Contenido Pág 3 Un perfecto sustituto
VIDA CRISTIANA por Dámaris Carbaugh
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Regalos de honor para Dios ADORACIÓN por Zachiel López
El carácter ineludible del creyente
EDIFICACIÓN por Pastor Miguel Nuñez
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El Verdadero Amor Espera y Verdades que Marcan COMUNICADORAS HISPANAS por Johanni Reyes y Omayra Ávarez
El pecado más sutil y Hecha Para Dios COMUNICADORAS HISPANAS por Oriali Arroyo y Raquel Rivera
Anlly Piantini: Una adoradora con un corazón de servicio
ENTREVISTA por Andreina Fersaca
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Seguridad en Dios en medio de las circunstancias TESTIMONIO por Zelandia P. Almonacid
Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien. No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojo, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas. Que fueron luego formadas. Sin faltar una de ellas (Salmo 139:13–16). El aborto es una práctica lamentablemente difundida en nuestro tiempo. Pone punto final a una vida antes de nacer. 1. La mayoría de las veces el aborto es realizado por razones egoístas. 2. Quien lo promueve y lo practica se constituye en usurpador del derecho que sólo a Dios le corresponde. 3. Apreciemos el carácter sagrado de la vida y la dignidad del ser humano. 4. Rechazamos rotundamente con la Biblia las falsas razones que se manifiestan a favor del aborto y lo que lamentablemente ha sido aprobado por la ley. ¿Que dice la Biblia sobre el aborto? 1. Una promesa del pacto de Dios con Israel era. No habrá mujer que aborte (Éxodo 23:26). 2. Se consideraba a los hijos como el regalo de Dios. Herencia de Jehová son los hijos cosa de mucha estima el fruto del vientre (Salmo 127:3–5). 3. Es importante destacar que la Biblia alude a la vida de una persona antes que nazca. Antes que te formase en el vientre te conocí (Jeremías 1:5). Fui puesto a tu cuidado desde antes de nacer; desde el vientre de mi madre mi Dios eres tú (Salmo 22:10). - El feto es obra de Dios (v 13). - El feto es conocido por Dios (v 16). - El feto es plan de Dios (v 16). - Dios tiene un propósito para el embrión en desarrollo. Si la vida humana es don de Dios entonces nadie sino sólo él, tiene derecho a quitarla. El niño no nacido, en carácter de feto, es mi prójimo a quien debo amar y proteger. El aborto no es una opción viable para NADIE!
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El cuerpo es templo del Espíritu Santo TESTIMONIO por Julilop López
Transformando nuestros corazones a la luz de la Palabra REFLEXIONES por Jen Wilkin
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El Camino a la Meta
EDIFICACIÓN por Ericson Alexander Molano
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Si sigues a Jesucristo, la opción de morir tocará a tu puerta y deberás responder ante Dios si eliges perder tu vida o salvarla. No importa cuál sea tu carrera o tus sueños. Perder la vida o salvarla no parece una decisión que debamos tomarla nosotros. Hemos sido salvados de la condenación, de la separación eterna de Dios, de la muerte eterna. Y es por GRACIA. La gracia es recibir lo que no merecemos. Cuando nos dimos cuenta de que éramos pecadores y de que necesitábamos un Salvador, creímos en Jesús y Él nos salvó. ¿Por qué? Porque Dios decidió favorecernos con Su gracia. No hicimos nada que nos diera derecho a salvarnos por nuestras propias obras. La bondad de Dios nos salvó: El Padre envió a Su Hijo Jesús a vivir entre nosotros para enseñarnos las demandas del Reino de los Cielos, cumpliéndolas en su propia vida. Pero también vino para redimir al ser humano pagando el precio determinado por Dios. A causa del pecado merecíamos la muerte.
Jesús vino a tomar nuestro lugar. Fue perfectamente justo, sin pecado (algo que ninguno de nosotros podría haber sido jamás) –hizo las veces del cordero sin mancha que se ofrecía como sacrificio en el Antiguo Testamento para perdón de pecados– y murió en la cruz, cumpliendo la demanda de justicia delante del Padre: Porque también Cristo murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios (1 Pedro 3:18). La muerte de Cristo logró nuestra salvación. Las buenas obras nunca serían suficientes para cumplir la demanda divina de justicia perfecta. Dar a los pobres, atender al huérfano o visitar al preso no son boletos para entrar al cielo, no nos llevan a Dios, sino que son el resultado de haber creído y confiado en el único camino de salvación: Jesucristo.
Dios se acercó a nosotros, enviando a Su Hijo quien, por gracia, vivió entre nosotros y, por gracia, murió para que vivamos según los principios revolucionarios del Reino de los Cielos, haciendo buenas obras. Yo no trabajé, no hice nada por mi salvación. ¿Quién es el que trabaja? Jesús, somos Su hechura. El trabajo de Cristo nos salva. Y Él todavía está obrando en nosotros. No ha terminado. La Biblia dice que Dios es quien obra en vosotros tanto el querer como el hacer (Filipenses 2:13). Cuando hacemos buenas obras, no trabajamos, Dios trabaja. Fuimos creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, lo que significa que cuando somos salvos, comenzamos a hacer buenas obras porque Dios está obrando en nosotros. En mí no habita cosa buena, pero cuando recibo a Jesús, Su Espíritu viene a vivir en mí y vivifica mi espíritu. Su poder da vida a mi espíritu que estaba muerto, separado de Dios. Esto es nacer de nuevo. Un fragmento del libro Adiós a mí (B&H Español)
Dámaris Carbaugh
Escritora LifeWay
VIDA CRISTIANA 3
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Zachiel López Adoradora
ADORACIÓN La adoración es el dulce y exquisito aroma fragante que acompaña la vida de quienes hemos conocido a Dios. Significa “regalarnos” a nuestro Padre Celestial; ofrecernos en sacrificio vivo de amor a Él de manera voluntaria y en un espíritu de absoluta rendición. No se trata solo de cantar y danzar, sino de nuestra manera de vivir. Es entender que sencillamente fuimos creados para su total deleite y placer. ¿Alguna vez pensaste en regalarle algo a alguien que consideras que lo tiene todo? ¡Qué difícil resulta eso! Cualquier cosa que quisieras obsequiarle pareciera no estar a su nivel. Si pensamos en regalarle algo al Dios Todopoderoso pareciera muy difícil encontrar la respuesta, pero no lo es, porque Él se deleita en aquellos que lo adoran con corazón humilde.
¿Por qué un obsequio se volvería inaceptable para el Señor? La primera razón es porque no es lo mejor que podemos dar, no nos representa un costo, ni un sacrificio. Si no tiene valor para ti, tampoco lo tendrá para nuestro Padre Celestial. Observamos en la Biblia que en el pueblo cristiano existieron generaciones que querían obsequiarle a Dios algo digno, pero lo hicieron de una manera tan equivocada que esos regalos en lugar de honrarlo, terminaron deshonrándolo.
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“Y cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo? Asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo, pues, a tu príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto? dice Jehová de los ejércitos. Ahora, pues, orad por el favor de Dios, para que tenga piedad de nosotros. Pero ¿cómo podéis agradarle, si hacéis estas cosas? dice Jehová de los ejércitos.” Malaquías 1:8-9 Ellos presentaron lo que les sobraba, lo dañado, lo que no podrían vender, la oveja tuerta o coja, esa fue la que pusieron ante el altar y consideraron que Dios no era tan digno como para darle lo mejor, es decir no se esforzaron en hacer algo excelente. Durante muchos años he visto personas que con facilidad deciden no dar lo mejor de sus vidas a Dios, es fácil caer en la rutina de lo que hacemos para Él y poco a poco vamos menguando la calidad de nuestro servicio y la devoción con la que hacemos las cosas. Cuando perdemos la pasión y dejamos de dar con excelencia, hacemos que nuestros obsequios se vuelvan inaceptables para el Señor.
La Biblia nos enseña que Abel y Caín entregaron obsequios al Señor y fue la de Abel la que fue aceptada por Dios. Una de las razones para que la escritura diga que la ofrenda de Caín no agradó al Señor, es porque se trató simplemente de “una ofrenda”, mientras que la de Abel era la “grosura” de las ovejas, es decir, era “lo mejor”. Es importante destacar
que Caín no tenía un corazón santo, sentía odio y envidia; ese estado en su interior se evidenció cuando Dios aceptó el ofrecimiento de su hermano, lo que le provocó ira. Las circunstancias sólo demuestran lo que tenemos en nuestro interior, pero no originan maldad, este sentimiento entra a nuestras vidas cuando nos alejamos de Dios. Es importante cuidar no sólo el regalo, sino el estado del corazón donde se gesta. Nadie quiere cocinar en un recipiente sucio, ni poner un diamante en medio de la basura; no podemos adorar a Dios con un corazón impuro. Para todos aquellos que buscamos darle al Rey de Reyes regalos de honor, les dejo el consejo del gran adorador, David, quien ofrece el ingrediente esencial que debe llevar un obsequio aceptable para Dios: “Porque no quieres tú sacrificio, que yo lo daría; no quieres holocausto. Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado: al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios”. Salmo 51:16-17 Mientras procuramos vivir en humildad de corazón ante el Señor, y venir ante Él libres de soberbia y limpios de orgullo, con corazones sinceros y quebrantados, podemos estar seguros que nuestros regalos serán aceptados en los cielos como olor fragante, y sus bendiciones nos perseguirán y alcanzarán todos los días de nuestras vidas. Quien complace a Dios, siempre disfrutará de sus beneficios.
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Pastor Miguel Nuñez
Escritor de B&H ESPAÑOL
EDIFICACIÓN
La literatura de sabiduría comprende los libros de Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés y el Cantar de los cantares. Se la ha llamado así porque, en general, esta literatura contiene sabiduría que nos ayuda a entender enseñanzas acerca de Dios, el ser humano y el origen del bien y del mal, con las bendiciones y consecuencias de estas dos últimas realidades. Hoy en día, dado el énfasis que hemos hecho en recordar al creyente que la salvación es un regalo dado por Dios a través de Su gracia, como ya mencionamos, y que la santificación es también un proceso impulsado por Su misma gracia, muchos han concluido que la idea de disciplinar a las personas en la vida cristiana es más bien un legalismo. Pero esa idea no es bíblica. Si pensamos en cuál es el carácter que el cristiano debe exhibir, de inmediato viene a nuestra mente el carácter de Cristo: manso y humilde (Mat. 11:29), veraz (Mar. 12:14), fiel (Apoc. 3:14), justo (1 Jn. 3:7). Esa es nuestra meta. Pero esas cualidades no se desarrollan solo orando, sino en contacto con personas que ofenden nuestro orgullo y a quienes tenemos que perdonar; en medio de tentaciones que se prestan para que mintamos, pero donde Dios nos da la fortaleza para ser veraces; al atravesar situaciones en las que el pecado nos invitará a ser infieles, pero en las que oiremos el llamado de Dios a permanecer fieles; y en circunstancias en las que nosotros podríamos tomar decisiones que nos favorezcan, pero en las que Dios
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quiere que hagamos lo correcto aunque eso nos perjudique, como fue el caso de Jesús al ir a la cruz. El entendimiento de la Palabra dado por el Espíritu Santo y el poder del mismo Espíritu capacitan al hijo de Dios para mover su voluntad y cultivar el fruto del Espíritu, que nos lleva a poner en práctica las virtudes llamadas cardinales, además de las virtudes teológicas mencionadas más arriba. La palabra sabiduría aparece 23 veces en el libro Job, 8 veces en los Salmos, 25 veces en Eclesiastés y 45 veces en Proverbios. Estos números variarán de acuerdo a la traducción de las Escrituras que estemos usando, pero nos dan una idea de qué tan recurrentes son estos dos temas, integridad y sabiduría, en la literatura de sabiduría. ¿Implica la palabra intachable que alguien está sin pecado? ¡Claro que no!, porque esa característica solo le pertenece a Dios y como hombre a Jesús, el Dios hecho hombre. Pero una persona intachable, a la luz de la literatura de sabiduría, es una persona con un buen testimonio, alguien que no es reconocido por tener un carácter pecaminoso, aunque sí posee una naturaleza caída. El que anda en integridad es veraz en lo más íntimo de su ser, allí donde nadie lo puede ver; él es la misma persona en público y en privado. Lo que dice con palabras es lo que él ha estado pensando en su mente, y frente Dios. Esa es la persona de integridad de acuerdo a la literatura de sabiduría. Por tanto, la falta de integridad hace que nuestras oraciones no sean escuchadas, impide que Dios pueda usarnos, lleva a Dios a remover Su protección de nuestras vidas (por lo menos de manera parcial) y no nos permite disfrutar la presencia de Dios como Él quisiera dárnosla simplemente por nuestro caminar no íntegro. He ahí una característica de cómo el salmista ve la integridad: alguien que anda en verdad hasta el punto de pedir a Dios que escudriñe todo su ser, su mente y su corazón. Obviamente, si Dios examinara a esa persona, no la encontraría libre de pecado, pero sí encontraría una coherencia (no perfecta) entre sus palabras y su obrar. No podemos pasar un legado a la próxima generación si nosotros mismos no hemos forjado nuestro carácter. Las opiniones no pasan a la próxima generación: ellas mueren con nosotros. Solo las convicciones que moldean el carácter son capaces de hacer eso. Un fragmento del libro Vivir con Integridad & Sabiduría (B&H Español)
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Tenía 9 años, cuando aprendí a conocer a Dios y a los 14 fui bautizada, fue el evento más hermoso de mi vida y después de muchos años, otro episodio hermoso fue el de mi boda. Cuando pude obsequiar lo más valioso que una mujer puede entregarle a un hombre su pureza. . En medio de tanta presión social, y de grupos en diferentes áreas. Nadie tomará la decisión de vivir en santidad para Dios, más que tú misma. Entonces, me considero no santa, pero alguien que persigue hacerlo, no con mis fuerzas sino con las fuerzas de Dios. Yo sé que se puede, Él lo dejó escrito en su Palabra. (1 Pedro 1:16) Yo he cometido errores, me he caído y me he levantado, en medio de cada paso de mi vida veo como Dios por medio de Jesús sigue mostrándome el camino, un camino correcto, un camino de excelencia. Tú puedes hoy, cambiar el rumbo de tu vida, tu puedes hoy elegir el camino correcto. El camino hacia la pureza. Sencillamente no vuelvas hacer lo mismo, date la oportunidad de ser cambiada por Dios, por Jesús. Él sí que es el único que puede darte la posibilidad de comenzar de nuevo. Johanni Reyes
Desde pequeños escuchamos a muchas personas pronunciar las siguientes frases: “Estudia para que seas alguien en la vida” o “vales por lo que sabes o por lo que tienes, pues el que nada tiene nada vale”. Estas son falacias que necesitamos desmontar de nuestro sistema, pues se marcan tan profundamente en nuestras vidas que parecen indelebles. Tu identidad no debe estar fundada en lo que haces o tienes, sino en quien eres en Dios. Las personas no valemos por ninguna de estas razones antes expuestas, nuestro valor vino plasmado en cada uno de nosotros desde antes de nacer. No somos un invento, somos un diseño bien pensado y diagramado por nuestro Dios. Efesios 2:10 dice: “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.” El Salmo 100:3 dice que Dios nos hizo. Estas son verdades contundentes que deben marcar nuestras vidas. Es hora de no creer las mentiras inventadas por el enemigo. Es momento de aceptar y vivir la verdad absoluta. No se trata de un concepto, la verdad es una persona y es Jesús. Actuemos conforme a lo que Jesús dice de nosotros, pues al final quienes somos en Él debe definir lo que hacemos. Omayra Álvarez
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Hemos crecido con la convicción de que las mujeres tenemos la capacidad de hacerlo todo. Y sí bien es cierto que ser dedicada y cumplir ciertos compromisos no está mal, el peligro llega cuando esas ocupaciones nos envuelven y se convierten en prioridad. Por lo general, no es algo que decides. El día a día va llenando la agenda, nos va cargando y nos abruma. Es como esa bola de nieve que, una vez comienza, es muy difícil detener. Alguien mencionó el afanarse como un “pecado sutil” por su capacidad de ir aniquilando la fe sin que podamos percibirlo. Ese enemigo silente se aprovecha poco a poco de nuestro tiempo, nos provoca estrés, nos hace infelices y, peor aún, nos separa de Dios. Eso fue justo lo que sucedió con Marta al recibir a Jesús. ¡Tuvo la maravillosa oportunidad de tenerlo en su casa! Sin embargo, estaba tan abrumada organizando y sirviendo que olvidó lo más importante; apartar tiempo para compartir con Él.
Marta se molestó cuando vio a su hermana María sentada escuchándolo hablar y le pidió a Jesús que le reclamara para que le ayudara. Para su sorpresa, Jesús le respondió: “Afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada. (Lucas 10:41-42). Procuremos que los afanes no se adueñen de nuestro tiempo y nos quiten lo más valioso. Así que, mañana, cuando organices tu agenda, procura que lo primero en la lista sea pasar tiempo con Dios. El afán tiene la capacidad de ir aniquilando la fe sin que podamos percibirlo. Ese enemigo silente se aprovecha poco a poco de nuestro tiempo, nos provoca estrés, nos hace infelices y, peor aún, nos separa de Dios. Oriali Arroyo
Todo comenzó cuando recibí al Señor Jesús en mi corazón a los 14 años. Le pedí a Dios que si salvaba a mi padre de un accidente de muerte entendería que era Dios e iba a venir a sus pies. Así sucedió , y así lo hice, todo cambio. De ser una niña que su vida no tenía sentido pase a ser una joven con muchas habilidades y talentos. Comencé a vivir una vida en plenitud. “Hecha para Dios” una etiqueta que surge tras una revelación donde Dios me muestra como tengo una vestimenta brillante puesta con el logo impreso de un código de barras y estando en frente de tentaciones del pasado Él me dice: Hecha para Dios. Ese día entendí que Dios siempre ha cuidado de mí y me ha guardado con propósito. (Jeremías 29:11) Estoy destinada a vivir mi propósito hoy en el lugar que estoy, con las personas que me rodean, como hija de Dios tengo la capacidad de crear un mundo mejor e influir el amor de Dios con mi vida. Hoy esposa, madre de dos hijos alabo al Señor por lo que ha hecho en mi vida y las cosas que está haciendo en mi vida personal, mi familia, ministerio y el trabajo. Raquel Rivera / www.raquelriveraphotography.com
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La cantante dominicana de música cristiana, Anlly Piantini, trae para este año 2019 grandes sorpresas. Su meta es viajar a distintos países ministrando al pueblo de Dios con su nueva producción discográfica que rompe paradigmas “Úsame”. Para ella el servicio al Señor es el mayor galardón. El anhelo de que miles de personas conozcan al Padre Celestial la impulsa a seguir produciendo alabanzas dignas para el Dios Todopoderoso. ¿Qué esperas que reciba el pueblo de Dios al escuchar tus canciones? Casi todas mis canciones son de testimonios, hablan de la vida de personas que han experimentado diferentes situaciones; por esta razón espero que muchos al escuchar estos milagros cantados, reciban esperanza, fe, amor y confianza. Además anhelo que puedan conocer a un Dios que sana y restaura, de manera física y emocional. ¿En qué se diferencian tus nuevos temas a otras adoraciones? En esta nueva producción traemos algo fresco y diferente al público, muchas fusiones combinadas, entre country, baladas, pop y ritmos urbanos, es una mezcla interesante que hace que se escuche diferente a lo que está sonando regularmente en la radio. Si escuchamos, por ejemplo, el tema “Llueve”, es una adoración, sin embargo su base musical es distinta a la convencional. También podemos observar en la canción “Úsame”, una mezcla de country y balada que se escucha excelente. Es importante en esta área darle los méritos a Ismael Moronta, productor del disco y quien interpretó muy bien nuestras ideas. ¿Qué anhelas para este año 2019 en el ámbito artístico? Que las promesas de Dios se cumplan en mi vida, y que nuestra música llegue a muchas personas, sobre todo a los que no conocen a Dios. Quiero ir por el mundo llevando mis canciones y mi testimonio.
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¿Cuáles países te gustaría visitar para ministrar el pueblo de Dios? Quiero ir a donde Dios me lleve, ya hemos viajado a varios países y el Señor siempre nos sorprende; nos ha llevado a Venezuela, Perú, Islas Caimán, Curazao y Estados Unidos. Quisiera visitar Costa Rica, Canadá, Europa, es decir que se abran las puertas del mundo. ¿Con qué adorador te gustaría interpretar algún tema? Una pregunta interesante y comprometedora, porque siempre uno piensa en varios cantantes que admiramos, pero me gustaría grabar con Marcos Brunet y Julissa. ¿Qué mensaje le darías a las nuevas generaciones que tienen como llamado ministerial adorar a Dios? Siempre mi consejo será que sean siervos de Dios, que lo más importante es la humildad con la que usan los dones y talentos que Dios ha puesto en sus manos. En 1 Pedro 5:6 dice: “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo”. ¿Qué mensaje le regalarías a las mujeres en estos tiempos? Que amen a Dios sobre todo las cosas, luego a su familia y después que se valoren, conociendo su importancia como mujer, madre y esposa, además que busquen su desarrollo espiritual y profesional. ¿Cómo ha sido tu experiencia en tantos años de carrera musical? Han sido muchas, hemos aprendido que la perseverancia y la disciplina es la clave para seguir avanzando, no es fácil el camino, pero cada día trae su propio afán. Seguir el llamado a pesar de las dificultades, eso hemos aprendido de este tiempo hermoso sirviendo a nuestro Dios.
¿Cuál ha sido el mayor premio? Tener la oportunidad de trabajar para Dios, conocerlo, y mantener una relación con mi Salvador; ese ha sido mi mayor y mejor premio. ¿Cuál crees que ha sido el tema que más ha impactado la vida de las personas? “Aunque ha sido difícil”, es el tema que más ha impactado nuestra vida y a los que escuchan mi música. ¿Quiénes son las personas que te han ayudado en tus producciones musicales y te han apoyado en tu carrera? Mi esposo Danny Ramírez ha sido un apoyo importante para mi carrera, siempre ha estado presente. Los productores Moisés Sánchez, Roosevelt Martínez, Carlos D’ Oleo, Ismael Moronta; los compositores Aleymer Rodríguez, Ivelisse Gell, Lenny Salcedo, así como medios de comunicación, emisoras de radio y televisión, prensa escrita y medios digitales. ¿Dónde pueden tus seguidores escuchar tus temas y adquirir ttu producción musical? En todas las plataformas digitales y a través de mi página oficial la cual invito a visitar: www.anllypiantini.com
Andreina Fersaca Periodista de Revista Lux Dei
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ENTREVISTA
Zelandia Almonacid Conferencista, Pastora de jóvenes
TESTIMONIO
Una tarde me dirigía con mis hijos de la escuela a nuestra casa. Junto a mi esposo decidimos rentarla porque tenía suficiente espacio para criar a nuestros tres varones que saltaban, corrían, montaban bicicleta en el patio y disfrutaban jugando en el cesped. En el vehículo cantábamos juntos porque mi corazón rebosaba de agradecimiento. Desde la niñez fui criada en el evangelio y era muy consciente de que aún en medio de tantas pruebas, el Señor siempre había estado con nosotros. Al acercarnos a nuestra calle, observamos una columna de humo en el aire y antes de que pudiera preguntarme de qué se trataba, sonó mi teléfono. Era mi esposo con una frase que nunca olvidaré: “Amor, ¿dónde están?, los vecinos me están llamando para decirme que nuestra casa se incendia”. Tragué en seco, y como en cámara lenta, vi pasar a los bomberos y las patrullas de policías. Al llegar, bajé del vehículo y tomé al bebé en brazos. Lo que había sido nuestro nidito de amor, era ahora una bola de fuego. Desde la mitad de la calle observaba las ventanas estallar, los cristales volaban por todas partes, mis buenos vecinos ayudando a traer agua, y los bomberos arriesgando sus vidas en medio de las explosiones. Un grito salió del fondo de mi alma. ¡Bendito sea Dios! ¡Gracias Señor porque mis hijos están aquí conmigo, y porque tú, que eres mi posesión más preciada,
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también estás en mi corazón! “Está en shock”, dijeron mis vecinos. Pero les dije que no, que aquella terrible tragedia no era el fin del mundo y que Dios esconde propósitos inescrutables detrás de las adversidades. “Se puso loca de la pena”, diagnosticó una abuelita. Le sonreí y le dije: “No abuela. No estoy loca, es la seguridad de que nuestro Padre Celestial sigue siendo bueno a pesar de que nos esté pasando todo esto”.
Mi esposo llegó al lugar y no me extrañó verlo sonreír mientras venía a abrazarme. Sabíamos que nuestra fe ya había sido entrenada en diversas pruebas y que ésta no sería más que otra oportunidad para experimentar a nuestro Dios en facetas donde todavía no lo habíamos conocido. Cuando nos permitieron entrar a la casa, fui a nuestra habitación y solo encontré cenizas flotando en el agua. Las llamas lo consumieron todo, pero dentro del armario había una caja que no se quemó. Hacía unas semanas que había recibido un paquete de una buena amiga y decidí conservar la caja para guardar documentos importantes; la tomé y le di Gloria a Dios cuando comprobé que todo estaba intacto. La algarabía de mis hijos me hizo ir a la sala. Los encontré reunidos alrededor
de la pecera, aplaudiendo. “¡Mami, Papá Dios salvó a nuestros pececitos!” Yo no lo podía creer. Estaban vivos, tanto o más felices que mis hijos. Cuando la euforia del momento se disipa, la realidad te golpea en la cara. ¿Dónde vamos a dormir esta noche? y ¿Qué ropa vamos a usar mañana? Pero no hubo pánico. La Palabra de Dios sembrada en nosotros era fortaleza, fe y seguridad de que no estábamos desamparados. Su Palabra era una fuerte ancla del alma que nos mantenía aferrados a sus promesas: “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor —, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón. Me dejaré encontrar —afirma el Señor —, y los haré volver del cautiverio. Yo los reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde los haya dispersado, y los haré volver al lugar del cual los deporté», afirma el Señor. -Jeremías 29:11-13 NTV Los planes que Dios tiene para ti son el bendecirte en la misma medida en la que te deposites en sus manos. Él te llama a su presencia, a sumergirte en su Palabra y a empoderarte para enfrentar lo que sea que este año traiga para ti; de manera que en cada prueba, puedas adquirir un mayor conocimiento de Él y ser un creyente triunfante y victorioso.
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Julilop López Pastora y Salmista
TESTIMONIO Luego de ser diagnosticada con enfermedades de tiroides, vértebras deformadas y lumbalgia desgastada, me sentía una persona totalmente inútil, físicamente no podía valerme por sí sola. Dios tocó mi corazón y me inquietó a no conformarme con esta condición que los médicos ya habían determinado. Comencé a orar y a buscar la sanidad de Dios en mi vida. En medio de este clamor, el Señor me dio una “revelación” desde su Palabra escrita en 1 Corintios 6:19-20 que dice: “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual esta en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu los cuales son de Dios”. Mi situación y el estar en la intimidad con el Señor me llevó a seguir estudiando e investigando mas a profundidad el tema de de la salud. Comencé a prepararme en el Centro Médico Escuela en la Ciudad de Buenos Aires Argentina. Realice un curso de salud y bienestar en la Universidad Argentina de la Empresa con el Licenciado Diego Sivori, Director en Nutrición, poco a poco fui entendiendo que había mucho mas detrás de la frase “Vida Sana”.
Cambié mis hábitos alimenticios de una manera efectiva, realizando las combinaciones de comidas saludables para mi cuerpo, llegando a bajar 12 kg, es decir 26.45 libras. Entendí que llevar una buena alimentación mejora tu calidad de vida, tomando en cuenta que el cuerpo necesita todos los nutrientes esenciales para un mejor desarrollo. Aprendí a balancear las proteínas, carbohidratos, fibras, entre otros, además ahora tengo el hábito de consumir 2 litros de agua por día, desde el desayuno, almuerzo, merienda, y cena.
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►► No dejar de comer, sino mejorar la alimentación. ►► Controlar la cantidad de alimentos ►► Evitar los 3 blancos. (Harinas, sal, azúcar) ►► Evitar el consumo de gaseosas o jugos en polvo con muchos conservantes. ►► Tomar agua o jugos de frutas naturales. ►► Cambiar las frituras por alimentos cocinados al horno. ►► Consumir alimentos verdes. ►► Reducir el consumo de carnes rojas y variarlo con pescado y pollo entre semana. ►► Consultar con un especialista en nutrición si existe alguna duda en cuanto a la alimentación. ►► No auto medicarse. Lo que hoy en día comparto con muchas personas, no se trata de hacer unas súper dietas, ni algún diagnóstico, lo que quiero es mostrar mi testimonio. Dios trató con mi vida y ahora quiero ayudar a que otras personas tomen conciencia respecto a la alimentación y su salud. “Somos lo que comemos” es una frase que me gusta. No olvides que nuestro cuerpo tarde o temprano pasará cuentas.
Actualmente soy pastora junto a mi esposo, el también pastor Juan Cruz Vicente, periodista y locutor. Ambos realizamos un programa de radio llamado “Vida Sana”, allí compartimos nuestras experiencias y brindamos consejos sobre la alimentación con basamentos bíblicos, uno de ellos es la Palabra de 1 Corintios 3:16 que dice: “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a el; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es”. Con “Vida Sana” entendemos que Dios nos llamó con un propósito claro y es ministrar la vida de muchas personas para que cuiden su alimentación. Hemos viajado por varios países compartiendo nuestro conocimiento en el área de la nutrición. En Ecuador pudimos grabar algunos programas para ABC televisión canal 46 en Guayaquil. Este año ya hemos dado charlas en Estados Unidos, específicamente en Washington, Pensilvania y Arizona. Ingresa a mi canal mi canal de YouTube, Juliloparte, donde están cargados algunos vídeos importantes respecto a una buena alimentación para cuidar nuestro cuerpo.
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Jen Wilkin Escritora B&H ESPAÑOL
REFLEXIONES cómo nos hizo sentir un sermón o un coro de alabanza o nuestro tiempo devocional. Durante años intenté amar a Dios con mi corazón y descuidé mi mente, no reconocí mi necesidad de crecer en el conocimiento del «YO SOY». Cualquier estudio sistemático de la Biblia lo sentía mecánico, incluso como un acto de falta de fe o una admisión de que la iluminación del Espíritu Santo no era suficiente para mí. Pero se me escapaba la importante verdad de que el corazón no puede amar lo que la mente no conoce. Este es el mensaje de Romanos 12:2, no que la mente sola afecta la transformación, sino que el camino a la transformación corre desde la mente hacia el corazón, y no al revés. La respuesta consiste en conocer a Dios, en amarlo con nuestras mentes. Nunca la expresión «conocerlo es amarlo» ha sido más veraz. Según crecemos en el conocimiento del carácter de Dios, mediante el estudio de Su Palabra, no podemos hacer otra cosa que no sea amarlo exponencialmente más. Esto explica la razón por la cual Romanos 12:2 afirma que nosotras somos transformadas por la renovación de nuestras mentes.
El corazón, como lo describe la Escritura, es el asiento de la voluntad y las emociones. Es la parte que «siente» y «toma las decisiones». Permitir que mi corazón dirigiera mi estudio significaba que esperaba que la Biblia me hiciera sentir de cierta manera cuando la leyera. Quería que me diera paz, consuelo o esperanza. Quería que me hiciera sentir más cerca de Dios. Quería que me diera seguridad en cuanto a las decisiones difíciles. Ya que quería que la Biblia despertara mis emociones, entonces dedicaba poco tiempo a libros como Levítico o Números, y mucho más tiempo a libros como los Salmos y los Evangelios. Si consideramos el corazón como el asiento de nuestras emociones y nuestra voluntad, parece razonable que a menudo nos acerquemos a la Palabra de Dios y preguntemos: «¿Quién soy yo?» y «¿Qué debo hacer?». Estas preguntas abordan el corazón de forma exclusiva. Nuestras mentes son el asiento de nuestro intelecto. Conectar nuestro intelecto con nuestra fe no se da de manera natural para la mayoría de nosotras. Vivimos en una época cuando la fe y la razón se describen como polos opuestos. En ocasiones, la iglesia incluso ha adoptado esa clase de lenguaje. Para algunas de nosotras, la fortaleza de nuestra fe se mide según cuán cerca de Dios nos sintamos en un momento determinado,
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Llegamos a comprender quién es Dios y somos cambiadas; nuestros afectos se distancian de las cosas de menos valía y se conectan con Él. Si queremos sentir un amor más profundo por Dios, debemos aprender a verlo con más claridad por quién es Él. Si queremos sentir de manera más plena en cuanto a Dios, debemos aprender a pensar más a fondo en cuanto a Él. El corazón no puede amar lo que la mente no conoce. Sí, es pecaminoso adquirir conocimiento por el conocimiento mismo, pero adquirir conocimiento sobre Aquel a quien amamos, porque queremos amarlo de manera más profunda, será siempre para nuestra transformación. Debemos amar a Dios con nuestras mentes, y permitirle a nuestro intelecto que informe a nuestras emociones, y no al revés. Un fragmento del libro Mujer de la palabra: Cómo estudiar la Biblia con mente y corazón (B&H Español)
EDICIÓN GRATUITA / Enero - Febrero 2019 / www.revistaluxdei.com
Ericson Alexander Molano Adorador
EDIFICACIÓN Hoy en día tengo el privilegio de compartir mi música y conferencias en diferentes plataformas por varios países pero para lograrlo tuve que recorrer aquel camino que es inevitable y necesario para todo soñador. Hablo del camino del sacrificio, disciplina, paciencia y tribulaciones que nos forman y capacitan para que al llegar a nuestra meta seamos completamente competentes para la labor. Lo victoria que el joven David en la Biblia obtuvo sobre el gigante Goliat no fue una casualidad sino el fruto de tiempo en el camino preparándose y desarrollando su habilidad. A todo mundo le llegara su momento y oportunidad, la pregunta es ¿estamos preparados? El camino a la meta es aquella escuela que nos transforma de soñadores en hacedores pero para esto necesitamos creer y confiar que toda experiencia en el camino tiene un propósito y Dios la usara a nuestro favor. En estos textos encontramos que la meta y deseo del Señor es llevarnos de menos a más, de lo poco a lo mucho y de lo pequeño a lo grande. La escritura dice que aunque iniciemos pequeños no terminaremos de la misma manera. Esto quiere decir que nuestro Dios es un Dios de progreso y avance. Todo lo que El ha depositado en nuestras vidas es con el fin de que lo hagamos crecer y prosperar. Necesitamos cuidarnos de no caer en la trampa del conformismo y estancamiento. Cuando no hay progreso y avance nos volvemos en personas que criticamos y nos quejamos y lo peor de todo es que malgastamos los mejores años de nuestras vidas. Es por eso que necesitamos ser determinados en progresar porque es lo que el Señor espera de nosotros. El camino a la
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meta también requiere de un proceso. La escritura habla de un inicio pequeño y de un final grande. Entre el inicio y el final existe lo que es el “proceso”. Todo lo que esta destinado a la grandeza necesita ser refinado por la escuela del proceso. Esto requiere tiempo y mucha paciencia. Pensar que uno llegara a la meta de un día para otro es infantil y un espejismo. Lo que nos forma y nos hace aptos para la posición es precisamente el proceso. Dios en su gracia no nos da todo en un solo momento sino es poco a poco porque si lo haría así nos perjudicaría. Aquel atleta que vemos correr en las olimpiadas y ganar medallas un día comenzó gateando. El proceso lo fue preparando para su destino. No afanemos aquello que es importante y necesario en nuestras vidas. Aunque sea difícil creerlo debido a las oposiciones y dificultades, Dios esta obrando y procesándonos. Volvamos al ejemplo del joven David quien antes de ser rey tuvo que primero aprender a defender las ovejas de su padre de los osos y los leones lo cual le dio la valentía para después poder enfrentar al gigante Goliat para que por fin pueda ocupar el trono y gobernar. Todo proceso era un paso que lo acercaba más y más a su destino. Cada paso en el camino es importante porque crecemos, maduramos y aprendemos especialmente de nuestros errores. Se que el proceso es incómodo y en momentos lento, pero si lo soportamos y lo honramos podemos estar seguros que llegaremos a la meta que el Señor tiene para nuestras vidas. Creo con toda mi fe que Dios te llevará de menos a más y la meta que El tiene para ti es mas grande aún de lo que has imaginado. No te desanimes y aprovecha la jornada pues es la escuela que nos prepara para el glorioso destino que nos espera.
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