EL PAÍS
LA PANDEMIA DE LA CORRUPCIÓN “Podrás decir que soy un soñador, pero no soy el único. Espero que algún día te nos unas. Y el mundo vivirá como uno solo”. - John Lennon.
POR MANUEL BORBÓN
La corrupción se ha convertido en un virus silencioso que ataca a prácticamente el mundo entero. Este grave padecimiento puede afectar a organizaciones públicas y privadas, lo que en consecuencia perjudica a millones de ciudadanos.
tales en México, experimentó actos de corrupción durante 2019, acumulando la exorbitante cifra de 12,770 millones de pesos, lo que en promedio significa que cada persona pagó 3,822 pesos, mismos que se fueron por el caño de la corrupción.
Según diversas organizaciones internacionales dedicadas al tema, la corrupción es: “El abuso de un poder delegado para el beneficio propio” (Transparency International, 2016). Y como todos sabemos, para que exista la corrupción tiene que haber dos partes involucradas que proliferen el esparcimiento de este mal. Mucho se ha hablado ya de esta problemática, y casi todos hemos escuchado a políticos, empresarios y liderazgos de toda índole decir y repetir frases vacías en contra de la famosa corrupción. Pocos son los que se atreven a señalar dicho mal, pero, sobre todo, muy pocos son los valientes que se deciden a decirle “no” a la seductora tentación de la corrupción, con la firme convicción de estar haciendo lo correcto.
Como podemos observar, la corrupción avanza a pasos agigantados en México, corriendo el riesgo de arraigarse como una forma de cultura generalizada que poco a poco termine por acabar con el progreso y bienestar que tanto anhelan y necesitan miles de mexicanos.
En México, la corrupción ha hecho mella en toda una generación que ha crecido viendo este problema como algo normal, con lo que se tiene que vivir, nos guste o no. Para muestra, el INEGI acaba de dar a conocer desalentadoras cifras sobre el tema, las cuales significan para muchos, una señal para bajar la guardia y dejarse vencer por la corrupción, mientras que para otros, dichos datos se han convertido en una verdadera vocación de vida con la esperanza y perseverancia de acabar con este gran problema. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Calidad de Impacto Gubernamental, publicada por el INEGI, uno de cada seis habitantes que realizó trámites gubernamen-
La buena noticia en todo este entramado de malas noticias es que existe una vacuna infalible para este gran mal, el antídoto se llama Integridad, misma que significa entereza y pulcritud en el actuar de cada persona y está sustentada en un cúmulo de valores que guían de una manera clara y concisa los pasos de los ciudadanos en su sociedad. En este punto, muchos pueden llegar a pensar que la calidad de ser una persona íntegra, no se las van a recibir como medio de pago en el supermercado, pero, al mismo tiempo yo les invito a pensar que, la carencia de integridad sí hará que el día de hoy, muchísimas personas se queden con hambre. El poder de cambiar esta situación que prevalece actualmente en México está en nuestras manos, la única forma de transformar esa realidad es con mucho valor, poner todos de nuestra parte para construir una sociedad más unida, más respetuosa y como resultado un país integro. borbonmanuel@gmail.com Política / EL PAÍS / 21