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MONTAÑISMO. Perú, exploración

PERÚ EXPLORACIÓN VILCANOTA

Emprender rutas desconocidas, caminos poco transitados y senderos inciertos, es y será la motivación para hacer montaña. En esta oportunidad, la aguja viró hacia el sur. La necesidad de explorar un lugar imponente nos llevó al interior de uno de los secretos mejor guardados de la región de Cusco en Perú, LA CORDILLERA VILCANOTA, una cadena montañosa que hace parte del complejo oriental de los Andes. Este ramal se extiende a lo largo de unos 120 km y logra su máxima altitud en el respetado pico nevado Ausangate a 6372m. A pesar del evidente retroceso de los glaciares por los críticos efectos del cambio climático, Vilcanota alberga la segunda mayor concentración de capa glaciar del Perú, la cual constituye un importante reservorio hídrico para la región de Cusco. Cuando decidimos aventurarnos en esta correría, estábamos convencidos de que nuestros pasos nos llevarían a algo más que a la montaña y sus senderos, estábamos seguros que nos acercarían a la nutrida cultura e idiosincrasia de las poblaciones nativas que allí habitan; y así fue. Una travesía que aportó importante conocimiento más allá del montañismo. Esta aventura inició con la llegada a Cusco,

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Nevado Ausangate en la Cordillera Vilcanota.

Rumbo a Vilcanota, paisaje típico de las altas praderas de las cordilleras peruanas.

donde hicimos los contactos y arreglos logísticos para nuestro viaje. Los objetivos estaban claros, los picos a escalar eran el pico Q´ampa a 5600m y el pico Ninaparoy a 5807m.

Para lograr estos objetivos la jornada tuvo que iniciar desde temprano. En la madruga de un día del pasado Junio, emprendimos la aproximación en carro por unas 3 horas desde

Comunidad de Pacchanta de la Cordillera Vilcanota.

Cusco hasta el asentamiento Pacchanta a 4250m, lugar desde donde empezó nuestro desplazamiento hacia el primer campamento base a 4850m. Esta jornada fue tal vez la más larga y extenuante, fueron cerca de 10 horas caminando, sin embargo, el deleite de la ruta no se hizo esperar, a medida que avanzábamos, la heterogeneidad del paisaje brindaba una amplia variedad de hábitats y nichos con diversidad de especies de plantas y animales; todas ellas típicas de ecosistemas de alta montaña.

Al siguiente día, vino un merecido descanso y la oportunidad de aclimatar recorriendo las zonas aledañas a la base del pico Ninaparoy. Grandes espejos de agua que por escorrentía se nutren desde los glaciares y especies de patos migratorios, fueron la constante. Un par de aves rapaces acompañaron nuestro trasegar. A la madrugada siguiente, específicamente a las tres, inició el intento de nuestro primer objetivo con un recorrido bastante

tos e historias para contar. Luego de otra larga jornada de aproximación llegamos al campamento base (5000m) del pico Q´ampa, un escenario lleno de relictos de vegetación, compuesto principalmente por pajonales que le brindaban alimento a la gran cantidad de alpacas y viscayas que merodeaban el lugar.

Laura Campos y Luis Fernando Builes en la Cumbre del Nevado Q´ampa, 5600m.

accidentado por morrena y grandes rocas sueltas, y sin un sendero definido fuimos abriendo camino. A medida que íbamos avanzando, varios de los secretos iban quedando en evidencia, como la laguna Jaripaquiscacocha a 5100m, más adelante, la imponente pared Norte, la cual fuimos bordeando en un ascenso constante hasta la cumbre a 5807m. Luego de disfrutar de la extraordinaria panorámica que brindaba Vilcanota y de la alegría de estar viviendo y respirando la montaña, emprendimos el descenso hasta el campamento base, una jornada que nos tomó 12 horas.

En el campamento base, el descanso y la camaradería no se hicieron esperar, las anécdotas e historias de nuestros amigos Emanuel (argentino) y Pedro (peruano) fueron el mejor componente, dos personajes que hicieron de la logística algo intachable y de la estancia algo maravilloso. Comida y bebida caliente, conversaciones en quechua, pisco y planes para el futuro, fueron los ingredientes principales.

La correría debía continuar, a la tarde siguiente levantamos nuestro campamento, armamos las mochilas, se aperaron las mulas, y el lente de la cámara quedó listo para capturar más momenAún sin clarear, a la mañana siguiente emprendimos el intento de nuestro segundo objetivo, el pico Q´ampa a 5600m, un recorrido no muy técnico, que nos tomó 2 horas para llegar a la base del glaciar y 3 horas más para llegar a la cumbre, en ella tuvimos un momento grato y emotivo. Luego de la celebración, descendimos rápidamente al campamento base, empacamos, aperamos y empezamos nuestro recorrido de retorno hacia Pacchanta, donde nos esperaba el transporte para llevarnos de nuevo a Cusco.

La cordillera Vilcanota es sin lugar a dudas, uno de los mejores escenarios naturales que ofrece el complejo de ramales de los Andes, escenarios para adentrarse en estribaciones de alta, media y baja complejidad, Apus cargados de retos y magia. Un lugar poco explorado al que hay que regresar, gracias a Emanuel y a Pedro por ser los mejores anfitriones, pero sobre todo por mostrarnos la mejor cara de la cultura y montaña peruana.

LAURA V. CAMPOS LUIS F. BUILES

S U S C R I P C I O N E S L A P I O L A SUESCA COLOMBIA 2 0 1 5

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