Serendepia 02

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SEREN EPIA Del accidente a las letras

AĂąo: 01 NĂşmero: 02 Bimestral: Julio-Agosto revistaserendepia.art@gmail.com 1



EDITORIAL SERENDIPIA: La razon de la

locura

Serendepia ha dado sus primeros pasos, con emoción, con ansias, con esperanzas pero también con obstáculos que cualquiera con sentido común vería imposibles de superar –nosotros no tenemos sentido común- nos levantamos por lo que alguna vez no tuvo intensiones de nada, y hoy las tiene de todo. Seguimos de pie, desnudos, caminando a tientas, mientras nuestros pies no dejan de posicionarse uno frente al otro. Recordamos con este caminar nuestra infancia cuando equilibrábamos al pasar por el borde de las banquetas. Ahora nuestras vidas se subordinan alineándose apasionadamente a un objetivo más grande que nosotros: el llevar a todos ustedes una nueva visión, o eso pretendemos, empezando con este pequeño gran intento de hacer audibles pensamientos nuevos que les permitan escuchar los propios. Nuevamente la revista nos cobija para que podamos mostrar lo que pensamos y sentimos, esta vez, con un tema del que creemos conocer pero todos diferimos: La locura. Parece ser, que todos vemos las locuras de otros y no las propias, tal vez la locura es sólo la forma de una realidad. Serendepia, nos muestra distintas realidades, distintas locuras; todas provenientes de distintos lugares y en representaciones disímiles. Mirar hacia otros lados no siempre es estar dispersos, nos transformamos como El Prisma -en un monstruo mítico- admirando otros escenarios. En sus manos tiene textos e imágenes inéditas elaborados por artistas de igual forma, en gran calidad para escalar hasta su pensamiento. Hacerlos mirar no es el cometido, llegar a la realidad es tocar y adentrarse. Tenga pues su Serendepia que lo espera con la locura en las manos, esperando que la desplome de este accidente a las letras.

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ÍNDICE (entre el corazón y el pulgar)

Hipnosis 6 Edilberto Leyva Invitación a lo absurdo 7 Jesús Huerta Sólo para que lo sepas 8 María Bovier Homage a Cowell 9 Gerardo Rozán Alice Hopkins 10 Ruvb Camarena La furia y el sonido 12 Ecce Osso Gloria siempre al honor 14 Adrian Nava Huir al silencio18 Alejandro Tenorio M Cotard 19 Hank Le Bord El imaginario 20 Naná Garcí Tengo ganas de volverme loca 22 María Celeste Fragmentos de una bestia 24 Racconto Urahara Shhh 26 Letras Secretas Nuevos súbditos 27 Introspectivo 30

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DIRECTORIO Directora/Editora: Noemí Nitzayé Hernández García Diseño Emmanuel Antonio López Arte e Ilustración Ivan Santiago Méndez Fernando Zárate Garduño Valentín Pacelli Equipo de redacción Carlos Javier Cruz Sánchez Francisco Quintana Ventas y publicidad: José María Arias Méndez Andrea Villavicencio Dionicio Colaboradores: Letras Secretas, Adrian R. Nava, Racconto Urahara, María Bovier, Edilberto Leyva, Alejandro Tenorio, Jesús Huerta, María Celeste, EcceOsso, Hank Le Bord, Gerardo Rozán,NanáGarcí. Taller Iguano Choco (TIC) Calle Sierra de Ixtlán Residencial los Mangos, Edificio I Depto 304 Santa Cruz Huatulco C.P 70989 Tel 01 9511825302 No. 2 Julio – Agosto 2015 con sede en Bahías de Huatulco Oaxaca México, elaborado y editado en Taller Iguano Choco (TIC). Serendepia es una revista bimestral cultural, que tiene como objetivo mostrar el trabajo artístico de sus autores; así que todo texto e imagen es creación y pensamiento de cada autor. Si te ha gustado todo o parte de su contenido y quieres tomarlo, es importante que cites la revista, los autores y preguntar con qué fin es suscitada la publicación. Somos un grupo bastante respetuoso así que podrás encontrar diversos puntos de vista de un solo tema, así también aceptamos las críticas, posibles disgustos y ¿Por qué no? Felicitaciones y colaboraciones que se quieran realizar directamente al correo electrónico. Contacto revistaserendepia.art@gmail.com www.facebook.com/revistaserendepia

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Hipnosis Edilberto Leyva

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uy bien, recuéstate, relájate y ahora cierra los ojos. Te encuentras sentado sobre un sofá gris igual de viejo que tú y con el mismo pesar, te das cuenta que si te dejas caer de golpe sobre él, el alma de éste se levantará en forma de polvo y arremeterá contra tu decrépito cuerpo, puedes sentir cómo el hedor atraviesa abruptamente por tus fosas nasales, alcanzas a distinguir orina de ratas y leche caduca, no sientes náuseas, estás habituado a ello.

constante que no es mucha, pero es la suficiente para huir, pestañeas y cuando abres los ojos te das cuenta que estás conduciendo tu bicicleta por una carretera solitaria y que está techada de ramas de árboles enormes. El otoño es innegable en ese momento, y por la posición del sol sabes que es de tarde. Quieres parar y quedarte a vivir en ese tramo de carretera pero sabes que si lo haces no habrá más que hojas cayendo y puestas de sol otoñezcas que se repetirán hasta volverte loco. Mantienes el ritmo, el suave ritmo en la bicicleta y en cámara lenta ves caer cientos, quizá miles, de hojas de roble. El espectáculo naranja te cautiva y el mar de tus ojos comienza a salir. No lo contengas. Son lágrimas de renacimiento. El agua de mar llega hasta tus mejillas y calman tu sed, calman tu ansiedad de algo que desconocías.

Está todo tan callado y por momentos escuchas el sonido de una sierra eléctrica trabajando a lo lejos. Estás solo como siempre lo has estado. Miras tu alrededor y sólo ves recuerdos que te hacen sentir castigado por algo tan inverosímil, ves pintura desprendida de las paredes, ves telarañas en los techos. En el suelo se cuentan más de 40 colillas muertas esparcidas por toda la casa. Desde lo más profundo de tu ser quieres gritar, pero te contienes porque piensas que aún no estás lo suficientemente loco para hacerlo. Estás saliendo de ese tramo de carretera mágico y al noroeste, a lo lejos, alcanzas a ver un granero que se encuenEl mar comienza a salir de tus ojos lentamente como sangre tra al margen de la carretera, al pasar por la desviación al de una herida, te comienza a doler el corazón de una forma granero. Te das cuenta que ahora te encuentras bastante que no comprendes, comienza a latir de una manera más lejos de donde estabas al principio, esa lumbre en el pecho apresurada a medida que el mar sale de tus ojos, sentado se ha ido y te ha dejado unas inmensas ganas de sonreírle en aquel sofá te sientes como atleta que corre un maratón. a la puesta de sol y a los prados amarillos a tus costados, te Es ahí cuando te nace una loca e inexplicable necesidad por sientes feliz al visualizar la pequeña cuesta de asfalto gris salir corriendo de aquella casa que más bien parece la boca desgastado que tienes al frente y que pareciera que termide un sin techo devorando un pedazo de pizza. Te has re- nara ahí, dejando en duda el resto del camino. sistido muchas veces a salir corriendo pero esta vez no será así, te estás levantando del sofá y atraviesas la puerta a un Te recuerda aquella película que viste hace algunos años en paso no tan apresurado; a dos metros de tocar el suelo de donde una pareja de amigos robaban un banco y con músila calle, tus pasos se asemejan al de un atleta que está en ca de Iggy Pop huían en un auto rojo descapotado por una los diez mil metros. La opresión en tu pecho no disminuye, carretera similar a la que te encuentras ahora, ambientada por el contrario, te hace comenzar a correr rápido y sin un décadas antes a tu nacimiento. rumbo fijo aún. Quieres voltear y decir adiós con la mirada a la que hasta ese entonces es tu casa pero no es momento La película terminaba con el auto trepando y perdiéndose para cursilerías. al comenzar a bajar la cuesta, dejando en duda el demás trayecto de ese automóvil rojo. Pero esto no es esa película, Cuando avistas el mercado a unos cuantos metros, notas en y tú sí podrás ver qué hay después de la cuesta, y la recola acera a un niño negro con los globos oculares tan blan- rrerás montado sobre esa bicicletita azul marino. Te dejarás cos como platos que lo hace poseedor de una mirada que llevar por la gravedad, y sin frenos podrás sentir el viento te atraviesa cual calibre de guerra, su estancia ahí tiene un golpear tus cabellos negros como diciéndote “hola”. propósito: te ofrece su bicicleta como sabiendo de tu viaje. Sin dudarlo, te subes a ella y sales en dirección a la salida Ahora contaré hasta tres y cuando escuches esta palabra del pueblo, giras la cabeza y ves con dificultad cómo el niño que he preparado especialmente para ti, abrirás los ojos y aún te sostiene la mirada desde lejos, una mirada como la me contarás qué hay más allá de la cuesta y te prometerás que despide con resignación a no volver a ver jamás. realizar ese viaje. Corriendo en aquella bicicleta miniatura, a una velocidad Uno, dos…

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Invitación a lo absurdo Jesús Huerta

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engo ganas de fingir demencia, salir a la calle con el cabello vuelto pájaros, sin nombre, sin pasado, imbuido por el momento de una locura que se transmite, disfrazado de mendigo. En lugar de pedir dinero lo regale, a todas las personas vestidas de pingüinos, viéndolos al rostro y sonriéndoles para decirles “Muchas gracias por aceptar mi dinero, es usted muy amable”. Tengo ganas de fingir ceguera, tener fe en el absurdo de que esa locura podría salvar a las personas de sí mismas, como lo está haciendo conmigo, semejante a un ciego que ve el alma y no el físico; que es capaz de hacer sentir al otro, verlo como es y no como todos quieren que sea. Y así decirles: “te veo con tus ojos”.

Tengo ganas de gritar enmudecido, para que el silencio colme la mente de quienes logren captarlo. Callar sus ideas de perfección, deudas, dolores, y se piensen solos de sí mismos. Que su existencia dentro del silencio sea única pero no solitaria. Tengo ganas de morir de amor, para que todo el que lea mi historia sepa que es una bella forma de morir, que morir amando no es como lo piensan, no es ridículo, no es partirse, es morir completo. Para que mis últimas palabras sean bendiciones para la vida que me quitó y me dio todo al mismo tiempo. Tengo ganas de fingir demencia, salir a la calle con el cabello vuelto pájaros ¿Gusta acompañarme? 7


Sólo para que lo sepas: María Bovier Locura es llevar este estilo de vida, dormirse en medio del insomnio, soñar hasta tarde y perseguir tanto a tus sueños que ellos te terminen siguiendo también; te alcancen y convivan. Locura es sentir que naces cada vez que sale el sol, que tienes seis años otra vez cuando ves tu infancia reflejada en otro niño. Es querer atrapar el horizonte con el viento de abril. También es andar con esperanza, con el consuelo de que ya llegará el día tan esperado. Sin embargo seguir viviendo como se debe, escribiendo como se quiere, sintiendo como venga el sentimiento, no más. De alguna manera, ser loco es ser feliz, tratar bien a todos, no quejarse por cualquier cosa. Continuar el camino, abandonar lo que no da para más... Simple y complejamente es vivir bien.

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Cuentito interactivo digital Instrucciones: de click donde pueda, en cuanto pueda

Homage a Cowell

Gerardo Rozán

Sentado a la mesa bebiéndose un té. Henry sentado a la mesa bebiendo té no quiere pensar y se acerca la taza a la boca de vez en vez para llevarse en el trago la palabra de la punta de su lengua. La mano temblorosa y sudada derramaba de su taza sobre el platillo más líquido del que se bebía. Movía lo que le restaba con la cucharilla en círculos, enfriando un té que ya no necesitaba enfriarse más en la tarde entumida de un sábado de noviembre. Un hombre de cabellos revueltos, sentado bebiendo té, al que llamaban Henry, pensando sin querer hacerlo en pretérito todo, porque si pasó, pasó hace mucho. “Seguro el viento movía las cuerdas del piano abierto en la noche”- se decía, y trataba torpe de servirse más té al intentar un instante antes beber de una taza vacía y fría. “Debe haber sido sólo el viento, porque anoche sólo el viento se escuchaba y yo olvidé cerrar el piano por esa urgencia mía de dormir luego de tocar todo el día”, seguía diciendo y derramaba té por el borde de la taza ahora ligeramente tibia por la bebida que, en la jarrita pequeña, se mantenía aún a buena temperatura. “Solamente el viento sobre las cuerdas de un piano viejo que su descuidado tutor olvidó arropar en la noche de noviembre de viernes”. Y Henry pasaba poco té por la garganta que no se calentaba, aclaraba la voz y se seguía diciendo. “Era el piano que se quejaba al viento de frío, de frío y de no dejarlo descansar por un fatigoso extenso día de tocarlo con los miembros todos, desde el codo hasta el dedo y luego con la rodilla experimentando”. Y se bebía otro sorbo que comenzaba a enfriarse. “¿Porque qué más se escucha en una noche fría ventosa, si no es el gato rondando los papeles y tirando la pluma o las cuerdas temblorosas como manos nerviosas a quienes el clima no hace justicia?” Luego, poniéndose en pie, paseaba por su pieza, entre los muebles y el reguero de pentagramas, tarareaba las últimas notas que le vinieron a la cabeza la noche anterior, (porque los músicos hacen eso ¿no? tararean con voz muy baja canciones nonatas que sólo ellos entienden y no se dejan olvidar por temor a desperdiciar una obra maestra en potencia) revisaba la ventana cerrada y se iba de nuevo al piano, revisándolo concienzudo. Soplaba sobre las cuerdas como apagando las velas mientras se pide un deseo. Daba pequeñas pataditas en la espinilla al piano, buscaba resonancias donde fuera, algo que le mitigara los nervios. “Como un grito de mujer susurrante de tan lejano. Como manos palmando morbosas al piano en su intimidad. Como demonio mujer gritando.”. Y deshojaba esta frase en sílabas irregulares, buscando dentro de ellas sólo supo él qué cosa, rumoreando apenas para sí mismo, dejando caer sobre la alfombra la taza de té frío. “Como-de-mo-nio-mujer-gritan... ¡lo tengo!” https://goo.gl/V9BHC6

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Alice Hopkins

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Ruvb Camarena

ucios e hipócritas son los saludos de toda esta sarta de imberbes que a diario se atraviesan en mi camino. La desgracia de este mundo inestablemente capitalista me ha obligado a residir en este barrio no digno de una Hopkins, pero qué le vamos a hacer, el legendario tino para los negocios del que mi familia se ufana no fue suficiente esta vez. —Buenos días, señorita Alice. —Tengo algo de prisa, le ruego no me entretenga—vaya iluso tontuelo, seguro se le apetece este cuerpo de afrodita, pero no, una Hopkins está muy lejos de tus aspiraciones, miserable analfabeta. Ya voy tarde —cómo me molesta ir tarde— y esta entrevista es quizá la que me saque de este pordiosero sitio alojado en un rincón olvidado por Dios. Ese empleo, gracias a las amistades aristócratas de Jules, mi hermano, es justo lo que necesitaba. Quiero mucho a mi hermano, pero me agrada más cuando está lejos de mí, aunque esta ha sido la excepción.

interiores, pero bueno, siendo la empresa que Jules me dijo que era, creo que no está muy por debajo de la grandeza de Alice Hopkins y de ser lo contrario, creo que mi mera participación volverá grande a esta empresa, grande como una Hopkins. —Señorita Alice, el doctor Montalvo la atenderá tan pronto acabe con la reunión que estaba citada antes que la suya. Le suplico sea paciente y se sienta libre de leer algo del estante del Lobby. — Thank you, I think a good book will make fast the waiting —cómo me gusta hablarle en inglés a esta gente insulsamente ignorante. Es como hablarle a un niño que aún se defeca en los pañales y mirar en su rostro una expresión perdida. Muy divertido.

Mirando en la colección del lobby me daba cuenta cuán malo era el gusto del tal Montalvo, que cabe resaltar me parece raro que un doctor esté a cargo de un sitio de diseños, aunque claro, no por ser doctor necesariamente tiene que ser médico; volviendo al tema de los libros, mucho Coelho, Pues al fin parece que he llegado, este es el sitio. Un lugar mucho Bukowski, Paz, Orwell, Kundera, nada de al menos algo curioso para ser el lobby de una empresa de diseño de un escritor que no haya nacido para ser leído en las entra-

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ñas de un maloliente ambiente con aroma de obrero, nada digno de una Hopkins. Decepcionada entonces, me dispuse a guardarme mi intelecto para lecturas que valieran la pena y por ello sólo esperé sentada como una dama, como toda una Hopkins. Pasó cerca de media hora y al fin el susodicho Montalvo se dignó a hacerme pasar en el momento en que despedía a un hombre con un atuendo por demás estrafalario, parecía salido de alguna historia de medio oriente o algo así. Supuse era un visir que le dio alguna cátedra de estilos asiáticos que, aun siendo razas salvajes, es cierto que tienen un gusto exquisito para la decoración. Para guardar la clase, hice una pequeña reverencia en forma de saludo al excéntrico hombre pero este se dignó a pasar de largo con una caminar bastante extraño, descoordinado. Qué hombre más idiota, mira que ignorar a una Hopkins, ¡imbécil!

—Pues venga, muéstreme ya el trabajo y le diré qué tan malo o rescatable es. El hombre me mostró una serie de manchas extrañas, descoordinadas y asimétricas, algunas eran como ver monstruos o incluso manchas sanguinolentas en la pared, muy desagradable. Algunas otras me recordaban incluso a Jules cuando éramos pequeños y nuestra madre lo regañaba por mancharse el saco con salsa tártara. Otras más eran como ver cristales rotos, un caos tatuado en un muro. —Bien, hemos terminado, señorita Hopkins. Su juicio me tiene impresionado, creo que sería un honor que viniese usted mañana a otra reunión y así mostrarle más tendencias, hacerle algunas preguntas sobre su experiencia y demás para finiquitar este trato y sea usted nuestra nueva asesora en jefe.

—Señorita Alice, pase usted. Siéntase cómoda. Lamento —Jules me dijo que esto sería rápido, ¿ahora quiere más haberla hecho esperar tanto. —Jules me ha dicho que usted tiene un buen negocio aquí, uno digno que una persona célebre como yo, participe de él. Mi hermano es muchas cosas, pero sé que tiene buen tino al olfatear talento empresarial. Hábleme de lo que tiene aquí.

entrevistas? Estúpido de mi hermano, es la quinta vez que me promete tratos con grandes empresarios y sólo son preguntas. Dé por finiquitadas nuestras relaciones, una Hopkins no es digna de esta infamia. Salí de ahí inmediatamente y sin mucha gana volví a la casa miserable que el destino caprichoso me había puesto como —Jules… es cierto, él la trajo conmigo. Jules es su herma- hogar después de más de un patinar en el manejo de mis no, ¿no es así? negocios. Jules me ha dicho que mañana tiene otra cita para —Jules Hopkins, así es. Es el dueño del monopolio de au- mí, sólo espero que esta vez sea algo serio. tocinemas de toda la costa este de los Estados Unidos, porque sepa usted que yo soy norteamericana. — ¿Es la mujer del 327? —Ajá, eso lo dice aquí en su expediente, usted es nortea- —Así es, Mariana. La pobre sigue convencida de ser Alice mericana. Hopkins, una norteamericana de la aristocracia. Su herma—Pues bien, mucha palabrería y nada de negocios, há- no Julián la trajo aquí hace más de 7 años y hoy día dudo bleme de lo que pretende y le diré si llenan la expectativas mucho que haya algo que podamos hacer por ella en la conde una genio como yo—Montalvo me veía con una mirada dición en que se encuentra. Lo más probable es que acabe aguda y como juzgando a un loco, vaya inepto, pero había aquí sus días, así que al menos le hacemos más amable su que ser así las cosas. No quería volver más a ese barrio de estancia siguiendo su juego. podredumbre. —Negocios, ¿cierto? Pues mire, la verdad es que la quere- —Alguien en su condición no debería tener problema en vimos para un nuevo proyecto que se basa en decoraciones vir fuera de este asilo, ¿por qué está recluida aquí? con manchas. —Porque hace tiempo mató y despellejó a más de 9 gatos — ¿Manchas ha dicho? para formar un tapiz que sería la “nueva tendencia en de—En efecto, manchas. Es la nueva tendencia en la Europa coración” y planeaba hacer lo mismo con 7 niños que raptó occidental y queremos trasladarla a nuestra tierra buscando por Polanco, argumentando que sólo gente de ese sitio era un nuevo boom europeo en América. más o menos digna de su arte. Hacerla creer que está des—Oh, sí, claro. Ya sabía de esa tendencia de las manchas. empleada es la única forma de alejarla de esas “nuevas tenHábleme pues de sus diseños. dencias”. Es penoso hacerla vivir en un mundo de fracaso, —Más que hablarle creo que prefiero mostrarle algunos di- pero al menos así no se encuentra con desgracias en este seños y que me diga usted lo que ve. El juicio de una Hop- mundo, este donde no hay una nueva entrevista mañana si kins será muy valioso para mis humildes diseñadores. se muere hoy.

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La furia y el sonido Ecce Osso

Un grupo de átomos al que podríamos llamar bocina, cuerda vocal o guitarra, genera una perturbación física que provoca movimiento y desata una reacción mecánica en cadena. Los átomos que rodean al grupo definido anteriormente, que podrían ser llamados oxígeno u agua, reciben el estímulo, la vibración, el empuje, y se comienzan a mover: uno empuja a otro, y ese otro a otros, y así, comienza a propagarse lo que ahora se puede estudiar como una onda. El grupo de átomos que rodean al sistema que perturba es llamado medio y debe ser elástico, es decir, que la unión de sus átomos permitan la flexibilidad, que se estire o se contraiga, como la estructura atómica de los gases en nuestra atmósfera, o la del líquido en nuestros océanos. Sin un medio, el sonido no puede viajar. Aún cuando tirásemos la primera pieza de dominó, no hay ninguna otra cercana que reaccione ante la acción. En el espacio hay átomos pero su densidad es baja, están todos muy separados. La inmensa e infinita mayoría de todo eso que no es nuestro cuerpo guarda silencio mientras se mueve en perpetua mutación a causa de ninguna ley, sino por la configuración más básica de nuestra realidad: cuatro dimensiones. Las cuatro dimensiones son fácilmente identificables, es nuestra relación más íntima pues gracias a ellas existimos. Las tres dimensiones físicas son como las orillas de una caja: largo, ancho y altura. No podríamos definir cúal es EL x, EL y o EL z de nuestro universo pues más bien depende de los planos de referencia que decidamos utilizar. En nuestra realidad no hay arriba o abajo, izquierda o derecha, sólo HAY y nosotros interpretamos lo que hay, le ponemos nombre, lo ajustamos a nuestro esquema de pensamiento. No podemos observar las aristas de aquello que nos contiene; existimos en un espacio, nada más. La cuarta dimensión la comenzamos a comprender apenas en el siglo pasado, cuando Einstein formula la teoría de la relatividad y cambia toda nuestra concepción acerca del funcionamiento del tiempo. Con Einstein nos llega el concepto del espacio-tiempo, un continuo único en el que todo sucede, incluyéndonos, partículas absurdamente pequeñas en un hoyo infinito que se expande de manera siempre acelerada, cada vez más rápido, cada vez más rápido. En nuestra realidad el tiempo es INSEPARABLE del espacio. La consecuencia inevitable del tiempo es el movimiento. Todo se mueve. Se mueven las partículas subatómicas de los átomos de la piedra. Se mueve el planeta, el sistema solar, las estrellas, los cúmulos y todo aquello en lo que está contenida la piedra. Nada, absolutamente nada está exento de movimiento, de vibración. Nuestra realidad es así, incesante, obsesiva.

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El espacio-tiempo permite que un átomo se mueva para mover a otro y a otros. El espacio-tiempo permite que se tire el primer dominó y que uno a uno vayan cayendo los demás hasta golpear los huesecillos del oído. El espacio-tiempo permite que los impulsos eléctricos cerebrales puedan viajar para ser traducidos en forma de suspiro, de recuerdo, de maravilla o de tristeza. El espacio-tiempo nos brinda la existencia. Somos un pedacito de espacio-tiempo. Cambiamos continuamente a causa de la realidad física, no por algún concepto humano. Nos transformamos, lo queramos o no, en un inacabable proceso entrópico. Entropía: evolución o transformación. ¿Por qué resistirse al cambio? ¿Por qué negar el cambio? ¿Por qué somos incapaces de darle una oportunidad a la oportunidad? ¿Por qué no permitimos la evolución de nuestros gustos, de nuestras ideas, de nuestra comprensión? ¿Por qué no buscamos incesantemente la transformación de la cruel realidad de nuestra especie ignorante? Si algo quiero cambiar debo reconocer la importancia del propio cambio. Si algo quiero cambiar debo ser bocina, cuerda vocal o guitarra. Si algo quiero cambiar debo buscar el oxígeno elástico y el agua flexible, el medio. Si algo quiero cambiar debo abrazar al espacio-tiempo. Si algo quiero cambiar debo extender mi comprensión de todo lo que es y está contenido en ese espacio-tiempo. Si algo quiero cambiar debo pensar y moverme en igual porcentaje, dejarme fluir en ese continuo inseparable de materia y energía, aprovechar su corriente para navegar suave y con rapidez, y no endurecer las extremidades en resistencia, entorpeciendo mi propio actuar. La realidad es maravillosa. La música es maravillosa. El pensamiento es maravilloso. La acción es maravillosa. ¿Por qué se le niega a la mayoría de seres humanos? ¿Por qué los pocos que tienen la inmensa fortuna del acceso a todo ello no pueden ver que la fortuna está en el respirar y no en los restos brillantes de estrellas muertas? ¿Qué nos enajena así? ¿Por qué aún aquellos que reconocen la enajenación deciden ignorar la importancia del movimiento? El ciclo degenerativo del ambiente en nuestro planeta nos acosa tras el arbusto. Estamos en una carrera contra el tiempo. Nos da la existencia pero lo hemos convertido en el enemigo principal de la especie. Es necesario cambiar y para ello es necesario mover los brazos, razonar y actuar, no tullirse y ahogarse. Es urgente cambiar nuestra realidad terrenal.

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Adrian R. Nava Los conmino a todos a una oración. Si no saben orar, aprenderán al paso. Los invito a tomarse un instante y guardar luto hoy que decimos adiós al viejo amigo de tantos años. Todos sobre sus rodillas.

¡ GLORIA SIEMP

Al Zar Kásimus II, s

Para quienes ignoren su identidad, todos le decían Honor. Nunca supe si fuera este su apodo o un nombre que algún Con su glosario patrocinado por la televisión, breve, como juez cívico burlón dio al niño huérfano que no sabía hablar sus ideas y el desayuno de la mañana. Su existencia es la para quejarse. telenovela barata que el magnate de los medios no costeó, pero cuyo crédito le corresponde totalmente. Lo despedimos rabiosos y persignados al mismo tiempo. Nos duele su marcha hoy que recordamos las veces que No sé cómo pensarlas ni cómo escucharlas. No puedo evitar se remitió a nuestra caridad que lo ignoraba siempre que le el gesto de desagrado y, sin embargo, la moral me impide era posible. mirarlas con desprecio. -Yo lo recuerdo intenso, defensor de buenas causas y liberEllas, ellos, todos. Que van a la guerra de los capitales con tador de pueblos por la tarde cuando se bebía su par de varas de madera podrida, que trabajan -cuando lo hacencervezas en la mañana. Se nos fue un grande, vaya Dios a dos jornadas por un pan. saber dónde irá a parar su alma de guerrero. Ellas, antes que todo: quebradizos brotes que marchitan su nubilidad temprano, bajo la luz matinal de su vida.

Oremos…

Que El Señor perdone nuestras ofensas, que le dé a él el Y aquellas criaturas, hediondas y lastimeras, con hambre. descanso eterno y que su alma agitada que se marchitó por Se les va la risa buscando tener cualquier juguete. Serán estanto mirar, encuentre a su lado la paz que entre nosotros pectáculo de circo cuando el burgués así lo exija; los cerdos no halló. los devorarán como papel verde en una bóveda en días de antojo por algo dulce. Mea culpa… nuestra. ¡Ellas, que alumbran carne de cañón! Dan a luz al mundo, al recurso humano; paren hasta que se termina la tarde, se quiebra el tronco, se secan los labios y no les queda más Ellas están pariendo carne de cañón. Paradas en la lluvia, que sentarse y esperar a morir. hambrientas, sucias, con las manos rasguñadas y los pies agrietados; siguen andando lastimosamente y surten al *** mundo de los cuerpos que servirán de escudo a los poderosos. Ver pornografía por la noche debería ser una especie de tradición. Apagar todas las luces, salvo una pequeña para Ellas paren carne, mes tras mes, con sus miembros grafingir que no se está solo. Tomar una buena revista, reprosientos y cicatrices en el vientre. Madres doloridas, todas ducir el caro video HD y lanzarse luego a flotar sobre nubes ellas, con pocos dientes y piel oscurecida más por la falta de de silicón y flujos íntimos. higiene que por trabajar bajo el sol. Démonos todos el saludo de la paz. ***

Quiero decir, ¿no es este el espíritu de nuestro tiempo? ObAlimentan a sus crías con blanca leche sin sabor, con la tener todo cuanto se desea, pagar por ello, no esperar demirada perdida, soportando el escozor de sus pezones mormasiado. ¿Qué carajo importa cualquier ritual previo? disqueados y la pena de ver sus cuerpos afectados por la gravedad. Vayamos al grano, no nos demoremos: si el punto es comprar un orgasmo no hay mejor expendio que el del hombre Ahí están, míralas tú que ya lo hice yo hasta el cansancio. taladro y la dama que vive para la penetración. Canturreando melodías del radio, discutiendo con esposos borrachos palurdos, gritando a sus hijos desnudos sobre la En la tórrida estética que presume el filme porno, da igual banqueta.

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PRE AL HONOR !

señor de la parcela si es la niñera o un repartidor, un zoom bien planeado dará satisfacción al que le compra.

mos de reformar las naciones con un enfoque sustentable que garantice el bienestar de las nuevas generaciones, y si el sexo es un acto de alta energía en demanda, deberíamos cobrar retroactivo a esas degeneradas parejas que han vivido del placer inconstitucional: sus actos subversivos han dañado el patrimonio de aquellos que tanto se esfuerzan día a día trabajando duro.

Porque nada es más ilustre que lo escrito en la letra muerta; nada se me antoja más que lo que el artículo ene fracción Y si hablamos de eso, de comprar, no debemos temer comunamierda dice que debe ser realizado. Casi me mojo los inplicaciones. Que sea de la básica canasta un poco de esparteriores tan sólo de pensarme siendo un ejemplar ciudadano cimiento jugoso grabado en escenarios de paredes blancas que contribuya al cambiatumismo. de mal gusto. Que una camarilla de hombres obesos –que no son capaces Así que, por favor, queridos adictos, no olviden poner en de estar con una mujer sin antes por ella pagar– decidan marcha esta nueva tradición. Háganlo en confianza, ¿por cómo y cuándo debemos fornicar solos o acompañados. qué no volverlo popular? Si el cuerpo es un templo y es sagrada la institución, sintámonos orgullosos de ser expertos Sugiero, si no antes exijo, retiren la gratuidad al orgasmo y hoy al profanar. luego declaren un día en su honor. De ser posible, pedimos un desplegado oficial que anuncie que le hemos expropiado Siéntense con su bebida, charlen un momento, critiquen pecon visión neoliberal a futuro: sería eso de gran apoyo. El tulantes con su gente de confianza las innumerables posimundo totalitario que nos cae encima exige estos cambios, ciones, el buen ritmo, la respetable duración y los concisos es por nuestro bien. Se vienen días en que las prendas van y conmovedores diálogos. a escasear y los bondadosos cerdos dirán que el sexo es una costosa cuestión de amor sincero y seguridad nacional. Alimentemos a la industria y preparemos el terreno para la nueva navidad, costumbre bella. En el mundo que viviNosotros, les garantizamos, haremos rendir los sustanciomos, el oficio del amor derivó en frases trilladas y fiestas de sos frutos de esta atinada disposición siempre a favor de la bukkake. ciudadanía. *** Debería privatizarse el sexo. Lo propongo en el espíritu progresista de los hombres del mañana. Lo sugiero en un marco judicial que permita mover a nuestra patria amadísima, avalado por avaros abogados litigadores. Nada respetaría más las instituciones que hemos forjado con caro esfuerzo.

*** Dime cuándo olvidamos la belleza, Cuándo se nos metió en el alma la suciedad; Creímos un día que el negro se aclaraba Y que lo soez de pronto mejoraba la humanidad: El espejo nos engañó con vanidad Y nada pudimos decir en nuestra defensa.

Pero no hablo de hacerlo íntimo, eso es mera trivialidad: hablo de privatizar de facto la bella práctica de follar por la Echamos a la espalda del mundo un litigio largo contra las noche. Erinias. Que se establezcan tarifas, que se organicen horarios, que Nos cortamos el cuello con billetes demanden a quien se niegue a pagar. Que lleven a la cárcel Y por billetes somos capaces de matar; a quien ose disfrutar del orgasmo que ofrece lo que yace Nos bebemos nuestra sangre a sorbos fuera del marco legal legítimo. Intentando tragar bocados bofos de podrida dignidad: Vaya bella noche de grandiosa bacanal Estamos defendiendo el auténtico estado de derecho, nos Donde fuimos convocados por ser pedestres. pronunciamos a favor de la paz, la salud y la estabilidad de nuestra gente. ¡Vaya!, posiblemente se nos murió el honor y no recordamos asistir al funeral. Las energías son costosas y ya todos lo sabemos. Si habre-

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Huir al silencio Alejandro Tenorio Morteo Faltaban cuatro horas para el alba y Tiburcio Samoyedo interrumpió el sueño. El ladrido incesante de los perros le martillaba los tímpanos. Ahogó un grito de ira. Se escabulló de entre las cobijas y enfiló hacia la puerta principal en un andar de pies descalzos. Descorrió las cortinas y contempló un par de siluetas animales que deambulaban en el jardín de la casa de enfrente. Esas agudas figuras de perros flacos le penetraban como alfileres en los ojos; sus voces cavernosas agitaban la quieta penumbra y el corazón de Tiburcio. Había intentado todo lo cuerdamente posible para evitarlos: probó, sencillamente, manteniendo cerrada la puerta de su habitación pero el bochorno de las noches primaverales resultaba insoportable. Se colocó tapones de algodón en los oídos y la pelusa le ensordeció la audición izquierda durante una semana. Habló con su vecino, el propietario de aquél dúo de tenores caninos desafinados. Logró indiferencia tornada en enemistad con los habitantes de la cuadra y enojo –contenido a medias durante meses- que esta madrugada se aprestaba a hacer erupción. Alargó un brazo y tomó la escopeta recargada en la pared sin apartar la mirada de las imágenes que atravesaban los cristales y se retorcían en sus pupilas. Cargó el arma con una bala llena de odio. Una más de desvelos y frustraciones. Posó las hirvientes extremidades sobre el asfalto del exterior. A partir de entonces, el espíritu tomó posesión del cuerpo títere. Descarga de truenos, relámpagos surcando la carne animal, bólidos asesinos abriéndose paso entre las tinieblas; estallido de luces anunciando la agonía, iluminando las corrientes del rojo fluido vital. Los perros yacían sobre el césped carmín, desangrándose. Se desahogaban de la cólera de Tiburcio. Este último, rodeado de vecinos llamados por el estruendo. Ellos, estibando en él sus miradas de plomo; y él, sintiéndose ligero, casi etéreo, aspirando el suave aroma del silencio.

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COTARD Este silencio Me está volviendo loco. Me busco en el espejo del baño, Sólo para descubrir mi existencia pausada, La descompostura de Dios padre, El hueco sin hueco, El reflejo sin reflejo, La boca que abierta libera solo abismos Y que cerrada pone fin al infinito. Nadie En el espejo. Nadie, sólo mi quieta mirada sin alma pidiendo auxilio. Nadie, sólo mi oscuridad rompiendo lo visible. Nadie sólo mi corrompida paz eterna. Nadie, sólo mi cabeza sin rostro. Nadie, sólo el demonio. Nadie, sólo vacío. Nadie, sólo yo. Nadie.

Peino mi cabello invisible Con mis manos sin dedos, Mientras afuera la cordura Ríe celebrando su muerte.

-Hank Le Bord-

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El imaginario Naná Garcí Reis Por la madrugada de un fin de semana del mes de sep- Lo extrañaba. Crecía un río entre sus piernas cuando recortiembre, Arturo Salvado acomodó sus cosas en una maleta, daba los besos. Se volvió llama baja después de ser la muapresuró su paso y desapareció a la vista. Como un cigarro jer de fuego. Por un momento creyó verlo suspendido en el que se consume fue su estancia. a i r e , caminando en el mar como un salvador de Nina Reus (por dar un nombre sin que tierras lejanas, miro hasta el anochecer el mío se vea envuelto en tal escánesperando su llegada pero la silueta dalo) acomodó las cosas que Arturo no avanzó. olvidó por la mañana y levantó sus papeles sin leer. A punto de la media noche, Al poco tiempo, comenzó la espera, esa Nina regresa a casa. Llora que llega por la falta de ausencia del recasi hasta el desmayo. Lo cuerdo y la falsa compañía que se preha perdido todo -afirtende con la soledad. ma-, sin Arturo no vale la pena nada. En la Nina tomó un libro -uno viejo de desesperación tira sus pasta verde que dejó aquel Salcosas, mira sus papeles vado que, por cierto, daba honor y los avienta de nuevo hasta a su apellido; como buen genio crear una lluvia de textos. En médico, trataba enfermedades incasa no hay nadie. Está sola, no ciertas, para nosotros inexistentiene a quién contarle sus suetes, que nunca se curaban... alejaños, es más, ya ni sueña. ba a sus pacientes, pero él siempre quedaba redimido con la vehemenLo único que le queda es imacia de su estado-, y lo acomodó en un ginarlo, entonces mira sus libros mueble de su casa. También estaban las en el piso, las llaves blancas de la llaves de una casa de la que nunca fue parespectral casa y la figura de su Artutícipe, en la que una vez se burlaron de ella, ro, comienza a vislumbrarse. Él muy pisaron su nombre, se acomodaron otras mujeres sereno -como nunca lo había recorday en la que tantos goces disfrutó. do- ahora un poco más amoroso, y hasta cursi, como infantil. Nina ríe de felicidad al Nina -por la tarde- muestra vacilante sus grandes dientes verlo, salta como infante, chirria de emoción y y sus abiertos ojos miran lo infinito del mar; mientras, pien- la alteración misma le asusta. Está amando a alguien imasa en qué momento volvería Arturo. Si no por ella, por sus ginario. Apenada por el desorden levanta las cosas que ha cosas siquiera y recuerda con morbo las noches a su lado. tirado, ordena sus papeles sin leer, y platican en la distancia de dos metros. Todo es felicidad.

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Con el paso de los días, Arturo Imaginario se parece al real. Todo ha vuelto como antes, está apartado, no la mira, la detesta, le aburre, le parece todo intenso, se siente acorralado por las paredes y termina por esconderse. Nina piensa que su hombre está ocupado, por eso su cambio, por eso no lo ha visto.

Nina le pide a ruegos que esta vez se quede con ella, que lo intenten de nuevo, que canten versos jamás escritos en la playa. Por un momento pareciera que el imaginario quiere quedarse, pero un momento abrupto lo hace cambiar de opinión, Nina corre tras él por la calle con su bata corta de dormir, y el cuchillo con el que partía la carne roja por la mano.

En la calle le comienzan a llamar “La Loca” porque habla Lo alcanza y lo picotea varias veces contándole al oído lo sola y ríe de chistes mimosos que Arturo Salvado nunca que dejó su ausencia, y lo imposible de volverse loca por la le contó. Recrea escenas pasadas, inventa diálogos que le misma situación y persona dos veces, es mejor borrar hasta hubiese querido decir, se contesta sola. Se imagina encon- su recuerdo y lo imaginario de su persona. Arturo imaginario trárselo en el cruce de alguna calle de la mano de otra, y muere. Se sabe porque Nina jamás lo ha nombrado para recordarlo (sólo por compasión y declaración de los hechos). enojada grita groserías. Ella piensa que todo es vívido. Ante el abandono no sólo se lía con el que olvida, sino también con el imaginario. En la madrugada del siguiente mes, Nina escucha pasos en la sala y acude apresurada, de camino a la puerta, detecta un olor a peste o a algo muerto, corre a la puerta y ve a Arturo imaginario acomodando sus cosas en una maleta. Nina desesperada, llora y ríe trágicamente, -¡Está pasando de nuevo!- piensa.

Ella vuelve a su casa -al amanecer- mientras en el cielo se torna una aurora. Ella piensa mientras camina que fue un desperdicio aquello de querer intentarlo por segunda vez, suficiente había tenido con el Arturo real, todo hubiese sido diferente si el primero por lo menos hubiese dado la cara cuando quería irse ¡Cobarde! pero ni hablar. Ahora tenía que ocuparse de sacar todo lo que quedaba de Arturo Salvado de casa: los libros, las llaves, los papeles sin leer, y su cadáTrata de mantener la cordura, pregunta con gentileza -¿A ver en el refri, que ya apestaba. dónde vas mi amor?- Arturo imaginario ahora está alarmado y sigue haciendo una maleta para un gran viaje. Nina se Nina llega a casa cansada, pero con un peso menos en la acerca a la cocina y desde ahí le grita que deje el trabajo, mente, se puso a limpiar mientras cantaba. -Yo te vestí, yo te cambie, y por si te ibas para siempre, te maté, Murmura una canción angelical, como antes, y Arturo Ima- Para ver si así, aunque sea tu recuerdo perduraba, pero ya vez que no es asííí… ginario grita al final: -¡No entiendes nada. No quiero estar contigo, no quiero estar con nadie. Soy un genio incomprendido, nadie reconoce Nina Reus, después conoció el amor, en otro loco que picotea por la espalda. De Arturo Salvado, que de Salvado no mi espíritu! tuvo nada, de él ya no se habló. que es hora de cenar.

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Tengo ganas de volverme

loca

María Celeste Rodríguez Quijano Tengo ganas de detener el mundo y bajarme, porque yo no soy de este planeta, pertenezco a otras galaxias en las que las constelaciones se forman con los lunares de tu espalda, mi nave es tu boca y el viaje se da cuando volamos sin tener alas. Tengo ganas de bailar descalza, sin música y con nuestras respiraciones como fondo, de mojarnos sin ser lluvia, de encendernos sin ser fuego. Tengo ganas de besar tus miedos, para quedarnos sin límites, tocar tus sueños y prometerte la realización de tus utopías. Tengo ganas de saltar del balcón de la cordura y lanzarme al precipicio que la locura me ofrece cada vez que te muerdes el labio y me sonríes. Tengo ganas de salir en ropa interior a la calle, de colgarme carteles y armar revueltas defendiendo el feminismo y causar un poquito de tráfico. De externar mi idealismo y defender el poco patriotismo que le queda a mi cansado espíritu. Tengo ganas de rendirme, admitir que soy humana

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y confesar que muchas veces soy errónea y otras veces, un acierto. Tengo ganas de beber cerveza en la plaza y gritar todos los poemas que hablan de tristeza para así llenarme de mí y explotar siendo tormenta, caos y letras. Tengo ganas de ti, de mí, de comerme el mundo sin remordimiento por la dieta, de escribir cuentos sin final feliz y versos sin rimas. De saltar del avión de la rutina, de embriagarnos de poesía sin importarnos la resaca de realismo del día siguiente. De subirme a un tren sin destino a ningún lugar, de brincar pensando que puedo alcanzar el cielo, de amar sabiendo que tocaré el infierno. Tengo ganas de arrancarme la máscara que uso en cada «baile de sociedad», en esos eventos en los que parece gracioso bailar en los lagrimales de quienes aún sueñan. Tengo ganas de pintarme el cabello de morado, azul o verde, de romper esquemas y paradigmas, de ir contra marea y romper el oleaje cargado de críticas. De formar una estrella de energía, explotar y ser efímera en la tristeza. Tengo ganas de volverme loca para así atreverme a ser como soy en realidad.


El cine rodante en la comunidad

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Corría Su carrera sobre los charcos hubiera dejado una estela de ruido tras ella, pero el sonido de la tormenta era mucho más fuerte. Llamó a su hermano y sólo un trueno le respondió. “No te detengas, Emma. Si te detienes, estás muerta” se dijo a sí misma. Escuchó tras su espalda el ruido de la plaga, el sonido de los pies que iban siguiéndola. Aquellas criaturas no tenían derecho a ser tan ruidosas. ¿Por qué ella podía escuchar el avance de la plaga pero su hermano no escuchaba su llamado? ¿Sería posible que estuviese tan sólo imaginando a sus perseguidores? Voltear era impensable, desperdiciar un segundo de su tiempo era inadmisible. “Si me alcanzan, ambos estamos muertos” pensó Emma. Hubo otro relámpago en el cielo y la pradera se iluminó. Únicamente había arbustos a la vista. “Mi brazo derecho por un árbol” se quejó ella. —¡Mi maldito brazo a cambio de un árbol! —gritó. Nadie le respondió. ¿Qué podía trepar para salvarse? La única manera de eludir a la plaga era en las alturas. Los muertos no trepan árboles. Durante mucho rato avanzó en la oscuridad. Cuando llegó a un riachuelo crecido y alborotado, estuvo a punto de caer en él. Se detuvo ante la orilla fangosa y no supo qué hacer. No supo qué rumbo tomar. —No te detengas — le dijo Cristán. Emma se giró gruñendo hacia el sonido de su voz. Por su puesto, Cristán no estaba allí. Nadie de los suyos estaba ni remotamente cerca. Escuchó atenta y el único sonido que captó fue la lluvia. No había pares de pies presurosos tratando de alcanzarla para devorarla. Nadie la seguía y la voz de

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Fragmentos d

Racconto


de una bestia

o Urahara

Cristán había sido una jugarreta de su mente. Estaban solas: ella y la tormenta. Siguió avanzando sin rumbo ni ánimo. Llegó a un bosquecillo de pinos pero, por alguna razón, ya no se le antojó trepar. Lo único que tuvo el tino de agradecer fue la tenue protección que ofrecían las copas de los árboles; aunque el suelo estaba encharcado, la lluvia no caía allí con tanta fuerza. Oyó la plaga aproximándose por un costado suyo. Con desinterés volteó en aquella dirección. Dos hijos de la plaga se le acercaron trastabillando. En la oscuridad no los vio bien, mas imaginó sus pieles negras y sus ojos muertos. Los oyó respirar pesadamente, casi reírse o burlarse, sólo que tales sonidos procedían de fuentes muy altas. A Emma le dio la impresión de que estos hijos de la plaga medían tres metros de altura. ¿Tal cosa existiría? Nunca había vistos muertos-vivos tan grandes. A lo mejor era un reconocimiento a su grandiosidad. Cadáveres gigantes para devorar al gran prodigio. “Y de mucho me sirvió ser un prodigio. Tsk” pensó Emma. Esperó a que la muerte llegara, a que la plaga la engullera... pero los dos cadáveres ennegrecidos se siguieron de largo. Antes de que pudiera preguntarse por qué no la atacaron, hubo un relámpago y Emma miró su reflejo en un charco. Fue el rostro de un lobo lo que vio allí. Estaba volviéndose loca. No cabía duda de ello. Encima de todo, los pies estaban matándola, los sentía punzar. Y lo peor es que no sabía cuántos pies tenía apoyados en el suelo. ¿Eran dos o cuatro? Tal vez cuatro patas. —Conserva la cordura, Emma, pero sobretodo, no sueltes tu humanidad. ¡No la pierdas! Ella rumió aquel consejo. El asunto de mantenerse cuerda y no soltar su humanidad sonaba bien. Lo que no le terminaba de convencer era otra cosa: quien le aconsejaba era la alucinación de su hermano menor. Emma elevó la nariz al cielo y empezó a reírse a carcajadas. Había un deje salado en el aire.

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SHHHHH

“Voy a hacer ésta estupidez, todos mírenme, estoy loco” “Miren la forma en que me visto, estoy loco” “Escuchen mis tonterías, soy un loco” “Soy el más loco de los locos” “Estoy más loco que tú” Señor, permítame dudar de su locura, Sombrero que se pone donde no hay cabeza. …Shhhhh… Le voy a mostrar a un verdadero loco. Acérquese y observe en silencio, Con un poco de paciencia veremos a uno. Aparecerá en cualquier momento. Los locos son una especie rara, Casi en extinción. Pero sé que aún deambulan por éstas calles. Antes de intentar buscar a un loco verdadero déjeme advertirle algo: Reconocer a un loco es una labor extremadamente difícil Y más para un pobre observador como lo es usted. El cabello de los locos es de lo más normal, Sus palabras son palabras comunes, Su ropa es común. Sus ojos son eso, ojos. Pero yo tengo un truco infalible para reconocerlos… …shhhhh… Ahí viene uno No hable ni se mueva, No queremos ahuyentarlo. Pero Mírelo, Es un loco Lo leo en su boca. Los Locos Verdaderos Hacen un gesto Al que llaman sonrisa. -Letras Secretas-

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Introspectivo…palabras y nuestro significado Alejandro Tenorio

mica útil para la estabilidad de una nación y su respectiva producción de bienes y servicios.

Loco: genio con un asesor de imagen menos competente. Arte: Experiencia estética.

Realidad: una percepción construida socialmente. Al- La experiencia: Conocimiento, bagaje de ideas básigunos conspiranoicos podríamos afirmar que tal vez cas en el cerebro, útiles para la supervivencia. sea una matrix. El saber: Creencia justificada. Razón: La razón debería utilizarse en proporciones razonables. Mucho razonamiento y poca observación conducen al error; mucha observación y poco razonaRuvb Camarena miento conducen a la verdad. Genio: la frontera entre genio y loco es delgada, a ve- Loco: La razón desnuda es seducida por la creatividad. ces depende de la época. Realidad: Lo que nuestro cerebro toma por certezas Normas sociales: de alguna manera hay que poner- mundanas. le bridas al inconsciente para evitar que se desboque. Aún no me queda claro si, en este caso, el remedio sea Razón: Capataz del delirio. peor que la enfermedad. Genio: Un tonto que descubrió que podía aprender. Persona normal: utopía y/o aburrimiento. Normas sociales: Cadenas prejuiciosas. Arte: expresión de trascendencia del ser. Persona normal: Producto de una imaginación cuadraLa experiencia: el deseo siempre viaja más aprisa que da. la experiencia. Arte: Lenguaje del espíritu. La experiencia: Los mapas que dibujas al caminar. El saber: el ser con un saber sin sabor no sabe. El saber: El infinito que retorna a la nada. Adrian R. Nava Loco: La locura dejó de existir cuando se comenzó a Letras secretas hablar de diagnósticos clínicos mentales. Ser un loco Loco: Aquel que se atreve a ser feliz es mera imaginería romántica o tropo poético. Realidad: Construcción cerebral del entorno individual.

Realidad: La que uno crea

Razón: Conciencia, valor preciado. Razón: Capacidad intelectual de argumentación y construcción lógica. Genio: El que observa mucho y habla poco. Genio: Petulancia.

Normas Sociales: Necesarias.

Normas sociales: Moldes.

Persona Normal: Aquélla que no se atreve a ser.

Persona normal: Construcción socio-política y econó- Arte: El de ser feliz

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Introspectivo…palabras La experiencia: Sobrevalorada.

Ecce Osso

El saber: Hermoso.

Loco: experimenta la realidad en formas radicalmente diferentes a las de la mayoría de cerebros parlantes. Puede ser un genio. Puede ser esquizofrenia.

La realidad: es aquello en lo que existimos. Es una cosa complicadísima e inverosímil, absurda, gigantesLoco: quien disfruta de la vida y muestra cuán posible ca, inconcebible. es la explosión humana, La razón: es la cosa más complicada que conocemos en el universo. Realidad: cadena y prisión de los soñadores. María Celeste

Razón: aquello que pierdes cuando te enamoras y te Genio: un curioso o curiosa que tiene la fortuna de imaginar, recombinar, crear. encierras entre un par de líneas. Genio: Quino Normas sociales: un disfraz para cubrir el caos

Normas sociales: conjunto absurdo de preconcepciones heredadas acerca de las relaciones sociales y la moral de estas.

Persona normal: aburrida, monótoma, sin sabor a café. Persona normal: es aquella que ha ido creciendo mientras mama el seno de la ignorancia obligada. Arte: expresión tangible e intangible de las emociones. Arte: Expresión humana. Todo aquello que hace que uno se experimente de manera más profunda, furia o La experiencia: manual de vida. alegría. El saber: nunca se logra. La experiencia: no podemos escapar del tiempo, experimentamos y aprendemos continuamente. El pasar de tiempo otorga experiencia. Racconto Urahara El saber: no creo que recaiga únicamente en el conociLoco: El sano de la sociedad enferma. miento científico, sino más bien en la capacidad racional. Realidad: Cuestión de percepción, aspecto para nada Hank Le Bord objetivo. Razón: Hemisferio cerebral izquierdo.

Loco: El que se rebela.

Genio: Espontáneo, creador, divino.

Realidad: Una trampa.

Normas sociales: Formas de estandarizar la conviven- Razón: El poder para crear y destruir cia. Genio: El que a pesar de todo planea. Persona normal: Inexistente. Normas Sociales: Fácilmente rompibles. Arte: Pasión + Comunión. La experiencia: Maestra; a veces pega con la regla. Y Persona Normal: Peón, carne de cañón. muy duro. Arte: La venganza concretada. El saber: Datos, dan fundamento, se complementan La experiencia: La aprendida a las malas es la mejor. con la experiencia.

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El saber: Es poder.


s y nuestro significado Edilberto Leyva

Jesús Huerta

Loco: persona particularmente subjetiva.

Loco: Aquel que hace algo que los demás no se animan hacer. El que da un paso en el vacío.

Realidad: Composición personal de varios factores como cultura, crianza, familia, sociedad etc. Realidad: La conjunción de la percepción de todas las personas unidas por un consenso establecido. Razón: Cuando se tiene el mejor argumento. Razón: Prisión voluntaria incapaz de apreciar el arte. Genio: El que hace lo opuesto o diferente a lo que siempre se hacía y triunfa. Genio: Persona que hace evidente algo que para los demás es extraordinario. Normas sociales: Acuerdos mundiales. Normas sociales: Normas “funcionales” que castigan a Persona Normal: Persona que cumple criterios medio- lo que se aleja de ellas. cres. Persona normal: Alguien que no piensa, que se deja Arte: Provocar emociones al primer contacto con los guiar por los demás. sentidos. La experiencia: Vivir.

Arte: Acción de sanar el alma de quien lo percibe, si no cura no es arte.

El saber: El que sabe sufre, más que el que sufre por La experiencia: Vivencias con las que has aprendido no saber, es consciente de lo que sucede, pero es un algo útil para ti y para el otro. sufrimiento que te da fugaces alegrías, y para mí eso es suficiente. El saber: La humildad.

Valentín Pacelli (Uruguay, Canelones, La Paz) Loco: Alguien que vive feliz en su insensatez.

María Bovier Loco: Sujeto que se anima a hacer lo que siente.

Realidad: Aquello que esta ante nuestros ojos todo el Realidad: Alfiler que revienta el globo lleno de ilusiotiempo. nes. Razón: Cuando la persona se cuestiona, razona y así Razón: Condimento indispensable para la compresión empieza a atar todos los cabos sueltos. de todo. Genio: Persona con una creatividad ilimitada. Genio: El que afronta todo como puede, y sale gananNormas sociales: Reglas que hay que respetar dentro do. de la sociedad. Normas sociales: Ciertas reglas que todos exigen y naPersona normal: Lo normal, desde mi perspectiva, es die quiere cumplir. Persona normal: Alguien que no tiene problemas para relativo y la persona normal también. Alguien. resolver, por lo tanto no tiene de qué vivir. Ente inerte. Arte: La expresión del alma, hecha acción. Arte: Expresión. La experiencia: Conjunto de sucesos, que se dan en la La experiencia: Cicatrices que te quedan luego de intentar lo que quisiste. vida de cada uno, para crecer como persona. El saber: Conjunto de conocimientos que tiene una El saber: Puerta inmensa hacia un mejor entendimiento del mundo. persona.

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Los súbditos de Serendepia

Los integrados al psiquiatra

Jesús Huerta (Jalisco, México) Se encontraba en xalli ixtli co “la superficie de arena”, cuando lo salvamos de enterrarse -en una discusión sin sentido- de alguien que lo llamo loco. Jesús comía galletas mientras con la boca llena reía de aquellos que se creen genios. Lo abrazamos y lo hicimos nuestro colega, lo trajimos hasta aquí, él amablemente nos prometió un amor sin tapujos. Racconto Urahara (Norte de México) Descocemos su paradero y su nombre, mas no sus letras. Chica de veintitantos, creadora de manualidades y libros de ficción; estudia y hace té. Mientras no la observe su jefa la gallina ella escribe buscando a dios. Mil labores la apodamos por su acervo de actividades: pinta, cocina, hace jardinería y termina un libro más, todo esto con la organización que no osamos tener. La encontramos robando las ideas de otro, se repetía a sí misma que “los genios roban”. La recluimos mientras ella nos hablaba de fantasía y adverbios sanos. Alejandro Tenorio (Oaxaca, México) Profesor de Universidad especialista en Psicología pierde la razón. Sueña despierto, aun creyendo que tenemos remedio como humanidad; ufólogo aficionado y aprendiz de trovador. Canta mientras escribe y hace reflexión. Le hemos preparado comida de mar para su estancia, con buena música de guitarra, él sueña que viaja. Piensa en trascender y parafrasea a García Márquez- “uno también escribe para que nos quieran más”, nosotros lo escuchamos tomando nota. No sabemos si tendrá o no salvación. Adrian R. Nava (Estado de México) Asistente personal y redactor de estilo. Edad 27. Silencioso artista busca por las calles de la jungla pasar inadvertido. Escritor, filósofo y músico, escribe Manual mínimo para candidato a infante mientras bebe una cerveza y nos cuenta del placer letrista. Él nos encontró… o lo encontramos -en la ciudad de la manía- entregándonos un Diario inconcluso de semanas de olvido. Espera ayudarnos a buscarnos, porque sabe bien que estamos perdidos. Degustador de pulque, y ciga-

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rrillos hechos en la sierra de Hidalgo, comparte con nosotros: el amor a las letras, la música, el saber, el aislamiento y la locura. Ecce Osso (Oaxaca, México) De ocupación dispersa: a veces diseña, a veces escribe, a veces habla. Estudiante de la realidad. Edad: 25. Sus principales luchas han sido contra la homofobia, la manutención del sistema en que vivimos y con la aceptación de sus errores. Se la pasa formulando preguntas, uniendo conceptos, y comparando datos. Nos envió mensajes dentro de botellas de vidrio hablando sobre su existencia embonando datos ficticios, históricos, científicos y chispazos de la literatura que no es más que otra forma de volvernos locos. Mezcolanza del ser racional y el reconocimiento de vivir en un agujero negro del tamaño de cientos de sistemas solares, bosones y partículas cuánticas con un comportamiento frenético. Nos envuelve con su plática mientras lo convencemos de quedarse con nosotros. Luis Alonso (Michoacán, México) Alonso, gerente administrativo y financiero se presenta en heterónimo por una posible timidez de crear poesía. En el 2010 su yang Letras Secretas se apodera de su personalidad, crea textos que transmiten algo divertido, fantástico pero honesto, romántico y que no incite al negativismo. En este estado dibuja y ríe de lo que le parece bello, conversa y escribe inspirándonos confianza. Su yin Hank Le Bord comienza en heterónimo por diversión en el 2014. Nace de la necesidad de hablar fuera de la burbuja del “Todo está bien” y de una manera cruda. Se la pasa ejercitándose con la convicción de tener una mente y un cuerpo preparado. No le gusta hablar, prefiere observarnos y reír de lo que escondemos. Pasa el día con una cámara en la mano. La fotografía le parece hermosa. María Bovier (Entre ríos, Argentina) Edad: 17 años. Estudia. Busca en la escritura desenredar los telares en su cabeza. Tatúa las hojas que encuentre con sus vivencias pasadas. Los momentos


inexplicables nunca los olvida, ella los revive cuando Equipo voluntariamente a la fuerza Serendepia. lee en voz alta. Se sienta bajo los árboles atrapando hojas en el amanecer, con sus cabellos rubios y al- Emmanuel Antonio López (Oaxaca, México) borotados. Nos observa con paciencia mientras nos Comprometido con el proyecto desde sus orígenes, cuenta la historia de su vida. fotógrafo y Jefe del cine rodante La Iguana Nómada, soporta nuestros panchos y se encarga del diseño, Fernando Zárate. (Distrito Federal, México) trabaja altas jornadas de lo que ya no le corresponde, Multiusos pintor de la calle y lienzo toca la guitarra en deja hurtar su comida, agua potable y pan con manla banda “Radio Batalla” es diseñador de profesión y tequilla mágica para la producción de Serendepia, sin futbolista los fines de semana. Lo encontramos reto- él este proyecto no podría concretarse. Que su longecando pinturas en murales ajenos con su aire fresco vidad sea grande, y sus críticas llenas de sarcasmo y despreocupado mientras emplazaba la marca que también. lo distingue Soler. Se le reconoce por su positividad, creatividad ilimitada, repercusión de factores externos Carlos Javier Cruz Sánchez (Oaxaca, México) de su vida y su capacidad para esconder y sublimar El amigo de todos nos honra con su presencia, Juchiimpulsos inconscientes. Lo buscan de otro lugar don- teco periodista y editor del periódico Oaxaca Informa, de ha escapado, al parecer no le gustar estar estático y bajista en Los curados es ahora nuestro corrector pues todo y nada le convence. en redacción, en sus comentarios divertidos a pie, sutilmente nos hace reescribir escritos o en caso extreEdilberto Leyva (Huatulco , Oaxaca, México) mos deshacernos de ellos. Se ha compadecido, pero Joven rebelde de 21 años. Escritor de analogías per- aceptamos su crítica y él la nuestra. Entrañable amigo sonales. Entre sus letras se denota el pesimismo, la quédate con nosotros. sátira, y depresión. Próximo a la burocracia. Entre sus planes está terminar la universidad por internet y escri- Iván Santiago (Oaxaca México) bir textos más alegres. Su problema se encuentra en La fuerza y el ímpetu de la revista. Es él quien está resistirse a leer los clásicos porque no le interesa. Le al pendiente. Encargado de un restaurante Iván nos gusta tomar fotografías y grabar letras en papeles. Él demuestra compromiso y trabajo en sus creaciones. nos dice: “Me gusta escribir porque es la única forma Ilustrador predominante de la revista, trabaja con node no morir. sotros a la distancia, además de poner entrega desde la ciudad, apoyándonos. Gran amigo, colega y compinValentín Pacelli (Uruguay, Canelones, La Paz) che, a ti debemos el accidente. Estudiante de Bellas Artes. 20 años. Admirador del Rock de SLB y amante del cine, el dibujo y la pintura. Noemí Nitzayé Hernández García (Oaxaca, México) Busca arte que lo explote, jugando con el espectador No se equivocaron los doctores al diagnosticarla. Su a imaginar nuevos entornos. Sus diseños están carac- mente va más allá de su edad biológica. La pequeña terizados por las múltiples interpretaciones que se le estudiante de Comunicación, escritora por incidencia, pueden dar. Se ha unido a esta locura, amenazándo- y aprendiz de todo lo que pueda. Lo que piensa lo plasnos desde el comienzo de su exigencia a mejorar y la ma. Sólo necesita un empujoncito o (inspiración) para perseverancia. Se concentra en los colores y texturas. llevar esas ideas extrañas y fantasiosas a la realidad. Él nos dice: segundos. Si visualmente, a mí, me logra Trata de ver las dos caras de la moneda en algunos convencer, considero que con el resto de las personas casos y apoya los proyectos de sus amigos, haciéndotendrá el mismo efecto. Ahí está el punto donde pien- se participe, aunque no siempre sean sus ideales. Ella so: “Listo, lo conseguí. Imagen pronta”. está a cargo de este accidente. Serendepia.

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SEREN EPIA Del accidente a las letras

revistaserendepia.art@gmail.com www.facebook.com/revistaserendepia

Estando loco me vuelvo preso de mi locura


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