Bolaño
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El Manifiesto Infrarealista
Crisis
del
Consejo
de
Rectores
Mucho Más
EL ESTADO FRENTE A LA CUESTIÓN MAPUCHE
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Agradecemos la colaboración especial en este número de: Mario Utz, Elsa Santander, Leonora Vicuña, Michel Figueroa, Daniel Topaz, Alan Berezin, Patricia Espinoza, Estelí Slachevsky, Julio Sarmiento, Pedro Canales, Mario Menoza, Felipe Alarcón, Danny Monsálvez, Brian Chales, Eloísa Vicuña, Ana Urbain, Lee Busel, Nina Yacher, Conrad, João Gonçalves, Claudia Drago, Francisco Ide y Paulo Slachevsky. Diseño y diagramación: Estelí Slachevsky Comité Editorial: Dafna Barley, Miguel Carmona, Victor Chautard y Nicolás Slachevsky
contactanos: revistamultitud@gmail.com | http://multitudrevista.blogspot.com
| REVISTA MULTITUD
EDITORIAL Comité Editorial
Dicen que recién a los tres números una revista se consolida realmente como proyecto. Ya cumpliendo nuestro primer año de publicaciones sale hoy a la luz nuestro tercer número, y esperamos que así sea. Es ahora el momento de dar un primer vistazo hacia atrás y agradecer a todos aquellos que desde un principio nos han brindado su apoyo, tanto como a quienes para este último número nos enviaron sus respectivos artículos, permitiendo a nuestra revista ampliarse un poco más en cuanto al grupo de personas involucradas y lograr la amplitud del debate que desde nuestro primer manifiesto nos propusimos. Ya con el año cumplido con este tercer número en mano, como diría el italiano, nos vamos con tutti. Preservando el carácter impreso de “Multitud” como un compromiso con la palabra escrita, la expresión crítica y las artes gráficas, un nuevo equipo ha comenzado a articularse paralelamente para darle vida a “Multitud” en la web, fortaleciendo así nuestro vinculo con la realidad social y política contingente, que es vínculo también con la posibilidad de expresión plural que representa Internet, con un proyecto crítico más estable y con una creación artística constante y comprometida. Así, partiendo por lo práctico, con respecto al tema anunciado inicialmente para el Dossier de este número, “Izquierda y Estado”, fue cambiado por el de “El Estado Chileno frente a la cuestión mapuche” principalmente por el hecho de que el número de artículos recibidos al respecto no
nos permitió formar un dossier sobre el primer tema, además que el nuevo tema de portada resultó ser no solamente viable sino también más interesante en cuanto se trata de un problema que latente a lo largo de todo el año, tanto por el movimiento mismo de las fuerzas sociales, por las endurecidas reacciones del Estado como por el fuerte vuelo que ha tomado el tema en los medios de comunicación tradicionales, siempre, como es esperables de estos, a la defensa de los intereses privados y el principio del “Orden”. Estrechamente ligado a este tema, más por la forma reactiva del estado y de sus aparatos ideológicos que por las características del movimiento, ha sido la persecución llevada en los últimos meses al movimiento okupa del cual los medios se han aferrado, sobre todo luego de la muerte de Mauricio Morales y ahora con el reciente enfrentamiento con la PDI. De esta manera los allanamientos a los diferentes espacios asociados se han intensificado y una solapada reacción represiva se ha encargado de desalojar numerosos e históricos espacios autónomos y hostigar a sus miembros con una fuerte infiltración de sus redes, con maltrato y con el despliegue de artículos difamadores en la prensa que no vacila en hablar de “terrorismo”, que termina siendo en éstos sinónimo de “anarquista” y “okupa”. El gobierno de Michelle Bachelet se acaba con un último repaso por la cara represiva que durante los 20 años de concertación no ha dejado de existir bajo el discurso de la
“Alegría”. Lamentablemente, este último tema no ha sido tratado en este número (por lo que nos resultaba imprescindible hablar de aquello en la Editorial). Mas con “El estado Chileno frente a la cuestión mapuche” creemos dar, al menos, perspectivas de uno de los movimientos sociales más perseguidos durante el último tiempo (sin ignorar que se trata de un problema histórico), y el que más presente se ha hecho este año, anteponiéndose a las reivindicaciones laborales del profesorado, del sector público en general y de los “pingüinos”, quienes jugaron un papel protagónico en cuanto a los movimientos sociales en el gobierno de Bachelet. En este sentido es clara la posición de esta revista frente a las elecciones presidenciales y parlamentarias de fin de año, tal como lo expusimos en los primeros números de esta revista: ponemos en duda el concepto de Estado como estructura de dominación del capitalismo. “Multitud” se queda del lado de la Multitud, y no podríamos ver el voto más que como algo estratégico en los intereses de los movimientos sociales que se oponen al poder económico y biopolítico del capitalismo. Nuestro ideal de democracia jamás va a estar en una urna cada cuatro años; la multitud tiene la posibilidad de organizarse autónomamente: es lo que hay que construir. Comité Editorial de la Revista “Multitud”
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EL ESTADO FRENTE A LA CUESTIÓN MAPUCHE 6 Breve exposición sobre los últimos sucesos en la araucanía | Nicolás Slachevsky 8 El problema mapuche, el problema de ellos | Mauricio Utz 10 INTERVENCIÓN DEL HISTORIADOR SERGIO GREZ EN EL SEMINARIO “JUSTICIA MILITAR EN CAUSAS MAPUCHES”
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oociedad, organización y estado
12 crisis del consejo de rectores concepto de universidad pública e intereses privados | Julio Sarmientos 14 movimientos indígenas e izquierdas en america latina del campesino pauperizado al sujeto movilizado... | Pedro Canales 16 los otros pinguinos el movimiento de estatales y municipales del 2008 | Mario Mendoza 19 cuestiones de organización | L. Felipe Alarcón 22 democracia, tutelaje religioso y estado laico | Danny Monsálvez & Brian Chales
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oja de ontacto
20 años sin muro [berlin] | Recopilación por Estelí Slachevsky
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spacio ritico
26 bolaño y el manifiesto infrarealista | Patricia Espinoza 30 LA LIBERTAD DE ELECCIÓN EN EL PROCESO DE “DE-EVOLUCIÓN” / FREEDOM OF CHOICE, DEVO. | Miguel Carmona 31 el che frente a soderbergh y la historia |Nicolás Slachevsky
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istoria
32 simone de beauvoir: estudios diacrónicos en torno a los temas del amor y la subjetividad en sus memorias y cuadernos de juventud | Elsa Santander 35 opus dei ¿la verdadera obra de dios? | Michael A. Figueroa
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ndividuo y ociedad
36 en busca de una justificación del cambio (o el valor critíco de stirner) | Miguel Carmona 38 participación politica en contextos en transformación | Daniel Topaz 39 por la carretera | Alan Berezin
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etras
40 viviremos “un poco más allá” | Eloisa Vicuña 41 dicotomía (s)electa | Lee Busel K | Conrad 42 itaca | Claudia Drago 43 fue repentinamente - SOÑÉ| Estelí ansiedad a gamba | Lee Busel 44 el poder y otras bestias | Conrad 45 carta | João Gonçalves
indice
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el estado frente a la cuestión mapuche
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Sin duda, desde los primeros días del gobierno de Bachelet con “revolución pingüina”, quedó claro el perfil activo que tomarían los movimientos sociales en el cuarto gobierno de la Concertación, luego de años de una participación marginal en el escenario político. Así, es sin duda el conflicto que hoy tiene lugar en las tierras de la Araucanía el que más presente se ha mostrado este año con una intensificada reivindicación de sus demandas históricas a las cuales el gobierno ha respondido con constante represión y hostigamiento. Es por ello que como “Multitud” nos resulta un imperativo pronunciarnos al respecto y creemos cumplir nuestro compromiso con las reivindicaciones sociales con los dos artículos que presentamos a continuación. A este conjunto bien se le podría agregar el artículo de la sección “Zoociedad, organización y estado” en el cual se presenta el panorama latinoamericano de los movimientos indígenas.
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Nicolás Slachevsky
Estudiante de 4º medio y miembro del comité editorial de la revista
Breve exposición sobre los últimos sucesos en la araucanía C
on el reciente asesinato del comunero mapuche Jaime Mendoza Collio, el problema indígena vuelve a salir a flote, poniéndose en énfasis la violencia “injustificada” de “minorías radicales”, opuesta a la civilidad con que el Estado chileno afronta el tema. A esto se suma la fiabilidad que el Estado posee gracias al buen manejo comunicacional, dictando un discurso que a través del recuerdo de su compromiso con el fin de la dictadura, nos refriega como un imperativo su supuesta “democracia” y “transparencia”. Así es como, aun existiendo una relativa gama crítica hacia las políticas concertacioncitas desde la institucionalidad política misma, toda crítica o reivindicación viniendo de los movimientos sociales es restada de fiabilidad; es decir, la crítica existente sólo se pone en un nivel de panfleto. El Estado, que en cierto modo implícito abarca también instituciones privadas como la prensa, se ha reservado, además del derecho a la violencia legítima, el derecho a la legitimidad de la historia y de la objetividad noticiosa. Las informaciones que dichas instituciones nos hacen ver sobre el actual conflicto de los territorios
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mapuches son todo, menos objetivas. La última guerra de Chile fue la del Pacífico. El Estado-Nación no ha necesitado de más enemigos extranjeros para su consolidación, pues nunca ha faltado de donde crearse enemigos internos. Por esto, hoy en día numerosas campañas de terror y seguridad se desarrollan a lo largo y ancho del país, en nuestras ciudades y en el seno de nuestros mismos barrios. Se han instalado cámaras en las calles; se nos intenta convencer de que debemos estar alerta constantemente a nuestros mínimos actos cotidianos, analizando en qué medida contribuyen a nuestra seguridad o nos hacen peligrar. Y así es como, poco a poco, una sociedad de control se establece de forma permanente y con nuestro consentimiento, un fenómeno que se globaliza integrándose en los fundamentos de la vida urbana occidental. Mas, en la Araucanía lo que se ha establecido es un estado de excepción. Se ha dicho que en la Araucanía no se va a instalar una situación militar, que se va a actuar con la legalidad; se ha dicho que el gobierno quiere dialogar, mas la respuesta ha sido sólo violencia. Se ha dicho que
el gobierno está, ante todo, para defender los derechos de los ciudadanos. Sin embargo, la situación represiva en la Araucanía va más allá de una posible definición democrática del conflicto. Por una parte hay una reducción noticiosa de las demandas indígenas que parecieran solo abarcar las vastas tierras que hoy están en manos de grandes propietarios agrícolas. Pero dicho problema está en el corazón de los altos índices de pobreza de la población mapuche, cuya soberanía alimentaria es devastada por monocultivos de eucalipto, pino, palma aceitera, caucho, jatrofa y otras especies que, plantadas bajo el camuflaje de la forestación, esterilizan la tierra cultivable de las comunidades en pos del mercado de exportación. La resistencia indígena, por otra parte, es también una lucha contra la aculturación que se viene dando desde la colonización y que se prosiguió con la formación del Estado chileno en el llamado proceso de “pacificación de la Araucanía”. Diversas fuentes mapuches han revelado videos en los que denotan el alto grado de vigilancia policial que hoy en día se mantiene en la
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FOTO | Leonora Vicuña Araucanía, en los que además se revela la utilización de armamento de guerra por parte de carabineros: bombas lacrimógenas, fusiles de asalto, armas de fuego a balines y perdigones y armas de fuego a bala de grueso calibre. Con dicho armamento es que la policía asedia las zonas mapuches y que se han llevado operativos altamente riesgosos, como el desalojo del Liceo Alonso de Ercilla ocupado por estudiantes desarmados que solamente protestaban por la represión policial. Es también un síntoma de los niveles de represión a los que se ha llegado en las tierras de la Araucanía el sistemático uso de la ley antiterrorista heredada de la dictadura y a todas luces abusivo. Numerosos prisioneros políticos mapuches, por otra parte, han declarado de qué manera se han pasado a llevar sus derechos en las prisiones estatales donde han sido frecuentemente maltratados y donde se les han tomado ilegalmente muestras de ADN que fácilmente pueden ser utilizadas para su incriminación. En lo estrictamente político la situación no es mejor y el gobierno ya ha violado el convenio 169 de
la OIT que rige desde el 15 de septiembre cuando, un par de meses antes, se declaró la exclusión de los proyectos de inversión en los procesos de consulta para las medidas estatales que afecten directamente a los pueblos indígenas, que es lo que establecía el convenio. Al parecer, como bien lo remarca la Segunda Declaración de Historiadores en Apoyo al pueblo Mapuche, las demandas indígenas no han sido escuchadas por el gobierno, y hay que agregar que el horizonte no es prometedor. Se hace evidente no solo la brutalidad con que las fuerzas represivas han actuado –lo de Mendoza Collio fue, sin más, un asesinato-, sino también que el estado a priorizado una vez más por los intereses del empresariado y sin una real disposición al dialogo. Dadas las circunstancias, no podemos más que firmar con el último punto de la declaración de los historiadores en la que dice: “Frente a la justicia de las demandas históricas del pueblo mapuche y teniendo presente el actual escenario represivo que el Estado chileno ha configurado en la Araucanía, manifestamos nuestra más profunda solidaridad con el pueblo mapuche y advertimos a
las autoridades de gobierno que la violencia desatada por la policía en la región sólo legitima el derecho a la autodefensa de aquellos históricamente agredidos”. Por lo demás, es un deber para la izquierda estar informada de lo sucesos en la Araucanía que la prensa oficial esconde o tragiversa de manera grosera. Lo mismo con todos los conflictos sociales del último tiempo en los que se ha intentado, entre otros, hacer caer al movimiento okupa con una constante criminalización como también los espacios de expresión autónoma con la persecución llevada por la ARCHI, al amparo de la Ley de Telecomunicaciones, de un gran número de radios comunitarias. Así, en lo que respecta el conflicto mapuche, remitirse a; www.mapuche-nation.org www.mapuexpress.net como también a aquellos medios informativos no mapuches que han tomado el desafío de la prensa independiente (como, por ejemplo, El Ciudadano) y que al parecer son la única manera de romper con el cerco informativo y permitirnos solidarizar de manera informada con el pueblo mapuche desde nuestra posición.
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El problema mapuche,
Mauricio Utz | Estudiante de Filosofía, Universidad de Chile
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retender decir algo sobre el conflicto mapuche es una cuestión delicada, debemos hablar sin dejar de hacer la máxima justicia posible. La sola mención de la palabra justicia resulta impúdica, en nombre de esta se persigue, flagela y marca, la justicia se transforma en una mancha; al mismo tiempo su ausencia ensordecedora revela el otro sentido de la tragedia; se nos expone un doble sentido de la falta, una doble falta y doble injusticia. Para seguir hablando debemos recuperar tal nombre de quienes han sostenido el largo oprobio sobre el pueblo mapuche. Si bien estamos lejos de lograr esto aquí, porque sus pecados han llegado hasta el cielo, podemos comenzar a enderezar algunas cosas. A ratos se ha querido presentar el conflicto mapuche como una simple reivindicación de feudos en el sur del país. Nada más alejado de la realidad. El conflicto mapuche es antiquisimamente actual, basta reconocer que antecede con creces a lo que ha venido a imponerse sobre ellos con el nombre de Chile. ¿Qué es este Chile impuesto que a ratos intenta asimilar como suyos a los que llama “araucanos” (quizás buscando consuelo por una independencia mediocre en la resistencia indígena frente al español), mientras instaura su maquinaria policíaca en sus territorios ancestrales? Escuchemos a Detienne: Es sabido desde hace mucho tiempo: una de las características de la especie humana es inventar incesantemente prácticas,
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ceremonias, técnicas, representaciones de todo tipo que hacen cultura, en el sentido más libre, cosas que se transmiten o se olvidan; ciertos días parecen transformar el mundo; a veces, una sola noche alcanza para aniquilarlas. ¿Y adonde pareciera llevar esto? Nada más trivial para un ser viviente que hacerse su madriguera, su territorio inmediato. Lo demás viene solo . A los discursos emanados de la necesidad de la madriguera los llamaremos Mitología Nacional. Y agreguemos, mitología aun en gesta, nacida de la necesidad de afirmar una identidad, de levantar la madriguera, y como toda afirmación de identidad, necesita excluir, necesita de lo otro para negarlo. Pero como toda mitología, esta no es simple, es un compuesto enmarañado de todo tipo de mitos: mito de la nación, mito de la democracia, mito de la reconciliación. Uno de los mitos que llaman la atención es el que ya denunciara Gabriela Mistral, aquella idea de la “invención poética de Chile” amparada en La Araucana de Ercilla, a quien llamará pieza de carne de la máquina infernal de una conquista, y sobre cuya obra dirá que está muerta y sin señales de resurrección. Sin embargo los criollos insisten en mantener vivo el mito ercillano de la “raza araucana”, mito que deforma y que hace notar algo común a españoles y criollos: que por cristianos son incapaces de comprender el “amor indígena por el suelo” . Si tanto Ercilla como su obra pueden encajar dentro de aquella maquinaria infernal de conquista española, es preciso ir
más allá, reconocer tal como la poeta, la exclusión del mapuche como continuidad de un momento anterior; vale decir: un momento europeo. Desde la independencia este país se ha pensando en la negación de otra historia, la que se prestaría a reconocer que la República de Chile ha sido hasta ahora, y hasta quien sabe cuando, menos una ruptura con la dominación española que una situación de complicidad con los tiempos coloniales (necesidad de remarcar el carácter español de la colonia de entre los siglos XVI al XVIII; necesidad de pensar dos, tres o más veces la legitimidad de la expresión independencia en el contexto de 1810-1818), y desde el cual se levanta el mito de la identidad, la religión, la sangre y la tierra, como reproducción barata de aquel ejemplo excelso de esquizofrenia, no menos presente en Chile, que solo persiguiendo y expulsando a judíos y moros, a quienes tanto debía y debe, se pudo transformar en la bestia de avanzada de la contrarreforma, en la España eterna y católica . Mucho menos negado el otro vínculo, el discurso metafísico de la “vieja” Europa en sus afamadas variantes de modernidad franco-anglo-germana (que empezamos a conocer recién desde finales del XVIII, y del cual suele hacerse alarde), nos heredó el modelo de estado moderno que escondía (y dudosamente ha dejado de hacerlo,) bajo mitos de talante liberal y democrático, el imperialismo que se sostenía a través de medio orbe. ¿Qué
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el problema de ellos FOTOS | Leonora Vicuña
La pregunta sobre los otros se revela siempre como una pregunta sobre nosotros herencias? El mito nacional, de poca creatividad, se ha cimentado en modelos de exclusión, modelos que esconden el hecho de que toda pregunta por los otros es una pregunta sobre nosotros mismos. Modelos que no quieren escuchar a las voces contemporáneas que han hecho denuncia de la incapacidad del pensamiento europeo para no tratar con la alteridad sino a base de dominio, exclusión o asimilación ¿Incapacidad metafísica del estado chileno para escuchar y acoger al otro, en lugar de acallarlo como ha venido sucediendo hasta ahora? Incapacidad del estado, e incapacidad metafísica, en tanto somos capaces de reconocer la complicidad política y ética de gran parte del pensamiento europeo (en sus variantes políticas, científicas, filosóficas y religiosas) en la dominación colonial e imperial. Reproducción de una lengua de dominación, lengua que ensalza al mercado, la supremacía
blanca, el dominio técnico-científico del mundo, la soledad de los hombres, y la diferencia salvaje en lugar de una alteridad sagrada. En esa alteridad imposible, en la cuestión del otro, es donde el llamado conflicto mapuche nos envuelve a todos. Nos envuelve, porque en él el estado chileno se nos revela, se expone de manera hiperbólica en toda su violencia originaria , en el amor patológico por su mitología, en las prácticas necesarias para sostener día a día aquello, de lo que no se puede huir incluso cuando se esta dispuesto a transar cierto precio, a asumir el valor relativo que concede el mercado. Pero tampoco se trata de simplemente escuchar, el estado chileno no escuchará, esa es, repetimos, su imposibilidad metafísica, constituyente, a lo más instalará la ficción del diálogo. ¿Cómo evitar quedarse en una política de la mera diferencia? No podemos
intentar cerrar el problema mapuche temporal y geográficamente al locus nacional cuando este se desparrama en todas direcciones: al descubrimiento y conquista de América, al auge y consolidación del capitalismo universal, a la pregunta global sobre el porvenir ¿Se puede pasar por alto todo esto? El pueblo mapuche nos interpela de manera doble, tal como la injusticia que lo agobia, a perseguir una reflexión profunda y una acción liberadora, a sobrepasar la crítica ondescendiente con las estructuras más íntimas de la dominación y la auto-consolación acomodada de la “rebelde” crítica universitaria. ¿Qué tan fuertes somos para eso? Esperamos que lo suficiente como para conjurar la injusticia y la muerte. Lo suficiente como para empezar a reconocer que el problema de ellos, es el problema de nosotros.
Notas 1. Inversión intencional de otra frase: La pregunta sobre nosotros se revela siempre como una pregunta sobre los otros (Nota, Posdata [a El laberinto de la Soledad], 1970, Octavio Paz). 2. Detienne, Marcel, Como ser autóctono, ¿De qué se trata?, página 12 - 13 3. No voy a citar a Gabriela pues más me interesa indicar, en este mismo sitio, a otro autor: Patricio Marchant, que él se encargue de llevar adonde sea (en el texto que cito a continuación P.M. alude de manera más detallada a Música Araucana de Mistral), por mi parte lo recomiendo encarecidamente: Atópicos, etc. E indios espirituales (nota acerca del racismo espiritual europeo), parte IV, sección A; puede encontrarse en un compilado de textos del autor bajo el nombre de Escritura y temblor así como en la web. 4. Franco todavía repetía la letanía bajo la cual España se sentía española desde hace 400 años antes: En España se es católico o no se es nada, repleto de miedo, como si la guerra civil hubiera convocado fuerzas demoníacas que demostraban lo frágil y torcido del mito español a pesar los siglos que había tenido para fortalecerse. 5. Voces como las de Jacques Derrida o Emmanuel Lévinas. 6. Aquí se expresa toda la violencia de la fundación del estado chileno. ¿Pero es posible una fundación sin violencia? ¿Puede dejar de fundarse constantemente el estado, de prolongar aquella violencia originaria que le dio ser y lo mantiene en él? ¿Y para que la fundación? ¿Por qué aquella “necesidad” de fundar algo?
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SERGIO GREZ EN EL SEMINARIO “JUSTICIA MILITAR EN CAUSAS MAPUCHES” INTERVENCIÓN DEL HISTORIADOR
Organizado por los Familiares de los presos políticos mapuches y la Agrupación mapuche Kilapán, Santiago, Universidad Alberto Hurtado, 21 de octubre de 2009. He sido invitado a este Seminario por haber sido uno de los impulsores de dos declaraciones y manifestaciones de historiadores en apoyo al pueblo mapuche: la primera, con motivo del asesinato por la espalda del comunero mapuche Matías Catrileo cometido por un Carabinero en enero de 2008, y una segunda declaración en agosto de 2009, luego de un nuevo asesinato por la espalda cometido por Carabineros de Chile contra la persona de otro comunero mapuche, Jaime Mendoza Collío, declaración a la que se sumó una manifestación de protesta de historiadores, profesores de Historia y alumnos de carreras de Historia, en las calles de Santiago el 10 de septiembre del presente año. Sin despojarme de mi condición de historiador (no especializado en la cuestión mapuche), en esta ocasión hablaré sobre todo como ciudadano. Porque como ciudadano (cualquiera sea mi especialización en tanto historiador) no puedo callar, no podemos callar ante los graves sucesos que están ocurriendo en la Araucanía. Día a día las comunidades mapuches que luchan por recuperar sus tierras son rodeadas, hostigadas, allanadas y violentadas por las fuerzas policiales del Estado chileno. Día a día hombres, mujeres y niños mapuches son maltratados, insultados, humillados, golpeados, arrastrados y detenidos por Carabineros y la Policía de Investigaciones. Algunos, como Matías Catrileo y Jaime Mendoza Collío son asesinados por la espalda.
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Los helicópteros policiales vuelan día y noche por sobre las tierras de estas comunidades. Los mapuches sufren controles de identidad abusivos, vejatorios. Sus luchas son criminalizadas y judiciliadizadas por el gobierno y el poder Judicial, y son deformadas y condenadas por la prensa (salvo contadas y honrosas excepciones) y por los partidos políticos con representación parlamentaria. Los militantes más activos y combativos de la causa mapuche son perseguidos, maltratados, torturados, encarcelados y sometidos a procesos tanto por la Justicia Civil como por la Justicia Militar. A ellos se les aplica la Ley Antiterrorista heredada de la dictadura Militar y utilizada profusamente bajo los gobiernos de la Concertación. Cuando una causa criminal parece no prosperar (por insuficiencia o debilidad de pruebas), los fiscales civiles y militares (respondiendo a las insinuaciones del gobierno), se afanan en inventar nuevas acusaciones para poder retenerlos largos períodos en prisión. Es lo que está ocurriendo con Héctor Llaitul, dirigente de la Coordinadora AraucoMalleco (CAM) a quien le comunicaron en estos últimos días la apertura de un nuevo proceso. Cada causa significa hasta nueve meses de prisión preventiva mientras dura la investigaación. Este proceder de los fiscales me recuerda las “condenas clandestinas”
que pronunciaba la DINA durante la dictadura de Pinochet. Aunque nunca tuvimos la prueba formal de ello, en 1975, cuando estábamos en el campo de concentración de Puchuncaví circulaba insistentemente entre los presos políticos el rumor acerca de estas “condenas” informales decididas por la policía política de la dictadura. Como no éramos sometidos a proceso ya que habíamos sido arrestados de manera absolutamente arbitraria y discrecional, la DINA decidía nuestro futuro determinando cuantos meses o años debíamos permanecer “fuera de circulación”. Algo similar parece que está ocurriendo con el procedimiento de los fiscales contra los presos mapuches… Entretanto, el gobierno de la Presidenta Bachelet ofrece “diálogo”, envía su ministro Viera Gallo a la Araucanía, pero anuncia que las comunidades que amparen a los “violentistas” no serán beneficiadas con la entrega de tierras. De esa manera se pretende dividir al movimiento mapuche aislando a los “malos” de los “buenos”. Para completar el panorama, los grandes propietarios de la zona forman cuerpos paramilitares de “guardias blancas” patronales para reprimir al pueblo mapuche, tal como ha sido anunciado con la creación del Comando Hernán Trizano. Todo esto nos lleva a concluir que el Estado de Chile y los grandes propietarios de la zona, beneficiarios de la usurpación histórica de los
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territorios mapuches, están empezando a implementar una estrategia de guerra de baja intensidad en el Wallmapu para quebrar la resistencia mapuche. Los métodos empleados así lo indican: militarización del territorio mapuche a través de la Instalación permanente de la policía militarizada de Carabineros en las zonas más álgidas del conflicto para actuar como guardia pretoriana de los empresarios; violencia policial creciente contra las comunidades; cerco mediático (salvo honrosas excepciones como Radio Bío-Bío); acción de una vasta red de espionaje y soplonaje, intervención de correos electrónicos y escuchas telefónicas (incluyendo a los abogados defensores de los presos políticos mapuches), etc. A ello se suma la aplicación sistemática de la Ley Antiterrorista heredada de la dictadura y utilizada profusamente por los gobiernos de la Concertación junto a la doble acción de fiscales civiles y militares. ¿Qué significa en concreto la intervención de la Justicia Militar en las causas mapuches? Significa, entre otras cosas, que un imputado puede estar detenido hasta por cinco días sin real expresión de causa, incomunicado, arraigado, prontuariado, con prisión preventiva indefinida; que esta persona ve suspendidos sus derechos ciudadanos, que no puede conocer el sumario secreto, y que la investigación puede tardar los años que el Fiscal determine que sean necesarios para el cierre del sumario.
Estas facultades excesivas de la Justicia Militar chilena ha sido objeto de numerosas críticas, especialmente por parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Según este organismo, en un Estado democrático de Derecho la jurisdicción penal militar ha de tener un alcance restrictivo y excepcional, de acuerdo con lo planteado por muchos juristas, según los cuales la Justicia Militar debe ocuparse exclusivamente de velar por ciertos valores del ámbito militar como disciplina, jerarquía y seguridad militar. De lo que se desprende que los tribunales militares solo deben conocer delitos de función cometidos por militares en servicio activo y que en ninguna circunstancia los civiles pueden ser sometidos a la jurisdicción de los tribunales militares. Chile se encuentra en las antípodas de estos principios. A diferencia de lo que ocurre en la inmensa mayoría de los Estados democráticos de derecho en los cuales los tribunales militares solo conocen aquellos delitos que por la naturaleza de los bienes jurídicos penales castrenses son estrictamente militares y constituyen conductas graves cometidas por militares que atenten contra esos bienes jurídicos, en Chile los poderes de estos tribunales son extensísimos. A ello se agrega el hecho de que la Justicia Militar chilena en tiempos de paz vulnera la imparcialidad e independencia que deben tener los tribunales por su estructura y composición. Porque los integrantes de los tribunales militares
son militares en servicio activo que están subordinados jerárquicamente a sus superiores a través de la cadena de mando, porque no cuentan con garantías suficientes de inamovilidad y no poseen una adecuada formación jurídica. La imparcialidad de estos jueces también se ve afectada porque el Fiscal concentra las funciones de investigar, acusar y juzgar (característico de los sistemas inquisitivos, escritos y de prueba reglada). Como si fuera poco, el procedimiento penal militar significa una merma significativa de las garantías judiciales porque los tribunales militares no garantizan que los juicios sean públicos al no prever una etapa oral, desarrollándose los procesos de manera inquisitoria con una etapa preliminar sumaria, secreta y escrita. Estas normas, impropias de un Estado de Derecho democrático, son las que el Estado chileno está aplicando sistemáticamente contra los luchadores mapuches Es necesaria una enérgica reacción de todos quienes viven en este país, winkas, mapuches y demás pueblos originarios, para frenar los preparativos de la guerra de baja intensidad que el Estado de Chile está empezando a implementar en la Araucanía. Hoy son los mapuches, mañana será cualquier grupo o sector social que se levante de manera decidida para luchar por sus derechos.
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organización y estado
Julio Sarmientos [ Articulo escrito en Julio 2009 ]
Estudiante de Medicina, Directivo de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile y Senador Universitario
Crisis del Consejo
concepto de universidad pública El Consejo de Rectores está viviendo uno de los momentos de máxima tensión de su historia y detrás de la crisis se vislumbra una disputa no sólo económica, sino también una pelea en la que se juegan las fichas ideológicas de lo que se entiende por universidad pública. Resulta que nuestra institucionalidad universitaria tiene un fuerte componente histórico, que gira en torno a un grupo de universidades que tradicionalmente asumieron la responsabilidad de formar profesionales y generar investigación para el país. Instituciones que jugaron un papel fundamental en el desarrollo económico y social del siglo pasado, de manera abierta a la comunidad, con costos que recaían principalmente en el Estado. Un singular mecanismo de financiamiento entendido bajo la lógica de estar comprometidas con el proyecto país de aquel entonces. Nadie hubiera pensado en esa época del lucrativo negocio que sería después la educación superior, ni de la importancia estratégica que tendría para la formación ideológica de las futuras élites dirigenciales del país. Se podría afirmar que la Educación Superior Pública en Chile surgió con la peculiar característica de ser mixta en términos de propiedad, y es justamente aquí donde está el concepto en disputa que comienza a nublar el panorama. Prácticamente ningún país del mundo está en una situación similar. El natural entendido apunta
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a considerar como lo público sólo a lo estatal, utilizando este medio para suplir las necesidades sociales sin requerir colaboración de instituciones privadas. Estas existen con la natural motivación de llevar adelante proyectos educativos complementarios de carácter privado, orientados a un sector de la sociedad, sin rendirle cuentas a nadie, y sin tener que sacrificar la exclusividad que siempre les ha caracterizado. Casi todos los sistemas universitarios son mixtos, pero con claridad distinguen entre instituciones públicas y privadas, estando las primeras en propiedad del estado, siendo además gratuitas, laicas y pluralistas; a diferencia de las segundas que se asumen como privadas sin ningún complejo, y se dan el lujo de cobrar altísimo aranceles, elegir a quienes admiten y enseñar lo que les place. Sin embargo resulta que conceptos y roles tan claros no parecen tan obvios en el debate universitario actual, donde la existencia del Consejo de Rectores no se basa en principios de compromiso social, sino solamente en su evolución histórica. Existe una ambigüedad que no se han querido esclarecer porque sin duda, podría poner en juego una serie de privilegios que tienen instituciones que responden a intereses privados, pero que pasan desapercibidas dentro del respetable Consejo. Este aún sigue entendiéndose como la agrupación de universidades que merecen
financiamiento estatal, pese al ligero matiz de referirse ellas como tradicionales y no como públicas, lo que implicaría una serie de compromisos con el Estado que hoy día se pasan por alto. Mucho ha cambiado desde aquel inocente origen donde todas las universidades se alineaban con los intereses de todos. Con las reformas aplicadas por el gobierno militar entraron al juego muchas otras motivaciones que hay que considerar a la hora de analizar que ocurre hoy día en el Consejo de Rectores y hacia donde va el manoseado concepto de universidad pública. Concepto que se ve amenazado de quedar vacío, al punto de considerar como pública a cualquier institución que produzca una externalidad social según podemos inferir del discurso de Carlos Peña, (UDP). En los años 80 se reestructuró la educación superior, y los objetivos fueron claros a mi entender, por un lado el interés económico y por otro lado la necesidad de reforzar la barrera del acceso al conocimiento a los sectores más populares para reforzar la hegemonía del modelo socioeconómico. Sobre lo primero no hay mucho más que decir, el lucro ha estado presente en todo debate y es un secreto a voces que la única motivación de muchas instituciones es esta. Lo hacen de manera inescrupulosa, con publicidad engañosa, sin regulación, y jugando con las oportunidades de familias
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organización y estado
de Rectores e intereses privados
humildes que se endeudan por pagar aranceles que nada se condicen con la calidad de la educación que reciben. Lo peor es que algunas lo hacen con fondos fiscales, que a través del AFI y el AFD terminan en instituciones que no rinden cuenta sobre la manera en que los utilizan, porque recordemos, no son estatales y por tanto sus recursos no pasan por contraloría ni por chilecompras, ni tienen la responsabilidad de invertirlos en el bien de todos. Por suerte este es un privilegio aún limitado principalmente a las universidades tradicionales, pero ¿qué pasaría si se abriera esta posibilidad a todas las acreditadas como algunos plantean? Sobre lo segundo hay más que agregar. Pablo Imen, un académico argentino habla de cómo en los países latinoamericanos se restringe el acceso al conocimiento a través de cuatro mecanismos principales: Inclusión/exclusión: propiciando una limitación a la inserción en el sistema, algo que ocurre en Chile con los sectores populares que no alcanzan los puntajes de corte en la PSU; Segmentación horizontal: que implica la fragmentación del sistema en establecimientos de distintas calidades en un mismo nivel, frente a lo cual nuevamente son los sectores humildes los que acceden a una mala educación que no asegura inserción laboral; Segmentación vertical: implica la fragmentación entre niveles, como la brecha entre formación técnica
y universitaria; y la Fuga hacia Adelante: que se aplica al vaciado de contenidos que sufren los niveles masificados, que obligan a optar por un nivel superior para obtener el grado de calificación adecuado, algo típico del fenómeno de los postgrados en las carreras que han aplicado reformas a su pregrado. En esta realidad de la educación superior impuesta en dictadura y avalada en su marco estructural por los gobiernos subsiguientes, suena totalmente anacrónico el concepto de universidad pública, de calidad, pluralista, masificada y gratuita como mundialmente se conoce. Sería entregar a la población todo ese capital social y cultural que hasta hoy día se mantiene convenientemente al margen de gran parte de la juventud chilena, encerrado en las selectas universidades privadas que el padre Berrios llamara de “cota mil” donde se forman las élites intelectuales seleccionadas con pinzas de cierto sector social y aisladas de toda idea o realidad que afecte su simpatía hacia el status quo. Universidades que en la ambigüedad discursiva de sus voceros, hablan de estar cumpliendo también con un rol público que el Estado debería financiar, ¿de qué rol estamos hablando? En su ofensiva al interior del Consejo de Rectores, encabezando a las universidades privadas tradicionales, el Rector Rosso (PUC) ha hablado de discriminación hacia “algunas instituciones”,
IMAGEN Nicolás Slachevsky preocupado porque detrás de la propuesta de un Nuevo Trato para las estatales, está el olvidado principio de que la educación pública debe ser el pilar fundamental del sistema universitario de cualquier país que aspire a su desarrollo. Educación Pública que quizás pueda ser impartida por instituciones de propiedad privada, pero no las que se encuentran aisladas, elitizadas y lejos del poder adquisitivo de la mayor parte del pueblo de Chile. Una institución pública es aquella que se comprometa a ser abierta a la sociedad, sin concentrar a un grupo socioeconómico o a una ideología en particular, para que permita el encuentro y la diversidad social; aquella que sea pluralista, contando con libertad de cátedra y libertad de asociación; y aquella que sea democrática permitiendo que en su gobierno estén representados todos los estamentos para que su proyecto de desarrollo no quede secuestrado por los intereses de un grupo de académicos, de un dueño, o simplemente del mercado. De este compromiso inapelable de lo público ninguna privada ha querido hablar, porque después de todo son privadas y no les sirve eso de comprometerse, pero a mi juicio este compromiso con lo público debería ser la condición del financiamiento estatal, un compromiso recíproco de dar y recibir teniendo siempre claro que el objetivo está como dijera Andrés Bello “en Chile y las necesidades de su pueblo”.
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Movimientos Indígenas Pedro Canales Tapia Profesor y
de
Políticos
Historia (USACH, Chile). Magíster Ciencias Sociales Aplicadas (UFRO, Chile). Tesista Doctoral Procesos Sociales
en
América Latina (UARCIS, Chile). Académico Universidades Pedro
Las interrogantes que articulan esta reflexión y sus afanes de discusión son las siguientes: ¿La recomposición de las izquierdas en la región permite augurar un vínculo permanente y consolidado con los movimientos indígenas? Dicho de otra manera ¿Qué sucederá en el corto plazo si no surge otro Evo Morales en la región? La discusión es amplia, polémica y detenta muchas miradas. Por ejemplo, Ethel del Pozo en su libro Organizaciones campesinas e indígenas en América Latina (1998), indica acerca de la relación entre izquierdas e indígenas en América Latina, que “Las ideas socialistas penetraron en América Latina desde fines del siglo XX. Sin embargo, es solamente a partir de la segunda década del siglo XX que estas ideas empiezan (con la constitución de partidos socialistas y comunistas), a arraigarse en la cultura política desplazando al anarquismo” . Para Ethel la relación entre socialismo y movimientos indígenas se produjo en gran medida por los discursos y aspiraciones recíprocas y por el cohecho sociopolítico imperante. Dice la autora: “En esta época, el socialismo encarnaba ya, por una parte, una idea de modernidad, y
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de
Valdivia
por otra parte, de revolución en el sentido que Lenin y Trosky habían dado a estas palabras” . La idea fue pulverizar la vieja nomenclatura latinoamericana de partidos conservadores y liberales. Hoy en día ¿Quiénes incluyen las demandas identitarias, autonómicas y redistributivas impulsadas por los movimientos indígenas? ¿La izquierda de Lula, Bachelet, Cristina Fernández, Tavares Vásquez, Chávez u Ortega? o exceptuando la experiencia Boliviana y en algo la Ecuatoriana, ¿sólo las izquierdas extraparlamentarias, denominadas “duras” o “no renovadas” incluyen en sus discursos las demandas identitarias y autonómicas? Ahora bien, la temática indígena y el interés de los grupos sociopolíticos no indígenas de captar la atención y apoyo de éstos, posee larga data. Néstor García Canclini indica en Globalización Imaginada que “Ya las fórmulas ‘nuestra América mestiza’ en José Martí y ‘raza cósmica’ en José Vasconcelos buscaba una integración de la herencia indígena que ellos mismo diferenciaron de lo que ocurría en ‘la América rubia’, blanqueada, de Estados Unidos” .
y del
Mar,
sede
La Serena.
No obstante, enfatiza García Canclini, la paradoja fue evidente. Por un lado admiración por lo indígena, y por otro “(...) en los países latinoamericanos el exterminio y el arrinconamiento de negros e indios coexistió con políticas de mestizaje desde el siglo XIX y con un reconocimiento (desigual) de su ciudadanía, que llegó a la exaltación simbólica de su patrimonio en el indigenismo mexicano” . Esta tendencia será constante en la historia de esta tierra. Los indígenas no serán vislumbrados hasta bien adentrado el siglo XX. Luis Maca, insigne dirigente indígena ecuatoriano, sostiene que “Para entender el contexto socio político y económico en el que las organizaciones indígenas aparecen como actor deliberante en los años 90, hay que empezar analizando el proceso que ha vivido el movimiento indígena que surge en la década de los 80, década que ha sido denominada como ‘perdida’, pero que desde una visión más histórica y a largo plazo, puede ser considerada más bien como una década ganada por el movimiento indígena”. Según Alejandro Rojas, en contextos nacionales y en perspectiva de búsqueda de modelos gubernamentales, en los cuales los movimientos indígenas
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e izquierdas en América Latina
del campesino pauperizado al sujeto movilizado…
cada vez más participan, “El problema de la democracia y el socialismo es en última instancia, el problema de construir una sociedad basada en la equidad y en la diversidad” . La década de 1980 comienza con un hecho que marca un antes y un después en la historia de la región. “En 1979 la caída de Somoza –indica José del Pozoseñaló el comienzo de un nuevo período de democratización en América Latina” . Y una nueva socialización entre la izquierda y los movimientos indígenas regionales. La redemocratización incipiente, permitió que la ruralidad volviese a generar organizaciones sociales, constituyéndose en el lugar propicio de múltiples movilizaciones. Pero éstas asumieron nuevo formato. “(...) en lugar de sindicatos y ligas vinculados a partidos políticos y organizaciones nacionales proliferaron los grupos autónomos cuyas reivindicaciones y estrategias se definían por medio de un alto grado de participación de las bases locales” . Los objetivos de estas movilizaciones no se planteaban como temas de clase social, sino más bien desde una perspectiva de derechos humanos, conciencia ecológica, religiosidad,
temas de género, entre otros . Una característica adicional de estas organizaciones indígenas y sus movilizaciones tiene que ver con la desconfianza hacia el aparato estatal, apareada con situaciones de corrupción e ineficiencia propia de los regímenes autoritarios, que además sufrieron el derrumbe de sus sistemas financieros durante la década de 1980. “(...) que dió por resultado la privatización de empresas públicas y suspensión de planes de desarrollo” . A mediados de la década de 1990 existían varios cientos de asociaciones, de todo tipo y forma: “(...) organizaciones locales, intercomunales y regionales, grupo de defensa de intereses estructurados formalmente, federaciones nacionales, ligas y uniones, alianzas transnacionales y coaliciones, con intensos contactos y actividades internacionales” . De acuerdo a estudios de Rodolfo Stavenhagen”(...) puede afirmarse que esas organizaciones indígenas, sus líderes, sus objetivos, actividades e ideologías emergentes constituyen un nuevo tipo de movimiento social y político en la América Latina contemporánea (...)” . La Confederación de Nacionalidades
Indígenas del Ecuador (CONAIE), ha estado a la vanguardia de esas actividades políticas, organizando grandes “levantamientos” indígenas pacíficos en su país en 1990, 1993, 1999 y en los primeros años del siglo XXI también, que paralizaron Ecuador y llevaron a los gobiernos de turno a abdicar o negociar con los indígenas acerca de temas agrarios principalmente. Icono del comportamiento radical de un presidente “socialista” lo hemos conocido recientemente. En la Amazonía peruana los sucesos de sangre, muerte, detención y desaparición, etnocido según los expertos, ha marcado la agenda noticiosa. Patético por decir lo menos son las apariciones en la prensa del presidente aprista Alán García defendiendo el accionar militar y la calificación “delictual” del proceder indígena. “En mi opinión, indica el historiador peruano José Ragas, se trata de una arremetida del gobierno contra poblaciones indígenas por el control de sus recursos. Siguiendo el modelo del estado colonial y republicano, para el estado no existen variantes indígenas, sino que todas son iguales, y en ese sentido, son ‘atrasadas’: anticapitalistas, no quieren del progreso del país ya que se oponen a la ‘modernidad’ y a la inversión extranjera” .
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E
l año 2006 fue el año del estallido de la juventud estudiantil, “la revolución pingüina” sacudió el país, las tomas de liceos y las marchas de los escolares pusieron en la mesa del debate nacional la educación. Ese conflicto aún sin desenlace se suma a otros que la sociedad chilena no ha resuelto, como el de la salud, la previsión, las violaciones a los derechos humanos, el dominio de nuestras riquezas básicas, el trabajo… El 2008 arremetieron los “otros
MARIO MENDOZA |
ubicación estratégica en el continente, su escasa población, sus riquezas y la resistencia indígena obligaron a la Corona española a fundar un superEstado para dominar este super-territorio. La República continuó y extendió esta característica, un super-Estado al servicio de la Corona y las clases dominantes, apoyado en un ejército de funcionarios militares o civiles jerarquizados, de allí la importancia de éste sobre la sociedad civil, desde su fundación hasta ahora.
el Estado moderno y hunde sus raíces en la Edad Media, donde fue desarrollándose y ganando fueros ante los señores feudales. En ellas estaba el embrión de la nueva sociedad burguesa moderna que terminaría con el feudalismo, proceso cuya expresión emblemática fue la Revolución Francesa. Esa relativa autonomía de la antigua comuna de alguna manera se mantuvo bajo el Estado moderno. Aún hoy, las comunas pueden generar sus propios recursos, alguna
Dirigente Sindical Municipal
LOS OTROS PINGÜINOS EL MOVIMIENTO DE ESTATALES Y MUNICIPALES DEL 2008 pingüinos”. Ante el petitorio de un 14,5% de reajuste hecho por la mesa de 15 organizaciones de trabajadores estatales tuteladas por la CUT, la negativa torpe del gobierno llevó a las gigantescas movilizaciones de noviembre. Ni un vidrio roto, pero el estado “civil” paralizado, con la comprensión de la población y la simpatía del “pueblo con uniforme”, que también “iba en la parada” del reajuste. El triunfo del 10% en medio de una crisis económica ha sido un grato respiro y la oportunidad de reflexionar y preparar la próxima oleada de este año… CHILE; UN SUPERESTADO PARA UN SUPERTERRITORIO La extensión geográfica, el aislamiento y dureza climática de Chile, combinado con su
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¿MÁS ESTADO? ¿MENOS ESTADO? La crisis mundial de la economía capitalista parece haber zanjado la vieja discusión entre los que abogan por dejar libre las “fuerzas del mercado” de la camisa de fuerza del Estado… hasta que el mercado en crisis, sin fuerzas, clama el auxilio del estado… La verdadera discusión no es acerca de permitir más o menos intervención del estado en la economía, sino del carácter de éste y de ésta y al servicio de qué clase se encuentran. El Estado no es “neutral”, tiene un signo de clase y eso lo sabemos muy bien sus empleados... LA COMUNA Y EL ESTADO MODERNO La comuna es más antigua que
legislación (ordenanzas municipales), autoridades e instituciones autónomas, como el reciente plebiscito en Vitacura. Contradictoriamente, el estado moderno, nacional e integrador fue mucho más lento en su propia modernización y más aún en la modernización de los municipios. Pero el carácter genético de la comuna puede permitir ricas experiencias democráticas y de poder local aún sin explorar. LOS TRABAJADORES ESTATALES Y MUNICIPALES COMO PARTE DEL MOVIMIENTO SINDICAL CHILENO
Existe una deuda no reconocida por la sociedad con los trabajadores estatales y municipales como forjadores del movimiento sindical
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chileno. Es un “olvido motivado” –como diría una psicólogaporque asumirla plenamente sería reconocer el potencial poder del movimiento sindical chileno, numéricamente el 10% de la masa asalariada chilena pero cualitativamente tal vez el más organizado y poderoso. Se ha dicho en otra parte: un sindicato de 600.000 socios movilizados es “insoportable” para cualquier tipo de gobierno… Por ello que, aunque está en los libros de historia los
Trabajadores) presidida por Clotario Blest y de la cual fueron parte activa Humberto Valenzuela y los trabajadores municipales. Su experiencia lo llevó a escribir en 1972 su “Historia del movimiento obrero chileno”, texto todavía fresco, pleno de anécdotas y lecciones.
nombres de Clotario Blest y Tucapel Jiménez, sólo se menciona a la pasada que fueron dirigentes de los trabajadores estatales.
contradictorio, conviviendo en las reparticiones públicas y municipios la desigualdad de trabajadores a contrata y honorarios, en su mayoría altamente precarizados (paraíso de los “flexibilizadores”) con funcionarios de planta con un régimen de relativa estabilidad y algunos derechos adquiridos, aunque sin el más importante: el derecho a negociación colectiva y el derecho a huelga. Pero la realidad siempre camina delante de los esquemas: si bien el Estatuto Administrativo Para Funcionarios Municipales, promulgado por la Junta Militar de Gobierno en 1989 -plenamente vigente en estos años de democracia- prohíbe expresamente “…promover o participar en huelgas, interrupción o paralización
IMAGEN Nicolás Slachevsky
LA PARADOJA CHILENA EN EL CONFLICTO DE LOS ESTATALES Y MUNICIPALES El régimen de trabajo estatal chileno es altamente
de actividades, totales o parciales…” es letra muerta en cada episodio de movilizaciones de los trabajadores municipales, la paradoja chilena es que la propia prohibición de negociar colectivamente ha llevado -de hecho- a negociaciones anuales informales, que han devenido – de nuevo de hecho- en movilizaciones y paros, cuya expresión más alta fue el movimiento de noviembre de 2008.
LOS MUNICIPALES Y LA PRIMERA CUT Humberto Valenzuela era el dirigente de los trabajadores municipales del aseo de Santiago cuando en 1951 estalló una huelga del magisterio. Ex trabajador salitrero y de la construcción, militante trotskista, Valenzuela llamó a solidarizar con los profesores y Santiago quedó varios días sin extracción de basura. La huelga fue un éxito y sentó las bases del CUS (Comité de Unidad Sindical) que a comienzos de 1953 confluyó con otros gremios en la fundación de la CUT (Central Única de
SIETE CLAVES PARA UN NUEVO SINDICALISMO MUNICIPAL DEL SIGLO XXI Si hablamos de un nuevo sindicalismo municipal, esbozamos sus características programáticas: i. Es democrático: Con sus imperfecciones, el sindicalismo municipal es democrático, rasgo creciente a partir de los últimos años. Es imperativo desarrollar aún más este carácter, desde la dirección a las bases y viceversa. Debe promover más dirigentes jóvenes, más luchadores, más mujeres, superando lastres burocráticos y sectarios. ii Es nacional: Con cerca de 40.000 afiliados, es prácticamente el único gremio que tiene presencia en cada
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una de las 345 comunas. Una red de sindicatos que sesiona on line. iii Es “político”: por lo indicado en el punto anterior, tiene opinión acerca del acontecer público de todo el país. Sirve a la población, conoce sus problemas y sus demandas, y por eso mismo debiera tener una propuesta de país. iv Es transversal y unitario: Agrupa ejemplarmente hasta hoy a todos los estamentos y escalafones de funcionarios municipales, directivos, jefaturas, profesionales, administrativos y auxiliares. Es parte activa de la CUT y de la mesa de trabajadores estatales, extendiendo en los hechos sus reivindicaciones al conjunto de los trabajadores estatales, incluyendo a los trabajadores de uniforme, fuerzas armadas y carabineros. v. Es independiente: Debemos luchar contra toda tentativa de someter el sindicalismo municipal al alcalde o al gobierno de turno, a las burocracias sindicales, a los partidos políticos, al estado y menos maniatarlo con leyes de “arbitrajes obligatorios”. vi. Es “histórico”: Busca encontrarse con sus raíces históricas, de cara al futuro. vii. Es internacionalista: Se hace parte de la lucha mundial de los trabajadores estatales por un trabajo decente, por la defensa de los derechos laborales de todos los trabajadores del mundo, por servicios públicos de calidad y por una sociedad mejor.
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LOS “CORDONES MUNICIPALES”, BALANCES Y PERSPECTIVAS ASEMUCH –la confederación de funcionarios- es la gran conquista y herramienta de los trabajadores municipales y necesita democratizarse –ya lo hemos dicho- y fortalecerse aún más a nivel de base. La movilización del año pasado sacó a la calle espontáneamente a los trabajadores estatales, la mayoría de las veces, en especial en provincias y pequeñas ciudades, dirigidos por los municipales. Entre municipios, consultorios y colegios se crearon incipientes “cordones municipales” que sostuvieron el paro, cubrieron emergencias y explican gran parte del éxito de la movilización nacional. En ese nivel cobra la mayor importancia la necesidad de fortalecer el rol de las federaciones, como instancia intermedia entre la base y la dirección, aún débil ante el gobierno. LA ACTUAL CRISIS DE REPRESENTACIÓN DE LA SOCIEDAD La población chilena se reparte en partes iguales en una mitad que participa en elecciones y elige sus representantes entre la limitada oferta que entrega el sistema binominal, y otra mitad que deliberada o voluntariamente se encuentra excluida, marginada de una representación válida aunque esté inmersa de lleno en el mundo social y haga oír su voz por otros medios. Esa división en dos mitades no es “geográfica” ni de clase, es transversal, combinada y contradictoria: como una tormenta en primavera, un estamento perfectamente representado y contenido por sus líderes puede en un
momento dado desbordar y hacer estallar la calma del día anterior. Así sucedió con los “pingüinos” el 2006 y así puede haber pasado con los estatales y municipales el año pasado. Todo lo sólido se desvanece en el aire y se han visto muertos cargando adobes, trabajadores confundidos votando por empresarios, empresarios añorando a un ex presidente socialista, dirigentes sindicales oponiéndose a un paro hoy y mañana convocándolo frenéticamente… ¿FALTA UN PARTIDO, QUÉ TIPO DE PARTIDO? No hay que temer a las preguntas audaces. El movimiento de los estatales y municipales, parte viva del gran movimiento sindical chileno atrae como la miel a las moscas a los políticos de todo color. No cualquier partido político saca a la calle a lo largo de Chile decenas de miles de personas, vuelca votaciones en el parlamento y puede botar ministros. Lo hicieron nuestros hijos, los pingüinos, y lo hicimos nosotros. Pero los movimientos sindicales no pueden finalmente sustituir a los partidos, y la necesidad de confirmar los que existen o crear uno nuevo es una pregunta para ésta época. El sindicato no es un fin en sí, sino sólo uno de los medios a emplear en la marcha hacia la emancipación de los trabajadores y la construcción de una sociedad nueva. El año 2008, en una de las comunas de nuestra federación le comentaba a un concejal que los funcionarios movilizados, con el municipio prácticamente en toma “no se daban cuenta del poder que tienen”. El concejal –que ahora es alcalde- replicó: “y es mejor que no se den cuenta…”.
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FOTO L.Felipe Alarcón
organización y estado
cuestiones de organización L Felipe Alarcón
Estudiante de Administración Pública, Universidad de Chile. Investigador del Centro de Estudios y Análisis Político, CAIP / falarcon@caip.cl
La obra de Gramsci, como toda obra, es infinita. Me hago cargo y toco sólo un punto: la manera de organizar la lucha revolucionaria. Un punto amplio, se verá.
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Gramsci parte de lo que llama un «hecho primordial»: existen gobernados y gobernantes. ún las consideraciones más elaboradas sobre el origen y la moralidad de la distinción dejan el hecho intacto. Si se sigue la exposición de Gramsci en “Maquiavelo y Lenin”, se comprende que hay que partir del hecho de que existen gobernantes y gobernados, hay que trabajar sobre esta base. Pero trabajar sobre esta base no significa perpetuarla. Gramsci, en las primeras páginas, consigna que la innovación fundamental del marxismo, en el campo de
la ciencia de la política, es la demostración de que no existe una naturaleza humana abstracta, fija, universal, sino una naturaleza humana que es resultado de un conjunto de relaciones sociales históricamente determinadas. Así puestas las cosas, la tarea fundamental es la formación de dirigentes y dirigidos capaces no sólo de acabar con esta distinción sino también, y quizás sobre todo, de crear un nuevo tipo de Estado. Un Estado fundamentalmente obrero. Pero un Estado obrero sigue siendo un Estado y todo Estado es una dictadura . Consecuentemente se necesita un Jefe. El punto aquí es que ese jefe, ese Príncipe en términos de Maquiavelo, no será una persona concreta sino el un partido. Tendrá un jefe,
concreto, por supuesto, pero lo importante no es si debe haber o no un jefe, sino qué relaciones tiene ese jefe, ese gobernante, con sus gobernados. Gramsci va a plantear que las relaciones deben ser orgánicas, históricas. El jefe debe ser un elemento de la clase obrera, representar sus intereses y aspiraciones más vitales. Siendo así, el problema no está ya en la “personalización física de la función de mando […] (sino) en la naturaleza de las relaciones que los jefes o el jefe tengan con el partido de la clase obrera, y de las relaciones que existen entre ese partido y la clase obrera” . Es fácil adivinar la queja contra Gramsci en este punto. ¿Por qué es necesario un Jefe, un partido, o más gruesamente, una
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organización para llevar a cabo un proceso revolucionario? Gramsci parece derivar la necesidad de la organización de la existencia real de la división entre gobernantes y gobernados, pero aún así la pregunta queda abierta. La respuesta tiene dos niveles. Nos encargaremos ahora del primer nivel, que es el que Gramsci somete a discusión. Gramsci pone la cuestión en éstos términos: o dirección consciente o espontaneidad.
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Gramsci, como tantos otros, utilizará a Georges Sorel como contrapunto a sus ideas. Lo utilizará y dirá: la huelga general, que para Sorel es la mayor expresión de la actividad práctica del sindicato, no es sino “una actividad pasiva de carácter negativa y preliminar (el carácter positivo está dado solamente por el acuerdo logrado en las voluntades asociadas)” y, en este sentido, no alcanzará nunca una verdadera fase activa, constructiva. Una «verdadera» fase constructiva, pues haría falta saber si es posible que exista destrucción, negación, sin una afirmación, sin una construcción implícita. Lo que hace falta a lo espontáneo es la disciplina, ya se verá. El problema de Gramsci será cómo concretar una voluntad colectiva. Y el problema, dice Gramsci, ya lo ha resuelto, en parte, la historia: es el partido político el organismo capaz de aglutinar y concretar una voluntad colectiva. Resulta, entonces, que la inmediatez que aparece en Sorel no puede ser, por su naturaleza, sino obra de un individuo concreto, nunca de una voluntad colectiva. El problema del inmediatismo será doble: por
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una parte, no permite la actuación de una voluntad colectiva que se afirme en la acción y, por otra parte, la acción rápida, fulminante que por fuerza propone el inmediatismo, elimina el sentido crítico pues es una acción de respuesta, sin alcance, precisamente porque no tiene un programa. O más bien porque no tiene un programa explícito. Se abandona a la fuerza del azar, se diría. Gramsci dirá, incluso, algo que Carl Schmitt dirá luego sobre el romanticismo político: el inmediatismo supone una voluntad colectiva ya existente, un cierto soporte material. Es decir, una acción directa efectiva, por ponerlo en términos actuales, necesita de una voluntad colectiva ya constituida. La política en Gramsci, es pasión, y esa pasión debe aliarse con la economía para poder constituirse a largo plazo. Es decir, esa pasión destructora, digamos, de la huelga general, tener un sustrato económico, de clase, para constituirse en lo que, en términos modernos, se podría denominar proyecto político, de otra manera, queda sólo en pasión. Algo así como esto: poner bombas es, por fuerza, un acto individual y puramente político. Un acto individual que además, para ser efectivo, supone una voluntad colectiva consciente, que vea en el acto un intento de destruir las relaciones jurídicas y morales existentes. Si no, es un espectáculo triste, infértil. No funda nada. Hay un segundo punto de la crítica de Gramsci a Sorel, el asunto en torno al mito político, a la ideología-mito. Sobre esto habrá que hablar en otra ocasión.
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Hasta aquí, el partido aparece como el único organismo capaz de sobrellevar un proceso revolucionario. Pero hay vida fuera del partido. Gramsci, junto a Togliatti, inició en 1919 una campaña por los consejos de fábrica a través de LON . De lo que se trataba era de trabajar en los «centros de vida proletaria», es decir, en los talleres, los círculos socialistas y las comunidades campesinas. Este trabajo tenía, al menos, dos propósitos. En primer lugar, al partido le llevaría años, décadas incluso, aglutinar a las fuerzas del proletariado, mientras que el trabajo en lugares donde la clase, por excelencia, se concentra permitiría un mayor campo de acción, a la vez que daría el ejemplo vivo a los obreros menos avanzados en el proceso de toma de conciencia. Resolvería también el problema de las dimensiones del partido: el partido sólo puede aceptar en sus filas a los más preparados, a los más conscientes, pero no pueden quedar fuera del proceso las amplias masas de trabajadores. No se trata de una élite revolucionaria. Una especie de función articuladora y disciplinaria, entonces. Luego, en segundo lugar, la estrategia de los consejos de fábrica tiene una tarea fundamental: una vez desarrollados, éstos serán los órganos del poder proletario que sustituirán a los del poder capitalista en las funciones de dirección y administración. Los obreros sabrán ya cómo organizarse, cómo dirigir y administrar tareas, y este conocimiento será clave en el momento de la toma del poder.
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Se podría ensayar algo así: el partido es el encargado de la dirección general, ideológicopráctica, de la voluntad colectiva, mientras que los consejos de fábrica se encargan de la dirección local, de algo así como la micropolítica. Gramsci dirá, incluso, que el partido “ocupa, en las conciencias, el lugar de la divinidad o del imperativo categórico, deviene la base de un laicismo moderno y de una completa laicización de toda la vida y todas las relaciones de costumbres” .
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Hasta este punto del texto ha tenido la manera de la exposición, no ha aparecido la primera persona. Ahora aparecerá, y aparecerá para decir esto: si bien el pensamiento de Gramsci, esquemáticamente expuesto aquí, me parece uno de los puntos más altos de la manera de organización comunista, enfrenta, debe enfrentar, ciertos problemas. En primer lugar, la identificación de política y pasión, que hace impensable un proyecto político que no se base en la lucha económica. En segunda instancia, el punto sobre el inmediatismo me parece acertado, salvo un punto: Gramsci pone como contraparte a Sorel, ataca por uno de los flancos débiles de las maneras de organización no marxistas, o no exactamente marxistas. Habría que enfrentar la tesis de Gramsci a la de los anarquistas y la de la izquierda del marxismo occidental. Pienso aquí en Lukács diciendo ““la organización no es una premisa, sino la consecuencia de la huelga general, y, por lo tanto, de la revolución. La consigna del Manifiesto Comunista según la
cual el proletariado se organiza como clase por la revolución ha sido claramente confirmada por la revolución rusa” , por ejemplo. Habría que pensar, también, sobre el supuesto obvio de la exposición gramsciana: el fin es alcanzar una nueva forma de Estado. Gramsci dirá que el que quiere el fin debe querer también el medio, y consecuentemente, quien quiere acabar con la distinción entre gobernantes y gobernados deberá querer la existencia del partido, como medio. Ya es conocido el argumento anarquista: no se pueden conseguir fines libertarios por medios autoritarios. Fines y medios no son separables, y si bien Gramsci no los separa explícitamente, sí lo hace implícitamente. Por otra parte, la tesis de Gramsci supone, por cierto, que un punto central del proceso revolucionario es la toma del poder político por parte del proletariado. Pero acá hay un punto, que Lukács expone mejor de lo que yo podría hacerlo aquí: “La gran diferencia entre los marxistas revolucionarios y los oportunistas pseudo-marxistas consiste en que para los primeros el estado capitalista cuenta sólo como factor de fuerza contra el cual hay que movilizar la fuerza del proletariado organizado, mientras que para los otros el estado es la institución superclasista por cuyo dominio luchan el proletariado y la burguesía” . Habría que ver en qué vereda está Gramsci. Ya se abiertas, resolver. forma de
ve, son preguntas son cuestiones por Una apertura con la conclusión.
Notas 1. Gramsci, Antonio. Maquiavelo y Lenin. Santiago de Chile: Editorial Nascimento, 1971. 2. Gramsci, Antonio. «Jefe», En Antología. Buenos Aires: Siglo veintiuno editores, 2004. Pp. 149 a 152 3. Gramsci, Antonio. «Jefe», En Antología. Buenos Aires: Siglo veintiuno editores, 2004. P. 150 4. Gramsci, Antonio. Maquiavelo y Lenin. Santiago de Chile: Editorial Nascimento, 1971. P. 29 5. Gramsci, Antonio. Democracia Obrera, En Antología. Buenos Aires: Siglo veintiuno editores, 2004. Pp. 58 a 62 6. Gramsci, Antonio. Maquiavelo y Lenin. Santiago de Chile: Editorial Nascimento, 1971. P. 37 7. Lukács, Georg. Prefacio a Huelga de masas, partido y sindicatos, de Rosa Luxemburg. Citado por Löwy, Michael. El marxismo olvidado. Barcelona: Editorial Fontamara 1978. P. 130. 8. Lukács, Georg. Historia y consciencia de clase. Estudios de dialéctica marxista. México DF: Editorial Grijalbo, 1969. P. 271
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Danny Gonzalo Monsálvez Araneda
Académico de Historia de Chile Contemporánea en el Depto. de Ciencias Históricas y Sociales, Facultad de Humanidades y Arte, Universidad de Concepción. E-mail: monsalvez@gmail.com
Brian Ali Chales Aoun
Alumno de primer año de la Carrera de Ciencias Políticas y Administrativas, Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, Universidad de Concepción. E-mail: brian_chales@hotmail.com
Democracia, tutelaje religioso El debate por los temas valóricos, los llamados “defensores de la vida” y de “La Verdad”, acusan a quienes no comulgan con su discurso de ser personas muy subjetivas en sus apreciaciones y analizar los temas desde una perspectiva relativista; como si estos dos conceptos conllevaran en sí un aspecto negativo (todo vale, cultura de la muerte); sin embargo ignoran u omiten premeditadamente que la subjetividad es la forma que tiene todo hombre de interconectarse con su entorno. Siendo uno de los aspectos importantes la razón; o sea, construir un discurso coherente de acuerdo a la relación con su realidad social. Sumado lo experiencial; es decir, lo que tengo en la memoria, lo que conservo de la experiencia social e individual. Podemos agregar los estados anímicos, que contribuye a la interpretación, las denominadas verdades íntimas, la capacidad de imaginar y la capacidad creativa. En ese sentido, la relación con nuestro entorno es una relación mediada. Esto quiere decir que la información debe ser tratada, sistematizada, traducida a nivel mental. Este tratamiento mental es la subjetividad. Por lo tanto, necesitamos llevar a cabo la experiencia de los objetos. En el caso del relativismo epistemológico , que es distinto al relativismo moral, es la aceptación y tolerancia a la diversidad, del otro, de lo distinto.
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Se enmarca en el conocimiento; por lo tanto va vinculado con la razón y ésta (razón) requiere una herramienta, métodos racionales de investigación y de conocimiento (ciencia), que respalden las comprobaciones para aspirar a la verdad.
desligado de todo religioso y confesional.
tutelaje
El tema de “La Verdad”, es un camino delicado que corre el peligro de imponer postulados totalitarios por sobre otros fundamentos; peor aún, intentar falsear u omitir una realidad social, caracterizada por ser ilimitada, invisible, multidimensional y que está en permanente cambio y evolución.
Si bien el Estado se separó de la Iglesia con la Constitución de 1925, en la práctica el Estado chileno y la sociedad siguen enmarcados bajo un fuerte predominio religioso, a través de acciones fácticas que las diversas confesiones religiosas ejercen por medio de sus respectivos brazos económicos y políticos (dirigentes y personeros) situados en los diferentes poderes del Estado. Ejemplo de aquello son la penalización del aborto terapéutico, la denegación de constitucionalidad para la distribución de la denominada “píldora del día después”, sumadas a otras iniciativas valóricas y de derecho de conciencia que simplemente no se debaten o quedan en un segundo plano ante los denominados “problemas reales”, que tanto gusta hablar a la clase política. Que decir de cambios políticosinstitucionales como una nueva Constitución política o la idea de debatir la formación de una Asamblea Constituyente .
En vista de aquello, una de las aristas que tiene el debate sobre los llamados temas valóricos en nuestros país dice relación con los derechos ciudadanos y la libertad de conciencia, pero a nivel estructural con la profundización de nuestra democracia a través de un auténtico y verdadero Estado laico; es decir un Estado
La constitución de un Estado Laico en Chile, como requisito fundamental para una democracia ha sido atropellada por distintos poderes fácticos que poseen claras conductas confesionales. Así como por personeros de gobierno, legisladores, funcionarios públicos de irrestricto compromiso religioso que sólo velan por sus intereses y no por
El relativismo epistemológico no se funda en el dogma, la fe, la tradición, lo que otros ya hicieron o constituyeron, en lo que da certeza y firmeza. Parafraseando al sociólogo Peter Berger , quien tiene fe no tiene certeza, ya que si tuviera certeza de las cosas, no requiero de fe, “no necesito tener fe para saber que usted está sentado aquí, frente a mí” decía Berger a su entrevistador.
ZOOCIEDAD,
organización y estado
y Estado laico los de la sociedad en general. Nuestra sociedad muestra una diversidad religiosa y moral, constituida no sólo por una mayor cantidad de confesiones religiosas que a través del proselitismo se disputan a los feligreses, sino también por sectores cada vez más significativos de agnósticos y ateos, todos los cuales contribuyen a dar vida a las convicciones morales ciudadanas y respecto de las cuales un Estado laico debe garantizar su libertad de conciencia y su convivencia cívica. Al mismo tiempo, podemos encontrar en nuestra sociedad una creciente diversidad de grupos, movimientos y expresiones que representan distintas sensibilidades sociales y culturales frente a los cuales el Estado debe velar por el respeto a su realidad, sociabilidad, identidad, libertad y derechos fundamentales, de modo de garantizar en la práctica la expresión de la diversidad. Entrado el siglo XXI y después de casi 20 años del retorno a esta democracia electoral, se requiere como objetivo primordial la consolidación de las libertades individuales, la libertad de conciencia, los derechos fundamentales de todas las personas y la igualdad ante la ley. Resulta imperioso que el Estado chileno asuma la vanguardia de la secularización y el laicismo como un vía y forma cívica de abordar la creciente diversidad religiosa, moral, filosófica y de intereses
así evaluar su conducta y forma de imponer su pensamiento; es decir, si efectivamente son auténticos representantes, con una visión amplia, pluralista y tolerante frente a cuestiones valóricas y de conciencia, o más bien son personeros que anteponen sus puntos de vista religiosos y dogmáticos por sobre el interés de sus electores y la diversidad que una sociedad como la nuestra exige que se respeten.
de la sociedad en su conjunto, respetando y valorando el derecho de expresión privada y pública de cada cual, e independizando al Estado de la injerencia y poder de toda particularidad, cualquiera que ella sea. Es por ello que ante la insistencia de sectores religioso-confesionales y sus respectivos poderes fácticos por imponer su ¿verdad? y opción de conciencia, los ciudadanos, aquellos de espíritu libre, deben observar y supervisar la conducta de la élite política dirigente, a quienes han ejercido funciones de representación en el parlamento y quienes aspiran a ser electos por la ciudadanía, para
En definitiva, para que alcancemos una auténtica democracia como expresión de la legitimidad de la sociedad civil, se requiere la constitución de un Estado laico que entre otros cosas contribuya a garantizar la igualdad de oportunidades en la expresión de la diversidad, fortalecer las opciones estatales y laicas en materia educativa, un pluralismo informativo y el irrestricto respeto a la libertad de conciencia de los ciudadanos.
NOTAS 1. Faerna, José Manuel. Relativismo: racionalidad científica y diversidad cultural. Diccionario Crítico de Ciencias Sociales, 2002. 2. “Quien tiene fe no tiene certeza”, El Mercurio, domingo 23 de mayo de 2004, p. E 1-2 y 3. 3. Al respecto: Grez Toso, Sergio: “La ausencia de un poder constituyente democrático en la historia de Chile”, publicado en: Tiempo histórico, Nº 1, Santiago, Universidad Academia Humanismo Cristiano, junio de 2009.
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20 años sin muro [berlin] HOJA DE CONTACTO | Estelí Slachevsky
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Patricia Espinosa H. | Crítica literaria. Profesora Universidad de Chile y Universidad Catolica [Articulo aparecido en Rocinante N°84, Octubre 2005]
El movimiento infrarrealista surge entre fines de 1975 y comienzos de 1976, en México DF, y lo conforman Mario Santiago, Ramón Méndez y Héctor Apolinar, que venían del fracasado taller de poesía de Difusión Cultural de la UNAM, coordinado por el poeta y académico Juan Bañuelos. El lugar específico de gestación fue la casa del poeta chileno Bruno Montané. El grupo rápidamente se amplía a 30 o 40 personas, incluyendo tanto a escritores como músicos y pintores. Surge luego una revista infra y una editorial, aparte de sucesivas irrupciones infras en recitales de poesía oficial. Entre los nombres a considerar dentro del grupo están: Juan Esteban Harrington (¿García Madero?), Piel Divina, Cuauthémoc Méndez, Oscar Altamirano, José Peguero, Pedro Damián, Elmer Santana, Ramón Méndez, Guadalupe Ochoa, Edgar Altamirano, Mará Larrosa, Vera Larrosa (¿las hermanas Font?), Kyra Calvan, Víctor Monjarás, Carlos David Marfarón, Geles Lebrija, Rubén Medina, José Rosas Ribeyro, Estela Ramírez, Lorena de la Rocha y Javier Suárez Mejía.
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“Déjenlo todo, nuevamente. Primer Manifiesto del Movimiento Infrarrealista” es el título del Manifiesto escrito por Bolaño y publicado en Correspondencia Infra, Revista Menstrual del Movimiento Infrarrealista, N° 1 (México D.F, Octubre/Noviembre 1977, 5000 ejemplares) . Hay un dato en el origen del concepto “infrarrealismo” que Bolaño no menciona en sus entrevistas. Un dato que he logrado detectar tras la lectura de “Déjenlo todo, nuevamente”. El primer párrafo, constituido de ocho líneas entrecomilladas, es una cita exacta del relato “La infra del dragón”, escrito por el autor ruso Georgij Gurevic, aparecido originalmente en 1959 y compilado por Jacques Bergier en Lo mejor de la ciencia ficción rusa (Bruguera, Colección Libro Amigo, Barcelona, 1968). El párrafo que Bolaño literalmente cita del texto de Gurevic, dice así: “Hasta los confines del sistema solar hay cuatro horas-luz; hasta la estrella más cercana, cuatro años-luz. Un desmedido océano de vacío. Pero, ¿estamos realmente seguros de que sólo haya un vacío? Únicamente sabemos que en este espacio no hay estrellas
luminosas; de existir, ¿serían visibles? ¿Y si existiesen cuerpos no luminosos u oscuros? ¿No podría suceder en los mapas celestes, al igual que en los de la Tierra, que estén indicadas las estrellas-ciudades y omitidas las estrellas-pueblos?”. El relato de Gurevic es el de una tripulación de seis hombres en el siglo XXI, que parten desde la Tierra en una nave cósmica hacia los soles negros, cuerpos no luminosos u oscuros, estrellas-pueblos no indicadas en los mapas celestes orientados siempre a las estrellas -ciudades. Soles invisibles, negros como el carbón, planetas calentados desde dentro, serán también llamados INFRA y constituirían un mundo al revés. La misión de los tripulantes, entonces, será buscar desesperadamente una INFRA. El término ‘infrarrealismo’ alude a un territorio nuevo, pero al revés, en el cual impera la inversión de las reglas de nuestro “mundo real”. El calor o la energía en el territorio infra, viene desde dentro, desde las mismas vísceras. Tal como el realvisceralismo de Los detectives salvajes. Bolaño
Bolaño
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así dice: “Escritores soviéticos de ciencia ficción; el rostro a medianoche”. Encontramos aquí no solo su recurrente complicidad con el escritor desesperado, sino también con los llamados géneros B, géneros bastardos, ya sea cine porno, ciencia ficción, peplum o relato policial. Escrituras, en cualquier caso, de individuos que se arañan el rostro. Como Mario Santiago Papasquiaro, Sensini, Ulises, Belano, Amalfitano o el propio Archimboldi. Bolaño ve desesperación en aquellos escritores soviéticos de la Guerra Fría, que intentan generar un discurso que opere como un pliegue respecto al sistema de control. La búsqueda de la infra funciona como metáfora de la subversión del sujeto, único mito posible, única utopía posible de sustentar. “Soñamos con utopía y nos despertamos gritando” (p. 11). Bolaño propone una poesía antiburguesa, una vuelta al arte-vida sin posibilidad alguna de “normalizar” las relaciones entre el arte y la sociedad. Se trataría de derrumbar el muro de la institución, la distancia entre el arte y la vida. “Cortinas de agua, cemento o lata, separan
una maquinaria cultural, a la que lo mismo da servir de conciencia o culo de la clase dominante” (p. 6). La lógica dominante se centraría, entonces, en concepciones dogmáticas de arte bello, negándose a cualquier irrupción desestabilizante. Un orden que irremediablemente parece llevarnos al cagadero o a la revolución (p.6). Bolaño plantea un alejamiento de lo que denomina “lógica y buen sentido”. Aquí puede advertirse cierta vinculación con la propuesta de liberarse de la razón planteada por los surrealistas; sin embargo, en Bolaño no existe la promesa de acceder a la realidad absoluta de corte trascendentalista, sino que apela a la acción política continua, sin un deseo colmado. Otro aspecto que lo distancia del surrealismo es no privilegiar el universo onírico, el subconsciente ni el automatismo como práctica de elaboración estética. La internalización de lo nuevo devendrá en subversión. Tal como sucede con los soles negros, lo negativo se volverá energía potenciadora interior. Es decir, aquello que quitaba fuerza, el acoso del poder o los poderes,
devendrá potencia. Bolaño alude a la necesidad de recuperar el ánimo vanguardista, pero no desde el presupuesto moderno que creía en la “originalidad”, sino con la clara certeza de que todo está nombrado, desvelado. Por tanto el discurso de Bolaño, más que vanguardista sería posible de calificar como “neovanguardista” o “postvanguardista”. Ya no hay secreto posible nos dice Bolaño: “todo está develado”. Sin embargo, el secreto siempre parece rondar en su escritura. Qué oculta el único poema de Cesárea; qué hay detrás de la ventana; qué oculta el libro que cuelga en el tendedero de Amalfitano; qué oculta Archimboldi; qué lleva a Klaus Haas a cometer la seguidilla de crímenes o quiénes cometen y por qué los crímenes de Santa Teresa. Bolaño necesita que sigamos las pistas que el texto nos entrega, infinitizadas, en busca de un origen; sin embargo, este origen resulta ser un falso origen. Juega con la tradición metafísica del inasible, del secreto del texto, del aura inalcanzable. Juega con nuestra ansia desesperada de referente que nos solucione el problema.
y el manifiesto InfrarealistA NOVIEMBRE 2009 | 27
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El referente que el manifiesto instala es tanto político-social como estético: “Son tiempos duros para el hombre, decimos nosotros, volviendo a las barricadas después de una jornada llena de mierda y gases lacrimógenos” (p.7). El poeta está inmerso en la historia, es un sujeto político instalado en la barricada, en lucha callejera cotidiana. “Nuestra ética es la Revolución, nuestra estética la Vida: una-sola-cosa” (p. 8). Ética, Revolución, Vida: tres términos que configuran unidad para el infrarrealismo. Es decir, no es posible tener ética sin asumir la revolución y tampoco es posible vivir si no es estéticamente. O también, podríamos señalar, no es posible la revolución sin una estética y la vida sin ética. Una sola cosa. Ahora, quiero volver a la cita de hace un rato: “El poeta como héroe develador de héroes, como el árbol rojo caído que anuncia el principio del bosque” (p.8). El poeta es un héroe, aunque se trata de una heroicidad siempre degradada. No estamos ante la figura del gran héroe mítico. Sino ante un héroe posmoderno que opera siempre desde la caída de todo mito. Sin embargo este héroe menor tiene la capacidad de generar mediante sus micropolíticas de vida, de creación, heroicidades menores o
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subalternas. Quiero insistir en el carácter político del Manifiesto. Para ello tomemos nuevamente una cita: “Los burgueses y los pequeños burgueses se la pasan en fiesta. Todos los fines de semana tienen una. El proletariado no tiene fiesta. Sólo funerales con ritmo. Esto va a cambiar. Los explotados tendrán una gran fiesta. Memoria y guillotinas” (p. 8). La demarcación del lugar periférico: anteriormente la Institución Arte, la maquinaria cultural y, ahora, el territorio de la comodidad burguesa versus el proletariado, los explotados: lugar de los infrarrealistas. Memoria y guillotinas, dice el manifiesto, el recuerdo y el castigo: Acción, Acción. Pero también violencia. El viaje continuo que atraviesa la literatura bolañeana es esta permanente ‘desterritorialización’ de la que nos habla el Manifiesto, una nomadía que probablemente no conduzca a un lugar determinado. El viaje posmoderno dice adiós al viaje mítico. Ya no más el viaje trascendental, el
grandioso viaje metafísico, donde el camino de regreso será la superación, el aprendizaje, la revelación. Estamos ante un viaje probablemente sin retorno, un desplazamiento infinitizado, sin destino posible. La heterotopía fractalizada al límite, donde la belleza se trama en la degradación: “Un arco iris que principia en un cine de mala muerte y que termina en una fábrica en huelga” (p. 11). Nos encontramos con un sujeto sin lugar posible y en permanente flujo, que solo tiene para sí la memoria: “Que la amnesia nunca nos bese en la boca. Que nunca nos bese” (p. 11). Hacia el final del Manifiesto, Bolaño asume con certeza: “Soñamos con utopía y nos despertamos gritando” (p. 11). Es el tiempo de la postutopía y ahora solo queda el terror. Sin embargo, todavía hay vitalismo para señalar la necesidad de recuperar el sentido: “Hacer aparecer las nuevas sensacionesSubvertir la cotidianidad. O.K. DÉJENLO TODO NUEVAMENTE. LÁNCENSE A LOS CAMINOS” (p. 11).
1. En carta al poeta Edgar Altamirano, el también poeta José Vicente Anaya señala que escribió un ManifiestoInfrarrealista simultáneamente al escrito por Bolaño. | http://gbooks2.melodysoft.com/appl?ID=infrarrealismo 2. “El infrarreaslismo es un movimiento que Roberto Matta crea cuando Bretón lo expulsa del surrealismo”. Cf. María Teresa Cárdenas y Edwin Días, “Fragmentos de una conversación desconocida” en Revista de Libros de El Mercurio, 25 de octubre de 2003.
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La libertad de elección en el proceso de “de-evolución” / freedom of choice, Devo. –La música que haces es una respuesta, por lo menos, divertida a todo lo que te incomoda. –Amarguras no quiero. Hay que tratar en lo posible de enfrentarlo con ironía porque me parece patético. Algunos personajes me pueden parecer siniestros, y si tuviera que dar mi comentario no los trataría con mucha ironía: los mandaría a la concha de su madre. Pero vivo en una sociedad que me causa risa, la veo tan torpe, tan ingenua, con tanto retraso de ideas. Cuando relato estoy relatando el mundo. Es como un noticiario del siglo XX. Es como eso, tío, una cosa insana. - Entrevista de Luis Felipe Saavedra a Pogo en MUS.cl
Miguel Carmona
Estudiante de 4º medio y Miembro del comité editorial de Multitud Entre la música de los 70-80 la banda Devo tiene un lugar bastante definido dentro de la música. En un estilo que varía principalmente entre el postpunk electrónico y el new wave, tienen diferentes hits, clásicos, entre los cuales aquellos que llegaron principalmente a Chile serían Girl U Want, Whip It y Peek-a-boo. El disco que presentaremos aquí, titulado Freedom of Choice posee dos de aquellos tres clásicos y representa un referente dentro de la obra bastante vasta de este grupo, aunque nos preocuparemos más de las canciones críticas de este grupo que en aquellas de valor meramente estético. En este sentido cabe destacar la burla a la supuesta libertad de elegir en la sociedad actual que muestra la canción de ese nombre, Freedom of Choice que da el nombre al disco. A través de un par de ejemplos irónicos que incluyen una situación en que tu barco se hunde y tienes que elegir entre hundirte y nadar y un poema griego acerca de un perro que decide tomar un hueso, lamer el otro, caminar en círculos y caer muerto, así como la ironía amenaza nuevamente en los versos previos al coro exclamando: “Lo diré de nuevo en la tierra de los libres, usa tu libertad de elegir”, el mensaje queda bastante claro. Otro ejemplo de crítica en este disco es el tema que sigue a Freedom of Choice, Gates of Steel (Puertas de Hierro), que ahonda en el tema de la “de-evolución”, central en este grupo que de hecho se llama DEVO por
ese mismo concepto, la idea de que el hombre no evoluciona sino todo lo contrario. Así, el tema exclama “el principio era el fin de todo ahora/ el mono considera su cola/ está pegado a ella/ repite hasta que falla/ mitad estúpido y mitad dios/ un hombre no está hecho de metal”. Esto junto con la idea de derribar las puertas de hierro puede ser considerado como un intento para mostrar lo que es propio del hombre, la irracionalidad, la animalidad que no logramos ver por la magnitud de los descubrimientos y logros científicos, la influencia de la racionalidad, el positivismo, la idea de una realización del hombre a través de la ciencia. “Derríbalas y grita/ la tierra gira muy lento/ pero la tierra es lo que todos sabemos/ pagamos por humanidad...”, lo que muestra a Devo como parte de esa corriente de pensamiento que conocemos como posmodernismo. Finalmente, el último tema del cual hablaremos aquí será Whip It (Azótala) que no es una canción sobre sadomasoquismo (según una entrevista a Devo efectuada por Songfacts), sino una parodia a la sociedad en un estilo imitado al del libro Gravity’s Rainbow de Thomas Pynchon. De todas maneras luego de una lectura a la letra de esta canción se ve claramente una burla a las ideas obsesivas y de un cierto culto a la personalidad, ahondando un cierto tema de maltrato al resto. “Bajo cualquier situación, azótala”, grita la canción. A través de estas tres canciones se
puede ver el cómo de la influencia de este grupo sobre las otras bandas que no es sólo algo musical (influencia que se podría ver por ejemplo en Los Prisioneros), es por eso que en el inicio de este texto cito a Pogo, ex-integrante de los Fiskales Ad-Hok y de Locos por Larry que hoy está de vuelta con su grupo más conocido, Los Peores de Chile. Seguramente esta idea de burla debió haberlo influenciado más bien a través de bandas como los Dead Kennedys, pero la idea es la misma. Una crítica con cara de risa, tal como otro personaje que nos enseña a reír: “En verdad, semejante a mil infantiles carcajadas diferentes penetra Zaratustra en todas las cámaras mortuorias, riéndose de esos guardianes nocturnos y vigilantes de tumbas, y de todos los que hacen ruido con sombrías llaves” . En sus Mitologías, Barthes define al mito ideológico como un sistema semiológico (significante+significado =signo) que agrega un concepto a un signo previamente establecido. Y así podemos considerar al trabajo de grupos como Devo en sus letras, es la elaboración de mitos, de imágenes, de nuevas significaciones que buscan en cierta medida representar nuestra realidad social de ópticas diferentes. Después de todo, sí existen los mitos de izquierda. NOTAS 1. “El adivino”. Segunda parte. Así habló Zaratustra. Friedrich Nietzsche. Alianza Editorial. Pág. 200.
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El Che En más de en una ocasión intenté escribir sobre el Che, tarea en la que es demasiado fácil caer en el panfleto, en gritos de inclemencia excesivamente arraigados al registro patético y espetados como si fueran balas echadas al vacío o expulsadas desde un cañón muy ancho como para salvarlas de una trayectoria ridícula. Si hoy nuevamente intento escribir sobre el che es luego de haber visto la saga de Soderbergh, “Che el argentino” y “Che guerrilla”, sin duda uno de los más bellos homenajes al guerrillero argentino, encarnado en la cinta por Benicio del Toro. Es bello porque justamente no es panfleto, porque no hay un intento de recurrir al registro patético para emocionar al espectador con mecanismos vulgares. Al contrario, es una película compleja, los guiños son sutiles y la realidad descarnada: o
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sea, de que se pelea, se pelea y de que se fusila, se fusila. La película rescata al Che en su oficio mismo, la guerrilla, y para quien no cree en la revolución, para quien no cree en la guerrilla y que no cree siquiera en el guerrillero, la película no se sustenta en la creación de un mito humano como lo hiciera, por ejemplo, “Diarios de Motocicleta”. Por el contrario -y es donde reside tal vez uno de los valores fundamentales de la sagael héroe es enmarcado en un contexto donde su acción depende de la acción de otros hombres y de los determinantes de un contextos. Es lo que intenta dejarnos claro Soderbergh en la primera parte de la película donde la experiencia guerrillera de la revolución cubana se alterna con el viaje del Che a NY para su famoso discurso en la ONU donde ya convertido en un mito, entrevistado por una periodista norteamericana, intenta
desmitificar su propia figura. Es algo así como bien decía una crítica en The Clinic, un “cine con vocación marxista del siglo XXI, opuesto por esencia a la propuesta capitalista-hollywoodense”. Por lo demás, “Che: El Argentino” es quizás uno de los retratos más vividos de la revolución cubana y podemos en ella descubrir los fundamentos políticos que movieron aquella generación guerrillera, la fuerza con que la propuesta del hombre nuevo se forjó en los combatientes y, en ese mismo sentido, el como se formó la ética revolucionaria del Che, su sentido de la disciplina y la consecuencia. Sin embargo, a la pregunta ¿quién era el Che?, es quizás “Guerrilla”, la segunda parte de la saga, la que mejor responde. El Che enfrentado al asedio permanente, el Che enfrentado a las dificultades de la organización de la guerrilla,
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frente a Soderbergh y la historia Nicolás Slachevsky Estudiante de 4º medio y Miembro del comité editorial de Multitud el Che enfrentado a la falta de apoyo del pueblo boliviano, el Che enfrentado a la derrota; inevitablemente, también es el personaje enfrentado al sentido de su obra, cuestionado por ella. Es tal vez lo que hace su dignidad más evidente, porque su fe en la libertad va más allá de su existencia y esto nos lo deja ver cuando entrevistado por uno de sus captores sobre las causas del nulo apoyo del pueblo boliviano dice: “Tal vez nuestra derrota los haga despertar”. Soderbergh nos muestra la rápida degradación del proceso revolucionario boliviano que desde un principio parece condenada al fracaso. Se trata de una guerrilla torpe y que plantea un dilema: contrariamente al caso cubano, no se trató en Bolivia de un movimiento de origen nacional que fuese la expresión las fuerzas sociales activadas en el país y que por definición nacen de su propio potencial. Al contrario, era una guerrilla exportada. Para
el Che, sin embargo, la lucha no espera, y la muerte es secundaria cuando ya se han tomado las armas, o como dijo Juan Gelman que oyó decir a un servidor: “Pero si él dice que no hay que pelear hasta morir, hay que pelear hasta vencer, así que no está muerto”, lo que es lo mismo que: “En cualquier lugar que nos sorprenda la muerte, bienvenida sea, siempre que ese, nuestro grito de guerra, haya llegado hasta un oído receptivo y otra mano se tienda para empuñar nuestras armas”. El Che es sin duda un referente obligatorio para todo aspirante a revolucionario, pues de cierta manera es la revolución misma, y no el poder. “Otra vez siento bajo mis talones el costillar de rocinante; vuelvo al camino con mi adarga al brazo” dice en la carta de despedida a sus padres. Es de donde se construye el ícono que proyecta la imagen de un cristo al final del milenio. En su Elegía al
Che, Lihn dice que “las condiciones de la tragedia están dadas, y no faltan los héroes;/ más bien ellos forman ahora un ejército regular,/ un río subterráneo que se ramifica en los lugares estratégicos”. Es también la idea de la película, centrada en los pasos del héroe quijotesco en un contexto de héroes. En la última escena de la película se vuelve a la imagen en que el Che desde el Granma mira el mar y mira a sus compañeros. Es tal vez uno de los únicos momentos de la película en que se recurre a la subjetividad del personaje. La mirada del Che es infinita, y sin embargo, ¿qué proyecta? ¿Es acaso la derrota? ¿Es acaso una mirada inquisidora hacia Fidel y las futuras figuras del poder en Cuba? ¿Es la incertidumbre o la certeza de una victoria final? ¿Qué nos dice la última mirada del revolucionario?
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FOTO | Henri Cartier-Bresson Simone de Beauvoir puede ser considerada como la precursora de un feminismo sin una teoría especifica, centrado más bien en la definición de la existencia, del ser mujer, de hacerse mujer. Recordemos su célebre frase no se nace mujer se deviene. Su filosofía existencialista es aplicada a esta construcción del sujeto y su obra entera muestra esta voluntad de definir un sujeto mujer que se hace y que entonces no es una esencia o una naturaleza. Según Danièle Sallenave , es la escritura sobre sí misma que la conducirá a pensar que existe para las mujeres dificultades específicas a su sexo. Por lo tanto su preocupación de saber cómo se nace mujer y qué es, ser mujer, tiene como origen su búsqueda interna por establecer su Yo, su subjetividad. Los escritos autobiográficos se caracterizan por esta necesidad de encontrarse con su ser interno, cualquiera que sea el propósito del autor de estos, es decir justificarse, auto validarse o presentar su proyecto existencial. Están estrechamente relacionados con la identidad y la construcción del Yo. En “ Memorias de una joven formal” (1958) me interesó analizar su búsqueda personal, desde la perspectiva de sus relaciones de amor y de amistad, su relación con
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Estudios diacrónicos en torno a los temas el otro o la otra. De qué manera estas relaciones crean una tensión entre la voluntad de emancipación que la anima y la dependencia afectiva que padece a pesar de todo. Jacques fue su “primer amor” y primo, pero también alimentó una relación profunda y que podríamos considerar como lésbica con Zaza (Elisabeth Mabille) su mejor amiga de juventud, lo que nos hace entrever la Simone bisexual no declarada como tal y vanguardista para su época. Cabe también comparar o entrever las diferencias que los escritos de sus “Cuadernos de juventud” (1926-1930) muestran con respecto a estos cuestiona-mientos. Los Cuadernos de Juventud, inéditos, fueron publicados en marzo de este año(2008) por su hija adoptiva Sylvie Le Bon de Beauvoir que declaró en esta ocasión que asistimos al nacimiento de la mujer que conocemos como el “Castor”, es decir una mujer emancipada, libre de su origen católico y burgués. Mostrar este nacimiento, esta construcción de su Yo relacionándolo con su propuesta a posteriori, 28 años más tarde en sus memorias revela un interés mayor. Encontramos en estos cuadernos diferencias en la percepción de su Yo con respecto
a la manera cómo Simone de Beauvoir lo construye en sus memorias, pero al mismo tiempo la reconocemos. La complejidad de la autora, la riqueza de su obra y su vida vorágine -ella misma se considera como un ser que necesita acción, “yo, necesito una vida devoradora. Necesito actuar, gastar energías, crear; necesito una meta para alcanzar, dificultades para vencer, una obra para realizar.” - son una característica que perdura a lo largo de su obra y de su vida. Este periodo de su vida, reflejados en los cuadernos de juventud, muestra a la Simone luchadora, emancipada o buscando la emancipación, a la Simone indomable que conocemos o que aprendimos a conocer. A través el análisis de estos dos textos, las memorias por una parte y los cuadernos por otra, pude ver como la escritura fue determinante para Simone. En sus cuadernos de juventud ella dice “Necesito conocerme y saber el sentido de la palabra Yo: de ahí la imperante exigencia de esta obra que me ayuda a salir penosamente de mi incertidumbre “ Conocerse y comprenderse es el propósito de Simone en toda su obra, incluso en sus otros escritos, no olvidemos que “El segundo sexo” responde a la pregunta ¿qué es ser
HISTORIA
Elsa Santander | Profesora de Economía y Ciencias Sociales
Simone de Beauvoir del amor y la subjetividad en sus memorias y cuadernos de juventud mujer?, pregunta que muestra esa interrogante humanista que tiñe su pensamiento. Comprenderse para construirse pero también construirse a través de la escritura. Por otra parte, la escritura de su diario íntimo responde a la necesidad de dominar las emociones que la invaden y de controlar sus sentimientos, ella dice: “En el fondo, yo que soy tan intelectual, ¿no sería más bien simplemente una intuitiva? Hay algo curioso; pongo la razón en mis sentimientos y mi espontaneidad en mis ideas” y otra reflexión: “es entonces que empecé a escribir un diario para controlar e intentar retener eso que se me escapaba…” y eso que se le escapaba fue sin duda el sentimiento hacia Jacques, sentimiento incontrolable pero demasiado lejano a su proyecto de vida. Un sentimiento o amor demasiado romántico y pequeñoburgués para una joven que sueña con otro mundo, un mundo más libre, más libertino. Comprender ese sentimiento y las emociones, deseos que lo acompañan a través la escritura de su diario íntimo permitió sin duda alguna a Simone encontrar su rumbo, su verdad. Se debe volver a la teoría sobre los géneros referenciales para darse cuenta de las diferencias que encontramos entre los relatos de
las memorias de una joven formal, pero también en el capítulo primero de “Final de cuentas” (1972) donde Simone se pregunta por ejemplo que hubiera pasado si se hubiese casado con su primo Jacques y todo su análisis sobre el azar. Es así que, las diferentes características de estos textos, nos permiten también entender mejor las diferencias eventuales en los relatos de los hechos y los análisis que la autora realiza. Como justamente el lugar que Simone le da a Jacques en sus memorias, un lugar inferior que no es el mismo durante casi 700 páginas de sus cuadernos de juventud. No es casual, estudiando a Simone de Beauvoir, esta precursora de la emancipación femenina, preguntarse sobre sus relaciones amorosas. Tendemos a creer que una mujer estructurada, exitosa, liberada de sus origines sociales conservadores y de la religión católica, tiene necesariamente un comportamiento en sus relaciones “privadas” supuestamente coherentes con el discurso progresista e existencialista. De manera general creo que así lo fue con Simone De Beauvoir, pero esa coherencia anhelada, esperada no nace de la nada y entrever las dudas, los azares que conducen a, es lo que motiva en parte esta
indagación apasionada a través la lectura de estos textos y de sus escritos auto referenciales. Entonces podemos decir que estamos tentados en definir o queremos encontrar o esperamos de todos estos relatos una artificial coherencia o continuidad que en verdad no puede ser ya que justamente las diferentes épocas en las cuales Simone escribe muestran un Yo diferente y sobre todo diferentes maneras de abordar la misma situación. La figura de Jacques y la importancia que ella le otorga no es la misma en los cuadernos que en el resto de las memorias de Simone, porque él dejo de ser importante en un momento determinado, y otros u otras tomaron ese lugar. Pero sí, observamos que estos escritos reflejan una estructura, un esqueleto, una sustancia que definen a esta mujer y que reconocemos. Fundaciones que ciertamente Simone construyó en su juventud y que sus cuadernos de juventud muestran con mucha nitidez. La llegada en la vida de Simone de Sartre fue lo sabemos fundamental, fue él quien permitió sin duda alguna dar un paso en la definición de su Yo, particularmente en cuanto a sus relaciones amorosas. Existe un antes
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y un después Sartre a nivel de su relación con el amor, el tema del matrimonio y la definitiva ruptura con el mundo burgués, que la lectura apasionante de sus cuadernos de juventud fue revelando poco a poco. Algo significativo es sin duda el fin de este diario de vida en el cuaderno número siete, cuando ella decide que es Sartre a quién ama. Finalmente, a pesar de todas las dudas genuinas que atraviesan a Simone y que expresa en sus cuadernos de juventud con respecto al sentimiento amoroso, podemos decir que al “final de cuentas” Simone eligió su destino, no se dejó llevar por sus sentimientos más románticos y quiso emprender la propuesta que Sartre le ofrecía. Sus memorias, las de una joven formal, retoman finalmente con fidelidad el relato de esa época, lo que nos permite levantar las sospechas que podríamos haber tenido frente al Yo de Simone. El lugar preponderante que toma Jacques en sus cuadernos y la decisión de resolver esto en el último tomo de sus memorias como alguien que fue menos decisivo que Zaza en su vida, se comprende y concordamos con este análisis. El que realmente le abrió el camino para ser la mujer emancipada y libre que conocemos no fue Jacques, fueron todos los que amo en ese periodo. Sentimos que su amistad con Zaza y Stépha o con Maheu fueron mucho más determinantes. De hecho sus cuadernos muestran y dicen lo pobre de la relación que mantenía con Jacques, aunque se tornaba a veces en una obsesión. Se vislumbra en sus reflexiones la voluntad de cambio en ella, de querer dominar la situación y sus sentimientos, de adoptar la teoría de la contingencia de Sartre, porque como lo dice, la entendía
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tal vez mejor que su propio autor. Cuando en el desarrollo de su relación con Sartre éste le recuerda que no debe aferrarse a él porque él necesita vivir otras experiencias, tener otras relaciones amorosas, adoptar amores contingentes, Simone llora y sufre: “...me duele. Me duele escribir estas cosas en estas hojas que no leerá, escribir sobre él, sola. Que no sea más “nosotros dos castor”, pero que exista él/yo. El que amo, apasionadamente.” Sin embargo declara que esas lágrimas no son de tristeza totalmente pero de lucidez frente a su destino, un destino más solitario, menos dependiente del otro, un destino donde la escritura tomará el primer lugar. “Tengo que intentar escribir, mi única oportunidad. Mi única chance de despertar en mí, para mí, un interés. Mi única chance de no ser únicamente para él una dulce carne, un poco de gracia, una ternura fácil, un pequeño animal cariñoso.” Entonces entendemos que Simone antes que todo amor o felicidad romántico y normativo, decidió un proyecto de vida basado en la escritura y pensamos que no fue Sartre, del todo, quién la alejo del mandato patriarcal o quién la salvo de un destino común de mujer de su época , pero fue ella misma, su reflexión sobre el mundo y las relaciones con las(os) otras(os) y la oportunidad que tuvo de poder realizar, crear su vida, de poder seguir el camino del conocimiento, apartarse del conformismo. La feminista que conocemos se revela a mi parecer mucho más en esta decisión que en los escritos posteriores. Ella quiso la aventura de la vida y sus amores le entregaron la fuerza del sufrimiento para seguir luchando y construyendo, desde su posición, una vida propia, su vida, la vida de un Castor que lucha por ser, un castor guerrero.
NOTAS
1. Sallenave Danièle, Castor de Guerre, une Biographie de Simone de Beauvoir, Gallimard, Paris , 2008. 2. De Beauvoir Simone, Mémoires d’un jeune fille rangée, Gallimard, Paris, 1958, traducción , Pág. 302. “Moi, il me faut une vie dévorante. J’ai besoin d’agir, de me dépenser, de réaliser; il me faut un but à atteindre, des difficultés à vaincre, une oeuvre à accomplir.” 3. De Beauvoir Simone, Cahiers de jeunesse, Gallimard , Paris, 2008, pág. 442. 4. De Beauvoir Simone, Cahiers de jeunesse, Gallimard , Paris, 2008, pág, 145. 5. De Beauvoir Simone, Tout compte fait, Gallimard, Paris, 1972, Cápitulo nº 1. 6. Traducción nuestra: De Beauvoir Simone, Les cahiers de jeunesse, Gallimard, Paris, 2008, pág.825 7. id, pág.839
Bibliografía Para entender la fuerza de los géneros autobiográficos :
•
Girard Alain , Le journal intime, Presses Universitaires de France ( PUF), 1963Paris.
•
Le jeune Philippe, Le pacte autobiographique, Editions du Seuil, 1975Paris.
•
Biografía de Simone de Beauvoir: Sallenave Danièle, Castor de Guerre, une Biographie de Simone de Beauvoir, Gallimard, Paris , 2008.
•
De Beauvoir Simone, Mémoires d’une jeune fille rangée, Gallimard, Paris, 1958
•
De Beauvoir Simone, Les cahiers de jeunesse, Gallimard, Paris, 2008
•
De Beauvoir Simone, Tout compte fait, Gallimard, Paris, 1972.
•
De Beauvoir Simone, Le deuxième sexe II, Gallimard, Paris, 1949.
HISTORIA
Michel A. Figueroa Mardones
| E-mail: politicus.homo@gmail.com Alumno de primer año de la Carrera de Ciencias Políticas y Administrativas. Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, Universidad de Concepción
pus Dei ¿L Preguntar qué es el Opus Dei, es entrar a un mundo casi desconocido lleno de mitos, enclaustrado en un secretismo sin igual, lleno de contradicciones y principios que parecen no tener fundamentos validos ante los ojos de la comunidad en general; que mira con distancia aquellas prácticas, poco ortodoxas, elitistas y conservadoras. Eso es lo que pude observar, cuando llegó a mis manos el documental “Opus Dei, una cruzada silenciosa” , en el cual, con estupefacción y un grado no menor de tolerancia, no quite los ojos de la pantalla y con sentimientos encontrados de creyente pero pensante, comencé, con una mirada crítica, a responder la interrogante de si, el Opus Dei es ¿La verdadera obra de Dios?. Como es bien sabido, Opus Dei, significa “Obra de Dios” siendo ésta una prelatura personal, un término incluso un tanto desconocido para los mismos católicos, lo que es “una especie de diócesis, sólo que en su caso las fronteras están definidas por contrato más que geográficamente. (...) La que esta dirigida generalmente por un obispo.” Incluso, es considerada, no más que, una agrupación de sacerdotes y fieles, por algunos prelados que miran con discreción algunas de sus prácticas. Sus albores se remontan al 1928, cuando el sacerdote Josemaría Escrivá de Balaguer, impulsado por lo que sería una revelación casi epifánica, decide fundar esta “nueva orden”, para así lograr santificar el mundo desde dentro, con la vocación universal de todo cristiano a la santidad. Pero esta vez, una santidad entendida en lo cotidiano, en la tarea diaria del trabajo, la entretención y la familia. Con una entrega ciega del quehacer a Dios, una obediencia sin igual y una exaltación religiosa casi medieval. Dentro de sus prácticas habituales, se encuentra la misa diaria, las mortificaciones (entre los que se cuentan el uso del cilicio y azotes), la entrega constante y hacer las cosas de forma prolija como una ofrenda a Dios, de tal forma de ir santificando sus labores diarias, para ir glorificando al mundo “desde dentro” para así expandir el mensaje de salvación. Sus miembros, están repartidos por todo el mundo. Son una vasta red de
a verdadera obra de Dios?
personas con poder, tanto trabajadores, como estudiantes, abogados y médicos; pero el factor en común es que la gran mayoría pertenece a familias acomodadas, sin problemas económicos y de una ferviente fe. Los hay casados, célibes, religiosos y en gran medida padres de familia. Las familias son de gran número, ya que creen que la mujer se hace santa después de haber concebida a su octavo hijo, de tal forma que para los Opus Dei, no son concebibles las familias pequeñas con dos o tres hijos; a su vez los hijos son sometidos desde muy pequeños a una estricta formación doctrinaria, casi teologal, de tal forma que desde pequeños van conociendo y haciéndose parte de esta obra. Si bien, esta prelatura rompe con los esquemas más tradicionales de la Iglesia, se rescata, el nivel de preparación de sus miembros. Personas muy eruditas en materias doctrinarias y con una entrega a su fe casi obsesionada. Lo que en algunos casos lleva a caer en fundamentalismos irracionales, donde la erradicación de la razón es un elemento trascendental, ya que para entender los fundamentalismos de Escrivá simplemente con razón es imposible, están fuera de toda lógica, concebir elementos bíblicos como razón única; que la norma moral objetiva sólo proviene de Dios; que la lectura de autores como por ejemplo Nietzsche sean un mal pasar; son creencias infundadas, fuera de cualquier patrón religioso; incluso creer aquello, nos lleva a dejar de lado conocimientos científicos, como la teoría de la evolución, nos podría llevar a concluir que quienes no creen en Dios no tienen moral e incluso restringe el saber al vetar el conocimiento provenientes de algunos autores trascendentales en la vida de la humanidad. Bajo la mirada cristiana-católica, la verdad proviene de Dios, se expresa en la Biblia, como fuente inspirada, y es complementada por el Magisterio de la Iglesia, pero sin escapar de los elementos de la razón y la ciencia que crece y progresa día a día. Verdad que no reconoce fronteras, ni razas, pues es omnipotente y omnipresente.
Verdad que es revelada a todo el que la busca, y no por uno, como lo sostiene el fundador del Opus Dei. Esta verdad no va contra el ser del hombre, sino más bien lo complementa con el crecimiento integral de las personas. Pero parece que los miembros del Opus Dei entre tanta practica sectaria, secreta, elitista, conservadora e incluso anacrónica, han olvidado cual es la verdadera obra de Dios, tan sólo representan un olvido consciente, de la verdadera lucha por la salvación. Esa obra que se principia en el ser de cualquier cristiano, dar la vida entera, entregarse por completo al llamado de la salvación, que no se logra repitiendo incansablemente rezos, ni asistiendo a misa todos los días, ni sesgándose en supercherías un tanto vanidosas, ni en rituales; sino en actos concretos, en lo humilde, en lo pequeño, es los sectores marginales, trabajando con los verdaderos rostro de Cristo sufriente, sucio y hambriento que se vive en cualquier barrio humilde de nuestro país, y no en casas lujosas, llenas de gente bonita, con ojos azules y muy limpiecitos. Se vive recorriendo campamentos, instruyendo a los privados de razón y dando un mensaje de apoyo y caridad, más que aquel vil dinero, que tan sólo ayuda a saciar necesidades momentáneas. La verdadera obra de Dios, se encuentra cuando el verbo se conjuga, en acción, en medidas específicas, en el accionar de las personas, trabajando en poblaciones y barrios donde realmente se construye día a día la Iglesia. Donde se conocen los problemas de la gente, en las comunidades cristianas de base. Donde la fe verdaderamente se vive y existe. NOTAS 1. Marcela Said y Jean de Certeau, año 2006, 52 minutos de duración. 2. Allen, John. Opus Dei, una visión objetiva de la realidad y los mitos de la fuerza más polémica dentro de la iglesia católica. Barcelona, Editorial Planeta, 2006, p. 52 3. Faja o cadenillas de hierro con puntas que provoca incomodidad o sufrimiento, que utilizaban algunas comunidades cristianas para provocar mortificación corporal; de tal forma de aminorar las tentaciones de la carne y asemejar al sufrimiento de Cristo en su pasión.
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En busca de una justificación
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NDIVIDUO y ociedad
del Cambio (o El valor crítico de Stirner)
Hoy no saldré más que por mí y oíran el grito de mis entrañas. Por más que a ustedes les sea útil, por más que a la sociedad le sea útil por más que la sociedad lo forme, lo modele, lo quite, lo abra, lo bote] será siempre eso: mi grito. - Efmam J. Jasond
Miguel Carmona (estudiante de 4º medio y miembro del comité editorial de Multitud “¿Por qué oponerse al sistema? ¿Por qué pensar en cambio?”, a veces me encuentro pensando esto bastante seguido. Seguramente muchos ya estarán a punto de apedrearme (“Ah, conciencia de burgués” podrían decir otros, pero la pregunta es más importante de lo que parece). El marxismo clásico no proporciona muchas respuestas al respecto pero se pueden identificar en dos posturas: la oposición al sistema vendría por una conciencia de clase (por lo tanto, por el proletariado), por la emancipación humana, o poco importa ya que las supuestas condiciones históricas dadas llevarán necesariamente a la revolución. Otra respuesta a esta pregunta podrían proporcionarla los moralistas de izquierda, y sería, de manera resumida, la lucha contra un sistema injusto, inmoral, inhumano, etc. Y seguramente esta última sería la posición de la mayor parte de la izquierda.
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En este ensayo intentaré orientar una respuesta desde el punto vista individual, se trata por lo tanto de encontrar una justificación subjetiva del cambio. Para empezar, la última respuesta causa numerosos problemas, entre los cuales el más importante es aquel de la definición de lo que es “justo”, “moral” o “humano” y en este caso nos podemos remitir para la definición de “humano” al concepto de antihumanismo teórico de Louis Althusser, con el cual podría coincidir el siguiente fragmento de aquello que dijo Foucault en su debate con Chomsky: “¿no se corre el riesgo de definir esta naturaleza humana, que es al mismo tiempo ideal y real – y que hasta ahora fue ocultada y reprimida – en términos tomados en préstamo de nuestra sociedad, nuestra civilización, nuestra cultura? […] [El socialismo de un cierto período] soñaba con una naturaleza humana finalmente liberada. ¿Qué modelo
utilizó para concebir, proyectar y eventualmente llevar a la práctica esta naturaleza humana? Fue, de hecho, el modelo burgués. Consideraba que una sociedad desalienada era una sociedad que daba lugar, por ejemplo, a una sexualidad de tipo burgués, a una familia de tipo burgués, a una estética de tipo burgués […]. La universalización del modelo de la burguesía ha sido la utopía que ha animado la constitución de la sociedad soviética” . Y lo mismo podríamos decir respecto a los conceptos de “justicia” y “moral”, por lo tanto no constituyen una respuesta sólida a nuestra pregunta previamente expuesta, ya que se puede correr el riesgo de reproducir las viejas formas de dominación. En este sentido Stirner ya hubiera dado una respuesta satisfactoria al respecto, también identificando el concepto de Hombre como meramente ideológico, tendiente a dominar a lo que para él es lo real y primario, el individuo: “El que
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medita en el Hombre pierde de vista a las personas a medida que se extiende su meditación; nada en pleno interés sagrado, ideal. El Hombre no es una persona sino un ideal, un fantasma” . Por otro lado, aquella posición de la inevitabilidad del Cambio puede ser descartada. No la descarto porque afirme que no hayan condiciones objetivas para aquél, sino más bien (y aquí se podría ver nuevamente a Althusser) porque aquellas condiciones objetivas, el desarrollo de las fuerzas productivas, están subyugadas a las condiciones subjetivas, las relaciones de producción. No por nada Marx decía que la lucha de clases era el motor de la historia. Por último, parece que nos quedáramos con la primera respuesta que expusimos. El Cambio ¿se justificaría por nuestro interés de clase. Sin embargo, aquel concepto de “clase” es cada vez más difícil de definir debido al desarrollo del trabajo inmaterial, lo que nos lleva a hablar de “multitud”, tal como dice Negri: “Un significado de multitud deriva del hecho de que lo oponemos a “clase”. Desde la perspectiva de una renovada sociología del trabajo, el trabajador se presenta cada vez más como portador de capacidades inmateriales de producción; el trabajador se reapropia del instrumento/útil del trabajo. En el trabajo productivo inmaterial, el instrumento es el cerebro […]. Esta singular capacidad de trabajo convierte a los trabajadores en multitud, más que en clase.” … y como se sabe, en el concepto de multitud está también el concepto de singularidades, del individuo. Y he aquí que aparece Stirner, aquel burlado de la historia. ¿No será cada uno su propia justificación del Cambio? Es por eso que considero que caemos en un error al ocupar un lenguaje moral para hablar de éste. Si todo lo demás no consituye más que un respuesta parcial y limitada no nos queda más que ser egoístas. Yo soy mi causa y es por Mí que la idea de Cambio se justifica. La idea parece poco romántica pero pareciera que hay que acostumbrarse; así como puede tener consecuencias pesimistas: nadie puede realizar el Cambio
por Mí, Yo no puedo realizarlo por alguien. Cada individuo es irremplazable y tiene como una razón para el cambio social su propio interés. Se me puede responder que el sistema está basado en el egoísmo que yo estaría reivindicando, pero ahí se está tomando precisamente el punto de vista de los capitalistas, son ellos los egoístas, el resto somos una masa de “altruistas” que regalamos lo nuestro a cada instante aceptando la trascendencia política, aceptando que ciertas corporaciones sean dueñas de nuestras vidas, nuestros cuerpos, etc. En este sentido hay que entender el egoísmo como reapropiación de la vida y reapropiación del trabajo que, como buenos “altruistas”, hasta ahora estabamos regalando. ¿Significa esto acaso la negación de toda vida en comunidad? Claro que no. Es imposible afirmar que no somos dependientes del resto de los individuos, así como no somos realmente libres. En este sentido, la respuesta de Stirner tiene una cierta “gracia”. Así como un par de siglos antes Descartes había negado las matemáticas y las ciencias, buscando su cogito, para luego “salvar” las mismas ciencias que previamente había descartado, Stirner descarta la vida social para “salvarla” dándole un fundamento que no funcione como una opresión del individuo. Se trata de la “asociación de egoístas”, especie de superación de la dialéctica individuo/ sociedad, cuya descripción podemos encontrar en el siguiente pasaje: “En la asociación, Tú tienes todo tu poder, toda tu riqueza, y te haces valer en ella. En la sociedad, Tú y tu actividad son utilizados. En la primera, Tú vives como egoísta; en la segunda vives como Hombre, es decir, religiosamente; trabajas en la viña del Señor. Tú debes a la sociedad todo lo que tienes, a ella le debes lealtad y estás atormentado por deberes sociales; en la asociación, no eres deudor de nada, ella te sirve y Tú la abandonas sin escrúpulos cuando ya no te ofrece ventajas. Si la sociedad es más que Tú, la harás pasar delante de ti y te harás su servidor; la asociación es tu instrumento, tu arma; ella agudiza
y multiplica tu fuerza natural. La asociación no existe más que para ti y por ti; la sociedad, por el contrario, te reclama como su bien y puede existir sin ti: la sociedad se sirve de ti y Tú te sirves de la asociación […] si me asocio es por mi propio interés, y si sacrificara alguna cosa sería también en interés mío, por puro egoísmo” . Es decir, la asociación de egoístas se muestra como aquella organización social que busca pervertir en menor medida las relaciones humanas en cuanto al interés del individuo (que se muestra también como el fin de toda religión trascendente, toda relación trascendente). Parece extraño (y esta conclusión se parece a aquella que hace Michel Foucault en el primer tomo de la Historia de la sexualidad), que aquello que nos falta, es justamente lo que, por tradición, hemos condenado: egoísmo. NOTAS 1. Ocuparé la noción de “Cambio” para evitar aquella de “revolución” que podría quizás causar más de un malentendido de aquello que quiero decir. “Revolución” suena sobre todo a un cambio violento y puntual, mientras que es sólo una de las formas de ver el “Cambio”. 2. Noam Chomsky/Michel Foucault. La naturaleza humana: justicia versus poder. Un debate. Katz Editores. Pág. 62-63. 3. Max Stirner. El Único y su propiedad. Editorial Reconstruir. Pág. 84. 4. Antonio Negri. Guías. Cinco lecciones en torno a Imperio. Editorial Paidós. Pág. 38. 5. O más bien los que parecen ser egoístas: “La burguesía se ha liberado del despotismo y de la arbitrareidad individual; pero ha dejado subsistir la arbitrareidad que resulta del concurso de las circunstancias y que puede llamarse la fatalidad de los acontecimientos; hay siempre una suerte que favorece y personas que tienen suerte. 6. Cuando, por ejemplo, una rama de la industria llega a arruinarse y millares de obreros se quedan en la calle, se piensa con bastante exactitud que el individuo no es culpable, sino que la culpa es de las circunstancias; cambiemos, entonces, esas circunstancias y hagámoslo radicalmente para que no estén condenados a semejantes eventualidades”. Max Stirner. El Único y su propiedad. Editorial Reconstruir. Pág. 124. 7. O más bien, según Stirner, “egoístas involuntarios”. 8. Íbid. Pág. 318.
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Participación política en contextos en transformación Daniel Topaz (Estudiante de psicología Universidad Diego Portales) El rasgo principal que define el momento actual de la humanidad es sin duda la constante transformación del contexto global. Podemos sin embargo aislar muchos elementos de la “civilización” capitalista y encontrar en ellos más continuidad que quiebre, por ejemplo en la hegemonía que ha tenido el modelo de consumo en la configuración de la globalización. El consumo es una institución capitalista que basa su existencia en el rol preponderante del mercado en toda actividad humana, además de haberse convertido en principal referente identitario siendo a la vez naturalizado como la más propia conducta social. En este sentido, a la vez, el consumo moldea nuestra forma de ser como sujetos y la forma de comportarse de la sociedad. Así encontramos en esta actividad un importante flanco de crítica contra el sistema neoliberal, sin embargo puede convertirse en una gran arma contra el mismo sistema. Quisiera para referirme a lo anterior ejemplificar con el caso de los sujetos que hemos optado por una vida vegetariana. Lo anterior ya que ha mi juicio el vegetarianismo para muchos es una bandera de lucha que batalla desde una ética del no-consumo. Al privarnos de un
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producto de consumo, enviamos una señal a nuestro entorno más cercano, los llamamos a cuestionarse profundos axiomas falsos, anquilosados en las conciencias del rebaño ciudadano. Al igual que es ciertamente falso que la naturaleza humana se caracteriza por el egoísmo, es falso que necesitamos de la carne para sobrevivir. Las necesidades humanas son universales para todas las culturas y en todos los tiempos, es decir no hay necesidades creadas. Podríamos consensuar en que las necesidades fisiológicas nos son comunes a los seres humanos, además de otras de orden psicológico como la seguridad y las necesidades de afecto. Lo que sin duda varía entre las culturas y a través de los tiempos, son los satisfactores que sacian esas necesidades. No es discutible que el ser humano necesita la diversión, pero que para divertirnos necesitemos ver un rodeo en el que animales sufren es algo diferente. Así mismo la necesidad del consumo de carne es un mito, con la tecnología actual no tiene mayor sentido, es una opción personal a la que muchos se apegan por ignorancia o por falta de conciencia. No quiero ahondar en una defensa del vegetarianismo, mas,
me parece importante destacarlo como un ejemplo de la ética del no-consumo a la que me refería. En la actualidad parece imposible no consumir, es más, consumimos productos “no éticos” diariamente. Zapatillas fabricadas por niños explotados que ganan menos de un dólar diario y otros productos con los cuales financiamos la injusticia y la acumulación de riquezas en manos de unos pocos. Así es que el no-consumo surge como un espacio de liberación. Mi conclusión es que los órdenes sociales más justos se deberían basar en un consumo sano y ético, es decir, para la autodeterminación es necesario el autoabastecimiento. Claro que esto puede parecer poco eficiente considerando el actual desarrollo tecnológico. Esta falencia puede solucionarse creando pequeñas redes de producción, distribución y consumo de productos que garanticen no ser fabricado en condiciones poco éticas, de explotación o violencia. Por último, todo aspecto de la vida se ha convertido en un espacio de lucha, los que nos oponemos a este sistema de injusticia y no-libertad, debemos ser los primeros en vivir de acuerdo a la ética que prodigamos para la sociedad. No a la industria de muerte para producir carne.
INDIVIDUO y sociedad Alan Berezin Estudiante de sociología Universidad de Chile
POR LA CARRETERA
Durante toda mi vida estuve equivocado, sí, aunque me cueste creerlo durante toda mi vida creí cosas que en realidad no son, siempre pensé que el cambio debía ser sólo exterior, que todo estaría bien si el exterior cambiaba, yo pensaba que sólo así terminaría la desigualdad, sólo así dejaríamos de pelear entre nosotros, solo así habría justicia, sólo así seriamos libres, iguales y felices. Sin embargo de un momento a otro todo cambió. No recuerdo bien que día fue, ni que mes ni que año, no se si llovía ni si había sol, sólo sé que fue un día extraño, algo así como un día fuera del tiempo, donde no habían ni segundos, ni minutos, ni horas, fue simplemente un día en que una voz me dijo tómate un segundo por favor, el siguiente minuto siéntate a observar, los próximos 2 minutos mira qué ves, los 3 minutos posteriores preguntante qué sientes, cuando ya hayan pasado 4 minutos sabrás realmente quién eres o más bien qué eres. A partir de este simple ejercicio que una voz me inspiró a hacer me surgieron cientos de preguntas que recorrieron todas las neuronas de mi cabeza y a su vez surgieron otras cientos de respuestas que recorrieron mis neuronas pero en sentido contrario, así como una gran carretera. Carretera que comenzó en mi conciencia, pasó por mi corazón, y luego por mi mente, pero a diferencia de una carretera normal que tiene un principio y un fin, esta carretera interna no tenía un fin, era más bien infinita. ¿Por qué las cosas son como son?, ¿cuánto de todo esto es consecuencia de nuestras propias causas?, ¿cuánto hemos hecho al respecto?, ¿cuánto aún nos falta por hacer?, ¿cuánto nos falta por descubrir?, ¿cuánto nos falta por derrocar?, ¿cuánto nos falta por enseñar?, ¿cuánto nos
falta por construir?, eran preguntas que corrían a toda velocidad por aquella carretera, pero fue tanta la velocidad con que lo hacían, que un momento unas con otras comenzaron a chocar, fue un terrible accidente, pero ninguna de ellas murió, sino que extrañamente ocurrió todo lo contrario, alguien nació, mi interior nació. Desde aquel momento comprendí que no todo estaba fuera de mí, sino que más bien todo estaba dentro de mí a su vez también, porque exterior e interior no eran 2 opuestos, no podían serlo. Esto fue una revelación, algo fuerte, algo así como el día en que me di cuenta que Dios no existía, al menos no como un ente separado de su creación que es como las religiones plantean a dios, entonces al igual que creador y creación eran una misma esencia, exterior e interior también lo eran, siempre lo habían sido y yo no había sido capaz de darme cuenta de ello. Ahora lo sé me decía a mismo, yo soy responsable del cambio, todo debe partir de mí, yo soy, yo soy, quise gritar, pero me di cuenta que estaba solo, no había nadie que me escuchara, no había un nosotros que respondiera. Claro había olvidado al nosotros, nuevamente había errado, no era un yo soy, era un nosotros somos, nosotros somos, nosotros somos y comencé a gritarlo, y un montón de voces se alzaron y comenzaron a gritar conmigo, gritábamos al unísono mientras caminábamos por la carretera, si aquella carretera infinita que todos habíamos soñado, era como una protesta donde caminábamos juntos, pero no había un destino final, simplemente caminábamos todos felices por la vida gritando. Sin embargo de un momento a otro todos se callaron, la carretera desapareció y comencé a caer, caer y caer, todo se había ido, todo
había desaparecido, de pronto estaba tendido en mi cama, todo había sido un sueño, si un lindo sueño, pero a diferencia de lo demás yo ahora estaba despierto, yo había despertado. Todo esto que me había ocurrido había sido por algo pensé, no podría ser azar que esto me estuviera ocurriendo a mi, no podía ser un simple cuestionamiento acerca de nosotros y todo lo que nos rodea, era algo mucho más grande que ello. Yo ahora lo sé, el problema es o más bien la respuesta a todo ello es que aunque no lo creas tu momento también ha llegado, tú lo sabes, tú lo sabes, las cosas ya han empezado a darse, todo está alineándose, la conexión es ahora más fuerte que nunca y tú lo sabes, siempre los has sabido, siempre los haz soñado, lo haz esperado toda tu vida, siempre estuviste ansioso de que llegara, pero a pesar de ello te haz quedado solo soñando. Es raro pero justo ahora que lo que siempre quisiste esta frente a ti, no sabes que hacer con ello, no sabes por dónde partir, ni por dónde terminar, aún no sabes como despertar. El mundo te lo está pidiendo, debes despertar, él sabe tanto como tú sabes que tu tienes las herramientas, pero sigues escondiéndote, a veces pareces una cucaracha, a qué le temes me pregunto yo, sí a qué le temes si puedes sobrevivir a todo incluso a la radiación si así lo quisieses. Todos nuestro dones tenemos que aprovechar, y nuestras habilidades desarrollar, cada uno tiene un talento ya no hay que esperar, a cada uno lo que le corresponde, como dice una canción, si a cada uno lo que corresponde, abre tus ojos, levántate y empieza actuar. Despierta, despierta, despierta.
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viviremos “un poco más allá”
DIBUU
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na
Urbain
Eloísa Vicuña Kahler. (Santiago, junio de 2009)
Son las diez de la mañana en la sala de clases y faltan siete horas para poder irme a mi casa. La profesora de filosofía habla y habla, y mientras más habla menos dice. Es una falsa profesora, que no sabe conjugar los verbos, amparada por la municipalidad de Providencia y amiga de las eternas encargadas del colegio, unas señoras pechoñas de abrigos de piel, amigas del alcalde Labbé. Veo el reloj y parece paralizado, por lo que apoyo la cabeza en la mesa y miro por la ventana. La virgen instalada en el cerro San Cristóbal, sobre un fondo gris invernal, me hace recordar lo fríos que están mis pies. Firme en la cima, parece contemplar a sus fieles desde la altura. Ojalá haya un temblor, pienso. Me da risa imaginar que todas saldrían corriendo de la sala, olvidando las encarecidas instrucciones de la operación Daisy, y olvidando también la terrible clase. De pronto, mientras sigo mirando a la virgen, me acuerdo que alguien me dijo que el Cerro San Cristóbal es un volcán inactivo. “Todos los cerros son volcanes en potencia”, había respondido esa vez por decir algo, sin saber de lo que hablaba. ¿Qué pasaría si en vez de un temblor estallara el cerro? Algo así como lo que pasó en Pompeya. A lo mejor la profesora se quedaría petrificada. Lo cierto es que en Chile no sería raro. Una vez estuve en Toltén Viejo. Llegué a la plaza central, y a penas se reconocía como tal. Un leve surco de cemento delimitaba el rectángulo de la manzana, pero estaba invadido por pastizales y familias de pájaros. A primera vista era una parcela campesina, pero al fijarse se notaban las estructuras destrozadas de las típicas plazas de pueblo. A un costado de la plaza había un letrero que decía: “Plaza Toltén Viejo. En memoria a las víctimas del maremoto de 1960”. Quizás ese año un niño en la escuela estaba aburrido mirando por la ventana cuando vio una ola gigante avanzar hacia su ciudad. Luego, la ola pasó y debieron instalar nuevamente la ciudad unos metros más allá, dejando en el antiguo territorio algunos escombros, y un cementerio abandonado, en el que los pastizales sobrepasan las cruces, y las tumbas se las lleva el río. Nueva Toltén, se llamó la reconstrucción. En Chillán Viejo la tierra se abrió en dos, y luego de una catástrofe tremenda tuvieron que reconstruirla “un poco más allá”. En Imperial, los mapuches saquearon la ciudad –con justa razón- y sus habitantes tuvieron que instalarse en Nueva Imperial, más cerca de Temuco, mientras que la antigua Imperial se pasó a llamar Carahue, “la ciudad que fue”. Sé que las catástrofes naturales resultan tremendas para las comunidades. Sobre todo porque no hay culpables. La gente se comienza a cuestionar si existe un Dios o un No Dios. Si éste existe, sufren por su crueldad, de lo contrario, temen a vivir desamparados. Los objetos conseguidos con esfuerzo se destruyen, las plantaciones que crecieron con dificultad quedan abandonadas, y la ciudad pierde su alma y pasa a ser un conjunto de tejas. Benjamín Subercaseaux llama a su libro de geografía Chile o Una Loca Geografía, porque, claro, desde el Desierto de Atacama al Cabo de Hornos la diversidad del paisaje es impresionante. Pero no lo es solo el paisaje, sino también la amenaza, y luego nosotros vivimos expuestos a constantes acomodos de la naturaleza. Cuando la tierra se mueve un poco, puede que una ciudad quede destrozada y deba construirse una nueva. Así, de un momento a otro, por una espinilla de la Tierra, podría salir lava del cerro Manquehue y mis nietos quizás tendrían que vivir en Nueva Santiago, con la Plaza Italia en el centro de Buin. Así es Chile. Quizás por eso la gente suele hacer las cosas a medias, porque sabe en su subconsciente que todo pende de un hilo imaginario. El reloj ya avanzó, se acabó la clase y la virgen del cerro aún sigue en su sitio.
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letras
Dicotomía (s)electa
la felicidad del momento y la nostalgia del recuerdo Lee Busel Cuando Cuando Cuando Cuando
me bañaba en ti te veía conducir el frío sureño nos unía el dorado obeso comía wantanes congelados
Cuando la inseguridad inundaba tus mejillas Cuando yo dormía y tu escribías Cuando tú dormías y yo pensaba Cuando cuando cuando Conjunción de tiempo eterno y espacio inverosímil Dimensiones inexistentes cuando me acuerdo de nos… Odio el cuando Me fastidia el cuando ¿Por qué estas frías cadenas aún me queman las muñecas? ¿Por qué no puede ser ese instante ahora?
DIBUUJO | Nina Yacher
Ese instante… Ese momento… Que sin desierto moríamos de sed Pero aun así reíamos temblando sobre la dichosa deshidratación Ese instante… Ese momento… En que dos orgasmos fueron uno En ese vehículo babilónico al costado del camino Tus labios en una lucha interminable Y mi corazón que revienta Que trata de salir Y que ahora En este instante… En este momento… Recuerda ese cuando particular Cuando en el cuando Los dos somos uno.
k
Conrad
Yo carneé la disolución de vuestro asfalto en bruma y me lancé firme a la destrucción de los cuerpos de ladrillo y adobe con que edificaron sus ciudades. Yo pensé en el fuego en la hoja y en el tronco, que pasan a ser brazas y después cenizas, como cuando del todo el todo y después la nada. Yo deseé los caminos derechos caminados al verre, la aguja desenhebrada, la ropa vuelta lana, vuestros cuerpos desnudos y luego desechos. Porque yo busqué en mi derrota el infierno de todos ustedes.
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etras
itaca Claudia Drago
“Cuando emprendas tu viaje a Ítaca pide que el camino sea largo, lleno de aventuras, lleno de experiencias (…) Aunque la halles pobre, Ítaca no te ha engañado. Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia, entenderás ya qué significan las Ítacas.” (Ítaca, K. Kavafis)
Se despierta a las 4 am, oscura y un poco inquieta. Como si fuera su primer día de clases y temiera enfrentarse a un puñado de jóvenes desconocidos y expectantes ante la profe nueva. Como si el corazón se le apretara su poco al pensar en todo lo que significa comenzar a ser profesora. Pero ya no es esa profe nueva…ahora le pesan los años y algunas ilusiones –no todas- han quedado en el camino. ¡Cuántas cosas soñaba cuando empezó a recorrer esos rumbos! Pero también cuánto temor de equivocarse y no alcanzar la cercanía con aquellos a quienes buscaba, sus estudiantes. Por esa cercanía se había hecho profesora, por soñar con alcanzarla junto a los jóvenes, tal como su profesora de Historia había hecho con ella. Por eso aún era profesora, pensaba, sabía. Ahora ya no recordaba qué había sentido el primer día, cómo había sido el entrar a la sala y ver aquellos 15 o 16 rostros mirarla. Sólo recordaba las caras expectantes de aquellos niños y niñas, un 7º básico, su primer curso de Historia y de jefatura. Uff, ellos y sus 12 años llenos de movimiento y rebeldía… ella llena de parsimoniosos proyectos por concretar. Rebelde como había sido en sus propios doce, quince, dieciocho, veintitantos años, creía que lidiar con la rebeldía de ellos no iba a ser difícil… pero se equivocaba… criada en otros años y otras urgencias, ahora se le aparecían vacías sus quejas –las de ellos- escasas sus razones, ausentes sus grandes causas. Pensó que se había equivocado. Que mejor hubiera sido la sociología para aquellos anhelos que la perseguían, para calmar aquellas urgencias poderosas que sentía le agarrotaban el cuerpo y el alma. ¿Qué diablos podía hacer allí, en medio de esas caras que esperaban todo y nada de ella? Pero ¿Cómo reconocer su derrota aún antes de dar la pelea de verdad? Sin decidirlo, siguió un día, y otro, y otros. A ratos volvía a sentir la desazón de las miradas incomprendidas, de ella y de ellos. A ratos sus ojos se conectaban con un mundo en llamas dentro de sus frágiles cuerpos y parecía que valía la pena estar allí, aunque fuera sólo para eso, para que sus miradas no cayeran en el vacío de un adulto ajeno y distante. Comenzó a disfrutar de sus dudas -las de sus alumnos-, de sus rebeldías con y sin causa, de su compañía –la historia y la geografía relegada a un segundo o tercer lugar- y a pensar que quizá los tiempo no eran ya los de las grandes cruzadas pero bien valía el cruzar las miradas y recibir la calidez como respuesta. Por caminos diversos su vida se iba llenando de tristeza y preocupaciones, pero entraba a la sala y el lastre de todas aquellas penas quedaba afuera. Allí era otra, allí su dolor dolía menos porque no era nada frente a los dolores y alegrías de aquellos que le confiaban, allí sentía que podía hacer algo por alguien…como si en ese hacer estuviera pagando la deuda de gratitud hacia quienes le habían insuflado la vida cuando se marchitaba en la intrascendente adolescencia y en la impotencia de su hogareño abandono. Algo por alguien… alguien había hecho algo, mucho, por ella y eso la había marcado para siempre. Ella quería –soñaba- hacer eso, aunque fuera en su imperfecta y limitada manera de ser. Una profe. Una profe como aquella que le había “salvado” la vida. Son las 6 am. Comienza a aclararse su ventana. Pero ella sigue oscura. No sabe dónde quedó tanto ímpetu e ilusiones. Si acaso fueron los años o los golpes. No sabe. Quisiera saber. Quisiera saber cuándo volverá a su destino. Quisiera saber cuándo volverá a hacer algo… por alguien.
42 | REVISTA MULTITUD
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FUE REPENTINAMENTE E stelí
DIBUJONEGRO | Nina Yacher
Que empezaste a caminar más rápidamente Y que los pájaros empezaron a volar más violentamente Que el tiempo empezó a transcurrir más presurosamente Y desapareciste súbitamente Y me destruiste ágilmente Largamente Desperté febrilmente Y te borré fulminantemente
SOÑÉ
Estelí
que me traías el ramo de flores más feo y me gusto el gesto mantuviste tu diplomacia de siempre y fuiste consecuente contigo
Ansiedad a Gamba
Lee Busel
Destruí lo más horrible de mí Para convencerme de que no era feo Luego de romper mucho Me di cuenta del grave error que había cometido Y ya llevo años pegando y reconstruyendo las ruinas de mi existencia. El brillo se ve en volver a armarla De la manera más grotesca Que se pueda. Reconfiguración abstracta de lo concreto del sí Inmaterialidad de lo carnal Transustancialidad Divinidad turbia Cloaca impecable
URGATORIO | Francisco Ide
La felicidad de saberse completamente perdido O la tristeza de quien busca por siglos desesperadamente Y cuando encuentra lo tan anhelado Descubre que simplemente Quería buscar.
NOVIEMBRE 2009 | 43
L
etras
EL PODER Y OTRAS BESTIAS C onrad
Al poder yo lo conozco. Si bien nunca he tomado té con un presidente ni me han dado de comer a costas del Estado, pertenezco a una parte no menor pero tampoco exagerada del país que alguna vez ha visto a la Presidenta, y de una clase donde fulano conoce a perengano, hombre-tipo del dominio público y de esos que les decimos “el poder”: el papá de un amigo fue ministro, de vez en vez mis padres son invitados a comidas oficiales, tengo otra amiga que conoce a la hija de la presidenta y mi misma abuela es una de esas señoras arribistas que toma té junto a otras señoras con virus de alturas, donde más de alguna logró tener un hijo ministro, o pasar las vacaciones en el chalet de la presidenta, o que su nieto esté sacando un Ph.D. en Harvard y así ingresando a la casta de los “futuros ministros”. Pero mi acercamiento más intimo con el poder fue hace un par de meses en el baño. Yo venía saliendo de ver “Enemigos públicos”, una película sobre asaltos de banco en EEUU durante la gran depresión, y me metí al W.C. como suelo hacer después de los los largos Thrillers. Ya en el meadero me percaté que desde la salida de la sala de cine estaba a mi lado René Cortazar, ministro del transporte, polemizado connotado de la política chilena a cargo de la cartera que aún pesa con el Transantiago. Intenté no mirar denuevo y concentrado en terminar mi quéhacer pensaba en el ministro que ahí estaba y que iba comodamente al cine y meaba en paz sin preocuparse por los asuntos ministeriales. O sea que sabía que ahí podía estar tranquilo, y lo estaba. Meando al lado de semejante personalidad me acordaba también de las protestas del año 2008, una vez que fui a la casa central de la Universidad de Chile en toma. Yo no era el único, pues no sólo estaban los de la toma de turno cuidando la puerta, sino también una gran cantidad de estudiantes que apoyaban la toma y se movían como yo por aquellos días en la Alameda, entre las universidades ocupadas y los puntos de encuentro para las protestas. Recordé esa situación porque mientras esperaba poder entrar a la casa central para un encuentro de información sobre el movimiento, mientras todo parecía como detenido, los estudiantes, los de turno y yo mismo, pasó caminando Belisario Velasco, ex ministro del interior entonces recién renunciado (en Enero del mismo año). Fue en su ministerio que se hizo un montaje televisivo para justificar políticas de excepción en los días previos a la conmemoración del 11 de septiembre, y también que murieron asesinados por la policía un activista mapuche y un obrero forestal. En efecto, fue entre otros factores la muerte del joven mapuche, Matias Catrileo, la que provocó su renuncia en Enero del 2008 y recuerdo como más de una vez en que el ministro apareció en actos públicos, de esos pocos actos donde el control de los asistentes no es del gobierno y con incomodidad se ven enfrentados a los gritos de la propia izquierda de la que se reclaman, la gente lo abucheaba diciendole “ASESINO”, los mismos que ahí nos percatábamos de que quien pasaba era efectivamente él. Pero ese día Belisario Velasco ya no era ministro, y cuando pasó frente a la casa central de la Universidad de Chile en toma, el silencio era sepulcral, todo estaba como detenido y nadie dijo nada si bien todos lo vimos y lo reconocimos. Fue más o menos eso lo que pensé mientras meaba al lado de René Cortazar, ministro de Transporte. Despues me subí el cierre y fuí a lavarme lavarme las manos mientras el Ministro terminaba de mear, se subía el cierre y salía del baño así, sin lavarse las manos. Yo salí a su siga impactado, como si una bala me hubiera tocado, como si hubiera sido mi responsabilidad de ciudadano decirle “Ministro! Se le olvidan las manos!”. Pero me quedé callado, perplejo, parado mirando como el poder se perdía por el pasillo que daba a las salas de cine y llevaba tanto a la puerta de salida como al W.C., así, sin escrúpulos, caminando tranquilamente un domingo cualquiera, sin volver a mirar atrás, sin pensar en las hazañas de John Dillinger robando bancos durante la Gran Depresióm y sin siquiera pensar en el Transantiago. Simplemente así estaba el poder, tranquilo y con las manos llenas de pichí.
44 | REVISTA MULTITUD
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carta
João Gonçalves
Ahora en silencio. Masticando los restos de carne que habían entre las muelas, y en el espacio que hay entre los dientes inferiores y los labios, también la interioridad de las mejillas. Pienso en el cuerpo humano y sus recodos. Aquí he podido esconder castillos enormes, con todas sus enfermedades y quistes dentro, muebles de roble y terciopelo. La voz ronca de cada peñasco, cada almohada húmeda y salada, en fin, la humanidad y su dicha. En el techo de la boca, digámoslo así, tengo una varilla de ciego; ese golpeteo ajeno que revuelve migajas. Lamo y lamo con ella cada ventana y perilla, cada pezón que voy tragando, cada bicho y cilindro. Estoy colmado, pero es sólo un juego, la verdad es que hace horas que no ceno. Voy sorbiendo avispado las rejas de las camisas, las barras por las mangas, el espumante océano que mecen tus piernas, y qué fría estás guachita. El esqueleto viene siendo la jalea del humano, lo infra humano, lo que olvidamos mientras hablamos al alma, o trisamos la vista del ocaso. Tres litros de lágrimas en cada manga mientras limpio los lentes de sol con la colilla de un amor arrancado. Están todas las calles clausuradas, las estaciones que abrigo se deshacen como hielo. Deja de crecer el árbol sucio de la esquina, justo frente al asilo en llamas. Como cada habitante que en mi espina clavo, o cada burbuja que exhalan los pulmones perforados del barrendero de hojas de palma. El polvo inolvidable, el que frota los halos de luz turbios frente al agujero de las persianas de hierro, las fronteras que llevo en el cuerpo, las metralletas cliqueantes y ciegas, almohadas de los infortunios; negros y pastosos. El cambio de estaciones que sacuden como sismos, o simplemente el silencio del cual escapan mis bronquios, corazón e hígado, en esta ensalada divina llamada incredulidad. Silencio en la ducha mientras eyaculo repúblicas enteras, con ríos de colores idiotas, morados, gástricos, enfurecidos rosados y galeones de gas que cruzan la esfera entera de los pezones de cada ministra o prostituta o ama de casa. Voy siéndole útil al mar que surca impalpable esta media luna. La mordida que le han dado mis puños rotos, y mis dedos ardientes son quienes le han forjado, como a todo lo que cabe dentro de un cuerpo, que a decir verdad sólo son sabores. Ovacionado músculo amoroso, herramienta sutil y violenta, tumulto de grietas locas, mariscos de mármol y perlas, socavón transversal y lunático, hundido nuevamente en el fondo de una charca llamada fortuna. Estrujo el universo sobre las pantaletas del dios de las cucarachas. Todas bajan las escaleras por laderas abominables, a un costado de la risa en quebrada. Y las costillas van crujiendo como palos. Todo lo que toco cae roto sobre algo, abajo del fondo. Donde la oscuridad tropieza, hay fotos y rollos filmográficos velados en el Olimpo o quizá qué cerro o lomo de Zeus. El atardecer y las pestañas saltan la cuerda floja. El viento en un copo de hielo; la solución del miedo y el calor veraniego y ebrio dentro de un vaso. Arañando el sol con la gran tormenta en los 11 de Septiembre en cada población, todo hiede y ronca por la estepa y el pecho. Me cubro de negro y olvido todo esto. Voy a la pega y agarro un par de platos, mientras intento traspasar con la vista el escote de alguna fagocitadora del Brasil. Sus tetas me recuerdan las cúpulas de una iglesia envuelta en llamas, bajo la lluvia humeante de Gomorra. Guardo un sable sin mango en mi pecho inflado, lleno de plumas y orgullo, silbante y asmático. Latiendo la caja de plomo que sulfura la sangre. Cada casa, cada ruido de catre que hay en la memoria. Todo salpica al cuerpo y le hacemos el daño o el cariño necesario, luego la luz que entra por la boca ilumina cada viga del hondo estómago y sus muecas inverosímiles. El veneno del que estamos hechos es dulce y frenético. Sol y noche bajo la misma aguja del reloj, tengo la certeza que voy nadando por la nada. El cuerpo no existe sin tacto, es por eso que te escribo: ven y tómalo. Tampoco es mío
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NOVIEMBRE 2009 |
foto | Paulo Slachevsky
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