PA S T O R E S PORTAVOZ DEL SEMINARIO DE ZACATECAS
|Año XII|Julio-Agosto 2013|Nº 71|
Itinerario de fe en san Pedro
Adultos mayores La plenitud de la vida
Están por llegar las vacaciones
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CONTENIDO
PA S T O R E S PORTAVOZ DEL SEMINARIO DE ZACATECAS
1
EDITORIAL
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LA VOZ DEL RECTOR Itinerario de fe en san Pedro apóstol
5
PARA REFLEXIONAR San Ignacio de Loyola
8
CONCILIO VATICANO II Decreto Inter Mirifica
11
FAMILIA Adultos mayores, la plenitud de la vida
14
RETAZOS DE VIDA Fin de cursos
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CULTURA Edith Stein, una conversión
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JÓVENES Están por llegar las vacaciones
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BIENHECHORES Amigos y bienhechores del Seminario
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SÓLO PARA NIÑOS El papa Francisco
| Julio - Agosto 2013 | | Año XII | Nº 71 |
DIRECTORIO Director General Pbro. Marco Antonio Castañeda Haro Coordinador General Pbro. Aurelio Ponce Esparza Coordinador Editorial Rubén Antolín González Rodríguez Coeditores Fernando Rafael Llamas Puente Víctor Manuel Herrera Coordinador de Diseño Víctor Hugo Gutiérrez Luna Fotografía Carlos Eduardo Bañuelos López Jesús Alberto Gallegos Cabral Sección de niños Josué Daniel Delgado Espinosa Ventas Lázaro Daniel Enríquez Hurtado Ejemplar: $20.00 M/N www.seminariodezacatecas.com Email: semzac@hotmail.com
Editorial = Por Pbro. Aurelio Ponce Esparza Coordinador General
ué maravilloso es Dios, que bellas y enriquecedoras experiencias nos ha permitido vivir, no cabe duda que cada día de nuestra frágil existencia se convierte en una oportunidad para aprender, crecer y madurar. Se ha concluido el año escolar, tiempo de aprendizaje y experimentación, el amargo recuerdo de los exámenes se ha diluido en la alegre noticia de las vacaciones, tiempo de descanso, de retiro, de encuentro personal, familiar y comunitario.
Concluir una etapa de la vida es siempre ocasión de experimentar un sinfín de sentimientos, pasamos de la alegría a la nostalgia, del júbilo a la melancolía, del recuerdo a los sueños, nos sentimos orgullosos de nosotros mismos, pero al mismo tiempo culpables porque seguramente pudimos haber dado mucho más; en nuestro Seminario es una experiencia única, para muchos es el final de este camino de formación, se abren a la experiencia de la inserción pastoral en alguna parroquia de la Diócesis, para otros significa el final de una etapa de formación y el paso a otra, todavía más decisiva; para algunos otros es el paso de un año a otro en la misma etapa, pero sin duda lo viven con el mismo entusiasmo y satisfacción.
[ PASTORES Nº 71 ]
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Sería inútil querer hacer aquí un recuento de las experiencias vividas, sin duda que tal pretensión rayaría en el subjetivismo y sería, por lo mismo, injusto. Desde esta redacción queremos agradecer a Dios por su bondad y generosidad, pues no ha dejado ni un sólo día de sorprendernos, agradecemos a nuestro Obispo, por su presencia fraterna entre nosotros y por su palabra, que ha sido luz en este caminar vocacional; agradecemos también a todos nuestros bienhechores, porque simplemente sin su oración y ayuda económica sería prácticamente imposible el sostenimiento de nuestra casa y vocación, gracias a todos los que mes tras mes nos hacen patente su cariño, a todos aquellos que visitaron esta casa compartiendo su tiempo y sus bienes, a todos los que participaron en la cuarta kermés, que en días pasados vivimos; en fin, a tantos y tantos instrumentos de la Providencia divina.
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Agradecemos también a nuestros maestros, a los sacerdotes que con su ejemplo y sabiduría nos acompañaron este año escolar, a nuestros hermanos laicos, que desde la vivencia alegre y generosa de su vocación nos compartieron sus conocimientos, a nuestras madres de la cocina, al personal de la misma, de la secretaría, de la portería y en fin, a todos los que han hecho posible el caminar de este año escolar. A todos que Dios los bendiga y premie su generosidad, felices y fructíferas vacaciones. Hasta la próxima.
Itinerario de fe en san Pedro apóstol = Por Pbro. Marco Antonio Castañeda Haro Rector
5 Yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia
5 Martirio de san Pedro
Q
ueridos amigos y amigas, con mucha alegría les saludo esperando que la gracia y el amor del Señor habiten en su corazón.
Dentro de la celebración del año de la fe, quiero comentar con ustedes brevemente cómo fue el itinerario de fe en san Pedro, apóstol. Cuando leemos el Evangelio según san Mateo 16, 13-27, nos damos cuenta como Pedro es llevado por un doble espíritu: el Espíritu de Cristo y el espíritu de la carne o de Satanás. Bajo la inspiración del Espíritu Santo, Pedro afirma: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo». Jesús le dice con toda claridad que esta revelación le viene del Padre de los cielos. En el origen de este acto de fe, encontramos la fuerza atractiva del Padre que obra en el corazón de Pedro para hacerle discernir en las palabras y en los gestos de Jesús. Pero Pedro no tiene todavía el sentido pleno del acto de fe que declara; tendrá que descubrir a lo largo de toda su vida y sobre todo en la prueba, la profundidad de su adhesión a Cristo. Lo mismo ocurre con nuestra profesión de fe. Lo hermoso de una consagración a Dios, no está tanto en el sí de la profesión sino en la perseverancia en repetirlo cada día en la vida concreta. En efecto, desde que Cristo comienza a anunciar su pasión, Pedro tiene una reacción espontánea, que está muy lejos de ser según el Espíritu: ¡Lejos de ti, Señor! ¡De ningún modo te sucederá eso! Pedro está dispuesto a reconocer a Jesús como Señor, y a servirle en su Reino, pero rechaza un Mesías doliente que realiza la salvación del mundo por la Cruz. Escucha entonces las palabras duras y ásperas de Cristo: ¡Quítate de mi vista Satanás! ¡Tropiezo eres para mí, porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres!. [ PASTORES Nº 71 ]
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Pedro es puesto de nuevo en su verdadero puesto. Debe pasar detrás de Cristo, cuando estaba dispuesto a seguirle pero yendo delante. Como en la tarde del Jueves Santo, tiene necesidad de dejarse lavar los pies por Jesús, es decir ser amado por él primero. Sin saberlo, Pedro habla del mismo modo que Satanás en el desierto de las tentaciones. Sugiere a Jesús medios fáciles para salvar al mundo rechazando la Cruz. Con humildad, Pedro tiene que escuchar con los demás discípulos la consigna de Cristo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Al entrar en la Pasión (Lc 22, 31-62), Pedro, que tiene mala memoria, ya ha olvidado las palabras de Jesús. Quiere seguirle hasta la prisión y la muerte, pero es todavía una amistad provocada por la simpatía y la admiración que exige ser purificada. Luego viene la triple negación de Pedro que se ve desbordado por todas partes. Por tres veces, afirmará que no conoce a Cristo. De hecho, no le conoce porque todavía no ha descubierto el amor infinito que Jesús le tiene y que le será aplicado en el perdón. Este amor, Jesús lo derramará en su corazón en el momento en que él entregue su Espíritu al Padre. Cuántas veces en nuestra vida diaria repetimos la experiencia de Pedro renegando prácticamente del rostro de Jesús. Y precisamente en la mirada de Cristo hacia Pedro se operará la conversión del Apóstol (Lc 22,61-62). Su humillación se transforma en amor. La primera confesión de Pedro era una confesión de fe, la segunda será una confesión de amor: Simón, ¿me amas? A la tercera pregunta de Jesús, Pedro no aguanta más y expresa así la profundidad y la solidez de su amor por Cristo: Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero. Ya no tiene miedo de afirmar su amor a Cristo porque ha reconocido en él la fuente del amor y del perdón. [4]
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Cuando Pedro era joven él mismo se ceñía y era dueño de su vida. Llegado a viejo, debe dejarse conducir por otro allí donde no quisiera ir. En otro tiempo, Pedro hablaba ya bajo la inspiración del Espíritu Santo, pero no percibía toda la extensión de sus palabras. Ha llegado el momento en que debe acogerse y abandonarse entre las manos del Padre para que él opere maravillas a través de su pobreza. Si queremos seguir a Cristo hasta el final, pero, abandonados a nuestras propias fuerzas, somos incapaces de alcanzarle y entrar con Él en el misterio de la Cruz. Es preciso sufrir muchos fracasos y conocer la prueba del desierto para que podamos comprender el amor infinito de Cristo para con nosotros. Entonces este amor se derramará en nuestro corazón por el Espíritu Santo y podremos decir a Jesús con Pedro: Señor, tú sabes que te amo. Pero antes es necesario que nos dejemos amar por Cristo.
San Ignacio de Loyola = Por Víctor Hugo Robles Gutiérrez
ñigo de Loyola nació en 1491 en la casa de su familia ubicada en Azpetia, Guipúzcoa; pertenecía a la baja nobleza vasca, y como tal, estaba destinado a una vida cortesana. Era un caballero de la época, entregado a las vanidades del mundo, a la búsqueda y defensa del honor por medio de las armas, además de licencioso en cuestión de mujeres. Pero como buen vasco, también era un hombre que practicaba las muchas devociones de su época cuando su vida corría peligro o era menester pedir a Dios alguna cosa. Estando al servició del virrey de Navarra, combatió contra los franceses que buscaban recuperar estos territorios y expulsar a la corona hispánica. En 1521, los franceses asedian Pamplona e Íñigo convence a las autoridades y a algunos soldados de defender la ciudad en una batalla que estaba perdida desde el comienzo. Durante el combate una bala cañón pasó entre sus piernas, dejándolo malherido. Sería atendido por los franceses en Pamplona y luego trasladado a casa de su hermano en Loyola, donde sería nuevamente sometido a una dolorosa operación. Pero tras las intervenciones de los médicos y una primera recuperación, se sometería a una tercera intervención, pues se percató que bajo la rodilla un hueso había quedado sobre otro, produciendo una protuberancia y que una pierna quedara más corta que la otra, lo que le impedía usar las botas y ropa militar que tanto gustaba. [ PASTORES Nº 71 ]
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Durante la larga recuperación, pidió algunos libros para mitigar el aburrimiento que le producía el reposo. Íñigo pidió los libros de caballerías que tanto le gustaba leer, pues se deleitaba con las aventuras caballerescas que se sentía inclinado a imitar en busca de honor y gloria personal. Sin embargo, tuvo que conformarse con los únicos dos libros que se encontraban en casa, uno sobre la vida de Cristo y otro sobre las vidas de los santos. Durante su lectura, Íñigo comenzó a descubrir que experimentaba paz espiritual al leer estos libros, mientras que cuando pensaba en la gloria personal quedaba vacío. En este tiempo de conversión, se propuso imitar a los santos en la penitencia y oración e ir en peregrinación a Tierra Santa. También en este tiempo, recibió la visión de Nuestra Señora con el Niño Jesús en brazos, la cual generó en el santo un gran desprecio por su vida pasada. Al recuperarse, san Ignacio abandonó la casa de Loyola y se encaminó rumbo al santuario de nuestra señora de Montserrat, donde montó guardia toda la noche e hizo una confesión general. Al dejar el santuario se vistió de sayal y se dirigió a Manresa donde vivió en oración en una cueva y donde tuvo numerosas vivencias místicas. A partir de este momento san Ignacio vivirá de la limosna, aconsejará espiritualmente a varias personas y dará los Ejercicios Espirituales.
Al leer un libro sobre la vida de Cristo comenzó a experimentar una gran paz interior [6]
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San Ignacio vivía de la limosna y aconsejaba espiritualmente a muchas personas
Tras su estancia en Manresa, san Ignacio se encaminó a Barcelona y luego a Italia con rumbo a Jerusalén, ahí visitó los santos lugares con mucha devoción y buscó predicar, pero los frailes le impidieron quedarse y le mandaron regresar a Europa. A su regreso de Jerusalén, Ignacio comenzó a estudiar latín en Barcelona y tras dos años de estudios se dirigió, en 1526, a Alcalá de Henares para estudiar artes y lógica. A su paso por Alcalá, y posteriormente por Salamanca, será intervenido por la inquisición, la cual sentenciará a su favor y lo dejará en libertad, pero recomendándole abstenerse de dar dirección espiritual. De este modo, decide ir a París en 1528, donde la influencia de la inquisición es menor, para comenzar sus estudios de filosofía y teología. Durante sus estudios en París, conoce a san Francisco Javier y a otros que se convertirán en los primeros jesuitas. Allí continuó ofreciendo los Ejercicios Espirituales y viviendo de la limosna que conseguía para financiar sus estudios. Es aquí, en París, donde latinizará su nombre convirtiéndolo en Ignatius. Posteriormente, el 15 de agosto de 1534, san Ignacio y sus primeros compañeros pronunciarán, en Montmartre, los votos de pobreza, castidad y vida apostólica, y harán promesa de ir a Jerusalén y si no pudiesen hacerlo se pondrían a disposición del Papa.
Tras pasar un periodo de recuperación en Loyola a causa de una enfermedad, san Ignacio emprende el viaje a Venecia para encontrarse con los demás y partir a Jerusalén, ahí es ordenado sacerdote en 1537. Pero al no poder partir a Jerusalén a causa de la guerra, deciden dispersarse en Italia para predicar durante un año en espera de que se reanuden los viajes. Pasado este tiempo la situación no mejoró, así que se pusieron en marcha rumbo a Roma para entrevistarse con el Papa según lo previsto. En Roma, también sirvieron como predicadores y confesores hasta que el papa Paulo III con la Bula Regimi militantes Ecclesiae instituye la Compañía de Jesús el 27 de septiembre de 1540. Un año más tarde, san Ignacio es elegido superior general de la orden por unanimidad de sus compañeros y permanece en Roma hasta su muerte en 1556, renunciado a sus deseos de convertirse en misionero. En Roma, se dedica intensamente al gobierno de la Compañía y a la asistencia a los necesitados.
Gloria de san Ignacio de Loyola, Rubens, 1616 Vienna5
El papa Paulo III instituye la Compañía de Jesús el 27 de septiembre de 1540
Además de la Compañía de Jesús, el gran legado de san Ignacio para la Iglesia ha sido, sin duda, su espiritualidad, la cual tiene su principio y culmen en los Ejercicios Espirituales, que fueron escritos en Manresa y consisten en una serie de meditaciones que buscan ser una ayuda para vencerse a sí mismo y ordenar la vida (EE 21). Entre las características más importantes de la espiritualidad ignaciana destacan tres principios: la actitud orante, el examen de conciencia y el Magis. La actitud orante consiste en buscar y hallar a Dios en todas las cosas, es decir, en convertir la vida cotidiana en oración buscando y sirviendo a Dios en todo. El examen de conciencia implica una disciplina personal que lleve a examinarse diariamente, no sólo sobre los pecados cometidos, sino también sobre las sensaciones y pensamientos suscitados interiormente para que junto con el confesor o director espiritual se discierna cuales vienen de Dios para seguirlos y cuáles no para desecharlos. Finalmente, el término latino Magis, que significa más, consiste en buscar siempre dar y esforzarse más para glorificar a Dios, como quedará manifestado en la famosa máxima ignaciana: Omnia Ad Maiorem Dei Gloriam. [ PASTORES Nº 71 ]
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o II
n Concilio Vatica Decreto
Inter Mirifica
E
ste es uno de los nueve decretos aprobados por el Concilio Ecuménico Vaticano II, los decretos tienen un significado práctico, son distintos a las constituciones y son exposiciones sobre principios especiales. El Decreto sobre las comunicaciones sociales fue aprobado el 4 de diciembre de 1963. Con motivo de la promulgación y aprobación de este Decreto, dijo el Papa Pablo VI que «su valor no es pequeño y que venía a demostrar la capacidad de la Iglesia para unir la vida interior con la exterior, la contemplación y la acción, la oración y el apostolado activo». La Iglesia tiene la preocupación fundamental de comunicar la verdad y la vida al mundo, y lo demuestra, con un apartado dedicado a los instrumentos de comunicación social, pues el Concilio está al tanto de la Importancia que tienen los medios de comunicación en la actividad del mundo.
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6 Grabación de programa televisivo en el Seminario
Este Decreto, es, además, la primera ocasión en la historia de la Iglesia que un Concilio ecuménico se ha dedicado a examinar el problema de las comunicaciones. Por esta razón tiene mayor importancia que por su contenido. De la misma manera constituye el primer mandato general de la Iglesia al clero y a los laicos para el uso de los instrumentos de comunicación: «La madre Iglesia sabe, en efecto, que estos medios, si se utilizan rectamente, proporcionan valiosas ayudas al género humano, puesto que contribuyen eficazmente a descansar y cultivar el espíritu y a propagar y fortalecer el reino de Dios; sabe también que los hombres pueden volver estos medios contra el plan del divino Creador y utilizarlos para su propio perjuicio; más aún, siente una maternal angustia a causa de los daños que de su mal uso se han derivado con demasiada frecuencia para la sociedad humana.
Por lo cual, el Sacrosanto Sínodo, insistiendo en la vigilante preocupación de los Sumos Pontífices y obispos en un asunto tan importante, considera pertinente tratar las principales cuestiones relacionadas con los medios de comunicación social. Confía además en que su doctrina y disciplina, así presentadas, aprovecharán no solo a la salvación de los fieles cristianos, sino también al progreso de todo el género humano» El Decreto nos da un rayo de esperanza, nos indica el caminar y la apertura de la Iglesia en el incremento y la educación en lo referente a las comunicaciones sociales, es un punto de partida, pues tiene como fin el desarrollo del espíritu ecuménico en el campo de la comunicación y al mismo tiempo, busca el progreso y la cristianización de muchos de los aspectos seculares dominantes en la opinión pública, como por ejemplo el teatro, radio, televisión, Internet, videojuegos, etc.
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5 Benedicto XVI lanza un twitt
En la actualidad el problema no es el de dirigir las comunicaciones en masa, sino el de hacer que se desarrolle de manera constructiva, el contenido esencial de los medios de comunicación con las masas. La finalidad de la Iglesia no debe ser la de obligar a las masas en un sistema específico, sino el de liberarlas de los lazos que las atan. Este Decreto tiene que servir de puente para que se dé una amplia participación de las empresas de comunicación en masa dentro y fuera de la Iglesia Católica, debe de ayudar a fortalecer el sentido de responsabilidad secular de los medios de comunicación, así como el alentar la libertad de palabra y respaldar causas como la paz mundial, la igualdad racial, la guerra contra la pobreza, los derechos del hombre, todo dentro de una sociedad secular.
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El transcurrir del Concilio recibió un magnifico trato de la prensa, la abundancia de información se debió, sobre todo, al carácter reformador y renovador del Concilio, y al interés que en todas partes despertó. Si ese mismo espíritu se trata de infundir en nuestros días, la meta y el mensaje del Concilio se seguirá cumpliendo y realizando, cumpliéndose las palabras de Pablo VI en la clausura del Vaticano II «Es necesario que el mundo lo sepa: la Iglesia contempla al mundo con profunda comprensión, con sincera admiración y con la franca intensión de servirlo, no de conquistarlo; no de despreciarlo si no de apreciarlo; no de condenarlo si no de fortalecerlo». El educar la conciencia de los cristianos es un desafío para la Iglesia, a fin de que puedan ser críticos al bombardeo mediático al que se ven expuestos diariamente, el decreto Inter Mirifica da las pautas, los métodos, programas, y los elementos necesarios para seguir buscando y encontrar las herramientas que mejoren lo que el decreto llama «Los nuevos y mucho más efectivos caminos de la comunicación».
Adultos mayores La plenitud de la vida
Setenta años dura nuestra vida, y hasta ochenta llegan los más fuertes… Enséñanos a calcular nuestros días, para que adquiramos un corazón sensato… Salmo 89, 10.12
= Por Pbro. Carlos Robles de Horta Responsable de la Comisión de Pastoral Familiar y Vida
C
uando se aborda un tema, es inevitable que cada uno vuelva a los recuerdos, que saque de su experiencia personal algunos detalles para enriquecer la reflexión, que cierre los ojos y se imagine los rostros de las personas y traiga a la memoria tantas y tantas anécdotas. Mucho más cuando hablamos de alguien tan querido y respetado en nuestra cultura como es el abuelo y la abuela (mucho cuidado, porque hay algunos que prefieren que se les llame en diminutivo o con abreviación: abuelito, abue…). Aunque estamos ante un cambio de mentalidad en la forma de concebir la familia y las relaciones interpersonales, hay todavía una riqueza que conservamos dentro de la sociedad. No podemos negar que ya se está tratando de imitar a algunas culturas más modernas o de vanguardia, donde el avance se mide a través de la productividad. Esta economía de mercado, reinante desde hace varias décadas, rechaza a aquellos que son menos útiles, o que se considera que ya no pueden aportar lo suficiente para lograr el progreso del país. Se rechaza y se relega a los improductivos. Desafortunadamente en esta “concepción” entrarían aquellas personas que por edad, por debilidad o por enfermedad ya no tienen lugar en el mundo laboral. Estamos olvidando que nuestros adultos mayores tienen un tesoro que las jóvenes generaciones todavía no adquirimos: EXPERIENCIA. [ PASTORES Nº 71 ]
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La experiencia es el tesoro que los mayores tienen y los jóvenes aun no adquirimos
Además, si consideramos a nuestros abuelos como el eslabón con nuestros ancestros, esta riqueza se multiplica todavía más: son ellos quienes custodian la historia familiar y comunitaria. Sus anécdotas, pláticas y experiencias contadas alrededor de sus descendientes permiten que no se pierda el vínculo personal y social de cada uno de nosotros. Así, no sería solamente una figura en casa que esté al pendiente de cuando llegan los nietos después de finalizar las clases o cuando los papás tengan que asistir a una reunión o una fiesta; son también los transmisores de la fe y de los valores. Sobre esto ya nos hablaba el Papa Beato Juan Pablo II en una exhortación apostólica llamada La familia en los tiempos modernos, en el número 27: «…la vida de los ancianos ayuda a clarificar la escala de valores humanos; hace ver la continuidad de las generaciones y demuestra maravillosamente la interdependencia del pueblo de Dios. Los ancianos tienen además el carisma de romper las barreras entre las generaciones antes de que se consoliden: ¡cuántos niños hallan comprensión y amor en los ojos, palabras y caricias de los ancianos!, y ¡cuánta gente mayor no ha subscrito con agrado las palabras inspiradas: “la corona de los ancianos son los hijos de los hijos”» (Prov 17,6). No están desatinadas las propuestas por parte de nuestras autoridades civiles que miran a la ayuda, atención y valoración de los adultos mayores, como la creación del IMAPAM, la ayuda económica bimestral de alrededor de mil pesos (70 y más, 65 y más), el Seguro Popular y algunas otras más, pero esto no es suficiente.
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No basta con ayudas que, si somos realistas, no alcanzan para aliviar las grandes necesidades que son consecuencia de la debilidad propia de los años. Sin hacer una crítica sin sentido, la ayuda tiene que ir más allá de los que puedan ofrecer las instituciones políticas, partidistas y gubernamentales. Es decir, apreciar a nuestros mayores significa no relegarlos, significa darles su lugar en esta sociedad y esta cultura, significa aprovechar al máximo todo el cúmulo de conocimientos que todavía nos pueden compartir. Quizá no sean muchos los que conozcan las nuevas tecnologías electrónicas o las redes sociales, pero sí nos pueden enseñar las rondas infantiles, los juegos como la matatena, la lotería, el elástico, el avioncito; cómo bordar servilletas, coser pañuelos, remendar un pantalón; cómo cocinar moronga, mole o tamales. Son muchas cosas qué aprender, y que no lo podremos lograr escribiendo en la computadora una palabra clave en el buscador. Sobre esto nos habla el Documento de Aparecida, en el número 449, diciendo que «muchos de nuestros mayores han gastado su vida por el bien de su familia y de la comunidad, desde su lugar y su vocación…». Y más adelante nos dice que «la Iglesia se siente comprometida a procurar la atención humana integral de todas las personas mayores, también ayudándoles a vivir el seguimiento de Cristo en su actual condición, e incorporándolos lo más posible a la misión evangelizadora…».
Es el compromiso de la Iglesia y de la sociedad en general que les demos el lugar que corresponde. La Iglesia en cuanto que reconozca la parte primordial de la transmisión de la fe, y la sociedad en cuanto a que se comprometa a su atención integral, física, emocional y sanitaria. Tal vez sea poco lo que se aporte con esta reflexión, pero es también la tarea de cada uno de nosotros el que hagamos algo concreto por nuestros abuelos. Junto con la celebración que se hace por ellos el día 28 de agosto, tratemos de estar cerca de ellos el mayor tiempo posible. La soledad y la lejanía son para ellos la más terrible enfermedad; mientras que el cariño y la atención de sus seres queridos es la mejor medicina. Dios bendiga a nuestros abuelos. Para quienes todavía tienen la dicha de tenerlos vivos, no los olviden y no los dejen solos, ámenlos y frecuéntelos. Para quienes ya no los tienen presentes en este mundo, no olviden de rezar por ellos, y no olviden sus enseñanzas. Dios tiene una recompensa para nuestras buenas acciones. Les recomiendo leer todo el capítulo 3 del libro del Eclesiástico. Ahí encontrarán luz para entender la gracia que obtendremos al honrar a nuestros mayores.
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Retazos de vida
Peregrinaciones del Seminario
D
urante este ciclo escolar pudimos palpar el amor de Dios en cada una de las actividades que realizamos, es momento de agradecer y terminar la tarea emprendida, es por eso que el Seminario agradeció de una manera especial al santo Niño de Plateros, y también participó como cada año en la peregrinación al templo de los Sagrados Corazones. Nuestro reconocimiento y agradecimiento a los Formadores, maestros que durante este ciclo colaboraron en la formación de los futuros sacerdotes.
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Alumnos que terminan su formación en el Seminario
S
on 11 los jóvenes que terminan este caminar formativo, para algunos de 11 años, para otros de 8, todos con un mismo objetivo, Ser sacerdotes… Les deseamos lo mejor en sus nuevas tareas, pedimos porque Dios bendiga su caminar en su inserción pastoral, les recordamos que este es su espacio y el Seminario siempre será su casa, Dios los bendiga.
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Paseo de la etapa de filosofía en Puebla
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Paseo de la etapa de teología en Puerto Vallarta
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Edith Stein Santa Teresa Benedicta de la Cruz
Una conversión a partir de la reflexión filosófica
E
dith Stein cobra un significado peculiar en el contexto del secularismo que se desarrolló en la modernidad, el cual aflora en un ateísmo teórico, porque el hombre puede emitir juicios falsos acerca del Ser Supremo; y práctico, porque el cristiano que se deja atraer por el mundo, aparentemente tiene fe, pero en realidad no la vive. Aparece en medio de una sociedad cuya cultura estaba dominada por un inmanentismo originado en el cogito cartesiano, y que se había desarrollado sobre todo en Kant y el marxismo.
= Por Pbro. Salvador Vera Doctor en filosofía
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Sin embargo, ya en los años treinta, mientras a Stein se le cerraban todas las puertas, menos las conventuales, a causa del triunfo de Adolfo Hitler en 1933 y su política antisemita, se produjo un debate con la participación de Blondel, Maritain, Gilson, Francois Mauriac, y otros, en cuanto a la relación que hay entre filosofía y cristianismo; y el sentido que podría tener una filosofía cristiana. Lo más importante era analizar la capacidad del cristianismo para aportar algo a la filosofía. La osadía de Stein consiste en que toma datos de la Revelación y los incorpora a la filosofía, como puede verse sobre todo en su obra Ser finito y ser eterno. Por lo tanto, Stein reivindica la filosofía cristiana y con ello responde, a su manera, a los interrogantes que se planteaban aquellos filósofos.
Stein toma como punto de partida la filosofía de santo Tomás de Aquino, pues en dicha obra, ya en la introducción en la que trata de la cuestión del ser, comienza con una pequeña explicación de la doctrina tomista del acto y la potencia. Puede apreciar que en esta doctrina el ser existe como ser en potencia (posible) o como ser en acto (real); al primero corresponde el ser finito y al segundo el acto puro al cual se viene identificando con Dios. Esto a pesar de que en la época moderna se ha desconfiado de la Edad Media, porque desde la patrística la tendencia era hacer del cristianismo una filosofía. Termina la introducción a su libro con una referencia expresa al sentido y posibilidad de una filosofía cristiana. Lo que a ella le interesa es la relación entre filosofía medieval y filosofía moderna, o sea, entre saber y creer, entre la filosofía y la teología. Afirma que según santo Tomás la filosofía y la teología se implican mutuamente, y que la razón natural por sí misma es incapaz de alcanzar la Suma Verdad; sin embargo, puede demostrar la armonía entre la verdad probada por la razón y la verdad de la fe. La filosofía de Stein no se limita al conocimiento, pues ella cree que por filosofía se pueden entender estos dos significados: hacer filosofía o tener una vida espiritual. A partir de esto, el filósofo lo es aun en los momentos en que no filosofa. Pero, además, hay un tercer significado: la filosofía es una ciencia. Esto significa que la filosofía tiene en principio una dimensión vivencial, y que es ciencia, implica que en ella se conoce la verdad. Pero la filosofía se circunscribe al ámbito de la razón natural, mientras que la teología se fundamenta en datos de la Revelación. Stein sigue a Maritain en cuanto a la idea de que por la gracia, el espíritu del hombre ha sido purificado y fortificado, está menos expuesto a errores que en el estado de caída, 5 Edith trabajó con el filósofo Edmund Husserl aunque todavía no haya sido inmunizado de ellos en lo que concierne a la filosofía en cuanto actitud espiritual (habitus) y en cuanto actividad espiritual (acto). La fe es una iluminación que permite a la razón natural llegar al Ser Primero. Si la razón tratara de conocer ella sola sin ayuda de la fe, al Ser que es fundamento de todos los entes, se convertiría en sinrazón. Por lo tanto, Stein concibe una filosofía que se enriquece a la luz de la Revelación. [ PASTORES Nº 71 ]
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Sólo en el plano trascendental se puede conocer la verdadera realidad
Esto nos permite comprender por qué, Stein, al relacionar el pensamiento de santo Tomás con la fenomenología de Husserl, fue capaz de impulsarse desde allí hacia una nueva vida mediante su conversión al cristianismo. En ese caso, veremos que a ella le sucedió lo mismo que a san Agustín, quien comenzó buscando la verdad con minúscula, y terminó encontrando la Verdad con mayúscula, es decir, a Dios. El padre de la fenomenología le aportó a Stein algunas ideas básicas, por ejemplo, que los naturalistas se dejan llevar por prejuicios, y dan por sentado que el mundo circundante existe, aunque carecen de un fundamento racional para tal afirmación. El filósofo corre el peligro de conformarse con una concepción naturalista del mundo, por eso ha de convertirse hacia el plano trascendental, en el cual se puede conocer la verdadera realidad a partir del fenómeno. Éste consiste en la misma realidad en tanto manifiesta. Además, pasar a dicho plano exige la renuncia libre a toda riqueza inmediata del mundo natural, en el cual se vive de manera irracional, superficial y frívola.
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Stein, animada en el Espíritu Santo, dio el paso no sólo hacia el plano trascendental sino hacia el ámbito de lo sagrado, para encontrarse con el Señor desde lo más profundo de su alma. Renunció a todo, aún a su misma vida, para que su vaciedad fuera llenada por la gloria de Cristo muerto y resucitado. Esta santa motiva a los seminaristas filósofos en la búsqueda de la verdad y, sin duda, intercede por ellos para que crezcan en santidad y perseveren en su vocación.
¿Están por llegar las
vacaciones
y tú aún no sabes qué
= Zulema Esperanza Zavala Mayorga Lic. en Psicopedagogía
harás?
E
l tiempo que tenemos es muy corto y las cosas por hacer son tantas, es por ello que te invito a que no dejes ir más tiempo, pues es hora de comenzar a realizar todas aquellas cosas que has soñado y que valen la pena. Las vacaciones son un tiempo de ocio, lo cual quiere decir que es tiempo libre, fuera de las obligaciones y ocupaciones habituales y todo esto contribuye a un cambio en tu persona, por ello es importante aprovecharlo convirtiéndolo en tiempo de calidad. En la vida de todo joven, el ocio es un tiempo que dedicamos a hacer lo que nos gusta y que disfrutamos hacer y el compartirlo con los demás nos permite descubrir o fortalecer los talentos y dones que Dios nos da. Así nos lo recuerda nuestro santo Padre Francisco: «Queridos jóvenes, no enterréis vuestros talentos, los dones que Dios os ha regalado. No tengáis miedo de soñar cosas grandes» (26-4-2013). Sin lugar a dudas él sabe que, muchas de las veces tenemos miedo al fracaso, a estar solos, al qué dirán, a no hacer lo correcto, es ese mismo miedo el que no nos permite arriesgamos a buscar algo diferente, crear cosas nuevas, marcar nuestra propia identidad, ser alguien diferente a los demás.
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En la actualidad nos dejamos envolver por los medios masivos de comunicación, que día a día se van convirtiendo en una adicción sin importar edad, sexo, idioma o país. Todos, de cierta forma, estamos inmersos en este ambiente que nos va quitando parte de nuestra identidad y hasta de nuestras tradiciones para formar parte de un estereotipo marcado por la televisión y el internet. ¡Cuánto tiempo pasamos frente al computador perdiendo la tarde o la mañana completa en algo que al final no nos proporcionó nada a nuestra persona ni a la de los demás si no le damos el uso correcto y sólo lo utilizamos para pasar el tiempo! Es por eso que en estas vacaciones te invito a que no pierdas tus minutos, horas, semanas…¡Valen demasiado para desperdiciarlas! Así que manos a la obra, el mundo exige gente como tú valiente y comprometida.
Las vacaciones son un periodo que podemos aprovechar para pasar tiempo con los amigos, la familia, con Dios y con uno mismo disfrutando de nuestro entorno: disfrutemos de un buen café, del cine, ir a correr, una visita a un centro recreativo, bailar, cantar, una deliciosa comida con una plática interesante, visitar al Santísimo, leer, tocar guitarra, aprender otro idioma, hasta podrías inscribirte algún curso o practicar algún deporte.
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He aquí algunas recomendaciones para que aproveches tus vacaciones y al concluirlas puedas estar orgulloso y saber que tu tiempo fue una gran inversión. 1. Este verano desconéctate de las redes sociales, valora a las personas que tienes cerca, disfrútalas y convive con ellas al 100 por ciento sin que nada interrumpa sus planes. 2. Cuando estás en la escuela no puedes practicar lo que más te gusta, como el baile, pintura, guitarra, debido a la tarea y falta de tiempo, ahora es el momento. Aprovecha esta oportunidad, tienes más de un mes para aprender eso que siempre soñaste.
7. Recuerdas a tu mejor amigo de infancia con el que pasabas jugando todos los días y dejaste de verlo hace tiempo, por qué no lo buscas para saber cómo está y saber qué ha pasado con él.
3. Disfruta de la naturaleza, regalos que Dios nos da sin ningún costo, es tan bello ver el atardecer, o el cielo estrellado con una luna hermosa que muchas veces pasamos desapercibidos por los ruidos y luces que nos invaden.
8. Por qué no planear unas vacaciones con la familia, no importa si es una semana, tres días, lo importante es que tendrán tiempo para compartir y divertirse en un lugar natural o turístico de acuerdo a sus gustos. O simplemente un picnic en un parque cerca de casa.
4. Si tu cuarto tiene años acomodado de la misma forma y luce con el mismo color, es hora de un cambio, puedes sacar la ropa o aquellas cosas que ya no utilizas y donarlo a quien más lo necesita. 5. Ya no vas con tus abuelos como cuando eras niño, es hora de volver a visitarlos, saber cómo están y compartir con ellos grandes momentos, pues son de esas personas que siempre estarán contigo cuando lo necesites y no debes olvidarlos.
9. Haz ejercicio y lee todos los días, esto te ayudará muchísimo y sobre todo ahora que tienes tiempo para hacerlo.
6. Tienes una mascota que tiene años sin salir de tu casa, también dale unas vacaciones, dale un buen baño y llévalo a pasear.
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Disfruta cada una de las cosas que realizas, bien dicen que el que mucho abarca poco aprieta, así que te recomiendo que elijas y planees muy bien las actividades que quieres llevar acabo, no vaya ser que termines más cansado de lo que comenzaste y lo peor de todo que no disfrutes tus actividades por el estrés de querer realizar todo y tan rápido al mismo tiempo. En cierto tiempo puedes utilizar el internet pero no como medio de pasar el rato en las redes sociales sino para aprender algo interesante como inglés, guitarra, manualidades, bien sabemos que si utilizamos el internet de manera correcta podemos aprovechar la tecnología sorprendentemente de una forma rápida y sin salir de casa. Todas estas actividades pueden ayudarte a crecer individual y socialmente, lo mejor de todo es que no te arrepentirás. No olvides darle tiempo a Dios diariamente, pues Él será tu fortaleza para llevar las cosas conforme a su voluntad puesto que Él quiere lo mejor para Ti. A veces sentimos que lo que hacemos es tan sólo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota Madre Teresa de Calcuta.
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Amigos y Bienhechores del
Seminario 5 Don Sigifredo Noriega, Obispo de Zacatecas, agradece la participación de la Banda Sinfónica del Estado en la Kermesse
Dios bendiga la generosidad de nuestros bienhechores y amigos… ¡Gracias a ustedes nuestra Cuarta gran Kermesse fue un éxito!
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Pbro. Arturo de Jesús Haro Campos
Pbro. Aureliano Talamantes
Pbro. Daniel Rayas Treviño
Pbro. Everardo Soto Montoya
Nuevos Pbro. Heli Robles Godina
Sacerdotes
Pbro. Rodolfo Torres Torres
Pbro. Rodrigo de la Rosa
Pbro. Vicente Haro Campos
Pbro. Víctor Castañón Mata
Pbro. Raúl Quiñones Arellano
Nuevo
El papa Francisco ha conquistado al mundo con su sencillez, con palabras profundas y un mensaje revolucionario: «Quiero una Iglesia pobre para los pobres, y por esto he elegido llamarme Francisco». Ahora podemos acercarnos más a su pensamiento gracias al libro Solo el amor nos puede salvar. En sus casi 200 páginas se contiene el testimonio directo del pensamiento y de la experiencia pastoral y de vida del nuevo Pontífice, que nos invita a meditar y reflexionar acerca de temas fundamentales como la educación en el amor, el matrimonio, la defensa de la vida, la dignidad del trabajo, el cuidado de los ancianos y, además, de algunos temas claves de su enseñanza como la deuda social, la pastoral urbana y la audacia de anunciar el Evangelio cruzando el umbral de la fe. A lo largo de veinte capítulos, este volumen unifica y sistematiza el pensamiento del santo padre acerca de los aspectos esenciales de la fe y de la vida, expresado a través de discursos, homilías e intervenciones diversas, para dar un nuevo sentido a nuestra Encuéntralo vida y a nuestra fe. en
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Jorge M. Bergoglio (Papa Francisco I)
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