Revista españa nov dic 25122015

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NÚMERO ONCE

NOVIEMBRE DICIEMBRE 2015

tema del mes CENTENARIO DE LA REVISTA ESPAÑA

Humanidades, Ciencia y Sanidad

revistapanacea.com


REVISTA PANACEA. NOV-DIC 2015 Número

#01

panacea

NÚMERO UNO

revista

ENERO 2015

temas del mes � VINOS BODEGAS MÁS QUE VINOS � IBEROAMÉRICA � LEGIONELOSIS � LIBROS

Humanidade s, Ciencia y S anidad

Especial mes

panacea revista

Un Centenario tras de otro. El Greco y Santa Teresa

Humanidades , Ciencia y S anidad

Especial mes Intervienen: Javier Puerto, Juan Esteva, Antonio González Bueno Eugenia Mazueco, Raúl Rodríguez, Federico Mayor Zaragoza, Carlos Lens, Enrique Granda, Tomas Mallo José María Ordóñez, M.ª Luisa Pita Toledo, Ignacio Para Mariano Avilés, José María Ventura, Maite Pedraza Guzmán, Margarita Arroyo, José María Martín del Castillo, Daniel Pacheco revistapanacea.com

NÚMERO UNO (2ª PARTE)

FEBRERO 2015

temas del mes � JULIO CARO BAROJA � COLABORACIONES CIENTÍFICAS � ÓPTICA � HISTORIA: LA EXPEDICIÓN BALMIS

Dossier

Centenario de la Primera Guerra Mundial y Generación del 14

Panacea

Humanidades, Ciencia y Sanidad

revistapanacea.com

Humanidades, Ciencia y Sanidad

Intervienen: Pedro Caballero Infante, Miguel Yllá-Catalá Fernando del Arco, José Siles Artés, Amadeo Aláez Daniel Pacheco, Ernesto Marco, José Félix Olalla Carmen Doadrio Abad, Ernesto García Camarero Alejandro R. Díez Torre revistapanacea.com

Humanidades, Ciencia y Sanidad

Panacea revistapanacea.com

Permítanos Ayudarles Notificándoles Aplicaciones Culturales Excelentemente Actualizadas

panacea

NÚMERO DOS

revista

ABRIL 2015

panacea

temas del mes

revista

� FARMACOLOGÍA � HISTORIA � ALIMENTACIÓN � LIBRO DEL MES

Humanidades , Ciencia y S anidad

Humanidades , Ciencia y S anidad

Especial mes

PUBLI-ALIMENTACIÓN MAYKHEL

panacea revista

Martes 30 de junio Conmemoración del 40 aniversario de

Conmemoración del 40 aniversario Conmemoración del 40 aniversario de de laIntervienen: creación del Centro de Biología Molecular Federico Mayor Zaragoza la creación del Centro de Biología Molecular Margarita Salas

José Félix de Celis Presenta:Enrique Tierno. Federico Mayor Menéndez Enrique Tierno. Salón de Actos. 19.00 horas. César Navarro Salón de Actos. 19.00 horas. Daniel Pacheco

Humanidades , Ciencia y S anidad

Intervienen: Daniel Pacheco Juan Esteva de Sagrera Alejandro R. Díez Torre Francisco Javier Puerto Sarmiento María Cascales Angosto Ana Mª Pascual-Leone Pascual

Especial mes

Especial Severo Ochoa (Revista El Ateneo II, 1994)

Salón de Actos. 19.00 horas.

Intervienen: Pedro Caballero-Infante, Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda José Enrique Gil-Delgado Crespo, Antonio Chazarra Montiel Dra. Esperanza Torija Isasa, Antonio Afonso Dr. José Mª Ordóñez Iriarte, Lourdes Aldeyu Teresa Millán, Jorge Poveda, Tomás Mallo José Manuel González, Daniel Pacheco

Panacea

Panacea

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NÚMERO TRES

MAYO 2015

temas del mes � AMÓS SALVADOR � EPIDEMIA DE ÉBOLA � LIBRO DEL MES: EL AFINADOR DEL PIANO

Viña Tondonia – Nuestra Historia: Patrimonio Cultural de La Rioja

Margarita Salas Federico Mayor Zaragoza José F. de Celis Federico Mayor Menéndez

Presenta: Enrique Tierno.

Humanidades, Ciencia y Sanidad

Monográfico: La bioquímica española, Severo Ochoa y el Centro de Biología Molecular

Martes 30 de junio

la creación del Centro de Biología Molecular

Humanidades, Ciencia y Sanidad

JUNIO 2015

Martes 30 de junio

Intervienen: Antonio Bellido Federico MayorGarcía Zaragoza José Salas Félix de Celis Margarita Intervienen: Federico Mayor Menéndez Antonio García Bellido Federico Mayor Zaragoza José Félix deNavarro Celis César Federico Mayor Menéndez Margarita Salas Daniel Pacheco Navarro Antonio García Bellido César Daniel Pacheco Presenta:

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NÚMERO CUATRO

Humanidades, Ciencia y Sanidad

Humanidades, Ciencia y Sanidad

Intervienen: Carlos Dorado, Pablo Boyer Alejandro R. Díez Torre, Fernando Caro Cano Belén Fernández Puntero, José Félix Hoyo José Zacarías Abril Hurtado, María José López Heredia Daniel Pacheco

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Humanidades, Ciencia y Sanidad

Panacea revistapanacea.com


Sumario Editorial: El Ateneo de Madrid y la Revista España Daniel Pacheco

4

Luís Bagaría: Caricaturista de la Revista España José Esteban

26

Bibliotecario del Ateneo de Madrid (2009-2013)

Presidente fundador de la Sección de Farmacia (19872015) Vocal, Contador, Vicepresidente, Secretario 1 (2007-2009) Actual Depositario de la Junta de Gobierno

Tomás Mallo

Orígenes culturales y animadores de las revistas ESPAÑA y LA PLUMA

30

Vicepresidente (2003-2005) Secretario de la Sección Iberoamericana del Ateneo de Madrid.

6

Alejandro R. Díez Torre

La Revista “España“ ¿Portavoz de la generación del 1914?

Secretario 1 del Ateneo de Madrid (2001-2003) Presidente Sección de Historia

Eduardo L. Huertas Vázquez 42

“REVISTA ESPAÑA“ Semanario de la vida nacional (1915-1924) Víctor Morales Lezcano

Luís Araquistáin y España: Semanario de la vida nacional

Vicepresidente de la Sección de Historia del Ateneo de Madrid

13

Velada Farmacéutica Navideña

Profesor Emérito de la UNED

Ateneo de Madrid

Miembro de la Sección de Historia. Ateneo de Madrid

La Generación de 1914: La revista “España“ como motor de su desarrollo intelectual José Luís Abellán Presidente del Ateneo de Madrid (2001-2009)

21

49

Director técnico de Cofares

COLABORADORES EN ESTE NÚMERO: Daniel Pacheco Alejandro R. Díez Torre Víctor Morales Lezcano José Luís Abellán José Esteban Tomás Mallo Eduardo L. Huertas Vázquez EMPRESAS PATROCINADORAS GRUPO COFARES FUNDACIÓN RAMÓN ARECES LABORATORIOS CINFA SUSCRIPCIONES: revistapanacea1@gmail.com

Cuento Farmacéutico: Albarelo Jorge Poveda

PUBLICACIÓN PANACEA. Revista de Humanidades, Ciencia y Sanidad

DIRECCIÓN WEB Web: www.revistapanacea.com

50

EDITA: ADAPAF, S.L.


4

Revista España REVISTA PANACEA. NOV-DIC 2015

Editorial Daniel Pacheco El Ateneo de Madrid y la Revista España

N

acido del enojo y la esperanza, pareja

dinámicas tertulias políticas- literarias de tono mo-

española, sale al mundo este Semanario

dernistas que se desarrollaban en los cafés Regina y

España”. Con estas palabras José Ortega

Granja del Henar.

y Gasset iniciaba, hace ahora un siglo,

Dispuesta al debate político, a la crítica y a la

en 1915, la trayectoria de la revista Espa-

divulgación literaria describe Víctor Morales Lizcano

ña que aglutinó a los principales intelectuales, artistas

del Semanario España y prosigue diciendo que hemos

y hombres de acción más destacados de la Generación

de pensar en la revista España como el cuartel general

del 14. Por aquel entonces, Ortega era el presidente de

de una generación de intelectuales muy definida, des-

la Sección de Filosofía del Ateneo de Madrid y Azaña,

contenta y con voluntad de ruptura, la Generación del

secretario primero de la Institución de Prado 21.

14, la primera que no ha negociado nunca con los tó-

En estas páginas de Panacea, que cumple ahora

picos del patriotismo y que nace a la atención reflexiva

su primer aniversario, las Secciones de Historia, Far-

en 1898 y marca su línea de inflexión hasta la década

macia e Iberoamericana del Ateneo de Madrid quere-

de los años treinta. Generación del 14 en la que se fra-

mos conmemorar el centenario de la revista España,

guaba la voluntad republicana de 1931 y el socialismo,

Semanario de la vida nacional que tuvo una notable

reformista de Prieto o revolucionario de Araquistáin.

trascendencia política y cultural en la primera tercena

Generación del 14 que propugnaba una pedagogía

del siglo XX y que es considerada, entre todos los his-

social. Morales enumera los puntos en común de sus

toriadores, como el periódico político más importante

integrantes que comienza con una voluntad de rup-

de nuestra edad de plata. Para ello se han preparado

tura con la Restauración y con el ayer histórico inme-

seis artículos de otros tantos ateneístas que conside-

diato. José Luis Abellán refiere los cuatro hitos más

ramos a continuación.

relevantes en la fundación de la generación del 14: la

Alejandro Diez Torre, que describe los orígenes

creación de la Liga de Educación Política; la conferen-

culturales de la revista España y la forma en la que fue

cia, Vieja y nueva Política, pronunciada por Ortega; el

financiada. Díez Torre nos relata cómo en el Ateneo

homenaje a Azorín en Aranjuez y la fundación de la

de Madrid de principios del siglo XX una serie de jó-

revista España.

venes que participaban en las actividades de sus Sec-

Quien ha sido presidente del Ateneo de Madrid

ciones, como los hermanos Salvador Carreras,- Miguel

de 2001 a 2009, analiza el editorial de Ortega con el

y Amós-, Marañón, Díez- Canedo, Manuel Azaña,

que nace la revista España, donde habla del enojo, es

Gómez de la Serna, Rivas Cherif… se conocen y en-

decir, el rechazo a la empobrecida España heredada y

tablan relaciones de amistad a la vez que descubren

la necesidad- esperanza- de construir otra que Macha-

sus afinidades humanistas que les hace incorporarse

do define como una “España joven”. Es preciso reorga-

a la realización de tareas intelectuales en proyectos

nizar la esperanza española creando una minoría en-

políticos reformistas o bien en la Liga Política Española

cargada de la educación política de las masas. Y para

inaugurada con la conferencia de Ortega sobre la “Vie-

ello decía Ortega, “ nos plazca o nos disguste, no existe

ja y nueva política”. En una primera etapa la revista fue

en nuestro país otro órgano de socialización fuera de

financiada por el escritor Luis García Bilbao, después

la política”.

la guerra mundial hace que sean las embajadas de las

La revista España, señala Abellán, se convier-

potencias extranjeras las que sufraguen los gastos du-

te en el motor fundamental de la generación del 14

rante la contienda. En una segunda etapa España sa-

adquiriendo predicamento a través de intelectuales

lió a la luz gracias a la generosidad de Amós Salvador

tan significativos como Marañón, Pérez de Ayala,

Carreras merced a la amistad que le unía con Azaña

Sánchez-Albornoz, América Castro, Julio Rey Pastor,

y Rivas Cherif de sus contactos en el Ateneo y en las

Blas Cabrera..., que traerán la II República.


Revista España

REVISTA PANACEA. NOV-DIC 2015

José Esteban, nos escribe sobre Luis Bagaria,

cita Huertas, afilia, sin dudar, la revista España al Ate-

el ilustrador y caricaturista de España que estuvo

neo de Madrid..” No poco característico fue de que la

muy implicado en combatir la guerra manifestando

revista se instalara en un piso de la misma calle del

en todo momento su apoyo a los aliados y haciendo

Prado, donde hervía el caldero intelectual del Ateneo.

críticas feroces al militarismo alemán que tomaran

Venía a ser como una hijuela del Ateneo, un enjam-

carta de naturaleza en la conciencia liberal española.

bre de abejas de la colmena principal y muy adecua-

Bagaria alcanzaría su cima de popularidad y gloria en

damente su primer director que el mismo Ortega”.

el Sol.

La guerra mundial influye e n l a r evista, e n s u Tomás Mallo señala en su artículo algunos ele-

formación y en sus predilecciones y tendencias te-

mentos y características sobre las relaciones entre el

máticas llevadas hacia lo político y social al calor de

escritor y político Luis Araquistáin y España, Sema-

los grandes debates entre germanófilo y aliadófilos

nario de la vida nacional del que fue director entre

que se prodigaban sin tregua en el Ateneo, merced

1916 y 1923, al igual que lo fue de la revista Leviatán y

a los movimientos regeneracionistas, imperantes en

del periódico Claridad. Miembro del PSOE, participó

la Docta Casa, de Joaquín Costa que era el presidente

como redactor de la Constitución española de1931.

de su Sección de Historia. La revista España también

Embajador de España en Alemania y Francia, Araquis-

fue cobijo de escritores de la generación del 98 como

táin fue el primero en hablar de los Estados Unidos,

Pío Baroja, Antonio Machado, Unamuno y Valle- In-

de Europa y abogaba también por una universidad

clán. A través de ella se puede denotar el progresivo

hispanoamericana. En sus libros se centra en la de-

auge del catalanismo de izquierdas, el nacimiento de

fensa de la democracia y en la crítica del despotismo

un republicanismo de raíz socializante, la presencia

y la autocracia germana. En la revista España auspició

de los regionalismos secundarios, la actividad de los

los manifiestos de la Liga Española para la Defensa

movimientos obreros y fue también una crónica de

de los Derechos del Hombre y los debates sobre el

las corruptelas nacionales que como dice José Car-

nuevo hispanoamericanismo. Resume Mallo diciendo

los Mainar sacudió incansablemente las mantas que

que Araquistáin dio a la revista un impuso periodísti-

ocultaban los tinglados de la Restauración.

co cargado de polémicas y en defensa de los aliados.

En definitiva se puede concluir diciendo que la

Eduardo L. Huertas, enumera en el artículo que

revista España abrirá de par en par las ventanas de su

cierra Panacea la amplia relación de redactores del

edificio ideológico para, durante una década, ventilar

primer número (Ortega y Gasset, Pío Baroja, Maeztu,

la viciada atmósfera de la vieja España. Fue un perió-

Pérez de Ayala, Luís de Zulueta, Eugenio D’Ors, Martí-

dico combativo y universalista que en su época no

nez Sierra…), y colaboradores tanto de Madrid (Luís

admitía paralelos con ningún otro editado en el país

de Tapia, Luís Araquistáin, Manuel Azaña, Luís Bello,

y que hermanaba a hombres de letras y divulgadores,

Manuel Bartolomé Cossio, Domingo Barnes, Jacinto

a polemistas y a creadores de un signo ideológico

Benavente, Enrique Díez Canedo, Manuel García Mo-

no siempre análogos pero vinculados por el recha-

rante, José Moreno Villa, Gustavo Pittaluga, Ramón

zo de lo que no querían y por las aspiraciones que

del Valle-Inclán…), como de provincias (Gabriel Alomar, Pedro Mourlane Michelena, Fernando de los Ríos

esperaban ver pronto realizadas. En sus páginas se

Unamuno…), así como los dibujantes y caricaturistas

blica organizadas por la Liga Anti germanófila y de la

publicaron manifiestos y convocatorias de acción pú-

tales como Bagaría, Romero de Torres, Penagos, Julio

Unión Democrática española con sede en el Ateneo,

Antonio, Arteta y Ricardo Baroja que muestran la

institución que se erigía, una vez más, en el símbolo

pluralidad profesional y heterogeneidad ideológica

de la “otra España” antítesis de la España descrita por

de la revista. Autores como Salvador de Madariaga,

Galdós.

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Revista España REVISTA PANACEA. NOV-DIC 2015

Alejandro R. Díez Torre Orígenes culturales y animadores de las revistas España y la Pluma Investigador responsable del grupo de Investigación de Frontera Global. Universidad de Alcalá

H

abitualmente se han vinculado los pro-

(Miguel, abogado y Amós, arquitecto); pero también

yectos modernistas de las renovadoras

recién licenciados y ya en los años de 1910 asentados

revistas La Pluma y España, con figuras

en puestos públicos y carreras profesionales, como:

decisivas de la llamada generación de

Azaña, Rivas Cherif, Marañón y otros jóvenes, como

1914, como Azaña, Araquistáin, Rivas

Gómez de la Serna o Pérez de Ayala, que empezaron a

Cherif o Díaz-Canedo. Pero se suele hablar menos de

tener relevancia ateneísta en los años de la Gran Gue-

los orígenes culturales de éstas y otras iniciativas lite-

rra, y gestionar en aquella institución o presentar en

rarias o de la reflexión intelectual y artística del Madrid

sus secciones sus inquietudes y debates. Desde 1901

de los tiempos de la Primera Guerra Europea: como

ya visitaba sus salones un joven de Alcalá como Ma-

las vivas polémicas –bélica; religiosa; tecnocientífica;

nuel Azaña y se hicieron socios del Ateneo madrileño

o de género- del Ateneo de aquellos años, o de las

entrado el siglo otros jóvenes estudiantes aún, como

dinámicas tertulias político-literarias, como los cafés

los hermanos Miguel y Amós Salvador desde 1903,

Regina y La Granja del Henar, que dieron el tono mo-

o Rivas Cherif, desde 1909. Pero algunos otros, como

dernista y popularizaron aquellas y otras iniciativas de

Ramón Gómez de la Serna, ya participaban activa-

revistas en el período de entreguerras. Decididamen-

mente en los debates de la Sección de Literatura des-

te, si se prescinde de la simple evocación de aquellos

de ese curso 1909-10. Tanto jóvenes licenciados de las

cenáculos y de las ayudas materiales de mecenas na-

facultades madrileñas –como Azaña, Rivas- o el joven

cionales o de subvenciones exteriores, sencillamente

arquitecto Amós Salvador, no solo prepararon oposi-

se vuelven inexplicables la aparición precisa, en un

ciones e iniciaban sus carreras profesionales, sino que

momento concreto y –sobre todo- la continuidad de

en el Ateneo descubrieron sus afinidades humanistas

aquellas publicaciones. Por lo mismo que si no nos

o su amor por la literatura o el arte, mientras partici-

fijamos en la procedencia e incidencia generacional,

paban intensamente en sus secciones, como Miguel

que concurrieron a hacer necesarias y estimulantes

Salvador en la de Música o Gómez de la Serna en la

las nuevas propuestas culturales y políticas. Y natural-

de Literatura.

mente, deben ser tenidas en cuenta las coincidencias

El propio Azaña recordaba en un texto de 1903 lo

de equipos humanos y relaciones de afinidad o amis-

que encontraron en el Ateneo y sus motivaciones de

tad, que contribuyeron a la feliz materialización por

disfrutar de “excelente café y confortables salones,

mor de la voluntad de hacer necesarias y atractivas

grata compañía, amena e instructiva conversación,

aquellas revistas para grupos renovadores de una Es-

novedad en las ideas y en los grandes torneos del sa-

paña en movimiento desde comienzos del s. XX.

lón de sesiones, un plantel de maestros de la oratoria”

Uno de los ámbitos donde las experiencias de

Un sexenio después, en el otoño de 1909, José Ortega

1

comunicación y renovación cultural estuvieron más

y Gasset hablaba en el mismo Ateneo de “Los proble-

presentes desde comienzos del s. XX, para aquellas pu-

mas nacionales y la juventud”, donde se podían ver -y

blicaciones y otras iniciativas, fue el Ateneo de Madrid

reconocer- el nuevo escenario y los nuevos actores

(que ya fue un punto fuerte para la anterior genera-

políticos. Una generación crítica se incorporaba en-

ción finisecular del 98; y siguió siendo especialmente

tonces, como el propio Azaña, sintiendo los impulsos

motivadora para la siguiente, en 1914). En la céntrica y

innovadores, tanto de nuevos valores y propuestas, en

prestigiosa sede de la calle del Prado en el Ateneo ma-

los ideales estéticos, políticos o simplemente ateneís-

drileño se conocieron y trataron, haciéndose amigos

tas, que les hicieron incorporarse –en torno a 1914 o

y compartiendo inquietudes, jóvenes profesionales

mediada la década- a tareas intelectuales y de respon-

entonces, como los hermanos Salvador Carreras

sabilidad pública.


Revista España REVISTA PANACEA. NOV-DIC 2015

Y lo hicieron presente con un gran deseo de

poner el teatro a la altura de otros países europeos

innovación en el Ateneo: Gómez de la Serna, secreta-

(pasados unos años, en la década de los años de 1920,

rio de la Sección de Literatura en 1910 (presentando

Rivas Cherif fundó el Teatro de la Escuela Nueva, y en

una memoria, sobre la corriente artística y literaria del

el Teatro Español muy próximo al Ateneo ofreció una

Futurismo); Miguel Salvador, presidiendo la Sección

versión de “Un enemigo del pueblo” de Ibsen, que

de Música en 1913 (año en el que organizó el primer

marcó un antes y después en la puesta en la escena

concierto fuera de Granada del ya famoso Andrés

española).

Segovia; además de sugestivas veladas musicales de primer nivel en los salones ateneístas); Manuel Azaña, elegido como secretario de la Junta ateneísta en 1913; etc. Fueron años en los que, por ejemplo, Miguel Salvador se distinguiría como crítico musical en El Globo o la Revista Musical de Bilbao; o bien fundó la Sociedad Nacional de Música, además de la Sociedad Filarmónica de Madrid. Pero Manuel Azaña no solo adquiría rango de gestor ateneísta en 1913, sino que se incorporó a la iniciativa de Melquiades Álvarez del Partido Reformista en 1912, o bien a la de Ortega –con García Morente, Fernando de los Ríos, Adolfo Posada y otros; hasta cien afiliados o suscriptores2 - al organizar en 1913 la Liga de Educación Política Española, echada a andar en 1914 (inaugurada con la famosa conferencia de Ortega sobre la “Vieja y nueva política”, el 23 de marzo de 1914: donde Ortega, entre otros muchos destacados asistentes, conoció a uno menos conoci-

Café Granja del Henar. Madrid, 1912

do, Luis García Bilbao, financiador de otro proyecto orteguiano, la revista España, que se crearía en la misma calle del Prado de la sede ateneísta). Un número de aquellos jóvenes profesionales, creadores o profesores, habían vuelto de estancias fructíferas en el extranjero, los años anteriores a la Gran Guerra. Como Marañón en 19103; o Azaña en 1911-12 o Rivas Cherif –once años más joven que Azaña, doce de Amós Salvador- en 1913, después de su doctorado en Bolonia.4 Ellos y otros volvieron de inmediato a frecuentar el Ateneo donde se conocieron y entablaron amistad; así como a la salida de la docta casa, se encaminaban al Café Regina y a última hora antes de retirarse, al Café Granja del Henar, en los que –como en el Ateneo- se incorporaban o mantenían tertulias muy vivas y cotidianas. Azaña desveló para los consocios ateneístas entonces, aparte de sus dotes de organizador y preparación política en ciernes –candidaturas a diputado fallidas, en 1914 y 1918-, sus habilidades literarias: cuando dio en 1913 una conferencia en el Ateneo de recreación histórica y literaria de Alcalá de Henares. Pero según su propia confesión, aunque pasaba largas horas en la docta casa, en su despacho, salones, tertulias o biblioteca, durante los primeros cinco años de secretario del Ateneo, con un vigor y empuje nuevos en el mismo, por aquellos años sin mucho que hacer o escribir, simplemente se divertía en su ambiente animado y exuberante culturalmente.5 Mientras Rivas intentaba en la docta casa

Manuel Azaña Díaz (10 de enero de 1880-3 de noviembre de 1940), en su época de secretario 1º del Ateneo de Madrid 0

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Revista España

REVISTA PANACEA. NOV-DIC 2015

Ambos ateneístas, Azaña y Rivas, se fueron a París en

pudiesen sumar lo mejor y característico de ambas

1919, donde pasaron meses –hasta abril de 1920- tra-

revistas.

bajando en traducciones y conociendo al día las nue-

Al final del conflicto europeo y con una proble-

vas corrientes literarias y artísticas, de una Europa que

mática posguerra, en 1919 en la capital francesa por

se sobreponía de la Gran Guerra.

un azar, coincidieron Rivas Cherif y Azaña con su ami-

Mientras duró el conflicto europeo, el proyecto

go ateneísta, Amós Salvador, que estaba en París en

orteguiano de una revista que recogiera los cometidos educativos políticos y cívicos fue el que en 1915 vio la luz como revista España, y tuvo sede muy cerca del

una corta estancia para un congreso de arquitectura.

Ateneo, en la misma calle del Prado. Fue un semanario

aunque necesitando financiación y como impulso

Y entre los tres fraguaron la idea que hacía meses les preocupaba, de fundar una revista literaria en Madrid;

de contenido político explícito, y un “indudable peso en la opinión”, como reconoció Rivas Cherif. Sin embargo, una revista que se fundó con la oportunidad de una herencia de Luis García Bilbao, pudo sobrevivir apenas apoyada en subvenciones de países europeos –que de esta forma, también reconocían los esfuerzos de propaganda de los aliados, que intelectuales españoles habían mantenido a lo largo del conflicto- de hasta 3.000 pts. mensuales, para mantener una edición de 20.000 ejemplares por número.6 Una práctica ésta muy habitual por parte de los países contendientes –los aliados de Francia, G. Bretaña, Italia- como de los imperios centrales –Alemania y Austria, en otras publicaciones y prensa periódica- durante el periodo que transcurrió durante la Gran Guerra. Pero con el fin del conflicto, la suspensión de las subvenciones externas puso a la publicación ante sus propios recursos; y con una cartera de suscriptores, sin embargo en febrero de 1921 la sociedad editora paralizó la revista por insuficiencia económica. Aunque volviendo a reanudar su salida casi un año después, en enero de 1922:

Amós Salvador , 1920

gracias a la ayuda que el gerente de la revista, Luis García Bilbao, encontró en el ateneísta y arquitecto Amós Salvador. Salvador formaba parte del consejo de administración desde tiempo antes de la reaparición; y desde entonces se mantuvo –con mayor peso- junto a otros integrantes del mismo: Luis García Bilbao; Luis Araquistáin; Augusto Barcia; y Ramón Sánchez Díaz.7 Con independencia de la relación de algunos de ellos en el Ateneo en los años de la segunda década del siglo pasado, lo que si fue efectivo fue la amistad y confianza de Amós Salvador en sus consocios ateneístas, Azaña y Rivas: hasta el punto de condicionar su ayuda en la nueva andadura de España, para que –desde el 1.º de enero de 1923- Azaña y Rivas se ocupasen –respectivamente- de la dirección y secretaría del semanario. La creación del trabajo y modo de hacer de éstos se habían puesto a prueba, desde fines del conflicto bélico en París y desde 1920 ya en Madrid, donde hicieron posible un proyecto editor propio. Amós partícipe de ambos proyectos, desde 1921 ya había hablado al parecer de fusionar la revista España con la naciente literaria La Pluma (de la que paulatinamente se desvinculó), para que no se quitaran lectores y

Portada del primer Nº de La Pluma, 1920


Revista España

REVISTA PANACEA. NOV-DIC 2015

inicial, Salvador Carreras decidió apoyar la iniciativa

des de reunión, asociación o de la persona “con ga-

con 500 pts. de sus dietas que como diputado del Par-

rantía de que nadie será procesado y preso más que

tido Liberal le habían correspondido.

8

por jueces responsables, ni condenado más que por

Así vio la luz la nueva revista La Pluma, que

los tribunales competentes, dentro de las formas de

desde 1920 a junio de 1923, con 2.000 ejemplares de

la ley…”. Entre los firmantes de aquel texto de mar-

edición sobria y durante 37 números, fue redactada

zo de 1922, estaban en primer lugar Amós Salvador

principalmente por Rivas y Azaña, y se marcó como

Carreras, con la notoriedad de ser diputado a Cortes;

objetivo el agrupar escritores independientes de gru-

así como más discretamente, Azaña, Barcia, Pedregal,

pos literarios convencionales (Jacinto Benavente, Pío

Araquistáin, Pittaluga, de los Ríos, Machado, Castro,

Baroja; Julio Camba; Eugenio D’Ors, José M. Ruíz “Azo-

y otros, una cincuentena de ateneístas y socios de la

rín”; Mariano de Cavia, Emilia Pardo Bazán y José Or-

orteguiana Liga de Educación Política de 1914. 11 Pero

tega, entre otros, según manifestaron desde el primer

con la instauración de la dictadura de Primo de Rivera,

número); aunque nuevos creadores ya acreditados en

en septiembre de aquel año, España tuvo un leitmo-

aquel momento (Ramón Gómez de la Serna; Juan Ra-

tiv suplementario el de su oposición antidictatorial.

món Jiménez; Antonio Machado; F. García Lorca; Pedro

Como un régimen este que no se aceptaba ni como

Salinas, Gerardo Diego; Jorge Guillén; Alfonso Reyes),

solución de tránsito, la revista hubo de oponerse a la

tenían garantizado en La Pluma un refugio para vivir

censura del nuevo régimen militar: con planas censu-

con independencia su vocación literaria. 9Los impre-

radas del semanario, éste recibía a menudo la orden

sores –los hermanos Sáez, con talleres cerca del cine

de sustituir originales tachados (cosa que introducía

Noviciado en Madrid- propusieron a Rivas y Azaña

un desorden inesperado, que había que gestionar; al

una pequeña sociedad; en la que la disposición de

no plantearse salir con blancos en sus páginas). Pero

una modesta cantidad del arquitecto Amós Salvador,

entre la censura y el propio déficit económico, la re-

permitió salvar una publicación con vida precaria (aún

vista España pudo difícilmente sobrellevar las nuevas

contando con unos doscientos suscriptores, la tirada

condiciones dictatoriales; y fue suspendida definitiva-

tuvo que reducirse a la mitad, 1.000 ejemplares). Fue

mente por el gobierno, desapareciendo el 29 de mar-

una aventura quijotesca, pese a todo, de Rivas y Azaña,

zo de 1924. Cierre éste de todas formas previsto, tanto

que llevaron el peso de crecientes tareas; pese a dis-

por Azaña como por Salvador –quien, según Rivas, se

poner de colaboraciones de relieve, como la de Valle

había gastado mucho dinero en mantener la publica-

Inclán (al cual dedicó la revista su último número: un

ción en su última etapa- dado el vuelo antidictatorial y

homenaje al creador del Ruedo Ibérico, que traducía la

crítico que mantuvo hasta el final (por oposición a otro

amistad que les unía a los redactores con el futuro pre-

proyecto ortegiano, La Revista de Occidente, una clara

sidente del Ateneo, en 1933). Pero constituyó un tram-

antítesis de España en ese sentido).

polín necesario de varios autores, para dar a conocer obras literarias y crónicas teatrales, que acreditaron tanto a Azaña como a Rivas (que firmó colaboraciones

Bibliografia:

como “Un crítico incipiente”). Mientras atendían otras tareas profesionales y ateneístas, aquellos y otros no dejaron nunca de acudir al centro habitual de sus tertulias al Café Regina: donde a menudo coincidían con Amós Salvador, Díez Canedo y otros ateneístas.10 Desde enero de 1923, España bajo la dirección de Manuel Azaña se convirtió en una revista de una gran carga crítica: en gran parte proveniente del rechazo genuino a la “vieja política” que desde el principio impulsó la publicación. En uno de los primeros números de 1922, publicó un llamamiento para la Liga Española de la Defensa de los Derechos del Hombre: un texto muy crítico contra el sistema y su frecuente suspensión de garantías y del derecho –bajo una Constitución que se ponía en suspenso con frecuencia, y bajo un régimen de arbitrariedad, en lugar del público y legal: no establecido plenamente ni acatado del todo, cuyos puntos esenciales eran: la libertad de conciencia, de palabra, de prensa; liberta-

1=>Azaña, Manuel: “Tardes madrileñas II. El Ateneo”, en Gente Vieja, 20 de marzo de 1903. 2=> Vid. MENÉNDEZ ALZAMORA, Manuel: La generación del 14: una aventura intelectual, Madrid, s. XXI, 2006. Entre componentes destacados de aquella generación estaban: M. Azaña; P. de Azcárate; A. Castro; L. Luzuriaga; S. de Madariaga; R. Pérez de Ayala; F. de los Ríos; E. Díaz Canedo; M. García Morente; F. de Onís; Amós Salvador; etc. 3 =>Cfr. en BAGUR TALTAVULL, Juan: “La Liga de educación Política Española, como instrumento de la nación: desde la autonomía hasta la reconversión y el fracaso (1913-1916)”, Tales, Rev. de Filosofía, Madrid, n.º 5 (2015): 139-157. 4 =>Información sobre la menos conocida peripecia – aunque muy conocido biógrafo de su amigo y cuñado Azaña- en AGUILERA SASTRE, J. y AZNAR SOLER,

9


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Revista España REVISTA PANACEA. NOV-DIC 2015

M: Cipriano de Rivas Cherif y el teatro español de su época (1891-1967), Madrid, Asociación de Directores

de Escena de España, Madrid, 1999. 5 => Cfr. en JULIÁ, Santos: Manuel Azaña, una biografía política. Del Ateneo al Palacio Real, Madrid, Alianza, 1990: p. 12. 6 =>La distribución de subvención exterior de España, se repartía así: británicos (1.500 pts.); franceses (1.000 pts.); italianos 5000 pts.), según JULIÁ, Santos: Vida y tiempo de Manuel Azaña, 1880-1940, Barcelona, Taurus, 2008: p. 212.

(7 => Cfr.en RIVAS CHERIF, C. de: Retrato de un desconocido. Vida de Manuel Azaña, Barcelona, Grijalbo, 1980: p. 523. También vid. AZAÑA, M. y RIVAS CHERIF, C. De: Cartas 1917-1935 (inéditas), edón. de Enrique de Rivas, Valencia, Pre-Textos, 1991.Vid. carta de Manuel Azaña a Cipriano Rivas Cherif, Madrid, 27 de agosto de 1921. 8=>Cfr. en RIVAS CHERIF, C. de: op. cit. Ibíd, p. 96-97. 9 => Vid. La Pluma: revista literaria; edón. facsímil, Madrid, Topos Verlag, 1980. 10=>Cfr.en RIVAS CHERIF, C. de: op. cit. Ibíd, p. 523. 11 => Cfr. en España, n.º 310 (4 de marzo de 1922).

Calle de Alcalá y Hotel-Café Regina, 1920

Biblioteca del Ateneo de Madrid hacia 1920 Puerta del Ateneo de Madrid, sita en la calle del Prado número 21.


Revista Espa単a

REVISTA PANACEA. NOV-DIC 2015

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12

Revista España REVISTA PANACEA. NOV-DIC 2015

-

ES PANA 1915

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SEMANARJO DE LA VIDA NACIONAL

ELSHNTl }.UfilvTO D B LA NATURALEZA ,\)),\)<11 t,m oc, . _11qu¡16 e�de,�rdiy C'll<'IIO. .ttftOnta. S Oi oes Wu•a que nolffllt'lioff uestos(ll)fl 11�a� «110111 . 2 \a · ,\lfffl'ICW... 1':aenes rcln). ;,iearu:,, t


Revista España

REVISTA PANACEA. NOV-DIC 2015

Victor Morales Lezcano

“REVISTA ESPAÑA“ SEMANARIO DE LA VIDA NACIONAL (1915-1924) Procedencia: HISPANIA REVISTA ESPAÑOLA Tirada aparte del tomo XXXIX (1979), págs., 201-215 INSTITUTO “JERÓNIMO ZURITA“ (C.S.I.C)

H

e aquí un título y su complemento. La

de la calle del Prado, en el distrito Retiro de la capi-

Revista España va a hacer una aparición

tal de España. No puede ignorar él que tenía allí su

semanal y se propone eco de preocupa-

sede el Ateneo científico, literario y artístico. Ni tam-

ciones nacionales. Así sucederá desde

poco desconoce la vitalidad cultural que se registró

un principio hasta llegar el año de su

en aquel ghetto, hogar de románticos, tribuna de

muerte.

doctos, barricada de la intelectualidad militante

El formato, la calidad del papel, la abundancia

contra el yermo de la intelectualidad academicista.

de huecograbados y caricaturas, las dimensiones de

Revista España, semanario de la vida nacio-

cada espacio, sí van a transformarse a lo largo de una

nal entre el 29 de enero de 1915 y el 29 de marzo

década de intensa persuasión periodística.

de 1924, redactada y administrada desde la calle del

29 de enero de 1915 – 29 de marzo de 1924:

Prado, 11 e impresa en” Renacimiento”, San Marcos,

fecha de arranque, trayectoria descrita por España – y

42 también en el corazón de Madrid de la Restaura-

Europa – y datación postrera que registra el final de

ción. Se tratará durante toda su existencia periodís-

una aventura discursiva.

tica, interrumpida severamente, a veces, por la cen-

Revista España, semanario de la vida nacional,

sura y por otros obstáculos (como sucediera entre

sometida a los vaivenes de una época crítica, remitirá

febrero de 1921 y enero de 1922), de un semanario

desde su nacimiento hasta su muerte a una dirección

“nacido del enojo y la esperanza” (6), dispuesto al

postal evocadora: calle del Prado, 11 Madrid. No ne-

debate político, a la crítica y a la divulgación literaria.

cesitamos conducir de la mano al lector hasta el nª11

“… No siendo el nuestro un periódico de empresa, sino de guerrilla espiritual, libre, magníficamente libre de todo compromiso político o económico, sin accionistas ni aspirantes a diputaciones en Cortes, podemos permitirnos el lujo de preferir el silencio voluntario a la mordaza forzosa” (7), leemos en un editorial que no rompe con la línea arrogante de su práctica discursiva ni con el nudo de su actuación ideológica, bien atado, pero no exento de contradicciones. Actualmente ideológica de una “inteligencia” de procedencia burguesa, radical en sus planteamientos y encorsetada por una sociedad poco ágil y bastante esclerosada. Esta es la Revista España, y aquella fue su época. ¿Quiénes estrecharon propósitos y para qué? He aquí una segunda indagación que suponemos no agote la paciencia del lector; para responder satisfactoriamente a ella hemos de pensar en la Revista España, como en el

E. Díez-Canedo

cuartel general de una generación de intelectuales muy definida.

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Revista España REVISTA PANACEA. NOV-DIC 2015

LA GENERACIÓN DE 1914 EN LA “REVISTA ESPAÑA”

fuerza, a todos los que hemos vivido sometidos a un mismo régimen de amarguras históricas, de toda una

La nómina original de la Revista España in-

ideología y toda una sensibilidad yacentes, de segu-

cluye a su gran patrón de primera hora: José Ortega

ro, en el alma colectiva de una generación que se ca-

y Gasset, más un equipo de redacción muy decan-

racteriza por no haber manifestado apresuramientos

tado. En él figuran: Ramón Pérez de Ayala, Luís de

personales; que, falta tal vez de brillantez, ha sabido

Zulueta, Eugenio d’Ors, Gregorio Martínez Sierra,

vivir con severidad y con tristeza; que, no habiendo

Ramiro de Maeztu y Juan Guixé.

tenido maestros, por culpa ajena, ha tenido que reha-

Nosotros no abundaremos aquí en la debati-

cerse las bases mismas de su espíritu; que nació a la

da cuestión de cuándo nace, y por qué, y quiénes

atención reflexiva en la terrible fecha de 1898, y des-

integran una generación. Hay criterios de sentido

de entonces no ha presenciado en torno suyo, no ya

común, como el de la década de nacimiento en

un día de gloria ni de plenitud, pero ni siquiera una

la que oscilan los miembros de una generación

hora de suficiencia. Y por encima de todo esto, una

(los del 14 nacen, en su gran mayoría, en los años

generación, acaso la primera, que no ha negociado

ochenta del siglo XIX). O como el de las experien-

nunca con los tópicos del patriotismo” (9).

cias y formación (que ésta y aquéllas pueden diferir, sin dejar de implicar vivencias comunes a todos los hijos de una generación), la convivencia y empresas compartidas (como para la generación del 14 fueron el Ateneo de Madrid, la Liga de la Educación Política, la Revista España, etc), o como el de los frutos cosechados, los obstáculos que se han alzado en el itinerario recorrido, y los fracasos e incumplimientos registrados en la trayectoria generacional de un grupo de hombres, dentro de una sociedad y en una época dada (8). Nos parece que ya en la nómina original de la Revista España la generación de 1914 domina el panorama de la redacción en reveladora proporción. Esa proporción es abrumadora cuando, al transcurrir los años, se incorporan a ella nombres epónimos de la misma: Luis Araquistain, Manuel Azaña, Gabriel Miró, Salvador de Madariaga, Manuel Núñez de Arenas, Fernando de los Ríos, Marcelino Domingo, José Rivas Cherif, Enrique Díez Canedo, Camilo Barcia, Julio Álvarez del Vayo, Juan Ramón Jiménez y otros. Sabemos que una relación de nombres, por ínclitos y conocidos que sean, no basta, junto con

Editorial del Nº 1 de La Pluma, 1920

cuatro trazos, para definir una generación y hacer resaltar los hitos determinantes que la configuran y la espolean para sentir, pensar y actuar como sabemos que lo hizo la de 1914. Dejemos que ellos

Hay, por lo pronto, dos rasgos que acusan el

mismos, o uno entre ellos por todos, se encargue

perfil de este boceto: la generación del 14 se nos pre-

de hacer para nosotros la tarea. No es pereza, sino,

senta descontenta y con voluntad de ruptura. El “na-

antes que nada, cortesía, lo que nos mueve hacia la

cer a la atención reflexiva en 1898” va a darnos una

reproducción de este texto – autorretrato fidedig-

clave preciosa para entender las actuaciones de mu-

no de la generación- : “… hombres que, como yo y

chos miembros de esta generación hasta la década

buena parte de los que me escucháis, se hallan

de los años treinta, década que marca la línea de in-

en el medio del camino de su vida. No se trata, por

flexión hacia su ápice histórico primero, hacia su más

consiguiente, de ideas originales que puedan haber

depresiva hondonada después (10).

sobrevenido al que está hablando en una buena tar-

Durante un estimable período, muchos entre

de; se trata de todo lo contrario: de ideas, de senti-

ellos confesarán su disgusto con lo que tienen y con

mientos, de energías, de resoluciones comunes, por

lo que les rodea, expresando el imperativo de una


Revista España

REVISTA PANACEA. NOV-DIC 2015

ruptura espiritual que, como estamos viendo, se ini-

me dedicaría a una actividad especializada y absor-

ció años antes de que la consagraran las urnas y el

bente: el arte, la ciencia, la industria. Pero en España es

electorado políticamente.

imposible la dedicación pura y plena a una actividad

Todos ellos se declararán liberales, o no, pero

preferida, amada” (12).

sin dejar de comportarse como tales. Ahora bien, ¿De qué liberalismo se trataba? Hubiese sido inadmisible que a la altura de las circunstancias españolas, entre 1915-1924, una generación de compactos talentos universitarios y creadores -como se desprende del somero inventario hecho antes- se hubiera asido a la desprestigiada etiqueta del liberalismo ochocentista. Generación de su tiempo, atenta a las cambiantes realidades y a los planteamientos de la época, la generación del 14, motor de la Revista España, proclamará con determinación que “el deber de los liberales españoles es mucho más severo, más estricto y tan arduo de cumplir que algunos retrocederán…; habrá que restaurar en su pureza las doctrinas y acorazarse contra las transigencias. La intransigencia – termina por proponerse- será el síntoma de la honradez” (11). He aquí un lenguaje que en su época se tildó de radical; lenguaje de los epónimos de una generación en la que se fraguaban la voluntad republicana de 1931 y el socialismo – reformista o revolucionario- del Indalecio Prieto del Liberal de Bilbao y del Luís Araquistain de Leviatán. Henos, por último, ante este postulado general de partida, que constituye un reto frontal a la filosofía al uso, empírica y acomodaticia, desde que la Restauración impusiera su sistema de poder, su modo de vida y clima de pensamiento. Es entonces cuando pa-

Prólogo de Luis de Araquistáin (1935) para tres ensayos de Filosofia española (Ortega y Gasset, Turró y Unamuno) de J. izquierdo Ortega

rece haber sonado la hora de la intransigencia liberal, la de su decidida voluntad de rescatar los valores que ellos consideraban vejados y pervertidos

Y sigue reflexionando así sobre este tópico: “En toda nación civilizada hay un mínimo de ideas políticas comunes a todos los ciudadanos, y luego un

UNA GENERACIÓN Y UNA ÉPOCA

margen de disparidad. Ese mínimo de ideas políticas coparticipadas, sin las cuales ni el Estado posee es-

Lugar común probablemente, pero evocación de rigor que se nos impone, para que veamos cómo

tabilidad ni el individuo libertad, no se echa de ver todavía en España” (13).

los accidentes de la época – 1915-1924 – convocan

Esta generación dolida, que usa discretamente

a los miembros de una generación hacia la arena

de la retórica del agravio, arroja un golpe de vista a

política, al teatro de la acción. ¡Cuántos entre ellos

su alrededor y se encuentra con un yermo social, con

hubieran deseado seguir la placentera existencia que

que mucho o casi todo está por hacer en el territorio

regala al escritor el recogimiento cenobítico de su há-

de la civilización política. Y es así que se proponen

bitat, en medio de los objetos queridos y conocidos,

– como algunos primeros regeneracionistas ya lo

sin que los accidentes externos amenacen el sosiego

habían hecho – romper más de una lanza por lo que

de la vida creadora!

desean para el país y para ellos.

Oigamos, por ejemplo, cómo un miembro de la

Hablamos poco antes de sistema de poder,

generación de 1914 habla sobre un dilema presenta-

de modo de vida y de clima de pensamiento bajo la

do ininterrumpidamente desde la eclosión histórica

Restauración. Por tanto, de Monarquía parlamenta-

de algunos de ellos a la superficie de la acción social:

ria, con turno de partidos; de progreso y pauperismo

“Si yo viviera en Francia, en Inglaterra, en los Estados

social al mismo tiempo; de rancio positivismo de im-

Unidos, en suma, en una nación civilizada, a buen se-

portación en la base de las creencias dominantes.

guro que, dejando de lado la preocupación politica,

Contra aquel mundo, en todos y cada uno de sus

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Revista España REVISTA PANACEA. NOV-DIC 2015

elementos se alza retadora la generación del 14, im-

en Marruecos, el proceso responsabilista, la crisis in-

poniéndose el deber – término archiutilizado en la

sostenible que acucia al Parlamento, a los Tribunales,

práctica discursiva de su plana mayor- de mover y

al Ejército y a la Monarquía entre 1921-23.

de conmover a través de la palabra, dicha o escrita, la estancada superficie y las profundidades de la sensibilidad pública del país. “En el curso de nuestro diálogo – nos cuenta uno de los más celebrados miembros de la generación- lamenté que en España fuera la vida áspera, fría como el granito, y de iguales impenetrabilidad y dureza. Disolver este ambiente, cambiarlo por otro más conforme a nuestra sensibilidad, parecíame el único móvil personal admisible para ingerirse en los asuntos públicos”(14). Desde un principio, muchos de los miembros de la generación querrán movilizar también no sólo su voluntad, si no también la de sus compatriotas inmediatos, la de toda la nación si fuera posible; pero los anhelos no bastan, y la voluntad de movilizar la opinión pública, de vitalizar inteligentemente al país real tampoco permitirá deslastrarse de “las entidades morales de nombre sonoro, ya históricas, ya recién inventadas, que pesan sobre nosotros como losas de plomo” (15). Habrá que esperar al verano de

Foto de 1927 en el parque del Retiro, L. G. Urbina_ M. Azaña_ R. Valle-Inclán y E. González Martínez

1914, con el que desaparecería el “mundo de ayer”, para que Europa y España – malgré elle-, entraran en una época de guerra y de revolución. La nueva política, la pedagogía social propugnada por la generación de 1914, encontrarán en adelante sobradas ocasiones de intervención. LOS TEMAS DOMINANTES EN LA “REVISTA ESPAÑA” “Nacida del enojo y de la esperanza”, la Revista España, bajo la égida de sus tres timoneles (16), es proyección periodística, práctica discursiva semanalmente ejercitada, en la que se forja la solidaridad política de una generación, su voluntad de ruptura

¿Cómo no había de reflejarse y de debatirse en las páginas : de la Revista España una década de guerra, revolución y posguerra no menos inquietante?. Los acontecimientos de la época en sus tres ciclos –guerra, revolución y posguerra- vienen ya captados tersamente en estas reflexiones de la más europeísta de las firmas congregadas por la Revista España: “La guerra actual, incomprensible si se la contempla como una mera reyerta por los mercados, se hace más clara si se la contempla como un trágico momento de la Humanidad, como un conflicto entre la Fuerza y el Poder contra la Justicia y el Derecho, una

con la Restauración y con el ayer histórico inmedia-

tragedia humana en la que las grandes fuerzas de la época -militarismo, capitalismo, socialismo,

to, práctica discursiva que durante diez años abrirá

nacionalismo- actúan y reaccionan entre sí, a veces en

de par en par las ventanas de su edificio ideológico

conflicto manifiesto, otras temporalmente aliados” (17)

para ventilar, con preocupaciones ineludibles, la viciada atmósfera de la vieja España.

No queremos entrar ahora en una revisión es-peculativa de la dicotomía establecida por este

Tampoco necesita el lector que se le recuerde

corres-ponsal, ni en la abierta francofilia con que

lo que le pasa al mundo en el verano de 1914. Ni

comulgaron las rúbricas de la Revista España

de cómo se extiende, en lo geográfico y en lo espi-

durante el conflicto (18).

ritual, el conflicto bélico. ¿Es que ha olvidado quizás

Nos interesa subrayar, por lo pronto, la

la Revolución de Octubre de 1917 en la Santa Rusia?

alerta, hiperavisada actitud ante lo que estaba

¿Y la Paz y Conferencia de Versalles? ¿Necesita, en el

ventilándose en una contienda de proporciones

caso de España, que se le recuerden los inquietantes

inéditas en Euro-pa… “Europa, quién es Europa…, el

días y meses de acción de masas, de sublevaciones

Kaiser, Lloyd Geor-ge, Lenin? Los tres son europeos.

militares, de huelga general fallida , de pinitos cons-

Sin embargo, ningu-no es Europa todavía” (19). La

tituyentes? Y poco después de ello, la culminación

incertidumbre ante los problemas más presentes y las soluciones contempladas atraviesa el discurso de

de una desafortunada trayectoria neocolonial en


Revista España

REVISTA PANACEA. NOV-DIC 2015

una generación que asiste – y no del todo inerte-

pueblo. “Sombras todavía vigentes y rectoras…”, ob-

al espectáculo de un viraje copernicano, del ayer al

jetivo contra el que dispara Revista España los dar-

hoy.

dos acerados de una secuencia periodística, vigoY si el viejo continente se atomiza en ismos

rosa e informada. Sin duda, con menos violencia a

de múltiple naturaleza, España va a operar, en su

partir de 1923, cuando el ensayo crítico y las colabo-

península espiritual, un fenómeno de catálisis ideo-

raciones literarias (23) – desde siempre tan destaca-

lógica, influida p or l a G ran G uerra, l a R evolución

das – amortiguan los rescoldos de un descontento

“sovietista”, como se escribía entonces, y por el es-

político forjado en la escritura semanal de un pe-

tablecimiento – más o menos feliz – de un orden

riódico que, en su época, no admitía paralelos con

de posguerra en lo político, jurídico y económico.

ningún otro editado en el país. De un periódico que

¿Cómo no iba todo ello a brotar en las páginas del

hermanaba, indistintamente, a médicos, a filólogos,

periodismo combativo y universalista de la Revista

a hombres de letras y a divulgadores, a polemistas

España? No puede extrañarnos que se reflejara e n

y a creadores de un signo ideológico no siempre

sus caricaturescas portadas (20); en sus editoriales;

análogo, pero vinculados, - en la línea precisa del

en sus espacios dedicados a la política internacio-

tiempo- por el rechazo de lo que no querían y por

nal, a la guerra; en sus “cartas extranjeras” y entre-

las aspiraciones que esperaban ver pronto realiza-

vistas con los periodistas, intelectuales, políticos y

das. De un periódico cuyo último número – el 415-,

artistas de Francia, el contradictorio panorama de la

editado el 29 de marzo de 1924, hubiese podido lle-

Europa bélica y de posguerra.

var, como fatal encabezamiento, el epigráfico dicho:

Durante el período de su aparición durante la guerra, se publicaron en sus páginas manifiestos y

“Aquí yace media España,

convocatorias de acción pública organizados por la Liga Antigermanófila, primero, la Unión Democráti-

Murió de la otra media.””

ca Española, después (21). Las dos remitían también a la calle del Prado, 11, donde el Ateneo artístico, literario y científico se erigía como el símbolo de la

BIBLIOGRAFIA:

“otra España”, que con fervor de minoría políticamente orientada quería ser la antítesis de la España

(6) Revista España (en adelante R.E), propósito del

descrita por Galdós, que junto con Larra y Cajal fue

editorial, 29 de enero de 1915.

uno de los tres genios tutelares de la generación del

(7) R.E, editorial (¿de la pluma de Luís Araquis-

14: “España dormida, beatífica, q ue s e g oza e n s er

tain?), 25 de octubre de 1917, reapareciendo des-

juguete de los sucesos y en nada se mete con tal

pués de haber sido suspendida durante dos me-

que la dejen comer tranquila”.

ses y arrestados su director, gerente y dos o tres

A partir de 1921, después de avatares muy

colaboradores,entre los que se contaban Núñez de

penosos para el país, la Revista España, siempre en

Arenas y Corpus Barga.

la brecha de los acontecimientos, registrando en

(8) Para un planteamiento detenido del tema, cfr.

la caja de resonancia de su práctica discursiva los

JULIÁN MARÍAS: El Método Histórico de las gene-

hechos significativos de Europa y de la Península,

raciones (Madrid, R. de O.), passim. Para unas con-

detiene su publicación durante un largo interregno

sideraciones relevantes sobre la generación de

periodístico. Al volver a la imprenta, a la dimensión

914, cfr. Tanto a JUAN MARICHAL: La vocación de

social y pública que le imprimen siempre sus “pro-

Manuel Azaña (Madrid, Edicusa), págs.. 66-9, como

creadores” de la generación del 14 – conscientes de

a M.TUÑÓN DE LA LARA: Medio siglo de cultura es-

que se ha inaugurado en la historia la protagoniza-

pañola: 1885-1936 (Madrid, Tecnos), en general los

ción de las masas - , se advierte en ellos una mezcla

capítulos VIII, IX, X.

de fatiga y escepticismo que no les impide apelar

(9) ORTEGA Y GASSET: “Vieja y Nueva Política”, en

a la resistencia individual como único recurso para

Discursos Políticos (Madrid, Alianza), pàgs. 64-5.

supervivir en un entorno cada vez menos estimu-

(10) Una generación está históricamente empare-

lante::

dada por la que le precede y por la que le sigue, con “Este quiere ser el sentido de Revista España

las que forma un correlato de tres generaciones que

en su segunda época: más que una esperanza en

pespuntan un siglo. La del 14 está entre la del 98 y

ninguna de las sombras todavía vigentes y rectoras,

la del 27, lo que se evidencia en la páginas de R.E.,

una incitación a que cada español sólo confíe en sí

abiertas a las colaboraciones-y muy asiduas- de Mi-

mismo” (22). Consigna de desesperados, de nuevos

guel de Unamuno, y a las menos asiduas, pero no

jovellanistas divorciados del poder y, a veces, del

menos valiosas, de Valle-Inclán y Pío Baroja, entre

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Revista España REVISTA PANACEA. NOV-DIC 2015

los miembros más destacados de la vieja genera-

(19) MADARIAGA, art. Cit.

ción; y a las de Jorge Guillén, Pablo Azcárate, Eurge-

(20) Debidas a BAGARIA, y celebradas por su agude-

nio Montes, entre los de la generación joven. Algo

za y germanofobia.

parecido hemos observado que sucede en grandes

(21) La primera de estas dos asociaciones contaba

revistas de la época que hemos acotado: La Revista

como genios tutelares a GALDÓS y a UNAMUNO; la

Blanca, Revista Nacional de Economía, la Revista de l

segunda se apoyaba más en profesionales e intelec-

Occidente, por citar sólo tres de las más conspicuas

tuales eminentes de la generación de 1914: MARA-

(11) R.E., en el artículo de fondo del 29 de diciembre

ÑÓN, PITTALUGA, MENÉNDEZ PIDAL: cfr. R. E. , 7 de

de 1923, cuando Azaña se había hecho cargo de la

noviembre de 1918.

dirección.

(22) Cfr. R. E., editorial de 7 de enero de 1922.

(12) RAMÓN PÉREZ DE AYALA, prólogo a la prime-

(23) AZAÑA, también director de La Pluma, es quien

ra edición de “Política y Toros”, en Escritos políticos

mantiene vivo el fuego del discurso político crítico.

(Madrid, Alianza), pág. 19..

Del resto – a excepción de un espacio cada vez más

(13) Ibidem, págs.. 19-20 y sigs.; GREGORIO MARA-

extenso y frecuente dedicado al hispanoamericanis-

ÑÓN, que también sentía tener que hacer incur-

mo por CARLOS MALAGARRIGA, REVISTA ESPAÑA.-

siones en la política a través de lo que entonces

se torna una revista literaria.

se daba por llamar pedagogía social, escribió unas

Coincidentemente , la Revista de Occidente, dada

frases que son variaciones sobre un mismo tema de

a la luz en 1923, proclamará su intención de no “in-

toda la generación de 1914. Léase, si no, “… España,

toxicar” con la política las páginas de sus entregas;

vieja por su historia, tiene un alma política inmadu-

con la “ruptura” de septiembre de 1923, las presio-

ra, casi por completo inédita: como esos casos de in-

nes gubernamentales agravaron el retraimiento

fantilismo patológico que vemos en las clínicas, en

ideológico de las minorías y coartaron la acción di-

los que un cuerpo ya añoso aloja un espíritu pueril”,

recta de las masas.

en Raíz y Decoro de España (Madrid, Espasa-Calpe. 2ª ed.) pág. 11. (14) Cfr. MANUEL AZAÑA, en Estudios de política francesa contemporánea. La política militar (Madrid, Calleja), pág.11. (15) Ifídem y págs.. sigs. El Ejército, como es de suponer, se convierte en una de las instituciones más debatidas por algunos miembros de la generación, junto con el tema del regionalismo, como se hace evidente en las páginas de la R. E. desde un principio. Así, la guerra mundial y la acción española en el norte de Marruecos activarán la curiosidad de sus corresponsales en secciones tituladas “Comentarios a la Guerra”, entre 1915-18, y “Marruecos”, entre 1922-23; el regionalismo encontró inteligente tratamiento en espacios como “Viajando por España”, el “Regionalismo español” y “La vida real de España”. No en balde se trataba de un semanario de la vida nacional. (16). ORTEGA Y GASSET, LUIS ARAQUISTAÍN Y MANUEL AZAÑA. (17) Cfr. SALVADOR DE MADARIAGA: “Spain’s Home War”, The New Europe, octubre 1918. (18) R.E. se declara francófila durante la guerra mundial. Las críticas literarias, reseñas de libros, crónicas desde París, informaciones sobre grandes espectáculos, etc., giran alrededor de la literatura y el arte franceses: las firmas más frecuentes en estos espacios son las de JUAN DE LA ENCINA, RIVAS CHERIF, MARGARITA NELKEN, CORPUS BARGA, DÍEZ CANEDO.

Cipriano de Rivas Cherif (1891-1967) en 1934, una década después de la secretaria en la revista España.


Revista España

REVISTA PANACEA. NOV-DIC 2015

Escena en el salón de actos del Ateneo de Madrid 1913, en la presentación del busto de S. Moret. 2º por la izda. Amós Salvador, R.Mª de Labra, M. Azaña, J.Ortega y Gasset

Foto de 1927 en el parque del Retiro, con algunos colaboradores de la antigua Revista España. Valle-Inclán, M. Azaña y C. Rivas Cherif (sentado, 2º dcha.)

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Revista España REVISTA PANACEA. NOV-DIC 2015

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José Luis Abellán La generación de 1914: La revista “España“ como motor de su desarrollo intelectual

L

a generación conocida, por su año de nacimiento, como “generación del 14”, se inicia mediante una asunción del legado recibido de la generación del 98. Es sabido que ésta tuvo un carácter decididamente iconoclasta

por su pretensión de rechazar la España tradicional -el imperio de los Siglos de Oro- y tratar de superar la decadencia a que aquella nos había llevado. Pero el asumir esa herencia son muy conscientes de que no pueden quedarse en ella: asumir la decadencia no implica el perpetuarla. Al contrario, es necesario superarla, y eso supone una decisión clara: “habiendo negado una España -dicen-, estamos obligados a construir otra”. Esta conclusión podemos considerarla como una convicción compartida. El hecho se decanta en las diversas actuaciones públicas a que se ven abocados, y entre ellas es inevitable citar el homenaje a Azorín en Aranjuez el año 1913, y la fundación el mismo año de la Liga de Educación Política, así como la conferencia Vieja y nueva

política, pronunciada por Ortega y Gasset en el teatro de la Comedia en marzo de 1914.

La invención del Quijote y otros ensayos de M. Azaña y a la izda. Caricatura Antigermana de Bagaría (1915)

Los tres hechos que acabamos de mencionar son considerados los hitos más relevantes en la fundación de la generación del 14, sin que quepa añadir uno más. Sin embargo, y es la opinión que vamos a defender aquí; hay otro hecho tan relevante como los anteriores y que habitualmente no suele ser tenido en cuenta: me refiero a la fundación de la revista España en 1915. El lanzamiento del primer número se produjo el 29 de enero de 1915 con un editorial de su director, José Ortega y Gasset. Este editorial vamos a considerarlo aquí como una aportación decisiva para la consolidación del nacimiento de la generación de 1914.

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minoría encargada de la educación política de las masas”. No hay, pues, un rechazo de la política, sino la necesidad de una nueva política, como había expresado en la conferencia de 1914: Vieja y Nueva Política. Ese es, en definitiva, el objeto de Ortega cuando funda La Liga de Educación Política. Se trata de hacer efectiva esa nueva política, pero no de rechazar la política en absoluto de modo general, y ese proyecto toma cuerpo con el lanzamiento de la revista España, cuyo primer número tuvo un enorme éxito, según revelan los propios editores en el segundo número con estas palabras: “Grande es nuestra sorpresa al recibir noticias de la venta que ha alcanzado nuestro semanario en Madrid y provincias. No habíamos sospechado llegar a tener el número de lectores que desde luego hemos tenido, a pesar de las ciencias materiales y literarias que existían en nuestro primer número. Vaya, pues, nuestro agradecimiento al público”.

Ultimo Nº de la revista España, 1924

Hagamos, pues, un breve análisis del mismo. El primer aspecto que hay que destacar es el origen de su necesidad, y en este aspecto el editorial no admite dudas: “La revista ha nacido del enojo y la esperanza, pareja española”. El enojo, es decir, el rechazo de la empobrecida España heredada, y la necesidad -esperanza- de construir otra. Un rechazo a la España rural y caciquil, zaragatera y triste, para hacer nacer otra que Machado define como una “España joven”, según reza el poema que se incluye en el mismo número. La formulación expresa de este propósito se explicita en el mismo editorial con estas palabras: “No se ha fundado España con el fin de decir solo esto, que es una negación. La negación solo es útil y noble y piadosa cuando sirve de tránsito a una nueva afirmación. Si nuestro pueblo ha perdido su fe en todos los institutos nacionales, hace falta que la cobre en si mismo. Es preciso reorganizar la esperanza española”. Esta nueva esperanza se asienta en dos convicciones esenciales, que Ortega expone con toda claridad: la primera es la desconfianza en los partidos políticos, que según dice, están desprestigiados, y así viene a confesarlo con esta frase: “la manifiesta incapacidad de los viejos partidos”; y de ello se deduce la segunda convicción: la necesidad de crear una “minoría entusiasta” o como escribe el mismo Ortega: “una

Cubierta de Robledano para la obra Charlas al sol de Heliófilo, 2ª serie (1930)


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Es cierto, por otro lado, que no siempre va a ser

blica y la protagonizaron durante los años que este

así, llegado en algunos momentos a pasar por graves

vigente. La derrota en la guerra civil y el fracaso de la

dificultades. Es necesario, pues, hacer un repaso a su

República, convertirá a la mayoría de ellos en exilia-

evolución y señalar los distintos momentos por los dos que sobrevivirán en distintos países de América o que la revista fue pasando. Es ante todo necesario

Europa. Pero este destino no puede hacemos olvidar

señalar que no siempre fue Ortega y Gasset su direc- la trayectoria de la revista, que pasará por distintos tor efectivo, y que incluso cuando fue así la revista se avatares vio afectada por sus avatares personales. Tengamos La marcha de Ortega a Buenos Aíres, hará recaer la dipresente que en 1915 Ortega cumplirá treinta y dos

rección en Luis Araquistaín, que reforzará el carácter

años y está en plena evolución intelectual, y así ocurre

aliadófilo de la misma. Aunque la guerra había empe-

que en 1916 el mismo pensador fundara una revista zado en 1914, el hecho de que Ortega -germanófilo unipersonal denominada El Espectador, cuya vida se

convicto- la dirigiera, esa aliadofilia tuvo un carácter

prolongará durante varios años. No satisfecho con más bien moderado. ello, Ortega fundará en 1923 la famosa Revista de Occidente, que marcará un hito de la cultura española. De hecho, 1915 fue el único año que Ortega dedicó a la revista, pues en el siguiente la vida se le complicó de forma extraordinaria y no sólo por la fundación de El Espectador, sino de forma prioritaria por ser el año de su primer viaje a la Argentina, con todas las implicaciones -y complicaciones­que ello representó. Pero en el año que la revista ocupó plenamente su vida intelectual el rendimiento no pudo ser más fructuoso, pues en él dejó claro y explicito cual era su proyecto político, y este consistía fundamentalmente en dejar claro dos principios que marcan su postura: una organización de la vida nacional con una política propia. Así lo deja muy claro en una frase que es insoslayable: “Nos plazca o nos disguste, no existe en nuestro país otro órgano de socialización fuera de la política”. Al contrario de lo que ocurre en Francia, donde la vida nacional puede organizarse en torno a la literatura, o en Alemania, donde ese principio de socialización puede ser la ciencia (wissens chaft), en España sólo la política alcanza tales niveles. Y esa política debe inspirarse en dos impulsos fundamentales: un impulso genérico hacia el liberalismo y un ansia por la organización de España.. Y para esto la generación de 1914 utiliza instrumentos que se alejan de los propios del 98; si ésta privilegiaba la novela, el ensayo o el poema, la del 14 busca el protagonismo a través del periódico, la conferencia, el mitin, el folleto o la plática privada (tertulia). El hecho rotundo y fundamental es que la revista España se convierte en motor fundamental de la generación del 14, y que a través de ella va a adquirir esta, un protagonismo extraordina- rio. Al lado de Ortega y Azaña como pioneros, van a adquirir predicamento propio intelectuales tan significativos como Luis Araquistaín, Gregorio Marañón, R. Pérez de Ayala, C. Sánchez-Albomoz , Américo Castro, Julio Rey Pastor, Blas Cabrera, Niceto Alcalá-Zamora ...... Son los intelectuales que van a traer la II Repú-

Aleluya o historia gráfica del momento político, diciembre 1931 en la revista Estampa de Madrid. Previo a la presidencia del gobierno de M. Azaña

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Los acontecimientos sociales y políticos ocurri-

específica: la Revista de Occidente.

dos en España, no pudieron ser obviados por la revista,

Al llegar a este punto de nuestra exposición,

y así sobrevino la dirección de Araquistaín, fortalecien-

consideramos que hemos dado cuenta y razón sufi-

do su carácter aliadófilo con rasgos propios, pacifismo

ciente de la enorme significación intelectual que tuvo

y eurofilia. En este sentido, la dirección de Araquistaín

la revista España, pero quizá conviene añadir un dato

marca un carácter propio: él fue el que habló por pri-

más que me parece suficientemente significativo.

mera vez de los EE.UU de Europa y, al mismo tiempo,

Aún no había transcurrido un mes de la aparición del

siempre alardeó de su carácter pacifista, que le llevó a

primer número cuando se produce -17 de febrero- la

elegir su residencia en Suiza.

muerte de Francisco Giner de los Ríos, fundador y di-

Una vez transcurrido el periodo en que Araquis-

rector de la Institución Libre de Enseñanza. La fecha

taín fue director de España, la dirección de la revista

es reveladora de que, efectivamente, como el propio

pasa a manos de Manuel Azaña en 1923, pero por muy

Ortega había predicho, una época había muerto. El

poco tiempo, puesto que en 1924 ya estaba dirigiendo

hecho había sido comentado extensamente en una

La pluma, de su propia creación. España había cumpli-

página entera por Luis de Zulueta, dando por supues-

do su destino histórico, y así puede quedar rematado

to que, desde luego, una época histórica había pasado

por el hecho de que el propio Ortega y Gasset había

y se iniciaba otra. Nada más expresiva de lo que la re-

iniciado en el mismo 1923 su publicación más

vista España significó

Visita al frente Italiano (1917), de intelectuales españoles, colaboradores de la revista España. Izqda. a dcha., S. Rusinyol, M. Azaña, L. Bello, A. Castro, M. de Unamuno.


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�ANAToRINA

INFALIBLE CONTRA JA­ QUEC AS - NEURALGIAS MAREOS -Y-MOLESTIAS PROPIAS DE LAS SENORAS

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José Esteban Luis Bagaría, caricaturista de la Revista España

E

n enero de 1915, aparece la revista España,

en la prensa española

inspirada y dirigida, en esta su primera eta-

¿Qué hizo durante estos meses? Podemos decir

pa, por José Ortega y Gasset, “para quien el

que su lápiz no estuvo ocioso. Preparó un lujoso ca-

periodismo representó una actividad cons-

tálogo para la editorial Renacimiento con nacimiento

tante en sus afanes y admirable en su rea-

con trece sensacionales caricaturas de entre la impre-

lización”. (1).

sionante nómina de escritores que publicaban bajo su

Esta singular publicación reúne un grupo de rúbrica, y en este catálogo está el origen de su llegada

escritores de primera calidad, gente joven que da un a las empresas periodísticas de Ortega. En carta fechaimpulso y renueva la vida intelectual española. De este

da el 18 de julio de 1914, el editor José Ruiz Castillo le

grupo salió el primer equipo periodístico de El Sol.

sugiere a Ortega y Gasset el nombre de Bagaría para

Fundador y propietario de la revista fue un culto

ilustrar cada número de la revista España, “con carica-

y fino poeta, Luis García Bilbao, ya conocido por Orte-

turas personales a dos colores como las que ha hecho

ga: pertenecía al partido reformista y miembro de la para el catálogo de Renacimiento”. Es así como conecLiga de Educación Política. “España fue el órgano de

tan el dibujante y el filósofo.

los intelectuales reformistas. La mayoría de sus colaboradores pertenecían al Partido: Ramón Pérez de Ayala, Ortega y Gasset, Gregorio Martínez Sierra, Luís de Zulueta…En España escribieron también Baroja, Maeztu, Eugenio D’Ors, …”. (2). Según Azaña, el primer número tuvo una venta extraordinaria, más de cincuenta mil ejemplares. “En los corrillos y tertulias de gente del oficio el periódico es muy criticado. Dicen que son las cosas de siempre de Ortega y Gasset; que han adoptado un tono demasiado enfático y pedante para decir cosas vulgares”. (3). El ilustrador y caricaturista de España, fue desde su inicio Luis Bagaría, que acompañó siempre a José Ortega y Gasset que siendo director, lo impuso como “su dibujante de gabinete” en todas sus empresas periodísticas. Pero Bagaría fue mucho más que el dibujante del filósofo y sus publicaciones. Bagaría, nacido en Barcelona, desembarcó en Madrid en 1912, como dibujante de La

Dibujo de Luis Bagaría por Ricardo Fuente

Tribuna,después de un profundo aprendizaje de su profesión en la Cataluña post-modernista. Y en 1915,

Fue en esta publicación donde Bagaría pudo

une su lápiz al semanario España, de la mano de Orte-

mostrar su singular talento. Allí irá vertiendo sus pro-

ga. Esto supone, según sus estudiosos, un antes y un

pias opiniones, que en el tema de la guerra contradi-

después, porque será a partir de esta fecha cuando su

cen la visión que mantenía la publicación de Ortega.

obra encarne los deseos de toda una generación de

En un artículo titulado “Política de neutralidad” (Espa-

cambio político y cultural.

ña. 26 de febrero y 19 de marzo de 1915), el pensador,

¿Cuando se produce el encuentro entre Ortega

eludiendo la polémica existente en el país, llama a im-

y el caricaturista? Desde su salida de La Tribuna, en

pulsar las fuerzas vitales nacionales, dedicándose a su

agosto de 1913, la firma de Bagaría deja de aparecer.

interna restauración.


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Meses más tarde Ortega rompe el silencio que se ha-

Pero la realidad es que la repercusión de estas

bía impuesto acerca de la conflagración y expone sus

caricaturas es enorme, y no sólo a nivel nacional. Los

ideas en 17 puntos. “No creo, escribe, que la guerra sig-

aliados y los alemanes se fijan en ellas y pretenden,

nifique, ni mucho menos, el fracaso de la civilización,

unos y otros, llevar al dibujante a sus filas.

ni de la ciencia ni de la moral Estas ideas, así como la

Porque estas colaboraciones de la revista Espa-

de que la guerra suponga un progreso, son opuestas e

ña reflejan ante todo su “guerra” a la guerra, desde el

impugnadas por Bagaría a través de las sucesivas viñe-

niño que se declara, no germanófilo ni francófilo, sino

tas y portadas de la publicación. Para el caricaturista, la

“huerfanófobo”, hasta la crítica más feroz del militaris-

guerra significa muerte y desolación.

mo alemán. ”Su campaña antialemana –recordará un cuarto de siglo más tarde Rivero Gil- fue, quizá, la más violenta y efectiva que se realizó en España. El káiser y sus aliados protagonizaron la mayoría de las caricaturas como símbolos de la barbarie teutónica, contumaz a través de la historia, como una maldición cainita. Creó el tipo de broche de cabeza cuadrada, con la punta del casco prusiano en la cima del casco”. (4). El 22 de junio de 1915, después ya del triunfo germánico nos muestra la primera de las escenas de un paraíso con Herr Adan y frau Eva regalándose con salchichas en un jardín presidido por el dios Guillermo II. “Siempre fui enemigo de las guerras, odio a los imperialistas”, escribirá. Sus colaboraciones en El Parlamentario, le valdrán el primer proceso, de los muchos que se le abren durante la guerra por iniciativa del embajador alemán. A lo largo de 1916, ocupa al dirección de la re-

Viñeta de Luis Bagaria, de crítica a la censura y ocultación

vista el aliadófilo Luis Araquistaín, y la crítica antimili-

del Expediente Picasso (sobre Marruecos, septiembre

tarista de Bagaría se acentúa. “Desde las cubiertas del

1923)

semanario, Bagaría desarrollará una labor sumamente eficaz en esa caracterización estereotipada del militarista teutón que va tomando carta de naturaleza en la conciencia liberal española”. (5). La eficacia de esta campaña llegó hasta el punto de existir un intento de soborno por parte de la embajada alemana que ofreció al caricaturista cinco mil pesetas mensuales, una fortuna, si pasaba a colaborar en la prensa germanófila. Los ingleses tampoco fueron inmunes, y a comienzos de 1917, vemos a Bagaría exponiendo en Londres. También las embajadas aliadas financian una tirada de 50.000 ejemplares de una historieta antigermana de gran efecto. En este año, 1917, España y Bagaría se lanzan a una campaña antimonárquica, con la oposición de los ingleses que quieren una España sin perturbaciones sociales o políticas, y cortan su subvención mensual a la revista. Pero el gran Bagaría, pasará muy pronto a integrarse en el nuevo proyecto de Ortega, el diario El Sol. Mientras, los procesos se suceden, tanto para la publicación como para su caricaturista estrella. Bagaría contaría en 1931, que, en total, fueron treinta y seis los procesos iniciados. Y ya en 1919, nuestro dibujante iría

Viñeta de Luis Bagaria, de diciembre 1915 para la

a la cárcel por un juez militar, a cuenta de una carica-

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tura (España, 27 de marzo de 1919), donde se critica la

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Para estas fechas, Luis Bagaría ha iniciado ya su

No me parece que Ortega sea –hasta hoy- un escritor

etapa en El Sol que le llevaría a las más altas cimas de

político. Ignoro la opinión del público. Canedo, que es

la popularidad y la gloria.

secretario de la redacción, me dice que sigue vendién-

Pero eso ya es otra historia.

NOTAS:

dose mucho. A mi me han puesto entre los colaboradores, pero la verdad es que no me encuentro capaz de meter allí un artículo sobre nada: el “tono” no me gusta”. (Diarios, 26 de febrero de 1915)”. Paradojas del

(1).- Antonio Espina, El cuarto poder, pág. 249. (2).- Idem.

destino, Manuel Azaña sería su tercer director. (4).- Francisco Rivero Gil, “Elogio de Luis Bagaría”, España 1944.

(3).- “Por fin se ha publicado España, el semanario que dirige Ortega. (…) Al periódico, realmente, le

(5).- Antonio Elorza, “Luis Bagaría: humor y com-

falta nervio y significación; no sé si la irá adquiriendo.

promiso político”, Catálogo Exposición, Madrid, 1983.

Cubierta de Bagaría para la obra Charlas al sol de Heliófilo, 3ª serie (1931)

Cubierta de Bagaría para la obra Charlas al sol de Heliófilo, 4ª serie (1932)


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Tomás Mallo Luís Araquistáin y España, Semanario de la vida nacional

E

ste pequeño texto descriptivo tiene como

nueva que siente encono contra otra España fermenta-

objetivo señalar algunos elementos y ca-

da, podrida- ha hecho surgir en nosotros la esperanza…”

racterísticas sobre las relaciones entre el

“El desprestigio radical de todos los aparatos de

escritor y político Luis Araquistaín Queve-

la vida pública es el hecho soberano, el hecho máximo

do (Bárcena de Pie de Concha, Santan-

que envuelve nuestra existencia cotidiana. Todos senti-

der, 1886 - Ginebra,1959) y una publicación singular,

mos que esa España oficial dentro de la cual o bajo la

España, Semanario de la vida nacional (1915-1924).

cual vivimos no es la España nuestra, sino una España de

La tarea no ha sido fácil. En la biblioteca de Ateneo

alucinación y de inepcia…”

de Madrid,no contamos con algunas de las obras

Contra este estado de cosas, bajo la dirección de

más destacadas de Araquistáin y el ejemplar de la

Ortega y Gasset, confluyen en España numerosos redac-

revista está incompleto y mal conservado.

tores y colaboradores, como Bagaría, Baroja, Carracído,

Araquistáin fue director de España entre 1916

Carrere, Manuel B. Cossío, Joaquín Dicenta, Eugenio

y 1923 y será también director de la revista Leviatán

D´Ors, García Morente, Federico García Sánchez, Giner

y del periódico Claridad, colaborador de numerosas

de los Ríos, Juan Ramón Jiménez, Lorenzo Luzuriaga,

publicaciones y autor de novelas y dramas. Afiliado

Juan Madinaveitia, Maeztu, Antonio Machado, Maragall,

al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) fue un

Luis Olariaga, Armando Palacio Valdés, Perez de Ayala,

militante aliadófilo durante la Primera Guerra Mun-

Martínez Sierra, Ramón y Cajal, Pedro de Répide, Ramón

dial y posteriormente participa como redactor de la

Turró, Joaquín Sánchez de Toca, Unamuno, Luís de Zu-

Constitución española de 1931. Se manifiesta como

lueta, entre otros.

un destacado teórico y dirigente del ala izquierda

Los temas fundamentales son: la Guerra Mundial,

de los socialistas. Embajador de España en Alema-

que se aborda en casi todos los números, la vida nacio-

nia (1932-1933). En julio de 1936, cuando se inicia la

nal, la literatura y el arte, Latinoamérica y sus relaciones

Guerra Civil Española, es nombrado embajador en

con España o las huelgas y conflictos que se producen

Francia. En el exilio en Gran Bretaña y Suiza se fue

en el país.

atemperando su ideario revolucionario, evolucionando hacia la socialdemocracia. El 29 de enero de 1915 aparece el primer número de España, que se dirige así a los lectores: “Nacida del enojo y la esperanza, pareja española, sale al mundo este semanario España”.

El 12 de febrero Ortega escribe sobre “La política de la neutralidad. La Nación frente al Estado”. En este mismo número se hacen eco de la conferencia a favor de Alemania pronunciada en el Ateneo por Rodríguez Ponga, al que acusan de ignorar la cultura alemana, tratando al Ateneo como si fuese una “colonia”.

“Los que hemos de escribir en sus columnas

Un artículo titulado “La queja nacional”(19/02),

–gente ni del todo moza, ni del todo vieja- asistimos

comienza así: “El hambre, el malestar económico, deja

desde 1898 al desenvolvimiento de la vida espa-

sentir sus efectos en España más que en parte alguna;

ñola. Durante esos diez y siete años de experiencia

en España que, precisamente por su neutralidad, debía

nacional, raro fue el día en que la realidad pública

contar con menos riesgos y más ventajas que los paíse-

nos trajo otra cosa que impresiones ingratas. Cuan-

sen guerra”. El 19 de marzo García Morente escribe sobre

to más patriotas éramos, mayor enojo sentíamos”. “Y

“El socialismo alemán y la guerra”.

esta experiencia de que existe una vasta comunidad de gentes gravemente enojadas –toda una España

El 26 de marzo de 1915 escriben sobre la inevitatable intervención de Norteamérica en México, acaban-


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do el artículo con estas palabras: “Triste es que los

terio en el paisaje” (9/04) sobre El Escorial, “Un buen

mejicanos hayan de apelar al extranjero para evitar

discurso barroco. Sánchez Toca, intelectual” (16/04),

la ruina de su país; triste es, también, el que España

“Un discurso de ida y vuelta”, continuación del anterior

tenga que ceder el puesto en una misión que parecía

(30/04 y 07/05), donde reivindica una “Política ameri-

reservada a ella por la raza y la Historia”. Seguirán apa-

cana” afirmando la necesidad de organizar misiones

reciendo análisis y comentarios sobre la Revolución

intelectuales y artísticas que recorrieran aquél conti-

mexicana. Ortega seguirá escribiendo, en los meses

nente y de firmar tratados comerciales, criticando a

siguientes, artículos sobre distintos temas: “El monas-

Melquiades Álvarez.

Retrato y autógrafo de Luis Araquistaín Quevedo (1886-1959)

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A partir del nº 16(14/05/15), la revista aparece

crisis”(02/03), “La prensa española y la guerra. Epílogo

mejor editada. Ortega y Araquistain se vuelven “omni-

bufo y apéndice innoble”(09/03), “Moral individual y

presentes”. Así, éste último escribe “El desangramien-

moral social”(06/04), “Un parlamento sin tiempo para

to”(28/05), cargando contra las políticas incapaces de

hacer leyes”(29/06), “Autocrítica o revolución. El dile-

resolver los problemas, “El fantasma de la interven-

ma fatal”(06/07) y “La solución de la huelga. Comen-

ción”(04/06) y “Cómo debe intervenir España”(11/06)

tarios pacíficos”.

(en la guerra). Ese mismo día Ramiro de Maeztu escribe

Mientras dan la noticia de que Ortega viaja a

sobre “Guerra y solidaridad” y Lorenzo Luzuriagasobre

Buenos Aires, comienza a evidenciarse la actuación

los bajos salarios de los trabajadores de la enseñanza.

de la censura, pero Araquistáin sigue adelante: “Me-

El 25 de junio Ortega se refiere a las ideas po-

dicina política. Comentarios inofensivos a una me-

líticas y Araquistáin entiende la vida nacional como

táfora”, “Epílogo a la Huelga. La victoria de la razón” y

“guerra civil”. El 2 de julio comienza una nueva sección

“Manifiesto de los católicos españoles”(03/08) (sobre

llamada Los Españoles Pintados por sí Mismos, en la

la guerra y contra los germanófilos), “Al margen de la

que escribieron muchos autores empezando por Joa-

guerra. Casement y Torns”(10/08), “Cervantes empera-

quín Dicenta. El 9 de julio Araquistáin escribe sobre

dor”(17/08) (sobre la lengua española), “Francia y Es-

“Una universidad hispanoamericana” para contrarres-

paña. En torno de una nota diplomática”(31/08) y “El

tar la influencia anglosajona en Iberoamérica. El 16 de

mito intervencionista. Los germanófilos contra Alema-

julio Unamuno escribe “¡El español…Conquistador!” y

nia y España”(07/09).

Ortega el titulado “Libertad, divino tesoro”.

El nº 87 del 21 de septiembre está dedicado a

En el nº 26(22/07), hablan sobre viajes a Amé-

Echegaray, fallecido unos días antes, encargándose

rica, siguen pidiendo una universidad hispanoameri-

Rey Pastor de su vertiente científica y Enrique Díez-

cana y Araquistáin escribe en la Sección Vida Nacional

Canedo de su proyección teatral. Araquistáin sigue

el artículo “Crísis de hombres”. El 29 de julio, Ortega

escribiendo en casi todos los números: “Comentario a

escribe sobre “La conducta institucional del Gobierno”

la guerra. De Jaurés a Stürgkh”(26/10), “Para después

y Araquistáin sobre “la nueva generación”, posterior a

de la guerra ¿No vale nada España?”(09/11), “Ingla-

la del 98, que está pidiendo la renovación de España.

terra en armas”(23/11), “Hacia la neutralidad arma-

Sigue el debate sobre la necesidad de una universidad hispanoamericana. El 12 de agosto Lorenzo

da”(21/12) y “Tres notas diplomáticas. La defensiva de la paz”(04/01/1917).

Luzuriaga escribe “Cataluña y la enseñanza. Un ensayo

Una semana después, en el nº 104, publican un

de autonomía” y Ortega sobre “La voluntad del barro-

Manifiesto de la Liga Antigermanófila y van aparecien-

co” y en el número siguiente Araquistáin sobre “Las

do en sucesivos números las listas de los firmantes del

glorias nacionales”. Dedican varios artículos a la acción

mismo: médicos, abogados, comerciantes, industria-

española en Tetuán, a la educación, a la vida teatral e

les, artistas, catedráticos, maestros, profesores mer-

introducen y reseñan a numerosos autores extranje-

cantiles, periodistas, diputados, ex diputados y sena-

ros. El 2 de septiembre reproducen la entrevista al Rey

dores, alcaldes, ex alcaldes y concejales, ingenieros y

de Roberto Levillier aparecida en La Nación de Bue-

de otras profesiones. El día 1 de febrero el semanario

nos Aires, en la que el Monarca habla de América, de

da cuenta de la comida que organiza todos los años y

la guerra, del socialismo y del resurgimiento español.

que este año se celebra en el Hotel Palace; Unamuno

En los números siguientes Ortega escribe “Una

pronuncia un discurso, en el que lanzó duras críticas

manera de pensar” y “El Gobierno que ha venido”. Se

contra los gemanófilos. Hubo muchas adhesiones al

debate sobre el socialismo, así Fernando de los Ríos

mismo y en la práctica fue una manifestación de la Liga

escribe “La faz conservadora del socialismo. Revelacio-

Antigermanófila. Araquistáin escribe en las semanas

nes de la guerra”(14/10), A. López Baeza “El próximo

siguientes “El bloqueo alemán. De hecho es la guerra”

congreso del Partido Socialista” y Pablo Iglesias Posse

y “Direcciones. Los dos patriotismos” y Unamuno “En

“Las futuras Cortes”. La presencia de Araquistáin es

torno a la guerra. Profesionalismo antipatriótico”.

constante: “Un parlamento en sombras”(09/12), “Al

El día 21 de febrero se habla de la constitución formal

margen de la política. Los hombres al acecho”(16/12).

de la Liga Antigermanófila, cuyo directorio central

El 20 de enero de 1916 ya debía ejercer Araquistáinco-

quedó formado por Benito Pérez Galdós, Miguel de

mo director de la revista, cuando escribe “El ciempiés”

Unamuno, Miguel Blay, Luis Simarro, Juan Madinavei-

y en los números siguientes “Hispanoamericanismo.

tia, Nicolás Achucarro, Amadeo Vives, Rogelio Villar,

La ciudadanía alternativa”(27/01) y “La prensa españo-

Gustavo Pitaluga, Manuel Azaña, Luis Hoyos Sáinz, Ja-

la y la guerra”(03 y 10/02).

cinto O. Picón, Consuelo Álvarez, Fabian Vidal, Ama-

Araquistáin, que también parece ser el editorialista, escribe: “El periódico industrial”(24/02), “La

deo Hurtado, Álvaro de Albornoz, Luís Araquistáin, Luís García Bilbao, Roberto Castroviedo, Indalecio


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Obra de Luis Araquistáin Quevedo (1886-1959) en tiempos de la revista España

REVISTA PANACEA. NOV-DIC 2015

Luis Araquistáin Quevedo (1886-1959) recogía la polémica de la guerra en España, 1914-1915 (2)

Foto homenaje a Santiago Rusiñol (Sentado en el centro) y L. Bagaría y L . Arraquistáin ( agachados delante)

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Revista España REVISTA PANACEA. NOV-DIC 2015

Prieto y Felix Arrati. El presidente honorario será Gal-

El 25 de octubre, después de varias semanas

dós y el ejecutivo, Luís Simarro. Casi todos son colabo-

sin salir el semanario, aparece en primera página un

radores de España.

artículo de Araquistáin titulado “La huelga general.

Araquistain publica su libro “En torno a la gue-

Nuestro retorno”; el resto de los artículos están dedi-

rra. Dos ideales políticos” y sigue, incansable, con su

cados a la huelga en varias ciudades. En los números

trabajo en la revista. “España. De la meseta al lito-

siguientes siguen con la huelga y aparecen artículos

ral”(01/03), “La clausura del Parlamento. Protestas y

sin firma como “La crisis del monarquismo civil”(01/11)

satisfacción”(08/03), “La Revolución Rusa. Pan, gue-

o “El pueblo juez. Sentencia absoluta”(15/11). Araquis-

rra, libertad”(22/03), “La agitación obrera. El espíritu

táin firma “La ausencia del poder civil”(01/11), “Go-

fecundo de las huelgas”(29/03), “Un gran revolucio-

bierno de la deslealtad”(08/11), “La crisis en Francia.

nario ruso. Pedro Kropotkin”(05/04). En el número

Ensayos selectos de la democracia”(22/11), “¿A una

117(19/04/17), escribe “En la hora crítica”, en el que

ruptura con los aliados? Un Estado alemán dentro

habla de la caída de la monarquía rusa y del que serán

del Estado español”(06/12), “Este gobierno sietemesi-

censurados varios párrafos. El 26 hacen un llamamien-

no…”(13/12), “Basta de interinidad. El error de la paz

to a las izquierdas españolas y Araquistáin escribe

inminente”(27/12). En el número 141(20/12) aparecie-

“¿Una crisis germanófila?”, sobre la incidencias de los

ron varios artículos ante la muerte de Gumersindo de

germanófilos en el poder y en la corona, “Maura sobre

Azcárate.

el toril. El mítin de la heroica neutralidad”(03/05) y “Mitos en quiebra. El orgullo español”(10/05).

En 1918 la revista España sigue abordando temas problemáticos: la guerra, los asuntos militares

Hagamos un paréntesis para comentar su libro

en España, las elecciones, un programa político de

“Dos ideales políticos y otros trabajos (En torno a la

las izquierdas, los barcos españoles torpedeados, el

guerra)”(Madrid. El Liberal.1916-1917). Todos los tra-

renacer republicano, las dos Españas en guerra o el

bajos que recoge el libro se centran en la defensa de

separatismo catalán.Araquistáin sigue con su tarea: “El

la democracia y en la crítica del despotismo y la au-

sindicalismo de Estado. En torno de una opinión del

tocracia germana. En sus páginas hay fuertes críticas

Sr. Sánchez de Toca”(03/01/1918), “Una falsa crisis. La

a los germanófilos españoles o innumerables argu-

enfermedad de España”(10/01), “Pueblos trágicos. El

mentos en defensa de la libertad que proponen los

país de los paralíticos”(31/01), “En torno de la Giralda.

aliados. En un texto titulado “El patriotismo y la escue-

Alemania quiere la guerra civil o la revolución en Es-

la”(07/04/1916) comenta una magnífica conferencia

paña”(07/02), “¿A quién importan los torpedeamien-

de Luis Simarro en la que afirmaba que en las escuelas

tos? El nirvana en peligro”(14/02). Aparecen también

debería enseñarse un patriotismo que no falsifique la

artículos sin firma y de autores como Julio Álvarez del

historia y un patriotismo en que la idea de ciudadano

Bayo y Camilo Barcia. Unamuno escribe “¿Qué es rei-

no anule la idea del hombre.

nar?”(10/01).

En los números siguientes siguen apareciendo

En los meses siguientes Araquistáin escribe

artículos sobre América y los americanos y sobre sus

“Después de la crisis. El reinado de la locura” (14/03),

relaciones con España. El 17 de mayo aparece en por-

“Los dos Mauras” (28/03), “Sobre la batalla del empera-

tada una corona con la leyenda “Pieza de museo en

dor. Un pueblo suicida” (04/04), “Victorias perdidas. El

el siglo XX” y Araquistáin continúa con sus artículos:

hombre y la máquina” (11/04) o “La amnistía. Esperan-

“Un pueblo narcotizado”(17/05) (por la neutralidad),

zas ortopédicas” (18/04). Marcelino Domingo escribe

“Mientras Alemania decide. Si España fuera forzada a la

un artículo titulado “Los hilos ocultos de la Dictadura”

guerra”(24/05), “El ejército contra la oligarquía”(07/06)

(28/03). Ese mismo día se anuncia el estreno de “Fe-

y “La crisis de la autocracia”(14/06). A finales de mayo

dra” de Unamuno en el Ateneo de Madrid. En el nº 158

han dedicado mucho espacio a un mitin de las iz-

(18/04), se informa sobre la muerte de Rafael María de

quierdas y el 14 de junio hablan de un extraño docu-

Labra, del que se dice: “Ha muerto siendo presidente

mento, encontrado en un palco de la plaza de toros, y

del Ateneo, de aquella casa a la que él tuvo siempre

titulado “¿Se prepara una abdicación?”. Siguen atacan-

un gran cariño”.

do a la corona y el día 28 de junio la censura prohíbe la

Entre mayo y agosto aparecen artículos sin fir-

portada y el título del artículo principal. Ante la situa-

ma, como “La ideología de la Revolución Rusa” (02/05),

ción Araquistáin se dirige al Ministro de Gobernación

“Hacia la Sociedad de las Naciones”( 16/05) o “Ideolo-

el 5 de julio para que cese la censura y a la semana

gías de tiempos nuevos” (23/05). Araquistáin sigue im-

siguiente escribe una carta abierta a Eduardo Dato,

parable: “ ”Necesidad de unos presupuestos radicales”

presidente del Consejo de Ministros.

(09/05), “Las democracias en guerra” (16/05), “Glosas

El 19 de julio aparece un artículo sin firma titulado “¿Un acto anticonstitucional del Rey?”.

a un debate. Independencia y responsabilidad del poder público” (30/05), “La última carta de Alemania”


Revista España

Obra de G. Martínez Sierra, premio en la exposición de arte decorativas de París

Antonio Machado

REVISTA PANACEA. NOV-DIC 2015

Obra de G. Martínez Sierra, Madrid

Gregorio Marañón

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Revista España REVISTA PANACEA. NOV-DIC 2015

(06/06), En“En el país de los paralisios. Una prensa ser-

En el número 205 (13/03/1919) incluyen una

vil”(13/06), “España y los EE.UU. La arqueología del

carta abierta al Conde de Romanones sobre la “Ne-

odio”(20/06), “Pacifismo y espionaje”(04/07), “La gue-

cesidad de reunir un parlamento español del capital

rra en Italia”(08/08), “Rasgos de Francia”(22/08) o “Los

y del trabajo”, tema que cobra mayor interés con la

relojes de la Francia atropellada”(29/08). Otros autores

huelga de la Canadiense y que será motivo de varios

que escriben son, por ejemplo, M. Núñez de Arenas

artículos y de una encuesta. Araquistáin continúa su

“El valor hombre en la ideología marxista”(02/05),

tarea: “En torno a las elecciones. Decadencia del par-

Camilo Barcia “Una paz imposible”(11/07), Marcelino

lamentarismo”(09/01/1919), “La Conferencia de Paz.

Domingo “La República, esperanza otra vez”(25/07)

Los aliados reconocen el bolchevismo”(30/01), “Fran-

o Unamuno “Despotismo en la envilecida España”. En

cia y la paz”(13/02) o “Un hombre elemental”, esbozo

algunos números aparecen artículos cortados y los re-

psicológico de Julio Antonio, que acaba de morir el 20

dactores se quejan en varias ocasiones de la censura

de febrero.

que les prohíbe publicar varios artículos. En los meses

En abril sigue la censura, se habla de la firma de

siguientes, septiembre y octubre, la censura se ceba

la paz y publican en mayo y junio artículos antes y des-

con los artículos críticos con el Gobierno: el titulado

pués de las elecciones. Se refieren a la posible elec-

“Sin claridad no hay confianza”(05/09), censurado todo

ción de Menéndez Pidal como Presidente del Ateneo

el texto o el titulado “La vida y el prestigio de Espa-

de Madrid que, será dirigido –dicen- por un científico

ña”(12/09). Ante la situación, se dirigen a toda la pren-

y no por un político, como era tradicional. Siguen la

sa liberal criticando la mordaza que intenta ponerles

evolución política de España, dedican artículos a las

“la ignominia de la odiosa censura”. El 17 de octubre

provincias de Asturias y Santander y prestan mucha

500 firmas piden al Conde de Romanones, Ministro de

atención a la crisis hullera. Araquistáin escribe: “Hacia

Instrucción Pública, la restitución de Unamuno en el

la dictadura. El fin de una constitución”(22/05), “Los

rectorado de la Universidad de Salamanca. Mientras

límites de la propiedad. No hay derecho a cerrar las

polemizan sobre las consecuencias de un armisticio,

fábricas”(28/08) y “La montaña o el tema de la patria

Araquistáin sigue llenando los números de artículos:

chica”. Manuel Azaña escribe “Hacia un nuevo ejérci-

“La guerra y sus monstruos. Una visita al reino de los

to”(10/07).

ictiosaurios”(05/09), “La guerra y sus monstruos. Un

Si el 10 de abril se referían a los sindicalistas

campo de insectos gigantes”(12/09), “La nueva Santa

catalanes de la CNT, Angel Pestaña escribe sobre “El

Alianza”(19/09), “La prensa francesa”(26/09), “El fin del

problema social en Cataluña”(02/10) el 2 de octubre.

sueño de una Europa Central”(03/10), “Nueva derrota

También tratan los problemas en el Norte de Africa,

del maquiavelismo”(10/10), “Entre la camisa de fuerza

así Leopoldo Alas Argüelles escribe “La utilidad de Ma-

y la revolución”(14/10) o “Polémica diplomática. Ar-

rruecos” el 23 de octubre Pero el tema fundamental en

misticio a toda costa”(31/10).

esos meses es la relación entre los obreros y la patro-

En el número 187(02/11) aparece un llamamien-

nal y la huelga, publicando documentos de la UGT y

to titulado “Unión Democrática Española para la Liga

de la Confederación patronal. Por su parte Araquistáin

de la Sociedad de Naciones Libres” invitando al pue-

escribe “¡Esos pobres bolcheviques!” y “Notas de una

blo español a crear la sección española de la Liga de

travesía oceánica”(13/11). Deja de salir un mes por la

la Sociedad de Naciones, firmado por: Miguel de Una-

huelga de los tipógrafos. A finales de diciembre infor-

muno, Luis Simarro, Manuel B. Cossío, Adolfo A.Buylla,

man que Menéndez Pidal es el Presidente del Ateneo.

Luis Hoyos Sainz, Gregorio Marañón, Gustavo Pittalu-

En 1920 siguen informando sobre lo que pasa

ga, Manuel Azaña, Juan Madinaveitia, Luis de Zulueta,

en América, así Carlos Malagarriga escribe “Un nuevo

Ramón Menéndez Pidal, Álvaro de Albornoz, Emilio

concepto de hispano-americanismo” (15/01/1920) o

Menéndez Pallarés, Luis Bello, Américo Castro, Ramón

hablan del conflicto entre Perú y Bolivia (20/03)o pu-

Pérez de Ayala, Manuel Pedroso, Manuel Núñez Are-

blican un artículo de Alfonso Reyes titulado “Un no-

nas, Luís G. Bilbao y Luís Araquistáin. En los números

velista de nueve años” (17/04) o dedican un espacio

siguientes aparecen listados de firmantes. Araquistáin

a los funerales de Rodó. El 7 de febrero publican un

continúa escribiendo: “Fin de la tragedia. Paz liberado-

monográfico sobre “La república y los soviets. Informa-

ra en el mundo, paz ominiosa en España”(14/11), “La

ción sobre sus doctrinas, sus hombres y sus hechos”.

lógica de la guerra. España ante la justicia internacio-

Por lo que se refiere a la política nacional, hablan de

nal”(28/11) o “Un viaje lamentable”(26/12), el de Ro-

crisis, de elecciones municipales y de la polarización

manones a París.

política, aunque el tema al que dedican varios trabajos

En 1919 siguen las adhesiones a la Unión De-

en números sucesivos, desde el 6 de marzo, es el de

mocrática, escriben sobre el problema catalán y apa-

“los intelectuales españoles y el socialismo”. Entre los

recen crónicas sobre las repúblicas americanas.

artículos firmados aparecen, entre otros, el de Gabriel


Revista España

Miguel de Unamuno

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Ramón María del Valle-Inclán

Sala Cacharrería. Ateneo de Madrid hacia 1920

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Alomar titulado “La crisis republicana” (22/01/1920)

En la segunda quincena de diciembre hablan

o los de Araquistáin: “La guerra social de España. El

de elecciones. Algunos de los artículos más sobresa-

hombre y el plomo” (15/01), “En cabeza ajena. En-

lientes son: “La gran huelga inglesa”(23/10) de Manuel

señanza terrorista” (22/01), “Sintomatología revolu-

Pedroso, “La tragedia del azúcar y la comedia de las

cionaria”(21/02), “Lenin, sobre el Estado y la Revo-

elecciones en Cuba”(20/11) de Carlos Pereyra, “Des-

lución”(13/03), “Un aspecto de la contrarrevolución

pués del congreso republicano”(27/11) de Álvaro de

alemana”(20/03) o “Los escritores y la política”(10/04).

Albornoz y “Psicología del conquistador español del

El número 261 (01/05), está dedicado al Primero

siglo XVI”(27/11) de Rafael Blanco-Fombona. Por su

de Mayo y en el mismo destacan un artículo de Ga-

parte Araquistáin sigue con sus artículos críticos: “La

briel Alomar titulado “El sentido del primero de mayo”

atrofia del parlamento”(30/10), “Polémica del bolche-

y otro de Araquistáin titulado “La fiesta del trabajo y

vismo”(06/11) o “El triste panorama electoral”(13/11).

el mito de Hércules”. Manuel Azaña inicia una serie

En los primeros números de 1921, los artículos

de artículos sobre “La crítica de la guerra en Francia”

de Araquistáin son frecuentes: “Año nuevo. Vida vieja

analizando las polémicas que se producen en el país

en España”(01/01/1921), “Desintegración en España.

vecino sobre la pasada guerra. Araquistáin, por su

Integración en América (lo mejor de España vive en

parte, escribe “Reacciones. Dolor, organización, inteli-

América)”(15/01), “Un profeta del yanquismo”(29/01)

gencia”(22/05), en el que comenta la intervención de

o “El intervencionismo en Méjico”(05/02).

Manuel Llaneza, el líder de los mineros españoles, en

Hasta donde podemos saber, en el primer tri-

el Ateneo de Madrid. En el mes de mayo comienzan

mestre escriben editoriales con temas políticos, como

a salir unas Crónicas Americanas en donde abordan

“La crisis de la incivilidad” (21/01/1922), hay un debate

varios temas y en la que Pedro Henríquez Ureña es-

sobre el nuevo hispanoamericanismo y en casi todos

cribe artículos como “La renovación del Teatro”(29/05),

los números anuncian los libros de Araquistáin. El 4

“De la prosa castellana”(12/06) y Alfonso Reyes los ti-

de marzo aparece un llamamiento de la Liga Española

tulados “La novela bodegón”(12/05), “El cine literario”

para la defensa de los Derechos del Hombre. Araquis-

”(19/05), la serie “Calendarios” que son varios artículos

táin escribe “Los españoles de América”(07/01/1922) o

que comienzan el 26 de junio. También escribe Reyes

“El proscrito moral”(28/01). Otros artículos significati-

“La parodia trágica” (10/07) y “Diálogo de Aquiles y He-

vos son el de Ortega y Gasset titulado “Imperativo de

lena” (17/07). En las Crónicas se habla también de la

intelectualidad” (24/01) y los de temática americana,

Revolución Méxicana.

como “Los conquistadores de América” (24/01) de Ra-

El Congreso Socialista es otro de los temas recu-

fael Blanco-Fombona, “Nuevo hispanoamericanismo”

rrentes en estos momentos, así Manuel Pedroso escri-

(21/01) (carta del Conde de Romanones) o “Imperialis-

be “El congreso socialista” (26/06). El 31 de julio crean

mo político e imperialismo económico”(25/02) de Max

la editorial España. Sociedad Anónima de Publicacio-

Henríquez Ureña.

nes. Durante meses, a partir del 7 de agosto, publican

El segundo trimestre de 1922 se abre con la

como folletón “Luces de Bohemia” de Valle-Inclán. Al

protesta del profesorado español por los ataques a la

respecto, Cipriano Rivas Cherif publica “Los amigos

libertad de cátedra, que es firmada por mucha gente.

de Valle-Inclán. Segunda carta abierta sobre un teatro

El número del 8 de abril está dedicado al catolicismo y

nuevo” (28/08). Algunos artículos de más interés son,

Unamuno escribe en casi todos los números. Las edi-

en estos momentos, los de Marcelino Domingo “El

toriales abordan los asuntos políticos del momento:

aislamiento de España”(26/06) y “Deslinde necesario.

“¿Puede España civilizar Marruecos?” (22/04), “Portu-

El proceso del republicanismo”(02/10), el de Máximo

gal y España. La unidad en la confianza” (27/05), “La

Gorki sobre “VladimiorIliitch Lenin” el mismo día, el de

realidad social. El problema de la tierra”(03/06) o “Las

Juan Ors sobre “El problema de las izquierdas catala-

Hurdes y Marruecos (Nueva reconquista de España)”

nas”(09/10) y el de Araquistáin “Las 21 condiciones de

(24/06). También hay editoriales dedicadas a “La huel-

Moscú. ¿Unidad o escisión del socialismo?”(16/10).

ga del Norte” (20/05) o a un discurso del Rey(17/06). A

En los últimos meses de 1920, la revista sigue

pesar de esto, la revista parece estar perdiendo “mor-

teniendo la dirección en la calle del Prado nº 11, a sus

diente política” y recobra parte del formato anterior,

redactores les preocupan las huelgas e informan sobre

aunque hace tiempo que perdió los dibujos de Baga-

la aparición de un libro de Araquistáin, “El peligro yan-

ría en la portada.

qui” y sobre la organización de un Congreso Universal de la Prensa.

Araquistáin escribe una “Apología de Unamuno” (15/04) (que ha visitado Palacio a pesar de haber

Sigue apareciendo la sección Crónicas Ameri-

sido censurado por criticar a la Monarquía) y “El héroe

canas y en muchos números aparece “Flor de China”,

histórico”(22/04). Unamuno, a su vez, escribe “El gran

comedia en un acto de Paula Jacoby.

mentidero”(22/04) y Antonio Fabra Rivas “Ecos de la


Revista España

REVISTA PANACEA. NOV-DIC 2015

Conferencia de Génova. La política exterior de Espa-

a Sánchez Guerra”(09/09) y siguen abundando los

ña”. Las cuestiones americanas son muy frecuentes:

artículos americanistas: “Puerto Rico, España y Nor-

“La cuestión de América. La realidad hispanoameri-

teamérica”(12/08) de Leopoldo Figueroa, “Reciproci-

cana”(01/04) de Antonio Fabra Rivas, “La cuestión de

dad académica España y América”(16/09) de Antonio

América”(15/04) de Carlos Malagarriga, “La ferocidad

Fernández de Velasco, “La literatura hispanoamerica-

de los americanos”(22/04) de Rafael Blanco-Fombona.

na”(05/08) de Enríque Díez Canedo “¿Hispano, ibero,

Además Marcelino Domingo está escribiendo varios

latino?”(05/08) de Francisco Almela y Vives.

artículos contando su viaje por América.

En el último trimestre de 1922 se hacen eco de los

En el tercer trimestre de 1922 siguen publican-

problemas de Marruecos, de un mitin de la Liga de los

do muchas cosas sobre América, sobre la marcha de la

Derechos del Hombre en el Ateneo de Madrid, de las

revolución rusa o sobre Marruecos y reanudan sus crí-

conferencias internacionales, de una manifestación en

ticas a la Iglesia. Araquistáin escribe desde París “Dos

Madrid, del ocaso de parlamentarismo, de una expo-

Alemanias y dos Francias” (08/07) y “La crisis profunda”

sición que se celebra en el Ateneo y de la necesaria

(23/09), Valle-Inclán un texto dramático titulado “¿Para

publicación de las obras completas de Rubén Darío.

cuándo son las relaciones diplomáticas?”(15/07) y Aza-

Entre los artículos editoriales destacan: “Las Juntas y

ña sobre “El jovencito ahorcado en el colegio” (29/07).

la autocracia”(21/10) (sobre las Juntas militares), “El

Las editoriales también son significativas: “Del cepo

fascismo español”(04/11) (a propósito de la victo-

de Marruecos y la república del Rif” (22/07), “Alvear en

ria del fascismo en Italia), “El desastre de Annual ¿de

España” (05/08) (visita del presidente argentino), “Los

quién son las responsabilidades?”(18/11), “Las próxi-

conservadores y el principio de autoridad. De Cánovas

mas elecciones. Energía y selección”(16/12) o “La pesadilla de Marruecos. Los primeros ensayos”(30/12). Unamuno escribe “La actualidad política. La crisis de la irresponsabilidad”(02/12) y Araquistáin “Culpas colonistas. La justicia en la historia”(25/11). Los artículos sobre América seguían siendo abundantes: “El Estado hispanoamericano”(07/10) de Joaquín Aristiguete, “La patria y el Rey”(21/10) de Leopoldo Lugones, “Rubén Darío”(21/10) de Enrique Díez-Canedo “América como ideal español”(02/12) de R. Sánchez Díaz. En 1923 Azaña es el Director y en el primer trimestre se repiten temas como la guerra de Marruecos, las suscripciones a la Liga Española de los Derechos del Hombre y los artículos principales, especie de editorial, que se deben seguramente a Araquistáin, Unamuno y Alomar. Araquistáin sigue firmando numerosos textos: “La tragicomedia del imperialismo”(06/01/1923), “El gran histrión”(13/01), “El fugitivo de sí mismo”(20/01) o “Aquí no abdica nadie”(10/03). Otros artículos relevantes son “Timba nacional”(27/01), “El reinado de la mentira”(10/02) y “El vacío soberano”(24/02), los tres de Unamuno; “La cuestión catalana y nuestros liberales”(03/02), “Entre las dos Españas”(17/02) y “La actualidad eterna del problema religioso”(31/03), los tres de Gabriel Alomar. Machado publica su poema “Proverbios y cantares”(31/03). Sobre América aparecen “El Conde de Romanones opina para Ultramar”(20/01) de Tadeo Peiper, comienza una serie de artículos de Carlos Malagarriga sobre “Aspectos prácticos del Hispano-Americanismo” y otra de Enrique Díez-Canedo titulada “Letras de América”. En el segundo trimestre de 1923 dedican varios

Luis Araquistaín Quevedo (1886-1959) intervenía con su obra “El Ocaso de un Régimen” ,en 1930

artículos al panamericanismo, como “España y Panamérica” (07/04) de Camilo Barcia Trelles, “La Conferencia Panamericana”(14/04) de César Falcón o “La

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Revista España REVISTA PANACEA. NOV-DIC 2015

Conferencia Panamericana.

Por su parte, el polémico Unamuno: “Qué

Un triste desenlace” (19/05) de Camilo Barcia

más se quiere de mí”(de 12), del que son cen-

Trelles. Además aparece un artículo sin firma titulado

surados varios párrafos, “Herejía constitucio-

“Un roce internacional. El pleito de los españoles en

nal”(10/11) y “La sombra de Caín”(01/12). La ma-

México”(23/06) y los artículos “El problema español

yor producción en estos meses es la de Manuel

en América”(28/04) de Miguel Barros Castro y “El pre-

Azaña: “Caciquismo y democracia” (15/10) y la

sidente Obregón y la situación de Méjico”(30/06) de

serie Hechos y Comentarios, en la que parece

Gabriela Mistral. En cuanto a los artículos firmados

debatir con Maeztu(20/10)o analizar la política

destacan: “Ateología”(21/04) de Unamuno, “Hacia

extranjera(27/10), siendo censurados varios pá-

una crisis histórica”(26/05) de Araquistáin; los de Alo-

rrafos. Otros títulos de Azaña son: “Al pie del mo-

mar sobre la vida política española como “La abru-

numento de Cartagena”(17/11), “El cirujano de

madora responsabilidad del gobierno”(28/04) y “La

hierro según Costa”(24/11) y “Maurice Barrés y el

retribución de los diputados”(12/05); y los de Marce-

nacionalismo determinista”(15/12).

lino Domingo sobre el problema catalán, como “La

Cuando la publicación va llegando a

tragedia de Barcelona”(28/04) o “El problema de Ca-

su fin, cambia de formato (05/01/1924). Se si-

taluña. El nacionalismo de izquierda”(02/06).

guen interesando por la revolución mejicana,

En el tercer trimestre es muy destacable la

Alomar sigue escribiendo sobre el catalanis-

serie de artículos que con el título de “Memorial

mo (26/01) y Unamuno publica el poema “Te

de Guerra” escribe Manuel Azaña, en los que abor-

Deum”(26/01),aunque se informa que no ha po-

da muy especialmente el problema de Marruecos.

dido publicar su artículo “San Pablo en arameo”.

También dedican espacio a la huelga del Sindicato

Azaña es el autor fundamental: “Una constitu-

Libre Profesional de Empleados de Banca y Bolsa.

ción en busca de autor”(12/01), “El irónico y el

Marcelino Domingo sigue abordando el problema

humorista”(19/01), “La inteligencia y el carácter

catalán, como en “El gobierno liberal ante Barcelo-

de la acción política”(02/02), “En la muerte de

na”(04/08). La temática americanista sigue siendo

Wilson”(09/02), “Política exterior. Cábalas”(16/02),

variada: Malagarriga sigue abordando aspectos del

“El fénix de las Españas”(01/03) (un texto teatral),

Hispano-Americanismo en España, Díez-Canedo

“La gran cuestión”(08/03), “La vanidad y la envi-

escribe sobre “Los comienzos del modernismo en

dia”(15/03) o “Las Costumbres. Uno muere por

España”(21/07), Blanco-Fombona “El concepto de

todos”(22/03).

independencia”(17/08) y Alberto Ghiraldo “En la Ar-

Así terminaba el considerado como el

gentina. Guerra a los extranjeros”(31/08). En el nú-

periódico político más importante de la Edad

mero 388(22/09), se deja de hablar de África y una

de Plata, órgano periodístico doctrinal del neo-

nota de la redacción afirma que “nuestro silencio se

regeneracionismo, en el que confluyen repre-

debe a la censura militar, ordenándose sustituir los

sentantes de las generaciones del 98, del 27 y del

originales tachados por blancos”. La redacción pide

14 liberales, demócratas, socialistas y agnósticos

disculpas por el desorden que presentan los textos.

que critican con dureza la política de la Restau-

El número siguiente será censurado también.

ración, además de convertirse en el portavoz de

En el último trimestre de 1923 vuelve a ac-

todo el descontento nacional, del republicanismo

túar la censura: son censurados el nº 390(06/10)

socializante, del catalanismo de izquierdas y del

y el 397(17/11), será revisado el 398(01/12)y en el

movimiento obrero.

401(22/12), no se pudo publicar un artículo de Una-

En todo ello jugó un papel muy importante

muno titulado “El socialismo político español”. En lo

Luís Araquistáin, que toma el relevo de Ortega y

que se refiere a América Latina aparece el artículo

Gasset en la dirección entre 1916 y 1923, dándole

“Méjico, los EEUU y España”(06/10), sin firma y “En-

un impulso periodístico cargado de polémicas y

sayo sobre Pedro Henríquez Ureña”(24/11 y 1/12) de

en defensa de los aliados, ciclo que terminará con

E. Díez-Canedo. Durante varios números están inten-

la dirección de Manuel Azaña en 1923, cuando las

tando recaudar fondos para levantar un monumento

revista ya no podía superar las trabas que le puso

a Rubén Darío. Entre los artículos más importantes,

la dictadura de Primo de Rivera.

además de los de José Bergamín y Juan Ramón Jimé-

Sirvan estas líneas como una introducción

nez, se encuentran “La política y los políticos”(10/11)

para continuar el estudio de las temáticas apun-

de Leopoldo Alas Argüelles y “El poder de la pren-

tadas y, en lo que ami se refiere, para seguir tra-

sa”(08/12) de Marcelino Domingo. Araquistáin tam-

bajando sobre el debate americanista que tanto

bién escribe, aunque con menos frecuencia: “El león

interesó a directores, redactores y colaboradores

enjaulado”(17/11) y “El canto de un país”(15/12).

de España, Semanario de la vida nacional.


Revista Espa単a

REVISTA PANACEA. NOV-DIC 2015

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Revista España REVISTA PANACEA. NOV-DIC 2015

Eduardo L. Huertas Vázquez LA REVISTA “ESPAÑA“ ¿PORTAVOZ DE LA GENERACIÓN DEL 1914?

A

l no contar la Generación del 1914 con

Generación de intelectuales, científicos y hombres de

Manifiesto propio que explique el pro-

acción de 1914, ya que no existe, como he dicho, do-

ceso de su formación, composición y

cumento específico de esta Generación, a no ser que

despliegue,

investigadores

se tomen como tales algunos de los discursos de los

vieron en la revista España, “semanario

algunos

que intervinieron en el Homenaje, hecho en Aranjuez,

de la vida nacional”, el agente publicitario y órgano de

un 23 de noviembre de 1913 a Azorín, en desagravio

expresión de la Generación. El semanario apareció a la

por haber sido rechazado por la Real Academia de la

luz pública el 29 de enero de 1915, anunciándose con

Lengua..

este lema: “Nacido del enojo y la esperanza, pareja es-

Por lo cual en el caso de tener que buscarle

pañola, sale el mundo este semanario España”. Y José

a la revista alguna referencia institucional, habría que

Ortega y Gasset, cabeza de la Generación y fundador

religarla a la Liga de Educación Política Española, insti-

de la revista, hace, en el primer número, una declara-

tución fundada por Ortega y Gasset, como lo fue de la

ción, en nombre de los redactores y colaboradores de

revista España y como también fue presunto fundador

la misma, que, en principio, no podrían ser otros que

de la Generación del 14 así como cabeza ideológica

los miembros más destacados de la Liga de Educación

aglutinadora de la misma.

Política Española, fundada también por él y por un puñado de intelectuales e integrada por otras personalidades que se fueron añadiendo: “Los que hemos de escribir en sus columnas – gente ni del todo mozo ni del todo vieja- fuimos los que asistimos desde 1898 al desenvolvimiento de la vida española. Durante esos diecisiete años de experiencia nacional, raro fue el día en que la realidad publicada nos trajo otra cosa que impresiones ingratas (…). Todos sentimos que esa España oficial dentro de la cual o bajo la cual vivimos no es la España nuestra, sino una España de alucinación e inepcia”. En principio, pues, al ser la Generación del 14 la generación más ateneísta de todas las generaciones que la precedieron, es evidente que la revista España, fundada por ateneístas y en el Ateneo, fue un elemento importante, junto a otros, del ateneísmo de la Generación. Y la revista, con el Prospecto de la Liga de Educación Política Española, es claro que podría ayudar a la identificación de los principales intelectuales,

Joaquín Costa , instaurador teórico del Regeneracionismo

artistas y hombres de acción pública más destacados de la Generación del 14. Y esto sería así si nos atene-

Uno de los tratadistas que estudia la revista Es-

mos a las personas que formaron en el Consejo de Re-

paña es Manuel Tuñón de Lara, quien, desde el prin-

dacción y en la Plantilla de los colaboradores habitua-

cipio, hace una clara alusión al plural contenido de la

les y artísticos de la revista. Así pues, en estos órganos

misma, entre literario y político, en sus tres etapas de

se podría localizar el número y la calidad de los com-

vigencia, y a la heterogénea composición de su Con-

ponentes más activos, en pensamiento y acción, de la

sejo de redacción y del elenco de sus colaboradores


Revista España

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habituales, tal como aparecen en la primera página

sus funciones culturales y adoptar nuevos compromi-

de su primer número, el de 29 de enero de 1915. (Cfr.

sos en el campo político y social.

Tuñón de Lara, Manuel: Medio siglo de cultura espa-

En lo que atañe a los génesis, sentido y alcance

ñola (1885-1936) Tecnos, Madrid 1977, p.p. 145-159;

políticos de la revista España el citado autor, Menén-

y su estudio “España”, Semanario de la vida nacional”,

dez Alzamora, da por buena y acertada la afiliación de

p. VII-XVII de la edición facsímil, Topos Verlag, Alema-

la revista sostenida por Raúl Morodo, quien, a su vez,

nia 1982) Varios investigadores mas jóvenes se han

se remite y acepta a la opinión de Salvador de Mada-

adherido a esta perspectiva, entre ellos, M. Menéndez

riaga, que afilia, precisamente y sin dudar, la revista

Alzamora, investigador monográfico de la Generación

España al Ateneo de Madrid en esta perspectiva:

que no duda en afirmarse en esta conclusión: “Un simple análisis del cuadro de redactores y colaboradores (de la revista) nos sirve para completar una espléndida lista de personajes centrales y episódicos de lo que hemos llamado Generación del 14” (Menéndez Alzamora Manuel: la Generación del 14, una aventura intelectual, Siglo XXI, Madrid 2006, p.266) Tal como aparece en la primera página del primer número de la revista, los principales redactores del Consejo de redacción son los siguientes: “José Ortega y Gasset, Pío Baroja, Ramiro de Maeztu, Ramón Pérez de Ayala, Luís de Zulueta d’Ors, Gregorio Martínez Sierra y Juan Guixé.” Y, como colaboradores de Madrid, el grueso de redactores y más el cualificado de la revista, son citados los siguientes: “Francisco Acebal, Francisco Alcántara, Melchor Almagro, José López Pinillos, Luis de Tapia, Luis Araquistain, Manuel Azaña, Luis Bello, Manuel Bartolomé Cossío, Domingo Barnés, Jacinto Benavente, Enrique Diez Canedo, Fernández Ardavín,

Federico García

Sanchís, Manuel García Morente, Luis de Hoyos, En-

Conferencia Vieja y Nueva Política de Ortega y Gasset en Teatro de la Comedia en Madrid

rique de Mesa, José Moreno Villa, Federico de Onís, Leopoldo Palacios, Gustavo Pittaluga, Adolfo Posada,

“No poco característico fue que la revista se ins-

José María Salaverría, Ramón María Tenrreiro y Ramón

talara en un piso de la misma calle del Prado, donde

del Valle Inclán”.

hervía el caldero intelectual del Ateneo. Venía a ser

Entre los colaboradores de provincias, es obli-

como una hijuela del Ateneo, un enjambre de abejas

gado citar, en aras de la notoriedad personal y de la

de la colmena principal y muy adecuadamente su pri-

diversidad territorial e ideológica, a Gabriel Alomar,

mer director fue el mismo Ortega”. (Madariaga, Salva-

Pedro Corominas, Gregorio Balparda, Pedro Mourlane

dor de-: Introducción a la citada edición facsímil, p. VI).

Michelena, Juan de la Encina, Tomás Meabe, Juan Díaz

En el mismo año de la salida de la revista, 1915,

del Moral, Ricardo Rubio, Cesar Barja, Santiago Casares

Ortega y Gasset era presidente de la Sección de Filo-

Quiroga, Fernando de los Ríos y Miguel de Unamuno,

sofía del Ateneo y Manuel Azaña secretario primero

entre los principales. Y entre los colaboradores artísti-

de la Casa. Antonio Elorza se acoge a esta perspectiva,

cos pueden citarse, como lo más conocidos, a Romero

especialmente, en lo referente al reclutamiento, por

de Torres, Bagaría, Penagos, Julio Antonio, Arteta y

parte de Ortega y Gasset, de los intelectuales y pro-

Ricardo Baroja.

fesionales que constituyeron el elenco final de la Liga

Tanto unos como otros, -los redactores del Con-

de Educación Política, y, en especial, a las ocho perso-

sejo, los colaboradores habituales y los artísticos- son

nalidades que firmaron el Manifiesto de la Fundación

la muestra de la pluralidad profesional y de la hete-

en la citada Liga:

rogeneidad ideológica de la revista, que, con el paso

“Destaca entre la “juventud atenísta” que sigue

del tiempo y el agravamiento de los sucesos sociales

a Ortega, respecto de la lista del intento precursor de

y políticos, nacionales e internacionales, irán en detri-

la Sociedad Fabiana, la ausencia de la franja obrerista

mento de su propia identidad originaria, al diversificar

que permanece ligada al socialismo. La impresión es

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Revista España REVISTA PANACEA. NOV-DIC 2015

similar para los casi cien nombres que meses más tar-

y reformista y fuente hoy inexcusable para ahondar

de acompañan la aparición pública de la Liga en el fo-

en nuestra historia cultural contemporánea” (Morodo

lleto “Vieja y nueva política.

Raúl: Tierno Galván y otros precursores políticos, Ed.

La reunión de esta plana mayor de la “Inteli-

El País, Madrid 1987, p. 45)

gentsia” madrileña en la Liga de Educación Política

Puede constatarse, pues, como Raúl Morodo

tuvo probablemente mucho que ver con la resonancia

asigna a la revista la condición de órgano “genérico” de

alcanzada por la disertación sobre “Vieja y nueva polí-

expresión de los citados movimientos “ateneísticos”, a

tica” que Ortega pronuncia en el teatro de la Comedia

los que considera polo de referencia, en sus distintas

el 23 de marzo de 1914 y que va a dar el nombre a

modalidades, de casi todos los miembros del elenco

toda una generación . (”Elorza, Antonio: La razón y la

plural y muy diferenciado de la revista. Esta pluralidad

sombra, una lectura política de Ortega y Gasset, Ana-

venía dada, en parte, por la diversidad ideológica de

grama, Barcelona 1984, p. 75).

sus redactores y colaboradores y, especialmente, de

Situados en la línea del papel desempeñado

sus tres directores, José Ortega y Gasset, Luis Araquis-

por algunos socios del Ateneo en la fundación y finan-

tain y Manuel Azaña. Estos tres directores fueron en-

ciación de la revista España, hay que destacar al joven

caminando la revista por diversos caminos culturales,

ateneísta, el escritor Luis García Bilbao, quien conven-

políticos y sociales, entre los años 1915 y 1924, año

cido de la bondad de los proyectos de Ortega y Gas-

en que dejó de salir. Así pues, Morodo no considera

set, decidió poner a disposición de éste cincuenta mil

la revista órgano “específico” de expresión de grupo

pesetas para que pusiera en marcha una revista, en la

intelectual o de generación concreta alguna, dadas

que, en principio, habrían de predominar más las ideas

las evidente complejidad y la pluralidad ideológica

de alta cultura que las de renovación política y de

del grupo del Consejo de redactores y del grupo de

compromiso social. Y así fue, por lo menos, durante el

colaboradores. En cambio, algunos tratadistas, como

año 1915, en el que Ortega y Gasset, su fundador, fue

el citado Menéndez Alzamora, consideran a los hom-

su director. Pero, la guerra mundial de 1914 influyó en

bres de la revista como el núcleo de intelectuales de-

la vida política intelectual española, y particularmente

finidor de la Generación del 1914, junto con el grupo

en la revista España. Y como consecuencia de ello, se

de intelectuales y políticos que ya eran miembros de

cambió a su director y Ortega y Gasset fue sustituido

la Liga de Educación Política Española, fundada en el

por Luis Araquistain , cambiando también su financia-

año anterior, esto es, en 1913, como he apuntado li-

ción y sus predilecciones y tendencias temáticas,

neas atrás.

hacia lo político y lo social. Y estos cambios se produjeron al calor de los grandes debates entre germanófilos y aliadófilos que se prodigaban sin tregua en el Ateneo, al lado de cuya sede había fijado la revista su domicilio social, concretamente, en el número 11 de la calle del Prado. Prosigue Raúl Morodo desmenuzando la filiación ateneística de la revista, integrando en su base los movimientos del regeneracionismo y del neorregeneracionismo, de impronta costita. Pues el costismo era, en su opinión, el eje en torno al cual giraba toda la cultura política española de los primeros años del siglo XX. Así pues, el autor termina reubicando la génesis y la funcionalidad de la revista en esta doble encrucijada: “La revista España sale como órgano genérico de expresión del ateneísmo político y del neorregeneracionista…( No era pues, órgano de expresión de

Nº 1 Revista España

institución concreta alguna) Era algo más complejo, ni siquiera una correa de transmisión, cosa imposible

En la perspectiva adoptada y expuesta por Raúl

con semejante elenco intelectual (tan heterogéneo

Morodo, es claro que éste parte del Costismo o Rege-

cómo era el de la revista).

neracionismo costita. Este movimiento se fraguó en

Lo que sí se constituye en la revista es en órgano doctrinal y lugar de encuentro de la inteligencia crítica

el Ateneo en virtud de la actividad del gran ateneísta Joaquín Costa y de sus discípulos ateneístas Rafael


Revista España

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Altamira, Rafael Salillas y Luis Morote. Costa fue pre-

problemas de España, desde sus propias coordenadas

sidente de la Sección de Ciencias Históricas y Altamira

ideológicas.

vicepresidente de la misma. También se fraguó en el

Estas dos personalidades fueron, además, los

Ateneo el Neo-regeneracionismo por la acción de re-

que más se implicaron, en la teoría y en práctica, en

interpretación y de actualización a que sometieron al

la formación y promoción de “Generaciones de inte-

Regeneracionismo costita, precisamente, los tres di-

lectuales”, a las que querían implicar en la solución de

rectores de la revista España; José Ortega y Gasset lo

los citados problemas. Sin embargo, Ortega y Gasset,

hizo en un sentido liberal-conservador e individualis-

fundador y primer director de la revista España, no

ta, Manuel Azaña en un sentido democrático-radical,

incluyó a Manuel Azaña en el Consejo de redacción,

moralizante y cívico y Luis Araquistain en sentido so-

aunque sí consta en la relación de colaboradores ha-

cialista. No obstante, Raúl Morodo no duda en reco-

bituales. Esta preterición parece que molesto a Azaña,

nocer a Ortega y Gasset como la cabeza teórica de la

pero no por ello dejó de colaborar en ella con sus

presunta Generación del 14 y como el intelectual que

artículos.

realizó una de las primeras y más agudas revisiones críticas del Regeneracionismo costita, el de Joaquín Costa y el de sus inmediatos seguidores, sus discípulos ateneístas: “Tanto en su periodo juvenil - “el joven Ortega”, “el Ortega de las mocedades”- como en su madurez, Ortega es un neocostita, un neorregeneracionista. Su conferencia de 1914, Vieja y nueva política, la Liga de Educación Política y la propia revista España rezuman temas regeneracionistas: crítica a la descomposición (corrupción y oligarquía) política y cierto populismo idealizado, (…) Ortega hace, en efecto, su penetración en la vida política-cultural española con los temas clave del regeneracionismo costita: el “problema de España” y su identidad, casticismo y europeísmo, tradición y modernidad. Las connotaciones - y polémicas - sobre la Gran Guerra, la guerra del 1914, ahondarán y confrontarán actitudes diversas pero salidas del tronco común del regeneracionismo. (Morodo, Raúl: o. cit. P.47). Y, en todo caso, con estas o con otras valoraciones, la revista España tuvo una notable trascendencia política y cultural en la primera tercena del siglo XX. En tal medida esta valoración es aceptada y puesta de relieve que un historiador de la cultura española contemporánea, tan cualificado como José- Carlos Mainer, considera a la revista España como “el periódico político más importante de nuestra edad de plata” (Mainer José-Carlos: La edad de plata (1902-1931), Los libros de la Frontera, Barcelona 1975 p. 158).

Ortega y Gasset por Raquel Marín

Por último, es curioso observar como Salvador de Madariaga y Raúl Morodo ponen, sin reparo, el ascendiente político y cultural de la revista España en el

Y con estas credenciales, la revista España llegó

Ateneísmo político y en el Ateneísmo neoregenera-

a cumplir algunas funciones importantes, no sólo lite-

cionista. Pienso que no les falta lógica ya que esos mo-

rarias sino también políticas y sociales, a lo largo de

vimientos “ateneísticos” se producen, como ya he indi-

su corta vida, de diez años, desde 1915 a 1924. Entre

cado, en el momento en que era secretario del Ateneo

otras funciones la revista dio cobijo a algunos escrito-

Manuel Azaña, y presidente de la Sección de Filosofía

res de la Generación del 98, en cuyas páginas, además

José Ortega y Gasset, y que eran los intelectuales más

de sus calidades literarias, pudieron dar rienda pú-

comprometidos con el ”problema de España” y con los

blica a sus confesiones “de impotencia y esperanza”.

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Revista España REVISTA PANACEA. NOV-DIC 2015

Así lo hicieron, por ejemplo, Pío Baroja, Ramón del Va-

“Liga” provenían de movimientos e instituciones an-

lle Inclán y, especialmente, Antonio Machado y Miguel

teriores.

de Unamuno. Respecto a la confesión de este último

aPues, al fin y al cabo, lo más granado intelectualmen-

escritor, dice José Carlos Mainer:

te de los miembros de la Liga y de los redactores y

“Pocas veces se ha expresado con tanta crudeza

colaboradores de la revista España son identificados,

sobre sí mismo un intelectual español ante sus here-

como miembros de la Generación del 1914, en la ma-

deros. Pocas veces también ha quedado más clara la

yoría de las relaciones que nos suministran los mejores

diferencia de talante que - sobre el papel, ya que la

especialistas en el estudio de las Generaciones y, en

realidad sería más discutible- separa a los hombres de

particular, de la Generación del 14, la cual, ha pasado

fin de siglo y los intelectuales de 1.914. Pero España no

a la historia con esta denominación y con ella perma-

solamente sirvió para esos desahogos (y para ser, en

nece hasta hoy.

cierto grado, el empresario de la nueva actitud idea-

Por lo tanto, la Generación del 14 no fue fruto

lista de los valores consagrados del 98), ni fue siempre

de un acto fundacional formal en virtud de un Mani-

el portavoz de la convocatoria orteguiana (…) Ni fue

fiesto, sino que se fue formando a lo largo de un proce-

España solamente, como aún se le a veces, una revista

so que va desde la citada Sociedad Fabiana y la Joven

aliadófila (…)

España, y las revistas Faro y Europa, pasando a la Liga

La presencia de Araquistain en la dirección su-

de Educación Política Española y la revista España.

puso el que España fuera en todos aquellos críticos

Así pues, la revista España, respecto a la Ge-

años el portavoz de todo descontento nacional: a

neración del 14, es el último eslabón del proceso, la

través de ella se puede denotar el progresivo auge

desembocadura de un pensamiento joven, años atrás

del catalanismo de izquierdas… el nacionalismo de

contenido y deslabazado, que brindó a un cualificado

un republicanismo de cariz socializante… la presencia

y plural manojo de intelectuales , críticos y desconten-

de los regionalismos secundarios … y, desde luego, la

tos , una nueva navegación abierta y transcendente

actividad de los movimientos obreros etc ...

para la sociedad y la vida política española.

Aparte de esto, España quiso ser también una crónica de las corruptelas nacionales, una sección de título tan significativo como “La vida real de España” que sacudió incansablemente las mantras que ocultaban los pequeños tinglados de la Restauración. (…) Los consejos de la revista cara a las elecciones de febrero de 1918 significan, entre otras cosas, que la coherencia de un frente anti-Restauración se había logrado plenamente. (Mainer, José Carlos: o. cit. pp 260-261). Hay tratadistas modernos que insisten en la importancia trascendental de la revista España, al dar por sentado que, hasta la fundación de la revista en 1915, los jóvenes críticos de la Generación del 14 no habían dejado huella duradera. Pero, por otro lado, algunos de esos tratadistas también dan por sentado que la revista fue “el órgano oficial de la Liga de Educación Política Española” ya que esta Liga tenía Manifiesto propio, formalizado en su Prospecto, socios fundadores y relación de miembros. No sucedía lo mismo con la Generación del 14, que, a principios de 1915, no pasaba de ser una generación presunta y deseada, sin Manifiesto ni relación de miembros, pero que tenía como precedentes, por sus socios fundadores, a la citada Liga de Educación Política por su ideario, a la conferencia de Ortega y Gasset “ Vieja y Nueva política” y como referente a los redactores que componian el Consejo de Redacción y la plantilla de colaboradores de la revista España. Por otro lado, muchos de los miembros de la

Cubierta de la Conferencia de J. Ortega. Madrid, 1914


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EL MUNDO. ViERNES 18 DE DICIEMBRE DE 2015

-

PUBLICACIÓN ATENEO DE MADRID

.

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ESPAN 91

LA 'ESPANA' DE 1915 ...,

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TANPROXIMA -Homenaje al semanario que dirigió Ortega, en la que escribieron Unamuno, Machado y Baroja, y que supuso un impulso clave para nuevas ideas ÁNGEL VIVAS MADRID de su misión en la sociedad». Espa­ «Esta experiencia de que existe una ña fue consecuencia del aquel 15-M vasta comunidad de gentes grave­ unipersonal de Ortega constituido mente enojadas -toda una España por la creación de la Liga de Educa­ nueva que siente encono contra otra ción Política Española y la famosa España fennentada, podrida- ha he­ conferencia Vieja y nueva política, cho surgir en nosotros la esperan­ za... El desprestigio radical de todos los aparatos de la vida pública es el hecho soberano, el hecho máximo que envuelve nuestra existencia co­ tidiana. Todos sentimos que esa Es­ paña oficial dentro de la cual o bajo la cual vivimos, no es la España nuestra, sino una España de alucina­ ción y de inepcia». Si hacemos salvedad de la prosa, que ya se ve que no es de hoy, el pá­ rrafo anterior podria proceder de al­ gún líder de los partidos emergentes en la campaña electoral que hoy concluye. Pero no. Nihil novum sub· sole, esas palabras se escribieron ha­ ce cien años y lo hizo, aunque no las firmara, nada menos que Ortega y Gasset. Las puso al frente del primer número del semanario España que salió ala calle el29de enero de 2015. España fue, escribe José-Carlos Mainer en el tomo correspondiente de su reciente Historia de la lit.emtu­ ra española, «la revista política más importante de nuestro siglo XX», «platafonna espléndida de todas las ambiciones espafiolas de reforma, desde el estatalismo laicizador hasta el regionalismo federalista, desde el republicanismo histórico hasta el so­ cialismo más radical». Afirmaciones que se entienden si se piensa que la fundó y fue su pri­ presentación oficial de la LEP en mer director el citado Ortega, al que marzo de 1914. Entre los numerosos asistentes a sustituyó Luis Araquistáin, y a éste, Manuel Azaña hasta el cierre de la la fundacional conferencia estuvo y revista en 1924 por la dictadura de quedó impresionado Luis García Bil­ Primo de Rivera, precisamente por bao, curioso personaje («humilde, la oposición del semanario a su régi­ enemigo de hacer actos de presen­ men. Y que escribieron en ella Una­ cia ... era un profundo emotivo, pro­ muno, Antoniq Machado, Baroja, Ra­ penso a la melancolía; estaba des­ carga­ miro de Maeztu, Pérez de Ayala, contento de sí mismo; se Juan RamónJiménez, Femando de do de culpas, todas de omisión», le los Rios, Gregorio Marañón, Euge­ evoca Ramón Carande en su Galería nio d'Ors, Manuel Bartolomé Cossío, de raros) que, quizá para lavar una Salvador de Madariaga, Martínez de sus «culpas de omisión», decidió Sierra... «todos los que tenían algo donar las 50.000 pesetas que acaba­ que decir en la situación del momen­ ba de heredar, poniéndolas al servi­ cio de la nueva revista. José Ruiz­ to» (Mainer de nuevo). España, como poco después el Castillo puso el asesoramiento co­ diario El Sol y algo más tarde Revis­ rrespondiente y las prensas de su ta de Occidente, ofreció, como escri­ editorial Renacimiento. En España cristaliza todo el her­ biera José Luis Abellán, cauces pro­ pios de expresión para «una nueva vor, el 1,ulJe bulle regeneracionista concepción del hombre de letras y que venía :.i.otándose desde el 98,

ESPAÑA

creía

UNA PUBLICACIÓN MODERNA Frente a los coletazos del Desastre del 98 surgió la revista 'España' , en que colaboraron, entre 1915 y 1924, figuras clave de la literatura, entonces aún emergentes, como Unamauno, Ramiro de Maeztu, Pérez de Ayala, Juan Ramón Jiménez, Fernando de los Ríos, Gregorio Marañón y Antonio Machado.

-

ES PANA

coincidiendo en sus páginas la gene­ ración, ya madura, del Desastre y los nuevos jóvenes que confonnarán la del 14, cuyo cabeza de fila era Orte­ ga. En la revista se publica un signi­ ficativo poema de Antonio Machado, A una España joven («tú, juventud más joven, si de más alta cumbre/ la voluntad te llega, irás a tu aventu­

ro... »), que Mainer considera «como la cesión del testigo que una genera­ ción prematuramente envejecida ha­ ce a otra más animosa y pr eparada». Como otra institución relevante y más veterana del momento era el Ateneo de Madrid y por él se movían muchos de los que escribieron en Es­ paña, cuya redacción estaba en la misma calle, un grupo de ateneístas ha querido recordar el centenario de la revista. Lo ha hecho en un acto en la sede de la calle del Prado y en las páginas de la publicación Panacea, auspiciada, entre otras instituciones, por la Fundación Ramón Areces. En la presentación del número, Daniel Pacheco afinna que la revista de Ortega abrió «de par en par las ventanas de su edificio ideológico para, durante una década, ventilar la viciada atmósfera de la vieja Espa­ ña», siendo «un periódico combativo y universalista que en su época no admitía paralelos con ningún otro editado en el país». Alejandro Díez Torre recuerda al­ gunos avatares económicos de la re­ vista, como las subvenciones recibi­ das de las embajadas de Francia y Gran Bretaña durante la guerra mundial (y que, probablemente, con­ tribuyeron a ·que Ortega -«gennanó­ filo convicto», le define José Luis Abellán-- abandonara la publicación en 1916), la suspensión por proble­ mas económicos durante 1921 y el reflotamiento gracias al apoyo del ar­ quitecto y ateneísta Amós Salvador. Víctor Morales recuerda el com­ portamiento liberal de quienes ha­ áan España; un liberaJismo de nue­ vo cuño, que rompía con el del siglo anterior, intransigente a fuer de hon­ rado, tildado de radical y que no ha­ cía ascos a la coincidencia con el so­ cialismo. José Esteban centra su co­ laboracíón en lo que se considera uno de los elementos más reconoci­ bles de la revista: las portadas, ilus­ traciones y caricaturas de Luis Baga­ ría, <(dibujante de gabinete» en todas las empresas periodísticas de Orte­ ga, pese a disentir de algunas opinio­ nes del filósofo sobre la guerra. La actitud antimilitarista y antimonár­ quica de Bagaría, recuerda Esteban, le costó decenas de procesos y algún encarcelamiento. Tomás Mallo recorre la etapa ( 1916-1923) er. que un muy activo Luis Araquistáin dirigió España dán­ dole un giro a la izquierda. Recuerda Mallo algunos artículos de Araquis­ táin dedicados a la revolución rusa, al anarquista Kropotkin o a comen­ tar una intervención del líder minero Manuel Llaneza en el Ateneo. Eduardo Huertas, ante los desa­ cuerdos a la hora de decidir quién fue motor de quién, España de la ge­ neración del 14 o viceversa, opta por caracterizar como pareja de hecho a la revista fundada por Ortega y a 1 aquella generación.


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Participantes en la mesa conmemorativa del centenario de la revista España. De izda a dcha: Eduardo Huertas, Isabel Garcia, Tomás Mallo, Daniel Pacheco, Jose Luis Abellán, Víctor Morales y Alejandro Diez Torre

Personal del Ateneo de Madrid: José Lázaro, José Luís Delgado y Javier de Olivera


Revista España

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Velada Farmacéutica. Margarita Arroyo, Benito del Castillo, Daniel Pacheco, Enrique Granda y Jorge Poveda.

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Revista España REVISTA PANACEA. NOV-DIC 2015

Jorge Poveda Cuento Farmacéutico: Albarelo Leído en la Velada Navideña del 15/12/2015 en el Ateneo de Madrid

E

ra un tarro como había visto muchos. La

La grasa la almacené en una bolsa de plástico resis-

descripción que había facilitado la casa de

tente con el propósito de depositarla en un conte-

subastas Christies era sencilla: Albarelo de

nedor de reciclaje de aceite doméstico situado a un

farmacia del siglo XVII, de la factoría de Tala-

par de calles de mi taller, por lo que una vez relleno el

vera (España), fabricado y decorado a mano.

plástico lo cerré de manera estanca, empezando a no-

Decoración de esponjado azul sobre azul, muy simple.

tar que volvía a solidificarse la grasa al perder el calor

Leyenda central “UNGUENT HOMINIS”. Tapa cerámica.

que había aplicado.

Si bien estas piezas originales alcanzan un pre-

Una semana tardé en consolidar el esmalte

cio elevado en el mercado, los 30.000 dólares pagados

de la cerámica con una capa aislante invisible, previa

por ésta solo se podían atribuir a la traducción un poco

eliminación de las concreciones calcáreas que suelen

esotérica de la frase en latín como “grasa humana”, aun-

aparecer en la superficie de estas piezas. Un par de re-

que otros expertos lo habían traducido simplemente

toques en algún pequeño desconchón de la pintura

como “pomada”.

azul, y el bote estaba listo para entregar a mi cliente…

Llevo más de treinta años dedicándome a res-

el cual, al recibir la nueva a través del correo electróni-

taurar piezas antiguas, y éste albarelo me iba a dar

co, no tardó más que un par de minutos en decir que

bastante trabajo (pero también un buen pellizco de

pasaría en persona a recogerlo a partir de las 11 de la

euros de beneficio). La superficie estaba cubierta de

noche, con la mitad de mis honorarios en metálico.

una leve capa de mugre, endurecida y opaca como el barniz seco, pero la consistencia del tarro no presentaba a simple vista fisura ni grieta alguna. Tampoco la tapa cerámica, pieza curiosa que no se suele conservar en los ejemplares de esta época. Esta tapa estaba pegada al tarro, pero una simple presión tras aplicar un chorro de vapor caliente sobre la junta de ambas piezas, hizo que se separase fácilmente. Del interior del tarro surgió un aroma pestilente que impregnó toda la habitación, haciéndome correr hacia la ventana, abriéndola de par en par. No sé si esa masa que llenaba la mitad del albarelo sería realmente grasa humana o no, pero dentro de la petición de restauración del comprador (por cierto, el encargo me llegó vía e-mail, apelando mi cliente a que conocía mi trabajo con otras piezas, y no teniendo con él más contacto que su dirección de correo electrónico y el ingreso en mi cuenta corriente de la mitad de la suma que le pedí por la restauración) estaba recoger una muestra del contenido interior del bote, para analizarla. Hice de tripas corazón, y raspé ligeramente aquella masa cérea, introduciendo las raspaduras en una pequeña bolsita de plástico de cierre hermético. El resto fue relativamente sencillo. Una vez asegurado el albarelo en un soporte metálico, la extracción de esa masa con el valor caliente no llevó más de media hora, quedando el interior totalmente limpio.


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REVISTA PANACEA. NOV-DIC 2015

Sonó el timbre de la puerta. Al abrir encontré

Cogió el albarelo. Lo situó debajo de la silla.

frente a mí a un anciano de tez pálida, bajito, y ma-

Justo debajo del agujero que había realizado en la si-

nos huesudas, que me saludó con cierta familiaridad.

lla. Se puso la capucha de la túnica. Sus ojos relucían

Una vez cumplidos los ceremoniales de bienvenida,

bajo ella. Ojos de color azul cobalto similares a luces

pasó a ver el albarelo, y por el entusiasmo que mostró,

de neón. Y volvió a inocularme algo. Cánticos. Olor a

creo que quedó satisfecho con el resultado obtenido.

hierbas. Danzas prohibidas. Empecé a sudar copiosa-

Abrió una amplia cartera de mano, y depósito un fajo

mente. Y comencé a relucir. ¿Brillaba? Mi luz empezó

de billetes de 50 euros encima de la mesa, la mitad

a ser atraída por esos ojos de neón. Seguía sudando.

de mis honorarios, invitándome a revisar si el importe

Miré mi cuerpo. No sudaba. Mi cuerpo se descompo-

era correcto.

nía en luz, que absorbían los ojos de aquél sacerdote

Y estaba en plena revisión cuando recibí un gol-

del poderoso Seth, y grasa, que iba resbalando y caía

pe en la cabeza, perdiendo el conocimiento durante

en el albarelo. Con mi último pensamiento imaginé

un tiempo indeterminado.

como sería el próximo voluntario que abriese el alba-

Desperté. Estaba sentado en una silla, atado, y

relo en los próximos cien años.

amordazado. El frágil anciano había cambiado. Lleva-

. Un joven fornido y musculoso, de tez pálida,

ba una túnica azul (¿igual que el color del albarelo?), y

cerró el bote con la tapa, un bote nuevo, reluciente,

gesticulaba ágilmente con sus manos en el aire cantu-

lleno hasta los bordes, lo metió en su maletín, y con

rreando algo en una lengua olvidada. La silla estaba

gran sigilo salió de la habitación.

en mitad de la sala de trabajo. O los restos de la silla, ya que notaba que había roto parte del asiento. Había retirado mi mesa de trabajo y había pintado con tiza un extraño dibujo en el suelo, parecido a un hexágono, con un círculo en el medio. Me recordó la forma del benceno. Pero relleno de extraños símbolo. - “Ah¡, se ha despertado. Lo siento. Hubiera sido más sencillo que no viese nada de esto. Pero no tiene importancia. La cadena debe continuar. La cadena que empezó en el antiguo Egipto, y permite este humilde sacerdote del gran dios Seth mantener su existencia a través de los siglos. El vaso canopo en el que empecé recogiendo la grasa de esclavos se rompió hace décadas y a partir de entonces tuve que guardar la grasa cada ofrenda en este tarro.” No entendí nada de lo que decía. Intenté forcejear con las cuerdas, romper las ligaduras de manos, pies y cintura, pero fue imposible. Me tiré con la silla al suelo, pero lo único que conseguí fue un segundo golpe en mi maltrecha cabeza. Segundo despertar. Posición inicial, sentado en mitad del benceno. Pero algo ha cambiado. Huele a incienso. No. Algo va mal. No puedo moverme de cuello para abajo. Además estoy desnudo en la silla. Veo un pequeño lunar rojo en mi pierna derecha. Me debe haber inyectado algo. El anciano sigue a lo suyo. Se da la vuelta. Sus ojos se clavan en los míos. -

“Es usted insistente. Ya está todo preparado.

La verdad es que no hay que hacer el ritual más que una o dos veces cada siglo. Y con ello recobro fuerzas para continuar hasta que el siguiente….. voluntario, acepta ocupar el puesto de su predecesor en el bote. Y usted es el voluntario.”

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LA NEUTRALIDAD DE DON QUIJOTE

-¿Ves, amigo Sancho, esas dos grandes polva1·edas que parecen dos ejércitos enemigos? Pues se trata, en realidad de dos rebaños de sencillas ovejas.




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