Multitud n°1- El Poder de los medios sobre la vida de los chilenos.

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Manifiesto “Somos Prehistoria que tendrá el futuro” -Silvio Rodriguez

Se ve en el arte, en las ciencias, en la sociedad, en la política e incluso en el lenguaje. Vivimos una nueva época – la época de los “pos” y de los “neo” –, una nueva fase del desarrollo humano. Todo cambia y las desigualdades se acentúan. Pero a cada parte de la noche hemos de traer una nueva fase de pensamiento y lucha. Es de esperarse por lo tanto que la teoría deba renovarse, es de esperarse el nacimiento de una nueva izquierda. Esto implica un nuevo estudio de la sociedad, desde un punto de vista siempre progresista y apuntando hacia una vida mejor, sin derrotas ni tampoco condenados a la utopia. Por que por muy post que sean nuestros tiempos, somos aun los “pre” de un futuro. Queremos recalcar la ruptura en la que hemos nacido, pero apoyándonos también de un pasado del que tomamos la tradición de nuestro pensamiento. Crecimos con historias de lucha y resistencia, con poemas de España, el dolor del militante Latinoamericano y películas de una izquierda marcada por la tragedia y el heroísmo. Del presente no esperamos voces de derrotas, mas, cantos nuevos a la libertad reinventada. Si, con el placer de la singularidad también resistimos. Es ahí de donde nace la multitud, y por que, no sin un dejo de me-

lancolía, dejamos de lado el concepto de pueblo. Nuestro marco tampoco lo permite, poco a poco el estado nacional se funde en un contexto globalizado y sus organizaciones supranacionales. A eso nos lleva la globalización en un proceso destructivo, imponiendo nuevas formas de dominación, que ya habrá que destruir, pero rompiendo positivamente sin embargo con la dominación de los estado nación. El viejo pueblo de esa autoridad en crisis es hoy atravesado por personalidades múltiples, en todos lados presentes: la singularidad ya no puede ser concebida en macros nacionales, pertenece al individuo. La izquierda no puede en un afán romántico obligar al nuevo sujeto diverso a ser pueblo. Apoyamos sin embargo la lucha de los pueblos que buscan rescatar su singularidad. Así por ejemplo el Mapuche. A no dejarse confundir sin embargo, la muerte del pueblo es progresiva y no un absoluto, y la muerte no puede ser solo negativa, tanto metafórica y materialmente. Cuando el poder se extiende sobre el bios mismo, dominando la vida, aplicando la lógica productivista en la explotación de esta, la resistencia puede también tener una carga tanatológica. No es un canto a la muerte: reapropiarse de nuestra vida implica el derecho a apropiarse también de nuestra muerte, y esta muerte no puede llevar a la disolución de los individuos en masas aterrorizadas y dispersas. Por eso que multitud significa también un proyecto, el naci-

(1) Multitud, Antonio Negri y Michael Hardt. (2) Ver Imperio, Antonio Negri y Michael Hardt. 1

miento que nosotros gestaremos: un nuevo sujeto social que resista a nuevas formas de dominio, todo ese movimiento multiforme dónde todo se puede encontrar, rechazando los antiguos modelos sociales y buscando nuevos; esta fuerza de los oprimidos libertarios “Para poder hablar de una nueva izquierda hoy, es preciso hacerlo, por una parte, en términos de un programa postsocialista y posliberal basado en una ruptura material y conceptual, una ruptura ontológica con las tradiciones ideológicas de los movimientos obrero industriales, con sus organizaciones y con sus modelos de gestión de la producción. Por otra parte, debemos afrontar la nueva realidad antropológica, con la presencia de nuevos agentes de producción y sujetos de explotación que preservan su singularidad. […] Es posible que llegue el día en que nos burlemos de los viejos tiempos de la barbarie, cuando para ser libres era preciso esclavizar a nuestros hermanos y hermanas, o para ser iguales teníamos que sacrificar inhumanamente la libertad.”(1) Por eso, declaramos que: No se puede tener como objetivo el renacimiento del Estado-Providencia en todo su esplendor: eso sería revivir el Estado-nación en crisis, es decir, una regresión y no una progresión.(2) No puede ser objetivo la implantación de un socialismo tipo soviético, coreano, aún menos, chino. Estos sistemas están, en efecto, en


Indice

crisis y el mismo desarrollo arrasará con ellos si el modelo no se adapta. Para que más decir que reafirmamos la lucha anti-capitalista y mundialista (fase superior del internacionalismo, atingente al contexto posmoderno). A partir de los puntos anteriores se puede afirmar que la nueva izquierda se opone, siempre y cuando represente un objetivo final, a: la izquierda socialdemócrata, en cuanto constituye una continuación y una perpetuación conservadora del capitalismo; la izquierda autoritaria, es decir la izquierda tradicional ligada al “socialismo real”; al capitalismo autoritario y al neoliberalismo reinante hoy en día, fuente de tanta miseria.

Manifiesto

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Carta al panel “en memoria de Martín Hernández. El MIR en la Historiografía”

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Hablar de Jazz y política nunca fue mezclar Peras con Manzanas

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Crónica de un día en Oventik

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(Columna) A 20 años del Plebiscito

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(Ecología) Que esta pasando aquí

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La identidad Judía a 60 años de Israel

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Rechazamos el dogmatismo y no nos oponemos al revisionismo.

Las Letras

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Creemos que la resistencia se encuentra en la acción consciente y constitutiva, apuntando a la singularidad como a la construcción de nuevas formas de vida colectiva.

Destellos memoriosos: London once again,

Llamamos a la integración de nuestra causa por los movimientos de liberación sexual, los movimientos ecologistas y todos aquellos que se suman a la búsqueda de nuevas formas de resistencia al modelo neoliberal Llamamos a la discusión teórica para el análisis de las nuevas formas de dominación, y la búsqueda de alternativas para la posterior proyección conjunta con toda la izquierda revolucionaria. Hemos de comenzar la tarea de constituir las alternativas sociales para el siglo XXI. “Multitud” es un doble proyecto. No sólo el de un sujeto revolucionario para un nuevo tiempo; también el de una revista abocada a la constitución del primer proyecto. Queremos ser un espacio de debate y proyección de una nueva izquierda como también un espacio de resistencia: nos apoyamos en el arte, la acción, la crítica, el pensamiento. Nuestras páginas están aún en blanco. Así como cada hombre y mujer son una potencial célula revolucionaria, son también el corazón de esta revista. Esperamos encontrar en ellos al lector como el constructor de estas páginas que inevitablemente miran a un futuro mejor. Comité editorial

(Fotografía ) Hoja de contacto: Multitudes días de gloria, días de Poesía

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Notas para una crisis de la economía posmoderna

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Sobre el concepto de entierro Soledad Colectiva

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Espacio Critico

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Notas para el natalicio de Allende

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Portada

El Poder de los Medios

Sobre la Vida de los Chilenos

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Agradecemos la participación especial de Sergio Grez Toso, David Sabam, Mauricio Redolés, Anna Urbain, Felipe Zerené Tabja, Efmam J. Jasond, León Rosensuaig, João Gonçalves, Tomás Aguilera, David Cap-

depont, Estelí Slachevsky, Paulo Slachevsky, Leonor Vicuña, Andrea Aguilera, Raúl Beriscane, Fransisco Ide, Daniel Topaz.

Comité editorial compuesto por Miguel Carmona, Víctor Chautard y Nicolás Slachevsky revistamultitud@gmail.com multitudrevista.blogspot.com A la memoria de Jorge, un hombre que, sin saberlo, antes de morir, hizo posible este proyecto como hiciera antaño con otros cuantos.

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Carta al panel “en memoria de Martín Hernández. El MIR en la Historiografía”. Por Sergio Grez Toso Universidad de Chile, Director Museo Nacional Benjamín Vicuña Mackenna.

Estimados amigos y amigas, compañeros y compañeras: Un desafortunado trance me impide estar con Uds. esta tarde en el panel “El MIR en la historiografía. En memoria de Martín Hernández”, que se realiza en nuestro museo. Es por esto que habiendo sido parte de su convocatoria y queriendo estar de algún modo presente, les hago llegar mi saludo y unas cuantas ideas que pensaba expresar en esta ocasión. Aunque no milité en el MIR, siempre tuve un gran respeto y no poca admiración por los miristas, especialmente por figuras como Miguel Enríquez, Bautista Von Schouwen, Luciano Cruz, Lumi Videla y Martín Hernández, entre tantos otros. Si bien no fui mirista, en más de una ocasión actué junto a los miristas y compartí empresas comunes, triunfos, esperanzas, dolores, derrotas y frustraciones. Soy parte de aquella generación que fue testigo y protagonista de los procesos que encarnaron Miguel Enríquez y varios miles de jóvenes revolucionarios chilenos de fines de los años 60 y los 70. Como militante de la izquierda revolucionaria de esa época, pero también como historiador y ciudadano de los tiempos actuales, tengo un juicio sobre la historia del MIR que me gustaría expresar muy brevemente en esta ocasión. Al reflexionar sobre la trayectoria histórica del MIR chileno me surgen tres grandes

interrogantes en las que puede sintetizarse su balance histórico. En primer lugar, ¿qué representaron históricamente Miguel Enríquez, Bautista Von Schowen, Martín Hernández y la generación rebelde de los años 60 y 70 del siglo XX? Luego, parece pertinente interrogarse acerca de los aciertos y errores de esos dirigentes y militantes, y finalmente, es necesario plantearse cuáles son los elementos rescatables de esas experiencias en la perspectiva de las luchas libertarias del presente y del futuro. Aunque cada uno de estos problemas puede ser materia de largos debates, en parte ya realizados, en parte pendientes, aprovecho la oportunidad que se me ha ofrecido para hacer algunos planteamientos a título exploratorio, para “galopar sobre estos temas”, como solía decir Miguel Enríquez. La primera interrogante es tal vez la más fácil de responder. Con la perspectiva que da el tiempo transcurrido y la culminación de ciertos procesos históricos, no cabe duda que la generación revolucionaria de los 60 y los 70, aquella nucleada en torno al MIR y otras organizaciones de izquierda revolucionaria, representó la tentativa más decantada en la historia de Chile por “tomar el cielo por asalto”, esto es, conquistar el poder para un proyecto revolucionario socialista centrado en la obtención de la justicia y la igualdad social. Aquella generación tuvo el privilegio de actuar en un momento clave de la historia, cuando una inusual confluencia de factores de larga y de corta duración puso a la orden del día en el seno del ya secular movimiento popular chileno la cuestión del acceso al poder. El surgimiento de esa generación revolu3

cionaria fue posible por numerosos factores derivados de la permanente crisis de la sociedad chilena a partir del agotamiento del modelo de sustitución de importaciones y del fracaso de variadas experiencias políticas –desde los gobiernos radicales hasta la “Revolución en Libertad”, pasando por el populismo ibañista de la “Revolución de la escoba” y la “Revolución de los gerentes” del derechista Jorge Alessandri-, que generaron una actitud de disponibilidad política para cambios sociales más profundos en amplios sectores del mundo popular y en algunas franjas de las capas medias. A ello se sumó el profundo impacto de la Revolución Cubana, la disidencia china respecto del Vaticano ideológico representado por Moscú en el seno del movimiento comunista internacional y las revoluciones anticoloniales que se multiplicaron desde fines de la 2ª Guerra Mundial y muy particularmente durante los años 60. Todos estos hechos pusieron la revolución “a la orden del día” en el escenario internacional. Pero se trataba de una revolución que ya no sería la simple expansión geopolítica del llamado “campo socialista” al amparo de la potencia militar soviética como había ocurrido en la mayoría de los países de la Europa Oriental durante la segunda mitad de los años 40, sino de una auténtica revolución desde las bases populares, de acuerdo a los cánones clásicos del marxismo que la generación revolucionaria chilena y latinoamericana de los 60 y de los 70 intentó retomar. Esto significaba una ruptura de grandes proporciones con las concepciones y las prácticas parlamentarias y legalistas de la izquierda que, en el caso de nuestro país, se venían desarrollando –no sin altibajos- desde mediados de los años 30.


Sintetizando, podríamos decir que la empresa encarnada en el MIR consistió en intentar en base a la audacia, el coraje, el empuje, la decisión, la inteligencia y el sacrificio, la toma del “Palacio de Invierno”, de acuerdo con los postulados del leninismo y los aportes de la experiencia cubana y del guevarismo. La creación de un partido de revolucionarios profesionales de sesgo leninista se entrelazó con la concepción de la organización político-militar tomada de las experiencias guerrilleras cubana y latinoamericana.

críticas e introspectivas era objetivamente muy pequeño, prácticamente insignificante. Luego, bajo la dictadura ese camino era aún más difícil. Ciertas concepciones y tendencias, a veces combatidas, pero jamás superadas totalmente, como el foquismo y el militarismo en las organizaciones revolucionarias, unidos a ciertos errores de apreciación –como la subvaloración del poderío del enemigo y la sobrevaloración de la fuerza propia- se saldaron en el exterminio físico y en la derrota política y militar del proyecto revolucionario del MIR.

El principal acierto del MIR fue captar el estado de “disponibilidad revolucionaria” de una vasta franja de trabajadores, intelectuales y estudiantes y, más agudamente, percibir que la elección de Salvador Allende como Presidente de la República abría una situación prerevolucionaria en Chile. Los mayores éxitos políticos del MIR se dieron precisamente en aquellos años, cuando con audacia y flexibilidad táctica se empezó a convertir en un partido con influencia de masas, un actor importante de la vida política nacional. Tal vez una de las principales carencias del MIR fue la falta de tiempo. En la frenética carrera contra el tiempo esa organización y el conjunto de la izquierda revolucionaria no alcanzaron a ganar la influencia y la madurez requerida para revertir la situación que se transformaba aceleradamente de crisis prerevolucionaria en contrarrevolución desembozada.

El proyecto mirista fue, en realidad, derrotado en tres oportunidades: la primera vez entre 1973 y 1976, cuando la feroz represión de la dictadura liquidó a una parte muy significativa de su dirección histórica y desarticuló muchas estructuras de la organización. Una nueva hecatombe se consumó entre fines de los 70 y comienzos de los años 80, saldándose en cuantiosas pérdidas humanas, políticas y materiales ciertas acciones como la “operación retorno” y la tentativa de implantación guerrillera de Neltume. Y una tercera derrota, esta vez eminentemente política, tuvo lugar durante la segunda mitad de los años 80, cuando se impuso la “transición pactada” que dejó al MIR y a otras fuerzas revolucionarias sin alternativa viable, y en definitiva, sin base social.

El contexto político e ideológico de aquellos años hacía muy difícil la necesaria renovación ideológica de la izquierda chilena. En el mundo bipolar de la guerra fría, de las definiciones a favor de uno u otro campo, en un contexto en que la lucha política se planteaba de acuerdo a la lógica de la guerra, el espacio para las revisiones

¿La derrota de un proyecto significa la invalidación de su causa? No necesariamente. Pienso que lo más esencial de los ideales de la generación revolucionaria que creció y se desarrolló en los años 60 y 70 sigue estando vigente puesto que los grandes objetivos de justicia e igualdad social no han sido cumplidos en nuestro país. Pero, y esta es nuestra tercera interrogante: ¿qué es lo rescatable de esos proyectos fuera de la propia experiencia? 4

Sin duda estamos en una época distinta. Ya no vivimos – como pensábamos entonces- en “la época del imperialismo y de la revolución proletaria”. Ciertamente estamos aún en la época del imperialismo (ahora más globalizado), pero sólo una imperdonable ceguera política podría llevarnos a creer que la revolución proletaria está a la orden del día en algún punto del planeta. Cuando las grandes transformaciones económicas, sociales, tecnológicas, culturales e ideológicas de las últimas décadas del capitalismo globalizado han diluido la identidad e incluso una buena parte de la base social de la clase obrera, cuando la emergencia de nuevos actores sociales populares configura un panorama más complejo y matizado, sólo una irreflexiva obstinación nostálgica podría llevarnos a la repetición de los moldes revolucionarios clásicos. Pocos son, en realidad, los conceptos e instrumentos políticos de aquella época que han salido indemnes en el tiempo transcurrido desde entonces. Los proyectos marxistas de socialismo basados en dos supuestos, un soporte material representado por la gran industria, y un soporte social, la clase obrera, han sido seriamente cuestionados por la experiencia histórica y por la evolución del capitalismo. Hasta ahora las bases materiales de la gran industria no han constituido más que los puntales de la reproducción ampliada del capitalismo y en algunos países produjeron formas estatales totalitarias. Una nueva utopía revolucionaria, so pena de volver a repetir experiencias de nefastas consecuencias, debería comenzar por cuestionar este supuesto proponiendo enseguida una nueva forma de producir que aún no es posible prever. Igualmente, hay que constatar que a pesar de las previsiones y deseos, la clase obrera en cuanto


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Foto: Paulo Slachevsky

tal, en ningún país del mundo, la fuerza social decisiva para la liberación de la humanidad. Si bien su carácter de clase explotada bajo el capitalismo es una evidencia histórica incontestable, su esencia revolucionaria universal no fue, en realidad, jamás fundamentada ni confirmada por la experiencia histórica. Aunque buena parte de las revoluciones del siglo XX se hicieron en su nombre y con su apoyo, en ninguna parte esta clase, en tanto tal, ejerció la dirección real de esos procesos que terminaron por constituir nuevos sistemas de dominación y de explotación. Esta constatación no invalida el hecho de que un proyecto revolucionario anti-capitalista sólo puede tener como base social a los trabajadores y demás sectores explotados u oprimidos por el capitalismo, pero nos obliga a replantearnos el tema de los sujetos sociales portadores del cambio. De seguro, el sujeto social revolucionario de los nuevos combates por la liberación será un sujeto social más cercano de aquella visionaria percepción mirista sobre “los pobres de la ciudad y del campo”, un sujeto plural, multiforme, de contornos flexibles, que se construye en torno a ciertos momentos y tareas históricas. No se tratará ya de encontrar a “la” clase mesiánica portadora de la liberación de la humanidad, sino de articular en un proyecto revolucionario global las aspiraciones de los trabajadores y demás sectores explotados con las de otros segmentos sociales y culturales que cuestionan el capitalismo. principios y convicciones En esta perspectiva, el socialismo del de emancipación. Cuando futuro no puede ser concebido simplemente las clases dirigentes a través como un proyecto que presentado como de sus políticos e intelectua“socialismo” no sea más que una forma espe- les solo ofrecen a la humacífica de capitalismo o socialismo de Estado. nidad la perspectiva de una Para la construcción de una utopía de nuevo eterna reproducción del tipo se hace necesaria una profunda reformula- capitalismo, una suerte de ción de las bases teóricas, ideológicas, políti- congelamiento o “fin de la cas y culturales que inspiraron los programas historia” sin proyectos coy prácticas de los movimientos políticos y lectivos ni utopías de cambio social, cuando en países sociales de transformación social en Chile. como el nuestro la clase ¿Qué podemos rescatar entonces de política nos muestra día a la experiencia de la generación revolucionaria día que para ella pensar, de los 60 y los 70? En un mundo donde ha decir y hacer son tres cosas hecho crisis la teoría clásica de la revolución y distintas, el legado moral de en el que el impulso vital de la revolución rusa nuestra generación revoluse extinguió en medio del desastroso final de cionaria sigue teniendo un los “socialismos reales”, es sin duda muy poco valor que en la perspectiva lo que se puede recuperar de las referencias de las luchas y utopías liteóricas, de los instrumentos y de las estratebertarias del futuro no será gias políticas de antaño, pero es mucho lo que puramente testimonial. El se debe recoger en cuanto a decisión de camdesafío histórico para las biar el mundo y lo que hay que rescatar en el nuevas generaciones consisplano de la moral y de la consecuencia con los tirá en recoger esas expe-

riencias políticas y esa herencia moral para procesarlas a través del prisma de nuevos instrumentos teóricos que deberá construir por sí misma, recuperando de los aportes anteriores lo que sirva, sin reflejos nostálgicos que conduzcan a la repetición de los costosos errores del pasado, pero sin claudicación frente a las presiones del sistema de dominación. Estoy seguro que, más temprano que tarde, estos nuevos hombres y mujeres evaluarán la experiencia y el legado de quienes los precedieron y construirán, con el mismo entusiasmo y consecuencia, pero con más clarividencia y mayor efectividad las “grandes alamedas” libertarias del porvenir.


Hablar de Jazz y política nunca fue mezclar Peras y manzanas. Por Víctor Agapito

El Jazz es el resultado indirecto de la evolución de la situación de los afro-americanos en Estados Unidos y el resultado directo del fin de la guerra civil norteamericana entre los estados racistas y aquellos que pedían la igualdad entre los hombres negros y los hombres blancos. En el estado de Louisiana, particularmente en New Orleans, cuando los afro-americanos se encontraron libres, tomaron los instrumentos que servían a la guerra (trombón, trompetas, saxofones...) y, juntándose en bandas, expresaron aquella alegría en lo que se sabe son los comienzos del Jazz... Pero es solo en 1930 que nace la primera Jazz Band de renombre, la famosa King Oliver's Creole Jazz Band con un sentido de la alegría y la libertad inevitablemente político, reconociendo los ideales Pan-africanistas. Y es que esta música la escuchan y ejecutan por el momento solo los norteamericanos de orígenes africanos. Este estilo es la flor del Pan-africanismo: al contrario del Blues que expresa la tristeza, la soledad de la vida de los que vivían como esclavos, el Jazz es un fuerte llamado a estos últimos a no olvidar sus orígenes y a luchar por la vida con alegría. El Jazz representa la energía luchadora Pan-africanista y no olvida la mirada retrospectiva que este movimiento exige a sus integrantes sobre la memoria de las raíces. Ya por los años 40 y 50, se inicia el Be-Bop, la rama jazzística de más renombre y consolidación máxima del estilo, integrando de manera definitiva el swing y la improvisación. Con uno de sus

máximos exponentes, Charlie Parker (de origen africano), se crea un conflicto entre los representados por el jazz negro, centrados en New York: la East Coast Jazz, y los seguidores del jazz blanco por otro extremo del país: la West Coast Jazz. Indudablemente los norteamericanos blancos habían creado también un estilo propio, más formalista que el de los negros. Pero el conflicto radicaba en cual de las dos bandas dominaba la jerarquía jazzística del momento. Una vez mas podríamos ver en aquel conflicto una clara cuestión política entre los bandos; ¿Cual fue el motivo de aquella lucha apuntando a la hegemonía? Es muy fuerte decir que los blancos querían dominar a los negros en todo: hablamos de música. Pero ¿Acaso no es el Arte, desde sus inicios, inevitable expresión de pensamientos, ideologías y uno de los medios preferidos del hombre para propiciar cambios sociales? ¿Acaso, por ejemplo, el dominio del Arte por la iglesia durante la Edad Media no puede ser causa del llamado "oscurantismo" que sumergió aquella época? De cierta manera el Jazz ha evolucionado siempre en una misma línea, políticamente marcado desde sus orígenes. Así también en la era eléctrica: en pleno del sicodelismo del rock, músicos como Miles Davis buscaron el "new sound" con la exploración de los instrumentos eléctricos (teclado, guitarra eléctrico, bajo eléctrico...). Están entonces abocados a las tendencias políticas de la época, pacifistas y antisistema. Se recurre entonces a las drogas para obtener nuevas experiencias. Toda la experimentación fue la búsqueda impulsada por una generación desgastada, nacida de los horrores de la segunda guerra 6

y siempre acallada, en condiciones alienantes. Y por su parte, la situación de los afro-americanos mejor no era. Mas vigente que nunca, la corriente Pan-africanista vivía la radicalización. En una entrevista otorgada por Miles Davis en 1991, durante su recital en París, este recuerda la importancia de los orígenes: "los africanos, bailan en tiempos que nunca utilizaríamos para realizar nuestra música, ellos los llevan en la sangre y eso es lo que los hace especiales" Mas adelante vuelve en que ese aspecto debería ser integrado definitivamente a la música, ofreciendo una nueva faceta. Hoy en día pocos son los que se atreven a omitir a Miles Davis, su leyenda, y sus giros trascendentes para la historia del Jazz. Llegando a nuestros tiempos no todos los jazzístas buscan un contenido musical políticamente potente. Las viejas y nuevas tendencias afroamericanas siguen sin embargo vigentes. Junto al Acid Jazz volvemos a encontrar la riqueza musical del panafricanismo junto a la rítmica y lyrica de los raperos norteamericanos, revindicando derechos y demandas; denunciando las diferencias sociales y la marginalidad. Esta rama es el mestizaje perfecto del Jazz y el Hip-Hop, con toda la belleza del swing aun presente. Es el mensaje que grupos como el de Meshell N'deocello potencian el que nos quita las dudas acerca la politización del Jazz actual: un estilo que busca orígenes, que prueba la libertad y que reivindica, porque no se debe separar el Jazz de la política como no se debe tener miedo de hablar de Jazz si se discute del Panafricanismo. La tendencia actual busca una despolitización de la música, pero


desde que la vida misma del hombre nunca dejo de ser políti-

ca, esta anunciada despolitización se hace irreal: a no olvidar que la

neutralidad también es una postura esencialmente política.

Crónica de un día en Oventik Por Nicolás Slachevsky Aguilera

El caracol es el molusco cuyo paso es lento y atento. “Caracol” es también el nombre del complejo en el que se organiza cada comunidad zapatista. No es coincidencia. Los zapatistas consideran, como el caracol, que el tiempo es secundario cuando el objetivo es claro. No se puede definir en dos páginas un proyecto revolucionario. Es por eso que haré solamente la crónica de un día en Oventik, caracol desde el cual los zapatistas se comunican con el extranjero. Habíamos ido a México de vacaciones con un trayecto poco definido. Como una posibilidad habíamos planteado ir a Chiapas, idea que se solo materializó con un auto ya arrendado y un mapa del Sur. Así es que pasamos por Puebla, Oaxaca, donde nos quedamos algunos días y, después de un largo camino atravesando la selva, llegamos a San Cristóbal de las Casa, capital del estado de Chiapas hasta 1892. La cosa política en México es compleja.

Alguna idea teníamos entonces. Una noche pálida en Oaxaca, escuchamos Quilapayún, “chile Resistencia”, sonar desde una carpa de oaxaqueños en la plaza principal. Quilapayún no nos es indiferente: son voces de nuestra historia. Nos acercamos a hablarles. Hombres y mujeres sentados, profesores de unos 50 años, habían sido tocados en la infancia por el ejemplo Chileno de la vía al socialismo y el de la resistencia comprometida luego, que, valga decir, fue en tiempos también difíciles para México. Hoy protestaban por los dolores aún sentidos de la comuna de Oaxaca, movimiento de profesores que se fue ampliando hasta casi la toma de la ciudad, luego de lo cual, como siempre vino la represión, la desaparición, compañeros presos y asesinados. En fin. El 11 de Febrero llegamos a Chiapas. Hay que hacerse alguna idea de la importancia de Chiapas: en la hoy catedral de la ciudad ofició como cura Fray Bartolomé de Las Casas, ahí por el 15... De Las Casas es un hombre emblemático y un personaje ad7

mirado: quien contara del horror de la conquista, y abogara por la humanidad del indígena ante la corona española. Otra iglesia de Chiapas también guarda historia. Fuimos en esos días a un pueblo cercano, San Juan Chamula. En la iglesia no hay sillas, ni curas, ni Biblias, ni el orden de cualquier otra iglesia occidental. Pegados a las paredes, al piso y a las mesas, montones de santos guardan ropas indígenas bajo las cristianas. Cada año es lavada y recocida por la gente del pueblo. En el piso hay pino y velas por montones. Se reúnen ahí chamanes e indígenas que rezan, cantan y lloran en tzotzil. Alguna vez hubo cura, y entre los fieles, una pareja que no lograba concebir hijos. Ante un “milagro” que no se hizo jamás presente, la pareja fue a hacer el amor a la Iglesia, y el cura que los pilló, los expulsó. La gente de San Juan Chamula, enrabiada, lo fue a buscar y matar. Chiapas es el único estado al que no llegó la revolución Mexicana. Un pueblo sufrido, aun hoy día, por la mayoría indígena. En 1992 se levantaron los zapatistas.


A nuestra llegada, lo primero que hicimos fue ir a la Universidad de la Tierra, la que dirige Raimundo. Raimundo es un hombre blanco. La Universidad de la Tierra es una universidad para los indígenas, donde gente de todas las edades va a alfabetizarse y aprender carreras técnicas, para luego trabajar en sus comunidades o la ciudad. La estructura educativa es distinta y democrática. El objetivo es la autosuficiencia indígena. Es por eso que la universidad misma se sustenta como una comunidad agrícola, trabajando junto al taller de agronomía sus tierras disponibles. La cooperación con las comunidades indigenas es estrecha. La universidad fue creada en otro recinto hace unos 20 años por Samuel Ruiz, un importante obispo de la teología de la liberación, querido entre los Chiapanecos. Raimundo es un tipo directo y apasionado. Nos recibió escuchando un potente concierto de música clásica, sin preocuparse por el volumen, hasta el punto de que a ratos se hacia inentendible. Los altos y bajos de la música interactuaban con sus palabras. Estas culminaban en una risa estruendosa y casi infantil. Fumaba con una boquilla. Nos hablo del trabajo; de los indígenas; de Marcos y sus teorías numerológicas con el numero siete, que algo decían de una explosión revolucionaria a nivel Latinoamericano; de por que no creer en las socialdemocracias. Nos reseñó también brevemente sobre Oventik. Recorrimos el terreno guiados por David y comimos los panes caseros de la señora Rosa. Los indígenas son pobres. Se ve en sus casas, en sus caras, en sus manos y por

sobre todo en su silencio. Les aflora ese abandono de ya tanto tiempo. Pero el zapatismo lo que hace es mostrar otras caras, y en el pueblo no son indiferentes. Así, por ejemplo, hay una extensa red de apoyo de extranjeros, principalmente italianos, entusiasmados con el proyecto y radicados allí, o también colectivos indígenas que venden sus artesanías, poleras y figuritas de pequeños subcomandantes. Esa noche comimos en un café parte de esta red de apoyo. Llegamos a Oventik el 12 de febrero a eso de las 11. Supuestamente por seguridad ante la subida del narcotráfico, se pasaba en el camino por una serie de controles militares. La llegada era anunciada por un cartel proclamando “Usted está en territorio Zapatista en rebeldía: acá el pueblo manda y el gobierno obedece”. Un grupo de mujeres indígenas jugaba a la pelota al lado del policlínico. Al frente dos mujeres encapuchadas guardaban las puertas de entrada. Se pasa de allí primero por el comité de vigilancia, donde se hace una primera entrevista de entrada: proveniencia, militancia, finalidad de la visita, tiempo de estadía... Viene luego el comité de explicación, casita de madera donde nos recibieron tres indígenas cubiertos, rodeados por afiches de propaganda zapatista y de otras organizaciones (véase los Sin Tierra, etc.). Allí nuestros interlocutores se presentaron: 8


Eva, Pedro y Patricia. Nos pidieron los mismos datos que cada uno anotó en su cuaderno en lengua indígena. Patricia, primero, en un castellano reposado, nos habló como compañeros, dando una bienvenida no demasiado larga, excusándose de las pocas palabras del indígena: “es la desconfianza, dijo, ya ha entrado la policía así, y no podemos saber cuando un extranjero viene si no es a vigilarnos”. Las mujeres llevan trenzas, y sus ropas son las tradicionales. Algunas arrugas bordean a veces los ojos visibles entre la capucha, los ojos que son negros y profundos,. Al hablar se les distingue la forma de la boca, como el color de la piel y las curvas de la cara. La capucha en si no guarda silencio, por que no es un acto de cobardía: es de provocación. Pedro dice que “nunca mas verán las caras de sumisión y pobreza que se acostumbraron a ver. Como indígenas éramos invisibles para la sociedad, y la capucha nos hace visibles”. Luego este siguió hablando largamente sobre los dieciséis años de intenso trabajo: el cese al fuego en el 96; la intensificación de la resistencia en los caracoles; la independencia total del mal gobierno de México; el acoso de las autoridades (corte de luz, agua, etc.); la defensa de las tierras conquistadas; la relación con las comunidades no zapatistas y... en fin, una cantidad enorme de cosas que son a veces los costos de la revolución, de la autonomía, o simplemente el odio palpable al oprimido que dice “¡basta!”. Luego vino la Junta del Buen Gobierno. A la entrada esperaban también la gente de la localidad que iba a arreglar sus problemas cotidianos. Después de unos 20 minutos nos hicieron entrar. Colgaban allí también una serie de afiches y, tras el escritorio principal, un gran retrato del Subcomandante Marcos. Había 8 personas, cuyos nombres ya no recuerdo. Nos hablo solo uno, quien se tenía en el centro. El resto soltó solamente algunos comentarios entre ellos en su idioma. Nos pi-

dieron los datos nuevamente y luego el hombre profundizó un poco en los temas hablados con Pedro: los puestos de administración son rotativos. Lo más trascendente es sin embargos decisión de todos, obviamente. Ósea que todos mandan. El aparato militar, el EZLN, es independiente del político. Menciono también lo de las palabras escuetas: el indígena es simple y silencioso. Nos dio finalmente la autorización de visitas para conocer y tomar fotos a los murales. Se nos pidió no tomar fotos a las caras. Como había hecho antes en el comité de explicación, pedí tomarles unas fotos. Y luego recorrimos. Oventik es como una calle en bajada al lado de la carretera. En ambos extremos hay construcciones simples de madera y cemento: la JBG, los comité ya mencionados, casas de artesanías, etc. Una buena parte de ellas estaba cubierta por murales y proclamaciones retratando a los indígenas, la revolución mexicana, que mucho antes diera el ejemplo, y a los miembros de EZLN. No puedo asegurar si alguna de esas casas era de habitación, aunque me daba la impresión de que si. No vi tampoco donde se ubicaban el resto de las viviendas que seguramente había. A decir verdad la visita fue corta. Al final de esta “calle” estaba el colegio y se abría un gran espacio verde: las tierras que trabajaban. En las salas de clase la formación era circular en torno al profesor, que fuera de dictar, hablaba con pasión. Otros, afuera de las salas, se mantenían también en torno al profesor, rompiendo un poco la lógica del panóptico. Estuvimos así, sentados cerca de este ultimo grupo, la oportunidad de escuchar a un profesor pasar en media hora de la simple explicación de la célula, a la mitosis, la clonación, y los peligros de esta en un marco capitalista, ante alumnos atónitos y, tal vez, algo desorientados. Había también clases 9

para extranjeros (el grupo que vimos era de gringos) que iban a instalarse un par de meses y aprender del castellano, de los numerosos dialectos chapanecos y de la organización zapatista. Por los días de febrero en que estuvimos en México, seguía en contingencia la noticia del anunciado silencio de Marcos. Luego de un encuentro público en Enero en la Universidad de la Tierra, la revista Gatopardo publicó una entrevista a un Marcos debilitado y algo desilusionado. No era la energía revolucionaria la perdida, se debía mas bien al desgaste de las relaciones con la izquierda mexicana luego de su campaña contra el candidato de coalición de Izquierda, López Obrador. Las desilusiones venían a una mirada autocrítica en la que se había sentido demasiado presente, al punto de opacar al movimiento zapatista mismo en toda su amplitud. La última parada fue frente a la puerta de la biblioteca en la que entablamos conversación con un viejo campesino y sabio. Sus rasgos no eran indígenas, pero muy mexicanos, con bigotes blancos, algunas arrugas y un sobrero de paja. Este hombre venía de la clase trabajadora, y la efervescencia guerrillera de Latinoamérica lo llevo a una militancia de más de 50 años. Nos hablo de esperanza y derrota, que probablemente es la tónica de la izquierda, si bien no la sentencia. Distintas guerrillas que le tocó conocer; los compañeros caídos en distintos frentes; las matanzas como la de Tlatelolco; el cinismo de un gobierno “democrático” que recibió a los exiliados de America latina mientra exterminaba su propio pueblo y creaba sus propios exiliados. Luego nos habló del día a día. La represión es fuerte, aun que no se crea, y es tal vez solo para no atraer la atención internacional que el gobierno no los despoja de sus conquistas. Pero los vigila y les hace la vida difícil. “Cuando bajamos al pueblo nos miran feo,


decía apoyado en la puerta, nos persiguen y a veces nos pegan. Nos tienen reconocidos. En cualquier día de estos van a venir por nosotros. Yo llevo una semana durmiendo con zapatos”, dijo en un momento. Pero con ellos, el miedo no es en desmedro de la dignidad comunitaria. O sea que acá, por ejemplo, se nos habla de terrorismo, delincuencia y drogadicción en el día a día, y el resultado, el aun esperado resultado, es una sociedad atomizada e

individualista. El miedo tiene el poder de convertir la masa, llevarla y, como en Italia hoy frente a los gitanos, deshumanizarla como lo hiciera antes el fascismo. Allá no, la dignidad no se pierde con nada, por que la insurrección esta presente en todos y el sentido de lo común es fuerte: la resistencia es de todos, y el miedo es canalizado en esta. Nadie esta solo: están los viejos sapientes, voz de un pasado, los adultos ya libres y luego aquellas nuevas

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generaciones cargadas de futuro: resiste la idea y resiste la lucha. Yo que quería recordarlo todo le pedí una foto. “Perdóneme. No puedo. No cargo mi capucha”. El retrato importa, es memoria. Espero guardar cada retrato que alguna vez mi mente hizo. Así el del viejo como el de cada hombre y mujer encapuchado del rostro de la dignidad insurrecta. Me hacen recordar que la lucha es algo que no se puede callar.


Foto: Paulo Slachevsky

A 20 años del plebiscito Por Raúl Beriscane “Chile, la alegría ya viene” decían por ahí hace veinte años. Hoy no se repiten las mismas palabras, y el famoso eslogan de la campaña del NO ha quedado guardado (pero no olvidado), depositado en el fondo de la memoria. Y es que hoy, con otros ojos, ojos impotentes, nos damos cuenta de lo que realmente representó el NO: la perpetuación, la victoria del neoliberalismo y de un estado policial, bajo la máscara irónica de la democracia liberal. Sin duda, el régimen militar logró exitosamente su objetivo: “no se puede negar que sí lograron diseñar y poner en práctica una estructura jurídico-política […] que impedirá el resurgimiento de una alternativa popular, al menos, desde el centro de la institucionalidad”(1), decía con mucha

certeza un número de El Rebelde, de 1989. Si bien el paso a la “transición democrática” puso fin a gran parte de la represión y censura desvergonzada de este régimen, y representa bastantes avances reales, aun subsiste en la práctica a través la represión de mapuches, trabajadores y estudiantes, la inserción de los medios de comunicación a las leyes del mercado, que incluye una censura práctica a los medios de comunicación de masas, y, entre otros, la existencia de una constitución dictatorial “parchada”. Parece mentira que otros proclamen el “fin de la transición democrática”, lo que parece tan ridículo y lejano como la idea del “fin de la historia”. El estado actual es el costo de un fin legal de un gobierno ilegítimo. Sólo se podría haber puesto fin definitivo a este régi-

men a través de la destrucción de sus institucionalidades, cosa que sólo puede hacer una insurrección o una revolución. Sin embargo, la historia es otra, y parece difícil imaginarla de otra manera. Personalmente, no me he de sorprender si es que la gente sale a la calle para celebrar el “fin de la dictadura”, si se abren champañas, si se baila, etc. como en un segundo 18 de septiembre, lo que nos recuerda las palabras de Recabarren, a pesar de que algunos conceptos podrían ser cambiados: “¡Celebrar la emancipación política del pueblo! Yo considero un sarcasmo esta expresión. Es quizás una burla irónica. […] Que se celebre la emancipación política de la clase capitalista, que disfruta de las riquezas nacionales, todo esto está muy puesto en razón”(2).

(1)El Rebelde. Octubre 1989. (2)Ricos y Pobres a través de un siglo de vida republicana. Luis Emilio Recabarren. 1910.

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Dibujo: Tomás Aguilera

¡¿Qué está pasando aquí?! Por DonDa En esta nueva sección abordaremos los problemas ambientales que están aconteciendo en Chile. Los problemas que estos traerán, posibles soluciones y un poco de verdad al asunto, es lo que trataré de contarles. Cuando se habla de la necesidad de crear nuevas fuentes de Energía, el empresariado busca la forma más inmediata y más barata de concretarla. Es decir, venden los más básico posible… venden “tierra molida” (extracción de minerales y chips, las contaminantes por excelencia) y se piensa en tiempos cronológicamente humanos. Estos son el principal error cuando jugamos con Ecosistemas tan frágiles y tan únicos. Si bien, la Patagonia chilena no es rica en biodiversidad (cantidad de diferentes especies), es sumamente rica en el porcentaje de endemismo (presencia de una especie exclusiva

en un lugar determinado); muchos animales y plantas que allí existen, no se encuentran en ningún otro lugar del Planeta. Justamente es esto lo que hoy en día se ve amenazado. Ahora, algo reciente salidito del horno, es que se cruzan o entrelazan dos problemas emblemáticos actuales: HidroAysén y Santuario para las Ballenas en Chile. Si bien el proyecto para el santuario va sobre ruedas, podría igual verse afectado el hábitat de los cetáceos en caso de que se lleve a cabo el maldito proyecto, obsoleto por cierto, de Endesa y Colbún . Hace no más de 5 años se volvieron a ver los mamíferos más grande del mundo, las ballenas azules, en las costas chilenas. Estos pomposos mamíferos marinos volvieron al lugar donde tanto se les cazó; Al Golfo del Corcovado, esa entrada de mar justo en la cola de la Isla Grande de Chiloé. ¿pero por qué volvieron a este especifico lugar? ¿Qué tiene de

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especial? Últimos estudios revelan de que han vuelto a esas costas, gracias a varios factores que ahí se juntan como lo son la oxigenación de las aguas, la temperatura y los ricos nutrientes que allí existen. Lo jugoso del asunto radica en que todos estos factores son aportados en parte por los ríos (el Baker y el Pascua) los que se pretenden cortar. ¿QUÉ PASARÁ, APARTE DE MORIR, DE LOS BOSQUES Y LAS TIERRAS INUNDADAS? ¿QUÉ OCURRIRÁ TAMBIEN CON LAS BALLENAS? Estas se fueron, las echamos. Y volvieron, no volvamos a echarlas. Ciertamente siento que no podemos tomar estos temas tan a la ligera. “La Tierra no la heredamos de nuestros antepasados, la tomamos prestada de nuestros hijos”.


La Identidad judía a 60 años de Israel Por León Rosensuaig Cada identidad cultural junto a sus características específicas, es producto de una historia propia como también de factores sociales externos. Así el protestantismo, por ejemplo, vino a poner en mesa las reformas necesarias a una burguesía incipiente; o los judíos, en otros momentos, fueron ubicados en ciertas posiciones de la sociedad desde la cual sirvieron de argumento para la consolidación de las identidades nacionales, principalmente con el antisemitismo moderno a fines del XIX y primera mitad del XX. Es importante tener todo esto en cuenta, por que una cultura no es como es por pura “tradición”, ni menos por elementos características intrínsecas o sanguíneas, lo que sería caer en un simplismo eugenista. La producción de una cultura solo es posible cuando hay elementos suficientemente fuertes para unir un grupo en un mismo marco identitario: si, esta fuerza puede ser la voluntad creativa y constitutiva propia de una identidad determinada, pero así también la acción de factores externos y trascendentales. Hoy, a 60 años de la creación del estado de Israel, la revisión de los elementos del judaísmo pasa a ser importante desde una mirada nueva. El movimiento judío no puede ser separado de la realidad del movimiento sionista. Esto no es un hecho solamente por un antisemitismo que condenando Israel condena a todos los judíos, pero sobre todo por la misma comunidad judía para la cual el antisionismo y hasta la mera crítica al estado de Israel son extendidas al área del antisemitismo. El Sionismo nace con Hertzl a fines del siglo XIX como reacción de la judeofobia nacionalista euroo se conforma pea, y rápidamente

como una rama de poder. En un principio este fue un ideal esencialmente socialista. De ahí que teóricos como Ber Borojov teorizaban el proceso que llevaría a la proletarización de los judíos en su estado y la posterior revolución; la colonización de Palestina era concebida en la lógica de los Kibbutz (comunidades agrícolas socialistas). Por otra parte, desde un principio se desarrollaron las tendencias puramente nacionalistas con teóricos como Jabotinsky, influenciados por los procesos nacionales europeos de la época. En 1917 el sionismo ganaba su primera carta con la Declaración Balfour, en la que el gobierno británico daba un primer paso para la aceptación de una patria judía en Palestina. Pero el sionismo no tenía entonces la acogida de hoy. Gran parte de los religiosos se irguieron en contra, como también lo hicieron algunos movimientos judíos de la izquierda (véase el Bund) y las corrientes de judíos asimilados en la Europa de la preguerra. Aún así, el movimiento ya comenzaba a formarse en los elementos que hoy lo caracterizan. En 1944, Hanna Arendt hace un retrospectiva del sionismo, condenando las resoluciones de Atlantic City del mismo año que llamaban a un estado judío que “abarcase de forma indivisa e integra la totalidad de toda Palestina”, yendo aun mas allá del programa de Baltimore del año 42 en el que una aun minoritaria población judía reconocía a la mayoría árabe como “minoría”, concediéndole algunos derechos. En 1948, ante un mundo horrorizado, la necesidad de un estado Judío parece evidente. “Después de Auswitch no hay mas poesía”, dijo Adorno. Como para todo 13

estado nacional moderno, la guerra fue el mejor método de construcción, las “condiciones revolucionarias” tan necesarias a las que se refirió Ben Gurion. La política fue entonces de asentamiento y expulsión (es indispensable para el desarrollo de este tema el trabajo de los historiadores post sionistas como Ilan Pappé). Hoy ya son 60 años de esos primeros días del estado hebreo, y, así como es necesario tener perspectivas claras del conflicto árabe-israelí, resulta también indispensable hacer una mirada del judaísmo mismo. Desde temprano en la idea del Estado de Israel, el judaísmo ha ido confundiéndose y entrelazándose definitivamente con la rama hegemónica del sionismo. Y al hablar de nacionalismos, no es lo mismo el que es separatista o independentista, como resistencia a una dominación, al nacionalismo sesgado de un país ya establecido. Los intereses de EEUU y también Europa, en el marco político como económico, apuestan por Israel. Las comunidades judías de la diáspora se organizan en torno a este como marco de referencia, y la lógica bélica de la sociedad Israelí es lo que logra la inclusión total del mundo judío diseminado por los cuatro vientos, en el estado judío. Desde los principios de la historia, el pánico es un elemento articulador y una poderosa herramienta política, productora de la irracionalidad que necesitó el fascismo para ese gran fenómeno de masa, como también hoy la “guerra contra el terrorismo” y aun contra la “delincuencia”, atomizando la sociedad y creando subjetividades. El pánico es hoy también, la principal herramienta de producción de la identidad judía:


judía que, como bien sabe hacer, habló de antisionismo y justificación del terrorismo. Hay que rescatar sin embargo los esfuerzos existentes por la construcción de un judaísmo independiente. Sea así desde las perspectivas mas nuevas, principalmente las post sionistas, como perspectivas que se mantienen desde el sionismo, partiendo ambas de une reflexión crítica. El ideal sionista de un estado humano y comunitario, no puede perdurar reducido a una exaltación puramente nacionalista de Israel mientras los kibbutzim son transformados en condominios, y una política bélica, interesada y racista con los palestinos se impone (en un bello articulo, Igal Sarna habla de los palestinos israelíes como “una especie de minoría judía en un país Israelí”). Desde el ámbito teórico, esta tarea ha sido emprendida por el movimiento post sionista con su revisión crítica de la Historia de Israel, más allá de las proyecciones divididas del movimiento entre una voluntad de reconstrucción del sionismo o la alternativa del estado binacional. De manera

Foto: Estelí Slachevsky

crítica que vaya hacia Israel; una lógica de un peligro constante se instala; la identidad judía, que en miles de años había sido solo proyectada desde abajo, es hoy proyectada en Israel como único marco posible de trascendencia del judaísmo, único espacio para ser judío en plenitud y sin peligros. Y con todo esto han hecho de la identidad judía una identidad nacional. Hay que tener también en cuenta que gran parte de los organismos judíos tienen una organización ultra centralizada, heredada de la composición partidaria soviética. El derecho a crítica no esta exento de costos, al menos el de un total discriminación (si no la expulsión) en la comunidad judía, negándose el derecho a ser un judío critico del estado de Israel desde la condición misma de Judío. En Chile por ejemplo, una carta de judíos para el embajador de Israel durante la segunda guerra del Líbano, carta también firmada por el movimiento sionista socialista Hashomer Hatzair, que condenaba con sentir la acción del ejército israelí, fue rechazada con vehemencia por la comunidad

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activa hay grupos en movimiento como los son por ejemplo el Hashomer Hatzair, al menos en Chile, que desde adentro de la comunidad judía y de la organización sionista, lleva una labor crítica apuntando al derecho a criticar al estado de Israel como judíos, alejados de cualquier sesgo nacionalista. Estos debieran ser los elementos de una nueva propuesta identitaria del judaísmo, con una consciencia de la historia propia que por siempre lo amarre a la suerte de los pueblos oprimidos, llamando así a una sociedad mas justa, con miradas críticas a cualquier guerra de intereses o dominación y sin olvidar sus pies en la diáspora que también implican un compromiso por la realidad social circundante. Este es el único secreto de hombres como Marx, Benjamin, Fromm o Kafka, indudablemente producto de una misma tradición pero con una visión mucho más amplia que la de lo propio. Así y solo así se puede relacionar judaísmo con Libertad.


Pasaje a un deseo Por Felipe Zerené Tabja Un día despierto y miro al cielo. A regañadientes pido una vida perfecta. Caigo de golpe tendido en el suelo. Y un sueño terrible a mi mente afecta. Está todo muy oscuro y no puedo ver bien donde estoy. Pareciera ser que de un golpe se apagó el sol. Me toco la cara, dudando de mi existencia. Todo está bien o así lo aparenta. No me atrevo, siquiera, a levantar la cabeza, pero después de todo, mantengo el control. Oigo una voz que me dice: bienvenido, espera un segundo, no hagas ningún ruido. El miedo me domina, estoy desesperado, intento en vano mirar hacia los lados. Las luces se encienden de manera repentina y mis ojos lloran, arden mis retinas. Poco a poco recupero la vista. Al mirar el lugar dudo que mi alma aún exista.

El sol, ahora, está mas cerca que nunca. La voz me habla y, por cierto, me asusta. Estoy aterrado, nada de esto me gusta. Veo entre las nubes una figura robusta. Se acerca, poco a poco, no le veo su rostro. Me dice: “Señor, su petición no puede ser recibida”. Temblando le pregunto de que petición habla. Vuelve a repetir: “Su solicitud no será concedida”. Da media vuelta y del lugar se retira. Me quedo solo, de nuevo, con la mirada perdida. Recuerdo haber pedido un cambio en mi vida. Una luz se enciende y veo una puerta que dice: “Salida”. Cruzo la puerta y la oscuridad reaparece. Siento viento en la cara, que sopla con ganas, y de golpe caigo, tumbado en mi cama. Pienso que fue un sueño o una vil pesadilla, en el mismo momento en el que me habla una niña. Está sentada junto a mí, en la cama. Me dice: “No temas, no te haré nada”. Dice ser un enviado de otros lugares y que viene a explicarme que sucedió hace un instante. El pedido que yo hice no puede ser cumplido, por un choque de factores impuestos por mi destino. Le pregunto si acaso vivir así

es mi condena. Responde que no sabe detalles de mis penas. “Vivo solo”, le digo, “de aquí todos se alejan”. Y me dice que espere mientras apunta mis quejas. Le digo: “me rehúso a vivir de esta forma”, a lo que respondió: “nosotros trabajamos según ciertas normas”. “El deseo que has pedido, ya ha sido pedido antes, es por esto que te ruego que ahora te levantes. Busca por tu mundo las llaves más importantes, esas son las que abrirán las puertas que aparecerán adelante. Detrás de aquellos fierros hallarás una sonrisa expectante, un rostro hermoso, una figura elegante. Ella pidió tu deseo. Ella será tu pasaje. Ella será tu razón de vivir de ahí en adelante.” Al pronunciar estas palabras la niña desaparece frente a mis ojos, sobre mi cama. Y me quedo ahí parado pensando sobre todo lo que ocurrió esta mañana. Cuando aún no logro que casi nada encaje, se oye la suave voz de la niña que dice: “ella será tu pasaje, como te acabo de decir. Ella será tu pasaje de ida hacia tu vida perfecta. Y si logras hacer todo bien, no habrá nunca pasaje de vuelta”.

Por David Capdepont

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Entre-Lazos

D’entre mi retina sensible a la posibilidad de lo posible

l’espirit”(1) Antonin Artaud La clara oscuridad solía perseguirme E incluso algunos me aconsejaban Acogerla. Yo opté por resignarme. Suele ser difícil imaginarse El vivir sin iluminada sombra. Y sin embargo posible es, Pero, también, obligatorio al elegir.

El proceso de putrefacción de la imagen entre el momento de su captación por mi retina sensible y su posterior comprensión mental, no solo me recuerda la verde mierda, pero aun el brutal desenlace de Fedrich Owen, corredor de formula uno, contra las muros de contención de aquel su ultimo estadio Neo-Yorquino. Incluso en mis genitales y su órgano correspondiente se siente el azote de un látigo que si es de este mundo. Y yo, trémulo y trastornado, como transbordando de tren en tren (de aquellos de ultima hora) no quiero ya ni al mismo numero tres que soliera ser predilecto. Y yo, trémulo y trastornado, que me tambaleé fisurado entre calles de casas rojas en Santiago centro, me detengo y concentro en la lentitud de una putrefacción no demasiado lenta, no demasiado rápida. Me fijo en los gusanos aquellos, el ángulo de sus entradas; Calculo la profundidad de su penetración y la potencia del látigo; Calculo mi fuerza -la que comparte mi cuerpo huesado y aun mis bellos púbicos-; Calculo el potencial resistente de mi piel y mis cayos

En eso estaba yo, Hasta que tropecé con el vacío Dispuesto a mis espaldas.

y es solo entonces, D’entre el proceso de putrefacción mismo y la imagen, ya color verde mierda;

Luego, aterrorizado, la busqué

D’entre el látigo, su fuerza y su impulso

- sí, comprendí su necesidad –

D’entre la cuna misma de una comprensión mental hedionda

Efmam J. Jasond

En vano, ya no se podía encontrar: La esperanza ya no estaba allí…

nace el proceso y nuevo día de su propia putrefacción.

Y hasta ahora no la he podido alcanzar.

Yo solo me vitalizo, y pienso en venideros tambaleares por santiago centro y sus casas rojas, quien sabe si tal vez, la realidad putrefacta y el yo fisurado yazcan entonces algo mas recompuestos.

Sarcófago

“Todo era negro, y sin embargo, espléndido” - Edgar Allan Poe

El negro todo envolvía, como una capa que la ciudad cubría de manera indescriptible, pero perceptible. Aquella jornada, muchas veces susurró una voz (o varias): “¡Luz!” palabra que oía, pero no escuchaba, ignorando su sentido. “¡Luz!”, insistía la voz, en el mismo instante en que comprendía por fin su significado: una imagen se formó en mi mente y se podían ver colores, olores, sabores, sonidos. “¡Luz!”, repitió por cuarta (sí, cuarta) vez la voz, para luego callarse, vencida, a causa de mi inmovilidad invariante. Sin duda, por esta vez, no existían razones para obedecer. (1) Le Pèse-Nerfs. Antonin Artaud. 1925. En español: “y se comprenderá como perdí el espíritu”. 16

Nicolás Slachevsky

“et on comprendra comment j’ai perdu


El poder discursivo de Jhonny D. Thompson

Se le conoció también por una labia ejemplar. Su atmósfera ineludible, confirmaba el miedo que no fue sin embargo inferior al misticismo creado a su alrededor. Poco se guarda de Thompson más que sus camisas perforadas. Algunas “biografías” rondan aun, carentes de precisión histórica y ejemplo en lo popular-mitológico. Se rescatan sin embargo las crónicas presenciales de sus acalorados discursos. No les caracterizó la concordancia en torno a un

mismo pensamiento a lo largo de su vida de andanzas. Mas si estructuras únicas en la coherencia con los objetivos precisos y frases de tipo mesiánico que aún moran en la conciencia colectiva. De los capitalistas de Wall Street a las masas enardecidas que dejó el 29’, lavó su imagen en palabras que le valieron respeto e incluso devoción, lo que hizo de su banda una especie de secta inalcanzable a las redes de la policía. Su muerte permanece un misterio. Junto a sus hijos sangrando en el piso, pintura amarilla recordaba la mas dura de entre sus frases: “A fierro morirán ustedes”. Otras del estilo pueblan la literatura mural del bronx negro e hispano, así: “Harán caer el odio en quienes aman, como Dios sobre Job” y aún “Que el que quiera comer que vaya y que coma”. Bajo la frase firman “Jhonny”.

Vahine, pintura de Gauguin Mientras te saboreo y te siento, licor transparente quemándome la garganta, dejo de distinguir el sillón y el cuadro de Gauguin tambaleando encima, en el muro. Como si estuviera viva de pronto, la vahine, la mujer pintada que vacila, cae en el cuarto que se mueve, oscila y luego se estira. Ese afán de volver a nunca que me ataca cuando bebo. Volver atrás, lo más atrás posible y flotar en una burbuja húmeda y confortable, hundida en el sillón del cuarto.

Ana Urbain

Desaparecer sin ninguna preocupación. Sólo vuelvo a la mesa para beber otro sorbo del agua maldita. Es la vieja calesita que gira y rueda. Este viaje que repites como un rito para tejer y destejer la memoria. No es ni el primero ni el último. La acción de tomar con mi mano derecha el vaso y dirigirlo hacia mi boca dependiente. Esta costumbre se ha vuelto mía. 17

Me voy hundiendo en el sillón, los cojines me envuelven poco a poco. Me acurruco como un feto mientras el cuarto gira y tambalean las luces y la vahine cae y cae y vuelve a caer. Dentro de mi burbuja placentera se detiene el tiempo, al menos eso creo. Los ruidos de la calle se oyen en sordina, todo parece embriagado de otra realidad, otra vida. Entre el sueño y la vigilia me siento cayendo como la vahine del cuadro de Gauguin, cayendo a nunca, nunca jamás. Es como si ella de pronto se sentara a mi lado, me abrazara y bebiera conmigo. En el momento que le voy a hablar, me doy cuenta que es el cuadro de Gauguin, que está ahí donde siempre ha estado, inmóvil. Todo está igual en el cuarto, nada ha cambiado. ¿Cuándo regresé de Nunca?

Nicolás Slachevsky

Temprano por las mañanas, Thompson se levantaba, menos los días sábados que religiosamente guardaba a la lectura de novelitas eróticas hasta el noticiario de las 10. Con un café duraba hasta las 12, hora a la que almorzaba. Su crueldad y puntualidad tipo británica lo ubicaban en otro rango del común entre los gángster neoyorquinos.


Sin titulo, 3

Luz

Por João Gonçalves

Por efmam J. Jasond

Pensar en escapar, Junto a mil vías en caos, Dentro de la boca del cañón, a doscientas leguas perdidas en su aliento, Nuestras formas, incontables perdigones, son los poros negros del enjambre.

Marcha.

La forma intuida; Cortantes y estúpidos, Sordos, sólo siendo nervios adheridos al calor del fuego, Seremos lo que rebane la cuchilla, Pasados en kilos, Al amanecer nos morderán las sombras. La oscuridad fermentará, como una tenía en la peculiar forma de nuestras tripas, En el siguiente orgasmo de esta fiambrería.

Combi-Nación.

Sin ser afilado, Sin ser rebanado, El cuerpo está fétido, colgando de una costilla, Como el pilar inservible de los cielos. Siglos tartamudeándose en el pecho de las turbas oceánicas, La grasa humedeciéndose en el roce, Las aves gritando crímenes indecibles desde sus torres, El diablo, lamiendo desde otrora los culos de las iglesias, Diluidas como un hielo, en la soledad de un crucifijo. Implotando desde su centro cálido, late pobre el pobre mundo, Mientras nosotros nos mordemos los sexos, puede ser, Detrás de una visión un poco muerta.

Trasbordo. Adelante, sólo unas estaciones más. Combinación.

En eso estaba yo, padeciendo aquellas últimas 7 estaciones de mi regular jornada. De pronto, o de repente, el ascensor horizontal se detuvo bruscamente y escuché en mi mente el eco mental de aquella multitud de almas, átomos presionados unos contra otros pero nunca (NUNCA) juntos: “Por la mierda”, de la misma manera y en el mismo momento en que, yo, lo pensaba. Luces apagadas, y se escuchó en la oscuridad, con una voz sin modulación, clara, divina, pero que venía sin duda desde las profundidades terrenales y mundanas: “Hasta cuando vamos a aguantar esta güeá”, tras lo cual el tren subterráneo volvió a desplazarse, como empujado por aquella sentencia. La oscuridad inmóvil duró tan sólo unos, varios, segundos. Sin embargo, nunca la luz había estado presente, de manera semejante, en un vagón del metro.

Sobre la influencia del concepto de uno mismo en la apariencia exterior Por efmam J. Jasond Me vería mejor si es que nunca antes me hubiera visto.

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Leonor Vicuña, Andrea Aguilera, Nicolás Slachevsky

Fotos:

hoja de Contacto

Multitudes

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Multitudes

“Las grandes se van desarrollando, las nuevas ideas van alcanzando adecuado ímpetu mpetu en el seno de la sociedad, las posibilidades materiales del desarrollo integral de absolutamente todos sus miembros, hacen mas fruct fructífera fera la labor. El presente es de lucha, el futuro es Nuestro.” Che Guevara

Fotos:

Estelí, Paulo y Nicolás Slachevsky

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Mayo del 68: 40 a単os

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Por Mauricio Redolés

London, once again

Destellos Memoriosos

(Rocinante, diciembro 1998) London es tener de nuevo veintidós años y mirar desde Sheperd's Bush hacia la vida, y decir algo así como de modo que ésta es la vida, y encontrar divertidos a los últimos hippies del setentaicinco. Tratar de contactar a los compañeros, pero los compañeros ya te habían contactado. London es estar en el Royal Albert Hall (el mismo de "A Day in the Life"), repleto escuchando a los Inti, a los Quila, a los Parra, a Pato Castillo. Mirarlos en el escenario y pensar que era un sueño. Manuela tiene quince años y Amanda once, y estamos en un stand con una señora muy shusheta y divertida quien me pregunta si me enamoré de Manuela y yo le digo no con las orejas coloradas. Aparece Romo, el actor a quien yo conocí cuando él pasó por Investigaciones con un grupo de aviáticos, rumbo al exilio. ¡Se reconocen con Joan, la madre de Manuela y Amanda!: Se abrazan, se reconocen. London es reconocerme. London es ser presentado por David a Volodia Teitelboim en los siguientes términos más o menos "él es un compañero joven que ha hecho un muy buen trabajo en la Solidaridad", (el muy buen trabajo era haber conseguido que unos sindicatos de eléctricos británicos hiciesen unas llamadas telefónicas a diversas personalidades e instituciones en Santiago preguntando por los desaparecidos). El compañero Volodia me miró silencioso un demasiado largo segundo y me preguntó: Compañero Mauricio,¿Y come usted? London es la risa del jovencito al rememorar el episodio. Todo frente a la estación de Euston. London son los primeros punks en las calles el 77, por ahí por Notting Hill Gate y carteles de las pistolas del sexo en las paredes, y caminar cuadras y cuadras por la ciudad hasta que las chalas polacas tuviesen un olor insoportable. Ubicar a Juan Vera, el mismo del Teatro El Riel, y pedirle que me acompañe a buscar un Congreso de Teatro Independiente lleno de presuntos interesados en mandar un telegrama a Chile, exigiendo la aparición con vida de todos los desaparecidos y la Libertad de Todos Los Presos Políticos. Caminar bajo el implacable sol de Junio del setentaiocho por unas colinas del Norte aristocrático de London horas hasta dar con el famoso Congreso de Teatro Independiente que de inmediato decidió por unanimidad mandar el telegrama. London son las cervezas que me tomé con Juan Vera esa tarde. London es saber a través de Constanza, de un trabajo limpiando interminables escalas el archivo de expedientes al 23

Días de gloria, días de poesía

lado de la Suprema Corte de Justicia, la famosa Grovernors House. London es lavar escalas en ese lugar, irse en bicicleta desde Islington, mi barrio más querido de Londres. London es escribir el libro Tangos agarrando a la poesía por el cuello en la desesperación. Un día Don Alvaro Bunster ex embajador del Gobierno de Allende me pide que le recite los Tangos a Nemesio Antúnez. Producto de esa lectura puedo decir que con Nemesio Antúnez fuimos amigos. El ilustró el libro y éste lo editó mi amigo Marcelo Muñoz Gutiérrez en 1000 ejemplares en Santiago en Diciembre del 86. Veo esos dibujos de Antúnez y veo Londres y veo mi desesperación. Y esa desesperación era Londres. London es la voz de uno de los poetas ingleses más importantes de hoy, Adrian Mitchell, en el hilo telefónico despertándome sonriendo una mañana de Octubre del 98, y sentir que esa llamada se llamaba añoranza, lamentando mi separación de hace cinco años, preguntando por mi hijo y alabando ¿Quién mató a Gaete? Tal vez ambos pensamos, We did it! En uno de mis últimos poemas escrito en Londres comparo la ciudad con mi madre. Porque London fue bueno y dulce conmigo. Y lo ha seguido siendo a la distancia. Como una madre que te protege desde lejos. Que nunca olvida.


Notas para una crisis de la economía posmoderna Por Raúl Beriscane y Leon Rosensuaig Son ya sabidas las implicancias de la llamada crisis de las subprime para la economía global, como las repercusiones sociales que esta tendrá. Mientras escuchamos el coro de una buena parte de nuestros responsables hablar sobre un Chile “inmune”, nosotros queremos solo ahondar superficialmente en algunas de las implicancias de esta crisis para el análisis de la sociedad posmoderna. Las crisis fueron por largo tiempo la expresión máxima de las contradicciones del capitalismo para el marxismo clásico. Se hablaba de las crisis periódicas, causadas por una “ley de la selva” en la producción que tenía como resultado periodos de sobreproducción en que gran parte del proletariado caía en el desempleo, la miseria, y, a veces, la muerte. Si bien siguen las crisis estando en el corazón de cualquier análisis marxista, estas

ya no se producen por un problema de sobreproducción material. He ahí donde vemos claramente el marco posmoderno. La especulación sobre créditos hipotecarios de baja credibilidad ocurre por sobre cualquier área de lo material, y confirma la perdida de un supuesto valor real del producto con la informatización de la producción. No ocurre por la imposibilidad de sostener el capitalismo dentro de sus propios marcos, es decir por la constante necesidad de expansión de este, o aun como síntoma de inevitable destrucción, pero como manifestación de la propia crisis del sistema, más bien en el marco de su desarrollo intensivo más que extensivo. Como dicen los autores de Imperio: “En la perspectiva del capital, una crisis de este tipo no siempre es un acontecimiento enteramente negativo o inoportuno. Marx afirma que en realidad el capital tiene un interés fundamental en la crisis económica a causa del poder

transformador que ella implica. En cuanto al sistema en general, los capitalistas individualistas son conservadores, lo que les importa principalmente es maximizar sus ganancias individuales en el corto plazo aun cuando en el largo plazo ese camino lleve a la ruina del capital colectivo”(1). Sin duda se ha de esperar que el Imperio sobreviva con éxito a esta crisis, nada permitiría decir lo contrario, que tendrá de todas maneras como “ganadores” a los capitalistas, que recibirán la mayor parte de las ayudas estatales e internacionales y que podrán, por un periodo de tiempo, comprar acciones a precios ridículos. Poco importan aquella masa de gente que caerá eventualmente en la miseria, y aquella gente que ya está en ella y que caerá aún más bajo: es el precio que hay que pagar por una sociedad como esta.

(1) Imperio, Michael Hardt y Antonio Negri

Foto: Paulo Slachevsky

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Sobre el concepto de “entierro” Por Miguel Carmona Suele ser inspiración del poeta lo exterior (la realidad), algo interior o incluso la nada. Es aquello lo que tiene como resultado lo que él está supuesto a hacer: un poema (o varios). Sin embargo, antes de ser escrito, el poema pasa por las ideas, por el pensamiento.

¡Terrible el pasar al papel todos esos pensamiento de formas múltiples, prácticamente infinitas! He ahí donde nace el concepto de “entierro”. La poesía es un entierro constante de ideas. Es el entierro de los pensamientos, aún vivos (por lo que no hay que confundir el concepto de “entierro” con el de “muerte”), puestos en sarcófa-

gos llamados palabras. Entonces, asistamos a este entierro, con la conciencia morbosa, celebrando lo bello del entierro de alguien vivo, lo hermoso de un funeral anticipado. Y llegará un momento en que no se podrán contar las lápidas.

Soledad colectiva Por Miguel Carmona “Madre Coraje.-- ¿Y por qué no lo hace usted? Artillero.-- Porque no le tengo confianza: somos amigos.”(1) Bertolt Brecht

¿Qué es la alienación? Término usado por Marx en sus Manuscritos económico-filosóficos de 1844, retomado de Feuerbach quien lo retomó a su vez de Hegel, se refiere al quiebre de una cierta armonía, de la exteriorización del hombre de sus calidades personales, que rompe su relación con la naturaleza y con quienes lo rodean. Esta alienación se ve claramente a través de la religión (Feuerbach), pero, no obstante, su origen está, según Marx, en el terreno productivo, asociado a la realidad: “La enajenación religiosa, como tal, transcurre sólo en el dominio de la conciencia, del fuero interno del hombre, pero la enajenación económica pertenece a la vida real”(2). Y esto se ve claramente a través del hecho de que en la so-

ciedad, al existir la propiedad privada de los medios de producción, el obrero: 1) Está alienado respecto a la naturaleza, ya que modifica el objeto de su trabajo a través del trabajo y se exterioriza en él, mientras el objeto se impone como un objeto exterior 2) Está alienado respecto a su trabajo mismo, debido a que, al pertenecer el producto de su trabajo a otra persona, su trabajo no le pertenece y se le transforma en una carga 3) Está alienado respecto a la sociedad a los otros hombres, ya que su vida individual termina siendo un medio para su vida productiva, por lo tanto no produce para la sociedad, sino para sobrevivir. Por último, no hay que confundir explotación con alienación: los capitalistas están alienados (no produce, pero vive del trabajo de otros) pero no explotados. Tomando en cuenta que esta obra hace parte de las obras de juventud de Marx, antes de su “ruptura epistemológica”, como dice Louis Althusser, en 1845, todavía fuertemente influenciadas por Hegel y por Feuerbach, hoy

(1)Madre Coraje y sus hijos. Bertolt Brecht. 1941. (2)Manuscritos económico-filosóficos de 1844. Karl Marx. 1844. (3)Las puertas de la percepción. Aldous Huxley. 1954. (4) Ver nota 1. 25

en día se puede rescatar aquel mensaje. No se puede decir que el hombre en la sociedad actual no esté alienado, enajenado. El trabajo sigue siendo una carga aún para muchos trabajadores, tanto en el trabajo material o inmaterial, fuente de estrés y causa de visitas al psicólogo, y estos aún exteriorizan su trabajo para el beneficio de otro. También se han aumentado los terrenos en los cuales el hombre se ha exteriorizado: a la religión se suman la televisión, las drogas, el fútbol, las fiestas, etc. Los cuales son verdaderos gritos alienados, que buscan escapar a la realidad, que buscan “trascender” como diría Aldous Huxley(3). Finalmente, sigue atrofiada la relación del hombre al hombre, cuyo mejor ejemplo es la familia, con su jerarquía. La sociedad sigue siendo una gran colectividad, con múltiples soledades. Sólo la “expresión positiva de la abolición de la propiedad privada”(4), podría, quizás, poner fin a la soledad colectiva.


Sandinista!, un eco del pasado

La huachaca Ester

“Till humanize is equalize -put down the tools”(1) Por Nicolás Slachevsky

Las Décimas De La negra Ester, son el homenaje a las putas y los guitarreros como el que las escribe. Son un homenaje huachaca a hombres, mujeres y amor en una vida perra.

Tal caso podemos ver en la obra que revisaremos ahora, el álbum Sandinista!, del grupo británico The Clash, uno de los íconos del naciente movimiento punk. Sandinista! es conocido como el álbum con mayor variedad musical del grupo, en el cual se puede escuchar una mezcla de rock (“Police on my back”), hip hop (“Magnificent Seven”, uno de los primeros temas de hip hop hecho por blancos), jazz (“Look Here”), reggae (“One more time” y su versión dub “One more dub”), vals (“Rebel Waltz”) y más. Cada tema, sin embargo, no es de un tipo definitivo de música, lo que hace que The Clash siga con esa tendencia de los artistas británicos, seguramente causada originalmente por su aislamiento geográfico, tales como Jethro Tull, quienes generalmente hacen música inclasificable. Cada cambio de tema es una vuelta de la esquina, en la cual no sabes con qué te puedes encontrar. La mayoría de los temas se caracterizan por una calidad estética que, sin virtuosismo, logran resaltar efectivamente el mensaje detrás de cada uno.

Critico

Así, dejando de lado las cuecas patronales donde se glorifica "Patria", "patrón" y otra palabras que riman como pegan, la negra Ester lleva el espíritu de la cueca que es chora — en la que Roberto Parra no pasa desapercibido:noticias vulgares para radios vulgares; canto del pueblo para el pueblo. Aquí, esa oralidad pasa a ser poesía y los elementos cultos de esta, pasan a su vez al dominio de la oralidad popular. Una metáfora puede ser "Si era tan linda la cabra/Le hacia la pata al cojo", o los poemas de Rabo Cortado de Cervantes, pueden ser mas que excentricidad vanguardista, parte de la locura del Roberto dejado de la Negra: "Me de güelta la cabé/ No termino ni la frá ..." La historia de Roberto con la Negra Ester tiene el valor que la biografía para Schwob: Recordar la individualidad de cada vida, única, sumado el hecho de que esta vida, la de estos personajes y este amor, no están exentos de un contexto de individuos únicos, reunidos por la condición de pobreza, alineación y explotación que componen parte de un mismo sujeto social.

– The Clash Es sabido que el contexto histórico y la situación geográfica marca totalmente una obra de arte. Por aquella razón es que el arte anteriormente producido nunca se repetirá, al menos en su forma original. Ya en 1857, Marx decía respecto al arte griego: “las condiciones sociales inmaduras en que ese arte surgió, y que eran las únicas en que podía surgir, no pueden volver jamás”(2). Sin embargo, se mantiene el goce estético de estas obras durante el tiempo, como testimonio del contexto en que tal obra se inscribe.

Por Miguel Carmona

La Negra Ester es un obra popular en forma, vocabulario e imaginario. Es rica en lo huachaca, otra cultura de gente alienada, que, no solo se baña en vino y chicha, pero también de llanto popular a la "vida perra" en todo su cotidiano.

En el ámbito político, este disco está influenciado por los movimientos izquierdistas de los 70, sobre todo el FSLN (Frente Sandinista de Liberación Nacional), movimiento que un año antes había logrado llegar al poder en Nicaragua. Esta tendencia se ve claramente a través de dos temas principales que critican el imperialismo de la época: “Charlie don’t surf”, el cual es mucho menos fuerte y directo que el tema “Washington Bullets”, tema que celebra a los movimientos populares de izquierda tales como el anteriormente mencionado FSLN, aquel liderado por Fidel en Cuba y el acceso al poder de Salvador Allende, así como lamenta su derrocamiento y la muerte de Victor Jara: Chile fue justamente víctima de las “Washington Bullets”, de la policía imperial. Por otra parte, el tema también es crítico respecto de las intervenciones respectivas de la URSS y de China en Afganistán y el Tibet. Además están presentes otros temas críticos de la actualidad de la época y que reafirman sus ideales políticos, tales como “Ivan meets G.I. Joe”, que retrata satíricamente la guerra fría, “Rebel Waltz”, tema que muestra el heroísmo de la rebeldía, “One more time”, cuyo tema es la vida en el ghetto, entre otros. Personalmente resaltaría un tema debido a su interés hoy en día. Aquel tema es “The Equaliser”, cuyo coro resalta lo que debería ser la base de la izquierda hoy en día, para intentar borrar todas esas tendencias izquierdistas que intentan dejar viva la autoridad en alguna de sus formas: “We don’t want no gang boss, we want to equalize”(3). (1)“The Equaliser”. Sandinista!. The Clash. En español: “Hasta que humanizar sea igualar –deja tu herramienta [de trabajo]” (2)Introducción General a la Crítica de la Economía Política. Karl Marx. 1857. (3)En español: “No necesitamos jefes de cuadrilla, queremos igualar”.

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En síntesis, Sandinista! es una obra que nos llega como eco de un pasado de luchas sociales y eco de un contexto que ya no existe ni se repetirá en la misma forma. Sin embargo, este eco no solo sirve para mirarlo melancólicamente , como mirando la

niñez de nuestra humanidad, sino que también este eco hace parte del alimento de la izquierda hoy en día, que se nutre de las experiencias anteriores, sin olvidar el contexto actual y mirando incondicionalmente al futuro.

A propósito de

La vida de los otros

Pasándose Película

Por Topo

Espacio

Una obra de arte debiera ser aquel producto cultural que contiene elementos en diversos niveles y planos, es decir ser portadora de una complejidad que ante distintos receptores aparezca como un objeto posible de ser leída en diferentes amplitudes y profundidades. En definitiva debe ser un aporte para aumentar la comprensión de la vida, de la sociedad y de uno mismo. En el caso de un film, podemos llamar “obra de arte” a cualquier pieza que promueva el conocimiento crítico de las dinámicas sociales, las dinámicas interpersonales y también las dinámicas intrasubjetivas con las cuales operamos, promoviendo así una apertura a la transformación en todas estas esferas, dando pie a la creación de ordenes sociales inéditos en que impere la justicia, de relaciones humanas enriquecedoras y de individuos más sanos. La película alemana “La vida de los otros” es un excelente ejemplo de lo anterior. Esta historia cuenta como Weisler un espía alemán de la Stasi (organismo represor de la RDA) comienza a vigilar al poeta y dramaturgo George Dreyman, de quien se sospecha ser contrario al régimen socialista que impera en la RDA (Alemania Democrática). Dreyman es el dramaturgo oficial del gobierno y hasta hace poco se confiaba en su fidelidad, pero el ministro de cultura Bruno Hempf pretende a la novia del escritor y confía en conseguir ensuciar su nombre con objetivo

de sacarle de la escena. Es así como los oscuros propósitos personales de un poderoso miembro del comité central se convierten en prioridad para la Stasi. Además Hempf cuenta con la complicidad del jefe de la policía secreta, quien desea congraciarse con el ministro y asigna la misión a Wiesler. Esta es una historia de corrupción en las más altas esferas del poder y como los ideales socialistas son profanados por intereses personales y perversos de la elite gobernante. Pero por otro lado nos muestra la transformación que sufre Wiesler al estar en contacto con el mundo de la cultura y el arte. El agente comienza a dejar de ser un espectador de las vidas que espía, se conecta con su sensibilidad y empieza a tornarse en protagonista, convirtiéndose, irónicamente, el mismo en un “dramaturgo”, que finalmente puede remediar en parte el mal que ha provocado. En definitiva puede oponerse en alguna medida a los poderosos desde su lugar y es una valiosa lección. Mi reflexión personal acerca de esta película, que espero puedan ver, es que a todo nivel y en toda escala existe corrupción y perver27

sión. Para sostener un gobierno totalitario y represor son necesarios individuos que lo hagan posible, es decir, por ejemplo, no podemos culpar de todo lo sucedido en Chile durante la Dictadura a Pinochet, fueron necesarios varias decenas de políticos que tuvieron miedo de perder sus privilegios y prefirieron quebrantar la democracia, fueron miles los torturadores, cientos de miles los que odiaron. Pero esta estructura dialéctica (individuo-sociedad) se puede aplicar para crear órdenes sociales justos y humanos, que prosperaran en la medida en que los individuos que lo conformen sean sujetos ricos en valores sociales reales, que no se comentan inequidades ni injusticias por pequeñas que sean. Para eso, debemos revisar en cada uno de nosotros que ha hecho cuando ha tenido un ápice de poder, cuando ha tenido la oportunidad de decidir algo que afectara a otras personas. Pienso que el verdadero Socialismo no tiene que ver con un gobierno Socialista, si no que se nutre de personas justas, que ejercen el poder popular y que no reproducen en pequeña escala lo que todos criticamos de las grandes estructuras.


Notas para el natalicio de Allende Por Nicolás Slachevsky

Hablar de Allende es complejo. Lo es por lo menos para quienes no vivimos en su época, por que se trata de reconstruir un personaje y salvar su esencia, rescatarla de las dimensiones secundarias a las que se intenta amarrar su nombre. Así, fuera de la derecha más reaccionaria, Allende es un eufemismo cubierto de eufemismos. Un demócrata; un hombre consecuente; un gran soñador. Y bajo esas palabras que para todos son bellas, hay un vacío que dice y que dice un poco en que estamos. Allende es una imagen, la dictadura, un golpe del que la izquierda chilena aún no se recupera, y la unidad popular, un tabú cubierto en la "complejidad del tema". La izquierda se llena de una derrota cargada de nostalgia. La amargura se impone, como suele hacerlo: Se ven las ruinas de otra historia que pudo haber sido.

Hay mucho que decir de Allende. Palabras que lo rescaten de memorias derrotadas. Hacerlo presente en la historia parte de olvidar adjetivos mortificadores que machacan la idea y al personaje hacen imagen. He ahí lo esencial en notas a tomar para hoy, el centenario. No intento esbozar una biografía, o plantear acá que la derrota fue solo por factores externos. No hago el balance de lo ganado y lo perdido, de cada una de las imprescindibles victorias del Chile popular, o sus fatales derrotas. Tampoco el balance de en que fue Allende, en que fueron los partidos o en que fue el pueblo. Quiero solo rescatar a Allende del plano de imagen, así sea de la democracia -que no es lo que se dice hoy o entonces, mas lo que se quiso construir-, sea de la consecuencia -que fue la de un pueblo entero en una búsqueda por su propio poder, capaz de crear-, o sea la de un sueño. La lucha no es un sueño, como tampoco la miseria que la engendra.

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Y si de eso hay que rescatarlo es por que de las palabras se pasa a entender cosas mas grande, que por cierto no son la idea escondida. Y Allende pasa a ser símbolo de esta democracia hegemónica, que perpetua dictadura y todo lo que, aun antes, se quería derribar; Y la "consecuencia" pasa a ser el adjetivo maestro que valida la apropiación de la imagen por el estado, y que de paso reduce la amplitud y verdad del personaje; Y el "soñador" nos refriega la derrota, como prueba irrefutable de la victoria del status quo. Poco a poco, hacen de "Socialismo" un nombre propio, perteneciente al juego de quienes dominan. La tarea es ardua y debe ser conjunta. Rescatar la imagen es solo una base. Es a nosotros de reconstruir el personaje, rehacerlo a medida. Hace parte de asumir una derrota jamás definitiva. Actualizada, la imagen vuelve a ser cuerpo en la multitud.


“-Los diarios no dicen nada de nosotros –dijo una voz que parecía venir de una mina de estaño-, pero todo se sabe alguna vez compañeros. “

Introducción Los mass media no son ajenos a nadie. En el campo como en la ciudad se ve el mismo reality, en la mansión como en la población hay una antena de SKY, y en todo círculo ha hecho influencia tal o tal diario, tal o cual radio. Todo viene de mucho antes. Ya con la invención de la imprenta empieza una nueva historia para la información: la posibilidad de su reproducción técnica. Su posterior desarrollo es inminente, e indudable su rol en los más grandes procesos de liberación como también de reacción y dominación. El primer diario latinoamericano es “El Sol de Lima”, en 1790. En Chile es “La Aurora de Chile” en 1812. Ya para principios del siglo XX hace su entrada la radio y el cine, espacio informativo antecesor a la tele. El carácter masivo de la información comienza a ser confirmado. Su función sin embargo, y era de esperarse, ha cambiado según la tónica del tiempo. Si bien desde un principio la cultura ha ocupado un espacio importante en estos, con el desarrollo exponencial de la industria del entretenimiento y el consu-

mo, hoy su función es tanto informativa como de entretención y difusión comercial: en la primera de estas, los medios de comunicación masiva son el principal contacto de los ciudadanos con su realidad nacional e internacional; la entretención como la difusión comercial, por su parte, viven hoy un apogeo: en cada programa, reportaje o propaganda, los individuos encuentran elementos presentados como imágenes de consumo que se constituyen en referencias para sus propias vidas. Los mass media no imponen solo la información que es transmitida, pero también la forma. Hay, por mecanismos indirectos, la formación de una manera de ver las cosas, y también de una manera de vivir. En la sociedad de consumo, información y espectáculo, la función de los medios es esencialmente ideológica, pasando fácilmente de la información, el comercio y la cultura, a la política. No hay que extrañarse si la diferencia entre información argumentación y propaganda es cada vez mas débil. A continuación trataremos el tema de los medios como un “poder”. Esta nueva noción de

(1)“Las mallas del poder”, Michel Foucault “La historia de la sexualidad”, Michel Foucault 29

-Julio Cortázar, “Fantomas contra los vampiros Multinacionales”

“poder” busca ser positiva, descentralizada y desmarcada del ámbito jurídico. Esta vez sus funciones no están asegurada por la oposición permisión/negación, por “la idea según la cual, en ultima instancia, la ley moral, el ‘no debes’, la oposición ‘debes/no debes’ es, en el fondo la matriz de toda la regulación de la conducta humana”(1). Así, este actúa más bien por la producción concreta de sus finalidades en los individuos, “un poder destinado a producir fuerzas, a hacerlas crecer y ordenarlas mas que obstaculizarlas, doblegarlas o destruirlas”(2). Este trabajo se enfoca principalmente en la realidad chilena, si bien se trata de orientaciones globales en las funciones de los mass media. De esto deriva la manera de tratar el tema, yendo de las especificidades históricas del problema en Chile a sus características generales, para concluir con un repaso por las alternativas posibles. Los alcances necesarios para una buena comprensión del trabajo son tratados en una breve conclusión. Su lectura, si bien sigue un desarrollo lógico, puede ser fragmentada ya que cada parte ha sido dispuesta como un posible artículo independiente.


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Por Francisco Ide


El Poder de los Medios Sobre la Vida de los Chilenos

I- Especificidades Históricas Hist ricas Silencio y resistencia: Cuatro periodismos durante la Dictadura militar “Cuando redactábamos nuestros diarios en la clandestinidad, era naturalmente sin historias ni declaraciones de principios. Pero sé que para todos nuestros camaradas, esto se hacía con una gran esperanza secreta. Nosotros teníamos la esperanza que estos hombres, que habían corrido peligros mortales bajo el nombre de ciertas ideas que apreciaban, sabrían dar a su país la prensa que merecía y que ya no tenía” -Albert Camus (1)

Además de tendencias generales en el problema de los medios hoy en día –indudablemente globales –, su estudio para la realidad chilena carga inevitablemente con las especificidades históricas de esta. Si bien la gran parte de las radios, cotidianos y canales televisivos han estado tradicionalmente en manos de la oligarquía conservadora, hasta 1973 su acogida en las clases populares tendía principalmente hacia los medios de la izquierda que incluso, en determinados momentos alcanzaron inéditos índices de difusión. Así “El Clarín”, por ejemplo, vendió hasta 350 mil ejemplares en sus días de auge (2). En aquellos momentos sin embargo en que la hegemonía total estuvo en manos de la burguesía, desde el seno mismo de las clases populares movimientos mas politizados mantuvieron folletos y boletines de influencia considerable entre los mineros y otras ramas de los trabajadores. Así, por ejemplo, en los principios del siglo XX, El Despertar

de los Trabajadores, El Acrata o El Demócrata. La mañana del 11 de septiembre, con aparente normalidad, la amplia variedad informativa que se dio con el periodo Allendista, tan dividida como siempre por intereses de clase opuestos, vio luz por última vez. Dos diarios permite la dictadura en sus primeros días. El Mercurio y La Segunda, altos representantes de la oligarquía reaccionaria. La radio y la televisión son depuradas. Los nexos del Mercurio con Washington y el complot golpista son hoy innegables. Un largo periodo se inicia entonces y cuatro tipos de periodismo se desarrollaron en medio de la dureza de la que necesitó el régimen para la implantación del modelo neoliberal en Chile. Su acción fue esencialmente política, inseparables de la relación que mantenían con la realidad nacional. En primer lugar estuvo el periodismo oficialista, único, o al menos el más asegurado entre la masa de medios legales, los mismos que hoy dominan los kioscos, y la tele. La dictadura se encargó de controlarlo todo. La radio especialmente, tuvo para esta un valor simbólico entre los golpistas: transmitían los comunicados soberbios de su victoria por Radio Agricultura mientras la voz de Allende era acallada con bombazos en Radio Magallanes. Los voceros de la reacción fueron también los del silencio. La complicidad se vio en todo plano. Así, entre todos se proclamó que los 119 asesinados de la operación Colombo eran “extremistas” ex-

terminándose como “ratones” en peleas internas(3), como se diría luego de los hermanos los hermanos Vergara que se trataba de delincuentes comunes reducidos en un asalto. Se trató de una complicidad criminal en la que se calló como se participó directamente en la producción de falsos montajes de enfrentamientos entre guerrilleros y policías, todo sobre los cuerpos perforados y aun calientes de los asesinados. “En Chile no se tortura, no se asesina, no se desaparece”: el grito de la prensa oficial era unánime. A nadie, sin embargo, se le puede quedar en el tintero la mención a la prensa que no calló, desde el terror de la clandestinidad o cuasi clandestinidad, o aun desde el vacío del exilio. Desde la inmediata articulación de algunos movimientos en resistencia comenzaron a funcionar estos otros canales de información. Así por ejemplo “el Rebelde”, órgano del MIR impreso en mimeógrafo y del que derivaron numerosos folletos miristas desde distintas bases como “El Recabarren”. Su función era esencial, no solo para las tareas de denuncia, de la que se podría decir los primeros pasos de esa memoria hoy indispensable, pero también como contacto de las bases con los militantes dispersados, tirando la línea del partido con sus análisis y declaraciones. Mas tarde, entre los mas influyentes, se le sumaría “El Siglo”, histórico órgano del P.C. Chileno, y “El Rodriguista” luego de la creación de Frente patriótico Manuel Rodríguez. Las escasas extensiones a la radio fueron también obra del MIR que armó la Radio Liberación que logró incluso la irrupción del Audio de TVN en mitad

(1)“Critique de la nouvelle presse” (Crítica de la nueva prensa). Combat. Compilado en Actuelles. Écrits politiques. Albert Camus. 31 de agosto de 1944. (2)Ver entrevista a Victor Pey (director de EL CLARIN durante la unidad popular) en EL CIUDADANO. (3)Ver portada de “La Segunda”, 24 de Julio de 1975 31


El Poder de los Medios Sobre la Vida de los Chilenos del mundial de futbol de 1982. Fernando Gabriel Vergara Vargas, encargado de la Radio Liberación, es asesinado a tiros el 15 de diciembre del 84. Todavía en el país ocupado, algunos periódicos alcanzan una cierta la legalidad vigilada, y este fue el tercer tipo de periodismo. Así algunas organizaciones humanitarias como el Codepu o la vicaría de la solidaridad, altamente integradas por militantes de la resistencia. Mas adentrados los ochenta se integrarían “El Fortín Mapocho”, o “Análisis”, esta vez no dependientes de organizaciones deter-

minadas y cuyas redacciones eran por periodistas con una mirada amplia desde la izquierda, muchas veces también militantes. Estos hacen fuertemente parte de aquel movimiento de efervescencia en los ochenta por el fin de la dictadura, y el “Pepe” Carrasco, emblemático redactor de la revista Análisis quien fuera raptado y asesinado por comandos de la dictadura luego del atentado a Pinochet en Cajón del Maipo, marca bien la persecución que cayó también sobre estas revistas cuya condición estuvo solo en los márgenes de una supuesta legalidad.

En Cuarto lugar estuvo el periodismo del exilio. En medio de los movimientos de solidaridad internacional, los exiliaron se encargaron de mantener un movimiento cultural constante, dando lugar a revistas como Araucaria en Francia, El Boletin Del Exterior en la URSS, o Cuadernos De orientación Socialista en Berlín oriental. En puesto privilegiado estuvo la Radio Moscú cuya señal llegaba a las calles santiaguinas con el programa Escucha Chile, haciéndose parte no solo de aquel triste periodismo del exilio, pero aun como voz de esperanza a los oídos clandestinos.

La “Transición Democrática” “Los payasos cambian, el circo parte, existe una gran responsacontinúa” bilidad del Estado en la desapaRefrán popular rición de estos medios. Al aplicar este una política de avisaje dependiente del número de ejemplares, los medios independientes que no quisiesen caer en Es tan cierto como parauna lógica puramente comercial dójico el que, durante la dictadura, estaban condenados. Tal fue la la oposición a esta permitió una situación de Rocinante, Análisis, diversificación en la prensa (a La Época, Apsi, entre otros. Tal pesar de estar teóricamente prohicomo lo dice Faride Zerán resbida), mientras que durante la pecto a Rocinante: “nuestra “transición democrática” hemos revista fue una de las muchas asistido a una desaparición de víctimas de un Estado y un goaquellos medios de comunicación bierno que no valora la pluralianteriormente prohibidos que lodad en la comunicación social graron construirse en proyectos de […], de un Estado sin voluntad prensa alternativos. Este fenómeno de distribuir con equidad los se explica a través de dos razones miles de millones de pesos que principales. Por una parte, hay un gasta anualmente en avisaje”(1). desinterés creciente hacia la polítiPodemos agregar el ca, tema esencial para la sobrevivencia de estos medios, debido a hecho de que, a pesar de que se esferas de poder cada vez mas crean durante este periodo nuealejadas de los ciudadanos a la vez vos canales de televisión como que mostradas como único marco Megavisión, Red Televisión y, de trascendencia política. Esto más tarde, Telecanal, en televiluego de 17 años de dictadura en sión no aparecen nuevas alternaque el excesivo control sobre los tivas, y su orientación política individuos por esas esferas de no cambia, excepto, quizás, por poder llevó, al contrario, a una TVN que se orienta más hacia el reacción consciente de las masas, centro. En cuanto a los diarios, necesariamente política. Por otra la tendencia es la misma, igual

que los nombres. Unos pocos distintos siguen en pie sin un respaldo económico gubernamental. Con aun poca llegada (salvo por The Clinic, tal vez, que junto con masificarse se ha ido despolitizando), son sin embargo la voz siempre presente que cobija una población no menor aun politizada y ligada a la izquierda extraparlamentaria. Vemos hoy en día el triste resultado de esta concentración de los medios: de los cinco diarios nacionales, cuatro son de derecha, pertenecientes a los grupos económicos El Mercurio S.A.P. (El Mercurio y La Segunda) y COPESA (La Tercera y La Cuarta), y uno es oficialista, La Nación, algo mas izquierdista que el gobierno mismo pero de una llegada pobre. Estos diarios tienen tanta ventaja respecto a cualquier posible alternativa que la competencia contra estos resulta prácticamente imposible, y la prensa relacionada con las otras tendencias políticas se ven obligadas a salir como hebdomadarios o mensuales, muchas veces con altos precios y que por lo tanto no sean accesibles a la población. Esta tendencia monopolística se repite

(1) “Hay que cambiar la ley de TVN”. Faride Zerán. El Ciudadano. Año IV, N°59. Agosto 2008. 32


El Poder de los Medios Sobre la Vida de los Chilenos con los canales de televisión de los cuales seis son de derecha (Canal 13, UCV, Megavisión, Chilevisión y Red Televisión) y uno es oficialista, TVN.

II– II Contribución Contribuci n a la reproducción reproducci n de la sociedad La contribución a la reproducción de la sociedad por parte de los medios ocurre principalmente en el área de la producción inmaterial de subjetividades, tejiendo su poder ideológico como biopolítico. Así es que podemos distinguir los tres factores principales que desarrollamos a continuación: la legitimización del control, la producción de normas sociales y la reducción de la política a un marco puramente trascendente. Anexamos también las notas para una posible comprensión de la casi exclusiva focalización nacional de los medios.

La producción del terror “Be wary then; best safety lies in fear”(1) William Shakespeare

Es un hecho el que los medios de comunicación tienden a desarrollar una campaña de terror, justificando una búsqueda de seguridad contante, no importa dónde, cuando ni cómo. “Desde 1830”, decía Foucault en 1976, “en todos los países se desarrollaron campañas sobre el tema del crecimiento de la delincuencia, hecho que nunca ha sido probado, pero esta supuesta presencia, esta amenaza, ese crecimiento de la delincuencia es un factor de aceptación de los controles”(2). La importancia dada a la delincuencia por los medios de comunicación, es de gran utilidad a la clase política: la “Alianza”, utiliza esta apariencia para criticar la ausencia de “mano dura” del gobierno actual.

Televisión Nacional de Chile, canal de televisión del gobierno, sin embargo, juega con la misma imagen: sería peligroso no tener a los ciudadanos atemorizados. Por otra parte, esta exageración de la delincuencia deja de ser hoy en día algo exclusivo de los noticieros. Hemos asistido estos últimos años, a nivel mundial, a la creación de programas que se dedican exclusivamente a eso, como el programa “Policías en Acción” de Chilevisión.

mide la seguridad real en los países, Chile ocupa el lugar 16, y se expone como el país más seguro de América Latina. Sin embargo, frente a estos datos, en un afán casi morboso se sigue insistiendo en una realidad que no existe y se llama a la constitución de sistemas de seguridad mas “eficientes”.No es sorprendente obviamente que los responsables de los canales de televisión compartan este punto de vista, a pesar que no exista otra explicación para este fenómeno.

Esto podría explicar la contradicción existente en Chile entre la sensación de seguridad y la seguridad real: mientras que, según el Pew Research Center(3), Chile ocupa el tercer puesto mundial en cuanto a la sensación de inseguridad, justo después de Sudáfrica y Bangladesh, y que, según una encuesta del CEP(4) (Centro de Estudios Públicos), 59% de los chilenos de más de 18 años piensan que la delincuencia es uno de los 3 temas que requieren una solución más inmediata, según el Global Peace Index, que

Las políticas dirigidas hacia la seguridad son cada vez más numerosas en Chile, las cuales obviamente no se encargan de la pobreza y la educación, sino que se basa mayoritariamente en un programa de represión y vigilancia permanente. La acción conjunta de la derecha y el gobierno sobre la cuestión de la delincuencia ha tenido como consecuencia una consolidación ininterrumpida de la institución policial (solo 2007, 20 millones de dólares se invirtieron en la dotación material de la policía y un plan ha sido

(1)Escena 7. Acto I. Hamlet. William Shakespeare. En español: “Sé precavida pues; la mayor seguridad yace en el temor”. (2)“Les mailles du pouvoir”. Dits et Écrits vol.2 (1976-1988). Michel Foucault. 1976. (3)El mundo y sus guerras. Raúl Sohr. 2007. (4)Estudio Nacional de Opinión Pública N°56. CEP Chile. Noviembre-Diciembre 2007. 33


El Poder de los Medios Sobre la Vida de los Chilenos iniciado para aumentar de 6000 efectivos el contingente policial (5)). A pesar de que hay ciertos progresos reales, el público de la televisión sensacionalista exige cada vez mayor control policial, y la institución, a pesar de estar aun compuesta en parte por antiguos policías encargados de torturar durante el Régimen Militar, goza de un gran prestigio frente a la población(6). La exaltación de la delincuencia por los medios de comunicación parece alcanzar su objetivo. El miedo se vuelve un sentimiento irracional que se implanta en la mente de los individuos y los deja en un estado parecido al de la guerra, donde no sabemos quién es el enemigo, pero está entre nosotros y tenemos que hacer todo por destruirlo. De la policía se espera el su-

perhéroe de las películas yanquis, un ente omnipotente siempre victorioso cuya acción por la justicia no se deja limitar por la legalidad. Vale preguntarse si las acciones efectivas de la policía son tal realmente, si no hay asaltos a bancos o camiones de seguridad irresolutos acallados. Esto no sugiere una contradicción con la imagen del aumento de la delincuencia, por que mientras la población es cada vez más “débil” frente a los delincuentes, el sistema es cada vez más fuerte. Hay que ver el 133 y Policías en acción, la soberbia de aquella policía “justa”. Esta es la nueva popularidad de dicha institución; su credibilidad frente a un accionar, grotescamente justificado ante cualquier falta a su autoridad; la personificación de la

“justicia” posmoderna. El éxito es rotundo. Con la muerte de José Alejandro Bernales, general director de la policía el 29 de mayo del presente año, miles de civiles salen en llanto a las calles y el policía héroe de la transición, figura necesaria para el gobierno, se concreta: el nuevo “general del pueblo”. De esta manera el miedo se desarrolla en el seno de la población, quien es por consiguiente cada vez más carente de ese espíritu solidario que se decía que caracterizaba a los pueblos latinoamericanos, mientras la oligarquía, que domina la política e integra los grupos económicos dueños de los medios de comunicación, se llena los bolsillos alcanzando sus objetivos políticos, ya que pareciera que ha encontrado la gallina de los huevos de oro.

duo parecen responder a estereotipos bien prefijados por los medios y la pertenencia a un determinado grupo social parece evidente. El fenómeno de las nuevas tribus urbanas es un claro reflejo de la producción y la difusión masiva de categorías determinadas de individuos. No se puede entender esto como una homogenización, pero más bien como un régimen de producción de identidades(3). Estas normas producen subjetividades en el espectador, reinventándolo conforme a la utilidad económico política de la sociedad en desarrollo. Así, esta ha sido una tarea particularmente potente en la televisión, dónde a través del trabajo de las imágenes

surge un efecto más directo, masivo y claro frente al espectador quien absorbe por distracción(4).

El estereotipo y la norma “Más se contempla, menos vive; más acepta reconocerse en las imágenes dominantes de la necesidad, menos comprende su propia existencia y su propio deseo”(1) Guy Debord

Ya lo dijo Foucault. La norma es para nuestra “un criterio de reunión entre los individuos”(2). Hoy es visible como a través de los medios hay una tendencia general a la categorización con la imposición de ciertas normas y, por lo tanto, la reunión de grupos entorno a estas. Así, las características de cada indivi-

De esta manera observamos como en una gran parte de los programas televisivos, los personajes presentes nos son mostrados cada uno como EL estereotipo de un rol social o grupo identitario determinado, aun cuando cada individuo puede cumplir en realidad múltiples roles complementarios. Los grandes concursos y reallity shows, como Mekano o Pelotón por ejemplo, dos de los programas más seguidos por los chilenos el 2007(5), intentan durante el tiempo de su transmisión anatomizar al participante y mostrar todos los elementos de su vida

(5) Discurso del 21 de mayo del 2007. Michelle Bachelet (6)Según una encuesta del CEP, la institución que goza de mayor prestigio frente a la población es la policía, seguida de la armada. Ver Estudio Nacional sobre Partidos Políticos y Sistema Electoral, CEP Chile, Marzo-Abril 2008. (1)“La société du spectacle”, Guy Debord. (2)”La Extensión Social de la Norma”, Michel Foucault (3) Ver Imperio, Michael Hardt y Antonio Negri, 2000 (4) Ver “La obra de arte en la época de su reproductibilidad Técnica”, Walter Benjamin. Desde una perspectiva menos progresista, G. Dumahel dice “Ya no puedo pensar lo que quiero. Las imágenes móviles se substituyen a mi propio pensamiento”(5) “Estudio nacional de Televisión Abierta, 2000-2007”, Consejo Nacional de televisión Abierta, 2008 34


El Poder de los Medios Sobre la Vida de los Chilenos cotidiana, de su forma de ser y de pensar, que confirmen el lugar que ocupa en la sociedad y en calidad del cual es el inventado del programa: así el estudiante, la dueña de casa o la mujer sexualisada. De la misma manera actúa la prensa escrita como la radio, creando por un criterio puramente comercial, espacios para el desarrollo de las subjetividades en boga, y acentuando la descripción y la caracterización de los individuos. Así, por ejemplo, el ladrón que nos muestran es el “pobre” o el “indígena”, y el terrorista es el “extremista loco”, generalmente árabe e islamita. De todo esto, los efectos más visibles son tres. Primero se trata de una influencia directa sobre grupos sociales determinados. Así, por ejemplo, hemos podido constatar como en TVN,

canal que debiera representar a la totalidad de los chilenos, desde 1990 aproximadamente el 73% de las teleseries se basan en historias de familias de alto nivel social, o terminan al menos con una ascensión social de los personajes, siendo que el publico principal de estas teleseries se encuentra entre las capas populares. Es tal vez un elemento no poco considerable en la tendencia de las clases bajas a la adquisición de niveles de consumo insostenibles y una mayor tendencia a la voluntad de ascensión social más que de lucha política. Por los mismos mecanismos son caracterizados y mantenidos roles determinados, así por ejemplo el de la mujer en la familia, lo que en si constituye un segundo efecto social: lo podemos ver, entre otros, con las propagandas, los las noticias y los shows del día de la madre, llamando al rega-

lo de productos de belleza y limpieza como delineadores, planchas y aspiradoras.

vida. Pareciera paradójico: mientras se celebra la adquisición de la libertad de expresión, en los hechos a esta le cuesta imponerse, frente a la uniformidad de discursos políticos, llevados a cabo principalmente a través de la televisión y la prensa escrita, que contribuye a la falta de interés cívico.

nos muestran el “reality show” de los políticos, insistiendo mayormente en lo que hacen, sus vidas privadas, que en las ideas de fondo (3). Este show, a su vez, el del congreso como el de la vida de los políticos, pareciera ser el único marco de trascendencia de la politica.

Por otra parte, la categorización de los individuos permite el establecimiento de normas sociales. Cada grupo social, identitario, y cada estereotipo presentado, adquieren una utilidad mayos una vez que aparece el “anormal”, aquellos que están fuera de la norma. Así, los delincuentes como los “enfermos sexuales” tienen una utilidad económico política incalculable: metidos todos en un mismo saco de individuos con elementos similares, confirman SU anormalidad y SU insociabilidad, atravesados por características comunes que son muy seguido medicalizadas: Estos estableciendo por medio de los criterios de su anormalidad, el parámetro definitivo de una “normalidad absoluta”.

La política espectacular “Fue contra la tiranía y la opresión, no contra la explotación y la pobreza, que ellos habían afirmado los derechos del pueblo”(1) Anna Arendt

El interés por la política fue sin duda rápidamente alterado por la transición democrática y el fin de la dictadura. Según el CERC(2), en 1989, 46% de los chilenos estaban interesados en la política, cifra que no ha cesado de bajar en los años siguientes: en 2002 este interés era de 23%, es decir la mitad respecto a 1989. Esto se explica claramente por el hecho que durante la dictadura la población estaba involucrada completamente por las políticas de un Estado autoritario en los aspectos más cotidianos de su

La palabra “política” quiere decir, en su origen, “relativo a la sociedad organizada”, por lo tanto una cosa de todos, en tanto que todos hacemos parte de esta sociedad. Lejano parece este significado. Los medios de comunicación imponen, con éxito, una visión elitista de la política, como algo que sólo le pertenece a la clase política y alejándola por tanto de la multitud, en vez de acercarla, como muchos creen. Se podría decir, sin temor alguno, que los medios

De esta manera, los artículos clasificados bajo el título de “política” en los diarios tradicionales hacen referencia sólo a partidos políticos y a políticos, sin involucrar para nada la población. El porcentaje de artículos que tratan mayormente sobre personajes políticos representan alrededor del 90% de los artículos clasificados como “políticos”. Esto se complementa con el monopolio de los medios de comunicación masiva. La tradición de la expresión popular está definitivamente ligada con la iz-

(1) “On the revolution”, Anna Arendt (2) Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea (www.cerc.cl). (3)Idea principal del libro del senador concertacionista Nelson Ávila, “Protagonistas de lo Fome”. 35


El Poder de los Medios Sobre la Vida de los Chilenos quierda extraparlamentaria… y es por esta razón que se quiere acallar. La expresión del malestar social, por lo tanto, está excluida del escenario político mostrado por los medios de comunicación. Ligados a los intereses de los propietarios de estos, los medios no incluyen la expresión de las masas a menos que sea para utilizarlo contra el gobierno actual, que buscan desestabilizar constantemente. Además los medios de comunicación contribuyen a acentuar los errores políticos: a principios del 2006, la campaña que acentuó el fracaso del plan Transantiago comenzó antes de que este se pusiera en marcha. Por otro lado, cuando el movimiento popular apunta a problemas del sistema, los medios callan o banalizan

estas manifestaciones. Esto se vio durante la dictadura, con un silencio total frente a las manifestaciones llevadas a cabo por la izquierda, y más recientemente hacia las funas. Se ve hoy en día también a través de las demandas de los pueblos originarios tratados como terroristas día a día por la prensa. Esta misma lógica fue utilizada contra el movimiento estudiantil este año: la televisión muestra los enfrentamientos con la policía, es tema principal de sus titulares y las caricaturas nos muestran a estudiantes destructores sin objetivos. Resultado: la opinión pública queda con una imagen de vandalismo y superficialidad asociada al movimiento estudiantil, a pesar de que detrás de este movimiento se hayan encontrado demandas reales que dejaban en

claro el fracaso de la educación de mercado que nos llega desde la dictadura. Las demandas sociales son criminalizadas y depuradas de algún contenido político, negadas hasta del carácter de manifestación democrática, por que se prefiere hablar de “crisis de la democracia”. La política es banalizada, y no de extrañarse si los votantes son pocos, y si la militancia más popular es la de los “apolíticos”. Como dicen Antonio Negri y Michael Hardt, hoy día “el discurso político es un articulado puesto de venta y la participación política se ve reducida a seleccionar entre diferentes imágenes consumibles”(4), lo que destruye definitivamente el sueño liberal de una discusión política pública y libre.

Anexo: Los medios de comunicación y el aislamiento de Chile “Esta es la historia de Alicia en el país de las mentiras” Fiskales Ad-Hok

Es indudable la responsabilidad de los medios respecto al aislamiento cultural de Chile. Es sorprendente como las noticias que pasan en la televisión pasan prácticamente la mitad de su tiempo mostrando noticias sobre delincuencia, generalmente nacional, un cuarto de deportes, sección que tiene la mayor parte de los reportajes internacionales, y el otro cuarto de política (como dijimos previamente, de aquella política trascendental y elitista), que también toca principalmente temas nacionales.

Esto podría ser la causa de un aislacionismo cada vez más alarmante entre la población, que se puede ver a través de la xenofobia hacia los peruanos, bolivianos y argentinos y que es reforzada por el fútbol. Sin duda, esta técnica sirve para aislar a los chilenos frente a la realidad global, manteniéndolos en su pequeño mundo, sin mayor capacidad de comparación y pensamiento, lo que contribuye también a mitificar a los países desarrollados. Así, si hay que hacer alianza con alguien, que sea con los del norte, por que nosotros somos como ellos. Que se firme un TLC que acaba con la industria cultural nacional o regala enormes minas de oro a países ya rebosados en dinero parece acomodarle a todos: no es una muestra de nuestra do-

Por David Capdepont

(4) Imperio. Antonio Negri y Michael Hardt. 2000

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minación, pero imagen de nuestro desarrollo. Se mantiene de paso el aislacionismo en lo que es la resistencia y la identificación con la realidad no nacional. Sin embargo, de vez en cuando hay largos reportajes sobre problemas internacionales: generalmente, no son otra cosa que ataques o matanzas en Estados Unidos. Acá se mira, se llora, y algunos piensan que hay que reforzar nuestros colegios, nuestras embajadas, por que nos identificamos principalmente con el occidental desarrollado. Pareciera que ellos tienen los derechos exclusivos de las noticias internacionales, para que la opinión pública internacional se conmueva, haga minutos de silencio, mientras bombardean algún país por ahí.


El Poder de los Medios Sobre la Vida de los Chilenos

III – Alternativas y Resistencias Internet “No nos falta comunicación, al contrario, tenemos demasiada. Lo que nos falta es creación. Nos falta resistencia al presente” G. Deleuze y F. Guattari

Hoy en día, Internet ha alcanzado prácticamente la casi totalidad del planeta, sobre todo a los países de América, Asia del Este y del Sur y de Europa. Internet nació a través de un proyecto del DARPA (Defense Advanced Research Projects Agency) del Ministerio de Defensa de los Estados Unidos, teniendo como idea principal la creación de una red de computadores conectados entre ellos, pero independientes, ya que la idea era contrarrestar ataques militares. De esta manera, al ser destruido alguno de los centros de información, los otros continuaban funcionando normalmente. Por lo tanto, desde sus inicios vemos un elemento esencial que caracteriza a Internet: la descentralización, lo que limita los controles sobre este y que marca la diferencia respecto al resto de los medios de comunicación masiva. Contrariamente a la televisión, la radio y la prensa escrita donde existe un polo de información, controlado por grandes grupos económicos o por el Estado, que bombardea constantemente al receptor, sin mucha capacidad de respuesta, Internet se caracteriza por una multitud de nodos prácticamente

infinitos, interconectados entre sí, que pueden emitir información, sin mucho control sobre esta última, y donde la interacción con el receptor abunda. La dificultad de controlar Internet está demostrada en los hechos a través del trabajo de la brigada del cibercrimen, que intenta eliminar las páginas de pornografía infantil, sin mucho éxito, ya que ésta nunca será totalmente controlada. Por lo tanto Negri y Hardt no se equivocan al calificar la estructura de Internet como rizomática, retomando el término de Deleuze y Guattari(1). Una de las aplicaciones de Internet, la Web, permite a Internet ser el medio de comunicación que abre en mayor medida las puertas a la interacción: cualquier persona puede tener una página personal, un “blog”, o participar a un foro, y esto puede ser visto en cualquier parte del mundo, contribuyendo fuertemente a la construcción de la “aldea global”, para retomar la expresión de Marshall McLuhan, a la globalización de la cultura. Internet es, como ningún otro, un medio en el cual cada usuario tiene un espacio potencial; en donde, como escribía en los años 30 Walter Benjamín sobre la extensión de la prensa: “Entre el autor y el público, la diferencia está en vías, en consecuencia, de volverse cada vez menos fundamental. Ella no es más que funcional, y puede variar de un caso al otro. En cualquier momento el lector está listo para volverse escritor. Con la especialización creciente del trabajo, cada uno tuvo que volverse, para

bien o para mal, un experto en su materia – aunque sea una materia de poca importancia – y esta calificación le permite llegar al estatuto de autor”(2). Wikipedia es un ejemplo, en donde algo tan elitista como la enciclopedia es democratizada. Todos son autores al participar en Internet. En Chile, Internet es la sede de la información para varios grupos sociales y también para la prensa no tradicional. Ejemplos de esto son los sitios de la Fech y del movimiento de estudiantes secundarios, donde pueden denunciar libremente a la prensa tradicional, al gobierno, entre otros. También la prensa alternativa ocupa Internet, lo que es el caso de la prensa de izquierda. Sin embargo, Internet posee aún bastantes límites. Siendo este un medio de apertura de la información, impone también nuevas formas de dominación ya que es también modificado por las fuerzas del mercado: las fuentes de información y de búsqueda se monopolizan cada vez más, de manera que ciertos sitios, como Google o Hotmail, se han vuelto prácticamente “pasajes necesarios” para una gran cantidad de usuarios que influencian su elección de ciertas páginas por sobre otras. Por otra parte, el acceso mundial a Internet, que es aún parcial y está en pleno crecimiento y desarrollo, no asegura el acceso a éste a todas las capas de la sociedad, por lo que esta alternativa sigue siendo reservada a los sectores acomodados de la sociedad.

(1) Imperio. Michael Hardt y Antonio Negri. 2000. y Mil Mesetas. Gilles Deleuze y Felix Guattari. 1980. Se refiere a una estructura cuyos elementos no siguen líneas de subordinación jerárquica, sino que cualquier elemento puede afectar o incidir en cualquier otro. (2) La Obra de Arte en la Época de su Reproductibilidad Técnica. Walter Benjamín. 1935. 37


El Poder de los Medios Sobre la Vida de los Chilenos Los medios independientes

“si todos los mares fueran tinta, todos los cielos pergaminos y todos los juncos plumas, ya no habría que cantarle la gloria al poder.”(1)

Contra los mass media hegemónicos no hace falta esperar un Mesías. Una enorme red de medios alternativos (difusos por cierto, pero no menos accesibles), lleva ya adelante proyectos independientes al alcance de todos por medio de una gran cantidad de canales de difusión: es el trabajo de la contrainformación, un nuevo marco de resistencia enfrentado a los mecanismos de la información hegemónica. La acción de estos está esencialmente ligada a los movimientos sociales de la izquierda. Contrariamente a una acción llevada al “espectáculo de la información”, sujeta al rating y terminando inevitablemente en una focalización exclusiva en la farándula y la delincuencia, despolitizando así la política misma, estos medios actúan explícitamente por las que para Walter Benjamin fueran las exigencias de un arte revolucionario(2) e independiente: la politización de la información. Así, en Chile se pueden encontrar diversas iniciativas independientes con una relativa influencia en grupos sociales diversos. Estas propuestas se organizan generalmente al margen de cualquier reconocimiento legal o institucional, y los canales por los que se expresan son variados. Ocupan tal vez un lugar preponderante junto a los

blogs, los incontables pasquines que surgen de determinados grupos sociales tales como organizaciones políticas estudiantiles, colectivos artísticos o culturales y juntas barriales. En estos marcos, se apunta generalmente a la construcción de espacios de expresión para la crítica y las demandas sociales; el debate político; la expresión cultural más marginalizada y politizada o vanguardista; las reivindicaciones propias del grupo de pertenencia. Sus redacciones abiertas confirman el carácter democrático de estos pasquines.

a la realidad presente; también de manera mas pasajera, se han utilizado en diversos puntos estratégicos en momentos de efervescencia. Este mismo año, siguiendo con las ejemplificaciones, en medio de las movilizaciones estudiantiles y la toma de diversos colegios y casas universitarias, desde la cede de la Universidad de Chile, los estudiantes montaron la “Radio Pasta” emitiendo informaciones sobre las demandas y actividades del movimiento escolar, dando a la vez un espacio a la música folklórica tan politizada como omitida.

De la misma manera funcionan los numerosos blogs, con la ventaja de los videos de denuncia y difusión social y, no menos importante, el tema de los post, dando un lugar libre al comentario y superando así las “cartas al director” con su más común carácter selectivo y elitista. El “pasquín” como más viejo acompañante de la información politizada y que tomara fuerza en Chile principalmente con la prensa anarquista en la Patagonia y el movimiento minero nortino, fue continuado tardíamente por la radio. La tecnología necesaria para la entrada en estas, más compleja que la del mimeógrafo, fue sin embargo penetrada en numerosos momentos del siglo XX para actividades cruciales en el seno de variados momentos de importante resistencia. Así también en nuestros días actuales de tecnologías accesibles, a través de la radio se ha logrado articular espacios totalmente nuevos en diversas poblaciones, como radio “Victoria FM” en La Victoria, por ejemplo, incentivando a la organización social y la identidad común en base

Un movimiento más reciente es el generado por emisiones televisivas de baja frecuencia, también desde barrios populares y poblaciones. En el Barrio Yungay, por ejemplo, lugar donde se concentra una numerosa población inmigrante, principalmente peruana, el “Canal 3” emite su programación de cargado contenido social, dando la palabra a la gente del barrio, entrevistados predilectos, e incluyendo también a la población peruana frecuentemente olvidada por los medios oficiales que han contribuido más bien a la xenofobia entre la población Chilena. La progresión de la tecnología permite hoy el desarrollo y la accesibilidad a estos canales independientes por medio del Internet. Así, a través de numerosas páginas estos colectivos suben sus videotrasmisiones. El “Canal 6” por ejemplo, uno de los mas conocidos entre estos, dan su espacio a la denuncia de las autoridades y su poder de control, tanto como a la expresión de diversos grupos sociales marginalizados tales como los indígenas, las minorías sexuales o aún los estudiantes, dejando

(1) Escrito al borde de un Talmud escrito durante la inquisición, retomado por Andrés Claro en La inquisición y la Cabala. (2) Ver “La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica”, Walter Benjamin.

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El Poder de los Medios Sobre la Vida de los Chilenos huella de las actividades que, si no son omitidas por los medios, son entonces sepultadas bajo las imágenes de disturbios y destrucción. El slogan de entrada nos interpela: “¡Apaga la tele!”. No podemos dejar de mencionar a los medios independientes institucionalizados que han conservado el mismo eje de acción, pero ampliando aun mas

sus marcos de influencia. Así, fuera de los diarios más clásicos de la izquierda Chilena de redacción centralizada y partidaria como los son “El Siglo” y aún “El Punto Final”, o en otra área “The Clinic” con un sarcasmo más grotesco que político. “El Ciudadano” es tal vez uno de los mejores ejemplos de contrainformacion institucionalizada. Este ha llegado a concentrar diversos

sectores de la izquierda, teniendo como eje principal la crítica al sistema neoliberal y el llamado a espacios más democráticos, sin una línea única, dando lugar a la expresión abierta y el debate, pero con posturas claras al mismo tiempo como el apoyo al proyecto de una nueva asamblea constituyente.

Conclusión A lo largo de este trabajo, hemos intentado esbozar los elementos de un poder hoy no menor y por nadie ignorado, el poder de los mass media. En Chile, esta influencia se caracteriza por un discurso principalmente ligado al gobierno y la derecha política, debido a una monopolización histórica de los canales de difusión de información desde la dictadura. Este discurso lleva a la producción del miedo entre población con sistemáticas campañas de terror, como a la creación de normas y estereotipos, fortaleciendo los moldes sociales de nuestro marco consumista y espectacular enfocado en los intereses de las clases privilegiadas. Finalmente, lleva a una despolitización de las alternativas políticas, estableciéndo marcos exclusivos de trascendencia de la política, quitándole a esta su real sentido etimológico, la “cosa de todos”. Esta ultima parte esta intrínsicamente ligada a la “nacionalización de la realidad”,

un enfoque exclusivamente nacional de la información en el que se libera la decisión sobre las cuestiones internacionales a los intereses de la clase política neoliberal. Creemos que a través de estas tres tares es que se concreta la contribución de los mass media a la reproducción de la sociedad. En este punto sin embargo hay que detenernos y ahondar mas, como ya anticipamos en la introducción, para una buena comprensión de los alcances de este estudio. En una entrevista a Le Monde, diario Frances, Foucault crítica el enfoque típico de los críticos de la información en denunciar un supuesto “lavado de cerebro”, cayendo indudablemente en una visión misántropa. Hemos intentado cuidarnos de caer en esto: es de donde nace la tercera parte enfocada en las alternativas. “La cuestión se trata de multiplicar los canales, las pasarelas, los medios de la información, los canales de televisión y de radio, los diarios (…) se me ocurre otra cosa: el termino de

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“cuidado”; esto se refiere al cuidado a tomar por lo que existe y lo que podría existir”. Por otra parte, nuestro enfoque no busca generar una imagen maquinista de los medios. Para el estudio de las mecanismos de acción de estos, habría que retomar el concepto de “corrupción estructural” de Bourdieu, y buscar en la misma lógica comercial que los mueve, superando a veces aun su tendencia política. Por lo demás, los medios no son la única manera de explicar los tendencias sociales de hoy día. Su contribución es sin embargo innegable. Así concretamos este estudio del poder de los medios en Chile, logrando nuestros objetivos. Hay tener en cuenta que hemos tomado Chile como marco de desarrollo del trabajo, y no como único lugar de aplicación en una sociedad globalizada. Dejamos el trabajo abierto a cualquier aporte en el estudio de los elementos de nuestra sociedad posmoderna.


MultitudRevista.blogspot.com 40




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