel: +54 (011) 4331-0308 info@ipsa.org.ar www.ipsa.org.ar Moderador: Sr. Ricardo Luna. Secretario: Dr. Guillermo Mac Kenzie. secretario@ipsa.org.ar

IGLESIA DR. SMITH MEMORIAL BELGRANO Conesa 2216 (1428) Cap. Fed. Tel: 4706-1236. Pastor Jorge Lumsden (interino). Pastor Asistente Ángel Gabrielli (Misión en Benavidez) Culto dominical: 11:00. presbisalon@gmail.com IGLESIA DEL CENTRO Templo: Av. Belgrano 579, Cap. Fed. Oficina: Perú 352, Cap. Fed. Tel/Fax: 4331-0308. Pastor Gerardo Muniello / Adriana. Culto dominical: 19:00. ipsacentro@fibertel.com.ar www.sanandres.org.ar IGLESIA LA MISIÓN Av. Varela 1420 (1406), Cap. Fed. Tel: 4633-4182. Pastor Marcelo Robles. Pastor Asistente Marcos Buzzelli. Pastor Asistente Porfirio Aquino (Misión en Paraguay) Escuela Dominical y Culto: 10:00. iglesialamision@yahoo.com.ar www.iglesialamision.org.ar IGLESIA MISIÓN CHASCOMÚS Belgrano 57, Chascomús. Culto dominical: 10:00. MISION DE BURZACO Pastor Adrián Pico.

IGLESIA DE QUILMES Almirante Brown 831, Quilmes. Tel: 4253-4810 Pastor Ezequiel Ramil / Candela. Culto dominical: 11:00. Reunión de Jóvenes: Viernes 20:00. IGLESIA DE OLIVOS Acassuso 1131 (1636). Tel: 4790-0974. Pastor Gerardo Muniello / Adriana. Pastores asistentes: Jorge Torres, Douglas Robertson y Alejandro Teixeira. Culto dominical: 10:30 (Esc. San Andrés, R. Sáenz Peña 601). secretaria@sanandres.org.ar www.sanandres.org.ar IGLESIA DE TEMPERLEY Gral. Paz 191 (1834) - Tel: 4244-6338 Pastor Marcos Ruiz Andrade / María Paz. Cultos Dominicales: Castellano 9:00 y 11:00. Escuela dominical: 10 hs Santa Cena: 1er domingo de cada mes. temperley@ipsanandres.org.ar ipsatemperley.blogspot.com IGLESIA DE MONTE GRANDE Av. Julio Argentino Roca 224. Tel: 15-5511-6668. Pastor Marco Passion / Erika. Culto dominical: 10:30. montegrande@ipsanandres.org.ar IGLESIA DE REMEDIOS DE ESCALADA Villegas 852. Tel: 4242-3515. Pastor Reinaldo Capparelli / Marina. Culto Dominical: 11:00. escalada@ipsanandres.org.ar IGLESIA NUEVA ESPERANZA SAN ANTONIO DE PADUA Godoy Cruz 99 (B1718BVA). Tel: (0220) 486-2883. Pastor: Silvio Camacho / Valeria. Culto dominical: 11:00. ipsapadua@gmail.com





Remitente:

• “El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes pastos me hace descansar. Junto a tranquilas aguas me conduce; me infunde nuevas fuerzas. Me guía por sendas de justicia por amor a su nombre. Aun si voy por valles tenebrosos, no temo peligro alguno porque tú estás a mi lado; tu vara de pastor me reconforta.”

Salmo 23.1-4


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