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Reseñas De Discos
J BALVIN COLORES Por: Carlos Valle
J Balvin es un hombre muy ocupado. Desde el 2016 ha lanzado cuatro trabajos de estudio; Colores es el más reciente. Perfecto para perrear en la pandemia, dirían algunos. Para seguir —junto con Bad Bunny— como uno de los artistas más influyentes en lo que va del siglo, nos guste o no.
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Sobre todo porque parece que los reggaetoneros sufren del mismo problema que los trapperos. Lo suyo son los sencillos. Desde las colaboraciones puede dominar al mundo. Pero ya cuando se trata de que tomen esa batuta a través de 10 tracks ellos solos, no es lo mismo.
Aunque sí tenemos que reconocer algo: el nivel de producción está en otro nivel. En eso el trabajo es impecable; de esas cosas que se tienen que reconocer. También es de admirar el intento de hacer una coherencia en todo el álbum con un tema.
Tal vez no llega a calificar como un trabajo conceptual pero está consciente de la situación. Esta es una de las razones por las cuales está a la cabeza de este movimiento, donde va a seguir porque los featuring y las colaboraciones no se ve que terminen pronto.
GRIMES MISS ANTHROPOCENE Por: Brenda Valderrábano
Grimes nos muestra un lado más oscuro y fuera de este mundo, enfocado al medio ambiente y la extinción a través de su quinto álbum de estudio, Miss Anthropocene. A través de cada una de sus canciones conceptuales Grimes se identifica como una diosa antropomórfica del cambio climático.
Desde la primera canción “So Heavy I Fell Through” ya sabemos que se va a tratar de toda una experiencia auditiva. Muchas veces se pone más oscuro y eléctrico como “Darkseid” y “My Name is Dark”, tal como su nombre lo indica, pero también tiene dosis mucho más calmadas, terrestres e incluso un poco country tal como “Delete Forever”.
Todas sus canciones refuerzan la potencia e innovación de esta peculiar artista a través de sonidos dispuestos en varias capas que le dan una gran profundidad al mensaje que quiere transmitir. Los momentos más altos del disco están en “Violence” canción que personifica la relación entre humanos y el cambio climático; “We Appreciate Power” junto a Hana, una colaboración asombrosa.
CARIBOU SUDDENLY Por: Diego Venegas
Aunque a muchos no les gustó el regreso de Caribou, en algo si hay unanimidad: suena diferente. Si Swim y Our Love tienen algo en común es que son discos llenos de hype, perfectos para bailar en pareja (o solos) en noches frías y melancólicas. Suddenly, en cambio, aunque igual de nostálgico, pierde en fuerza con respecto a los beats lo que, por supuesto, no es del agrado para los que llevan el rave en la sangre. Eso sí, la falta de baile, lo compensa en escucha. Como si se tratara de un material de Thom Yorke, la electrónica es solo un pretexto para mezclar elementos de soul, trip hop, pop, y muchos otros géneros. “Home” y “Never Come Back” son canciones que demuestran que Dan Snaith ha aprendido a expresar sus emociones de maneras menos minimalistas, con más palabras e instrumentos, para dejar atrás los profundos loops de “Can’t do without you” del Our Love.
Aunque más recursos no siempre se traduce en menos cuerpo, en este caso, sí: más emoción, más profundidad, pero menos baile.
TAME IMPALA THE SLOW RUSH Por: DiegoVenegas
No está mal, si consideramos que, definitivamente, el camino de la psicodelia y el Innerspeaker nunca más regresará. El cuarto álbum de estudio reafirma que el interés de Kevin Parker es el pop, uno experimental y profundo pero POP al fin. Al igual que su antecesor, la obra aborda el tema del tiempo, el infinito, el cambio. Por sus sonidos suaves, las melodías bailables, los interludios, una continuidad inmediata. Todo suena tan similar, pero... algo falta. A su apertura y cierre, “One More Day” y “One More Hour” les falta esa potencia de “Let it happen” y “New Person, Same Old Mistakes”. Carece también de una rola de estadio con ese punch de “The Less I Know The Better”. Solo “Posthumous Forgiveness” y “Breathe Deeper” nos recuerda que, alguna vez, Tame Impala fue sinónimo de locura, de exploración, de psicodelia.
Pese a todo, el pasado no importa. The Slow Rush es una cátedra de pop contemporáneo lleno de texturas, ritmos, y atmósferas que reitera la necesidad de soltar, de avanzar hacia el futuro; de entender que las arenas del tiempo corren para todos, con prisa lenta.
MAC MILLER CIRCLES Por: Aldo Franco
Primer álbum póstumo y sexto en la discografía del músico fallecido en 2018. Una obra ejemplo de cómo realizar un trabajo de esta índole sin caer en la rapiña ni convertir al artista solamente en la pieza de una mercancía. El productor Jon Brion -con quien Mac trabajaba el disco- declaró que para finalizar la obra se basó precisamente en lo que compartió con Miller, quien probablemente estaría complacido con el resultado.
“Circles” abre el disco con un tono suave. La resignada voz de Mac Miller fue inteligentemente acompañada con un vibráfono y tenues platillos que convierten a la pieza en una verdadera fuente de emociones. En un nivel ligeramente más alto se mueve “Everybody”, su piano y dóciles letras.
En “Complicated” y “Blue World” se percibe más el estilo primario de Miller, un rapeo más movido y marcado, al igual que en “Good News”, una crítica-reproche contra la idealización de las buenas ideas que domina el mundo, el mismo mundo don Mac se sentía triste.
THE STROKES THE NEW ABNORMA Por: Ma. José Sánchez
El último disco de The Strokes no es para ti si buscas el sonido garage punk del Is This It, tampoco si buscas el hilo negro de la música. Es más un trabajo que abre el camino hacia nuevos horizontes -¿o le pone fin a todo?- y nos recuerda que ya no son aquellos morros de 20 años -ni tú tampoco-.
En el álbum existen canciones como “Bad Decisions” y “Eternal Summer” cuya melodía nos recuerda a éxitos ochenteros choteados, pero también nos encontramos con “Ode to The Mets”, “At The Door” y “The Adults Are Talking”, en las que la banda suena casi tan genuina y natural como en sus primeros años pero cargados de la experiencia y la vida que ha pasado sobre ellos. Podría afirmar que ambas canciones son el alma de este material, eso y la portada que es Bird On Money de Basquiat.
Más allá de todo fanatismo, The New Abnormal no muestra nada nuevo bajo el sol, más bien muestra que es tiempo de dejar atrás los tiempos del Is This It, porque no es justo exigir más de lo mismo veinte años después.