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Corsos en Saavedra: de la alegría del regreso a la denuncia de censura
from Revista La Unión
A úlLmo momento, el Gobierno porteño había revocado los permisos y no hubo festejos locales para el fin de semana largo de carnaval. Al registrarse un Lroteo en la zona, adujo que no estaba garanLzada la seguridad del público. Las murgas rechazaron la baja de los desfiles callejeros por cuesLones ajenas a su organización.
Una vuelta con gusto amargo. Así se vivió el carnaval de 2023 en el barrio de Saavedra. Luego de dos veranos con suspensiones y recortes por la pandemia, este febrero parecía ser el reencuentro soñado entre murgas y vecinos. No obstante, el Gobierno porteño suspendió las úl>mas fechas programadas en los corsos de Parque Saavedra y Parque Sarmiento por hechos ajenos a estos festejos. Las agrupaciones murgueras denunciaron censura y proscripción.
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De este modo, al iniciar febrero se respiró carnaval y alegría: murgas de toda la ciudad desfilaron por ambos puntos de encuentro, colmados de público.
Todo cambió en la madrugada del martes 14 de febrero: presuntos barras de Platense se >rotearon en el Barrio Mitre y hubo al menos dos heridos, un supuesto parhcipe y una oficial de policía.
Aquella noche los vecinos vivieron una situación de película: durante varias horas un helicóptero recorrió buena parte de Saavedra en busca de los autores materiales. A la noche siguiente también hubo patrullajes intensos.
Ese viernes, en la previa del fin de semana largo de carnaval, el Gobierno porteño optó por revocar los permisos e impedir los corsos en Saavedra.
La Subsecretaria de Seguridad Ciudadana y Orden Público había mencionado un “incremento en la registración de hechos de violencia en zonas próximas a dichas locaciones” y desaconsejaba “la realización de eventos masivos”. El Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana decidió hacerle caso y dar de baja las autorizaciones.
Las murgas lo vivieron como un acto de censura. “Por un hecho de inseguridad durante la semana ajeno al carnaval y las murgas Saavedra está proscripto de celebrar su fiesta”, habían lamentado en Los Elegidos del Dios Momo, a cargo del corso frente al Parque Sarmiento. Los Magos de Saavedra, a cargo del corso en Parque Saavedra, fueron parte del descontento.
Es más, durante el carnaval en avenida de Mayo, cierre del mes de festejos, las murgas presentes expresaron su malestar porque también hubo suspensiones en Barracas y Villa Lugano.
Las murgas de este barrio siguen movilizadas. El primer domingo de marzo desfilaron en Parque Saavedra y condenaron lo ocurrido. También rechazaron que el GCBA evalúe cambiar los tradicionales corsos por ac>vidades fuera de las calles.
“Saavedra es carnaval. No al cierre de los corsos. El Gobierno porteño quiere hacer desaparecer el carnaval. Quiere sacar la alegría de las calles. No queremos que nos encierren en corsódromos. No lo vamos a permi>r”, habían planteado para luego concluir: “La murga no es delito, es familia alegría y pertenencia, basta de persecución agresiones y censura a las murgas y a los corsos del barrio”.


