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EN EL FONDO

PORTADA de México

Impropiedad Intelectual

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En El Fondo

Francisco Legaspi

Pobres, estultos, confundidos, perdidos, ignorantes y sin sentido. No hablo de la nueva generación de candidatos influencers, hablo de nosotros, sus víctimas.

Ya no se acostumbra llamarle propaganda a toda la porquería y parafernalia con la que nos bombardean. Ahora es “contenido” y está contenido dentro

de nuestro subconsciente. Ya sabíamos que habría porquerías protofascistas desde que EuZen decidió mostrar los verdaderos colores de los Alfascistas; ni en el Tercer Reich se veía tanto entusiasmo por las ideas nazis. Todo el ruido digital que ahora contamina nuestros cerebros es parte de un plan maestro.

Esto explica que estemos pegados a la pantalla del celular, hipnotizados con los videos del esbirro de Dante Delgado denunciando como abuso sus citas en el golf, viéndolo mangonear a su esposa en vivo o diciendo que un sueldo de cincuenta mil es poca cosa. Subliminalmente se apoderan del cerebro estos zombis que se multiplican por centenas en este gran tianguis del voto; donde el vendedor que grite las cosas más locas por encima de los otros, cree que va a ganar más. Así le funcionó hace poco al expresidente de Estados Unidos una vez y sabemos que vamos atrasados en democracia, pero fieles a su ejemplo. Se ha vuelto una carrera de celebridades por supuesto poder. Si esta nueva generación de ciervos públicos quiere seguir el ejemplo americano, hay mejores referentes. Les sugiero buscar en internet a Budd Dwyer, quien atrajo la atención de todos suicidándose en televisión pública cansado de seguir con una farsa similar a la mexicana.

Yo no sé cómo funcionamos, cómo funciona la comunicación, la democracia, la teleología, la biología o lo que sea en lo que se basan las motivaciones de los votantes. Pero ¿de verdad sirve de algo llenar de basura el mundo para colgar la cara de otro asqueroso MiWey por las calles de México? Como Carlos Mayorga, el candidato que en medio de un acto de campaña rodeado de botargas de dinosaurios y algunos transeúntes, emerge del interior de un carro fúnebre dentro de un ataúd para anunciar que se postula. No se hubiera molestado, su carrera política nació muerta; debió ponerse cómodo ahí adentro, porque sin contar los 152 del año pasado, este año ha habido un candidato asesinado en cada estado del país. ¿Quién hubiera sabido que una pandemia inspiraría tanta estupidez?

Además del mal gusto que nos provocó su show, también tuvimos que presenciar muchos otros. Como la triste aparición de Paquita la del Barrio, que en plena conferencia de prensa confesó no tener idea de qué hacía, víctima de demencia (y quizás secuestro), dijo que ella solo iba porque se lo dijeron y que les preguntaran a sus representantes de Movimiento Ciudadano los detalles de su campaña. Curioso que sea además quienes la lancen, los mismos que criticaban que el PRI le

Esto explica que estemos pegados a la pantalla del celular,

hipnotizados con los videos del esbirro de Dante Delgado denunciando como abuso sus citas en el golf, viéndolo mangonear a su esposa en vivo o diciendo que un sueldo de cincuenta mil es poca cosa.

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diera un lugar para tomar siesta a Carmen Salinas. Supongo que el aburrimiento hace maravillas y los que no murieron de #Covid en el, ahora infame, 2020, casi morimos de hartazgo cuando nos enteramos de que una centena de figuras del espectáculo seguirán los pasos de las mencionadas. Así es, desde Alfredo Adame hasta el “Bofo” Bautista, más de tres mil candidatos de la farándula de televisión abierta buscan recursos y algún tipo de carrera después de su retiro. Mediocres que aspiran a menos.

Si estos payasos les provocan repudio, esperen a que el vómito suba por su laringe cuando escuchen la nueva canción de los nuevos reyes de la grima: #MarianaRdz y #SamuelGarcias (Sic). Evidenciando la falta de desarrollo en comunidades indígenas, ellos aparecen, junto al niño wixárika con deficiencia alimenticia, cantando el jingle más patético que ha salido de la mente de Valenzuela; eso pasa cuando los politólogos se creen creativos. Definitivamente este ejemplo sintetiza el alma putrefacta del nivel de corrosividad política que se maneja en el rigor para seleccionar representantes populares. Lo peor es encontrarse personas haciendo proselitismo o apología a este mangurrián y todos los que a diario regurgitan los partidos. Ya deberían saber las nuevas generaciones que ni todo el poder de los colorcitos, cancioncitas, frasecitas, giveaways o memecitos van a poder influenciarnos, ¿verdad?

Vienen cosas mejores según Kumamoto. El candidato independiente que se hizo famoso porque, en estos tiempos te vuelves conocido por lo que sea, fue el primer diputado local en aterrorizar a toda una colonia para buscar financiar su partido y asegurar su Futuro. El partido que ahora lidera dice hacer las cosas diferentes, pero copia todas las mañas de sus opositores. Aprendieron rápido, celebraron elecciones de dudosa integridad, se pusieron al corriente on la cuota obligatoria de integrantes acusados de pedofilia –y demás depravaciones usuales entre esa clase–, no han tenido apoyo popular para recibir los fondos de campaña y muchísimos otros escándalos. Hasta las posturas y los spots, le copiaron al PAN ¿se acuerdan cuando se retractó sobre el aborto? Puedes sacar al joven de los partidos pero a los partidos nunca del joven; como Anaya, se baja de su camioneta para ir a preguntarle a la gente ¿qué se siente ser pobre? Y, de paso, aprovechar para aventar un discurso frente a quien esté grabando. Cada día sigue los pasos del manual del ridículo que todos los gobernantes memorizan. En unos años imagino a Kumamoto paseando mientras lo graban para Twitter por Zapopan como Uribe, quejándose de los zapatos tirados en la calle sin recogerlos, bajo los efectos del poder o de la -ya casi– legalizada amapola. El Futuro se derruye. ¿A quién le pertenecen los escombros?

Hagamos© caso a las señales, nadie vale la pena, no hay opción. Invito a todos a quemar su boleta. Que ningún mamerto zurumbático se quede con un solo voto de nadie. Ni por un lonche, ni por una mochila, ni por 500 pesos, ni aunque aparezca el Dr. Lomelí ofreciendo vacunas robadas. El fuego purificará nuestro proceso, ¿qué hace un candidato para presidente gastando recursos y ensuciando mi tranquilidad tres años antes de su elección? Quememos los afiches con la cara de Anaya para la carrera, que le dé muchísimo coraje de verdad. Que AMLO siga regañándonos por no votar por sus compadres violadores, por repudiar toda su asquerosa ideología carcunda. ¿Qué son unas boletas en comparación a las hectáreas que Alfaro ha quemado del bosque de la primavera? Creen que todo les pertenece. Todo lo comprueban con papel. A ver qué prueban con las cenizas. Pobres, estultos, confundidos, perdidos, ignorantes y sin sentido.

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