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VIRGEN DEL REMOLINO
Después de este difícil año, el número de la banda de Cc. y Tc “Remolino” aumentará seguro.
Ni una pandemia ha conseguido parar a la banda de cornetas y tambores Remolino. La formación, que comenzó su andadura en octubre de 2019 teniendo como director y profesor de viento metal a David García y a Javier Abad como profesor de percusión, ha realizado dos conciertos y ha acompañado con su repertorio en los actos de la Semana Santa y en los cultos en honor a Nuestra Señora del Remolino.
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Un cartel de “Se busca” fue suficiente para atraer la atención de sus primeros integrantes, en esa atracción por probar algo nuevo o pasar un rato divertido. Sin embargo, en apenas año y medio, la ilusión desbordante de todos sus miembros, la buena dirección de los profesores y la incansable ayuda que se prestan entre los componentes, hace que esta banda esté cada día más cerca de tocar por las calles acompañando a las imágenes de la Hermandad de Nuestra Señora del Remolino.
Una banda que desea ampliar el número de integrantes en el próximo año visto el éxito y la persistencia del actual. Un reto más fácil de conseguir teniendo en cuenta la adaptación que cada lunes David y Javier dan a los conocimientos musicales y la técnica instrumental necesaria; el apoyo incondicional que la junta directiva da a ésta nueva iniciativa; y la energía que “las aguas del Jarama” les ha provisto para lograr su meta más cercana: el poder acompañar musicalmente a las imágenes de la Hermandad por las calles de El Molar.
Entrevistamos a los miembros de la banda antes de uno de sus ensayos.
José Ignacio, presidente de la Hermandad de Nuestra Señora del Remolino, ¿cómo surgió la idea de crear una banda?
En el 2016 en una reunión de la Junta Directiva se planteó la idea de crear una banda, pero quedó estancado su desarrollo. Posteriormente María, integrante de la banda actualmente, planteó de nuevo la idea en una Asamblea General, y viendo las necesidades existentes respecto a la música – actos en misiones del Regimiento de Asturias, disminución del presupuesto – se decidió comenzar a gestionar su creación. Así comenzó todo.
Y así, para poder comenzar en octubre de 2019, se decidió contar como director y profesor de viento metal a David García, trompeta solista en la Unidad de Música del Rgto. Inmemorial del Rey, y como profesor de percusión a Javier Abad, con gran formación internacional y experiencia previa en dirección. ¿Cómo recuerdas esa llamada Javier?
Llamaron a mi hermano Jesús, que dirige una escuela de música en Guadalix de la Sierra, y de la que tanto David como yo éramos integrantes. Además, como nosotros ya dirigíamos conjuntamente la banda de cornetas y tambores de Lozoyuela, el comenzar un nuevo proyecto juntos nos hizo ilusión y más sabiendo que habría integrantes desde los 7 años.
Habéis creado un tándem viento metal – percusión ya casi inseparable. David, ¿cómo os coordináis entre los dos profesores para la preparación del repertorio?
Respecto a la coordinación entre nosotros, como ya tenemos larga experiencia trabajando juntos, yo realizo los arreglos y luego Javier los adapta para la percusión. Al ser un grupo reducido, es difícil tener un repertorio de palio, ya que hay que adaptar todas las voces al número de integrantes. Seguro que al año que viene, que la pandemia se estabilice, podemos ampliar el repertorio e incluso salir de lo litúrgico, como le gusta a Javier.
María, han comentado antes que eres parte del proyecto de la creación de la banda, y además eres musicóloga, por lo que tu presencia en la banda estaba asegurada. ¿Estás contenta del grupo? De algún modo recoge y da continuidad a la extinga banda de tambores de la Cofradía del Cristo de los Jóvenes, donde tú José ya tocabas y ayudabas enseñando a los más pequeños. ¿Por qué decidiste comenzar aquí en la sección de viento metal?
Yo tocaba ya el tambor, pero decidí probar con la trompeta que es algo que me llamaba la atención. Además siendo profesor de música veía que ambos instrumentos son pilares para la banda, por lo que quise tener conocimiento de ambos. Ahora es cuando veo la complejidad de ensamblar bien ambas secciones.
Javier, antes comentaste que en percusión hay muchos niños, ¿hay alguna diferencia entre enseñar a adultos y niños?
Dar clases a niños tiene alguna complicación y grandes satisfacciones: es difícil mantener la atención durante la clase semanal pero los niños son como esponjas y lo cogen todo enseguida. Soy partidario de que cuanto antes se empiece con el instrumento mejor, porque se aprende más fácil y se olvida menos. Pero hay que decir que todo el mundo puede tocar, independientemente de la edad y de la formación que tenga.
Todos coincidís que la banda se caracteriza por la ilusión y la fuerza de voluntad que tienen sus integrantes. Zaira, ¿por qué tenéis esa ilusión desde tan pequeños?
Sin lugar a duda, el ser un grupo tan dinámico y diverso, pero a la vez manteniendo una relación tan de familia, hace que no seamos un grupo de gente que realiza una actividad, sino que tiene un proyecto en común por el que todos luchan. Después de este difícil año, el número de la banda aumentará seguro y, podremos salir a la calle, por fin, todos acompañando a las imágenes de la Hermandad. Nos lo pasamos muy bien en los ensayos, nos reímos y me lo paso genial con todos los compañeros. Además, aunque ya hemos tocado en la iglesia, tenemos muchas ganas de salir a la calle y que nos vean otros niños cómo lo hacemos.
Rafa, tú eres el último integrante del grupo en unirse a la banda, ¿qué dirías si alguien está pensando en apuntarse?
Que no lo dude ni un instante. Es una buena forma de estar entretenido y además los profesores son muy buenos. Aunque ya tocaba la trompeta, no leía partituras ni sabía solfeo pero en sólo un mes he sido capaz de tocar 2 canciones del repertorio.
