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AUSCHIWITZ

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Seguro que si os dijera, que he estado en una ciudad llamada, OSWENCIN no sabríais a ciencia cierta en que país estoy pero si os digo que me encuentro en el campo de exterminio de AUSCHWITZ ya sí que sabéis a qué sitio he viajado, y es que a pesar del dolor que produce este nombre y los cientos de libros que se han escrito sobre este campo o esta fábrica de muerte que los alemanes pusieron en funcionamiento cuando una persona se creyó el creador de la humanidad, capaz de discernir quien era puro y quien no, y esta locura tuvo un nombre: ADOLF HITLER. A pesar de todo esto, quería llegar aquí y poder contarles lo que vi.

OSWENCIN se encuentra a unos 50 kilómetros de CRACOVIA, el campo se construyó en 1941y a partir de 1942 comenzaron lo que ellos llamaron la solución final con 4 hornos crematorios y 4 cámaras de gas, alambradas electrificadas, torretas de vigilancia, casamatas y horcas. 3.3 millones de polacos de antes de la guerra murieron bajo la ocupación alemana entre 1939 y 1945, el 27 de enero de 1945 cuando se liberaron 7500 prisioneros quedaban todavía en el campo en unas condiciones de absoluto abandono.

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Cuando por fin lograba el sueño de visitar dicho campo desde que empezaron a interesarme los temas y libros sobre los campos de concentración ahora que estoy debajo del funesto letrero: “el trabajo os hará libres” (ARBEIT MACHT FREI) no deja de latirme el corazón más deprisa y es que por fin mi sueño es una realidad. Papa WOYTULA JUAN PABLO II, una enorme estatua nos invita a visitarla, una maravilla, me encanta con sus cuadros y ornamentos.

Nos vamos al barrio judío, cogemos uno de esos cochecitos que te llevan a los sitios turísticos, este barrio me deja con la boca abierta, miro y admiro, hago fotos y más fotos, voy andando y disfrutando lo que esta ciudad me ofrece. Me sorprende lo limpia que está, y aunque son las seis ya es de noche, nos acercamos a la gran plaza, donde el mercadillo de navidad hace las delicias de los pequeños y no tan pequeños, un mundo mágico, donde puedes comprar de todo: regalos, juguetes, dulces, comida, adornos navideños y el famoso vino caliente que nos reconforta el cuerpo, hoy nos acostamos pronto pues mañana visitaremos la fábrica de OSKAR SCHINDLER.

Hemos llegado a CRACOVIA a media mañana en este día gris y triste y sobre todo frío mucho frío, nuestro apart-hotel está justo detrás de la iglesia que se levantó en honor del Al otro día salgo pronto, decido ir andando que es como se disfruta verdaderamente del momento, preguntando y enseñando mi plano, estamos frente a la fábrica, no somos

pocos los que hay en la fila, esperamos junto a la cafetería llena de fotos y de recuerdos del rodaje de la película “LA LISTA DE SCHINDLER” el guión firmado por los actores, la gorra del director, un recorrido que impresiona con muchísimo material sobre esa etapa negra y triste.

El despacho de OSKAR se encuentra tal y como lo dejó, vemos las instalaciones; una visita esencial y necesaria para conocer un poco más de la hazaña que realizo OSKAR SCHINDLER, la vuelta es lenta y enriquecedora viendo y admirando los edificios y haciendo hincapié en la limpieza de la ciudad, el caso es que no se ve a ningún barrendero. Paramos a comer comida típica y la verdad uno se llega a sorprender de lo que aportan otras culturas a nuestro conocimiento y cómo enriquece nuestra vida.

En esta mañana visitaremos el campo de AUSCHWITZ y esta tarde nos llevan a las minas de sal de WIELICZA, en nuestro grupo somos 13 españoles debajo del famoso letrero, visitamos acto seguido el pabellón 11 de terribles recuerdos para los que sobrevivieron a esta locura, el paredón de los fusilamientos con flores frescas depositadas allí, entramos en una sala donde millones de zapatos se amontonan en recuerdo de sus dueños nos comentan que los encontraron cuando el campo fue liberado, no sé cuantos miles de utensilios, maletas, gafas, aparatos médicos, sin lugar a dudas la tristeza nos invade pues cada maleta tiene una historia y un nombre, se nos pone el corazón en un puño cuando entramos en las cámaras de gas, muchos decidieron no entrar y se quedaron fuera, es una sensación de profunda tristeza pero de la cruda realidad que fue. Vemos todas las dependencias, excepto algunas que están reformando pues el deterioro es notable ya que las aportaciones de los países implicados en que este sitio no caiga en el olvido son cada vez más distanciadas en el tiempo. A la salida me proveo de algunos libros escritos en español pero que no se editan en ESPAÑA

Las minas de sal de WIELICZA están dentro del área metropolitana de CRACOVIA y alcanzan una profundidad de 327 metros; el recorrido turístico es de 3,5 kilómetros, contiene estatuas de sal de personajes míticos e históricos esculpidos en la roca de sal por los propios mineros, incluso los cristales de los candelabros son de sal.

Dentro en el gran salón se encuentra la capilla de SANTA KINGA, recibe unas 800.000 visitas al año.

Durante la segunda guerra mundial los alemanes las utilizaron como almacén de material de guerra, es patrimonio de la humanidad desde el año 1978, es una maravilla en el fondo casi de la tierra y ver como pasan los años y guardan toda su belleza y esplendor como si el tiempo se hubiera parado. Madrugamos porque nos tienen que acercar al aeropuerto pues la visita fue corta pero muy intensa y en cuanto a conocimientos supercompleta, os recomiendo sinceramente hacer una visita, huir de los sitios turísticos de sol y playa y cambiarlos por frío y cultura porque precisamente frío teníamos y mucho.

Corregido por redaccion Adriana Pardiñas

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