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El grafiti mural como estrategia de resignificación a la violencia urbana
prácticas
el grafiti mural como estrategia de resignificación a la violencia urbana: intervenciones del programa juntos más seguros en sectores de alta complejidad sociodelictual
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Jorge Bottai Espinoza Master of Science in Governance of Risks and Resources, Universität Heidelberg; Licenciado en Seguridad y Defensa, Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos del Ministerio de Defensa de la República de Chile; Licenciado en Educación, Profesor de Historia y Geografía, Universidad Arturo Prat; Diplomado en Prevención del Delito a Nivel Local, Instituto de Asuntos Públicos, Universidad de Chile
«He visto esos grafitis de gallos que están muertos, narcos que les hacen un gran monumento a los estúpidos. Y ver un grafiti de algo que es más importante, como cuando hicieron un grafiti de meteoritos aquí en la esquina. Los niños se quedan mirando y tú le puedes explicar lo que es, esos grafitis tienen algo de cultura y son bonitos, les muestra cultura a los chicos» (Anónimo [1], La Pintana, 2016)
Esta práctica reflexiona sobre la intervención desarrollada por el Programa Juntos Más Seguros de la Subsecretaría de Prevención de Delito (Chile), su modelo integral de trabajo y de la importancia de la participación para resignificar la violencia urbana. El grafiti mural es una técnica que permite apropiarse simbólicamente de los espacios, contribuye a mejorar la sensación de seguridad asociada a potenciales peligros de la integridad física y material, en territorios de alta complejidad sociodelictual / GRAFITI MURAL / TERRITORIO / PARTICIPACIÓN La teoría de las ventanas rotas de Wilson y Kelling (2001), identifica el desorden social y las incivilidades físicas y sociales como causantes del temor en los espacios urbanos. Del mismo modo, Munizaga (2009, p.2) explica que «la concentración territorial de carencias y desventajas sociales, acumuladas a lo largo del tiempo, incide en que exista una mayor vulnerabilidad delictual en determinados barrios, ya que, por un lado, genera situaciones de exclusión social que aumentan la probabilidad de que la delincuencia se instale en
ese territorio, tanto por el ejercicio de ella, como por la victimización que produce en los residentes del lugar» (imagen 2).
En el contexto anterior, se introduce un elemento importante de la caracterización del problema de la violencia urbana, donde encontramos la coexistencia de víctimas y victimarios en el mismo espacio, vislumbrando una tensión social permanente, donde las expresiones de dicha violencia se ejercen desde los victimarios y su apropiación simbólica del territorio.
La apropiación simbólica del territorio, se puede definir como una construcción social y cultural de un grupo determinado de sujetos, basada en relaciones temporales del uso del espacio y su configuración de identidad, que en el contexto de la intervención desarrollada por el Programa Juntos Más Seguros (Subsecretaría de Prevención del Delito), se traduce en la vulneración socio- delictual de los espacios comunes, ejercida por bandas de microtráfico, grupos delictuales organizados y barras bravas; y que generan altos grados de temor y percepción de inseguridad en sus habitantes. Estos espacios en conflicto poseen características visibles, tales como la presencia de microbasurales, falta de mantención en los espacios públicos, murales ligados a las barras bravas, murales animitas, plazuelas abandonadas, caletas para el consumo de drogas, entre muchos otros (Blanco et al., 2014; Reyes & Martínez, 2015; Ministerio del Interior, 2017).
El programa inició en octubre del 2014 en 17 barrios de cuatro regiones del país y alcanzó un total de 20 barrios a finales del 2017. Su objetivo se definió como «disminuir los factores causantes de la violencia, delincuencia e incivilidades en barrios vulnerables socio delictualmente, a través de la implementación de un plan de intervención integral con participación local» (Ministerio del Interior, 2017, p. 3).
1] Mural Artistas y Músicos Chilenos, La Pintana 2016 / Fuente: Subsecretaría de Prevención del Delito, 2016
En la implementación del plan de intervención integral participaron municipios, organizaciones comunitarias, vecinos e instituciones del gobierno central. Desde una perspectiva política, se propuso contribuir en aumentar la seguridad de los barrios focalizados y la sensación de seguridad asociada a potenciales peligros a la integridad física y material de sus habitantes.
Una de las estrategias de este plan de intervención, se asocia a la habilitación de equipamientos socio-comunitarios y la conformación de espacios públicos seguros. En ambos casos, se promueve el uso y ocupación positiva de los espacios comunes por parte de los vecinos, mediante un modelo de intervención participativo que vincula a la comunidad en el diseño e implementación de infraestructura y de grafitis murales. Para estos efectos, se establece la denominada «Mesa Barrial Tripartita», instancia de participación social e institucional, orientada a fortalecer la alianza entre gobierno y comunidad, a fin de compartir información sobre el barrio, promover la movilización comunitaria y la apropiación de los espacios (Ministerio del Interior, 2014).
Esta instancia puede definirse como un espacio para la gobernanza territorial, donde la participación se define como una cuestión política y se plantea como desafío el superar las problemáticas asociadas a la apropiación simbólica del territorio (White, 1996).
La discusión de lo que se debía hacer en el territorio, fue abierta y programada, —para el caso de los grafitis murales— por un tallerista especializado (pintor de grafitis o murales), quien recogía las opiniones de los vecinos y elaboraba los diseños de acorde a las expectativas de estos. Las temáticas abordadas fueron muy variadas, entre ellas, conceptos de paisajismo y naturaleza, derechos de los niños y niñas, el concepto de inclusión, historia del barrio, cultura, etc. (imagen4).
Con los diseños propuestos por los talleristas, modificados y aprobados por la comunidad, se comenzaron a pintar una serie de murallas en los distintos sectores de los barrios, asimismo, se incluyó la participación de vecinos, jóvenes, niños y niñas de los sectores en el desarrollo de las obras (imagen 5).
Las obras demoraron entre dos y cuatro semanas en ser terminadas, y contaron con los aportes de los municipios, Instituto Nacional de la Juventud, organizaciones vecinales, agrupaciones de grafiteros y de los profesionales responsables del Programa Juntos Más Seguros en cada barrio.
La resignificación y apropiación simbólica que se generó en el territorio al plasmar los grafitis murales, impulsó a que los vecinos comenzaran a entregar valor a sus espacios públicos, esto se evidencia en sus relatos cotidianos y percepciones de seguridad. La evaluación de impacto desarrollada por Casarino (2017)
2] El antes de las intervenciones, La Pintana 2015; Alto Hospicio 2016 / Fuente: Google Street, julio 2015.
3] El después de las intervenciones, La Pintana 2016; Alto Hospicio 2017 / Fuente: Subsecretaría de Prevención del Delito, 2017.
al Programa Juntos Más Seguros (La Pintana), recogió estos testimonios y dio cuenta de la importancia concedida por los vecinos a los grafitis murales emplazados en el barrio (imagen 3). En las narraciones de las entrevistas se destaca lo siguiente:
«He visto esos grafitis de gallos que están muertos, narcos que le hacen un gran monumento a los estúpidos. Y ver un grafiti de algo que es más importante, como cuando hicieron un grafiti de meteoritos aquí en la esquina. Los niños se quedan mirando y tú le puedes explicar lo que es, esos grafitis tienen algo de cultura y son bonitos, les muestra cultura a los chicos» (Anónimo, La Pintana, 2016).
«…eso la actividad de grafitis, antes se veía una imagen de un narcotraficante, pero ahora uno ve árboles y muchos dibujos distintos, me gustan los grafitis» (Anónimo, La Pintana, 2016).
«…cuando ves el grafiti dices oh qué bonito, podría agregarle esto y esto otro porque una siempre opina. Antes había muchos rayados» (Inés, La Pintana, 2016).
«Los grafitis a la gente les gustó, un buen trabajado y la gente decía píntenme mi muralla, ellos ofrecieron sus muros para que se entretuvieran y estuvieran 4 o 5 horas, y son muy bonitos los diseños hermosos, preciosos» (María, La Pintana, 2016).
Los resultados de esta práctica han impulsado que los vecinos y vecinas se sientan partícipes y protagonistas de la recuperación de sus entornos, otorgando valor a sus espacios públicos, apropiándose de ellos, resignificando el derecho a su integridad física, espiritual y material. Todas estas intervenciones logran que los espacios en conflicto sean más amables, atractivos y generan una sensación de hermoseamiento, lo anterior aporta sin lugar a duda a resarcir en cierta medida la deuda en el espacio y diseño de los barrios más vulnerables de nuestro país. ¶
4] Discusión de lo que se debía hacer, La Pintana 2016 / Fuente: Subsecretaría de Prevención del Delito, 2016.
5] El proceso de trabajo, La Pintana 2016 / Fuente: Subsecretaría de Prevención del Delito, 2016.
bibliografía
Blanco, J., Bosoer, L. y Apaolaza, R. (2014). Movilidad, apropiación y uso del territorio: una aproximación a partir del caso de Buenos Aires. En: Scripta Nova, revista electrónica de geografía y ciencias sociales. Vol. XVIII, Nº 493 (06) Barcelona. Casarino, N. (2017). Evaluación de impacto intermedia cualitativa del Programa Juntos Más Seguros (PJMS) focalizado en los barrios de Villa el Bosque y Villa Eucaliptus en la comuna de La Pintana. En: Informe de evaluación, Universidad Alberto Hurtado, Santiago de Chile. Ministerio del Interior. (2014). Programa Juntos Más Seguros.
En: Manual para la aplicación de diagnóstico barrial participativo. Subsecretaría de Prevención del Delito, Santiago de Chile. Ministerio del Interior. (2017). Programa Juntos Más Seguros,
Villa Frei, Alto Hospicio. En: Acciones y Recomendaciones de Prevención del Delito y la Violencia en Barrios. Subsecretaría de Prevención del Delito, Santiago de Chile. Munizaga, A. M. (2009). Consideraciones relevantes para la prevención del delito en barrios vulnerables. En: Revista
Fundación Paz Ciudadana, Nº VIII, pp. 1-12. Reyes, M, & Martínez, D. (2015). La configuración identitaria en los territorios de migrantes internacionales. En: Revista
Península, Vol. X (2), pp.117-133. White, S.C. (1996). Depoliticising Development: The Uses and
Abuses of Participation. En: Development in Practice, Vol.
VI (1), pp. 615. Wilson, J. y Kelling, G. (2001). Ventanas Rotas. La policía y la seguridad en los barrios. En: Delito y Sociedad. Revista de
Ciencias Sociales, Nº XV-XVI, Ediciones UNL, Santa Fe, pp. 67-79.
Figuras Google Street. (2015; 2016). Obtenido de www.maps.google.
com. Subsecretaría de Prevención del Delito. (2016; 2017). Proporcionadas por los profesionales del Programa Juntos Más
Seguros. [1] Se mantiene el anonimato de los entrevistados cuyas críticas son dirigidas, por razones de seguridad personal.
Acceso a condominio privado en la ciudad de Los Mochis, Sinaloa, México / Fuente: Elaboración propia