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Kuadro Live

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El Proyecto Chileno Logró Derribar Muchos Clichés De Los Programas Para Niños

por Ma. José Sánchez / fotos cortesía

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En México, la historia de la televisión es basta, sin embargo en temas culturales y educativos, se ha quedado algo corta. Pocos canales han tenido la capacidad de crear contenido educativo propio y muy pocos han logrado enganchar al público infantil que, aunque parezca tarea sencilla, crear contenido para niños es complicado porque nunca debe ser aburrido y es premisa que a los niños y niñas se les debe tratar y comunicar sin condescendencia. Lo anterior no fue tomado tan a la ligera por Pedro Peirano y Álvaro Díaz, ya que ellos tomaron esa clave para crear uno de los programas infantiles más exitosos de los últimos tiempos: 31 minutos.

Con formato de noticiero, Peirano y Díaz crearon un programa que no solo acaparó la atención del público infantil sino que también capturó la de jóvenes y adultos gracias a su gran carga satírica y del absurdo, capaz de motivar la reflexión a través de sus personajes con personalidades con claroscuros que jamás pretendieron aleccionar. Con situaciones como una pelea de libros, el río de la caca, un calcetín que defiende los derechos de los niños y un encuentro con Dios, lograron en cuatro temporadas, llenar un hueco en los contenidos infantiles latinoamericanos, que si bien comenzó en Chile, en nuestro país han tenido una aceptación descomunal, gracias a personajes como Juanín Juan Harry, Juan Carlos Bodoque y Tulio Triviño, este último con una cuenta de twitter muy activa en la que siempre pelea con Drake Bell por el cariño de los mexicanos.

Además del contenido, la parte musical ha sido fundamental en su crecimiento ya que con sus propias composiciones, exploraron una opción que nunca imaginaron podría sacarlos de la televisión para llevarlos a escenarios tan importantes como Viña del Mar o el Vive Latino, festival en el que tuvieron dos fechas con una aceptación impresionante del público mexicano. Por eso platicamos con Álvaro Díaz, creador y alma detrás del reportero más carismático de la televisión: Juan Carlos Bodoque, quien nos contó sobre esta nueva etapa del proyecto que inició desde aquella vez que tocaron en Lollapalloza Chile.

“Al principio pensamos que era una bobada pero no estábamos conscientes al inicio, al menos yo. No estábamos conscientes de poder realizar un show

-CON UNA PELEA DE LIBROS Y UN ENCUENTRO CON DIOS, LOGRARON LLENAR UN HUECO EN LOS CONTENIDOS INFANTILES

de este tamaño, lo increíble fue que en el escenario nadie del equipo se quedó quieto, absolutamente nadie. He tenido descubrimientos sobre estar en un escenario que me han hecho sentir muy feliz. Con este show que presentaremos en el Vive Latino nos sentimos muy emocionados porque será uno que se acerque más a la esencia de 31 minutos.”

Efectivamente, 31 minutos en el Vive Latino tuvo dos presentaciones, una en cada día del festival, ambas lucieron totalmente abarrotadas a pesar de que el COVID-19 estaba en puerta, nadie se quiso perder a Tulio y compañía. Tal es su influencia en México que varios artistas de la escena realizaron un disco homenaje por allá de 2009, entre los participantes se encontraron Ximena Sariñana, Belanova

y Natalia Lafourcade.

“Nunca imaginamos tener un disco homenaje, de hecho nunca imaginamos muchas cosas tan especiales que vinieron con 31 minutos, estamos muy agradecidos, más que por el disco, por muchas cosas más porque además tocar en México es una de las cosas más impresionantes.”

Este 2020, el noticiero más veraz y educativio de la televisión cumple 18 años, pocos proyectos han logrado trascender la barrera del tiempo como ellos, ante esto la pregunta obligada era ¿Cómo mantener ávido al niño interior de todos los miembros del equipo? Al respecto Álvaro Díaz comentó:

“Entre nuestras canciones existe una que se llama “La regla primordial” hay algo de esto en ella, sobre lo que buscamos como equipo:ser originales en el trabajo creativo, de buscar siempre lo nuevo, ser perseverantes, activos y sanos. Queremos que esto no se sienta como un trabajo más, es la razón que nos mantiene vivos creativamente.”

Si bien por ahora no planean realizar más programas, 31 minutos no ha parado en llevar su show alrededor del mundo -incluso antes del COVID, había muchas fechas confirmadas para México -, además han contribuido con algunas causas sociales a través de sus personajes.

Después de casi 20 años, el legado de 31 minutos se ha consolidado y marcado, sin duda, las infancias de varias generaciones, les ha enseñado que la televisión es muy fome, sin embargo, a través de ella lograron mostrar mundos muy complejos que estaban en la imaginación pero sobretodo a ser felices y creer en el amor.

Nota: EDUCATIVIO ESTÁ BIEN, ES INTENCIONAL.

El Columpio Asesino Optó Por Navegar A Contracorriente De La Perfección En La Vida, Esa Premisa No Aplica Para Su Música

por Aldo Franco / fotos cortesía

Es como oír a Mark Renton de Trainspotting enunciar su icónico Choose Life. Así se siente escuchar a Cristina Martínez cuando explica de qué va el reciente álbum de El Columpio Asesino. “Ataque Celeste viene un poco ante esa extraña necesidad de que el cielo siempre sea azul”, resume convencida la española. Pasaron seis años sin un nuevo disco del quinteto y quizás ese fue el tiempo que les tomó concretar la idea de arremeter contra lo que pocos se atreverían: la felicidad.

No es que al grupo le aborrezca esa emoción por sí misma, sino la forma en que se le impone a la sociedad. Sé feliz. Sé productivo. Tú puedes. “Y cuando te enfrentas al cielo azul, a veces de repente puedes notar que te pesa demasiado y realmente te neutraliza”, dice Cristina.

Revista Kuadro: El mensaje de cumplir tus sueños es también una imposición...

Cristina: Perfectamente la esencia de los queríamos decir. En este disco hablamos de la imposición de la felicidad obligada, de que parece que tenemos que ser siempre perfectos, maravillosos, estar contentos, que nos vaya todo bien. El disco básicamente se basa en eso y en una lucha también personal entre tus dos partes: tu cisne blanco y tu cisne negro que están en continua lucha y en continua búsqueda del equilibrio.

Para la cantante, esa ideología ha sido tan depravadamente construida que uno mismo se ha vuelto partícipe sin más: “Se nos exige un aprovechamiento del tiempo tan brutal, productividad. Incluso el jefe ya eres tú misma, te lo meten dentro y quién mejor para exigir más que uno mismo, entonces nos parece como perverso”, dice la también guitarrista.

A pesar de la crudeza de temas como “Huir”, “Preparada” y “Sirenas de Medio Día”, Cristina no es absolutista: “Bueno, es un poco la búsqueda del equilibrio, por supuesto. Es como no puede ser todo blanco y no pude ser todo negro. Las cosas son. Tienen grises, miles de matices y un poco la vida es la búsqueda de esos equilibrios”, suaviza.

Contrario al mensaje que transcurre por toda la obra, la última y homónima canción da un giro solamente acompañada por una famosa frase del

- “LA NECESIDAD DE QUE LOS DÍAS SEAN PERFECTOS, QUE SEAN MARAVILLOSOS, QUE MIRES AL CIELO AZUL. ESA FELICIDAD OBLIGADA REALMENTE TE APLASTA”-

ex presidente estadounidense Barack Obama. Un “Yes, we can” totalmente distorsionado se percibe durante el tema instrumental, como una crítica a la perversión de lo que en su momento fue un slogan de fuerza social y ahora es una autoimposición.

Es “un tema potente, inspirado en La Guerra de los Mundos, en aquel maravilloso programa de radio. ¿Recuerdas la banda sonora? Bueno está un poco inspirado en aquello. Consideramos que empezar con ‘Huir’ y acabar con ‘Ataque Celeste’ nos cerraba el círculo y realmente te permitía transitar por todo el disco y acabar en la mayor denuncia hacia todo lo que está hablando el disco”, explica.

Aunque El Columpio Asesino optó por navegar a contracorriente de la perfección en la vida, esa premisa no aplica para su música. Quienes hayan seguido los pasos del grupo debieron haberse percatado que desde su segundo álbum (De mi sangre a tus cuchillas, 2006), la duración de los mismos ha reducido constantemente.

RK: ¿Componen menos o son más selectivos?

C: Hay mucho compuesto. Hemos trabajado muchísimo. Teníamos más temas pero consideramos que en realidad lo que nos interesa es que eso temas tengan algo en común, que cuenten una historia o que te lleven por un camino. Somos muy exquisitos y no nos conformamos con hacer algo que suene bien, realmente queremos dar un paso más. Esa siempre ha sido la marca de la casa y yo creo que en este disco incluso más.

Esa exquisitez se aprecia en la calidad sonora de la obra producida por Daniel Ulecia, bajista de la banda, quien consiguió dar a los temas un estilo de new wave más concreto y golpeador o quizás un post-punk no tan sucio.

Si bien el grupo se congratula del éxito que les mereció Diamantes (2011), sus integrantes rechazan tajantemente repetir la fórmula: “Habría sido fácil colgarse por cualquier lado, eso lo sabemos y lo tenemos clarísimo, pero no es el espíritu de nuestra banda. Nosotros podíamos haber cogido ‘Toro’ y haber dicho ‘Venga, vamos a buscar una música con esta línea’. En ese sentido somos muy inconformistas y lo que pretendemos a nivel artístico es mostrar algo que no esté hecho, buscar caminos que no estén ni siquiera trazados”, finaliza la cantante de El Columpio Asesino, esa banda que ha dibujado un camino de bastos logros, incluso mientras atenta contra la propia felicidad.

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