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La restauración de la laurisilva en ambientes degradados de Gran Canaria

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Foto 1. Labores de desbroce para el mantenimiento de la fuente semillera (FS-268/55/35/002) de madroño canario. Finca La Alcantarilla, municipio de Valleseco

La laurisilva en Gran Canaria está reducida a pequeños enclaves que apenas representan el 1 % de su extensión original. El Cabildo de Gran Canaria lleva años apostando decididamente por la recuperación de la laurisilva por medio de la compra de terrenos aptos para la restauración, la producción en vivero de más de 60.000 plantas anuales para fines públicos y privados y la financiación de proyectos de restauración. A esta iniciativa pública hay que añadir, cada vez más, el esfuerzo que están realizando diferentes propietarios forestales privados e instituciones para conseguir recuperar este interesante bosque endémico macaronésico. Palabras clave: Repoblación forestal, regeneración natural asistida, ornitocoria. Carlos Javier Velázquez Padrón Ingeniero de Montes Cabildo de Gran Canaria Jorge Naranjo Borges Dr. Ingeniero de Montes Gobierno de Canarias

La laurisilva en Gran Canaria

La laurisilva es una agrupación boscosa relíctica que alberga especies de géneros presentes tanto en zonas templadas (Prunus, Ilex, Sambucus, Rhamnus) como tropicales y subtropicales (Pleiomeris, Heberdenia, Sideroxylon, Ocotea). Se encuentra repartida en siete grandes enclaves repartidos por Asia, América, África y Oceanía, siendo los archipiélagos macaronésicos (Azores, Madeira, Canarias y Cabo Verde) los que albergan importantes extensiones de laurisilva atlántica (FERNÁNDEZ-PALACIOS et al., 2017). En Gran Canaria, esta interesante formación ocupó extensos territorios antes de su reconversión en cultivos agrícolas y pastos por las repetidas talas, habiendo sido relegada en la actualidad a pequeños enclaves, que no llegan en extensión al 1 % de la original. Así, tan sólo existen cuatro masas compactas que apenas sobrepasan las cinco hectáreas cada una. La singularidad de estos bosques hace que estén recogidos en dos hábitats prioritarios de la red natura 2000: el hábitat 4050 Brezales secos macaronésicos endémicos , denominado comúnmente fayal-brezal; y el

hábitat 9369 “Bosques de laureles macaronésicos (Laurus, Ocotea), conocido como laurisilva húmeda. La restauración de los bosques de laurisilva en Gran Canaria es un objetivo perseguido de hace tiempo como lo prueban, por ejemplo, los dos proyectos Life desarrollados: el Proyecto Life Laurisilva XXI (1994-1998) y el Life+Rabiche (2013-2017). El Life Laurisilva XXI se estructuró en dos ejes prioritarios, Reforestación y Difusión, dirigidos a la conservación, fomento y divulgación de la laurisilva en la isla (CÁRDENES, 1998). Los mayores logros de este proyecto se pueden resumir en la compra del Monte Pavón (84 ha) para la repoblación de especies de fayal-brezal y la creación de montes adehesados en los municipios de Santa María de Guía y Moya, la rehabilitación de La Laguna en el municipio de Valleseco, con más de 5 hectáreas de laurisilva convertidas en la actualidad en parque botánico, la plantación de 0,5 ha de madroño (Arbutus canariensis), mocán (Visnea mocanera) y Heberdenia excelsa para la creación de fuentes semilleras (foto 1), la reforestación consolidada de más de 40 ha en la Finca de Osorio (municipio de Teror), así como la restauración de 12,5 ha en el Brezal de Santa Cristina (municipio de Santa María de Guía). El Life+Rabiche, tuvo como principal objetivo la creación de una población de paloma rabiche (Columba junoniae) en Gran Canaria. Esta paloma endémica se extinguió y se trataba de conseguir su plena reintroducción en la isla. Uno de los objetivos fundamentales del proyecto fue la restauración, ampliación y mejora del hábitat de los bosques de laurisilva para asegurar a largo plazo la estabilidad de su población. Las pretensiones iniciales de introducir 500.000 plantas en 4 años no se pudieron cumplir, quedándose la repoblación en un 35 % de lo previsto (foto 2). Casi el 40 % de las especies utilizadas correspondieron a la laurisilva seca (barbusano, acebiño, palo blanco), el 35 % al fayal-brezal (faya, brezo y madroño) y el 25 % a la laurisilva húmeda (viñátigo, til, saúco). Las especies arbóreas más usadas fueron el barbusano (Apollonias barbujana), la faya (Morella faya) y el viñátigo (Persea indica).

Restauración de la laurisilva en Gran Canaria

Este objetivo supone un reto de una alta complejidad que, debido a los condicionantes específicos actuales, obliga a aprender de los errores pasados y a probar técnicas de restauración forestal poco convencionales. Estos condicionantes son: Biodiversidad reducida. La secular degradación de los antiguos bosques de laurisilva ha provocado una reducción de su biodiversidad, tanto arbórea como arbustiva. Así, del total de especies arbóreas que constituyeron el bosque original (17), tan solo el laurel canario (Laurus novocanariensis) está presente de forma abundante. Propiedad del terreno. La superficie recuperable para la laurisilva en Gran Canaria es mayoritariamente de propiedad privada, a diferencia de las otras islas, y está muy fragmentada, lo que dificulta el desarrollo de planes de recuperación a gran escala. Procesos de desertificación. La pérdida de suelo por erosión, unido al cambio climático, limita la posibilidad de su implantación en muchas de sus áreas primigenias. Este nivel de degradación se puede deducir en función de las especies actualmente presentes. Así, los mejores suelos con potencial de restauración están ocupados por zarzas (Rubus sp.) y helechos (Pteridium aquilinum); los suelos de calidad media, por Hypericum canariensis y Bencomia caudata; y los suelos muy alterados, y sin capacidad de albergar cobertura arbórea, por Agave americana y Foto 2. Repoblación de viñátigo por fajas en el Barranco de la Virgen, ZEC ES7010038, Opuntia sp. dos años después. Finca Las Tabaibas, municipio de Valleseco

Dentro de las diferentes actuaciones desarrolladas para logar la restauración de la laurisilva se describen con más detalle las referentes a la repoblación forestal y las de ayuda a la regeneración natural.

Actuaciones de repoblación forestal

La laurisilva es un bosque cerrado y umbrío, que exige tolerancia a la sombra a las especies que la componen. La regeneración natural en condiciones normales sucede a partir de pequeños claros, debido a la muerte de unos pocos ejemplares maduros, por lo que la llegada de luz al suelo se ve muy limitada. Por ello, las plantaciones jóvenes a cielo abierto sufren severamente las duras condiciones para las que no están preparadas. El lento crecimiento a edades tempranas de estas especies supone una dura competencia con el matorral (zarzas y helechos), lo que obliga a repetir los costosos trabajos de desbroce. Se aconseja la creación de calles de plantación, manteniendo fajas de matorral, para mantener un ambiente forestal que proteja del viento y la insolación. Asimismo, se debe limitar la elección de especies pioneras que presenten un crecimiento rápido juvenil, como la faya, el brezo o el madroño (foto 3).

Actuaciones de regeneración natural asistida

Regeneración bajo matorral La laurisilva progresa fácilmente bajo la sombra/ media sombra de diferentes formaciones con carácter pionero, tanto de matorral como arboladas (NARANJO, 1995 y 2015). En estas condiciones desarrolla su máximo potencial de crecimiento. En estos casos son muy efectivos los desbroces o cortas de regeneración que permitan que especies de temperamento diferente puedan asentarse con éxito al reducirse la competencia (GONZÁLEZ Y SERRADA, 2008). Las formaciones secundarias de bencomia, Chamaecytisus proliferus y Adenocarpus foliolosus generan estructuras ideales para ser colonizadas por las especies de la laurisilva. Regeneración bajo cubierta de especies nodriza Las formaciones arboladas, de frondosas de hoja caduca, ofrecen condiciones muy favorables para el progreso de la laurisilva. Especies como el castaño, el olmo y el álamo blanco sirven de especies nodriza (foto 4), reduciendo la insolación en verano y permitiendo el crecimiento de la regeneración en primavera, debido a la falta de hojas en el dosel (VELÁZQUEZ et al., 2013). En estas condiciones es donde tiene mayor éxito la regeneración natural gracias a la ornitocoria y las plantaciones con especies de laurisilva. Bajo el dosel es posible, asimismo, implantar con éxito especies de media sombra y sombra más exigentes como Picconia excelsa, viñátigo o incluso el til (Ocotea foetens), la especie clímax por excelencia.

Foto 3. Repoblación forestal de laurisilva en proceso de consolidación en el Pico de Osorio ZEC ES7010004. Finca de Osorio, municipio de Teror

Creación de núcleos de dispersión La zona potencial de laurisilva en Gran Canaria presenta una reducida diversidad de especies arbóreas. Para salvar este problema se están realizando plantaciones intensivas de árboles semilleros en estaciones forestales óptimas o, incluso, en terrenos agrícolas en desuso, con el objetivo no solo de garantizar su arraigo y supervivencia, sino de producir fruto viable en el menor tiempo posible (TENBROCK, 2017). La implantación de núcleos de dispersión en las masas de pinos alóctonos (Pinus radiata, principalmente) puede ser una forma eficaz de enriquecimiento e, incluso, de sustitución de estas masas, dado su nulo aprovechamiento forestal Foto 4. Regeneración natural de viñátigo y laurel bajo cubierta de álamo blanco en ZEC ES7010004. El álamo blanco progresa por brotes de raíz, generando bosquetes con la luz adecuada que limitan la expansión del helecho y la zarza y permiten el crecimiento y su vulnerabilidad frente a los de la laurisilva. A diferencia de otras cubiertas nodriza de olmo, castaño o ciprés, en las incendios forestales (foto 5). En alamedas no es necesario regular la densidad, con lo que la implantación de la laurisilva el entorno de los pies semilleros se constata, en pocos decenios, es un proceso automático en el caso de que existan fuentes semilleras cercanas. Finca La Alcantarilla, municipio de Valleseco la presencia de abundantes brinzales, que serán la base de los bosques de laurisilva. Como acción transversal a las actuaciones de ayuda a la regeneración natural se está ensayando la instalación de comederos-bebederos para aves, en las que se pone a disposición de las mismas los frutos de las especies de la laurisilva (VELÁZQUEZ Y CABRERA, 2015). Se ha constatado la efectividad de estos dispositivos, que son aceptados por las aves (foto 6), si bien es muy pronto para documentar la consiguiente dispersión de semillas con la aparición de regenerado en los alrededores. La instalación de estas estaciones está prevista en zonas de fácil acceso, para su cómoda gestión, donde escaseen los pies semilleros del bosque original y donde la orografía y el tipo de propiedad no permitan las actuaciones directas de restauración.

Foto 5. Regeneración natural por zoocoria de laurel bajo cubierta de Pinus radiata. Estas estaciones son ideales para establecer fuentes semilleras de las especies que conforman la agrupación original. Finca La Solapilla, municipio de Santa María de Guía

Perspectivas de futuro

La recuperación de la laurisilva en Gran Canaria pivota sobre la compra por parte de la Administración de fincas con interés especial para la creación de corredores y núcleos de dispersión que mejoren la conectividad ecológica, así como la firma de

Foto 6. Estación comedero-bebedero para aves. Ejemplar de mirlo ingiriendo fruto de mocán. Finca de Osorio, municipio de Teror

convenios con propietarios particulares. Dependiendo de la calidad de estación, las actuaciones irán encaminadas hacia una combinación de repoblaciones forestales convencionales y técnicas de regeneración bajo cubierta, donde la restauración bajo especies nodriza deberá cobrar cada vez mayor protagonismo. Agradecimientos

Los autores desean manifestar su agradecimiento a la Facultad de Arboricultura y Selvicultura de la Escuela Superior de Ciencias Aplicadas y Artes de Göttingen (HAWK), en especial a los profesores Dr. M. Thren y Dr. W. Rohe, que han dirigido diversos trabajos de fin de grado, centrados en la dinámica selvícola de la laurisilva aplicada a la restauración, y a sus autores T. Schaefers, J.N. Friedrichs, J. Tenbrock y H. Torge. L Bibliografía

Lecciones aprendidas

La regeneración de laurisilva funciona muy bien en zonas óptimas. Cuando desaparece la cubierta original y se degradan las condiciones edáficas, se ve muy dificultada. La repoblación de laurisilva a plena luz precisa de importantes medidas para garantizar unos índices aceptables de éxito, siendo a menudo imprescindible aplicar varios riegos y desbrozar hasta que las plantas rebasen la competencia del matorral. La restauración en zonas degradadas debe concentrarse en estaciones favorables, principalmente en condiciones de sombra o media sombra. Es muy importante aprovechar los procesos naturales de recuperación, acelerados por la ornitocoria, bajo cubiertas nodriza y generando núcleos de dispersión donde escaseen los pies semilleros. Los diferentes escenarios de cambio climático generan incertidumbres sobre la distribución futura de la laurisilva. Es por tanto urgente acelerar los trabajos de restauración para inducir procesos de resiliencia del propio bosque.

CÁRDENES MARTÍN, J. L.; 1998. Laurisilva XXI ha supuesto la repoblación y regeneración de muchas especies. Revista de Medio Ambiente 11 p 43. Gobierno de Canarias. FERNÁNDEZ-PALACIOS, J. M.; ARÉVALO, J. R.; BALGUERÍAS, E.; BARONE, R.; DELGADO, J. D.; De Nascimento, L.; ELIAS, R. B.; FERNÁNDEZ LUGO, S.; MÉNDEZ, J.; NARANJO CIGALA, A.; MENEZES DE SEQUEIRA, M.; OTTO, R.; 2017. La Laurisilva. Canarias, Madeira y Azores. Macaronesia Editorial. Santa Cruz de Tenerife. GONZÁLEZ, J. M.; SERRADA, R.; 2008. Selvicultura de la laurisilva canaria en SERRADA, R.; MONTERO, G.; REQUE, J. A. (eds), “Compendio de Selvicultura Aplicada en España . INIA. Madrid. MARTÍN, A.; ROMERO, J.; SÁREZ, A.; SOSA, F.; ALBADALEJO, G.; HERNÁNDEZ, M.; AFONSO, D.; ALMEIDA, T. A.; 2020. Reintroducción de la paloma rabiche en Gran Canaria. Cabildo de Gran Canaria. NARANJO BORGES, J.; 1995. Crecimiento juvenil de las lauráceas en distintas calidades de estación en la isla de Gran Canaria. Vector Plus 4: 17-27. NARANJO BORGES, J.; 2015. Cuidados culturales y trabajos complementarios en SANTAMARTA, J. C. y NARANJO, J. (eds.), Restauración de la cubierta vegetal y de espacios degradados en la región de la Macaronesia. Colegio de Ingenieros de Montes. Madrid. VELÁZQUEZ PADRÓN, C.; GUZMÁN OJEDA, J.; NARANJO BORGES, J.; 2013. Selvicultura aplicada: Transformación de rodales de olmo (Ulmus minor), álamo blanco (Populus alba) y castaño (Castanea sativa) a monteverde en Gran Canaria en SANTAMARTA, J. C. y NARANJO, J. (eds.), Ingeniería forestal y ambiental en medios insulares: Técnicas y experiencias en las Islas Canarias. Colegio de Ingenieros de Montes. Madrid. VELÁZQUEZ PADRÓN, C.; CABRERA MUJICA, J. J.; 2015. La importancia de las aves en la restauración de la laurisilva canaria en SANTAMARTA, J. C. y NARANJO, J. (eds.), Restauración de la cubierta vegetal y de espacios degradados en la región de la Macaronesia. Colegio de Ingenieros de Montes. Madrid.

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