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El nuevo alumbrado público de Valencia, más sostenible y respetuoso con el medio ambiente
from Lumínica 42
Schréder
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Schréder ha llevado a cabo una importante regeneración del alumbrado público conectado de la ciudad de Valencia, modernizado alrededor de 20.000 luminarias públicas y permitiendo la gestión remota de éstas a través de su plataforma de ciudad inteligente Schréder EXEDRA, utilizando los servicios Cloud de Microsoft Azure.
Para preservar su patrimonio histórico, se ha puesto en manos de Schréder para modernizar los faroles originales BREÑA, de hierro fundido equipándolos con tecnología LED. La ciudad también ha optado por la instalación de luminarias IMAGE LED, una luminaria de forma redonda que define el carácter de la ciudad, tanto de día como de noche.
Esta modernización ha permitido a la ciudad de Valencia, mejorar el ahorro energético, reduciendo el consumo de energía en un 75%, reduciendo los costes de explotación y los relacionados con la energía en más de 6 millones de euros y reduciendo las emisiones de efecto invernadero en un 80%. «La ciudad necesitaba una nueva infraestructura de iluminación que proporcionara la cantidad adecuada de luz, con la mayor uniformidad posible y con el menor coste energético posible», explica Vicente Mayans Savall, ingeniero municipal de la ciudad de Valencia.
Hay que destacar también que, la nueva instalación de alumbrado, permite reducir el impacto de la luz artificial sobre los ciudadanos y la fauna, dirigiendo la luz a los lugares que necesitan estar bien iluminados –lo que permite a los ciudadanos dormir mejor por la noche, especialmente a los que viven en plantas bajas- adaptando los perfiles de color y regulación de luz para proteger la fauna y los ecosistemas.
La ciudad también ha conseguido reducir la contaminación lumínica en la reserva de La Albufera, ecológicamente sensible, que bordea la ciudad, donde se instalaron más de 150 luminarias y bolardos RIVARA, mientras que TECEO ilumina las carreteras que bordean el parque. En las luminarias se instalaron sensores de detección de movimiento y una iluminación con una temperatura de color de 2700K, lo que produce una luz blanca y cálida que es menos perjudicial para la fauna, incluidas las aves migratorias, los murciélagos y los mosquitos. Además, los ciudadanos pueden ahora recorrer esta zona verde por la noche y mirar las estrellas si lo desean, ya que les afectan menos las luces artificiales. Este proyecto demuestra la importancia de actualizar las infraestructuras de alumbrado de las ciudades, permitiendo soluciones más eficientes y rentables, aumentando la seguridad y el bienestar de los ciudadanos, además de reducir la huella ecológica.