Revista Pastores | Edición 114

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Año XIX No. 114

SEPTIEMBRE - OCTUBRE 2020


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EDITORIAL

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VOZ DEL RECTOR

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Pbro. Ascensión Martínez Escobar DIRECTOR GENERAL COORDINADOR EDITORIAL Saúl Trejo Martínez

¡Muy bienvenidos!

PARA REFLEXIONAR

La verdad no se impone, se propone y se abraza con amor.

DIÓCESIS DE ZACATECAS

Seguimos caminando en modo sinodal.

COEDITORES José Pedro Rosas Maldonado Víctor Francisco López Méndez Antonio Torres Martínez Luis Fernando Sánchez Huerta Jesús Alberto Gallegos Cabral Juan Herrera Herrera

LUZ PARA EL CAMINO

SECCIÓN DE NIÑOS Sergio Sánchez Huerta

Educar ante el don de la vida.

RETAZOS DE VIDA - Vocaciones. - Preseminario. - Regreso al Seminario.

DISTRIBUCIÓN Y VENTAS José Manuel Alvarado González

VOCACIONES Queridos lectores...

CULTURA

FOTOGRAFÍA Rafael Cristalinas García Emmanuel Govea González

LITURGIA

DISEÑO José Luis Miranda

Y tú, conoces la lengua de señas?. Rito de la paz.

IGLESIA UNIVERSAL

Ser Iglesia en tiempos de pandemia.

AMIGOS Y BIENHECHORES PASTORÍN

EDICIÓN GRATUITA

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www.seminariodezacatecas.com suscripcionespastores@gmail.com semzac@hotmail.com

En Portada: Inicio del ciclo 2020 - 2021

Seminario de Zacatecas

@RevistaPastores


¡Hola! queridos lectores C

on la alegría y la esperanza de tener la fe en nuestro Señor Jesucristo, me da gusto saludarlos. Seguimos viviendo un tiempo fuerte que nos invita a poner nuestra mirada en Dios, en su amor. Después de estar cinco meses fuera de nuestra casa de formación, hemos regresado a continuar respondiendo al llamado del Señor, nos hemos encontrado nuevamente como familia, como hermanos con un mismo ideal.

Volvemos con mucha esperanza Nuevamente el equipo de Pastores con esfuerzo y amor traemos ante ustedes una edición más. Estos últimos tirajes han sido de manera gratuita y digital, ha sido el modo que hemos encontrado de seguir haciéndonos presentes en sus hogares y continuar con esta noble tarea evangelizadora. Es momento de agradecer la fidelidad y estima que siempre han tenido hacia nuestra Revista, este tiempo de pandemia sin lugar a dudas nos ha afectado a todos, pero también, ha sido un tiempo que nos ha dado la oportunidad de valorarnos y valorar lo que tenemos; pero a pesar de las circunstancias queremos seguir cerca de todos ustedes amigos y lectores de Pastores. Regresar a la «nueva normalidad» es una oportunidad de renovar nuestras estructuras, de volver a nuestro ideal, de repensar nuestros sueños y anhelos, es tiempo de tomar impulso y dar lo mejor de nosotros; si esta situación por la que estamos pasando no nos hace mejores personas, de nada habrá servido el esfuerzo, dedicación y trabajo de tantas y tantas personas. Desde el Seminario y a través de nuestra Revista, queremos hacernos presentes en aquellas familias que han sufrido por la pérdida de un ser querido, en aquellas familias donde no hubo tiempo de asimilar el dolor y el duelo que esto conlleva; en aquellas personas que desde la espera y el silencio, pacientemente, esperan recuperar la salud, sepan que desde aquí seguimos haciendo oración por todos los que han padecido a causa de la pandemia. Que esta edición nos ayude y nos lleve a la reflexión, nos motive para seguir adelante, nos haga volver la mirada a Aquel que es amor. Una vez más ¡gracias! Por dejarnos entrar a sus hogares en esta nueva modalidad digital, Dios les bendiga y siga recompensando su cariño y apoyo a nuestra revista.

Por Saúl Trejo Martínez Coordinador editorial

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¡Dios los bendiga!

PASTORES 114 EDITORIAL

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! S O D I N E V N BIE

¡MUY

l Por

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Pbro. Ascensión Martínez Escobar Rector

omo en cada edición de la revista "Pastores" les saludo con mucha alegría, querido pueblo de Dios, deseándoles la bendición de Dios en todo lo que realicen cada día. Ya iniciamos el nuevo curso formativo con un buen número de seminaristas, algunos que inician, otros que terminan. Por cierto, este año no salió ni uno debido a la pandemia, pero sí se prepararon 9, mismos que tenían programada su ordenación como diáconos para el 29 de junio, pero que, por las circunstancias mencionadas, no pudieron recibir el sacramento, de modo que seguirán dentro del Seminario todavía este semestre que iniciamos.

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PASTORES 114

VOZ DEL RECTOR

Quiero agradecer a las familias de todos y cada uno de los jóvenes seminaristas, primero porque es de ustedes de donde sale cada uno de ellos, pero también porque estuvieron con ustedes esta primera parte del tiempo pandémico; fue en su casa donde continuaron el proceso formativo y con muy buenos resultados. Gracias por colaborar con nosotros en esta noble empresa.


También gracias porque confían al dejar que estén sus hijos nuevamente en el Seminario, siempre es un desafío que conlleva ciertos temores, pero también aprendemos a confiar unos a otros y confiamos en que ellos se harán responsables de su propia salud y de la salud de los demás, haciendo caso a todas las medidas de seguridad que nos manda el sector Salud y las disposiciones propias del Seminario.

Este ciclo formativo está marcado, además, por otro acontecimiento, no ya de tipo externo como la pandemia, sino por el III Sínodo Diocesano que estamos trabajando, un momento de Iglesia fuerte y lleno de esperanza en el que los jóvenes seminaristas se están formando en un modo nuevo de ser Iglesia, en un modo nuevo de ser sacerdote.

Queridos fieles cristianos, conocemos la necesidad tan grande que viven ustedes, la crisis no ha estado para menos. Pero creo que sí tendremos para dar de la pobreza en la que nos encontramos. Den sus tres moneditas, como la viuda del Evangelio, nosotros daremos jóvenes consagrados como sacerdotes entregados y trabajadores, para que a nadie falte la presencia de Dios en la eucaristía, en la confesión, en la catequesis, en la unción de los enfermos, en su oración por ustedes mismos.

Muchas gracias. Comenzamos así nuestro ciclo y nos encomendamos siempre a su oración. PASTORES 114

VOZ DEL RECTOR

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La verdad no se impone, se propone y se abraza

con amor

l Por

Carolina Lizeth Flores Pérez Familióloga

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omo católicos, encontrarnos con la Verdad es encontrarnos con una persona: con Cristo, y a su vez, este encuentro no es algo aislado que quede en una experiencia solamente individual, sino que nos lleva al encuentro con aquellos que nos rodean, creyentes y no creyentes;

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PASTORES 114 PARA REFLEXIONAR

esto puede en ocasiones cuestionarnos en sobre cómo presentarles la experiencia del amor que hemos encontrado en Cristo a través de la Iglesia a aquellas personas que no piensan igual que nosotros. Es por ello que hoy te quiero compartir estos tres aspectos para que logremos un diálogo auténtico que muestre la Verdad en la que creemos a través del amor:


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La Verdad no se impone:

saber qué es la verdad en torno a un contexto social donde actualmente se difunden ideologías y pensamientos que fragmentan a la persona no nos da el derecho de juzgar o etiquetar a personas que así lo creen. Una escucha activa, empática, que esté dispuesta a ver a la persona más allá de su pensamiento, sino que nos lleve a ver el tesoro que lleva en su corazón nos hará recordar que detrás de una persona que grita hay un corazón herido.

Se propone:

¿Te has puesto en el lugar de las personas que no piensan igual que tú? ¿Cómo te gustaría que te hablaran de la fe, de la verdad, de Dios, del amor? Aquel que es capaz de escuchar, de acompañar, impacta en el corazón de las personas con sus palabras, pero más aún con sus actitudes y comportamientos. Cada persona es única y especial para Dios, cuando te acerques y te abran su corazón recuerda descalzarte (de prejuicios o imposiciones), porque el lugar que pisas es sagrado.

Se abraza con amor:

no bastan conceptos elevados si no somos capaces de vivirlos y llevarlos al corazón. Apropiarnos de los valores, principios y mandamientos cristianos desde el amor y no solo del deber le da un sentido nuevo a nuestro actuar. En el Evangelio, Jesús nos habla del mandamiento más importante, el mandamiento del amor, un amor que acompaña, se compadece, transforma, un amor que vive a través de su actuar y de su palabra. Frente a una cultura de la muerte, una sociedad desvinculada que ha fragmentado el concepto de la persona, el matrimonio y la familia, ser testimonios del Amor es ser luz que brilla en medio de las tinieblas. PASTORES 114 PARA REFLEXIONAR

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Después de esta reflexión quizá te cuestiones, ¿cuál es la actitud que debo tener ante las personas que no creen ni comparten lo mismo que yo? Mi propuesta para ti es apropiarte de una actitud que le sume a la construcción de la civilización del amor. En palabras de san Juan Pablo II, la civilización del amor «se basa en la revelación de Dios, que es amor», ver a la persona como un don de Dios para mi vida, detenerme a escucharla entre líneas, ver más allá de lo evidente, mostrarle el reflejo del amor que quizá en su familia o en su experiencia personal no lo ha vivido. Si yo no vivo lo que creo, ¿cómo podré ser reflejo del amor para aquellos que no conocen quién es el Amor? 1 Jn 4,8 «El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor». El amor es un desafío que vale la pena vivir, una vez que te encuentras con el amor mismo que es Dios quieres compartirlo con los demás, nuestra fe no es algo que se estanca para el propio crecimiento personal, es una experiencia que nos transforma y nos lleva al encuentro con el otro, somos seres relacionales, llamados a la comunión.

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PASTORES 114 PARA REFLEXIONAR

Para los hombres esto es imposible, pero para Dios no hay imposibles. Me despido recordándote que, a pesar de que el amor humano es imperfecto, Dios es más grande, nos concede la gracia y los Sacramentos para alcanzar el llamado universal que nos hace al amor, por eso no solo puede el amor humano alcanzar el plan que Dios ha colocado en él, sino que debe y está llamado a hacerlo. Confía en aquello que Dios ha puesto en tu corazón, para que a ejemplo de nuestra Madre Santísima puedas acompañar con una mirada tierna a aquellos que aún no tienen la dicha de encontrarse con Aquel que es Camino, Verdad y Vida.


Seguimos

caminando en modo sinodal lPor

Ricardo Herrera Alvarado Sexto año de etapa configuradora

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o cabe duda de que lo que hemos estado pidiendo a nuestro Padre Bueno en la Oración por el III Sínodo Diocesano, ahora más que nunca nos interpela: «¡Que, escuchando y discerniendo, encontremos otra manera de ser Iglesia ante los desafíos de este mundo cambiante!». Y esto porque en nuestro proceso sinodal, seguimos en la fase de consulta, que se había previsto concluir en el pasado mes de junio, pero, ante la situación de la pandemia causada por la COVID-19, el trabajo ya iniciado en los distintos ámbitos y sectores de nuestra Diócesis se vio un tanto interrumpido o afectado. Fue por eso que nuestro Obispo nos indicaba en su carta del 25 de abril la necesidad de replantear la dinámica del Sínodo, hacer ajustes en nuestro ritmo sinodal y en la orientación de los núcleos temáticos, los centrales y los emergentes.

PASTORES 114 DIÓCESIS DE ZACATECAS

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La ya mencionada pandemia se nos presenta como un signo de los tiempos, como parte de la realidad de este mundo cambiante en el que la Iglesia está llamada a hacer presente el Evangelio y responder, con humildad y parresía a los retos presentes y venideros. Es por eso que la escucha de unos a otros y de todos al Espíritu Santo continúa, nuestro proceso sinodal no se detiene, sigue adelante, si bien, en nuevas circunstancias.

El Documento de Consulta nos presentó tres partes para esta fase de consulta, dos de las cuales ya se han realizado, aunque no tal vez con los resultados, la respuesta y compromiso esperados de los diversos agentes y sectores. La secretaría del Sínodo ha recibido respuestas de casi el 70% de las parroquias hasta finales del mes de julio, a las restantes se les seguirá insistiendo para que lo más pronto posible se traten de poner al corriente.

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La realización de la consulta con respecto a la tercera parte, es decir, los núcleos fundamentales (emergentes), se ha reagendado de manera que, en el mes de agosto, Dios mediante y si las circunstancias lo permiten, sea retomada de manera presencial. La consulta referente a dichos temas se presenta de esta manera: • Construcción de la cultura de la vida (1-15 de agosto) • Migración y migrantes (16-31 de agosto) • Educación en un cambio de época (1-15 de septiembre) • Dimensión social del Evangelio (16-30 de septiembre) • Ambiente digital en la pastoral (1-15 de octubre) Para ayudar a retomar el trabajo de consulta en toda nuestra Diócesis la Comisión de Reflexión Teológico-Pastoral ha preparado un material complementario, que no sustituirá el Documento de Consulta, sino que quiere ser una herramienta útil para confrontar los temas de la consulta con la nueva realidad que vivimos en la sociedad y en la Iglesia. Este nuevo material se divide en tres partes: una mirada de fe a la realidad, una iluminación bíblicoteológica y algunas perspectivas pastorales.

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EDUCAR ANTE EL DON DE LA VIDA lPor

Pbro. Juan Diego Chávez García Pastoral Educativa y de Cultura

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a situación en la que estamos ha cambiado nuestro modo de vivir. La COVID-19 ha puesto a la humanidad en crisis, la cual nos da la posibilidad, dice el Papa Francisco, de salir de ella mejores si sabemos aprovecharla. Las crisis son siempre una oportunidad de repensar los valores e ideales que nos mueven, y el rumbo de nuestras vidas de manera personal y comunitaria. No deberíamos perder la ocasión de renovarnos para bien. Hemos visto con claridad en este tiempo que la vida es un don de Dios. A pesar de los avances científicos y tecnológicos, maravillosos muchos de ellos, que facilitan y pueden prolongar nuestra vida, nos damos cuenta que nadie la tiene «comprada», y que cada día es un milagro. La pandemia ha puesto de manifiesto que somos frágiles y vulnerables, y al mismo tiempo todos importantes y necesarios (cfr. Papa Francisco, Momento extraordinario de oración en tiempos de epidemia, 27 de marzo de 2020).

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LUZ PARA EL CAMINO


Hay muchos retos por delante y uno de ellos es educar para cuidar la vida, la propia y la de los demás. Podría parecer algo obvio, especialmente en un tiempo en el que se habla mucho de derechos humanos; pero nuestra cultura está impregnada de una mentalidad individualista y egoísta, y no siempre le damos prioridad a las personas o no a todas, como a veces sucede respecto a los más indefensos. En la teoría hablamos de la dignidad de todos, pero en los hechos pueden prevalecer otros intereses como el dinero, el poder o el capricho personal. En ocasiones relacionamos erróneamente educar solo con ir a la escuela. ¿Y qué pasa ahora que no podemos ir? La pandemia nos ha recordado un principio esencial en educación: los padres de familia son los primeros responsables de educar a sus hijos. La familia es el primer y más propicio ámbito educativo de toda persona. Ahí se aprenden las cosas más importantes. Las escuelas y otro tipo de instituciones y ambientes coadyuvan a la familia, pero no la sustituyen.

Educar significa ayudar a la persona a desarrollar su potencial, enseñarle a discernir entre lo bueno y lo malo, abrirle horizontes para que pueda crecer de manera integral y para que también sea solidaria con su prójimo. La educación no termina nunca, porque nunca estamos totalmente «acabados», siempre podemos ser mejores. Dicho de una manera «más» cristiana, siempre podemos amar más y mejor a Dios y a los demás. En este momento se vuelve urgente insistir en la importancia de los «aprendizajes esenciales». Uno de ellos es educar para respetar toda vida humana desde la concepción hasta la muerte natural. No se trata solo de enseñar que el aborto y la eutanasia están mal. Por supuesto hay que profundizar en las razones que hacen a este tipo de actos moralmente malos. Sin embargo, el respeto a la vida y a la dignidad de toda persona, empezando por la propia, es mucho más amplio.

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LUZ PARA EL CAMINO

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Estoy convencido de que el confinamiento forzado, que por ahora estamos viviendo, es una oportunidad de transmitir y reforzar conocimientos esenciales para la vida de toda persona. Necesitamos reaprender a vivir en comunidad y enseñarlo a los más jóvenes. Dice el Papa Francisco que no vale la actitud de «¡sálvese quien pueda!», pues todos estamos en la misma barca y nos necesitamos unos a otros. Valorar la vida también significa aprender a escuchar. Parece simple, pero no siempre somos capaces de tomarnos el tiempo y la atención necesarios para saber cómo piensan los demás. Ser capaces de vivir en comunidad respetando a todos, requiere además aprender a servir, en especial a los más necesitados, y a cuidar el mundo en que vivimos. Para hacer el bien hay que practicar,

imitar, repetir actos buenos una y otra vez hasta que se vuelvan hábitos. Por eso el ejemplo es clave para lograr mejores sociedades en donde todos tengan cabida. ¿De qué sirve contar con muchos títulos, si no sabemos pensar en los demás? Hay que valorar el comportamiento ético y el trato digno y respetuoso hacia todos. Esto es parte de educar ante el don de la vida. La promoción de cada persona, teniendo en cuenta el valor de toda su realidad, corporal y espiritual, pasa por el camino de la educación. Es la manera en que podemos soñar en un futuro con esperanza para todos. La pandemia nos ha hecho reflexionar en que no podemos darle énfasis solo a lo académico. Hemos de crecer en humanismo, en el manejo de las emociones, en espiritualidad, y para nosotros los creyentes, hemos de profundizar en nuestra fe y trato con Dios, que al mismo tiempo debe reflejarse en un trato cristiano, es decir, caritativo con los demás.

¡Gracias!

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LUZ PARA EL CAMINO


Mi vida vocacional

¡Hola!

... mi nombre es Esteban Pérez Alva, mis papás son Eustolio Pérez y Martha Alva y soy originario de Plateros, Fresnillo, Zacatecas.

Mi vocación empieza a los 7 años de edad cuando conocí a la madre Lilia, de la congregación de oblatas de santa Martha, que me invitó al grupo de monaguillos del santuario de Plateros. Allí empecé a conocer cosas de la misa como los ornamentos, los vasos sagrados, los colores litúrgicos, etc. Después de 5 años, cuando entré a la secundaria, me salí del grupo de monaguillos y decidí ayudar como catequista, pero solo estuve medio año, después continué un tiempo sin pertenecer a algún grupo.

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DE VIDA LUZRETAZOS PARA EL CAMINO

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Cuando estaba en tercero, ya para finalizar el ciclo escolar, el padre José del Rosario acudió a la secundaria a invitarnos al preseminario para que conociéramos más sobre dónde se forman los sacerdotes. A mí me llamó la atención y decidí ir. Ese mismo día le di la noticia a mis papas y vi que la expresión de su cara era de felicidad, me apoyaron en la decisión que había tomado, lo que me gustó y doy gracias a Dios por ello y esta es una de mis motivaciones para seguir adelante en este llamado. Otra cosa que me motiva es algún día poder convertir la hostia y el vino en el Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo.

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RETAZOS DE VIDA

Entré al seminario menor el día 5 de agosto del 2016 donde concluí mi preparatoria, un lugar donde tuve experiencias tanto buenas como malas, como se tienen en todos lados, pero fue muy agradable. Luego decidí seguir al Curso Introductorio Diocesano, una etapa de auto descubrimiento de la persona y un redescubrimiento más fuerte del llamado del Señor. En la actualidad estoy en primero de filosofía y sigo, día con día, descubriendo lo que Dios quiere de mí. Me encomiendo a sus oraciones y que Dios los bendiga.


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el 2 al 5 de agosto en nuestro Seminario se llevó a cabo el preseminario para los jóvenes que con la inquietud vocacional acudieron a responder al llamado del Sembrador. Los esfuerzos realizados, sobre todo por la pastoral vocacional, así como la ardua oración de todos los fieles, rindieron fruto que se ve palpable en nuestros nuevos compañeros.

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RETAZOS DE VIDA

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on la gracia de Dios el día 29 de agosto todo el Seminario volvió a estar en casa. Con las adecuadas medidas de salubridad el equipo formador decidió que volviéramos a la formación que se nos otorga en nuestro Seminario. Así, poco a poco nos estamos integrando en el ambiente de esta nueva normalidad con la corresponsabilidad que la situación amerita.

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RETAZOS DE VIDA


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a semana del 31 de agosto al 4 de septiembre tuvimos la oportunidad de interiorizar en nosotros mismos gracias a los ejercicios espirituales que con gozo nos llevan a prepararnos por el nuevo curso que comienza. El Pbro. Manuel tuvo a bien guiarnos por el camino hacia nosotros mismos, la relación con los demás y con Dios.

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a etapa discipular se vio engalanada al celebrar la fiesta de Nuestra Señora de los Zacatecas, patrona de la etapa. Los días 6, 7 y 8 de septiembre preparamos un pequeño triduo con énfasis en la oración y la convivencia fraterna, siendo el último de estos días culmen, con la alegría de nuestros compañeros de primer año quienes recibieron la sotana, símbolo de servicio y entrega a la vocación sacerdotal.

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ara conmemorar la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz el día 14 de septiembre nos unimos a la Iglesia universal y recordamos además los signos del fuego y la cruz que en Semana Santa se vieron interrumpidos por la contingencia sanitaria pero que nos llevan a tener la esperanza siempre puesta en Jesús luz del mundo.

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Queridos lectores: l

Por Antonio Torres Martínez Tercero de filosofía

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on mucha alegría y entusiasmo les saludamos en nombre del Señor resucitado. Esperando que se encuentren bien, nos comunicamos con ustedes por este medio desde nuestra casa, el Seminario, con las actuales condiciones particulares a las que nos remite la COVID-19. Confiados en el buen Dios continuamos nuestra formación inicial en un nuevo ciclo formativo. En esta ocasión queremos compartir con ustedes el entusiasmo que nos embarga a aquellos que formamos parte de la pastoral vocacional, a raíz del Pre-Seminario que vivimos junto con varios muchachos, del 2 al 5 de agosto del presente año. Hemos de decir que para llevarlo a cabo actuamos con medidas de seguridad debido a la crisis sanitaria por la que estamos pasando, y preparamos con cariño las actividades que propondríamos a los muchachos como herramientas que les ayuden a amar y seguir al Dios verdadero, escuchando su voz y cuál es su voluntad para cada uno de ellos. Lo anterior procuramos realizarlo confiando totalmente en el Espíritu divino que nos encomendó esta misión, pidiéndole, a través de la oración, que dispusiera los corazones de quienes asistirían a esta experiencia vocacional y actuara en estos encuentros que suelen ser momentos de gracia y decisión para los jóvenes candidatos.

A los muchachos que asistieron los dividimos en dos grupos: los que que iban con miras a entrar al Seminario menor, de aproximadamente 15 años de edad, y aquellos que entrarían a la etapa del Curso Introductorio, de 18 años en adelante. Ambos llevaron un programa similar, pero acorde a la etapa en que ingresarían, para responder, de una mejor manera, a la invitación que el Señor les hizo.

PASTORES 114 VOCACIONES

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Al comenzar el Pre-Seminario notábamos nerviosos a varios de los pre-seminaristas, algo normal y que también nosotros vivimos. Así, con ilusiones y esperanzas, comenzamos a vivir los diferentes momentos que se planearon en tres “bloques”: en el primero de ellos procuramos que el joven fuera capaz de conocerse más a sí mismo, para que pudiese buscar, con mayor libertad, el proyecto que el Señor tiene para él. En el segundo bloque procuramos que cada muchacho apreciara la presencia que Dios ha tenido a lo largo de su vida, una presencia que, al descubrirla y experimentarla, diera un sentido nuevo a su vida. Y en el último bloque profundizamos en la vocación cristiana, para que, al discernir, cada muchacho respondiera al llamado divino con generosidad y alegría.

También procuramos que hubiera momentos de convivencia y de interacción entre los muchachos, a través de actividades recreativas, deportes y juegos organizados, desde emocionantes canastas y goles hasta las formativas escobas y podadoras. Y por supuesto, el rezo del santo rosario y la eucaristía, momentos especiales para hablar con aquel que les invitó. Todo ello como ayuda para el discernimiento vocacional del candidato, que al encontrarse con el Señor pueda amarlo y seguirlo libremente.

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Les informamos que el Pre-Seminario se realizó con 50 jóvenes, 29 en el Seminario menor y 21 en el Curso Introductorio. De ellos decidieron iniciar un proceso formativo en nuestro Seminario 36 muchachos, 22 para el menor y 14 para el CID. Los encomendamos a sus oraciones, pues para algunos de ellos este Pre-Seminario será el principio de un proceso inicial que durará entre doce y nueve años, respectivamente, para continuar, si el Señor y ellos lo quieren así, en el ministerio sacerdotal ordenado, y servir al Evangelio en las diferentes parroquias de nuestra diócesis de Zacatecas, como trabajadores del Reino de Dios. PASTORES 114 VOCACIONES


Para los que participamos en esta experiencia vocacional ha sido una muestra palpable de la providencia de Dios, que nunca nos abandona y que, a pesar de las adversidades que estamos viviendo, sigue enviando jornaleros a su viña que estén dispuestos a darlo todo por su Señor y Maestro, confiando plenamente en él y en su plan de salvación para todos los hombres.

Pidamos por estos jóvenes que están iniciando su proceso formativo en nuestro Seminario, y por aquellos que han sido llamados a seguir al Señor desde otro lugar. La Iglesia nos necesita, y no solo eso, sino que necesita lo mejor de nosotros. Del mismo modo los animamos para que continúen siendo hombres de bien para nuestra sociedad, hombres de buena voluntad que reflejen la actualidad de la Buena Nueva al permitir que la semilla plantada por el Señor germine en su corazón de manera plena y santa. Por último, les comentamos que el mes de octubre es el mes del Seminario, así que invitamos a todos aquellos jóvenes que tengan inquietud por la vida sacerdotal para que estén al pendiente de las actividades que realizaremos. Nuestras actividades pastorales se verán limitadas por la situación sanitaria, pero no nuestra oración, así que pidamos al Señor para que todos respondamos a su llamada de manera generosa, alegre y radical.

¡Dios los bendiga!

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Y tú, ¿conoces la lengua de señas? Alguna vez te has preguntado . como se comunica una persona sorda?, como le hacen para ir a la escuela o para pedir algo en la tienda? ?

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lPor

Carolina del Rosario Letechipia Meza

Licenciada en Educación Especial

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l hombre desde su creación tuvo una infinidad de problemas que poco a poco fue resolviendo para poder sobrevivir, y una de esas fue la necesidad de comunicarse, la cual es muy importante para solventar todo tipo de necesidades. Las personas sordas también se enfrentaron ante tal situación y buscaron la manera de comunicarse, así nació la lengua de señas mexicana (LSM), mexicana porque cada país tiene su propia lengua de señas, incluso en ocasiones podemos encontrar variaciones en los estados y municipios. No existen registros prehistóricos de las personas sordas y su forma de vivir, fue hasta la época de la conquista cuando se comenzaron a mencionar a estas personas y la educación que les darían. Hubo otra época en la que se pensaba que ser sordo era un castigo divino por algún pecado grave cometido por los familiares, hoy en día sabemos que es una discapacidad que, como todas, se puede y se debe apoyar para que vivan en la manera de lo posible igual al resto de la población.

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PASTORES 114 CULTURA

La lengua de señas es la lengua natural que usan las personas sordas para comunicarse, ésta se encuentra basada en una serie de movimientos con las manos, los brazos, el cuerpo y en expresiones faciales que ayudan a esta comunicación.


La lengua de señas posee su propia gramática, sintaxis y léxico, para ello es necesario conocer y adentrarse en la cultura del sordo, pues muchos caen en el error de usar el español signado. Doy un ejemplo: una persona oyente podrá preguntar a otra “¿cuál es tu nombre?”, en cambio, si le preguntamos a una persona sorda simplemente haciendo uso de ideogramas diremos “tu nombre”; otro ejemplo: “estuvo buena la manzana que me comí el día de ayer”, mientras que en lengua de señas sería “deliciosa manzana comer ayer”.

Con estos ejemplos podemos darnos cuenta se omiten artículos, conjunciones, entre otras, por lo que nos debe quedar claro que no es lo mismo la Lengua de señas Mexicana que el español signado, pues la forma en que el sordo quiere dar a conocer sus ideas, no es igual que una persona oyente. El español signado no es malo, también es importante conocerlo, por ejemplo cuando a un niño sordo le queremos enseñar el español y la forma en que se escribe gramaticalmente, aquí si lo utilizamos.

En nuestro estado existen una gran cantidad de sordos que en muchos ámbitos sociales son discriminados porque las personas oyentes no conocen su forma de comunicación. Para que estas barreras puedan desaparecer es importante que cada día más personas se interesen por aprender esta forma de comunicación, así facilitaríamos el desarrollo educativo, profesional y humano de más de 800 sordos de nuestro estado. La lengua de señas no debería ser solo una herramienta que permita la comunicación entre ellos, sino con el resto de la comunidad. Cuando una persona quiere comenzar por aprender la lengua de señas lo primero que debe conocer es la dactilología, es decir, conocer el abecedario manual, así podrá transmitir a la persona sorda cualquier palabra. Una vez que la persona oyente realiza el deletreo inmediatamente la persona sorda comienza a tener una comunicación y la misma persona sorda realiza la seña de la palabra correspondiente, ya sea un verbo, sustantivo. A esta seña se le va conocer como ideograma, aunque cabe mencionar que existen algunas palabras que no poseen como tal un ideograma.

PASTORES 114 CULTURA

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Una vez que se conoce y se domina la dactilología y algunos ideogramas, es indispensable que la persona oyente desarrolle habilidades tanto receptivas como expresivas, de esta manera va a adquirir una mayor experiencia y la única manera de adquirirla es comenzando a tener comunicación con personas sordas.

Adentrarse en el mundo del silencio es toda una aventura, es conocer totalmente otra forma de ver la vida, además es una manera de incluir al otro en esta sociedad tan cambiante, las personas sordas podrán tener acceso a la información y así mismo podrán interactuar con sus amigos y familiares. Ojalá que poco a poco nuestra sociedad se vea más interesada en esta parte de la sociedad que forman los sordos y se puedan destruir esas barreras comunicativas.

Recuerda: no solo es importante saber vocabulario, sino adentrarse en la cultura del sordo y que de verdad puedas aprender a comunicarte. No olvidemos que ante los ojos de Dios todos somos iguales y evangelizar a las personas sordas también debe ser una responsabilidad para todos los que formamos parte de la Iglesia, evangelizar con nuestras manos es una oportunidad de ayudar al hermano a conocer el gran amor de Dios, pues en el silencio nos comunicamos con Dios.

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PASTORES 114 CULTURA


• LA PAZ RITO DE

l Por

Luis Gerardo Ramírez Medina Tercero de Teología

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esde tiempos antiguos, el rito de la paz ha El signo de la paz se encuadra dentro de estado presente en la Iglesia; su ubicación en los ritos que conducen a la participación la misa depende de la interpretación del pasaje sacramental en la eucaristía (comunión). de Mateo 5, 27: «…si traes tu ofrenda al altar, y allí te Primitivamente el signo de la paz se hacía acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja entre todos los fieles, tiempo después la allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate paz partía del altar y se realizaba en orden primero con tu hermano, y entonces ven y presenta jerárquico: Cristo se la comunicaba al tu ofrenda». Eso explica que en algún tiempo haya sacerdote, expresado en un beso al altar, estado al final de la liturgia de la palabra, justo antes el sacerdote al diácono, este al subdiácono de presentar los dones del altar. Actualmente el signo y después a otros miembros del clero y de la paz se ha situado antes de la comunión. Su después a algunos fieles. punto de referencia es la contemplación eucarística del misterio pascual, mostrándose así como el «beso pascual» de Cristo resucitado, presente en el altar.

PASTORES 114 LITURGIA

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La liturgia actual prevé que todos los fieles se den el signo de paz aunque no prescribe ninguna fórmula específica. La paz que se da no debe ser comprendida como una paz humana ya conseguida o que se alcanza por medio de la amistad o la solidaridad; es más bien la paz de Cristo resucitado, nuestra paz, un don mesiánico por excelencia y comunicada por el Espíritu Santo, paz que prepara para recibir el cuerpo de Cristo y al recibirlo queda sellada y acrecentada. Aunque el rito de la paz es un hermoso signo, lamentablemente en nuestras celebraciones se comenten algunos abusos tales cómo exagerar en las formas de darse la paz haciendo una especie de recreo de la misa y restándole importancia al rito siguiente llamado fracción del Pan, rito al que acompaña el Cordero de Dios. Otros abusos consisten en cantar un «canto de paz» en lugar del Cordero de Dios, o incluso que los fieles se desplacen de un lado a otro para saludarse o que el mismo sacerdote baje del presbiterio para dar la paz a los fieles.

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PASTORES 114 LITURGIA

En este tiempo de emergencia sanitaria se recomienda no estrechar la mano del hermano en el rito de la paz, cosa que muchos medios de comunicación han interpretado como suprimir el rito. Sin embargo como hemos dicho anteriormente el rito de la paz no prescribe un modo específico dejando en cierta libertad el gesto, pudiendo ser este un saludo de mano o una simple reverencia a quien está a nuestro lado. Que nadie olvide que el gesto de la paz no es un gesto social, como lo es el saludo, sino la adecuación de nuestro interior a la exigencia del amor mutuo: «En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros» (Jn 13,35).


SER IGLESIA EN TIEMPOS DE PANDEMIA

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a Iglesia, pueblo de Dios en el mundo, ha sido afectada por el impacto global del Covid 19. Hemos sido testigos de la muerte de sacerdotes, religiosas, laicos, así como la prohibición de celebrar la liturgia de manera presencial. Nos ha tocado pasar la Semana Santa aislados en nuestras casas e imposibilitados de vivir la intensidad devocional de estos días. Sin embargo, en sintonía con el resto de la humanidad, estamos desafiados a ir más allá de este dolor y reflexionar sobre el sentido profundo de este tiempo de pandemia. Eso implica volver a la raíz de nuestra fe y discernir cómo Dios se hace presente en estos acontecimientos. Considero que como

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Por Manuel de Jesús Zamora Ortega Tercero de Filosofía

Iglesia se nos pueden presentar dos caminos a elegir. Un primer camino consiste en permanecer inmóviles, esperando que la epidemia siga su curso (pensando que tal vez tarde o temprano esto pasará) e intentando mantenernos a flote en el pantano de los problemas diarios. Esta resignación se alimenta de la necesidad de seguridad; esta regla de «lógica sustitutiva» nos lleva a pensar solo en cómo adaptarnos a las incomodidades actuales, quizás solo para seguir haciendo lo mismo que antes sin contravenir las restricciones de las autoridades.

El otro camino, en cambio, nos lleva a acoger estos tiempos y a cultivar activamente una relación vital con Cristo, a salir en la búsqueda de aquellos que necesitan nuestra ayuda. Abrazar la «lógica salvadora» del Evangelio es llegar a través de la incertidumbre y captar una identidad y una misión renovadas como cristianos bautizados y discípulos misioneros. Podemos ayudar a mostrar (¡y a ser!) el bello rostro de una Iglesia al servicio de nuestro hermano y hermana, solidaria con su sufrimiento y abierta a sus necesidades. Una Iglesia consciente de ser «Pueblo de Dios» en camino (Lumen Gentium, 9), que afronta con valentía los desafíos del presente, poniendo su esperanza en Cristo ahora y en miras hacia el futuro.

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Muchas personas lo toman con indiferencia o con duda, sin embargo, lo real es que las personas sí están enfermas, y día con día mueren por esta infección. Y eso es lo que nos da el riesgo de caer en una desesperanza y perdida de fe, de ahí viene la interrogante ¿Dónde está la Iglesia? Y ¿Qué respuesta esta dando ante este desafío?

Es verdad que se cerraron los templos y se dejaron de administrar los sacramentos, pero no como una huida del problema o miedo de los sacerdotes o de los fieles sino más bien por obediencia a nuestras autoridades civiles y por ser responsables de cuidar nuestra salud y la de nuestros seres queridos. No obstante, toda la Iglesia y en particular nuestra Iglesia diocesana de Zacatecas se ha esmerado por echar mano de todos los medios posibles para seguir con la misión de anunciar la palabra de Dios. Es impresionante mirar las redes sociales saturadas con la transmisión de la sagrada Eucaristía, rosarios, horas santas y demás actividades de piedad que se organizan con mucha creatividad para seguir acompañando la vida espiritual de las personas. Seguro estoy que todo esto no sustituye la sagrada liturgia de manera presencial pero las circunstancias no permitieron más, tampoco significa que la labor de la Iglesia en este tiempo se reduce solo a los medios de comunicación, pues hay muchas organizaciones religiosas, grupos laicales y los mismos sacerdotes que están en la raya esforzándose por estar con su pueblo.

Desde mi experiencia, hacer pastoral ha sido muy difícil, primero un tiempo litúrgico tan fuerte como lo es la Semana Santa, tuvo que cambiar de y no nos fue posible celebrar con el pueblo el misterio Pascual, sin embargo, en comunión con el cuasi párroco Pbro. Gustavo Viramontes y el equipo de EVC de la Cuasiparroquia de Montemariana a la cual pertenezco organizamos un equipo para celebrar en nombre de todos estos grandes misterios. Un altavoz en la torre de la iglesia y una cuenta en Facebook es todo con lo que teníamos en un principio, después y como en todas las parroquias los agentes y sacerdotes se dieron a la tarea de aprender a usar las herramientas para mejorar esta nueva pastoral de comunicación que nos ha permitido llegar a las familias creyentes y preocupadas por su vida espiritual. Pareciera algo insignificante o absurdo pero nuestra realidad hasta este extremo llegó. Gratificante fue ver a las familias fuera de su casa escuchando la Palabra de Dios, adornando sus puertas con signos visibles acordes al misterio de cada día.

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Si aún nos preguntamos dónde está la Iglesia, debemos darnos cuenta que somos parte de ella en lo que hagamos por el hermano que tiene necesidad. Cuando tú compartes lo que tienes, sea poco o mucho, cuando oras por el hermano que sufre, ahí está la Iglesia presente. El Covid-19 nos obliga a hacer Iglesia de una manera diferente. Entonces ser Iglesia en este tiempo, es hacer de lo ordinario algo extraordinario.


Amigos y

Bienhechores:

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a pandemia nos ha descubierto situaciones que hay que tomar en cuenta y al mismo tiempo nos presenta desafíos a los que hay que responder: miedo, violencia, empobrecimiento, desempleo, etc. Pero también nos presenta una oportunidad para nuestra vida familiar y social, por ejemplo: la valoración y convivencia familiar, el aprovechamiento de la tecnología y de los medios de comunicación social, pero sobre todo la oportunidad de buscar una forma de ser una Iglesia «Samaritana», abierta al mundo y a su problemática. Al respecto, El Papa Francisco, en la carta que dirige al Dr. Andrés Gallardo, nos invita a «prepararnos para el después» teniendo claro que lo más importante es «primero la gente». Y esto es importante porque todos sabemos que defender la gente supone un descalabro económico. Sería triste que se optara, por lo contrario, lo cual llevaría a la muerte a muchísima gente, algo así como un genocidio virósico.

lPor

Pbro. José Luis Ramírez Ecónomo

Esta situación y este tiempo de confinamiento que hemos pasado nos han dejado una enseñanza muy importante: salir de nosotros mismos, vivir la auténtica caridad cristiana, preocuparnos por el hermano, vivir la verdadera caridad cristiana. En el Seminario no hemos estado ajenos a esta realidad, comprobamos y testificamos esta caridad que muchos de nuestros amigos y bienhechores tienen hacia nosotros y al mismo tiempo, la alegría de poder compartir generosamente con los demás lo que tenemos. De esta forma hemos podido ser una Iglesia samaritana viva en medio de la Pandemia. Una Iglesia que vive de y para los demás. Una vez más les invito a dejar que Jesucristo sea el centro de nuestra vida, de nuestros hogares y comunidades. Él no nos abandona, más bien nos da la fuerza de su Espíritu que nos guiará por caminos nuevos, siempre iluminados por su Palabra. ¡Animo, miremos el futuro con esperanza!

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P

n í r o ast

¡Hola, amigos! Me da mucho gusto saludarlos y espero que estén bien, aprovechando este tiempo en casa y con su familia

Sí, y pasamos mucho tiempo con nuestros papás, además hemos hecho muchas cosas.

La verdad que hemos estado aprovechando este tiempo, claro que sí.

Me da gusto y espero que puedan salir adelante, y recuerden que hay que aprovechar los medios que tenemos para aprender todo lo que se pueda. ¡Gracias, Pastorín, gracias por preocuparte por nosotros!

Sí, pero no solamente celebramos eso, también celebramos el mes de la Biblia y recordamos a nuestra madre, la Virgen María como Nuestra Señora de la Soledad, Nuestra Señora de los Zacatecas y Nuestra Señora del Patocinio

Bien. Celebramos la Biblia porque el 30 de septiembre celebramos a un gran santo, San Jerónimo, que dedicó toda su vida al estudio y a la traducción de la Biblia y nos dio la Biblia Vulgata y que ha acompañado a la Iglesia por siglos.

Además hemos regresado a clases y estamos aprendiendo nuevas cosas.

Quiero preguntarles, ¿sabían que el mes septiembre tiene muchas celebraciones?

Claro, Pastorín, celebramos las fiestas patrias

Cuéntanos acerca de la historia de la Biblia, Pastorín.

Sí, también sobre la celebración de nuestra madre, la Virgen María.

Esta Biblia es utilizada en la Iglesia católica sobre todo en la liturgia BIBLIA


¡Wow, eso es increible! Que gran esfuerzo y entrega de San Jerónimo.

También recordamos a nuestra madre, la Virgen María, en este mes. El 8 de septiembre celebramos a Nuestra Señora de los Zacatecas, porque ese día se fundó la ciudad de Zacatecas, que la tiene como patrona, y además porque celebramos el nacimiento de la Virgen María.

El 15 de septiembre celebramos la advocación de Nuestra Señora del Patrocinio y a Nuestra Señora de la Soledad. Recordamos a María, ella que nos cuida y que nos acompaña siempre.

¡Qué bonito, celebrar a nuestra madre la Virgen María! Ella nos ama mucho y siempre esta con nosotros

Gracias a ella por interceder por nosotros sus hijos.

Pues ya hemos aprendido algo nuevo. Recuerden leer la Biblia porque ahí encontramos a Dios y aprendemos más sobre Jesús.

Y recordaremos siempre a nuestra madre, la Virgen María

Sí, ella, que nos ama tanto, que nos cuide siempre. Gracias, Pastorín

Gracias, Pastorín, ahora voy a aprender más sobre esto

¿Sabías qué?

La Biblia se escribió en un periodo de 1,600 años y es el libro más vendido en todo el mundo


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El pasado mes de junio, en la solemnidad de San Pedro y San Pablo, los obispos de México nos regalaron un documento al que nombraron:

“Abrazar a nuestro pueblo en su dolor”. Este documento es un abrazo para el pueblo mexicano que, en medio de la pandemia sufre los estragos de la enfermedad, y a la vez es un aliento de esperanza para todos. El primer abrazo va dirigido a los enfermos y vulnerables. Los obispos consientes de la situación en el país animan al gobierno y demás instituciones a luchar por la salud y el bienestar de todos. Y nosotros como Iglesia, aportar en lo que podamos para que en cada enfermo y persona veamos siempre el rostro sufriente de Cristo. La enfermedad se puede convertir en virtud cuando el dolor y la desesperación la ofrecemos por toda la humanidad. Es una prueba que una vez superada nos dará la alegría perdurable.

La familia y de manera especial las mujeres, han jugado un papel importante en el sobre llevar esta pandemia mundial. Por ello merecen un reconocimiento especial, gracias por su misión de proteger la vida y de siempre estar atentas a las necesidades de los demás. En medio de esta crisis sanitaria la misión cristiana continua, y hoy más que nunca es una oportunidad para que como Iglesia sirvamos con caridad a toda la humanidad. Estimados misioneros, sigamos adelante para que con nuestra vida y testimonio podamos anunciar a Cristo más que con nuestras palabras, con nuestras obras. La misión es de todos: amar, servir y cuidar con alegría de quien más lo necesita, hoy de manera especial a los enfermos y más vulnerables.


CICLO 2020 - 2021


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