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LIFESTYLE: VENTURA
¿Ya tenés tu rutina de sueño?
Arrancar una previa en vez de irte directo a la cama ayuda a predisponer a la mente y al cuerpo de que ya va siendo hora de dormir para ir aquietándose. Aquí te contamos sobre cómo podés empezar con una.
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¿Sabías que, al igual que los niños, los adultos pueden beneficiarse también con esto? De una serie de actividades que ya nos ayuden a serenarnos y relajarnos para que, en el momento de acostarnos, no estemos pensando un montón de cosas, preocupándonos de los pendientes ni nada similar.
Estos hábitos que elijas o descubras te van a permitir alcanzar esas anheladas horas de descanso, para despedirte del mal humor, la somnolencia y la falta de concentración que podés llegar a tener en tus actividades diarias a causa de la falta de sueño.
Está comprobado científicamente que los adultos necesitan de 7 a 8 horas de sueño cada noche para estar bien descansados, sin embargo, la mayoría de las personas duermen menos de esa cantidad requerida.
¿Qué hábitos podrían ayudarte a armar tu rutina? Aquí una lista de ellos para que escojas dos o tres y empieces a ponerlas en práctica. Una cena liviana y que sea 2 horas antes de ir a la cama. Prepará tu habitación con luces tenues y la temperatura adecuada: el cuerpo necesita que el cuarto esté a menor temperatura del calor corporal para conciliar el sueño. Alejate de las pantallas como mínimo 1 hora antes de dormir y sí, eso incluye el celular, notebook, ipad, etc. Leé tu libro favorito. Escucha música relajante. Poné velas si te gustan. Date un baño sin apuros o prepará la bañera con velas. Escribí en un cuaderno tres motivos por los cuales hoy estás agradecido.
Hacerlo, concentra a tu mente en lo positivo del día. Incluí aquí los pequeños y grandes detalles. También puede ser realizar un registro escrito de cómo te sentiste, para soltar esas emociones y dejarlas ahí, en vez de llevarlas contigo al dormir.
Cualquiera de estas actividades puede ayudarte a arrancar tu rutina de sueño una hora antes, porque recordá: la higiene del sueño no empieza en el momento en el que te acostás en la cama, a tu cuerpo le lleva tiempo desconectarse del trajín del día.