He aquí el amor Antología de cuentos sobre el amor de la I.E.P “Virgen de Fátima Milagrosa” 2015 (Secundaria) 1era edición Lima, setiembre de 2015 I.E.P. “Virgen de Fátima Milagrosa” Santa Anita— Lima
Editor y compilador general: Paolo Astorga artesinlucro@gmail.com http://sinllegaraloinvisible.blogspot.com http://papirosdecarne.blogspot.com Colaboradores: Alumnos del nivel secundaria de la I.E.P. “Virgen de Fátima Milagrosa” como parte del curso de Producción Literaria. Se puede reproducir este material de manera parcial, siempre y cuando se cite fuente y autor de la misma.
Impreso en Perú
Índice Lo peor de olvidarte es tener que hacerlo Nathaly Cuayla Huamán 40 de Secundaria 8/ Dos corazones, un sentimiento Valeria Segura 10 de Secundaria 10/ Los pecados de Semana Santa Valeria Suarez 50 de Secundaria 12/ El obsesivo Julio Eduardo Arévalo León 50 de Secundaria 15/ El fantasma de la novia Natalia Janjachi 20 de Secundaria 17/ Esta vez me quedaré a tu lado Nicole Traslaviña 40 de Secundaria 19/
Pepe odia el amor Gabriel Quispe Quiroz 30 de Secundaria 32/ ¿A esto se le llama amor? Nayeli Ugarte 30 de Secundaria 34/ Lo inesperado Mabel Cabanillas 20 de Secundaria 36/ Beso, beso Irina Ccorpa 30 de Secundaria 38/ Amor en la cárcel Mariel Orellana Jurado 30 de Secundaria 40/ Perdí mi corazón Anacely Yupa 40 de Secundaria 42/
Romeo y Julieta Flor Orellana 30 de Secundaria 23/
Manuel y la confusión por sus dos amores Jesús Chahua Salvatierra 50 de Secundaria 44/
Pérdida José Antonio Aquino 50 de Secundaria 25/
Un simple amor Jorge Tomas Castro 20 de Secundaria 46/
El verdadero amor Daphne Unsihuay 10 de Secundaria 27/
El tiempo de la perfección Alex Maricahua 30 de Secundaria 48/
El destino quizás Mayra Belleza 40 de Secundaria 28/
Juntos en un guiso Alanis Chacón 30 de Secundaria 50/
Ella Heydi Torvisco 30 de Secundaria 51/ Los necesito Fernando Sánchez Horna 40 de Secundaria 51/ ¿Existe el amor? Diana Rodríguez Limaylla 20 de Secundaria 54/ El amor es ciego Ximena Aguilar 40 de Secundaria 56/
SELECCIÓN DE CUENTOS
“¿Pero qué puedo yo decir del amor? ¿Qué puedo yo decir del amor? ¿qué puedo yo decir del amor? Mejor sigo hablando de esta puerta.” Jorge Eduardo Eielson
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Lo peor de olvidarte es tener que hacerlo
E
stoy cayendo. Literalmente estoy cayendo. Acabo de lanzarme desde un avión. No. No me estoy suicidando. Solo es un deporte. Me hace sentir lejos de todo. Y eso es bueno. Pensé que esto ayudaría, ya sabes, la adrenalina. Pero no puedo dejar de pensar, aunque en este momento no siento pena de mí mismo. Roxana. Tu nombre no significa nada. No es nada especial. Hay muchas Roxanas en el mundo. Y seguro la mayoría no están felizmente casadas. Sería más fácil si estuvieras muerta. Así podría amarte sin toda esta rabia que siento. Entonces no habría celos contra Leonardo, tu esposo, mi hermano.
No sé por qué me torturo ahora. Antes era comprensible. Yo era joven e iluso. Quería sufrir un poco y era normal que me obsesionara contigo. Creo que es porque estoy empezando a quedarme calvo. Y sé que te burlaras de mí. Como sueles hacerlo. Vivir junto a Leonardo no es sencillo ya que somos completamente opuestos. Yo soy el segundo mejor en las competencias que hacemos (lo cual no es bueno porque solo somos dos hermanos). Y quizás esto no habría sido tan difícil de soportar si no fuera por Claudia, mi ex novia, insistiera en decirle a todo el mundo que yo era el segundo hombre con el que ella se había acostado en toda su vida. Lo hacía en venganza porque no quise acompañarla a ver “Crepúsculo”. Luego de eso no quise volver a verla.
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Leonardo, en cambio, es el número uno en todo. El mejor en los estudios, ganador de medallas olímpicas, el más popular, el primero en tener sexo con mi ex novia. De esto último me enteré después de haber terminado con ella. Obviamente no le recriminé nada a mi hermano (no era su culpa). Decidí guardarme el dolor porque estaba seguro que habría muchísimas más oportunidades para sentirlo. Y no me equivoqué. A veces siento un vacío en el pecho. Como si todos los recuerdos y los sentimientos que estos provocan se hubieran evaporado. Tengo miedo de que eso suceda. Ya que sé que algún día ya no me quedará más por sentir, y cuando ese día llegué no habrá vuelta atrás. Por eso aprovecho estos momentos de soledad para reflexionar. Antes de que todo vuelva a sentirse igual, en el instante en el que pise el suelo. Creo que lo más sano para mí sería mudarme del apartamento que compartimos los tres. Porque cada vez que veo a Roxana siento que mi corazón se comprime. Se hace diminuto, y solo quedan trozos muy pequeños que ya no sirven para nada. Tal vez es mi paranoia la que me hace pensar que ellos lo saben todo. Y se divierten a mi costa. Desearía no abrir el paracaídas, seguir cayendo por siempre. O estrellarme antes de que pueda darme cuenta. Pero nada será como yo quiero. Y seguiré viviendo, con este polvo, con esta gente. En medio de esta soledad de mejillas rojas, de manos sudorosas, de muros de innecesaria protección que algún día me harán completamente inaccesible.
Nathaly Cuayla Huamán 40 de Secundaria
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Dos corazones, un sentimiento
H
abía una vez un chico llamado Héctor que vivía con su familia en un templo, pero su vida dejó de ser normal cuando cumplió 15 años.
En el templo había un pozo. Héctor se acercó a él y se cayó por haberse acercado mucho, pero cuando salió del pozo ya no estaba en su casa, sino en otro lugar donde vivían humanos y seres mágicos como en las historias de ficción de su profesor. Héctor fue a las aldeas de los humanos, pero como ahí no usaban la ropa que traía él todos creyeron que era un monstruo y casi lo matan, pero el jefe de la aldea tuvo compasión de él y le dejó quedarse. Héctor tuvo curiosidad de saber más de ese mundo y fue al bosque donde había seres mágicos al parecer los humanos y ellos estaban separados. Ahí fue donde Héctor conoció a Laura, una chica que era una mitad bruja (hija de una bruja con un humano). Laura era una buena chica, no como otras brujas que eran malvadas. Con el tiempo, ellos dos se hicieron buenos amigos y luego se hicieron novios, porque descubrieron que se amaban, pero tenían que verse a escondidas, ya que si los humanos o los seres mágicos lo descubrían se iba a armar un caos. La amiga de Laura, Susana, cuando se enteró de que Laura estaba con un humano se los dijo a todos, hasta a los humanos acusaron a Héctor de traición y lo iban a matar, por suerte Laura llegó y con sus poderes
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empezó a atacar a los que querían matar a Héctor. Sin embargo, ahora querían matar también a Laura y eso hicieron, pero solo la lastimaron. Héctor curó a Laura y ella le dijo que para que estuvieran juntos ella debía ser humana, pero para hacer eso debían pedirle al jefe de los seres mágicos si podía convertirla. Él aceptó. Debía darle un poco de sangre del amor verdadero, ella le dio un poco de la sangre de Héctor y así pudo preparar la poción. Ella la bebió y se convirtió en humana. Luego de eso se tuvo que acostumbrar a no tener poderes, pero nada le importaba si estaba al lado de Héctor y así ellos formaron una vida juntos sin preocuparse de nada, porque se tenían el uno al otro y así vivieron felices para siempre.
Valeria Segura 10 de Secundaria
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Los pecados de Semana Santa
M
iraba el atardecer pensando por qué nació si iba sufrir, estaba decidida, ingirió pastillas para suicidarse, pasaban los minutos. Soraya, la madre, guiada por su mal presentimiento fue al departamento, exigió al portero que abra la puerta y encontró a su hija tirada cerca a la ventana. En el hospital la madre estaba desesperada. La escena era observada por un psicólogo llamado Fernando. La calmó y averiguó sobre el estado de Roma, en tres días le darían de alta. En casa iniciaba la terapia psicológica, esto le aburría, quería que las horas volaran rápido. Fernando le propuso viajar, le dio la opción de elegir el lugar. Entusiasmada sonrió y escogió sin pestañar Zarpeño, desde niña siempre quiso ir allá donde vivieron sus bisabuelos. Empacó las maletas. Al avisar a su madre, esta hizo lo imposible para que desista de ir a Zarpeño, al no conseguirlo fue a conversar con Fernando, pero él contestó que era lo mejor para que supere la muerte de su querido padre y de su novio ocurrido el año pasado en Semana Santa. Zarpeño, 1955, faltaba cinco días para la semana de reflexión. Vino un grupo de monjas, una de ellas llamada Milagros, sobrina del cura Clemente Ramírez. Ella era espiada por Ulises, hijo de los Galiani Santisteban, una familia adinerada.
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El papá de Ulises, Don León Galiani, judío conocido por su dureza, discutía a veces con su esposa María Antonieta; debido a que Don León odiaba a los católicos. Ellos tuvieron cinco hijos Alejandro, Octavio, Ulises, Antonio y Miguel de los cuales el tercero de los hijos había heredado el carácter del padre. Ulises estaba obsesionado por la monja. Llegó Viernes Santo. Milagros, molesta, enfrentó al muchacho, porque este intentó abusar de ella. Forcejeando la inocente cayó de cabeza sobre una piedra, Ulises, cobardemente, escapó de la escena del crimen. El sacerdote Clemente, buscaba con los gendarmes a su sobrina Milagros. Al hallar el cuerpo, tenía la certeza que el asesino era Ulises, las pruebas lo incriminaban; no obstante, Don León Galiani protegiendo a su hijo del horrendo crimen que cometió, compró al juez Josué Hurtado. Pasó casi medio año de este abominable crimen. En la cantina de la población estaba Don León discutiendo con el magistrado, porque le estaba chantajeando con denunciarlo y contar toda la verdad al pueblo entero; tanta fue la cólera del Sr. León que sufrió un infarto y murió. El tabernero avisó a todo el pueblo. El padre Clemente junto con los pobladores lincharon a Ulises quemándolo delante de su madre. De noche en la plaza, el sacerdote maldijo en latín a sus descendientes para que sus almas en vida lloraran y al morir pertenecieran al demonio Shurak. La familia fue desterrada, Miguel, el menor de los hijos, pudo rescatar solo el cadáver de su papá y tuvo la penosa responsabilidad de llevarlo cargado a caballo todo el camino a Tramadas. Transcurrieron los años y Miguel (el abuelo de Roma) fue a Lima a tratar el trauma vivido. Sus hermanos se quedaron con María Antonieta, ella por medio de las cartas se enteró que asfixiaba a los nietos para protegerlos del mal. Por eso la internaron en una clínica mental hasta el día de su último suspiro. Roma y Fernando disfrutaban paseando, nacía el amor, el destino los unía sin imaginar lo que ocurriría. Se dirigieron a un restaurante. Un viejo horrorizado de verla gritó: -¡Mujer tu sangre del pasado, presente y futuro esta maldita, Esmeralda sabe todo- le escupió. Su bisnieto, el dueño del restaurante, se disculpó aduciendo la edad. Su interior le decía que investigue profundamente, los lugareños le
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informaron que uno de los más antiguos de la comunidad era el viejo del restaurante, que en su juventud había sido tabernero, y una prostituta llamada Esmeralda. En medio de la calle la ubicaron, le dieron comida a cambio de la historia, ella agregó, borracha, que la víctima era hija suya y del cura y que este al nacer le arrebató sin piedad, lo único que recuerdo de la asesinada era una manta. Llegaron al hotel cansados de tantas emociones. -Mañana viajaremos a Jerusalén, conozco unos jóvenes que nos pueden ayudar -la consoló Fernando. Llegaron a Jerusalén. En una cabaña los recibió Thamara y les dijo: -La solución es la sangre de Cristo crucificado salvado por José de Arimatea la cual actualmente es cuidada por Said un monje expulsado. Regresando a Zarpeño en Viernes Santo el ritual se realizaría en el nicho de Milagros. Said y Fernando comenzaron a pelear, el psicólogo le robó el envase de la sangre lanzando a Thamara. Manifestaba a carcajadas que era Shurak y que venía por la sangre y por su amada. Roma lo amaba, sin embargo, también deseaba liberarse de esa maldición, su fe estaba perdida, las nubes daban paso a la lluvia. La noche era testigo de esta duda.
Valeria Suarez 50 de Secundaria
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El obsesivo
R
oberto era un chico de 17 años, estaba entrando a la juventud. Su niñez no fue tan buena como la de todos los demás. Roberto creció sin su madre y nunca tuvo un amor materno porque cuando dio a luz, su madre falleció. Su padre casi ni lo atendía, lo trataba mal, le daba todo lo que era económico y solo eso. Le faltaba amor de sus padres, cariño de ellos; solo quería eso Roberto. Pasado el tiempo Roberto entró a la preparatoria y fue allí donde conoció a Rocío, una chica de su edad, admirable, hermosa, muy hermosa y sobre todo era tranquila y comprensible.
A los primeros meses (4 meses) Roberto fue conociendo poco a poco más a Rocío y se fue enamorando más de ella. Era inexplicable lo que Roberto sentía por Rocío, porque nunca lo había sentido por nadie más, siempre sentía rechazo a todas. Tanto se fue enamorando que deseaba a Rocío y llegó el día en que le dijo que quería ser su enamorado. Roció se quedó impresionada por todo lo que le dijo Roberto, no era de esperarse, pero Roberto tenía su carita de algodón y pues a Rocío también le gustaba y le dijo que sí quería ser su enamorada. Pasado los 5 primeros meses más bonitos de su vida (para Rocío) comenzaron las peleas entre ambos, y la razón es muy típica porque Roberto era celoso de los amigos de Rocío; pero eso no era lo peor
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porque también celaba a Rocío de sus amigas, era muy celoso. Roberto era muy posesivo tanto así que le dijo a Rocío que se aleje de sus amigas y amigos. A los dos días seguían las peleas, eran muy constantes y Rocío por más que trataba de comprender sus celos, no podía. Hasta que Rocío tuvo que decirle que iba a terminar con él porque era muy celoso y posesivo. Roberto no quiso aceptarlo, se enfureció mucho ya que no quería dejar a Rocío, era demasiado, tanto que la amenazó de que si lo dejaba se iba a matar. Claro que era un vil chantaje y Rocío lo dejó ahí parado. Una semana después, Rocío ya estaba superando la relación que tuvo con Roberto. Rocío, un día había ido al cine con sus amigos y amigas. Y llegó tarde a casa, sus padres ya estaban acostados. Roberto durante esa semana la seguía a todas partes y ese día que Rocío se fue al cine; Roberto llegó a casa de Rocío antes de que ella llegase y se fue directo a la cocina. Rocío ya estaba a punto de abrir la puerta de su casa y Roberto se fue corriendo al cuarto de Rocío esperando que ella llegase. Rocío abrió la puerta y se fue directo a su cuarto, fue donde prende la luz de su cuarto y se sorprende de que Roberto esté allí. Roberto le tapó la boca y la acuchilló 28 veces. Ese día cumplirían 6 meses y Rocío murió…
Julio Eduardo Arévalo León 50 de Secundaria
Antología de cuentos sobre el amor/ 17
El fantasma de la novia
V
estida de blanco, una novia estaba entrando al altar, cuando se dio cuenta de que su prometido, el amor de su vida, no estaba en el altar esperándola. Ella salió corriendo avergonzada y empezaron a brotar lágrimas de sus ojos. Ella, toda infeliz, se fue a su casa, entró a su habitación, y con el dolor que sentía se dijo a ella misma: “El hijo que estoy esperando se quedará sin un padre, pero siempre me tendrá a mí”. Meses después el amor que sentía por el que tanto amaba se había acabado, pero dentro de su corazón sabía que todavía lo amaba, ella solo estaba concentrada en que su hijo naciera feliz. Una noche empezó a sentir los dolores del parto, fue al hospital, la subieron a la camilla y entró en trance. En el transcurso vio por el pasadizo a un señor con una capa; no se le podía ver el rostro, pero sí vio que mostro una sonrisa diabólica. Cuando acababa de nacer su hijo, ella advirtió que se lo estaba llevando el señor de la capa, pero no podía hacer nada porque no podía levantarse. Luego la anestesiaron. Ella despertó y preguntó por su hijo, pero nadie le dijo nada; ella con esperanzas de encontrar a su hijo buscó y buscó. Pasando los días se enteró por las noticias que lo encontraron muerto a su hijo. Ella entró a su habitación y dijo: “Por qué vivir si ya no está mi hijo conmigo”, ella se puso un vestido de novia para no olvidar a su amor y un muñeco para no olvidar a su hijo. Enloqueció. Pasó mucho tiempo. Esa casa se volvió antigua y abandonada, alrededor, construyeron un cementerio. Luego de 2 años un grupo de niños
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huérfanos iban con dos maestras rumbo al orfanato, cuando de pronto se pinchó el auto donde viajaban y se refugiaron en esa casa abandonada por algunos días. Una de las maestras llamada Doris, vio en la ventana a una señora con un vestido blanco y que en brazos tenía a un muñeco. Cuando llegaron, cada uno fue a su habitación y en la noche el espíritu de la novia veía a un niño llamado Carlitos que hacía poco acababa de fallecer su mamá. Ello le gustó y que se encariño mucho con él. Matías (el otro niño) le molestó rompiendo la foto de la mamá de Carlitos, y el espíritu de la novia lo mató ahogándolo en el agua. De esta manera iba matando a todos los niños que molestaban a Carlitos. Asesinó a las profesoras y se quedó con el niño. Lo quería como si fuera su hijo hasta que el niño tuvo un accidente y terminó muerto. Y ella ahora busca a alguien que reemplace a su hijo.
Natalia Janjachi 20 de Secundaria
Antología de cuentos sobre el amor/ 19
Esta vez me quedaré a tu lado
E
lisa, una señorita de dieciséis años, que consideraba su vida “aburrida”, a la espera de situaciones que puedan cambiarla o mejorarla, padres divorciados, hija única, conformista. Ella decía que su futuro estaba planeado, con futuro me refiero a los treinta, sin casa, dinero suficiente para vivir, que ya lo tendría gracias a sus ahorros desde pequeña. Caminando sin rumbo alguno tenía todo listo para su viaje sin retorno, sin embargo, había algo más importante para ella llegar a ese futuro SOLTERA. Elisa no pensaba en el amor, en tener una pareja, tampoco en hijos, pero algo ocurrió, jamás pensó tener una experiencia como la que viviría en ese año, su último año en el colegio, sería la última vez que ella tenga un futuro planeado. Sonaba el despertador como todas las mañanas, cinco y media, tiempo suficiente para Elisa. Se duchaba, se vestía, se peinaba, comía y lo típico que una persona realiza luego de despertar; salía de su casa a las siete en punto, ni un minuto más ni un minuto menos. Elisa corría hasta el paradero, el bus la dejaría, ese día tenía que presentar una exposición, siguió corriendo y se le cayó un papelógrafo, regresó para recogerlo y perdió segundos valiosos, al llegar sólo pudo ver el bus alejándose, la pista vacía ya que no era una ruta muy transitada, pero no perdió la esperanzas de llegar al colegio, sólo podía pensar que tenía una prueba muy importante y la exposición que definía si aprobaba
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o no el curso. Miró su reloj, tenía tiempo, corrió de regreso a su casa y al instante volvió a salir montada en su bicicleta, a toda velocidad pedaleó y pedaleó, volteó un segundo para observar nuevamente la hora y sucedió, el comienzo de su historia. Salieron volando la mochila, el papelógrafo y hasta su cuerpo de la bicicleta para después aterrizar en la vereda. Elisa quedó inconsciente. Al despertar sólo vio a un joven de unos dieciocho años, calculaba ella, tenía cabello negro, sonrisa hipnotizadora, ojos grandes y marrones que hicieron que ingrese en un sueño, el cual hizo que cierre nuevamente los ojos e imagine una imagen de ella con el muchacho de los grandes ojos y enorme sonrisa, cosa que no duró mucho ya que cuando volvió a despertar encontró a su mamá y a su tía mirándola fijamente. Elisa no entendía lo que pasaba, le explicaron que el joven con el que había ocurrido el accidente con la bicicleta les había llamado al encontrar el número de su mamá en una libreta y también les contó lo ocurrido, se hizo responsable de los pagos y les brindó su apoyo. Elisa preguntó desesperada si estaba con ellas, pero ellas dijeron que el doctor les había avisado que ella estaba estable, por eso Rané, que era el nombre de ese muchacho, se fue. Elisa, con pocas esperanzas, preguntó si había dejado su número, su madre un poco sorprendida por las preguntas y el interés de su hija decide responderle, le dice que él no había dejado su número ya que no era necesario. A la mañana siguiente, Elisa entristecida se levanta sin ganas de ir al colegio, pero recordaba que había olvidado algo, cuando estaba vistiéndose vuelve a su memoria su prueba y su exposición, el interés por eso le dura poco ya que nuevamente piensa en Rané, su héroe, según ella. Pasaban las horas y ella no podía dejar de pensar en él y en lo que podía haber ocurrido si no se hubiera desmayado por segunda vez, ahora sólo quería volver a ver esa hermosa sonrisa que la enamoró. Pasaron siete meses y Elisa tenía presente en su mente la situación que experimentó meses atrás con Rané, el joven al que poco a poco recordaba menos, su olvido sobre este tema era gracias a su acumulación de tareas, trabajos, exámenes, exposiciones y deberes que tenía en su casa, así dejó de lamentarse sobre lo que hizo aquel día y lo que pudo hacer. Había llegado el mes de diciembre, el año estaba por terminar, Elisa había terminado con sus pruebas del último bimestre y su aula realizaría un encuentro como despedida que sería en un restaurante muy conocido llamado “Gusto de casualidad”, todos irían ya que sería la última vez que se reunirían como quinto de secundaria.
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Elisa, estaba muy emocionada por la cena de despedida. De regreso a casa decidió comprarse algo para llevar esa noche. Ese “algo” se convirtió en un vestido nuevo, zapatos nuevos, un collar que vio en una vitrina y un perfume para acompañar sus nuevas posesiones. Estaba a unas cuadras de su casa, recordó algo extraño que vio cuando estaba comprando el collar, alguien la observaba y en el momento que ella notó eso, él, porque era un muchacho, dio media vuelta y se retiró de ese lugar con mucha prisa, unos centímetros más allá se quitó el gorro que cubría la mitad de su rostro y Elisa logró reconocer a Rané. No le tomó mucha importancia porque pensó que eran alucinaciones, pero luego que puede procesar bien las imágenes que observó, Elisa creía que el sujeto de la joyería era Rané, al llegar a su casa estuvo pensando en eso todo el día. La noche de la despedida sería un día después de sus compras. La noche tan esperada llegó. Elisa comenzó a alistarse desde muy temprano, se duchó, luego se dirigió a su tocador, donde tardó varias horas, al acabar se vistió e hizo algunas cosas que le faltaban para estar lista, terminó de arreglarse a la hora exacta en la que tenía que salir para dirigirse al restaurante. Al llegar, reconoció inmediatamente a sus compañeros y se acomodó en la mesa que habían reservado. Elisa estaba cenando con sus compañeros, cuando de pronto apareció una pareja que se sentó en una mesa muy cerca a la de ella, en ese momento Elisa se imaginó nuevamente a ella con Rané, pero la felicidad que sentía por ver a esa pareja junta desapareció cuando se dio cuenta que el joven era Rané. Las lágrimas saltaron de sus ojos, sentía celos a pesar de no tener una relación con Rané. Se levantó de la mesa y salió del restaurante ya que no le importaba estar en ese lugar ni un segundo más. El día había oscurecido, eran alrededor de las diez de la noche, lo que ella no sabía era que Rané había ido a ese restaurante sólo para verla porque al igual que ella quería conocerla más, esto significaba que la atracción es mutua. En la puerta de aquel restaurante se encontraba Elisa buscando sus llaves en su cartera, en ese momento un ladrón intentó quitarle su cartera, felizmente Rané la siguió e impidió esto, ella con esa acción lo seguía considerando su héroe. Luego de lo que ocurrió Rané se ofreció para acompañar a Elisa a su casa, ella aceptó, un poco confundida pero lo hizo. De camino a su casa, luego de un largo silencio, entraron en confianza y hablaron sobre muchos temas. Al llegar a la casa de Elisa, Rané le confesó que ella le caía bien y Elisa le dijo lo mismo, pero después de ese momento recordó porque lloraba y le dijo que no se demore más con ella, que recoja a su enamorada, la que dejó en el
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restaurante. Rané le preguntó si estaba celosa y ella enrojecida intentó negarlo, pero él sabía que le estaba mintiendo. Rané luego de esta pregunta soltó una carcajada y le dijo que la señorita que lo acompañaba, según Elisa su “enamorada”, en realidad era su hermana que aceptó hacerle compañía, su propósito era ver a Elisa. En ese instante Elisa al escuchar esa explicación reflejó su alegría en su rostro al mostrar una sonrisa inmensa, no había más impedimentos para su amor, ambos acercaron sus rostros para sellar ese momento con un beso, pero ocurrió algo, Rané alejó su rostro y le dijo que se mudaría en dos días. Elisa no podía creer lo que le estaba ocurriendo, no soportó tantas situaciones y decidió lanzarse contra él y besarlo, fue el beso más apasionado que ambos recibieron, cuando esta escena tan romántica terminó. Elisa retrocedió sin dejar de mirarlo a los ojos y corrió al interior de su casa, esa fue la última vez que lo vio o eso creía. Cinco años más tarde, Elisa seguía con su vida, esa historia de amor quedó grabada en su mente, ella visitaba a veces el restaurante de esa noche. Un día de esos se le antojó un postre, estaba cerca de ese restaurante, también servían postres, decidió ir en busca de su antojo. Pensaba que jamás lo volvería a ver, pero ahí estaba él, frente a ella, con una enorme sonrisa en su rostro y las más hermosas palabras que ella podía escuchar en ese momento, acompañada de una mirada intensa, él le dijo: “Volví para quedarme, esta vez nada impedirá que esté a tu lado”.
Nicole Traslaviña 40 de Secundaria
Antología de cuentos sobre el amor/ 23
Romeo y Julieta
E
staba emocionado por otro nuevo año en su escuela, pues estaba en cuarto año de secundaria, Romeo estaba muy nervioso, tanto fueron los nervios que llegó tarde al colegio y solo había un asiento libre el cual era junto a una chica llamada Julieta, una de las chicas más hermosas del nivel secundario. Romeo sería afortunado si llamaba la atención de Julieta, pero sería casi imposible porque Julieta nunca le había hablado aunque hayan estudiado tres años juntos. Pues siendo la hora de almuerzo uno de los compañeros de clase le habló Romeo y le felicita por sentarse junto a Julieta, Romeo solo sonrió… Al día siguiente en clase le dejan un proyecto de parejas y para que aprendan a convivir entre ellos, el profesor pidió que sea entre hombre y mujer (ya que los alumnos eran muy distanciados con las alumnas). Julieta, un poco nerviosa, le empezó a hablar a Romeo y le preguntó si podían hacer el proyecto juntos. Él, muy tímido, le respondió que sí. Acordaron que se reunirían en la casa de Julieta. Saliendo de clase Romeo primero fue a su casa a cambiarse y aprovechó para entrar un rato a Facebook y vio a Julieta conectada y le dijo: -Hola, ya me estoy alistando para ir a tu casa c:
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-No, ya no vengas. Oye tú me gustas mucho ya hace tres años, apenas te vi supe que eras el amor de mi vida, así que espero que tu sientas lo mismo que yo, no te hablé antes, porque tenía el temor de que mis padres se enteren y hagan locuras para separarnos, así que te esperaré porque sé que mis padres no te podrán aceptar, pues quiero que sepas que lo que voy a hacer es por ti… <3 Romeo no entendía así que fue corriendo hacia la casa de Julieta y vio a la ambulancia y los padres de Julieta llorando y se acercó a preguntar al mayordomo de la casa qué fue lo que pasó, el mayordomo le contestó que la señorita Julieta se había suicidado y que con su sangre había escrito en su espejo, TE ESPERARÉ <3 SÉ QUE EN EL MÁS ALLÁ PODREMOS ESTAR JUNTOS. Romeo ya sabía que ese mensaje era para él. Fue corriendo hacia su casa totalmente desesperado, su madre abrió la puerta y él se dirigió directo a la cocina, agarró un cuchillo y se lo clavó en el pecho, su madre se asustó y desesperada le dijo: -¡¿Hijo por qué lo haces?! -Mamá yo la amo y por ella hasta moriría –Fueron las últimas palabras de Romeo -mientras sangraba-. Su amor era puro y sincero. ELLOS MUERIERON POR AMOR, PERO EL AMOR NO MURIÓ PARA ELLOS…
Flor Orellana 30 de Secundaria
Antología de cuentos sobre el amor/ 25
Pérdida
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l atardecer me sabia tan a “nada” , no recuerdo cuando volví a sentir todo lo que era cariño, tal vez cuando dejé de transmitirlo hacia las personas, desde que se fue ella que lograba ponerme feliz en mis peores momentos y me levantaba cuando no podía seguir, cuando pensaba en rendirme. Ella siempre me daba fuerzas, ahora no está. Pensaba que ya no podría seguir, que todo acababa ahí, pero, quién sabe, tal vez era un nuevo comienzo de algo tan distinto a lo que había vivido. Aunque en los entrenamientos no podía parar de sufrir por cada patada, por cada caída, en mi mente siempre estaba su voz repitiéndome “no te rindas, oye, ¿acaso no quieres logar tus sueños? ¿Acaso no quieres lograr tu felicidad? Pues búscala y sigue”. Siempre esas palabras, con esa voz me ayudaba, me levantaba y no me importaba el dolor. Poco a poco empecé a sentirme más libre, no como antes, porque nadie podía reemplazarla. Entre el silencio, pregunto: “¿quién era esa persona?” Era mi madre, ella fue quien me soportó, quien me crió, quien me ayudó, quien me escuchó cuando todos estaban sordos, quien me secó las lágrimas de heridas tan grandes, sus abrazos eran la cura para mi dolor. Pues ya no está aquí y aun así siento que cada día al amanecer ella me recibe con el desayuno que tanto me gustaba, pero esa ya no será mi realidad ¡ya no! Me dirigí hacia mi habitación tenía una sensación extraña como que si estuviera ella ahí al entrar pero no nada, ella no estaba aun así escuché una voz, sí la voz era de ella, solo que no la escuchaba tan bien, no tenía miedo ni nada, pero cuando ya no la escuche, tenía ganas de sonreír de nuevo, sonreír de verdad. Una sonrisa
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apareció en mi rostro y una lágrima se derramó. Aunque ella no estaba conmigo cada partido que tenía, cada entrenamiento que tenía, sé que ella estaba ahí viéndome desde las gradas. A veces fijo mi vista tratando de buscarla, pero nunca la encuentro, eso lo sé, pero aun cuando no la pueda ver ni la puedo sentir físicamente, ella estará en mi mente. Los recuerdos que tuve con ella, muchos recuerdos no los olvidaré. Ya pasaron 2 años desde que no la veo, no la siento, solo la puedo escuchar en mi mente. Las veces que dicen que me rinda son como si me dieran una bofetada, pero la de ella me trata de levantar y la imagino con sus manos suaves; me he acostumbrado a eso, a veces me río de lo que pasa y parece como si ella estuviera riéndose igual. Solo yo puedo sentir eso, nadie más. Algunos creerán que estoy loco, quizá lo esté, porque esas personas no han tenido que pasar por la pérdida de alguien tan importante como su madre, no hago caso a nadie, aun cuando pude recuperar un poco ese sentimiento de felicidad, solo queda esperar cuando la vea. Por ahora solo debo entrenar para logar mi sueño. Tal vez sea una lección lo que me paso. “No rendirse aun cuando las cosas anden mal, cualquier situación que sea, tendrás tiempo para llorar, pero sería obligatorio secar las lágrimas y seguir sin importar nada seguir hasta cumplir tu meta”, me decía. Algún día vendrá una mala noticia que hará ponerte de rodillas ante todos, pero tendrás que superarlo y seguir incluso cuando sigas pensando en aquella noticia que algún día solo será un recuerdo y a veces un gran recuerdo, tu razón para seguir viviendo.
José Antonio Aquino 50 de Secundaria
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El verdadero amor
H
abía una vez, en un colegio, un niño llamado Nehemías. Él era un niño muy estudioso como también era un poco travieso. Un día, cuando fue al colegio, se dio una gran sorpresa. Cuando él y sus amigos estaban jugando en el salón llegó una niña muy hermosa que todos al verla se quedaron con la boca abierta. Ella se llamaba Giselle. Nehemías, cuando la vio, se enamoró de ella. Giselle también se había enamorado de él. Cuando Nehemías se enteró que ella también lo amaba él, le propuso que sea su enamorada. Giselle aceptó y los dos se juraron amor eterno. Cuando llegó el día de su fiesta de promoción, Giselle estaba muy hermosa y Nehemías estaba muy guapo, los dos fueron pareja de baile. Bailaron el vals, jugaron y se divirtieron mucho. Después del baile, Nehemías le tenía una linda sorpresa a Giselle. Él había esperado a que se termine la fiesta para que en señal de su amor le diera el collar que había comprado con mucho amor. Hicieron una promesa de estar juntos para siempre hasta que fueran muy viejitos. Pero, había un problema, que los padres de Giselle tenían planeado llevarla a Canadá a estudiar a la universidad, por lo cual Giselle no estaba de acuerdo, porque extrañaría mucho a Nehemías y sus amigos y toda la vida juntos. Entonces Nehemías y Giselle decidieron escapar lejos de sus padres a otra ciudad y empezar una vida juntos como lo habían soñado siempre. Ellos mismos forjaron su futuro estudiando y trabajando salieron adelante sin decepcionar a sus padres y así vivieron felices para siempre. Daphne Unsihuay 10 de Secundaria
He aquí el amor / 28
El destino quizás
L
o conocí en una fiesta, se llamaba Paolo, eso fue lo que me dijo mi amiga, aquella sonrisa hizo que me pusiera nerviosa, no nos conocíamos, pero el agarró mi mano y comenzamos a bailar, fue algo extraño. Al culminar la fiesta, me puse a pensar y me decía que de seguro ya no lo volvería a ver nunca más. Paolo se acercó a mí. -Oye, ¿cómo te llamas? - Karen – dije No pudimos hablar más, porque mi entrometida amiga me dijo que ya era hora de irnos, no me despedí. Toda la noche pensaba en aquel chico. Primer día de clases, qué aburrido levantarse y ver las caras a mis compañeros, pensaba. Sol pasó por mi casa y nos fuimos juntas a la escuela. Llegamos tarde como siempre. Al entrar noté que había dos chicos nuevos, el primero era un chico extranjero, al otro no pude verle la cara porque estaba recostado sobre la carpeta. -¡Alumno, despierte! - gritó la maestra – Señorita Karen siéntese al lado del alumno nuevo.
Al sentarme, él se levantó y me miró, me sorprendí porque era Paolo, el chico de la sonrisa encantadora, me sentía un poco incomoda, aun así le dije:
Antología de cuentos sobre el amor/ 29
-Así que estudias aquí. -Sí – respondió – No puedo creer que te volviera a ver. Me puse algo roja, sonó la campana del recreo, me paré para poder ir con Sol, pero Paolo agarró mi mano y me pidió que me sentara para poder conversar. -No te vayas, no conozco a nadie, solo a ti, quédate ¿sí? -Está bien- dije. Comenzamos una larga conversación hasta que terminó el recreo, y después terminó la hora del colegio. Paolo me pidió para poder acompañarme hasta mi casa, yo acepté. Íbamos caminando, conversando, le conté sobre mi primer amor y todo el daño que me hizo, él me pregunto: -¿Lo volviste a ver? -No -¿Nunca te llamó para…? -Nunca, ¿Por qué él haría eso? -Porque a veces el primer amor no se olvida. -En mi caso no. -Olvídalo, no dije nada. -¿Y tú, tienes primer amor? -Estoy en busca de la primera y última-dijo. Me quedé en silencio, me despedí, pues podría ser que mi papá me viera con él. Al día siguiente, seguí conversando con él, así fue por un largo tiempo. Paolo se convirtió en mi mejor amigo, quién lo iba a pensar, él me gustaba, pero solo éramos amigos, yo no sabía los sentimientos que él tenía hacia mí, lo único que pasaba por mi mente era que sus sentimientos solo eran de amigo, nada más. Estábamos echados viendo el atardecer en el parque, sin decir ninguna palabra, creí que estaba molesto conmigo, pero no fue así. -Tú eres lo que yo siempre he deseado- dijo. -Paolo qué hablas, ¿estás bien? No digas tonterías – dije eso porque no
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quería que volvieran a herirme, pero lastimosamente yo ya estaba enamorada. -Me gustas- dijo. -¿Te…. te gusto? -Más que nadie que haya conocido- dijo – Estoy dispuesto a todo por ti. - Paolo yo… – se levantó y puso sus labios contra los míos. Entonces, me besó y fue cuando me di cuenta que ya no quería conocer a nadie más. Caminamos agarrados de la mano sin importar lo que digan los demás. Pasaron los meses y mi padre me dio una noticia. -Hija… te irás con tu madre a España por un año. -¿Qué? Papá no puedes decirlo enserio- respondí. -Ya está decidido te vas pasado mañana, tienes dos días para despedirte de tus amigos. -¿Por qué haces esto, papá?- dije. No me respondió y se fue. Me dirigí a mi cuarto, fue en ese instante que decidí llamar a Paolo, para pedirle que nos encontremos en el mismo parque donde siempre íbamos. Él llegó, nos echamos en el pasto, como la primera vez que se confesó. -¿Crees en el amor a larga distancia?- dije. -Más que la larga distancia, creo en el amor, así que no importa las circunstancias, ni los kilómetros si de verdad quieres a alguien. -Pues me tengo que ir a España por un año-dije. -¿Qué? – respondió. -Amor, espérame, por favor- se derramó unas lágrimas en mi mejilla. -Lo haré, te esperaré- me abrazó, secando mis lágrimas.
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Al día siguiente, no fui al colegio, no me gustaban las despedidas. Paolo tampoco quiso ir por quedarse todo el día conmigo. Pasamos toda la tarde juntos, él me besó por última vez. Debía irme a dormir para poder viajar al día siguiente. El avión despegó me sentía devastada, llegué a España. Nueva vida al lado de mi madre. Ella me prohibió tener un celular, me sentía encarcelada, ya quería que pasara el tiempo rápido para poder volver a Perú donde me esperaba Paolo, mi príncipe. No podía comunicarme con él. Pasaron diez meses y no sabía nada de Paolo, de papá, me sentía sofocada por mi madre. Quería que ya pasara un año para poder volverlo a ver. Un año cumplido, el avión hacia Perú despegó, llegué a la casa de mi papa, le pregunté todo lo que paso mientras mi ausencia, él no sabía que yo tenía una relación con Paolo, y fue así como soltó una palabra sin saber que me afectaría demasiado. -Uno de tus compañeros, falleció, nadie sabe qué pasó. -¿Quién papa?- dije -Se llama Paolo, eso fue lo que me dijo tu amiga Sol. No podía creerlo. Comencé a llorar y a desesperarme, abrí la puerta y corrí hacia su casa, sus padres me lo confirmaron. -No sé qué fue lo que paso, dejo una nota diciendo “no aguanto más”– me dijeron. Salí del lugar corriendo y llorando, no lo podía creerlo. El chico perfecto se fue de mi lado, fui al parque donde nos veíamos siempre, me eché en el pasto y comencé a llorar. -Si pudiera volver a escuchar tu risa la guardaría para dejarla sonar cuando en este silencio crece la soledad. ¡Te necesito tanto! – le grité al cielo pensando que él me escucharía. Mayra Belleza 40 de Secundaria
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Pepe odia el amor
P
epe era un joven universitario que gano una beca a la Universidad de Harvard, fue a EE.UU todo pagado, su familia estaba contenta del logro que obtuvo Pepe.
Al llegar a EE.UU se hospedó en la universidad. Pepe esperaba ansioso el primer día de clases, llegó el día y Pepe estaba ansioso. Al entrar al salón de clases lo primero que miró fue a una chica rubia y hermosa, se quedó contemplado por tanta hermosura. Preguntó a algunos amigos cómo se llamaba esa chica, pero sus amigos le dijeron que él le pregunte. A la salida se dirigió a la chica con nervios, le preguntó su nombre y la chica le dijo que se llamaba Dévora. Pepe se sintió como si estuviera a un paso de estar con ella. Pasaron los meses y poco a poco Pepe y Dévora empezaron a ser amigos. Los dos conversaban por Messenger. Pepe decidió declararse a Dévora, le dijo por Messenger, pero Dévora se desconectó. Al día siguiente Dévora lo llamó en la salida. Pepe estaba entusiasmado por lo que le iba a decir Dévora. Dévora le dijo que también le gustaba Pepe así que Pepe le dijo para que sean novios y Dévora le digo que sí. Pepe se sentía la persona más feliz del mundo, cada día le decía a Dévora lo mucho que la amaba, pero Dévora parecía no tomarle importancia.
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Pepe vio unas imágenes en la que Dévora aparecía besándose con su amigo. Pepe entro en una depresión inmensa. Al día siguiente Pepe le dijo a Dévora sobre las imágenes. Dévora le dijo que le estaba sacando la vuelta y también que la perdone. Pepe no le dijo nada y se fue. Al llegar a su casa se encerró en su cuarto, sus padres le preguntaron qué era lo que pasaba y Pepe no les dijo nada. Agarró un cuchillo y decidió cortarse las venas. Las autoridades fueron a su casa y encontraron escritas en las paredes: “El amor es lo peor del mundo por eso odio el amor”.
Gabriel Quispe Quiroz 30 de Secundaria
He aquí el amor / 34
¿A esto se le llama amor?
F
anny, era el nombre de una joven que estaba completamente enamorada de su jefe, Diego. Él era guapo, era de tez clara, tenía cabello castaño y ojos azules, “era el hombre ideal”.
Todas sus secretarias le coqueteaban, usaban prendas cortas y apretadas para llamar su atención, en cambio Fanny no, ella usaba faldas largas, zapatos de anciana y blusas grandes. Una de las secretarias de Diego, Rebeca, era muy hermosa, parecía que a él le gustaba, eso comenzó a pensar Fanny. Ella, ya no sabía qué hacer para enamorarlo, así que decidió hacerse un cambio de look. Al día siguiente, Fanny llegó a su trabajo preciosa, con tacones altos, la falda corta y usó un poco de maquillaje. Diego, se sorprendió al verla, se enamoró de tanta hermosura. Desde ese entonces, él la invitaba a salir. Se divertían mucho juntos. Él fue muy directo con Fanny. Le dijo que la amaba mucho, que quería pasar el resto de su vida a su lado, o sea quería casarse con ella. Fanny muy contenta, aceptó. Planearon la boda durante meses. Se casaron y se compraron un departamento.
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Luego de la boda que fue muy hermosa, empezaron a haber cambios en los dos. Fanny ya no se arreglaba como antes y a Diego no le gustaba que se descuide en su aspecto físico, él le gritaba por estar desarreglada, que no quería tener a una esposa fea. Ella pensaba que esa discusión era algo absurda, así que no le tomó tanta importancia. Pasando cuatro meses de casados, ellos se enteraron que iban a ser padres, era una noticia maravillosa, porque era fruto de su amor. Una tarde, Diego, llegó a casa muy exhausto, porque había tenido algunos problemas en el trabajo. Fanny como buena esposa, le trajo la cena. Él no quiso, ella insistió, y Diego por tanta desesperación, la bofeteo. Luego esto, de golpearle y gritarle, se le hizo costumbre. Ella se sentía inútil, pensaba que todo lo que hacía estaba mal. Fanny, tenía ya cinco meses de embarazo, su barriga estaba grande, Diego no la quería ver así, tanto que le decía “¡Dios Mío!, que fea, estás muy gorda, comes demasiado, luego no me digas nada cuando que deje por otra”. Aquellas palabras tan hirientes, la hicieron pensar, así que decidió dejar de comer. Su doctor le dijo que tenía anemia, que tenía que alimentarse o si no el bebé moriría. Ella volvió a tener el peso de antes, estaba mucho mejor así, Diego la seguía insultando. Una noche, él llegó ebrio, le pegó a Fanny y le dijo: “Me voy, tú prefieres al bebé que ni si quiera nace, que a mí, tú nunca me amaste”, y se fue. Ella trató de detenerlo, pero no pudo. Fanny, llorando, se dirigió hacia la cocina, cogió un cuchillo y se lo clavó en el vientre, para matar a la pobre criatura, echándole la culpa, que por el bebé, Diego la abandonó. Quizá no logró matar a la criatura, pero arruinó su vida, haciendo que se vista de hombre siendo mujer. Nayeli Ugarte 3o de Secundaria
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Lo inesperado
F
ue tan rápido, nadie se daba cuenta con cuánta rapidez había pasado el tiempo, todos creían que este amor iba a durar para siempre. Pero nadie sabía lo que pasaría. Todo comenzó con un simple saludo y luego empezaron a conversar. Se dieron cuenta que tenían mucho en común. Luego empezaron las salidas entre los dos, y cada vez era más frecuente. Su mamá estaba contenta, pero a la vez preocupada, porque se recordó de su primera ilusión y todo lo que vivió termino mal. Cuando la mamá de Lorena le contó lo que le había sucedido con su primera ilusión ella no creyó nada de lo que su mamá le mencionaba. Más bien le daba la contra, decía que Carlos era bueno y respetaba todo lo que ella decía y que su amor iba a ser para siempre. Aunque Lorena no quería hacerle caso a su mamá siguió viviendo su vida igual, y llegó aquella noche en la que decidieron salir. Aquella noche Carlos le había pedido a Lorena que sea su novia y ella sin pensarlo aceptó y no pensó en la advertencia de su mamá. Un día Carlos invitó a Lorena a salir a un restaurante elegante y muy costoso. Iba a pasar por ella a las siete de la noche y Lorena emocionada se fue a la peluquería a ponerse muy linda y se compró un vestido muy caro. Cuando eran las seis, Lorena ya estaba sentada en su sofá muy nerviosa. Pasaron las horas y ya eran las nueve y la mamá de Lorena le había dicho que ya se vaya a descansar, pero Lorena estaba segura de que Carlos iba a venir.
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Al día siguiente Lorena se despertó en el sofá y se fue a su cuarto a cambiarse de ropa, llamó al celular de Carlos, pero no contestaba. Luego le mandó un mensaje preguntándole dónde estaba y que estaba molesta y decepcionada. Cuando bajó a tomar desayuno su madre le dijo que alguien había dejado una carta en la puerta y Lorena pensó que era una carta de perdón, pero nadie sabía lo que decía la carta. Lorena no quería que nadie supiera de qué se trataba y se fue a su cuarto. Cuando abrió la carta se dio cuenta de que no era una carta de amor sino una carta de despedida. La gran sonrisa que tenía Lorena se fue desvaneciendo poco a poco. Al concluir la carta Carlos le dijo que ya no podían seguir juntos, porque no podían tener una relación a larga distancia. Después de pasar muchos meses Lorena se dio cuenta de que su amor ya no iba a funcionar por más que no quería dejarlo ir. Cuando vio las fotos, vio los momentos que pasaron y decidió renovar su vida; fue al barranco y tiró sus fotos y ahí conoció a un chico llamado Ricardo, pero no pasó nada y solo fueron amigos.
Mabel Cabanillas 20 de Secundaria
He aquí el amor / 38
Beso, beso
E
n la hora de recreo, Rosa se acercó a su profesora y le contó que le gustaba un chico de otro grado, su profesora le aconsejó que no se acercara a otro salón, porque eran maleados. Rosa no le hizo caso, ella le contó a su mejor amiga lo que la profesora le había dicho. Martha, su mejor amiga, le dijo no le tome importancia, que solo es un año mayor el chico y eso no es nada. Rosa en la hora de recreo, paseaba con su amiga y en varias ocasiones se encontraba con Nicolás, el chico solo pasaba, pero Rosa se ponía a gritar o hablar fuerte. Ella quería llamar la atención del chico, pero él no le hacía caso. Rosa tenía amigas en tercero de secundaria, las chicas de tercero le decían a Rosa para ir a un evento y que ellas llevarían a Nicolás para que baile con ella. Rosa toda emocionada dijo que "sí". Llegó el día del evento, Rosa era nueva en eso, porque ella nunca había ido a un evento. Sus amigas de tercero fueron a la casa de Rosa para ir al evento. Ella preguntó por Nicolás, sus amigas dijeron que él iba a ir directo al evento. Entraron, comenzó la música, estaba lleno de gente, pero Rosa no quería bailar, ella estaba sentada y un poco aburrida. Después de un momento llegó Nicolás, pero Rosa no se había dado cuenta. Nicolás se acercó a Rosa y le preguntó si quería bailar. Ella toda emocionada dijo que "sí".
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Comenzaron a bailar y todos sus amigos comenzaron a molestarlos. De pronto, una chica de tercero grita "BESO, BESO". Rosa al escucharlo se puso roja y Nicolás se puso nervioso. Nicolás de tanto escuchar esa palabra, no lo soportó y la besó. Todos se sorprendieron porque sabían que Nicolás era serio y no mostraba sentimientos de amor hacía alguna persona. Cuando terminó el evento Nicolás se acercó a Rosa y le dijo "te amo".
Irina Ccorpa 30 de Secundaria
He aquí el amor / 40
Amor en la cárcel
“
Professionals steal” se llamaba la banda más peligrosa del mundo entero. Robaban bancos, entraban a casas para robar, robaban dinero de empresas, etc. Los policías los andaba buscando por todo sitio, pero nada daba resultado. La banda estaba formada por cuatro hombres: Andy, Franco, Walter y Freddy.
Andy era un adolescente como todos, pero un día él quedó solo en casa cuando sus padres salieron a comprar la estrella de su árbol, un día antes de navidad. Ellos no llegaban pero luego Andy se enteró que sus padres habían sido atropellados y que la muerte lo había llegado instantáneamente. Andy sufrió mucho pero encontró un mejor lugar para él ya que ganaba dinero fácil. Franco y Freddy eran hermanos, ellos se escaparon de la casa porque no aguantaban el carácter de sus padres, se metieron en drogas por lo que luego decidieron formar una banda. Walter era huérfano, vivía solo con su hermano mayor, pero se casó y se fue a vivir con su esposa dejando solo a Walter. Walter caminaba solo en la calle, cuando de pronto se encontró con Andy, su antiguo compañero de la primaria y juntos conocieron a Walter y Freddy. Así se formó la banda “Professional steal”. Un sábado, los cuatro hombres decidieron asaltar una empresa, ellos no le temían a nada ya que todo les salía bien.
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En el momento del robo, Andy observó por demasiado tiempo a una señorita que compraba dulces en una tienda, ella era muy bella, tenía una flor en el pelo y tenía una mirada llena de bondad. Esto provocó que hubiera un error en el robo y fallaron. Fueron atrapados por dos policías y los condenaron por diez años de cárcel. Mientras éstos pagaban por todo lo que habían hecho, de los cuatro, uno se dejó llevar por el amor en la cárcel, era de una señorita, la misma señorita que había visto comprar en la tienda. Andy la miraba imparablemente, ella se encargaba de hacer limpieza por los pasadizos. Poco a poco Andy iba cambiando de forma de ser, ahora era más caballeroso y tenía arrepentimientos de haber robado. Estrella también admiraba a Andy por sus actitudes y logros en la cárcel. Andy y Estrella se conocieron cuando Estrella había tropezado haciendo limpieza y Andy la había ayudado. Mientras más se conocían, más se enamoraban y sentían un sentimiento muy profundo. Diez años después, Andy volvió a ver el cielo y se sentía libre. Estrella y Andy pensaban casarse, Andy muy emocionado, fue a contarles a sus amigos de la banda pero se tomó de sorpresa cuando sus amigos de la banda le dijeron: “O te casas y sigues siendo el chico bueno o eres hombre como nosotros y sigues en la banda, pero si eliges la primera opción, te matamos” Andy no quería morir pero tampoco quería seguir en la banda. Le costó mucho tomar una decisión hasta que se dio cuenta que amaba mucho a estrella y no quería decepcionarla. Apenas acabó de decirles a su ex banda que prefería morir que seguir en la banda, Franco sacó un cuchillo pero en ese instante entró Estrella y defendió a Andy, esto sorprendió mucho porque ella peleaba muy bien. Cuando terminó de dar a todos su merecido, Estrella se dio cuenta de que Andy no estaba. Ahora ya pasaron años desde ese día y Estrella está ahora en un manicomio porque en ese triste día uno de los hombres de la banda escapó para matar a Andy. Pero ella no quiere admitir que Andy está muerto porque para ella vive en su mente, en su imaginación, vive dentro de ella. Mariel Orellana Jurado 30 de Secundaria
He aquí el amor / 42
Perdí mi corazón
M
is labios se congelaron- dije desesperadamente; -¡mis labios se congelaron! Grité, pero nadie me oía. Solo las paredes de aquel solitario cuarto donde crecí. Los únicos momentos que veía a mis padres era en la cena, donde supuestamente se “unía la familia”. Era el momento más odiado de mi vida, ¿por qué tenía que verlos? Si ya sabiendo que eran mis padres me bastaba. Mamá, como siempre, llegaba cansada y qué decir de papá. Todos callábamos en la hora de la cenar, a nadie se le ocurría comenzar una conversación. ¡Yo! Era como un fantasma que nadie veía, ni siquiera preguntaban cómo me había ido en el colegio, les importaba un pepino lo que pasaba conmigo, con tal de ver mi rostro sin ningún rasguño, para ellos estaba bien. Todos cargábamos un dolor inmenso en nuestros corazones, hasta ese momento nadie había podido superar aquella perdida tan repentina; nuestro angelito se fue al cielo sin antes haberle demostrado que era mi energía de todos los días. Erábamos tan felices los cuatro; no existía un día sin una anécdota. Se podría decir que en ese momento era una familia perfecta. Pero, como todo inicio tiene su fin, el mío llegó sin antes haberlo disfrutado.
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Desde que partió al otro mundo (si en caso que existe), nuestra vida se volvió una rutina, hacíamos las cosas por hacer sin ningún objetivo. Fernanda, mi madre, se había vuelto adicta al trabajo. Samuel, mi padre, entró en el vicio del alcohol y la ludopatía. Yo James me quedé solo, convirtiéndome adicto y vicioso a la soledad. Iba al colegio y mis compañeros me miraban con una cara de pena, sé que quisieron ayudarme en su momento, pero el dolor que siento nadie puede curarlo así de fácil. Andaba tan solo hasta el punto que me pusieron de apodo “sin amigos”, bueno en realidad no es que me gustó o disgustó solo que poco a poco empecé a asimilarlo, tal vez cuando caí en la depresión y no me daba cuenta que me alejaba de todo y solo pensaba en el dolor que sentía. Ya había pasado un año y medio desde que Camila murió, a pesar del tiempo que transcurrió yo no dejaba de pasar por donde ella caminaba y reía. Un año y medio ¡sí! Las lágrimas se acabaron. Jueves será el día que nunca olvidaré. Llegué a casa, mis padres peleaban; todas las cosas que con tanto esfuerzo habían adquirido estaban hechas pedazos. Solo los miré y corrí hacia mi cuarto; tiré mi mochila, fui a sentarme a la esquina en el único lugar donde me sentía protegido; mis lágrimas ya no salían de mis ojos; solo sentía un golpe en el corazón, que no me dejaba respirar; un golpe; golpe que mis propios padres me habían otorgado desde siempre. Me preguntaba todos los días; si Camila nos veía, si estaba odiando a mis padres por portarse así conmigo. ¡Yo! Que no tuve la culpa de que tuviera esa enfermedad, porque de haberla tenido yo, hubiera hecho lo que fuera por curarla para no vivir este infierno. No solo me preguntaba eso, si es que aún te quería o es que mi corazón solo sentía odio. Ya no puedo soportar este dolor, esta soledad, esta angustia. Me senté en la ventana viendo el día gris. Con lágrimas en los ojos, y con lo poco que me quedaba de fuerzas dije: “MIS LABIOS SE CONGELARON Y MI ALMA TAMBIÉN”.
Anacely Yupa 40 de Secundaria
He aquí el amor / 44
Manuel y la confusión por sus dos amores
M
anuel era un chico de 16 años que siempre andaba con un balón en los pies, ya que su máxima aspiración era ser un futbolista profesional.
Manuel, como todos los días (después de salir del colegio) iba rumbo a su entrenamiento (pero esta vez iba a suceder algo inesperado), después de salir de su entrenamiento, se quedó un rato solo en la cancha de la esquina de su casa para hacer dominaditas con el balón. Al voltear se dio cuenta que no estaba solo, una chica llamado Ruth de 15 años le estaba observando y al darse cuenta de que Manuel se dio cuenta, le pidió que le entregue el balón por un momento. Manuel, todo tímido, le da y observa que Ruth hace 120 dominadas sin que el balón toque al suelo. Manuel sorprendido por lo que hizo se le acerca y le pregunta si sabe jugar y si le gusta el fútbol. Ruth, toda tímida, le dice que sí. Manuel totalmente sorprendido, empezó a sentir como si estuviera volando e imaginándose cosas futuras con ella. Manuel le pidió jugar fútbol y Ruth aceptó, así pasó el tiempo y luego acabó el mini-fulbito, luego se despidieron y dijeron para volverse a encontrar en la misma losa deportiva.
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En el colegio tanto Manuel como Ruth no se dejaban de pensar uno al otro. Tanto era su gusto que cuando se volvieron a encontrar. Manuel pidió para que sea su enamorada y Ruth aceptó. Después de 8 meses de enamorados, Ruth ya no era la de antes, no le gustaba ya el fútbol, ahora más bien se preocupaba más por sus estudios y Manuel seguía con sus deseos de ser futbolista, pero con eso tenía menos tiempo para estar con Ruth a pesar que seguía muy enamorado. Un día Ruth se dio cuenta que ya no daba para más la relación, ya que casi ni se veían. Ella lo citó a Manuel en la losa donde se conocieron y le pidió que venga con su balón. Manuel no pudo saber con exactitud el porqué de la cita. Cuando se vieron, Ruth le hizo la pregunta más difícil a un chico apasionado por el fútbol y que quiere a su enamorada: “¿El fútbol o yo?” Cuando escuchó la pregunta, Manuel simplemente se quedó mudo por un rato hasta que volvió a hablar y dijo: -¿Sabes?, esas palabras me duele mucho ya que tú y el fútbol significan mucho para mí, pero con esa pregunta también me hiciste entender que no me quieres como dijiste, ya que si en verdad lo hubieras hecho, nunca me hubieras hecho esa pregunta. Ruth confundida y culpable por formular esa pregunta, le intentó pedir disculpas, pero Manuel simplemente la miró fijamente a los ojos, la besó por última vez y le dijo: –Cuídate mucho. Luego agarró su balón y se fue haciendo dominaditas hasta su casa.
Jesús Chahua Salvatierra 50 de Secundaria
He aquí el amor / 46
Un simple amor
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espués de tanto tiempo las clases habían comenzado. Para muchos niños eso era lo peor que les puede pasar en sus vidas, pero, esta vez sería especial. Se podría decir que el primer día de clases Tina y Marcelo aprenderían la mayor lección de sus vidas. En cuanto sus miradas chocaron, supieron lo que sentían, para ellos fue un sentimiento instantáneo y sabían lo que debían hacer.
A la hora de recreo ambos se buscaron por todos los rincones del colegio, por cada lugar, por cada salón, hasta que se encontraron en el patio. Al verse de nuevo sus labios solo dijeron: “Hola”. Tuvieron la oportunidad de poder conversar o entenderse mejor, pero no pudieron. Un extraño temor nubló sus mentes, la desesperación de ambos evitó que pensaran en otra cosa, sus mentes estaban aterrorizadas con una pregunta: “¿Qué pasa si no le gusto?” Terminó el recreo y todos entraron a sus salones. Ambos pensaron lo mismo: “A la hora del almuerzo lo haré, no puedo fallar”. Y así tocó el timbre anunciando el segundo recreo, la hora de la verdad. Bajando por las escaleras se volvieron a encontrar al final del pasillo, en ese momento el temor volvió a nublar sus mentes igual que la desesperación. Lo tan pensado y ansiado se esfumó en un instante, simplemente actuaron como si no hubieran visto a nadie y huyeron. Tan solo recordar sus rostros los aterrorizaba. Sus oportunidades habían acabado, el día estaba por acabar y sus mentes no soportaban nada más. Decidieron que era
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imposible que ellos llegasen a algo. Terminaron las clases, se tomaron su tiempo en alistar sus cosas y lentamente ambos bajaban, escalón por escalón, llegaron al portón y se vieron una vez más, pero algo había cambiado. Ya no sentían temor alguno, ni siquiera estaban desesperados. No entendían por qué, solo una idea les vino a la mente y ambos dijeron: “Seamos amigos”. Al decir esa frase ambos se liberaron de un gran pesar. El poder por fin hablar con tanta facilidad y sin nada que se interponga, “Qué bien me siento ahora”, es lo último que pensaron por el resto del día. A veces creemos que el amor es un sentimiento maravilloso y que cada vez que lo sentimos nos llega una gran felicidad, pero no es así, mucho amor solo nos causa más preocupaciones, y a veces, ser amigos es mucho mejor que ser novios.
Jorge Tomas Castro 2o de Secundaria
He aquí el amor / 48
El tiempo de la perfección
S
oñó cada momento con el trozo de cabello recogido con trenza francesa, y acariciar cada cabello sin saber que podía conseguirlo. Willy siempre tenía un ideal para el amor, la de encontrar a una “chica perfecta”. El mal rumbo hacia el amor de Willy empezó hace mucho tiempo, cuando los enamorados tomaban riesgos, en ese entonces. Siempre caminó solo en las salidas de la escuela, inspirado por el mal talento de atraer a toda mujer que se le cruzaba por el camino. Pasaban chicas hermosas, de piel suave e “inteligentes” sin conocerlas, pero ellas observaban distinto al pobre Willy. Pasaron ya 25 años, los hombros de Willy se ensancharon, su cabello ya no lucia el mismo, su forma de vestir más parecía la de un adulto fraudulento, pero su forma de pensar seguía siendo la misma. El mal humor de sus padres, las luchas por ser quien dirija el hogar y, sobre todo, la cobardía de aquel Sr. Pickman Queens, con pelos hasta en el pecho, hizo que Willy tenga deseos obsesivos por la perfección, que resultaba una forma para escapar. La tecnología había cambiado, era lo único que a Willy le gustaba del cambio, los efectos de piel, la comida y esa cápsula que solían tomar para sentirse bien. Aquella noche de arduo frío, Willy soñó por fin encontrar a la chica perfecta y que todo solía ser real. Recordó en el sueño a Robinson Clark,
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la chica que salió con él hace unos días, tenía unos 29 años. Tenía una arremetedora belleza ficticia, porque usaba químicos para aparentar lo que no tenía. Se levantó desesperado, todo era un sueño y, sobre todo, pensaba en cómo realizarlo. Se acordó en salir a la calle, caminando por las reducidas cuadras, observó en las tiendas de belleza, de maquillaje, de labios perfectos de colores y encontró moldes de rostros; se pasó mirando unos minutos, tenía el entusiasmo de comprar, de tener en sus manos esas bellezas de artificialidad. Llegó a casa desesperado, impulsado por encontrar el amor perfecto. Sin esperar más, Willy empezó a construir, empezó desde la cabeza, luego repasó los planos del cuerpo hasta los pies, el sueño de aquel hombre se estaba realizando, se fortalecía más y más cuando recordaba que era especial entre los demás. Cada individuo que pasaba se retorcía del espantoso ruido que se realizaba en aquella casa. Al amanecer se despertó con tanto entusiasmo, sin duda, la muñeca que tanto prefirió estaba construida con cada pieza exacta. El adorno frío en su cabellera, las prendas apretadas que usaba, los pendientes bicolores, los zapatos de cuero maltratado y un rostro totalmente suave y hermoso. Pasaron unos meses y Willy sentía el placer de lo que consiguió. Pues la muñeca ya tenía nombre. La llamo Clark. Willy siempre supuso que lo que hacía estaba bien, pues él nunca estaba con alguien. Pasaron unos meses y encontramos a Willy en el pasadizo de una avenida tirado, cogiendo con firmeza a una muñeca que parecía real. En la frente llevaba mi nombre. Sin duda, el pobre hombre lo había perdido todo después de que hace unos años estuvo en un albergue para orates, pues yo era la ayudante del psiquiatra que intentaba curarlo haciéndole daño. Cada mañana me pregunto quién era esa persona, aquella que se acostaba a las 9:00 p.m., y se despertaba a las 7:00 a.m., aquella persona que no era perfecta, pero si un demente. Alex Maricahua 30 de Secundaria
He aquí el amor / 50
Juntos en un guiso
L
uego de ser cosechadas, la zanahoria se vio con el tomate y se enamoraron. Los dos salían juntos, cantaban juntos y arrancaban sus raíces juntos, en fin todo lo hacían juntos.
Recordaban cuando los dos apenas eran unas semillas y cuando los plantaron. Las demás zanahorias y tomates no aceptaban su relación ya que decían que eran muy diferentes, pero a ellos dos no les importaba lo que decían los demás. En la noche la señora Betty, que vendía frutas, decidió que cada fruta y verdura iban a ser mandadas para ser vendidas. Esa misma noche el tomate y la zanahoria decidieron que iban a estar juntos y por pura casualidad los dos llegaron al mismo puesto de venta. Los dos siempre se escondían, porque tenían miedo a que los separen cuando sean vendidos. Hasta que cierto día la señora Betty se dio cuenta que la mayoría se estaba pudriendo y decidió ofertarlos. Cuando los dos fueron vendidos se dieron cuenta de que estaban en el mismo lugar y se alegraron por eso. Hasta que los pusieron en la refrigeradora cada uno con su grupo y se entristecieron. Al día siguiente la señora hizo un rico guiso y sacó de la refrigeradora una zanahoria, el tomate al ver esto se lanzó al guiso junto a la zanahoria y los dos murieron cocinados. Alanis Chacón 30 de Secundaria
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Ella
E
n una tarde de SOLEDAD que me moría de SUEÑO el odio hacia el AMOR no correspondido, le provocó una HERIDA muy profunda en el CORAZON. Pues la INOCENCIA de ella no le permitió ver que él no la quería como ella lo quería a él. Sus OJOS solo reflejaban tristeza, porque ella malinterpretó las buenas obras que él hacia por ella, pues ella sentía que él sentía lo mismo que ella hacia él. Él le envió un MENSAJE por Facebook pidiéndole disculpas por no haberle correspondido, ella se puso a leer un LIBRO para que se distraiga un poco y así ya no estaría triste por lo que le había pasado. Cuando ella lo volvió a ver después de un buen tiempo, se le vinieron los recuerdos del pasado. Ella lo seguía queriendo, él se le acercó y le habló, ella prefirió el SILENCIO. Él ya se imaginaba lo que en VERDAD le pasaba y se fue. Ella no quiso a otro, a otro como lo quiso a él. Según ella lo amó más que a nadie y nunca volverá amar a nadie como lo había amado antes, porque tiene miedo de que se vuelva a repetir lo que ya le había pasado.
Heydi Torvisco 30 de Secundaria
He aquí el amor / 52
Los necesito
Y
o nací y viví en un lugar de mal vivir, conocí a varias personas quienes no eran las indicadas para convivir, había ingresado ya más de una vez a la cárcel para adolescentes. Una de mis faltas fue matar a una persona por dinero. “La necesidad fue la que me obligó. Mi madre padece cáncer y está demasiado grave, no tengo trabajo, busco trabajo, pero no lo encuentro. Por favor, compréndanme.” Eso dije. Mi madre es la única familia viva que tengo. Papá me dejó de pequeño y aún no lo supero. Su partida fue muy dura para mí como para mi madre. Y tengo en mi mente que mi compañero, el rico envidioso, mando a matarlo como venganza por darle su paliza por presumido. Ese maldito lo hizo. Ahora me encuentro en bancarrota pidiendo limosna en las calles. Ahora tengo 24 años, recién salí de la cárcel, no tengo ningún familiar cercano, mis padres murieron y sin ellos no tengo vida. “La vida es dura” siempre eso me dijo mi padre cuando yo era un risueño niño pequeño. Aun así de pequeño no hice caso a los consejos de mi papá, fui muy testarudo al hacer nulo su sabiduría y ahora lo pago caro.
Antología de cuentos sobre el amor/ 53
Siempre he andado por el mal camino robando, matando, hasta violando a las chicas que yo quería. Tanta fue mi ignorancia que cada vez que una mujer que me informaba que esperaba un hijo mío la asesinaba fríamente. Tanta fue la locura y cobardía de no querer la obligación, de tener esa responsabilidad de criar a un bebe. Esos momento nunca más volverán, ahí no fui consciente de que arruinaba mi vida por creerme “Rey de mundo”, y hoy verifico que no era verdad. Hoy pasé por la calle donde transcurrió mi infancia. Ha cambiado mucho desde entonces, ahora veo a más personas blancas con escasez económica, bueno la pobreza no distingue color o raza después de todo. Bueno esta es mi despedida, me encuentro encima de una silla debajo de un viejo puente amarrándome una soga al cuello y preparado para que mi alma se libere de esta vida tan cruel. Espero volver a reunirme con mis padres, pero por ahora solamente gritaré: “los necesito”.
Fernando Sánchez Horna 40 de Secundaria
He aquí el amor / 54
¿Existe el amor?
U
n día de clase, un día aburrido sin sentido para mí, pues, no sé si para ellos también. No sé si también se acordarán de mí, yo me siento atrás en salón, no soy tan sociable que digamos. Ese día era primer día de clase y se me cruzó un chico lindo. Todas las chicas se morían por él y yo no lo veían tan guapo que digamos, solo lo veía como una persona común y corriente, pero todas las chicas lo trataban como si fuera un famoso. El chico se llamaba Gabriel, un lindo nombre para un chico como él. Somos muy diferentes, porque él viene de clase alta, y vivía en La Molina, pero no sé por qué se vino a este colegio y bueno yo era una chica normal, pero un poco diferentes a las demás, creo. En el momento en que se acercó me puse tímida y con miedo, porque no me hablaba con nadie y pensé que él me iba a molestar, pero al contrario, él quiso ser mi amigo y acepté. Pasando los días pude construir la confianza en mí, todos pensaban que yo estaba con él porque parábamos juntos y me trataba lindo. Sinceramente era un chico que toda chica quisiera tener, pero me dijeron algo de él que me decepcionó mucho. El sábado fue a mi casa a recogerme para irnos al parque, como todos los sábados, y ese día le pregunte… ¿Qué es agarre? Él se quedó mirando el cielo celeste, luego miró abajo, toda la tierra, y luego me miró a la cara y todo quedó en un silencio y me retiré. Yo ya no le quería ver, él pensó que era como una de las chicas del salón, toda alocada y regalona, pues se equivocaba, porque yo no era así.
Antología de cuentos sobre el amor/ 55
Me buscó como loco para explicarme sobre ese tema, yo ya no tenía nada que hablar con él, porque me falló y si me falló a la primera, pues ¿qué será a la segunda? ¿Sexo? Yo quiero seguir virgen, y es por eso que no quise verlo más, pero él fue a mi casa con un ramo de flores, un oso grande, y una serenata y yo me pregunté: ¿Para qué es todo eso? Lo dije en mi mente con la misma mirada que lo vi la primera vez, y él se arrodilló pidiendo disculpas y explicándome sobre ese tema pendiente, pero no fue de lo único que me enteré, también sabía que él gustaba de mí y es por eso que también me alejaba, porque tenía miedo de qué diría sobre eso. Yo lo quería mucho, pero como amigo nada más y eso lo dejamos en claro la primera vez para no llegar hasta estos problemas, pero yo era la que hacía las cosas más difíciles, porque no le daba una oportunidad de amar, sin embargo, para mí científicamente, no existe el amor, porque es pura tontería y una pérdida de tiempo, ya que al final hay más, unos vienen y otros se van e iba a ser la misma cosa, por eso huía de él, porque tenía miedo de que no sea verdad que supuestamente me amaba, por eso no quise darle esa oportunidad, pero a la vez peleaba conmigo misma, porque yo quería estar con él, ya que en esos tiempos en que estuvimos como amigos, cambió mucho y me demostró madurez con él mismo y hacia los demás también. Pasé muchos días pensando sobre eso, y no me di cuenta de lo que me estaba perdiendo, busqué y busqué para ver otro chico como él, pero olvidé que sin su amor me sentía vacía, sin embargo, luego de eso pasaron muchas cosas en mi mente y me pregunté: ¿Existe el amor?
Diana Rodríguez Limaylla 20 de Secundaria
He aquí el amor / 56
El amor es ciego
D
ecidió irse de su casa, porque sentía que su vida no valía la pena y empezó a decir que tenías ganas de matarse. Su enamorado con el que tenía ya 4 años de relación le había dejado. Decía que eso era la única razón más fuerte que había tenido para hacer una locura. Su madre le dijo no hagas cosas que quizás más adelante te podrás arrepentir, la vida sigue y no es el único hombre en el mundo. La excusa de Marcela era que él era el amor de su vida. Pasando los días, semanas. Marcela no se sentía bien ya no podía más, salió diciendo a su mamá que iba a ir a alguna amiga, su madre se puso contenta al ver que su hija iba a salir por fin de su cuarto, pero en ningún momento pensó que Marcela salía para terminar su sufrimiento matándose por amor. Salió, se fue directo al parque que había a la vuela de su casa, ahí había un árbol perfecto para poder colgarse. Ella fue hacia ese parque, porque no había gente. Fue a la ferretería compro 7 metros de soga gruesa, muy desahuciada se dirigió de frente al árbol, la calle ya estaba oscura agarró se subió al árbol y amarró la soga, puso piedras para poder alcanzar la soga y se la amarró en el cuello. Sus últimas palabras fueron: Perdóname mamá, te amo. Su madre al ver que no regresaba, porque ya eran las 3 de la mañana, decidió llamar algunas amigas de ella para saber si alguna sabía algo de Marcela. Nadie le dio noticia de ella. Decidió irse a la comisaría para que pudieran ayudar a encontrar a su hija, su madre no sabía qué hacer. Explicó a la comisaria el ánimo de su hija y por los problemas de
Antología de cuentos sobre el amor/ 57
depresión que estaba pasando. La policía ya tenías algunas hipótesis. Buscando y buscando en poco tiempo llegaron a encontrar a Marcela, pero la encontraron colgada en el árbol. Llamaron a la madre, el comisario que llevaba el caso le dijo: Señora tiene que ser fuerte, su hija está muerta la encontramos en un parque en un árbol colgada, lo sentimos señora. La madre no sabía qué hacer, se desmayó, no podía creer lo que le había pasado a su hija. Alarmados por la reacción, el comisario llamó a una ambulancia y al llegar al hospital la señora, había muerto. Dijeron que había sufrido un paro cardiaco. Ella sufría de eso. No pudieron hacer nada más por ella. La madre e hija murieron, la vida de ellas continuó en el cielo, juntas como siempre, de nuevo a pesar de todo. El enamorado, al enterarse de eso, se sentía culpable, pero con el tiempo él supo superarlo, y no le pasó lo mismo que le sucedió a su ex enamorada.
Ximena Aguilar 40 de Secundaria
He aquí el amor Antología de cuentos sobre el amor de la I.E.P “Virgen de Fátima Milagrosa” (Secundaria) Se terminó de imprimir en los talleres gráficos de Ediciones Letra en Llamas en setiembre de 2015 con un tiraje de 300 ejemplares.