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ENTREVISTAS

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A FONDO

A FONDO

MIGUEL CLAVERO

Profesor de Física y Química

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En la educación actual ¿qué falta?, ¿qué sobra?

Pues no sé. Quizás lo más llamativo sea el mal comportamiento y el poco interés de las nuevas generaciones de alumnos; parece como si no les importara mucho todo lo relacionado con su formación. Por otro lado, pienso que hay un exceso de burocracia y papeleo, también bastante llamativo, porque no se ajusta a la realidad de las aulas, en donde habría que incidir en otros aspectos, como es el de la disciplina y el comportamiento. Mejorando este aspecto, mejoraría el ambiente de trabajo y mejorarían los resultados.

Gregorio Luri en uno de sus libros afirma que la “escuela no es un parque de atracciones” ¿crees que en eso se ha convertido?

Pues sí, un poco. Parece que ya no busquemos el conocimiento, sino la diversión, con los nuevos tipos de metodologías. Yo, personalmente, lo que he notado en las nuevas generaciones de alumnos es la poca capacidad de atención: ya no saben escuchar, son incapaces de entender lo que se les dice. Por eso, quizás, lo de las nuevas metodologías, como gamificación, clase invertida, trabajo por proyectos, etc. Al menos, así, algo se les quedará. Es decir, no es que haya una evidencia empírica de los buenos resultados de estos métodos, es que a lo mejor no hay otra forma. Pero, como dice Luri, creo que estamos privando a los alumnos del conocimiento poderoso, en pro de una escuela divertida.

Decíamos ayer… dónde te quedaste, tu última clase, el último recuerdo…

Martes, 14 de febrero, con mis niños de tutoría de 4º C, pero en clase de Química. Creo que era estequiometría. Aquel día tuvieron un bonito detalle: me regalaron un ramo de flores y una caja de bombones. Quiero dar las gracias desde aquí a los promotores de la idea y al grupo en general (espero que terminéis el curso satisfactoriamente y que os portéis bien). Sin embargo, también recordaré de este año los peores grupos de 2º de ESO. Sigo pensando que puede ser por efecto del año de confinamiento y el de pandemia. Espero que el año que viene mejoremos.

Tras la jubilación ¿de qué no te da tiempo?

De nada. Parece mentira, pero cuanto menos hay que hacer más tiempo desperdiciamos. Creo que, en contra de mi idea inicial, voy a tener que apuntarme a algo; academia, gimnasio... lo que sea. De todas formas, sigo con mi afición de toda la vida, la electrónica y ahora,

“La cantidad de información es con lo digital y las placas abrumadora pero, a la vez, tan fácilmente programables, las posibilidades son casi infinitas. accesible que nos da pereza aprender Hace poco, unos cuantos las cosas que buscamos” compañeros realizamos un curso de Arduino, que resultó apasionante; creo que voy a continuar por ahí.

¿Qué echas más de menos de los años como docente?

Sin duda, el poder dedicarme a tiempo completo a algo que me apasiona, como es la Física. Siempre me gustó darle un enfoque original a los fenómenos que se estudian en la materia, para facilitar su comprensión. Espero

haber podido transmitir algo de esa pasión, al menos a algunos de nuestros alumnos. Y del "Neruda" qué os voy a contar, han sido unos años maravillosos, con unos compañeros excelentes. Siempre echaré de menos los cafés en el bar de Cinta; qué pena que haya tenido que cerrar.

En un mundo tan saturado de información, ¿cada vez sabemos más o sabemos menos?

La cantidad de información es abrumadora pero, a la vez, tan fácilmente accesible que nos da pereza aprender las cosas que buscamos. ¿Para qué? si se puede buscar... Creo que va en la misma línea que la incapacidad de atención de las nuevas generaciones. Hoy, parece que todos tenemos TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad); se vive en un estado de continua ansiedad, pendientes del móvil, que es lo único realmente importante en la vida... Pienso que la tecnología ha cambiado tan rápidamente que no nos ha dado tiempo a adaptarnos.

Como docente ¿qué te quedó por hacer?

Quizás no llegué a comprender las nuevas metodologías que, sin lugar a dudas, tienen mucho que aportar en el campo de la pedagogía. Ni tampoco creo que capté bien la esencia de los nuevos métodos de evaluación, basados en la valoración individual de cada criterio. En fin, que se nota mucho la edad y que la enseñanza ha cambiado mucho en los últimos años. Pero, por contra, también he aprendido mucho de los alumnos, de que hay distintos tipos de personas, de formas de ser y distintos ritmos de aprendizaje y formas de entender las cosas; he aprendido a respetar la diversidad.

ÁLVARO CABEZA

Profesor de Latín y Griego

Decíamos ayer… dónde te quedaste, tu última clase, el último recuerdo…

El último recuerdo se corresponde con las sesiones de evaluación de septiembre, sesiones que tuvieron la virtud de la brevedad frente a las caóticas de junio.

Como docente ¿qué te quedó por hacer?

Me hubiera gustado dar clase en 2º Bto. a los alumnos que tuve en 1º (Cinta, Víctor, Carmen, Begoña, Raquel, Álvaro, Paula, Yasmina, Lucía, Ana…) porque eran unos chavales estupendos con los que me sentía a gusto a pesar de la pandemia y del engendro de la semipresencialidad. Por otra parte, he tenido la suerte de ver la educación desde distintas perspectivas y eso me ha ayudado a comprender y a relativizar muchas circunstancias que se viven a diario en los centros.

Tras la jubilación ¿de qué no te da tiempo?

Pensaba que era un tópico eso de que con la jubilación no daba tiempo a nada, de que faltaba tiempo para todo. Y es una verdad verdadera.

En un mundo tan saturado de información, ¿cada vez sabemos más o sabemos menos? La correcta gestión de tantísima información es uno de los principales retos que tiene nuestra sociedad. La credibilidad y la enorme propagación que consiguen bulos a cual más descabellado nos indican que

queda mucho trabajo por hacer.

¿Qué echas más de menos de los años como docente?

Sin duda, el contacto con los alumnos.

En la educación actual ¿qué falta?, ¿qué sobra?

Sobra superficialidad, falta curiosidad por saber y tiempo para pensar.

Gregorio Luri en uno de sus libros afirma que la “escuela no es un parque de atrac“En la educación actual ciones” ¿crees sobra superficialidad, que en eso se ha convertido?

falta curiosidad No sabía que los por saber y tiempo gurús de la educación decían para pensar” eso. Todos hemos visto cómo en algunos momentos los centros se han convertido en una prolongación de Telecinco con la anuencia de docentes y equipos directivos. La educación corre el riesgo de ser, simplemente, entretenimiento pseudocultural y formación de trabajadores en función de las demandas del mercado laboral.

Profesor de Física y Química

Tras la jubilación ¿de qué no te da tiempo?

Una de las cosas buenas de la jubilación es que tienes tiempo para todo. Antes pasaba todo el día programando, preparando clases, exámenes, fichas, corrigiendo… Ahora todo eso se acabó y tengo tiempo para ir al gimnasio, andar, ver series y películas… No me aburro y hay tiempo para todo.

¿Qué echas más de menos de los años como docente?

Lo que más echo de menos es la relación con los compañeros, el café compartido en el recreo, la charla con el compañero de guardia. Esas pequeñas cosas.

Gregorio Luri en uno de sus libros afirma que la “escuela no es un parque de atracciones” ¿crees que en eso se ha convertido?

Si no en un parque de atracciones, sí está calando la idea que el niño tiene que ir a la escuela a ser feliz. Y no tiene por qué ser así, el alumno tiene que estudiar, trabajar y esforzarse. Lo que pasa que se asocia esfuerzo con sufrimiento.

En la educación actual ¿qué falta?, ¿qué sobra?

Creo que me he jubilado en un buen momento. La educación no interesa al gobierno de turno y se legisla sin contar con el docente. Yo soy de la vieja escuela, un “profesaurio” y no creo en todas estas corrientes modernas de: visual thinking, ludificación y gamificación con escape room, flipped classroom, aprendizaje cooperativo, educación socioemocional… Creo que falta esfuerzo por parte del alumno. Nunca he sido partidario de que se titule en la ESO con materias suspensas y ahora también se va a poder hacer en Bachillerato, y esto, en particular para mi materia, no beneficia. Se han rebajado exigencias y contenidos. Un alumno puede pasar por el instituto y no saber nada de Física y Química y tendrá su título. Y ¿qué sobra? Pues creo que sobra burocracia, papeleo, informes que nadie lee, sobran horas delante del ordenador escribiendo en Séneca.

En un mundo tan saturado de información, ¿cada vez sabemos más o sabemos menos?

Hay mucha información, todo está en internet, pero hay que saber seleccionar lo que nos interesa. En los colegios e institutos, incluso en la Universidad, el móvil está haciendo mucho daño, yo sería partidario de prohibirlo totalmente, sería ideal un centro sin móviles, ni en los pasillos, ni en el recreo, nada. Sé que es una quimera, pero… Y además es que no se hace un buen uso, podría ser una buena herramienta, pero los alumnos,

“Lo que más me gusta es el laboratorio y por lo que he visto, solo saben jugar y usar he podido, a lo largo de mis 35 años de las redes sociales. Estrabajo, pasar bastante tiempo en él. Así que toy seguro que la gran mayoría de los alumme jubilo sin dejarme nada en el tintero” nos no sabrían situar a Ucrania en Europa y no sabrían con qué países tiene frontera, y el que haya tenido curiosidad lo habrá buscado. En definitiva, hay más información y menos conocimiento.

Decíamos ayer… dónde te quedaste, tu última clase, el último recuerdo…

Pues resultó que mi último día de trabajo fue el día de inicio del curso. Y me

tocaron dos grupos de 3º de ESO, aparte de una guardia, así que aproveché para repartir los libros y dejarle trabajo ya hecho a mi sustituto. En el claustro que hubo a primera hora, me emocionó la referencia que me hizo la directora y el aplauso de mis compañeros. Esa fue realmente la despedida.

Como docente ¿qué te quedó por hacer?

Pues, en mi vida laboral, no me ha quedado nada por hacer. Empecé como becario en la Facultad haciendo la tesis doctoral, luego estuve trabajando en el laboratorio de una fábrica de sales de estroncio, después pasé a la enseñanza y durante los últimos 13 años he podido compaginar el instituto con la Universidad. Yo, como químico, lo que más me gusta, es el laboratorio y he podido, a lo largo de mis 35 años de trabajo, pasar bastante tiempo en él. Así que me Por último, quería agradecer a los equipos directivos que he conocido su trato en estos 15 años, y a tantos compañeros, con los que he pasado muy buenos momentos y, aunque soy consciente de la “fama” que he tenido, creo que habrá alumnos que me echarán de menos.

AGUSTINA DÍAZ-GUERRA

Profesora de Filosofía

Pensar en la jubilación me generaba un profundo malestar. Mi vida ha estado ligada a una escuela desde el nacimiento -nací en una escuela- hasta el treinta de septiembre del año dos mil veintidós.

Pero llegó la pandemia. El trabajo on-line, el frío en las aulas, el whatsapp siempre con mensajes… aceleró el proceso de aceptación. Y hoy puedo decir que soy una feliz jubilada.

Estos dos últimos años son para olvidar. La llegada del covid nos trajo el aislamiento, clases on-line, la semipresencialidad, el frío por las medidas anti-covid; por otro lado se llevó a Pablo y nos trajo el covid. Mal cambio.

Las tres semanas que estuve en las aulas este curso, me dejó el grato recuerdo de un@s alumn@s que a pesar de saber que me iba, que no adelantaba contenidos, ni los evaluaría, participaron en todas las prácticas que realizamos ya comentario de texto ya un role play.

Una de las experiencias más satisfactorias que he tenido en el Pablo Neruda ha sido la gestión de la biblioteca. Rodeada de libros, catalogándolos, hojeándolos y leyendo páginas al azar, compartiendo recreos con los compañeros Rafael, Esther, Miguel…, sugiriendo lecturas a los alumnos. Y esas actividades de “club de lectura” en la que algun@s alumn@s y yo disfrutamos comentando los cambios de Gregorio Samsa, los fuegos que no provocaba Guy Montag o desentrañando esa segunda muerte de Sócrates.

En la educación actual ¿qué falta?, ¿qué sobra? Lo que falta y lo que sobra ha sido siempre lo mismo. Falta dinero, sobran alumn@s en el aula. Cualquier visión catastrofista de la enseñanza me recuerda una viñeta de Mafalda. Ésta pasea con una amiguita, se cruzan con un señor mayor y éste dice al verlas: “Esto es el acabose”, a lo que la deslenguada de Mafalda contesta “No señor, esto es el empezose donde usted acabose”. En las aulas, siempre hemos encontrado alumn@s deseosos de saber y alumnos que sus intereses se encuentran fuera del instituto. ¿Qué me ha quedado por hacer? Esa pregunta me la realizaba todos los finales de curso y establecía estrategias para abordar aquello que me había quedado por hacer. El curso pasado cuando terminó no me planteé la pregunta, solo pensé cómo realizar la transición con la persona que me sustituyera. Por otro lado, me ha quedado por hacer todo lo que fui aplazando para otro momento, pero eso pertenece a mi vida personal.

Hoy, fuera de la escuela, trato de recuperar los buenos momentos, anécdotas, alumnos... que me ha dado la enseñanza y recuperar aficiones casi olvidadas como la pintura.

“Hoy puedo decir que soy una feliz jubilada."

Profesor de Dibujo Técnico y Educación Plástica y Visual

Rafael, ¿qué te quedó por hacer?

Me quedó por hacer lo que tenía pensado y planificado para el 2 de junio…y para el 3 y el 4… y todo el mes de junio. Ahí me quedé. Y ya, hasta la jubilación.

¿Dónde te quedaste, tu última clase, el último recuerdo?

En 2º BTO, repasando ejercicios para la PEvAU. Estuvimos cerca de 2 horas y media. Era la primera clase de repaso tras la evaluación ordinaria en mayo.

¿Qué echas más de menos de los años como docente?

El trato con los niños y a los compañeros que tanto me han ayudado y apoyaron en momentos complicados. Mi primera clase la di con 16 años y fue de Matemáticas. Desde entonces he conocido a muchos alumnos, muchos con ideas brillantes, sorprendentes. Me encantaba.

Gregorio Luri en uno de sus libros afirma que la “escuela no es un parque de atracciones” ¿crees que en eso se ha convertido?

No, la escuela es un sitio maravilloso. Hay chavales que tienen muchísimo interés por aprender. Te recuerdan y reconocen, incluso ahora con la mascarilla. Ir al instituto es lo mejor de lo mejor para los chavales. Todos los días los niños se llevan perlas para casa, de todas las asignaturas. ¿Dónde puede estar hoy mejor un niño que en el instituto? Los niños y niñas de estas edades no pintan nada fuera del instituto. Venir y estar aquí es lo mejor que les puede pasar.

En la educación actual ¿qué falta?

Falta fortalecer la profesión docente, el respeto a los profesores, a su trabajo.

¿Qué sobra?

Sobra la desmotivación de los chava-

les, sobra papeleo y tanto tiempo con las pantallas. Antes eran papeles ahora en internet, en los móviles ¡Cuánto tiempo! Al final para que todo quede grabado, guardado, que quede registrado cómo se están haciendo las cosas. Cuidado con eso.

En un mundo tan saturado de información, ¿cada vez sabemos más o sabemos menos?

Los que destacan cada vez saben más. “El verdadero discípulo es el que supera al maestro” dijo Aristóteles. Y así debe ser. Y, en muchos casos, es así. Sí es verdad, que el nivel, en general, es más bajo. No conectamos con sus intereses. Fíjate que muchas veces querrán cambiar como cambian con el ratón con un clic o pulsando en la pantalla lo que estamos viendo en una clase. Otra cosa, paso, vamos a otra cosa. Están acostumbrados a cambiar rápidamente lo que oyen y ven. Y nosotros dale que dale durante seis horas. Un día y otro día. La clase no les interesa. Después lo arreglan con las clases particulares o los vídeos de youtube. Otra cosa, que es muy im“La escuela es un sitio maravilloso” portante, es saber elegir entre tanta información qué leer, qué aprender. Esto es complicado.

Tras la jubilación ¿de qué no te da tiempo?

Me da tiempo de todo. Cada día pienso qué tengo que hacer y eso es lo que hago. No hago listas ni planes. Que no hay que nada hacer pues no hago nada. Sin agobios. Con tranquilidad. Primero lo primero y luego lo segundo. Después del uno viene el dos.

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